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La corrupción es EL PROBLEMA

La corrupción es EL PROBLEMA

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 8 de octubre de 2021
Para Lampadia

“La corrupción es un virus social que lo infecta todo”. Eso dijo el Papa Francisco en Lima, allá por el año 2018. ¡Y eso que en ese entonces aún no se conocían los audios del Juez Hinostroza y los Cuellos Blancos del Puerto!

Cáncer, virus, podredumbre, pus, metástasis, porquería, miasma… todo eso – y mucho más – se ha dicho de la corrupción en nuestro país. Sin embargo, el Papa dijo algo que va más allá de dichas expresiones metafóricas. “La corrupción es evitable, y exige el compromiso de todos.”

En otras palabras, TODOS estamos obligados a desenmascarar a los corruptos… con nombres y apellidos. Por ello felicitemos y agradezcamos a los valientes policías, fiscales, jueces, periodistas, y ciudadanos en general que desenmascararon a las mafias en el Consejo Nacional de la Magistratura, en el Poder Judicial, y en el Congreso de la República. Y ¿qué decir de los que desenmascararon la corrupción en los Partidos Políticos, en ciertas Universidades tragamonedas, en la Oficina Nacional de Procesos Electorales, en los Colegios Profesionales, en el periodismo chantajista? ¡Y los empresarios corruptos! Claro que desenmascarar a la corrupción, exige el compromiso de todos.

Por eso pregunto – y cuestiono – ¿por qué tantos ministros, gobernadores, y alcaldes se quedan callados cuando congresistas corruptos los buscan para pedir favores indebidos? ¿Por qué no los desenmascaran como lo hicimos en Ica cuando fui Gobernador Regional en el período 2015 – 2018?

  • ¿Acaso sólo los congresistas de Ica eran los torcidos?
  • ¿Por qué tanta impunidad en las instituciones públicas de todo el país?
  • ¿Acaso sólo en Ica había médicos que abandonaban los hospitales y maltrataban a los pacientes?
  • ¿Acaso sólo en Ica se vendían Brevetes por lo bajo? Dinámicos del Centro hay en todo el país… ¿o no?

La corrupción es lo más parecido a una traición a la Patria. Por eso hay que ser radical – y revolucionario – frente a ella. En esto de la corrupción, el que calla otorga.

Ahora bien, al César lo que es del César. Así como tenemos corrupción… y de la brava, también tenemos integridad. En efecto, tenemos muy buenos y abnegados policías, fiscales probos y eficientes, y jueces rectos e incorruptibles. Y lo mismo se puede decir de ciertos congresistas, periodistas, docentes universitarios, profesionales colegiados, empresarios, etc. quienes día a día nos dan ejemplos de integridad, civismo, y patriotismo. Hay que separar la paja del trigo.

Sin embargo, seamos realistas. El sistema de justicia – por sí solo – no va a corregir la corrupción. ¿El Congreso?… tampoco. ¿Y el Presidente Castillo?… menos. Su partido es una organización criminal experta en chantajes, cupos, coimas, y todo lo demás. Entonces ¡que no nos venga con el cuento de no darle ni un milímetro a la corrupción… si su partido está atiborrado de corruptos! Además, él los ha convocado al Gabinete Ministerial.

Por eso, es hora de apoyar y respaldar decididamente a todos los que están confrontando – y desenmascarando – a las mafias. Sobre todo, a los que están confrontando a la mafia de los Dinámicos del Centro, que bajo la batuta del inefable Vladimir Cerrón, ganó fraudulentamente las elecciones generales pasadas. Todos – la ciudadanía en pleno – debemos exigir las máximas sanciones a esos personajes de baja estofa. ¡Cínicos, manipuladores, chantajistas, coimeros! A los corruptos – vengan de donde vengan – hay que mandarlos a la porra… sin titubeos. Y si son autoridades de alto rango… ¡con mayor razón!

La corrupción no es un problema más… la corrupción es EL PROBLEMA. Todo lo demás, viene por añadidura. La inseguridad ciudadana, el caos urbano y vehicular, la falta de agua potable y la basura, el financiamiento de las campañas electorales, la burocracia inoperante, el aumento desmedido del gasto público, el narcotráfico, las colas interminables en los hospitales del Estado, la crisis en el Magisterio, la crisis en los clubes de fútbol profesional… todo se origina a partir de la corrupción.

