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Los errores de Francisco Durand

Los errores de Francisco Durand

En un reciente artículo en el diario La República, el sociólogo Francisco Durand le da con todo al modelo económico, desinformando mediáticamente y sin mostrar evidencias que respalden sus afirmaciones. La primera gran falacia que anuncia es que el modelo “nos hace vulnerables a un shock externo negativo: caída de los términos de intercambio y salida de capitales”.  Habría que explicarle al señor Durand que la agencia Moody’s, al distinguir entre los componentes asociados a la “exposición externa” de aquellos que denotan “resistencia”, considera que  el Perú tiene, junto a Chile, el nivel más bajo de vulnerabilidad en la región. En efecto, el modelo económico nos ha permitido acumular un impresionante nivel de reservas internacionales (US$ 67 mil millones, lo que representa 32% del PBI), las cuales cubren 7 veces la deuda externa pública y privada de corto plazo y respalda el 97% del total de las obligaciones del sector privado con las instituciones financieras.

Seguidamente, Durand confunde conceptos e infiere incorrectamente que el modelo “crea poco empleo formal por ser intensivo en capital, lo que favorece la informalidad”. De acuerdo a cifras del MINTRA, en la última década la PEA ha crecido 28%, mientras que el empleo adecuado ha aumentado en el mismo periodo en 96%, y el subempleo se redujo en 20%.  Esto significa que ya son 10 millones de peruanos los que tienen empleo adecuado, 4.8 millones más que hace una década. Estas cifras son el resultado del crecimiento de la economía peruana sustentado en el actual modelo, que en el mismo periodo, creció de $57 mil millones de dólares a $203 mil millones. Cabe recordar que los  sectores intensivos en capital son generalmente los que mejores trabajos ofrecen, y el aumento del empleo en la economía se debe a los encadenamientos de los sectores que jalan inversiones en el resto de la economía. Por otro lado, Durand pretende confundir al mezclar el fenómeno de la informalidad como una consecuencia de esto: la informalidad es consecuencia de la ineficiencia del Estado y el sistema político (no del modelo) para poder representar los intereses del mundo emergente, y eliminar los pesados sobrecostos que representan todas las gollerías laborales, beneficios e indemnizaciones que defiende la CGTP y Mario Huamán, al margen de los intereses y capacidades de la avalancha de nuestros empresarios emergentes.  

Los siguientes dos errores de Durand se refieren a que el modelo “privilegia la propiedad privada y dentro de ella  a la gran empresa”, y “favorece la concentración  económica  y tiende al abuso de la posición de dominio de mercado”. ¿Puede considerarse una falla del modelo que se privilegie la propiedad privada? ¿O es más bien una virtud, en cuanto permite capitalizar la fuerza y creatividad de  los ciudadanos, y generar incentivos para crear riqueza? Durand tiene que actualizarse un poco más sobre el rumbo que está tomando el mundo y las reformas pro mercado y propiedad privada que está emprendiendo el Partido Comunista chino, el más grande del planeta. Igualmente es falaz argumentar que el modelo económico es pro “concentración económica” y pro “abuso de posición de dominio”, ya que la economía de mercado endógenamente atrae capitales a aquellas actividades con mayor retorno, fomentando la competencia. Así, la apertura comercial, a diferencia del modelo de sustitución de importaciones de los 60’, 70’ y 80’ elimina los privilegios internos de unos pocos menguando la concentración industrial, y con ello fomenta la competitividad y brinda una mayor oferta de bienes y servicios -a mejor calidad y precio- a 30 millones de consumidores, que forman el Perú.

Nuestro autor también menciona que el modelo “reprimariza la economía en torno a la minería, la actividad extractiva más destructiva”. Eso es falso, ya que el modelo no tiene esta propiedad. El Perú ha sido bendecido con recursos naturales, que a buena hora los podemos aprovechar, ya que es la forma más rápida de salir del subdesarrollo. No obstante, ¿cómo va a ser destructiva la minería, si las provincias que tienen una mayor influencia minera registran los menores índices de desnutrición crónica infantil, y de acuerdo a la valuación Censal de Estudiantes (ECE) de Segundo Grado 2012, esas mismas zonas mineras también tienen los más altos rendimientos de aprendizaje escolar? Ver El reto de los economistas peruanos ante el bicentenario.

