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La política en el Perú

La política en el Perú

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Distintos grupos políticos, unos desde el Congreso y otros desde el gobierno, se han enfrascado en una discusión respecto a la cuestión de confianza y la vacancia presidencial por incapacidad moral, digna de mejor causa. Resulta grotesca la forma como, algunos abogados pontifican sobre el tema de la cuestión de confianza, argumentando que “de acuerdo a la Constitución vigente, esta facultad es ilimitada”. Esto es absolutamente falso. Cualquier niño de colegio que ha estudiado Álgebra Booleana o lógica, cosa que debieran aprender todos los abogados antes de graduarse, podría explicarles que, si el poder Ejecutivo no puede observar las modificaciones constitucionales emanadas del Congreso, es evidente que el Ejecutivo no puede hacer cuestión de confianza sobre las propuestas de modificación constitucional. Igualmente, si la Constitución reserva para ciertos organismos, funciones exclusivas y excluyentes, y ya me provoca “dibujarles las bolitas”, que demuestran que, una disyunción es excluir, es estar fuera del ámbito de intervención, dicho de otro modo, significa que no les compete y, consecuentemente, no tienen vela en ese entierro.

Por otro lado, hay quienes argumentan equivocadamente que las dificultades y fricciones entre los poderes del Estado, se deben a que nuestro sistema político es de un “presidencialismo-parlamentarizado o híbrido” y, en consecuencia, el hecho que el parlamento cuente con una serie de mecanismos que permiten control político y limitan el manejo del Ejecutivo, se convierte en la fuente de tensión y conflicto de poderes.

La verdad es que, no sólo nos hemos pasado algunos lustros manoseando la constitución, interpretándola de cualquier manera (con prevalencia de carga política circunstancial y no de racionalidad), destruyendo a los partidos y la posibilidad de hacer carrera política (prohibiendo la reelección parlamentaria) o permitiendo que se pueda multiplicar el número de bancadas, más allá de aquellas que se instalaron como producto de las elecciones, que el congresista sea “dueño” de su escaño y no el partido elegido. ¿Cómo podemos responsabilizar a los partidos, si los congresistas, una vez elegidos, pueden hacer lo que quieran, al margen de su partido? Lo que tenemos es, ciertamente, producto de una terrible inmadurez de nuestros electores, de los elegidos y de los “especialistas” que han promovido irresponsablemente cambios a los contrapesos diseñados.

Hoy, lo más inmaduro es pretender que alguien que ganó la presidencia de la república por menos de 0.25% de la población electoral, pretenda conducirse como si hubiese ganado con una supermayoría. Cuando un candidato y su partido se presentan a elecciones, proponen un plan de gobierno, pero este será de aplicación, en tanto los resultados electorales lo permitan.  No corresponde que, en un resultado tan reñido, el elegido pretenda gobernar sin atender la voz de sus “pares”, quienes merecen todo el respeto por sus opiniones y propuestas. El presidente debe, además, entender y asumir, que la composición del Congreso es la que le permitirá o no, los grados de libertad para la aplicación de su plan original, o si, de lo contrario, tendrá que adecuar su Plan de Gobierno a las nuevas circunstancias.

Concuerdo con que, en nuestro sistema político, no corresponde que el Congreso le tenga que dar un voto de confianza a un nuevo gabinete, pero sí debe haber filtros adecuados y condiciones claras y rígidas que aseguren la idoneidad personal, trayectoria profesional, legal, moral y ética, para que alguien pueda acceder a ser ministro o altos cargos del Estado. Obviamente, no debe haber ninguna posibilidad de conflicto de intereses. El propuesto no debe tener litigios con el Estado, en los que sea o haya sido acusado o abogado, así como tampoco debe tener conflictos de tipo comercial. Obviamente, si se censurara a un ministro por haber evadido ese control, eso no puede ser motivo de conflicto entre poderes, pues es de suponer, que ambos poderes actúan en defensa de los intereses de Estado.

Las buenas relaciones entre los poderes del Estado, se logran por dos caminos.  Bien porque la elección del presidente se ve también reflejada en una mayoría de su partido en el Congreso o cuando menos, el establecimiento de una correlación de fuerzas que lo apoyan dentro del Congreso, o porque el presidente comprende que, sin tener un respaldo de las mayorías en el Congreso, él debe adecuar su plan de gobierno a esas circunstancias.

Ya John F. Kennedy en la década de los 60s del siglo pasado decía: “Se puede ganar con la mitad, pero no se puede gobernar con la mitad en contra”.

Si un gobernante no tiene la sensatez suficiente para entender, que no lo han elegido Rey sino presidente, que es un servidor del pueblo debidamente representado por el Congreso, que está sometido a la Constitución y las leyes, y que las líneas maestras de su gobierno deben reflejar necesariamente las propuestas e ideas políticas de la mayoría amalgamada en ese conjunto de partidos representados en el Congreso, debe saber que es pasible de vacancia, sea por incapacidad intelectual (porque no es capaz de comprender la realidad) o mental (porque es idiota) o simplemente, ha equivocado su situación.

No es justo que un país tenga que pagar las consecuencias de tener de presidente, a alguien mentalmente incapaz. Lampadia




Los conejos de la improvisación

Los conejos de la improvisación

Mientras sucede
Milagros Leiva
Para Lampadia

“No gobernaré desde la Casa de Pizarro porque creo que tenemos que romper con los símbolos coloniales para acabar con las ataduras de la dominación que se ha mantenido vigente durante tantos años. Cederemos este Palacio al nuevo Ministerio de las Culturas para que sea usado como un museo”

Existió ese día. 28 de julio del 2021. En su primer mensaje a la Nación el presidente Pedro Castillo y su sombrero inseparable sacaban el primer conejo sorpresa: no despacharía en Palacio. Vladimir Cerrón y todos los seguidores del lápiz aplaudieron excitados. Limitado e improvisado, el nuevo gobernante se fue a vivir a Breña y despachó en penumbra. Lamentablemente para sus seguidores hoy se ha confirmado que Palacio seguirá siendo Palacio y que su anuncio fue un simple show para las galerías. Un show que supo a trago amargo por la improvisación, pero que auguró muy bien lo que sería este gobierno.

“El Gobierno del Perú ha nombrado al señor Richard Rojas García como Embajador en Venezuela. A su vez, el Gobierno de dicho Estado ha nombrado al embajador Alexander Yánez Deleuze como su Jefe de Misión en Lima”. Comunicado Oficial 022-21.

Cómo olvidar este día. 15 de octubre del 2021. Richard Rojas, el hombre jefe de campaña, el que había acompañado sin descanso durante nueve meses a Castillo, el que según narración propia fue quien dio la idea de no sacarse jamás el sombrero, podía dormir feliz. ¡Era embajador! Qué importaba que Panamá no hubiera aceptado sus credenciales, que importaba que el mundo diplomático observara estupefacto su nombramiento; Rojas cantaba “Alma llanera” a todo pulmón. El problema es que no contó con la astucia del fiscal que lleva su mismo nombre. Investigado como uno de los dinámicos del Centro, Richard Rojas tuvo que someterse a la audiencia donde el Poder Judicial le sentenció impedimento de salida por seis meses. Perú Libre habló de venganza, él apenas articuló palabra y el ministro de Justicia Aníbal Torres salió en defensa del sombrero palaciego y restó importancia diciendo que Rojas no había sido nombrado embajador (¿quiere decir que los comunicados de Cancillería son mamarrachos?) y que jamás existió resolución con firma presidencial. En cristiano: otro escándalo.

