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Honor a nuestra bandera

Jaime Spak
Para Lampadia 

El pasado viernes 21 del presente tuve el honor de ser invitado a la celebración del “Día de la Bandera Peruana “, que se celebra cada año en la monumental Plaza de la Bandera en el distrito de Pueblo Libre.

Este año se celebraron los 202 años de la creación de la primera bandera del Perú.

A fines del año 1978 un grupo de vecinos muy preocupados por la invasión indiscriminada de terrenos en la zona donde está ubicada actualmente la Plaza decidió pedir el apoyo en ese entonces del alcalde de Lima el señor Roberto Carrión Polit y luego del señor Piero Pierantoni, así como autoridades del ejército del Perú y del Instituto Nacional de Cultura, para rescatar este hermoso lugar.

Luego de muchas acciones motivadas por estos ilustres vecinos liderados por el matrimonio del señor José Chávez Denegri y la señora Catalina Ciccia, se pudo llevar a cabo esta monumental obra.

El 21 de octubre de 1980, durante el segundo mandato del arquitecto Fernando Belaunde Terry, se inauguró esta plaza contando con la presencia del presidente en este importante evento.

A partir de entonces el gran problema era cuidar la bandera para que no se deteriore y es así como se formó la Asociación Cívica Peruana Plaza de la Bandera.

Esta asociación fue creada por el señor Chávez Denegri y su esposa Catalina.

La bandera mide 13.5 metros de largo por 9 metros de alto y con un peso de 68 kg., representó para los miembros de la guardia republicana de aquel entonces, una tarea muy complicada de logística de tener que llevar y traer la bandera todos los domingos.

Pues la bandera es izada y luego bajada en cada ceremonia.

Solicitaron el apoyo de la asociación para poder guardarla cerca de la Plaza de la Bandera. Los esposos Chávez- Ciccia, sin dudarlo se ofrecieron voluntariamente a guardarla como un tesoro en su casa.

Todos los días domingo esta bandera es trasladada de casa de la familia Chávez que está a 3 cuadras de la Plaza.

La señora Catalina, aun luego del fallecimiento de su esposo se sigue encargando de guardar la bandera en su casa, en una urna especial.

Esta ilustre señora que acaba de cumplir 91 años, acompaña todos los domingos a las 8 de la mañana esta ceremonia.

El viernes pensé que la invitación era solo para estar presente en el estrado, sin embargo, tuve el inmenso honor de marchar junto con los familiares de la señora Chávez.

Créanme que apenas la banda del ejército empezó a entonar las marchas que acompañaron este evento, sentí una emoción indescriptible y como dicen las personas que lo han vivido anteriormente, el pecho se me henchía de un patriotismo que solo lo experimentaba cuando iba al estadio a ver a la selección.

Cuando uno es testigo de este tipo de eventos no hace sino sentir orgullo por estas personas que desinteresadamente contribuyen a afianzar el amor por nuestra patria.

Esta noble mujer ha recibido más de 120 condecoraciones, por su aporte cívico a la ciudad, entre ellas la medalla de honor en grado de oficial otorgada por el Congreso de la República.

Cuando uno ingresa a la casa de la señora Catalina, y se desplaza hasta un cuarto especial, se observa donde guarda la bandera en una urna especial y como si fuera un museo se puede apreciar los cientos de reconocimientos, entre medallas y diplomas por la encomiable labor que desarrolla esta noble mujer.

Para la ceremonia que tuvo lugar el día viernes vinieron especialmente del extranjero su hijo, sus nietos y su biznieta que, con sumo orgullo, junto con la hija que radica en Lima, desfilaron en procesión con la enorme bandera que es orgullo de su familia y de la Asociación Cívica que ella preside.

Con donaciones de gente patriota y desinteresada se puede renovar la bandera cada dos años para que luzca radiante y bella como debe de lucir nuestro emblema nacional.

El día viernes estuvieron presentes delegaciones de las tres fuerzas armadas, la policía nacional, el cuerpo de bomberos y una escolta especial del Colegio Guadalupe.

Si el ministro de Defensa, que también estaba invitado hubiera acudido habría dado más realce a la ceremonia.

Pero para este señor, prioritario era acudir al hospital de la Policía, a ver si la señorita que tuvo en ascuas a la ciudad durante 24 horas estaba o no embarazada.

