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Tiempos de optimismo

Tiempos de optimismo

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Podrá sonar sarcástico insistir en que, aún a lo más trágico podemos encontrarle el lado positivo; así un diario de negocios editorializaba recientemente respecto a la caída del PBI peruano de 32.75% en el mes de mayo, presentándolo como un crecimiento del 8.51% respecto al mes de abril. Con el mismo sarcasmo podríamos decir que estamos en ascenso en la tabla mundial de contaminación por Covid-19, al haber alcanzado el quinto puesto a nivel mundial (en números absolutos, independientemente del tamaño de nuestra población) y que apuntamos a ser el país con mayor caída del PBI a nivel mundial.

Estas son pues muy malas noticias, pero para los que tenemos resiliencia y buscamos siempre las oportunidades; observamos, levantamos información, buscamos el lado positivo, analizamos, compartimos la idea y convocamos a los que quieran sumarse y aportar al proyecto. Siempre tengamos presente que: “el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie, pero el realista tiembla las velas”.

Eso es exactamente lo que el Perú debe hacer. Cuando nos planteamos la catástrofe económica que estamos viviendo, no podemos “tirarnos a muerto” y quedarnos en la lamentación. Ya es un hecho conocido, por ejemplo, que tras cada ciclo de crecimiento económico en el Perú (entre 25 a 27 años) debido a un manejo económico razonablemente serio, le sigue un ciclo negativo de desaceleración económica (si acaso no se transforma en recesión), de un periodo similar (un cuarto de siglo). Y coincidentemente, cuando traducimos esto a términos políticos, los periodos de crecimiento y acumulación de riqueza en el Perú, fueron conducidos por gobiernos pro-mercado y bastante liberales, mientras que los ciclos de desaceleración, fueron conducidos por gobiernos “socialistones”, que se caracterizaron por;  una búsqueda de la reducción de diferencias económicas, de un “Estado paternalista” y de distribución de la riqueza acumulada, pero sin promoción de la inversión, ni incentivo para mover nuestra economía. Todos estos denostan el crecimiento económico y se llenan la boca hablando de “desarrollo”, sin querer reconocer que gracias a cada vez que hemos tenido crecimiento económico, hemos mejorado ampliamente nuestros Índices de Desarrollo Humano (IDH).

Todos esos gobiernos “generosos” y “humanitarios”, han sido incapaces de generar confianza, de atraer inversión, de crear valor y de generar condiciones adecuadas para crear oportunidades, fuentes de trabajo formal y digno, a base de legislación laboral adecuada, con incentivos a la eficiencia y productividad. Por eso, y esto se repite como un karma, cada vez que se agotan las “arcas fiscales”, se les acaba la imaginación, concluye su ciclo y tienen que esperar al siguiente cuarto de siglo para, reiniciar el gasto público a partir de la riqueza acumulada por algunos gobiernos pro-mercado que condujeran ese período.

Como sus lideres jamás hicieron empresa, ni crearon valor económico en su vida, le rehúyen al empresariado, al ámbito de los negocios y a la posibilidad de captar la atención de las empresas y empresarios más grandes del mundo y atraer sus inversiones a nuestro país. ¡No pueden pensar en un Perú grande!

Empezamos esta nota resaltando la mala noticia de la catástrofe económica del año 2020, la que está generando un déficit fiscal nunca imaginado, ha provocado el inmediato consumo del Fondo de Estabilización Fiscal y un rápido endeudamiento que debemos tratar de controlar. Pero a contramano, creo que esto trae como consecuencia que, el sueño de los partidos de izquierda de distribuir riqueza y mostrar el lado generoso de su socialismo del siglo XXI, se esfume. Así que, observemos a los partidos de izquierda que, a menos que no les importe destruir al Perú “hasta las últimas consecuencias”, no tendrán mayor apetito electoral, pues no tendrán ofertas regalonas que puedan cumplir razonablemente y esta, es una gran noticia…

Es pues el momento de convocar a las mentes más lúcidas para alinear nuestros objetivos, analizar nuestras mejores opciones y trabajar en conjunto para reconstruir nuestra economía, pues no hay tiempo que perder y debemos imprimir sentido de urgencia.

Tengo aquí que saludar que, el nuevo Primer Ministro haya puesto el relanzamiento económico, como uno de los tres objetivos centrales de su gabinete. Lampadia




La amenaza populista

La amenaza populista

Gonzalo Prialé
Presidente de IIG
Para Lampadia

El Congreso casi unánimemente, sin mayor análisis ni debate previo, acordó modificar cinco artículos de la Constitución, en primera legislatura. Se eliminaría así la inmunidad del presidente, los ministros, miembros del TC, jueces y fiscales supremos, y otros altos funcionarios. De ratificarse esto en la próxima legislatura, el país será una olla de grillos ingobernable.

Veamos cómo la sociedad civil ha reaccionado ante esto.

El Consejo de Estado invocó al Ejecutivo y Legislativo a una mayor reflexión y al diálogo constructivo. La invocación es muy oportuna. En dicho Consejo está el presidente del Congreso, pero él no puede decidir por el pleno. No obstante, ha ofrecido pedir al presidente de la Comisión de Constitución del Congreso que haga analizar y debatir ampliamente la propuesta, para mejorarla y fortalecerla. Suena razonable, si llega a darse y se corrige, no si se maquilla.

Hasta ahora, sin embargo, el Congreso lejos de retroceder varias propuestas económicas populistas bastante criticadas, viene aprobándolas velozmente, sin tomar en cuenta críticas ni sugerencias. Ojalá esta vez sea distinto, aunque los antecedentes recientes no generan optimismo al respecto.

Otros líderes de opinión dicen que es poco lo que se puede esperar de los congresistas en trance populista, y sugieren que mejor sería dialogar con los líderes de los partidos representados en el Congreso.

Habría escasas posibilidades de lograr algún efecto por esta vía. Acción Popular es un grupo político de raigambre populista en sus orígenes, con su liderazgo en disputa, donde los parlamentarios hacen lo que quieren. Otras agrupaciones son individuos nucleados por intereses personales, bajo un liderazgo con dinero para mantener la maquinaria partidaria. El Partido Morado generalmente vota dividido: una parte apoya las leyes populistas que le ponen por delante, y la otra usualmente se abstiene. Otros grupos en el Congreso son extremistas poco dialogantes.

Otra de las salidas que se acostumbra proponer, ante encrucijadas como la que atraviesa el país, es un Acuerdo Nacional. En abril, para encarar el drama de la pandemia, se propuso un acuerdo nacional entre los tres niveles de gobierno, los partidos, las organizaciones sociales, la empresa y la academia, para refundar al Perú del Bicentenario. Esto no progresó, que se sepa.

El problema actual es que el Ejecutivo está desbordado por la pandemia y su capacidad de gestión y de concertación es cercana a cero. Los partidos en el Congreso están dedicados a destruir las bases institucionales y el equilibrio fiscal y han abortado la reforma política. Cuando los gremios empresariales opinan, pasan desapercibidos. Y aunque la informalidad es la principal fuerza social en el país, no existen organizaciones sociales que las representen. En este contexto, pese a sus buenas intenciones, parecería improbable o inviable alcanzar algún acuerdo nacional significativo y trascendental.

El enfrentamiento ejecutivo-legislativo sirve de cortina de humo para que la gente se olvide por un momento de la crisis sanitaria y la parálisis económica. Ojalá que pase pronto su efecto distractor, porque la economía y la salud no perdonan el descuido.

La crisis política en curso se yuxtapone a la serie de leyes disruptivas aprobadas por el Congreso sobre no cobro de peajes, la asignación de 6 % del presupuesto a Educación, normas en ciernes como la congelación de obligaciones con las entidades financieras, la devolución de aportes a la ONP, la eliminación de la renta básica en telefonía y más proyectos por el estilo.  El Congreso está en modo de cambio de modelo, pero no necesariamente cambiando el capítulo económico, sino erosionando el equilibrio fiscal, y diezmando el equilibrio económico-financiero de bancos, empresas privadas y concesionarios de infraestructura.

El Congreso escudado en la pandemia, parece decidido a conducir al país a la ingobernabilidad y al caos económico, imponiendo la irresponsabilidad fiscal.  Imagínense si, más adelante, la economía comenzara a recuperarse y se estrellase con la debacle generada por el Congreso y sus leyes populistas y clientelistas. Leyes que usualmente son difíciles de corregir o retroceder, aunque la situación que las originó hubiese cambiado.

¿Se puede ser optimista?  Empecemos por reconocer la realidad. El optimismo no se infunde, tiene que surgir de las evidencias, de los hechos y de la corrección de los errores cometidos.

Empecemos por aceptar que con los mismos ingredientes -los mismos ministros, y el mismo manejo estatista de la salud y la economía en la pandemia- es iluso esperar resultados diferentes.  Tampoco se trata de reemplazar algunos ministros por otros parecidos y continuar con las políticas que no han dado resultado. Lampadia




¿Hemos progresado o seguimos igual?

La economía, el desarrollo social y la reducción de la pobreza son un aspecto importante del mundo en el que vivimos; sin embargo, la percepción de los hechos presenta aún muchas dudas.

Es en este contexto que Rafael Rincón-Urdaneta, en su artículo para la Fundación para el Progreso (FPP), plantea que nuestra sociedad, como un todo, ha progresado mucho en los últimos años, en los aspectos más importantes, y lo presenta de la siguiente manera:

“A grandes rasgos, el progreso implica una forma de hacer las cosas mejor. Es mejora, avance. Es sanarnos mejor, construir mejor, alimentarnos mejor, aprender mejor, trabajar mejor. Y aunque haya vaivenes, tropiezos, «retrocesos» temporales, imperfecciones y desafíos pendientes o sin solución a la vista, la tendencia general se mueve en sentido positivo. «Mejor» es la clave, no «perfecto», «definitivo» o «total».”

Comúnmente se dice que el mundo ha desmejorado en los últimos años, que se está destruyendo todo por lo que se quiso avanzar tanto en el último siglo y la sociedad en sí misma no ha cambiado para nada.

Pero la evidencia dura dice otra cosa. La realidad muestra un progreso muchas veces pasado por alto entre tanto pesimismo; este resalta las mejoras en muchos aspectos de la vida y trata de explicar dicha mejoría en hechos fehacientes.

Rincón-Urdaneta plantea un concepto simple para entender la compleja idea del progreso. Este concepto se basa en siempre preferir lo que lógicamente va a ser mejor para uno; desde salud y enfermedad hasta abundancia.

Como explica Steven Pinker en su libro sobre la ilustración, ahora vivimos más tiempo y en mejores condiciones (con una mayor expectativa y calidad de vida). Con respecto a la expectativa de vida, si en el mundo pre-moderno y pobre esta rondaba los 31 años en todas las regiones del mundo, y los 40 a mediados del siglo XIX, que hoy se ubique en el orden de los 72 años según en Banco Mundial significa que se ha duplicado. Y en algunos casos más que eso.

Ver en Lampadia:

En defensa del progreso
Fundación para el Progreso (FPP)

Agosto 2019
Rafael Rincón-Urdaneta Z.

