1

Dictadura socialista sigue agravando crisis humanitaria

En Venezuela, el movimiento chavista se encuentra en un callejón sin salida. El discurso es ahora claramente contradictorio. Por un lado, es habitual entre los chavistas poner énfasis en los supuestos logros en las áreas de salud, educación y otros temas sociales. Pero las cosas no están a la altura de la publicidad del gobierno. Las deficiencias son excusadas con acusaciones vacías de sabotaje, guerra económica y otras formas de intervención maliciosa. El problema con estos argumentos es que no pueden explicar la cruda realidad de Venezuela.

La crisis en Venezuela los ha llevado a un caos generalizado. La escasez de alimentos y medicinas y los constantes saqueos son la expresión más clara de la crisis humanitaria que se ha venido fraguando durante un largo tiempo. La actividad económica está disminuyendo drásticamente y la hiperinflación sigue aumentando al galope, creando un ciclo vicioso que es reforzado por la parálisis política, la falta de electricidad y la prepotencia política del agonizante régimen del ‘socialismo del siglo XXI’. Las reservas están cayendo fuertemente, por la fuga de capitales y el déficit fiscal ha aumentado a más del 20 % del PBI. Aunque el gobierno ha hecho enormes esfuerzos para continuar haciendo pagos de la deuda, parece que los defaults generalizados están a la vuelta de la esquina.

En una editorial en el diario español El Mundo, Andrés Oppenheimer entrevistó a Robert K. Rennhack, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, quien afirmó que “Venezuela va camino de una hiperinflación -el punto en que la economía cae en un caos total- y podría alcanzar un colapso total del sistema económico en un plazo de 12 a 18 meses si no cambia su política económica.” Según sus proyecciones, la inflación llegará a una tasa del 2,200 por ciento en el 2017, y podría dispararse muy rápido al 13,000 por ciento anual.

En abril, el FMI estimó que Venezuela, que depende de las ventas de hidrocarburos para obtener 96% de sus divisas, se mantendrá en una “profunda recesión” y caerá 8% en 2016, complicada por la “incertidumbre política” y una creciente presión en sus indicadores macroeconómicos a medida que los precios del petróleo continúan estancados.

Por si no fuera poco, además de la crisis económica y política del país, ahora los venezolanos también deberán convivir con una devastadora sequía que los llevaría a la peor crisis energética en su historia. En abril, Nicolás Maduro hizo un llamado de “conciencia” hacia el pueblo venezolano para ayudar a ahorrar energía y así superar el “engendro del capitalismo salvaje y devastador que es el fenómeno del niño y de la niña”

Sin embargo, la ominosa realidad que viven los venezolanos es el resultado de la politización y de la desastrosa gestión, así como la corrupción desenfrenada con que se ha manejado el sector energético.

Como consecuencia de la escasez de agua y del colapso productivo de PDVSA, el gobierno impuso un racionamiento de energía, mediante un apagón diario de cuatro horas en ocho estados. A excepción de la capital, Caracas, y la ciudad de Vargas, las medidas tendrían una duración de 40 días. 

Otras medidas para ahorrar energía son la reducción de la jornada laboral para los ministerios y empresas estatales, en los que se trabajará solo 02 días y la adición de nuevas fiestas nacionales. También se redujo la operación de los centros comerciales y se pidió a las tiendas y hoteles reducir el consumo de electricidad. Hace unas semanas, las autoridades cambiaron la zona horaria del país, adelantándola 30 minutos con el fin de ahorrar energía.

En un discurso televisado, Maduro dijo: “Estamos entrando con nuevas máquinas, administrando la carga, haciendo milagros para mantener la calidad de vida, pero yo pido que el milagro lo haga usted compatriota en su casa”. También instó a las mujeres a no secarse el cabello con secadora y dejar de planchar la ropa para ahorrar electricidad.

El problema de la electricidad del país ha agravado la actual crisis de escasez de dos tercios de los productos básicos; los ciudadanos reportan constantes faltas de medicinas y artículos de primera necesidad como papel higiénico y aceite de cocina. Todo esto ha causado gran descontento en el pueblo y las marchas y protestas son cada vez más comunes, al igual que la criminalidad. Las etiquetas #MaduroEsOscuridad y #LaCorrupcionNosQuitoLaLuz se volvieron tendencia en Twitter entre usuarios que acusan al Gobierno de discriminar a las ciudades del interior del país y dar prioridad a la capital. 

