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Implementemos las “Unidades de Flagrancia Delictiva”

Implementemos las “Unidades de Flagrancia Delictiva”

Jaime de Althaus

Para Lampadia

He aquí una solución sencilla a relativamente bajo costo para mejorar sensible y rápidamente la seguridad ciudadana en Lima y en el Perú, que solo requiere liderazgo y capacidad de coordinación. Se trata de la creación de lo que el presidente del Poder Judicial, doctor Víctor Ticona, ha llamado  Unidades de Flagrancia Delictiva: establecer en un mismo local a jueces, fiscales y policías, quienes operarían conjuntamente en cada sede, con lo que se evitaría desplazamientos en las diligencias que se requieran para investigar y sancionar a un imputado, ahorrando tiempo y dinero. Y si a ese trípode le agregamos una pequeña carceleta para que los jueces puedan condenar a delincuentes menores a penas cortas de una semana o uno o más meses, con asistencia social, pues se acabaría la sensación de impunidad que indigna a la población y disminuiría apreciablemente la percepción de inseguridad.

Fuente: portal.andina.com.pe

Dichas “unidades de Flagrancia”, agregándoles la carceleta, serían la base de  lo que nosotros hemos denominado “atención primaria de la justicia penal”. El Dr. Ticona anunció que el Poder Judicial ha considerado, inicialmente, implementar dichos módulos en los Distritos Judiciales de Lima Sur, Lima Este, Lima (Cercado) Lambayeque y Arequipa, lo cual requerirá –precisó- de presupuesto adicional. Es decir, no tiene el presupuesto. Y tampoco ha coordinado con el Ministerio Público ni con la Policía para hacerlo ni para sumar recursos. Es una buena idea, pero que no se ejecutará. Salvo que se haga lo que proponemos a continuación.

La idea es sencilla: requiere que el presidente del Poder Judicial, el Fiscal de la Nación, el Ministro del Interior y la de Justicia (o el jefe del INPE), se pongan de acuerdo en un plan de implementación que identifique en qué distritos de Lima habría que comenzar por habilitar dichas “unidades de flagrancia”, y acto seguido hablar con los alcaldes respectivos para solicitarles que hagan la inversión correspondiente en el local y equipamiento.

Algo de esto ya se está haciendo, pero de manera descoordinada, parcial e inorgánica. Por ejemplo, las municipalidades de Miraflores y San Isidro han habilitado sendos locales para la instalación de fiscales, y pronto lo harán las de Magdalena, Breña y San Borja. Y Surco y Surquillo, por su parte, han acondicionado locales para la instalación de juzgados. En todos esos casos faltan las otras partes. Lo lógico hubiese sido una coordinación previa entre el PJ, el MP, la PNP y el INPE para instarse conjuntamente. De todos modos, esos distritos podrían ser el punto de partida para hacerlo de esa manera, ahora sí.

La ventaja de esto es que no se requiere presupuesto adicional. El Dr. Ticona no tendría que pedir más presupuesto al MEF. Las municipalidades, a las que sin duda les interesa, lo ponen. No solo eso, El Poder Judicial y el Ministerio Público podrían terminar ahorrando recursos. Es lo que nos dice el gerente general del Ministerio Público, José Echevarría: “La idea también es expandir las fiscalías descentralizadas a provincias del interior del país; esto aliviará nuestro presupuesto porque dejamos de pagar alquileres (los locales de las descentralizadas los pagan los municipios). Actualmente pagamos 24 millones al año en alquileres, 2 millones al mes, una locura. Esta es una forma innovadora de acercar nuestros servicios al ciudadano bajando nuestros costos”.

Aquí lo que se necesita, entonces, es que alguien tome el liderazgo y los demás no se sientan menos por eso. O que todos lo tomen simultáneamente y coordinen para instalarse conjuntamente. Un escenario natural para estas coordinaciones podría ser el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, donde están todas instituciones partícipes de estos módulos, incluyendo el alcalde de Lima. Se reúne cada dos meses, pero puede conformar una comisión específica para este tema que avance entre reunión y reunión. Allí sería el Ministro del Interior quien tomaría el liderazgo (o el propio Presidente de la República). Los alcaldes distritales, por su parte, podrían tomar el liderazgo en los Comités Distritales de Seguridad Ciudadana.

Otro foro propicio para esto sería el “Acuerdo por la Justicia”, recién estrenado. Allí el liderazgo correspondería a la ministra de Justicia. Según el documento presentado recientemente al Acuerdo Nacional, las instituciones partícipes de “Acuerdo por la Justicia”, donde no está la PNP, acuerdan institucionalizar “una mesa de trabajo permanente entre los Titulares de las Instituciones del Sistema de Justicia, la misma que sesionará el último viernes de cada mes”, así como crear “una Oficina de Enlace para Coordinación interinstitucional durante los próximos cien días para llevar adelante la agenda de reuniones y acuerdos en el marco del presente Pacto por la Justicia. Dicha Oficina estará a cargo de la Dirección de Justicia y Cultos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos”.

