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Concesionar logística en el MINSA para que pacientes se lleven sus medicamentos gratis

Concesionar logística en el MINSA para que pacientes se lleven sus medicamentos gratis

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Un indicador clave para establecer la eficiencia de un sistema de salud pública y la medida en que proporciona bienestar, es el porcentaje de pacientes que se lleva todos sus medicamentos gratis.

  • Según la Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios en Salud 2014, el 52% de los pacientes del SIS no encontraron los medicamentos recetados, sea porque no había en farmacia pese a que el SIS sí los cubre (35,1%), sea porque el SIS no los cubre (16,8%).
  • Según la encuesta de Susalud del 2016, solo un 60% de los pacientes recibió sus medicamentos completos en los establecimientos del MINSA.

La consecuencia es el elevado gasto de bolsillo de los peruanos en la compra de medicinas, que llega al 40% del mercado.

Pero esa elevada brecha de entrega de medicamentos contrasta con los números de Essalud en Lima, donde un 95% de los asegurados se lleva de manera gratuita todos los medicamentos que les recetan.[1]

¿Cuál fue el secreto de Essalud en Lima? Pues haber contratado con una Asociación Público Privada (APP), SALOG, que desde hace 10 años se encarga de la distribución de medicamentos en virtud de un contrato que establece 12 indicadores de funcionamiento y 166 puntos de penalidad. Es decir, si no cumple con las metas e indicadores establecidos, la empresa recibe penalidades económicas. Por ello alcanza altos niveles de satisfacción. Eso, por supuesto, no ocurre con CENARES, la unidad logística del Ministerio de salud encargada de adquirir y distribuir medicamentos. CENARES no recibe ninguna penalidad por incumplimiento de metas e indicadores, que tampoco existen.

Una evaluación externa[2] realizada por Videnza Consultores encontró altos niveles de abastecimiento en los almacenes y farmacias de los hospitales de tres redes de Essalud (ver siguiente cuadro). No se llega al 100% por falta de stock en el almacén central de Essalud, que es la que compra los medicamentos según la demanda señalada por la APP.

¿Alguna evaluación similar se ha hecho a CENARES? Por supuesto que no. La pregunta cae de madura: ¿por qué Essalud no aprovechó la reciente renovación del contrato con SALOG por 10 años más para extender el servicio a provincias? ¿Y por qué el MINSA se propone ahora potenciar CENARES en lugar de optar por una APP que garantice una logística de medicamentos óptima?

Fiorella Molinelli, presidenta de Essalud, me explicó que no se pudo extender el contrato para cubrir provincias “porque se requiere nuevo concurso, pues la concesión es por área geográfica. Mi meta es tener operador logístico para todo el país y allí nada impide que SALOG se presente. El problema es que ProInversión no avanza nada. Estamos viendo cómo podemos hacerlo directamente sin pasar por ellos”.

Hicimos la misma pregunta al ministro de salud, Víctor Zamora, y al viceministro Víctor Bocángel, pero no obtuvimos respuesta.

Las ventajas de una APP no estriban solo en la exigibilidad del servicio bajo pena de multas o rescisión del contrato. Sino en su capacidad tecnológica. Rogerio Marcondes, gerente de SALOG, nos explica que su APP maneja, por ejemplo, una plataforma digital para calzar la demanda con la oferta en tiempo real (“just in time” en lugar de “just in case”), conectando las prescripciones médicas con el consumo efectivo y el stock existente. Es un sistema que optimiza los recursos. A partir de un estudio hecho por la Universidad de Berkeley e Innovations for Poverty Action (IPA) para tres redes de Essalud en Lima,[3] se puede estimar un ahorro de 100 millones de soles de ahorro en medicamentos por año en Lima.

Marcondes nos informa que, además, en la pandemia SALOG ha tenido la capacidad de ampliar la cobertura de algunos servicios. Por ejemplo, darle impulso al programa de atención domiciliaria (PADOMI) llevándoles medicamentos a los asegurados a sus casas, pasando de 22 mil pacientes a 40 mil. Antes esas personas tenían que ir a una farmacia de Essalud, y en ocasiones no podían siquiera desplazarse. Y dado que, con la pandemia, muchos establecimientos de Essalud se cerraron, tuvieron que potenciar el programa Farmacias Vecinas, por el cual los pacientes con enfermedades crónicas que reciben su receta llaman a una central operada por SALOG, que les indica en qué farmacia privada cercana a su casa pueden recoger sus medicinas. SALOG lleva los medicamentos a la farmacia. En un año han pasado de 4 mil a 30 mil pacientes. Tienen 200 puntos de entrega (farmacias) en Lima.

Además “hemos enviado 400 toneladas de medicamentos a provincias, entregándolas debidamente certificadas y embaladas, en el Grupo 8, pese a que esas localidades están fuera de nuestra área de concesión”, indica Marcondes.  

Tenemos que adoptar lo que funciona bien y descartar lo que no funciona. En el tema de la logística de medicamentos, vital para la salud y el bienestar de los peruanos, no se puede improvisar ni insistir en esquemas que han probado su ineficiencia y su alta vulnerabilidad a la corrupción. El Ministerio de salud tiene que concesionar –no la compra de medicamentos- pero si la logística de distribución y entrega a los pacientes. Para que todos se salgan del establecimiento con la receta completa de medicamentos gratis. Lampadia

[1] Esto según la plataforma integrada de SALOG, la empresa encargada de la logística de medicamentos.
[2] Estimación del costo beneficio de la Asociación Pública privada de Salog con Essalud. Encargado por Salog, realizado por Videnza Consultores
[3] Intervención en la Gestión de Recursos en Salud: Evidencia en Políticas de la Cadena de Suministros en EsSalud, Marzo 2018, Perú Autores: UC Berkeley: Paul Gertler, Kevin Feeney1 e IPA: Juan Hernández-Agramonte, Jorge Tipisman




Los pacientes no reciben medicamentos y los genéricos son de mala calidad

Los pacientes no reciben medicamentos y los genéricos son de mala calidad

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La explosión social en Chile es una llamada de atención sobre la necesidad de mejorar sustancialmente la calidad de los servicios públicos en nuestro país, y en particular los de Salud. Los peruanos tienen que sentirse bien atendidos, que el sistema les resuelve el problema de salud por el que acudieron y que se llevan sus medicamentos gratis.

En su discurso de presentación de las políticas de gobierno realizado el 30 de octubre, el presidente del consejo de ministros, Vicente Zeballos, anunció varias medidas en ese sentido: un decreto de urgencia (DU) para que la población pueda tener acceso a medicamentos genéricos baratos, otro decreto de urgencia estableciendo el Aseguramiento Universal en Salud (AUS), por medio del cual los 4 millones de peruanos que aún no cuentan con seguro de salud alguno puedan acceder al Seguro Integral de Salud (SIS). Y la implementación de un Modelo de Cuidado Integral de Salud para las personas, familias y la comunidad a nivel nacional, entre otras medidas.

Cabe preguntarse, entonces, si esas normas implican que el gobierno ha puesto en marcha una reforma seria de la salud y si están bien orientadas.

En esta nota nos concentraremos en el primero de los DU, el de medicamentos genéricos. Este fue presentado como una medida para que la población de escasos recursos tenga acceso a medicamentos genéricos de bajo costo, obligando a las farmacias a mantener un stock determinado de 40 genéricos puros. Esta puede ser una norma positiva en la medida en que las cadenas de farmacias estén ofreciendo en mayor medida medicamentos genéricos de marca, más caros, que los genéricos puros, aunque es probable que afecte a las pequeñas boticas que no podrían cumplir con el stock obligatorio, que aún está por fijarse. Pero la mayor parte del problema, como veremos, está en la corrupción y desabastecimiento de medicamentos en los establecimientos del Estado, que atienden al 80% de los peruanos.

