1

Voto Electrónico: De ninguna manera

Voto Electrónico: De ninguna manera

Además de los países que han prohibido el uso del voto electrónico, ahora Holanda, a puertas de una elección muy importante, acaba de desechar el uso del software para contabilizar la votación.

Holanda a decidido cuidarse de los hackers, internos y externos (explicitamente de Rusia, que habría manipulado las elecciones estadounidenses). Esto demuestra la vulnerabilidad de los sistemas de software más sofisticados.

Fuente: The Indian Express

Hace 3 años, alertamos al país sobre la inconveniencia de usar el voto electrónico. Nuestra recomendación se basó en las limitaciones técnicas de seguridad y en la eventual manipulación política del voto de poblaciones que reciben apoyo social de manos de funcionarios del Estado, en efectivo y en especie. Ver en Lampadia: No al voto electrónicoEl voto electrónico es inaceptable para el PerúNo más voto electrónico y La peligrosa campaña por el voto electrónico.

Increíblemente, la primera declaración del nuevo jefe de la ONPE, Adolfo Carlo Magno Castillo Meza, fue sobre la universialización del voto electrónico para las próximas elecciones.

Desde estas páginas, hacemos un nuevo llamado al país, especialmente a los parlamentarios, para que no permitan que el Perú cometa tremendo error, qe puede, eventualmente, causar una crisis de legitimidad.

Holanda contará sus votos a mano 

Los ministros no quieren repetir la controversia entre Estados Unidos y Rusia en la encuesta de marzo, en la que el partido de extrema derecha de Geeert Wilders tiene altas posibilidades de llegar al poder.

El líder holandés de extrema derecha Geert Wilders con su contraparte francesa Marine Le Pen.
La elección holandesa en marzo da inicio a un año de elecciones clave en Europa
Fuente: Michael Probst / AP

The Guardian
Agence France-Presse
2 de febrero de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Las autoridades holandesas contarán a mano todos los votos emitidos en las elecciones generales del próximo mes, descartando el uso de software informático “vulnerable” para frustrar cualquier intento de hacking cibernético, dijo un alto ministro.

“No puedo descartar que los actores estatales puedan tratar de beneficiarse de influir en las decisiones políticas y la opinión pública en Holanda”, dijo el ministro del Interior Ronald Plasterk en una carta al Parlamento el miércoles.

El 15 de marzo, Holanda da inicio a un año de elecciones cruciales en Europa, que serán vigiladas de cerca por el surgimiento de partidos de extrema derecha y populistas en el continente.

Fuente: The Guardian

Los funcionarios holandeses ya están en alerta de cualquier señal de posible hacking informático tras las denuncias de agencias de inteligencia estadounidenses de que Rusia podría haber intervenido en las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos para ayudar a asegurar la victoria de Donald Trump. 

Plasterk dijo al parlamento que los temores sobre “las vulnerabilidades del software” utilizado por el comité electoral del país “habían planteado dudas sobre si las próximas elecciones podían ser manipuladas”.

Insistió en una carta a los diputados de que “no debería haber ninguna duda sobre los resultados” de las encuestas parlamentarias, que algunos analistas predicen podría dar lugar a una coalición de cinco partidos.

Por lo tanto, el Ministerio del Interior y el comité electoral decidieron “contabilizar los resultados basándose en un recuento manual”.

Plasterk dijo a la emisora ​​RTL que posibles actores externos incluían a Rusia. “Ahora hay indicios de que los rusos podrían estar interesados, para las siguientes elecciones debemos recurrir a los viejos métodos de lapicero y papel”, dijo.

Los holandeses anotarán sus votos en papel, que se contabilizarán a mano localmente. Sin embargo, la clasificación regional y nacional de los votos se realiza electrónicamente.

Unos 12.6 millones de votantes holandeses votarán para inaugurar una nueva cámara baja de parlamento de 150 asientos, con unos 31 partidos que se han registrado hasta ahora para presentar candidatos. El comité electoral decidirá el viernes cuántos a partidos se les permitirá participar.

El diputado de extrema derecha anti-islamista, Geert Wilders, y su Partido de la Libertad (PVV, por sus siglas en holandés) llevan meses liderando las encuestas de opinión, dejando en segundo lugar al Partido Liberal (VVD, por sus siglas en holandés) del primer ministro Mark Rutte.

Un total de sondeos pronosticó el miércoles que Wilders surgirá como el partido más grande con 27-31 escaños, con el partido de Rutte reuniendo sólo 23-27 escaños -ambos muy por debajo de la mayoría de 76 asientos necesaria. Tal resultado presagiaría un período de intensas negociaciones para formar el próximo gobierno. Lampadia




No más voto electrónico

No más voto electrónico

Por primera vez en las elecciones generales pasadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) impuso el uso del voto electrónico. Pretendió que se aplicara para tres millones de votantes en Lima, y tuvo que retroceder, días antes de la elección, a menos de 700,000 personas. Aún así, la reorganización de locales y número de votantes por mesa originó un tremendo caos del que muchos huyeron sin votar y otros no alcanzaron a hacerlo por las interminables colas. No se pueden hacer experimentos mal diseñados en medio de un proceso electoral, uno de los eventos más importantes de la vida cívica de los peruanos.