Los planes del gobierno de Nicolás Maduro sólo están generando un creciente rechazo en la población. La realidad habla por sí sola: el modelo político y económico de Venezuela es insostenible y solo los llevará a la miseria de una espantosa crisis humanitaria.  Lampadia




Evo Morales y Rafael Correa promueven ahora el extractivismo

Evo Morales y Rafael Correa promueven ahora el extractivismo

Aunque llegaron al gobierno asumiendo una falsa defensa del medioambiente y denostando a las empresas dedicadas a la extracción de recursos naturales, los presidentes de Bolivia y Ecuador, Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente han tenido que cambiar de parecer. Conscientes de que el sostenimiento de las arcas fiscales dependen de las inversiones en este sector, han optado por un cambio radicalde sus posturas y se han lanzado a defender y promover el ‘extractivismo’.

Semanas atrás dábamos cuenta en Lampadia que “Correa empezó su gobierno pegado a la prédica chavista antimperialista y anti-inversión. Incluso trató de crear un esquema ambiental por el que quería recibir dinero del exterior, por no tocar sus bosques en actividades petroleras. Parece que ante el fracaso de esos intentos poco ortodoxos de nutrir sus finanzas y dados los regalos del Perú que ahuyenta las inversiones, Correa ha encontrado el camino para atraer inversión por el lado de la ortodoxia”. (Ver en Lampadia: Gobierno ecuatoriano promueve inversiones que el Perú rechaza y desprecia).

Ya anteriormente Correa había declarado en contra de los anti-mineros: “Nos están engañando. Si no quieren minería moderna, díganle eso al país. Preséntense a las elecciones, ojalá que ganen, cierren todas las minas, cierran la cerámica de Cuenca, dejen de importar hierro y todo lo demás que viene de la minería porque no pueden ser inconsecuentes si decimos no a la minería. Y regresamos así a la Edad de Piedra y entonces las casas van a ser como las de los Picapiedra, y los automóviles también, como los de los Picapiedra, porque no se puede concebir la vida moderna sin minería.”

 

 

Ahora el Presidente Boliviano ha ido mucho más lejos. Como informaba El País de España hace unos días: “El Gobierno de Evo Morales ha aprobado recientemente un decreto que autoriza la exploración petrolera en todas las áreas que Bolivia protege por razones ambientales. La medida ha generado el respaldo del sector petrolero y la crítica de varias organizaciones ambientalistas. Morales replicó a estas últimas con un discurso durísimo, pronunciado al pie de un pozo recién inaugurado, en el que amenazó con expulsar del país a las organizaciones no gubernamentales que se opongan a la expansión de la industria de los hidrocarburos, el motor de la economía nacional, y afirmó que los bolivianos no se convertirán, como estas organismos quieren, en los ‘guardabosques’ de los países desarrollados. Morales aseguró también que ‘las reservas forestales han sido creadas desde el imperio norteamericano’, el cual quiere territorios ‘intocables, intangibles’ en el tercer mundo para compensar sus propios crímenes contra el ambiente. En contraposición, afirmó, ‘tenemos la obligación de explorar cuanto tenemos’”.

Ambos mandatarios se han alejado de las tesis chavistas y no se les ocurre ni en sueños promover el pos-extractivismo. Probablemente, porque la cruda realidad les ha enseñado que sin inversión privada en estos sectores las arcas públicas adelgazarán rápidamente y sus regimenes altamente populistas no tendrán los recursos para sostener sus‘vitalicias’ reelecciones.

Con esta actitud parecen dar a entender que comprendieron las lecciones de la calamitosa situación venezolana.

Cabe recordar que PDVSA, la empresa petrolera estatal venezolana, después de su estatización ha sido destruida: Ha perdido a todo su personal capacitado, más de un tercio de su capacidad de producción; subsidia el precio del petróleo en Venezuela y en Petrocaribe. Genera pérdidas, por US$12,500 millones al año. La planilla  aumentó de 42,000 a 140,000. Ha comprometido importantes despachos futuros para el repago de deudas contraídas con China, para cubrir sus déficits de balanza de pagos. Últimamente, acaba de celebrar otro contrato de futuro con Rusia. Además, está vinculada a buena parte de los escándalosde corrupción del chavismo.