Lamentablemente este es el gobierno de Castillo, pero por otro lado tenemos este grupo de personas que silenciosamente cumplen con uno de los más sagrados deberes que es el de preservar nuestro emblema nacional.

Salud por la Asociación Cívica Plaza de la Bandera y mucha salud a la señora Catalina Ciccia de Chávez que a sus 91 años sigue siendo la dinámica mujer que cuida en su domicilio el emblema nacional.




Divide y no reinarás

Divide y no reinarás

MIENTRAS SUCEDE
Milagros Leiva
Para Lampadia

Varios días caminé hasta mi trabajo porque prefería guardar el dinero del taxi. Decidí que a mal tiempo buena cara y me incentivé diciendo que haría ejercicios caminando desde el malecón Balta hasta Aramburú con la Vía Expresa. No tenía dinero salvo el que juntaba para comprarle ropa y leche a mis bebés. Creo que Hernán Vidaurre se dio y por eso me alimentaba mientras trabajábamos juntos en RPP. Nunca le dije nada, pero las galletas y el jugo que me invitaba eran mi mejor lonche. Siempre le agradecí, no me quejé. Yo estaba hundida, quebrada, pero sabía que tenía que trabajar. Sabía que tenía que ahorrar y que no debía perder la ilusión, menos la esperanza.

Me levanté, poco a poco. Volví a juntar soles para mantenerme, para ayudar a mis padres, para criar a mis mellizos. No le eché la culpa a mi destino, perdoné mis errores y seguí caminando. No quería limosnas porque no creo en ellas, me amarré la cabeza y volví a comenzar. Cuento esto porque detesto el discurso que victimiza y no empodera. Me harta la siembra del odio para cosechar revuelta. Nadie tiene la culpa de nacer blanco, negro, amarillo o sabe Dios qué color. Nacemos, punto. Y tenemos dos caminos: o nos fortalecemos y aprendemos que cada día es una oportunidad o morimos víctimas. La falta de liquidez no tiene porque avinagrarnos el alma. No estoy diciendo que nos pongamos una venda frente a la injusticia y la corrupción que empobrece, que sigamos caminando indiferentes pensando solo en nuestro bienestar. No. Lo que estoy diciendo es que el odio y la división no son el camino para reactivar un país sino el trabajo arropado con ilusión y efectividad. No gana quien prioriza el YOSOY y TÚESTÁSMAL, triunfa el que sabe trabajar en equipo, el que prioriza el NOSOTROS con humildad.

Levante la mano quien no ha tenido un sol en la billetera un día cualquiera y ha respirado hondo por sentirse quebrado. Yo levanto la mano. Levanto mi mano con el puño cerrado, pero no digo palabra de maestro porque Pedro Castillo ha ensuciado esta frase. Yo grito palabra de resistente que debe trabajar porque nada cae del cielo. Nada señores ni siquiera la presidencia. Lo justo es prepararse sin perder tiempo en el resentimiento. Vivir sin buscar solo contradicciones, caminar buscando armonía, detestar el caos y le mediocridad. Confieso que no he nacido pobre, que tengo agua y desagüe desde que tengo uso de razón y que además he tenido el privilegio de educarme bien, pero sé que existen miles de peruanos en extrema pobreza, que duermen y se levantan con frío, que desayunan poco y mal. Y sé que millones están hartos de esperar, asqueados de tanto corrupto, impotentes de tanta falta de patriotismo. ¿La solución es vender un discurso de odio? De ninguna manera. Si divides no reinarás. Tarde o temprano tu cabeza rodará. Algún día (espero que no tarde) llegará un líder que una a todos los peruanos y que no se ponga el sombrero de la arrogancia para enemistarnos más. Ya lo estoy esperando. Lampadia




El Patriotismo llama a la ponderación

El Patriotismo llama a la ponderación

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El Perú estaba destinado a ser un país exitoso en el concierto mundial, pero en muchas ocasiones nos falló la calidad de nuestra clase dirigente, que prefirió el privilegio de parte, sembrando desunión, interrumpiendo nuestros procesos de desarrollo y frustrando el desarrollo integral y el bienestar general.

