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El socialismo de los Millennials

El socialismo de los Millennials

Hemos escrito numerosas veces acerca del fenómeno millennials (Ver Lampadia: Incluyendo a los millennials en los gobiernos, Los Millennials: una generación que va a cambiar el mundo, entre otros) porque consideramos que es una generación que puede aportar muchísimo a la discusión de política pública dada su preocupación por problemáticas – el cambio climático, la desigualdad, la precarización del empleo, entre otras – que no eran abordadas por generaciones pasadas como los Baby Boomers o la Generación X.

Sin embargo, como deja entrever The Economist en un reciente artículo (ver líneas abajo), el hecho que muestren un creciente interés por estos problemas no quiere decir que sus propuestas de solución sean necesariamente las óptimas. Peor aún, si es que – como sugieren una serie de encuestas y resultados de los recientes comicios electorales en EEUU y Europa – presentan una afinidad con el socialismo decimonónico y con la izquierda política.

Veamos las propuestas provenientes de los principales partidos que han calado en las mentes de los millennials,  el Partido Demócrata en EEUU y el Partido Laborista en el Reino Unido:

  • En relación al problema de la desigualdad, al igual que la izquierda tradicional, abogan por una redistribución de los ingresos desde los más ricos a los más pobres, además de endeudar ilimitadamente al Estado a bajas tasas de interés, con el fin de financiar enormes déficits fiscales.
  • En relación al problema de la precarización del empleo, proponen una mayor participación de los trabajadores en el accionariado de las empresas y por ende en sus utilidades.
  • En lo concerniente al cambio climático, sus propuestas giran en torno a una mayor planificación central y a una expansión del gasto público en energía verde.

Si un liberal clásico analizara estas tres propuestas quedaría aterrado por los perversos efectos – por demás demostrados por la evidencia histórica – que generan en la economía. Pero la pregunta relevante es: ¿Cómo es posible que la generación de los millennials ha podido ser seducida por las propuestas de un sistema que demostró ser inviable económica y socialmente en aquel evento histórico de 1991, la caída del Muro de Berlín?

Como indica The Economist, “El socialismo de millennials tiene una refrescante disposición para desafiar el status quo. Pero al igual que el socialismo de antaño, adolece de una fe en la incorruptibilidad de la acción colectiva y de una sospecha injustificada en el empuje individual. Los liberales deberían oponerse”.

Pero a esta teoría nosotros queremos complementarla con otra, que está íntimamente ligada al trabajo de los think tanks liberales y que, consideramos, fue determinante de este giro político en los millennials: La falta de difusión de los beneficios que generan los instrumentos de mercado, frente a alternativas socialistas.

En efecto, si uno analiza diagnóstico por diagnóstico que llevan a la recomendación de las políticas anteriormente mencionadas se dará cuenta que no solo están errados, sino que además esconden una profunda ignorancia acerca de la existencia de instrumentos de mercado que generan mejores resultados que las propuestas mencionadas por estos partidos:

  • La desigualdad, lejos de seguir creciendo exorbitantemente, ha caído en EEUU en el período 1979-2014, no por redistribución de ingresos, sino por crecimiento económico (ver Lampadia: Cuidados en el manejo de cifras de pobreza).
  • La precarización del empleo no se combate con mayor protección, sino con un marco laboral flexible, que pueda ser abordado tanto por las grandes como por pequeñas empresas, incentivando la formalización.
  • Y en relación al cambio climático, este no se combate aumentando el tamaño del Estado, sino dando los incentivos a empresas y consumidores a expandir el uso de las energías renovables en su día a día.

Si los líderes políticos y empresarios difundieran estas ideas a través de las redes sociales, herramienta informativa por excelencia de los millennials, podrían generar un giro político en reverso en los jóvenes, desde el socialismo al capitalismo. Esta es una tarea que en Lampadia hemos asumido con compromiso e insistimos que es la solución para formar -en el mediano-largo plazo- una mejor clase política dirigente, tan venida a menos en los últimos años en el Perú.  Creemos firmemente que podemos lograrlo. Lampadia

La izquierda resurgente
Socialismo de millennials

Un nuevo tipo de doctrina de izquierda está emergiendo. No es la respuesta a los problemas del capitalismo.

The Economist
14 de febrero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, la competencia ideológica del siglo XX parecía haber terminado. El capitalismo había ganado y el socialismo se convirtió en sinónimo de fracaso económico y opresión política. Cojeaba en reuniones marginales, estados fallidos y la turgente liturgia del Partido Comunista de China. Hoy, 30 años después, el socialismo vuelve a estar de moda. En EEUU, Alexandria Ocasio-Cortez, una congresista recién elegida que se llama a sí misma una socialista democrática, se ha convertido en una sensación aun cuando el campo creciente de candidatos presidenciales demócratas para el 2020 gira a la izquierda. En Gran Bretaña, Jeremy Corbyn, el líder de línea dura del Partido Laborista, aún podía ganar las llaves de 10 Downing Street.

El socialismo vuelve a aparecer porque ha formado una crítica incisiva de lo que ha ido mal en las sociedades occidentales.

Mientras que los políticos de la derecha han abandonado con demasiada frecuencia la batalla de las ideas y se han retirado hacia el chovinismo y la nostalgia, la izquierda se ha centrado en la desigualdad, el medio ambiente y la forma de otorgar poder a los ciudadanos en lugar de a las élites.

Sin embargo, aunque la izquierda renacida hace algunas cosas bien, su pesimismo sobre el mundo moderno va demasiado lejos. Sus políticas adolecen de ingenuidad en cuanto a presupuestos, burocracias y empresas.

La renovada vitalidad del socialismo es notable. En la década de 1990, los partidos de izquierda se desplazaron hacia el centro. Como líderes de Gran Bretaña y Estados Unidos, Tony Blair y Bill Clinton afirmaron haber encontrado una “tercera vía”, una acomodación entre el estado y el mercado. “Este es mi socialismo”, declaró Blair en 1994 mientras abolía el compromiso del laborismo con la propiedad estatal de las empresas. Nadie fue engañado, especialmente los socialistas.

La izquierda de hoy ve la tercera vía como un callejón sin salida. Muchos de los nuevos socialistas son millennials.

  • Un 51% de los estadounidenses de 18 a 29 años tienen una visión positiva del socialismo, dice Gallup.
  • En las primarias de 2016, más jóvenes votaron por Bernie Sanders que por Hillary Clinton y Donald Trump juntos.
  • Casi un tercio de los votantes franceses menores de 24 años en las elecciones presidenciales de 2017 votaron por el candidato de la izquierda dura.

Pero los millennials socialistas no tienen que ser jóvenes. Muchos de los fans más entusiastas de Corbyn son tan viejos como él.

No todos los objetivos socialistas de millennials son especialmente radicales. En Estados Unidos, una política es la atención médica universal, que es normal en otros lugares del mundo rico y deseable. Los radicales de la izquierda dicen que quieren preservar las ventajas de la economía de mercado. Y tanto en Europa como en EEUU, la izquierda es una coalición amplia y fluida, como suelen ser los movimientos con un fermento de ideas.

Sin embargo, hay temas comunes. Los socialistas de millennials piensan que la desigualdad se ha salido de control y que la economía está amañada en favor de intereses creados. Creen que el público anhela que el Estado redistribuya los ingresos y el poder para equilibrar las escalas. Piensan que la miopía y el cabildeo han llevado a los gobiernos a ignorar la creciente probabilidad de una catástrofe climática. Y creen que las jerarquías que gobiernan la sociedad y la economía (reguladores, burocracias y empresas) ya no sirven a los intereses de la gente común y deben ser “democratizadas”.

Algo de esto está fuera de discusión, incluida la maldición del cabildeo y el abandono del medio ambiente.

La desigualdad en Occidente se ha disparado en los últimos 40 años. En Estados Unidos, el ingreso promedio del 1% superior ha aumentado en un 242%, aproximadamente seis veces más que el aumento para los trabajadores medios. Pero la nueva izquierda también tiene errores importantes en su diagnóstico, y también la mayoría de sus recetas.

Comencemos con el diagnóstico. Es erróneo pensar que la desigualdad debe seguir aumentando de manera inexorable.

  • La desigualdad de ingresos en Estados Unidos cayó entre 2005 y 2015, después de ajustar los impuestos y las transferencias.
  • El ingreso mediano de los hogares aumentó un 10% en términos reales en los tres años hasta 2017.
  • Un factor común es que los empleos son precarios. Pero en 2017 había 97 empleados tradicionales a tiempo completo por cada 100 estadounidenses de 25 a 54 años, en comparación con solo 89 en 2005.
  • La mayor fuente de precariedad no es la falta de empleos fijos, sino el riesgo económico de otra recesión.

Los socialistas de millennials también diagnostican mal la opinión pública. Tienen razón en que las personas sienten que han perdido el control sobre sus vidas y que las oportunidades se han debilitado. El público también resiente la desigualdad. Los impuestos sobre los ricos son más populares que los impuestos sobre todos. No obstante, no existe un deseo generalizado de redistribución radical. El apoyo de los estadounidenses a la redistribución no es mayor que en 1990, y el país recientemente eligió un multimillonario y prometedor recorte de impuestos a las empresas. Según algunas medidas, los británicos están más tranquilos con los ricos que los estadounidenses.

Si el diagnóstico de la izquierda es demasiado pesimista, el verdadero problema radica en sus prescripciones, que son perversas y políticamente peligrosas.

  • Tomemos la política fiscal. Algunos en la izquierda venden el mito de que las grandes expansiones de los servicios gubernamentales pueden pagarse principalmente con impuestos más altos para los ricos.
  • En realidad, a medida que las poblaciones envejecen, será difícil mantener los servicios existentes sin aumentar los impuestos a las personas de ingresos medios.
  • Ocasio-Cortez ha flotado una tasa impositiva del 70% sobre los ingresos más altos, pero una estimación plausible coloca el ingreso adicional en solo $ 12 mil millones, o el 0.3% de la recaudación total de impuestos.
  • Algunos radicales van más allá y apoyan la “teoría monetaria moderna” que dice que los gobiernos pueden pedir prestado libremente para financiar nuevos gastos y mantener bajas las tasas de interés.
  • Incluso si los gobiernos recientemente han podido obtener préstamos más de lo que muchos formuladores de políticas esperaban, la noción de que los préstamos ilimitados finalmente no alcanzan a una economía es una forma de charlatanería.

La desconfianza de los mercados también lleva a los socialistas de millennials a sacar conclusiones erróneas sobre el medio ambiente. Rechazan los impuestos al carbono neutrales a los ingresos como la mejor manera de estimular la innovación del sector privado y combatir el cambio climático. Prefieren la planificación central y el gasto público masivo en energía verde.