¿Por qué las personas tienen tan distintos diagnósticos y opiniones sobre el estado del mundo y el progreso de la humanidad? ¿Qué conceptos, criterios e ideas pueden ayudar a lograr una evaluación más precisa y una reflexión más inteligente sobre nuestro porvenir, apartando los prejuicios y combatiendo la ignorancia para aproximarnos más racionalmente a la realidad? Esta serie de Rafael Rincón-Urdaneta Z., Director de Estrategia y Asuntos Globales de FPP, ha sido elaborada con vocación de sentido común y pensamiento crítico. Y propone algunas claves útiles para estudiantes, profesores, analistas y líderes, entre otros. En esta primera entrega comprenderemos, de la manera más sencilla, sin laberintos innecesarios, qué es progreso y qué no lo es. Así de simple.

«Este mundo no tiene remedio», dijo mi amigo Carlo mientras examinaba cuidadosamente su espresso con actitud de catador experto. Buen italiano… exigente y finísimo para el café. «Siamo tutti fottuti» —estamos todos fregados—, soltó resignado antes de tomar el primer sorbo y aprobar el producto con una expresión de satisfacción inesperada, como si el café servido en aquel sencillo lugar hubiera superado sus modestas expectativas. «¿Por qué, Carlo, tan pesimista?», le pregunté. «Senti, Raffaello… mira mi país, una mer∂@#*. Mira las noticias del mundo, mira la violencia… no sabemos si llega ahora un maledetto terrorista y nos mata aquí mismo. Mira el cambio climático, el calentamiento global. Mira todo el desastre. ¡No hemos avanzado nada! Un caz#@*». «No lo veo así, Carlo», le respondí. Y empecé a contarle sobre mi visión de las cosas y mi positivo balance del progreso del mundo. Le hablé de los espectaculares avances, de los colosales desafíos y de las oportunidades. También de los riesgos, claro. Porque los hay.

¿Cómo personas tan similares en cuanto a disponibilidad de medios, conexiones personales, amigos, estudios y acceso a información pueden tener tan distantes diagnósticos y opiniones sobre la misma cosa? ¿Subjetividades? ¿Diferencias ideológicas? ¿Visiones parciales, incompletas, que no dialogan ni se encuentran? Supongo que algo de eso puede haber.

Seguramente se podría redactar un tratado de muchas páginas, lleno de explicaciones rebuscadas y asombrosas —filosofía incluida, con griegos, grandes obras y tal—, para analizar el asunto. Pero hagámoslo más simple; hay algunas ideas útiles y prácticas que, sin tanto laberinto y con sentido común, nos pueden ayudar a percibir y entender mejor el mundo. Para esto es preciso poner a raya las ideas preconcebidas, la ideología, el pesimismo excesivo y el ingenuo optimismo.

Propongo considerar dos elementos que me parecen importantes y necesarios. El primero es el de los criterios de análisis. Una discusión como la que estamos planteando puede ser agotadora, inconducente y frustrante si no se comparten criterios básicos. El segundo es el de la idea misma de progreso, con ciertas nociones que conforman el concepto. Pero antes, pongámonos de acuerdo, aunque sea «mínimamente», en qué es progreso y qué no lo es.

A grandes rasgos, el progreso implica una forma de hacer las cosas mejor. Es mejora, avance. Es sanarnos mejor, construir mejor, alimentarnos mejor, aprender mejor, trabajar mejor. Y aunque haya vaivenes, tropiezos, «retrocesos» temporales, imperfecciones y desafíos pendientes o sin solución a la vista, la tendencia general se mueve en sentido positivo. «Mejor» es la clave, no «perfecto», «definitivo» o «total».

El progreso, así de simple

Se supone que esta debería ser la parte más difícil y tortuosa de este escrito. Aquí habría que proveer enfáticas aclaraciones y advertencias sobre la subjetividad y sobre lo culturalmente relativo que puede ser determinar qué es progreso y qué no. Sin embargo, Steven Pinker, el conocido psicólogo y autor canadiense-estadounidense, nos hace un grandísimo favor en su último libro, En defensa de la ilustración, al presentar la pregunta como una de las más fáciles de responder. Y así procede:

«La mayor parte de la gente está de acuerdo en que la vida es mejor que la muerte. La salud es mejor que la enfermedad. El sustento es mejor que el hambre. La abundancia es mejor que la pobreza. La paz es mejor que la guerra. La seguridad es mejor que el peligro. La libertad es mejor que la tiranía. La igualdad de derechos es mejor que la intolerancia y la discriminación. El alfabetismo es mejor que el analfabetismo. El conocimiento es mejor que la ignorancia. La inteligencia es mejor que la insensatez. La felicidad es mejor que la miseria. Las oportunidades para disfrutar de la familia, de los amigos, de la cultura y de la naturaleza son algo mejor que el trabajo penoso y la monotonía».

Esto significa que Radoslav no quisiera morir, sino vivir y disfrutar la vida. La mayoría de los japoneses o coreanos, sino todos, quiere estar saludable. Gustosos pagamos más por la comida light o por productos orgánicos porque sabemos —o suponemos— que nos harán mejor que la chatarra. A los franceses y a los italianos, de Gaël a Chiara, les gusta comer bien, no solo por placer —en eso son maestros— sino porque necesitan alimentarse. Silvia, que viene de una familia muy humilde, trabaja duro para ganar dinero porque le parece, por experiencia propia, que la abundancia es bastante mejor que la pobreza. Xi, que es chino, opina exactamente lo mismo. Refugiados musulmanes, cristianos y kurdos han huido de la guerra y la crueldad en zonas difíciles de Oriente Medio, y se han dirigido, en la medida de sus posibilidades, a países que consideran más pacíficos, seguros y prósperos, o incluso más libres. Eso hicieron Sultan y Salma con su familia cuando se fueron a Alemania. En general, aceptamos, aunque sea a regañadientes y fastidiados, someternos a controles incómodos en los aeropuertos porque valoramos la seguridad, ¿verdad? Los venezolanos han emigrado masivamente, como nunca antes en la historia, no solo huyendo del hambre, la enfermedad y el crimen, sino también de la tiranía. Y han ido a países de muy objetiva superioridad en términos de desempeño político, económico y social, como Chile, Estados Unidos, España o Colombia. Omar, un joven gay de origen egipcio, es activista por la no discriminación de personas como él. Todos queremos que nuestros hijos estudien para que no sean ignorantes y nos enorgullecemos cuando dan muestras de inteligencia. Existe un conocido índice de la felicidad y las evaluaciones más prestigiosas de ambiente de trabajo consideran cuán agradables son nuestras tareas y cuán amigables son nuestras empresas, jefes y labores con la vida familiar o el esparcimiento. Al fin y al cabo, por muy diferentes que seamos los seres humanos en algunos sentidos, pertenecemos a la misma especie… ¿o no?

Todo esto que hemos listado puede incluso medirse con aceptable precisión. Si los valores han evolucionado positivamente en el tiempo, ha habido progreso. Si se han estancado, no. Si han retrocedido, es una señal de que algo no anda bien. Así de sencillo. Hay complicaciones realmente innecesarias y absurdas que chocan con la vocación práctica y la acción oportuna y efectiva para resolver problemas.

Quizás uno de los indicadores más completos —y mundialmente reconocido— es el de la expectativa de vida. ¡Son tantos los avances y las cosas buenas que se necesitan para vivir más años! Salud, seguridad, servicios básicos, etcétera. No hay medicinas y hospitales, te mueres o vives mal… sufres. ¿No hay seguridad ni paz? Pues es más alta la probabilidad de que mueras, quizás trágicamente, abaleado o acuchillado. Si no hay servicios básicos (buenos) como electricidad o agua potable, te enfermas y —adivina— estiras la pata por insalubridad… o vives menos años y en condiciones de salud deplorables, con bichos indeseables en el organismo. No es exageración. Es aún la realidad de millones, que por fortuna suman hoy muchos menos que hace décadas atrás gracias al progreso.

Con respecto a la expectativa de vida, si en el mundo premoderno y pobre esta rondaba los 31 años en todas las regiones del mundo, y los 40 a mediados del siglo XIX, que hoy se ubique en el orden de los 72 años según en Banco Mundial significa que se ha duplicado. Y en algunos casos más que eso.

Siempre que he expuesto mi defensa del progreso de la humanidad en estos términos, casi automáticamente saltan objeciones que acusan una visión demasiado materialista o de «mínimos moralmente inaceptables» (olvidando que la mayor parte de la humanidad hace tiempo vivía con menos de ese mínimo o al filo). Lo material no es todo en la vida… hay otras cosas, dicen. Bromeando pesada e irónicamente respondo que es mejor lamentar las carencias espirituales vestido de Brioni y comiendo caviar de esturión albino de Beluga que hacerlo desnudo, hambriento y con frío. Sin duda.

Pero, ahora seriamente, nótese que los elementos que ha expuesto Pinker son esencialmente humanos y bastante básicos, algunos ciertamente «mínimos» y de implicancias materiales. Sin embargo, son a la vez literalmente vitales, como la salud, la alimentación o la seguridad. No se consideran aquellos asociados a la religión, a lo romántico o a las virtudes aristocráticas, como la salvación, la gracia, la sacralidad, el heroísmo, el honor, la gloria, la autenticidad. Aunque pueden muchos de estos valores trascendentales ser loables, elevados y preciosos, es demasiado fácil ensalzarlos en lo abstracto, como dice Pinker. Y lo cierto es que las personas ponen sus prioridades en la vida, la salud, la seguridad, el sustento o el alfabetismo por una razón que no debería requerir recordatorio ni explicación: son necesarios —requisitos imperativos— para todo lo demás.

Si esto no fuese así, y si no hubiese un consenso global extenso y razonable sobre las prioridades humanas, habría sido bastante difícil —o irremediablemente imposible— que 189 miembros de Naciones Unidas, en septiembre del año 2000, se hubiesen puesto de acuerdo en los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio: Erradicar la pobreza extrema y el hambre; Lograr la enseñanza primaria universal; Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer; Reducir la mortalidad infantil; Mejorar la salud materna; Combatir VIH/SIDA, paludismo y otras enfermedades; Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; y Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

¿Ha habido progreso en esto? El hoy famoso y profusamente referido Informe 2015 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio resume textualmente así los resultados, 15 años después del lanzamiento del desafío:

  • A nivel mundial, la cantidad de personas que viven en pobreza extrema se ha reducido en más de la mitad.
  • La cantidad de personas de la clase media trabajadora que vive con más de 4 dólares por día se ha triplicado entre 1991 y 2015.
  • El porcentaje de personas con nutrición insuficiente en las regiones en desarrollo cayó a casi la mitad desde 1990.
  • La cantidad de niños en edad de recibir enseñanza primaria que no asistió a la escuela cayó a casi la mitad a nivel mundial.
  • La tasa mundial de mortalidad de niños menores de 5 años ha disminuido en más de la mitad.
  • Desde 1990, la tasa de mortalidad materna ha disminuido en un 45% a nivel mundial.
  • Se han evitado más de 6,2 millones de muertes causadas por paludismo entre los años 2000 y 2015, principalmente de niños menores de 5 años de edad en África subsahariana.
  • Las nuevas infecciones del VIH disminuyeron en aproximadamente 40% entre 2000 y 2013.

Algunos de estos números o hechos nos parecen insuficientes, demasiado modestos… ¡Cuatro dólares al día! ¡Ir a la escuela! ¡Sobrevivir al paludismo! Pensemos que para millones de personas —lejanas, que viven realidades para nosotros desconocidas y que por tanto no percibimos igual— tales registros reflejan un cambio sustancial en sus vidas. En incontables casos es un cambio que hace la diferencia real entre morir de hambre o de enfermedad y vivir, además con la esperanza de seguir avanzando con sus familias.