Tal como han resultado las cosas en la región, Correa y Morales han mostrado tener más cintura que Ollanta Humala, que hasta ahora no ha sabido reaccionar con un discurso sentido sobre la necesidad de invertir en nuestros recursos naturales. No esperaríamos, que cometa la misma barbaridad que Evo Morales, abriendo las áreas protegidas o reservadas sin resquemor alguno.

Mientras en Ecuador y Bolivia, sus líderes izquierdistas transitan hacia la explotación de recursos naturales, la izquierda peruana, en su conjunto, acoge las trasnochadas propuestas del pos-extractivismo, cuyo fin último sería recrear la Edad Media bajo la tutela de señores feudales como Arana, Santos, Lerner, Francke, Moreno, Huamán y otros despistados (Ver en Lampadia: Pos-Extractivismo: Autarquía y empobrecimiento).

Como parece que en el Perú, ni el gobierno, ni la izquierda van a atreverse a izar las banderas de la sensatez, tendremos que confiar en una reacción ciudadana que acorrale con sus acciones cívicas a aquellos que pretenden mantenernos como inquilinos de la pobreza. Lampadia

 




Caída del precio del petróleo y abuso político agudiza la crisis

Caída del precio del petróleo y abuso político agudiza la crisis

“Tenemos un bloqueo financiero contra Venezuela para impedirnos acceder a financiamiento que necesitamos para superar parte de la merma del ingreso petrolero (…). Las empresas calificadoras de riesgo han puesto el riesgo país como el más alto del mundo. Tenemos más riesgo país que países que están en guerra”, se quejaba el presidente Venezolano, Nicolás Maduro.

Lo que no entiende o esconde Maduro en esas declaraciones es que la responsabilidad de esa situación es enteramente suya y de Hugo Chávez. Utilizando la vieja argucia de culpar de todos sus males a los supuestos “enemigos” del pueblo venezolano, esconde su incompetencia y el despropósito del socialismo.

Venezuela empleó el nacionalismo y la prédica de una supuesta justicia social para instaurar: el autismo económico, el acoso a la inversión nacional y extranjera, la estatización de las empresas, control de precios, el aumento de las trabas burocráticas,  la cooptación política a través de programas sociales y para financiar un descabellado intervencionismo en la región. Además, financió con soltura a regímenes que seguían sus mismos lineamientos (Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina) y a su patrón político, Cuba. Este “sistema” en realidad estaba sustentado en una sola cosa: la exportación de petróleo que durante más de una década tuvo un precio espectacular. (Ver en Lampadia (L): Argentina y Venezuela, populismo económico y corrupción)

Venezuela es hoy, gracias a Chávez, absolutamente dependiente del petróleo: el 96 por ciento de sus exportaciones vienen de esta industria extractiva y casi todo lo que consumen se importa.

Por si fuera poco, han perdido más de un tercio de su producción y otra buena parte la tienen comprometida para servir sus deudas (China) y seguir apoyando a sus patrones cubanos. (Ver en L: El balance de la caída de los precios del petróleo).

Por eso al enterarse que el precio del petróleo descendía hasta bordear los casi 60 dólares, con la mirada y la voz de la derrota, Maduro, advertía que el precio del petróleo podía seguir bajando. “Lo llevamos en 61 dólares hoy (el precio del crudo local) (…) Había subido dos dólares y volvió a bajar a 61, y puede ser que baje un poco más”, reconoció en un acto televisado. La desesperación de Maduro ante esta situación desnuda la farsa del “modelo” económico y social que Hugo Chávez denominara “socialismo del siglo XXI”. El lloriqueo de Maduro pretende exigir que el precio del crudo regrese a por lo menos 100 dólares el barril. Sus intentos por que la OPEP recorte la producción para incentivar un alza fueron infructuosos.

Si bien la caída del precio del petróleo golpeará fuertemente a Venezuela, su  economía ya estaba en crisis antes de esta coyuntura. Muestras de ello eran la acuciante escasez de alimentos y bienes básicos, sus elevadísimas tasas de inflación (una  de las más altas del mundo), su absurdo déficit fiscal (para un país petrolero) y el incremento de su deuda externa.

