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Indefensos frente al Niño

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Si Ud. Ingresa a la página web de consulta amigable del MEF, y busca “Consulta de ejecución del gasto de emergencia – Fenómeno El Niño”, se encontrará con algo aterrador: al 20 de setiembre el gobierno nacional solo había ejecutado 8.8% de los casi de 3 mil 400 millones soles asignados para ese fin. Los gobiernos regionales, que disponen de una cantidad bastante menor, 402 millones, apenas han ejecutado el 5.5%. Solo los gobiernos locales han avanzado un 60%, pero de una cantidad mucho menor: 202 millones, seguramente destinada a pequeñas intervenciones que habría que ver casi son efectivas.  

Si entramos a ver quiénes son los responsables de tal atraso en el gobierno central, descubrimos que el ministerio que más recursos concentra para este fin es el de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), que dispone de casi 1,200 millones de soles de los cuales solo ha ejecutado ¡el 2.1%! 

Y dentro del sector agrario, constatamos que la entidad que de lejos concentra la mayor cantidad de presupuesto es la Autoridad Nacional del Agua (ANA), que solo ha ejecutado ¡el 0.7! Esto es criminal. Allí está todo lo que tiene que ver con descolmatación de los ríos y defensas ribereñas, por ejemplo. Si eso no se avanza, podemos imaginar el desastre que provocará el desborde implacable de los ríos.

¿Cómo es posible tanta indolencia e irresponsabilidad? Sabemos que el MIDAGRI y la ANA fueron víctimas de la depredación institucional del gobierno de Castillo. Se diezmó al personal. Pero el gobierno de Boluarte tuvo ya el tiempo suficiente para hacer los cambios que permitieran reconstruir la capacidad profesional y operativa de esas instituciones. Quizá por eso salió la ministra anterior, pero no sabemos si la actual tiene da pie con bola o no.

De otro lado, sorprende que el Congreso no fiscalice como debiera el avance de estos trabajos. Los congresistas de las regiones más afectadas deberían tener un mapa con las intervenciones y su grado de avance, y llamar a la ministra de agricultura y a otros responsables para que den cuenta de los trabajos.

El gobierno tiene la obligación de reclutar a los mejores para los cargos ministeriales y directivos. Tiene que pedir ayuda a los gremios empresariales. De todas maneras, tampoco es que una entidad como la ANA haya sido antes un modelo de gestión o ejecución. Aquí hay un problema estructural, y solo se resuelve a la larga con Autoridades Nacionales verdaderamente autónomas y altamente profesionales, como ha propuesto Fernando Cillóniz. Tampoco la recientemente creada Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) funcionará porque no tiene la autonomía suficiente y no absorbe a la gran cantidad de oficinas de infraestructura del Estado como Provías Nacional y Provías Descentralizado, la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), el Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS) y Programa Nacional de Infraestructura Educativa (PRONIED) y las Direcciones Regionales y Locales de Infraestructura. Se superpondrá a ellas, sumando gasto, burocracia y corrupción.

Es hora de tomar el toro por las astas, nombrar ministros capaces y plantear las soluciones de fondo. Lampadia




De cómo se reconstruyó el Perú

De cómo se reconstruyó el Perú

Alfonso Bustamante Canny

Es necesario recordar el pasado para no cometer los mismos errores.  Hace pocos días mi padre me entregó una copia de un documento que en el año 1993 le sirvió para presentar ante el Club de parís las reformas en materia económica hechas por el Perú con el fin de reinsertarnos a la comunidad financiera internacional.

En dicho documento recordaba la situación del Perú al término del primer gobierno del Presidente García:

               – Inflación 1990:     7,650% (2´000,000% acumulada en 5 años)
               – PBI:                       -14% (Retroceso de 28 años)
               – Reservas:             – US$150 Millones. (Ojo negativo en 150 Millones)
               – Terrorismo:          25,000 muertos y daños materiales equivalentes a toda la deuda externa.

(*) Ver copia del documento al final de la publicación.

En suma, era un país aparentemente inviable, destrozado por medidas populistas que empobrecieron a millones de peruanos, trayendo desesperanza y desmoralización, sentimientos que permitieron el inicio de cambios profundos en la política económica del país.

Hoy tenemos la Inflación más baja de la región, Endeudamiento competitivo y Reservas por más de US$70,000 Millones. El PBI del 2019 superaba largamente los USD 200,000 Millones.

El Modelo Económico impuesto por la constitución que hoy se pretende abolir ha sido un éxito por que, a través de la atracción de la inversión privada, logró revertir la pobreza en el Perú de más del 50% a menos del 20%. Este nivel de pobreza es aún INACEPTABLE.

¿Qué pasó? ¿Por qué tanto descontento? ¿A quién hay que culpar?

Pasó que cuando ya no estuvimos al filo del precipicio sentimos que no era necesario continuar con las reformas.

  • Nos olvidamos que los apagones no sólo eran productos de la torres derrumbadas por las bombas terroristas sino por el pésimo servicio prestado por las empresas estatales todopoderosas y auto reguladas y decidimos mantener empresas de prestación de servicios básicos en manos de la administración pública como SEDAPAL, ocasionando que el servicio de agua y saneamiento en Lima no le llegue a más de un millón de familias vulnerables quienes pagan por el cilindro de agua 100 veces más de lo que cuesta el servicio en los distritos mas privilegiados. 
  • Por que nos dimos el lujo de decirle NO a la inversión minera responsable cumplidora de las obligaciones sociales y medioambientales, pero permitimos la explotación minera informal, quien no responde a regulador alguno ni contribuye con impuestos y mucho menos con el canon comunitario.

Puedo dar mil ejemplos mas.  Todos ellos coinciden en una cosa:  La eliminación de la pobreza no es la prioridad de nuestros gobernantes.

Para ahondar en la respuesta, el descontento viene por la indolencia de los consecutivos gobiernos frente a los precarios sistemas de Salud, Educación e Infraestructura Social.  ¡Para eso está la Plata!  Si, la plata administrada por el Gobierno y generada por LA EMPRESA PRIVADA FORMAL.  Esa, a la que le da con palo la prensa nacional y ha logrado colocar perversamente en el imaginario popular como el gran responsable de las enormes carencias de una parte de nuestros compatriotas a quienes el ESTADO ha privado de un sistema de salud eficiente y oportuno, de una educación de calidad que le dé a los peruanos igualdad de oportunidades de crecimiento y por supuesto de infraestructura social básica iniciando por agua y saneamiento y seguido por programas de vivienda social digna.

¿A quién hay que culpar?

