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“Sería interesante firmar un TLC con Perú”

“Sería interesante firmar un TLC con Perú”

En la siguiente entrevista, Pawan Munjal, uno de los hombres más in?uyentes de la industria asiática, confía en el Perú como un mercado para impulsar su negocio en la región. Desde el 2001, Hero Moto Corp es la mayor fabricante de motocicletas del mundo y se distribuirán en el país a través de Moto Corp, empresa del  grupo EFE. En el primer año se espera vender entre 10 mil y 12 mil unidades. La entrevista fue realizada por Julio Escalante. 

—Hasta hoy su presencia no ha sido masiva en el extranjero. ¿Cuáles son los objetivos que espera alcanzar los próximos años en el mercado internacional?

Por nuestra alianza con Honda nos enfocamos en ser la empresa más grande de motos en la India. Una vez que esa alianza terminó, en el 2011, tomamos la decisión de salir por nuestra cuenta. La meta es vender  solo a los mercados internacionales en los próximos años un millón de unidades. Centroamérica y Sudamérica tienen mercados bastante sólidos como Perú, Chile, Colombia. Estamos sondeando cuáles otros pueden dar una posibilidad y si hay buenos distribuidores.

—Está en sus planes abrir una planta en Colombia. ¿Qué otros países de la región ofrecen las condiciones para tener una planta de ensamblaje?

Una de las condiciones de Colombia es que al menos el 18% de las partes de las motos tiene que ser fabricado localmente. Esa es una razón por la que estamos allí. Esa planta funcionará desde el 2014. Quizá también vayamos a Brasil y Argentina por el tamaño de sus mercados y porque hay políticas para la fabricación local y la distribución. 

— ¿Qué tipo de motos venderán en el Perú? ¿Apuntan a un segmento de menores precios?

Para comenzar están ingresando siete modelos al mercado peruano entre motos y scooters. Están pensados para todos los segmentos sociales y para todo tipo de usos, para movilidad o trabajo. Aunque en este grupo sí hay un modelo que está dirigido a un segmento más alto.

— ¿Cuál es su opinión sobre la posibilidad de un tratado de libre comercio entre el Perú y la India?

No sé cómo van las relaciones entre ambos países, pero de?nitivamente la India ha estado ?rmando a un paso acelerado acuerdos con otros países y sería interesante hacerlo con Perú. Por años, la India ha dependido de su mercado interno y no ha pensado en la exportación. Pero recientemente las empresas están saliendo, el Gobierno está ?rmando acuerdos con otros países y eso marcha bien.

— ¿Cuál es el impacto que tiene el estancamiento de la economía global en el negocio de Hero?

La economía de otros países como China o la Unión Europea no ha afectado a la marca porque no estábamos exportando mucho. Es cierto que la economía se ha puesto más lenta, pero por esa razón tenemos que estar más cautelosos sobre a qué país entramos y en qué momento.

— ¿Cómo funciona la innovación dentro de la empresa?

Yo estoy al frente de la innovación. Mucha de la innovación de los productos Hero dependían de Japón, pero una vez que nos separamos de Honda nos comprometimos a seguir la misma ruta, pero siendo amigables con el medio ambiente. En setiembre abriremos un centro de innovación y tecnología en la ciudad de Jaipur. Funciona con paneles solares, hay ahorro de agua y se cultivan plantas. No es la fábrica común y corriente. El edi?cio principal parece un gran árbol.

Publicado por El Comercio, 23 de agosto del 2013




Del cuero salen las correas

Del cuero salen las correas

Mucha razón tiene el Presidente Ollanta Humala cuando dice que el país necesita recursos fiscales para afrontar la agenda del desarrollo. En su último mensaje a la Nación nos dijo “Tener una presencia efectiva del Estado en todos los confines de nuestra Patria demanda la generación de ingresos tributarios permanentes”.

Efectivamente, el Perú necesita contar con muchos recursos fiscales para cerrar las brechas económicas y sociales acumuladas durante las décadas perdidas de los años 60, 70 y 80. Estas brechas se expresan en temas vitales para el bienestar de nuestra sociedad, como educación, salud, infraestructuras, ciencia y tecnología y pobreza propiamente dicha. Seguramente, nuestros requerimientos superan los 200,000 millones de dólares.