“Mi agradecimiento a Ricardo Belmont por sumarse al equipo del #GobiernoDelBicentenario. Su experiencia profesional y política estará al servicio del Perú, asumiendo la asesoría del Despacho Presidencial. Lograremos un buen trabajo, pensando siempre en el desarrollo del país”.

Existió este otro día. 18 de octubre del 2021. Ricardo Belmont sale y agradece al presidente haberlo elegido asesor, anuncia inversiones inimaginables, critica a la prensa, se ríe de los caviares. Pedro Castillo tuitea feliz. Escribe casi una pastilla para levantar la moral mientras cinco dinámicos están fugados y un reglaje a políticos y periodistas empaña su gobierno. Tres días después del tuit, el mismo Belmont que luchó por ser presidente en más de una oportunidad sale de Palacio y dice que no tiene resolución que mostrar, que el nombramiento como asesor solo ha sido de palabra. En resumen: Castillo seguirá sin asesor oficial, por ahora. Mañana quizá llamen a Andrés Hurtado, el popular Chibolín.

Si algo hemos aprendido en estos ochenta y seis días de gobierno es que reina el desmadre y la informalidad. Que cualquier nombramiento que no calce puede tener la explicación más surrealista y que cualquier escándalo será siempre una buena cortina para tapar la mediocridad. Para muestra los tres conejos que acabamos de recordar. La pregunta final es una sola: ¿Castillo es consciente de sus metidas de pata o sus conejos aparentemente improvisados son simples maniobras para distraer y ocultar que en efecto no está preparado para gobernar? Lampadia




La vacancia debe seguir

La vacancia debe seguir

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

La presidenta del Consejo de Ministros (PCM), la anti minera Mirtha Vásquez, ha propuesto eliminar la vacancia presidencial por incapacidad moral de la Constitución. Es un despropósito que por fortuna no tiene posibilidad de aprobarse en el actual Congreso.

La vacancia por incapacidad moral tiene una larguísima tradición en el Perú, como ha recordado el constitucionalista Domingo García Belaunde. Desde la Constitución de 1839, casi desde la fundación de la República, hace más de 180 años, está en la Carta Magna.

En efecto, los artículos 81° y 82° de esa Constitución consideran la vacancia por “perpetua incapacidad física o moral”.

El juicio político existe prácticamente en todos los sistemas presidencialistas del mundo, incluyendo por supuesto, el de los Estados Unidos, paradigma del presidencialismo. Un ejemplo típico del impeachment es el de Richard Nixon, forzado a renunciar en 1974 cuando ya había los votos necesarios para destituirlo.

En América Latina se ha usado con frecuencia desde la década de 1990, cuando los Estados Unidos y la comunidad internacional prohibieron en la práctica los golpes militares, que era el mecanismo usual desde el siglo XIX para resolver las crisis políticas.

La vacancia por incapacidad moral –o cualquiera de sus variantes- se convirtió entonces en una suerte de válvula de escape para solucionar las crisis sin acabar con la democracia.

Fernando Collor de Mello se convirtió en el primero en ser vacado –renunció el día anterior a la votación- y hoy suman casi una veintena los presidentes que desde 1992 han tenido que abandonar el cargo por la aplicación de ese mecanismo.

El cientista político de la Universidad de Pittsburg Aníbal Pérez-Liñán, ha sintetizado la experiencia en su libro “Juicio político al presidente y nueva inestabilidad política en América Latina”.

Como señala Pérez-Liñán, “El juicio político al presidente ha surgido como un instrumento poderoso para desplazar presidentes ´indeseables´ sin destruir el orden constitucional.” Y “cuando los escándalos mediáticos perjudican al gobierno y crece la indignación popular contra el presidente, hasta a los legisladores leales les resulta difícil resistirse a la presión pública a favor de un juicio político.”

Se trata de un juicio político, no de un proceso judicial ordinario como, por ejemplo, argumentó el Lagarto en el primer proceso que le siguió el Congreso. El presidente tiene inmunidad y no puede ser procesado judicialmente durante su mandato. Además, como es evidente, en el Perú los procesos en el Poder Judicial duran años y décadas. Si se convirtiera en un juicio ordinario dejaría de cumplir con su propósito que es el de destituir rápidamente al presidente en caso necesario.

La incapacidad moral es, adrede, un término impreciso e indefinible, y está bien que sea así, porque es imposible constreñir las causales de la vacancia a definiciones específicas, como algunos necios han intentado hacer aquí.

La Constitución de los EE.UU., por ejemplo, establece en su artículo II que el presidente y otros funcionarios pueden ser destituidos mediante juicio político, por acusaciones de “de traición, cohecho u otros delitos y faltas graves.” Es decir, causas genéricas. Y tanto la Corte Suprema –que cumple funciones de Tribunal Constitucional- como el Senado han rehusado limitar esa definición vaga.

En conclusión, además de lo específico de la situación actual, donde para muchos es evidente que hay que vacar al incapaz que ocupa la presidencia, es indispensable mantener la figura de vacancia por incapacidad moral en el ordenamiento constitucional y legal. Lampadia




Se busca un Congreso valiente

Se busca un Congreso valiente

Alejandra Benavides
Para Lampadia

La tan discutida incapacidad moral permanente del Presidente, en realidad es muy fácil de entender bajo criterios lógicos. Detenerse en minucias sobre su significado literal es un sinsentido desde que llegamos a comprender que la Presidencia es una institución política que se rige bajo principios éticos y responsabilidades descritas en el artículo 118 de nuestra Constitución Política.

Por lo tanto, incumplir o ir contra estos principios y responsabilidades son suficiente sostén para promover una vacancia presidencial por incapacidad moral permanente. Y es que muchos afirman que la incapacidad moral radica en la incapacidad del mandatario para discernir el bien del mal, pero eso significaría sumergirnos en la absoluta subjetividad, al mundo de la especulación, e intentar llegar a una verdad que sólo conoce el propio Presidente.

Asimismo, la vacancia no puede verse como un mecanismo basado en aspectos jurídicos, ya que el incumplimiento o violación de los principios éticos y responsabilidades de la institución presidencial no necesariamente corresponden a delitos tipificados. Por otro lado, el Presidente está amparado en la inmunidad y no puede ser acusado durante el período de su mandato, salvo por casos específicos contenidos en el artículo 117 de nuestra Constitución Política (en mi humilde opinión sí habría un delito de traición a la patria, pero muy difícil de impulsar). Por lo tanto, las acciones que hoy ejecuta como Presidente no derivarán en una sentencia firme mientras ocupe el sillón de Pizarro.