¿Hay intervencionismo?

Comencemos por la obligación que tendrán las farmacias de mantener un stock de medicamentos genéricos puros. Jaime Dupuy, de Comex, opina que establecer listas de disponibilidad en las farmacias y boticas privadas podría considerarse inconstitucional, por afectación del libre mercado y la libertad de empresa.

Pero hay quienes opinan que tal intervención se justifica ante el carácter casi monopólico de ese mercado. Incluso hay quienes consideran que habría que ir más allá y fijar un “mark up”, es decir, un porcentaje máximo de margen sobre el costo de adquisición del medicamento, pues –se argumenta- tener genéricos disponibles no necesariamente impedirá que las cadenas vendan productos con un alto margen para ellas. Es así –se afirma- como se regula en los países de la OECD, en Europa. Se le pediría una declaración jurada a las cadenas y a los proveedores, y eventualmente se auditaría esas declaraciones.

Sin embargo, también es cierto que empezar a regular precios, aunque sea de esa manera, podría ser peligroso pues no sabemos dónde podemos acabar en un área políticamente sensible. Las empresas podrían terminar siendo afectadas en su rentabilidad y sobrevivencia.

Calidad de los genéricos: intercambiabilidad

Un problema serio es la calidad de los genéricos, pues mientras el público no confíe en la idoneidad de los genéricos puros, seguirá comprando genéricos de marca, pese a que cuestan más caro. Según Vincent Poirer-Garneau de Apoyo, el 50% de las personas prefiere genéricos de marca, por seguridad. Y los que compran genéricos puros se arriesgan a agravar su enfermedad con consecuencias que pueden ser eventualmente fatales.

Lo que debe hacerse, entonces, señala Poirer-Garneau, es aplicar la ley de intercambiabilidad que se dictó el 2009, de modo de asegurar, con estudios, que los genéricos son igualmente eficaces que los productos originales. Con eso, las marcas ya no tendrían sentido y los consumidores podrían pedir el principio activo más barato con la seguridad de que es igual al producto original.

Vincent Poirer-Garneau pone los ejemplos de Chile y México donde la aplicación de políticas de intercambiabilidad ha llevado a que el consumo de genéricos en el mercado pase de 59% a 71% en el primer caso y de 50% a 88% en el segundo caso. En el Perú ese porcentaje era del orden del 38% el 2017 y podría subir hasta el 76% si, luego de aplicar políticas de intercambiabilidad, se diera el incremento mexicano.  

Según Vincent Poirer-Garneau, el primer año el costo de las pruebas para verificar la intercambiabilidad de los genéricos no superaría el 1% de los ingresos de los principales laboratorios en el Perú (48 millones de soles). Esto basado en la experiencia chilena, en donde se exigía analizar una primera lista de 79 ingredientes farmacéutico activos (IFA), cada uno con seis moléculas (un total de 474 moléculas). De estos, 20% eran in vivo, a un costo promedio de S/385 mil por prueba, mientras que el resto eran in vitro, a un costo promedio de S/30 mil por prueba. Pero es el Estado quien tendría que exigirlo, quien a su vez tendría que gastar 24 millones de soles para supervisar el cumplimiento de la norma. Pero, según Poirer-Garneau, luego de ello, los pacientes se ahorrarían 2 mil millones de soles al comprar genéricos puros intercambiables en lugar de genéricos de marca.

Además, se puede hacer valer los estudios de intercambiabilidad de los países de alta vigilancia sanitaria, lo que está previsto en la ley, pero la Digemid, al decir de la industria, no les da trámite a los pedidos presentados. Según Angela Flores de Alafarpe, los laboratorios han elevado, desde marzo del 2019, 50 expedientes de este tipo para su aprobación a la Digemid, y no ha salido ninguno.

Establecimientos del Estado desabastecidos

Pero, como decíamos más arriba, el problema principal está en los establecimientos del Estado, donde acuden cerca del 80% de los peruanos sin que, en muchos casos, encuentren los medicamentos que les recetan. Ellos deberían tener acceso no a genéricos baratos, sino gratuitos, pero la realidad es que un 40% de las personas atendidas por el SIS no pueden llevarse sus medicamentos gratis. En muchos casos hay corrupción: recetas falsas para obtener medicamentos que luego son desviados a las farmacias cercanas a los establecimientos, por ejemplo. También hay problemas de gestión: según José Ignacio Beteta, de Contribuyentes por respeto, este año se destinó 807 millones de soles para compra de medicamentos pero al mes de noviembre el gobierno nacional, que dispone del 60% de ese monto, solo había ejecutado el 50% del presupuesto.

Es más, si los 4 millones de peruanos que aún no están cubiertos por seguro alguno y que serían incorporados al SIS, encontraran también medicamentos gratuitos en los establecimientos de Salud del Estado, ya nadie en el Perú tendría que ir a las farmacias a comprar lo que no encuentra en la botica pública.

Operador logístico central potenciado

Hay que decir, sin embargo, que el DU pretende atacar este problema definiendo unos llamados “recursos estratégicos de salud” que serán adquiridos y distribuidos por medio de un operador logístico central, el actual CENARES, que sería modernizado y potenciado para tal efecto. Según Gustavo Rosell, viceministro de Salud, este operador logístico central atendería primero a los establecimientos del Ministerio de Lima, luego a los de los gobiernos regionales y finalmente a Essalud y las sanidades de las fuerzas armadas y policiales. A todo el sector público.

La idea es centralizar las compras y los pagos. En la actualidad, hay 176 unidades ejecutoras (hospitales, regiones) compradoras de medicamentos. La idea es que, a la larga, solo haya una. El Dr. Victor Bocangel, Coordinador del Programa Creación de Redes Integradas de Salud, me informa que el CENARES ejecuta el 65% del presupuesto destinado a productos farmacéuticos adquiriendo el 40% de los ítems que comprende el petitorio nacional de medicamentos, que alcanza a 748 productos. El CENARES los compra, pero los pagan las regiones o los establecimientos, y eso es un problema porque el proveedor gana una licitación a nivel central pero luego el establecimiento no ejecuta la orden de compra y no paga. El establecimiento aprovecha el dinero sobrante para hacer compras al menudeo que suelen ser corruptas. Con este nuevo sistema el CENARES compraría y pagaría. El dinero no se descentralizaría. Además, al haber comprador único para los medicamentos y equipos para todo el Estado, se conseguiría mejores precios y habría más transparencia.

La idea es que CENARES haga todas las compras y pague a los proveedores cuando estos entreguen en el punto de destino.

¿Cómo asegurar que CENARES se convierta en una unidad eficiente, tecnificada y transparente? Según la ex Ministra Tomas, ese es uno de los 5 componentes del proyecto de Modelo de Cuidado Integral que se implementará al principio en seis redes integradas con un préstamo del Banco Mundial y del BID por un total de $300 millones de dólares, de los cuales $30 millones se destinarán al almacén central y otros elementos de este operador logístico.

En efecto, el quinto componente de ese proyecto se define así: “inversión para mejorar la dotación, programación, almacenamiento, distribución y entrega de medicamentos e insumos a los usuarios, mejorando la capacidad resolutiva de los establecimientos de salud que resuelva el problema de disponibilidad y acceso a los medicamentos”.

