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Medias verdades y grandes mentiras

Medias verdades y grandes mentiras

La izquierda tradicional ha comenzado a disparar artillería pesada en contra del portal Lampadia por defender la participación del Perú en la Alianza del Pacífico -que reúne a México, Chile, Colombia y Perú, un bloque comercial que agrupa a las economías más abiertas de América Latina y que comercian con los mercados más grandes del mundo. En la medida que hemos sostenido que Unasur, el Mercosur y el Celac son, sobre todo, bloques políticos y no comerciales, La otra mirada acaba de publicar El círculo de la locura, un artículo en que se nos acusa de todo y se usan medias verdades para construir grandes mentiras.

Para despejar las dudas, volvemos a reproducir las declaraciones del Vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Lineras (ver artículo ¿Leninismo detrás del Alba, Mercosur y Celac?).

“…(a)hora estoy en mi etapa leninista” dijo con ironía, antes de afirmar que “el curso general de la Revolución ha confirmado de una manera admirable, una de las tesis de Marx: cuando la Revolución avanza, obliga al enemigo a recurrir a métodos de defensa cada vez más extrema. El ALBA, la Unasur, la CELAC son parte del proceso revolucionario de esta etapa, son alternativas distintas que surgen de la diversidad. Pero esta autonomía que generan frente a EE.UU.,desencadena una contraofensiva del Imperio. En el actual momento, la punta de lanza de esta reacción, se llama Alianza del Pacífico. Se han alineado allí los gobiernos más conservadores del continente, comandados por EEUU, quien los reúne y articula, fijando una estrategia de contrainsurgencia continental, no para acabar con guerrillas sino para avanzar sobre Estados y gobiernos”. http://alainet.org/active/65228

Tal como dice el refrán popular, “a confesión de parte, relevo de prueba”. Más claro no canta el gallo. Pocos imaginaron tal extremo de politización e ideologización.

En La Otra mirada se pretende desmerecer el libre comercio sosteniendo que los países que integran la Alianza del Pacífico y los del Mercosur crecieron a la misma velocidad impulsados “por el súper ciclo de las materias primas”. Es verdad que el Mercosur creció en promedio, entre el 2002 y el 2012, 4.2% en términos reales, mientras que la Alianza del Pacífico tuvo un promedio de 3% (Colombia 4.5%, Chile 4.5%, México 2.3% y Perú 6.4%), según cifras del FMI. La otra mirada señala 5.3% y 4.61%, respectivamente (sin citar ninguna fuente referencial).

Aquí estamos frente a una verdad a medias si no se explica que, entre tanto, los integrantes del Mercosur han deteriorado gravemente sus economías: su crecimiento ha colapsado, la deuda pública de Brasil representa el 68.5% de su PBI y la de Argentina el 45%, mientras que los países de la Alianza del Pacífico, en promedio, solo llegan a 26.8%. En cuanto a inflación, Brasil ha volado en sus proyecciones con 7% en el primer semestre, Argentina sobrepasa el 25%, en tanto que el promedio de los países de la alianza es de 3.5%. En cuanto a  déficit público, Brasil tiene 2.8% de su PBI, Argentina 4.9%, mientras que el promedio de los miembros de la  Alianza del Pacífico es de solo un 0.2% del PBI. Es decir, una cosa es crecer en salud y otra incapacitando tus fuentes de desarrollo futuro.

Pero la verdad a medias se convierte en una gran mentira cuando se olvida el frenazo de las economías del Mercosur del 2012: Brasil 0.9%, Argentina 1.9% frente al 5.6% de Chile, 6.3% de Perú, 4% de Colombia y 3.9% de México. Es decir, disminuyen los precios de los commodities y las economías del Mercosur se desploman. ¿Acaso no se trata de la “maldición de los recursos naturales” que tanto pregona la izquierda? ¿No es evidente, pues, que el proteccionismo ha impedido una mayor diversificación de la economía en Brasil y Argentina? ¿Por qué se ignora los resultados del 2012 y las proyecciones para estos países en el 2013 y el 2014?

Otra perla del artículo que analizamos. Se argumenta que la deuda pública durante el gobierno de Menen llegó a representar el 168% del PBI en tanto que ahora solo ha llegado a 45%. El cinismo convertido en argumento. ¿Cómo se ha llegado a ese monto de deuda pública en Argentina que es enorme en sí? ¿Honrando los compromisos? De ninguna manera. El gobierno se robó los ahorros privados de los pensionistas, les hizo el “perro muerto” a los acreedores externos, dejando de pagar, a la mala, y se apropió de la renta agraria mediante impuestos leoninos. El tema de la deuda argentina es tan grave, que en octubre del 2012 fue detenido el buque escuela Fragata Libertad por un pedido de embargo de US$ 370 millones y estuvo estacionado casi dos meses. Asimismo, en marzo pasado, Cristina Fernández, en vuelo a Roma, para el saludo al Papa, tuvo que dejar el avión presidencial en Marruecos y tomar un vuelo comercial hasta Roma, para evitar otro embargo. Así cualquiera, más bien el 45% de PBI en deuda es una barbaridad con tanto robo.

¡Pretender comparar el crecimiento de Perú con el de Argentina es un crimen! El crecimiento gaucho se explica por un preocupante aumento de su gasto público que representa el 44.6% del PBI en el 2012, frente al 30.9% del 2006. En tanto, sus reservas internacionales netas, desde el 2010, han caído en US$ 15,895 millones y hoy solo representan el 8% de su PBI. Perú tiene un gasto de 19.6% del PBI y un creciente nivel de reservas que llega al 34% del PBI, el doble que Argentina en cifras absolutas.

La otra mirada también quiere defender la producción de trigo en Argentina, en Lampadia preferimos adjuntar la información oficial de AAPROTRIGO (Asociación Argentina Protrigo) que muestra la caída de la producción de trigo, tanto en toneladas, cómo en hectáreas.