Pese a esto, la mayoría de la gente, como mi amigo Carlo, dice que el mundo está cada vez peor, que la pobreza aumenta, que hay más muerte, que todo está yéndose a los mismísimos predios del Demonio. Una encuesta, que no es representativa del planeta ni nada por el estilo, pero que sí es interesante por la abrumadora inclinación al pesimismo, fue referida por el diario británico The Guardian en enero de 2015, revelando que 71% de los consultados dijo que el mundo estaba cada vez peor y solo 5% —¡Solo 5%! — que estaba mejorando.

Para ratificar lo que estamos explicando, y en la misma línea de qué es progreso y dónde podemos verlo, en septiembre de 2015 Naciones Unidas lanzó una nueva agenda con los objetivos y las metas específicas que deben alcanzarse para 2030. Los tres primeros objetivos agrupan, nada más y nada menos, el Fin de la pobrezaHambre cero y Salud y bienestar Y se añaden 14 más que van desde la Educación de calidad hasta las Alianzas para lograr los objetivos, pasando por Agua limpia y saneamiento; Trabajo decente y crecimiento económicoCiudades y comunidades sosteniblesAcción por el clima y Paz, justicia e instituciones sólidas. Se podrían cuestionar matices, ideas o políticas propuestas y derivadas de estas iniciativas si se quisiera, pero claramente hay bastante acuerdo en cuanto a qué es importante y qué es progreso.

Hay decenas de estadísticas y estudios prestigiosos, de organizaciones e instituciones tan diversas como el Banco Mundial, Naciones Unidas, think tanks y universidades. Los hay de todo énfasis y perspectivas, con metodologías variadas. Podríamos hilar aún mucho más fino, hablar de las tareas pendientes. Con todo, ratificaremos que el progreso general, a fin de cuentas, es muy real y medible en lo más importante. Y que sí podemos hacernos una idea de cómo estamos y de cómo vamos (nada mal, por cierto). Que lo ignoremos o que no aparezca en grandes titulares en los medios no significa que no esté allí, a la vista, en cada centímetro cuadrado y segundo de nuestras vidas, al punto de que, para muchos de nosotros, es parte de la normalidad. En esta ocasión hemos solo visto los hechos más grandes, emblemáticos y obvios. Que algunos intelectuales o políticos enturbien los análisis con torceduras argumentativas, falacias, exceso de condimentación ideológica o eslóganes no cambia lo que la evidencia dice. Es en este momento cuando se requieren criterios claros e inteligentes, razón y conocimiento. Lampadia




Un gran ejemplo de mujeres en posición de liderazgo

En todo campo o industria, siempre hay líderes inspiradores e innovadores que promueven el cambio en sus organizaciones o que incentivan a las personas a superarse.

Un buen ejemplo es la Dra. Sue Desmond-Hellmann. Como CEO de la organización de caridad más grande del mundo, sabe mucho sobre el liderazgo, y es conocida desde hace mucho tiempo. Antes de unirse a la Fundación Bill y Melinda Gates en 2014, fue Canciller de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), y antes de eso fue Presidenta de desarrollo de productos en Genentech, lo que la convirtió en una líder reconocida en áreas tan diversas como la educación superior y la salud pública.

Y, sin embargo, cuando viaja por motivos de la Fundación Gates, a menudo es confundida con una secretaria. Claro, ella lo toma a broma en vez de ofenderse, afirmando que “buscarán al director ejecutivo de la Fundación Gates… y no buscan a una mujer “. Es un ejemplo de una mujer líder que continúa sorprendiendo con su rol actual de gestionar la distribución de la riqueza acumulada por Bill Gates después de que cofundó Microsoft hace más de 40 años y tiene encomendada la difícil (y muy importante) tarea de ayudar a averiguar dónde y en qué objetivos debería invertir la mayor fundación privada en el mundo.

“Para ser un líder eficaz, debes ser muy claro con lo que le pides a las personas y cuáles son los resultados esperados.” Sue Desmond-Hellmann

Su mayor dificultad son las cambiantes expectativas. Algunas personas siempre consideraron que la pobreza global era inevitable, intratable e imposible de mejorar. Y por eso es que su mayor logro es mantener el optimismo de la Fundación, al igual que su sentimiento de propósito, urgencia y uso de la información analítica para lograr el cambio de las expectativas que llevan a grandes logros en el desarrollo mundial. Esto se puede observar en temas como haber invertido en una vacuna contra la meningitis en el África subsahariana que ha aumentado la oportunidad de luchar contra las muertes a causa de la meningitis, las inversiones para eliminar la poliomielitis, las inversiones que han permitido disminuir notablemente los incidentes de malaria, el Sida, la tuberculosis, la salud materno-infantil, etc.

Uno de los principales enfoques, particularmente notable para Sue Desmond-Hellmann, es la disposición de la Fundación para invertir en investigación y desarrollo en distintos proyectos en sus etapas más tempranas. Ellos están dispuestos a invertir en la biología – en la comprensión de la inmunología o una nueva edición de genes, en nuevas formas de producir rápidamente vacunas para enfermedades infecciosas – principalmente porque su objetivo no es la ganancia económica, sino mejoras para el mundo. Tienen una visión a muy largo plazo y pueden asumir riesgos en la inversión de I + D. El segundo enfoque es la voluntad de trabajar con el sector privado, lo cual les permite conectarse con todo el intelecto y capacidades que tiene el sector privado.

Y, en sus recientes entrevistas, afirma que la falta de optimismo va muy relacionada con la educación, un tema que también es de gran interés para la Fundación.  Una de las mayores amenazas para la juventud de hoy es su sentimiento de desesperación y pesimismo. Según Desmond-Hellmann, “Es sorprendente que cuando te sientas frente a líderes nacionales, especialmente en lugares del África subsahariana, estén preocupados por los jóvenes desempleados. Están preocupados por los jóvenes que no tienen una idea de su futuro. ¿Podrán tener una vida productiva feliz? ¿Serán sus vidas mejores que sus padres? Y creo que eso es una amenaza global. La mayor amenaza para el futuro es que los jóvenes sienten que no tienen la oportunidad de tener una vida mejor, de tener una vida feliz, productiva y satisfactoria y de lograr algo. Esa es la mayor amenaza. Parte de esa amenaza es el pesimismo.”

Para abordar este tema se debe invertir en educación.

Las oportunidades que existen para los jóvenes actualmente son mayormente para jóvenes educados. No se puede educar a los jóvenes que no reciben una dieta saludable, que no están vacunados, que no tienen acceso a sobrevivir más de cinco años. En áreas de bajos recursos, este problema comienza con la salud. Pero incluye una buena nutrición y acceso a la educación. No puede ser optimista sobre los jóvenes, sobre sus propios hijos o sus nietos si no tienen acceso a la salud y la educación.

Desmond-Hellmann constantemente da charlas y seminarios sobre distintos temas. Uno de ellos habla sobre sus lecciones de liderazgo titulado “View From the Top” (Una mirada desde arriba), en el cual enumera 4 características para ser un buen líder:

1. Como innovador, el fracaso es parte del aprendizaje

“Es una parte clave del liderazgo tener un entorno que acepte el fracaso y lo acepte y aliente a las personas a asumir riesgos. Y así, la parte más importante de liderar un entorno innovador para mí es permitir que las personas busquen la verdad y te digan la verdad”.

2. Los líderes eficientes tienen sus objetivos claros

“Creo que una de las formas más eficientes para que las personas lideren es ser realmente claro acerca de cuáles son los resultados esperados”.

3. Auto-gestionarse para que pueda ser feliz

“Nadie te va a entender tan bien como uno mismo sobre cuánto tiempo necesitas dormir, cuánta distracción necesitas, cuánto ejercicio necesitas, qué debes comer, con quién debes rodearte. Entonces, apúntate para que puedas ser feliz”.

4. Sé apasionado

“Muchos creen: ‘Oh, necesito más equilibrio entre mi trabajo y mi vida’. Sinceramente, creo que no es posible lograr grandes cosas sin esforzarse mucho. Hay algo realmente especial en ser apasionado cuando estás haciendo algo importante o si quieres crear algo especial”.

Ver vídeo de la charla con más consejos:

Ver líneas abajo una entrevista sobre cómo lograr una cultura innovadora, positiva y comprometida con un buen liderazgo:

Cómo lograr un verdadero liderazgo, según la CEO de la Fundación Bill y Melinda Gates

Lila MacLellan
14 de diciembre de 2018
Entrevista de la Revista Quartz
Traducido y glosado por Lampadia

Es posible que el nombre Susan Desmond-Hellmann no tenga el mismo reconocimiento que los de sus jefes, Bill y Melinda Gates, pero eso podría cambiar. Corrección: Eso debería cambiar.

Como director ejecutivo de la fundación homónima de la pareja, Desmond-Hellmann dirige el programa que mantiene sus miles de millones de dólares caritativos, y el de otros multimillonarios (incluido Warren Buffett, administrador de la fundación), que trabaja para lograr el objetivo más sublime posible: reducir las enfermedades y la desigualdad en todo el mundo.

Hace casi cinco años, fue reclutada para la Fundación Bill y Melinda Gates, atraída por lo que ella llama la hermosa visión de sus fundadores: el concepto de que todas las vidas tienen el mismo valor.

Quartz: ¿Cómo describirías tu estilo de liderazgo?

Desmond-Hellmann: Una de las cosas que se sabe que digo, al parecer a cada rato, es que todos merecen un gran gerente. Es un principio para mí, algo en lo que estoy muy centrada, y es una gran parte de mi liderazgo.

Otra constante de cada rol que he tenido es que me siento muy atraída por trabajos que proporcionen un significado, y una de las cosas que creo que se requieren de los grandes líderes es asegurarse de que la cultura y el ambiente de trabajo incentive lo mejor en las personas y que las personas encuentren alegría, significado y propósito en el trabajo que están haciendo. Y, felizmente, trabajando en la Fundación Gates, encuentro muchas oportunidades para celebrar y hacer visible para el personal, el significado y el propósito del trabajo que todos hacemos juntos.

¿Ayuda que el sentido y el propósito estén integrados en el trabajo en un lugar como la Fundación Bill y Melinda Gates?

Está incorporado, pero dicho eso, no creo que sea obvio. Déjame darte un ejemplo. Digamos que usted está en finanzas y su trabajo es asegurarse de que los libros contables estén cerrados a fin de mes y de que realicemos la nómina. Quiero que esa persona en finanzas entienda que, en 2018, el trabajo que financiamos terminó conduciendo a la primera nueva droga para recaídas de malaria en 60 años.

Creo que es importante no subestimar el hecho de que hay muchas personas que trabajan en lugares como la Fundación Bill y Melinda Gates, que, en un día cualquiera, pueden estar luchando para comprender algunas áreas de Brasil donde nunca han estado, y que, como líder, puedo ayudarles a darles vida y ayudarles a comprender mejor la importancia del trabajo que realizan todos los días. Creo que esa es una de las partes más divertidas de ser un líder.

Hay algo realmente sorprendente cuando un gerente le dice: “Sé que puedes hacer esto y que lo harás muy bien. Cuento con usted “. Demuestra respeto y crea la cantidad justa de “No voy a fallarle” [por parte del empleado]. Cuando realmente cuenta con alguien y le está pidiendo que contribuya de una manera significativa, si tiene la capacidad de decir: “Si puedo ayudarlo de alguna manera, estoy aquí para ayudarlo, usted sabe, puede hacerlo”, la gente es increíble.