A todos nosotros.
A los líderes empresariales por no defender la grandeza de generar riqueza en la nación y sacar de la pobreza a millones de conciudadanos con empleos dignos y justos, premiando la productividad de sus colaboradores, arriesgando sus ahorros y reinvirtiendo sus utilidades para seguir generando bienestar y reducir la pobreza.  La gran mayoría de empresarios somos cumplidores de nuestras obligaciones laborales, financieras y tributarias. Somos responsables al no participar directamente en los Gremios empresariales, que es la forma institucional de comunicarse con el Gobierno.  Me rehúso a meter en el mismo saco a los Empresarios, con los criminales que disfrazados de empresarios saquearon al país en complicidad con los políticos.  Estos merecen nuestro mayor repudio, no sólo por sus actos criminales, sino por enlodar la noble actividad de emprender un negocio y generar con el bienestar para la nación. Es decir:  Hacer Empresa.

A los Políticos por traicionar a los electores y actuar consistentemente en contra del pueblo que los eligió. Priorizando los intereses personales o partidarios sobre el bienestar de la sociedad. La conflictividad entre los poderes del Estado corrobora que el Ciudadano no es su prioridad. Todos los presidentes cuestionados: Prófugos, presos o auto eliminados para evitar encarar a la justicia.  Justicia que se ha politizado a niveles insospechados generando una vulnerabilidad institucional aterradora, haciéndonos presas de una administración pública y de justicia corrupta que le ha costado al Perú cuando menos USD70,000 Millones, equivalente a todas nuestras reservas.  ¿Cuántos hospitales se pudieron hacer con ese dinero?; cuántos colegios?; cuántas viviendas?  TODAS LAS NECESARIAS.  Sí, la corrupción le ha robado a los más pobres su derecho a la salud, educación y vivienda digna.

A los Medios de comunicación.  Su incapacidad para adaptarse a un modelo digital atractivo evidencia un deterioro de la economía de los medios de comunicación tradicionales y en la búsqueda de soluciones fáciles, atestiguamos un deterioro intelectual y ético en su redacción.  El morbo, la intriga, el soporte a posiciones radicales y la falta de consistencia evidencia subordinación al Gobierno de turno quien paga tarifas hasta 5 veces mayores a los de los privados por el mismo bien o servicio.  Son los principales responsables por la desinformación a la población en lo económico, político y social.

Finalmente, a los ciudadanos, por la pésima elección política.  El voto poco informado y la tolerancia al STATU QUO. Lampadia

Documento original de 1993

(Fuente: El archivo de Alfonso Bustamante Bustamante, ex Primer Ministro)




La reconstrucción del santuario del Señor de Luren

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 14 de junio de 2019
Para Lampadia

Ica está de fiesta. El santuario del Señor de Luren ha sido reconstruido. ¡Finalmente! El terremoto del 15 de agosto del 2007 lo destruyó. El santo patrono de los iqueños está de vuelta en su casa. El santuario está precioso. Y el bulevar circundante, igual. ¿Por qué tomo tanto reconstruir el emblemático templo iqueño? De eso me ocuparé en el presente artículo.

Con decir que la reconstrucción física tomó apenas dos años. Entonces ¿qué pasó? ¿Porqué se tardó 10 años para iniciar su reconstrucción? A pues… así es la nuez en el Estado. La burocracia estatal es el peor enemigo de los peruanos. Yo puedo dar fe de ello.

Cuando juramenté al cargo de Gobernador Regional de Ica el 1 de enero del 2015, lo hice en el frontis del templo del Señor de Luren – aún – en ruinas. Primera reflexión. Habían pasado 7 largos años desde el aciago terremoto del 2007 y el templo seguía en ruinas. ¡Qué pasó en esos 7 años! ¿Porqué no se había iniciado la reconstrucción del templo, si todas las demás obras de infraestructura – dañadas por el sismo – ya habían sido reconstruidas? 

Pues a eso quería llegar. El principal escollo para la reconstrucción del santuario era nada menos que el Gobierno Central. Concretamente, el Ministerio de Cultura. Es verdad. Aunque cueste trabajo creerlo. El Estado fue el principal obstáculo para la reconstrucción oportuna del santuario del Señor de Luren.

A ese respecto, es de justicia destacar la persistencia y paciencia jobiana del ex alcalde provincial de Ica – don Carlos Ramos Loayza – quien asumió funciones como alcalde el mismo día que yo.

Repito. El gran mérito del “vamos” de la reconstrucción del templo de Luren es de Calín Ramos. Yo me crucé con él varias veces en el Ministerio de Cultura. Yo iba para ver los temas de la formalización de los pequeños mineros de Nasca. Y él iba para ver el tema de la reconstrucción de Luren.

Y como el templo era “Patrimonio Monumental de Ica”, el Ministerio de Cultura tenía que meter su cuchara en todo lo concerniente a su reconstrucción. ¡He ahí el problema! ¿Cómo hacer para que unos burócratas – centralistas, distantes, desinteresados, insensibles, y todo lo demás – den luz verde para aprobar la reconstrucción? ¡Misión imposible!

Pues Calín Ramos lo logró, a punta de persistencia y paciencia. Luego – valgan verdades – la labor del ex alcalde Javier Cornejo fue también determinante en la continuación del legado de su predecesor. Terminando la posta la actual alcaldesa de Ica – doña Emma Mejía – quien le puso mucho empuje y compromiso al proyecto.

Pero hay más héroes detrás de esta hermosa reconstrucción. Monseñor Héctor Vera – Obispo de Ica – y el padre Grover Cáceres – Párroco de la Iglesia de Luren – quienes día a día ayudaron en todo lo que estuvo a su alcance para facilitar las cosas. Y por supuesto, los representantes de Shougang Hierro Perú – y sus contratistas – quienes hicieron la gran obra mediante el mecanismo de “Obras por Impuestos”.

OTROSÍ DIGO. A los criticones de siempre no les hagamos caso. Que se traguen sus críticas y sus amarguras. El Señor de Luren es el máximo emblema de la religiosidad del pueblo iqueños. Medio mundo está feliz. Y nada ni nadie nos podrá quitar la alegría de esta gran reconstrucción. Lampadia




Universidad de Piura… 50 años educando, creciendo, y sirviendo

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 10 de junio de 2019
Para Lampadia

Este año la Universidad de Piura cumple 50 años de vida institucional… ¡nada menos! 50 años educando, creciendo, y sirviendo.

La UDEP… bueno fuera que más universidades peruanas sean de su talla. No hay, sino que poner un pie dentro de sus instalaciones para respirar el aire inconfundible de excelencia e integridad – tan propios – de la Universidad de Piura. Pasar del mundanal ruido a cualquiera de sus campus, produce una sensación de bienestar especialísima… que hay que vivirla para contarla.