¿Mejor tercerizarlo?

Jaime Dupuy de COMEX, sin embargo, opina que “si la idea es que el propio CENARES (MINSA) sea quien compre y a su vez sea el operador logístico, creo que no se solucionará mucho el problema. Tercerizar la figura del operador logístico y el uso de TIC para el planeamiento y distribución, como el caso de SALOG con ESSALUD, parece más efectivo”.

Essalud, efectivamente, tiene ese servicio logístico tercerizado para Lima en la empresa SALOG. La experta Janice Seinfeld dice en entrevista en La República (17/11/19): “Cuando los afiliados al SIS van a buscar algo uno de cada dos pacientes recibe todo lo recetado. Es bajo. En el caso de Essalud la disponibilidad es bastante más alta: 9 de cada 10 reciben lo recetado. Essalud tiene un operador logístico privado y cuando no hay un medicamento se puede ver en qué parte de la cadena se quedó. Ese sistema de información se necesita en el Minsa y en los gobiernos regionales. La ventaja de un privado es que se le puede exigir un estándar de calidad mucho más alto”.

Moisés Rosas, ex jefe del SIS, piensa que existe el riesgo de que la adquisición y distribución centralizadas no funcione bien, y que es clave la demanda de los establecimientos. En realidad –explica- un establecimiento o dirección regional de Salud puede ser eficiente en la adquisición y distribución de medicamentos si es que se aplica los incentivos de gestión adecuados. Si el SIS les retiene el 30% del presupuesto cuando se vea que los pacientes no se están llevando los medicamentos gratis, entonces esas unidades ejecutoras tienen que negociar y aplicar mejoras y recién se les entrega el presupuesto cuando demuestran que están entregando los medicamentos a los pacientes. Se trata del manejo de un pago condicionado muy poderoso.

Ángela Flores también pone énfasis en la necesidad de que se aplique el modelo de pago por resultados. Se trata de garantizar que efectivamente lo que compre el operador logístico llegue oportunamente al establecimiento y sea de calidad, seguro y eficaz para los pacientes. La trazabilidad es fundamental en esto.

Jaime Dupuy de COMEX advierte, por su lado, una preocupación distinta: que el DU insiste en la posibilidad de hacer compras directas en el extranjero, lo que debería permitirse solo en casos de emergencia, pues “si tienes un buen sistema de compras público no necesitarías hacerlo”. Además, señala, se dispone la posibilidad de que el mismo MINSA comercialice al público medicamentos genéricos, lo que sería inconstitucional, por el rol subsidiario del Estado.

Resumen

En resumen, si queremos que la gente compre genéricos baratos en las farmacias, estos tienen que ser intercambiables, y para eso se requiere realizar las pruebas correspondientes. Los ahorros en el gasto de bolsillo serían muy grandes. Pero el problema principal está en el desabastecimiento de los establecimientos del Estado, donde los medicamentos deben ser no baratos, sino gratuitos, para el 80% de los peruanos que se atiende allí.  Para resolver eso el gobierno está planteando reforzar y modernizar un operador logístico central, pero sería mejor que esa función fuese tercerizada en un operador privado. Lampadia




Hospital Regional de Ica… de bien en mejor

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 2 de noviembre de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

“Ustedes no han aquilatado lo acontecido la semana pasada en este hospital”. Eso dijo el Dr. Miguel Quiñones – presidente del Grupo STROKE de la Sociedad Peruana de Neurología – en referencia a los primeros procedimientos Neuro-Intervencionistas jamás realizados en el Hospital Regional de Ica.

Repito lo que dijeron algunos especialistas que vinieron de EEUU, México, y Argentina. “Estamos ante una proeza de la medicina humana a nivel mundial. La infraestructura, el equipamiento, la logística, y – sobre todo – el equipo de profesionales del Hospital Regional de Ica es de altísimo nivel. Felicitaciones Señor Gobernador… la gente de este hospital es de primera”. Y muchos etcéteras más. Todos igual de elogiosos.

Las estrellas de la proeza en cuestión fueron el Doctor Manuel Moquillaza (Neurólogo Intervencionista del Hospital Regional de Ica), el Doctor Santiago Ojeda (director del Programa de Enfermedades Cerebro Vasculares del Hospital de la Universidad de Iowa – EEUU), el Doctor Sudeepta Dandapat (Neurólogo Intervencionista del hospital de la misma universidad), y el Doctor Abelardo Moscoso (Neurocirujano del Hospital Regional de Ica).

Los pacientes intervenidos fueron Waldimiro Balsa Quispe de 27 años, Osvaldo Purilla Mendoza de 37 años, y Sergio Méndez Tineo de apenas 16 años. Waldimiro tenía una “Hemorragia Intracerebral” desde hacía 10 días. Osvaldo tenía una “Fístula Carótida – Cavernosa” producto de un accidente de tránsito que tuvo en el 2014. Y Sergio tenía una “Fístula Arteriovenosa Dural” desde su nacimiento.

Los tres pacientes sufrían de intensos dolores de cabeza, náuseas y vómitos. Veían doble… y seguramente iban a perder la vista. Y sus vidas estaban en serio peligro. Sergio – el más joven de los tres – iba de mal en peor… a tal punto que había dejado de estudiar pues no podía hacer su vida normal.

Pues bien, la semana pasada ocurrió la proeza médica. Neurología Intervencionista… se llama la técnica. Estos médicos extraordinarios ingresaron con unos alambritos especiales por la ingle de los pacientes y navegaron dentro de las arterias, hasta llegar a las lesiones localizadas en el cerebro, y retiraron los coágulos y curaron las heridas.

Total. Los tres pacientes han sido dados de alta. Estuvieron sólo dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos. Y hoy están haciendo su vida normal. ¡Extraordinario!

Yo no sé nada de medicina humana. Pero sí sé de sensaciones humanas. Sí sé lo que es llorar de emoción. Sí puedo notar cuándo una persona está agradecida de verdad. Sí me percato de lo que siente un médico cuando – literalmente – le salva la vida a otra persona. Sí entiendo cuando – connotados médicos de Lima y del exterior – me dicen que nuestro Hospital Regional está muy bien.

Por ello ¡cómo no conmoverse con el llanto de felicidad de Waldimiro Balsa! ¡Cómo no enternecerse con las palabras de gratitud de Osvaldo Purilla! ¡Cómo no sentirse orgulloso de haberle devuelto la vida a Sergio Méndez… a sus 16 años! Ahí está la proeza médica iqueña. Aquella proeza que – según el Dr. Quiñones – aún no hemos aquilatado.

De repente – por desconocimiento – no sabemos aquilatar. Pero sí sabemos agradecer. Gracias Hospital Regional de Ica por ir de bien en mejor… y por estar a la vanguardia en Neurología Intervencionista en nuestro país. Gracias Doctores Moquillaza, Ojeda, Dandapat, Moscoso… y colaboradores. Gracias Waldimiro, Osvaldo y Sergito. Gracias por darnos tanta felicidad. Y ¡felicitaciones por esta proeza de la medicina humana! Lampadia




La revolución que el SIS necesita

La revolución que el SIS necesita

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Acabada la guerra con el Congreso por conseguir la aprobación de las reformas institucionales, que le permitió elevar su popularidad, el presidente Vizcarra deberá conducir ahora otras cruzadas, pero esta vez para resolver los problemas de la población, si quiere mantener indefinidamente los altos niveles de aprobación que ha conseguido. Y uno de esos problemas es la atención de la salud. En el siguiente gráfico, por ejemplo, vemos que el porcentaje de la población que considera que el gobierno viene manejando bien o muy bien los servicios de salud en postas y hospitales, ha bajado de 12% en junio del 2017 a 9% en setiembre del 2018. Es decir, la gente percibe que los servicios de salud, lejos de mejorar, se vienen deteriorando.