Este parece ser uno de esos aciagos momentos; en medio de una crisis sanitaria de proporciones dantescas, en medio de una crisis de empleo y económica sin precedente histórico, y en medio de una creciente crisis política; muchos líderes de opinión, y especialmente, muchos periodistas; ante la vacancia del presidente Vizcarra por incapacidad moral permanente, establecida con el voto del 82% de los congresistas (105 de 128); vienen sembrando desunión, confusión y mentiras abiertas, y llamando a la convulsión y la insurgencia.

Debimos ser un país exitoso porque tenemos todo lo necesario para darle a nuestros ciudadanos empleo e ingresos decentes, pues contamos con muchas riquezas que no alcanzamos a reconocer y aprovechar. Además, pero más importante aún, tenemos una población proclive al trabajo, al esfuerzo personal, a la creatividad y a la solidaridad familiar, que solo necesita buenos dirigentes para sumarse a la gesta del desarrollo.

Nuestra historia muestra con claridad las fallas de nuestra clase dirigente, ya sean las luchas fratricidas de Huáscar y Atahualpa en el ocaso del incario, el caudillismo de los albores de nuestra independencia, o el rosario de desentendimientos republicanos que frustraron, una y otra vez, nuestras brillantes oportunidades de crecimiento y desarrollo. Otra faceta de la debilidad de nuestra clase dirigente, es la anomia, la falta de compromiso cívico de las clases más privilegiadas, que prefieren la comodidad personal antes de su presencia en la vida nacional.

La presente crisis múltiple, sanitaria, social, económica y política, ha sido agravada en todos sus extremos por un gobierno irresponsable de Martín Vizcarra.

  • No supo enfrentar la pandemia insistiendo en el uso de las inútiles pruebas rápidas y rechazando la colaboración de la sociedad civil y del empresariado, para combatirla.
  • Agravó la crisis social y económica decretando cuarentenas generalizadas, restricciones horarias y protocolos que crearon congestiones y pérdida de empleos.
  • En cuanto a la crisis política, hoy está demostrado que la propició, ya sea complotando contra el gobierno de PPK, traicionando a todos los que lo apoyaron en el camino y confrontando con el Congreso hasta su ilegal e inconstitucional disolución en setiembre del año pasado.

Una vez instalado como poder único, legisló por decreto más allá de sus facultades legales, y una vez instalado el nuevo Congreso, continuó en su afán confrontacional.

En cuanto a su capacidad moral, hoy está claro que habría caído en múltiples actos de corrupción, al punto de que se podría afirmar, que siempre habría estado vinculado a la corrupción, incluso antes de ser gobernador de la maravillosa región de Moquegua.

Por otro lado, es característico de Vizcarra el mentir.

  • Mintió para ocultar su traición a PPK. Mintió sobre sus reuniones con Keiko Fujimori.
  • Mintió sobre su relación con Richard Swing, llegando a ocultar información al Congreso y al Ministerio Público.
  • Mintió sobre su relación con Antonio Camayo.
  • Mintió sobre sus relaciones con el ex ministro José Hernandez.
  • Y mintió sobre sus sucias relaciones con empresas contratistas cuando fue gobernador de Moquegua.

Es pues muy claro que Martín Vizcarra no tiene capacidad moral para dirigir el país, y menos para conducir un proceso eleccionario impecable con miras al gobierno de bicentenario nacional. Así llegamos a la vacancia.

La vacancia por incapacidad moral puede ser discutible, pero es constitucional

La vacancia presidencial por incapacidad moral permanente es una institución discutible en una democracia constitucional porque, en la medida en que se trata de un juicio político no sujeto a estándares exigentes de prueba, puede prestarse a la arbitrariedad política. Pero existe y está consagrada en la Constitución. Por lo tanto, se puede estar en desacuerdo con la decisión misma de la vacancia, pero no se puede decir que sea inconstitucional ni que se trate de un golpe de Estado.

Ver en Lampadia: COMENTARIOS INFORMATIVOS

¿Cómo han reaccionado ante la vacancia de Vizcarra sus defensores en la presidencia? ¿Especialmente los periodistas, encargados de informar e ilustrar a la población?