Efectivamente, el campus Piura, el campus Lima, y el PAD – la Escuela de Dirección – en Monterrico, tienen una atmósfera especialísima que – aparte de paz y bien – propicia el estudio, la innovación, la amistad… y un profundo amor por el Perú. Yo doy fe de ello.

La excelencia se da en todas sus instalaciones y en todas sus carreras. Todos los niveles de estudio – pregrados, maestrías, y doctorados – son excelentes. Los cursos de extensión, diplomados, congresos y eventos… todo es excelente en la UDEP. En educación, economía y administración, comunicaciones, derecho, humanidades, ingeniería, medicina… la Universidad de Piura hace – tal cual reza su lema – mejores personas, mejores profesionales.

Es impresionante ver cómo ha crecido la UDEP desde que inició actividades en 1969. Recuerdo – como si fuera ayer – cuando algunos amigos emigraron a Piura para estudiar sus carreras profesionales en la – entonces – novísima universidad. Yo acababa de ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Y por ello doy gracias a Dios. Porque ¡vaya que la UNI abre puertas a sus egresados! ¡Y qué puertas!

Pero la UDEP es también una gran abre-puertas. Conozco a muchos estudiantes y profesionales egresados de la Universidad de Piura – jóvenes o no tan jóvenes – que vienen aportando grandemente al país con sus valores y conocimientos.

La semana pasada estuve por allá con ocasión del XXII Simposio Internacional de la Uva de Mesa (SIUVA Norte 2019). Y la verdad – como siempre – la pasé muy bien en Piura. Sin embargo ¡qué fea herida está dejando la fallida “Reconstrucción con Cambios”! La imagen del Estado inoperante, indolente, corrupto – y todo lo demás – es decepcionante. Eso de priorizar la confrontación entre el Gobierno Central, el Congreso, y el Poder Judicial; y desatender la reconstrucción del Norte es una ofensa a los miles de damnificados del Niño Costero del 2017.

En fin. Esperar poco – o nada – del Estado. A esa conclusión llegamos en el SIUVA Norte 2019. Nosotros mismos somos. Me refiero a la ciudadanía organizada y empoderada. El Estado no lo va a hacer. La reconstrucción de la infraestructura dañada por el Niño Costero 2017 va a tardar una eternidad. Mientras tanto, a arreglárselas como puedan.

A ese respecto, el sector agroexportador norteño se ha recuperado estupendamente. Y sin ninguna ayuda del Estado. Después de la tremenda caída en las exportaciones de uvas de mesa en la temporada 2017 / 2018 – precisamente por el desastre del Niño Costero – la campaña 2018 / 2019 denota una asombrosa recuperación.

En resumen, Piura va muy bien en lo privado. Pero mal – muy mal – en lo público. Muy bien en fruticultura de exportación. Excelente en educación universitaria, con la Universidad de Piura a la cabeza. Pero pésimo en asuntos del Estado. ¡Una lástima! Lampadia




Hay plata para la reconstrucción… pero hay más inoperancia

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 18 de mayo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La inoperancia del Estado es brutal. El Plan Integral de la Reconstrucción con Cambios es – hasta ahora – un fracaso. El cardumen burocrático – o la Costra del 5to. Nivel – está trabándolo todo. La indolencia de muchos funcionarios del Estado es atroz. El daño causado por el devastador Niño Costero del año pasado está intacto. Los pueblos, las redes de agua y desagüe, los caminos y puentes, los canales y bocatomas… prácticamente toda la infraestructura dañada sigue tal cual quedó después del desastre.

Yo pensaba que Ica – al haber sido menos afectada que la Costa Norte – era la región más atrasada. Pero no. El Norte está devastado. Sigue devastado.

Los damnificados merecen un reconocimiento especial. Están sobreviviendo sin ninguna ayuda de nadie. Para ellos, el Estado no existe. Y no es que sólo el Estado debía reparar todo lo dañado por el Niño Costero. Nada que ver. Cada quien debía asumir su propia responsabilidad. Los damnificados debían ocuparse de sus pertenencias. Y el Estado – obviamente – debía ocuparse de la reconstrucción de la infraestructura pública. Lo cual – hasta ahora – no ha ocurrido.

Volviendo al tema de los damnificados, es admirable ver cómo los agricultores están trabajando – sin desmayo – en la rehabilitación de sus campos. Y lo mismo se ve en los empresarios de las zonas afectadas. Comerciantes, fabricantes, operadores de hoteles y restaurantes, abastecedores de servicios diversos… todo el mundo está sudando la gota gorda para salir adelante. Excepto el Estado.

Insisto. Al Estado le tocaba ejecutar el Plan Integral de la Reconstrucción con Cambios. Y no lo ha hecho. En realidad – en algunas regiones afectadas – ni siquiera ha empezado. 14 meses después del desastre – en términos prácticos – la reconstrucción está súper lenta.

Conste que no estoy criticando al presidente Vizcarra ni a su Gabinete. Ellos acaban de asumir funciones. Más bien, todos los peruanos estamos esperanzados en que las cosas cambien – para mejor – con el nuevo Gobierno. Mi crítica es “al sistema”. Concretamente, al cardumen burocrático. A la Costra del 5to. Nivel… aquella maraña burocrática que está enquistada en los Ministerios de la Reconstrucción. Principalmente, en el Ministerio de Transportes, en el Ministerio de Agricultura, y en el Ministerio de Vivienda. Inclusive en los Ministerios de Salud, y Educación. Y ni qué decir del aparato burocrático de los Gobiernos Regionales y Locales.

Más aún, mi crítica es – también, y, sobre todo – a los Congresistas tramitadores de proyectos. “A los Congresistas que cobran 5% sin mover un dedo” como se reveló en los Mamani videos. Ahí está el principal problema de la reconstrucción. Ahí está la inoperancia atroz. Ahí está la indolencia cruel.

¿Qué hacer para salir del atolladero? Muy sencillo. Copiar el ejemplo del Comité Organizador de los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019. Parece mentira. La Villa Deportiva, la Videna, el Estadio de San Marcos… todas las sedes estarán listas – con varios meses de anticipación – para los Juegos del próximo año. Para ello S/. 5,000 millones habrán sido invertidos de manera eficiente y transparente. La mayor inversión está destinada a la construcción de infraestructura útil para la ciudadanía. Como que la Villa Deportiva – compuesta por siete torres de 20 pisos – podrá albergar dignamente a más de mil familias peruanas, una vez que terminen los Panamericanos.

¿Cuál es la diferencia entre el Comité Organizador de los Juegos Panamericanos y los Ejecutores de la Reconstrucción? La gente. Mejor dicho, la actitud de la gente. En un lado hay gente eficiente, honesta y profesional. Y en el otro, todo lo contrario.