Los extraordinarios resultados de Lima Este

Lo increíble es que el gobierno tuvo a la mano y empezó a aplicar el instrumento para mejorar radicalmente los servicios de salud, pero incomprensiblemente se deshizo de él. Y el piloto de ese instrumento ya se había probado el 2006. Es lo que descubrimos asistiendo al Congreso Peruano de Administración de Salud, llevado a cabo en el colegio médico, donde el 20 de julio el Dr. Moisés Rosas Febres hizo una presentación titulada: “Reforma de Financiamiento vs Reforma de Pago”. Allí el doctor Rosas explicó el piloto que el SIS ejecutó el año 2006 en la Dirección de Salud (DISA) Lima Este, con resultados extraordinarios. Esta región estaba conformada por un hospital nacional (Hipólito Unanue), 4 hospitales de menor jerarquía y 99 centros y puestos de salud. Y atendía a alrededor a de 400 mil beneficiarios directos (afiliados al SIS), y 1.6 millones de personas viviendo en Lima Este como beneficiarios indirectos.

Como sabemos, los problemas de nuestro sistema de salud se expresan en que:

  • No hay los medicamentos que debería haber
  • Muchos pacientes del SIS deben pagar por medicinas y exámenes
  • No hay cupos para atención en los hospitales porque el primer nivel de atención no funciona

Pues bien, la intervención que se hizo en la región Lima Este mejoró todos estos problemas el año 2006. Como se pudo apreciar en los gráficos mostrados, el porcentaje de pacientes a los que se les cobró por la atención, medicamentos, exámenes de laboratorio y/o imágenes, o no se les entregó todos esos servicios de manera completa, disminuyó dramáticamente en sólo 60 días. También disminuyó abruptamente el no cumplimiento de guías o protocolos de atención, así como el número de historias clínicas que no tuvieran todos los actos médicos registrados de acuerdo a las normas del MINSA.

La realidad hasta ese momento en la DISA Lima Este era que casi el 40% de los pacientes que se atendían por el SIS tenían que pagar por los exámenes, imágenes y medicamentos recetados, o estos sencillamente no existían en los establecimientos, y por lo tanto tenían que comprarse fuera. Gracias a la reforma implementada ese déficit se redujo casi a cero. La atención plena y gratuita mejoró sustancialmente. Esto está documentado en el sistema de auditoría de SIS de entonces.

Este resultado, realmente espectacular, quedó confirmado por la encuesta ENAHO del INEI: comparando con el año previo, el porcentaje de atendidos por el SIS que declararon que les dieron sus medicamentos completamente gratis durante la experiencia subió 44% (de 29% a 73%) en Lima Este, mientras que en el resto de Lima y Callao solo subió 4% (de 54% a 58%).

No solo eso. También mejoró el problema estructural de falta de cupos para atención en los hospitales. El primer nivel de atención empezó a funcionar. De hecho, la ENAHO confirmó que el porcentaje de pacientes que declaró que los servicios de salud en Lima Este le habían resuelto el problema por el que acudió a dichos servicios aumentó 23% (de 53% a 76%), mientras que en el resto de Lima y Callao disminuyó 10% (de 78% a 68%).

Y además, resulta que esa mejora absoluta en la calidad del servicio de salud se hizo con menos recursos presupuestarios que los que se hubiesen usado si se seguía con la metodología tradicional, liberando 30% del presupuesto anual del SIS destinado a la DISA Lima Este para que pueda ser reinvertido en la propia DISA. De modo que, con este nuevo modelo de gestión del SIS, se lograba mucho mejores resultados a menor costo. Más no se puede pedir.

Lamentablemente esta experiencia no se pudo continuar en los años siguientes porque la denuncia de corrupción en la adquisición de raciones por el SIS luego del terremoto de Pisco, generó un quiebre en la gestión, de modo que se regresó a las prácticas anteriores.

El secreto: cambio en la forma de pago y administración de riesgos

¿Cuál fue el secreto de este nuevo modelo de gestión del SIS? Hubo varios cambios, pero acaso el principal fue el que se produjo en la manera en que el SIS pagaba a los establecimientos de la DISA Lima Este, que modificó radicalmente el sistema de incentivos.

El SIS pagaba –y sigue pagando- por atenciones médicas, no por resultados. Lo que eso fomenta, por supuesto, es que se multiplique el número de atenciones, encareciendo el presupuesto y muchas veces sin que se le resuelva al paciente su problema de salud, y que además estas atenciones se concentren en los hospitales. 

Lo que hace el SIS es devolver la plata por todo lo que se gasta en medicamentos, insumos, análisis, imágenes, etc. Esto, naturalmente, fomenta el gasto. Y, además, de una manera perversa, porque no es solo que pague, digamos, por una operación quirúrgica, sino por todo lo que los médicos digan que gastaron en esa operación. Por supuesto, aumentará la cantidad de insumos usados a placer, y por eso es que el presupuesto del SIS nunca alcanza hasta final de año. Como me decía un experto: “Si uno compra una mesa, no hay forma que te engañen, pero si uno le dice al carpintero que le pagará lo que gaste, él dirá que le puso mil clavos a la mesa y habrá que pagarlos”. Entonces, cuanto más desagregado es el gasto que hay que devolver y más fragmentada la atención, más dispendio y fraude habrá y más difícil controlar insumos y calidad.

La experiencia del 2006 cambió radicalmente el modo de pago. Ya no se pagaba por atenciones ni por insumos, etc., sino por resultados. La consecuencia inmediata de no pagar por atenciones, es que desaparece el incentivo a inflar el número de atenciones, análisis, exámenes e insumos de todo tipo. El nuevo modelo de pago contemplaba el pago de una cantidad determinada para reposición de insumos (cuyo costo bajaba) y un pago adicional por gestión si es que se cumplía con los siguientes objetivos:

  • Que no se le cobrara al paciente
  • Que se entregaran todos los medicamentos e insumos
  • Que se resuelva la enfermedad por la que consultó
  • Que no se tercericen los servicios si se puede evitar hacerlo
  • Dar mantenimiento a los equipos
  • Trabajo coordinado y complementario entre los niveles de atención

La idea era que si el porcentaje de pacientes al que no se le cobra nada, al que se le entrega todos los medicamentos, al que se le resuelve la enfermedad por la que acudió, etc., desciende por debajo de un cierto nivel, previamente acordado, pues se le entrega una cantidad a la red o a la región por el cumplimiento de esa meta. Lo que se produce entonces es un alineamiento de los actores en la dirección de adquirir más medicamentos a mejor precio y no venderlos por lo bajo, así como resolver el problema del paciente en lugar de ordenarle múltiples atenciones. También a no tercerizar sino solo lo indispensable y a dar mantenimiento a los equipos.

Con el nuevo modelo de pago, al hospital ya no le conviene concentrar todas las atenciones –porque no percibirá más por eso- sino desconcentrarlas a los centros y postas, fortaleciéndolos, porque al final, al gastar menos como hospital, le quedará más dinero para adquisiciones de equipos, por ejemplo. Se produce así una redistribución de la carga hacia los niveles básicos de atención, de modo que desaparece la congestión para los turnos en las operaciones quirúrgicas y en la atención ambulatoria en el hospital, ya que mejora la prevención.