Indignación total, muchas críticas, pocas propuestas, mínimos compromisos… esa es la sensación que me deja el momento actual. En ese sentido – como dijo el Papa – TODOS tenemos vela en este entierro. Yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos… TODOS.

CONCLUSIÓN. La corrupción no es un problema más… la corrupción es MI PROBLEMA, TU PROBLEMA, NUESTRO PROBLEMA. La corrupción es EL PROBLEMA. Lampadia




Exíjannos honestidad, veracidad y eficiencia

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 16 de febrero de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Mucha gente nos exige favores personales. Incluso delictivos. Me refiero – por ejemplo – a ciertos políticos de alto rango que nos exigen puestos de favor para sus allegados. Los típicos recomendados que – una vez que ingresan al Estado – se convierten en ahijados que se la deben a sus padrinos… de por vida.

De acuerdo a mi experiencia como Gobernador Regional, los Congresistas son los peores. En realidad, fueron los peores porque valgan verdades – gracias a estos “periodicazos” – se les ha bajado el moño. Sin embargo, al comienzo de mi gestión… ¡qué manera de pretender favorecer a sus ahijados o – lo que es lo mismo – exigir la salida de funcionarios que les resultaban incómodos!

¿Cómo será el acoso de estos malos congresistas en las demás instituciones públicas? ¿Cómo meterán a sus ahijados en la policía, universidades estatales, beneficencias, y / o municipios? Debe ser atroz. El hecho es que cualquiera sea el padrino que beneficie indebidamente a un allegado con un puesto en el Estado, tiene – para toda la vida – a un infiltrado que se la debe. Un topo dispuesto a retribuir – como sea – el favor concedido. Un ahijado cuya única camiseta es la de su padrino. ¡Cero camisetas del Perú! Y de allí siguen los demás favores indebidos. Uno tras otro… hasta nunca acabar.

Efectivamente, después del puesto de favor viene la adjudicación de las obras para beneficiar a constructoras con quienes – esos padrinos y sus ahijados – tienen arreglos soterrados. Viene – también – la adjudicación de compras de equipos, materiales y / o servicios… todo sobrevalorado. Todo adjudicado a proveedores con quienes se comparten subrepticiamente las ganancias del negocio. Y ¡qué me dicen de la mafia de consultores! Así le roban al Estado estos sinvergüenzas. Repito. Todo empieza con el puesto de favor.

Nuestros antepasados – los Incas – valoraron mucho la honestidad. “Ama Sua” (no seas ladrón) fue el primero de los tres preceptos morales del extraordinario y sencillísimo código de moral Inca que forjó la grandeza del Imperio del Tahuantinsuyo. Ser honestos. Así de sencillo. Pero de verdad.

El Papa Francisco – también – es muy sencillo respecto a la corrupción. “Pecados sí; corrupción no”. El Contralor de la República Nelson Shack – igual – es muy elocuente. Cuando vino a Ica – hace poco – nos dijo; “Uno puede meter la pata, pero no la mano”. ¿Más claro? Ni el agua.

El problema es que ser honesto en nuestro país no es “así de sencillo”. O mejor dicho… es sencillo decirlo, pero difícil serlo. La cantidad de ahijados – improductivos, ociosos, maltratadores, corruptos – que ingresaron al Estado por influencia de algún congresista – u otro político clientelista – es colosal.

La semana pasada estuvo en Ica el Ministro Carlos Bruce, y conversando al respecto me contó que cuando dejó el Ministerio de Vivienda en el 2005 habían 300 trabajadores. Ahora – al asumir nuevamente el cargo – encontró 3,000. ¡Diez veces más!

El Ministro de Educación Idel Vexler y el ex Premier Fernando Zavala encontraron la misma situación. Ambos – al igual que “Techito” – fueron ministros o vice ministros hace unos 10 años. Y los tres se sorprendieron del explosivo incremento de la burocracia estatal… sobre todo en la última década. Y algunos congresistas insisten en meter más ahijados al Estado. ¡Patético!

