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Luis Agois Banchero: “En el Perú ningún medio controla la libertad de expresión ni a la opinión pública”

Luis Agois Banchero: “En el Perú ningún medio controla la libertad de expresión ni a la opinión pública”

En cualquier análisis de competencia se tiene que incluir todos los componentes de la oferta y de la demanda, según sea el caso. En cuanto a los medios de comunicación en el Perú, no se puede hablar de concentración sin incluir la oferta de los medios escritos, radiales, televisivos y las redes sociales. En la siguiente entrevista Luis Agois Banquero indica que “no existe control de la libertad de expresión ni de la opinión pública en el Perú”. Y explica que su alianza con El Comercio ha sido un acto de defensa ante la maniobra hostil del Grupo La República. (Lampadia)

La estructura empresarial de EPENSA se ha fortalecido con la asociación de los grupos Agois Banchero y El Comercio. Es una fusión empresarial que ha sido criticada de forma interesada por el Grupo La República, que trató de adquirir una porción mayoritaria de las acciones de EPENSA. Para aclarar los comentarios que acusan a la operación de generar un monopolio de la información, el presidente ejecutivo de EPENSA, Luis Agois Banchero, realiza una radiografía de los pasos seguidos para configurar la nueva EPENSA que tendrá dos áreas de negocios: contenidos, manejada por la familia Agois Banchero; e industrial y comercial, por el Grupo El Comercio.

¿Qué motivó la decisión de asociarse con el Grupo El Comercio para el manejo de EPENSA?

La señora Marcia Mindreau, esposa de nuestro padre, decidió vender su participación minoritaria en la compañía (20%), pero junto con su decisión presentó una oferta de venta por el 34 por ciento restante, propiedad de nuestro padre, al amparo de un poder. En su oferta por el 54% de la compañía nos otorgaba el derecho de preferencia previsto en la ley por treinta días para ejercerlo por 17.2 millones de dólares. De no hacerlo en ese plazo, esa participación mayoritaria sería transferida al Grupo La República de manera inmediata. La familia Agois Banchero consideró esa oferta hostil, por las características que la rodearon, y decidió ejercer el derecho de preferencia y adquirir el 54% ofrecido.

¿A qué se refiere cuando habla de oferta hostil?

Mi madre y mis hermanos que teníamos el 46% consideramos que era una oferta hostil dado que no hubo ningún acuerdo previo con el Grupo La República para tratar una posible alianza. Si hubiera habido, lo lógico es que este acuerdo debía haber sido firmado por los accionistas de ambos grupos, sobre todo considerando las distancias entre ambas líneas editoriales.

Ante el corto plazo para conseguir los fondos y negociar acuerdos vimos varias alternativas. Luego de varias reuniones decidimos aceptar la propuesta de El Comercio porque garantizaba para los Agois Banchero la continuidad del manejo de la línea editorial.

¿Dónde entra el Grupo El Comercio?

Una vez que el Grupo Agois Banchero se hizo del 100 por ciento de las acciones de EPENSA formalizó una sociedad con el Grupo El Comercio en una operación absolutamente transparente que esencialmente consta de dos aspectos fundamentales: La creación de una empresa de contenidos periodísticos, que tendrá a su cargo toda la producción periodística y línea editorial de las publicaciones de EPENSA, 100% propiedad del Grupo Agois Banchero. Esta es la única responsable de generar, editar y publicar contenidos en los medios que manejamos. Por otro lado, se contempla la asociación en participación de ambos grupos en la parte industrial y comercial de la compañía.

Esta fórmula de separar la generación de contenidos de la parte de distribución y comercialización es muy habitual en otros países y de hecho se está convirtiendo en tendencia, ya que permite a las empresas periodísticas estar mejor preparadas para la era digital, sin tener tanto peso de activos que no son lo fundamental de su negocio.

¿La línea editorial de los diarios de EPENSA no será regida entonces por El Comercio?

En absoluto. Tenemos total independencia en los contenidos.

Gustavo Mohme afirma que conversó con los accionistas de EPENSA para plantear una asociación y que luego solo obtuvo silencio.

Hace meses el señor Mohme se acercó a los accionistas de EPENSA a sugerir una asociación. Se le dijo que no. Luego, él optó por convencer a un accionista minoritario y formular una oferta que consideramos hostil por las características poco transparentes que la rodearon.