Otra perla de Durand es su afirmación, de que  “la “competitividad” se basa en salarios bajos (cholo barato)”. Esto también es falso, ya que en los años en los que la economía estuvo cerrada a las inversiones, el ingreso rural crecía solo 1.4% al año. Es a partir de 1994, un año después del cambio constitucional que respalda nuestro actual modelo, que los ingresos rurales empiezan a crecer a una tasa de 7.2% cada año. Ciertamente nuestra competitividad aún no está basada en el conocimiento y la innovación, pero no se puede negar que la productividad total de factores (PTF) tuvo un crecimiento record durante la última década, alcanzando un promedio anual de 3%, el más alto de los últimos 60 años.

Invitamos a Francisco Durand a visitar nuestra publicación de Las cifras de la Prosperidad, y a debatir con los economistas de este portal. Lampadia




Capacidades productivas y Agenda Pendiente lo evitará

Capacidades productivas y Agenda Pendiente lo evitará

El crecimiento económico del Perú de los últimos años es encomiable. En la última década (2003 – 2012) la tasa de crecimiento promedio estuvo por encima de 7%, por encima del promedio de mercados emergentes y entre los dosmejores de América Latina, junto con Panamá. El buen manejo económico, a su vez, nos permitió afrontar la crisis financiera del 2008-2009 con éxito y superar las amenazas que afectaron a Europa y Estados Unidos.  No en vano El banco global HSBC en su publicación “The World in 2050(“El mundo en el 2050”) indica que el Perú puede ser uno de los países que más crezca durante los próximos cuarenta años, alcanzando el lugar 26 entre las economías más grandes del mundo.

Esta bonanza macroeconómica se ha traducido también en bienestar microeconómico. La pobreza ha disminuido de 58.7% en el 2004a 27.8% en el 2011 (ver el informe titulado  de la CEPAL titulado “Panorama social de AméricaLatina 2012”) y según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) el crecimiento de la clase media ha sido de 67% entre el 2004 y el 2011, una clase media que nos permite avizorar estabilidad para la democracia y sostenibilidad para el crecimiento.

Por lo tanto, es necesario que el crecimiento económico se mantenga y evitemos caer en lo que se conoce como “la trampa delos ingresos medios”. Este fenómeno ocurre cuando economías en desarrollo, que vienen teniendo un buen desempeño dejan de crecer a tasas altas por varios años. En otras palabras, se pensaba que “pronto” se alcanzarían los umbrales de las economías desarrolladas, pero ello no se llega a concretar. Utilizando datos del Banco Mundial, The Economist señala que entre 1960 y 2008 solo 13 países han podido pasar de ser una economía de ingresos medios a una de ingresos altos.

Las explicaciones de este fenómeno son de varios tipos. Algunos países experimentan un periodo de rápido crecimiento basado en la exportación de manufacturas con mano de obra barata, y cuando suben los salarios, pierden competitividad. The Economist señala que algunas economías asiáticas que han venido creciendo aceleradamente sufren de este problema y manifiesta preocupación por China (Middle-incomeclaptrap).

Otros países pueden caer en esta trampa si solo basan su desarrollo en la explotación de industrias extractivas, sin alentar la diversificación de sus economías. Un tercer riesgo es la ausencia de una clase dirigente que sepa explicar a los ciudadanos los cambios y potencialidades delcrecimiento de sus economías, permitiendo el desarrollo de discursos populistas de corto plazo que promuevan la reversión de las reformas de mercado.

El Perú está en el camino correcto. Nuestro crecimiento es producto de haber permitido el regreso de la inversión privada al campo, a la minería, pesca, y turismo; así como al desarrollo de nuestro nuevo sector industrial, encadenado a los sectores primarios y a un diversificado sector de servicios. Esto ha sido potenciado por el ciclo favorable de precios internacionales y el acceso a flujos de inversión globales. Pero, sobre todo, vale enfatizar el aumento de la productividad total de factores que, durante la última década, ha crecido a niveles de record internacional (Ver gráfico).