Pues bien, exactamente lo mismo ha sucedido en TODAS las instituciones públicas del país. TODAS están atiborradas de burócratas. Por eso – aparte de la corrupción – no hay plata para hacer obras. Y menos para aumentarle a los servidores públicos de verdad. La planilla de remuneraciones del Estado está volando por las nubes. Excepto en el Gobierno Regional de Ica. Efectivamente, en diciembre nos vamos y dejaremos MENOS burocracia de la que encontramos cuando asumimos el Gobierno de Ica en el 2015.

¿Cómo lo hacemos? Ama Sua: fuera los corruptos Ama Lulla: fuera los mentirosos. Ama Quella: fuera los ociosos. Exíjannos honestidad, veracidad y eficiencia. No favores personales.

¡Grandiosos Manco Cápac y Mama Ocllo! ¡Qué orgullo para los peruanos poder compartir nuestra nacionalidad con un Taita y una Mamacha tan grandes como ustedes! Lampadia

 




“Querido hermano Hans…”

“Querido hermano Hans…”

En marzo pasado republicamos la carta de Hans Küng al Papa Francisco en la que hacía un último esfuerzo, al cumplir 88 años, para propiciar un debate abierto sobre el  dogma de la infalibilidad. El teólogo alemán que asistió al Concilio Vaticano II con Ratzinger (Papa Benedicto XVI) fue castigado y alejado del magisterio de teología por la curia romana por sus propuestas reformistas.

En las siguientes líneas, el propio Küng publica en el País de España la respuesta del Papa Francisco, quién ha hecho los gestos necesarios para alentar una mayor apertura en el magisterio de la Iglesia.

Carta del Papa Francisco a Hans Küng

El País publicó una petición del teólogo al Papa para debatir libremente el dogma de la infalibilidad. El propio Küng da a conocer ahora la respuesta de Francisco.

Por Hans Küng, Catedrático emérito de Teología Ecuménica en la Universidad de Tubinga y presidente de honor de la Fundación Ética Mundial

El País de España, 27 de abril de 2016

 

El día 9 de marzo de 2016 se publicó en importantes periódicos de diferentes países mi Llamamiento al Papa Francisco rogándole que hiciera posible un debate abierto, imparcial y libre de prejuicios sobre la cuestión de la infalibilidad. Me alegró mucho recibir, inmediatamente después de Pascua y a través de la nunciatura de Berlín, una respuesta personal del papa Francisco fechada el Domingo de Ramos (20 de marzo).

— Que el Papa Francisco me respondiera y que no me dejara con mi Llamamiento, por decirlo de alguna manera, suspendido en el vacío.

— Que fuera él mismo quien respondiera, y no su secretario privado o el cardenal secretario de Estado.

— Que resaltase el carácter fraternal de su carta en español mediante el uso del encabezamiento en cursiva y en alemán “lieber Mitbruder” (“querido hermano”).

— Que haya leído con atención mi Llamamiento, cuya traducción española le adjuntaba.

Que valorara altamente las reflexiones que me habían conducido a publicar el volumen 5 [de mis obras completas], dedicado a la infalibilidad, en el que propongo debatir teológicamente las diferentes cuestiones en torno a este dogma a la luz de la sagrada Escritura y de la Tradición, con la intención de que la Iglesia del siglo XXI, semper reformanda, profundice en un diálogo constructivo con la ecúmene y la sociedad postmoderna.

El Papa Francisco no fija limitación alguna. De esta forma, corresponde a mi deseo de abrir un debate libre sobre el dogma de la infalibilidad. Personalmente concluyo que este nuevo espacio de libertad debe ser aprovechado para avanzar en el esclarecimiento de las declaraciones dogmáticas controvertidas en la Iglesia católica y la ecúmene.

No podía yo imaginar entonces el gran espacio de libertad que, pocos días después, abriría el Papa Francisco en su exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia. Ya en la introducción declara que “no todos los debates doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltos con intervenciones magisteriales”. Se posiciona contra “una fría moral de gabinete” y se niega a que los obispos sigan comportándose como “controladores de la gracia”. Considera que la eucaristía no es un premio para los perfectos, sino un “alimento para los débiles”. Cita con frecuencia las declaraciones del Sínodo de los Obispos y de las conferencias episcopales nacionales. No quiere seguir siendo el único portavoz de la Iglesia.