La manipulación de las cifras en Argentina es tan escandalosa que mientras el gobierno señala que la pobreza sólo representa el 5.4% de la población y la indigencia el 1.5%, los analistas independientes la calculan en 24.5% (2012) y el nivel de indigencia en 4.9% (ver artículo del diario El País, La estadística oculta las cifras reales de pobreza en Argentina). La manipulación es tan vulgar, que en febrero del 2012, The Economist anunció que suprimía su seguimiento de la economía argentina, pues las cifras oficiales no servían.

Como se aprecia, las diferencias entre las economías de los países del Mercosur y los de la Alianza del Pacífico son absolutamente favorables a los países que promueven el libre-comercio. Estas son las diferencias entre economías sanas y, otras enfermas, sin embargo parece que para apreciarlas diferencias se requiere una mejor mirada.




“En política no hay que preocuparse del populismo sino del continuismo”

“En política no hay que preocuparse del populismo sino del continuismo”

Es considerado uno de los intelectuales más influyentes del mundo. Politólogo, Moisés Naim estuvo de paso por Lima y analizó los centros de poder y los peligros del continuismo en América Latina. Cree en el control de las redes y asegura que tarde o temprano el poder corrompe. Le duele la poca solidaridad con Venezuela, su país natal. La entrevista fue realizada por la periodista Milagros Leiva Gálvez.

Ha escrito “El fin del poder”, un libro en el que explica cómo el poder se ha hecho cada vez más difícil de ejercer y más fácil de perder. Escritor, analista, editor. Tiene una columna en el diario “El País” y es considerado uno de los intelectuales más influyentes del mundo. Tiene un programa de televisión que se puede ver en América Latina: “Efecto Naim”. Llegó a Lima para dictar una charla sobre el poder empresarial y político en el aniversario del grupo Graña y Montero. Lo encontré en el hotel Westin, absolutamente relajado, sintiéndose un académico disciplinado y trabajador más que un conferencista poderoso. Aquí su pensamiento.

Imagino que después de estudiar a los políticos y sus relaciones tormentosas ya tiene claro para qué sirve el poder.

El poder es y siempre ha sido muy dependiente de quien lo tenga. El poder lo puede tener un benevolente que trasforma el mundo… hoy mismo estamos pensando que Mandela puede estar en sus últimos momentos, pero también lo puede tener Adolfo Hitler. El poder es simplemente un instrumento y como todo instrumento depende de quién lo use.

Usted dice en sus análisis político que hoy es más difícil mantener el poder, pero Cuba no le da la razón, tampoco Venezuela, menos se la da Correa y Morales que quieren perpetuarse…

Lo que yo digo es que el poder sigue existiendo y que hay centros de poder muy importantes como los que tú me has mencionado. Pero también mantengo con una multitud de datos que el poder es más fácil de obtener, más difícil de retener y por lo tanto más efímero. No puedes argumentar que el régimen de Cuba es más poderoso que antes, depende de un subsidio que viene de Venezuela y a su vez hoy nadie podría argumentar que el Gobierno de Venezuela es más fuerte que cuando Chávez estaba en su apogeo. El Gobierno de Brasil no es más fuerte del que era hace 10 años cuando Lula estaba en su apogeo. Tampoco puedes argumentar que el Gobierno Chino tiene más poder que antes.

¿Y qué pasa con China, es o no es el centro actual del poder?

De ninguna manera. Hay que salir del ascensor.

¿Qué es el ascensor?

Ver el mundo pendiente de quién sube y quién baja, quién está arriba y quién abajo, cuál es el más poderoso, cuál el segundo, cuál el tercero, cuál es la empresa, cuál el político, cuál el líder religioso, eso por supuesto forma parte del instinto humano que siempre está muy interesado en ver quién llega primero. Pero mi punto es que mucho más importante que decir si China es o no es el poder más importante es entender que quien tiene más poder ahora tiene más restricciones para usarlo.

¿Cuáles son esas restricciones? ¿El control social a través de las redes, por ejemplo?

La manera más fácil para decirlo es pedirle a tus lectores que se imaginen a Gulliver y los liliputienses. No solo estoy hablando del gobierno, estoy hablando de los grandes ejércitos, de las grandes religiones, de las grandes empresas. Hoy las empresas son más ricas pero menos poderosas. Un gran empresario puede tener mucho más dinero pero hace menos con ese dinero en términos de control. Piensa en las grandes empresas que están limitadas por otras empresas.

Estoy pensando en las grandes mineras, que no han podido llevar a cabo grandes proyectos por falta de licencia social.

Y no es solo el Perú… Lo que quiero enfatizar es que pasa en todo el mundo y en todos los sectores. No solo pasa en el gobierno, no solo pasa en el sector privado, donde hay una actividad humana organizada vas a encontrar que quienes la dirigen tienen más restricciones.

¿Los gobernantes actuales han entendido este mensaje?

Cuando hablas con ellos sí, cuando los ves actuando, no.

¿Qué de la demagogia y clientelismo político para tener popularidad? Conoce bien el modelo brasileño y el venezolano. ¿Qué piensa de los programas asistencialistas que dan poder y popularidad al gobernante?

Pienso que estos programas son muy positivos, son la razón por la cual América Latina ha tenido avances importantes en la lucha contra la pobreza. Estoy hablando de programas que se llaman de transferencia condicionada, es decir que se le entrega un subsidio a una madre, a cambio de que esa madre garantice que sus hijos estén en la escuela, que estén vacunados, etc. Esos programas en México, en Brasil, en otras partes han tenido un impacto social como no hubo antes en América Latina.

Pero en algunos casos ha sido utilizado por gobernantes para obtener apoyo político, para ganar voluntades, simpatías.

Cuando tienes un político que transforma una iniciativa social importante en un programa electoral, entonces estás en presencia de alguien que está distorsionando el objetivo. Hay países en los que ha sido hecho de una manera desfachatada, corrupta y tramposa con el único afán de perpetuarse.

Mire lo que pasa con Brasil, al final el modelo no era sostenible.