Sin embargo, sí se le puede dar forma a la vacancia, en tanto el Presidente viole o incumpla alguna de sus 23 obligaciones y facultades, y acá unos ejemplos de ello:

Las bancadas deben entender que si no vacan al Presidente, el Presidente los botará a ellos, o lo que es más triste, les perdonará la vida pero dejarán de ser un poder, para ser una mesa de partes. Pero, si deciden tomar el camino difícil y luchar por la democracia, a pesar de que puedan perder su curul, entonces habrán salvado al Perú. Necesitamos un congreso valiente. Lampadia

Referencias:

https://pdba.georgetown.edu/Comp/Ejecutivo/Presidencia/atribuciones.html#:~:text=Art%C3%ADculo%2096.,restricciones%20consignadas%20en%20esta%20Constituci%C3%B3n.

https://pdba.georgetown.edu/Comp/Ejecutivo/Presidencia/inmunidad.html

https://redaccion.lamula.pe/2021/08/01/castillo-despachara-en-palacio-de-gobierno-luego-de-cuatro-dias-de-incumplir-la-ley/jorgepaucar/

https://elcomercio.pe/politica/gobierno/movadef-pedro-castillo-y-la-sombra-del-terrorismo-en-su-gobierno-guido-bellido-guillermo-bermejo-peru-libre-iber-maravi-vladimir-cerron-conare-sendero-luminoso-movadef-cesar-rojas-maravi-presuntas-en-actividades-terroristas-noticia/

https://gestion.pe/peru/politica/luis-barranzuela-ministro-del-interior-se-presentara-ante-la-comision-de-defensa-del-congreso-este-lunes-18-de-octubre-nndc-noticia/

https://gestion.pe/peru/politica/proclama-ciudadana-estos-son-los-12-compromisos-asumidos-por-pedro-castillo-y-keiko-fujimori-nndc-noticia/




El desprecio de Pedro

El desprecio de Pedro

Jaime Spak
Para Lampadia

Nunca hemos tenido esta sensación de vacío político como la sentimos la gran mayoría de peruanos.

Vemos con gran sorpresa y enojo, que parecemos actores secundarios de una serie de Netflix de carácter surrealista, en donde situaciones que habríamos soñado, las estamos experimentando en carne propia.

Quisiera compartir con ustedes una teoría, luego de estos primeros 40 días de gobierno, pienso que adicionalmente a la incompetencia del presidente Castillo de conducir los destinos del país, en el fondo nos desprecia.

Si uno va al diccionario a definir el concepto de desprecio, se refiere a un trato injusto y despectivo hacia otra persona. Desprecio es lo opuesto a empatía, es decir incapaz de ponerse en lugar de los demás y comprenderlos y se genera una actitud de arrogancia y [falsa] superioridad.

Voy a relatarles una serie de acciones de Castillo en estos meses, para que ustedes saquen sus propias conclusiones y por la que tengo la impresión que nos desprecia profundamente:

  1. Haberse lanzado de candidato a la presidencia sin estar preparado.
  2. Aliarse con un partido que, de acuerdo a las investigaciones de la Fiscalía, se estaría demostrando que es una organización criminal con numerosas denuncias y con sentencia firme del secretario general de esta.
  3. Insultar a los periodistas, durante la campaña electoral, indicando que son mermeleros y que iba a publicar los sueldos de ellos. Incluso habiendo presentado una denuncia formal al ministerio de Transporte y Comunicaciones del gobierno anterior, contra un canal privado.
  4. Haber aceptado la entrevista con Diego Acuña, sin estar preparado y demostrar un total desconocimiento de las cosas más elementales de economía.
  5. Engañar constantemente a la prensa indicando que iba a declarar y luego salir huyendo por otro sitio.
  6. En su discurso de asunción al mando en el congreso el 28 de Julio, insultar al pueblo español que estaba representado por el Rey Felipe de España.
  7. Haber ninguneado al presidente de Colombia Iván Duque.
  8. Indicar que el Palacio de Gobierno se va a convertir en un Museo de todas las Culturas.
  9. Haber ejercido su función los primeros días en una casa de Breña y no en el Palacio de Gobierno.
  10. Nombrar a la persona menos preparada y con una serie de cuestionamientos como presidente del Consejo de Ministros.
  11. Haber nombrado a sus ministros el día 30 de Julio, en una especie de repartija, de quien es el mas inadecuado para ello y tener al país en ascuas desde las 8 pm hasta las 11 de la noche en donde se solucionó el impasse. Fuimos testigos que Dina Boluarte llego a las 10:30 pm y media hora después juro como ministra. Es decir, seguramente tuvo que sustituir de emergencia a alguien que había declinado.
  12. Ser testigos del bochornoso espectáculo de dos ministros que no aceptaron las carteras la misma noche de la juramentación porque no estaban de acuerdo con Bellido, y ver a uno de ellos, Aníbal Torres, humillado por Castillo, abandonar raudamente el lugar de la juramentación, tomando un taxi a tres cuadras huyendo de la prensa y luego de alguna negociación aceptar al día siguiente el cargo de ministro de Justicia.
  13. Tener a la prensa impedida de ingresar al lugar de la juramentación.
  14. Haber nombrado ministros de una catadura moral que pareciera que la selección la hizo por sorteo y no buscando a las personas más idóneas para los cargos.
  15. Tener solo dos mujeres en un gabinete de 19 ministros.
  16. Mantener a un ministro que ha sido senderista.
  17. Dar un mensaje a la nación, con ideas trasnochadas y manifestar que para que se combata la pandemia se construirá una planta de fabricación de vacunas con la empresa rusa, que ni siquiera cumple con entregarnos el primer lote de los 20 millones de dosis contratadas.
  18. Pretender que no nos damos cuenta de que se encuentra totalmente copado por Cerrón y compañía y no puede desprenderse de él, pues no tiene ninguna capacidad de liderazgo ni de poder llevar a cabo un plan de gobierno.
  19. Seguir dando discursos populistas en plazas de provincias incitando a la confrontación, sin tener en cuenta que salió elegido por un margen de 44,000 votos de una población de votantes de 17,6 millones.
  20. Haber coordinado con Maraví para que en 48 horas se reconozca al sindicato Fenate que será la plataforma política de Castillo.
  21. Permitir que un miembro del Movadef ingrese a la Presidencia del Consejo de Ministros, camuflado, pensando que los periodistas son tontos y no lo van a descubrir.
  22. Hacer ingresar a miembros del Movadef a Palacio, haciéndose pasar por trabajadores del ministerio de Energía y Minas.
  23. Recibir con honores a Evo Morales y brindarle las seguridades del caso para que almuerce en los restaurantes mas caros de Lima y se reúna en secreto con el ministro de Energía y Minas. ¿Quién pago esos gastos?
  24. No haber dado una sola conferencia de prensa y no responder a ninguna pregunta que se le formule, con agresión física incluida a una periodista del canal del estado.