Este es el nuevo espíritu que siempre esperé del Magisterio. Estoy convencido de que, por fin, también el dogma de la infalibilidad, una cuestión fundamental y decisiva de la Iglesia católica, se podrá debatir con espíritu libre, abierto y alejado de todo prejuicio. Estoy profundamente agradecido al Papa Francisco por ofrecernos esta posibilidad. Mi agradecimiento se une a la expectativa de que los obispos, teólogas y teólogos hagan suyo sin reservas este espíritu y colaboren en la tarea de esclarecer el dogma de la infalibilidad en el espíritu de la Escritura y de la gran Tradición eclesial.

Lampadia

 




Los grandes líderes globales del 2016

Los grandes líderes globales del 2016

La revista Fortune publicó recientemente una diversa e impresionante lista de los 50 líderes más importantes del mundo del 2016; líderes inspiradores, capaces de cambiar el mundo, que no son necesariamente políticos.

Este año, sus nombres van desde el fundador de Amazon, Jeff Bezos, hasta el principal periodista mexicano, Jorge Ramos. Personas de distintos ámbitos como el entrenador de fútbol americano de Alabama, Nick Saban y el dramaturgo Lin-Manuel Miranda, que destacan como líderes en todos los ámbitos de la vida. Además, es interesante e importante notar como casi la mitad de la lista corresponde a mujeres. Este año fueron elegidas 23 líderes mujeres, un gran avance en comparación con 15 del año pasado y 19 del 2014.

¿Cómo se escogen a estas personas? Según el editor jefe de Fortune, Geoff Colvin, todos los candidatos son juzgados por su liderazgo dentro de ámbitos profesionales, industrias o campos de servicio o de gobierno. Para estar en la lista no es suficiente ser brillante, admirable, o incluso poderoso. En general son líderes singulares con una visión que inspira a otros a actuar de la misma manera y que cuentan con una gran cantidad de seguidores para lograr el bien común.

Hay una notable falta de líderes políticos en la lista de este año y una sorprendente cantidad de personas que no son muy conocidas. Fortune explica esto diciendo que “el mundo está lleno de gente de la que nadie nunca ha oído hablar que se dedica a reclutar seguidores para mejorar la vida de las personas en formas que nunca imaginamos. El profesor que dirigió a un grupo que descubrió la crisis de agua en Flint, Michigan; el funcionario del gobierno en Nueva Delhi que arriesgó su carrera para luchar contra la contaminación; el alcalde italiano que le dio la bienvenida a los inmigrantes del Medio Oriente a su pequeña ciudad, mejorando su economía y sus perspectivas a futuro.”

Y es que hoy existe un gran vacío de liderazgo político a nivel mundial. Según Fortune, “el sistema político en EEUU está roto y vemos pocas razones para pensar que los contendientes actuales puedan solucionarlo.” Ni siquiera el actual presidente de EEUU, Barack Obama, aparece en la lista. Este es un indicio más de que hay un problema importante: un extraordinario nivel de disfunción política en el mundo y una aparente incapacidad de cualquiera de nuestros líderes actuales para salir adelante.

En Lampadia hemos analizado múltiples veces la falta de liderazgo en el mundo: La caída de nuestros líderes es una tragedia. Acá tomamos algunas conclusiones: primero, tomar nota de la velocidad a la que todo  puede cambiar, ya sea por hechos objetivos o por imágenes y, segundo, el choque entre expectativas y realidades, la intolerancia y exigencia de la sociedad, que no está dispuesta a retroceder o a dejar de avanzar, según sea el caso del país en cuestión (por ejemplo: EEUU o Brasil).

Fortune deja claro esto con una frase: “Ni demagogia, ni proxenetismo, ni el populismo es liderazgo.” El verdadero líder va adelante, dirigiendo el rebaño. Por ejemplo, para desarrollar sus nuevos productos, Steve Jobs, nunca hizo un estudio de mercado (preguntar qué se necesitaba), pues sus innovaciones no estaban en la mente de la gente, sino en la de un líder preclaro. Henry Ford decía: “si yo le hubiera preguntado a la gente qué querían, me hubieran dicho que caballos más rápidos”.