El Grupo La República invoca ahora el peligro de la concentración en pocas manos de los medios de comunicación en el país. ¿Qué diría ante esto?

He visto con sorpresa una publicación en La República donde tendenciosamente se quiere hacer creer que el mercado de diarios es patrimonio exclusivo de los grupos El Comercio, EPENSA y La República.

En Lima existen 28 diarios. Probablemente Lima sea la ciudad que más diarios tiene en el mundo. En cada ciudad del interior compiten además diarios locales que son los que tienen supremacía sobre los diarios limeños. Mohme como empresario periodístico sabe que esto es así. Intentar demostrar lo contrario me parece una manipulación impresentable. En un mercado tan diverso no existe posibilidad de monopolio.

Invoca también el peligro sobre la libertad de prensa que originaría la concentración a la que alude.

Hoy en el Perú ningún medio de comunicación controla la libertad de expresión ni a la opinión pública. En primer lugar, hay una gran cantidad de medios y acceso irrestricto a ellos: Existen 7 canales de señal de televisión abierta nacional y varios canales de señal abierta en provincias, 1100 estaciones de radio, 8 canales de noticias en cable, 28 diarios en Lima y 48 en provincias y una infinidad de páginas de información web en adición a las redes sociales como Twitter y Facebook e infinidad de oferta informativa digital.

Gustavo Mohme sabe perfectamente la realidad de los medios en el país. Me parece que su posición ahora se explica por la desazón que debe tener de que su oferta hostil no haya tenido éxito.

¿Qué le diría a los lectores de los diarios de EPENSA?

A los millones de lectores de Correo, Ojo, El Bocón y Ajá que no habrá un milímetro de variación en nuestra línea editorial. El equipo periodístico que hace estos diarios seguirá siendo el mismo. En los contenidos periodísticos no hay asociación sino en las otras ramas del negocio que potenciarán el alcance de nuestros títulos.




Stalinismo en Cajamarca

Stalinismo en Cajamarca

La libertad está secuestrada en Cajamarca. Los ciudadanos en general y los medios de comunicación en particular, están prohibidos de opinar a favor de la inversión privada, y específicamente del proyecto Conga, bajo amenaza de ser declarados “traidores”, “vendidos”, “amarillos”, etc., calificativos condenatorios que anuncian ataques de turbas contra sus casas, humillaciones públicas, agresiones físicas directas, secuestros, y todas las tropelías inimaginables. Es como si el dictador y genocida ruso José Stalin y sus cadres hubiesen impuesto su cruel régimen en esa región.

En la Rusia de Stalin nadie podía opinar en voz alta en contra del tirano. En la Cajamarca de hoy, nadie puede hacerlo en contra de Gregorio Santos, Wilfredo Saavedra, Idelso Hernández, Eddie Benavides o Miltón Sánchez. Stalin eliminó a unos 40 millones de opositores tras someterlos a seudo tribunales de “justicia popular”. Los extremistas cajamarquinos no tienen el poder para eliminar a sus críticos, pero igual montan remedos de “juicios populares” en los que luego de declararlos “traidores” les lanzan las turbas para  silenciarlos mediante el terror.

El ejemplo más ilustrativo de lo que pasa en Cajamarca es la agresión sistemática que soportan los periodistas de Celendín. Mediante el amedrentamiento a los hombres de prensa, los ultras han impuesto la censura emulando a su ídolo Stalin. Antes del 29 de noviembre del 2011, día de la primera revuelta contra Conga, en las cinco emisoras radiales y en el único canal de televisión por cable que hay en Celendín habían al menos nueve programas periodísticos que opinaban libremente. Durante las manifestaciones solo quedó  Radio Celendín con autorización para injuriar, increpar y mentir en contra de Conga. Los demás están amordazados.

El periodista Eder Alcántara, conductor del programa Libre Expresión, fue secuestrado por un grupo de anti mineros que lo llevaron a empellones al local de las Rondas, donde lo humillaron, y después de obligarlo a hacer ejercicios físicos, le hicieron firmar un papel en el que lo “comprometieron” a dejar de hacer comentarios en contra de Gregorio Santos y de los grupos contrarios a Conga.