La visión socialista de millennials de una economía “democratizada” difunde el poder regulatorio en lugar de concentrarlo. Eso tiene cierto atractivo para los localistas como este periódico, pero el localismo necesita transparencia y rendición de cuentas, no los comités fácilmente manipulados favorecidos por la izquierda británica. Si las empresas de servicios de agua de Inglaterra se renacionalizaran como pretende Corbyn, es poco probable que sean ejemplos brillantes de democracia local. En EEUU, también, el control local a menudo lleva a la captura. Sea testigo del poder de las juntas de concesión de licencias para bloquear a los forasteros de empleos o de Nimbys para detener los desarrollos de viviendas. La burocracia en cualquier nivel brinda oportunidades para que intereses especiales puedan capturar influencia. La delegación de poder más pura es a individuos en un mercado libre.

El impulso de democratizar se extiende a los negocios. La izquierda de millennials quiere más trabajadores en las juntas y, en el caso del laborismo, apoderarse de las acciones de las empresas y entregarlas a los trabajadores. Países como Alemania tienen una tradición de participación de los empleados. Pero el impulso de los socialistas por un mayor control de la empresa se basa en la sospecha de las fuerzas remotas desatadas por la globalización. Empoderar a los trabajadores para resistir el cambio osificaría la economía. Menos dinamismo es lo opuesto a lo que se necesita para la reactivación de la oportunidad económica.

En lugar de proteger a las empresas y los empleos del cambio, el estado debería garantizar que los mercados sean eficientes y que los trabajadores, y no los empleos, sean el foco de la política.

En lugar de obsesionarse con la redistribución, los gobiernos harían mejor en reducir la búsqueda de rentas, mejorar la educación e impulsar la competencia.

El cambio climático se puede combatir con una combinación de instrumentos de mercado e inversión pública.

El socialismo de millennials tiene una refrescante disposición para desafiar el status quo. Pero al igual que el socialismo de antaño, adolece de una fe en la incorruptibilidad de la acción colectiva y de una sospecha injustificada en el empuje individual. Los liberales deberían oponerse. Lampadia




Incluyendo a los millennials en los gobiernos

Incluyendo a los millennials en los gobiernos

Como hemos escrito anteriormente en Lampadia: Los Millenials : una generación que va a cambiar el mundo, los millennials constituyen una generación que ha internalizado en su filosofía un verdadero compromiso cívico y una confianza en su capacidad para influenciar en el debate político, características que los hace diferentes a  generaciones más antiguas como los Baby Boomers.

Otros atributo importante a destacar es su obsesión por el uso de las tecnologías de información y comunicación, en particular, las redes sociales que se ven amplificadas con la utilización de los smartphones. Estas herramientas les permiten realizar una transmisión masiva de información e ideas, las cuales van formando su liderazgo político en diversos temas que pueden tener una alta trascendencia nacional e internacional.

En esta línea, un reciente artículo publicado en el blog del Foro Económico Mundial (ver artículo líneas abajo) da cuenta acerca de cómo los millennials vienen explotando sus habilidades y destrezas en diversos espacios de la comunidad, lo cual ha motivado su involucramiento con los Estados, que eventualmente se ven beneficiados del comportamiento disruptivo de estos jóvenes.

Estos espacios van desde grandes eventos internacionales anuales en donde miles de jóvenes adoptan la forma de una comunidad con intereses y valor comunes, lo cual les permite desarrollar sus habilidades políticas; hasta emprendimientos que promueven la difusión de información de interés nacional de manera sencilla, apoyados en las plataformas digitales.

Asimismo, se menciona cómo las empresas de servicios tecnológicos – cuyos fundadores fueron también millennials – como Uber, Facebook, entre otras, motivaron un cambio de la regulación por parte los Estados en los que tienen actividad, gracias al uso de las nuevas tecnologías.

La idea de buscar nuevas formas de aproximarnos a los jóvenes millennials, de manera que se involucren más en la discusión y en el diseño de las políticas públicas nos parece sumamente fascinante porque es una tarea que está íntimamente relacionada a la misión de Lampadia, la cual consiste en generar conciencia social, dada la falta de liderazgo y comunicación de nuestra clase dirigente.

Consideramos que difundir este tipo de iniciativas puede brindarle un abanico más grande de ideas a la generación millennial de nuestro país, interesada en impulsar una agenda nacional de prioridades, de cara a los principales problemas que enfrenta el Perú. Lampadia

Los Millennials están empezando a involucrarse más en el gobierno, y el impacto será enorme

Burning Man – una ciudad de 75,000 habitantes en el árido desierto de Nevada, es un gran ejemplo de cómo los jóvenes pueden participar en la sociedad civil y en el gobierno.

Christa Freeland
Empresaria-en-residencia y Directora General
Powershift group
Foro Económico Mundial
21 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

¿Qué tienen en común Burning Man, Alexandria Ocasio-Cortes y el espíritu empresarial?

Son algunos ejemplos de cómo los millennials impulsan la innovación y se involucran en el gobierno. Alrededor del 30% de la población mundial tiene menos de 30 años, sin embargo, los jóvenes realmente no tienen voz en el liderazgo del gobierno. Estereotípicamente, no se supone que deban preocuparse por el gobierno o incluso tener una visión positiva de él, y por lo tanto no están representados.

Como alguien nacido entre los años 1980-2000, yo soy una millennial. He empezado a notar este movimiento emocionante entre mi grupo demográfico; estamos haciendo cambios, y formando nuevos sistemas y expectativas de gobierno.

Nuevas formas de gobierno

Burning Man es un evento que solo existe por dos semanas cada año. Ocupa el desierto árido en Nevada, donde no hay absolutamente ninguna estructura o personas, y luego crece hasta una población de más de 75,000.

Burning Man es un gran ejemplo de jóvenes que participan con éxito en la sociedad y en el gobierno de una ciudad. La comunidad de “burners” ha prosperado y la reunión ha explotado en popularidad.

Mientras que Burning Man comenzó hace casi 20 años, la mayor parte del crecimiento explosivo se produjo en los últimos 10 años y entre los 33 y 34 años de edad (Reno Gazette Journal). Se recomienda encarecidamente a los asistentes que se familiaricen con los 10 principios de Burning Man, que incluyen la “autosuficiencia radical”, el “esfuerzo comunitario” y el “no dejar rastro”. Estos principios son obviamente importantes en un desierto sin recursos como el agua y la electricidad, pero los quemadores no solo siguen estas recomendaciones para sobrevivir. También los utilizan como una guía para crear una experiencia más satisfactoria de pertenencia, propósito y autodescubrimiento en el evento, así como en lo que denominan el mundo “predeterminado”, o día a día.

Larry Harvey, cofundador de Burning Man, tiene una teoría acerca de por qué el evento es un éxito: “… las habilidades y los dones [de los burners] deben compartirse con otros y fusionarse con el mundo, y el mundo responderá a eso. Y el mundo ha respondido. Hubo más de 50 burn eventos oficiales locales en todo el mundo que amplían aún más el compromiso de los 10 principios de Burning Man.

Organización dentro del gobierno

A nivel local, las ciudades estadounidenses de Houston, Grand Rapids, Philadelphia y Omaha han sido pioneras en la creación de juntas y comisiones milenarias. Esto significa que más gente joven está al tanto de los roles de voluntarios que pueden desempeñar en su ciudad para aprender, comprender e informar a sus ayuntamientos, alcaldes y otros departamentos. Algunas juntas y comisiones también trabajan para promover otros puestos abiertos dentro de la ciudad, asegurándose de no solo pensar en la diversidad en términos de género y raza, sino también en términos de edad, experiencia y perspectiva. Esto crea una representación demográfica más precisa y actualizada en el gobierno que crea un nuevo canal de personas listas para liderar.

Comunicación

Compañías como Betches Sup (“lo escuchaste aquí en segundo lugar”) y Skimm (“hace que sea más fácil vivir de manera más inteligente”), se enfocan en compartir noticias políticas creadas y compartidas de una manera que sea más fácil de digerir, a menudo más entretenida y fácil de relacionar. Entregan mensajes personalizados que son enviados y producidos por los millennials, lo cual es importante para captar y mantener la atención de los jóvenes.

Por ejemplo, los fundadores de Skimm han compartido una cerveza con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para discutir los temas que resuenan con los fanáticos de Skimm: “Nafta, la brecha salarial de género, el cambio climático, el triunfo del presidente y los calcetines”.

Emprendimiento

La tecnología también ha demostrado ser la forma de esta generación de cambiar el gobierno. Fundadores y ceos de empresas millennials como Uber, Facebook y Scooter que comparte la compañía Bird, han empujado los límites del gobierno a través de la innovación. La ciudad de San Francisco actualmente tiene que dar forma a las leyes de la ciudad en torno a los bird scooters y su seguridad. El congreso de Estados Unidos tuvo que trabajar para comprender cómo funciona Facebook y su influencia masiva. la Unión Europea necesitaba decidir cómo clasificar oficialmente a Uber (como un servicio de taxi o una empresa digital) para comenzar a crear y aplicar leyes. Diversos niveles de autoridad en todo el mundo están creando nuevas políticas en respuesta a los jóvenes empresarios disruptivos.

Correr, ganar, inspirar

Alexandria Ocasio-Cortez, una mujer de 29 años de la ciudad de Nueva York, recientemente derrotó a un político titular de 56 años con 10 mandatos, Joe Crowley, convirtiéndola en la persona más joven en el Congreso de Estados Unidos. La revista Vogue escribió: “Si Trump es el último jadeo de los “baby boomers”, Ocasio-Cortez es el primer grito enfático del millennial”. Ocasio-Cortez ha inspirado a una nueva ola de jóvenes a creer que ellos también pueden postularse para un cargo, y posiblemente ganar.

Ocasio-Cortez no solo confía en los sitios estándar de noticias y políticas para compartir su trabajo en el gobierno. Ella publica activamente en una audiencia combinada de millones de seguidores, en gran parte de la demográfica millennial, a través de Instagram, Twitter y más. Ella produce un flujo constante de videos e imágenes de “historias” para compartir su viaje cada día. Es una experiencia reveladora haber sido testigo de su progreso desde sus humildes comienzos en la campaña hasta el piso del congreso. Ocasio-Cortez seguirá siendo una gran influencia para las generaciones más jóvenes que valoran los intercambios relevantes, instantáneos y auténticos en Internet.

Cuadro completo

El gobierno es algo que eventualmente se adapta con los tiempos. Espero descubrir nuevas formas en que los millennials pueden involucrarse e impactar al gobierno. Y para aquellos preocupados por el cambio, les dejo con una nota positiva compartida por el Foro Económico Mundial sobre una encuesta de mis colegas modeladores globales: que si los millennials son felices, el mundo prosperará.