Puedo seguir con muchos mas ejemplos, pero esto ha sucedido en la gran mayoría de casos en los últimos 40 días.

Si Pedro Castillo no nos desprecia, entonces que lo demuestre.

Lo veo muy difícil, para ello unos deben de tener un mínimo de sentido común, inteligencia y capacidad de liderazgo y de estadista.

Nada de eso tiene nuestro presidente.

Le quedan dos caminos, o enmienda la ruta, desligándose del partido Perú Libre y empieza a coordinar con gente capaz de diferentes ideas políticas o renuncia.

Como demócrata desearía que enmiende sus actitudes y que empiece a mostrar empatía con la población.

Me pregunto: ¿podrá hacerlo?

Les dejo la respuesta a ustedes.

Lampadia




¿Presidente o Rey?

¿Presidente o Rey?

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para
Lampadia

Cuando en una república se elige al presidente, se designa al primer servidor, al responsable de guiar los destinos de la Nación para asegurar la prosperidad de todos y las mejores condiciones de salud, educación, seguridad y oportunidades para alcanzar las mejores condiciones de vida, dando permanentemente cuenta de sus planes, actos y resultados. Ver en Lampadia: Los peruanos no hemos elegido a un Inca, que detente poderes absolutos en medio de pueblos sojuzgados. Hemos elegido un Presidente Constitucional que gobierne bajo el imperio de la ley y se comprometa en la permanente búsqueda del bien común.

Hasta ahora, lo que podemos apreciar es un personaje que se ha “coronado” con un sombrero chotano y que anda confundido en medio de lo que le está pasando, no habla con la prensa, ni informa a la ciudadanía. Aparentemente no sabe cuál es su rol, pareciera que no entiende cuáles son sus atribuciones y responsabilidades, ni hasta donde es sujeto al escrutinio de la ciudadanía a través de la prensa.

Pero ya tenemos dudas y nos viene la pregunta ¿No estaremos en juegos distintos y con objetivos diferentes? ¿No será que, mientras los ciudadanos pensamos en una vacunación eficiente que nos lleve rápidamente a recobrar nuestras vidas en normalidad, el “coronado” tiene otra idea? ¿No será que estamos soñando con un país próspero y seguro, mientras el “coronado” y su corte tienen otro plan?

En especial, cuando vemos el gabinete designado, lo impresentable de varios de sus miembros y la falta de calidades profesionales de estos para liderar sus sectores, va quedando claro que el “coronado” y su grupo político están en otra cosa. Para las tribunas tenemos a alguien a quien no le permiten elegir al equipo que debería colaborar con él para gobernar bien. Mientras que, con alguna frecuencia, salen en las redes mensajes de los líderes de su partido acorralándolo. Los arrestos y reacciones del coro de los partidarios de PL, ante la aparente actitud de comprensión de PC frente a la crítica de la población, por demás justificada, exigiendo que presente un mejor equipo.

El juego viene siendo otro, el objetivo es tontear al Congreso y hacerle “bajar la guardia”, particularmente al grupo encabezado por la presidente del mismo, quien recibe notitas personales “por debajo de la carpeta” para hacerle ver a ella y su grupo, que no hay mala fe y que la oposición no debe tener preocupaciones. Que no hay razón para pensar, ni preparar una vacancia presidencial y que irán corrigiendo el rumbo percibido como equivocado. Total, la Sra. Alva ya estuvo dispuesta a negociar la estructuración de la mesa directiva del Congreso con Perú Libre, siempre que ella la presidiese, y sólo volteó hacia la oposición cuando no le admitieron tal pretensión. Por eso, ahora, sin ningún empacho, le plantean que le den la confianza al gabinete y mantenga tibia a la bancada de AP, ofreciéndole que gradualmente harán algunos cambios en el mismo, con gente que no tenga los antecedentes de los actuales ministros. 

Entre tanto van adormeciendo y cansando a la oposición, mientras el gobierno progresa con sus planes de compra de voluntades a la población más necesitada y recolectando firmas para una Asamblea Constituyente, entregando bonos para subsanar la falta de oportunidades de trabajo, otorgamiento de subsidios al gas y algunos alimentos e ir ganándose a la población, mientras esta pierde su dignidad y voluntad de trabajo y empresa, al mejor estilo recomendado por Fidel.

El plan de Perú Libre es radical y refundacional, su urgencia no es el tema sanitario, por eso no les importó tener en la Cancillería a alguien completamente incapaz de apurar la llegada de las vacunas, no tiene interés alguno en mejorar la economía, por eso permite que un “ministro de las culturas” pretenda desbaratar el MINCETUR, afectando la creación de puestos de trabajo en el turismo, desacelerar la velocidad de crecimiento del comercio exterior o ponerse de perfil ante el portafolio de proyectos mineros que debieran ser nuestra prioridad, ni centrar sus esfuerzos en promover el crecimiento de la agroindustria de exportación. En cuanto a la seguridad juegan con la idea de los “ronderos” y recientemente con el “patrullaje escolar voluntariado” en las comisarías.

Por todo esto, no han sido capaces de presentarnos un programa de actividades y proyectos coherente por sectores, ni el orden y premura con el que desarrollaremos los proyectos de infraestructura. Ciertamente, esa no es la columna vertebral del plan de gobierno.

Entre tanto, continuarán, como si hubieran ganado las elecciones por abrumadora mayoría, con el plan de convocatoria a la Asamblea Constituyente, que es el eje central del presidente, de los congresistas de PL y del dueño de ese partido. Recordemos que se están valiendo de los medios que la democracia les permite, pero ni su plan, ni sus métodos son democráticos. 

Nunca faltarán tontos útiles y todo hace pensar que los propios congresistas de PL, estarían dispuestos hasta a votar en contra de la confianza, con tal de ganar la iniciativa, si aprecian que enfrentan a una oposición sin plan bien estructurado y debidamente coordinado para la vacancia.

Advertidos estamos, si para el 26 no se ha producido los cambios ministeriales, que incluyan a Bellido, no nos sorprendamos que ya habrán avanzado en su estrategia, tal como ya lo están haciendo (en menos de un mes) para relajar las condiciones carcelarias de los cabecillas terroristas. No puede ser que, en estos momentos de tanto peligro para la democracia en el Perú, la oposición, encabezada por la Sra. Alva, siga admitiendo reuniones del Concejo de Estado y más acercamientos con el PCM en alguna reunión casual, tipo el Acuerdo Nacional, ambos ambientes creados para tontear a la oposición, cuando se debería tomar ahora la iniciativa.

Si el presidente no está alineado con los objetivos democráticos del país, no tiene los planes y equipo para ejecutarlos, ni la disposición para comunicarlos con la debida apertura, al igual que los resultados de su gestión, debemos actuar ya. El sombrero no es corona y, por lo tanto, debemos cambiar de inmediato al presidente, por un ciudadano que esté comprometido con nuestra democracia y la defienda. Lampadia




“No le daremos ni un milímetro a la corrupción”

“No le daremos ni un milímetro a la corrupción”

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 20 de agosto de 2021
Para Lampadia

Hace poco – en Piura – con ocasión del sismo que dañó varias viviendas en Sullana, el Presidente Castillo pisó el palito de la demagogia y dijo: no le daremos ni un milímetro a la corrupción. Lo dijo en plural. A su lado estaban ministros, viceministros, directores, asesores y otros personajes recontra cuestionados – precisamente – por corruptos. Todos abanderando la lucha contra la corrupción. Todos fungiendo de santurrones como si se trataran de personas intachables.

