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Cuando el anti-fujimorismo se torna enfermedad

Las izquierdas defienden con las uñas el regalo que PPK les dio el 11 de abril pasado, un día después de las elecciones, en que decidió (equivocadamente) gobernar cerca de ellos y lejos del fujimorismo.


Fuente:  El Molino Rojo – Piet Mondrian

Es evidente que esta alianza implícita es inconducente a un gobierno exitoso. Más allá de las ‘ideas muertas’ que profesan, que no aportan nada positivo, la respuesta de las izquierdas ha sido exacerbar las contradicciones (técnica marxista),  agudizando los conflictos sociales que han, prácticamente, parado las grandes inversiones privadas ante la lenidad del gobierno. Tanto en las inversiones vinculadas a los recursos naturales, como en el ‘pet project’ de PPK de los ‘7 millones de turistas’ y la paz social en Lima con Santos (libre) conduciendo la asonada de Puente Piedra. 

Hace pocos días, Carlos Contreras, historiador y profesor de la PUCP, escribió en El Comercio, “Los ‘antis’ en nuestra historia política”. Contreras nos dijo:

Los ‘antis’ en nuestra historia política (glosado)

Después de las elecciones del 2011, Keiko Fujimori trabajó por disminuir el rechazo que el fujimorismo despertaba en amplios sectores de la población electoral, sobre todo la juvenil, que no había vivido la experiencia de los años noventa.

Por un momento pareció una estrategia adecuada para sus intereses, pero pronto descubrió que a medida que acrecían sus posibilidades de triunfo en las elecciones del año pasado, despertaba simultáneamente el fantasma que había querido evitar y que ya le había arrebatado una posible victoria en el pasado: el antifujimorismo.

Quizás el primer movimiento ‘anti’ nacional sea el que despertó Simón Bolívar en su relativamente breve paso por el Perú. [Luego Contreras describe los antis que se dieron con el Partido Civil de Manuel Prado, con el pierolismo, aprismo, comunismo, velasquismo, fujimorismo, humalismo y nuevamente el antifujimorismo]. 

En cierta forma, el fujimorismo es una identidad robusta y extendida en el país por la misma tenacidad con que es combatido. La fuerza de esta oposición es la que lo nutre y sostiene. Titulares cotidianos contrarios en la prensa, caricaturistas y columnistas atacando a sus dirigentes y ridiculizando sus afirmaciones, o discursos y gestos de desafecto en las pantallas, tanto lo dañan cuanto lo vigorizan; a la vez que una mayor intención de voto por el fujimorismo traerá más antifujimorismo, dentro y fuera del Perú.

El Perú es un país de grandes fracturas, pero dada la fuerte carga de violencia que conllevan, cabría preguntarse si los movimientos ‘antis’ son la mejor dinámica política para una comunidad nacional.

Efectivamente, en las últimas elecciones hubo un ensañamiento del establisment contra Keiko Fujimori. Se produjo una clara ruptura social y política en la que las clases populares favorecían a Fuerza Popular y el establishment lo denostaba. Esto continua hasta estos días, lo que podemos constatar en la última encuesta de Ipsos, en la que los niveles socio económicos A y B muestran una aprobación de PPK del orden de 60%, y los de C, D y E, del orden de 40%.

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Fuente: IPSOS

Pero el Perú no es su establishment. Este no puede refugiarse en Versallles y desconocer la revolución francesa, pues tarde o temprano, perderá todo atractivo e influencia en las clases populares.

Veamos algunos comentarios de personajes de la izquierda, que llegan a extremos de querer desconocer la presencia política de Fuerza Popular en el país:

Luis Pásara, en entrevista [glosada] de Maritza Espinoza, en La República (1 de enero de 2017), que le abre las puertas a los ex senderistas, pero se las cierra al fujimorismo. Veamos:

¿Cicatrizará la herida dejada por Sendero y la guerra interna?

Esta es una herida muy fresca y que está lejos de la cicatrización. Dos de los conversadores del libro han afrontado el tema con claridad: mantener como apestados a quienes estuvieron en Sendero y el MRTA –y tuvieron o no condena por eso–, es insostenible en una democracia. Que no se les dé trabajo, que no se les admita en política, que se les arrincone hasta que mueran… ¿Se les preferiría de regreso en la lucha armada? No solo es un asunto de humanidad, sino de cálculo político.