Verificación

¿Cómo se verifica el cumplimiento de esos indicadores? Pues con auditorías muestrales directas a la historia clínica, a diferencia de las auditorías actuales que no son muestrales y que demandan mucho gasto de las entidades prestadoras para subsanar miles de observaciones relativas a supuestas fallas en los llamados “formatos de atención”, donde se suele copiar defectuosamente lo que el médico ha prescrito y lo que ha recibido el paciente.

Normas anti corruptelas

Además, se implementan normas y mecanismos para reducir el costo de reposición de medicamentos, insumos y equipos. Para comenzar, se diseñaron mecanismos para atar el inventario de medicamentos e insumos al número de ítems reportados en los formatos de atención de cada paciente. Es decir, se establece un control informático del uso del inventario en función de las recetas de los médicos.

Porque lo que ocurre en los hospitales es que de pronto medicamentos caros empiezan a desaparecer y aparecen en farmacias cercanas. Una de las razones por las que ocurre esto es que muchos hospitales compran esos medicamentos caros al menudeo, pagando, de paso, mucho más por ellos. Allí ya puede haber arreglos. Pero desaparecen. Terminan en farmacias cercanas. La solución que el modelo ha planteado para esto es obligar al hospital a comprar para todo el año cualquier medicamento que el año anterior se haya comprado. Así, el SIS paga por adelantado para compra medicamentos todo el año. Esto abarata considerablemente las compras. Hay que tener en cuenta que el sector como tal realiza compras corporativas de 400 ítems, pero el SIS paga 26,000 ítems, comprados por los hospitales. 

Pero la razón principal por la que los medicamentos pagados por el SIS terminan en las farmacias vecinas, es que cualquier vecino, asegurado o no, puede ir a comprar medicamentos en un establecimiento público, con receta. Entonces lo que ocurre es que se genera gran cantidad de recetas falsas, y mediante compras hormiga, pacientes o supuestos pacientes sacan los medicamentos, sobre todo los caros. Y después los venden a las farmacias.

Una solución propuesta es dar una ley que establezca que los medicamentos que se venden en los establecimientos de Salud son solo para pacientes del SIS, y que, si se quiere mantener una venta subsidiada al público en general, esta se haga, por ejemplo, en farmacias municipales.

Otra corruptela es la que se da en el pago a los proveedores. Cuando el 2017 el SIS pagó la deuda a los hospitales, esto no se expresó en un pago inmediato por parte de los hospitales a los proveedores privados. Había una cola de facturas por pagar, situación que podía prestarse para que algunos quizá cobraran algún porcentaje de la factura al proveedor para pagarle antes que a otros.  Lo que intentó hacer el SIS el 2017 fue dar una norma según la cual con dinero del SIS solo se podía pagar en orden de ingreso. Pues esa norma no llegó a salir. Los intereses corruptos lo impidieron.  

En cuanto al mantenimiento de equipos, los contratos adquisición deben venir con un paquete de mantenimiento. Además, en el convenio que firma el SIS con la unidad prestadora (una región) debe colocarse una cláusula que establezca que, si el equipo sufre un desperfecto o queda inutilizado, y el establecimiento no cumplió el protocolo de mantenimiento, entonces sufre una penalidad económica. Y ante una penalidad económica, la intervención de control interno es inevitable para identificar y sancionar a los responsables de hacerle causado una pérdida de ingresos a la entidad. 

Por supuesto, todas estas normas generan resistencias en las redes que viven de estas corruptelas. Por eso es que, hasta ahora, no se aplican.

Conclusión

La verdadera reforma de la Salud, entonces, comienza por poner en marcha una reingeniería del SIS como la que se aplicó el 2006 y como la que empezó a ejecutarse el 2017, que lamentablemente abortó. Si se hiciera, habríamos hecho una revolución. Los pacientes serían atendidos, se les resolvería el problema por el cual acudieron al establecimiento de salud, y recibirían sus atenciones y medicamentos de manera gratuita. Habríamos dado un salto histórico. Lampadia




Del caos en los hospitales… al bienestar de los pacientes

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 17 de agosto de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Nunca jamás imaginé encontrar tanto maltrato, tanta indolencia, y tanta corrupción como la que había en los hospitales Ica. Yo sabía de la crueldad de las colas de amanecida. Pero tal nivel de maltrato a los pacientes… jamás. Por ello – aún sin tener experiencia en la materia – me propuse solucionar el problema.

Inmediatamente, ciertos médicos corruptos – léase… las vacas sagradas del Hospital Regional – pretendieron hacerme creer que se trataba de un problema presupuestal. Falta plata… decían. Para esa gente, la culpa la tenía el Gobernador Regional. Ellos se juraban inmaculados.

No pasó ni un mes para darme cuenta de que el problema no era presupuestal. Eran ellos mismos – los médicos indolentes que abandonaban su trabajo – los que generaban las colas interminables.

Aunque la situación era parecida en los demás hospitales, veamos el caso puntual del Hospital Regional. ¡Lo que es tener liderazgo e idoneidad profesional y moral! Desde que la Dra. Diana Bolívar – Gerente Público de SERVIR – asumió la dirección del hospital, las cosas cambiaron radicalmente. Había que golpear a la mafia… y les dimos de alma. Una pandilla de médicos, enfermeras y técnicos – de mal vivir – eran el problema. Salimos de ellos – con todas las de la ley – y las mejoras vinieron una tras otra… a ritmo vertiginoso.

El Hospital Regional de Ica no es el John Hopkins de los EEUU… considerado – por muchos – el mejor hospital del mundo. Pero… comparado con el caos que heredamos cuando asumimos el Gobierno Regional, la mejora es abismal.

Ahora ¡no hay colas en ningún hospital de Ica! Incluso en el Regional… donde – sin aumentar el presupuesto – hemos triplicado la atención. De 200 paciente por día, ahora estamos atendiendo a 600. Y algunos días pasamos los 1,000.

El Hospital Regional de Ica es – ahora – un hospital de alta complejidad. Antes referíamos a Lima al 10% de pacientes… ahora sólo el 0.3%. Prácticamente todos los casos complejos están siendo atendidos en Ica.

Ahora hacemos:

  • Diagnósticos de cáncer
  • Tratamientos de quimioterapia
  • Cirugía oncológica general y ginecológica.
  • ¡Se acabó el martirio de tener que ir a Neoplásicas en Lima!
  • En cardiología – además de pruebas de esfuerzo, ecografías Doppler, e implantes de Marcapasos
  • Este fin de mes haremos la primera cirugía cardiovascular en la historia del hospital.
  • Gracias al Recuperador Sanguíneo – que estaba tirado por ahí – estamos haciendo cirugías a corazón abierto.
  • Así mismo, al poner en operación al equipo de Urodinamia – que estaba refundido… adrede – estamos a la vanguardia en diagnósticos y curaciones urológicas complejas.

Nuestros especialistas – altamente calificados… jóvenes y no jóvenes – están haciendo intervencionismo en gastroenterología, neurología y neurocirugía. Brindan atención psicológica y psiquiátrica especializada. Nuestros servicios de dermatología, oftalmología y hemodiálisis son de primera. Tenemos un estupendo sistema de telemedicina con el Instituto Nacional del Niño de San Borja… y con otros hospitales del país y del exterior.

Contra lo que dicen algunos amargados, el hospital está bien equipado y bien abastecido de insumos, materiales y medicamentos.

