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Esta vez con fraude, perseguidos y presos

Esta vez con fraude, perseguidos y presos

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

La imposición de un resultado electoral fraudulento no será obra exclusiva del elenco dirigido por el partido Perú Libre y la complicidad de las autoridades electorales. Será posible, si sucede en los siguientes días, porque implica el retorno a la PAX CAVIAR que se fue instalando desde el toledismo, se consolidó el 2011 y gobierna hasta hoy nuestro país.

En, Pax Caviar ¿Con perseguidos? (Lampadia 20.11.20), explique el porqué de esta frase y lo que ella implica:

“la dominación de un conjunto de ideas y posiciones ideológicas en la política peruana, una hegemonía del pensamiento moderado de izquierda y, por cierto, de estabilidad en la conducción del aparato público, basado en la continuidad de elencos, políticas y clichés.”. Explicamos también los elementos que la componen, tan presentes en esta coyuntura.

Pedro Castillo, el candidato presidencial de Perú Libre, su elenco y los que los favorecen dejan en su camino al escenario político que quiere ocupar, todo esto:

  • Haber violentado la voluntad ciudadana invisibilizando el voto de miles de emprendedores, agricultores, transportistas, profesionales o comerciantes en las mesas electorales de las provincias alto andinas del Sur donde tiene respaldo mayoritario, con la complicidad de personeros, miembros de mesa y autoridades electorales.
  • Una elección donde han votado muertos, menores de edad, personas que no recabaron su DNI y ausentes.
  • Centenares de actas electorales que les favorecen suscritas por personas distintas a los miembros de mesa.
  • Personal de la ONPE que ha jugado en pared con su agrupación política y ha observado “de oficio” centenares de actas de los bolsones electorales de la candidata contendiente, incluida el acta donde ella votó, como un típico mensaje mafioso que te muestra lo que han sido capaces de hacer.
  • Mientras se llevaban a cabo las votaciones su candidata a vicepresidente seguía siendo funcionaria de los entes electorales y teniendo acceso a información sensible.
  • Una mayoría de los miembros del Jurado Nacional de Elecciones que ha tirado al tacho de la basura el artículo 31 de la Constitución que consagra nuestro derecho a la participación política y la nulidad de los actos contrarios a él, así como también el artículo 23.1.b)  de la Convención Americana de los Derechos Humanos que establece el derecho a la autenticidad electoral y sus propios precedentes de esta elección, según los cuales se debe “dar preferencia al derecho a la participación política sobre cualquier formalidad” o que “son nulos los actos contrarios a dicho derecho”.

No subirán a escena por todo lo anterior. Subirán al escenario este 28 de julio, si logran entender que la única obra teatral permitida en el gran teatro de la vida política nacional del Perú contemporáneo es la PAX CAVIAR, una obra que se repite año a año, en funciones permanente desde el 2011, que ni los cándidos actores de derecha elegidos el 2016 y su anciano director pudieron cambiar y que tienen una principal característica: emplea a los mismos actores, principales, secundarios, eventuales y extras en enroques permanentes de posiciones.

Castillo lo tiene claro. Sabe que el guión autoritario de la tragedia marxista en la que el mismo cree, que ha sido escrita por su director, guionista, productor, mentor y muchas veces actor principal, no es del agrado del público, ni del elenco estable del gran teatro de la vida política nacional. Sin embargo, sabe también que el público que viene para ver su guion sangriento puesto en escena no se limitará a dejar de aplaudir la función y a silbar si no le dan “roles” en esta puesta en escena caviar. Por eso, no descansa en desautorizar a su nuevo guionista Pedro Francke, cada vez que puede, para que el director original no sienta que ha salido de las tablas.