“La economía de Venezuela se encuentra agonizando”, según The Economist. La inflación interanual en agosto habría sido del 63.4%, aunque el semanario asegura que esta ya alcanza los tres dígitos, el crecimiento del PIB se ha estancado, los bienes básicos escasean, los compromisos de pago de la deuda están a la vuelta de la esquina.

Según el analista venezolano Miguel Ángel Santos “el Banco Central no publica la inflación desde hace ya dos meses. (…) Los alimentos habían subido nada menos que 89% en doce meses. No sabemos aún nada de la balanza de pagos, publicada por última vez en septiembre de 2013. Tampoco del crecimiento, aunque se dice que nuestra actividad económica habría caído en 4%. (…) ha llevado el déficit consolidado del sector público hasta 22% del PIB. Hoy en día un dólar en el mercado paralelo cuesta 25 veces más que el dólar oficial”.

A pesar de la situación económica del país y de la profunda erosión de la imagen de Maduro, The Economist considera difícil que el régimen pierda el poder y mucho menos a manos de la oposición. “La Mesa de la Unidad Democrática es una alianza que se encuentra muy dividida. (…) Muchos de sus simpatizantes se muestran reacios a acudir a las urnas porque no confían en el sistema electoral, porque opinan que está controlado y manipulado por el actual Gobierno [que instaló el voto electrónico]”, concluye el semanario.

Los chavistas parecen cerrar filas y endurecer su posición. Solo así se entiende que haya sido encausada una de las líderes de la oposición, la defenestrada diputa María Corina Machado acusada delirantemente de un intento de asesinato a Maduro. Y que, además, se mantenga en prisión, incomunicado y torturado, a Leopoldo López. (Ver en (L): Idea, Fuerza y Lealtad).

La eventual caída del régimen chavista, afectaría los intereses de Cuba, que sin disparar una bala se hizo del control casi absoluto de Venezuela, la cual ha sido su único sustento en los últimos años, hasta el reciente “regreso” de su antiguo padrino: Rusia.

En paralelo al desastre económico, Venezuela se ha convertido en el país más corrupto del mundo. Chávez y su banda instauraron una dictadura con la que se apoderaron de la caja grande venezolana, PDVSA, y de todas las instituciones del país. Los niveles de corrupción son dantescos y es presumible que los responsables de la catástrofe defiendan  duramente su posición.

Además, Venezuela cuenta con la vergonzosa complicidad de todo Latinoamérica, especialmente de Brasil. No solo no se han cuestionado las prácticas antidemocráticas del chavismo, recientemente se le ha regalado un sitio en el Consejo de Seguridad de la ONU

Ya es hora que los latinoamericanos respaldemos los esfuerzos del pueblo venezolano que exige democracia y bienestar. Lampadia




EEUU se despide del petróleo venezolano

EEUU se despide del petróleo venezolano

Venezuela afronta una nueva era en el mercado internacional de hidrocarburos. Estados Unidos, el principal destino de sus exportaciones, lleva cuatro años reduciendo sus importaciones sobre todo las que provienen de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, al tiempo que incrementa su producción.

Las propuestas en materia petrolera presentadas durante las dos campañas presidenciales, la del 7 de octubre y la del 14 de abril, omitieron cualquier referencia a los riesgos para Petróleos de Venezuela si Estados Unidos y su principal vendedor de crudo, Canadá, continúan elevando la producción como se ha pronosticado.

“Las arenas bituminosas y el petróleo en esquitos de Norteamérica siguen impulsando el crecimiento sin precedentes en la producción de los países que no integran la OPEP”, señala el informe de la Agencia Internacional de Energía de marzo de 2013. “Cada mes se registran más récords de producción y crecimiento, aunque el ritmo de variación disminuirá en los próximos meses”, agrega la AIE.

En los dos últimos años, entre diciembre de 2010 y el mismo mes de 2012, el volumen de crudo estadounidense creció más de 1,4 millones de dólares por el desarrollo de lo que se conoce como shale oil o petróleo en esquitos, sobre todo en los estados de Dakota del Norte, Colorado y Montana, pero también por un nuevo impulso en aguas profundas del golfo de México. Eso ha permitido que al cierre del año pasado Estados Unidos esté produciendo 7 millones de barriles diarios, un repunte de 25% con respecto a lo que extraía hace dos años.

