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Las reformas políticas que este congreso todavía puede aprobar

Las reformas políticas que este congreso todavía puede aprobar

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El último predictamen sobre las reglas electorales para el proceso 2021 insistía en eliminar la participación de varios candidatos con opciones por medio del requisito de 6 meses de afiliación a un partido antes de la fecha de las elecciones internas. Si estas se desarrollan en noviembre, los 6 meses se habrían cumplido en mayo, de modo que ninguno de los aspirantes actuales con más opciones podría participar.

No obstante, en la última reunión de la comisión de Constitución, quedó claro que solo Alianza por el Progreso (APP) defendía esa opción. Finalmente, el propio presidente de la comisión, Omar Chehade (APP) enmendó rumbos.  El viernes publicó en su Facebook: “Estamos elaborando un dictamen que equipare inscripciones nuevas con afiliaciones para postular… De esta manera, los nuevos partidos y candidatos sin partido tendrán el tiempo y condiciones suficientes para realizar su trámite respectivo y quedar habilitados para presentar candidatos y postular democráticamente en las referidas elecciones”.

Problema resuelto, entonces, en principio, aunque hay que esperar la redacción final. En realidad, no debería haber plazo. No debería existir el requisito de estar afiliado a un partido para postular a la presidencia de la República. Ello es una restricción al derecho de participación política. Cualquier partido debería poder invitar a un independiente a encabezar una lista presidencial. Eso fue lo que ocurrió con José Luis Bustamante y Rivero en 1945, por ejemplo.  

La obligación de estar inscrito en un partido para poder postular proviene de una de las leyes de la reforma política aprobada el 2019, la ley 30998 orientada a promover la participación política y la democracia en las organizaciones políticas, aquella que establecía las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). La idea detrás, esgrimida también por los defensores del plazo excluyente, es que se trata de fortalecer los partidos y que no haya partidos cascarón o vientres de alquiler.

Pero esta no es la manera de lograrlo. Para ir a un sistema de pocos partidos reales, existen las vallas y los sistemas electorales. La abortada reforma política contenía una idea correcta: facilitar la inscripción de nuevos partidos -para renovar y establecer competencia- pero dificultar la permanencia, para que sobrevivan los mas fuertes. Las PASO -cuestionables, pero no vamos a entrar en eso ahora- tenían un filtro. Al final participarían alrededor de 6 u 8 partidos en las elecciones generales, que luego deberían pasar la valla del 5% de la votación para el Congreso. De lo contrario, perdían la inscripción. La suspensión de las PASO suspende el filtro. Martín Tanaka ha propuesto una valla en las elecciones internas: que participen en ellas 12 mil militantes (50% del número mínimo de afiliados a un partido). Pero muchos partidos tienen en este momento menos de 24 mil afiliados porque se suspendió también ese requisito. Entonces esa propuesta es inviable.

Solo queda aprobar la elección del Congreso junto con la segunda vuelta, lo que llevará a una cierta concentración del voto en un número menor de partidos, y de paso ayudará a la gobernabilidad del próximo gobierno, algo vital para enfrentar la reconstrucción nacional.

La otra manera de reducir el número de partidos y que sean reales, es pasar a un sistema electoral basado en distritos electorales mucho mas pequeños, uni o binominales, donde los partidos pequeños tenderán a aglutinarse con otros más grandes para tener opción de ganar en alguna circunscripción. Esto, además, tiene la ventaja de crear una relación entre elector y representante, dándole realidad a la democracia y facilitando la eliminación del voto preferencial. Porque este sería el voto preferencial por excelencia.      

En resumen, las reformas que todavía puede aprobar este Congreso para mejorar la calidad de nuestra democracia y la gobernabilidad son:

  • Permitir la postulación presidencial sin afiliación
  • Elegir el Congreso junto con la segunda vuelta presidencial
  • Eliminar el voto preferencial y canjearlo por distritos electorales pequeños

Lampadia