Los líderes que actualmente hacen nuestras leyes, escriben nuestros presupuestos y establecen nuestras agendas no son vistos como eficaces. Las personas que nos conducen a través de desastres naturales o crisis locales no están destacando por su liderazgo. Su ausencia casi universal de la lista Fortune es un recordatorio de que en la actualidad, hay una falta grave y alarmante de liderazgo en los cargos de elección popular.

Aquí les presentamos las personalidades que ocupan los primeros 10 lugares de la lista de los 50 grandes líderes del mundo:

1. Jeff Bezos

A sus 52 años, el fundador de Amazon fue elegido por la revista Fortune como el más grande líder del año. Él sigue innovando desde hace 20 años. El despliegue de la compañía de comercio electrónico a más negocios ha llevado a que su figura también evolucione.

2. Angela Merkel

La canciller de Alemania ha dominado la política de Europa por una década. Ella es la única líder continental cuyo mandato es anterior a la crisis financiera del 2008 y es ganadora de tres elecciones generales tras competir con un sinnúmero de rivales dentro del partido.

3. Aun San Suu Kyi

Premio Nobel de la paz, ella ha trabajado por años para que Myanmar, la antigua Birmania, transite a la democracia después de más de 50 años de dictadura militar. Ver nuestro análisis al respecto: Myanmar (Birmania) llega a la democracia

4. Papa Francisco

Al igual que Jeff Bezos y Tim Cook, el Papa figura en varias de las listas de Fortune. Este último año ha sido el año de Francisco el diplomático. El primer Papa latinoamericano jugó un papel clave en la negociación de un acuerdo entre los EEUU y Cuba, escribiendo cartas a ambos presidentes, Barack Obama y Raúl Castro, alentando a ambas naciones a encontrar un terreno común, señaló Fortune.

5. Tim Cook

El CEO de Apple cayó cinco posiciones respecto a la lista del 2015. Su posición respecto al pedido del FBi para desbloquear un iPhone fue la que decidió su lugar en la lista de este año.

6. John Legend

Además de vender más de 6 millones de discos, el cantante de 37 años también se distingue por su labor filantrópica. El año pasado lanzó la campaña (sin fines de lucro)  Show Me, orientada a la educación y lideró #FreeAmerica, iniciativa para enfrentar el encarcelamiento masivo.

7. Christiana Figueres

La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático trabaja convenciendo a las naciones a comprometerse con la reducción de emisiones de carbono.

8. Paul Ryan

Este político estadounidense fue compañero de fórmula presidencial de Mitt Romney y juega un influyente rol en ese país como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

9. Ruth Bader Ginsburg

A sus 82 años, la juez de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos se convirtió en un icono pop tras defender los derechos de las mujeres y los homosexuales. El meme que la reputaba #RBG ha sido uno de los más compartidos en Estados Unidos.

10. Sheikh Hasina

La primera ministra de Bangladesh, la nación con la cuarta mayor población musulmana del mundo, ha comprometido a su país en asegurar la protección legal para mujeres y ayudar a lograr una mayor educación, libertad financiera y poder político.  

Estos hombres y mujeres están transformando el mundo e inspirando a otros a hacer lo mismo. Sigamos sus buenos ejemplos y busquemos líderes de su altura. (Ver la lista de los 50 líderes en el gráfico inferior). Lampadia

 

 




¿Fin de los delirios?

¿Fin de los delirios?

Por Jorge Edwards. Escritor

(El Comercio, 28 de Diciembre de 2014)

Tuve las primeras noticias de la revolución cubana en la universidad de Princeton, en Estados Unidos del presidente Eisenhower y del vicepresidente Richard Nixon, cuando había terminado mis estudios en Chile y hacía un posgrado en asuntos internacionales. Había un profesor de origen cubano, casado con una norteamericana de fortuna, y por su mansión, alrededor de una piscina hollywoodiense, pasaban revolucionarios en ciernes, miembros del movimiento 26 de julio, exiliados diversos y opositores de todas las tendencias a la dictadura de Fulgencio Batista. Algunos de esos personajes, el juez Manuel Urrutia, presidente de la República en los años iniciales del castrismo; Felipe Pazos, joven economista que después desempeñó cargos importantes, salieron pronto al exilio. Pero las simpatías por la revolución eran universales; los primeros exiliados, bautizados por Fidel como gusanos, salían de la isla y no eran bien acogidos en ninguna parte, con la improbable excepción de la península de La Florida. Pasaban a ser exiliados apestados. ¡Qué fácil es ser exiliado chileno, me dijo un intelectual cubano en los tiempos del pinochetismo, y qué difícil, qué porvenir oscuro, tiene el exilio del Comandante Castro, el de la gusanera!