¿Qué hacer para mantener nuestro ritmo de crecimiento y no caer en esta trampa? Tal cómo hemos sostenido en Lampadia, en el Perú existe una Agenda Pendiente en cuatro temas fundamentales: la mejora de la educación, el desarrollo de infraestructuras,el fortalecimiento de nuestras instituciones y la mejora del clima de inversión. Desafortunadamente, estos asuntos parecen ser ignorados por el gobierno, cuya indecisión y contradicciones entorpecen las reformas necesarias y generan incertidumbre para la inversión privada.

Nuestra visión de desarrollo debe incluir la agenda pendiente indicada y la puesta en valor de nuestros recursos naturales y potencialidades, como se destacan en minería, acuicultura, agricultura, bosques, turismo y energía, más un sector industrial altamente encadenado a los demás.

Después de languidecer en el grupo de los países de ingresos medio-bajos por décadas, debido a un pésimomanejo económico y políticas estatistas, el Perú se ha convertido en un país de ingresos medio-altos y apunta a seguir creciendo. Es ocasión de aprovechar nuestras potencialidades y no dormirnos en nuestros laureles para que, de una vez por todas, alcancemos el desarrollo y bienestar general. No debemos olvidar que todos los países que se empantanaron en una situación de ingresos medios, tarde o temprano, pueden terminar retrocediendo y negando las políticas de mercado que les permitieron cierto avance. No resolver la Agenda Pendiente ni aprovechar nuestras capacidades productivas, puede convertirse en el peor enemigo de un mejor futuro para todos.




Se descuidan avances en competitividad

Se descuidan avances en competitividad

A pesar de nuestro robusto crecimiento económico, el Perú muestra un retroceso en ocho de los doce componentes que conforman los pilares para la construcción de una economía competitiva a nivel internacional, manteniendo la ubicación 61 en el ranking de las economías más competitivas, pero retrocediendo en el puntajedel ranking global. 

Según el Foro Económico Mundial, la competitividad está compuesta por el conjunto de instituciones, políticas y elementos que determinan el nivel de productividad de un país, la que establece el nivel de prosperidad que una economía es capaz de lograr. De acuerdo al Informe Global de Competitividad 2013-14, que presenta los resultados de la clasificación de competitividad basada en el Índice Global de Competitividad adoptado por el Foro Económico Mundial en 2004, en el Perú se ha registrado un estancamiento de nuestro avance durante el último año. Pero lo preocupante es que en la evaluación de las siguientes categorías: instituciones (n°109), infraestructuras (n°91), salud y educación primaria (n°95), educación superior y formación (n°86), eficiencia en mercado laboral (n°48) y preparación tecnológica (n°86), no solo, no se ha avanzando en relación a otras economías con las que competimos, sino que hemos obtenido una puntuación individual inferior en relación a la obtenida en el mismo ranking el año pasado. Es decir, hemos empeorado.

Lasreformas de mercado que emprendió el Perú en el pasado nos ha permitido tener una economía más competitiva que la mayoría de países del Mercosur y el Alba, como Argentina (n°104), Bolivia (n°98), Uruguay (n°85), Venezuela (n°134), Nicaragua (n°99), y Ecuador (n°71); pero aún nos encontramos lejos de Chile (n°34), que sigue a la cabeza de la clasificación regional, junto con Panamá (n°40), Costa Rica (n°54) y México (n°55), que se mantienen relativamente estables.

¿En qué nos fue bien?

A pesar de los buenos resultados obtenidos en los últimos años, el Perú mejoró una posición en cuanto al entorno macroeconómico (en comparación a otros países), pero obteniendo un puntaje individual inferior al del año pasado, por lo cual tampoco podemos dormirnos en este aspecto. Igualmente, se obtiene una mejora en relación a otros países en eficiencia en el mercado de bienes, pero sin mejorar un decimal en la calificación obtenida el año pasado. Es decir, en estas categorías mejoramos en términos relativos porque otras economías empeoraron.  Sin embargo, es rescatable la mejora que ha tenido el país en desarrollo del mercado financiero, a pesar del reducido tamaño de nuestro (aún incipiente) mercado de capitales, y la baja penetración relativa de la banca. También se registra una mejora en la categoría relacionada a tamaño de mercado, lo que sin duda ha sido un efecto del importante crecimiento de la clase media y el impulso que ha tenido la demanda interna en los últimos años.