“El aumento de la producción de petróleo en el centro de Estados Unidos tendrá implicaciones para la producción de la OPEP y las decisiones de capacidad”, advirtió Michael Cohen, analista de la AIE. “Ya se redujo la demanda de crudos livianos dulces procedentes de África para las refinerías que están en la costa del golfo de México”, añadió.

El descenso de las ventas de la OPEP al mercado estadounidense llega a 30%, una caída superior a 1,5 millón de barriles por día entre principios de 2010 y finales de 2012. En el período los recortes no han afectado tanto los suministros que despachan Arabia Saudita y Venezuela, que más bien permanecen estancados aunque con una ligera tendencia a la baja. Las caídas más fuertes hacia Estados Unidos las afrontan otros miembros de la organización como Nigeria, Angola, Argelia e incluso Irak.

Se agrega que Estados Unidos ha aprovechado los desarrollos que lleva adelante su vecino Canadá para comprarle parte de su producción en vez de optar por otro país. El comercio entre las dos naciones podría aumentar si finalmente se logra la construcción del oleoducto Keystone XL, que permitiría el traslado de crudo al golfo de México.

Copia china

Las autoridades de la OPEP, incluidas las venezolanas, han minimizado el efecto del shale oil de Estados Unidos sobre la producción y la demanda de petróleo. “No estoy preocupado en absoluto, son sólo proyecciones”, respondió el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, en junio del año pasado en su participación en la 161ª conferencia de la organización en Viena, informó la agencia de noticias Reuters.

En esa oportunidad reseñó: “Rafael Ramírez se burló de la idea de que el petróleo de esquistos vendrá al rescate de los consumidores y les permitirá sacudirse el yugo de la OPEP”.

El argumento del funcionario no es otro sino recordar que la estrategia de Pdvsa ha sido diversificar sus mercados justamente para reducir la dependencia de Estados Unidos. Eso explica los crecientes despachos a China y más recientemente a la India con la pretensión de que igualen o superen los envíos a Norteamérica, que se colocaron en un promedio de 952.000 barriles diarios al cierre de 2012, según estadísticas del Departamento de Energía.

El volumen casi representa la mitad de lo que se enviaba a ese país en 1998, un año antes de la llegada al poder del presidente Hugo Chávez, cuando se despachaban más de 1,7 millones de barriles por día. En los últimos tres años, el volumen de ventas a Estados Unidos cayó en más de 10%, pero más por decisiones o errores propios: declive en la producción, falla en las refinerías y por el hecho de que Pdvsa utiliza parte de su producción para cumplir contratos con China.

Existen, sin embargo, dudas de que la nación asiática mantenga los mismos términos de su relación con Caracas debido a la cantidad de incumplimientos que hubo durante el gobierno del presidente Hugo Chávez, en el manejo de los préstamos otorgados por ese país y en la forma de pago.

“El errático comportamiento de Venezuela con los contratos se ha convertido en una de las principales causas de preocupación de Pekín, con la especulación de que China podría retrasar los desembolsos de fondos si los problemas no se resuelven o empeoran con el nuevo gobierno”, indica el reporte de la Agencia Internacional de Energía. “Es poco probable que China proporcionará otro arreglo de petróleo a cambio de préstamos a corto plazo”, agrega la AIE.

Además, las empresas energéticas chinas ahora están bastante interesadas en los desarrollos de shale oil en Estados Unidos. La CNPC, Compañía Nacional de Petróleo de China, está dispuesta a invertir cerca de 40 millardos de dólares para apoyar compañías estadounidenses, pero a cambio esperan obtener experiencia en la explotación petrolera y gasífera de estos yacimientos no convencionales.

Las Cifras

103,58 dólares por barril es el precio promedio del año que registra la cesta venezolana de crudo, una cotización semejante a la de 2012. Supera en 88% la referencia de 55 dólares por barril del presupuesto público

401.000 barriles diarios es la caída de la producción petrolera nacional entre 2008 y 2013, según la Vicepresidencia de Exploración y Producción de Pdvsa. Hace cuatro años se obtenían 3,2 millones de barriles diarios y ahora 2,8 millones de barriles.

(Tomando del diario El Nacional, de Caracas, 17 de abril 2013)