Lampadia




Los Millennials: una generación que va a cambiar el mundo

Los Millennials: una generación que va a cambiar el mundo

Se estima que los millennials serán casi el 50% de la fuerza laboral para 2020 y todavía tenemos mucho que aprender de la generación más grande y con mayor influencia en el mundo. Las diferencias generacionales han sido durante mucho tiempo un factor importante en la política de los Estados Unidos. Estas diferencias son cada vez más grandes y tienen el potencial de dar forma a la política en el futuro.

Estamos formando la historia de la humanidad

Desde temas de inmigración y raciales, hasta de política exterior y gobernanza, las dos generaciones más jóvenes, millennials y Gen X, se distinguen de la generación más antigua, los Baby Boomers. El aumento de la diversidad racial y étnica de los grupos de generaciones más jóvenes explica algunas de estas diferencias generacionales. En EEUU, más del 40% de los millennials no son blancos, la proporción más alta de cualquier generación adulta. Por el contrario, los baby boomers son 79% blancos. Pero incluso teniendo en cuenta la mayor diversidad de las generaciones más jóvenes, los millennials, expresan opiniones más liberales sobre muchos temas y tienen inclinaciones demócratas más fuertes que generaciones anteriores.

Según un reciente artículo de The World in 2019, una publicación de The Economist, estas diferencias de las generaciones se reflejan en las preferencias políticas. Los índices de aprobación de Donald Trump y su antecesor, Barack Obama, difieren notablemente de una generación a otra. Solo el 27% de los millennials aprueba el desempeño de Trump, mientras que el 65% lo desaprueba, según las encuestas del Centro de Investigación Pew realizadas en el primer año de Trump como presidente. Por otro lado, Trump tiene mejor aprobación con los Baby Boomers.

Los millennials son inclusivos, abiertos al mundo, creyentes en la ciencia y la tecnología y, sobretodo, muy conscientes de la desigualdad y preocupados por la pobreza en el mundo. Hay dos puntos que diferencian mucho a esta generación de las anteriores:

1. Los millennials se interesan en causas

Los jóvenes están realmente interesados ​​en temas desde el cambio climático, el matrimonio entre personas del mismo sexo y temas de identidad de género. También están cada vez más preocupados en la consciencia social, la pobreza, la igualdad de género, entre otros.

2. Los millennials adoptan un enfoque digital

Cuando los jóvenes quieren expresarse, ser escuchados, organizar a otras personas, siempre van primero a medios digitales, ya sean peticiones, donaciones, foros de discusión, lo digital es el primer punto de contacto para los jóvenes cuando se trata de política.

Quizás una de las cosas más resaltantes es lo eficaces que pueden ser los millennials para dinamizar la opinión pública y utilizar las redes sociales. Están llegando a la mayoría de edad en una era en la que la participación ciudadana está floreciendo y los movimientos de masas están emergiendo nuevamente. Involucrar a esta generación como ciudadanos activos en lugar de consumidores pasivos de medios de comunicación puede traer grandes cambios en el futuro. Son una generación que cree en el compromiso cívico y tiene confianza en su capacidad de influenciar el debate político. En el mundo, y en el Perú, necesitamos ambas cosas. Lampadia

La Siguiente Generación

Jonathan Rauch, Brookings Institution
Rauch es autor de “La curva de la felicidad: por qué la vida mejora después de los 50s” (Green Tree, 2018)
The World in 2019, The Economist
Traducido y glosado por Lampadia

¡Una generación para gobernarlas a todas! Los baby boomers, nacidos entre 1946 y 1964, han sido la cohorte más numerosa de EEUU durante más de cinco décadas. Los cuatro presidentes desde 1993 han sido de esa generación. Pero, en 2019, terminará su turno en la cima del poder.

Las generaciones son conceptos blandos, pero con definiciones ampliamente aceptadas, el Pew Research Center considera que 2019 es el año en que los baby boomers serán superados en número. El grupo que los desplazará como la cohorte más grande, los llamados millennials, es muy diferente.

The Economist

Al crecer en la cima del éxito e influencia en Estados Unidos, y triunfantes en sus cruzadas por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam, los boomers se sintieron con derecho a gobernar. Con frecuencia confrontacionales y moralistas, se inclinaban a ver la política en términos apocalípticos y libraban guerras culturales primero contra generaciones anteriores y luego dentro de las suyas propias. Asistieron a la universidad más que cualquier cohorte anterior y sirvieron menos en las fuerzas armadas. Rebeldes de jóvenes, se volvieron ultra protectores como padres. Establecieron el Estado de Bienestar y los beneficios de pensiones para sí mismos, cargando a sus hijos con deudas gubernamentales insostenibles.

Los Millennials, nacidos entre 1981 y 1996, crecieron en un planeta diferente. Traumatizados por el 11 de septiembre, la crisis financiera y los simulacros de ataques en la escuela, y observando el poder relativo de su país en declive, han sido descritos como idealistas pragmáticos: esperanzados en mejorar el mundo, pero sin la racha mesiánica de los boomers. Son la primera generación que se siente como en casa en el mundo digital, pero también la última en recordar haber realizado proyectos de investigación en bibliotecas físicas.

En comparación con sus padres, están menos apegados a los partidos políticos y son más liberales socialmente. El matrimonio interracial, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la marihuana legal no les causa problemas. Y son más diversos desde el punto de vista racial: el 56% de ellos son blancos, según Pew, frente a casi las tres cuartas partes de los boomers. También son menos religiosos.

Sus puntos de vista sociales progresistas ya están forzando el cambio sobre las corporaciones y la cultura. Los Millennials esperan que las empresas sean locales, verdes y socialmente conscientes. No necesariamente esperan poseer casas y autos. Como demostraron un efecto poderoso en el movimiento #MeToo, no toleran las prácticas sexuales y laborales que sus padres daban por sentado.

Y a ellos no les gusta el presidente Donald Trump: su índice de aprobación está estratificado por edad, y los millennials son quienes más lo desaprueban. Con su diversidad racial y sus opiniones de izquierda, los millennials tienen los números para restablecer la política estadounidense.

¿Pero cuando? A diferencia de los boomers, que acuden a las cabinas de votación, los millennials se quedan en casa. En las elecciones presidenciales, solo la mitad fue a votar. Aunque su parte de la población elegible para votar pronto superará a los “baby boomers”, su influencia se queda muy por detrás. Los Boomers pueden mantener control del escenario por mucho tiempo después de que su acto se haya estancado. Lampadia




Gigantes tecnológicos toman medidas para reducir la adicción a los celulares

Gigantes tecnológicos toman medidas para reducir la adicción a los celulares

El Internet y, particularmente, el smartphone parecen obstaculizar nuestra capacidad para administrar y equilibrar nuestro tiempo, energía y atención, y pueden ser adictivos. La sobrecarga digital puede ser un problema. Durante todo el día, las personas reciben mensajes y notificaciones en las computadoras, tablets y smartphones.

Esta cultura de conexión constante tiene un costo tanto profesional como personal. Muchas veces perdemos el tiempo, atención y energía en información e interacciones relativamente sin importancia, manteniéndonos ocupados, pero produciendo poco valor. Como han demostrado Clifford Nass y sus colegas de la Universidad de Stanford, las personas que hacen varias cosas a la vez regularmente no prestan atención, no asimilan bien ni administran sus tareas, al menos no tanto como aquellos que se enfocan en una cosa a la vez.

El resultado es una reducción en la productividad y compromiso, tanto en la oficina como en el hogar.

Pero el Smartphone es lo más preocupante. Nunca antes un dispositivo ha combinado todos los elementos de los medios de comunicación modernos: telefonía, mensajes de texto, música, video, internet, redes sociales, videojuegos, e incluso inteligencia artificial activada por voz. Edison Research, en una encuesta del año pasado, de aproximadamente 2,000 estadounidenses mayores de 12 años, descubrió que tres cuartas partes tenían Smartphones, solo nueve años después de la presentación del primer iPhone. Según Pew, un equipo de investigación, casi la mitad de los adultos estadounidenses dicen que no podrían vivir sin sus Smartphone. En dos estudios recientes, se descubrió que los adultos jóvenes usan sus Smartphone más de 80 veces al día (ver tabla).

Las sociedades están tratando de abordar el problema. Ahora, como afirma el Financial Times, Silicon Valley ha tomado el primer paso: admitir que tienen un problema. Pero hay un problema (o contradicción): las compañías de Internet como Google, Facebook y Twitter necesitan atraer la atención de los consumidores hacia los ingresos publicitarios.

Por ejemplo, una extraña similitud entre las próximas actualizaciones del iOS 12 y el Android P es: Nuevas herramientas para frenar nuestra creciente dependencia de nuestros smartphones. Así es como las gigantes compañías de tecnología móvil intentarán que pasemos menos tiempo en nuestros móviles. Y no es solo Apple y Google. Facebook ha confirmado que está trabajando en una función que les mostrará a los usuarios cuánto tiempo está utilizando (o desperdiciando) en la aplicación e Instagram también tiene una herramienta similar en sus planes.

Las aplicaciones de terceros para administrar el tiempo que pasamos en nuestros smartphones han existido durante años, pero ahora parece haber una comprensión colectiva por parte de los propios creadores de tecnología que todo este tiempo mirando las pantallas podría no ser tan bueno para nosotros.

Parte del problema es que todavía no comprendemos del todo cómo los smartphones están cambiando nuestros hábitos y nuestra manera de pensar. El primer iPhone salió en 2007, y las aplicaciones y el acceso a la web han existido por poco tiempo, lo que dificulta la organización de cualquier estudio a largo plazo.

Ciertamente, hay cierta evidencia de que estamos siendo dependientes de las redes sociales, el acceso a Internet y los juegos móviles diseñados para que los usemos más (y tal vez gastemos un poco más en el camino). Las notificaciones pueden actuar como ‘recompensas’ en el cerebro, por lo que a menudo nos encontramos inconscientemente buscando el móvil.

El resultado final puede ser un menor número de interacciones cara a cara y períodos de atención más cortos, pero los intervalos de tiempo en los que estamos usando nuestros teléfonos están causando incluso más problemas. La luz azul emitida por los dispositivos modernos se enreda con nuestros ritmos circadianos, poniendo en peligro nuestros patrones de sueño y aumentando el riesgo de todos los problemas de salud asociados con no obtener suficiente tranquilidad.

Sin embargo, uno de los problemas es que las mismas empresas que están tomando acciones para resolver este problema dependen, en gran parte, del aumento de las interacciones en las plataformas digitales para recibir mayores ingresos. Entonces, como afirma el Financial Times, “Es probable que los inversionistas vean un conflicto de intereses. (…) Las empresas de Internet alentarán a sus millones de usuarios para que aparten la vista de sus aplicaciones solo hasta que los accionistas comiencen a preocuparse por el impacto en los ingresos.”

