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La verdad sobre el Puerto de Pisco

La verdad sobre el Puerto de Pisco

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 19 de junio de 2020
Para Lampadia

El Puerto General San Martín de Pisco tiene detractores. ¡Qué duda cabe! Además, qué – o quién – no tiene detractores en esta vida. Sin embargo, lo que algunos no quieren reconocer es que hay gente que está a favor de la modernización y ampliación del puerto. En realidad, somos más los peruanos que respaldamos el Puerto de Pisco, que aquellos que se oponen a él.

La razón es muy sencilla. Desde el punto de vista logístico – aparte de ahorrar costos, tiempo, y riesgos de accidentes – el Puerto de Pisco descongestiona el Puerto del Callao. Descongestiona el tráfico infernal de Lima y El Callao. Y descongestiona la Carretera Panamericana… en el tramo Pisco – Lima. ¿Cuántos accidentes – y cuántas horas perdidas – se evitan? ¿Y la huella de carbono que ello conlleva? ¡Cómo que el Puerto de Pisco no tiene impacto vial y ambiental positivos!

Hace poco el tema en debate fue el dragado del puerto. Los mismos detractores de hoy, anunciaron – entonces – el apocalipsis de la Bahía de Paracas. Pues bien. El dragado se hizo correctamente. Y el tiempo le dio la razón al concesionario. Ahora el puerto es más profundo y puede atender a barcos de mayor calado que antes. Y – lo más importante – no ha habido ninguna afectación al ambiente, ni a la fauna y flora marina y costera.

Ahora, el tema en debate es el almacén de concentrados de minerales que el concesionario pretende construir para ampliar las operaciones del puerto. A ese respecto – al igual que en el tema del dragado – la prensa viene siendo utilizada para propalar un cúmulo de falsedades que – en aras de la verdad – merecen ser aclaradas.

Dicen – estos detractores del puerto – que los concentrados van a estar expuestos al viento de Paracas. Falso. El almacén será un recinto cerrado, con presión interior negativa. Es decir, las partículas de minerales no podrán salir del almacén a la intemperie. Más aún. Los camiones que transportarán los concentrados – aparte de estar dotados de tolvas herméticamente cerradas – serán aspirados y lavados dentro del almacén. El circuito del agua para el lavado de camiones será cerrado. O sea, cero vertimientos.

Para el embarque de concentrados se utilizarán contenedores – también cerrados – que descargarán el material dentro de las bodegas de los barcos, las cuales contarán con un sistema de nebulización para que ninguna partícula de mineral salga al medio ambiente.

Sigamos el ejemplo de muchos puertos impecables que hay en el mundo. Me vienen a la memoria dos que conozco personalmente: el de San Francisco en Estados Unidos, y el de Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Puertos que además de terminales logísticos – limpios y seguros – son destinos turísticos y recreacionales. Puertos donde conviven en perfecta armonía barcos, astilleros, grúas y contenedores, restaurantes y hoteles, parques, teatros, campos deportivos, y tiendas de todo tipo.

Puertos donde la gente va a pasear y a recrearse… sobre todo niños. Puertos donde – por encima de todo – se respecta la naturaleza: aves, animales, peces, y plantas. ¡Impecables!

Vamos. El Puerto de Pisco va a generar mucho progreso y bienestar a la población de Paracas, San Andrés y Pisco. El fondo social comprometido redundará en la mejora significativa de la salud y educación de los pisqueños. Incluso, en la mejora de los servicios de limpieza pública y agua potable que hoy por hoy está en estado ruinoso. En realidad, medio Perú se beneficiará con el Puerto de Pisco. Lampadia




El ejemplo de Pisco… y sus empresas

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 30 de marzo de 2016
Para Correo Ica y Lampadia

Se abrió el tramo Pisco – San Andrés de la Autopista Chincha – Ica. Se iniciaron las obras para la modernización del Puerto General San Martín en Punta Pejerrey en Paracas. En junio próximo se inician los vuelos comerciales – ida y vuelta – entre Cusco y Pisco. El Tren de Cercanías entre Barranca e Ica – cuya ingeniería está en curso – tendrá un ramal al Puerto de Pisco.

