1

¿Mantendrá el brillo Latam?

¿Mantendrá el brillo Latam?

América Latina aún es una de las regiones más dinámicas del mundo, aunque su crecimiento se desaceleró ligeramente en el 2012. Muchas economías de la región están operando cerca de su nivel potencial, tienen inflación baja y reportan niveles de desempleo históricamente bajos.

A corto plazo, la mayor parte de la región, incluyendo el Perú, se seguirá beneficiando por condiciones de financiamiento externo favorables y precios relativamente altos de las materias primas. En el caso del Perú esperamos que el crecimiento se mantenga en alrededor de 6% en el 2013, apoyado por una vigorosa demanda interna.

Sin embargo, hasta el oro puede perder brillo. Las condiciones externas favorables no perdurarán para siempre. Los precios de las materias primas podrían disminuir en los próximos años, mientras que las tasas de interés globales aumentarán a medida que la situación de las economías avanzadas mejore.
 

DESAFÍOS CON MIRAS AL FUTURO

Los ingresos extraordinarios derivados de los elevados precios de las materias primas durante la última década han alcanzado niveles sin precedentes en América Latina. Estos ingresos extraordinarios alcanzaron en promedio el 15% del valor de la producción anual (8,5% en el caso del Perú), lo que significó un incremento acumulado de ingresos extraordinarios de alrededor de 90% del valor de la producción anual (véase el gráfico 2). En este contexto, sería prudente fortalecer el ahorro fiscal en la región, de tal modo que las economías estén en una posición más sólida cuando los “vientos a favor” dejen de soplar. El mayor ahorro público también ayudará a aliviar las presiones sobre la demanda agregada y contribuirá a reducir el déficit de la cuenta corriente externa.

Las condiciones monetarias laxas en las economías avanzadas y los fundamentos económicos sólidos en la región han impulsado una cuantiosa entrada de capitales privados. Un desafío clave para la política económica de toda la región es evitar que estos flujos generen excesos y vulnerabilidades financieras. El crédito bancario continúa creciendo a un ritmo relativamente rápido, y los precios de los activos han aumentado de manera significativa (incluyendo los precios de la vivienda de las principales zonas metropolitanas). En estas condiciones, sería recomendable mantener una política fiscal sólida, seguir utilizando la flexibilidad del tipo de cambio para desalentar una afluencia de capitales especulativos, y aplicar medidas macro prudenciales para reducir riesgos en el sistema financiero.

 

Con las economías operando cerca del potencial y las tasas de desempleo bajas, el crecimiento en el futuro dependerá cada vez más del aumento de la productividad. Mejorar la productividad no será una tarea fácil y los gobiernos deberán adoptar medidas que se acomoden a las circunstancias específicas de cada país. En el caso del Perú, se podrían considerar políticas orientadas a incrementar la inversión en infraestructura y capital humano, modernizar los marcos jurídicos y promover mercados de productos y de trabajo más eficientes y competitivos.

 

En resumen, el desafío para la mayor parte de América Latina, incluyendo el Perú, es aprovechar las condiciones externas favorables para consolidar los avances logrados en la última década y sentar las bases de un crecimiento sostenido. Para ello, será necesario mantener una política fiscal sólida, gestionar de manera prudente los flujos de capital para evitar excesos financieros y avanzar en la aplicación de reformas estructurales orientadas a incrementar la productividad y el crecimiento potencial.

(Por Alejandro Santos, jefe de Misión del FMI para Perú, y Alejandro Werner, director del  Departamento del Hemisferio Occidental FMI – Publicado por El Comercio, 26 de mayo, 2013)




Se consolida el comercio exterior de los peruanos

Se consolida el comercio exterior de los peruanos

Con la entrada en vigor del acuerdo comercial con la UE, a partir de febrero del próximo año, el 95% de nuestro comercio exterior estará respaldado por acuerdos comerciales que permitirán que los peruanos vendamos nuestros productos a los consumidores de los países más ricos del mundo. Los productores peruanos tendrán ahora un mercado de 2.500 millones de clientes en el planeta.

Por primera vez en su historia, el Perú estará plenamente integrado al mundo. Antes nos alejaba la geografía, luego las malas políticas públicas.  Ahora hemos superado esos problemas y tenemos en los acuerdos comerciales la herramienta fundamental de integración, pero, sobre todo, un instrumento para capitalizar a los productores pobres en su relación con los mercados más ricos.

Nuestros productos ingresan hoy libres o casi libres de aranceles a los mercados de Estados Unidos, China, Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Canadá, Singapur, Tailandia, Chile, México, Panamá, y con los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein). Faltaría sellar acuerdos comerciales con la India, Rusia y Australia y otros para completar nuestra vinculación global.

No olvidemos que cuando se puso en debate el primer TLC – con Estados Unidos, en 2004 -, el establishment político hizo una fuerte oposición, no obstante que el 75% de los ciudadanos aprobaba dicho acuerdo. A la fecha hemos superado tremendos obstáculos en este proceso tan importante.
      
Hoy ya no quedan dudas, hay un consenso nacional en favor de la integración comercial, las cifras hablan por sí solas: en 1990, cuando los aranceles peruanos eran del orden del 66%, sin mencionar las prohibiciones de importaciones, nuestras exportaciones eran US$3,200 millones. Hoy que los aranceles están en un promedio efectivo de 1.5%, nuestras exportaciones totales superan los US$ 45,000 millones. Solo las no tradicionales triplican las exportaciones totales de 1990 y hoy superan los diez mil millones de dólares después de haber crecido 222% en la última década.

En 1990 el comercio exterior representaba el 20.8% del PBI. Hoy representa más del 47% del PBI, importante crecimiento, pero lejos aún de los niveles de integración de los países más desarrollados.

 

Los éxitos de nuestra economía no se podrían entender sin la apertura comercial. Ahora necesitamos avanzar hacia los beneficios de la inversión directa que los acuerdos comerciales permiten, al generar oportunidades para establecer plataformas industriales – exportadoras desde el Perú hacia la región y el mundo.

La oposición al primer TLC argumentaba, entre otras maldiciones, una supuesta amenaza de desindustrialización del país. Sin embargo es necesario recordar que, en 1990, con una economía protegida, el sector manufacturero contribuía con unos US$3,000 millones  al PBI, hoy aporta US$ 30 mil millones, representando 16.5% del PBI, y siendo ahora una industria más integrada al resto de la economía peruana, exportadora y competitiva a nivel global.

TLC con Europa

El Acuerdo Comercial con Europa permitirá que el 18% de nuestras exportaciones a ese continente estén respaldadas por dicho tratado. Los productores peruanos tendrán un mercado de 500 millones de consumidores con un PBI per cápita de US$ 34 mil dólares, en el que podremos colocar libres de aranceles el 100% de nuestras manufacturas y el 90% de nuestros productos agropecuarios.
        
La negociación del Acuerdo Comercial comenzó en bloque con los cuatro países de la Comunidad Andina (CAN), luego se retiraron Ecuador y Bolivia por razones políticas e ideológicas. El Perú y Colombia, tras arduas negociaciones, lograron abrir la puerta para negociar un tratado solo para los dos países. La consecución del Acuerdo con la Unión Europea es un gran éxito de la política comercial peruana que merece ser debidamente aquilatada y resaltada.

“El 95% de nuestros comercio exterior está respaldado por acuerdos comerciales”

“Con una economía cerrada exportábamos US$ 3,200 millones; con una economía abierta más de US$ 45,000 millones”