Brasil es admirable pero demostró no ser sostenible. También creo que los latinoamericanos no se deben preocupar tanto por el populismo, se tienen que preocupar por el continuismo. Es mucho más amenazante para el futuro de América Latina el continuismo del poder que el populismo de los presidentes. Un presidente populista, si no tiene garantizada la continuidad, lo botan. Pero si un presidente es populista pero además hace todo tipo de trucos, trampas para quedarse, te fregaste. Vas a tener populismo por mucho tiempo. Verbigracia Correa, verbigracia Kirchner, verbigracia Venezuela. Yo hubiera pagado lo que fuese en Venezuela por no tener continuismo, por no tener esa maldición de que un gobernante se puede ir y volver a reelegir. Eso está minando a América Latina.

¿Tiene sospechas reeleccionistas con Humala?

Yo no soy experto en el Perú y quiero ser muy cuidadoso. Lo que digo es que no se preocupen por el populismo si logran enfrentar y derrotar el continuismo. Inevitablemente los presidentes populistas terminan teniendo situaciones políticas y sociales malas. Si tienes democracia y si tienes un bloqueo al continuismo, los van a sacar.

¿Qué hacer con los corruptos?

La respuesta es muy sencilla: dejar la obsesión por la búsqueda del hombre o líder honesto y empezar a buscar instituciones que no permitan la corrupción. En América Latina y en el mundo se ha hecho un daño enorme cuando los pueblos y los votantes hartos, desesperados de la  corrupción, están dispuestos a entregarle el poder a quien quiera que les prometa que no es corrupto y que va a luchar contra la corrupción. Eso llevó al poder en Italia a Silvio Berlusconi y mira cómo terminó. Lo mismo pasó en Rusia, donde eligieron a Vladimir Putin. Lo mismo en Venezuela, hartos de la corrupción eligieron a Hugo Chávez. En cada uno de esos tres casos la corrupción, después de que fueron elegidos, fue muchísimo más grande. Y las consecuencias para el país y para la debilidad del país y para todo tipo de retroceso en esos países se debe a la  desesperación del pueblo por buscar un hombre honesto. No hay que buscar un hombre honesto, hay que tener instituciones que hagan que la discrecionalidad, la impunidad, la opacidad sean difíciles. Busquen las instituciones, no busquen el hombre honesto, porque en el poder el hombre honesto se corrompe.

¿Todos?

Muéstrame uno solo que no. El poder tiende a corromper. El poder absoluto corrompe. “Hay que dejar la obsesión por el hombre honesto, no existe”

¿No ha conocido a algún gobernante que usted haya dicho: Este hombre sí es honesto?

Sí, he conocido, absolutamente los hay, existen. Mencioné a Fernando Henrique Cardozo, menciono a Ricardo Lagos…

Henrique Cardozo tuvo críticas y denuncias…

Me acabas de mencionar la manera como se lucha contra la corrupción en América Latina, que es la denuncia y el escándalo en los periódicos que no termina en nada. Lo único que crea es frustración de la gente con respecto a los políticos. Como la corrupción se ha trasformado en una gran preocupación nacional, ¿de qué se trata el debate político? No se trata de quién tiene mejor programa para mejorar la educación, no se trata de quién tiene la mejor política en economía, se trata de quién es menos corrupto. La lucha política es con denuncias mediáticas y después llega a los tribunales y no pasa absolutamente nada. La corrupción es un cáncer que corroe a América Latina y la lucha contra la corrupción no es la búsqueda del líder mesiánico que te promete honestidad. La lucha tiene que ser por instituciones que impidan la corrupción cuando aparezca.

¿Entonces qué debemos buscar en un gobernante? Si la honestidad no es la columna vertebral…

Cuidado, no me caricaturices. No te estoy diciendo que hay que escoger líderes que sean corruptos, estoy diciendo que no les creas a quienes tengan como única credencial: “Yo no voy a robar”.

¿Qué cree usted que debemos buscar en un gobernante?

Yo vería con mucha atención su historia. No lo que me dice que va a hacer sino en la práctica lo que hizo. Cómo es su vida, qué hizo, cuando hubo momentos difíciles cuáles fueron sus decisiones,

cuál es su instinto para rodearse con gente, quién le rodea, quiénes son las personas en quienes confía. En momentos difíciles de su vida, cuando tenía 18 años y tuvo una crisis, cómo se comportó, qué decidió, qué dicen de él personas que eran cercanas a él o a ella cuando él no era importante. El mensaje es: no mires lo que te promete, mira su historia personal y examina con cuidado cómo se comportó cuando hubo momentos muy difíciles en su vida.

“Si quieres llegar lejos, ve acompañado”

Humala dijo en una entrevista a “El País” que su éxito de alguna manera se explica porque no ha hecho invisibles a los pobres y que en cada pueblo que visita se demora como media hora en saludar a la gente, cosa que antes los políticos no hacían y simplemente se subían al estrado. Dice que se pone en el lugar del otro. Siempre. ¿En su caso, cuál ha sido el secreto de su éxito personal? Usted es también un claro ejemplo de cómo una persona puede tener su propia  empresa y su propia marca. De hecho usted es un ‘Factor Naim’, y es considerado uno de los intelectuales más influyentes del mundo.

Pasión por lo que hago. A mí me divierte, yo no tengo otra respuesta, que me levanto temprano porque me encanta hacer lo que hago y porque tengo un interés inagotable y un entusiasmo por lo que hago. Mi trabajo no es un esfuerzo, es un gran placer. Yo no me puedo imaginar viviendo sin hacer lo que hago. El otro balance muy importante es que hoy en día, para ser bueno en lo que haces, necesitas ser obsesivamente atento a los detalles de lo que haces, ser sistemático y riguroso y tiempo lo que haces. Necesitas preparar tu tarea y hacer tu tarea, y hacerlo bien y dedicarle tiempo y etc. Eso es verdad en el mundo de las empresas y en el mundo de la guerra y en todas partes. La obsesión por ser excelente. Pero, cuidado: Hay que ser especializado y ver con mucha atención lo que haces pero no pierdas de vista lo que está pasando. Ten cuidado con descuidar tu visión periférica.

¿Nos está diciendo cuidado con ver en una sola dirección?

Exacto porque pierdes lo que está sucediendo a los lados, hacia arriba, hacia los diagonales. Por allí es que viene la competencia.

