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Triángulos del Futuro, acción para el desarrollo

Triángulos del Futuro, acción para el desarrollo

Los dimes y diretes entre los políticos de todas las tiendas de los últimos meses y,  recientemente, el escándalo de la protección policial a la casa de López Meneses,han exacerbado una crisis política que ya corre riesgo de convertirse en crónica. De pronto, los peruanos y el mundo contemplan un país trenzado en batallas y guerras políticas propias de una sociedad sumergida en una crisis generalizada y sin retorno. No parecemosun país que, en la última década, ha crecido por encima del 6% anual; que ha reducido la pobreza en más de la mitad, que ha hecho retroceder la desigualdad, que se ha convertido en Campeón Mundial en el cumplimiento anticipado de los Objetivos del Milenio y que tiene uno de los mejores desempeños macroeconómicos del planeta.  Al margen de quienes son los responsables y de dónde viene la crisis, es evidente que el humo de las batallas políticas está haciéndonos perder de vista los verdaderos problemas del Perú, las cosas que tenemos que hacer para mantener el crecimiento, mejorar nuestra competitividad y no perder la oportunidad de enrumbarnos seriamente hacia el desarrollo duradero, integral y sostenible.

Algunas veces nos gusta consolarnos y aceptar el dicho que nos señala que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Solemos reconocer que la economía peruana se desacelera, pero nos reconfortamos porque aún estamos entre los mejores de Latinoamérica. Sin embargo, ¿cuánto hemos perdido por no abordar la Agenda Pendiente? ¿Cuántas inversiones detenidas por la tramitología y  por la falta de un clima de inversión adecuado? La lista es interminable: Desde Conga, pasando por Tía María hasta el Gasoducto del  sur. ¿Cuántos puntos hemos perdido en el crecimiento? Preguntas necesarias, pero no es hora de la lamentarnos, es hora de voltear la página de la crisis política y enfocarnos en lo que vamos a llamar los “Triángulos del Futuro”.

Todos los peruanos, al margen del color político, deben apostar por otorgarle al país una buena Gobernanza. El Diccionario de la Real Academia Española define este concepto de la siguiente manera: “Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”. ¡El Perú, pues, necesita una buena Gobernanza!

Para alcanzar ese objetivo necesitamos un buen clima de inversión, un espacio en el que la confianza se convierta en uno de los combustibles de los proyectos de inversión y emprendimientos. Para eso la política no puede entorpecer la economía. Hoy vemos un divorcio creciente entre la política y la economía. ¡Es hora de terminar con esa situación! Desde Lampadia invocamos al oficialismo y a la oposición a cancelar esta etapa de enfrentamientos y a crear un camino común para un buen clima para las inversiones.

No hay futuro para el país si es que descuidamos la formación de capital humano y no existirá capital humano si, de una vez por todas, no abordamos las reformas en Educación y Salud. Por ejemplo, si la dictadura magisterial del Sutep se sigue imponiendo en las aulas públicas, en realidad, es como si les estuviéramos cortando los brazos a nuestros niños. Sin un buen sistema educativo y buenos servicios de salud, el Perú perderá el carro de la competitividad y los logros de las últimas décadas en crecimiento y reducción de pobreza se convertirán en otra oportunidad perdida.

Mediante diversas investigaciones, AFIN ha sostenido que el déficit en infraestructuras en el país es del orden de los US$ 88 mil millones. Es decir, cualquier crecimiento de la economía se estrellará por la escasez de energía, carreteras y puertos. ¿Cuál es la razón, por ejemplo, para que proyectos como La Longitudinal de la Sierra y el Túnel Trasandino estén retrasados? Así como no podemos descuidar el capital humano, tampoco podemos postergar los proyectos de capital físico.

De igual modo, es absolutamente prioritario emprender una revolución en los aspectos institucionales del país. Tenemos que reformar el sistema político, el sistema judicial, la policía y el aparato burocrático del Estado.

Finalmente, tenemos el deber para con las próximas generaciones de poner en valor nuestros recursos naturales en bosques, pesca, minería y energía. En el artículo El reto de los economistas peruanos ante el Bicentenario hemos demostrado cuán retrasados estamos en la explotación de nuestros recursos naturales y hemos mostrado que los campeones en cuanto al Índice de Desarrollo Humano son Noruega y Australia, países que explotan su potencial de recursos naturales al máximo.La eventual disminución de ingresos por exportaciones que se registró el año pasado-dada la disminución del nivel de precios- hubiese podido ser largamente compensada por el quantum; es decir, el mayor volumen de producción que exportaríamos si desarrollamos nuestros recursos con el propósito de acercarnos a nuestro verdadero potencial, seguramente el triple de nuestra producción actual.

La historia nos demuestra que solo las sociedades que han puesto el futuro como el centro de la agenda del presente, son aquellas sociedades que han alcanzado la prosperidad, pues, de lo contrario, si ignoramos el futuro, si nos dedicamos a regar pantanos, el presente se ensombrecerá por las heridas del pasado y se apagarán las luces del futuro. En la crisis política que ha vivido el Perú estos días hay algo de eso. Es hora, entonces, de voltear páginas y mirar el mañana.




El Perú necesita crecer a 6% para atacar la pobreza

El Perú necesita crecer a 6% para atacar la pobreza

Luego de 10 años creciendo casi de manera ininterrumpida, la desaceleración de la economía global nos toma sin haber solucionado los problemas estructurales de fondo y que conocemos desde siempre.

El que la economía crezca 5% por año ayuda a reducir la pobreza, sí, pero no a la velocidad su?ciente. Un 4% es un crecimiento mediocre. Es necesario que el PBI crezca a una tasa de 6% o más “si queremos meterle diente en serio a la pobreza”, opina Hugo Santa María, socio gerente de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría.

“Deberíamos aspirar a crecer por encima del 6% y me parece que está al alcance […]. En el 2016 vamos a crecer más de 6% porque se va a duplicar la producción de cobre (por la entrada en operación de Toromocho, Las Bambas y la ampliación de minera Cerro Verde). Sin eso, creceríamos solo 5%”, sostuvo.

La desaceleración global nos afecta en varios frentes, pero lo más grave es que seguimos teniendo los mismos problemas estructurales que hace 20 años, con un mundo en desaceleración.

Mundo complicado 

La situación global es muy difícil de interpretar. Lo que está claro es que los mercados reaccionan a todas las noticias todos los días y en cualquier dirección (a la baja o al alza). Y tal volatilidad altísima se mantendrá en los próximos meses, mientras la incertidumbre alrededor de los efectos reales del retiro del estímulo monetario por parte de la FED continúen.

Santa María señala la paradoja con la que los mercados han aprendido a vivir –y de la que ahora dependen– más o menos así: si la economía de EE.UU. mejora, la FED empezará a retirar el estímulo y entonces ya no habrá tanta liquidez que se dirija a comprar activos y no es bueno para los mercados.

Publicado en El Comercio, 25 de agosto del 2013.