Yo no soy ningún experto en salud pública. Pero – como cualquier ciudadano de a pie – sí sé de pesares, gratitudes, maltratos… y otros sentimientos humanos. Pues bien… al Hospital Regional acuden cada vez más pacientes, asegurados y no asegurados. Incluso pacientes asegurados de EsSalud, y pacientes de otras regiones. Y todos coinciden en señalar que el Hospital Regional – y la salud pública en general – ha mejorado mucho en Ica.

Los únicos criticones son los funcionarios sancionados… y sus defensores:

  • El Colegio Médico de Ica
  • Los Congresistas
  • Los Consejeros Regionales que los apañan
  • Los periodistas chantajistas que forman parte de la mafia

En fin…  ni caso. Más bien, reconozcamos a la buena gente.

  • Gracias Doctor Constantino Vila… Director Regional de Salud.
  • Gracias Doctora Diana Bolívar… Directora del Hospital Regional.
  • Gracias directores de los demás hospitales de la región.
  • Gracias a todos los médicos, enfermeras, técnicos, y servidores de la salud de Ica.

¡Salud por la salud de los iqueños! Lampadia




El rol ciudadano en el éxito (o fracaso) de la gestión pública

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 2 de marzo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La epidemia de Dengue ha sido controlada en Ica. En lo que va del presente año tenemos 2 casos. El verano pasado tuvimos más de 1,500 y este año esperábamos muchos más. ¿Qué pasó? ¿Qué permitió controlar una epidemia que – de no haber sido por la decisiva intervención de la ciudadanía – habría afectado a decenas de miles de personas?

Se acabaron las colas alrededor de nuestros hospitales. Antes la gente tenía que pernoctar en las calles para aspirar a ser atendidos. ¿Qué pasó? ¿Cómo así – de buenas a primeras – desapareció el maltrato y la crueldad en salud?

Los tramitadores de licencias de conducir han desaparecido de los alrededores de la Dirección Regional de Transportes. ¿Qué pasó? Aparte del liderazgo y orden impuesto por la Directora Rossana Vera ¿qué rol jugó la ciudadanía para que la mafia de transportes desaparezca?

El Coro SINFÓNICA es un éxito total. Cerca de 700 angelitos cantan y encantan a todos los que asisten a sus conciertos. Ya sea en auditorios cerrados o al aire libre, la música coral vuela por los aires y se posa suavemente en el alma del público. ¿Qué pasó? ¿Qué función cumplen los padres de familia en la educación artística de sus hijos? 

Nuestros proyectos de Siembra y Cosecha de Agua son también un éxito total. Los viveros de pinitos, los reservorios que cosechan el agua de lluvias en lo alto de la cordillera, las tilapias, los bosques cuyos follajes se distinguen desde lejos… ¡todo es una maravilla! ¿Qué pasó? ¿Cómo intervinieron las comunidades campesinas en la realización de esa obra de arte majestuosa?

A lo que quiero llegar es que muchas responsabilidades del Gobierno Regional han tenido éxito gracias a la activa participación de la ciudadanía. Como que, sin el aporte de la gente, nuestra gestión de gobierno habría fracasado.

En el caso del Dengue, la campaña “Juntos Goleamos al Zancudo” no pudo ser mejor. La población escolar – más de 200 mil estudiantes – fueron instruidos en tareas tan sencillas como tapar los recipientes de agua de sus viviendas. Los deudos que asistían a los cementerios fueron instruidos para cambiar el agua de los floreros por arena mojada.

Después de sancionar a unos – pocos – médicos y servidores corruptos que maltrataban a los pacientes a más no poder, todo cambió. La atención hospitalaria mejoró notablemente, tanto en calidad como en calidez. Los pacientes y sus familiares fueron más puntuales en sus citas médicas y – con todo derecho – empezaron a exigir un mejor servicio.

Los conductores de vehículos que requerían licencias de conducir también entraron por el aro de la lucha anti corrupción. ¡Nada de coimas! ¡Nada de licencias sin exámenes de reglas de tránsito y de manejo! Excelente.

Los padres – y familiares – de los niños del Coro SINFÓNICA tienen tanto mérito como los maestros de música. Si no fuera por ellos, el coro habría fracasado. Están al lado de los niños en todo momento… en la escuela, en los conciertos, en los viajes. ¡Son maravillosos!

Los campesinos de la Sierra hicieron suyos nuestros proyectos de Siembra y Cosecha de Agua. El Director Regional de Agricultura – Ing. Néstor Mendoza – da la pauta, pero todo el trabajo lo hacen los campesinos. Sin ellos, jamás habríamos logrado construir tantos reservorios y – menos – plantado tantos bosques de pinos en la cordillera.

Siempre se habla de buenas o malas gestiones públicas. Sin embargo, de lo que no se habla – o en todo caso, se habla poco – es del rol de la ciudadanía en el éxito (o fracaso) de la gestión pública. 

A ese respecto, he llegado a la siguiente conclusión. El rol de la ciudadanía es clave para el éxito de la gestión pública. Y que cuando las cosas salen bien, el mérito se reparte así: 99% ciudadanía, 1% gestión pública. Lampadia




El mundo mejora día a día

Veamos algunas cifras que muestran cómo mejora el mundo.
Cada día:

  • 250,000 personas salen de la pobreza extrema
  • Unas 300,000 obtienen electricidad por primera vez
  • 285,000 obtienen acceso al agua clara y tomable

Lamentablemente, las noticias suelen centrarse en los problemas del mundo: el miedo a Trump, el terrorismo, la crisis migratoria, las guerras y los accidentes. Pero no debemos perder la visión macro de lo que realmente está sucediendo en el mundo: Cada vez nos estamos convirtiendo en un mundo más próspero. Como dice el artículo compartido líneas abajo: “La verdad es que el mundo de hoy no es deprimente, sino inspirador”.


Fuente:  quetengasungrandia.com

Y es que “Los periodistas y las organizaciones de ayuda necesitan destacar los conflictos, las enfermedades y el sufrimiento, pero también debemos reconocer el trasfondo del progreso. De lo contrario, la gente percibirá la pobreza global como irreparable y sencillamente se rendirán.”

Pero también debemos darnos un espacio para destacar lo bueno que viene sucediendo en el mundo, algo que en Lampadia solemos compartir con nuestros lectores.

La verdadera historia de los últimos 25 años trae sorprendentes mejoras en la salud, bienestar y el nivel de vida de todo el mundo, especialmente de las personas más pobres del mundo. Desde 1990, gracias a una reducción del 50% en las tasas de mortalidad infantil, han vivido 122 millones de niños que de otro modo habrían fallecido.

Sin embargo, no solemos ver estas cifras en el día a día. Más bien, vemos lo malo que sucede en el mundo y creemos que está empeorando, lo cual es completamente falso. Este fenómeno lo explicó el difunto Hans Rosling, profesor de estadísticas en Suecia y creador de “Gapminder”, en su video: Hans Rosling y Ola Rosling: Como no ser ignorantes del mundo, donde nos ilustran lo poco que los seres humanos sabemos de nuestra realidad. Para ello, hacen algunas preguntas a gente común, a profesores de universidades y a periodistas. En todos los casos se aprecia como nuestros prejuicios, mitos, o simple ignorancia, nos alejan de interpretar la realidad correctamente. (Este ejercicio es parte del “Ignorance Project” de Gapminder Foundation).