En esta tragicomedia política que estamos viviendo en nuestro país, la persecución de los magistrados independientes, de los militares que opinan, de los retirados que se indignan, de los periodistas independientes, de los juristas que defienden nuestra autenticidad electoral y de los ciudadanos que protestan es una lamentable realidad que vamos a ir viendo. De la misma forma que el entusiasta auspicio cínico de los medios de comunicación para los cuales no importa otra cosa que la jugosa pauta publicitaria que desembolsa, siempre y puntualmente, el elenco estable de la PAX CAVIAR:

La prisión de Cerrón (para que no haya sangre en el guión) y el encarcelamiento de Keiko Fujimori (para que no haya la posibilidad de otro guión y otros actores), conseguidas por obra de los utileros de esta obra teatral, serán las campanadas que faltan para que comience, una vez más, ésta nauseabunda repetición teatral que estamos viviendo en el país: Una PAX CAVIAR esta vez con fraude, perseguidos y presos. Y teniendo a Maduro, Díaz-Canel, Evo, Ortega, Rodríguez Zapatero y Lula en el palco presidencial. Lampadia




PAX CAVIAR

PAX CAVIAR

La persecución de adversarios es siempre un búmeran. Retorna. Por una razón esencial: no cuestiona los argumentos del contrario, sino a las personas.

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

El chantaje mediático logró su objetivo mínimo: reinstaurar la PAX CAVIAR.  El objetivo máximo que era el retorno de Vizcarra no fue posible. Hemos retornado a la PAX CAVIAR, el largo periodo que comenzó a instaurarse tibiamente desde el toledismo, que se consolidó desde el 2011 con la llegada de Nadine Heredia y su cónyuge al gobierno y que se mantuvo con PPK y Martin Vizcarra, quienes pese a haber ganado con el voto de la derecha, entregaron el gobierno a esta hegemonía de izquierda, con la complicidad de la torpeza fujimorista.

La PAX CAVIAR es un concepto que acuñamos para nuestra realidad, para explicar un tiempo en el cual se constata la dominación de un conjunto de ideas y posiciones ideológicas en la política peruana, una hegemonía del pensamiento moderado de izquierda y, por cierto, de estabilidad en la conducción del aparato público, basado en la continuidad de elencos, políticas y clichés.

Tomamos prestado este concepto de la historia de la humanidad, donde se conocen muchos casos de períodos de hegemonía, dominación y estabilidad de ideas, civilizaciones y gobiernos. La PAX ROMANA (del año 70 al año 192 de nuestra era, en Roma), la PAX AMERICANA (luego de la segunda guerra mundial en USA) o la PAX SINICA (período de hegemonía de las Dinastías Hang, Tang, Yuan y Ming en la China).

La PAX CAVIAR en nuestro país tiene varios elementos. Aquí algunos de ellos desde nuestra perspectiva:

  • Apelación constante a los conceptos de “interés general”, “grandes mayorías”, “voluntad popular” como fuente de legitimación y de confrontación política.
  • Rol preponderante del Estado en las políticas sociales y la inversión.
  • Predominio del componente “social” sobre el componente “individual”. Subordinación del individuo y la persona a lo “público”, lo “colectivo”, lo “general”.  
  • Retórica de respeto al mercado, pero sujeto a lo “social”, al “control”, a la “regulación”.
  • Retórica de respeto a la inversión privada pero condicionada a aspectos sociales, políticos, ambientales o similares. La llamada “licencia social” debe ser una de las más destacadas creaciones de este tiempo.
  • Muy buena relación con la gran empresa, a la cual se muestran como “garantía” frente a la izquierda radical.
  • Alto contenido de programas sociales para sustentar una base social mínima (Juntos, Beca 18, Pensión 65, Fise, Bonos, etc.)
  • Uso del “lenguaje inclusivo”
  • Concesión frente al chantaje social por encima del orden y del imperio de la ley.
  • Toma de distancia con las posiciones radicales de ultra izquierda aunque le sea funcional a ella.
  • Rol estelar para los ítems de las agendas minoritarias: feminismo, matrimonio homosexual, discapacidad, etc.
  • Construcción de un lenguaje “políticamente correcto” para excluir el disenso y deslegitimar las opciones políticas diferentes.
  • Continuidad de elencos en el Estado mediante enroques ministeriales, viceministeriales y consultorías. Una puerta giratoria donde cambias los gobiernos, pero no las personas, ni las políticas.
  • Ablandamiento de las fuerzas políticas contrarias, qué en lugar de cuestionar los elementos de la hegemonía, se acomoda a ellos y abandona sus propias banderas políticas.
  • Alineación de los órganos políticos autónomos y los poderes constitucionales con este lenguaje, este discurso y la agenda política. Magistrados, defensorías, fiscales y otros poderes alienados son importantes en esta hegemonía.
  • Una prensa adicta, jugosamente financiada por la publicidad estatal directa y un elenco de “influencers” o “lideres de opinión” de apariencia independiente.