Ahora bien, ¿de dónde sacamos los recursos para afronta tremenda agenda? El Presidente parece entender que la fuente de estos recursos es el aumento de la presión tributaria. Nos dijo que en los últimos años, esta había crecido de 13% del PBI al actual 16%, con un incremento de 1% durante el último año. Dos observaciones, primero, los recursos que el Estado obtiene del sector privado no equivalen al 16% del PBI, sino al 21.6%, pues hay que incluir el integro de la recaudación, considerando el canon, regalías y tributos locales, como lo hace el BCR en su indicador de “Presión Fiscal del Gobierno General”. (Ver nuestro artículo sobre el tema Entendiendo la estructura tributaria).

En segundo lugar, el aumento de la presión tributaria o presión fiscal, es paulatino y, solo alcanza niveles relativamente menores, quien sabe si 1 o 2% por año, hasta un límite que no podría, ni debería ser mucho mayor.

Entonces, ¿de dónde sacamos los recursos que necesitamos? Pues, del crecimiento de la economía.

En esencia, un 7% de crecimiento económico es un 7% de aumento de los recursos fiscales. Si crecemos 7% por 10 años, duplicamos los recursos fiscales. Así es como lo hemos estado haciendo y hemos pasado de un Estado mendigante, a uno con más recursos de los que hemos podido manejar adecuadamente. Por ejemplo, en el cuadro de más arriba podemos ver cómo, entre el 2008 y el 2012, la presión fiscal aumentó solo en 1.8%, mientras los recursos fiscales lo hicieron en 44.3%.

Sí, Señor Presidente, la fuente de los recursos que necesitamos está en el crecimiento económico, pues más allá de permitirnos una acción ambiciosa del Estado, permite la eliminación de la pobreza, la generación de empleo digno, y el bienestar general desde las actividades productivas y no solo desde los paliativos del asistencialismo.

El crecimiento económico es el medio más importante para salir de la pobreza y le toca a usted explicarlo a todos los ciudadanos.




¡No toquen los contratos temporales!

¡No toquen los contratos temporales!

En Lampadia hemos denunciado la amenaza que se cierne sobre la creación de empleo, de prosperar la  derogatoria del Decreto Ley N. 22342, Ley de Promoción de las Exportaciones No tradicionales, que permite que las empresas (sobre todos las textiles y agrícolas) establezcan contratos temporales, que por la propia naturaleza cíclica de dichos emprendimientos, son absolutamente necesarios para su desarrollo sostenible. ¡Confabulación contras las exportaciones textiles!)

En un reciente artículo de César Martín Peñaranda (El Comercio, 21 de julio del 2013) se explica la importancia de los contratos laborales y la flexibilidad laboral en la creación de empleo analizando la situación de la Unión Europea. Peñaranda sostiene lo siguiente: “El soporte fundamental detrás de la resistencia alemana a la crisis ha sido (precisamente) su flexibilidad laboral. En el periodo 2003-2005, durante el gobierno de Gerhard Schröeder, se implementaron las reformas Hartz con el objetivo de acelerar el proceso de absorción laboral e incentivar el trabajo temporal antes que permitir la desocupación. Como consecuencia la tasa de desempleo alemana tocó suelo histórico desde la reunificación y es actualmente la segunda más baja de Europa, 5.4%, contra 12.2% del promedio de la ZE. Sorprende que esta reforma no se haya generalizado”.

Pensar que en el Perú hay afiebrados que pretenden mantener los sobrecostos laborales y eliminar cualquier resquicio de flexibilidad laboral, sobre todo, los vinculados a los contratos temporales en textiles y en el agro. Para abundar en detalles, recordemos el calvario de España, donde el 27% de la PEA está desempleada y, dentro de ello, el 56% de los jóvenes (un escándalo). Todo esto  debido a las rigideces laborales.  Según el Banco Mundial, antes de las reformas que han tenido que implantar, el país ibérico ocupaba el puesto 160 en rigidez laboral de la tabla mundial, detrás de Zimbabue (127), Malawi, Ghana, y Mozambique. El resultado está allí: uno de cuatro españoles no tiene trabajo.