La agenda pendiente

Es claro que el Perú necesita avanzar más agresivamente en los desafíos de largo plazo que incluyen reformas de fondo para mejorar sustancialmente las tasas de productividad, que constituyen el factor real que sostiene el crecimiento inclusivo en el tiempo. En particular, urge establecer una agenda para definir estrategiasque permitan reforzar aquellos puntos en los que es muy claro que no se ha avanzado, como la mejora de la educación, las infraestructuras, y la reforma de instituciones del Estado. En este sentido, el informe destaca que los países que encabezan el ranking como Suiza (que lo lidera por quinto año consecutivo), Singapur y Finlandia, se caracterizan por mostrar entornos institucionales robustos, infraestructuras avanzadas y educación de primera, lo que permite generar un entorno favorable para tener un excelente nivel de innovación y formación tecnológica. Por ello, no debería sorprenderle al Consejo Nacional de la Competitividad (CNC) los pobres resultados que el Perú ha obtenido en estos campos cuando el presente Gobierno ha hecho muy poco para mejorar el capital humano.




“Sólo el 5% de las innovaciones se convierten en productos exitosos”

“Sólo el 5% de las innovaciones se convierten en productos exitosos”

—La reciente administración al mando de Concytec busca construir un ecosistema de ciencia, tecnología e innovación que trabaje de modo articulado. Admite que a la fecha hay muchas trabas legales y administrativas del propio Estado que afecta a que se construya una cadena de la innovación. Entrevista realizada por Rocío Barja.

Lograr la tan ansiada y esquiva competitividad del país está íntimamente ligado al desarrollo de la innovación y la tecnología. ¿Cómo se está realizando este trabajo desde Concytec?

Establecer una política de ciencia, tecnología e innovación que vaya de acorde con el crecimiento del país nunca es fácil, ni siquiera para los países desarrollados. En el caso de Concytec, debe quedar claro que las políticas que se dan no sólo salen de nuestras cabezas sino que deben responder a la demanda de tecnología de las empresas, así como a la del sector público (entidades y ministerios). Al menos, eso es lo que está intentando imprimir la actual gestión: que las decisiones de políticas estén basadas en evidencia real.

¿Qué tan difícil es eso?

Complicado. Por eso en Concytec hemos implantado la política de evitar el conflicto de interés en la aprobación de los financiamientos a diversos proyectos de investigación de empresas. Por dicho motivo, nosotros no intervenimos en la aprobación de proyectos y tampoco nos enteramos qué proyectos son aprobados ni que empresas están participando en los concursos de selección. Es mejor así.

Ahora, ¿qué tan difícil le resulta a una empresa hacer investigación para mejorar un producto existente o crear uno nuevo?

El tránsito de una investigación hacia una innovación o producto específico es muy largo en el Perú, puede tomar hasta 10 años, dependiendo del sector. Uno de los motivos de esta realidad es que el Estado no ha fomentado esta práctica, precisamente por los pocos fondos con los cuales se contaba hasta hace algún tiempo.

¿Ello quiere decir que el tiempo para que un proyecto se convierta en un producto real depende sólo del factor financiamiento?

Definitivamente que no. Se requiere también de una institucionalidad que actualmente no existe en el Estado peruano, y que por ejemplo si lo tiene Chile. Un caso interesante es el del salmón, donde el gobierno chileno fue el primero en apostar en la investigación para su cultivo y luego las empresas, cuando vieron que era exitoso se lanzaron a invertir.

Adicionalmente a la falta de institucionalidad existen otros factores que afectan a que en el país se construya una cadena de la innovación…

Si. En este momento hay muchas trabas legales y administrativas que impone el propio Estado. Ahí tenemos por ejemplo, el hecho que haya universidades en las regiones que reciben canon y no lo utilizan, eso tiene que cambiar. Otros problemas son la falta de coordinación entre universidades y la OSCE así como las trabas para contratar personal extranjero en las labores de investigación.

Con todos estos problemas cualquiera diría que sería mejor no investigar…

Lamentablemente en el Perú en los últimos años, las empresas han innovado por su cuenta sin la ayuda del Estado. Recién a partir de esta gestión lo que se está tratando de hacer es brindar un apoyo a la innovación pero eso requiere de recursos importantes.