Sobre vacas y abigeos

Sobre vacas y abigeos

El desconcierto por el recorte del canon minero ante la reducción de los precios de nuestras exportaciones y el menor crecimiento de la economía por las demoras de los proyectos mineros y las trabas de muchos otros procesos de inversión, llevó al gobierno a hablar de “vacas flacas”. Pero ante la absurda alarma generada, el concepto se corrigió por el “vacas menos gordas” y luego por el de “vacas robustas”. El Presidente Ollanta Humala llegó a decir que “la crisis había llegado al Perú”. Era evidente, pues, la confusión entre menor crecimiento y recesión. La situación fue aprovechada por la izquierda para lanzar una nueva ofensiva ideológica contra el modelo económico y social que ha logrado una reducción la pobreza y la desigualdad sin precedentes en nuestra historia. Se volvió a hablar del modelo primario exportador que se derrumbaría ante la caída de los precios de nuestros minerales, de una supuesta prosperidad falaz y de la “reprimarización de la economía”.

Al respecto, Humberto Campodónico, uno de los principales críticos del modelo, cita a Paul Collier: “la maldición de los recursos naturales está limitada a los países que tienen una débil gobernanza”. Collier tiene razón, cómo lo explicamos en nuestro artículo Recursos Naturales: bendición, no maldición, en el que indicamos que los países que no tienen democracia y mercado, caen en dicha maldición, como en Venezuela, pero ese no es el caso del Perú, cómo desliza Campodónico.

En Noruega, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Chile los recursos naturales han significado su principal fuente de progreso. Sus exportaciones de commodities llegan al 80%. Igualmente, la pobreza alcanza a menos del 10% de la población. Insistimos, las claves del éxito son democracia y mercado. Todas estas sociedades tienen una extraordinaria ubicación en los rankings e índices sobre libertades políticas y económicas elaborados por entidades mundiales independientes. ¿Por qué, entonces, se duda del camino del Perú? Pese a todos nuestros problemas, estamos avanzando hacia el cuarto proceso electoral ininterrumpido y hemos crecido en economía de mercado durante dos décadas.

Muy, por el contrario, en Venezuela, Ecuador, Bolivia y el Congo la explotación de los recursos naturales no se ha traducido en desarrollo. En estos países,  los recursos naturales representan igualmente más del 80% de las exportaciones, pero  la pobreza llega a niveles del 45% de sus poblaciones. Sus recursos naturales sí se han convertido en una maldición y, como se puede comprobar, esta situación convive con lamentables rankings en  libertades políticas y económicas.

¿Cómo se puede hablar de que la economía se ha reprimarizado? ¿A tanto puede llegar el sentido de oportunidad ante la inicial confusión del gobierno entre menor crecimiento y crisis? Si revisamos las cifras del PBI de los últimos 20 años, entre 1993 y el 2012, vemos que la minería tiene una participación sustancialmente menor a la de otros sectores como servicios, manufactura y comercio. En promedio, en las últimas dos décadas, el sector servicios ha participado con el 48.7%, la industria con 15.1% y el comercio con el 14.6%, en tanto que la minería solo lo hizo con el 4.5%, según la matriz de insumo producto del año 94.

El sector manufacturero, el cual muchos creen que es débil, ya ha tenido una verdadera transformación y crecimiento. Si la economía peruana medida en dólares, entre los 1990 y el 2012 se ha multiplicado por 6.9 veces y la manufactura ha mantenido su participación en el PBI, entonces, queda claro que ha surgido una industria no protegida, mucho más grande, diversificada, y competitiva internacionalmente.

Es sintomático, que en plena catarsis sobre las vacas flacas, aparezca una entidad internacional como Standard & Poor’s que nos regrese a pensar que tal vez no debemos caer tan rápido en el pesimismo y nos ayude a combatir a los agoreros del desastre que se aprovechan de las circunstancias políticas para llevar agua a sus molinos. Ver: El último reporte S&P que eleva la calificación crediticia del país. Nadie debería pretender cambiar este modelo que ha reducido la pobreza, nos ha colocado como uno de los países más igualitarios de América Latina y ha expandido una poderosa clase media. Es evidente que si se cambiaría el modelo se robaría el futuro de los peruanos. Utilizando la figura de las vacas tendríamos, entonces, que decir que quienes proponen terminar con la economía de mercado se convertirían en unos abigeos del Perú.




Medias verdades y grandes mentiras

Medias verdades y grandes mentiras

La izquierda tradicional ha comenzado a disparar artillería pesada en contra del portal Lampadia por defender la participación del Perú en la Alianza del Pacífico -que reúne a México, Chile, Colombia y Perú, un bloque comercial que agrupa a las economías más abiertas de América Latina y que comercian con los mercados más grandes del mundo. En la medida que hemos sostenido que Unasur, el Mercosur y el Celac son, sobre todo, bloques políticos y no comerciales, La otra mirada acaba de publicar El círculo de la locura, un artículo en que se nos acusa de todo y se usan medias verdades para construir grandes mentiras.

Para despejar las dudas, volvemos a reproducir las declaraciones del Vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Lineras (ver artículo ¿Leninismo detrás del Alba, Mercosur y Celac?).

“…(a)hora estoy en mi etapa leninista” dijo con ironía, antes de afirmar que “el curso general de la Revolución ha confirmado de una manera admirable, una de las tesis de Marx: cuando la Revolución avanza, obliga al enemigo a recurrir a métodos de defensa cada vez más extrema. El ALBA, la Unasur, la CELAC son parte del proceso revolucionario de esta etapa, son alternativas distintas que surgen de la diversidad. Pero esta autonomía que generan frente a EE.UU.,desencadena una contraofensiva del Imperio. En el actual momento, la punta de lanza de esta reacción, se llama Alianza del Pacífico. Se han alineado allí los gobiernos más conservadores del continente, comandados por EEUU, quien los reúne y articula, fijando una estrategia de contrainsurgencia continental, no para acabar con guerrillas sino para avanzar sobre Estados y gobiernos”. http://alainet.org/active/65228

Tal como dice el refrán popular, “a confesión de parte, relevo de prueba”. Más claro no canta el gallo. Pocos imaginaron tal extremo de politización e ideologización.

En La Otra mirada se pretende desmerecer el libre comercio sosteniendo que los países que integran la Alianza del Pacífico y los del Mercosur crecieron a la misma velocidad impulsados “por el súper ciclo de las materias primas”. Es verdad que el Mercosur creció en promedio, entre el 2002 y el 2012, 4.2% en términos reales, mientras que la Alianza del Pacífico tuvo un promedio de 3% (Colombia 4.5%, Chile 4.5%, México 2.3% y Perú 6.4%), según cifras del FMI. La otra mirada señala 5.3% y 4.61%, respectivamente (sin citar ninguna fuente referencial).

Aquí estamos frente a una verdad a medias si no se explica que, entre tanto, los integrantes del Mercosur han deteriorado gravemente sus economías: su crecimiento ha colapsado, la deuda pública de Brasil representa el 68.5% de su PBI y la de Argentina el 45%, mientras que los países de la Alianza del Pacífico, en promedio, solo llegan a 26.8%. En cuanto a inflación, Brasil ha volado en sus proyecciones con 7% en el primer semestre, Argentina sobrepasa el 25%, en tanto que el promedio de los países de la alianza es de 3.5%. En cuanto a  déficit público, Brasil tiene 2.8% de su PBI, Argentina 4.9%, mientras que el promedio de los miembros de la  Alianza del Pacífico es de solo un 0.2% del PBI. Es decir, una cosa es crecer en salud y otra incapacitando tus fuentes de desarrollo futuro.

