1

Ucrania: entre el imperio y la libertad

Ucrania: entre el imperio y la libertad

Las impresionantes y masivas protestas que se desarrollan en los últimos días en Ucrania en contra de la negativa del Presidente,Viktor Yanukovich, de firmar el Acuerdo Comercial para incorporarse a la Unión Europea ha develado la realidad del pueblo ucraniano que, en gran mayoría, apuesta por las libertades políticas y económicas en contra de las dirigencias gobernantes, una cúpula encabezada por el propio Yanukovich, una verdadera ´nomenclatura´ pos soviética, que apuesta a mantener el control del Estado en base a una relación de sumisión con Rusia, el país que siempre se impuso sobre Kiev. En síntesis: las masas en las calles gritan con ardor su vocación pro europea y los dirigentes no saben cómo justificar su vinculación con Rusia.

Lo que sucede en Ucrania es un claro signo de los tiempos actuales de globalización: las tecnologías de los medios de comunicación le permiten al mundo entero contemplar un hecho en tiempo real y así las estrategias de los sátrapas contra la mayoría y la libertad, reducen considerablemente sus márgenes de maniobra. Es difícil, pues, justificar el interés de una superpotencia al margen de la democracia y el mercado, las dos caras de una misma moneda, la de la libertad.

Sin embargo la solución a la encrucijada ucraniana no será sencilla, porque Rusia tiene demasiados intereses en juego. El oleoducto que traslada el gas y el petróleo de Rusia a Europa (que ya es una espada de Damocles geopolítica para Alemania), pasa por Ucrania. Además, existe una relación económica de ambos países por su vecindad e historia. El 30% del total de exportaciones ucranianas se destinan a Moscú. De allí que ante la inminente firma del Acuerdo Comercial con la UE, Rusia haya amenazado  a Ucrania con negarle el acceso a la Unión Aduanera que ésta mantiene junto con Kazajistán y Bielorrusia desde el 2010. Es decir, mientras que los países que avanzan y prosperan suman acuerdo comercial tras acuerdo comercial, los jerarcas rusos, anclados en las prácticas imperialistas soviéticas, ven una amenaza a sus intereses en la incorporación de Ucrania a Europa. Quizá se podría inferir que el libre comercio, en este caso, es una clara amenaza al autoritarismo ruso.

Pero, ¿por qué los manifestantes ucranianos se la juegan por la Unión Europea? ¿Por qué la Ucrania que siempre se abrazó al Oriente hoy lucha por estrechar la mano de Occidente? La respuesta es simple: los ucranianos no solo quieren mercado y comercio, también quieren libertad política y democracia. Saben que su incorporación a la Unión Europa los inserta en la tendencia libertaria de la humanidad. De allí la convicción de las protestas de los ucranianos.

En Ucrania, aparentemente, se vive una democracia, pero los jerarcas pos soviéticos han recurrido a todas las artes y mañas de los que echan mano los regímenes autoritarios como, por ejemplo, los bolivarianos en Latinoamérica. Un claro ejemplo de esa “democracia dirigida” o de “baja intensidad” es la condena de siete años a Yulia Timoshenko, una de las principales líderes de la oposición y ex primer ministro, quien ha sido impedida de desarrollar actividades políticas. Es importante recordar que la Unión Europea exigió la salida de Timoshenko del país, para recibir tratamiento médico, los derechos humanos en Ucrania entraron a la agenda de la UE.

La conducta de Rusia con respecto a Ucrania es un claro ejemplo de cómo el comercio y los intereses económicos son manipulados en función de una estrategia imperial. China, por el contrario, suma muchos acuerdos de comercio, tejiendo unared mundial comercial con tirios y troyanos. China, pues, no muestra intereses imperiales sino estrictamente comerciales. Pero quizá la más importante lección de las muchedumbres que hoy protestan en Kiev, y que merecen nuestro apoyo, es que la globalización y la revolución de las tecnologías modernasles ha achicado el espacio a todos los autoritarismos e intereses imperiales.