¿Cómo no se cansa? Viaja mucho, escribe libros, hace conferencias…

Sí, me canso. Y tengo cosas que me hubiese gustado hacer que no he podido, hay libros que he querido escribir y no he tenido tiempo  de escribir, hay programas de televisión que hubiera querido sacar antes y no han salido. Hay cosas que no salen.

¿Cómo maneja la frustración?

En silencio. No soy gritón ni estridente. No doy patadas a las paredes, ni cabezazos. Mi papá una vez me dijo: Un problema que no tiene solución no es un problema.

¿Qué es?

Una posibilidad para continuar. Si no tiene solución debes seguir caminando. No te pares a hacer el luto por algo que no tiene solución.

¿Qué pasa cuando se equivoca?

Constantemente me pasa. Lo primero es que lo sé instantáneamente porque tengo centenares de seguidores en Twitter, lectores, tengo hijos. No hay mejor antídoto para no creerse muy importante que el tener unos hijos que le hablen con toda libertad. Mis hijos me hablan así… Yo me equivoco, yo lo sé instantáneamente. Yo sé que hay que tener mucho cuidado, que hay que tratar con respeto, que donde estoy puedo no estar mañana y que necesito seguir todo el tiempo haciendo lo que hago lo mejor posible. Lo que creo es que no hay tal cosa como el secreto para lograr el éxito. Quienes buscan la píldora mágica se equivocan. No hay tal cosa.

¿Si resumiera su vida, qué diría?

Que soy un privilegiado. Estoy muy consciente de mis privilegios. Logré lo que tengo porque mucha gente me ayudó. Yo le doy muchísimo crédito al hecho de que en el mundo todos tenemos puertas que se abren y gente que cierra puertas. Yo he tenido mucha suerte de tener siempre cerca a gente que me abrió puertas. Hay un dicho muy interesante que dice: Si quieres ir rápido, ve solo, pero si quieres ir lejos, ve acompañado.

“Los venezolanos estamos tristes por la falta de solidaridad”

¿Cuánto le duele su país en este momento?

Estoy muy preocupado. Lo que pasa en Venezuela no ha sido entendido por el mundo. Hay una tragedia de proporciones mayúsculas y creo que eso tiene consecuencias por todas partes. Lo que sucede en Venezuela los va a afectar a ustedes, a los colombianos y al resto. Los venezolanos estamos absolutamente tristes de ver la falta de solidaridad de América Latina.

¿Lo ha decepcionado la Unasur?

No me ha decepcionado porque no me esperaba mucho. La Unasur es casi una caricatura de lo que debería ser una organización internacional.

¿Qué pensó cuando Ollanta Humala llamó de emergencia a todos los gobernantes y legitimó a Maduro?

Primero me alegré de que hubiera una iniciativa, una preocupación. Recuerden que aquí hay un gran fraude, un gran mito, el mito de la no intervención en los asuntos internos de un país. Brasil ha dicho que ellos no dicen nada de lo que sucede en Venezuela por no intervenir en los asuntos internos. Es el mismo gobierno en el que Lula, siendo presidente, en vísperas de una elección en Venezuela, se apareció a decir que el presidente Chávez era el mejor de los últimos 100 años.

Lula es quien en las elecciones de Maduro grabó una publicidad de video que apareció en todos los canales controlados por el gobierno, diciendo que Maduro era lo mejor que le podía pasar a Venezuela. Están interviniendo todo el tiempo cuando les conviene.

Pero bueno, yo me alegré de que al menos había por parte de la Unasur la intención de ver una elección que claramente tuvo irregularidades. Esa era la buena noticia. La segunda buena noticia es que Maduro le prometió a la Unasur que sí iba a hacer la auditoría de los votos.

Se abrazaron, celebraron su solidaridad democrática y se fueron a sus casas. Se tomaron la foto y entonces se celebró la gran victoria. ¿Qué pasó dos días después? Que la presidenta del Consejo

Nacional Electoral, que simplemente es un apéndice, salió diciendo que las elecciones habían sido perfectas.

Ahora sabemos que hubo más de 300 mil muertos que votaron…

Pasó de todo. ¿Dónde está la Unasur? Hoy tenemos la evidencia de que Nicolás Maduro les mintió. ¿Por qué están callados?

¿Por qué callan los presidentes de América Latina?

Por el petróleo. En el fondo los países no tienen amigos, tienen intereses. Lo que me interesa para mi país es que me sigan regalando petróleo, que cuando yo tenga mi campaña electoral me manden mi maletín lleno de dólares, que me manden asesores políticos. Qué me voy a pelear, qué me importa…

¿Los presidentes son grandes convenidos con Venezuela?

Absolutamente. Pero cuidado, no estoy acusando solamente a los latinoamericanos, también están los rusos, los bielorrusos, los iraníes. Hay pocos gobiernos detestables en el mundo que no están teniendo negocios en Venezuela. Están lucrando muchísimo. El Gobierno de Bielorrusia, que es claramente la última dictadura que existe en Europa, es mejor amigo de Venezuela, también Irán y Cuba. Busquen un dictador y ese dictador tendrá lazos estrechos y de afecto con el Gobierno de Venezuela.

Una de las grandes historias no entendidas es que Cuba tiene un control extraordinario sobre lo que pasa en Venezuela.

Esa es una historia que el día que sepamos los detalles va a escandalizar al mundo y va a sorprender. Eso es una isla en bancarrota política, quebrada económicamente, que sufre una pasión por ideas muertas.

Es una isla que realmente está muy mal. Sin embargo, esta isla, quebrada, debilitada por sus propias políticas, logra el contacto político del país que tiene las reservas petroleras más grandes del mundo sin disparar un tiro. Esa es una historia que algún día habrá que contar. Cómo una isla quebrada controla los más grandes yacimientos de petróleo sin un solo disparo.

¿Cree usted que los gobernantes demócratas de América Latina van a despertar y ser solidarios con Venezuela o cree usted que el petróleo y las dádivas seguirán prevaleciendo?