Y ¿qué es eso de “todo lo contrario”? ¡Vamos! Todo el mundo lo sabe: corrupción, resistencia, maltrato, indolencia, ineptitud, temor, holgazanería. Salvo honrosas excepciones, eso es lo que más hay en los Ministerios de la Reconstrucción y en los Gobiernos Regionales y Locales. Por eso la reconstrucción va tan lenta. Lampadia




La maldición de la Costra del 5° Nivel

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 4 de mayo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

El 1° Nivel – digamos… el Presidente de la República – quiere mejorar el bienestar de los peruanos. Yo le creo. El presidente Vizcarra está mortificado por la corrupción y la lentitud en las instituciones públicas. Ha pasado más de un año y la reconstrucción de la infraestructura dañada por El Niño Costero avanza a paso de tortuga. En Ica, todos los puentes dañados siguen tal cual quedaron después del desastre.

El 2° Nivel – el Consejo de Ministros – piensa igual. Ellos acogen – y comparten – la política del presidente. Todos los ministros pretenden ser más expeditivos en sus respectivos sectores. Pero no. Nada camina como debiera… no solo la reconstrucción. Nada fluye con normalidad. Ni las obras, ni los servicios públicos.

Los Vice Ministros – el 3° Nivel – reciben mucha presión de sus ministros. Incluso, del propio presidente. Pero tampoco son capaces de desatar el nudo. Ordenan, exigen, invocan, y – hasta – amenazan a sus Directores Generales… pero nada. Las colas y los maltratos están a la orden del día. La reconstrucción no avanza. Incluso, muchas obras ni siquiera han empezado.

Los Directores Generales – el 4° Nivel – se sienten impotentes. Ellos ocupan cargos de alto rango – cargos de confianza como los Ministros y Vice Ministros – pero en la práctica no logran que los servidores del 5° Nivel – y menos los que le siguen – respondan a las expectativas de la ciudadanía.

¡He ahí el problema! A partir del 5° Nivel todo se traba. Ahí hay muchos servidores públicos – millones – que llevan años vegetando en el Estado. Muchos entraron a trabajar – tiempo atrás – por recomendación de algún padrino político… congresista, ministro, gobernador, alcalde, etc. Peor aún. Muchos “compraron” sus puestos coimeando a funcionarios encargados de la contratación de personal. Y otros tantos “ganaron” concursos de trabajo engañando al Estado con certificados de estudios y/o de experiencia laboral… falsos. ¡Todo bamba! Esa gente no tiene – ni nunca tuvo – mérito alguno para estar donde están. No obstante… ahí están.

Ahí – en la Costra del 5° Nivel – está la corrupción generalizada que sangra – de sol en sol – a los ciudadanos de a pie. Ahí está la resistencia boicoteadora, cuya máxima aspiración es el fracaso del Estado. Ahí están los funcionarios que – sin piedad – maltratan a los peruanos. Ahí están los indolentes que no se inmutan ante el dolor de la gente pobre. Ahí están los ineptos cuyo único mérito es ser allegado de algún padrino político. Ahí están los que por miedo – o sabe Dios porqué – no firman nada, y por ende lo traban todo. Por último, ahí están los ociosos que se la pasan leyendo periódicos faranduleros o chismeando a través de las redes sociales. Así es la Costra del 5° Nivel.

OTROSÍ: Hamlet – el personaje máximo del genial William Shakespeare – dijo “ser o no ser, ésa es la cuestión” mientras libraba una lucha entre la vida y la muerte, dentro de sí. Pues bien, yo creo que el Estado peruano – nuestro Estado – está frente a una disyuntiva igual de dramática que el dilema hamletiano.

“Ser buen servidor público o no ser servidor público, ésa es la cuestión”. Muchos servidores públicos de nuestro país – yo diría… la mitad – NO merecen estar donde están. Es patético… por ese cardumen burocrático nuestro Estado se debate entre la vida y la muerte.

Claro que tenemos buenos servidores públicos. Repito. La mitad de nuestra burocracia estatal es excelente. Inteligentes, serviciales, puro punche, y honestos. Con ellos basta y sobra para gestionar bien el Estado. El problema es la otra mitad.

¡Disolver! El problema de la Costra del 5° Nivel se resuelve disolviéndola. Los peruanos NO merecemos esa lacra burocrática. Nos están matando poco a poco. Tienen que salir de donde están. La ley nos ampara. “Ser buen servidor público o no ser servidor público, ésa es la cuestión”. Lampadia




La Reconstrucción: ¿Será posible en el 2018?

La Reconstrucción: ¿Será posible en el 2018?

Leopoldo Monzón Ugarriza
Proesmin SAC
Para Lampadia

En enero y febrero del 2017 cuando arreciaron las lluvias en el Perú, advertimos que esto era algo que sucedía año tras año y que en la última década había dejado más de S/ 50,000 Millones en pérdidas. Entonces recomendamos de urgencia elaborar un plan y ejecutarlo de inmediato. El mismo que debía tener acciones de prevención, de reconstrucción y de construcción de un nuevo país más ordenado, en base al cuidado y protección de los ciudadanos.

Fuente: Diario El Correo /febrero 2017

Estas recomendaciones, muy a nuestro pesar, no fueron escuchadas por el ejecutivo y solo la Provincia de Lima y la Municipalidad de Lurigancho se decidieron a desarrollar planes integrales, que se concluyeron en agosto del 2017 con la entrega del documento correspondiente por parte del alcalde la Lima a la autoridad de reconstrucción con cambios. Este documento detallaba las obras de prevención y reconstrucción, y de construcción de la nueva Lima en las cuencas del Rímac, Chillón y Lurín. Increíblemente, todo terminó en algún archivo, y solo se hizo un informe y se programó un muy exiguo presupuesto, que no soluciona ni el 5% de lo planeado.

Modelo de intervención en Cerro AAHH José3 Carlos Mariátegui, San Juan de Lurigancho.
Imagen 33: situación actual, cerros de Lima, invasión de laderas y
construcción de viviendas sin planificación, en zonas de riego

Fuente: Proesmin S.A.C. agosto 2017 / imágenes de Informe

La semana pasada, el caudal del Rio Rímac creció causando algunos daños en diferentes quebradas de las zonas de Chosica y Chaclacayo, ante esto apareció el alcalde de Lurigancho-Chosica, con diversos estudios entregados a la autoridad de la reconstrucción actual, la respuesta de la autoridad de reconstrucción con cambios fue que el estudio carecía de la información requerida, la cual era indispensable. Ante ello, la conclusión es que no se ha avanzado nada y peor aún, todo el esfuerzo realizado se ha perdido.