Entonces, ¿qué debe pasar para que esa herida cicatrice?

Tenemos que aceptar que son peruanos, como los demás, y que, cancelada la lucha armada que tanto daño hizo, tenemos que convivir con ellos. Pero de eso estamos lejos, en parte porque los políticos y medios de comunicación creen sacar provecho, una vez más, de la tarea de enfrentar a los peruanos, unos contra otros.

¿Cómo ve el presente político del Perú, con un Presidente debilitado frente al poder parlamentario del fujimorismo?

La condición “debilitada” del Presidente no viene del resultado electoral, que le fue favorable, sino que la está construyendo el propio PPK. Su decisión de no hacer cuestión de confianza de la censura al ministro con mayor reconocimiento por su tarea en la reforma educativa es un error político de larga duración. “Diálogo y no confrontación” con quienes solo buscan debilitarlo para declarar su vacancia o verlo llegar con las justas a las elecciones de 2021 y hacerse del poder, es una apuesta equivocada. Veremos cuánto tarda en llegar la siguiente censura a un ministro. Con el recurso constitucional que tiene PPK en su manos –y no tuvo Fernando Belaunde en su primer gobierno frente a una oposición semejante–, no se entiende por qué ha optado por el camino del debilitamiento que terminará en la esterilidad de su gobierno.

Alberto Adrianzén en entrevista [glosada] de Paco Moreno del Diario UNO (16 de diciembre, 2016).

—Usted que conoce los peligros del fujimorismo, ¿cómo cree que el gobierno debe actuar ante el fujimorismo?

—Yo creo que el gobierno debe congregar a todos los sectores no fujimoristas y hacer un acuerdo entre ellos para defender la democracia y la estabilidad del país. Una cosa es que el gobierno se defienda solo, además en un gobierno débil con una bancada semidividida, y otra que haya una alianza, una coalición de fuerzas que de alguna manera se expresó en el Congreso y así se puede enfrentar al fujimorismo.

MUCHO CUIDADO

—¿Y es muy peligroso el avance del fujimorismo?

—Claro que sí, por todo lo que significa. Yo creo que Keiko cree que la única forma de ganar en el 2021 es asegurándose el control de las instituciones, por ejemplo, para que no la sigan investigando. Quiere copar todas las instituciones que tienen que ver con la lucha anticorrupción. Además, creo que ella quiere marginalizar al sector antifujimorista que está en el gobierno y también que está fuera del gobierno. Bueno, el antifujimorismo es más fuerte en la sociedad. Se ha demostrado ya, en las elecciones pasadas, que las corrientes antifujimoristas decidieron la suerte de Keiko Fujimori. Lo que se viene es que el fujimorismo tratará de separar del gobierno al sector antifujimorista y golpear a los sectores sociales y políticos que nada quieren con Keiko.

—¿Cuál cree que es la lógica de Keiko?

—Ella sabe pierde el 2016 por su antivoto. Ella tiene que bajar ese antivoto, porque no puede llegar al 2021 con el mismo escenario porque pierde otra vez, entonces ella está haciendo todo lo posible para los que están contra ella no tengan poder.

—¿Cuál es su opinión acerca de la protesta ciudadana contra el copamiento fujimorista, integrada principalmente por los jóvenes?

—Me parece fundamental. Me parece que es acaso lo más avanzado que hay en este país. Lo que pasa es que es un segmento que no tiene representación política. Si uno mira el panorama regional han sido los jóvenes los motores del cambio. Hasta en China. En Brasil, en Argentina, el movimiento de los jóvenes ha sido muy importante. Los jóvenes se han convertido en un motor de cambio y está muy bien su reacción ante la arremetida de los fujimoristas.

(…) Sería bueno que ellos tengan una representación política porque pueden significar el cambio de la política.