Pero la verdad a medias se convierte en una gran mentira cuando se olvida el frenazo de las economías del Mercosur del 2012: Brasil 0.9%, Argentina 1.9% frente al 5.6% de Chile, 6.3% de Perú, 4% de Colombia y 3.9% de México. Es decir, disminuyen los precios de los commodities y las economías del Mercosur se desploman. ¿Acaso no se trata de la “maldición de los recursos naturales” que tanto pregona la izquierda? ¿No es evidente, pues, que el proteccionismo ha impedido una mayor diversificación de la economía en Brasil y Argentina? ¿Por qué se ignora los resultados del 2012 y las proyecciones para estos países en el 2013 y el 2014?

Otra perla del artículo que analizamos. Se argumenta que la deuda pública durante el gobierno de Menen llegó a representar el 168% del PBI en tanto que ahora solo ha llegado a 45%. El cinismo convertido en argumento. ¿Cómo se ha llegado a ese monto de deuda pública en Argentina que es enorme en sí? ¿Honrando los compromisos? De ninguna manera. El gobierno se robó los ahorros privados de los pensionistas, les hizo el “perro muerto” a los acreedores externos, dejando de pagar, a la mala, y se apropió de la renta agraria mediante impuestos leoninos. El tema de la deuda argentina es tan grave, que en octubre del 2012 fue detenido el buque escuela Fragata Libertad por un pedido de embargo de US$ 370 millones y estuvo estacionado casi dos meses. Asimismo, en marzo pasado, Cristina Fernández, en vuelo a Roma, para el saludo al Papa, tuvo que dejar el avión presidencial en Marruecos y tomar un vuelo comercial hasta Roma, para evitar otro embargo. Así cualquiera, más bien el 45% de PBI en deuda es una barbaridad con tanto robo.

¡Pretender comparar el crecimiento de Perú con el de Argentina es un crimen! El crecimiento gaucho se explica por un preocupante aumento de su gasto público que representa el 44.6% del PBI en el 2012, frente al 30.9% del 2006. En tanto, sus reservas internacionales netas, desde el 2010, han caído en US$ 15,895 millones y hoy solo representan el 8% de su PBI. Perú tiene un gasto de 19.6% del PBI y un creciente nivel de reservas que llega al 34% del PBI, el doble que Argentina en cifras absolutas.

La otra mirada también quiere defender la producción de trigo en Argentina, en Lampadia preferimos adjuntar la información oficial de AAPROTRIGO (Asociación Argentina Protrigo) que muestra la caída de la producción de trigo, tanto en toneladas, cómo en hectáreas.

La manipulación de las cifras en Argentina es tan escandalosa que mientras el gobierno señala que la pobreza sólo representa el 5.4% de la población y la indigencia el 1.5%, los analistas independientes la calculan en 24.5% (2012) y el nivel de indigencia en 4.9% (ver artículo del diario El País, La estadística oculta las cifras reales de pobreza en Argentina). La manipulación es tan vulgar, que en febrero del 2012, The Economist anunció que suprimía su seguimiento de la economía argentina, pues las cifras oficiales no servían.

Como se aprecia, las diferencias entre las economías de los países del Mercosur y los de la Alianza del Pacífico son absolutamente favorables a los países que promueven el libre-comercio. Estas son las diferencias entre economías sanas y, otras enfermas, sin embargo parece que para apreciarlas diferencias se requiere una mejor mirada.




“Sólo el 5% de las innovaciones se convierten en productos exitosos”

“Sólo el 5% de las innovaciones se convierten en productos exitosos”

—La reciente administración al mando de Concytec busca construir un ecosistema de ciencia, tecnología e innovación que trabaje de modo articulado. Admite que a la fecha hay muchas trabas legales y administrativas del propio Estado que afecta a que se construya una cadena de la innovación. Entrevista realizada por Rocío Barja.

Lograr la tan ansiada y esquiva competitividad del país está íntimamente ligado al desarrollo de la innovación y la tecnología. ¿Cómo se está realizando este trabajo desde Concytec?

Establecer una política de ciencia, tecnología e innovación que vaya de acorde con el crecimiento del país nunca es fácil, ni siquiera para los países desarrollados. En el caso de Concytec, debe quedar claro que las políticas que se dan no sólo salen de nuestras cabezas sino que deben responder a la demanda de tecnología de las empresas, así como a la del sector público (entidades y ministerios). Al menos, eso es lo que está intentando imprimir la actual gestión: que las decisiones de políticas estén basadas en evidencia real.

¿Qué tan difícil es eso?

Complicado. Por eso en Concytec hemos implantado la política de evitar el conflicto de interés en la aprobación de los financiamientos a diversos proyectos de investigación de empresas. Por dicho motivo, nosotros no intervenimos en la aprobación de proyectos y tampoco nos enteramos qué proyectos son aprobados ni que empresas están participando en los concursos de selección. Es mejor así.

Ahora, ¿qué tan difícil le resulta a una empresa hacer investigación para mejorar un producto existente o crear uno nuevo?

El tránsito de una investigación hacia una innovación o producto específico es muy largo en el Perú, puede tomar hasta 10 años, dependiendo del sector. Uno de los motivos de esta realidad es que el Estado no ha fomentado esta práctica, precisamente por los pocos fondos con los cuales se contaba hasta hace algún tiempo.

¿Ello quiere decir que el tiempo para que un proyecto se convierta en un producto real depende sólo del factor financiamiento?

Definitivamente que no. Se requiere también de una institucionalidad que actualmente no existe en el Estado peruano, y que por ejemplo si lo tiene Chile. Un caso interesante es el del salmón, donde el gobierno chileno fue el primero en apostar en la investigación para su cultivo y luego las empresas, cuando vieron que era exitoso se lanzaron a invertir.

Adicionalmente a la falta de institucionalidad existen otros factores que afectan a que en el país se construya una cadena de la innovación…

Si. En este momento hay muchas trabas legales y administrativas que impone el propio Estado. Ahí tenemos por ejemplo, el hecho que haya universidades en las regiones que reciben canon y no lo utilizan, eso tiene que cambiar. Otros problemas son la falta de coordinación entre universidades y la OSCE así como las trabas para contratar personal extranjero en las labores de investigación.

Con todos estos problemas cualquiera diría que sería mejor no investigar…

Lamentablemente en el Perú en los últimos años, las empresas han innovado por su cuenta sin la ayuda del Estado. Recién a partir de esta gestión lo que se está tratando de hacer es brindar un apoyo a la innovación pero eso requiere de recursos importantes.

¿Y eso porqué?

Quizá la parte más costosa del desarrollo de una innovación no es tanto la investigación aplicada sino como se llevan esos conocimientos a productos concretos. Hay muchas innovaciones que de repente no cuestan nada pero hay otros casos que se requiere un trabajo mucho más laborioso.

Eso quiere decir que el financiamiento del Estado no es suficiente…

Así es. La innovación no es una tarea trivial sino sumamente complicada. Requiere del apoyo de varias instituciones, no solamente del Estado. También se necesita de fuentes externas de financiamiento que provienen del sector privado. Ellas que conocen el mercado saben que si bien los retornos pueden ser muy altos, los riesgos también lo son.

Hablando de la mortandad de los proyectos de investigación o innovaciones, ¿cuántos llegan a concretarse?

Si bien no hay datos exactos de Perú, podemos afirmar que en general a nivel internacional estamos hablando que del 100% de estas iniciativas sólo el 5% llega a concretarse como productos exitosas y son introducidos en el mercado.