Fuente: Diario La República enero 2018

Durante la misma semana, un equipo de profesionales de PROESMIN visitó la zona de Sechura, en Piura, encontrando que la población aún no ha visto ningún resultado de la reconstrucción y que el 90% de los daños continúan en el mismo estado. Peor aún, no existe una hoja de ruta y menos un plan estructurado para revertir lo sucedido.

Fuente: Proesmin S.A.C. enero 2018 / Sechura – Piura

Ante lo expresado nos rehusamos a dejar las cosas como están. Es el momento en que el Gobierno Central, Autoridades Locales y Consultores, se sienten en una mesa a resolver los problemas. Por lo pronto, para Lima, Ica, Chosica, Sechura, Corredor Sur de Antamina, etc. Ya existen propuestas y proyectos y, si hubiera que hacer correcciones, se hacen de inmediato. En menos de 15 días se tendrían los resultados y las obras podrían empezar en 60 días, con lo que se podría resolver lo más álgido. Por otro lado, para el resto del país, afectado por los desastres, en 60 días se podría tener un modelo ajustado a la realidad.

Por ello señores es necesario poner manos a la obra. ¿Quién asumirá las responsabilidades de no hacer nada? ¡Ya se acabaron las excusas! Lampadia

 



Reconstrucción con Cambios, los de siempre

Reconstrucción con Cambios, los de siempre

El esfuerzo de reconstrucción de los daños del ‘niño costero’, parece encaminarse a repetir la historia de frustraciones que hemos vivido muchas veces después de desgracias naturales. La semana pasada colapsó la estructura de comando organizada por el gobierno, coincidiendo con otras sensibles bajas en las filas del mismo.

Qué semana tan mala para el gobierno del Perú, la del 22 al 27 de octubre pasado. En pocos días el Estado perdió tres funcionarios clave.

  • El Viceministro de Gobernanza Territorial, Javier Fernández-Concha, que estuvo llamado a desarrollar una nueva estrategia para enfrentar la conflictividad socio-política. Dejó el cargo sin haber logrado ningún avance.
  • El jefe del INEI, Aníbal Sánchez, despedido aceleradamente por la primera ministra, Mercedes Araoz, después de los variados escándalos generados a raíz del último censo, descargando así su responsabilidad, en vez de pedir cuentas ante la ciudadanía y luego hacer los ajustes necesarios.
  • El jefe de la Reconstrucción con Cambios, Pablo de la Flor, luego de haber generado una reacción de protesta por parte de las autoridades regionales y locales de las zonas más afectadas por el ‘niño costero’.

En el caso de la llamada Reconstrucción con Cambios, lamentablemente, el gobierno, con la soberbia que lo ha caracterizado muchas veces, prefirió seguir a ciegas con un esquema desestructurado y basado en lo que en la banca tradicional se conocía como ‘namelending’ (préstamo por el nombre), y se contentó con nombrar a cargo una suerte de Zar, un personaje (Pablo de la Flor), que sería suficiente para organizar y conducir un proceso muy complejo, que obviamente, se lo tragó.

Fuente: andina.com.pe/

¿Acaso no sabíamos que, desde la apurada e irresponsable descentralización de Toledo, luego acelerada por García II, se había fracturado el país, y era muy difícil emprender un proceso que debía coordinar los esfuerzos de varias regiones y del gobierno central?

¿Acaso no sabíamos que, en muchas de nuestras regiones, no se habían instalado capacidades de gestión que permitieran emprender actividades complejas y mantener relaciones constructivas con el gobierno central?

La emergencia del norte, era justamente, una buena ocasión para superar dichas limitaciones y generar una estructura de comando integradora, que sirviera luego de inspiración para la reforma de la descentralización.

Con el afán de permitir el diseño de un esquema de trabajo efectivo, el 27 de marzo pasado, publicamos en Lampadia: Después de la desgracia – Hagamos las cosas bien, para un Perú Grande.

Entonces, preocupados con las limitaciones del Estado en este tipo de emprendimientos, y con el apuro del Presidente de la República, al hablar de un ‘Zar’, quisimos poner a disposición del país una de las mejores experiencias de reconstrucción de nuestra historia, la de la ‘Junta de RehabilitaciónyReconstrucción de Arequipa’, organizada después de los terremotos de los años 1958 y 1960.

En el artículo enfatizamos algo muy importante, el involucramiento de la sociedad civil:

En nuestra opinión, la lección más importante de la experiencia arequipeña es el involucramiento de la sociedad civil, tanto en la promoción de los esfuerzos de reconstrucción, como en su propia ejecución. En consecuencia, para enfrentar la actual situación, tal vez debiéramos pensar en identificar e involucrar a los ciudadanos notables de cada zona a apoyarse, e inclusive, en la organización nacional que debiera ser liderada por la sociedad civil y no solamente por funcionarios del Estado.

Absurdamente, el gobierno diseñó un esquema que estaba llamado a fracasar.

  • No se involucró a la sociedad civil. No se convocó a los ciudadanos notables de Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo y Chimbote.
  • Se tomó mucho tiempo en hacer planes.
  • No se desarrollaron acciones de emergencia que generaran el alivio a los más afectados y la validación del proceso de reconstrucción.
  • No se fijaron reglas para el manejo del proceso que superaran los designios de la descentralización, si era necesario mediante leyes de emergencia que hubieran salido sin problemas, dada la sensibilidad que embargaba a toda la nación.
  • Se jugó a mostrar escrúpulos morales y actos discriminatorios en la selección de las empresas constructoras, antes de pensar en la efectividad del proceso.
  • No se contrató el diseño de un plan general con expertos internacionales.
  • Se tasajearon las actividades de reconstrucción en miles de proyectos, dificultando su manejo, en vez de hacer consolidaciones.
  • En vez de que la superestructura asumiera las responsabilidades del manejo del proceso, este se delegó a los gobiernos regionales y locales, y se estableció, que ‘en el caso de que hubiese dificultades, intervendría el comando central’.

Por supuesto que hubo dificultades y, lamentablemente, Pablo de la Flor, hizo declaraciones desafortunadas que desataron una ola de rechazo desde las regiones, debidamente atizada por inquinas predecibles.

Ahora estamos a fojas cero, con una gran frustración a cuestas. Y el gobierno se apresta a nombrar a ‘Nicolás II’, un nuevo Zar, que solo puede terminar de hacer colapsar el proceso de reconstrucción.

Lo que se necesita es un pequeño espacio de reflexión sobre cómo perfeccionar el esquema de reconstrucción. Hoy no es tarde. No se podrá decir lo mismo en unos meses. ¡Cuidado! Lampadia




No hay mal que por bien no venga… para Ica

No hay mal que por bien no venga… para Ica

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 20 de setiembre de 2017
Para Correo Ica y Lampadia

Durante los próximos 3 años, nuestra región recibirá más de S/. 700 millones para reconstruir – y mejorar – la infraestructura dañada por las inundaciones y huaycos ocurridos el verano pasado. Un mundo de plata. ¡Cómo no va a ser un mundo de plata si el presupuesto del Gobierno Regional – para inversiones – es de apenas S/. 60 millones anuales! O sea, menos de la décima parte de lo que vamos a recibir del Plan de Reconstrucción con Cambios.