Viajé en enero de 1968 a La Habana, invitado por las instituciones culturales de la revolución. Era entonces diplomático chileno de carrera y mi país había roto relaciones con Cuba en 1964. Pero el ministro del Gobierno demócrata cristiano de esos días me autorizó con gusto. Había partidarios militantes de la revolución castrista, pero también abundaban por todos lados los simpatizantes discretos y más o menos secretos. El generalizado espíritu antiyanqui facilitaba las extravagancias ideológicas de todo orden: desde gaullistas y franquistas hasta liberales y centristas mexicanos y sudamericanos.

Cuando regresé a Cuba a finales de 1970, como diplomático encargado de abrir la Embajada chilena, la situación era radicalmente diferente. Una parte influyente del Gobierno recién instalado de Salvador Allende pensaba que la panacea política y económica era Cuba: la respuesta frente a la dependencia y el subdesarrollo de nuestras democracias mediocres. Me tocaron días difíciles, intensos, marcados por el fracaso monumental de la zafra de 10 millones de toneladas de azúcar que había prometido el Gobierno del Comandante Castro. No tardé mucho en entender que había un desfase completo entre la visión externa de Cuba y las realidades internas. En la noche de mi llegada conversé tres horas, entre las dos y las cinco de la madrugada, en las oficinas de la redacción del diario oficial, Granma, con Fidel Castro en persona, que mientras conversaba conmigo escogía las fotos suyas que debían publicarse en la primera plana del

día siguiente, y que de repente, al pasar, con un gesto rápido, me advertía de que eso no era “culto de la personalidad”.

Al final de la mañana siguiente, un sábado, me visitaban en el bar de mi hotel escritores cubanos que había encontrado en mis viajes o que me conocían como lectores. Después del segundo daiquiri, con medias palabras, haciendo gestos, apuntando a los posibles micrófonos, me contaron una historia diferente, de sospechas, delaciones, censuras. Me hablaron de las UMAP, las unidades militares de ayuda a la producción, y de colegas suyos, acusados de vagancia, de homosexualidad, de delitos comparables, que habían pasado temporadas en esos infiernos. Como venía de un país optimista e ingenuo, utopista y mal informado, donde algunos dirigentes pensaban que la alta inflación serviría para destruir el poder de la burguesía, decidí escribir mi testimonio. Ya sabía, a muy poco andar, que si un régimen parecido se instalaba en Chile, yo sería uno de los primeros en salir al exilio. Lo dije hace poco, en una conferencia pública, en Santiago de Chile, y un viejo amigo de izquierda se retiró de la sala, indignado. Es decir, el conflicto continúa, y después del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, seguirá vivo, pero con una posibilidad de apertura y de evolución interna que son nuevas, que saludo con el optimismo mitigado, reservado, que las circunstancias permiten.

Cuando salí de la isla al cabo de sólo tres meses y medio, y cuando publiqué en España mi memoria del caso, Persona no grata, me dijeron que mi obsesión por la vigilancia policial cubana era una forma de paranoia. Y recibí en esos días una larga carta de Guillermo Cabrera Infante, exiliado cubano en Londres, y que me decía textualmente: “No hay delirio de persecución ahí donde la persecución es un delirio”.

Como pueden apreciar ustedes, el uso correcto del lenguaje es una virtud esencial. Ahora se ha producido la conjunción de tres personas adaptadas a la circunstancia: Raúl Castro,  más racional, menos impulsivo que su hermano Fidel; Barack Obama, que desearía terminar con esta herencia postergada de la guerra fría; y el papa Francisco, que tiene una visión humanista latinoamericana. No es poco, pero no hay que esperar resultados rápidos. Pasaron los años del fidelismo, de la diplomacia impulsiva, de las carreras presidenciales para ir a rendirle pleitesía al Líder Máximo. Nada cambiará, nos asegura en la prensa la hija de Raúl, pero algo ya ha cambiado. La historia es lenta, pero no tiene regreso.