No se puede entender, pues, las intenciones de quienes pretenden mantener las rigideces laborales y eliminar las islas de flexibilidad laboral en nuestra economía. Recordemos los efectos benéficos de los contratos temporales. En el 2012, las exportaciones de textiles y confecciones alcanzaron los US$ 2,173 millones frente a los US$3 84 millones de 1990, es decir, crecieron 5.7 veces, según cifras de ADEX (Asociación de Exportadores). Por su lado, las agro-exportaciones crecieron de US$ 115 millones  en 1990 a US$ 3,047 millones en el 2012.

En cuanto al número de empresas, el crecimiento es muy parecido. En el 2000, eran 740 empresas exportadoras, mientras que en el 2012 se triplicaron hasta alcanzar las 2,420.

La experiencia del mundo, sobre todo la de Europa, nos dice dónde están los aciertos y errores en cuanto a regímenes laborales, pero algunas minorías politizadas, encabezados por la CGTP, pretenden eliminar un régimen laboral que ha sido muy beneficioso para el conjunto del país, y especialmente para los trabajadores que ha albergado.




Crecimiento descentralizado

Crecimiento descentralizado

En el artículo Crecimiento divergente, publicado en Día_1 de El Comercio del lunes 10 de junio, Efraín Gonzales de Olarte, economista  y vicerrector de la PUCP, nos presenta un país centralista, donde el centro (Lima y Callao), lidera los indicadores económicos, produce el 50% del PBI y su producto per cápita dobla al del resto. Sin embargo, esta visión estática, no recoge la dinámica de nuestra economía, es como ver la historia con la última foto, la de hoy, sin recoger los procesos sociales, las películas.

Gonzales llega a sostener que “en cada fase de auge del ciclo económico, el centro crece más rápido que la periferia, es decir, se acentúa la divergencia y desigualdad”. Esta afirmación no es rigurosa y no refleja nuestra realidad.

La verdad es que la evolución de nuestra economía en los últimos 20 años ha sido única en nuestra historia, tanto por su intensidad como por su calidad y alcance. Hemos crecido alto y sostenidamente, afirmando un proceso pro pobre y pro clase media , como indica el BID y, además, contrario a lo manifestado por el autor de la nota indicada, el desarrollo ha sido pro provincias, como lo hemos informado muchas veces en Lampadia.

Nuestro crecimiento, más allá de haber reducido la pobreza, la desigualdad y la desnutrición infantil, también ha sido mayor en las regiones, creando en ellas más empleo y un mayor aumento de los ingresos. Como se ve en el cuadro anterior entre el 2001 y el 2010, el empleo y los ingresos han crecido más aceleradamente en provincias que en Lima.

En cuanto a la desigualdad, el INEI, el Banco Mundial y la Cepal destacan que, entre el 2001 y el 2011, la desigualdad en el Perú disminuyó en alrededor del 14% (reduciéndose el coeficiente Gini de 0.525 a 0.452), uno de los descensos más rápidos de la región.

Pero Gonzales no solo se equivoca con las relaciones entre el centro y la periferia, sino también con las relaciones dentro de cada región. Señala que “estas mismas características las podemos encontrar en cada región, donde también hay divergencia entre el crecimiento de cada ciudad y de su entorno rural”.

La respuesta a esta inexactitud está en el extraordinario libro de Richard Webb, Conexión y despegue rural, que muestra que en la sierra rural, la región más pobre del Perú, se ha producido una revolución económica y social sin precedentes. Su conclusión es contundente: Mientras en el período de casi cien años, de 1900 a 1994, el crecimiento de los ingresos de las familias rurales, fue de solo 1.4% por año, entre 1994 y el 2011, se incrementaron a un ritmo de 7.2% anual.

Por otro lado, el INEI (ENAHO) muestra que entre el 2001 y el 2010, los ingresos en el sector rural crecieron en 83%, mientras que en el área nacional urbana aumentaron en 46% y en Lima Metropolitana en 34%. ¿De dónde sale, pues, el argumento de que las ciudades de las regiones crecen más que sus áreas rurales?

A modo de conclusión podemos afirmar que las cifras muestran que el país atraviesa por un franco proceso de crecimiento y de descentralización económica. El camino es el correcto, no hay que turbar el proceso, lo que si tenemos que hacer es enfrentar nuestras limitaciones en educación, infraestructuras, calidad institucional y clima de inversión.