¿Y eso porqué?

Quizá la parte más costosa del desarrollo de una innovación no es tanto la investigación aplicada sino como se llevan esos conocimientos a productos concretos. Hay muchas innovaciones que de repente no cuestan nada pero hay otros casos que se requiere un trabajo mucho más laborioso.

Eso quiere decir que el financiamiento del Estado no es suficiente…

Así es. La innovación no es una tarea trivial sino sumamente complicada. Requiere del apoyo de varias instituciones, no solamente del Estado. También se necesita de fuentes externas de financiamiento que provienen del sector privado. Ellas que conocen el mercado saben que si bien los retornos pueden ser muy altos, los riesgos también lo son.

Hablando de la mortandad de los proyectos de investigación o innovaciones, ¿cuántos llegan a concretarse?

Si bien no hay datos exactos de Perú, podemos afirmar que en general a nivel internacional estamos hablando que del 100% de estas iniciativas sólo el 5% llega a concretarse como productos exitosas y son introducidos en el mercado.

Este porcentaje es muy bajo, ¿verdad?

No tanto. Nosotros creemos que la mortandad de proyectos de innovación hasta que se llega finalmente a innovaciones concretas dentro del mercado es sumamente bajo. Sin embargo, allí entran a tallar los capitales de riesgo quienes ven una oportunidad para maximizar sus ganancias. Ellos saben que probablemente sólo el 10% de lo que financien será realmente exitoso, pero eso no les preocupa porque saben que la rentabilidad que ganen superará cualquier perdida que hubieran tenido.

La agenda pendiente

Uno de los pedidos planteados por la actual administración de Concytec al MEF es que les incremente el presupuesto para el 2014. ¿Qué cambios se darían de aprobarse esta solicitud?

El pedido de aumento de presupuesto está íntimamente ligado a mejorar nuestra tarea como ente rector de la ciencia y tecnología en el país. En ese sentido, estamos proponiendo la creación de una línea de financiamiento para el fortalecimiento de oficinas de transferencia tecnológica. Estas oficinas son los lugares donde las empresas van cuando tienen necesidad de innovar. Es el link entre el know how de la tecnología y la demanda de las empresas.

¿Qué otros aspectos están contemplando?

También estamos viendo la necesidad de crear dos direcciones: una vinculada a la evaluación y seguimiento de los proyectos y políticas, así como otra de Estudios Económicos.

Eso quiere decir que hasta la fecha, el Concytec no ha realizado seguimiento a los proyectos en cartera…

No tanto así. Si se ha realizado una evaluación pero ha sido sobre todo desde el punto de vista administrativo. Lo que ahora buscamos con esta nueva dirección es una radiografía del verdadero curso que siguen los fondos públicos destinos a la innovación y tecnología.

Y en el caso de la dirección de Estudios Económicos, ¿Qué se busca lograr con ella?

Lo que buscamos es tener data del sector que actualmente no se tiene. Por ejemplo, cuántos investigadores existen actualmente en el país, en que universidades están, entre otros temas. Para esta oficina se ha conversado con Ricardo Hausmman, director del Centro para el Desarrollo Internacional (CDI) de la Universidad de Harvard, quien será nuestro partner. Lo que nos falta ahora es encontrar a una persona en Perú que se encargue de ejecutar las sugerencias de Hausmann.

Con todos los cambios que se vienen para el Concytec, ¿cuál es el estimado de inversión del Estado que prevé alcanzar al 2014 en términos de inversión en innovación y tecnología?

Actualmente se dice que la participación de la innovación y tecnología como porcentaje del PBI del país asciende al 0.15%, nivel muy por debajo a lo estimado para la región que es del 0.6%.

Ahora, nosotros estamos convencidos que al cierre del 2014, ese porcentaje subirá al 0.23%, lo cual será todo un logro ya que por años nos hemos visto estancados. Ahora realmente sentimos un cambio de mirada en el tema.