Las aplicaciones que buscan mantener la concentración y reducir las distracciones han existido por mucho tiempo, por supuesto. Sin embargo, es revelador que las empresas de tecnología más grandes del mundo, las que diseñan nuestro software para dispositivos móviles, ahora se tomen en serio la tarea de ayudar a los usuarios a mantener un equilibrio sano entre la vida y la conectividad. Lampadia




Inspiremos a nuestros líderes

Recientemente publicamos en Lampadia una entrevista a Simon Sinek, escritor y motivador inglés, en la que analizó a la generación de los ‘Millennials’. Ahora, queremos compartir con nuestros lectores una de las charla TED más visualizadas, sobre liderazgo titulada ‘How great leaders inspire action’ (Como inspiran la acción los grandes líderes).

Según los asertos más comunes, la generación de Millennials tecnológicos está desilusionada con casi todos los líderes actuales, convirtiéndose en una generación huérfana (La caída de nuestros líderes es una tragedia). De alguna manera la humanidad, especialmente en occidente, desde sus juventudes, estaría perdiendo la esperanza y el respeto por los “viejos de la tribu”, por el establishment, que sienten que les ha fallado e interrumpido sus expectativas de un mundo mejor. ¿Cabe sin embargo preguntarse si, por ejemplo en Wall Street, los Millennials son una fuerza determinante de la gestión?

Por esta razón consideramos importante analizar y compartir la idea del “círculo dorado” de Sinek, un patrón biológico que, según él, explica por qué nos inspiran algunos pensadores, organizaciones y, ante todo, líderes. Y por qué otros no.

¿Por qué algunos oradores inspiran y motivan? Según Simon Sinek, la respuesta es el ´Círculo de Oro’ (The Golden Circle). Este es un concepto muy sencillo que encierra una gran verdad. Se basa en tres círculos concéntricos donde cada uno describe un pilar: ¿Por qué? ¿Cómo? y ¿Qué? Sinek lo explica así: “Cada persona, cada organización del planeta sabe lo que hace en un 100%. Algunas saben cómo lo hacen: llámese propuesta de valor agregado, proceso patrimonial, o PUV (Propuesta Única de Venta). Pero muy, muy poca gente u organizaciones saben por qué hacen lo que hacen. Y cuando digo “por qué” no me refiero a “ganar dinero”. Eso es un resultado. Siempre lo es. Con “por qué” quiero decir: ¿cuál es el propósito? ¿Cuál es la causa? ¿Cuál es la creencia? ¿Por qué existe la compañía? ¿Cuál es la razón para levantarse cada mañana? ¿Y por qué debería importarle a alguien?”

charla de Simon Sinek

Fuente: VisualTED

La clave del liderazgo se encuentra en cómo se produce la comunicación: desde afuera hacia adentro, o desde dentro hacia afuera. Los líderes inspirados y las organizaciones inspiradas sin importar su tamaño, sin importar su rubro, todos piensan, actúan y se comunican desde adentro hacia afuera. Y es que, según Sinek, “cuando nos comunicamos de adentro hacia afuera, estamos hablando directamente con la parte del cerebro que controla el comportamiento y entonces le permitimos a la gente racionalizarlo con las cosas tangibles que decimos y hacemos.”

Y, lamentablemente, en la coyuntura actual no tenemos muchos líderes que hablen de adentro hacia afuera, que estén comprometidos al 100%. Es como comprar un producto de una marca u otra. Como dicen Sinek, “Las personas no compramos lo que hace una marca, sino compramos el por qué hacen lo que hacen”. Esta es la gran diferencia. Por esa razón, cuando se contrata a alguien en una empresa o se elige a un líder, se debe hacer porque esa persona cree en lo que hace y no porque necesita un trabajo. La diferencia es que las primeras trabajarán convencidos, porque lo creen; y las segundas sólo lo harán por el dinero.

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Actualmente, hay personajes políticos que dejan mucho que desear. Como hemos manifestado hace poco más de un año en Lampadia, Donald Trump debería ser declarado como ‘persona no grata a la humanidad’. Sus posiciones extremistas contra los más débiles en su propia sociedad y su desdén por muchos otros pueblos del mundo, lo deberían haber descalificado para encarnar la postulación republicana. Lamentablemente, muchos no lo tomaron en serio al principio y, cuando pretendieron impedir su nombramiento fue muy tarde. Ver en Lampadia: En un momento difícil el mundo opta por los peores líderes.

Y es que hoy existe un gran vacío de liderazgo político a nivel mundial. Según Fortune, “el sistema político en EEUU está roto y vemos pocas razones para pensar que los contendientes actuales puedan solucionarlo.” Este es un indicio más de que hay un problema importante: un extraordinario nivel de disfunción política en el mundo y una aparente incapacidad de cualquiera de nuestros líderes actuales para salir adelante.

Los líderes que actualmente hacen nuestras leyes, escriben nuestros presupuestos y establecen nuestras agendas no son vistos como eficaces. Las personas que nos conducen a través de desastres naturales o crisis locales no están destacando por su liderazgo. Pero actualmente hay una falta grave y alarmante de liderazgo en los cargos de elección popular. Es por este motivo que compartimos las enseñanzas de Sinek, con el genuino interés que los futuros líderes aprendan a comunicarse de adentro hacia afuera, inspirando y motivando a las generaciones futuras. Lampadia




¿Cuando los Millennials ven que desear no es tener?

Simon Sinek, un conocido escritor y motivador inglés, ha calificado a la generación de los ‘Millennials’, nacidos entre 1981 y 1995, como personas con un serio problema de autoestima y necesidad de reconocimiento que los lleva a abandonar muy pronto sus empleos.

El reconocido escritor y consultor de liderazgo declaró en una entrevista de Inside Quest que las personas de esta generación “[han crecido] bajo estrategias de crianza que fallaron. Por ejemplo, les dijeron que eran especiales, les dijeron que podían conseguir todo lo que quisieran en la vida sólo con quererlo. Algunos entraron a las clases más difíciles no porque lo merecían sino porque sus padres se quejaron, y algunos se sacaron las mejores calificaciones no porque se las ganaron sino porque los profesores no querían lidiar con los padres”, relata Sinek. “Pero cuando son empujados al mundo real, en un instante, descubren que no son especiales, sus madres no les pueden conseguir un ascenso. Y finalmente, se dan cuenta que no pueden tenerlo todo con sencillamente desearlo”.

Millennials

Fuente:  marketingmagazine

Según un estudio de Universum Global, en el año 2020 los Millennials representarán el 50% de la fuerza laboral pero ellos tienen una visión muy distinta del lugar que ocupa el trabajo en su vida. El promedio de duración máxima de los Millennials en un puesto laboral es de dos años, ya que esta generación no busca más hacer carrera en la empresa o estabilidad a largo plazo, sino mayor libertad y flexibilidad. Pero esto es sólo la punta del iceberg.

Según Simon Sinek, la generación millennial tiene un serio problema de autoestima y necesidad de reconocimiento, y dijo que el impacto de las redes sociales y la gratificación instantánea representan un serio problema en el desarrollo de las personas que se hicieron adultas con el cambio de milenio, en plena prosperidad económica y antes de la crisis. El gurú afirma que hay cuatro claves que determinan la personalidad de estos jóvenes: cómo los criaron sus padres, la tecnología con la que crecieron, la impaciencia y el ambiente de trabajo al que ingresan.

Sin embargo, por otro lado, los millennials han sabido adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos que han acelerado la velocidad de su transición y paso en por el mundo, abriendo paso a una oleada de cambios radicales, por lo que desarrollaron prioridades y expectativas notablemente diferentes a las generaciones previas. Ver en Lampadia: Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?

Las nuevas prioridades de los millennial desconciertan a las generaciones anteriores que comparten los espacios laborales con ellos. Pero el desconcierto no sólo se materializa en el ámbito laboral, sino que también se representa en otros aspectos. El problema es que, si bien es cierto que las prioridades cambiaron, se dan por sentado generalidades de las generaciones  que no son del todo ciertas.

En lo que sí hay un consenso es que los millennials necesitan inspiración para que logren alcanzar su máximo potencial. Seamos la inspiración para crear una mejor generación. Lampadia

 




La tragedia de los servidores del Estado

La tragedia de los servidores del Estado

Mucho se ha hablado y escrito sobre los daños que causó la hiperinflación que originó el velascato (la ominosa dictadura militar) y que abonaron los gobiernos de Belaunde II y García I. Pero solo pocas veces hemos analizado este fenómeno desde la perspectiva que tuvo en los servidores del Estado, en los maestros, médicos, enfermeras y policías, gente que tenía ingresos fijos y que por lo tanto, sus fuentes de vida fueron licuadas, prácticamente desaparecidas, por el fenómeno monetario sin que su efecto pudiera ser compensado por aumentos salariales.

Efectivamente, a partir de mediados de la década de 1970, la dictadura militar de Velasco y Morales Bermudez iniciaron una de las mayores inflaciones de la historia de la economía mundial. Una de las mayores en dos aspectos, por su incidencia y su duración. La hiperinflación peruana descalabró a nuestra sociedad por más de 20 años y en un solo año llegó a generar un aumento de precios de 7,482% (1990). Ver el siguiente gráfico:

La tragedia de los servidores del Estado

Pero seguramente nuestros jóvenes, millennials y pulpines, no tienen la menor idea de que es inflación. Una pequeña descripción:

En economía, la inflación se define como un aumento sustancial, persistente y sostenido del nivel general de precios a través del tiempo. Otra forma de definirlo es como la disminución del valor del dinero respecto a la cantidad de bienes o servicios que se pueden comprar con dicho dinero.

En otras palabras, si a principios de año tu ingreso fijo como maestro era de 1,000 soles al mes, tu poder de compra te permitía adquirir bienes por valor de 1,000 soles. Pero si la inflación anual era de 50%, al final del año, los mismos bienes habían subido de precio con la inflación a 1,500 soles, pero no tu ingreso. Por lo tanto, ya no podías comprar las misma cosas. Solo podías comprar por 1,000 soles, o sea dos tercios (1,000/1,500) de las cosas que podías adquirir a inicios de año.

Ahora imagina que pasaba con tu capacidad de compra, si el siguiente año se repetía el fenómeno, o peor aún, si seguía creciendo. ¿¿¿ ??? ¿Qué horror no?

Evidentemente, los más afectados por este fenómeno eran los ciudadanos que tenían ingresos fijos. Y entre ellos, además de los jubilados y otros, tenemos a los muy importantes servidores del Estado, a los maestros, médicos, enfermeras y policías. Las vidas familiares de esos trabajadores fueron destrozadas.

Entonces, antes de la inflación, hasta mediados de los años 70, nuestros maestros, por ejemplo, tenían vidas dignas, no ganaban mal (hoy día el ingreso de un maestro llega solo al 30% de su ingreso real de esos años), eran respetados por la sociedad, eran gente que trabajaba por vocación y con un importante compromiso por la calidad de su trabajo. Lo mismo se daba con los otros servidores del Estado.