Este porcentaje es muy bajo, ¿verdad?

No tanto. Nosotros creemos que la mortandad de proyectos de innovación hasta que se llega finalmente a innovaciones concretas dentro del mercado es sumamente bajo. Sin embargo, allí entran a tallar los capitales de riesgo quienes ven una oportunidad para maximizar sus ganancias. Ellos saben que probablemente sólo el 10% de lo que financien será realmente exitoso, pero eso no les preocupa porque saben que la rentabilidad que ganen superará cualquier perdida que hubieran tenido.

La agenda pendiente

Uno de los pedidos planteados por la actual administración de Concytec al MEF es que les incremente el presupuesto para el 2014. ¿Qué cambios se darían de aprobarse esta solicitud?

El pedido de aumento de presupuesto está íntimamente ligado a mejorar nuestra tarea como ente rector de la ciencia y tecnología en el país. En ese sentido, estamos proponiendo la creación de una línea de financiamiento para el fortalecimiento de oficinas de transferencia tecnológica. Estas oficinas son los lugares donde las empresas van cuando tienen necesidad de innovar. Es el link entre el know how de la tecnología y la demanda de las empresas.

¿Qué otros aspectos están contemplando?

También estamos viendo la necesidad de crear dos direcciones: una vinculada a la evaluación y seguimiento de los proyectos y políticas, así como otra de Estudios Económicos.

Eso quiere decir que hasta la fecha, el Concytec no ha realizado seguimiento a los proyectos en cartera…

No tanto así. Si se ha realizado una evaluación pero ha sido sobre todo desde el punto de vista administrativo. Lo que ahora buscamos con esta nueva dirección es una radiografía del verdadero curso que siguen los fondos públicos destinos a la innovación y tecnología.

Y en el caso de la dirección de Estudios Económicos, ¿Qué se busca lograr con ella?

Lo que buscamos es tener data del sector que actualmente no se tiene. Por ejemplo, cuántos investigadores existen actualmente en el país, en que universidades están, entre otros temas. Para esta oficina se ha conversado con Ricardo Hausmman, director del Centro para el Desarrollo Internacional (CDI) de la Universidad de Harvard, quien será nuestro partner. Lo que nos falta ahora es encontrar a una persona en Perú que se encargue de ejecutar las sugerencias de Hausmann.

Con todos los cambios que se vienen para el Concytec, ¿cuál es el estimado de inversión del Estado que prevé alcanzar al 2014 en términos de inversión en innovación y tecnología?

Actualmente se dice que la participación de la innovación y tecnología como porcentaje del PBI del país asciende al 0.15%, nivel muy por debajo a lo estimado para la región que es del 0.6%.

Ahora, nosotros estamos convencidos que al cierre del 2014, ese porcentaje subirá al 0.23%, lo cual será todo un logro ya que por años nos hemos visto estancados. Ahora realmente sentimos un cambio de mirada en el tema.

 

Publicado por Gestión, 1 de agosto del 2013

 




Economía se diversifica a todo galope

Economía se diversifica a todo galope

Muchas veces se afirma en forma equivocada que el Perú es un país primario exportador, que en los últimos años no hemos diversificado nuestra economía y que, cada vez, dependemos más de la minería. Estos comentarios están alejados de la realidad y obedecen a una percepción ideológica, más que a un análisis riguroso de la evolución de nuestra economía.

Al revisar las cifras del PBI de los últimos 20 años, entre 1993 y el 2012, vemos que la minería tiene una participación sustancialmente menor a la de otros sectores como servicios, manufactura y comercio. En promedio, en las últimas dos décadas, el sector servicios ha participado con el 48.7%, la industria con 15.1% y el comercio con el 14.6%, en tanto que la minería solo lo hizo con el 4.5%. 

Una confusión generalizada es que, como producto del boom de los precios de los metales, el aporte de la minería al PBI habría crecido sustancialmente y, por lo tanto, reprimarizado nuestra economía, lo que ha aumentado son las divisas y los recursos fiscales. La evolución del sector nos muestra que hace 20 años, contribuía con 3.5% aproximadamente. Entre 1998 y 2008 su contribución promedio subió a niveles de 4% a 5.6%, para volver a bajar a su nivel tradicional de 3.6% el 2012. (Ver tabla de contribuciones sectoriales 1993-2012). Es más, los reportes del BCR señalan que en el 2012, el 85.3% del producto del país es generado por sectores no primarios y solo el 14.7% corresponde a los sectores primarios, incluyendo minería, hidrocarburos, pesca, agropecuario y otros. 

En su último discurso por Fiestas Patrias, el propio Presidente del Perú, Ollanta Humala, señaló que “las cifras demuestran que estamos progresivamente diversificando nuestra economía. Las exportaciones no tradicionales representan un tercio del total de nuestras exportaciones, superando los 11,000 millones de dólares, y las de servicios los 5,000 millones de dólares”.

Tal como ha señalado el reconocido economista Richard Webb, “se exagera el peso de las actividades primarias. Según el BCR, estas representan solo el 15% de la producción nacional, y su crecimiento ha sido menor al de las actividades industriales, comerciales y de servicios. La economía peruana es más diversificada de lo que se cree, y la diversidad crece al galope”. (Ver artículo “Las tres golondrinas”).

Durante los últimos años la minería ha tenido una contribución fundamental en la generación de divisas y recursos fiscales, largamente mayor a su participación en el PBI. Contribuciones muy positivas y deseables, que han permitido, en gran medida, los avances en bienestar general de las últimas décadas.

El sector manufacturero, el cual muchos creen que es débil, ya ha tenido ha tenido una verdadera transformación y crecimiento. Si la economía peruana medida en dólares, entre los 1990 y el 2012 se ha multiplicado por 6.9 veces y la manufactura ha mantenido su participación en el PBI, entonces, queda claro que ha surgido una industria mucho más grande, diversificada, pero muy competitiva debido a la apertura comercial.

Hoy vemos que las industrias alimenticias, metálica y no metálica, química, textil y de cueros, así como de madera y papel son los que más aportan a esta actividad. Como lo hemos mencionado anteriormente esta área industrial es ahora competitiva a nivel internacional. (ver No es verdad que solo vendemos piedras).

Lo que todos necesitamos, es que nuestra economía siga creciendo. La eventual evolución del sector minero hacia un mayor crecimiento, no inhibe el desarrollo del sector industrial, más bien lo potencia tal como ya se ha expresado durante los últimos largos años. En todo caso, es evidente que  ¡necesitamos más minería para seguir creciendo, tener más recursos fiscales y fomentar la diversificación!




Información sobre el nuevo censo agrario

Información sobre el nuevo censo agrario

En los siguientes documentos, la entrevista de Jaime de Althaus a Milton Von Hesse en La Hora N y el PDF del Ministerio de Agricultura, sobre los resultados del censo pueden apreciarse una serie de resultados interesantes sobre el sector agropecuario peruano, como, por ejemplo, que no están aumentando los minifundios, que los propios minifundios no se empequeñecen, que no existe un proceso de concentración de la tierra y que existen notorios avances en el tamaño del área agrícola y en los niveles productivos del país.




Perú es el segundo país con los costos más bajos para hacer emprendimientos

Perú es el segundo país con los costos más bajos para hacer emprendimientos

Un estudio de The Economist Intelligence Unit, a pedido del Banco Interamericano de Desarrollo, posiciona también a nuestro país como el segundo de la región con mejor ambiente para mujeres emprendedoras.

