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Bien en contenedores, falta el resto

Bien en contenedores, falta el resto

La inversión privada en los puertos muestra resultados positivos, a pesar de los obstáculos que encuentra en su camino. Esto acaba de ser corroborado por la CEPAL para el caso del transporte de contenedores, según el ranking de  Movimiento portuario contenedorizado de América Latina y el Caribe 2012, en el que El Callao destaca entre los terminales marítimos más dinámicos de la región, como puede verse en la siguiente tabla:

 

Este crecimiento hubiese sido imposible sin los capitales privados que han permitido que el Perú cuente hoy con infraestructuras portuarias modernas, inmensamente superiores, en eficiencia, calidad y costos, a los que teníamos antes.

Sin embargo, la modernización de todos nuestros puertos sigue siendo untema pendiente. Aún nos falta andar un buen trecho para dejar atrás la penosa herencia portuaria del intervencionismo estatal y las mafias sindicales.

Qué diferencia con lo que hoy reporta la CEPAL: Los muelles del Callao, manejados por los operadores privados, DP World y APM Terminals, registraron en el 2012 un incremento de 35% en movimiento de contenedores con respecto al 2010. Por su lado, Paita también subió 35% en el mismo período. Estos resultados sitúan al Callao entre los puertos más importantes, tanto en términos de volumen de carga, como en cuanto al ritmo de crecimiento.

Este éxito, que ya se vio antes en la concesión del puerto de Matarani en Arequipa, debe hacernos reflexionar sobre la necesidad de llevar más inversión privada a los puertos que aún están en manos del estado, removiendo los obstáculos que la desalientan, como el Decreto Legislativo 1147 de mayo pasado (2013), que transfirió las competencias de la Autoridad Portuaria Nacional (APN)a la Dirección de Capitanías y Guardacostas de la Marina (Dicapi), incluyendo los procesos de inversión portuaria (Ver: ¿Alguien quiere fuerzas armadas empresariales?).

También deberían ser descartados de plano aquellos intentos estatistas que, desde el Ejecutivo y el Congreso, enrarecen el clima de inversión en los puertos, como el de septiembre pasado (2012), cuando el gobierno informó que el MTC estaba evaluado la posibilidad de que la empresa estatal Enapu sea “socio” forzoso en las siguientes concesiones portuarias; o como el proyecto de ley presentado por el legislador Dammert para “fortalecer y modernizar” Enapu.

Obligar a los inversionistas a asociarse con Enapu supone renunciar a lograr el mayor nivel de competitividad portuaria, que el Perú, por su posición geográfica y por su estructura de comercio internacional, está obligado a aprovechar.  Según el último Reporte Fiscal Mensual del MEF, en el 2012 Enapu fue la última de las 35 empresas estatales en ejecución presupuestal, con 4.8%, y tuvo además pérdidas equivalentes al 169% de su patrimonio (Correo, 24, junio 2013). A juicio de Gonzalo Prialé, presidente de AFIN, esta propuesta ahuyentaría al empresariado “dado que ninguna empresa en su sano juicio va a querer tener como socio a una compañía estatal quebrada e ineficiente como Enapu que poco o nada puede aportar al negocio”. (Ver: Participación de Enapu en concesiones ahuyentará a inversionistas privados).

El proyecto Dammert, propone “declarar de interés nacional el desarrollo de la empresa nacional de puertos”, para que el estado compita con el sector privado en la actividad portuaria, destinando recursos públicos con ese fin. Esta propuesta es regresiva y solo conlleva una oferta política, sin un contenido tangible de mayor eficiencia o competitividad. Por otro lado sería inconstitucional, pues contravendría el rol subsidiario del Estado.

La inversión privada ha sido decisiva para la modernización de nuestros principales puertos: Donde antes imperaban la corrupción y explotación laboral (puntos y contrapuntos), ineficiencia, altos costos y grandes demoras para el transporte, ahora hay muelles equipados con maquinaria de última generación que brinda servicios eficientes y competitivos. Falta profundizar este proceso en los demás puertos. Basta de populismo vacío.




Perú lidera crecimiento de inversión extranjera

Perú lidera crecimiento de inversión extranjera

El flujo de inversión extranjera directa en el Perú aumentó 49% en el 2012, alcanzando los US$12,240 millones, reveló la Cepal, (Comisión Económica para América Latina y el Caribe  de las Naciones Unidas). El crecimiento en el Perú ha sido el mayor, por encima del de Chile (32%), Argentina (27%), Paraguay (27%), Bolivia (23%), Colombia (18%) y Uruguay (8%).