Vamos a ver lo que sucede, porque el petróleo se le está acabando a Venezuela. La capacidad de regalar petróleo como de regalar dinero no va a ser la que era antes y eso tiene consecuencias. Quizás hace que esas solidaridades automáticas del resto de América Latina empiecen a ser menos automáticas, empiecen a preocuparse más.

Publicado por El Comercio, 11 de agosto del 2013




Anochecen el Alba y sus mentores

Anochecen el Alba y sus mentores

Argentina, Brasil y Venezuela se caracterizan por ser economías que tienen una abrumadora presencia del estado; un excesivo gasto fiscal para sostener las planillas y el asistencialismo social o clientelaje político, y un creciente proteccionismo comercial. Esta orientación de la gestión pública, los ha llevado hoy a tener que asumir las facturas de la inflación, del déficit fiscal y la deuda pública, así como una preocupante reducción de sus reservas internacionales netas. A continuación presentamos un análisis más detallado de la situación de cada país.

La economía argentina atraviesa por un momento muy difícil. Ante la caída de la producción agrícola, las estatizaciones, el control de cambios y la fuga de capitales, para obtener divisas, decretaron el inmoral plan de blanqueo de capitales no declarados. Esto también fracasó en el primer mes de su aplicación pues solo ha logrado captar menos del 1% de los US$ 4,000 millones proyectados. El excesivo gasto fiscal se está reflejando en los crecientes niveles de deuda pública (45% de su PBI) y en el aumento de la inflación de 25% anual, pese a la represión utilizada para controlarlos precios. El pan se ha encarecido en lo que va de año un 50%, más del doble que la inflación extraoficial y cinco veces superior a la oficial. Las reservas internacionales siguen su tendencia decreciente y hoy representan solo el 11% de su PBI. Han tenido que prohibir la exportación de trigo, cuya producción ha caído a niveles de 1899, de 15 millones de toneladas anuales a solo 9.

En los primeros tres meses del 2013, Venezuela apenas creció un 0.7% y, para el segundo trimestre, la mayoría de los economistas sostienen que podría ser igual a cero o incluso negativa, con lo cual ya se estaría hablando de un proceso recesivo con alta inflación. Por su parte, el FMI (Fondo Monetario Internacional) en su reporte de abril 2013 prevé que este año Venezuela crecerá solo 0.1%. Capital Economics asegura que la economía venezolana ya ha entrado en recesión, y pronostica que el PBI se contraerá un 1% este año. La inflación también se ha salido de control, en los últimos doce meses aumentó 39.6% según el mismo BCV (Banco Central de Venezuela) y los analistas prevén que pueda alcanzar el 100% al cierre del año. El tipo de cambio oficial está en 6.3 bolívares por dólar y el paralelo en 33.4 bolívares por dólar y están haciendo devaluaciones escondidas a través de subastas de divisas. La escasez de productos de primera necesidad se ha constituido en un trauma popular.

En Brasil, el Banco Central evalúa elevar nuevamente la tasa de interés de referencia de 8% a 8.5% para frenar el ritmo inflacionario que al cierre de junio alcanzó el 7% anual, superando la meta anual de 6.5% para el 2013. Tal es la preocupación del gobierno de Dilma Rousseff, que se ha visto obligada a congelar otros US$ 4,480 millones en gasto presupuestal para este año, adicionales a los US$ 9,000 millones reducidos en un inicio. Tras dos años de gastos agresivos, la presidenta, intenta convencer a los inversionistas de que gobierno se apegará a estrictas normas fiscales. En cuanto al crecimiento, los analistas del mercado financiero han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía en el 2013, que han situado en un 2.3%, frente al 2.8% que esperaban a inicios de año, informó el Banco Central. Es muy probable que una de las explicaciones más sensatas de los recientes disturbios sociales, se deba al cambio de ritmo, de la samba al blues, que está ya afectando a la economía en su conjunto y a las expectativas sobre el futuro inmediato, muy distantes del hasta hace poco optimismo eufórico de los brasileños.

Sorprende, o tal vez no debiera sorprender, que en el Perú haya todavía gente, como los del “La Otra Mirada” de Salomón Lerner, que nos quieran acercar a una mayor convivencia con los países del Mercosur, el Alba y el politizado Unasur, en vez de apoyar la estrategia peruana de integración comercial con la mayoría de países del globo y en especial con la Alianza del Pacífico.

A fin de ilustrar las diferencias entre los países regimentados por estados avasalladores y las economías libres de la región, como son los países de la Alianza del Pacífico, mostramos a continuación, los mismos indicadores revisados más arriba:

Lo invitamos a descargar la nota completa en PDF: http://www.lampadia.com/archivos/alba23072013.pdf




La mediocre economía brasileña

La mediocre economía brasileña

Hace casi 20 años, en mayo de 1993, Fernando Henrique Cardoso fue nombrado ministro de Finanzas de Brasil. En trece años, era el decimotercero en ocupar el cargo, pues era una cartera que parecía inútil en un país atrapado en la hiperinflación, la deuda y una anacrónica economía estatista. El Plan Real implementado por Cardoso detuvo rápidamente el alza de precios y lo llevó hasta la Presidencia, bajo la cual estableció los fundamentos para un nuevo Brasil: una reforma económica liberal y estabilidad macroeconómica.

El secreto de la política económica de Cardoso era simple: un banco central independiente cuya política monetaria controlaba la inflación, transparencia en las cuenta públicas, una rigurosa meta fiscal que redujo la deuda pública y una actitud mucho más abierta al comercio exterior y la inversión privada.

Este éxito fue reforzado por su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, un antiguo líder sindical de izquierda cuyo gobierno vio a 30 millones de brasileños salir de la pobreza. Sin embargo, durante el segundo gobierno de Lula (2007-10) y especialmente bajo el mandato de su sucesora, Dilma Rousseff, la fórmula detrás del modelo brasileño ha sido lentamente abandonada.