Los elevados costos que se incurren para iniciar y operar una empresa en cualquier parte del mundo pueden desalentar a inversionistas y desacelerar el crecimiento de negocios recién creados.

En ese sentido, el Índice del entorno empresarial para emprendedores, basado en datos del Banco Mundial, reveló que en Chile, Perú y Panamá los costos de hacer negocios son los más bajos.

“La reducción de costos para iniciar un negocio es una manera en que los países pueden impulsar la participación de las mipymes en el empleo y la formalidad”, señala el estudio.

No obstante precisa que en general, la región posee costos relativamente altos respecto a otras partes del mundo. “Allí todavía hay trabajo por hacer”, señala.

Mujeres ‘power’

Ahora bien, el estudio elaborado por The Economist Intelligence Unit, por encargo del BID a través del Fomin, también mostró que Perú es el segundo país en la región que ofrece el mejor ambiente para las mujeres emprendedoras debido a sus fuertes redes de negocio, programas de apoyo técnico a las pyme y un entorno macroeconómico estable.

“Las mujeres de Colombia y Perú son las que tienen mayor acceso a financiamiento para pymes. En el caso peruano, los bancos financian 47% de las inversiones de pyme encabezadas por mujeres y 20% de su capital de trabajo”, anota el índice.

Nada es perfecto

Al respecto la analista de Economist Intelligence Unit, Jimena Serrano sostuvo que para que Perú mejore su posición en este índice y logre la supremacía debería concentrarse en un par de temas.

“Lo primero es la corrupción. Nosotros medimos este tema haciendo preguntas a las mipymes sobre si sienten que en su país tienen que pagar sobornos o si consideran que la corrupción es una barrera para hacer negocios y allí la respuesta no fue tan halagadora”, indicó a Gestión.

El otro tema a tomar en cuenta es el acceso a la tecnología. Según la experta, aquí el aspecto en el cual se debe avanzar es mejorar el sistema de pagos electrónicos así como el acceso a internet.

Por su parte, la especialista del Fomin, María Teresa Villanueva sugirió los aspectos en los cuales aún falta más trabajo son los servicios sociales para los microempresarios.

“Hablamos de cuidado para los niños y de la tercera edad, políticas de maternidad y paternidad, así como el acceso a servicios de salud”, detalló.

Comentó que en ese aspecto, no solo Perú tienen un reto por avanzar sino toda la región si es que quiere lograr la tan esquiva pero “ansiada competitividad. “Las políticas públicas contribuyen a que las parejas puedan trabajar en su conjunto”, anotó a Gestión.

De otro lado, sostuvo que para que las mypimes apuesten por la formalidad tienen que haber incentivos donde se puedan visualizar realmente los beneficios.

EN CORTO

Ojito, ojito. Si bien en Perú los períodos en la resolución de demandas por incumplimiento de contratos son los más cortos; los procedimientos legales para recuperar las deudas pueden costar hasta la mitad de la cantidad que se disputa.

Informe elaborado por Rocío Barja

Publicado por Gestión, 25 de julio del 2013




“Siento que la generación más joven va a llevar al Perú al nivel que siempre hemos soñado”

“Siento que la generación más joven va a llevar al Perú al nivel que siempre hemos soñado”

A una semana del 28 de julio, podríamos decir que este cocinero es considerado casi un símbolo patrio. Muchos lo quieren como presidente, pero Gastón Acurio prefiere seguir en lo suyo: haciendo política desde su cocina. “Habría que estar loco para ocupar un cargo político”, bromea, y acaba una vez más con el sueño de aquellos que le escriben por el Twitter: “Sálvanos, Gastón”. La entrevista fue realizada por la periodista Ana Núñez.

-Contaste una vez que por un tema de “traumas, fantasmas y demonios” no soportabas antes el amargor de la aceituna negra. ¿Qué historia tuya hay detrás de esa antigua aversión a las aceitunas, Gastón?

Debe ser algo familiar… Es interesante, porque el peruano tiene un problema con el amargo. No hay un solo plato de la cocina peruana en donde el amargo sea un sabor importante. La cocina peruana es cítrica, picante y dulce. El amargo es una virtud gastronómica en Europa. Es un asunto cultural. Quizá por ahí vaya lo de las aceitunas. Pero es un tema de ir liberándose de estas murallas que vas construyendo en tu cabeza por miedos, influencia familiar o cultural, etc.

-¿Así como superaste el problema con el amargo, lograste matar esos fantasmas, esos demonios?

Nooo, no quiero. Ni hablar. A los demonios hay que dormirlos un poquito y que se despierten de vez en cuando, cuando las causas lo ameriten. ¿Cómo valorar el cielo si no conoces el infierno?

-¿Has estado en el infierno?

Sí. Si el demonio habita en ti, en el sentido de esta dualidad que tiene el ser humano, que la llevas dentro, y que se expresa en los momentos más inesperados y te termina dominando a veces…

-¿En qué momento de tu vida te sentiste dominado por el lado oscuro de esa dualidad?

Cuando empecé, porque recibí un mal ejemplo en mi formación. El cocinero de ahora no tiene nada que ver con el cocinero que tuve como profesor. La imagen del cocinero de antes es la de un personaje histérico, ególatra, vanidoso, ensimismado en su mundo puramente culinario; egoísta en el sentido que no revela sus recetas. A mí me metió un patadón un día un jefe de cocina porque me demoré en… Era normal en la formación de aquella época.

-¿Era normal…?

Sí, o sea, “apúrate, huevón”  ¡Plafff! Esas son cosas que aprendes a no hacerlas, ¿no? Pero de lo que es difícil sustraerse es de esta obsesión por que todo salga perfecto y que los convertía en ogros irascibles cuando algo no salía bien. Cuando abrí mi primer restaurante, entonces, sí pues, gritaba como un loco cuando algo no salía bien; hasta que terminé un día en la clínica por un ataque de estrés y ahí se acabó. Ahora nadie grita y lo más importante: si algo no sale bien, mañana saldrá mejor. No pasa nada.

-Mario Vargas Llosa escribió un artículo que tituló “El sueño del chef”. Ahí cuenta la historia del niño que a los 8 años gastaba sus propinas en ingredientes de cocina y que luego lograría una hazaña cultural y social al frente de la gastronomía peruana. Pero olvidó decirnos cuál es ese sueño tuyo, Gastón…

Yo tengo muchos sueños, me levanto con la ilusión de hacer algo nuevo cada día. Son sueños que buscan crear, producir y que están relacionados con lo que me gusta hacer y con el impacto que eso puede generar en mi entorno, en mi país. Y sí, pues, creo que el sueño más grande que tenemos miles –porque yo me siento parte de una generación– es que podamos vivir el momento que el Perú siempre debió tener.

-¿Cuál es ese momento?

Ser un país protagonista en el mundo, un país capaz de inspirar al mundo, que sea reconocido por su cultura, por sus productos, pero también por sus logros como sociedad. Hay muchas batallas por librar aún, pero estamos en el camino.