Recordemos “el mal” del verano pasado… El Niño Costero que se manifestó en forma de lluvias intensas en nuestras zonas bajas. Un hecho poco frecuente aquí en Ica. Efectivamente, la costa iqueña se caracteriza por su aridez. Y nuestra agricultura –  y en general, la población – depende del agua que proviene de la Sierra, donde llueve copiosamente todos los años – sobre todo – de enero a marzo.

Pero no… este año – aparte de llover mucho en la Sierra – llovió también en la Costa, tal como ocurrió en toda la Costa Central y Norte de nuestro país. Aunque los daños en Ica, no tuvieron – ni remotamente – la magnitud de los desastres ocurridos en Lima, Ancash, La Libertad, Lambayeque, Piura – la región más devastada – y Tumbes.

Por eso me parecen mezquinos aquellos personajes locales que se quejan de la disparidad en los presupuestos asignados para la reconstrucción de cada región. Como que Piura recibirá S/. 7,000 millones. O sea, 10 veces más que Ica.  

Visto así – a la ligera y con egoísmo – pareciera que los quejosos tienen razón… pero nada que ver. Las regiones del norte sufrieron daños mucho mayores a los nuestros. Por tanto – como tenía que ser – los presupuestos fueron determinados de manera diferenciada… en función de la magnitud de los daños. Más daños… más presupuesto. Menos daños… menos presupuesto.

Lo concreto es que el presupuesto para la reconstrucción de Ica es S/. 728´741,663… para ser exacto. ¿Qué se va a hacer con tanto dinero? Básicamente, se van a reconstruir – y mejorar – las carreteras dañadas, y se van a descolmatar y reforzar nuestros ríos.

¿Quiénes van a hacer los trabajos? Principalmente, el Gobierno Central – a través de los ministerios – y el Gobierno Regional. Los Municipios tendrán poca injerencia en la reconstrucción – pues muchos no calificaron como unidades ejecutoras – dado el pobre desempeño presupuestal en los años 2015 y 2016. El Gobierno Regional de Ica – en cambio – si calificó como unidad ejecutora por haber gastado más del 85% de nuestro presupuesto de inversión durante los dos primeros años de nuestra gestión.

Entre paréntesis… ¿cómo explicar que nuestros detractores – congresistas, periodistas, consejeros… y los criticones de siempre – nos cuestionen por – supuestamente – no saber invertir, cuando la Autoridad del Plan de Reconstrucción con Cambios nos califica favorablemente como unidad ejecutora? ¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de virtudes…! Así decía Don Quijote.

En fin; ¡allá los envidiosos… que se retuerzan entre sus rencores y rabias! El hecho es que nuestra región va a quedar mejor que nunca… después de la reconstrucción. Ya empezaron los trabajos de prevención – a cargo del Ministerio de Agricultura – y a partir del año entrante se iniciarán los trabajos de reconstrucción – propiamente dichos – a cargo del Gobierno Central y el Gobierno Regional.

Repito. Nuestros ríos y quebradas quedarán más seguros y sostenibles. El río Ica – por fin – va a quedar ensanchado y mejor encausado; y los puentes de la ciudad serán reemplazados por unos más largos y mejores. Nuestras carreteras – sobre todo las de penetración – quedarán pavimentadas… como nunca. Parcona tendrá un excelente hospital. Las viviendas dañadas serán reemplazadas y reubicadas con visión de largo plazo y bienestar. Y así por el estilo… nuestra región quedará renovada.

Estamos – pues – ad portas de hacer realidad el optimismo del famoso refrán… no hay mal que por bien no venga. ¡Enhorabuena! Lampadia




90% Gestión… 10% Inversión… 0% Corrupción

90% Gestión… 10% Inversión… 0% Corrupción

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 6 de octubre de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

Muchos exigen – a los gobernantes – hacer obras. Obras como hospitales, escuelas, carreteras, etc. Pero el Presupuesto Público está más orientado al gasto corriente – o sea, a la gestión de los servicios públicos – que a la inversión en obras de infraestructura.

Ahora bien, detrás de las obras suele estar escondida la corrupción. Por lo que esas exigencias no – siempre – son por amor al chancho, sino por amor a los chicharrones

En fin… el hecho es que la ciudadanía – numerosa y silenciosa – merece mejores servicios públicos. Aparte de una buena educación, la población requiere deporte, cultura y ciencia. Los pacientes detestan la crueldad de las colas – y el maltrato – en los centros de salud. Y ¡qué sentirán cuando tienen que pagar – por lo bajo – por un servicio gratuito!

Las licencias de conducir deben entregarse en el acto – sin coimas de por medio – a quienes hayan cumplido los requisitos de ley. Es decir, a quienes hayan aprobado los exámenes médicos, de conocimientos, y de manejo. No a una damita – hija de un congresista – que jamás rindió ningún examen… por el solo hecho de ser hija de papá.

Vamos… hay que desenmascarar a los corruptos. Y si son poderosos… con mayor razón. Y si son trabajadores del Gobierno Regional… sancionarlos como corresponde. Sin abusos ni arbitrariedades. Más sí, con todo el rigor de la ley.

No hay que quejarnos del Gobierno Central – o del MEF – por falta de presupuesto para inversión. Más bien, los gobernantes debemos mejorar los servicios de nuestras jurisdicciones, con el – mucho o poco – presupuesto que tengamos.

En el Gobierno Regional de Ica – por ejemplo – nuestro presupuesto es más o menos S/. 700 millones anuales; de los cuales S/. 640 millones son para gastos corrientes y – apenas – S/. 60 millones para inversiones. Nos guste o no, así es el tema en la Región… y en el resto del país.

Por tanto, la lectura de la situación es así… dedícate a gestionar bien tu presupuesto. Concéntrate en mejorar los servicios de salud, educación, transportes, etc. Prioriza las obras de infraestructura porque solo vas a poder hacer unas cuantas. O mejor dicho… unas pocas. Y dale su merecido a los corruptos.

Pues bien, en eso estamos… mejorando nuestros servicios públicos. Padres de familia, escolares, pacientes, y público en general… poco a poco, cada vez más ciudadanos reconocen las mejoras que estamos logrando en todas nuestras direcciones regionales.