También trato de no olvidar que no era capaz de hacer la mitad de las cosas que soy capaz de hacer ahora, antes de que alguien me diera la oportunidad de intentarlo e incluso fallar las primeras veces. Hablando de esas lecciones y hablando en voz alta sobre el fracaso, y lo que aprendí y cómo sigo adelante, creo que esa es una parte muy importante del liderazgo.

Una pregunta básica que me viene a la mente sobre lo que el New York Times ha llamado un “coloso mundial de la filantropía”, con una dotación de US$ 50 mil millones, es: ¿Cómo lo haces? ¿Cómo te las arreglas para manejar todos estos programas y proyectos en todo el mundo?

La respuesta es que no lo hago todo. Hay un par de cosas que pueden hacer las personas en trabajos como el mío que pueden conducir a grandes resultados.

Entonces, como CEO, ¿qué tipo de cosas puedo hacer para asegurar que sea un éxito? Bueno, alenté la selección de Penny Heaton como CEO del Instituto de Investigación Médica Gates. No voy a saber todos los detalles del Instituto de Investigación Médica. Solo hay 24 horas en un día. Pero lo que puedo hacer es asegurarme de que el líder sea una persona increíblemente talentosa que tenga la capacidad de dirigir esa agenda.

¿Hubo cambios en el mundo o fuerzas políticas que han dificultado su trabajo como jefe de la fundación? ¿O cambios que hicieron su trabajo más fácil?

Sí. Te daré un ejemplo positivo y uno desafiante.

Empecemos por lo positivo. Una de las cosas que lanzamos en 2018 fue una estrategia de igualdad de género. Fue nuestro momento oportuno para lanzar esa estrategia, porque todos quieren hablar, pensar y hacer algo constructivo y positivo para apoyar a las mujeres y niñas que desempeñan un papel clave en la sociedad. Por lo tanto, diría que eso ha sido bien recibido y que ha sido fantástico.

Por otro lado, te diré uno que ha sido muy, muy desafiante. Estamos muy enfocados en la planificación familiar como una estrategia clave y en asegurarnos de que las mujeres decidan cuándo tienen sus hijos y con cuánto tiempo de espera entre hijos. Creemos que las mujeres merecen tener acceso a anticonceptivos modernos, seguros y efectivos. Pero las políticas en los Estados Unidos y lo que se conoce como la regla de la Ciudad de México hacen que sea más difícil para nosotros asegurarnos de que las mujeres tengan acceso a la anticoncepción.

¿Cómo has manejado eso?

Hemos mantenido el rumbo. Estamos trabajando localmente con muchas comunidades y naciones que quieren llevar esto a las mujeres en sus comunidades, y estamos mirando a largo plazo, no a corto plazo.

¿Qué consejo les da a las mujeres que aspiran a un papel de liderazgo como el suyo, especialmente en los campos científicos, donde las mujeres se han enfrentado a conocidas barreras?

Uno, sirvo como mentor y creo que tener un buen mentor o un buen patrocinador es algo realmente importante para cualquier persona, hombre o mujer, ya que tienen aspiraciones de mejorar su carrera.

La otra cosa que le he transmitido a la gente es el consejo que escuché de una colega de la UCSF, Liz Blackburn, a quien se le otorgó el Premio Nobel de Medicina o Fisiología por su trabajo en telómeros. Liz y yo hicimos una entrevista realmente fantástica con las estudiantes de medicina de la UCSF. Liz tiene un hijo y alguien le preguntó a Liz sobre el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Nunca he olvidado lo que dijo: decidió no responsabilizarse por el equilibrio entre la vida laboral y personal en un día determinado o en una semana determinada, sino pensar en ello en paquetes de un año.

Su familia siempre tiene unas excelentes vacaciones familiares en agosto: se toman las últimas dos semanas de agosto y se van a Hawai.

¿Cómo supiste, al llegar a la fundación, que era el camino correcto para ti, que podrías liderar en esa empresa?

Cuando me di cuenta de lo comprometidos y lo ambiciosos que son Bill y Melinda, pensé que, si podía ayudarlos, realmente debería hacerlo. Es tan simple como eso. Y no me han decepcionado. Lampadia




La FIL Lima 2018… Enseña Perú… País maravilloso

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 10 de agosto de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La semana pasada, mientras los audios de la vergüenza seguían calateando a las mafias enquistadas en el Estado, la cara brillante de nuestro país mostró a dos – de las muchas – instituciones ejemplares que nos llenan de orgullo y esperanza. La Feria Internacional del Libro de Lima, y Enseña Perú.

Felicitaciones a la Cámara Peruana del Libro por la extraordinaria organización de la 23 Feria Internacional del Libro de Lima 2018. Los peruanos acabamos de vivir unos días espléndidos donde el gran protagonista fue EL LIBRO. El público – más de medio millón de personas – de todas las edades y regiones, escritores de todos los géneros y estilos, editores nacionales e internacionales, distribuidores… todo el mundo del libro se encontró – y se entretuvo – a lo grande en la FIL Lima 2018. Una fiesta cultural… sensacional.

Por si fuera poco… entre los muchos libros que se presentaron, dos fueron inspirados en la Hermandad del Agua entre Ica y Huancavelica. “AGUAS EN DISPUTA” por María Teresa Oré e Ismael Muñoz. Y “LA HERMANDAD DEL AGUA” por Jaime la Torre.

¡Auditorio repleto! Gente parada porque no quedaban asientos libres. Hubo público que no pudo entrar… por seguridad. ¡Qué satisfacción tan inmensa! La Hermandad del Agua ya no es solo de Ica y Huancavelica… es de todos los peruanos. Así como Ica y Huancavelica nos hemos hermanado a través del agua, toda la Costa debe hermanarse con la Sierra. Reservorios y bosques para que todos tengamos agua… sobre todo en los estiajes. Primero para los de arriba, y luego para los de abajo. Diálogos interregionales basados en el respeto, equidad, justicia, y sostenibilidad. Todo eso – y mucho más – se dijo en la presentación de ambos libros. ¡Alegría y júbilo… total!

Ahora vamos con Enseña Perú. Un movimiento de jóvenes estupendos que creen en el poder de la educación. Confían en el potencial de los peruanos. Optimismo puro. Cero amarguras. Altruismo total. Lo dicen con convicción y entusiasmo: “queremos un país donde todos tengamos la oportunidad de realizar nuestros propósitos y de alcanzar nuestros sueños”. Jóvenes con sensibilidad social… pero sin ideología. ¡Una maravilla!

Hace poco – estos jóvenes ejemplares – me invitaron a un encuentro denominado LATIDO LATINO 2018… MÚLTIPLES VOCES, UN SOLO MOVIMIENTO. Yo participé en un panel con doña Gumercinda Guire, directora de la UGEL de Imaza en la Región Amazonas. Y Araceli Farías, líder del Movimiento Estudiantil Feminista de Chile.

Gumer – así le dicen en su pueblo – es una líder Awajún brillante. Nos dejó – a todos – perplejos con su sabiduría en torno a la educación rural y los poderes de la naturaleza. Araceli, otro portento juvenil – brillante también – nos embelesó con su carisma y temperamento. Yo fui invitado para dar cuenta de cómo los niños y jóvenes de Ica – nuestros Ángeles de la Guarda – eliminaron la epidemia del Dengue en la región. ¡Juventud… divino tesoro!

REFLEXIÓN FINAL: Los personajes purulentos de los audios de la vergüenza son reales… lamentablemente. Pero el Perú es mucho más que esa porquería. El Perú es – también – la FIL Lima 2018. El Perú es Enseña Perú. El Perú es Gumer y la niñez maravillosa de Ica. El Perú es – también – nuestra juventud. El Perú es un país maravilloso. Lampadia




7 ensayos sobre la prosperidad

Los titulares son cada vez más pesimistas, sin embargo, un creciente grupo de influyentes pensadores, que recurren a información sobre los grandes procesos que conforman la vida en el planeta, demuestran, una y otra vez, que la humanidad nunca ha estado tan bien, y solo nuestro pesimismo nos frena de reconocer la realidad y sumarnos a la gesta de la prosperidad, que solo podemos emprender desde el reconocimiento de la realidad y de nuestras capacidades.

A fines del año 2016, cualquiera que haya estado escuchando las noticias probablemente sintió un profundo pesimismo. Naturalmente, el Brexit y la elección de Donald Trump se ceñían sobre muchos. Además, nos deprimimos por la situación en Siria; por la muerte de miles de migrantes en el Mediterráneo; por las pruebas de misiles de Corea del Norte, los ataques terroristas en Niza, Bélgica, Florida, Pakistán y otros lugares, los tiroteos en las escuelas de EEUU, o por el espectro del cambio climático, que nos acecha. Y pocos titulares brindan alguna razón para pensar en los temas más positivos.

Los analistas que nos permiten presentar estos ‘7 Ensayos sobre la Prosperidad’, líderes globales en diversos aspectos, son, gracias a Dios, inmunes a la oscuridad que cotidianamente nos embarga desde la política y los medios de comunicación. Cada uno de los personajes que hemos seleccionado, nos demuestra que la verdad es que nunca ha habido menos hambre, mejor salud y mayor prosperidad: alimentos, pobreza, saneamiento, esperanza de vida, mortalidad infantil, todos estos indicadores y más, han mejorado dramáticamente cada año para una clara mayoría de personas en todo el mundo.

La mejora de la humanidad puede expresarse en términos de crecimiento económico, pero su expresión va mucho más allá. La siguiente lámina nos muestra como, desde 1950, prácticamente todos los países del mundo, han transitado a un estadío de mayores ingresos y de mayor esperanza de vida, que resume muchos aspectos de las condiciones sociales en un solo indicador de los ciudadanos del mundo.

En general, el mundo está mejorando. Esta no es una visión ingenuamente optimista; está respaldada por datos. Por ejemplo, si analizamos la cantidad de niños que mueren antes de su quinto cumpleaños, desde 1990, esa cifra se ha reducido a la mitad. Eso significa que 122 millones de niños se han salvado en el último cuarto de siglo.

Entonces, ¿por qué parece que el mundo está en declive? En parte, se debe a la naturaleza de la cobertura de noticias. Las malas noticias llegan como drama, suceden de pronto, mientras que las buenas noticias son incrementales, son procesos, y no se las consideran de interés periodístico. Es de la naturaleza humana enfocarse en lo malo (peligros) que en lo bueno.

Como afirma Steven Pinker (ver líneas abajo): “La naturaleza humana tiene un sesgo negativo. Somos especialmente sensibles a las pérdidas. Nos interesan más las noticias malas que las buenas. Nos afectan más las críticas de lo que nos animan los elogios. Existen más palabras negativas que positivas. Estamos pendientes de lo que pueda ir mal.”

Vivimos en la época más emocionante de nuestra historia. A medida que avanzamos hacia este futuro, vamos a estar alterando muchas industrias y creando más oportunidades de desarrollo. Para lograrlo, debemos generar la mayor cantidad posible de riqueza en el menor plazo posible e invertir todo lo que podamos en educación, capacitación, innovación y salud.

Para esto, tenemos que eliminar la incompatibilidad actual ente el pensamiento lineal de los políticos actuales y el pensamiento exponencial de los grandes emprendedores que surgen todos los días, y así aprovechar las infinitas oportunidades que nos ayuden a lograr un crecimiento duradero, que financie la agenda social y de gobierno y que genere buen empleo y buenos ingresos para todos los peruanos.

Por eso, en Lampadia queremos destacar los aportes al pensamiento humano de siete personas que mantienen una visión optimista del mundo. Como alguien dijo: “El optimista no es el que cree que los dioses se encargarán de que las cosas salgan bien. El optimista es el ser dispuesto a la acción”.