La pregunta es: ¿alguien le cree al Presidente? ¿Acaso no es corrupción – y de la brava – todo el accionar de Perú Libre… su partido? ¿Acaso Perú Libre – repito, su partido – no es el hijo putativo de la Organización Criminal Los Dinámicos del Centro, la mafia liderada por Vladimir Cerrón, amo y señor del partido en cuestión?

Recordemos. Cuando Martín Vizcarra asumió la Presidencia de la República en marzo del 2018, más o menos dijo lo mismo: que la prioridad de su Gobierno sería la lucha frontal contra la corrupción. Sin embargo, al poco tiempo salió a la luz el perfil del Lagarto, y todo lo que vino a continuación es historia conocida.

Su oscura relación con el grotesco Richard Swing, acabó en el develamiento de una maraña delincuencial en la que estaban involucrados ministros amigos, asesores de confianza, secretarias personales, amantes saca vuelteras, tenistas aficionados, y otros personajes por el estilo. Luego aparecieron las coimas escandalosas que Vizcarra – el Lagarto – solía cobrar por lo bajo durante su gestión como Gobernador Regional de Moquegua. Y en el colmo de la desfachatez, mintió cínicamente al decir se había ofrecido como voluntario para el ensayo de la vacuna china contra la COVID 19. En síntesis… ¡un corrupto de aquellos!

Pues bien, el Presidente Castillo está repitiendo – mejor dicho, calcando – el patrón de conducta del ex Presidente Vizcarra. Por eso, Castillo no debería mencionar la palabra “corrupción”. Y menos, anunciar su compromiso de erradicarla del Estado. Es que tantas veces – tantos políticos – han ofrecido luchar contra la corrupción… y nada, que ya nadie les cree. Han perdido toda credibilidad.

Además, Castillo lleva a cuestas la pesada carga de la huelga magisterial del 2017, donde millones de niños y jóvenes escolares perdieron el año… por las puras. Y – peor aún – jamás podrá borrar de nuestra memoria la cobarde finta de tirarse al suelo para simular una agresión policial inexistente. Como se ve, estamos ante un doble filo convicto y confeso.

Por todo ello ¡que no nos vengan con cuentos! El Presidente Castillo no tiene autoridad moral para liderar la lucha contra la corrupción en nuestro país. Perú Libre es una organización criminal, plagada de coimeros y chantajistas. Vladimir Cerrón – el coimero No. 1 – es su mentor; Dina Boluarte – su Vice Presidenta – es el testaferro de la mafia; y sus congresistas y militantes… cada cual es más corrupto que el otro.

Además – por limitaciones de espacio – no podría detallar la baja catadura moral de la gran mayoría de funcionarios de alto rango designados por Castillo y su Primer Ministro, donde figuran terroristas, traficantes de brevetes, clientelistas políticos, chantajistas, coimeros, feminicidas, narcotraficantes, y todo lo demás.

COMENTARIO FINAL: El magisterio es una noble profesión. Quizás la más noble de todas las profesiones. Sin embrago, así como hay maestros honestos – lamentablemente – hay también maestros corruptos. Maestros extraordinarios y maestros miserables. Entonces el slogan “palabra de maestro” del Presidente Castillo merece una precisión: ¿a cuál de las dos categorías personifica? ¿Al maestro honesto o al maestro corrupto?

A ver… ¿qué dice el viejo refranero al respecto?: Dime con quién andas y te diré quién eres. Visto así, estaríamos ante el típico político moralista, demagogo y cínico que – rodeado de corruptos – es capaz de decir en alta voz: “no le daremos ni un milímetro a la corrupción”.

¡Oh diosa corrupción… cuánto cinismo puede brotar de tu boca! Lampadia




Castillo y su gabinete de guerra

Castillo y su gabinete de guerra

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Cuando analizamos el primer gabinete de ministros del recién inaugurado gobierno de Pedro Castillo, sentimos la sensación de que se han abierto las puertas más oscuras y han salido los jinetes del apocalipsis.

1. Incapacidad y desenfoque

Este conjunto de gentes, más allá de sus obvias incapacidades para la gestión pública, se muestra insensible a los verdaderos deseos y esperanzas de los peruanos, ver en Lampadia: Lo que pide ‘El Pueblo’.

La última encuesta de Datum, de la semana pasada, confirma lo mismo:

  • el 57% considera que los miembros del gabinete no serán capaces de liderar los ministerios
  • solo el 5% de los ciudadanos considera prioritaria la formación de una asamblea constituyente
  • el 76% rechaza el nombramiento de Bellido como primer ministro
  • el 67% considera que el gobierno está restringiendo la libertad de prensa
  • el 55% considera que Castillo privilegia los intereses de su partido antes del bienestar y unión de los peruanos

2. Agravio a nuestra historia y a los prohombres que forjaron nuestra nacionalidad

En su mensaje de inauguración, el presidente Castillo pretendió desconocer y tergiversar 700 años de nuestra historia, adorando falsos ídolos y pasando por alto los grandes aportes de tantos hombres y mujeres que forjaron nuestra nacionalidad con sacrificios y entrega personal.

Hace más de 100 años, Víctor Andrés Belaunde nos habló de ‘la síntesis viviente’, para explicar la identidad peruana y el mestizaje fundado en valores.

Cuando en 1914, Belaunde exclamó “¡Queremos patria!”, reclamaba la valoración de las tradiciones que formaron a nuestro país. Posteriormente Basadre, con su “promesa de la vida peruana”, hablaba de “un ideal de superación individual y colectiva” que debía ser obtenido por el desarrollo integral del país, “la explotación de sus riquezas, la defensa y acrecentamiento de su población, la creación un mínimum de bienestar para cada ciudadano y de oportunidades para ellos”.

Para Belaunde, la promesa implicaba también la formación de un espacio donde existiera una identidad y una tradición común que no excluyera sino integrara las diversas culturas locales. Esta promesa no era un ideal que debía construirse después de arrasar con el pasado, sino que debía estar arraigado en la historia y en la cultura del país para poder proyectarse hacia el futuro.

Desde estas páginas rechazamos todo intento de segregar nuestra historia y de injuriar el legado de los forjadores de nuestra nacionalidad. El Perú sigue siendo un país en construcción, tenemos mucho que mejorar y consolidar, pero ello no es óbice para deslegitimar nuestros esfuerzos de integración, y menos para plantear rupturas estructurales.

Hace algunos años estuvo en el Perú un importante miembro del gobierno chino, que nos dio una clase de historia explicando como la China afirmaba que tenía una sola historia, a pesar de haber pasado por el antiguo imperio, la ocupación extranjera, el comunismo estatista y la revolución de mercado.