 




¡Confabulación contra las exportaciones textiles!

¡Confabulación contra las exportaciones textiles!

Una nueva amenaza se cierne sobre la industria textil. Se pretende restar competitividad a nuestras exportaciones de textiles y confecciones, derogando el Decreto Ley N° 22342 -de Promoción de las Exportaciones No Tradicionales-, que es una de las vigas maestras del crecimiento de nuestras exportaciones de las últimas dos décadas.

En el 2012, las exportaciones de textiles y confecciones alcanzaron los US$2,173 millones frente a los US$384 millones de 1990, es decir, crecieron 5.7 veces, según cifras de ADEX (Asociación de Exportadores).

En cuanto al número de empresas, el crecimiento es muy parecido. En el 2000, eran 740 empresas exportadoras, mientras que en el 2012 se triplicaron hasta alcanzar las 2,420.

Este es un sector muy dinámico en que las empresas entran y salen. Esto se refleja en que el número de compañías que ingresaron a la actividad exportadora se ha cuadruplicado, pues en 1995 eran 202 en tanto que en el 2012 llegaban a 790. En contraste, el número de empresas que salió del mercado aumentó a un menor ritmo: En 1995 eran 237 y el 2012 llegaban a 595 (2.5 veces).

¿Cómo se explica esta volatilidad de las empresas textiles? La moda en el vestir y las estaciones climáticas en los mercados de Estados Unidos, Europa y Asia, así como la intensa competencia desde el Asia y Centroamérica, son los factores que determinan el espacio de mercado donde se desarrolla la producción de los exportadores nacionales. Todo esto genera una alta volatilidad y hace imposible programar volúmenes estables de exportación y, por lo tanto, no se puede hablar de estabilidad laboral en la industria.

¿Qué argumentos se emplean para pretender derogar la Ley de Promoción de Exportaciones No tradicionales? A inicio de marzo, las trasnacionales New Balance, Nike, PVH Corp (dueña Tommy Hilfiger y Calvin Klein) VF Corporation (dueña de Wrangler, Lee, Nautica y Timberland) 47 Brand y Life Is Good enviaron una carta al Presidente Humala argumentando que las empresas exportadoras de textiles y confecciones no respetaban los derechos laborales y sociales de sus trabajadores. Luego la organización sindical Industrial Global Union, hizo lo mismo.

Las seis empresas que hacen el reclamo o denuncia significan no más del 5% del total de pedidos para exportación de confecciones peruanas. Además, no firmaron la carta los gerentes sino funcionarios de segundo nivel, presumiblemente digitados por una ONG ligada a la CGTP que es la misma que puso todos los obstáculos posibles para evitar la aprobación del TLC con los EE.UU. en el congreso americano.

Todos los argumentos de las trasnacionales contra nuestras empresas son falsos. Es preciso remarcar que el régimen especial laboral fue creado con el objetivo de impulsar las exportaciones de mayor valor agregado, aquellas que generan empleo. Es así, que las empresas comprendidas contratan a sus trabajadores de acuerdo a la fluctuante demanda internacional, y de esta manera, se evitan costos que eventualmente quiebren a las empresas.

También es falso que el Perú junto con Bangladesh sean los únicos países que mantienen vigente este régimen laboral, tal como argumentan las trasnacionales. Según información de ADEX, todos los países con los que competimos directamente en el mercado internacional poseen regímenes laborales con contratos a plazo fijo y renovables, como sucede en China, India, Bangladesh, México, Guatemala, Filipinas, El Salvador, Indonesia, Hong Kong, Vietnam, entre otros.

Pretender eliminar este régimen especial es atentar contra una industria competitiva en los pujantes mercados mundiales, que da empleo de calidad a cientos de miles de peruanos y promueve la innovación y la creatividad. Según información de Comex Perú, basada en cifras del Ministerio de Trabajo, solo entre los años 2006 y 2011, el régimen laboral para las exportaciones no tradicionales ha generado más de 1.6 millones de empleos en el Perú.