En teoría, entonces, podría ser un foro adecuado, aunque no estén ni la PNP ni los alcaldes. Pero, respecto del tema que nos ocupa, se les ha escapado la tortuga, pues figura la propuesta del Ministerio Público de firmar “un convenio marco de cooperación interinstitucional entre el Ministerio Público y los gobiernos locales, estableciendo las contrapartidas de cada una de las instituciones, lo que permita la implementación y puesta en funcionamientos de las fiscalías provinciales penales en los distritos focalizados”. Es decir, lo que decíamos antes: que la municipalidad ponga el local. Sorprende que el Dr. Ticona o el Ministerio no hayan advertido que en dicho convenio hay que incluir también de una vez al Poder Judicial, a la PNP y al INPE para conformar las “Unidades de Flagrancia Delictiva”. También podría hacerse a partir de las comisarías.

Como fuere, se trata de sentarse a coordinar un plan de implementación progresiva de estos módulos, convocando a los alcaldes respectivos. Quizá el programa de incentivos municipales que maneja el MEF podría incluir, en la parte de seguridad ciudadana que ya existe, un plus para los municipios que brinden estos locales. ¿Quién toma el liderazgo? Lampadia




¿Se llegará a formar una gobernanza global?

¿Se llegará a formar una gobernanza global?

En esta ocasión compartimos el contenido de otro capítulo del libro publicado en Singapur en ocasión de sus ‘bodas de oro’, con miras a sus primeros cien años en 2065. En esta pieza de ficción se proyecta la filosofía de Lee Kuan Yew, su fundador, para imaginar ciertos acontecimientos que podrían llevar a un nuevo orden global.

El artículo de Tom Plate nos presenta una serie de instituciones que podrían formarse en la medida en que la humanidad vaya superando situaciones graves de crisis como un ‘segundo ataque nuclear en 2045’.  Algunas de estas instituciones son:

  • Corte de Apelaciones Global
  • Concierto de Convergencia de 2025
  • Organización Mundial de la Diplomacia
  • El Planeta Tierra Político (Sustituto de la estructura hobbesiana de Westfalia)

Un Nuevo Orden Mundial, gracias a Lee Kuan Yew

Publicado el 3 de agosto de 2015

Escrito por Tom Plate (ver nota biográfica al final del artículo)

Publicado en el libro “SG100: la visión de pensadores líderes de Singapur en 2065”

Traducido y glosado por Lampadia

 

¿Cuál podría ser el panorama geopolítico al 2065? Un veterano observador del Pacífico mira en la bola de cristal con un toque de fantasía.

Vamos a empezar imaginando… un día de verano en 2065 [en Singapur].

Dos diplomáticos caminan afuera de un edificio del gobierno como si llevaran el mundo estuviera sobre sus hombros. Son funcionarios de carrera del Ministerio de Asuntos Exteriores, que parecen preocupados y agotados. Son sólo diplomáticos, sino Plenipotenciarios Especiales (SP por sus siglas en inglés). Ellos tienen el poder para ejecutar las resoluciones finales sobre difíciles conflictos, que forman parte los problemas territoriales más difíciles en el Mar del Sur de China, y actúan como representantes de la Corte de Apelaciones Globales (GAC) formada, después del segundo ataque nuclear de 2045, sobre la decadencia de la segundo ataque nuclear de 2045como un logro brillante del histórico ‘Concierto de Convergencia de 2025’.

Estos súper-cerradores tienen una de los puestos más difíciles del planeta y son bien recompensados, siguiendo el sistema meritocrático de compensación de Singapur para los trabajadores del Estado. Su encargo es evitar la guerra mediante la guía establecida por el GAC. Singapur, donde se creó el Concierto de Convergencia en 2025, tiene el honor de tener a 2 de 11 SP.

Su destino es la sede de la Organización Mundial de la Diplomacia (WDO). El exitoso sucesor de la no tan exitosa Naciones Unidas, plantado en una isla, designada como territorio internacional, frente a Shanghai.

Las sesiones plenarias de la WDO se llevan a cabo con la asombrosa nueva tecnología Magnet, sucesor estéreo 3D de Skype; sólo las sesiones globales o ceremoniales anuales se llevan a cabo en Shanghai. El hacinamiento de egos crea problemas.

En Shanghai, los dos diplomáticos explicarán la decisión del GAC en el delicado tema de los OGMs (organismos genéticamente modificados) de atún entre Vietnam y Filipinas. Es muy probable que cuando hayan terminado, las dos partes acepten la resolución y se alejen dignamente.