¿Pero que pasó una vez que fuimos atacados por la hiperinflación? Pues, nuestros servidores tuvieron que dedicarse a ver como sobrevivían, ver de donde sacaban ingresos para mantener a sus familias. Muchos tuvieron que cachuelearse haciendo cualquier otra cosa. Las madres de familia empezaron a producir artesanalmente dulces y otros bienes, el foco de vida de los trabajadores y familias cambió rotundamente.

 

El Estado, que no podía hacer incrementos de salarios que compensaran la hiperinflación y ante la presión de nuestros servidores, tuvo que ir variando los horarios de trabajo para que la gente tenga la oportunidad de generar ingresos de otra manera. Así fue como terminamos con los 24X24 en la policía, con turnos de enfermeras y médicos de cuatro horas y, con jornadas escolares de medio día.

Pero también se dieron otros dos fenómenos, la evolución de los gremios de servidores públicos y el abandono de los valores inherentes al servicio público.

En cuanto al tema gremial, era evidente que los trabajadores tenían que organizarse y en la medida que el tema se agravaba, tenían que ir desarrollando actitudes de fuerza que eran la única manera de obtener algo en una sociedad de suma cero. Suma cero, pues la economía estaba estancada y solo se podía conseguir algo a costa de los demás. A lo largo de los años hemos visto como los gremios de maestros y servidores de la salud han llegado a actitudes poco humanas. Explicablemente, dichos  gremios fueron capturados por cúpulas politizadas que hasta ahora medran de los trabajadores. Por ejemplo, el Sutep mantiene hasta hoy, en su estatuto, su compromiso con la lucha de clases y está muy lejos del objetivo de la educación. Lo que empezó como una imperiosa necesidad reivindicativa en una sociedad que los condenó a la miseria, terminó en un movimiento político que sigue erosionando el compromiso de los maestros con la educación.

Lo mismo hemos visto con los médicos. En la huelga médica del 2014, el presidente de la Federación Medica del Perú, parecía más un ‘espartambo’ que un galeno. Curiosamente, luego de sus aprontes violentistas fue elegido como Decano del Colegio Médico del Perú, en vez de haber sido expulsado de la profesión.

Pero tal vez el peor impacto de la corrosiva hiperinflación ha sido el abandono de los valores inherentes a las funciones de servicio público. Hoy todavía los ciudadanos esperamos encontrar en el maestro, la enfermera, el médico y el policía, a alguien comedido, que exprese vocación de servicio, dedicado en cuerpo y alma, como era antes de la tragedia, simplemente, alguien dedicado a dar contenido a la palabra: ‘servicio’. Lamentablemente, la realidad es otra y la sociedad está muy disconforme con los servicios del Estado.

Evidentemente, estas expresiones no abarcan a todos los servidores del Estado, describen los comportamientos disfuncionales de muchos de ellos, que son justamente los que han dejado impresiones en nuestras retinas.

Todo esto es muy complejo. De alguna manera, nuestros servidores públicos han sido empujados a vivir en una suerte de selva donde solo puedes avanzar a machetazos y poco importa lo que pisas en el camino.

Reflexiones finales

  1. Entendamos por qué se dio la necesidad de formar gremios reivindicativos y agresivos.
  2. Revaloremos las funciones de los servidores públicos, que deben llegar a ubicarse en un lugar privilegiado de la sociedad.
  3. Escribamos códigos de conducta y compromisos éticos a los que deben adherirse todos los servidores públicos para acceder a los incrementos salariales.
  4. Viabilicemos los procesos disciplinarios que permitan separar a los malos elementos sin indebidas interferencias judiciales.
  5. Establezcamos importantes ‘premios’ para distinguir a los servidores públicos que den el ejemplo con nuevos valores de servicio y compromiso en los nobles oficios de apoyo al ciudadano.
  6. Establezcamos nuevos horarios de trabajo de los servidores públicos con jornadas completas.
  7. Desarrollemos un plan concreto para permitir mejores remunieraciones a los servidores que asuman el reto de reconvertir los servicios del Estado. 

Lampadia  




Para ganar los corazones y mentes del siglo XXI

Los millennials son los jóvenes nacidos entre 1980 y 2000, tienen entre 20 y 35 años, se hicieron en el mundo digital, son multipantalla, multidispositivo y multiproceso. A diferencia de las generaciones anteriores, a los Millennials les es natural el mundo de la tecnología y de las redes sociales.

Esta generación ha alcanzado la mayoría de edad durante un momento de cambio tecnológico y de gran globalización. Eso los ha formado con comportamientos y experiencias diferentes al de sus padres. Muestran actitudes diferentes frente a las fronteras geográficas, la política, las instituciones y los líderes tradicionales, así como al sentido de “propiedad”, por lo que son más proclives  a una “economía de intercambio.” Ver en Lampadia: Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?

Tienen un punto de vista muy diferente al de las generaciones anteriores sobre lo que representa ser empleado. Al momento de elegir un empleo, tienen varias cosas en cuenta como: cuánto aporta a su formación personal y profesional, si hay flexibilidad horaria y el sentido del trabajo. A diferencia de las generaciones anteriores, tendrán entre 15 y 20 trabajos diferentes en su vida laboral.

Además de las características de los millennials, la percolación de la tecnología en la vida de todas las generaciones, está generando expectativas y condiciones de vida que nos ponen delante un mundo nuevo en las relaciones de las personas y los compromisos laborales.

En Lampadia consideramos importante analizar como se puede inspirar en este nuevo mundo, qué inspira realmente a un millennial a comprometerse en una empresa. Según la revista Forbes, el 30% de la población de Latinoamérica pertenece a esta generación ‘millennials’ y en el 2025 representará el 75% de la fuerza laboral del mundo.

Mantenerse al día con la competencia implica ser capaz de innovar casi 24/7. Eso puede ser agotador para una empresa que ya está trabajando duro para completar las tareas actuales y mantenerse al día con el flujo de negocios. Además, el principal valor de toda empresa son sus profesionales y trabajadores, por lo que el objetivo de todo jefe debe ser tenerlos siempre alertas, satisfechos y motivados. Es por eso que compartimos con nuestros lectores una publicación de McKinsey Quarterly, la cual explica en resumidos pasos qué es lo más importante para un millennial y cómo se les puede inspirar para lograr el gran cambio que las empresas necesitan para que los empleados se comprometan más con ellas y estén inspirados para ser generadores de cambio.

McKinsey afirma que la creación de redes sociales internas, como la propia Yammer, también ayuda a la integración y la valoración del trabajo dentro de la compañía. Hay diversos estudios en este sentido, y en opinión de la consultora estratégica McKinsey&Company, el uso de redes sociales corporativas incrementa un 25% la productividad, porque la relación con los compañeros de trabajo ya no se limita a hablar durante el almuerzo o el café: ahora en algunas compañías incluso está permitido chatear.

Los empresarios con visión de futuro quieren cambiar el mundo, pero hay que saber como ganar los corazones y las mentes de los nuevos trabajadores. Lampadia

Líneas abajo, compartimos el artículo de Mckinsey Quarterly:

Ganando los corazones y las mentes en el siglo 21

Por Tessa Basford y Bill Schaninger

Publicado por McKinsey Quarterly

Abril 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Los líderes necesitan nuevas formas de cambiar las actitudes y el comportamiento de sus empleados

El contrato psicológico que tradicionalmente une a empleados y empleadores se está desgastando. Hoy en día, muchos de los trabajadores, después de haber experimentado el dolor de la recesión económica y de los despidos a gran escala, ya no sienten tanta lealtad y compromiso hacia sus organizaciones como lo hacían hace una década. El saltar de empleo a empleo ha sido descrito como la “nueva normalidad”, y se espera que los millennials tengan entre 15 y 20 puestos en el transcurso de sus vidas laborales.

Mientras tanto, la gestión de los ejecutivos de nivel medio, que tradicionalmente actúan como un conducto para la comunicación de los niveles altos a los más bajos de las empresas, se ha vaciado. Así que tal vez no es de extrañar que, en la cara de estas dos tendencias, los líderes luchen por conseguir que sus empleados adopten programas de ‘grandes cambios’. En lugar de adaptarse a las exigencias de la transformación de las organizaciones, los empleados son más propensos a resistir pasivamente, lo que socava el esfuerzo y la difusión de los cambios. O, simplemente se podría decidir que las transformaciones no compensan el riesgo, y buscan su próxima oportunidad en otro lugar.

Para contrarrestar estos problemas, para las empresas en transición es más importante que nunca invertir tiempo y esfuerzo en cambiar el modo de pensar y el comportamiento de su fuerza laboral. Hace casi 15 años, introdujimos la idea de que cuatro acciones básicas podrían apoyar este tipo de iniciativas: fomentar la comprensión y convicción, reforzar el cambio a través de mecanismos formales, desarrollar talento y habilidades y, modelar nuevos roles. Nuevas investigaciones han reforzado la importancia de estas cuatro prioridades. (Para más información sobre la investigación y el modelo que soporta, ver, “Los cuatro elementos centrales del cambio“).

El reto para los ejecutivos ahora es que deben aprender a aplicar el modelo de nuevas e imaginativas maneras que no habrían sido posibles cuando publicamos por primera vez nuestra investigación, un momento en que el mundo era un lugar muy diferente (ver imagen líneas abajo). En 2003, el iPhone todavía no existía. No había algo como Facebook y mucho menos Chatter, Twitter o Yammer. Los millennials más afortunados estaban en la universidad y todavía soñaban con el éxito que eventualmente tendrían con el lanzamiento start-ups como Box o Instagram. Uber era sólo una palabra alemana. Alquilábamos películas en Blockbuster, conducíamos Hummers y leíamos la revista Newsweek, todas ahora quebradas.

Dos características claves de los lugares de trabajo modernos son particularmente importantes en el contexto del cambio. Una es el creciente panorama tecnológico y digital incluyendo la conectividad móvil y las redes sociales, que han abierto nuevas e interesantes posibilidades de  influir. La segunda es la nueva generación de empleados ‘millennials’. En la superficie, por lo menos, parece que tienen necesidades diferentes y responden a los cambios en maneras que los diferencian de sus compañeros de trabajo y, aunque nos gustaría repetir el punto de vista de nuestros colegas (véase “Millennials: Burden, blessing, or both? “) que sus actitudes, de alguna manera, reflejan los de la fuerza laboral en su conjunto. A la vista de estas oportunidades y desafíos relacionados entre sí, aquí están algunas ideas sobre cómo ganar los corazones y las mentes de la era moderna.