 

Pedro Gamio, presidente del Comité de Confecciones de ADEX, explica que las empresas exportadoras nacionales son supervisadas por las firmas extranjeras compradoras, las cuales condicionan sus compras a que a los trabajadores se les contrate formalmente y se les reconozca todos sus derechos sociales y laborales.  Sin esa supervisión internacional no hay exportación posible. Algo más, los ingresos de trabajadores están por encima de los mil soles y es falso que las empresas contraten a sus trabajadores solo por 30 días, tal como indica el informe del diario la República. “Por la crisis internacional, el promedio de contratación está entre tres y cuatro meses, pero de ninguna manera es un mes. Nuestros trabajadores tienen un periodo de capacitación, porque es gente calificada”, enfatizó.

Sin duda, pues, estamos ante una evidente confabulación de un grupo de transnacionales de confecciones cuyo interés es sacar del mercado internacional a los productores nacionales. Todo esto no pasaría de una simple confabulación de extranjeros, pero en el Perú existen sectores que apoyan tan absurda propuesta. Promover este tipo de movidas y, ofrecerse como caja de resonancia (Diario La República), es una forma de traición a los intereses nacionales, a la industria nacional que tanto “defienden” los radicales. Increíble, la izquierda aliada con las trasnacionales en contra de la industria y empleo peruanos.

 




La mejor política de empleo es el crecimiento sostenido

La mejor política de empleo es el crecimiento sostenido

El economista, Elmer Cuba director socio de la empresa consultora Macroconsult, analiza en la siguiente entrevista la evolución del empleo en el Perú y su relación con el crecimiento económico actual del país.

¿Cómo ha evolucionado la creación de empleo en el Perú durante los últimos años?

Ha sido notable. El Perú ha crecido en esta década lo mejor desde que tiene historia. A partir  del año 1950 se tiene datos del PBI, lo del empleo es más reciente. Pero este episodio de crecimiento sostenido ha sido muy potente y dinámico, ha roto muchos equilibrios en el mercado laboral. En principio, ha roto el equilibrio que sostenía que el Perú crecía, y crecía el empleo, pero no los salarios. O sea que el crecimiento era suficiente para generar empleo para los entrantes (al mercado laboral), pero nada más. Pero como recientemente se ha acelerado el crecimiento, también se ha permitido subir los salarios en algunos sectores, entre ellos la agricultura y la construcción – dicho sea de paso –, que son sectores de empleo masivo. Eso se refleja también en los ingresos familiares. En resumen, en los últimos cinco años se ha acelerado el crecimiento tanto del empleo como de los salarios. Entonces en ese conjunto, el ingreso familiar está floreciendo. Ahora, esto ha ocurrido en diversos países de América Latina, pero acá, en el Perú, se ve un poco más acentuado porque hemos crecido más rápido que el promedio y más sostenido. Esto nos dice que las mejores políticas de empleo para el Perú son dos: Crecimiento alto y sostenido, pero también ser anti-cíclico porque cuando hay crisis económicas el empleo es el primero en ser golpeado, entonces hay que defender la actividad económica para defender el empleo. Es decir darle una verdadera importancia. De hecho en los Estados Unidos, que es la primera economía del mundo, la tasa de desempleo es la más importante en materia macroeconómica, lo estamos viendo ahora a nivel del Banco Central y de la Secretaría de Estado.

¿Qué factores explican esta mejora laboral sin precedentes?