¿Qué se pretende con ese afán desintegrador?

3. El desprecio a nuestras instituciones militares, policiales y diplomáticas

Con los nombramientos en el gabinete, de personajes vinculados al terrorismo y las guerrillas, se está agraviando las tradiciones de nuestras Fuerzas Armada y Policiales, que hasta hace pocos años debieron entregar sus vidas para darnos la paz que todos reclamábamos.

Otro acto inaceptable es el nombramiento de un guerrillero indultado por la dictadura de Velasco Alvarado, como canciller. Un insulto a los valores que representa el cuerpo diplomático en nuestra historia.

4. Ruptura con nuestros aliados y acercamiento a las satrapías empobrecedoras de Cuba y Venezuela

En lugar de fortalecer nuestras alianzas con los países que junto con nosotros se han integrado al concierto internacional, como el camino para alcanzar la prosperidad y el bienestar general, el gobierno de Castillo pretende asociarnos con los llamados países de Alba recreando Unasur, el fracasado instrumento de política regional de Chávez.

No queremos ser parte de los países que regresionan y empobrecen a sus poblaciones. Veamos la performance de Venezuela:

El Perú tiene un gran potencial de desarrollo. Este gobierno de negacionistas, y vendedores de sebo de culebra no solo impedirá que continuemos con nuestro progreso, pretende llevarnos de regreso a los peores años del siglo XX, en los que nos impusieron el pensamiento de la izquierda, que después de hacernos perder 30 años, nos dejó exánimes.

  • En 1990 los ingresos del Estado habían colapsado al 3.8% de un PBI minúsculo,
  • la pobreza llegaba al 60% de la población y
  • las empresas más grandes facturaban menos de US$ 600 millones al año, cuando las de Ecuador lo hacían por encima de US$ 1,500 millones.

Insistimos en mostrar las evidencias de la prosperidad de los peruanos, para que los ciudadanos reclamemos la presencia de los hombres más capaces y la aplicación de las políticas públicas de la prosperidad, especialmente en momentos como los actuales: Ver en Lampadia: La prosperidad sin precedentes del Perú.




Lo que pide ‘El Pueblo’

Lo que pide ‘El Pueblo’

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

¡El Perú no está dividido en dos! Ya lo dijimos cuando todos afirmaban que el país estaba irremediablemente polarizado. Ver en Lampadia: El Perú no está partido en dos – La polarización fue coyuntural.

Lamentablemente, fuimos a votar en medio de una crisis múltiple: Sanitaria, económica, social e institucional. Todas creadas por el desastroso gobierno de Vizcarra y sus compinches. Entonces desconfiábamos de nuestros líderes, estábamos frustrados y sin esperanza en el futuro. La votación reflejaba ese momento, pero no la división de los peruanos y menos, el rechazo de nuestra economía social de mercado.

Así se comprobó con la encuesta de Datum, una semana después de la segunda vuelta, y así se comprueba ahora, con las tres encuestas publicadas en los últimos días.

Primero veamos cuales son las prioridades de los peruanos hoy día:

Algo muy importante es que el 72% del ‘Pueblo’ dice que la economía debe seguir un programa de libre mercado. Y solo el 4% opina que se debe seguir el programa presentado por Perú Libre para las elecciones.

Ver encuesta de Datum en el siguiente enlace: https://bit.ly/3x5ln6K

Por su lado la encuesta del IEP, el centro de estudios de izquierda y su aliado La República, publican información que coincide con la de Datum. El IEP indica que solo el 23% quiere que cambie totalmente el modelo económico.

Lo que se comprueba en todas las regiones, sexo, edad, NSE, ideología y voto de la segunda vuelta.

En cuanto al cambio de Constitución, igualmente, la gran mayoría de los peruanos, el 76%, está en contra de un cambio total de la Constitución. Solo el 23% estaría de acuerdo con semejante propuesta.

Lo que también se comprueba en todas las regiones, sexo, edad, NSE, ideología y voto de la segunda vuelta.

Ver encuesta del IEP en el siguiente enlace: https://bit.ly/3x7S4QG

Por su lado Ipsos indica que solo el 32% considera que la Constitución debe ser cambiada totalmente. Curiosamente, Ipsos muestra un porcentaje mayor que el propio IEP. Esperamos que Ipsos no esté siendo víctima del ‘Síndrome de Estocolmo´.

En cuanto a las prioridades señaladas por el ‘Pueblo’, Ipsos coincide con Datum en señalar los temas económicos y sociales, antes del tema del cambio constitucional. Registra que solo un 11% considera importante el cambio de Constitución.

Queda pues comprobado que la gran mayoría del ‘Pueblo’ no quiere un cambio de Constitución. Por lo tanto, Castillo está obligado a recoger esta opinión y a eliminar de su agenda su empobrecedora propuesta. De lo contrario estaría impulsando una agenda política impopular.

Por otro lado, no dejemos de aquilatar el origen de la turbación popular que afectó el normal desarrollo de las elecciones, que felizmente, no llegó a torcer la estructura del pensamiento de la población.

Las múltiples crisis que nos llevaron a la aparente polarización, fue creada por la gran incapacidad del gobierno de Vizcarra y sus secuaces. Veamos.

  • La crisis sanitaria fue creada por un pésimo manejo de la pandemia
  1. Se insistió en rechazar el uso de las pruebas moleculares
  2. Se rechazó la ayuda del sector privado, de las iglesias y de la FFAA
  3. Se rechazó la donación del software para el seguimiento del virus
  4. Se rechazaron donaciones de plantas de oxígeno, pruebas y otras
  5. No se compraron las vacunas

  • La crisis económica y social se generó agravando y prolongando los impactos de la pandemia, entre otras torpezas, ordenando cuarentenas equivocadas y caprichosas. Por ejemplo, se cerró el sector minero, cosa que no hizo ningún país.
    Esta crisis afecto severamente a miles de empresa peruanas, especialmente a las más pequeñas, habiendo quebrado muchas de ellas, especialmente en el sector del turismo y la gastronomía.
    Además, por su puesto, y tal vez lo más grave, se perdieron millones de empleos que hasta ahora no se recuperan completamente.
    La recuperación del empleo es hoy día el eslabón más débil de nuestra economía.
     

  • Por su lado, la crisis política parece haber sido provocada adrede por Vizcarra y sus asesores, entre los que pareciera se encontraba el G2 cubano, que lo acompañaron en una estrategia de copamiento de todas las instituciones del Estado.

Felizmente, los peruanos tenemos las cosas claras, y estaremos vigilantes de que el presidente Castillo no pretenda imponer una agenda política que contradice el sentir del ‘Pueblo’. Lampadia




Fraude Electoral y Organización Criminal

Fraude Electoral y Organización Criminal

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 16 de julio de 2021
Para Lampadia

Los mafiosos saben que son mafiosos. Todos los involucrados en el caso Los Dinámicos del Centro saben que delinquieron. Las coimas, coimas son… aquí, en la China y en la Cochinchina. Y también en Junín.