Al 2065, al parecer, el ‘Planeta Tierra Político’ ha conseguido aterrizar en la realidad y abandonar la antigua selva hobbesiana de Westfalia.

El gran cambio político vino al mundo de una manera inesperada.

Se inició en 2025, una década después de la muerte del fundador de Singapur, Lee Kuan Yew, con motivo de una “conferencia de política internacional”, celebrada en su memoria. El evento buscaba reflexionar y celebrar su sabiduría e innovaciones nacionales e internacionales.

Con el incesante problema del cambio climático, las aterradoras tormentas monetarias, las  constantes peleas en el Mar del Sur de China y el dramático colapso de la ONU – el consenso fue que era hora de un gran cambio, y el tiempo y lugar para que el cambio era ahora … aquí … en Singapur.

La Escuela de Políticas Públicas de Lee Yew Kuan ofrece la plataforma perfecta, con su aura de misión y rigor intelectual. Desde su fundación en 2004, había trabajado con diligencia para establecer una norma regional rigurosa para los estudios de política. Se volvió un ícono de inteligencia flotando encima de los océanos vecinos de la mediocridad política. En 2025, la reputación de la escuela se estableció firmemente.

En su discurso de despedida después de 21 años en el cargo, del decano saliente de la escuela titulado ‘Convergencia o Catástrofe’, estableció el escenario para el retiro del primer ministro de Singapur, que evocó la creencia de su padre en la vocación casi religiosa de servicio público. “Afecta profundamente la vida de las personas,” recordó. Siguiendo la lógica del discurso del decano, el primer ministro pidió un nuevo orden mundial: “El Concierto de Convergencia”.

Un seminario paralelo había añadido un elemento extraño pero útil. El líder del seminario fue un periodista que había entrevistado a Lee Kuan Yew un buen número de veces y había escrito un libro sobre él. Lo que el libro omitió deliberadamente – afirmó el periodista – fue una conversación en la que LKY insistió se mantenga en secreto hasta mucho después de su muerte, por su contenido idealista. Resultó que, en sus últimos años, Lee había escrito notas secretas sobre la eventual reorganización de la  gobernanza global.

Nadie creyó en las afirmaciones del cuaderno secreto del periodista; después de todo, era un americano, – y por lo tanto sujeto a los vuelos de la imaginación narrativa. Y, por supuesto, nadie encontró el supuesto cuaderno secreto. Pero la sola idea empujó a la conferencia a actuar como si la creación de un nuevo orden era el último deseo del legendario líder.

Por lo tanto, los asistentes, en colaboración con los expertos de la escuela LKY, elaboraron el proyecto final para la Corte de Apelación Global, que emitiría decisiones vinculantes para las disputas geopolíticas. Las resoluciones serían ejecutadas por diplomáticos cuyas distinguidas carreras los preparara para el servicio internacional en el WDO (quienes para ganar la designación tenían que pasara una serie de rigurosos exámenes – al estilo de Singapur).

Su trabajo en la aplicación de las decisiones del GAC sería respaldado – en última instancia – por la autoridad conjunta de China y los Estados Unidos; la Junta de Jefes del WDO trabajando juntos como una fuerza unitaria, con China básicamente centrada en la extensión de Asia y los EEUU en todas partes excepto en Europa, debido a la revitalizada Unión Europea y África, con su sorprendente alto desempeño, con la Unión Africana. (La estrecha cooperación entre China y los EEUU fue la línea de fondo requerida para cualquier nuevo orden – inconcebible sin ella).

La administración del concierto de Convergencia vino de un sistema global de puestos meritocráticos, con formación y reentrenamiento continuos y liderazgo disciplinado para el cuerpo de SPs.

A pesar de la evolución gradual de un vigoroso sistema bipartidista global, Singapur mantiene el liderazgo del Concierto de la Convergencia en las convenciones políticas anuales.

Al estilo de las ciudades-estado de Florencia, Milán y Venecia de los siglos 14 y 15, Singapur se convirtió en un ejemplo que ayudó a dar forma a la nueva geopolítica mundial.

Esto, al parecer, fue el mejor legado que un legendario primer ministro fundador pudiera haber querido dejar atrás, con cuaderno secreto o no.

El profesor Tom Plate es un periodista veterano y observador de los asuntos del Pacífico. De 1989-1995, fue editor de las páginas editoriales del diario Los Angeles Times. Luego pasó a escribir una columna sobre las relaciones de Estados Unidos con Asia y el Pacífico.  Ahora es un distinguido académico de Estudios de Asia y el Pacífico de la Universidad de Loyola Marymount en Los Ángeles. Ha escrito más de 10 libros, incluyendo una serie de entrevistas con los líderes asiáticos que incluyen conversaciones con Lee Kuan Yew.

Lampadia

 




LA REFORMA POLICIAL (I)

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