-Batallas libradas junto a tu “ejército de cocineros”, como los llamas…

Lo fascinante es que ahora ya no es solo de cocineros sino de toda una generación. Los peruanos finalmente hemos perdido el miedo en el sentido más histórico. Nuestra multiculturalidad se ha convertido en un ingrediente de seguridad y eso se traduce en música, moda, arte, cultura, empresarios comprometidos, etc. Ahora creemos en nosotros mismos, condición número uno para conquistar una libertad económica, que es lo que nos falta. Tenemos libertad política, la emocional la hemos logrado recientemente, y ahora vamos por la libertad económica.

-Tienes una preocupación especial por el tema educativo. En el 2007 creaste el Instituto de Cocina de Pachacútec y ahora te has propuesto crear una universidad. Pero, aún con estos esfuerzos, el nivel de educación en nuestro país sigue siendo uno de los últimos en el mundo.

Si tienes claro que la educación es la mejor herramienta para saldar deudas sociales, para que los jóvenes que no tuvieron oportunidades puedan competir, tienes dos caminos: eludir esa responsabilidad o enfrentarla. Mi responsabilidad en lo personal es intentar hacer la mejor universidad del mundo. Tenemos 25 hectáreas cerca de Santa María y la idea es que ese desierto, en cien años, sea como Berkley, una universidad de estudiantes y profesores de todo el mundo, vanguardista en todo sentido, que genere luz, cambio, líderes. Pero, claro, entiendo lo que dices. Por eso pienso que debemos tener objetivos y un plan de 50 años.

-¿Cuáles serían esos objetivos?

El primer objetivo es que la educación pública en el Perú sea mejor que la privada; el segundo, que la educación en el Perú sea la mejor de América Latina. Logrado esto, para que sea una de las mejores educaciones del mundo hay un paso. Pero debe haber una obsesión en todos los peruanos para que ni un talento en las ciencias, en las artes, en la cultura, se pierda por falta de oportunidades. Ese es un pasivo muy grande que el Perú no se puede dar el lujo de asumir.

-Dicen que la gastronomía es al Perú como el fútbol a Brasil o Argentina. Quizá por eso las críticas a nuestra comida, como las de Martín Caparrós, hacen sonar tambores de guerra. ¿Cómo las tomas tú?

Es importante decirlo mil veces: no hay mejor herramienta para progresar que la crítica. La buena y la mala. La bienintencionada e incluso la malintencionada, que te permite conocer a tus enemigos. Y mal haríamos en promover intolerancia frente a una crítica en un discurso gastronómico cuya bandera es la tolerancia, y que en ningún momento ha dicho que somos mejores que otros, sino simplemente que queremos ser cada día mejores. Lo importante es explicar que las críticas no son una amenaza sino una oportunidad para mejorar.

-Hubo también quienes aprovecharon la intoxicación de Morrisey para desprestigiar a la comida peruana. ¿Este suceso te parece una anécdota menor o es preocupante para la imagen de nuestra gastronomía?

No, es una alerta de que hay que seguir trabajando en lo que se conoce técnicamente como la inocuidad alimentaria. Es cierto que existe la posibilidad de que personas que no han desarrollado los anticuerpos puedan sufrir algún tipo de intoxicación si toman el agua que nosotros estamos acostumbrados a tomar, pero la realidad es que lo que le pasó a este señor le pudo haber pasado en cualquier país del mundo. Y si además aparentemente (Morrisey) tenía una debilidad estomacal… Pero todo eso ya pasó, ya fue. Entonces no era tan importante.

-Estamos a ocho años del bicentenario y quizá sea momento de replantearse la pregunta de Zavalita. ¿Se sigue jodiendo el Perú?

No, para nada, estamos en buen camino. Faltan muchas batallas que luchar, pero el 2021 es una fecha icónica, una meta, una ilusión que para la generación a la que pertenezco implica muchas cosas. Soy muy optimista con la generación más joven, siento que esa generación va a llevar al Perú a los niveles que siempre hemos soñado en todos los terrenos: en la política, en la cultura, en la actividad empresarial, en la investigación, etc. Creo que el 2021 el Perú va a ser un país querido y reconocido en el mundo.

-¿Jornadas como la del miércoles en el Congreso, el día de la llamada “repartija”, no te hacen sentir que en lo político las cosas no mejoran?

Pero quién ha construido el desarrollo del Perú en los últimos 12 años, ¿la política o la sociedad? Es la sociedad civil la que ha construido el desarrollo del Perú trabajando duro, creando, haciendo, arriesgando. Pero más allá de un gobierno, de una casta política, el sistema no está acompañando esa energía. La gran oportunidad es hacer que a quienes les estamos entregando el poder estén a la altura de esa responsabilidad, pero no podemos descorazonarnos porque algunos ejemplos no lo estén. Lo que quiero decir es que en realidad somos los ciudadanos los que tenemos el poder.

-Ese poder ciudadano, concentrado básicamente en los jóvenes, le ha enmendado la plana al Congreso esta vez; ha logrado rectificar cuestionables acciones políticas. Esto es esperanzador, cuando menos…

Hoy más que nunca este poder ciudadano no está dispuesto a ser un mero espectador de las decisiones que se toman en este Perú que estamos construyendo con gran sacrificio. Hoy los jóvenes están llenos de sueños para sus vidas y su país, no creen en ideologías extremas ni sueñan con que el Estado les regale nada. Pero sí creen en la democracia como un sistema que debe ser conducido por gente preparada e intachable. Por eso es que salen a las calles a reclamar cuando ven que sus supuestos líderes no están a su altura. Esto no puede ser más esperanzador para el futuro del Perú. Son los jóvenes los que llevarán al Perú a lo más alto que jamás hayamos imaginado.

-La clase política está muy desprestigiada en nuestro país. La gente no se siente representada por ella. ¿Compartes este sentimiento de rechazo?

A mí no me gusta generalizar. Creo que hay políticos buenos y políticos malos. Como hay empresarios buenos y empresarios malos. Y creo que la política tiene más tribuna de la que debería, porque la realidad es que hay muchas historias de gente que hace política sin tener cargos políticos, gente que está haciendo cosas muy buenas por su país. Pero sí es cierto que la democracia se debilita mucho cuando se descubre una doble moral, y nuestra democracia está muy frágil todavía. Cada 12 años, siempre hay algún problema… Estamos en el año 13, así que tenemos que trabajar para fortalecerla.

-¿Desde tu lugar, desde tu cocina, desde tus institutos, estás haciendo política también?

Cuando los cocineros salimos a promover el Perú, estamos haciendo política, política cultural, política económica. En mi campo, desde la cocina, hacemos política todos los días, intentando elevar la imagen del Perú en el mundo, intentando promover nuestros productos en los mercados, intentado integrar a las cadenas productivas que estaban históricamente olvidadas en nuestra actividad económica. Para un médico, hacer política es luchar por que la salud llegue a todos por igual; para un profesor, buscar que sus alumnos cada día tengan una mejor formación. Pero un cargo político… habría que estar loco, ¿no?

-¿Habría que estar loco para aceptar un cargo político?

Sí, hay que haber nacido para ser político y yo no he nacido para eso. Mi terreno es la cocina y de ahí no me voy a mover.

-Un gran sector de la población, sin embargo, desearía que ocupes un cargo político. Algunos te quieren de presidente. En el Twitter hay un hashtag “Sálvanos, Gastón”…

(Ríe). ¿De verdad? Qué bárbaro… La verdad, sería muy malo que un cocinero tenga la arrogancia y la vanidad de querer ser presidente. Muy malo. Hay mucha tarea que demanda conocimiento, pasión, trabajo, dentro del terreno de la cocina, y que puede ser muy bueno para el Perú. Si nuestra huancaína tiene la universalidad del ketchup algún día, ¿eso no es bueno para el Perú? Claro que es bueno. Qué tiene que ver eso con creerse una suerte de mesías, para lo cual tienes que tener otro tipo de habilidades…

-¿Habilidades que crees que no tienes…?