Malala, Premio Nobel de la Paz: Un regalo

Malala, Premio Nobel de la Paz: Un regalo

Objetivamente hablando, a diferencia de tantas otras épocas de la historia, el mundo carece de líderes que tengan un impacto global, especialmente entre las nuevas generaciones, que se refugian en sus propias capacidades individuales y vienen perdiendo la confianza en líderes, instituciones y el futuro. Ya no tenemos con nosotros a un Winston Churchill, Nelson Mandela, Lady Di o a Juan Pablo II, la Madre Teresa de Calcuta y Margaret Thatcher.

En los últimos años, líderes mundiales como Barak Obama, que despertó grandes ilusiones hace solo cinco años, han defeccionado más rápido de lo que ascendieron. La revista Time ha nombrado a Vladimir Putin como el Hombre del año 2014, formado en la KGB, un nacionalista extremo que pretende rehacer el imperio ruso. El dicho popular señala “que si no hay pan, buenas son tortas”, pero cuidado con los líderes del “lado oscuro de la fuerza”. (Ver en Lampadia: La caída de nuestros líderes es una tragedia).

Esta situación viene creando una creciente desconfianza en la política y sus representantes, y un rechazo a las entidades públicas y financieras. Por ejemplo, según el banco UBS, el 52% de los jóvenes norteamericanos de 21 a 36 años mantienen sus ahorros fuera del sistema financiero, a diferencia de los mayores que lo hacen en 23% (una desintermediación financiera inimaginable). (Ver en L: Generación Y: ¿Aliado o Enemigo?)

Sin embargo, están surgiendo unos rayos de esperanza: Malala Yousafzai, una joven luchadora por la educación de las niñas en Pakistán, que acaba de recibir el Premio Nobel de la Paz; María Corina Machado, la valiente opositora de la dictadura venezolana y defensora de la democracia latinoamericana y Aung San Suu Kyi, la activista birmana que en 1991 obtuvo el Premio Nobel de la Paz, pero la Junta Militar de su país no la dejó salir al exterior hasta el 2012 en que recién pudo recibirlo. También hay algunos nuevos líderes entre los hombres, como el Papa Francisco, Joshua Wong, de 18 años, que desafió a China en Hong Kong y, Jack Ma, fundador de Alibaba, el gigante retailer de internet chino. 

 “Yo soy Malala”, una semblanza

Malala Yousafzai nació el 12 de julio del 1997 en el valle de Swat, Pakistán. Se sumergió en el activismo desde muy joven influenciada por su padre, también un defensor del derecho a la educación. A sus 11 años se hizo conocida: mientras acompañaba a su padre en una conferencia de prensa en Peshawar, denunció a los talibanes por la destrucción de escuelas.

Bajo el régimen talibán, ella siguió este caminoutilizando el seudónimo de Gul Makai en un blog publicado por la BBC. Cuando su identidad se dio a conocer a los pocos meses, continuó su lucha a pesar de las amenazas de muerte que recibió. En diciembre de 2011, fue galardonada con el Premio Nacional de la Juventud de la Paz, otorgado por el Primer Ministro de Pakistán.

Lamentablemente el 9 de octubre del 2012, con solo 15 años, Malala fue víctima de un atentado  talibán. Camino a la escuela, unos enmascarados detuvieron el autobús escolar y le  dispararon un tiro en la cabeza. Milagrosamente, tras cuatro meses en el hospital, se  recuperó completamente. Desde entonces, ella y su familia tienen que vivir en Birmingham, Inglaterra.

La niña se convirtió en una heroína, en el ícono de la lucha por el derecho a la educación. Desde el 2011 ha recibido numerosas distinciones:el Premio Internacional de los Niños por la Paz, el Premio Simone de Beauvoir por la Libertad de las Mujeres, el Premio de Anna Politkovskaya por “Llegar a Todas las Mujeres en la Guerra”y el Premio Sajarov del Parlamento Europeo.