La recesión global de 2008-09 hizo que Lula y Rousseff se desentendiesen de la decadente economía liberal e imitasen el capitalismo de Estado de China. El Ministerio de Finanzas emitió enormes cantidades de cheques para impulsar el crédito que otorgan los bancos estatales, el Gobierno renunció a la reforma del mercado y comenzó a gastar sin remordimiento. Cuando el recalentamiento se convirtió en estagnación (el PBI brasileño apenas creció 0.9% el año pasado), Rousseff presionó públicamente al Banco Central para que recorte las tasas de interés.

Y cuando la inflación se acercó al tope del rango meta (6.5%), dijo que su mayor preocupación era el crecimiento económico. Así que lanzó una desconcertante y cambiante oleada de beneficios tributarios (junto con aumentos en los aranceles) para favorecer a ciertas industrias, pero no equilibró estas medidas con reducciones en el gasto. Asimismo, en lugar de fijar una clara meta fiscal, existen señales preocupantes que remiten a la forma en que Argentina registra sus cuentas públicas.

En consecuencia, los inversionistas se hallan confundidos acerca de las políticas económicas de Brasil. Esta incertidumbre ha contribuido con generar un desempeño mediocre: desde el 2011, el crecimiento ha sido inferior y la inflación superior que en la mayor parte de América Latina.

Afortunadamente, Brasil todavía mantiene algunas fortalezas significativas, incluyendo sus sectores agrícola y energético, más ciencia e innovación de lo que podría pensarse y un mercado doméstico inmenso, aunque no tan efervescente.

Y aunque Rousseff haya cometido muchos errores, estos son pequeños comparados con, digamos, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner. Pero en cualquier caso, la situación en Brasil está tornándose más difícil: el boom del consumo y el crédito ha perdido impulso, la balanza comercial ahora es deficitaria, pues la demanda china por el hierro brasileño se está reduciendo y el inminente final del dinero barato en el Primer Mundo está provocando un resbalón en el real. Aunque esto último ayudará a la manufactura brasileña, empujará la inflación hacia arriba.

Quédese, Sr. Mantega, quédese

Es por ello que son bienvenidos los incipientes signos de un retorno a una política económica más clara, que han sido emitidos en las últimas semanas. Para controlar la inflación, el gobernador del Banco Central, Alexandre Tombini, ha elevado la tasa de interés de referencia (aunque se necesitarán más incrementos para restaurar la credibilidad perdida). Guido Mantega, el ministro de Finanzas, ha señalado que ya no utilizará la política fiscal para estimular la economía y el pasado 4 de junio retiró un impuesto que gravaba los influjos de capitales.

Peso si Brasil busca retornar al camino trazado por el Plan Real, se requieren más cambios. En especial, el equipo económico de Rousseff necesita frenar el gasto y sacar al Estado del negocio del “micromanejo” de las decisiones de inversión.

En diciembre último, cuando The Economist urgió al Gobierno brasileño a dejar de interferir en la economía, pedimos a la presidenta Rousseff que despida a Mantega. Y fue ampliamente difundido en Brasil que dicha impertinencia tuvo el efecto de hacer del ministro de Finanzas “no despedible”. Vamos a intentar un nuevo enfoque: urgimos a la presidenta a aferrarse a Mantega a cualquier costo porque es todo un ganador.

Traducido para Gestión por Antonio Yonz Martínez

Publicado por Gestión, 11 de junio del 2013




Luces y sombras de la visita de Lula al Perú

Luces y sombras de la visita de Lula al Perú

Nota de Redacción: Reproducimos este artículo corrigiendo el dato sobre la reducción de la pobreza extrema en el Perú en nuestro segundo cuadro. Lamentamos el error.

La reciente visita de Luis Ignacio Lula da Silva, ex presidente de Brasil nos deja cosas gratas, pero también algunas interrogantes. Luces y sombras como se suele decir. Sin embargo, en general, la presencia del ex mandatario brasileño  nos permite comparar los resultados del modelo brasileño con el  peruano y, de esa comparación, nos queda la firme convicción que nuestro crecimiento está muy bien encaminado y supera largamente a la experiencia brasileña.

Ahora veamos algunos temas relacionados con la visita del ex Presidente de Brasil al Perú.

1.- Pregunta de Juan de la Puente a Lula, La República, 2 de junio del 2013

Lula da Silva ningun diario o canal de televisión dejo de recibir publicidad por haberme criticado VER AQUI

Impresionante la pregunta de de la Puente: “funciona una integración jalonada por el comercio”.– ¿Qué es integración? ¿Cuál es el rol del comercio? ¿No se entiende algo tan básico y tan vigente para el Perú? – Obviamente la respuesta de Lula fue correcta, precisó que la clave de toda integración pasa por el comercio. Veamos:

¿Funciona una integración jalonada por el comercio?

Tenemos que trazarnos metas en el comercio multilateral. Lo más importante es el potencial de crecimiento y de comercio entre los países sudamericanos, es decir, qué les vende Brasil a sus vecinos y que les compra. Todavía tenemos un comercio muy limitado y pienso que establecer metas para llegar a niveles superiores de comercio es difícil, y no se puede concluir en el mandato de un solo presidente. Por ello debe ser una cuestión de Estado. Recuerdo que cuando asumí la presidencia el comercio de los países del Mercosur era muy limitado, de unos 5 mil millones de dólares; hoy es de 48 mil millones. Con Argentina era 7 mil millones y lo llevamos a 39 mil millones. Con Uruguay era poco más de 200 millones de dólares y hoy día son 2 mil millones de dólares. Cuando la gente comercia, aumentan las posibilidades concretas. Y claro que si no tenemos capacidad de producir no podemos plantearnos metas.

 

2.- Reto de Lula a Alan García sobre crecimiento y redistribución.

Veamos en que consiste el desafío del ex mandatario brasileño:

Las políticas sociales redujeron la pobreza en Brasil y en varios países, entre ellos el Perú, pero se debate el futuro de los programas de transferencia condicionada y la focalización, porque la desigualdad es resistente y porque se universaliza poco los derechos. ¿Estamos tocando el límite?