En montos absolutos, los US$ 12,240 millones de nueva inversión equivalen al 5.9% de nuestro PBI, y nos ubican como el sextopaís receptor en América Latina, después de Brasil, Chile, Colombia, México y Argentina.

El informe de la Cepal señala que en el 2012, el principal componente de la inversión extranjera directa en el Perú ha sido la reinversión de utilidades por US$ 8,263 millones, patrón que se viene repitiendo en los últimos años, lo que contradice el verbo izquierdista de que la inversión extranjera viene al Perú a llevarse todo. La rentabilidad de estas inversiones permite que la ampliación productiva se financie con reinversión de utilidades. El otro componente fueron los aportes de capital (US$ 4,637 millones), mientras que el flujo de préstamos de las casas matrices fue levemente negativo.

La Cepalinforma que Brasil fue el país que recibió más capitales el año pasado (US$65,272 millones). Sin embargo este monto fue inferior en 2% a lo que se reportó para el 2011.

Según la Cepal, la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe alcanzó un récord de US$173,361 millones en el 2012, con un crecimiento de 6.7% con respecto al 2011.

No dejemos de apreciar, que si tomamos en cuenta el tamaño de nuestro territorio y de nuestra población, o si nos comparamos con Chile, podríamos afirmar que la inversión extranjera directa en el Perú, está todavía largamente debajo de su potencial. Por lo tanto es muy importante cuidar el clima de inversión que se viene descuidado últimamente.




IEP, de prejuicios y estudios

IEP, de prejuicios y estudios

En una reciente entrevista, Roxana Barrantes, directora general del Instituto de Estudios Peruano (IEP), publicada en el diario Gestión, sostiene que en el Perú la desigualdad no es solo económica sino también territorial, porque, según ella, “Lima crece a un ritmo diferente al de otras zonas”. Esta reflexión parece provenir de un prejuicio antes que de un estudio de la realidad peruana. Lima ya no es el Perú. Los últimos 20 años han cambiado nuestra geografía económica y social.

Para sorpresa de muchos, hoy la inversión, la economía, el empleo y los ingresos crecen más en las regiones que en Lima. Por ejemplo, durante la última década, el empleo y los ingresos han crecido el doble en provincias, más en las zonas rurales que en las urbanas y más en la sierra y la selva que en la costa.

Para muestra varios botones:

  • Crecimiento económico: Siete regiones del interior crecieron por encima del promedio nacional de 6.4% entre el 2001 y el 2011, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática: Cusco (8.9%), Ica (8.8%), Madre de Dios (7.3%), La Libertad (7%), Ayacucho (6.9%), Arequipa (6.7%) y San Martín (6.6%). Como se ve la mayoría de ellos superaron a Lima (6.8%).
  • Empleo: De una muestra de 30 ciudades, reportada por el Ministerio de Trabajo el 2011, en 14 se registró un incremento del empleo superior a la capital: Piura (16.3%), Sullana (16.1%), Puno (15.6%), Huaraz, (10.8%), Talara (10.2%), Cajamarca (8.2%), Arequipa (8.1%), Puerto Maldonado (7.9%), Huánuco (7.3%), Tacna (7.3%), Ayacucho (6.7%), Pisco (6.6%), Trujillo (6.3%) y Cusco (5.5%). El empleo, que en Lima aumentó solo el 5.4%, es el canal más efectivo para reducir la pobreza y la desigualdad.
  • Ingresos: En ingresos por el trabajo, los incrementos en provincias también han sido significativos, llegando en Moquegua 1,564 soles mensuales de promedio, en Arequipa a 1,259,  en el Callao a 1,189, y en Tacna a 1,136, mientras que, en Lima, el ingreso promedio alcanza los 1,368 soles mensuales. Sin lugar a dudas, otro Perú.

En cuanto a la desigualdad, el coeficiente de Gini nos dice que el Perú ha logrado reducirla de 0.545 en 1999 a 0.452 en el 2011, de acuerdo a los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL- y del Banco Mundial. Algunos negacionistas de izquierda han recalculado su propio coeficiente Gini, al que ponen en un nivel actual de 0.6, sin embargo han debido reconocer que durante los últimos 10 años la reducción del mismo ha sido de 12%.