En cuanto al voto electrónico, en Lampadia hemos advertido varias veces que su uso es inaceptable, por su naturaleza técnica y por el riesgo de manipulación política dada la extensión y calidad de los programas asistenciales del Estado.

Este sistema de votación electrónico puede torcer la voluntad popular, ya sea por falta de control ciudadano o por intimidación del elector. En el Perú, millones de ciudadanos reciben distintas prestaciones asistencialistas de programas sociales como Juntos, Beca 18, Qali Warma, Pensión 65 y otros. Múltiples funcionarios públicos nacionales y regionales entregan directamente los aportes asistenciales y es evidente que ellos podrían manipular muy fácilmente la votación con aseveraciones, que sin basarse en la realidad, intimiden a los votantes con la amenaza de retirarles los beneficios.

En El voto electrónico es inaceptable para el Perú, dimos un ejemplo para explicar este caso: ‘Cuidado, yo voy a saber por quién votas’, podría ser la aseveración que se dé al ciudadano, quién no tendría los elementos de juicio necesarios para saber si es cierta o no. Ante ello, es pues presumible, que muchos de los electores, podrían votar en la dirección de las ‘recomendaciones’ del funcionario público ‘benefactor’.

Así lo explicó también el especialista en sistemas y asuntos electrónicos, Franjo Kurtovic, en un artículo para Lampadia (ver: Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?): “el voto electrónico es un sistema fácilmente manipulable, genera miedos, -a veces bien fundados como en el caso de Venezuela-, sobre la posibilidad de vincular al ciudadano con su voto, y esto se presta para una serie de manipulaciones políticas y manipulación psicológica del ciudadano votante que pueden alterar la voluntad en favor del gobernante manipulador”.

Además, en otras partes del mundo, estos sistemas han mostrado seria fallas y en Alemania ha sido prohibido por la Corte Constitucional, por su falta de transparencia como argumento central: “1. El principio (…) ordena que todos los pasos esenciales de la elección estén sujetos al control público (…). 2. En la utilización de aparatos electorales electrónicos, el ciudadano debe poder controlar los pasos esenciales del acto electoral y la determinación del resultado de manera fiable y sin conocimientos técnicos especiales.”

Es decir, al no permitir un control ciudadano efectivo y directo por parte de cualquier ciudadano y en especial de los personeros acreditados, el principio de transparencia se quiebra, lo que hace indeseable y peligroso este sistema.

En esta misma línea, compartimos un video de Franjo Kurtovic que explica detalladamente las falencias del voto electrónico, afirmando que este sistema no cumple con los requisitos de que nuestro voto sea auditable, seguro y secreto:

En Lampadia hemos reiterado nuestras llamadas de atención (ver: La peligrosa campaña por el voto electrónico) y, más recientemente, en enero de este año: ¡No al voto electrónico! Lamentablemente, en un país en el que la clase dirigente ha perdido su ‘capacidad de entusiasmarse e indignarse’, es muy poco lo que se analiza, debate y plantea. Pero la soledad de los que estamos comprometidos con la acción cívica, es seguramente compartida por millones de ciudadanos de las ‘mayorías silenciosas’, a quienes tenemos que seguir alertando tercamente.

Tanto por aspectos técnicos como políticos, hoy tenemos que reiterar nuestro llamado:

¡No al voto electrónico!

Lampadia




El voto electrónico es inaceptable para el Perú

El voto electrónico es inaceptable para el Perú

Por primera vez, en las elecciones generales, se pretende utilizar, en forma masiva, el voto electrónico, impuesto por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). En Lampadia hemos advertido varias veces que su uso es inaceptable, por su propia naturaleza y por el riesgo de manipulación ligado a los programas asistenciales del Estado.

Manipulación

El 22 de enero de 2014, en Lampadia hicimos una primera advertencia sobre la inconveniencia de ir adelante con la propuesta de la ONPE. Entonces dijimos: “El sistema de votación electrónico que desea implementar la ONPE, puede torcer la voluntad popular, ya sea por falta de control ciudadano o por intimidación al elector. En otras partes del mundo ha mostrado seria fallas y en Alemania ha sido prohibido por la Corte Constitucional debido a que no asegura transparencia”. Ver: Peligro para la democracia – No al voto electrónico.