No, y espero que mi amigo Alan García lea la entrevista porque voy a contar una divergencia que hubo entre nosotros, porque yo pensaba que podríamos empezar a distribuir a través de políticas sociales al mismo tiempo que la economía crecía. Alan creía que primero era necesario que la economía creciera para distribuir. En Brasil, el resultado concreto es este: nosotros logramos sacar a 16 millones de la pobreza extrema y 40 millones de personas ascendieron a la clase media de las clases llamadas D y E, creando alrededor de 20 millones de empleos formales en 10 años. Ese es el resultado de la combinación de políticas públicas que no esperó el crecimiento de la economía sino que fue haciendo las cosas al mismo tiempo.

 

Es nuestro caso también: con Toledo y García se creció y distribuyó, más con el segundo, y en 10 años de democracia bajamos 30 puntos de pobreza. Pero la desigualdad es resistente.

No creo que sea resistente. Si se toman los datos se verá que en mi gobierno los más pobres tuvieron un aumento de ingresos en 68% y el de los ricos 10%, y en 10 años los trabajadores tuvieron aumento general de salarios, un aumento del salario mínimo cada año, es decir, aumentó el poder adquisitivo de la sociedad. No hay agotamiento porque no estamos hablando de una sola política sino de varias políticas que van desde la producción, el salario, hasta el crédito. En Brasil no había crédito y en 10 años hemos expandido el crédito del 25% al 50% del PBI. ¿Dónde radica el milagro? Es que nosotros pusimos a los pobres en el presupuesto nacional.

 

3.- Cifras. Cifras nuestro muy estimado señor Lula da Silva:

Cuando le preguntaron a Lula sobre los logros sociales del modelo brasileño, infló el pecho y retó a Alan García a escuchar las realizaciones del Brasil. En la medida que el modelo peruano no le pertenece a García sino, que se ha desarrollado desde los noventa, pasando por cinco gobiernos sucesivos, los logros de todos los peruanos merecen analizarse, defenderse y resaltarse.

Como puede verse en el cuadro anterior, si comparamos las cifras del Perú con respecto a las mencionadas por Lula para Brasil entre el 2001 y 2011, el Perú ha mejorado con más rapidez en los principales indicadores económicos y sociales. El ex presidente de Brasil, destaca que en su país, 16 millones dejaron la pobreza extrema, lo que representa el 8% de su población, pero en el Perú, el 27% de la población superó la pobreza extrema.

Lula también destaca que en su país 40 millones de personas (o el 21% de la población de su país) dejó la pobreza para pasar a la clase media. En el Perú, el 34% pasó a formar parte de la clase media emergente. Este resultado ha sido destacado en los últimos días por el informe La Clase Media en el Perú: Cuantificación y Evolución Reciente del BID (Banco Interamericano de Desarrollo). La misma historia se repite en lo que respecta a la creación de empleos formales y el crecimento de los ingresos de los más pobres.

En cuanto a los desarrollos económicos y sociales, no se repiten las tradiciones del fútbol, donde generalmente Brasil le ganá al Perú. En este campo, el Perú le saca una enorme ventaja al país más grande de la región.

Señor Lula, y de paso, señor de la Puente, si nos atenemos a los resultados, tenemos que concluir que el mejor redistribuidor es el crecimiento.

4.- FRASES DE LULA

Otra cosa muy interesante de la visita de Lula, son algunas frases que mencionó en presencia del Presidente Humala, de la prensa y del sector empresarial. El ex presidente demostró ser un excelente comunicador. A continuación les presentamos una selección:

“Los empresarios convierten los sueños de los políticos en realidad”.

“Un mandato (político) es un producto perecible”.

“Los pobres ya no son el problema, los pobres ya no son estadística y se convirtieron en  parte de la solución para el crecimiento de nuestros países”.

“Presidente (dirigiéndose a Humala), usted fue muy amigo de (Hugo) Chávez como lo fui yo, y yo siempre le decía: mira Chávez, ya deja de hablar de Simón Bolívar. Está todo bien. Ya no hay integración con la espada, ahora es con bancos de desarrollo, con financiamiento, con tasas de intereses bajas”.

“Usted tiene dos años en su mandato. Eso demuestra que el tiempo urge, principalmente aquí en Perú donde no hay reelección. El mandato es algo muy curioso, es muy corto para quien está en el gobierno pero demora mucho para quien está en la oposición”.

“Al final y al cabo los que ponen en práctica los memorándum que firmamos son los empresarios”.

“No te preocupes por el pasado, (a la alcaldesa Susana Villarán), no te preocupes por la persona a la que has sucedido ni por tus críticos; trabaja, trabaja. Lo que no se hizo hasta ayer, no se hizo en la historia”.

“No vale la pena vivir con odio en el alma, (a la alcaldesa Susana Villarán), porque cuando uno siente odio de alguien no duerme bien, gastamos energía por gusto”.




400,000 millones de dólares después

400,000 millones de dólares después

El Gobierno Venezolano ha anunciado oficialmente la llegada de las cartillas de racionamiento al país. El anuncio supone un éxito definitivo para al menos una de las metas que se planteó explícitamente Hugo Chávez por los albores de su revolución: seguir el camino de Cuba. O, para el caso, el de casi cualquiera de los regímenes que en la historia han buscado hacer imperar la planificación central sobre la economía. Desde la Unión Soviética, que también tenía cartillas, hasta el Chile de Salvador Allende, que tenía que recibir donaciones de papel higiénico desde el exterior.

La noticia también es buena en la medida en que supone sincerar la situación y dejar atrás las otras maneras de combatir la escasez que venía ensayando el régimen chavista. Por ejemplo, declarar que aquello que falta no se necesita. Una socorrida técnica usada esta misma semana por el gobierno de Nicolás Maduro, que, ante la ausencia de vacunas contra la gripe AH1N1, ha aconsejado a la población extremar la higiene en las manos y el uso del jabón antibacterial (si es que, claro, pueden encontrarlo en los supermercados).