Esta PAX CAVIAR está de vuelta. Recargada. Manuel Merino, un norteño campechano y sobre todo Antero Flórez Araoz, eran un peligro para la continuidad de esta hegemonía. Basta ver el nuevo equipo gubernamental para comprobar que los enroques se han vuelto a producir y la continuidad de elencos ha regresado, esta vez bajo la batuta del distinguido señor Sagasti. La pregunta es:

¿Cuánto durará esta nueva hegemonía? ¿Otros 5 años más como ellos lo pretenden con su abanico de candidatura de centro?

Aquí un par de factores que pueden conspirar contra su continuidad.

  • Haber apelado a la fuerza, a las movilizaciones sociales, a la violencia de la protesta, a la falacia del martirio de dos jóvenes seguramente bien intencionados, les ha permitido cumplir el objetivo mínimo de reinstalarse, sin embargo, ha mostrado al mismo tiempo su debilidad en el juego institucional y su dependencia del chantaje social, lo cual empodera a los sectores radicales que vendrán por más, no solamente por no ser parte del elenco político actual, sino porque su agenda es maximalista y seguirán en pos de un referéndum, el cambio constitucional o cualquier otra causa. ¿Con qué base social enfrentará esto la PAX Caviar? ¿Cederá al chantaje de la izquierda radical confirmando la hipótesis de quienes decimos que sólo son funcionales a la izquierda radical y no distintos de ella? ¿Mostrará sus límites ante el poder económico que buscará otras opciones?
  • La persecución de adversarios es siempre un búmeran. Retorna. Por una razón esencial: no cuestiona los argumentos del contrario, sino a las personas. Es por lo tanto falaz. Veamos lo que está sucediendo:
  • Manuel Merino y Flórez Araoz han sido procesados, ipso facto, por la misma Fiscal Avalos que se negaba a investigar a Martín Vizcarra. Los acusan de violación de derechos humanos.
  • La Coordinadora Republicana, grupo que apoyó decididamente la vacancia, es objeto de ataques constantes por la prensa oficialista y los aliados “independientes” de la PAX CAVIAR.
  • La señora Bachelet, maestra y guía de este pensamiento a nivel internacional, desde su asiento en la ONU ya dispuso el envío de una “Misión Internacional” para evaluar las “desapariciones y exceso represivo en el Perú”, con una rapidez que no tuvo para investigar las atrocidades en Venezuela.
  • Willax, el único canal independiente de la TV ha sido hackeado, no por el elenco estable de la política peruana, pero si por los grupos “descentralizados” de los hackers globales que juegan en la misma dirección.
  • PBO radio, la emisora de Phillip Buthers ya recibió la amenaza de Marco Sifuentes, vocero autorizado de la PAX CAVIAR, quien pidió al nuevo Ministro de Transportes que investigue la licencia de esta emisora.
  • Beto Ortiz no solamente ha sido atacado en el twitter por expresar su válida opinión, sino que ha sido amenazado en la puerta de su casa por un piquete de jóvenes “espontáneos”.
  • La familia Wong, dueña de Willax ha sido amenazada con marchas y protestas en la puerta de uno de sus centros comerciales.

Apelar a la “fuerza de las calles” y “perseguir opositores” pueden ser dos peligrosas líneas que han cruzado y que les puede costar mucho en el mediano plazo.

Veremos cuánto tiempo dura este nuevo período de la PAX CAVIAR. Veremos también cuánto puede hacer por el país, más allá de los típicos enroques ministeriales a los que ya nos tienen acostumbrados, por un país que es más grande, más complejo, más ancho, más ajeno, más diverso y más numeroso de los que han salido a las calles para reinstaurarla. Lampadia