Sin embargo, el presente caso tiene un tremendo agravante. Las coimas en cuestión se utilizaron para financiar la campaña electoral de Perú Libre. En mi opinión ¡ahí está el fraude electoral! Por ello – precisamente – el Ministerio Público ha abierto dos investigaciones: una por corrupción de funcionarios, a cargo de la Fiscal Bonnie Bautista; y otra por lavado de activos, a cargo del Fiscal Richard Rojas Gómez.

– ¿Cómo confiar en nuestro sistema de justicia? – dirán aquellos que dudan de la integridad de nuestros jueces y fiscales. Y claro… si tenemos a una Jueza – como la Dra. July Baldeón – rechazando el pedido de prisión preventiva a los miembros de la organización criminal… ¡cómo no dudar de nuestro sistema de justicia! ¿Acaso carecen de valor los audios y mensajes obtenidos por la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (DIVIAC)? Y – más comprometedoras aún – ¿no son más que suficientes las declaraciones de los colaboradores eficaces acerca de la corrupción enquistada en el Gobierno Regional de Junín, y las movidas de dinero de Cerrón? ¿Acaso no resulta irrefutable la existencia de la típica telaraña fraudulenta… Gobierno Regional – Perú Libre – Poder Judicial – Poder Electoral? ¡No nos vengan con cuentos!

– Cuando entre Perú Libre a la Presidencia de la República van a liberarlos – le dijo Arturo Cárdenas (secretario nacional del partido) a un “angelito” de la mafia de Cerrón. ¡Dónde estamos!

Con las pruebas que tiene el Ministerio Público debería bastar y sobrar para concluir que Vladimir Cerrón, Pedro Castillo y Dina Boluarte están metidos en la colada. Y que en general, el Gobierno Regional de Junín se prestó groseramente para el fraude. Concretamente, la Dirección Regional de Recursos Humanos que maquinaba la contratación de personal, y la Dirección Regional de Transportes que traficaba ilícitamente con los brevetes.

Incluso, los jueces que apañaron a Cerrón en el pasado. Los que filtraron anticipadamente la orden de allanamiento para que la pandilla tome las precauciones del caso. La Jueza que denegó el pedido de prisión preventiva a los miembros de la mafia. El Partido – Perú Libre – que usufructuó del dinero mal habido. Todos tienen vela en este entierro.

Y qué decir de las autoridades electorales que facilitaron las candidaturas de terroristas y sentenciados por corrupción… y que excluyeron a partidos como el APRA, PPC, Todos por el Perú, Perú Nación, entre otros. Y sabe Dios cuántas personas e instituciones más conforman esta gran organización criminal. ¡Ahí está el fraude electoral que tanto niegan algunos!

Bueno pues, el candidato de Perú Libre – con la complicidad de esa gran mafia – habría resultado ganador de las elecciones presidenciales. ¡Qué problema! Con esa conducta amoral a cuestas, Pedro Castillo ha sido proclamado presidente del Perú para el período 2021 – 2026. ¡Presidente del Bicentenario!

¿Qué dice al respecto el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)? – Que no hubo fraude –. ¿Qué dice la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE)? – Que no hubo fraude –. ¿Qué dice el presidente Sagasti? – Que no hubo fraude sistemático –. Pero ¿qué dicen de la organización criminal? Ni una palabra al respecto. Poco les falta para decir – no hubo fraude… tan sólo hubo una organización criminal –. ¡Qué descaro! ¿Tanto les cuesta aceptar que fraude electoral y organización criminal son dos caras de la misma moneda?

Pues bien – así las cosas – todo parece indicar que vamos a ser gobernados por dicha organización criminal. Y como tal, lo negarán hasta la muerte. Más aún – al mismo estilo del Lagarto – enarbolarán la bandera de la lucha contra la corrupción. ¡Hipócritas!

El problema es que la corrupción no es sólo un descaro moral o un delito penal. La corrupción es – sobre todo – una pesada e injusta carga para la población civil. Por eso hay que combatirla con valentía. Pero en vista de que el Estado no puede con la corrupción – o, mejor dicho, dado que está coludido con ella – tenemos que hacerle frente desde la ciudadanía… en el trabajo, en las universidades, en las calles, a través de la prensa. ¡No queda otra!

Apoyo al Estado honesto y eficiente al servicio de la ciudadanía. Eso sí. Siempre debe ser así. Pero ¡insurgencia civil contra el Estado abusivo, mafioso y corrupto! Eso también. Cuando una organización criminal toma el poder… ¡no queda otra! Lampadia




De aquí al 28 de julio de 2021

De aquí al 28 de julio de 2021

Humberto Reinafarge
Para Lampadia

Estamos a 14 días de la celebración del Bicentenario de la Independencia del Perú.

Que tiene de especial, aparte de la celebración mencionada. Se proclama al nuevo presidente de la República.

¿Qué sucederá?

1) Si el JNE proclama al Sr. Pedro Castillo como presidente, dadas las circunstancias actuales, es probable una reacción en contra de parte de la población (en representación del 50 % que votó por FP). El JNE ha negado la Auditoría solicitada por Fuerza Popular a una cantidad de actas, que si se revisarán podrían dar como ganador a la Sra. Fujimori. En este caso también habría una fuerte reacción del pueblo que ha respaldado a la otra parte (el otro 50 % que votó por Perú Libre).

¿Qué sucederá?

2) De ser proclamado Pedro Castillo, como hasta ahora lo tiene definido el JNE, no sabemos porque no dice nada sobre si seguirá el Programa de Gobierno de Perú Libre, liderado por el Sr. Cerrón, o lo abandona y asume un programa de izquierda, pero más moderado que el de PL.

¿Qué sucederá?

3) La incertidumbre generada por la actuación personal del Sr. Castillo viene afectando a la sociedad, especialmente en lo económico, como es el caso de la devaluación del dólar que ya generó un importante incremento de precios que afecta principalmente a la clase menos pudiente y a los microempresarios, y a todas las Empresas y población nacional.
Definida su posición el 28 de Julio, si fuera proclamado, sabremos cual posición adoptó.

¿Qué sucederá?

4) Si a lo económico le añadimos lo político, proponer ese mismo 28 una nueva Constitución.
Es previsible que presentará al Congreso una propuesta de esta naturaleza, como así ya lo ha declarado.
Luego, o el Congreso lo aprueba, o si no lo aprueba, tal como también ha declarado “Si el pueblo lo pide” el seguirá adelante contra el Congreso, la Constitución y las leyes.

¿Qué sucederá?

5) Nos detenemos un momento para señalar que estaría incurriendo en falta constitucional que podría llevarlo a la vacancia.
Vacancia, que hasta podría ser conducido por el partido PL. Este tendría 2 razones para hacerlo: conseguir la Constitución perseguida, o que las fuerzas políticas logren vacar a PC y se proclame presidente a la Vice, Sra. Boluarte.

¿Qué sucederá?