La autopista Chincha-Pisco se inicia en el intercambio vial Chincha Alta (km. 185 de la Panamericana Sur) y concluye en el intercambio vial San Andrés. | Fuente: MTC – RPP

 

El mes pasado, el valle de Pisco fue integrado al proyecto “Agua Grande” a través de la incorporación de la presa Suytupampa, en las nacientes del río Pisco. El alcance final del proyecto más importante de la región ha quedado así: “Sistema de afianzamiento hídrico en los valles de Ica y Pisco y áreas irrigables de las provincias de Huaytará y Castrovirreyna en Huancavelica.” ¡Pisco va a tener agua todo el año!

El Alcalde Provincial de Pisco es una excelente persona. Con menos presupuesto – en apenas 3 años – ha hecho mucho más que lo que hicieron sus antecesores en 30 años. Obras de alcantarillado, pistas y veredas, serenazgo, limpieza pública, recreación cultural y deportiva… Pisco ha dado pasos gigantes bajo el liderazgo de Tomás Andía y su equipo de colaboradores.

Los pisqueños le pararon el macho al Congresista Oliva y a la ex Ministra Choquehuanca, quienes estaban promoviendo el desalojo del Centro de Salud de Pisco. Los chicharrones estaban detrás de un turbio negocio inmobiliario que – sabiamente – la población rechazó con firmeza. El Ministerio de Salud, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía, el Poder Judicial, y – por supuesto – el Gobierno Regional… todos respaldamos al pueblo pisqueño en su afán de mantener los servicios de su legendario nosocomio.

Pero hay más. También vienen… el nuevo Instituto Superior Tecnológico en Pampas de Oca; los desembarcaderos pesqueros de San Andrés, Laguna Grande, y Lagunillas; el Hatchery – o incubadora – de Conchas de Abanico en la Facultad de Pesquería de la Universidad San Luis Gonzaga; el Malecón de San Andrés; el nuevo Palacio Municipal; y las rehabilitaciones de la Plaza de Armas y la Plazuela Bolognesi. El progreso de Pisco es muy evidente y motivador.

Sin embargo, lo más-más está por el lado deportivo. Se viene el Irma Cordero, el súper anhelado Coliseo Cerrado para Vóley y Básquet. Y – lo que más pedían los pisqueños – se viene la reconstrucción del Teobaldo Pinillos Olaechea, el – también – súper esperado Estadio Municipal de Pisco para la práctica del fútbol, fulbito, y todas las disciplinas atléticas.

Ambos recintos deportivos colapsaron en el aciago terremoto del 2007. A ese respecto, todos los Gobernadores Regionales y alcaldes que ocuparon cargos durante y después de la catástrofe ofrecieron su reconstrucción… pero de la boca para afuera. En realidad, no hicieron ni los perfiles. Y menos, los expedientes técnicos. ¡Puro floro! ¡Cero efectividad! ¡Un engaño… de aquellos!

Ahora en cambio, ambas obras – el coliseo y el estadio – estarán reconstruidos y operativos antes de fin de año. Y los pisqueños… felices.

La pregunta es ¿cómo así Pisco progresa tanto? ¿Por qué Pisco sí progresa, y otras ciudades no? Obviamente, el alcalde y su equipo tienen mucho que ver en el tema. Pero hay algo más que merece ser destacado. En todas las obras antes indicadas hay empresas privadas de por medio. Empezando por la pura inversión y su efecto dinamizador en el mercado de bienes y servicios; y en la generación de empleo, producción, exportaciones, tributación, riqueza, tecnología… y todo lo demás.

Sin embargo, las empresas pisqueñas han ido mucho más allá de su mero rol empresarial. A través de Obras por Impuestos, Aportes Voluntarios, Fondos Sociales, Programas de Relaciones Comunitarias, Donaciones de Terrenos, etc. han colaborado mucho con las autoridades locales. Y – por ende – con el bienestar de la población.

En Pisco – a diferencia de otras regiones del país – la cordialidad es el común denominador entre autoridades públicas, empresas privadas, y población. En vez de quejarse de las empresas locales – y confrontarlas como si fueran el demonio, o esquilmarlas hasta dejarlas languidecientes – los pisqueños las acogen con cordialidad, y – juntos – construyen el progreso y bienestar de la población.

¡He ahí el detalle! Ojalá todos sigamos el ejemplo de Pisco… y sus empresas Si todos los peruanos fuéramos como los pisqueños, el Perú sería mejor. Lampadia