En diciembre del 2012, la Unesco y Pakistán crearon el Fondo Malala, para apoyar a la educación de las niñas, con un aporte de diez millones de dólares. En abril del mismo año, la revista Time la incluyó en su lista de las cien personas más influyentes del mundo.

En julio del 2013, en su cumpleaños número 16, dio un discurso para la ONU, un llamado de atención a la “educación para todos los niños.” “Nuestros libros y bolígrafos son nuestras armas más poderosas. Un maestro, un libro, una pluma pueden cambiar el mundo”, afirmó Malala.

El pasado 10 de octubre (2014), Malala y Kailash Satyarthi (activista indio por los derechos de los niños), recibieron el Premio Nobel de la Paz “por su lucha contra la opresión de los niños y jóvenes y para el derecho de todos los niños a la educación”. Malala ahora aspira a una carrera política para “cambiar el futuro” de Pakistán. “Yo voy a ser un político más adelante. Quiero cambiar el futuro de mi país y hacer obligatoria la educación”.

La importancia de Malala para el mundo

Malala ha demostrado que no se necesitan armas, ni poder político, ni fortaleza física, ni alzar la voz, para ejercer un liderazgo comprometido que altere las fuerzas gravitatorias que dañan el desarrollo armonioso e inclusivo de los seres humanos. Sin conocer el mundo llenó el vacío de liderazgo e inspiró la necesidad de una mejor gobernanza global.

Nos ha recordado que existen graves injusticias ocurriendo más allá de nuestras narices y que existe un mundo diferente en el que los derechos básicos son un lujo y en el que se vive bajo opresión. Ha iniciado un diálogo sobre la educación de los niños en todo el mundo. Actualmente hay 57 millones de niños que no tienen acceso a la educación. Vuk Jeremic, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró en respuesta al conmovedor discurso de Malala: “Hoy estamos unidos con los jóvenes de casi un centenar de países para tratar de asegurar que ningún niño sea excluido de asistir a la escuela. Estamos convencidos de que factores como geografía, género, discapacidad, idioma, riqueza y origen étnico, no deben ser vistos como impedimentos para este logro”.

El mundo necesita más Malalas. Necesitamos nuevos líderes. Estemos muy atentos para descubrirlos y apoyarlos, pues en su mayoría, nacen de la adversidad y de las carencias. Lampadia




Desigualdad: Dos realidades

Desigualdad: Dos realidades

¿Qué está pasando con la desigualdad en el mundo? En el siguiente artículo, John Gapper del Financial Times analiza las consecuencias que han tenido el capitalismo y la globalización en los últimos años sobre la desigualdad. El crecimiento sostenido de economías emergentes, cada vez más vinculadas a los mercados globales (como China e India) ha tenido éxito en reducir la pobreza a tasas aceleradas al tiempo que viene consolidando una creciente clase de media. Por otro lado, en los países avanzados de occidente -liderados por EEUU-, el bienestar no está siendo compartido por todos por igual, ya que están experimentando un estancamiento en los ingresos de las clases medias. El autor explica que las mismas fuerzas que vienen desacelerando los ingresos medios en Europa y Estados Unidos son las que están haciendo crecer de forma importante los ingresos de los pobres en los países emergentes, inclinando la balanza global hacia un mundo con mayor equidad. Expresando esta realidad, el Coeficiente de Gini disminuyó por primera vez en el mundo entre el 2002 y el 2008. 

Las reflexiones del autor de la nota son muy importantes para el debate sobre la reducción de la pobreza y la desigualdad en los países emergentes. Este fenómeno se manifiesta desde el Asia hasta América Latina, pasando por el África, y ha sido especialmente notorio en el Perú, según hemos reportado anteriormente en Lampadia. Cuando se sigue el debate sobre la desigualdad en los medios internacionales, hay que tener cuidado en distinguir la realidad de los países más desarrollados de la de los emergentes.

Este proceso es muy importante para países como el Perú. Debemos rescatar e interpretar las relaciones causa-efecto que lo explican, cómo son: la apertura de las economías, el aumento del comercio internacional y en general, la adopción de la economía de mercado. Lampadia

Leer el artículo completo

Publicado por El Comercio, sábado 29 de diciembre del 2013.