Pues mintiendo y propiciando el caos y la sedición como podemos apreciar en las carátulas de La República, El Comercio y Perú21. O en las señales televisivas de RPP y Canal N. O escuchando los comentarios de Verónika Mendoza, Julio Guzmán, Salvador del Solar, Augusto Alvarez Rodrich, Rosa María Palacios, Pedro Cateriano y José Ugaz.

Curiosamente, estos personajes convalidaron el golpe de estado de Martín Vizcarra, que cerró el Congreso mintiendo sobre una negación de facultades y creando la tramposa figura de la denegación fáctica.

Toda esta gente pertenece a los círculos políticos propiciados desde la PUCP y varios medios de comunicación. Ellos han estado muy cerca del gobierno de PPK y de la confrontación con el fujimorismo, y han continuado defendiendo a Martín Vizcarra, tapando cualquier anomalía o fechoría (como se acaba de revelar en las redes sociales con el caso de un importante medio televisivo).

La crisis presente, no llama pues a la desunión y la confrontación. Lo responsable es invocar la calma y la ponderación. Exhibamos un poco de lo que nos ha faltado tantas veces en nuestra historia. Estamos a las puertas del bicentenario. Ya es hora de emprender la realización de nuestro destino de éxito. Lampadia




¡Más patriotas y menos políticos!

¡Más patriotas y menos políticos!

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas; Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia

El escenario electoral para el 2021 se presenta con una característica que es muy peligrosa, ya que prácticamente aseguraría la continuación de la crisis política, el deterioro en todos los frentes y el retroceso económico que vivimos actualmente. Me refiero a la ridícula cantidad de alternativas políticas que aparentemente se presentarían al proceso de abril.

De no hacerse nada al respecto la votación será muy dispersa y por consiguiente continuaremos con la pugna de poderes del estado, el populismo barato, las grandes limitaciones para el consenso y la necesidad de negociar debajo la mesa. Es decir, mas de lo mismo y siempre en perjuicio de la población y el país.

Este festival de alternativas se debe principalmente a tres causas: La primera, el deficiente marco legal electoral, con normas hechas a la medida para beneficio de los políticos irresponsables. El actual congreso no ha cumplido con el mandato que se les dio de aprobar la reforma política. Solo han aprobado los temas puntuales que les favorecía y han dejado una normativa modelo ¨frankestein¨. Otra irresponsabilidad de este inepto e irresponsable congreso.

La segunda causa es la carencia de partidos políticos serios, con valores morales y debidamente organizados. Los pocos que existían ya se perdieron, porque siempre estuvieron bajo la sombra de caudillos que ya no existen y que nunca pudieron ser reemplazados.

Y la tercera es la falta de verdaderos líderes que inspiren confianza y tengan la capacidad necesaria para enfrentar adecuadamente este dificilísimo encargo, salvo honrosas excepciones.

Dado lo absurdo de la actual normativa, hay varios posibles candidatos que no tienen partido y varios partidos que no tienen candidatos. Además, las elecciones internas no serán universales y seguirá existiendo el voto preferencial. Todo a favor de los ¨dueños¨ de los partidos, para que así puedan negociar y manipular a su antojo. ¡Un verdadero mercadillo!

Si no se enfrenta este problema de inmediato, tendremos en el partidor a veinticuatro agrupaciones de todos los colores pugnando por ganar el derecho a ¨gobernar¨ un país que vive una de sus peores crisis. Esto, con el agravante que la mayoría de los que pretenden participar no lo harán para conseguir el bienestar de los peruanos y el progreso del Perú, sino para beneficio de ellos mismos.

Esto es lo que ha venido sucediendo en los últimos años y es lo que tenemos que evitar a como de lugar. Para conseguirlo se tiene que pasar a un segundo plano a la política y pensar mas en nuestra patria, cumpliendo con dos acciones que son absolutamente necesarias.

  • La primera es reducir la dispersión concentrando la participación de los partidos con objetivos afines, en alianzas o frentes.
  • La segunda es conseguir que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto muy bien informados, evitándose así la manipulación en base a mentiras, populismo y demagogia.

Lo primero es mucho mas complicado de lograr y es aquí donde se requiere patriotismo, ya que implica sacrificarse por el bien del país. Formar un frente o alianza es lo ideal, pero muy difícil de conseguir dado los impresionantes egos que tienen los dirigentes partidarios, así como la mayoría de los que pretenden ser candidatos a presidentes. Nadie quiere ceder su opción y la mayoría se cree indispensable. ¡Solo verdaderos patriotas lo harían!