Nooo, para nada. La del político es una personalidad distinta, es diferente. Yo no tengo la menor intención… A veces parece, quizá, porque hablamos cosas… Los cocineros no podemos tomar una posición política porque representamos a todo el país. Obviamente, si hay temas de corrupción o que atenten contra la democracia, seremos los primeros en salir al frente. Pero no estamos en esa situación. La crítica que podría hacerles, eso sí, es que se pelean mucho. Deberían estar discutiendo ideas en pro de objetivos y no peleándose. Por eso no quiero ser político…

-Steven Levitsky escribió hace poco que una candidatura tuya tendría la capacidad de “jalar” el caudal de votos “paniagüistas”.

No, ya los candidatos están más o menos claros…

-Pero varios de ellos, como García y Toledo, están enfrentando investigaciones y procesos por corrupción, y quizá no lleguen al 2016.

Yo creo que el 2016 competirán cuatro o cinco candidatos. Probablemente, haya outsiders, pero digamos que, en la derecha, Keiko representará la candidatura. En el centro, creo que quien se ha ganado la posibilidad de aglutinar las fuerzas de la izquierda y la derecha moderada en ambos casos es Lourdes Flores. En el caso del partido de gobierno, me parece que se perfila el señor Abugattás o Jaime Delgado. Y en el Apra, y esta es mi opinión, creo que, por la lealtad que le ha mostrado a su partido, quien se ha ganado el derecho de postular es el señor Mulder.

-¿Y a Alan dónde lo dejas?

Eso es lo que va a ser. Yo te digo lo que debería ser…

-¿Y en ese partidor de ninguna manera podrías estar tú?

Para nada. En ese escenario político del 2016 ya hay candidatos y creo que en todos los casos, salvo que aparezca un outsider, el camino será el mismo y seguirá siendo perfectible. En mi opinión, la mejor opción siempre es el centro, porque –por su propia naturaleza– es un punto en común, el que busca sin apasionamientos y sin una ideologización extrema encontrar caminos que respondan a los objetivos de todos y, según sea el momento, puede girar hacia un lado u otro para cumplir esos objetivos sin la prisión que puede significar una ideología. Una opción que busque abrazar a todos es la ideal.

-¿Estás satisfecho con lo avanzado por Ollanta Humala en sus dos primeros años de gobierno?

Como todos los gobiernos, tiene cosas buenas y cosas malas, pero creo que hay una buena capacidad de autocrítica, lo que es importante para ir corrigiendo cosas. Tenemos un buen ministro de Economía, tenemos a ministerios que funcionan mejor que otros, pero nada es perfecto, hay que ir avanzando. Hemos tenido gobiernos realmente desastrosos. Personalmente, creo que hay que estar alertas en cosas muy importantes, como la defensa de un modelo que tiene que ir perfeccionándose en el tiempo y que apuesta por la libertad en todo sentido, económica, política, de credo, de opción sexual.

-¿Puede ser el 2016 el momento para que finalmente el Perú tenga una presidenta o crees que en cuanto a gobernantes no tiene nada que ver un asunto de género?

Pienso que el tener una presidenta sería un mensaje muy saludable dentro y fuera del Perú. Históricamente, la mujer ha cumplido y cumple un rol admirable. Yo voy pertinentemente a Pachacútec y sé cuál es el rol de la mujer en la familia, en sacar adelante a sus hijos, etc. Tener una presidenta sería muy esperanzador.

Publicado por La República, 21 de julio de 2013




Una mucho mejor Mirada

Una mucho mejor Mirada

En la publicación de la Otra Mirada N° 25 de junio del 2013, presidida por el ex premier Salomón Lerner Ghitis, promotor de Ciudadanos por el Cambio y el recientemente lanzado FRENAIZ, se plantea una supuesta disyuntiva para nuestra  política exterior: la definición por Unasur o por la Alianza del Pacífico, proponiendo que optemos por los muchachos del barrio, así sean unos malandrines y no sepan crear riqueza. (Ver Desarrollo o juego político).

 

Sin embargo, ya que hablamos de miradas, una primera nos indica que se trata de dos organizaciones de naturaleza distinta. Unasur es una confluencia política de países promovida por el “eje bolivariano”y sus padrinos, Cuba y Brasil, que busca “distanciarse” de la influencia de Estados Unidos en la región, devaluando a la OEA y todos sus instrumentos, como la Carta Democrática, dejada de lado para las recientes elecciones venezolanas.

La Alianza del Pacífico, por el contrario, es un proceso de integración comercial que agrupa a México, Colombia, Chile y Perú, los países con las economías más abiertas en América Latina y que cuentan con tratados comerciales con todos los grandes mercados del planeta (Estados Unidos, Europa, China y países asiáticos) y que mantienen políticas económicas que promueven el mercado y la inversión privada. ¿Cuál sería entonces la encrucijada para la política exterior peruana?

En realidad, de lo que se trata, esde acabar con el modelo económico de mercado que en el Perú nos ha permitido reducir la pobreza y la desigualdad a un ritmo sin precedentes, para, en cambio, implementar las políticas proteccionistas de los países del Alba y el Mercosur. Estos últimos acuerdos han terminado enfocándose en construir barreras comunes para “defender” a sus miembros de la supuesta voracidad de los países más desarrollados.

Como ya hemos informado en el artículo Alianza del Pacífico: dirección correcta, esta alianza pretende potenciar las capacidades de sus miembros en su relación con el mundo global. El éxito de este bloque es tan evidente que otras naciones han mostrado interés en participar como observadores (Canadá, Ecuador, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Honduras, Paraguay, Panamá, Portugal, Uruguay, Australia, Japón, Nueva Zelanda y República Dominicana). Costa Rica ya ha sido aceptada como miembro pleno y Guatemala y Panamá han anunciado también su interés en incorporarse. ¿Cómo se entendería entonces la eventual idea de salirse de la Alianza del Pacífico? ¡Suena a locura!

Peor aún cuando el Mercosur se tambalea y empieza a hundirse, la Otra Mirada nos proponer cambiar de rumbo. Recordemos que el vicepresidente de Uruguay (parte del Mercosur), Danilo Astori, manifestó días atrás que “al mercado común nunca llegamos; la unión aduanera está destrozada y la zona de libre comercio no funciona porque no hay libre tránsito de bienes ni de servicios”. Asimismo, la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP) solicitó la necesidad de liberar a Brasil del “chaleco de fuerza” del Mercosur. En el mismo sentido, la Confederación Nacional de Industrias de Brasil ha pedido “entrar totalmente en el juego mundial de buscar nuevas sociedades en el comercio mundial” y citó, como ejemplo, a la Alianza del Pacífico.

El presidente del Consejo de Comercio Exterior de la Federación de Empresarios de San Pablo (Fiesp), Rubens Barbosa, acusó al gobierno argentino de herir de muerte al Mercosur y sostuvo que el bloque dejó de lado lo comercial para ser un instrumento de política regional. Según el empresario “el Mercosur hoy, como instrumento de política comercial terminó, no vale nada para la apertura de comercio, ahora se transformó en un foro político”.