Nuestros críticos saben – aunque jamás lo van a reconocer públicamente – que hemos reducido al mínimo las colas en los hospitales de Nasca, Regional Ica, Socorro Ica, y Pisco; y para fin de año habremos logrado lo mismo en nuestros hospitales de Palpa y Chincha. Es decir, nuestro compromiso de “cero colas” en los seis hospitales de la Región, está a la vuelta de la esquina.

Más consultas externas. Menos tiempos de espera. Más y mejores intervenciones quirúrgicas. Mejor trato a los pacientes. Sanción a los cobradores coimeros. Transparencia y meritocracia en los concursos públicos. Eso está ocurriendo en nuestros hospitales.

Y lo mismo está sucediendo en nuestras demás dependencias… en todas. Incluidos los Centros de Servicios Subregionales, donde la población es atendida en sus respectivas provincias, sin tener que movilizarse hasta la sede del Gobierno Regional en Ica.

Al mismo tiempo, los corruptos están saliendo a la luz… como tenía que ser. Lo lamento por ellos. Pero las personas corruptas – aparte de estar podridas por dentro – suelen maltratar a los ciudadanos. Por ello – precisamente – está mejorando la atención del Gobierno Regional… porque cada vez quedan menos funcionarios corruptos en la institución.

Reitero lo dicho en ocasiones anteriores. Mientras haya corrupción… habrá confrontación. Y nos está yendo bien. Los corruptos – y los periodistas que los apañan – están profundamente perturbados… histéricos. Sus denuncias no tienen ni pies ni cabeza. ¡Buena señal! Eso significa que estamos pisando callosLampadia

 




APPs: La solución a nuestra brecha de infraestructuras

La semana pasada se llevó acabo el III Congreso Internacional de Gestión e Infraestructura 2017, organizado por AFIN. Durante dicho evento, EY Perú (Ernst & Young) y AFIN publicaron el informe “Reflexionar hoy para construir el mañana – Mecanismos de inversión en infraestructura para un desarrollo sostenible”, el cual propone un ‘plan nacional de infraestructuras’ que utilice las Asociaciones Público-Privadas (APPs) para contribuir a la provisión de servicios públicos y equiparlos con infraestructuras modernas o para modernizar las existentes.

La verdad es que cerrar nuestras brechas de infraestructuras es una de las tareas pendientes más importantes. Según el informe, “debemos sostener un ritmo de inversión de al menos 6% del PBI cada año, durante unos diez años seguidos, para cerrar la brecha de infraestructura estimada en US$160,000 millones y salir de la pobreza”.

Eliminar las brechas no solo permite mejorar la competitividad del país y reducir los costos de transacción de las empresas, también democratiza el acceso de los pobres al mundo moderno, dándoles acceso a electricidad, caminos y telecomunicaciones, por lo tanto, cerrarlas con prontitud, es un objetivo social ineludible.

Por su importancia como política de Estado, es indispensable que el ‘plan’ trascienda los diferentes periodos de gobierno, con un portafolio de proyectos sólido, que genere la escala necesaria para interesar a los inversionistas institucionales y coloque al Perú en el mapa de países atractivos para invertir en infraestructura.

Como los gobiernos no tienen la capacidad financiera para superar estas brechas, es indispensable recurrir al sector privado. Para esto, el mecanismo más adecuado es mediante las APP (Asociaciones Público Privadas). Según el informe, “el Perú necesita desarrollar tanto obras públicas como APPs en el futuro, porque éstas permiten optimizar la utilización de recursos fiscales escasos y aseguran la buena operación y el mantenimiento de la infraestructura a lo largo de 30 años de concesión”. En este sentido, las APPs continuarán siendo en los años venideros un factor sumamente importante para satisfacer las necesidades básicas de la población y su conexión al mercado. La experiencia acumulada puede servir para estandarizar y mejorar la preparación de los procesos y los contratos de APPs, y acortar el tiempo que toma iniciar las obras tras la firma del contrato. Se puede hacer bastante para atraer más postores de primera línea, con procesos transparentes.

En los últimos tres años se invirtió en promedio el 4.8 % del PBI. Y, en 2016, en el año electoral, se invirtió tan solo el 4.2 %. Como afirma EY Perú, “no solo es importante incrementar este porcentaje, sino realizar un gasto eficiente en obras de infraestructura”. Como se puede observar en el cuadro inferior, el gasto presupuestal en 2016 alcanzó la suma de 26,871 millones de soles, de la cual 22,530 millones se destinaron a obras públicas directas (84%) y 4,341 millones (16%) al cofinanciamiento de Asociaciones Público Privadas (APPs). 

Como se puede ver en el siguiente gráfico, en el Reino Unido, donde se mantiene al día el desarrollo de infraestructuras, la inversión pública directa se limita a un 13%, y el resto 87%, lo desarrolla la inversión privada, ya sea directa, por iniciativas privadas o mediante APPs.

Para el Perú, la propuesta de AFIN contempla la participación del sector privado en un 40%: 

Sin embargo, el gobierno no logra invertir alrededor de US$3,000 millones de promedio al año. Según AFIN, en 2016 lo que no se gastó (S/12,642 millones), es casi 3 veces lo que se gastó en APPs cofinanciadas (S/4,341 millones).

En resumen, los gobiernos locales y regionales gastaron el 67% del total devengado en el 2016. Entonces queda claro que un reto importante que enfrenta el país es implantar un sistema de control y seguimiento del avance y la calidad en la ejecución de los miles de obras públicas. Por lo tanto, la selección y priorización de proyectos necesita institucionalizarse con criterios exclusivamente técnicos, considerando tanto el impacto social como el económico de proyectos que contribuyan al cierre de brechas, evitando la interferencia política.

Una de las áreas más importantes de necesidades de desarrollo de infraestructuras es la de los servicios de saneamiento, capturados desde siempre por la política del absurdo: ‘priorizar a los trabajadores del sector sobre los usuarios-ciudadanos’. Los servicios de agua y desagüe están capturados por mafias, que hasta heredan los puestos a sus familiares y, absurdamente, es más importante quién presta el servicio: El Estado versus el sector privado (esa suerte de fuerza de invasión extranjera, según el ‘populismo del agua’). Veamos un resumen de las necesidades insatisfechas:

Sin embargo, las paralizaciones de obras se multiplican es en el sector de agua y saneamiento. Según el informe, existen 142 proyectos de obras de agua y saneamiento por un importe superior a S/1,159 millones, que están paralizados.