La posibilidad de alianzas es mayor entre partidos que comparten similares objetivos y propósitos. Si analizamos mas de cerca las corrientes que existen en las agrupaciones políticas peruanas, encontramos a tres muy claras. Una que aún insiste en ideologías trasnochadas que han fracasado en todos sus intentos y en todo el mundo. Otra sin alma, compuesta por oportunistas, populistas y/o nacionalistas, que solo persiguen objetivos personales y siempre han servido solo para crear grandes crisis y retrocesos.

Y la tercera que cree y defiende el libre mercado, la propiedad privada, el emprendimiento propio y el desarrollo. Las dos primeras prefieren un estado empresario, mientras que la tercera, lo contrario.

Es muy claro que la tercera corriente es la preferida de los peruanos, dado que la gran mayoría de empresarios, grandes, medianos, pequeños, individuales, formales o informales se manejan dentro de una economía de libre mercado. Esto incluye a los emprendedores y a los informales que actúan como mini-capitalistas y que son entre el 70% y 80% de nuestra economía.

Por lo tanto, sería verdaderamente patriótico que los líderes políticos de los partidos que siguen la tercera tendencia, se desprendieran de sus egos y sus ambiciones personales y se pusieran de acuerdo en formar un frente en beneficio de los peruanos y del Perú. Este frente estaría conformado por las personas más idóneas para cada uno de los cargos de gobierno y que obviamente serían miembros de los partidos agrupados en la alianza.  

¡Necesitamos mas patriotas y menos políticos!

La segunda condición es muy importante para eliminar el voto desperdiciado y convertirlo en un voto bien informado. Para esto se requiere una campaña muy bien orquestada por diferentes medios, especialmente por redes sociales y también vía el mensaje boca a boca en el que todos nosotros podemos ayudar (ver mi anterior artículo: Ya basta, en Lampadia 30-9-20). Aquí las instituciones serias, las empresas privadas, los empresarios emprendedores y todas las personas que queremos detener la crisis y reversar el retroceso, tenemos que actuar patrióticamente, levantando nuestra voz y aconsejando a todos los que podamos.

Si se consigue formar una alianza que tenga como único objetivo ¨el bienestar de los peruanos y el progreso del país¨ y si logramos que la gran mayoría de la población vote bien informada, no tengo dudas que lograríamos detener la crisis y regresar al camino de la modernidad y el progreso que vivíamos en la primera década del presente siglo.

¡Por eso demandemos a los que quieren participar en las próximas elecciones, que piensen mas en los peruanos y menos en ellos mismos y que sean ¨mas patriotas y menos políticos¨!

¡ES ABOSLUTAMENTE NECESARIO FORMAR ALIANZAS!

¡ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO VOTAR BIEN INFORMADOS!

Lampadia




El Reino Unido tendiendo al suicidio económico y político

El Reino Unido tendiendo al suicidio económico y político

El hecho de que Gran Bretaña se quede sin un acuerdo de salida de la UE para el 29 de marzo –  fecha límite establecida para la negociación final de este – parece no quitarle el sueño a los “honorables” miembros del Parlamento inglés,  aún cuando ello podría generar un golpe fulminante a su economía y a su política en Europa, además de la posible crisis política que surgiría con un país vecino que aún quiere pertenecer al bloque, Irlanda del Norte (ver Lampadia: La crisis del Brexit continúa).

Pero, ¿cuál es la explicación de la falta de preocupación por parte de esta clase política dirigente, tanto de derecha como de izquierda, ya no para dar marcha atrás al Brexit – pues este camino parece que ya ha sido completamente descartado – sino para diseñar un acuerdo de salida sensato y que sea razonable en el poco tiempo que queda para hacerlo?

Esta falta de racionalidad fue explicada brillantemente por Ian Buruma, ex–editor de The New York Review of Brooks, en un reciente artículo de la revista Project Syndicate (ver artículo líneas abajo).

La hipótesis de Buruma descansa sobre la premisa de que es el espíritu del patriotismo británico, alimentado por los medios de prensa y el juego político reinante en el Parlamento, lo que estaría determinando este comportamiento errático de los políticos. Peor aún, este comportamiento, en sus palabras, los estaría condenando a un suicidio masivo tanto económica como política y culturalmente.