Esta situación de ensañamiento es mala a todas luces. Ojalá que PPK y su partido sepan aquilatar las contradicciones entre un país necesitado de convergencia constructiva y las malas artes de sus halcones y de los ubicuos operadores políticos de las izquierdas de las ‘ideas muertas’. Lampadia  

 

 

 




La política traiciona el sentir popular

La política traiciona el sentir popular

Difícilmente podría alguien, no estar de acuerdo en que lo que los peruanos desean es un país que crezca a buen ritmo, que disminuya la pobreza y la desigualdad, que crezcan las inversiones, la demanda de empleo de calidad y que disminuya la inseguridad. O que avancemos en cerrar las brechas que nos separan del bienestar general en educación, salud, infraestructuras y tecnología. O que nos preparemos para estar entre los ganadores en el nuevo mundo de la ‘cuarta revolución industrial’.

Sin embargo, lamentablemente la política parece alejarse del sentido de responsabilidad que demandan nuestras necesidades insatisfechas. En los últimos días, esto ha sido encarnado por el propio Presidente de la República, don Pedro Pablo Kuczynski, al que ahora le hablamos con la misma fuerza que el se ha expresado en contra del sentir de muchos ciudadanos, con la esperanza de lograr una reacción concordante con lo que él siempre representó, serenidad, profesionalismo y amplitud de mira.

Veamos: El Presidente de Todos los peruanos, que ya había tejido una serie de despropósitos que dificultaban la gobernanza, encuentra la posibilidad de hacer un borrón y cuenta nueva al aceptar la invitación del Cardenal Cipriani a conversar con Keiko Fujimori, líder de la mayoría parlamentaria y de FP, el único partido político con una presencia relevante a nivel nacional. Parece aprovecharla muy bien declarando: “Ha sido una conversación muy útil, franca y constructiva”. 

Pero días más tarde, aparentemente respondiendo a la frustración de sus halcones que habían planteado hacer cuestión de confianza por la censura del ministro de educación; o a los que relativizaron la importancia de la cumbre política, incluyendo al vicepresidente Vizcarra; o a los dolidos reclamos de las izquierdas que veían el riesgo de perder el acercamiento por el que optó PPK el 11 de abril pasado, un día después de la primera vuelta, desconociendo el mandato popular por profundizar la economía de mercado, el Presidente, en vísperas de Navidad, decidió patear el tablero:

PPK

“Esta elección se ganó en las mesas, se ganó con trabajo. Y no nos dejaremos pisar por una mayoría en el Congreso que ganó la primera vuelta pero no la segunda que es la que vale. Ahora tenemos que ser realistas”. 

¿Qué nos dice el Presidente?

 ¿La elección se ganó en las mesas? Cuidado, eso suena feo.

 ¿No nos dejaremos pisar por una mayoría en el Congreso?
¿Es ese su concepto de democracia? ¿De balance de poderes? ¿Desconoce el apoyo recibido del Congreso en múltiples ocasiones?

 ¿La primera vuelta no vale? ¿Solo vale la segunda?

En nuestra opinión las dos vueltas son válidas, pero expresan mensajes distintos. La primera es más temática, se da después de largos meses de idas y vueltas y responde, en buena medida, a las opciones programáticas que esperan los ciudadanos. La segunda vuelta se produce, por definición, en un ambiente de polarización que puede ser más o menos extrema y, por lo tanto, a no ser que se de entre opciones ideológicas contrarias, se define por temas alejados de lo temático o programático.

La verdad es que la elección de PPK ha sido producto de una serie de eventos ajenos a su mérito político, como el préstamo de votos de ciudadanos pro Keiko que en la segunda querían evitar que Verónika Mendoza ingrese al balotaje, o el voto anti Keiko y no pro PPK, o la falsa acusación de lavado de dinero por parte de Keiko y los consiguientes errores de manejo por parte de Fuerza Popular, que cortó la tendencia del voto a días de la elección.

Presidente, su gobierno pierde, día a día, viabilidad política y económica. En lo político, situaciones como las analizadas líneas arriba, solo nos llevan a la pérdida de gobernanza. En lo económico, en el corto plazo, se enfrió la economía innecesariamente y; en el mediano y largo plazo de su gobierno, mientras no se supere la conflictividad social-política que nos abruma, no tendremos recursos suficientes para emprender el gran programa de gobierno que necesitamos.