En el Perú, millones de ciudadanos reciben distintas prestaciones asistencialistas de programas sociales como Juntos, Beca 18, Qali Warma, Pensión 65 y otros. Múltiples funcionarios públicos nacionales y regionales entregan directamente los aportes asistenciales y es evidente que ellos podrían manipular muy fácilmente la votación con aseveraciones, que sin basarse en la realidad, intimiden a los votantes con la amenaza de retirarles los beneficios.

‘Cuidado, yo voy a saber por quién votas’, podría ser la aseveración que se de al ciudadano, quién no tendría los elementos de juicio necesarios para saber si es cierta o no. Ante ello, es pues presumible, que muchos de los electores, podrían votar en la dirección de las ‘recomendaciones’ del funcionario público ‘benefactor’.

Más allá de los aspectos técnicos o de seguridad del proceso, la principal debilidad del voto electrónico es entonces, que se puede torcer la voluntad popular. Así lo explico también, en un artículo para Lampadia (febrero 2014), el especialista en sistemas y asuntos electrónicos, Franjo Kurtovic (ver: Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?).

Kurtovic afirmó: “el voto electrónico es un sistema fácilmente manipulable, genera miedos, -a veces bien fundados como en el caso de Venezuela-, sobre la posibilidad de vincular al ciudadano con su voto, y esto se presta para una serie de manipulaciones políticas y manipulación psicológica del ciudadano votante que pueden alterar la voluntad en favor del gobernante manipulador”.

Esto ya ha sucedido anteriormente, durante las elecciones de Venezuela, donde se han denunciado varios fraudes electorales y sobre todo, se ha comprobado que el sistema puede emplearse para amedrentar al votante.

Pero lo realmente importante de este tipo de votación es que por los serios problemas que ha tenido, por la posibilidad de fraude y la dificultad de su control, se ha proscrito de la mayoría de aquellos países donde se hicieron pilotos o se utilizara: Australia,  Holanda, Irlanda (luego de haberse incluso comprado equipos por más de US$ 100 MM), Portugal, Italia, Finlandia (se usó por primera vez hace 7 años pero se anularon elecciones por problemas de diferencia confirmados), Costa Rica, Noruega, Guatemala, Kazajistán (luego de haberse usado por más de 9 años se prohibió su uso por problemas técnicos y falta de credibilidad) y en Alemania, donde se lo ha prohibido judicial y constitucionalmente”, comenta Kurtovic.

Falta de Transparencia

El uso del voto electrónico no es un mecanismo transparente porque el votante no puede comprobar claramente qué pasó realmente con su voto, teniendo que confiar ciegamente en una tecnología encerrada en ‘cajas negras’. Por lo tanto, los resultados de la votación podrían ser manipulados sin que los ciudadanos tengamos algún nivel de control.

A diferencia de lo que se dice en los medios, este sistema es muy nuevo en el país. No tiene mucho tiempo de creación e implementación, y mucho menos de pruebas. La primera votación electrónica fue en Pacarán, Cañete, en la segunda vuelta presidencial del 2011, luego, con un sistema diferente fue usado durante las elecciones municipales y el proceso de revocatoria, donde se incluyó a Santa María del Mar.

Para esta segunda ocasión, los equipos y el software se compraron recién entre julio y agosto, y se instalaron para su primera prueba tres semanas antes de los comicios. Ahora, unos meses después, la ONPE desarrolló un nuevo sistema, hecho en casa, “el voto electrónico es un producto muy confiable y 100% peruano”,  afirma Gilbert Vallejos, gerente general de la ONPE.

Debido a que la ONPE no cuenta con ninguna experiencia relevante con el voto electrónico, el Instituto Republicano Internacional (más conocido como IRI, una organización no gubernamental de política internacional de Estados Unidos, asociada al Partido Republicano, con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), proporcionó asistencia técnica a la ONPE en la planificación, realización y evaluación de la prueba piloto.

Este proyecto, realizado en tan poco tiempo, con tan pocas pruebas y por una organización sin ningún tipo de experiencia en la realización de software (menos aún con protección anti-hacking), no puede inspirar ninguna confianza al electorado.

A pesar de estas evidencias y temores, la ONPE está a punto de implantarlo para la votación de 3 millones de votantes en Lima.

Falta de confianza

Se ha demostrado que a medida que los sistemas de votación se hacen más complejos, se hacen susceptibles al fraude. La crítica técnica más seria a este sistema es la falta de confianza que genera, pues no hay forma de comparar la emisión del voto real con los resultados finales. No hay forma de verificar que los votos son los mismos que están siendo contabilizados. Además, para poder fiscalizar esta actividad tendría que recurrirse a expertos y esto le resta control ciudadano al proceso.

Conclusión

Abramos los ojos, estas medidas no “facilitan la votación para los electores” ni “reduce las tareas de los miembros de mesa” ni “hace más rápido el conteo de votos y la emisión de los resultados”, sino que proporcionan la oportunidad de una manipulación política masiva que se puede hacer con el voto de los peruanos que reciben asistencia social por parte del Estado.