El periodista y profesor Elí Guerrero Vílchez, de Radio Éxito, fue agredido por una turba que lo sacó a la fuerza del colegio secundario donde enseña, lo increparon delante de sus alumnos, y después lo obligaron  a marchar por las calles junto a los manifestantes  portando  pancartas con la consigna “Conga es inviable”. Todo porque se atrevió a entrevistar a un representante de Yanacocha.

A Jesús Chávez Pereyra, reportero camarógrafo de Canal 33 de Celendín, también le pegaron y lo acusaron de “traidor” y “amarillo” por haber filmado una marcha de anti mineros. Los agresores le quitaron su cámara y la dañaron.

El primer espacio independiente silenciado fue La Voz del Pueblo. En diciembre del 2011, los conductores y los dueños de las radios donde se difundía este programa en simultaneo, fueron amenazados de muerte de manera sistemática, primero mediante llamadas telefónicas anónimas, luego mediante pasquines que eran tirados debajo de las puertas.  Por ello decidieron cerrar el programa después de que una turba atacó a pedradas el local de la emisora, pintó sus paredes con consignas extremistas y amenazó con azotar en la plaza principal a los propietarios y periodistas.

 

La represión extremista es tan violenta que el año pasado fueron cerrados, además de La Voz del Pueblo, los programas Libre Expresión de Radio El Edén, Prensa Veraz de radio Antena Uno, La Voz de Celendín de radio Frecuencia VH, Onda Informativo de Radio Éxito, Caliente Noticias de Radio Caliente, y Visión Informativa de Canal 33. Algunas radios y el canal de TV se vieron obligadas a cerrar  por las amenazas y agresiones que sufrieron ante la indolencia de las autoridades.

Durante las marchas y en el momento más álgido de las protestas, los anti mineros coparon Radio Celendín con los programas Horas de Lucha, Antorcha Magisterial (financiado por la Derrama Magisterial que controla el sindicato marxista  de la educación pública, el Sutep) y Celendín Despierta. El primero sale todos los días y los otros dos los fines de semana. Los tres tienen en común que propalan mentiras increíbles. He aquí algunas: “Las ovejas tienen menos lana porque toman agua envenenada”, “en Porcón no hay un bosque, las fotos que nos muestran son de Suiza”, “las truchas se están muriendo por el mercurio, están trayendo truchas de otro lugar para que crean que hay”, “los policías y soldados corrompen a la juventud”, “luchemos hoy por el agua sino quieres beber tus lágrimas mañana”, “Conga traerá la destrucción total de Celendín”.

Los principales “comentaristas” de esos programas son los cabecillas radicales Miltón Sánchez Cubas (que estaría financiado por Marco Arana), presidente de la Plataforma Interinstitucional Celendín (PIC), Ramón Abanto Bernal, secretario general del Sutep Celendín; el profesor Ramón Ponce, presidente de las Rondas Campesinas (sin vivir en el campo) y el cura rojo Antonio Sáenz Blanco, quien hace propaganda a favor de “la revolución”, entre otros. Todos ellos vendrían a representar la avanzada estalinista de Celendín que impone su voluntad mediante el miedo y la violencia.

Entre octubre y noviembre  del año pasado han vuelto al aire la mayoría de los espacios periodísticos radiales de Celendín, pero por razones obvias ninguno toca el tema Conga, tampoco critican a los radicales. La atmósfera de Celendín sigue cargada de miedo.

Cuando el año pasado los radicales cortaron el abastecimiento de agua en Celendín, ningún medio nacional, excepto La Hora N, lo reportó, pues sus corresponsales también estaban amedrentados. Por su lado el gobierno tampoco llenó el vacío informativo sobre la verdadera situación de Cajamarca, Bambamarca y Celendín.

Los periodistas que al comienzo mostraron una conducta independiente y con opinión favorable a la inversión son abandonados a su suerte, nadie los defiende, por lo que optaron por salir del aire y retirarse de la ciudad, pues sus vidas y las de sus familias corren serio peligro.

Con todo esto, ¿cómo es posible que el gobierno siga engriendo a Gregorio Santos y permitiendo que Wilfredo Saavedra haga su gira levantisca?