Por otro lado, usted señor Presidente, parece seguir dando más espacio político del que corresponde al Frente Amplio, que probadamente, no es ni ‘frente’ ni ‘amplio’, y que precisamente en la primera vuelta electoral fue rechazado por el 80% de los peruanos por sus ideas refundacionales, por no reconocer los avances económicos y sociales de los últimos 25 años y, como dice Moisés Naím, por sus ‘ideas muertas’.

Señor Presidente de Todos los peruanos, don Pedro Pablo Kuczynski, aléjese de las malas compañías, no podemos perder esta oportunidad, esperamos mucho más de usted y de nuestro destino. Lampadia




El MEF y la Sunat tiran de la cuerda en distintas direcciones

El MEF y la Sunat tiran de la cuerda en distintas direcciones

En noviembre pasado, el Ministro de Economía, Alonso Segura, lanzó uno de sus paquetes reactivadores cuyo corazón era un conjunto de medidas tributarias (reducción del impuesto a la renta personal, del impuesto selectivo al consumo y otros) destinadas a dejar en manos de los ciudadanos unos 4,500 millones de soles el 2015. La idea era  reactivar el consumo y por ende la economíaPor eso, no se entiende como la Sunat (la cual depende del MEF), haya prepublicado días atrás una nueva reglamentación para el fraccionamiento de las deudas con el fisco que endurece las condiciones para acceder a esta figura. Un contrasentido total, pues el ahorcar a los contribuyentes, especialmente a los más afectados por el menor crecimiento de la economía, va en contra de la política expansiva que impulsa Segura en representación del Gobierno.

 

 

Si se reducen los plazos máximos de fraccionamiento (de 72 a 48 meses), como se indica en el nuevo reglamento y, ahora este será condicionado al pago de cuotas iniciales y garantías (carta fianza o hipoteca), dependiendo del comportamiento del contribuyente, está claro que a las personas naturales y jurídicas con problemas les será más difícil salir de ellos, pues contarán con menor liquidez o no podrán acceder a un mecanismo facilitador de la recaudación y la formalidad.

Por si fuera poco, como se ha denunciado en varias oportunidades (la más reciente, por Rosa María Palacios), “la Sunat, ¡vivísimos ellos! no reciben solicitudes [de fraccionamiento],  porque no activan los formularios para solicitar el fraccionamiento hasta dos meses después de la fecha original de pago. ¿Mientras tanto? Te mandan resoluciones de cobranza coactiva a pagar en 7 días. ¿Qué te queda? Vaciar la cuenta del banco de la EIRL, que felizmente en mi caso, está vacía porque no tengo ingresos o romper el chanchito y pagar la deuda completa. Es decir, te quedas sin fondos o capital de trabajo”. Como señalamos líneas arriba todo lo contrario a lo que aspira la política de expansión del MEF.

La denuncia, obviamente no ha sido atendida. Para la Sunat la cosa es cobrar como sea, al mejor estilo del Sheriff de Nottingham (la némesis de Robin Hood). Incluso como este personaje de la Inglaterra medieval, torciendo la Ley acosta de los ciudadanos. Como bien ha señalado Palacios: “El Fraccionamiento de una deuda tributaria no es un dádiva, un regalo, o un premio. Es un derecho otorgado por la LEY (sí, en mayúscula, a ver si la señora Tania Quispe entiende) con el que la administración tributaria no puede hacer lo que le da la gana para cercenarnos ese derecho”.

Ante las críticas a este proceso, la Sunat acaba de anunciar una flexibilización de sus nuevas normas de fraccionamiento. Lamentablemente, lo único que ha hecho es discriminar entre los que tengan deudas menores a 38,500 soles (10 UIT) y los que superen dicho monto. Esto, que puede parecer aparentemente justo, en verdad sigue condenando a los pequeños y medianos empresarios a mayores dificultades financieras y  fomentando, indirectamente, la informalidad.