Nuestra intensión es que podamos salir de esa sensación de incapacidad que nos embarga, y que podamos apostar por una visión positiva de futuro en la que, en nuestro caso, todos los peruanos podamos tener las mismas oportunidades de bienestar. Estos ensayos deben incentivarnos a emprender la ‘Gesta de la Prosperidad’.

El pensamiento de 7 optimistas informados:

        I.            Steven Pinker

Es fácil mirar alrededor y concluir que, aparentemente, todo es horrible, que el mundo se está volviendo menos seguro y más caótico. Sin embargo, Steven Pinker, psicólogo de Harvard, que acaba de publicar una suerte de ‘manifiesto de la prosperidad’, Enlightment Now: The Case for Reason, Science, Humanism, and Progress (Ilustración ahora: El caso de la Razón, Ciencia, Humanismo y Progreso), ha estado discutiendo durante años que esto es una ilusión. En uno de sus libros anteriores, The Better Angels of our Nature, analizó la data y mostró que la violencia ha disminuido constantemente a lo largo de la historia de la humanidad, y que la edad actual es, de hecho, la más segura que hayamos visto.

En su libro, Enlightenment Now, enfatiza este argumento. Pinker hace zoom hacia atrás y examina el “panorama general del progreso humano” desde finales del siglo 18, justo en el momento de la época de la Ilustración. Esto es, básicamente, el período en el que el espíritu de la ciencia explotó en el mundo occidental.

Pinker ofrece datos objetivos y, por tanto, los argumentos para defender un orden de democracia, ley y libertad. Las instituciones democráticas liberales han sido determinantes en el impresionante progreso de la condición humana. Y, como afirma el escritor, la cultura política e intelectual lo oculta. “Porque los progresistas detestan el progreso. Hoy lo que define la percepción del mundo son los titulares y las anécdotas en lugar de los datos y las tendencias. Y además hay una equiparación absurda entre el pesimismo y la sofisticación. Los pesimistas son considerados más serios y moralmente superiores. Tienen prestigio intelectual”.

Pinker destaca los datos sobre educación, alfabetización, riqueza y longevidad para presentar el caso más amplio de que la vida, en general, está mejorando. Así rebate los argumentos distópicos sobre los peligros de la tecnología, especialmente de la inteligencia artificial.

Leer en Lampadia: “Los progresistas detestan el progreso

        II.            Jordan Peterson

Peterson es autor de libros y cientista político, ex profesor adjunto de Harvard y titular en la Universidad de Toronto, Canadá. Su formación es como psicólogo clínico, famoso por grabar sus clases, enfrentarse a la idea del feminismo como motor de la sociedad y atacar a “la izquierda radical”, a quien compara con Mao Tse Tung en medio de discusiones que tienen lugar en el aula. 

Peterson es más que un provocador: viene enfrentando lo que llama “la corrección política” desde los años noventa. Su último libro “12 Rules for Life: An Antidote to Chaos”, propone y comenta una serie de reglas para vivir decentemente. Entre las reglas que propone encontramos desde las clásicas “Siéntate recto y con los hombros hacia atrás” o “Di la verdad… o, al menos, no mientas”, hasta las más rompedoras como “No molestes a los niños mientras practican skate”, pero sobre todo las que destilan puro sentido común, como “Hazte amigo de personas que quieran lo mejor para ti”, “Pon en orden tu casa antes de criticar el mundo” o “Asume que la persona a quien estás escuchando puede saber algo que tú desconoces”.

12 Reglas para la vida. El antídoto del caos

  1. Párese derecho con los hombros hacia atrás
  2. Trátese como si usted fuera alguien a quien tiene la responsabilidad de ayudar
  3. Hagase amigo de personas que quieren lo mejor para usted
  4. Compárese con lo que usted fue ayer, no con lo que otra persona es hoy
  5. No permita que sus hijos hagan nada que le haga odiarlos
  6. Antes de criticar al mundo, ponga su casa en orden perfecto
  7. Persiga lo que es significativo (no lo que es conveniente)
  8. Diga la verdad – o, al menos, no mienta
  9. Suponga que la persona a la que está escuchando, puede saber algo que usted no sabe
  10. Sea preciso en su discurso
  11. No moleste a los niños cuando estén haciendo skate
  12. Acaricie a un gato cuando encuentre uno en la calle

Leer en Lampadia: “De la lucha de clases a la lucha de identidades”.

        III.            Bill & Melinda Gates

Bill & Melinda Gates actúan en pro de los pobres. En su maravilloso afán filantrópico, no solo han donado gran parte de su fortuna, también dedican su tiempo para ayudar a los más necesitados, en los países más pobres. Además, inspiran a otros a hacer lo mismo y, de manera muy importante, siempre transmiten un optimismo desbordante sobre lo que los seres humanos estamos logrando y podemos hacer para ayudar a los demás.

Mientras la mayoría de los titulares se enfoca en lo negativo, ellos ven un mundo que está mejorando, citando, por ejemplo, que el número de niños que mueren cada año se ha reducido a la mitad desde 1990 y cómo se ha reducido la pobreza extrema a casi la mitad en solo 20 años:

Gráficos de su Carta Anual 2017

En su Carta Anual 2018 (la décima), Gates explica que “Ser optimista no consiste en pensar que la vida antes era peor, se trata de saber cómo es que la vida puede mejorar. Y eso es precisamente lo que inspira nuestro optimismo. En nuestro trabajo vemos muchas enfermedades y pobreza —entre muchos otros problemas que deben resolverse -pero también vemos lo mejor de la humanidad. Dedicamos gran parte de nuestro tiempo a aprender de los investigadores que están descubriendo las soluciones más modernas para curar enfermedades; hablamos con dirigentes gubernamentales comprometidos, que apuestan por formas creativas de dar prioridad a la salud y al bienestar de la población mundial, y tenemos la oportunidad de conocer a personas de gran talento y valentía que piensan en nuevos caminos para transformar sus comunidades”.

Leer en Lampadia: “El mundo sigue mejorando

        IV.            Hans Rosling

El doctor Hans Rosling, lamentablemente fallecido recientemente, fue profesor de salud internacional en el Karolinska Institutet de Suecia y creador y director de la Fundación Gapminder, que desarrolló el sistema de visualización de datos Trendalyzer.

Hans Rosling es posiblemente el hombre que mejor ha sabido mostrar estadísticas en una presentación. Su trabajo, continuado ahora por su hijo, Ola, se centra en disipar los mitos sobre el llamado mundo en desarrollo, mostrando cómo se están cerrando las brechas entre los países más ricos y los más pobres. De hecho, la mayoría de los países emergentes están en la misma trayectoria en salud y prosperidad, de los que avanzaqron primero, y muchos países emergentes se están moviendo dos veces más rápido que los desarrollados.

Hans Rosling decía que su tarea era “divulgar aquellos números y bases de datos fundamentales para comprender mejor el mundo”. Explicaba, convencido, que “si el usuario ve sólo los datos en bruto, no entenderá nada. Pero si accede a ellos después de procesarlos, el efecto será muy diferente”. Asegura que los miles y miles de datos que abundan en internet y que reproducen los medios han llevado a que “la gente tenga un montón de ideas preconcebidas sobre nuestro planeta que no corresponden a la realidad”.

Leer en Lampadia: El mundo según Hans Rosling.

        V.            Xavier Sala-i-Martin

Xavier Sala i Martín, es catedrático de Economía de la Universidad de Columbia (NY), asesor económico principal y autor del ‘Global Competitiveness Index del Foro Económico de Davos. Un economista español, carismático y bastante único, que nos acerca a la economía a través del entretenimiento, ya que nos muestra cómo la economía puede ser parte del día a día, cómo no es algo lejano o abstracto, sino algo muy presente en nuestra vida cotidiana.

En su ¿Cuál es el futuro del Capitalismo?, Ray Kurzweil, de Singularity University, cita a Sala i Martin, “El capitalismo no es un sistema económico perfecto. Pero cuando se trata de reducir la pobreza en el mundo, es el mejor sistema económico que jamás ha visto el hombre”.

“El capitalismo nos ha traído muchísimos beneficios. Ha integrado efectivamente los mercados globales y han producido inmensos beneficios para la humanidad en su conjunto, como una gran disminución de la pobreza global y de la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres. En los últimos 40 años se ha duplicado la población mundial y se ha formado una clase media global de 3,000 millones de habitantes y, hoy los más pobres tienen mejores condiciones de vida que nunca antes, con mayor esperanza de vida, mejor alimentación y mejor salud. Se estima que en 20 años podamos superar del todo la pobreza. Como afirmó Xavier Sala-i-Martín, ‘El capitalismo no es un sistema económico perfecto. Pero cuando se trata de reducir la pobreza en el mundo, es el mejor sistema económico que jamás ha visto el hombre’.”

Ray Kurzweil, co-fundador de Singularity University

Tal vez por ser un profesor experimentado, explica con sencillez y presenta ideas complejas en un formato fácil de entender. Aunque hay muchos economistas brillantes, pocos pueden explicar y analizar con facilidad y elocuencia como lo hace el profesor Sala i Martin. Sus presentaciones son reputadas como divertidas y con altas dosis de humor y entretenimiento,  sin dejar el rigor y la seriedad y tienen una gran demanda en el circuito de conferencias global.

XSiM es un gran comunicador, algo muy importante y poco frecuente entre los economistas. Las políticas públicas determinan consecuencias económicas que configuran la calidad de vida de sus pueblos. Los hacedores de políticas, políticos y técnicos, debieran hacer un énfasis especial en ilustrar a los ciudadanos de los pro y contra de las políticas públicas y sobre las relaciones causa-efecto de las mismas.

Leer en Lampadia: La Economía hecha fácil

        VI.            Peter Diamandis

En la actualidad, gracias al ritmo exponencial de crecimiento de la tecnología, los analistas como Diamandis, que trabajan con ellas, en la búsqueda de soluciones que puedan impactar positivamente a mil millones de personas, prevén con mucha confianza, un mejor mañana.

Diamandis, presidente y co-fundador de Singularity University (SU), de Silicon Valley, tiene una visión de un mundo en el que todos tendremos acceso a agua potable, alimentos nutritivos, vivienda asequible, educación personalizada, atención médica de primer nivel, no hay contaminación y hay energía en todas partes. Imagina un mundo de abundancia.

“Creo que, en las próximas décadas, la habilidad de la gente para hacer cosas increíbles va a crecer más y más. Las herramientas que tenemos, con Internet, con la simulación por computadora, con lo que está por llegar en biología, robótica, inteligencia artificial, impresoras 3D, todas estas cosas van a permitir que los individuos y pequeños grupos puedan hacer cosas que antes sólo podían hacer los gobiernos y las grandes empresas”, expresó Diamandis.

De un modo similar, los sistemas computacionales, redes y sensores, la inteligencia artificial, la robótica, la biotecnología, bioinformática, impresión 3-D, nano-tecnología, interfaces hombre-máquina y muchas otras herramientas ahora están avanzando a un ritmo exponencial, permitiendo que pronto, la gran mayoría de la humanidad experimente grandes oportunidades.

En los siguientes gráficos mostramos algunas de las evidencias de abundancia que presenta Diamandis:

Leer en Lampadia: Un mundo de abundancia.