Hay pues que saber entender el porqué de la propuesta de la Otra Mirada, que el Perú abandone un bloque comercial exitoso y que se case con otro más bien político, que se empobrece y consume por el proteccionismo y orientación anti globalización (anti histórica) de sus miembros. Esta es otra maniobra edulcorada de la izquierda regresiva peruana, que no atina a salir de las trampas ideológicas que la anclan al mundo de la guerra fría.

La Otra Mirada nos quiere llevar al “Club de Pobres” latinoamericano, a militar con los países que privilegian la política antes que el desarrollo, a seguir el juego del tradicional realismo mágico. En cambio la Alianza del Pacífico nos permiteacceder amayores inversiones y comercio, posibilita que nuestros trabajadores compartan parte de la riqueza de los ciudadanos de esos países. El comercio con los países más prósperos es como si se instalara un sifón, que después del envío de nuestros productos y servicios, trae parte de su riqueza. Los peruanos ya elegimos, los resultados son buenos, ¡que tanto ruido, si el suelo está parejo!




Entendiendo la estructura tributaria

Entendiendo la estructura tributaria

En el Perú se repite una y otra vez que la presión tributaria es muy baja y para ello se usa un indicador que no representa adecuadamente el nivel de recaudación fiscal. Para que se pueda juzgar debidamente este importante indicador, es menester hacer algunas precisiones y distinguirla presión tributaria de la presión fiscal del gobierno central, y de la presión fiscal del gobierno general.

 

Como puede verse en el cuadro anterior, las diferencias entre uno y otros conceptos son importantes. La presión fiscal del conjunto del gobierno es de 21.6% del PBI, casi 6% mayor que la (mal) llamada presión tributaria a secas. Otro aspecto interesante es la evolución positiva y creciente de los niveles de carga tributaria.

Si revisamos un período más largo, veríamos que la presión tributaria del año 90 era de 8% del PBI, luego pasó a 12.3% el año 2000, y llegó a 16% en el 2012, según cifras del MEF y BCR. Este incremento es muy importante en sí mismo, y mucho más impresionante si tomamos en cuenta que el PBI del 2012 es 7 veces mayor que el de 1990.

Las diferencias másimportantes de los tres conceptos son que a diferencia de la llamada presión tributaria, la presión fiscal del gobierno central incluye,  además de los ingresos tributarios, las  contribuciones a Essalud y la ONP, regalías petroleras, gasíferas y mineras, canon petrolero, y otros ingresos del gobierno central. Según las cifras del BCR, este coeficiente llegó al 18.5% del PBI en el 2012.Por último, el indicador que mide la carga fiscal global del Estado sobre la economía, es el de la presión fiscal del gobierno general, que incluye los recursos captados por los gobiernos locales. Actualmente, la presión fiscal del gobierno general llega al 21.6% del PBI y según el marco macroeconómico multianual 2014-2016, en el 2016 alcanzará el 22.2% del PBI.

Para entender mejor la naturaleza de los ingresos del Estado, veamos ahora su composición por cada tipo de fuente:

También es necesario ponderarque 13,900 contribuyentes, el 0.23% del total, a quienes la SUNATidentifica como principales contribuyentes, aportan el 85% del total de la recaudación del Impuesto a la Renta (2012). Todos los demás contribuyentes, 6´100,000, el 99.77%, contribuyen con el restante 15% de los ingresos fiscales.Ver el siguiente cuadro.

En resumen podemos decir que los ingresos del Estado han crecido de manera muy importante desde que se desataron las fuerzas del mercado a principios de los años 90. Desde entonces, su crecimiento ha sido parejo y continuo. Cuando se hable de dichos ingresos sería bueno precisar adecuadamente los conceptos y remarcar el peso del indicador global, el de la presión fiscal del gobierno general. Por otro lado es siempre importante recordar que la carga fiscal está  concentrada en muy pocas manos, y que, para mejorar las cosas es necesario disminuir el nivel de informalidad de la economía y ampliar la base de contribuyentes.




No es verdad que solo vendemos piedras

No es verdad que solo vendemos piedras

El análisis de la evolución de nuestras exportaciones del 2012 derriba, una vez más, el mito de que somos un país primario exportador, porque solo exportamos piedras o materias primas. La verdad es que el modelo ha favorecido en mayor medida el crecimiento de las exportaciones no tradicionales y una importante diversificación de la economía.

De acuerdo a las cifras proporcionadas por Adex – Asociación de Exportadores, según información de Aduanas, en la última década, el volumen (medido en toneladas) de las exportaciones no tradicionales aumentó en 252%, crecimiento muy superior al que registraron las de productos tradicionales que solo se incrementaron en 96%.

Contrariamente a lo que sostiene la izquierda, nuestras exportaciones tradicionales se siguen diversificando e incrementando en el tiempo.Esto se puede apreciar analizando la década móvil  2002– 2011 versus la 2003 -2012, que muestra que el último año se incrementa aún más la diferencia a favor del crecimiento de las exportaciones no tradicionales en volumen: 222% versus 252%. (Ver El mito del modelo primario exportador).

Estas cifras demuestran la verdadera transformación de nuestro aparato productivo, que en entre otros sectores, en el área industrial es ahora competitiva a nivel internacional, en la venta de maquinaria y equipos, alimentos y bebidas, perfumes, aguas de tocador, laminados flexibles, láminas de polietileno, textiles y confecciones, caucho y plásticos e industria del papel e imprenta, productos lácteos, panadería, aceites, entre otros productos.

Los sectores con mayores crecimientos en el período 2003-2012, fueron los productos químicos (383%), minería no metálica (288%), agropecuario y agroindustrias (252%) y metal-mecánico (203%).

Si comparamos los valores monetarios también vemos que el crecimiento ha sido significativo. Las exportaciones agroindustriales que al cierre del 2002 eran de US$ 437 millones, alcanzaron en el 2012 los US$ 3,000 millones. Algo similar ocurrió con textiles y confecciones que aumentaron en el mismo período de US$ 660 millones a más de US$ 2,100 millones y los productos químicos, que se incrementaron desde los US$ 246 millones a US$ 1,600 millones.

Además del crecimiento de las exportaciones no tradicionales, se ha observado una mayor diversificación, tanto en número de productos como los mercados de destino, lo cual se ha visto favorecido por la entrada en vigencia de los tratados de libre comercio (TLC) suscritos con casi todos los países del planeta, habiendo llegado a tener convenios con el 95% de nuestros mercados de exportación.

Este explosivo crecimiento también se refleja en el PBI. A nivel de la producción, en su memoria anual 2012, el BCR (Banco Central de Reserva) señala que el 85% del producto del país es generado por sectores no primarios y solo el 15% corresponde a los sectores primarios.

Si bien aún en valor nuestras exportaciones tradicionales todavía representan el 75% de las ventas totales al exterior, las no tradicionales están creciendo a pasos agigantados. En ese sentido, ¿de qué modelo primario exportador estamos hablando?

Como dice Richard Webb: “Se exagera el peso de las actividades primarias. Según el BCR, estas representan solo el 15% de la producción nacional, y su crecimiento ha sido menor al de las actividades industriales, comerciales y de servicios. La economía peruana es más diversificada de lo que se cree, y la diversidad crece al galope”. (Ver artículo “Las tres golondrinas”).