Lo interesante de su análisis es que hace una analogía con movimientos similares en el pasado como el movimiento nacionalista japonés que alimentó la euforia del ataque de Pearl Harbor. Como señala enfáticamente Buruma, “Como los británicos, los japoneses sienten una atracción perversa hacia un “espléndido aislamiento””.

Este fenómeno de una suerte de suicidio colectivo de algunas naciones, va mucho más allá de Gran Bretaña y Japón. En Latinoamérica hay casos clásicos de sociedades que dan un giro negativo para sus propios intereses, y a sabiendas perseveran en el error, o en el suicidio.

El caso más notorio es el de Argentina, que a principios y entrado el siglo XX, era uno de los cinco países más ricos del mundo, para terminar atrapado 60 años por un populismo que lo empobreció dramáticamente.

También se pueden mencionar los casos de Cuba con los Castro, de Brasil con el PT y de Venezuela con el socialismo del siglo XXI.

En el Perú tampoco estamos lejos de intentonas suicidas, como los 30 años, entre los 60 y 90, que nos empobrecieron crecientemente, o después de nuestra maravillosa recuperación, desde los 90s hasta el 2011, cuando volvemos a iniciar un camino de pérdidas de oportunidades de crecimiento, de reducción de la pobreza y pérdida de confianza y sentido de dirección.

Ya vemos que ningún país esta libre de caer en intentos suicidas. Lo importante es reaccionar a tiempo. Lampadia

Las tendencias suicidas del Reino Unido

Ian Buruma
Project Syndicate
6 de Febrero, 2019
Glosado por
Lampadia

Observar a una sociedad democrática sofisticada caminar a sabiendas hacia un desastre nacional predecible y evitable es una experiencia única y alarmante. La mayoría de los políticos británicos saben que dejar la Unión Europea sin acuerdo sobre la relación posterior al Brexit causará un enorme daño a su país. No avanzan al abismo como sonámbulos, sino con los ojos muy abiertos.

  • Hay una minoría de ideólogos crédulos que no se sienten afectados por la perspectiva de que Gran Bretaña se salga de la UE sin acuerdo alguno.
  • Unos cuantos soñadores de derechas, cobijados por secciones de la prensa, creen que el tenaz espíritu de Dunquerque superará los primeros reveses y que Gran Bretaña pronto volverá a regir los mares como una gran potencia cuasi-imperial, aunque sin imperio.
  • Y por la izquierda, neo-trotskistas como Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, el principal de la oposición, parecen pensar que la catástrofe impulsará al pueblo británico a exigir al fin un verdadero socialismo.

La mayoría de los políticos de izquierdas y derechas son lo bastante grandecitos como para saber todo esto, y eso incluye a la Primera Ministra Theresa May, que antes del Brexit era partidaria de que el Reino Unido permaneciera en la UE. Y, sin embargo, casi todos se niegan a mover un dedo para evitar resbalar hacia una catastrófica salida sin acuerdo. Las propuestas que se han planteado en el Parlamento para buscar un retraso o contemplar alternativas a la impopular estrategia de salida de May han sido rechazadas. Pareciera que la voluntad colectiva de los políticos británicos ha quedado paralizada por las tácticas partidistas, los medios de comunicación patrioteros y una extraña indiferencia a todo lo que ocurra fuera de las Islas Británicas. En lugar de tomar medidas para evitar lo peor, se autoengañan pensando en que más conversaciones y concesiones de Bruselas de alguna manera salvará al Reino Unido en el último minuto.

Aunque inusual, este peculiar espectáculo de suicidio nacional no carece de precedentes. La deriva de Japón hacia una calamitosa guerra con Estados Unidos en 1941 es un ejemplo. Es cierto que hay diferencias obvias: a pesar de toda la nostalgia acerca de Spitfires y Dunquerque, Gran Bretaña no amenaza con ir a la guerra con nadie, mientras que la democracia japonesa estaba sofocada por facciones militares y un control estatal autoritario. Aun así, los parecidos son notables.