 

Publicado por Gestión, 1 de agosto del 2013

 




Que no se nos vaya el tren

Que no se nos vaya el tren

Según daba cuenta un informe que publicamos en nuestra sección de Economía este miércoles, el viceministro de Transportes ha tenido la honestidad de admitir que no se ha avanzado nada en el plan de desarrollo de infraestructura multimodal, el mismo que está anunciado desde hace dos años. El informe decía que esto es grave para la enorme brecha de infraestructura que ostenta el país, “sobre todo en ferrocarriles”. Y tenía razón. Uno de los rubros en donde es más seria nuestra brecha de infraestructura de transportes es el de los ferrocarriles.

Cuando uno revisa lo que los trenes significan en términos de velocidad, costos, seguridad y aun de la huella ecológica del transporte en un país, resulta difícil entender por qué el Perú no está lleno de ellos y por qué, de hecho, se invierte tan poco en mejorar y optimizar la poca infraestructura ferroviaria que ya hay.

Resulta difícil, al menos, para quienes creemos que ahí donde hay libertad económica los recursos acaban siendo asignados a sus usos más eficientes –es decir, ahí donde podrán producir más y mejor, a menores costos–.

Y resulta particularmente difícil, en fin, cuando uno ve lo abrumadoras que son las cifras de costo-beneficio de las vías ferroviarias vis-a-vis las de su principal competidor, el transporte en carreteras.

Consideremos, por ejemplo, lo que cuesta construir las vías de un tren versus lo que cuesta una carretera, y lo que puede transportar –“producir”– cada uno. En lo que toca al terraplén –el pedazo de tierra que hay que preparar para construir la estructura de una vía férrea o de una carretera– el asunto resulta fácil, porque mientras las vías de un tren requieren solo de un ancho de 4,5 metros, las de una carretera promedio (de dos carriles) necesitan 15. Pero en lo que respecta a la estructura en sí –la vía asfaltada y la vía férrea– el tema es también claro: por ejemplo, construir cada kilómetro de carretera cuesta US$2,26 millones (si tomamos en cuenta la cifra de la última carretera licitada: la Costanera Quilca-Matarani), mientras que cada kilómetro de vía férrea (conforme cifras presentadas por los concesionarios y validadas por Ositrán) cuesta menos de la mitad: US$1 millón.

La comparación, por otro lado, se hace todavía más dramática cuando se considera el mantenimiento. Una carretera debe ser reasfaltada cada siete años (conforme al IPE), mientras que a un tren hay que cambiarle los rieles cada 150 años en promedio, según la Asociación Americana de Ingeniería y Mantenimiento de Ferrocarriles.

No hay pues competencia posible entre tren y carreteras en materia de costos. ¿La hay en cuanto a lo que pueden mover? Tampoco. Una vía férrea puede transportar anualmente diez veces más personas y carga que una carretera promedio de dos carriles.

Y todo eso para no hablar de la seguridad: sobre la base de los accidentes que se producen anualmente en ambos sistemas, el gobierno francés calcula que una vía férrea es 60 veces más segura que una asfaltada. O de la ecología: baste recordar que el asfalto es un químico no biodegradable con el que se rocían largas extensiones de tierra .

¿Quiere esto decir que solo debería haber trenes y no vías asfaltadas? En absoluto. Los trenes no tienen la flexibilidad de las vías asfaltadas ?–no pueden llevar a cada uno a su destino individual–. Los trenes son las arterias; los caminos, las venas. Un buen sistema de transporte debe tener las dos, integradas y cada una en su rol. Y el rol de los trenes es el del transporte en los grandes corredores –los que tienen los mayores tráficos de personas y bienes–, donde son contundentemente más eficientes. No en vano es una prioridad tan grande el metro de Lima.

Y así volvemos al misterio inicial. ¿Si en los grandes corredores los trenes pueden transportar muchas más personas y mercancías de mejor manera y a menor costo, no representan una oportunidad de negocio para quitarle clientes a la carretera? ¿Por qué entonces no tenemos más inversión en trenes? ¿Por qué no se construyen nuevas vías ferroviarias por doquier y por qué no se renuevan las existentes? ¿Por qué, por ejemplo, el tren de Cusco a Puno no toma ya las tres horas que podría? ¿Por qué el ferrocarril central sigue teniendo el mismo trazo que se le dio en el siglo XIX, en lugar de un túnel trasandino que podría poner a Huancayo a tres horas y media de Lima?