        VII.            Niall Ferguson

El historiador escocés Niall Ferguson es uno de los referentes esenciales del pensamiento liberal-conservador en el mundo anglosajón. Su nuevo libro, titulado La plaza y la torre (The square and the tower), plantea la importancia de las redes de poder de naturaleza horizontal, entendidas como el contrapeso a las estructuras de influencia jerárquica y vertical.

Quizás lo más importante de Ferguson es su capacidad de discernir y criticar con franquesa lo que viene sucediendo en el mundo. Un ejemplo claro es lo que afirmó el historiador británico hace un par de años, en una visita a Chile, después de observar las políticas decimonónicas del gobierno de Michelle Bachelet, donde afirmó que: “Chile es el país más inteligente de la región, pero ahora está ejerciendo su derecho a ser estúpido”.

Entre sus aportes analíticos, Ferguson hace un análisis crítico sobre las seis instituciones que facilitaron la prosperidad en Occidente y lo separaron del resto del mundo. Las presenta como Apps para móviles, en el sentido de que son muy sencillas. Son como iconos; sólo hay que hacer clic. Pero detrás de ese icono, existe un código complejo.

Las ‘Killer Appss’ de Ferguson

1.       Competencia
2.       Revolución Científica
3.       Derechos de Propiedad
4.       Medicina moderna
5.       Sociedad de consumo
6.       Ética de trabajo

Veamos su análisis (transcripción parcial de su presentación en Ted: THE 6 KILLER APPS OF PROSPERITY), en la que explica la Gran Divergencia histórica entre occidente y el este, y como, en nuestros días estamos transitando hacia la Gran Reconvergencia:

“Uds pueden pensar que podemos explicar la Gran Divergencia en términos geográficos. Sabemos que eso es incorrecto porque hemos realizado dos grandes experimentos naturales en el siglo 20 para ver si la geografía importaba más que las instituciones. Tomamos a todos los alemanes, los dividimos aproximadamente en dos, y a los que estaban en el Este les dimos comunismo, y vean el resultado. (…) también se llevó a cabo otro experimento en la Península de Corea: la misma tradición cultural básica, les dimos el comunismo a los del norte, y el resultado fue de una divergencia aún mayor en un periodo muy corto de tiempo que el que ocurrió en Alemania.

Son las ideas. Son las instituciones. 

Traduciré en un lenguaje que puedan comprender. Llamémosle “killer Apps”. Quiero explicarles que existen seis aplicaciones que separan a Occidente del resto del mundo: 

  1. Competencia significa no sólo que hubieron cientos de unidades políticas diferentes en Europa en 1500, sino que dentro de esas unidades, había competencia entre corporaciones así como entre soberanos. El ancestro de las corporaciones modernas, la “City of London Corporation”, existió en el siglo 12. Nada de esto existió en China.
  2. La revolución científica fue diferente de la ciencia que se había alcanzado en el mundo oriental de varias maneras cruciales, la más importante fue que, mediante el método experimental, le dio el control al hombre sobre la naturaleza de una forma que no había sido posible antes. 
  3. Derechos de propiedad: esto no es democracia, señores; es tener la regla de la ley basada en derechos de propiedad privados. Eso es lo que hace la diferencia entre América del Norte y América del Sur. 
  4. La medicina moderna a finales del siglo 19 comenzó a tener grandes avances en contra de enfermedades infecciosas que mataban a muchas personas. 
  5. La sociedad de consumo es lo que se necesita para que la Revolución Industrial tenga un objetivo. Se necesitan personas que quieran usar cientos de ropas. La sociedad de consumo impulsa el crecimiento económico más que el cambio tecnológico en sí.
  6. La ética del trabajo. Max Weber pensó que era algo peculiarmente protestante. Y se equivocaba. Cualquier cultura puede tener ética del trabajo si las instituciones están ahí para crear un incentivo al trabajo. 

Esta es la Gran Reconvergencia, y esta es la historia más grande de sus vidas. Debido a que están viendo cómo ocurre. Nuestra generación es testigo del final de la predominancia occidental. El estadounidense promedio solía ser 20 veces más rico que el chino promedio. Ahora sólo lo es 5 veces más, y pronto será de solo 2.5 veces.”

Leer en Lampadia: 6 instituciones que facilitaron la prosperidad en Occidente

Queremos terminar este ensayo con la definición de la civilización (occidental) de Winston Churchill, citada por Niall Ferguson:

“Significa una sociedad basada en la opinión de los ciudadanos. Significa que la violencia, el gobierno de guerreros y jefes despóticos, las condiciones de los campamentos y de la guerra, de la sublevación y la tiranía, dan lugar a Parlamentos donde se hacen las leyes, y a tribunales de justicia independientes en los que dichas leyes se mantienen durante largos periodos. Esto es la Civilización, y en su suelo crecen continuamente la libertad, el confort y la cultura. Cuando la Civilización reina en un país, se permite a la gran masa de la población una vida más amplia y menos agobiada.” Winston Churchill, 1938.

Lampadia




La economía global mejora y nos trae oportunidades

La economía global mejora y nos trae oportunidades

La economía mundial está disfrutando de una “recuperación sincronizada” según Martin Wolf, del Financial Times. El resultado de la economía mundial en 2017 fue significativamente mejor que el año anterior. Según las previsiones del Banco Mundial, es probable que el crecimiento económico mundial alcance el 3.6 % en 2017, ya que las economías de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón mostraron claros signos de mejora en el tercer trimestre con una tasa de crecimiento del 2.5 %, 2 % y casi 2 %, respectivamente.

Impulsado por la recuperación económica de los países desarrollados, el comercio y la inversión mundial han entrado en una nueva fase y la Organización Mundial del Comercio espera que la tasa de crecimiento del comercio mundial alcance el 3.2 % en 2017.

Pero aun cuando la economía mundial muestra todos los signos de una recuperación, la antiglobalización y el proteccionismo comercial siguen siendo las dos principales amenazas que causan gran preocupación y tienen el potencial de dañar el desarrollo de la economía y el comercio mundiales.

Por otro lado, una visión un poco optimista de Wolf afirma que: “Uno podría tener esperanzas de que, a medida que la economía mundial se recupere y que el optimismo acerca del futuro se arraigue, la destemplanza de la política en tantos países comience a sanar. Esto también podría comenzar a restablecer la confianza en las élites políticas y económicas. Eso podría hacer que la política fuera menos belicosa y más consensuada. También podría alejar el debate de los extremos más salvajes del populismo.”

El mayor crecimiento económico global es, sin embargo, una oportunidad para los países emergentes y en desarrollo, que actualmente están sufriendo por una desaceleración en la tasa potencial de crecimiento, principalmente debido a un debilitamiento en el crecimiento de la productividad.

Ya hemos comentado (En busca del tiempo perdido – ¡Ahora!) la tragedia que significa para el Perú, estar perdiendo estos años tan propicios para afirmar un desarrollo integral y sostenible. El siguiente artículo de Wolf debe ayudarnos a rteaccionar. No podemos seguir en esta suerte de inercia mazamorrera. Lampadia

Aunque la política no ayuda, la economía mundial mejora

Aun así continúa siendo vulnerable a las crisis financieras, a los choques inflacionarios y a la guerra

Martin Wolf
Financial Times
9 de enero, 2018
Traducido y glosado por
Lampadia

Con el inicio de 2018, el mundo presenta un contraste entre su deprimente política y la mejora de la economía. ¿Es probable que esta divergencia se mantenga indefinidamente? ¿O es probable que la una abrume a la otra? Y, de ser así, ¿la mala política arruinará la economía o una buena economía curará la mala política?

Podemos identificar varias amenazas al orden político global cooperativo. La presidencia de Donald Trump, un nacionalista belicoso con limitado compromiso con las normas de la democracia liberal, pone en peligro la coherencia de Occidente. El autoritarismo está resurgiendo y la confianza en las instituciones democráticas disminuye en casi todas partes. Mientras tanto, gestionar un mundo interdependiente exige la cooperación entre los países poderosos, en particular EEUU y China. Lo peor de todo es que los riesgos de un conflicto abierto entre estas dos superpotencias son reales.

Y, sin embargo, la economía mundial hierve, al menos comparado con los estándares de la última década. Según las previsiones de consenso, el optimismo sobre las perspectivas de crecimiento de este año ha mejorado sustancialmente para EE.UU., para la eurozona, para Japón y para Rusia. El consenso también pronostica un crecimiento global, de 3,2% el próximo año (a precios de mercado), levemente por encima de la elevada tasas de 2017.

El economista Gavyn Davies es aún más optimista. Según su opinión, el consenso todavía está rezagado en relación con los números trimestrales excepcionalmente sólidos identificados en los nowcasts (pronósticos a corto plazo). Él anticipa revisiones al alza de los pronósticos. E incluso argumenta que la actividad mundial actualmente está creciendo a una tasa anualizada de alrededor del 5% (medida a paridad del poder adquisitivo, lo cual eleva las tasas del crecimiento mundial en cerca de medio punto porcentual por encima de la expansión a precios de mercado).

Esto también representaría más de un punto porcentual por encima del crecimiento tendencial. En vista de ello, esta tasa es insostenible. Una respuesta optimista podría ser que los pronosticadores subestimaron la tendencia. Más importante aún, la inversión está desempeñando un destacado papel en la generación de una demanda más fuerte, particularmente en la eurozona. A su vez, una demanda más fuerte impulsa una mayor inversión. En la segunda mitad de 2017, señala el Davies, la inversión en EE.UU., en la eurozona y en Japón aumentó a tasas reales anualizadas trimestrales de entre 8% y 10%, un resultado mucho mejor a lo observado desde 2010. Definitivamente es concebible un círculo virtuoso de crecimiento rápido que impulse un crecimiento potencial más rápido.

Si esta tasa de crecimiento resulta insostenible, la pregunta es si llegará a su fin sin problemas o con contratiempos. Los riesgos de los contratiempos son importantes, dados los elevados niveles de deuda y los altos precios de los activos, especialmente el de las acciones estadounidenses.

Mientras tanto, felizmente, la inflación continúa siendo moderada, y las tasas de interés reales y nominales bajas. Por el momento, estas últimas condiciones hacen que la deuda sea más soportable y que los elevados precios de los activos sean más razonables. Sin embargo, la interrupción podría fácilmente llegar, quizá por una inflación más elevada o por dudas acerca de la solvencia de los grandes deudores. También podría surgir del colapso de los precios de los activos sobrevalorados o de la agitación en los sobrecargados mercados de deuda. Si las economías comenzaran a desacelerarse sustancialmente, el margen para maniobrar en asuntos de política monetaria o fiscal de los países de altos ingresos parecería pequeño.

Sin embargo, tal como lo argumenté hace un año, estas disrupciones económicas tan grandes son eventos raros. Sorprendentemente, la economía mundial ha crecido cada año desde principios de la década de 1950. Además, se ha expandido por menos del 2% (medido a paridad del poder adquisitivo) durante sólo cinco años desde entonces: 1975, 1981, 1982, 1991 y 2009.

¿Qué ha creado desaceleraciones agudas (y generalmente inesperadas)? La respuesta es: las crisis financieras, los shocks inflacionarios y las guerras. La guerra es el mayor riesgo político para la economía. A principios del siglo XX, pocos europeos se imaginaban la devastación económica y social que les esperaba en el futuro. Una guerra nuclear podría ser dos órdenes de magnitud más destructiva.