Otro inspirador historial de progreso que nos llena de optimismo se puede apreciar en la Carta Anual 2017de Melinda y Bill Gates. (Ver en Lampadia: El optimismo debe impulsarnos a una sociedad sin enfermedades), y es un recordatorio del enorme potencial de políticas e intervenciones bien hechas. Lo mismo se ve reflejado en este artículo del NYT que compartimos líneas abajo: “Ha habido un declive impresionante en la pobreza extrema, definida como menos de aproximadamente US$ 2 por persona por día, ajustado por la inflación. Durante la mayor parte de la historia, probablemente más del 90 % de la población mundial vivió en extrema pobreza, descendiendo a menos del 10 % hoy”.

Esperamos que este inspirador historial de progresos llene de convicción a nuestros lectores y podamos compensar y resistir el bombardeo de malas noticias y abiertas mentiras que nos rodean todos los días. Lampadia

Buenas noticias, a pesar de lo que hayas escuchado


John Brimah (derecha), tenía lepra cuando era niño y ahora supervisa el
Centro de Rehabilitación Leprosorio y de TB en Ganta, Liberia.
A la izquierda, Bindu Daddah, una enfermera, revisa las heridas del paciente
John Flomo. Monique Jaques para el New York Times

Por Nicholas Kristof
The New York Times 
1 de Julio, 2017
Sugerido por Bill Gates
Traducido y glosado por
Lampadia

Anímense: A pesar del pesimismo, el mundo realmente se está convirtiendo en un mejor lugar. De hecho, es probable que el 2017 sea el mejor año en la historia de la humanidad.

Para explicar por qué, permítanme comenzar con una historia. Estoy en mi viaje anual con un estudiante universitario ganador del premio ‘Gana un Viaje’. Este año es Aneri Pattani, un graduado recién formado de Northeastern University. Una de las personas que conocimos es John Brimah, quien se contagió de lepra cuando era un niño.

A la edad de 12 años, Brimah fue desterrado por su pueblo y obligado a vivir en una choza aislada. Una vez al día, su padre llevaba comida y agua a un punto a medio camino entre la aldea y la cabaña, y luego golpeaba un palo en el suelo para hacerle saber que estaba allí.

Durante un año y medio, vivió en completo aislamiento, incluso cuando su lepra empeoraba. Entonces un misionero de Ohio, Anthony Stevens, pasó por ahí. “Me oyó llorar y se acercó”, recordó Brimah. Stevens lo llevó a un centro de lepra donde recibió tratamiento y Brimah nunca más volvió a ver a su familia.


Pacientes con lepra en espera de tratamiento.
Monique Jaques para el New York Times

Brimah fue curado, recibió educación de misionero y se convirtió en enfermero. Ahora está a cargo del hospital de lepra en Ganta, en la frontera entre Liberia y Guinea. Cuida a hombres y mujeres a los que les faltan dedos de las manos, dedos de los pies y, a veces, pies completos, un duro recuerdo de por qué la lepra ha aterrorizado a la gente desde tiempos bíblicos.

Sin embargo, estamos derrotando a la lepra. En todo el mundo, los casos han caído un 97% desde 1985 y ahora es fácilmente tratable. Un plan global estableció el 2020 como un objetivo para que ningún niño se deforme por la lepra.

Los avances contra la lepra reflejan los mayores beneficios contra la pobreza y la enfermedad, que creo que pueden ser la tendencia más importante del mundo de hoy. Ciertamente es la mejor noticia que nadie conoce.

Tal vez el optimismo no se siente mucho. Estamos alarmados por el presidente Trump (o Nancy Pelosi), el terrorismo y el riesgo del aumento del nivel de los océanos, si es que antes no somos incinerados por las armas nucleares norcoreanas. Esas son buenas razones para preocuparse, pero recordemos que durante la mayor parte de la historia, los humanos se preocupaban por algo más elemental: ¿sobrevivirán mis hijos?

Desde 1990, se han salvado más de 100 millones de vidas de niños a través de vacunas y de una mejor nutrición y atención médica. Ya no mueren de malaria, diarrea o causas desagradables como tener los intestinos bloqueados por gusanos. (Esta es una buena columna de noticias, pero no dije que no sería un poco desagradable.)

“Ahora hay campañas de desparasitación, por lo que es mucho más raro que tengamos que hacer una cirugía por una obstrucción y veamos una gran masa de gusanos”, explicó Agatha Neufville, el director de enfermería en el Ganta United Methodist Hospital.

Nueve de cada 10 estadounidenses dicen en las encuestas que la pobreza global ha permanecido igual o ha empeorado. Corrijamos este equivocado record.

Ha habido un declive impresionante en la pobreza extrema, definida como un ingreso menor a aproximadamente US$ 2 por persona por día (ajustado por la inflación). Durante la mayor parte de la historia, probablemente más del 90 % de la población mundial vivió en extrema pobreza, hoy a descendido a menos del 10 %.

Cada día, otras 250,000 personas salen de la pobreza extrema, según cifras del Banco Mundial. Alrededor de 300,000 obtienen electricidad por primera vez. Unos 285,000 obtienen acceso al agua clara y tomable. Cuando yo era niño, la mayoría de los adultos eran analfabetos, pero ahora más del 85 % puede leer.

La planificación familiar lleva a los padres a tener menos bebés ya invertir más en cada uno. El número de muertes mundiales por guerra está muy por debajo de lo que fue entre los años cincuenta a noventa, y mucho menos el número por asesinatos entre los años treinta y cuarenta.

Aneri y yo estamos informando desde un país cuyo nombre, Liberia, evoca Ebola, la guerra civil y combatientes de guerra como el general Butt Naked. Eso se debe en parte a que los periodistas tenemos un sesgo hacia las malas noticias: cubrimos los aviones que se estrellan, no los aviones que despegan.

En Liberia, Aneri y yo vimos a niños faltar a la escuela o sufrir dolores atroces, pero la narrativa más grande es lo opuesto – menos muertes y más alfabetización.


Brimah en la parte trasera de una moto.
Monique Jaques para el New York Times

Los periodistas y las organizaciones de ayuda necesitan destacar los conflictos, las enfermedades y el sufrimiento, pero también debemos reconocer el trasfondo del progreso. De lo contrario, la gente percibirá la pobreza global como irreparable y sencillamente se rendirán.

La verdad es que el mundo de hoy no es deprimente, sino inspirador. Conocimos a un hombre llamado Fanha Konah, que había perdido todos los dedos de los pies y de la mano por la lepra, pero de alguna manera se las arregló para convertirse en un maestro tallador de madera: agarra un pedazo de madera entre sus rodillas, sostiene el cincel entre los muñones que quedan de sus manos y deja fluir el arte.

Konah refleja la tenacidad y la resiliencia de tantos sobrevivientes en los países más pobres del mundo, y las consecuencias serán enormes, ya que gozan de mejor salud y educación.

Aneri y yo también conocimos a un joven de 18 años que nunca había asistido a la escuela, pero de alguna manera había construido un asombroso ventilador eléctrico de tres pies de altura con restos de cartón. Tenía un pequeño motor, accionado por una batería, y funcionaba. Imaginen lo que pueden lograr cuando los niños como él son educados, ¡para sí mismos y para sus países!

Así que, por un nanosegundo hagamos una pausa en nuestro pesimismo, para celebrar por un mundo que en realidad está mejorando. La fuerza histórica más importante del mundo actual no es el presidente Trump, y no son terroristas. Más bien, son los impresionantes avances contra la pobreza extrema, el analfabetismo y la enfermedad; son todos aquellos niños de 12 años de edad que nunca tendrán lepra y, en cambio, van a la escuelaLampadia

 




Las APP han generado servicios de salud de alta calidad

Las APP han generado servicios de salud de alta calidad

Ha pasado poco mas de un año desde que los dos primeros complejos hospitalarios de Latinoamérica gestionados bajo el modelo de Asociación Público Privada (APP) (llamados el ‘Modelo Perú’) por ESSALUD fueran inaugurados y ya están generando muy buenos resultados en la prestación de salud en el Perú. Por lo pronto, los niveles de satisfacción que reconocen los pacientes que se atienden en estos centros sanitarios supera el 90%, algo difícil de imaginar en los hospitales nacionales y en muchas clínicas privadas.