Nuevas herramientas de influencia

Los avances digitales impulsarán los esfuerzos para fomentar la comprensión y convicción, lo que ayudará a los empleados a sentirse más involucrados en los esfuerzos de cambio y más capaces de desempeñar un rol en su formación. Considere, por ejemplo, como la forma moderna de comunicaciones digitales hacen que sea fácil personalizar los mensajes, adaptándolos a las necesidades de los individuos y entregándolos directamente a los empleados. Solemos tomar esas comunicaciones personalizadas por sentado, pero son importantes en el contexto de los grandes esfuerzos de cambio, ya que ayudan a prevenir una ruptura en la cadena cuando un mensaje pasa desde el CEO a través de los mandos intermedios hasta abajo. Por ejemplo, una compañía farmacéutica global dedicada a un programa de cambio utilizó su plataforma de medios de comunicación social interna exactamente de esta manera, intercambiando diferentes mensajes con diferentes grupos de usuarios y asegurándose que las comunicaciones fueran relevantes.

La tecnología también puede ayudar a identificar los obstáculos para el cambio, como el exceso de confianza en tus habilidades o conocimientos. Considere la popular FitBit y otros trackers de actividades: estos pequeños dispositivos proporcionan una imagen precisa (y, a veces, sorprendente) de la actividad individual, exponen la verdad, y vuelven a los usuarios más responsables de su desempeño. Encuestadoras online, Rapid-fire, hacen que sea relativamente sencillo hacer un sondeo en una organización, identificando las diferencias de perspectiva y entendimiento entre la alta dirección y las bases. La investigación basada en el Índice de Salud de las Organizaciones de McKinsey sugiere que la alta gerencia sobreestima frecuentemente el impacto de sus mensajes a los empleados (para más información, ver “¿Por qué se desacoplan los trabajadores de primera línea“).

Además, los líderes pueden usar herramientas tecnológicas para impulsar el desarrollo de habilidades. Por ejemplo, las herramientas digitales le proporcionan a las organizaciones una forma creativa de mostrar cómo el aumento del esfuerzo (por ejemplo, la adopción de un nuevo software o un programa de entrenamiento) puede mejorar el rendimiento. Al presentar historias de éxito, la visualización de los certificados de formación y las “placas” de las charlas en las páginas de Intranet de la empresa, Yammer o Chatter, las organizaciones pueden inculcar un sentido de control y competencia que estimula los esfuerzos de mejora de las personas y equipos.

Las plataformas sociales son más que herramientas para la comunicación y para la construcción de habilidades y un sentido de comunidad. Proporcionan un análisis sofisticado que refuerza los roles e impulsa el momentum de influencia. En los últimos años, hemos visto que un número cada vez mayor de las empresas utilizan los análisis de redes sociales y técnicas similares para ayudar a identificar los factores de influencia ocultos: las personas cuyas actitudes pueden imponer respeto entre sus colegas y cuyo papel podría ser crítico para el éxito de un programa de cambio. Al identificar un par de docenas de personas influyentes entre regiones, un gran fabricante sabe que necesita el apoyo de estos empleados para ayudar a comunicar los cambios que quiera implementar, ya que serán los modelos a imitar, propagando modos de pensar y comportamiento deseados, y luchando contra el escepticismo.

Nuevos empleados, nuevos retos

De hecho, el poder del grupo puede ser la influencia más poderosa de todas. En un mundo digital cada vez más conectado, existen más oportunidades que nunca para compartir información acerca de cómo los demás piensan y se comportan. Los millennials normalmente se inspiran en las críticas positivas en Instagram, Snapchat, o Yelp o de “Twitterati” con muchos seguidores. No es de extrañar que los usuarios de los medios sociales puedan “comprar seguidores”, impulsando así la popularidad de una persona o marca cuando se inicia una tendencia. Los trabajadores del milenio, a veces descritos como “hiperconectados a nivel mundial”, pueden ser especialmente abiertos a la persuasión de la voz colectiva y esperan una comunicación en tiempo real con todos, no sólo con la alta dirección.

El potencial de la tecnología para inspirar acciones es buena para los posibles agentes de cambio, porque los empleados de hoy en día son cada vez más escépticos. Una historia de cambio genérico ya no es suficiente, si es que alguna vez lo fue. Para cambiar los corazones y las mentes, una historia debe ser personalmente significativa para el oyente o el lector. Eso es particularmente cierto para los empleados más jóvenes de hoy en día. Entrevistas recientes con cientos millennials con alto potencial, por ejemplo, revelan cómo, en muchos casos, sus decisiones de quedarse o irse de una empresa dependía de su capacidad de encontrar un significado y un sentido de propósito.

La nueva transparencia de la tecnología, sin embargo, puede ser un arma de doble filo. En el mundo actual, las páginas web como Glassdoor eliminan el misterio de los salarios y el aumento de la movilidad laboral. Eso hace que para los empleados sea más fácil que nunca juzgar cuando están descontentos con la dirección de una empresa o decidir que no están recibiendo un trato equitativo. Recordemos que algunos veinteañeros se acuerdan de cómo sus propios padres fueron maltratados en peleas anteriores de reducción de costos, y muchos hastiados empleados mayores permanecían en la fuerza de trabajo. Organizaciones que  esperan ganarse a esos empleados tienen a hacer lo que sea necesario para neutralizar la compensación como una fuente de ansiedad y centrarse en lo que realmente importa. Para algunos trabajadores, flexibilidad adicional y el trabajo a distancia, pueden ser más atractivos que un cheque más grande. Los líderes que dirigen los esfuerzos significativos de cambio deben buscar todos los mecanismos formales de refuerzo a su disposición.

Por último, no hay que ignorar el desarrollo de habilidades como medio de fomentar el compromiso de las nuevas generaciones; los millennials, después de todo, parecen estar particularmente hambrientos de oportunidades para su desarrollo. La investigación de McKinsey ha mencionado anteriormente que encontró que esta generación estaba ávida de oportunidades de promoción y era receptiva a diversos programas de aprendizaje- desde programas empresariales a programas de rotación más tradicionales. En los últimos años, las organizaciones han empezado a aprovechar este modo de pensar, y algunos están explorando la educación como un beneficio del empleado. El plan de logros universitarios de Starbucks, por ejemplo, ahora paga los gastos de matrícula para los trabajadores temporales y de tiempo completo que toman cursos de Arizona State University. Otras organizaciones, como Anthem y Fiat Chrysler, ya han puesto en marcha programas similares.

Los millennials pueden parecer un reto. Sin embargo, su búsqueda de diversos modelos de comportamiento que van más allá de un cheque de pago, un trato equitativo en un mundo cada vez más transparente y transitorio, y el desarrollo de habilidades de vanguardia, son algunos factores que muchos empleados, independientemente de su edad, industria o nacionalidad, están buscando en la actualidad. Los líderes que comprendan tanto la fuerza de trabajo cambiante como las herramientas digitales de vanguardia y tengan una comprensión bien afinada de los componentes básicos de cambio en la organización, estarán bien posicionados para romper esquemas e inspirar a estos empleados. Lampadia




La flexibilidad laboral no es una monserga ‘neoliberal’

Las consecuencias de las malas políticas laborales de Francia, llevaron al gobierno socialista a plantear una reforma laboral liberalizadora que permita retomar la competitividad de la economía y generar más demanda de empleo, especialmente para los jóvenes. Pues, luego de muchas protestas y a pesar de ellas, el gobierno usó un instrumento constitucional extremo para aprobar la reforma. 

Manuel Valls, este martes, en la Asamblea Nacional de Francia. Philippe Wojazer Reuters

Tras meses de violentas protestas en todo el país, la Asamblea Nacional de Francia se aprobaron las muy necesarias reformas laborales del presidente Francois Hollande que, según el gobierno, frenará las elevadas tasas de desempleo, haciendo que sea más fácil para los empleadores contratar y despedir trabajadores y establecer unilateralmente las horas de trabajo y los salarios.

Típicamente, las protestas fueron lideradas por los sindicatos y por grupos de jóvenes que serán los beneficiados por la reforma. Un caso parecido al de la marcha de los ‘pulpines’ en el Perú. Es curioso, se supone que los jóvenes, especialmente los millennials se caracterizan por su independencia de criterio, pero, en uno y otro caso, se ve que son manipulados en contra de sus propios intereses. Tendremos que reflexionar sobre esto en otra ocasión.

El Gobierno de Hollande invocó el artículo 49.3 de la Constitución (llamado coloquialmente la ‘bomba atómica’), que permite al Gobierno imponer un proyecto de ley de modo que se adopte sin necesidad de ser votado en la Asamblea Nacional. Los diputados tenían hasta este miércoles para presentar una moción para revocarlo, sin embargo, no consiguieron las 58 firmas necesarias para llevarlo a cabo.

Los estudiantes franceses queman contenedores de basura en la ciudad de Nantes durante una protesta contra las reformas laborales el 24 de marzo de 2016. Fuente: France24

Recordemos que en Francia, al igual que la mayoría de países europeos, el presidente es elegido mediante una elección indirecta. Esto significa que los ciudadanos eligen a los miembros de la Asamblea o Parlamento y es éste órgano el que elige entre ellos al jefe del poder ejecutivo. De igual manera ocurre en algunos sistemas republicanos democráticos en los que el Jefe del Estado no es elegido directamente por los ciudadanos, sino que estos eligen primero representantes que se constituyen como los electores finales. Este es el caso de la eleción del Presidente de los Estados Unidos.

En Francia, el Primer Ministro, Manuel Valls, invocó la cláusula de poderes especiales (artículo 49,3) porque los legisladores de izquierda habían amenazado con votar en contra del proyecto y era necesario imponer una flexibilización laboral que facilite la contratación y el despido de trabajadores y otros. 

Y es que existen muchas razones por las que se considera necesaria la reforma. En los últimos años, Francia ha quedado sistemáticamente detrás de sus pares de la zona euro en términos de creación de empleo y tasa de desempleo, que actualmente es de 10.2%. El mercado laboral está afectando la competitividad y el bienestar de la población. Ver en Lampadia: Reforma laboral francesa: flexibilidad o más desempleo.

Además, como muestra el gráfico inferior, una de las grandes razones por las que el mercado laboral de Francia ha fracasado es que muchas personas sin empleo no tienen un incentivo real para trabajar en un trabajo que consideran mal pagado. Las cargas fiscales sobre los trabajadores franceses son las más altas de cualquier país de la OCDE.

Con excepción de Lampadia, en el Perú, lamentablemente, la noticia no ha sido difundida por los medios nacionales. Se puede entender que, por miedo, haya sido obviada por los candidatos, pero no que luego se siga ignorando algo tan importante para la salud de largo plazo de nuestros trabajadores.

Los manifestantes en una manifestación contra la reforma de la legislación laboral en la capital francesa de París en marzo. Fuente: TheEpochTimes

La importancia de esta revolución es que nos debería hacer reaccionar sobre nuestras propias políticas laborales, para facilitar la creación de empleo de calidad y empezar a superar la perniciosa informalidad a la que hemos condenado, sin protección laboral efectiva, a la gran mayoría de nuestros trabajadores. (Ver en Lampadia: El altar del laboralismo se rinde a la ‘dura prueba de la realidad’ y Sin flexibilidad laboral perdemos empleo y productividad). Nuestras regulaciones laborales y sus impactos en el mercado de trabajo son muy similares a las de Francia antes de la reforma histórica que está entrando en vigor.