Preguntas sin respuesta. Hasta que uno se entera de que el negocio del transporte por carretera en el Perú viene consistentemente subsidiado por el Estado, además de favorecido tributariamente frente al del transporte ferroviario. Con lo que cualquiera que quiera invertir en trenes –sea para construir nuevos o mejorar los existentes– sabe que tendrá que enfrentar una competencia que es cargada por los hombros del consumidor. Y misterio disipado.

Aunque, desde luego, esta disipación deja a su vez una nueva incógnita, ¿por qué el Estado haría una cosa así? ¿Por qué gastar para fomentar la vía más costosa frente a la más barata para pérdida de la productividad nacional, del consumidor y, ciertamente, de la movilidad y la integración social?

Publicado por El Comercio 19 de julio del 2013




¿Mantendrá el brillo Latam?

¿Mantendrá el brillo Latam?

América Latina aún es una de las regiones más dinámicas del mundo, aunque su crecimiento se desaceleró ligeramente en el 2012. Muchas economías de la región están operando cerca de su nivel potencial, tienen inflación baja y reportan niveles de desempleo históricamente bajos.

A corto plazo, la mayor parte de la región, incluyendo el Perú, se seguirá beneficiando por condiciones de financiamiento externo favorables y precios relativamente altos de las materias primas. En el caso del Perú esperamos que el crecimiento se mantenga en alrededor de 6% en el 2013, apoyado por una vigorosa demanda interna.

Sin embargo, hasta el oro puede perder brillo. Las condiciones externas favorables no perdurarán para siempre. Los precios de las materias primas podrían disminuir en los próximos años, mientras que las tasas de interés globales aumentarán a medida que la situación de las economías avanzadas mejore.
 

DESAFÍOS CON MIRAS AL FUTURO

Los ingresos extraordinarios derivados de los elevados precios de las materias primas durante la última década han alcanzado niveles sin precedentes en América Latina. Estos ingresos extraordinarios alcanzaron en promedio el 15% del valor de la producción anual (8,5% en el caso del Perú), lo que significó un incremento acumulado de ingresos extraordinarios de alrededor de 90% del valor de la producción anual (véase el gráfico 2). En este contexto, sería prudente fortalecer el ahorro fiscal en la región, de tal modo que las economías estén en una posición más sólida cuando los “vientos a favor” dejen de soplar. El mayor ahorro público también ayudará a aliviar las presiones sobre la demanda agregada y contribuirá a reducir el déficit de la cuenta corriente externa.

Las condiciones monetarias laxas en las economías avanzadas y los fundamentos económicos sólidos en la región han impulsado una cuantiosa entrada de capitales privados. Un desafío clave para la política económica de toda la región es evitar que estos flujos generen excesos y vulnerabilidades financieras. El crédito bancario continúa creciendo a un ritmo relativamente rápido, y los precios de los activos han aumentado de manera significativa (incluyendo los precios de la vivienda de las principales zonas metropolitanas). En estas condiciones, sería recomendable mantener una política fiscal sólida, seguir utilizando la flexibilidad del tipo de cambio para desalentar una afluencia de capitales especulativos, y aplicar medidas macro prudenciales para reducir riesgos en el sistema financiero.

 

Con las economías operando cerca del potencial y las tasas de desempleo bajas, el crecimiento en el futuro dependerá cada vez más del aumento de la productividad. Mejorar la productividad no será una tarea fácil y los gobiernos deberán adoptar medidas que se acomoden a las circunstancias específicas de cada país. En el caso del Perú, se podrían considerar políticas orientadas a incrementar la inversión en infraestructura y capital humano, modernizar los marcos jurídicos y promover mercados de productos y de trabajo más eficientes y competitivos.

 

En resumen, el desafío para la mayor parte de América Latina, incluyendo el Perú, es aprovechar las condiciones externas favorables para consolidar los avances logrados en la última década y sentar las bases de un crecimiento sostenido. Para ello, será necesario mantener una política fiscal sólida, gestionar de manera prudente los flujos de capital para evitar excesos financieros y avanzar en la aplicación de reformas estructurales orientadas a incrementar la productividad y el crecimiento potencial.