Una cantidad relativamente pequeña de militares exaltados, acicateados por ideólogos cuasi fascistas y funcionarios de rango medio, realmente querían ir a la guerra con Occidente. La mayoría de los políticos, incluidos generales y almirantes, sabían que era una locura provocar un choque con una potencia militar e industrial vastamente superior. Pero de alguna manera no pudieron o no quisieron pararlo. Incluso hubo quienes repitieron la retórica extremista de los exaltados sin creerla… un poco como May les ha seguido la corriente a los partidarios del Brexit duro.

El principal estratega del ataque a Pearl Harbor, el Almirante Yamamoto Isoroku, un personaje altamente inteligente que había estudiado en Harvard y conocía muy bien los Estados Unidos, había sido un abierto oponente a la guerra. Con la vana esperanza de que las negociaciones evitaran una guerra desatada, cumplió con su deber y diseñó el plan. El Primer Ministro, Príncipe Konoe Fumimaro, cuyo hijo era estudiante en Princeton, también quería evitar la guerra. Siguió pidiendo más reuniones a los estadounidenses, al tiempo que enviaba señales confusas y esperaba las concesiones imposibles que exigían los extremistas japoneses frente a los que era demasiado débil e indeciso.

Mucho se habló de plazos que cumplir o que se podían ampliar. Como con las negociaciones del Brexit con la UE, los estadounidenses nunca tuvieron muy claro qué querían realmente los japoneses. De hecho, ni siquiera los japoneses mismos lo sabían. La última esperanza de los hombres que vieron la inminencia del desastre, pero se negaron a actuar fue que más conversaciones con los estadounidenses los salvaran. Al final, estos se cansaron de conversar, millones de personas murieron y Japón casi desapareció del mapa.

La respuesta inmediata entre los japoneses al recibir la noticia del ataque a Pearl Harbor fue una especie de alivio. Al fin había algo de claridad. Cualquier cosa era mejor que el inacabable tira y afloja. Ahora que Japón estaba de verdad valiéndose por sus propios medios, tal vez la versión japonesa del espíritu tenaz podría sacarlos del atolladero. Como los británicos, los japoneses sienten una atracción perversa hacia un “espléndido aislamiento”. Y luchar contra los imperialistas occidentales al menos era más honorable que intentar someter a los chinos a punta de masacres.

Es bastante posible que un Brexit sin acuerdo tenga un efecto similar sobre los británicos. No se puede culpar a la gente por terminar hartándose de las discusiones en el Parlamento y las inacabables negociaciones con la UE que nunca parecen ir a ninguna parte. La gente puede resistir hasta un determinado nivel de incertidumbre, y después prefiere prepararse para lo peor.

Gran parte de la prensa británica, aunque sin sufrir la censura que amordazó la opinión pública japonesa en los años 30 y 40 del siglo pasado, ha sido tan patriotera como los medios japoneses de los años de guerra. Es posible que décadas de propaganda anti-UE hayan persuadido a muchos británicos a soportar las privaciones que provocará un Brexit duro. Sin duda, muchos culparán a esos malditos extranjeros por la escasez de bienes, la suba de precios, las largas filas en los puertos de entrada y la pérdida de empleos. (Los nacionalistas japoneses todavía culpan por Pearl Harbor a la intransigencia estadounidense.)

Pero incluso si todo eso se desvanece en el tiempo, la desilusión pronto llegará, como ocurrió en Japón una vez pasada la euforia de Pearl Harbor. No habrá bombardeos a ciudades británicas ni se invadirá ni ocupará el Reino Unido. Cabe esperar que nadie muera. Pero la influencia de Gran Bretaña disminuirá mucho, su economía decrecerá y la mayoría de la gente irá a peor. Probablemente, las principales figuras tras un Brexit duro (como Boris Johnson, Nigel Farage y Jacob Rees-Mogg) no resulten muy afectadas. Tampoco servirá de mucho culparles solo a ellas. La gente que sabía las consecuencias y no hizo nada por evitarlo es quien más avergonzada se debería sentir. Lampadia

Traducido del inglés por David Meléndez Tormen

Ian Buruma es autor de numerosos libros, entre ellos Murder in Amsterdam: The Death of Theo Van Gogh y The Limits of Tolerance, Year Zero: A History of 1945 y, más recientemente, A Tokyo Romance.