Además, como ha reportado el diario Gestión el 21 de abril pasado, de ahora en adelante “Solo los gastos ineludibles serán deducibles del Impuesto a la Renta”. Según la nota de Gestión: “La Sunat desconoce como gasto de las empresas los pagos de indemnizaciones contractuales o gratificaciones extraordinarias de trabajadores, ya que considera que pueden evitarse. (…) El fisco, dispone que para aceptar un gasto como deducible del pago del Impuesto a la Renta (IR), debe ser ‘ineludible o inevitable’. Es decir, cuando no exista otra posibilidad que solo efectuar el gasto. (…) Otro ejemplo ocurre cuando una empresa contrata con otra un servicio y luego, por discrepancias entre los contratantes, llegan a un arbitraje y la primera de ellas pierde el caso. (…) En este caso, la Sunat no aceptará el pago de la indemnización [ordenado por el laudo], ya que pudo evitarse si la empresa cumplía el contrato”. Este criterio contaría ahora con un presedente de la Corte Suprema, informa Gestión.

Aparte del abuso que representan estas medidas de la Sunat, lo que se persibe son enormes contradicción es en el Gobierno. Por ello, cabe preguntarse: ¿En el Ejecutivo se coordina la política económica? ¿La señora Tania Quispe, Superintendente Tributaria, no lee los periódicos? ¿El Ministro de Economía no se entera de este tipo de cosas? ¿Están realmente comprometidos con devolverle el crecimiento al país?

¿No sería bueno, por el bien del país; la imagen de las instituciones que tienen la suerte y responsabilidad de dirigir; e incluso, por su prestigio profesional que se sentaran a evaluar los objetivos a los que aspiran?.  Lampadia




Exégesis de Evelyn Matthei

Exégesis de Evelyn Matthei

Por Hermógenes Pérez de Arce. Abogado y columnista.

El Mostrador. Blogs y Opinión. Chile

(27 de Noviembre del 2014)

Las declaraciones de Evelyn Matthei (candidata de la derecha que perdió con Bachelet) a “Pulso” provocaron la adhesión entusiasta de los más opositores, las “reservas” de los indecisos y el rechazo visceral de los gobiernistas. Entonces me he preocupado de leerlas y analizarlas en su mérito, para ver cuánto de realidad tienen. Empecemos:

1. “Estoy impresionada de la incapacidad de la Presidenta y ahora entiendo por qué nunca quiso debatir nada de fondo, porque no sabe. Eran todas evasivas y lugares comunes.”

La actual Presidenta es Michelle Bachelet 2.0, una persona distinta de la Michelle Bachelet 1.0 de su primer mandato. Esta última se sometió humilde y dócilmente a gente que sabía más que ella en los órdenes político, económico y social. En cambio, la actual Michelle 2.0 es lo que siempre ha sido “ella misma”, una adherente al marxismo-leninismo que desde joven ayudaba al MIR, primero, y al FPMR comunista después, en la lucha armada; que cuando ésta no fructificó adhirió al conglomerado comunista PAIS y no a la Concertación ; que es hija de Ángela Jeria, la única persona, aparte de Margot Hönecker, a quien he visto defender al régimen de la Alemania Oriental; y, en fin, admiradora de Fidel Castro (“trotecito” demostrativo).

En síntesis, cree que todos los miembros de la sociedad deben ser iguales, quiéranlo o no, y que esto se logra quitándoles su riqueza a quienes más tienen, distribuyéndola (“la caridad comienza por casa”) e impidiendo que aquéllos vuelvan a reunirla. Ella, en realidad, y contra lo que sostiene Evelyn, “sabe”. Lo que pasa es que lo que “sabe” es lo anterior, que es su credo. Transitoriamente, cuando ve los efectos de aplicar “eso”, surge una Michelle Bachelet 3.0, que cede un poco, gana tiempo y retrocede, como sucedió en la reforma tributaria. Pero, pasado ese intervalo lúcido, la revolucionaria vuelve y volverá a la revolución. Continúa Evelyn:

2. “Cuando empieza a quedar la escoba, ella dice ‘que los ministros trabajen más’. Ésa es su respuesta, cuando en realidad ella ha pedido estupideces, una tras otra.”

En esto, prescindiendo del calificativo, Evelyn tiene razón: es evidente que Michelle eligió a Arenas porque era la persona indicada para “retroexcavar” la riqueza de manos de quienes la tenían y repartirla entre todos, empezando por los camaradas; y él le aseguró que podía hacerlo, pues es un economista revolucionario. Cuando ella lo nombró, pregunté a varios de su gremio, que lo conocían, su opinión acerca de él. La que descripción que más recuerdo fue: “es un mono con navaja”. Y la usó.