Las guerras entre los productores de petróleo también han sido extremadamente disruptivas: consideremos las dos crisis petroleras de la década de 1970. Una guerra entre Irán y Arabia Saudita podría ser realmente devastadora. La política, y por lo tanto las políticas, también desempeñan un papel dominante en la generación de inflación y de los consiguientes shocks de desinflación. La política también impulsa el proteccionismo y la liberalización financiera irresponsable. En general, los riesgos de las políticas disruptivas podrían ser mayores actualmente de lo que han sido en décadas.

La política también moldea las políticas a más largo plazo que determinan el desempeño de las economías. Sabemos que las políticas a menudo están lejos de ser todo lo favorables al crecimiento compartido y sostenible que podrían serlo. Ni la idea de la derecha de que lo único necesario es reducir los impuestos y las regulaciones, ni la opinión de la izquierda de que un Estado más intervencionista resolvería todo tiene sentido. Reavivar el dinamismo representa un desafío.

Sin embargo, también es posible tener una perspectiva más optimista. La mala política de hoy en día es el resultado, en gran parte, de la mala economía del pasado, particularmente del malestar de la poscrisis en los países de altos ingresos y del impacto del colapso subsiguiente del precio de las materias primas en numerosos países emergentes y en desarrollo. Uno podría tener esperanzas de que, a medida que la economía mundial se recupere y que el optimismo acerca del futuro se arraigue, la destemplanza de la política en tantos países comience a sanar. Esto también podría comenzar a restablecer la confianza en las élites políticas y económicas. Eso podría hacer que la política fuera menos belicosa y más consensuada. También podría alejar el debate de los extremos más salvajes del populismo.

Por algún tiempo, entonces, la economía y la política pueden ir por caminos separados. Sin embargo, a largo plazo las preguntas deben ser si la economía fracasará por sí sola, si la política terminará arruinando a la economía o, si la economía curará a la política. Esperemos que la respuesta sea la última. Ésa es una opción por la que vale la pena luchar. Lampadia




“LOS PROGRESISTAS DETESTAN EL PROGRESO”

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El optimismo debe impulsarnos a una sociedad sin enfermedades

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2017: Fundamentals y limitaciones políticas

Muchos fueron los que en el Perú, en un ejercicio de optimismo, dieron por sentado que en el segundo semestre del 2016 empezaría a recuperarse la economía y a marcarse el norte hacia un bicentenario que nos acerque al desarrollo integral y a la OCDE.

Lamentablemente, el año terminó en una nota bastante pesimista; la inversión privada siguió cayendo, la demanda interna creció en un deleznable 1%, el déficit fiscal aguó la fiesta del gasto público, los conflictos sociales se ‘crecieron’ y la política se enredó en destructivos dimes y diretes.

Fuente:  rpp.pe

Pero finalmente, ni el optimismo ni el pesimismo describen correctamente la realidad, ni nos permiten auscultar nuestras capacidades para construir un mucho mejor 2017. Veamos algunos fundamentals  sobre los que podríamos construir un año de realizaciones positivas, a pesar de las nada propicias condiciones internacionales.

  • El Perú ya demostró su capacidad de generar crecimiento económico detrás de la dinamización de la inversión pública y privada.
  • La inversión pública y privada, originada mayormente por el crecimiento de la inversión minera, generaron efectos colaterales muy importantes en el sector público, a través del canon minero y; en el sector privado, a través de importantes encadenamientos productivos con los sectores de manufactura, construcción, transporte y servicios, entre otros.
  • La parálisis y debilitamiento de la inversión del sector minero no es consecuencia directa de la disminución de los precios de los metales, pues el Perú es un país polimetálico y de costos muy competitivos, y varios de los proyectos paralizados tienen costos hundidos que mejoran las ecuaciones económicas de los proyectos.
  • Los problemas de la inversión minera se deben a la creciente conflictividad (política) social, que ningún gobierno ha querido o sabido enfrentar.
  • La perspectiva internacional de la demanda de metales a mediano plazo es positiva.
  • Además del potencial de inversión minero, tenemos grandes espacios de desarrollo en energía, forestería, agro-exportaciones, pesca y turismo, entre otros.
  • Tenemos una pujante clase media emergente que muestra buenos niveles de resistencia ante ciclos económicos débiles.
  • Se ha dinamizado la producción y los ingresos del sector rural en general y del sector agrícola en particular, como lo demuestra Richard Webb en La Revolución de la Agricultura.
  • Se ha acumulado una importante experiencia institucional en el nivel de gestión de varios gobiernos sub-nacionales. Lamentablemente no aun, en dos de las regiones de mayor potencial, Cajamarca y Arequipa; donde Gregorio Santos a pasado a exportar sus ‘ideas muertas’ a otras regiones y Yamila Osorio ha borrado el proyecto de Tía María del rol de inversiones.

Evidentemente, la lista de las cosas por hacer en educación, salud, infraestructuras, instituciones y tecnología es más larga que la de los pilares sobre los que se puede construir una base sólida de crecimiento, pero sin crecimiento económico no se puede lograr ni lo uno ni lo otro.

Por lo tanto, podemos afirmar que el análisis de lo que hay que hacer para recuperar el brío de la nación está claro, veamos:

  1. Tenemos que priorizar la inversión, pública y privada. Tenemos que revalorar la inversión minera con sus importantes impactos colaterales.
  2. Tenemos que enfrentar y superar la conflictividad social.
  3. Tenemos que explicar al país, in-extenso, los tres temas anteriores y generar un eco positivo a la inversión en general, a la inversión minera en particular y mayor comprensión de los concomitantes de la conflictividad.

Sin embargo, aparentemente, los políticos no tienen oídos ni manos para actuar en consecuencia.

Fuente: media.dumpert

¿Qué hacer entonces?  

Pues no esperar que los políticos lideren la indispensable ‘gesta por el desarrollo integral’. Tenemos que ser los miembros de la sociedad civil los que asumamos el reto de comunicar a la población de dónde venimos, qué tenemos, qué podemos lograr y qué tenemos que hacer.

Llenemos los espacios de comunicación social para comunicar la buena nueva de un país que no tiene límites para crecer y que solo necesita que su clase dirigente pase a la ACCIÓN.

No dejemos nuestro país a medio construir. Si emprendemos el reto, pronto nos seguirán los demás, incluso los medios y los políticos. ¡Acción Ahora! Lampadia 




Habilidades blandas: la clave para los trabajos del futuro

En Lampadia insistimos en que la educación de nuestros niños requiere un “salto cuántico”, o un “Big Bang”, como se propuso en CADE 2014 en la presentación de la “Visión del Perú al Tercio de Siglo” y en los consejos de Lant Pritchett, Presidente de la Maestría en Políticas Públicas del programa de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard para el Desarrollo, en el mismo evento, respectivamente.

Ahora queremos recalcar un tema muy importante: el desarrollo de habilidades para el siglo XXI. Uno de los puntos clave en los empleos del futuro son las habilidades blandas.  Es un término sociológico, relacionado con el cociente de inteligencia emocional, y trata sobre los rasgos de personalidad, habilidades sociales, comunicación, trabajo en equipo, lenguaje, pensamiento crítico, hábitos personales, amistad y optimismo que caracteriza a las relaciones con otras personas. Éstas habilidades les brindan a las personas la capacidad de interactuar efectivamente con colegas y clientes y son de aplicación general, tanto dentro como fuera del lugar de trabajo.

Las universidades también están haciendo un esfuerzo por enseñarlas

Fuente: Universia.cl

Las habilidades blandas serán muy cotizadas en el futuro venidero, especialmente con el avance de la automatización y la cuarta revolución industrial. Se complementarán con las habilidades duras, que son las exigencias profesionales de un trabajo y conocimientos más académicos o cognitivos que, cada vez más, están al alcance de un a tecla.

El libro ‘The Rise of the Robots’ de Martin Ford, reseñado en Lampadia en: El inexorable ascenso de los robots, refleja la creciente ansiedad sobre el posible impacto negativo de la automatización en el empleo, desde la fabricación hasta los servicios profesionales. El subtítulo de la edición del Reino Unido advierte sobre “la amenaza del desempleo masivo” y, la edición de EEUU, prevé “un futuro sin empleo”.

Por eso, consideramos importante compartir con nuestros lectores la siguiente publicación del Foro Económico Mundial que nos plantea un nuevo reto de la educación: incluir la formación de habilidades blandas además de las enseñanzas académicas y matemáticas. El estudio en que se basa este artículo concluye que los trabajadores que combinan con éxito las habilidades matemáticas e interpersonales en las economías basadas en el conocimiento del futuro encontrarán oportunidades gratificantes y lucrativas. Lampadia

Los Trabajos del Futuro – y dos habilidades que necesitas para tenerlos

Matteo Achilli (R) works with one of his assistants in his office in Formello, north of Rome July 25, 2013. Achilli, dubbed the Italian Zuckerberg by Panorama Economy, is the 21-year-old founder of Egomnia, a social network created to match companies looking to hire graduate job seekers. According to Achilli, Egomnia, which was founded in February 2012, has around 100,000 users, about 600 multinational companies in Italy as clients and a 2013 sales volume of about 500,000 euros. Picture taken July 25, 2013

 ¿Podría un robot hacer tu trabajo? Fuente: Reuters

Simon Torkington

World Economic Forum (Foro Económico Mundial)

02 de setiembre, 2016

Traducido y glosado por Lampadia

¿Podría un robot hacer tu trabajo? Millones de personas que no vieron venir la automatización pronto la descubrirán de una manera dolorosa. La respuesta es rotundo sí.

El estudio del Foro Económico Mundial, El Futuro del Empleo, prevé que 5 millones de puestos de trabajo se perderán antes del 2020, a medida que la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología y otros factores socioeconómicos reemplazarán la necesidad de trabajadores humanos.

Fuente: Reuters

La buena noticia es que esos mismos avances tecnológicos también crearán 2.1 millones de nuevos puestos de trabajo. Pero es probable que los obreros y empleados que se encuentren sin trabajo no tengan las habilidades necesarias para competir por los nuevos puestos. La mayoría de los nuevos puestos de trabajo estarán en áreas más especializadas como la informática, matemáticas, arquitectura e ingeniería.

Se insta a los gobiernos y los empleadores de todos los sectores de la economía a re-entrenar y ‘re-habilitar’ a los trabajadores para evitar una crisis.

“Sin una acción urgente y enfocada hoy, para gestionar la transición a corto plazo y construir una fuerza de trabajo con habilidades para el futuro, los gobiernos tendrán que hacer frente a un creciente desempleo y desigualdad, y las empresas a una base disminuida de consumidores,” dijo Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial.

Nuevas habilidades para nuevas economías

Entonces, ¿qué habilidades deben adquirir los trabajadores para asegurarse de tener valor cuando la ‘cuarta revolución industrial’ acelere su ritmo? Algunos se sorprenderán al enterarse que las habilidades que desarrollamos durante la enseñanza preescolar serán muy valoradas.

David Deming, profesor asociado de Educación y Economía de la Universidad de Harvard, sostiene que las habilidades blandas como el intercambio y la negociación serán cruciales. Dice que el lugar de trabajo moderno, donde las personas se moverán entre diferentes funciones y proyectos, se asemejará mucho a las aulas preescolares, donde aprendemos habilidades sociales como la empatía y la cooperación.

Deming ha mapeado las cambiantes necesidades de los empleadores e identificado las habilidades clave que serán necesarias para prosperar en el mercado laboral del futuro próximo. Junto con esas ‘habilidades blandas’ (soft skills), la capacidad matemática será enormemente beneficiosa.