El rol de las APPs en los proyectos de infraestructuras

Tradicionalmente, el financiamiento de las infraestructuras ha quedado en el ámbito del sector público, pero ante la envergadura del reto y el desarrollo de esquemas contractuales eficientes entre el sector público y privado, han tomado mucha relevancia las APPs, los cofinanciamientos y las iniciativas privadas, lamentablemente más en la teoría que en la práctica. Justamente las APPs para la ejecución de obras de infraestructura social se caracterizan por ser proyectos de alta rentabilidad social, pero baja rentabilidad privada. Debido a lo anterior resulta necesario el cofinanciamiento por parte del Estado para captar el interés del sector privado por dichos proyectos.

Una de las mayores ventajas de los contratos de concesión de infraestructuras es que incluyen las provisiones necesarias para el mantenimiento de las instalaciones correspondientes, con lo cual queda asegurada la calidad de los servicios en el tiempo y evitándose los desastres históricos en los que se rehacía las mismas obras varias veces por el típico abandono en su mantenimiento.

Según el informe de EY Perú (Ernst & Young), existen cinco tendencias clave que todos los Gobiernos deben considerar:

  1. Incentivos para desplegar el modelo APPs
  2. Estandarización de principios, procesos y documentos
  3. Intervención proactiva en los mercados de capital
  4. Evaluación del Valor por Dinero
  5. Evaluación retrospectiva de los proyectos de APPs y la contratación

En Lampadia hemos insistido varias veces en la necesidad de ser ambiciosos e imaginativos para cerrar las brechas de infraestructuras en el menor plazo posible. Ver: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones y Estrategia para el financiamiento de las Infraestructuras. En esencia, nuestra propuesta pretende inyectar unas chispas que enciendan el debate sobre cómo financiar nuestros requerimientos de infraestructuras aprovechando las condiciones estructurales, favorables de nuestra economía.

En abril del 2014 propusimos una estrategia para financiar la brecha de infraestructuras. Ver: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones. Pero parece que los gobiernos no muestran mayor interés por evaluar ideas de los ciudadanos. Siendo este un tema vital para el futuro del país, trataremos de hacer una mejor explicación de la propuesta. Lampadia




Reconstrucción a medias y sin cambios

Reconstrucción con cambios significa no solo rehabilitar sino reconstruir y construir para prevenir siniestros futuros, de modo que lo que ha ocurrido no vuelva a suceder y que la eventualidad de un sismo de alta intensidad no cause gran destrucción. Y esto incluye, en Lima, no sólo la prevención frente a futuras inundaciones y huaycos, sino frente a la eventualidad de un terremoto de grado 8, por ejemplo. De acuerdo al plan presentado por la municipalidad de Lima y preparado por los especialistas Jorge Ruiz de Somocurcio y Leopoldo Monzón (miembros del consorcio), y el distinguido especialista Julio Kuroiwa (asesor del consorcio), el monto total de la inversión, sumando rehabilitación y prevención, sería de S/. 9,192 mil millones de soles.

Lamentablemente, la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios no ha recogido, ni en todo ni en parte, este plan, sino que ha aprobado, para Lima, uno que contempla una inversión mínima en relación a lo que se requiere. Sólo ha considerado pequeños proyectos por un monto total de S/. 205 millones de soles, que representa un 2.24% de la necesidad total estimada para la ciudad de Lima, un 13% de lo necesario para tener la ciudad debidamente protegida ante un próximo niño costero, y un 0.8% de la inversión en rehabilitación y prevención total en el país.

Lo increíble es que el plan de la Autoridad no considera labores de descolmatación del río Rímac ni mucho menos defensas ribereñas ni reubicación de familias con viviendas nuevas en zonas seguras. Se necesita descolmatar el río y construir defensas ribereñas desde Chosica incluyendo las quebradas, así como en las zonas de Huaycoloro y Cantagallo. Y reubicar familias que se ubican en áreas de riesgo no mitigable. Plan de la Autoridad de Reconstrucción solo considera pistas, veredas, bocatomas y otras pequeñas obras.

Las Provincias de Lima y Callao albergan a más de 10 Millones de Peruanos y son vulnerables a sismos, tsunamis, fenómeno del niño, deslizamientos y huaycos. Las pérdidas por efecto del niño costero y el cambio climático han sumado alrededor de S/. 6,000 millones en los últimos 4 años. Además, se estima que ante un posible sismo de magnitud 8 grados en la escala de Richter, perderían la vida más de 50,000 personas, tendrían daños en su vivienda unas 300,000 familias, además de restricciones en agua potable y desagüe en el 50% de la población.

En el siguiente mapa podemos ver las zonas de la provincia de Lima que fueron afectadas históricamente y en el presente año 2017 por inundaciones y huaycos. Dichas zonas se encuentran en las cuencas de los ríos Chillón, Rímac y Lurín.

Para prevenir la repetición de estos eventos, el plan presentado por la Municipalidad de Lima, que no ha sido recogido por el plan de la Autoridad, ha estudiado diversas opciones que permitirán que estos posibles daños se reduzcan al mínimo. Para ello sería necesaria la inversión siguiente:

Para prevenir un sismo

Eso en lo que se refiere a inundaciones y huaycos. Pero en la medida en que no se puede seguir postergando las obras necesarias para prevenir un sismo de alta intensidad, el equipo preparó, para comenzar, un mapa de identificación de las zonas de Lima metropolitana que están en peligro (zonas de peligro alto y muy alto) ante un sismo de magnitud 8. Dichas zonas se encuentran en su mayoría en el cono sur y norte de Lima (aproximadamente 2 Millones de damnificados).

También se preparó un conjunto de mapas más específicos. Por ejemplo, uno de identificación de las instituciones educativas, establecimientos de salud, puentes y comisarías de Lima metropolitana que posiblemente serían afectadas en un sismo según la llamada capa de vulnerabilidad integral.

Pues bien, los siguientes serían los proyectos que habría que desarrollar para prevenir la ciudad ante un eventual sismo, deslizamientos y al riesgo de un tsunami.

En el documento: ¿Nos estaremos olvidando a la Provincia de Lima en el Plan de Reconstrucción con Cambios?, preparado por el CONSORCIO PROESMIN & RUIZ SOMOCURCIO (ver: ¿Nos estaremos olvidando a la Provincia de Lima en el Plan de Reconstrucción con Cambios?, podemos ver ejemplos de obras de encauzamiento y defensas en quebradas y ríos, así como las intervenciones en los cerros para reducir la vulnerabilidad de esas áreas, como la siguiente:

Ahora bien, en el caso de la necesidad de viviendas definitivas para 100 mil familias en total, el Estado pondría el ‘capital semilla’ de S/. 1,500 millones de soles que financiaría el 20% de cada casa, y los constructores y bancos financiarían el resto, por un monto de S/. 6,000 millones.

No podemos seguir soslayando la necesidad de hacer inversiones que permitan preparar a la ciudad para un sismo de categoría 8 y prevenir los efectos de nuevas inundaciones y huaycos. Lampadia