(Por Alejandro Santos, jefe de Misión del FMI para Perú, y Alejandro Werner, director del  Departamento del Hemisferio Occidental FMI – Publicado por El Comercio, 26 de mayo, 2013)




Índice de Competitividad Regional – INCORE 2012 – IPE

Índice de Competitividad Regional – INCORE 2012 – IPE

Hay diversos factores que explican el desarrollo económico. La literatura económica ha pasado por diversas etapas en las cuales se le ha dado mayor importancia a distintos factores como el capital, la tecnología, la educación, la innovación, entre muchos otros. Ver documento completo




La agenda pendiente

La agenda pendiente

En anteriores artículos hemos resaltado los grandes avances económicos y sociales que hemos logrado en los últimos 20 años, avances que se sustentan en cifras concretas que nadie las puede negar. (Ver Hagamos el balance de lo avanzado y miremos al futuro).

El crecimiento económico, el nivel de inversión privada, la reducción de la pobreza, la desigualdad, la desnutrición y la mortalidad infantil; el aumento sustancial de los ingresos y del empleo adecuado, con una mejor distribución de ingresos y empleo a lo largo y ancho del país, y la multiplicación por siete del crecimiento de los ingresos en la sierra rural, son indicadores seriosque han hecho que el país sea reconocido internacionalmente como una “estrella en ascenso”.

Sin embargo, debemos ser conscientes que el Perú tiene todavía un largo camino por recorrer, debido a que los daños generados por las erradas políticas de los 60, 70 y 80 fueron muy profundos y aún estamos recuperándonos.

Gracias a lo avanzado es que ahora podemos concentrarnos en la agenda pendiente, pues contamos con mejor capacidad de recursos para enfrentarla. No hacerlo sería  inmoral.

La agenda pendiente debe enfocarse en lograr un Estado que funcione y una economía más competitiva, como hace poco manifestó en Lampadia Gianfranco Castagnola, presidente ejecutivo de Apoyo Consultoría.

El banco global HSBC en su publicación “The World in 2050” (“El mundo en el 2050”) indica que el Perú puede ser uno de los países que más crezca durante los próximos cuarenta años, alcanzando el lugar 26 entre las economías más grandes del planeta mediante un crecimiento del PBI de 5.5% como promedio anual.

Para su análisis, el HSBC ha considerado el perfil de la población, la demanda de commodities y otros factores como el promedio de años de educación, la esperanza de vida al nacer, la fertilidad, el imperio de la ley, el nivel de consumo del Gobierno, el índice de democracia y la tasa de inflación.

Del análisis del HSBC se puede decir que esta oportunidad se basa en dos factores estructurales y cuatro de coyuntura. Los estructurales se dan más allá de nuestras acciones y los coyunturales dependen de nuestro manejo.

En lo estructural están la demanda global de los commodities que deberían ofrecernos buenos niveles de precios, y el perfil de nuestra población, en el que la relación de nuestra PEA (población económicamente activa) al total de la población es muy alta y por lo tanto nos ofrece una buena base de crecimiento.

Entre los factores de coyuntura, tenemos aquellos que debemos manejar con destreza, como la mejora de la educación, el desarrollo de infraestructuras, un buen clima de inversión y el fortalecimiento de nuestras instituciones. En estos cuatro temas debiéramos centrar el debate sobre nuestras acciones futuras.

Nuestro bienestar general demanda una verdadera revolución en el tema educativo.

La brecha en infraestructuras también es alarmante, se calcula en alrededor de US$ 88,000 millones.

En el clima de inversión estamos retrocediendo. Las asonadas político-sociales anti-mineras y anti-inversión privada en muchas regiones, han alcanzado niveles de sedición.

La debilidad de nuestras instituciones es una nítida amenaza al crecimiento.Necesitamos contar con un Sistema Judicial eficiente y moderno, crear partidos políticos que representen a la mayoría de la población, reformar el Estado hacia el servicio de los ciudadanos, con eficiencia, vocación de servicio y una acción ética.Garantizar el equilibrio de poderes y la libertad de prensa.

En los próximos días estaremos abordando cada uno de estos temas y fomentando un debate al respecto.

The World in 2050 – Global Economics January 2012 HSBC