Los complejos que se hallan funcionando desde el 30 de abril del 2014 son el hospital especializado Alberto Leopoldo Barton Thompson en el Callao y el hospital Guillermo Kaelin de la Fuente en Villa María del Triunfo, junto con sus respectivos Policlínicos. Cada uno tiene asignada una población nominativa de asegurados de 250,000 personas y son operados por la empresa española IBT Group bajo la modalidad de “bata blanca”, que incluye toda la operación, desde la logística a los servicios médicos.

 

 

El concepto bajo el cual se han desarrollado estas APP crea incentivos muy positivos que determinan un modelo “Ganar-Ganar”. El contrato establece una asignación o pago fijo al operador por cada asegurado sin importar el número o tipo de atenciones. De esta manera se crea la necesidad de que el operador promueva que su población (de clientes) sea lo más sana posible, pues a mejor salud de su población, habrán menos asistencias y por lo tanto mayores ingresos para el operador. Un esquema brillante: muy positivo para la población, pues recibirán atención de salud preventiva y de buena calidad; positiva para el operador, pues podrá generar mayores márgenes con una mejor salud y satisfacción de sus clientes; y muy positivo para ESSALUD (que se debate en una gravísima crisis de servicio), pues con un costo fijo puede generar una gran calidad de servicio sin correr el riesgo de los sobrecostos que generan la imprevisión, la ineficiencia y/o la corrupción.    

El proceso se inició el 2008, su desarrollo tomó 7 años. Ambos entraron en funcionamiento el 30 de abril de 2014. La inversión, hasta la puesta en marcha de los hospitales y policlínicos ha sido de US$ 29 millones por cada uno, íntegramente a cargo del concesionario.

Estos centros cuentan hoy día con más de 200 camas, 100 consultorios externos, 34 camas de observación en emergencia, tres salas de parto y siete salas de operaciones, todas ellas dotadas con equipamiento laparoscópico. El servicio de hemodiálisis de cada hospital tiene 17 puestos totalmente automatizados. Sus laboratorios para análisis de sangre son de los más modernos y rápidos del mundo y mantienen capacidades mayores a su demanda.

A pesar de las indudables ventajas del modelo, copiado por otros países, aún existen fuertes resistencias al uso de APPs para la atención de salud, al punto que en lugar de que se siga replicando el modelo, aún recibe críticas desde distintas instancias. Las APP, sin embargo, están demostrando que este es el camino a seguir en salud.

Esta colaboración entre el sector público y empresas privadas es sumamente beneficiosa, pues las privadas aportan experiencia, conocimientos, equipos y tecnología que permiten crear, desarrollar, mejorar, operar o mantener infraestructura pública y ofrecer servicios de salud de alta calidad. Los servicios siguen siendo públicos, pero la gestión corresponde a una empresa privada. De esta forma los usuarios obtienen los beneficios y ventajas de una atención privada de primer nivel.

Conocido como el “modelo peruano”, el Internacional Finance Corporation (IFC), brazo financiero del Banco Mundial, ha reconocido esta experiencia como una de las diez mejores APPs en mercados emergentes de América Latina y entre las 40 más importantes del mundo.

El siguiente esquema muestra como se distribuyen las responsabilidades del modelo: 

 

 

Propiedad Pública: El objeto de la concesión es un hospital público, construido en suelo público y perteneciente a la Red de hospitales y centros públicos de ESSALUD.

Financiación Pública: ESSALUD paga a la  empresa concesionaria, en este caso a las Sociedades Callao Salud y Villa María del Triunfo Salud (formadas por el consorcio que lidera IBT Group de España), una cantidad anual fija y preestablecida. En este caso “el pago per cápita anual es de 297.92 dólares y cubre todas las atenciones a la población asignada, sin importar la frecuencia y duración de las mismas.

Control Público: La empresa concesionaria está sujeta al cumplimiento de estándares altos establecidos en el contrato y en el pliego de condiciones determinados por indicadores que miden la satisfacción de los asegurados, la calidad de los servicios y los resultados en salud. ESSALUD tiene total capacidad de control y de inspección, así como facultad sancionadora. Además, la Superintendencia Nacional de Salud, también verifica el cumplimiento de los estándares. Entre estos se incluyen por ejemplo, que solo pueden demorarse cinco días en dar la primera cita a un paciente, diez como máximo para la segunda cita y solo demorar 30 días en realizar una intervención quirúrgica en caso que esta sea necesaria. 

Prestación Privada: La prestación del servicio se adjudica durante un período de tiempo preestablecido (30 años), en el que el operador se compromete a la  buena  marcha y gestión del servicio público. Esto le permite a la empresa gestionar adecuadamente, contratar al personal médico más calificado, contar con los mejores equipos técnicos y la más alta tecnología.

Como vemos esta forma de operar permite que los intereses de la empresa se alineen con los de los usuarios. Pues dado que el monto por atención siempre es el mismo (US$ 297.92) , lo que perseguirá el gestor es tener una población cada día más sana y, por tanto, invertirá en prevención tal y como dicta la medicina moderna.

Otros evidentes beneficios son que el Estado no tiene que invertir en la construcción de hospitales, sino que paga por los servicios recién cuando estos empiezan a brindarse. Por otra parte traslada su gestión a la supervisión y no a la ejecución y administración de los centros de salud.

La experiencia dicta que rápidamente se mejora la eficiencia, calidad y acceso a servicios hospitalarios especializados, pues la tecnología que se emplea es mejor y porque los estándares establecidos son altos, mucho mejores que los que hoy logra ESSALUD que, por ejemplo, mantiene colas de espera para intervenciones quirúrgicas, que pueden superar un año.

Otro ventaja considerable es que se elimina la corrupción en la contratación y compra de medicinas y equipamiento. Además que estos se hacen más rápido debido a que no están sujetos al tortuoso procedimiento de contratación y compras públicas.

Al visitar estos hospitales se descubre lo bien edificados que están, que cuentan con la más alta tecnología médica y administrativa. Se ha implementado, por ejemplo, un sistema de Historias Clínicas Electrónicas que facilita la atención y registro de las enfermedades, con lo cual la calidad de atención mejora. Además, la transparencia esta asegurada, pues se puede acceder a ver como se vienen cumpliendo los estándares requeridos.

Finalmente, los usuarios y pacientes no se puede equivocar, por ello el índice de satisfacción, medido por agentes independientes, supera el 90%.

Como hemos explicado líneas arriba, la base del modelo es la asignación a cada hospital de una relación nominativa de asegurados, lo que permite una atención integral incluyendo un importante componente de prevención. Lamentablemente, ESSALUD, ‘sin querer queriendo’, ha empezado a cambiar la relación de las poblaciones asignadas a cada centro de salud y, por lo tanto, está debilitando el modelo, pues deteriora la capacidad de la labor de prevención. Algo que debiera ser corregido inmediatamente.

Este espectacular desarrollo no ha sido debidamente difundido por ESSALUD. Lo que es más, se debiera estar multiplicando el esquema. Ya es hora de que los peruanos apoyemos nuestros éxitos y que los multipliquemos. Lampadia