Nadie sabe bien cuál será el resultado del trabajo de Arenas, en definitiva, pero un experto de la Concertación que fue invitado a un almuerzo al cual yo asistía lo graficó así: “Esta reforma es un vehículo que a un lado tiene orugas de tanque y al otro ruedas de goma. Es decir, no va a poder funcionar”. Y se refería a la reforma ya “cocinada y corregida”.

En cuanto a la reforma educacional, hay unanimidad de pareceres en el sentido de que cercena o suprime la libertad de enseñanza, de que no mejora el sistema peor (el municipal) y sí empeora el relativamente mejor (el particular subvencionado), y de que levanta de paso una amenaza válida contra el mejor de todos, (el particular pagado).

En otras palabras, de haber “estupideces”, las habido. Sigue Evelyn:

3. “La Presidenta Bachelet puso a sus amigos, muchos de los cuales no tenían ninguna experiencia. Y a algunos los quemó, como a Arenas y Eyzaguirre”

Esto último es rigurosamente así. Arenas y Eyzaguirre están “quemados”. Son los autores, respectivamente, del hundimiento de la economía y del Gobierno en las encuestas, sin perjuicio de que se les añadirán otros artífices del desastre, cuando avancen la reforma laboral, la de la salud, la de las aguas y la reforma constitucional. Pero si el Gobierno quiere ponerse a salvo ahora, tienen que irse desde ya Arenas y Eyzaguirre, y así los demás se van a dar cuenta de que el camino debe ser otro. Y si no se van, Michelle va a hundirse con ellos, sea lo que fuere lo que eso signifique. Prosigue Evelyn:

4. “No puede haber cambio de gabinete, porque ella les ha impuesto las tonteras a Eyzaguirre y Arenas. No los va a cambiar”.

En esto no concuerdo. Yo creo que “las tonteras” se las presentaron Arenas y Eyzaguirre a Michelle 2.0 y ella “las compró”, porque se avienen con su ser político íntimo. Pero sabemos que “la donna é móbile” y puede cambiar y transformarse en Michelle 3.0. Y mi impresión es que va a cambiar, “malgré” Arenas y Eyzaguirre. Continúa Evelyn:

5. “Cuando ya empiece a notarse que la economía no repunta y que la Presidenta no sube en las encuestas, van a empezar a tirar bonos. Van a empezar a tirar plata a la calle. Algo de eso ya vimos la semana pasada con medidas como la baja de las bencinas. Entonces ahí ya no les van a quedar dudas a los inversionistas que Chile se convirtió en un país bananero más”.

Es exactamente lo que está sucediendo. La pregunta es hasta cuándo va a seguir sucediendo. Si el proceso no se detiene, se va cumplir el pronóstico de un inversionista extranjero: “Chile será el próximo Brasil; Brasil la próxima Argentina; Argentina la próxima Venezuela” y, agrego yo, “Venezuela la próxima Cuba”.

Creo que hay una alta probabilidad de un desenlace así. En tal caso, sobrevendría lo siguiente, según el más acertado pronóstico de Evelyn:

6. “Creo que vamos a ver a un Insulza o a un Lagos señalando que con esta cantidad de revuelta se necesitan figuras potentes que ordenen. En ese caso mi impresión es que ME-O desaparece, sencillamente por tonelaje y porque además el caos va a ser suficientemente grande como para que la gente prefiera algo conocido y que dé más certidumbre… Insulza tiene una ventaja sobre Lagos y es que estaría dispuesto a ir a una primaria y Lagos no”.

En definitiva, tenemos un buen pronóstico de lo que va a suceder en la Nueva Mayoría a mediano plazo y cuando Michelle 2.0 se haya convencido de que decididamente debe convertirse en Michelle 3.0 (bastante más parecida a Michelle 1.0 que la anterior).

Desde la Nueva Mayoría han provenido los peores ataques contra Evelyn Matthei, pero en lugar de agredirla deberían estarle agradecidos, porque les ha hecho un excelente diagnóstico de su porvenir político, para el cual más les valdría estar preparados.