Si bien aún hay tareas pendientes para acortar las distancias entre los peruanos y establecer una agenda nacional de cara al futuro, es de esperar que los estudiosos se alejen de los buenos deseos y de los prejuicios y se acerquen a los indicadores de la realidad, pues solo con ellos se podrán construir bases sólidas para dicha agenda.




Pobreza contra las cuerdas

Pobreza contra las cuerdas

A estas alturas ya sabemos que la única manera de reducir la pobreza es con crecimiento económico, que la inversión privada es el motor del crecimiento y que, a su vez, solo el trabajo productivo puede hacer sostenible la superación de la pobreza, no así el asistencialismo, por más justo y urgente que este pueda ser. En nuestro anterior informe Diez millones de peruanos adecuadamente empleados, ya hemos visto como se viene dinamizando la creación de empleo en el Perú.

Ahora queremos destacar el impacto del crecimiento en la reducción de la pobreza. La relación entre el crecimiento económico y la pobreza (que los economistas llaman elasticidad crecimiento/pobreza), ha aumentado sostenidamente durante los últimos años, habiendo llegado a triplicar su efecto.

Según estudios del INEI, el MEF y el BCR, entre 1994 y 1998, por cada punto porcentual (1%) que crecía el PBI, la pobreza se reducía  en solo 0.43%. Durante la última década por cada punto (1%) de incremento del PBI la reducción de la pobreza se dinamizó desde una disminución de  1% hasta llegar en el 2010 a una reducción de 1.7%, una relación magnífica. Hace pocos años en un CADE en Trujillo, se consideraba que la débil relación de 1 a 0.5 (crecimiento/pobreza) era una trampa que hacía dudar del camino del crecimiento como fuente de la disminución de la pobreza.

Hoy es notoria la fuerza de nuestro crecimiento y la velocidad de reducción de la pobreza. Por ejemplo, en el último informe social de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) se destaca el éxito del Perú en el tema de pobreza,  ubicándose como el tercer país de la región donde más cayó aquella en el 2011.

El informe titulado “Panorama social de América Latina 2012” resalta además que el Perú logró reducir la pobreza de 31.3% en el 2010 a 27.8% en el 2011. Vale recordar que en el 2004 la pobreza se situaba en 58.7%.  Ver el siguiente cuadro 1.

 

Los ingresos por trabajo, según la CEPAL, han sido los más determinantes para explicar la variación de los ingresos en los hogares pobres peruanos. Mientras el Perú redujo su tasa de pobreza en 3.5%, los demás países latinoamericanos lo hicieron en promedio en solo 1.6%. Recordemos que solo hasta hace pocos años nuestra performance económica era la peor de la región. Ver cuadro 2.

Este es un proceso muy positivo que debemos fortalecer, precisamente, por lo que aún falta lograr. Lamentablemente hay gente, que, ante lo que está por hacerse, pretende desandar el camino. Cuidado, hay que mantener el crecimiento económico, el ritmo de la inversión privada y la creación de trabajo productivo.




La inversión extranjera directa al Perú creció 31% durante el primer semestre

La inversión extranjera directa al Perú creció 31% durante el primer semestre

En el primer semestre, la inversión extranjera directa (IED) creció 31% en el Perú respecto a similar periodo del 2011. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Perú ocupa el quinto lugar en ese indicador.

La IED hacia la región creció en promedio 8% al totalizar un flujo de US$ 94.331 millones en el primer semestre. En similar periodo del 2011 la región captó US$ 87.262 millones. En conjunto en el 2011 los países latinoamericanos y del Caribe lograron US$ 154.728 millones.

El aumento de la IED se explica por la estabilidad y el dinamismo económico en la mayoría de los países y los altos precios de las materias primas, que incentivan la inversión en minería e hidrocarburos.

Los flujos hacia la región presentan un cierto nivel de heterogeneidad, con caídas en varios países. Sin embargo, el fuerte incremento de las inversiones en Chile, Argentina, República Dominicana, Perú y Colombia hace que el resultado global sea positivo.

De otro lado, las inversiones de empresas latinoamericanas en el exterior, las translatinas, registraron un fuerte incremento de 129% en los primeros seis meses del año.