Así como seguimos a Francia cuando levantamos los muros que desincentivaron la creación de empleo, ahora nos toca acompañarlos en una reforma efectiva que corrija nuestra rigidez laboral, una de las más extremas del mundo. (Ver en Lampadia: Por décadas, nos equivocamos siguiendo a los franceses). 

Policías y estudiantes heridos, decenas detenidos tras tornarse violentas las protestas laborales francesas. Fuente: The Independent

En el Perú, el 73% de la Población Económicamente Activa (PEA) empleada es informal. Esto se debería en gran medida a la rigidez laboral del país, por lo que se deberían implementar reformas que permitan reducir los niveles de informalidad que además afectan la productividad de una buena parte de las empresas que operan en ese ambiente societario.  Este es uno de los principales problemas del mercado laboral peruano y será uno de los grandes retos para el próximo gobierno.

Como se puede observar en el gráfico inferior, en los últimos 5 años hemos retrocedido en casi todos los indicadores de eficiencia del mercado laboral con respecto al 2011. Además, en los últimos años, hubo un deterioro considerable en las prácticas de contratación y despido. Nos encontramos entre los países con peores prácticas de contratación y despido en el mundo (puesto 133 de 140 según el WEF).

Está comprobado que la sobre regulación afecta el normal desenvolviendo de los mercados y el laboral no es una excepción. Por tanto es urgente realizar cambios que no sólo nos hagan más competitivos. Para ello, el gobierno debe crear una formalidad más accesible, explicar a empleadores y a la población los beneficios de un sistema más flexible y establecer procesos de transición no punitivos.

Ayer hemos hecho una propuesta que plantea tratar la formalización del trabajo en vinculación al tema de las pensiones y el IGV.  Ver en Lampadia: Sobre formalización, pensiones e IGV. En el Perú no tenemos la ‘bomba atómica’ de Francia, pero el que se haya usado demuestra la extraordinaria importancia del tema laboral. En nuestro caso se impone un amplio debate nacional que es ideal que coincida con el inicio del nuevo gobierno. 

Lampadia

Valls acude de nuevo al decretazo para la definitiva aprobación de la reforma laboral

Los sindicatos amenazan con más protestas ante la “deriva autoritaria” del Gobierno

Carlos Yárnoz

El País de España

París, 6 de Julio 2016

Glosado por Lampadia

 

Por cuarta vez en esta legislatura, el Gobierno francés anula el voto parlamentario y echa mano del decretazo para sacar adelante una reforma.

Valls ha anunciado este martes en la Asamblea Nacional el recurso al extraordinario artículo 49.3 de la Constitución –permite suspender el trámite parlamentario de una ley y aprobarla por decreto– después de una tensa reunión con su dividido grupo parlamentario. “Basta de jugar. Yo no juego. Asumo mis responsabilidades en interés del país”, les espetó el jefe del Gobierno.

Para el jefe del Gobierno, el fracaso parlamentario del proyecto de ley es achacable a “una alianza de conservadores y de inmovilistas” -la derecha y sus diputados críticos-, pese a que el proyecto recoge “un texto de progreso” necesario para Francia. “El país debe avanzar”, ha afirmado.

Con este recurso al decreto, Hollande y Valls pretenden dar carpetazo a su proyecto más polémico y convertido desde marzo pasado en todo un símbolo de la pugna de los sindicatos mayoritarios y de la izquierda radical contra la política económica del Gobierno socialista.

LOS CAPÍTULOS MÁS CONTESTADOS

Prioridad a la empresa. Los acuerdos entre propietarios y empleados en cada empresa tendrán más fuerza legal que los pactados en el sector. Es un cambio radical en el principio de jerarquía legal.

Indemnizaciones. Baja general en caso de despido. Se reducen a 15 meses de salario –en lugar de 27- para empleados con más de 20 años de antigüedad. Son baremos “indicativos”, no obligatorios, como decía la primera versión de la ley.

Despidos. Se facilitan en caso de degradación de cifra de negocios durante cuatro trimestres o pérdidas durante un semestre. Y por cambios tecnológicos o reorganizaciones.

Horas extraordinarias. Su pago podrá ser de solo un 10% superior a las horas ordinarias, no 25% como hasta ahora, si así se pacta en cada empresa.

35 horas. El principio sagrado en el límite laboral semanal queda de hecho dinamitado por la ley porque se podrá ampliar más fácilmente que ahora por acuerdo interno en las empresas.

Los diputados rebeldes y la izquierda radical también intentaron entonces presentar esa moción. Les faltaron dos firmas de las 58 exigidas para conseguirlo. Ahora dicen tener suficientes apoyos para hacer frente a “la máquina infernal” del 49.3, en palabras de Christian Paul, líder de los rebeldes.

Los Republicanos (196 escaños) han dicho que no presentarán la censura. Dejarían así en evidencia la brecha interna en la izquierda y, de paso, se reservan la opción de apoyar la censura de la izquierda, si es que la presentan.

El paso dado por Valls ha coincidido con una nueva jornada de movilización contra la reforma dentro de la mayor movilización social registrada en Francia en las últimas décadas. La mayor manifestación se ha registrado en el centro de París -entre 7,500 y 45,000 asistentes, según la policía o los organizadores- a la misma hora en que Valls anunciaba su decisión. La CGT, el mayor sindicato del país, prepara nuevas protestas ante “la deriva autoritaria” y “una rentrée potente y ofensiva para impedir la aplicación de la ley” que es rechazada por cerca del 70% de los franceses, según los sondeos.

Junto con la reforma laboral, la otra hecha por François Hollande ha sido la de la liberalización de la economía. También por la rebelión de diputados socialistas, la ley fue aprobada en las dos lecturas por decretazo. En ambos casos, Valls superó con holgura las correspondientes mociones de censura de Los Republicanos.

La opción constitucional de aprobar una ley por decreto sin debate ni votación la ha utilizado el Gobierno francés en 84 ocasiones desde el arranque de la V República en 1958. La izquierda lo ha hecho en 52 ocasiones y la derecha, en 32.

La mayor crítica contra el uso de semejante arma nuclear la hizo en 2006 el hoy presidente Hollande: “El 49.3 es una brutalidad. El 49.3 es una negación de la democracia”.

Lampadia




Desatemos el gran potencial de los Millennials

Desatemos el gran potencial de los Millennials

En un informe especial de The Economist, afirma que los millennials son  la generación con más conocimientos y mejor preparada de la historia. Sin embargo, sus mayores les están impidiendo alcanzar su plenopotencial, especialmente con regulaciones laborales que los dejan sin empleo y otras que encarecen su costo de vida (viviendas), así como por la migración global.

El mayor daño que se está haciendo a esta generación es dejarlos sin empleo. Esto es especialmente notorio en la vieja Europa, sobreregulada y llena de normas que producen el efecto contrario al que buscan. Por ejemplo en Francia (como veremos más adelante) el gobierno socialista ha tenido que presentar una reforma radical para disminuir la rigidez laboral. Esta ya tiene una fuerte  oposición por parte de los jóvenes franceses (“Los jóvenes declaran la guerra a la reforma laboral de Hollande”, El País de España, 10 de marzo). Lo mismo sucedió el año pasado en el Perú con la llamada Ley Pulpín, lo que determinó que los jóvenes se quedaran sin ninguna protección laboral en el mundo de la informalidad.

De esta reacción podemos colegir, que si bien los mayores tienen la responsabilidad sobre las normas existentes, los jóvenes, al oponerse a las reformas, están volviéndose cómplices de su propia tragedia, la de un mundo sin empleo para la generación más preparada de la historia. Debemos preocuparnos por el bienestar y el futuro de esta generación, ya que serán nuestros futuros líderes. Nacidos entre 1982 y 1993, hay más de 80 millones de ellos, son la generación más numerosa en la historia. Son conocedores de la tecnología, abiertos a la diversidad, conectados y activistas de derechos personales. Ver en Lampadia: Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?

Como afirma The Economist, “Ellos son la generación mejor preparada de la historia. Gracias a todos sus conocimientos y a una mejor nutrición, son más inteligentes que sus mayores. Si son mujeres u homosexuales, disfrutan de una mayor libertad en más países que sus predecesores habrían creído posible. Y pueden esperar mejoras en la tecnología que, por ejemplo, les permita a vivir mucho más allá de los 100 años.”

Encuesta Deloitte 2015 – Generación del Milenio

¿Entonces, que sucede con esta generación? Se les está obstaculizando su progreso, principalmente en su educación, empleabilidad, su sentido empresarial (con las startups) y vivienda. Un análisis reciente pone la brecha generacional en términos más concretos.

En resumen, el informe de The Economist afirma que los mayores obstáculos de los millennials “pueden atribuirse a políticas que favorecen la edad sobre los jóvenes”. El ejemplo más claro son las barreras laborales que limitan la empleabilidad. En muchos países, las leyes laborales exigen a las empresas ofrecer una gran cantidad de beneficios y dificultan el despido de empleados. Esto es una traba para que las empresas contraten nuevo personal, por lo que los perdedores son los jóvenes. Los empleadores están temerosos de crear puestos de trabajo permanentes por la incertidumbre y los altos costos de despido. Contratan sólo a corto plazo. Según la OIT, son al menos dos veces más propensos que los mayores a estar desempleados.

Por ejemplo, en Francia, más del 80% de las nuevas contrataciones son a tres meses o menos. Nuestras regulaciones laborales y sus impactos en el mercado de trabajo son muy similares a las de Francia. El mayor problema de la legislación laboral en el Perú es la estabilidad laboral que se ha ido reimplantando. Somos uno de los países de mayor rigidez laboral en el mundo. Ver en Lampadia: Por décadas, nos equivocamos siguiendo a los franceses y Sin flexibilidad laboral perdemos empleo y productividad.

De acuerdo a un informe del MINTRA, en el Perú solo el 29.5% de las casi 16 millones de personas que conforman la PEA ocupada tiene un empleo formal. Es decir un 70% se halla en la  informalidad. Son justamente las regulaciones y la escasa flexibilidad laboral lo que abruma a los millennials y les impiden insertarse en el mercado laboral. Los inconvenientes radican en los costos de despido, en el regreso de la estabilidad laboral que incluye reposiciones destructivas de la productividad y hasta de instituciones como la policía, que tiene que reponer a delincuentes separados de sus filas, por órdenes judiciales.

Ya pasó casi una década desde la crisis financiera, sin embargo, según la OIT, el desempleo juvenil mundial se mantiene alrededor del 13 %. Lejos de exigirle a los empleadores que se ajusten a sus necesidades (como muchos han afirmado), muchos jóvenes han hecho lo imposible en persuadir a empresas para que les brinden oportunidades en el mercado laboral.