Ahora bien, no obstante esta aceptación implícita de su gobierno de que la escasez es algo que ha llegado a Venezuela para quedarse, el señor Maduro continúa aferrándose a la negación en lo que toca a las causas de esta. O, mejor dicho, a las teorías conspirativas. Así, la escasez sería parte de un complot por el que la oposición estaría comprando y escondiendo todos los productos que faltan en los supermercados venezolanos y por el que las empresas opositoras habrían cortado su producción. Es verdad que esta explicación supondría que el método escogido por las empresas boicoteadoras para cumplir su función habría sido el del suicidio, pues dejar de producir supone dejar de vender, pero no son estas sutilezas en las que vaya a enredarse el Gobierno Venezolano.

La realidad, por supuesto, está lejos de la expuesta por el gobierno del señor Maduro –sin prueba alguna, por lo demás (¿o alguien ha encontrado ya esos depósitos donde la oposición estaría llevando todos los pollos y desodorantes de Venezuela?)–. Otra es la verdadera causa por la que los gobiernos que son socialistas a la antigua usanza comienzan en un contexto de desbordado entusiasmo por la redistribución y la justicia social y terminan en medio de (también desbordados) reclamos por papel higiénico.

¿Cuál es esta causa? Una muy sencilla: para que haya producción debe haber inversión. Y, desde luego, es poca la gente que quiere invertir ahí donde no hay manera razonable de predecir lo que resultará de esa inversión (porque, por ejemplo, el Gobierno puede cambiar a su solo arbitrio y en cualquier momento los precios a los que se podrá vender mañana lo que se produce hoy, o porque la descontrolada inflación puede volver en nominal cualquier futuro retorno). Para no hablar, desde luego, de lo que implica que las personas tampoco puedan saber, siquiera, si sus inversiones seguirán siendo reconocidas como suyas por mucho tiempo más (desde 1998 el Gobierno Venezolano ha realizado 1,170 expropiaciones).

Es cierto que los gobiernos como el bolivariano tratan de suplir el problema de la falta de inversión privada con inversión estatal. Es decir, buscando que el Estado sea quien produzca lo que necesita la gente (para eso fueron, después de todo, las 1,170 expropiaciones). Pero luego resulta que el Estado no es un buen productor. De lo contrario, que explique el señor Maduro cómo funciona lo del complot en, por ejemplo, el caso del papel higiénico, cuando el 50% de la producción del mismo en Venezuela proviene de una empresa estatal.

La debacle económica venezolana tendría que servir como una vacuna definitiva contra el populismo para todos los gobiernos de la región. Para enseñar, sobre todo, que riqueza es lo que hay cuando un país tiene un sistema de incentivos que mueve a la gente a invertir todo su trabajo, su creatividad, su empuje y sus ahorros, en producir cada vez más y mejor. Y que lo demás se llama solo desperdicio. Para prueba, en fin, los US$ 400,000 millones que, según la Cepal, Hugo Chávez gastó solamente en “inversión social” en la última década para una población a la que todo ese dinero no parece haber dejado con más bienestar que el que puedan permitirle sus flamantes tarjetas de racionamiento.

Publicado por El Comercio, 5 de junio, 2013




La crisis venezolana en cifras de verdad

La crisis venezolana en cifras de verdad

A la luz del último artículo de Javier Diez Canseco, la izquierda tradicional está al borde de un ataque de nervios. JDC aprovecha la enfermedad de Hugo Chávez para crear un “relato mágico” sobre los resultados de la gestión del chavismo en Venezuela.

En su artículo (La República, 14 de enero, 2013), JDC pretende maquillar el fracaso de Venezuela con falsedades y omisiones. Nos presenta medias verdades combinadas con gruesas inexactitudes entre las que se destacan las siguientes:

– Sostiene que la pobreza en Venezuela en 1996 representaba el 71% de la población y que, en el 2010, bajó a 21%. Falso. Según el Banco Mundial, en 1997 la pobreza era 54.6% y en el 2010 fue 32.5%. Y encima, no menciona que en el 2011 la pobreza aumentó en casi 2%, según Cepal.

– Sostiene que la pobreza extrema en Venezuela en 1996 representaba el 40% de la población y que, en el 2010, había bajado a 7%. Falso de toda falsedad. Según la Cepal, la pobreza extrema llanera en 1997 era de 20.5% y en el 2010 llegó a 10.7%. Una cifra sorprendente para un país con ingresos tan altos como Venezuela. Otra vez oculta que la pobreza extrema creció en 1% el 2011.

– Sostiene que Venezuela está en el puesto 61 del Índice de Desarrollo  Humano del PNUD cuando, en verdad, está en el 73.

  • Por otro lado, omite un dato muy significativo, pues según el BM el ingreso per cápita cayó de $13,658 a $10,810 en el 2011.

En esas estadísticas están los mejores termómetros de la economía. Lamentablemente ya no nos sorprende que la izquierda juegue con los números para fines subalternos, antigua práctica socialista.

Esta izquierda no solo maquilla cifras, también esconde la realidad. JDC tampoco toca el colapso de la producción petrolera venezolana que ha caído en alrededor de un millón  de barriles diarios.  Allá sí se ha acentuado la desindustrialización y la dependencia del petróleo: las exportaciones no petroleras han caído en 30% en una década, y el 96% de sus exportaciones provienen de la riqueza petrolera. Su déficit fiscal es un insostenible 15.3% del PBI, el más alto de América Latina, y la inflación acumulada durante todo el régimen chavista es de 1,242%. Con semejante inflación se entiende que, desde que Chávez llegó al poder, los salarios reales hayan caído en un 28%.

Asimismo, según la Cepal, la deuda pública total de Venezuela se incrementó de $30 mil millones en 1996 a $ 80 mil millones en el 2011. Con tales resultados, pues, no quedan dudas del desastre llanero.

A pesar de su gran riqueza petrolera, Venezuela solo tiene $28 mil millones de dólares en reservas (Perú tiene $ 64 mil millones) y Chávez ha tenido que recurrir a racionamientos de divisas, alimentos, energía eléctrica y medicinas.

No se puede aprovechar la debilidad física de Hugo Chávez para pretender regar por el Perú un contrabando ideológico y desinformar sobre la real situación económica de Venezuela.

Ver artículo Javier, el pragmático, de Enrique Pasquel (El Comercio, 17 de enero 2013)