Los puestos de trabajo basados en una sola habilidad están en declive

Deming muestra que en los últimos años, se han automatizado muchos trabajos que solo requieren habilidades matemáticas. Los cajeros de bancos y estadísticos han sufrido. Los roles que requieren predominantemente habilidades sociales (por ejemplo, trabajadores al cuidado de niños,) tienden a estar mal pagados dado que la oferta de potenciales trabajadores es muy grande.

El estudio muestra que los trabajadores que combinan con éxito las habilidades matemáticas e interpersonales en las economías basadas en el conocimiento del futuro encontrarán muchas oportunidades gratificantes y lucrativas.

Reenfocando la educación de habilidades

El reto ahora, dice Deming, es que los educadores complementen sus enseñanzas de habilidades técnicas como las matemáticas y la informática, enfocándose en asegurar que los trabajadores del futuro tengan las habilidades blandas para competir en el nuevo mercado de trabajo.

Lampadia

 




¿Qué pasaría si… pudiéramos desarrollar un mundo mejor?

¿Qué pasaría si… pudiéramos desarrollar un mundo mejor?

Hace unos días, Sue Desmond-Hellmann (directora general de la Fundación Bill y Melinda Gates) publicó su visión de los objetivos de la Fundación: “Desde el principio, Bill y Melinda querían que su fundación sea una organización de aprendizaje; una que evoluciona y se perfecciona basándose en la evidencia. Queremos volvernos continuamente más inteligentes”.

Ella tiene encomendada la difícil (y muy importante) tarea de ayudar a averiguar dónde y en qué objetivos debería invertir la mayor fundación privada en el mundo. Para esto, tiene que hacerse constantemente la pregunta: “qué pasaría si…”.

Dr. Susan Desmond-Hellmann, CEO de Bill & Melinda Gates Foundation – The New York Times

Su mayor dificultad son las cambiantes expectativas. Algunas personas siempre consideraron que la pobreza global era inevitable, intratable e imposible de mejorar. Y por eso es que su mayor logro es mantener el optimismo de la Fundación, al igual que su sentimiento de propósito, urgencia y uso de la información analítica para lograr el cambio de las expectativas que llevan a grandes logros en el desarrollo mundial. Esto se puede observar en temas como haber invertido en una vacuna contra la meningitis en el África subsahariana que ha aumentado la oportunidad de luchar contra las muertes a causa de la meningitis, las inversiones para eliminar la poliomielitis, las inversiones que han permitido disminuir notablemente los incidentes de malaria, el Sida, la tuberculosis, la salud materno-infantil, etc.

Uno de los principales enfoques, particularmente notable para Sue Desmond-Hellmann, es la disposición de la Fundación para invertir en investigación y desarrollo en distintos proyectos en sus etapas más tempranas. Ellos están dispuestos a invertir en la biología – en la comprensión de la inmunología o una nueva edición de genes, en nuevas formas de producir rápidamente vacunas para enfermedades infecciosas – principalmente porque su objetivo no es la ganancia económica, sino mejoras para el mundo. Tienen una visión a muy largo plazo y pueden asumir riesgos en la inversión de I + D. El segundo enfoque es la voluntad de trabajar con el sector privado, lo cual les permite conectarse con todo el intelecto y capacidades que tiene el sector privado.

Líneas abajo compartimos la primera carta de Sue Desmond-Hellmann, explicando sus mayores objetivos, logros y situaciones de aprendizaje en sus dos años como CEO de la Fundación Bill & Melinda Gates.

Qué pasaría si…

Una carta de la directora general de la Fundación Bill y Melinda Gates

Por Sue Desmond-Hellmann

Publicada en GatesNotes

26 de Mayo de 2016

Traducida y glosada por Lampadia

 

Una pregunta que une a todos los que trabajan en la Fundación Gates es: ¿Qué pasaría si?

¿Qué pasaría si las enfermedades infecciosas ya no pudieran hacer estragos en las comunidades pobres? ¿Qué pasaría si las mujeres y las niñas en todas partes estuvieran empoderadas para transformar sus vidas? ¿Qué pasaría si todos los niños – especialmente los más pobres – tuvieran la misma oportunidad de alcanzar su máximo potencial?

Desde hace más de 15 años, la Fundación Gates ha estado imaginando lo que es posible. Nuestra creencia de que todas las vidas tienen el mismo valor guía todo lo que hacemos para erradicar la pobreza y aumentar la oportunidad para que las personas a quienes servimos.

Fundación Gates
Como director general de la Fundación Gates, he tenido el privilegio de viajar por todo el mundo para cumplir con nuestros beneficiarios y aliados. Aquí estoy visitando a Dhanmatia Devi y a sus hijos, en su casa en el distrito de Patna Bihar, India, y a los estudiantes visitantes en White Center Heights Elementary School en Seattle, WA.

A lo largo de mi carrera, incluyendo 14 años de Genentech, he buscado enlazar la atención médica y la innovación. Me uní a la Fundación Gates como CEO hace dos años. He estado aquí el tiempo suficiente como para reflexionar, pero todavía pienso en mí misma como una recién llegada.

No puedo cubrir todos los temas, pero esta carta tiene la intención de deshacer parte de esa falta de claridad mediante el intercambio de ejemplos de nuestro trabajo, incluyendo algunos que pueden no ser tan conocidos.

Algunas iniciativas están funcionando mejor de lo que pensábamos. Otras muestran posibilidades que pueden resultar sorprendentes. También hemos tenido que corregirnos cuando hemos tenido problemas para abordar problemas complejos.

Quiero que esta carta sea el inicio de un nuevo diálogo con nuestros socios, seguidores y compañeros optimistas sobre el estimulante reto y lección de humildad que es navegar por el camino a la posibilidad.

Nuestra misión: inspirar a las personas a tomar medidas para cambiar el mundo. Sabemos que nuestros recursos no son suficientes, por lo que trabajamos para cambiar las políticas públicas, las actitudes y comportamientos para mejorar la vida.

Fundación Gates

Nuestra misión: asegurarnos de que más niños y jóvenes sobrevivan y se desarrollen. Creemos que el camino para salir de la pobreza comienza cuando la próxima generación pueda tener acceso a atención médica de calidad y a una gran educación.

Fundación Gates

Nuestra misión: Capacitar a los más pobres, especialmente mujeres y niñas, a transformar sus vidas. Creemos que al dar a la gente las herramientas para llevar una vida saludable y productiva, podemos ayudarlos a salir de la pobreza.

Fundación Gates

Nuestra misión: luchar contra las enfermedades infecciosas que afectan especialmente a los más pobres. Creemos que podemos salvar vidas mediante la entrega de lo último en ciencia y tecnología a las personas con mayores necesidades.

Fundación Gates

Nuestra misión: inspirar a las personas a tomar medidas para cambiar el mundo. Sabemos que nuestros recursos no son suficientes, por lo que trabajamos para cambiar las políticas públicas, las actitudes y comportamientos para mejorar la vida.

Como fundación, nos alineamos nosotros y nuestras estrategias para lograr objetivos globales compartidos. Igualmente, nos presionamos para adaptarnos a un mundo cambiante y hacer frente a los nuevos desafíos. Pandemias como el virus Zika, por ejemplo, nos obligan a que trabajemos de forma rápida con nuestros socios en la cara de urgencia. Queremos ir más rápido y más lejos que nunca.

Eso significa tomar riesgos que otros no pueden o no quieren. También significa partir de lo que sabemos y enfocar los problemas de nuevas maneras. Por ejemplo, he comenzado a explorar lo que puede suceder cuando los principios de la medicina de precisión se aplican al campo de la salud pública.

Por encima de todo, todo lo que hacemos depende de la asociación y todos tenemos que aprovechar nuestros puntos fuertes. Cada vez más, la fuerza de la Fundación Gates se manifiesta como la capacidad de unir a la gente.

Nuestro liderazgo de alto nivel dedica una parte importante de su tiempo en la construcción de relaciones con el desarrollo de los países donantes y gobiernos, organismos internacionales de desarrollo, empresas privadas e instituciones académicas, así como otras organizaciones no lucrativas y entidades filantrópicas. 

Para que funcionen los programas, se perfeccionen y se despliegan las herramientas y cambien los comportamientos, también tenemos que entender el contexto local. Los socios locales son fundamentales para la creación y la demostración de enfoques innovadores que se basen en las realidades locales.

Queremos todos los puntos de vista (y todas las soluciones posibles) en la mesa. Ninguno de nosotros quiere blindar cualquier vía para impactar.

Luchando contra el Tabaco

Más de mil millones de personas utilizan productos de tabaco en todo el mundo. Son los únicos productos de consumo que van a matar a la mitad de todos los usuarios. Casi 6 millones de personas mueren de enfermedades relacionadas con el tabaco cada año, incluyendo más de 600,000 fumadores que están expuestos al humo de segunda mano. Si las tendencias actuales persisten, la epidemia del tabaco podría matar a más de 8 millones de personas cada año al 2030 – 80% de ellas en países en desarrollo.

La sorprendente historia de un parásito repugnante

También damos prioridad a lo que se llaman las enfermedades tropicales desatendidas (ETD), que, históricamente, han atraído poca atención y financiación de los donantes. Sin embargo, más de mil millones de personas en los países en desarrollo sufren de uno o más efectos del ETD, lo que hace de los esfuerzos conjuntos para combatir las ETD la mayor intervención médica en la historia- y al mismo tiempo, la menos conocida.

LA IMPORTANCIA DE TENER ESTADÍSTICAS VITALES

LA ENFERMEDAD DEL SUEÑO: UN ATAQUE EN 3 FRENTES

Imagínese lo que es posible

Por último, déjenme contarles sobre Haliru Usman.

Usman es un funcionario de salud ambiental en Nigeria que recoge muestras de aguas residuales para que puedan ser probadas para el virus de la polio. Me encontré con él durante su visita el estado de Kaduna para aprender acerca de la vigilancia de enfermedades, una de las innovaciones necesarias  más críticas para el objetivo global de la erradicación de la polio.

Haliru Usman
Funcionario de salud ambiental, Haliru Usman, probando las aguas residuales para el virus de la polio en Nigeria.

Él estaba en lo correcto. Nigeria alcanzó el hito de un año sin polio un mes después de mi visita. Por primera vez en la historia, todo el continente africano tuvo un año completo sin un niño paralizado por el poliovirus salvaje.

Este progreso es el resultado de décadas de arduo trabajo de la Iniciativa de Erradicación Mundial (IMEP). Mucho antes de que la fundación se involucrara, los miembros de la GPEI estaban en la vanguardia, trabajando para poner fin a la enfermedad. Hoy en día, los avances contra la poliomielitis son simplemente una cosa de belleza.

A medida que el mundo se centra en las últimas fronteras de la erradicación de la polio, Pakistán y Afganistán, nos encontramos nuevamente preguntándonos: ¿Qué pasaría si?

Erradicación de la polio África

¿Qué pasaría si canalizamos ña mejor ciencia y tenología, promovemos asociaciones y movilizamos héroes y trabajadores de la salud como Usman, para lograr una visipon que se está haciendo durante décadas?

Es un honor trabajar con tantas personas dedicadas a responder esa pregunta.

La erradicación de la polio significará la desaparición de uno de los más antiguos flagelos de la humanidad, y también que hemos creado las bases para hacerlo con otras enfermedades.

Nosotros creemos que lograr esa visión, la de eliminar la polio, que empezó como un objetivo audaz es completamente posible. Miren a donde hemos llegado. Y mientras nos levantamos juntos para enfrentar otras metas globales, imagínense todo lo que podemos avanzar.

Lampadia