Los factores son, como dije al principio, el crecimiento económico importante, esta es la razón principal. No son, pues, ni los sindicatos, ni las negociaciones, los que han llevado a un mayor salario, sino sería muy sencillo sentarse en una mesa, negociar y fijar los salarios reales o no, eso no ocurre en ninguna parte del mundo. Donde sí es necesario cierto poder sindical es en países donde hay mucho capital. Alemania, por ejemplo, tiene los mejores sindicatos, pero también los mejores salarios, pero no es por los sindicatos sino porque hay más capitalismo. Es decir, lo más importante en realidad es el ratio capital–empleo: A más capitalismo, a más capital por trabajador, hay más productividad, y cuando hay una mayor productividad hay mayores salarios. Entonces es un ranking de eso, de capitalismo, el factor K sobre L, o sea el factor Capital sobre el Trabajo, que en el fondo es cuánta inversión privada ha habido acumulada durante décadas. Ese ranking te va a revelar que a más capital hay más productividad laboral y por lo tanto hay más salarios. Por lo tanto esa dicotomía del marxismo de que yo vivo de tu trabajo está rota. En verdad pueden crecer ambos. Y como decía, países europeos que tienen los ingresos más altos del planeta, también tienen sindicatos fuertes. Entonces no es el tema sindical es que hace eso, sino mejora en las cosas del día a día, colabora, pero en verdad es lo que está detrás, el factor subyacente, que es la inversión, y pública, por supuesto. Es el capital en el sentido más general de la palabra, pero en realidad la privada es mucho más eficiente. Por eso debemos ir hacia eso. Si haces un ranking en América Latina de qué países tienen más capital por trabajador, es el mismo ranking  de los países con más ingreso per cápita. Este es el secreto verdadero que está detrás de ese crecimiento. En el caso peruano es un poco más complejo porque no es un mercado laboral típico donde hay una empresa privada grande y trabajadores del otro lado. No son la CONFIEP, ni la CGTP, los que representan ni siquiera la media, ni la mediana, del mercado laboral. En verdad son el sector de las Pyme y los independientes los que dominan el mercado. Debemos pensar en ellos cuando hagamos leyes.




IEP, de prejuicios y estudios

IEP, de prejuicios y estudios

En una reciente entrevista, Roxana Barrantes, directora general del Instituto de Estudios Peruano (IEP), publicada en el diario Gestión, sostiene que en el Perú la desigualdad no es solo económica sino también territorial, porque, según ella, “Lima crece a un ritmo diferente al de otras zonas”. Esta reflexión parece provenir de un prejuicio antes que de un estudio de la realidad peruana. Lima ya no es el Perú. Los últimos 20 años han cambiado nuestra geografía económica y social.

Para sorpresa de muchos, hoy la inversión, la economía, el empleo y los ingresos crecen más en las regiones que en Lima. Por ejemplo, durante la última década, el empleo y los ingresos han crecido el doble en provincias, más en las zonas rurales que en las urbanas y más en la sierra y la selva que en la costa.

Para muestra varios botones:

  • Crecimiento económico: Siete regiones del interior crecieron por encima del promedio nacional de 6.4% entre el 2001 y el 2011, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática: Cusco (8.9%), Ica (8.8%), Madre de Dios (7.3%), La Libertad (7%), Ayacucho (6.9%), Arequipa (6.7%) y San Martín (6.6%). Como se ve la mayoría de ellos superaron a Lima (6.8%).
  • Empleo: De una muestra de 30 ciudades, reportada por el Ministerio de Trabajo el 2011, en 14 se registró un incremento del empleo superior a la capital: Piura (16.3%), Sullana (16.1%), Puno (15.6%), Huaraz, (10.8%), Talara (10.2%), Cajamarca (8.2%), Arequipa (8.1%), Puerto Maldonado (7.9%), Huánuco (7.3%), Tacna (7.3%), Ayacucho (6.7%), Pisco (6.6%), Trujillo (6.3%) y Cusco (5.5%). El empleo, que en Lima aumentó solo el 5.4%, es el canal más efectivo para reducir la pobreza y la desigualdad.
  • Ingresos: En ingresos por el trabajo, los incrementos en provincias también han sido significativos, llegando en Moquegua 1,564 soles mensuales de promedio, en Arequipa a 1,259,  en el Callao a 1,189, y en Tacna a 1,136, mientras que, en Lima, el ingreso promedio alcanza los 1,368 soles mensuales. Sin lugar a dudas, otro Perú.

En cuanto a la desigualdad, el coeficiente de Gini nos dice que el Perú ha logrado reducirla de 0.545 en 1999 a 0.452 en el 2011, de acuerdo a los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL- y del Banco Mundial. Algunos negacionistas de izquierda han recalculado su propio coeficiente Gini, al que ponen en un nivel actual de 0.6, sin embargo han debido reconocer que durante los últimos 10 años la reducción del mismo ha sido de 12%.

Si bien aún hay tareas pendientes para acortar las distancias entre los peruanos y establecer una agenda nacional de cara al futuro, es de esperar que los estudiosos se alejen de los buenos deseos y de los prejuicios y se acerquen a los indicadores de la realidad, pues solo con ellos se podrán construir bases sólidas para dicha agenda.