Por ejemplo, en los EE.UU., la proporción de graduados universitarios que trabajan en puestos de trabajo no titulados se elevó a 44% después de la recesión. En la zona euro, alrededor del 40 % de los trabajadores de entre 15 y 29 están desempeñando trabajos temporales que suelen ofrecer poca formación o línea de carrera.

 Encuesta Deloitte 2015 – Generación del Milenio

Además, los rápidos cambios en la tecnología, en los patrones de trabajo y la relación de trabajo, así como nuevas formas de empresas “start-ups”, requieren una adaptación constante por parte del sector privado y del gobierno a las nuevas condiciones y a los desajustes del mercado laboral. Esto no se puede dar a menos que exista una flexibilización laboral que le permita al mercado adaptarse a la gran disrupción de la tecnología y la venidera cuarta revolución industrial.

Encuesta Deloitte 2015 – Generación del Milenio

En cuanto a los ingresos relativos, pinta un panorama aún más desolador. De acuerdo con un informe de The Guardian, los jóvenes de entre 20 a 24 años en los Estados Unidos tienen 31 % menos ingresos disponibles cuando se ajusta por inflación en relación con el mismo grupo de edad en 1979. Al mismo tiempo, los ingresos disponibles de los adultos de 50 a 54 en realidad han aumentado en más de un 32 %. Dicho de otra manera, el grupo de 20 a 24 años ha visto caer su renta disponible por US$ 3,389 en términos reales, mientras que el grupo de 50 a 54 años ha visto la suya aumentar en US$ 5,176 con respecto a 1979. Las desventajas de los millennials son válidas en relación con otros grupos de edad y con la media nacional.

Los millennials han sido víctimas de una “traición económica de los últimos 30 años. “El informe describe la situación de los millennials como “una combinación de deuda, falta de trabajo, globalización, demografía y encarecimiento de la vivienda está deprimiendo los ingresos y perspectivas de millones de jóvenes en todo el mundo, lo que resulta en una desigualdad sin precedentes entre generaciones.”

Utilizando una gran cantidad de data de distintas instituciones, The Guardian aclara las desventajas económicas de la generación del milenio, haciendo énfasis en el problema de vivienda. Son más propensos a alquilar que poseer una casa propia y un porcentaje mucho mayor de los millennials viven en sus casas con respecto a las generaciones anteriores. A nivel global, poco más del 25% de los millennials actualmente viven en casa, incluyendo el 10% de los hombres de edades entre 30 a 34 años. En 1999, menos del 20 % de los jóvenes de entre 20 a 34 años vivían en sus casas. Y los hitos importantes de la vida como la propiedad de vivienda, el matrimonio y la maternidad están siendo retrasados por razones económicas.

Los resultados de un informe del New York Fed explican con más detalle las circunstancias económicas que han afectado la vida de los millennials. Los investigadores señalan cómo la relación entre los precios de la vivienda, las deudas estudiantiles y el crecimiento económico local explican por qué más millennials están viviendo juntos en vez de independizándose. La causa más clara es el exceso de regulación, el cual ha duplicado el costo de una casa. Los alquileres y los precios de la vivienda no están de acuerdo con los ingresos, todo esto debido a los sobrecostos causados por un exceso de regulación en el mercado inmobiliario.

Debemos proporcionarle a los jóvenes la mejor oportunidad para que se inserten al mercado laboral, lo que requiere invertir en educación y formación de la más alta calidad posible, proporcionando a los jóvenes las habilidades que corresponden a las demandas del mercado laboral. Ellos cuentan con habilidades únicas para llevar a nuestro mundo hacia una senda de crecimiento económico mediante la tecnología con una visión futurista única.

La sobreregulación afecta el normal desenvolviendo de los mercados y el laboral no es una excepción. Por tanto es urgente realizar cambios que no sólo nos hagan más competitivos. Para ello, el gobierno debe crear una formalidad más accesible, explicar a empleadores y a la población los beneficios de un sistema más flexible y establecer procesos de transición no punitivos.

La verdadera preocupación sobre los millennials no es que ellos se atribuyan derechos de más, sino que no tienen suficientes oportunidades. Lampadia




Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?

Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?

Los millennials son los jóvenes nacidos entre 1980 y 2000 y también se les denomina a los que han llegado a edad de trabajar con el cambio del milenio. Es una de las generaciones más grandes de la historia, y parece ser un fenómeno disruptivo. Su perfil va desde jóvenes que están empezando la carrera hasta profesionales con más de una década de experiencia laboral.

A diferencia de las generaciones anteriores, los Millennials son nativos digitales y les es natural el mundo de la tecnología y de las redes sociales. Vivimos en un mundo donde las empresas como Facebook, Uber, Pinterest, Airbnb, Instagram y Waze no sólo han creado nuevos mercados, sino que han cambiado el mundo en el que vivimos. Aunque estas empresas abarcan diferentes industrias, todas ellas tienen al menos una cosa en común: los Millennials son los fundadores y sus líderes.

Esta generación ha alcanzado la mayoría de edad durante un momento de cambio tecnológico y de gran globalización. Eso los ha formado con comportamientos y experiencias diferentes al de sus padres. Muestran actitudes diferentes frente a las fronteras geográficas, la política, las instituciones y los líderes tradicionales, así como al sentido de “propiedad”, por lo que son proclives  a una “economía de intercambio.”

Estos jóvenes son más independientes que sus antecesores, tienen más confianza en sí mismos y están acostumbrados a realizar múltiples tareas al mismo tiempo. Saben todo lo que hay que saber sobre las redes sociales, ya que viven en ellas y es su medio principal para compartir sus inquietudes y obtener información.

Además, no están tan dispuestos (como las generaciones anteriores) a sacrificar su vida personal con el fin de avanzar en sus carreras. A ellos les gusta “trabajar duro – jugar duro” (work hard – play hard) y quieren estar en una compañía que valore este equilibrio. También esperan un ambiente de trabajo más flexible. Pueden ser muy orientados al trabajo en equipo y disfrutan la colaboración con amistades y colegas.

Algo muy importante para ellos es la transparencia. Los Millennials quieren sentir que tienen una relación abierta y honesta con su manager y compañeros de trabajo. Por último, invierten en cuidar su salud, dedicando tiempo y dinero a hacer ejercicio y comer bien. Su estilo de vida activo influye en las tendencias de todo, desde comida y bebida hasta la moda.

En el siguiente cuadro se pueden observar las características principales de los Millennials en distintos aspectos:

Datos basados en EEUU el 2014

A medida que los Millennials crecen, se gradúan, y avanzan en el mercado laboral, pronto tomarán posiciones de liderazgo. De hecho, según un estudio realizado por PWC, los Millennials conformarán un estimado de 50% de la fuerza laboral mundial para el año 2020.

Además, tan solo a finales de este año, más de 50 millones de Millennials superarán a la Generación X para convertirse en la fuerza laboral dominante en Estados Unidos. Con este cambio, pronto se convertirán en la generación con mayor poder adquisitivo.

Esta generación no está comprometida con un solo partido político y son la generación más racialmente diversa. Las encuestas del Centro de Investigaciones PEW muestra que la mitad de los Millennials (50%) se describen a sí mismos como independientes políticamente y casi tres de cada diez (29%) dicen que no pertenecen a ninguna religión.

Al mismo tiempo, sin embargo, se destacan por votar a favor de puntos de vista liberales (en su acepción europea) en muchos temas políticos y sociales, que van desde la creencia en un gobierno que apoye el matrimonio entre personas del mismo sexo y la legalización de la marihuana.

Sus líderes y las personas a quienes más admiran giran en torno a los innovadores sociales más importantes del momento: Mark Zuckerberg (Facebook) y Taylor Swift (música), entre otros.

Mark Zuckerberg es un icono de los Millennials ya que ha alcanzado el éxito empresarial, algo que muchos jóvenes esperan alcanzar también. Él tuvo una gran idea que ha transformado la sociedad y la trajo a la vida cuando aún estaba en la universidad. Ellos sienten una conexión con él, ya que ha creado un producto que es de gran importancia para su generación en particular. Facebook no es sólo una manera de comunicarse con los amigos; se ha convertido en una manera de mantenerse informados sobre el mundo en general. Muchos Millennnials aspiran a crear algo tan poderoso como Facebook y aprecian que a pesar de su éxito, mantenga una manera de ser tan sencilla.

Otro caso viene de la cultura Pop. Taylor Swift se está convirtiendo rápidamente en la artista más influyente de su generación, en términos de su impacto en la industria. Le ha dado la bienvenida a patrocinios corporativos, algo que alguna vez fue considerado un tabú entre los músicos, con un fervor sin precedentes. Y, en una época en la que los Millennials están gastando cada vez más dinero en experiencias en lugar de en bienes materiales, ha dominado el negocio de shows en vivo. También está cambiando el modelo convencional de los negocios de la música (donde las ventas están disminuyendo, y las suscripciones a webs están aumentando), al retirar toda su música de Spotify, el servicio de streaming de música más grande del planeta.

Entre opiniones recogidas por Lampadia a distintos millennials, tenemos las siguientes afirmaciones:

“Creo que los Millennials admiramos más a las personas que están creando productos y empresas que hacen cosas para mejorar el mundo.”  [Hombre, 31]

“No me siento identificada con un líder político en mi país. Siento que no tienen las mismas prioridades que yo y se dedican a pelear entre ellos sobre temas que no me importan. Todos roban, todos mienten y todos se quedan en ideas y no cumplen con nada. Yo creo en acciones y no veo que ninguno las cumpla.” [Mujer, 24]

“Mark Zuckerberg. Es el único líder actual con el que me identifico. No porque sea programador o por Facebook, sino porque creo que yo, como la mayoría de mi edad, quiero lograr lo que él ha logrado. Quiero crear una app o una red social que tenga un gran impacto mundial.” [Hombre, 28]

“La mayor diferencia que veo con mis padres, o las personas de su generación [50s y 60s], es que yo no estoy dispuesta a sacrificar mi felicidad por un trabajo o una responsabilidad externa. De repente por eso nos llaman egoístas o incluso ninis (ni trabaja, ni estudia), pero creo que es lo más sano. Mi vida es corta y quiero viajar y conocer el mundo, vivir distintas experiencias y ser feliz. Pasármela ahorrando o trabajando toda la vida sería una pérdida de tiempo. Ni siquiera sé dónde quiero vivir o si alguna vez tendré hijos.” [Mujer, 27]

Los millennials quieren cambiar el mundo, y tienen las habilidades y agallas de hacerlo. Están tan desarraigados de instituciones, religiones, política y países que, en teoría, pueden inclinarse en direcciones imprevistas y a toda velocidad, a través de sus medios de expresión: las redes. Al final siguen siendo una incógnita. Lampadia