6) El Poder Judicial acaba de admitir a trámite un Habeas Data presentado por FP.
¿Tendrá efectos para evitar la proclamación de la Presidencia?
¿Qué sucederá?

Lampadia




Políticos o Estadistas

Políticos o Estadistas

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Siempre nos debería inquietar, si a quienes elegimos como gobernantes, son gente con vocación de estadista o simplemente políticos. Creo que la gran diferencia entre ambos reside, en que el político puede ser un individuo astuto, mientras que el estadista, debe ser uno inteligente.

  • El político, definido como un ser astuto, piensa en términos de corto plazo y en cómo sus acciones le pueden permitir tomar ventaja inmediata y obtener logros en ese corto plazo, sin importar la consecuencia final para las generaciones de sus hijos y nietos.
  • Un estadista, en cambio, siempre tiene la mirada puesta en el futuro de su país y su pueblo, sabiendo que muchas veces sacrifica su presente a cambio de mejorar las condiciones de vida de sus hijos y nietos.

Leía cómo Kahil Gibran, en su libro “La nueva frontera”, menciona; “¿Eres un político preguntando qué puede hacer tu nación por ti, o un entusiasta preguntando qué puedes hacer tú por tu nación? Y se responde, si eres lo primero, entonces eres un parásito, si eres lo segundo, entonces eres un oasis en el desierto”. Lamentablemente tenemos mucho de lo primero.

Los padres que trabajan duro y ahorran para asegurar a sus hijos mejores condiciones de vida, salud y educación de calidad y tratan de hacer que ellos se desarrollen dentro de la sociedad como gente de bien, con mejores oportunidades que las que ellos tuvieron y los estadistas, que tienen la mirada puesta en el destino de esas generaciones futuras y su prosperidad, ambos son un oasis en el desierto.

Cuando miramos a los países que habiendo sido hace pocas décadas, países con perfiles socio-económicos similares al Perú, pero que hoy nos llevan una gran ventaja, como lo han hecho; Corea del Sur, Chile y Singapur, entre otros, podemos tener la certeza de que fueron liderados por estadistas. Líderes que fueron capaces de sacrificar la alegría y el aplauso inmediato, por la felicidad y prosperidad de las generaciones futuras. Obviamente, el producto de esos esfuerzos perseverantes en educación y disciplina, es apreciado por sus actuales generaciones y admirado, desde fuera, por quienes no seguimos esa línea.

En el Perú, los políticos de siempre han actuado pensando en la próxima elección, nunca en el porvenir de las futuras generaciones. En estas últimas décadas, hemos tenido una galería sin fin de políticos sin escrúpulos (Vizcarra el peor), sin amor a la patria, capaces de destruir nuestro país. Es posible que el pasar de emprendedor ilegal a alcalde, luego a gobernador regional, para alcanzar luego nivel nacional en tan cortos plazos, no les haya permitido despojarse del arraigado concepto de cacicazgo local y mentalidad de “politiquero de barrio”, que se atreve a creer que cualquiera puede conducir con éxito los destinos de nuestra nación.

Acabamos de pasar por un proceso electoral, que aún no termina, pero que, cuando revisamos la galería de candidatos, encontramos con pena, que Sir Winston Churchill tenía razón al decir que, “El problema de nuestra época consiste en que, los hombres no quieren ser útiles sino importantes” y, por eso, después de haber rechazado la inscripción de al menos tres candidatos, hayamos tenido una “manada” de 18 candidatos, si no, hubieran sido más de una veintena.

Lo anterior significa que, desde la derecha, hasta la izquierda, pasando por los casi veinte matices políticos, nadie ha sido capaz de construir consensos y juntarse alrededor de conceptos y objetivos en común, con una visión compartida y con desprendimiento, identificar un líder con cualidades personales, intelectuales, valores y capacidad de gestión, que permita la recuperación de nuestro país, después de haber sufrido una década perdida.

La pregunta ya repetida es ¿Si tuvieras que salvar a tu madre de una grave enfermedad, a quién se la confiarías? Yo estoy seguro que buscarías al mejor médico a tu alcance y no pondrías su salud en manos de un improvisado, sin conocimientos básicos, ni experiencia. Sólo confiarías en alguien que te pueda decir; qué tiene tu mamá, cuáles son las causas, que se debe hacer y demuestre que tiene experiencia en operar y tratar ese mal y sólo se la confiarías, si encuentras que lo que te dice es razonable, incluso contrastando con otros médicos. 

En cambio, hoy, para nuestra Patria, después de una segunda vuelta electoral, el candidato que demanda su más pronta proclamación, no tiene ninguna formación, más allá de la de un profesor primario y dirigente sindical muy limitado. No es capaz de compartir hasta el día de hoy, cuál es su visión de país, ni capaz de definir una línea política.

  • Quiere atraer la inversión internacional, pero quiere eliminar la igualdad de trato entre el capital nacional y extranjero, lo que sabemos fue fundamental para atraerlo desde los 90´s.  
  • Quiere eliminar los Tratados de Libre Comercio (TLC), sin medir sus consecuencias.
  • Habla de planteamientos de tributación agresiva, pero no los comparte abiertamente.
  • Da una serie de mensajes que destruyen la confianza, al decir unos días, que se aplicará el “ideario de Perú Libre” (expropiaciones, prohibición de importaciones, control de cambios, etc.), pero descartándolo en otros discursos.
  • Distanciando a Cerrón en algunas entrevistas, cuando es evidente que el dueño y jefe del partido, es Cerrón.
  • Ofreciendo públicamente disolver el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y eliminar la independencia del BCRP en la mañana, pero pidiendo más tarde, la continuidad de Julio Velarde en la presidencia del BCRP, como si pudiera engañar al mundo con estos mensajes cambiantes.

Anunciar una Asamblea Constituyente para cambiar completamente la constitución, recurriendo a procedimientos de convocatoria que no aceptan una representación democráticamente elegida (un ciudadano, un voto), sino buscando una representación controladora no democrática (60% de representantes de comunidades, sindicatos, entre otros) y 40% de ciudadanos democráticamente elegidos en elecciones abiertas, es un mensaje que destruye cualquier nivel de confianza. Que algún vocero oficioso salga después a decir que el cambio de constitución no es indispensable, no garantiza nada, pues paralelamente sale otro tan advenedizo como el primero, a decir todo lo contrario.

Ciertamente, nunca se ha visto en el Perú un ambiente político tan precario y un nivel de incertidumbre tan grande.

La experiencia enseña, que ¡es mejor tomar una mala decisión que vivir en una permanente indecisión! Y esto es lo que tenemos en el Perú de estos días.

¿Cómo se llegó a este punto? “Agudizando las contradicciones” y eso es lo que está haciendo la izquierda radical, con la cómplice aceptación de muchos tontos útiles.

En estas circunstancias, debemos transparentar el proceso y definir el resultado de las elecciones con una pronta auditoría de la OEA, y, si resulta cierto que la mayoría quiere destruir nuestro país, que asuman las consecuencias. Lampadia