En Lampadia hemos reiterado nuestras llamadas de atención (ver: La peligrosa campaña por el voto electrónico) y, más recientemente, en enero de este año: ¡No al voto electrónico! Lamentablemente, para variar, ningún medio de comunicación o líder de opinión ha recogido estas muy importantes observaciones.

Hoy tenemos que reiterar nuestro llamado, tanto por los aspectos técnicos, como por el riesgo de la manipulación desde el asistencialismo: ¡No al voto electrónico! Lampadia




Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?

Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?

El proyecto de voto electrónico que impulsa la ONPE es un peligro para la democracia. Así lo hemos afirmado y sustentado en un artículo reciente (No al voto electrónico). Franjo Kurtovic, un especialista en asuntos electrónicos, reflexiona sobre esta auténtica amenaza que puede atentar contra la voluntad popular.

Por: Franjo Kurtovic

Entre las modalidades de voto electrónico, tenemos la votación por internet, la votación electrónica directa (o grabación directa del voto) y la lectura electrónica de balotas físicas (con escáner óptico o de lectura magnética). El concepto de Votación electrónica es diferente al de cómputo electrónico que está referido al soporte informático que apoya el proceso de elecciones. Todas estas, ayudan al conteo rápido y a tener resultados en menor tiempo y ciertamente todas ellas están muy bien promovidas por las corporaciones que venden equipos informáticos.

El voto electrónico directo (DREV) se ha intentado utilizar, -promovido por la industria de equipos informáticos- desde finales de los 90 en diferentes países. El DREV se hace justificable principalmente para casos de discapacitados, pero lo cierto es que ha tenido muchos problemas y errores en las casi dos décadas de pruebas en diferentes países del orbe. Los principales son la falta de confianza que genera sobre todo por la dificultad para la universalidad de la transparencia y auditabilidad.

Es sencillo y entendible para cualquier ciudadano -miembro de mesa o personero- que valide y certifique el conteo desde un medio físico, pero no es nada fácil para un ciudadano de a pie validar el sistema de conteo y votación de un sistema computacional. Además de ser fácilmente manipulable, genera miedos, -a veces bien fundados como en el caso de Venezuela-, sobre la posibilidad de vincular al ciudadano con su voto, y esto se presta para una serie de manipulaciones políticas y manipulación psicológica del ciudadano votante que pueden alterar la voluntad  en favor del gobernante manipulador.

Las palabras claves en una votación son CONFIANZA, CREDIBILIDAD, TRANSPARENCIA y no IDENTIFICABILIDAD, que son conceptos que le faltan al voto electrónico directo.

En 30 países se ha experimentado el DREV, sin embargo, actualmente, para elecciones nacionales y en forma total solo es utilizado en 3 países: Brasil (con múltiples cuestionamientos y actualmente pretenden cambiar la ley electoral para registrar la huella dactilar del votante pero con ello irían a la identificación ineludible del voto por votante), India y Venezuela, en todos ellos las votaciones han tenido muy serios cuestionamientos.

En 14 países es utilizado parcialmente: México, Francia, Bélgica, Nepal, Bangladesh, Bután, Japón, Rusia, Mongolia, Indonesia, Ecuador, Argentina y Perú. En muchos de ellos a nivel de piloto.  En el caso de los Estados Unidos es relevante mencionar que se viene retirando después de los problemas en las últimas elecciones, el 36% de los electores utilizaron algún mecanismo de DREV mientras más del 60% utilizaron balotas físicas impresas. En Europa se llegó a utilizar en 8 países pero en 6 de ellos se ha retornado al voto en papel.

Pero lo realmente importante de este tipo de votación es que por los serios problemas que ha tenido, por la posibilidad de fraude y la dificultad de su control, se ha proscrito de la mayoría de aquellos países donde se hicieron pilotos o se utilizara: Australia,  Holanda, Irlanda (luego de haberse incluso comprado equipos por más de US$ 100 MM), Portugal, Italia, Finlandia (se usó por primera vez hace 7 años pero se anularon elecciones por problemas de diferencia confirmados), Costa Rica, Noruega, Guatemala, Kazajistán (luego de haberse usado por más de 9 años se prohibió su uso por problemas técnicos y falta de credibilidad) y en Alemania, donde se lo ha prohibido judicial y constitucionalmente.

Pero lo realmente preocupante es que, mientras en países avanzados ya no se utiliza más en Latinoamérica y otros países en vías de desarrollo están en auge, liderados por aquellos con frágil democracia. En nuestra región un defensor de esta alternativa es la ONPE (www.voto-electronico.org/ ) siguiendo a Brasil y Venezuela… ¡Qué peligroso!

Fuentes: