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Trump y su dañina guerra comercial que debemos combatir

Tal como amenazó en su campaña electoral, Donald Trump inició la imposición de acciones comerciales y regulatorias que, lamentablemente, está iniciando una ‘guerra comercial’. La disculpa principal es China, pero también están México y Europa.

Esta guerra comercial tiene el potencial de causar un daño significativo a la economía mundial. Además de perjudicar a sus propios consumidores, quienes tendrán que pagar precios más altos por ciertos bienes, las tarifas también afectarán la cadena de suministro de los productores que dependen de las importaciones extranjeras.

Las reuniones de la Reserva Federal de EEUU muestran que la incertidumbre económica debido a la guerra comercial ya está afectando la inversión privada en EEUU y muchos inversores están considerando reducir o retrasar sus planes de inversión.

China, que lucha contra una desaceleración económica, se verá igualmente afectada. La guerra comercial en curso también amenaza el orden comercial global basado en reglas, que ha manejado amistosamente las disputas comerciales entre países durante décadas.

Sin embargo, no deja de sorprender que los análisis sobre esta absurda guerra comercial lleguen a ser incluso contradictorios. Veamos:

  • China está perdiendo la guerra comercial con Trump
  • Estados Unidos corre el riesgo de perder una guerra comercial con China

Hemos glosado para nuestros lectores, los artículos en los que se plantean esas tesis, que vale la pena leer para entender, desde dos visiones opuestas, los elementos que configuran esta nueva realidad global.

Pero lo importante para nosotros los peruanos, es que no hay argumento alguno con el que pueda negar, que para nosostros los peruanos, esta guerra comercial es totalmente negativa, pues disminuye los flujos de recursos que necesitamos traer al país, para nivelarnos con los países más ricos reduciendo la pobreza, y mejorando la educación, la salud, tecnología e instituciones. Lampadia

I. China está perdiendo la guerra comercial con Trump

Es como un ‘concurso de tragos’: uno se hace daño esperando que el otro aguante menos.

Donald L. Luskin
Wall Street Journal
27 de julio, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Una cosa salió fuerte y clara en la conferencia de prensa del presidente Trump con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Cuando anunciaron una alianza contra las “prácticas comerciales desleales” de terceros, ni siquiera tuvieron que mencionar a China por su nombre para que los oyentes supieran quién era de quien hablaban. La cooperación entre EEUU y la UE contraerá el modelo proteccionista de China, e incluso antes de este acuerdo, ha habido evidencia de que China ya había izado la bandera blanca.

Sí, China está actuando con dureza imponiendo rápidamente aranceles en represalia por los decretados por Trump. Pero mientras que la bolsa de acciones de EEUU se acerca a sus máximo histórico y el dólar se fortalece, las acciones chinas están en un mercado bajista, un 25% menos desde enero.

Por eso Sun Guofeng, jefe del instituto de investigación financiera del Banco de China, dijo, China “no hará del tipo de cambio del yuan una herramienta para hacer frente a los conflictos comerciales”.

El debilitamiento de la moneda es un arma estándar en las guerras comerciales y China ha sido acusada a menudo de usarla. La devaluación sería incluso más peligrosa en este caso debido a la capacidad de China para deshacerse de los US$ 1.4 millones de millones que posee en títulos del Tesoro de los Estados Unidos. Pero al negar su intención de hundir el yuan, China se ha desarmado voluntariamente. Este no fue un acto de noble pacifismo; que se tenía que hacer. La devaluación de la moneda correría el riesgo de asustar a los inversores, una amenaza existencial para una economía emergente. Para China, cuyo modelo de capitalismo de estado nunca ha producido una recesión, tal fuga de capitales podría exponer debilidades económicas previamente ocultas.

La escalada de la guerra comercial con EEUU podría llevar a China al territorio desconocido de la recesión, y luego a la fuga de capitales, que podría empujarlo a un colapso financiero y hasta la depresión. Eso crearía desempleo masivo en una economía que nunca ha registrado un desempleo superior al 4.3%. Con ese escenario en mente, el gobierno chino debe preguntarse si tiene suficientes policías para los futuros disturbios.

El riesgo de fuga de capitales es real. Ahora el fuerte debilitamiento del yuan muestra un cierto grado de fuga de capitales nuevamente.

No es de extrañar que, a pesar de las duras palabras de algunos sectores, el Banco de China se desarmara voluntariamente para evitar más fuga de capitales. El banco también está ofreciendo reembolsar a las firmas locales los aranceles sobre los bienes importados de los EEUU. Además, China ha lanzado una señal para los inversionistas internacionales al anunciar la flexibilización unilateral de las restricciones a la propiedad extranjera en algunas industrias.

China está empezando a darse cuenta de que la guerra comercial no es realmente guerra. Más parece como un juego de tragos en una fraternidad universitaria. En las guerras comerciales, las naciones imponen tarifas de importación gravosas a sí mismas con la esperanza de que puedan soportar el dolor por más tiempo que sus competidores.

¿Por qué jugar tal juego? Porque un acto de autolesión cuidadosamente elegido puede ser una inversión para alcanzar un objetivo que valga la pena lograr. Por ejemplo, la carrera de armamentos del presidente Reagan contra la Unión Soviética en la década de 1980 fue en cierto sentido un autoimpuesto costoso. Pero EEUU pudo soportar la carga mejor que los soviéticos.

EEUU ganarán la guerra comercial con China de la misma manera. Las declaraciones del Banco de China muestran que los chinos entienden que son demasiado vulnerables para tomar muchos tragos más.

La metáfora del concurso de tragos nos explica una parte. Lo maravilloso del comercio es que es un juego de suma positiva en el que todos los concursantes mejoran. Si el conflicto obliga a China a aceptar más bienes e inversores extranjeros, cumplir con las normas de la Organización Mundial del Comercio y respetar la propiedad intelectual extranjera, puede sentir que ha perdido, pero de hecho estará en mejor situación.

Con esta apertura, tanto económica como política, China podría impulsar una segunda ola de crecimiento de una década de duración que llevaría a centenares de millones que todavía viven en la pobreza rural a nuevas ciudades modernas.

II. Estados Unidos corre el riesgo de perder una guerra comercial con China

Project Syndicate
Jul 30, 2018 
JOSEPH E. STIGLITZ
Glosado por Lampadia

Lo que en un principio fue una escaramuza comercial parece estar transformándose aceleradamente en una guerra comercial hecha y derecha con China. Si la tregua acordada con Europa se mantiene, EEUU estará peleando principalmente con China, en lugar de con el mundo (por supuesto, el conflicto comercial con Canadá y México seguirá cociéndose a fuego lento, dadas las demandas estadounidenses que ninguno de los dos países puede o debe aceptar).

Más allá de la afirmación de que todos saldrán perdiendo, ¿qué se puede decir sobre los posibles resultados de la guerra comercial de Trump?

  • Primero, la macroeconomía siempre prevalece: si la inversión doméstica de Estados Unidos sigue superando a sus ahorros, tendrá que importar capital y tener un déficit comercial enorme.
  • Peor aún, debido a los recortes impositivos implementados a fines del año pasado, el déficit fiscal de Estados Unidos está alcanzando nuevos récords.
  • El “mejor” resultado del enfoque limitado de Trump sobre el déficit comercial con China sería una mejora de la balanza bilateral, acompañada de un incremento de igual cantidad en el déficit con algún otro país (o países).
  • Estados Unidos podría vender más gas natural a China y comprar menos lavarropas; pero les venderá menos gas natural a otros países y le comprará lavarropas o cualquier otra cosa a Tailandia u otro país que ha evitado la ira irascible de Trump.
  • Pero, como Estados Unidos interfirió en el mercado, pagará más por sus importaciones y recibirá menos por sus exportaciones que si ése no hubiera sido el caso.

En resumen, el mejor resultado significa que Estados Unidos estará peor que hoy.

Estados Unidos tiene un problema, pero no es con China. Es en casa: Estados Unidos ha venido ahorrando demasiado poco. Trump, como tantos de sus compatriotas, es inmensamente corto de miras. Si entendiera un ápice de economía y tuviera una visión a largo plazo, habría hecho todo lo posible para aumentar los ahorros nacionales. Eso habría reducido el déficit comercial multilateral.

Existen soluciones rápidas y obvias: China podría comprar más aceite norteamericano y vendérselo a otros. Esto no implicaría ni la más mínima diferencia, más allá de, quizás, un leve incremento en los costos transaccionales. Pero Trump podría bramar que logró eliminar el déficit comercial bilateral. 

En verdad, reducir significativamente el déficit comercial bilateral de una manera relevante resultará difícil. En la medida que disminuya la demanda de productos chinos, el tipo de cambio del renminbi se debilitará –aún sin ninguna intervención del gobierno-. Esto compensará en parte el efecto de los aranceles estadounidenses; al mismo tiempo, aumentará la competitividad de China con otros países –y esto será así inclusive si China no utiliza otros instrumentos en su haber, como controles salariales y de precios, o presiona fuertemente por aumentos de la productividad-. La balanza comercial general de China, al igual que la de Estados Unidos, está determinada por su macroeconomía.

Si China interviene más activamente y toma represalias de manera más agresiva, el cambio en la balanza comercial de Estados Unidos y China podría inclusive ser menor.

  • El dolor relativo que cada uno infligirá en el otro es difícil de precisar.
  • China tiene más control de su economía y ha buscado virar hacia un modelo de crecimiento basado en la demanda doméstica más que en la inversión y las exportaciones.
  • Estados Unidos simplemente está ayudando a China a hacer lo que ya ha intentado hacer.
  • Por otro lado, las acciones estadounidenses se producen en un momento en el que China intenta manejar el exceso de apalancamiento y de capacidad; al menos en algunos sectores, Estados Unidos dificultará estas tareas mucho más.

Hay algo que está claro: si el objetivo de Trump es impedir que China lleve adelante su política “Hecho en China 2025” –adoptaba en 2015 para impulsar su objetivo de 40 años de achicar la brecha de ingresos entre China y los países avanzados-, casi sin duda fracasará. Por el contrario, las acciones de Trump no harán más que fortalecer la decisión de los líderes chinos de impulsar la innovación y alcanzar la supremacía tecnológica, en tanto tomen conciencia de que no pueden depender de los demás y de que Estados Unidos es actuando de una manera hostil.

Si un país entra en guerra, comercial o de otro tipo, debería estar seguro de que hay buenos generales a cargo. Es aquí donde las diferencias entre China y Estados Unidos parecen tan grandes. Ningún país podría tener un equipo económico menos calificado que Trump y una mayoría de los norteamericanos no respaldan la guerra comercial.

  • El respaldo público se desvanecerá aún más en tanto los norteamericanos tomen conciencia de que pierden por partida doble con esta guerra: los empleos desaparecerán.
  • Esto puede obligar a que caiga el tipo de cambio del dólar, haciendo subir la inflación aún más en Estados Unidos.
  • La Fed probablemente suba entonces las tasas de interés, lo que conducirá a una inversión y a un crecimiento más débiles, y a más desempleo.

Trump ya ha mostrado cómo responde cuando sus mentiras quedan expuestas o sus políticas fracasan: redobla la apuesta. China ha ofrecido en repetidas ocasiones maneras de salvar las apariencias para que Trump abandone el campo de batalla y declare la victoria. Pero él se niega a aceptarlas.

El mundo luego de su tonta guerra comercial, será diferente: más incierto, menos confiado en el régimen de derecho internacional, y con fronteras más duras. Trump ha cambiado el mundo, permanentemente, para peor. Inclusive con los mejores resultados posibles, el único ganador es Trump –con su ego sobredimensionado inflado un poco más. Lampadia




Trump lanza ataque comercial

La semana pasada, el presidente Trump dijo que impondría un arancel de 25% sobre las importaciones de acero y un 10% sobre el aluminio, provocando una gran ola de ventas de acciones que reflejó una mayor preocupación: una posible “guerra comercial”. Si los países golpeados por los aranceles imponen represalias, se provocaría un ir y venir de crecientes imposiciones que dañarían el crecimiento global y el comercio internacional, el espacio indispensable para el avance de las economías emergentes.

El lunes, sin embargo, en relación a Canadá y México, el presidente Trump vinculó su amenaza a la renegociación forzada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), explicando que los eximiría de los aranceles sobre el acero y el aluminio, si aceptan las demandas de la Casa Blanca en la renegociación del TLCAN. Un estilo de negociación que está destruyendo todos los códigos del comercio internacional.

¿Por qué Trump amenaza con imponer aranceles?

Durante años, China ha sido acusada de vender acero y aluminio en EEUU a precios que están por debajo del costo de producción, en parte porque China tiene un gran excedente de capacidad productiva. Trump dice que la práctica le ha costado a la industria siderúrgica estadounidense cientos de miles de empleos. Trump ganó las elecciones prometiendo a los votantes de ‘blue collar’ en los estados productores de acero que se pondría duro con las importaciones. Ahora, está cumpliendo su promesa.

¿Qué es una guerra comercial?

Una guerra comercial ocurre cuando otros países afectados por los aranceles imponen sus propios aranceles en represalia, lo que podría desencadenar una batalla de aranceles en aumento, reversar el libre comercio y obstaculizar el crecimiento económico. La Unión Europea, Canadá y China ya han amenazado con aranceles en respuesta a las acciones de EEUU. Eso perjudicaría a los fabricantes de una amplia variedad de exportaciones de EEUU, incluyendo carne de res, maíz, automóviles y motocicletas. Trump, a su vez, dijo que luego impondría los automóviles europeos con aranceles.

¿Cómo afectan las tarifas a las negociaciones del TLCAN?

Trump parece estar utilizando las tarifas como método de negociación con Canadá y México en las conversaciones del TLCAN. En un tuit, Trump dijo: ” Los aranceles sobre acero y aluminio solo se levantarán si se llega a un nuevo acuerdo”.

Su tweet sugiere que la administración puede estar abierta a modificar las aranceles para eximir a ciertos países. Pero, también pone a los gobiernos de Canadá y México en una posición incómoda. Antes de la amenaza de los aranceles, los tres países podían al menos fingir que estaban tratando de negociar algún tipo de compromiso de beneficio mutuo. Ahora parecerá que están cediendo a las tácticas intimidatorias de Washington.

Tal vez esa es la intención de Trump; quizás está buscando otra excusa para finalmente acabar con el TCLAN. O tal vez está pensando todo lo contrario; es posible que esté preocupado por las duras críticas que ha recibido a nivel global con respecto a sus medidas. Con Trump nada se sabe.

¿Qué implica esto para América Latina y para el Perú?

En general, la decisión de Trump podría impactar todo América Latina, especialmente en Brasil y México, que representan respectivamente el 13% y el 9% del mercado estadounidense. En una región como América Latina, con varias elecciones presidenciales previstas en los próximos meses, el fantasma de una guerra comercial global puede dar impulso a quienes no entienden los beneficios del libre comercio y rechazan la apertura de mercados.

Brasil, segundo mayor exportador de acero a EEUU después de Canadá, reaccionó rápidamente al anuncio sobre aranceles a ese metal y al aluminio. “El gobierno de Brasil recibe con enorme preocupación la información”, indicó un comunicado del ministerio brasileño de Industria y Comercio Exterior el jueves.

El texto advirtió que Brasil espera “trabajar constructivamente” con EEUU para evitar la aplicación de los gravámenes, pero “no descarta eventuales acciones complementarias, en el ámbito multilateral y bilateral, para preservar sus intereses”.

México espera ser excluido de las medidas arancelarias de EEUU, porque de lo contrario el país debería responder con acciones recíprocas. Otros países y bloques como la Unión Europea también han advertido que tomarán medidas de represalia contra EEUU. si se aplican los aranceles anunciados por Trump, alimentando los temores a una guerra comercial que ya causan pérdidas en bolsas de valores.

En el caso del Perú, una guerra comercial tendría un impacto muy negativo en nuestra economía, ya que debilitaría sustancialmente el eco-sistema de libre comercio, indispensable para traer más riqueza del exterior a nuestro país y reducir la pobreza. Además, generaría una caída en el precio de los metales que afectaría las proyecciones de la economía.

Un impacto negativo adicional, se daría por el por el desvío de comercio de las exportaciones de acero de México, que ya es superavitario, y podría invadir nuestro mercado interno, haciendo un daño estructural a nuestra industria siderúrgica. Esto, como consecuencia de medidas que, como la de EEUU, esperamos se puedan corregirse pronto. Evidentemente, el Perú debe ver, en el corto plazo, cómo protegerse de daños de esta naturaleza.

En cuanto al impacto de una guerra comercial y la reversión del libre comercio, el gobierno tendría que convocar a los peruanos más conocedores de estos temas, para repensar nuestras estrategias comerciales, procurando no abundar en la destrucción del eco-sistema comercial global. Lampadia




Grandes venezolanas salvan la dignidad de América Latina

Tras una espuria jornada electoral marcada por la violencia, el pasado domingo 30 de julio, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), un apéndice de la dictadura chavista, anunció que el 41.5% de los electores eligió a la nueva Asamblea Nacional Constituyente, la cual se encargará de redactar una nueva Carta Magna a la medida de la tiranía. Los resultados han sido cuestionados en su integridad, y al menos catorce países (Argentina, México, Brasil, Chile, Panamá, Costa Rica, Paraguay, Colombia, España, Gran Bretaña, Suiza, Estados Unidos y Canadá) los han rechazado. El Perú, por su lado, ha invitado a los cancilleres latinoamericanos a reunirse en Lima el 8 de agosto.

Manifestante con una pancarta que dice

Fuente: bbc.com

El fraude en las elecciones es clarísimo: el método de elección, que combina sufragio por territorios y sectores sociales, permitió que 62% de los 19.8 millones de electores puedan votar dos veces. Esto dificulta el cálculo de participación ciudadana y confirma la ilegitimidad de las elecciones. Esto además del ya cuestionado sistema de voto electrónico controlado por el gobierno.

Y es que habría que ser ciego para no reconocer la crisis humanitaria y el descontento que atormenta a la población. Venezuela atraviesa una ola de protestas antigubernamentales que ya suman cuatro meses y han costado a los valientes venezolanos, casi 120 muertos. Según la encuestadora Datanálisis, la Constituyente es rechazada por el 72% de los venezolanos.

En su reciente artículo ‘Cómo lidiar con Venezuela’, The Economist hace una síntesis de la grave situación política y económica por la que está pasando el país: “A finales de este año, el colapso económico de Venezuela desde 2012 será el más pronunciado en la historia moderna de América Latina. El ingreso por persona ahora está de vuelta donde estaba en 1950La causa principal de esta calamidad es ideológica. Siguiendo el ejemplo de su difunto mentor, Hugo Chávez, Maduro gasta generosamente dinero público, sobre todo en sus partidarios. Los bajos precios del petróleo y la inepta gestión significan que no puede pagar sus cuentas”. Además, The Economist destaca las siguientes cifras:

  • La inflación superará 1,000% este año.
  • El precio del dólar en mercado negro está alrededor de 900 veces el tipo oficial.
  • Los controles de precios y la expropiación de empresas privadas han generado la escasez de alimentos y medicinas, y los hospitales están completamente desabastecidos.
  • La tasa de mortalidad materna aumentó un 66% el año pasado.
  • Los funcionarios del régimen se benefician flagrantemente de su acceso a bienes y a las divisas oficiales.
  • Venezuela se ha convertido en la ruta favorecida del tráfico de drogas.

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Fuente: www.voanoticias.com

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no dudó en reaccionar a los resultados y ha convocado a nuevas protestas masivas a partir del lunes. Entre las principales voces de activismo y lucha contra la opresión resaltan tres mujeres: María Corina Machado, Lilian Tintori y Luisa Ortega. En su nombre queremos rendir homenaje a todos los valerosos demócratas venezolanos.

María Corina Machado

María Corina Machado es un ejemplo de una mujer líder que es capaz de enfrentarse a un régimen dictatorial. Golpeada, perseguida y acosada por el chavismo, la ex diputada venezolana sigue presentándole batalla al chavismo dentro y fuera de su patria.

Actualmente es coordinadora del movimiento político Vente Venezuela y líder de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pero en realidad su trayectoria de lucha contra el chavismo es larga. En 2002 fundó (junto con Alejandro Plaz) SUMATE, una organización no-gubernamental dedicada a la promoción y defensa de los derechos políticos de los ciudadanos.

Corina es una de las líderes de la oposición y la defensa de la libertad y la democracia latinoamericana. Y es también puro coraje: “Mi trabajo es dentro y fuera de Venezuela, dentro y fuera de la Asamblea Nacional. En la calle he acompañado la protesta ciudadana desde el primer día y estaré allí acompañándola en esta nueva etapa de lucha”. “Que les quede claro a todos los demócratas del mundo, este movimiento pacífico, civil y ciudadano, que hoy recorre las calles de Venezuela, es irreversible. Y nosotros los venezolanos vamos a luchar hasta vencer”.

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Fuente: www.lapatilla.com

Debido a su interminable lucha contra una de las más perversas dictaduras de la historia de la región, luego de que el chavismo la expulsara de la Asamblea, en Lampadia la nombramosDiputada honoraria de América Latina’ (25/03/14).Su lucha quedó inmortalizada cuando, en una sesión de la Asamblea, fue golpeada en el rostro por los esbirros de la dictadura, ante la impasible mirada de los diputados. No se amilanó y por el contrario eso le dio aún más fuerzas para seguir luchando.

Lilian Tintori

Desde el 18 de febrero de 2014, día en que su esposo, Leopoldo López fue apresado, Lilian Tintori empezó una interminable lucha por su liberación. López fue encarcelado por decir lo que Venezuela quería escuchar. La mayoría de los venezolanos quieren un cambio.

El arrestarlo solo hizo que Lilian luche más fuertemente y que se vuelva una líder en búsqueda de las libertades y la democracia. Recorrió grandes distancias buscando el apoyo de numerosas voces internaciones (llegó incluso a encadenarse en la plaza de San Pedro de El Vaticano) y fue vocera de la lucha contra el chavismo y el Gobierno de Maduro.

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Fuente: caraboboesnoticia.com

Recorrió el mundo reclamando la libertad de los presos políticos en Venezuela. No solo la de su marido, sino la de todos los que estaban en su misma situación. Organizó manifestaciones y habló con toda clase de dirigentes políticos para intentar que mediaran y que presionaran a Maduro. Como dijo la señora Lilian Tintori, esposa del injustamente encarcelado Leopoldo López, “ante una crisis humanitaria provocada por un régimen dictatorial, nadie debe ponerse de costado”.

El último mensaje de Leopoldo López (1/8/17):

https://www.youtube.com/watch?v=BcPFrl0hxD8

El coraje y la fuerza de Lilian Tintori son grandes cualidades que deben ser resaltadas, pues su lucha ha sido incesante (y ahora tras el reciente anuncio de estar embarazada, tiene más razones para pelear por su patria). Lamentablemente, a pesar de que Leopoldo López fue devuelto a su hogar bajo arresto domiciliario hace tan solo un mes, ayer (01 de agosto) fue devuelto a prisión porque ‘supuestamente’ planeaba fugarse y más bien debido a su llamado a no votar en la Constituyente del tirano.

Luisa Ortega

Otra gran líder que no ha dudado en criticar y enfrentarse al chavismo y al gobierno opresor de Nicolás Maduro es la Fiscal General Luisa Ortega, quien además afirma desconocer la Constituyente de Venezuela y acusa al gobierno: “Estamos ante un delito de lesa humanidad”.

Su historia es algo diferente a la de Lilian y María Corina. Ortega ha estado vinculada al chavismo desde que Hugo Chávez llegó al poder en Venezuela. Dentro de sus principales acciones en la Fiscalía, como chavista, está la mismísima condena de Leopoldo López y otros opositores. Fue solo en noviembre de 2016 que empezó a deslindar del gobierno de Maduro, al advertir asesinatos extrajudiciales.

http://www.panorama.com.ve/__export/1497009136703/sites/panorama/img/politicayeconomia/2017/06/09/fiscal_luisa_ortega_diaz_wsaaugam.jpg_1803496872.jpg

Fuente: panorama.com.ve

Desde entonces empezó su ruptura con la dictadura y rechazó sin ambages la convocatoria a la tramposa Asamblea Constituyente del gobierno. Sorprendiendo a todos, Ortega declaró que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo (TS) había “roto el hilo constitucional” y pidió “a todos los habitantes del país que rechacen la Constituyente”, lo que provocó una sacudida política y un fuerte golpe al chavismo.

Su cargo de fiscal general debe durar hasta 2021, pero los sectores maduristas más acérrimos quieren destituirla lo antes posible, tildándola de “mentirosa” y “loca”. El TSJ afirma que la “Fiscal general traicionó las leyes y la Carta Magna de Venezuela” y le han prohibido salir del país.

Todos con los venezolanos

Reiteramos nuestro más contundente apoyo y admiración por estas mujeres líderes venezolanas que están dando una lucha muy desigual contra una de las más perversas dictaduras de la historia de la región y exigimos a nuestros gobiernos que hagan todo lo posible por terminar con el sufrimiento de los hermanos venezolanos.

Pero no todos los peruanos estamos hechos de la misma pasta, la mayoría de nuestros izquierdistas siguen apoyando a la dictadura de Maduro que detenta el poder del ‘Eje-Cuba-Venezuela’ y está masacrando a su población entre la crisis humanitaria que les ha infringido, sin hacer nada por remediarla, y con la represión de los valientes venezolanos. Ver la nota de El Comercio, que recoge las ominosas expresiones de un congresista peruano:

Lampadia




El mundo registra dramática caída de confianza

La imagen de EEUU en el mundo, y especialmente la confianza en que el Presidente de EEUU hará lo correcto en asuntos mundiales, ha caído dramáticamente desde la llegada de Trump a la Casa Blanca; según la encuesta del Centro de Investigaciones Pew (un thinktank de Washington), realizada en 37 países, incluyendo al Perú.

La encuesta compara dos momentos, las percepciones recogidas al final del gobierno de Obama y cinco meses después de la toma de mando de Trump.

Donald Trump ha tenido un gran impacto en cómo el mundo ve a los Estados Unidos. “La confianza en el Presidente está influenciada por las reacciones, tanto a sus políticas como a su carácter”, dice PewResearch Center y destaca que algunas de ellas son ampliamente criticadas en todo el mundo. Por si fuera poco, el 26% de los encuestados dijeron que Donald Trump no está calificado para ser el presidente de Estados Unidos.

Globalmente, la figura de Trump aúna más rechazos que adhesiones. El 75% de los encuestados lo han definido como “arrogante”, un 65% lo considera “intolerante” y el 62%, “peligroso”. Una mayoría del 55%, sin embargo, también lo describe como “un líder fuerte”, y solo el 26% le considera bien preparado para ser presidente.

Su impopularidad es el resultado de una mezcla de desacuerdos con sus objetivos políticos, como construir un muro a lo largo de la frontera con México, y con el disgusto originado en su carácter, según Pew. Y es que ninguna de las principales políticas de Trump es popular. Por ejemplo, el muro que la Casa Blanca quiere construir en la frontera con México despierta un rechazo del 78% de los peruanos. La decisión de Trump de retirarse del Acuerdo Climático de París es mal vista en el Perú por el 65% y nuestro rechazo a su proteccionismo comercial es de 72%.

En relación a este estudio, el 03 de julio, El Comercio (destacó el gráfico que muestra la ‘foto’ de la confianza/desconfianza hacia Trump).Complementando la difusión de este importante trabajo, en Lampadia queremos destacar la evolución de la confianza en EEUU en 37 países, comparando los datos referentes al final del gobierno de Obama con los de Trump a los cinco meses de su inauguración, una suerte de ‘película’ que da una mejor lectura de la evolución de la imagen de EEUU y su presidente. Para ello, compartimos con nuestros lectores el cuadro publicado hace una semana por El Mercurio de Chile:

Fuente: El Mercurio de Chile, 28 de junio de 2017

Los países en los que la caída de la confianza es más pronunciada están Suecia (con una caída de 83 puntos sobre 100), Alemania (que pasó de 86 puntos con Obama a 11 con Trump), Corea del Sur (de 88 a 17) y Canadá (de 83 a 22). En Sudamérica, en Chile la confianza cayó 48 puntos, de 60 a apenas 12, y en el Perú, cayó en 36 puntos, pasando de 53 a 17. Llamativamente, Trump solo ha ganado en imagen en dos de los 37 países encuestados: en Israel mejoró ligeramente, pasando de 49 a 56 puntos, y en Rusia, dio un tremendo salto, escalando 42 puntos, de 11 a 53.

Estos resultados son muy preocupantes ya que el ‘orden mundial’ prevaleciente desde la época de la pos-guerra está siendo alterado por aceleradamente por Trump. Recordemos que hace pocos días, Angela Merkel declaró que “Europa ya no puede confiar completamente en EEUU”.

La situación es tan delicada que Henry Kissinger (el ex secretario de Estado), con 94 años de edad, se ha visto forzado a desarrollar una gira ‘diplomática’ por las principales capitales del mundo:

“El ex secretario de Estado no era partidario de la retirada del Presidente Barack Obama del liderazgo mundial y también ha desafiado la visión de Trump. En diciembre se reunió con el Presidente Xi Jinping, y hace unos días dio un discurso en Moscú (a horas de reunirse con el Presidente ruso Vladimir Putin), pidiendo “una nueva etapa en las relaciones entre Rusia y EEUU”. Además, la semana pasada dio un discurso en Londres advirtiendo que la política exterior conducida sin una estrategia que la sostenga podría llevar a un caos global; un aviso tanto para Trump como para la Primera Ministra británica, Theresa May, a quien también visitó. Una semana antes, en Berlín, para celebrar los 70 años del plan Marshall, criticó el aislacionismo estadounidense, resaltando que la inversión en la Europa de posguerra había “construido los cimientos del orden global”.

La ofensiva diplomática freelance de Kissinger no es universalmente bienvenida. Kissinger insiste que no actúa a nombre de nadie más que de sí mismo y de su convicción en el orden global. “Soy afortunado de que mi profesión ha sido también mi pasatiempo”, dijo en enero. “No sé qué otra cosa haría”. 

El Mercurio de Chile, sábado 01 de julio de 2017

El liderazgo global está en entredicho, por eso PEW también examinó las opiniones sobre otros tres líderes importantes en la escena internacional: Angela Merkel, Xi Jinping y Vladimir Putin. El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, también obtuvieron calificaciones bajas, aunque ninguna de ellas tan negativa como la del presidente de los Estados Unidos. En las 37 naciones encuestadas, una media de 53% desconfía en Xi, y el 59% desconfía en Putin.En cambio, solo el 31% desconfía de la canciller alemana Angela Merkel, que recibe la confianza del 42%.

¿Por qué debería el mundo confiar en Trump? Según afirma El Mercurio, “Se ha peleado con líderes de Alemania, México, Australia, Gran Bretaña e Irán, y se ha puesto a sí mismo en una extraña posición en Medio Oriente (…) Amenaza a menudo para luego volver a frases anteriores, dejando a los ciudadanos en EEUU y otros países totalmente desconcertados sobre sus políticas”. Michael Barone, analista del centro conservador American Enterprise, recordó que “Trump hizo campaña con el eslogan AmericaFirst, mientras que Obama se describió a sí mismo en un discurso en Berlín en 2008 como un ‘ciudadano del mundo'”.

La incertidumbre sobre el vacío de liderazgo global iniciado por Obama, y exacerbado por las actitudes confrontacionales de Trump, de la potencia más importante del mundo traerá, con seguridad, costos altísimos a todo el planeta. Un ‘orden global caótico’, como ya ha sido calificado. Una reciente columna de opinión del Huffington Post se preguntó que habiendo mucha incertidumbre y EEUU sin desempeñar su rol de liderazgo en el mundo: ¿cuál es el sustituto, una visión diferente, el caos? Lampadia




Trump a punto de intervenir importaciones de acero

Donald Trump prometió en repetidas oportunidades que se enfrentaría a China por sus prácticas comerciales, especialmente en el caso del acero. Pero parece que serían países más cercanos como Canadá, Brasil, Corea del Sur y México, los que se afectarían con las medidas que se están contemplando para impedir las importaciones desde China, que ya vienen disminuyendo.

El proteccionismo de Trump está a punto de expresarse en relación a las importaciones de acero. Efectivamente, las exportaciones de los inmensos excedentes de acero de China, han afectado severamente su mercado global. Esto tiene impactos en industrias pesadas en muchas partes del mundo, incluyendo al Perú, y lamentablemente hasta ahora no se ha podido llegar a acuerdos sólidos con la China. Ver en Lampadia: El acero chino inundará los mercados mundiales y Se vuelve a debilitar la industria del acero.

Pero las medidas que estaría tomando EEUU, van más allá del caso del acero, y más allá de China. Por lo tanto puede traer el inicio de la temida guerra comercial, que consolidaría la ola anti-globalización y comercio internacional que amenaza al mundo en los últimos tiempos.

Fuente:  pagely.netdna-cdn.com

Por otro lado, si las medidas de Trump no llegan a China, tal como se prevé, estas podrían tener el efecto contrario, pues, afectará más a otros mercados, dejará más libre a China y dificultará la fuerza con la que hay que negociar con China para evitar el daño real que producen sus excedentes.

Según un reciente artículo del Financial Times (traducido y glosado líneas abajo), “la administración parece dirigirse a imponer un arancel general a todas las importaciones [del acero] o para establecer un sistema de cuotas y aranceles que, en efecto, congelaría las importaciones de determinados países a los niveles existentes y cobraría aranceles sobre las importaciones por encima de esos niveles.”

Los fabricantes de acero estadounidenses sostienen que el dumping de China y otros países ha dañado su capacidad para abastecer a las fuerzas armadas estadounidenses. Una apresurada investigación especial sobre el impacto de las importaciones de acero en la seguridad nacional de EEUU provocado otro debate acalorado sobre las prácticas comerciales dentro de la administración Trump.

Esa medida probablemente sea la acción proteccionista más significativa que tome Trump desde que asumió la presidencia y está siendo observada muy de cerca por sus aliados como Alemania, que presidirá la cumbre anual del G20 en Hamburg el mes próximo. En dicho encuentro, se espera que Angela Merkel otra vez quiera presionar a Trump para que abandone el proteccionismo.

La reacción de los aliados europeos es una señal de las preocupaciones de los socios comerciales de EEUU sobre la implementación inminente de esta medida.

Pero la acción vinculada al acero, que apunta en gran parte a impedir la inundación de acero barato chino en los mercados globales, que según los productores norteamericanos provocó el cierre de siderúrgicas locales, es sólo uno de la serie de movimientos iniciados desde que Trump es presidente. Se están trabajando con medidas contra las importaciones de aluminio, aviones y madera canadienses, y paneles y celdas solares, entre otros.

Este discurso es completamente opuesto al dado por Maurice Obstfeld, economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien afirmó recientemente en Washington que “Nuestro punto de vista de la globalización es claro: ha provocado milagros económicos, pero al mismo tiempo ha ido asociada a dislocaciones a menudo vinculadas al cambio tecnológico», de modo que «lo mejor es abrazar la idea del comercio pero asegurándose de que no haya gente que se quede atrás”.

El proteccionismo impulsado por Trump hace que la temida guerra comercial se acerque cada vez más. Funcionarios de la UE ya han comenzado a discutir sobre cómo tomar represalias, advirtiendo en privado que las exportaciones agrícolas de EEUU podrían ser un blanco.

Según Roberto Ruiz-Scholtes, director de estrategia de UBS en España, “un endurecimiento drástico a las importaciones por parte de la mayor economía mundial crearía un intenso efecto en cadena con repercusiones a nivel interno –más inflación en EEUU por el encarecimiento de las compras del exterior, aceleración del alza de tipos y freno al crecimiento– y a nivel global, con presión adicional sobre las divisas emergentes y el crecimiento mundial. Los aranceles son inflacionistas por definición, crean una espiral que termina por dañar el consumo”.

Ver líneas abajo el artículo del FT que explora a mayor detalle la encrucijada del comercio internacional,  gracias a las medidas proteccionistas de Trump. Lampadia

¿Qué está haciendo Donald Trump sobre las importaciones de acero?

El presidente estadounidense está a punto de lanzar su primera gran acción proteccionista

Financial Times
Shawn Donnan
21 de junio, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

Después de dos años de lanzar amenazas a la economía global como candidato y luego presidente, Donald Trump se está preparando para lanzar su primera gran acción proteccionista y potencialmente desencadenar una guerra comercial.

En cuestión de días, la administración de Trump anunciará el resultado de una investigación especial sobre si las importaciones estadounidenses de acero representan un peligro para la seguridad nacional del país. El presidente y los funcionarios de la administración han dejado pocas dudas acerca de cuál será su conclusión, prometiendo acciones “audaces” para proteger la industria siderúrgica estadounidense.

Pero, ¿qué significa exactamente eso? Y, para todas las críticas que se lanzan, ¿podría Estados Unidos realmente tener razón?

¿Qué está haciendo la administración Trump?
En abril, Estados Unidos inició una investigación especial sobre las importaciones de acero bajo una disposición poco utilizada de una ley de 1962 que otorga a los presidentes amplios poderes para limitar las importaciones si se determina que son una amenaza para la seguridad del país.

Eso significa que Trump tiene una mano libre para acabar con las importaciones a su antojo.

En el caso del acero, la administración parece dirigida a imponer un arancel general a todas las importaciones o para establecer un sistema de cuotas y aranceles que, en efecto, congelaría las importaciones de determinados países a los niveles existentes y cobraría aranceles sobre las importaciones por encima de esos niveles.

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¿Por qué es eso contencioso? – Hay dos razones.

La primera es que en el ámbito comercial, la invocación de la seguridad nacional para erigir barreras se considera una opción nuclear. Las normas de la Organización Mundial del Comercio incluyen una exención de seguridad nacional diseñada para ser usada en tiempos de guerra. Sin embargo, muchos expertos creen que la acción siderúrgica que se avecina violaría esas normas y, por lo tanto, sería cuestionada por otros miembros de la OMC.

Tal desafío en sí mismo podría ser peligroso. Sería la primera prueba real de la excepción de la seguridad nacional de la OMC. Si la OMC se encontrase en contra de Estados Unidos y la administración Trump ignorara esa decisión, sería un duro golpe para la credibilidad de la OMC. Si la OMC se encontrase a favor de Estados Unidos, los expertos temen que pueda dar carta blanca a todos los miembros de la OMC para invocar más a menudo la seguridad nacional, lo que conducirá a un nuevo proteccionismo libre para todos.

La segunda es que Estados Unidos es el mayor importador de acero del mundo y una amplia medida sobre el acero probablemente afectará a los aliados de Estados Unidos, como Canadá, Alemania, Corea del Sur y México, mucho más que China, su objetivo real. En un movimiento inusual, ha llevado a los aliados de la OTAN a quejarse y tratar de tener el lobby del Pentágono a su nombre.

También podría provocar una desordenada guerra comercial con otros países que se sienten obligados a imponer sus propias restricciones de seguridad nacional a las importaciones de acero oa represalias contra Estados Unidos de otras maneras.

Cecilia Malmström, comisaria de comercio de la UE, ha advertido que el bloque tendría que responder. Así también, con toda probabilidad, China y países como Brasil, Corea del Sur y Turquía, que ahora son fuentes importantes de importaciones de acero de Estados Unidos.

¿Hay alguna lógica en el argumento de los Estados Unidos?
Al igual que muchos otros países productores de acero, Estados Unidos se queja desde hace años de una inundación de acero chino de bajo costo en los mercados mundiales.

La industria siderúrgica nacional ha logrado detener de manera significativa el flujo de acero chino hacia los Estados Unidos mediante la presentación de casos antidumping contra determinados productos que han dado lugar a altos aranceles. Más ampliamente, las importaciones estadounidenses de acero han disminuido en los últimos años.

Pero la industria y la administración Trump dicen que China ha estado evadiendo esas tarifas enviando acero a países terceros. También señalan que el sistema antidumping es demasiado lento y demasiado estrecho para realmente resolver el problema, por lo que han estado buscando un mecanismo más amplio para restringir las importaciones.

Funcionarios de otros países y expertos en el comercio reconocen que hay algo de verdad en todo eso. Simplemente preferirían abordar el problema más amplio sentándose con China y negociando una solución a lo que otros países ven como su sobreproducción de acero.

¿Qué nos dice acerca de la administración Trump?
El duro mensaje de Trump sobre el comercio ha suscitado un debate entre sus principales asesores sobre la mejor forma de hacerlo. Los nacionalistas económicos encabezados por el asesor principal Steve Bannon han estado presionando por medidas radicales como la retirada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y México. Las cifras de negocios lideradas por Gary Cohn, el ex número dos de Goldman Sachs que ahora dirige el Consejo Económico Nacional de Trump, han defendido un enfoque más cauteloso.

En el caso del acero, no está claro quién ha ganado todavía.

Pero el cabildeo de los aliados de la OTAN en contra de la acción siderúrgica ha causado que James Mattis, el secretario de Defensa, pesase contra cualquier acción precipitada, según la gente cercana a las conversaciones. Eso marca la primera vez que los pragmáticos económicos, como Cohn, se unan con miembros del equipo de seguridad nacional en el cabildeo contra un movimiento radical de la política económica.

Si al final el presidente decide ir a una represión más limitada de las importaciones de acero, como un sistema de cuotas, eso podría ser una victoria para los pragmáticos sobre los nacionalistas. Si Trump decide ir por un arancel amplio sobre las importaciones de acero, será una victoria para los nacionalistas y los guerreros comercialesLampadia

 




Ataque comercial al monopolio de Slim

Por varios años un mexicano, Carlos Slim, ha disputado el primer puesto en el ranking de los multimillonarios con Bill Gates, de Microsoft. Pero a diferencia de Gates, que desarrolló sus negocios a lo largo de muchos años, Slim tuvo la ‘suerte’ de tomar el monopolio de las telecomunicaciones mexicanas por más de 20 años, después de unas privatizaciones muy cuestionadas. Ver reseña:

En 1990, el presidente de México Carlos Salinas de Gortari decidió comenzar un proceso de privatización. Se presentaron varios grupos de inversionistas formados por empresas nacionales e internacionales, y resultó ganador el consorcio creado por Carlos Slim, France Télécom y SBC Communications, junto con otros pequeños inversionistas. Sin embargo, este consorcio se apoderó del 53 por ciento y, al ser el accionista mayoritario, compró un restante y dejó al resto del grupo con el 31 % de las acciones. Finalmente en 1991, el gobierno mexicano vendió el restante. Por otro lado, Grupo Carso recompró las acciones de sus socios y se quedó con el control completo posteriormente. A nivel internacional causó extrañeza y duda, dada la estrecha relación del empresario Slim con el entonces Presidente Salinas, el hecho de que el pago inicial haya sido paulatino y usando recursos de la misma empresa. Esta era una práctica habitual durante las privatizaciones del Salinismo y fue, finalmente, un factor preponderante en el Efecto Tequila que acabó con el milagro económico del entonces presidente.

Telcel es una marca propiedad de la empresa mexicana Radiomóvil DIPSA, S.A. de C.V.. Tiene presencia en todo México y se dedica a ofrecer servicios de telefonía móvil, telefonía fija, servicios de banda ancha, entre otros servicios. Es subsidiaria de la empresa mexicana América Móvil, (una filial de Grupo Carso).

Fuente: Wikipedia

La torre de teléfonos de Telmex

Pues como explica El País de España en el artículo que reproducimos líneas abajo, el 2013, México reformó las telecomunicaciones y puso fin a la protección legal del monopolio de Slim, que había sido hábilmente aprovechado durante los años de mayor crecimiento de los servicios de comunicaciones en un país de 130 millones de personas.

Recientemente, AT&T (descendiente de la famosa Mother Bell de EEUU), decidió apostar con todo al mercado mexicano y amenazar así la posición privilegiada de Slim. Como era de esperar, “la reforma en telecomunicaciones ha conseguido en los últimos tres años la caída de los precios de la telefonía móvil en un 32.4%. Los cargos para llamadas de larga distancia nacional desaparecieron y los de llamadas internacionales se redujeron un 40%” (El País).

Este pues ha sido un monopolio al estilo mexicano, telefonía local, larga distancia, celulares e internet por más de 20 años.

Al igual que la mayoría de los grandes millonarios, Slim ha desarrollado también una labor filantrópica. A pesar de que discrepa con Mark Zuckerberg, afirmando que la filantropía no erradicará la pobreza y de haber anunciado que no donará sus acciones a la caridad. Actualmente figura en el ranking de las 20 personas más generosas del mundo (Business Insider), en el octavo lugar, detrás de Bill Gates, Warren Buffett, George Soros y Gordon Moore (Intel), entre otros.

Auditorio de Telmex

El buque que quiere desplazar a Carlos Slim

La estadounidense AT&T acumula 12 millones de usuarios en México desde su llegada en 2015

Sonia Corona

El País de España

México

28 de febrero, 2017

La tienda insignia de AT&T en Ciudad de México. OSWALDO RAMÍREZ

En el pueblo de Atécuaro (Estado de Michoacán, centro de México) no había señal de telefonía móvil hasta hace unos meses. A pesar de que la pequeña comunidad está a 17 kilómetros al sur de la ciudad de Morelia, sus 437 habitantes tenían que conducir unos 40 minutos entre las montañas para hacer una llamada telefónica. La estadounidense AT&T vio en Atécuaro una oportunidad para conectar a una población expulsora de migrantes con Estados Unidos e instaló una antena que ahora enlaza los celulares con la red de telefonía 3G de la compañía.

AT&T llegó a México un año después de que el Congreso aprobara la reforma de telecomunicaciones en junio de 2013, un conjunto de leyes que permitió la apertura del sector de la telefonía que desde la década de los 90 estuvo dominada por el magnate de la telecomunicaciones Carlos Slim. Los herederos de Alexander Graham Bell –fundador de la American Telephone and Telegraph Company– aterrizaron en México con la compra de Iusacell y Nextel en sendas operaciones que sumaron los 4,375 millones de dólares. La fusión de los pequeños peces de las telecomunicaciones mexicanas dieron paso al primer serio competidor de Slim.

La reforma en telecomunicaciones ha conseguido en los últimos tres años la caída de los precios de la telefonía móvil en un 32.4%

La competencia llegó desde Estados Unidos con una bolsa de 3,000 millones de dólares adicionales para expandir la red de la telefónica hasta 2018. En la calle Masaryk del acomodado barrio de Polanco, en la Ciudad de México, se erige la tienda insignia de AT&T en México. La primera de su tipo fuera de Estados Unidos que está llena de novedosos productos tanto de telefonía como de conexión a Internet. Un escaparate dedicado a mostrar las experiencias con diversos productos, además de venderlos. En dos años, la estadounidense ha abierto 870 tiendas y ha captado la atención de 12 millones de personas en todo el país.

La reforma en telecomunicaciones ha conseguido en los últimos tres años la caída de los precios de la telefonía móvil en un 32.4%. Los cargos para llamadas de larga distancia nacional desaparecieron y los de llamadas internacionales se redujeron un 40%. AT&T ha aprovechado estos cambios para impulsar la conexión con los países de América del Norte: México, Estados Unidos y Canadá. A pesar de los señalamientos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para redistribuir a la competencia en telefonía móvil, Telcel –la telefónica de Slim en México– todavía posee un 66% del mercado.

“La razón por la que entramos a México fue la reforma en telecomunicaciones”. Hemos sido muy enfáticos en que México está en un momento histórico para cumplir con los objetivos de participación de cada una de las compañías. La reforma tiene muchísima visión y enormes beneficios para los usuarios y confiamos en que el Instituto Federal de Telecomunicaciones conseguirá las metas”, apunta Anabel López, directora de Comunicación y Medios de AT&T en México. Entre los retos que cualquier compañía de telecomunicaciones tiene al pisar México está ampliar la red de cobertura y mejorar los servicios de atención a clientes. “Es proceso en el que nos falta pero estamos trabajando en ello”, reconoce López. La firma estadounidense también se concentra en difundir el internet de la cosas: herramientas que conecten con la vida diaria a través de su red móvil, desde el automóvil hasta el cuidado de mascotas en casa. Lampadia




El reacomodo de las grandes multinacionales

El 2017 será también un año de gran incertidumbre para las empresas multinacionales. En un claro ejemplo de autoritarismo y de una conducta digna de dictador de un ‘Banana Country’, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viene amenazando a las empresas multinacionales con aplicarles aranceles fronterizos más altos si continúan funcionando fuera de EEUU.  Esta es solo una más de sus amenazas proteccionistas con la intención de frenar la inversión de las empresas fuera de EEUU.

Uno de los países más atacados es México. A través de Twitter, Trump afirma que “México se ha aprovechado de Estados Unidos por mucho tiempo”, haciendo referencia a los déficits  comerciales. La principal medida que ha anunciado para impedir que las empresas sigan teniendo sede en México, o en algún otro país que no sea EEUU, es endurecer su política fiscal, implementando un 20 % de impuesto a las importaciones de productos mexicanos en Estados Unidos.

Un ejemplo de esto es que Trump ha amenazado a Toyota con aplicarle aranceles fronterizos más altos si cumple su plan de construir una planta en Baja California, México. “Toyota Motor dice que construirá una nueva planta en Baja, México, para fabricar autos modelo Corolla que se venden en Estados Unidos. De ninguna manera, construyan la planta en Estados Unidos, o pagarán más aranceles”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, según The Economist (ver artículo líneas abajo), el regreso de las multinacionales a sus países de origen, ya se está dando, sin conexión con los aprontes de Trump. La razón de este proceso es que las operaciones globales ya no pueden beneficiarse de arbitrajes laborales y tributarios, como hasta hace poco, pues el terreno se ha ido aplanando y las operaciones globales están llegando a ser más pesadas y menos rentables que las locales. The Economist llega a plantear la eventual necesidad de los monstruos globales de subdividirse en operaciones más eficientes.

Este proceso de ‘retorno’, más las reacciones apuradas a las amenazas y cambios de reglas por parte del autoritario y caprichoso Trump, como la vergonzosa cancelación de la nueva planta  de Ford en México, llegan a constituir decisiones disfuncionales con costos sociales, por ahora difíciles de ponderar. Sin lugar a dudas, en el corto plazo, el costo de estas disrupciones pesará sobre las economías emergentes, empezando por México. Lampadia

En retirada

Las empresas multinacionales están en problemas

Las empresas globales son sorprendentemente vulnerables a los ataques

The Economist
28 de Enero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia​

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Entre muchas de las cosas que no le gustan a Donald Trump son las grandes empresas globales. Sin rostro y sin raíces, se les acusa de desencadenar “la carnicería” en los estadounidenses ordinarios mediante el envío de empleos y fábricas al extranjero. Su respuesta es domesticar a estas multinacionales. El imponer impuestos más bajos atraerá efectivo a casa, los cargos fronterizos afectarán sus cadenas de suministro transfronterizas y los acuerdos comerciales que les ayudarán a hacer negocios serán reescritos. Para evitar un procedimiento punitivo, “todo lo que tienes que hacer es quedarte”, dijo a los CEOS  estadounidenses esta semana.

Trump es inusual en su tono agresivamente proteccionista. Pero en muchos sentidos está atrasado en el tiempo. Las empresas multinacionales, los agentes detrás de la integración global, ya estaban en retirada mucho antes de las revueltas populistas de 2016. Su desempeño financiero ha disminuido y ya no superan a las empresas locales. Muchos parecen haber agotado su capacidad de recortar costos e impuestos y de superar a sus competidores locales. Los anuncios de Trump están dirigidos a empresas que son sorprendentemente vulnerables y, en muchos casos, ya se dirigen a casa. El impacto en el comercio mundial será profundo.

El final del arbitraje

Las empresas multinacionales (las que realizan una gran parte de su negocio fuera de su región de origen) emplean sólo uno de cada 50 trabajadores del mundo. Pero importan. Unos cuantos miles de empresas influyen en lo que miles de millones de personas observan, usan y comen. Empresas como IBM, McDonald’s, Ford, H & M, Infosys, Lenovo y Honda han sido el punto de referencia para los gerentes. Ellos coordinan las cadenas de suministro que representan más del 50% de todo el comercio. Representan un tercio del valor de los mercados de valores del mundo y poseen la mayor parte de su propiedad intelectual, desde diseños de lencería hasta software de realidad virtual y medicamentos para la diabetes.

Ellos florecieron a principios de los 90, cuando China y el antiguo bloque soviético se abrieron y Europa se integró. A los inversores les gustaban las economías de escala y eficiencia de las empresas globales. En lugar de funcionar como feudos nacionales, las empresas desagregaron sus funciones. Una fábrica china podría utilizar herramientas de Alemania, tener propietarios en Estados Unidos, pagar impuestos en Luxemburgo y vender a Japón. Los gobiernos de los países ricos soñaban con que sus campeones nacionales se convirtieran en campeones del mundo. Los gobiernos de los países emergentes dieron la bienvenida a los empleos, las exportaciones y la tecnología que trajeron las empresas mundiales. Fue una era de oro.

Uno de los argumentos centrales para el surgimiento de las empresas globales fue su afirmación de ser una ‘máquina de ganar dinero’. Esa afirmación ha sido destruida. En los últimos cinco años, los beneficios de las multinacionales han disminuido en un 25%. Los rendimientos del capital han caído a su nivel más bajo en dos décadas. Un dólar fuerte y un bajo precio del petróleo explican parte del descenso. Las superestrellas tecnológicas y las firmas consumidoras con marcas fuertes siguen prosperando. Pero la caída se ha extendido y prolongado demasiado para ser descartada como un ‘blip’. Alrededor del 40% de todas las multinacionales obtienen una rentabilidad sobre el patrimonio inferior al 10%, un indicador bastante alarmante. La mayoría de las industrias están creciendo más lentamente y son menos rentables que las empresas locales que se quedaron en su ‘patio trasero’. La participación de las multinacionales en las ganancias globales ha caído del 35% hace una década al 30% ahora. Para muchas empresas industriales, manufactureras, financieras, de recursos naturales, medios de comunicación y telecomunicaciones, el alcance global se ha convertido en una carga, no una ventaja.

Esto se debe a que se está cerrando una ventana de 30 años de arbitraje. Se han reducido las facturas de impuestos de las firmas tan bajo como se puede; los salarios de los trabajadores de fábrica de China están aumentando. Las empresas locales se han vuelto más sofisticadas. Pueden robar, copiar o desplazar las innovaciones de las empresas globales sin construir costosas oficinas y fábricas en el extranjero. Desde la industria ‘shale’ de Estados Unidos hasta la banca brasileña, desde el comercio electrónico chino hasta las telecomunicaciones indias, las empresas de vanguardia son locales y no globales.

El cambiante panorama político está haciendo las cosas aún más difíciles para los gigantes. Trump es la manifestación más reciente y estridente de un cambio mundial para captar más valor de las multinacionales. China quiere que las firmas globales ubiquen no sólo sus cadenas de suministro, sino también sus actividades más inteligentes como la investigación y el desarrollo. El año pasado, Europa y Estados Unidos lucharon por quién obtendría los 13,000 millones de dólares de impuestos que Apple y Pfizer pagan anualmente. De Alemania a Indonesia, las normas sobre adquisiciones, antimonopolio y datos se están endureciendo.

La llegada de Trump sólo acelerará un proceso sangriento de reestructuración. Muchas empresas son simplemente demasiado grandes: tendrán que reducir sus imperios. Otros están echando raíces más profundas en los mercados donde operan. General Electric y Siemens están “localizando” cadenas de suministro, producción, empleos e impuestos en unidades regionales o nacionales. Otra estrategia es convertirse en “intangible”. Las estrellas de Silicon Valley, de Uber a Google, siguen expandiéndose en el extranjero. Las empresas de comida rápida y las cadenas hoteleras están cambiando de lanzar hamburguesas y hacer camas a vender derechos de marca. Pero esas multinacionales virtuales también son vulnerables al populismo porque crean pocos empleos directos, pagan poco impuestos y no están protegidos por normas comerciales diseñadas para bienes físicos.

Retirando el control

El retroceso de las firmas globales dará a los políticos un sentimiento de mayor control ya que las empresas se comprometen a cumplir sus promesas. Pero no todos los países pueden obtener una mayor participación en la producción, los empleos y los impuestos de las mismas empresas. Y un rápido desenvolvimiento de la forma dominante de hacer negocios de los últimos 20 años podría ser caótico. Muchos países con déficits comerciales (incluyendo “Gran Bretaña”) dependen del flujo de capital que traen las multinacionales. Si los beneficios de las empresas caen más, el valor de los mercados de valores probablemente caerá.

¿Qué pasará con los consumidores y los votantes? Ellos tocan pantallas, usan ropa y se mantienen sanos con productos de empresas que no les gustan, que las consideran inmorales, explotadoras y distantes. La edad de oro de las empresas globales también ha sido una edad de oro para la elección y la eficiencia del consumidor. Su desaparición puede hacer que el mundo parezca más justo. Pero el retiro de la multinacional no puede traer de vuelta todos los trabajos que promete Trump. Y significará el aumento de los precios, la disminución de la competencia y la desaceleración de la innovación. Con el tiempo, millones de pequeñas empresas que comercian a través de las fronteras podrían reemplazar a las grandes empresas como transmisoras de ideas y capital. Pero su peso es pequeño. La gente todavía puede mirar hacia atrás a la época en que las empresas globales gobernaron el mundo de los negocios, y lamentar que se hayan ido. Lampadia

 




Angus Deaton desmitifica las críticas de la globalización

Como afirmó el presidente de China, Xi Jinping en el Foro de Davos 2017 (ver en Lampadia: Davos 2017 en defensa de la globalización y libre mercado, “Encontrar un ‘chivo expiatorio’ en medio de la prolongada y difícil situación económica resulta fácil, pero encontrar soluciones prácticas no lo es. La actual situación económica mundial es el resultado de varios factores, de una gobernanza económica global inadecuada y de un desarrollo que no se quiere reconocer. Obviamente estos problemas no serán resueltos nunca alejándose de la globalización”.

Los beneficios de la globalización económica superan por mucho sus costos, especialmente para los países emergentes. Sin embargo, fenómenos políticos como el Brexit y discursos aislacionistas (ganar – perder) como los de Donald Trump parecerían indicar que la globalización se está revirtiendo. Un artículo de Angus Deaton, Nobel de Economía 2016, para la revista Fatal Attraction – The Year Ahead, 2017, del 16 de este mes, que glosamos líneas abajo, recordó como la globalización representó fuentes de generación de riqueza para el mundo y sacó a muchos millones de la pobreza. “Lo primero que debemos entender cuando pensamos en la globalización es que ha beneficiado a un enorme número de personas que no forman parte de la élite mundial. A pesar del continuo crecimiento demográfico, el número de personas que son pobres en todo el mundo ha disminuido en más de mil millones en los últimos 30 años. Los beneficiarios incluyen a personas que ya no son consideradas pobres en India, China, Vietnam, Tailandia, Malasia, Corea del Sur y México, entre otros países.”

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Fuente:  123rf.com

La integración comercial y financiera ha integrado efectivamente los mercados globales y ha producido inmensos beneficios para la humanidad en su conjunto, como una gran disminución de la pobreza global y de la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres. En los últimos 40 años se ha duplicado la población mundial y se ha formado una clase media global de 3,000 millones de personas y hoy los más pobres tienen mejores condiciones de vida que nunca antes, con mayor esperanza de vida, mejor alimentación y mejor salud. Se estima que en 20 años podamos superar completamente la pobreza, sin tomar en cuenta los daños que pueda causar la ola anti globalización.

Estamos mirando al lado equivocado. Como indica Deaton “El llamado a frenar la globalización refleja la creencia de que ha eliminado puestos de trabajo en Occidente, enviándolos hacia el Este y el Sur. Pero la mayor amenaza para los empleos tradicionales no es el chino o el mexicano; es un robot. Es por eso que la producción manufacturera en los Estados Unidos continúa aumentando, incluso a medida que disminuye el empleo en la industria manufacturera.”

Por lo tanto, nuestro enfoque debe ser la gestión rápida de cambio tecnológico para que beneficie a todos. Es crucial mantener la apertura. En un mundo cada vez más interdependiente, el libre comercio, la inversión extranjera y una mayor movilidad de las personas, elementos de la globalización económica, son las condiciones para el crecimiento económico. Ningún país puede desarrollarse solo. La globalización económica no puede eliminarse. La cuestión es cómo volverla más inclusiva, asegurarse de que sus beneficios sean compartidos y comunicar adecuadamente  los resultados.

Debemos prepararnos para defender el libre comercio y la globalización, para así proteger el crecimiento económico y la superación de la pobreza en países emergentes como el Perú. Lampadia

Superando el miedo al ‘cuco’  de la globalización

Según sus críticos, la globalización lleva a un aumento inexorable de la desigualdad de ingresos y riqueza: los ricos se enriquecen y los demás se quedan con nada. Pero lo primero que necesitamos entender acerca de la globalización es que ha beneficiado a un enorme número de personas que no son parte de la élite global.

Atracción Fatal – El año que viene, 2017
Project Syndicate
16 de Enero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

Newsart for Getting Past the Globalization Bogeyman

Mientras entramos al 2017, la globalización se ha convertido en una palabra sucia. Muchos lo ven como una conspiración de las élites para enriquecerse a expensas de todos los demás. Según sus críticos, la globalización conduce a un aumento inexorable de la desigualdad de ingresos y riqueza: los ricos se hacen más ricos y todos los demás no obtienen nada.

Si bien hay algo de verdad en este punto de vista, este es más erróneo que correcto. Y entenderlo mal tiene consecuencias: como mínimo, se vuelve un chivo expiatorio; más preocupante aún es que las malas políticas son capaces de empeorar nuestros problemas reales.

Lo primero que debemos entender cuando pensamos en la globalización es que ha beneficiado a un enorme número de personas que no forman parte de la élite mundial. A pesar del continuo crecimiento demográfico, el número de personas que son pobres en todo el mundo ha disminuido en más de mil millones en los últimos 30 años. Los beneficiarios incluyen a personas que ya no son consideradas pobres en India, China, Vietnam, Tailandia, Malasia, Corea del Sur y México, entre otros países. En el mundo rico, todos los grupos de ingresos se benefician, porque los bienes (desde teléfonos inteligentes hasta ropa y juguetes para niños) son más baratos. Las políticas encaminadas a revertir la globalización sólo conducirán a una disminución del ingreso real a medida que los bienes se vuelvan más caros.

El llamado a frenar la globalización refleja la creencia de que ha eliminado puestos de trabajo en Occidente, enviándolos hacia el Este y el Sur. Pero la mayor amenaza para los empleos tradicionales no es el chino o el mexicano; es un robot. Es por eso que la producción manufacturera en los Estados Unidos continúa aumentando, incluso a medida que disminuye el empleo en la industria manufacturera.

Por lo tanto, nuestro enfoque debe ser la gestión rápida de cambio tecnológico para que beneficie a todos – no es fácil, pero tampoco es imposible. Los aranceles y las guerras comerciales no harán nada para ayudar.

Es cierto que la globalización ha alimentado una mayor desigualdad de ingresos. Pero gran parte de este aumento debe ser bienvenido, no condenado. No hay nada inherentemente malo en la desigualdad. El que sea malo depende de cómo se produce y que hace.

En la India y China, la globalización ha traído consigo una mayor desigualdad de ingresos, ya que proporcionó nuevas oportunidades -en la manufactura, en los puestos de back-office y en el desarrollo de software- que han beneficiado a millones de personas. Pero no a todo el mundo. Esa es la manera cómo funciona el progreso; mientras que nos gustaría que todos prosperaran en tándem, estas situaciones son increíblemente raras. Despreciar este tipo de desigualdad es desprestigiar el progreso.

En los países ricos también, parte del aumento de la desigualdad refleja mejores oportunidades, debido a la transición de un mercado nacional a otro global. Aquellos con un talento excepcional y las innovaciones ahora tienen acceso a todo el mundo para ser exitosos. No es un crimen hacerse rico compartiendo talento con más gente o haciendo cosas nuevas que beneficien a todos.

Por supuesto, hay un lado oscuro de la desigualdad. Los ricos tienen una gran influencia política, y a menudo pueden reescribir las reglas para beneficiarse a sí mismos, a sus empresas o a sus amigos. En los Estados Unidos, esto no es un gran problema en las elecciones presidenciales, que permanecen abiertas; pero sí es un problema enorme para el Congreso, donde nuestros “representantes” están tan limitados por la necesidad de recaudar dinero que es poco probable que sean elegidos, o permanezcan elegidos, sin el apoyo de los intereses ricos.

Esto no quiere decir que los legisladores sean corruptos, sino que, como ha argumentado Lawrence Lessig de la Escuela de Derecho de Harvard, la institución es corrupta e incapaz de representar a las personas que no tienen la influencia que el dinero proporciona. Sin embargo, no es obvio que la mejor solución es reducir la desigualdad, en lugar de cambiar la forma en que se financia la política. La gente rica debe comprar yates, establecer fundaciones, o convertirse en filántropos, no comprar el gobierno, que debe ser retirado del mercado.

Más generalmente, la desigualdad que resulta de la “búsqueda de rentas” – enriquecerse en las espaldas de otros y no aportar nada de valor a la economía – es el verdadero ‘cuco’. Ejemplos clásicos incluyen a banqueros que presionan al gobierno para debilitar la regulación, y luego – cuando los bancos fallan – dejando a los contribuyentes con un lío costoso. Los rescates resultantes han dado impresionantes sumas de dinero público a personas que ya eran fabulosamente ricas.

Por ejemplo, Fannie Mae y Freddie Mac -las enormes agencias financieras respaldadas por el gobierno estadounidense- utilizaron su fuerza política para hacer imposible que el Congreso las reglamentara, mientras pagaban a sus accionistas privados y alimentaban la crisis de vivienda. Asimismo, el lobby ‘de las granjas’ gana miles de millones cada año en subsidios. Se alienta a las compañías farmacéuticas a que presionen a los gobiernos para que aumenten los precios o amplíen las extensiones de patentes de los productos existentes, en lugar de fabricar nuevos medicamentos. Los magnates inmobiliarios cambian el código de impuestos a su favor.

Estas actividades realmente producen menos que nada, porque frenan el crecimiento económico. Cuando la forma más fácil de hacerse rico es mediante el robo legalizado, entonces la innovación y la creatividad pierden relevancia.

Arlie Russell Hochschild de la Universidad de California en Berkeley escribió sobre la gente que está enfurecida por ver a otros “cortar camino” delante suyo. Esta ira es injustificada cuando es la reacción de, por ejemplo, los blancos americanos que, acostumbrados al privilegio racial, se enfrentan a un mundo más igualitario. La ira justificada es hacia un gobierno que enriquece intereses especiales a expensas de todos los demás. En una economía de crecimiento lento o cero tal robo legalizado es intolerable.

El crecimiento depende de la globalización y de la desigualdad legítima. No podemos ignorar a quienes están sufriendo, pero debemos asegurarnos de que nuestras “soluciones” no empeoren el problema. Los verdaderos monstruos son los buscadores de rentas que han capturado tanto de nuestro gobierno. La desigualdad que han producido es la desigualdad que necesita ser eliminada. Lampadia

 




Parece que EEUU se gobernará a ‘Trumpeadas’

Después de la Segunda Guerra Mundial, EEUU se convirtió en el paladín de la democracia que trató de exportar, por las buenas y también por las malas. Después de los años 60, los derechos civiles le dieron a la política interna un nuevo tono. Más adelante, fueron los derechos humanos los que ocuparon un importante espacio en la política estadounidense. En el plano económico, EEUU ha sido el campeón del libre comercio y la globalización. El estilo ha sido cada vez más diplomático y basado en negociaciones en foros internacionales o directas, pero basadas en lineamientos de política global.

Pronto, todo ello será parte del pasado. EEUU está a punto de entrar a formas de gobierno contrarias a las que las actuales generaciones han conocido. La política tomará un tono agreste, con un populismo bastante extremo y tendrá una expresión de voluntarismo digna de otros tiempos y lugares. Y, por lo que ya se puede ver, aún a días de la toma del mando, con características autoritarias y hasta caprichosas, que simplemente, se impondrán a ‘Trumpeadas’.

Un giro fatal de los acontecimientos, cuando justamente Rusia está gobernada por una suerte de zar, que ya tomó por la fuerza territorios ajenos, controla el 70% del PBI de Rusia y juega a la geopolítica usando inclusive la empolvada baraja nuclear.

Otra infeliz coincidencia, es la de la evolución de la política en China, donde desde la muerte de Deng Xiaoping, que tuvo que revertir 25 años de comunismo, no se había vuelto a ver la construcción de un culto a la personalidad, como lo está haciendo Xi Jinping, incluso especulándose la posibilidad de que se alteren los mecanismos de sucesión.   

El discurso anti libre comercio y anti globalización viene expandiéndose en el mundo, sobre todo en los países ricos, sumándose a la inestabilidad e incertidumbre política, generada por el aumento de la desigualdad en las economías avanzadas, la migración y el impacto del Brexit. La perspectiva de que el presidente Donald Trump abandone el globalismo es real. La elección de Trump consolida la tendencia anti-comercio internacional y anti-globalización, que  pueden ser fatales para el crecimiento en el mundo.

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Fuente:  www.news1971.com

Lo que distingue a Trump de sus predecesores es su falta de convicción en las normas y tradiciones, y su temperamento autoritario y errático. Se esperaba que el período de transición entre las elecciones y la toma de mando permitieran un paulatino ‘appeasement’ (apaciguamiento), pero no ha sido así. Ahora nos encontramos ante la perspectiva de que Trump, como presidente, sea aún peor que como candidato.

Nadie puede estar seguro de qué hará Trump cuando asuma el cargo. Pero ya podemos hacer algunas suposiciones.

  • Podemos asumir con seguridad que Trump se mantendrá firme en su promesa de “Make America Great Again”. Durante su campaña, enmarcó la idea que EEUU abandone su papel de liderazgo mundial. Un EEUU que avanza hacia el nacionalismo aislacionista seguirá siendo el país más poderoso del mundo por un amplio margen, pero ya no garantizará la seguridad de los países occidentales ni defenderá un orden internacional basado en el libre comercio, la globalización y la democracia.
  • Trump ya descarriló el TPP y el TTIP (la Asociación Transpacífica de 12 países y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión con la Unión Europea, respectivamente).
  • Seguramente pretenderá renegociar el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio (NAFTA) con Canadá y México.
  • Peor aún, usará la amenaza de aranceles punitivos para manipular las decisiones empresariales de las industrias estadounidenses, como ya lo ha hecho los últimos días con Ford y GM.
  • Es probable que haga lo mismo con las importaciones de China, sin reparar que el nivel de integración global determina que muchas de ellas contienen producción estadounidense de hasta 45%. Este frente de su gobierno puede provocar una absurda guerra comercial.
  • Con Rusia, muestra una cercanía inconducente en relación a la política externa de EEUU. Sin embargo, tuvo que reconocer la posibilidad de que Rusia hackeara una serie de objetivos durante las elecciones de noviembre, pero aseveró que los ataques cibernéticos no tuvieron ningún efecto en el resultado de la elección.
  • Muchos de los nombramientos de puestos clave parecen llenos de personajes más confrontacionales y extremistas que conciliadores. Nombró como jefe de gabinete de la Casa Blanca a  Reince Priebus.  A Stephen Bannon (director ejecutivo de la web de noticias de extrema derecha Breitbart News), como director de estrategia y asesor principal (alguien acusado de racismo, antisemitismo y sexismo). También ha elegido a Steven Mnuchin, un exbanquero de Goldman Sachs que se habría beneficiado de la crisis inmobiliaria, como su secretario del Tesoro. Por otro lado, el crítico contra las vacunas, Robert Kennedy Jr., ha aceptado una posición dentro de la administración de Donald Trump, como presidente de un panel sobre la seguridad de las vacunas y la integridad científica.
  • Se prepara para desafiar las leyes anti-nepotismo al confirmar a su yerno Jared Kushner, esposo de su hija Ivanka, como asesor presidencial. Según Associated Press, Kushner tendrá que discutir una ley que no se aplica a sí mismo.
  • En un claro ejemplo de autoritarismo y de una conducta digna del dictador de un ‘Banana Country’, Trump amenazó a Toyota con aplicarle aranceles fronterizos más altos, si continua su plan de construir una planta en Baja California, México. “Toyota Motor dice que construirá una nueva planta en Baja, México, para fabricar autos modelo Corolla que se venden en Estados Unidos. De ninguna manera, construyan la planta en Estados Unidos o pagarán más aranceles”, escribió Trump en su cuenta personal de Twitter.

Una cosa queda clara: el excéntrico fascistoide, futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es una de las mayores amenazas a los valores de la civilidad, la tolerancia, la concordia y el orden mundial que representa EEUU, así como al libre comercio y globalización, las fuerzas que hicieron posible el gran avance de la humanidad durante las últimas décadas. Esperamos que una oportuna reacción del ‘establishment’ americano, pueda contener y balancear los impulsos autoritarios de Trump, así como sus pulsiones altaneras y despectivas. Lampadia




Distintas perspectivas sobre su ascensión al poder

Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU, todos están emitiendo una opinión o un juicio. Hoy, The Economist Espresso, un briefing informativo de cinco historias destacadas de la Revista, dedicó sus cinco secciones a las implicancias de Trump en distintos aspectos: geopolítica global, economía, México, juicios pendientes y tecnología (las cuales compartimos líneas abajo). De esta manera, buscan ampliar el espectro de análisis que en la mayoría de periódicos, sobretodo peruanos, se ha centrado en las consecuencias cortoplacistas de los mercados, los cuales solo  muestran ‘una foto’ de las emociones del mercado en el momento.

En verdad, la elección de Trump es un movimiento tectónico, un cambio estructural de la geopolítica global y el libre comercio. Los movimientos iniciales de precios no importan nada. De lo que se trata es de juzgar los impactos de largo plazo que tendremos que afrontar en los próximos años.

Otro grupo de gente, se refugia en afirmaciones, como ‘no pasará nada’, ‘se acomodará a lo actual’. Nos parece que eso es irresponsable, tenemos suficientes elementos de juicio como para asumir que solo se ha dado una campaña de corte latinoamericana.

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU refleja el retroceso político de la globalización y consolidad, de alguna manera, las tendencias contra el libre comercio. Esto también fue afirmado durante la mesa de diálogo “Análisis sobre la elección presidencial: USA 2017″, organizada por la UNAM, donde la ex directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, Paz Consuelo Márquez-Padilla, afirmó que: “Es una tendencia que se está dando de limitar la migración, de proteccionismo económico y contra la globalización. Pero qué es lo importante de esta elección, que la primera potencia del mundo ya eligió ese camino, es una tendencia que se va a dar en todo el mundo y consideró que no es positiva, de caer en el nacionalismo exagerado donde ven al otro como enemigo”.

En al menos tres países (Gran Bretaña, EE UU y Francia) de los cuatro que junto con Alemania representan la columna vertebral del orden político-económico establecido en el mundo occidental, se registra un claro viraje hacia posiciones tendientes a “cerrarse” en sus propias necesidades, a mirarse el ombligo, a contramano de un proceso de globalización que demanda mayor integración.

El mundo libre requiere de voluntad y acción política para asumir la defensa da las instituciones económicas que han producido tanto bienestar en la humanidad, como el libre comercio y la globalización. La próxima semana estarán en Lima muchos líderes globales y el Perú tiene la gran oportunidad de presentar un llamado a la reflexión y reacción contra las tendencias populistas que pueden arruinar la vida de las siguientes generaciones. Lampadia

 

THE ECONOMIST ESPRESSO

10 de Noviembre de 2016
Traducido y glosado por Lampadia

El destino en un dedo: en el botón nuclear

En el Día de la Inauguración de enero, el presidente Donald Trump recibirá el “CHIP”, una tarjeta que lo identifica como Comandante en Jefe, que lleva los códigos que autentican una orden para lanzar hasta 2,000 misiles nucleares estratégicos con objetivos en Rusia y China, y con algunos para Irán y Corea del Norte. Cientos de millones de personas morirían. Ningún control o equilibrio restringe esa decisión. Por más imprudente o impetuosa que sea, la orden se llevaría a cabo. Después de unos minutos, es irrevocable. Trump desestima las sugerencias de que está dispuesto a usar el gatillo: sería “el último” en usar armas nucleares. Él califica su uso como un “horror”, aunque ha hablado con ligereza e ignorancia sobre su proliferación. No bebe y parece funcionar bien a pesar de estar cansado, que es bueno. Pero, ¿cómo podría este hombre, notoriamente sensible a las críticas, lidiar con una eventual intensa confrontación con una Rusia lista para desenvainar el sable nuclear?

¿De quién es el problema? Trumponomics

Las incertidumbres abundan, pero el probable efecto de Donald Trump con respecto a las políticas económicas será dañino, especialmente en el extranjero. Eso sucedió la última vez que EEUU abdicó de su rol en el corazón del sistema financiero mundial: cuando, en 1971, bajo Richard Nixon, se puso fin al régimen de la postguerra de tipos de cambio fijos, diciendo a los líderes europeos “el dólar es nuestra moneda, pero su problema”. El populismo económico de Trump tiene dos objetivos: el proteccionismo comercial -aumentando los aranceles- e impulsar la demanda. Los recortes de impuestos alentarían a las grandes compañías estadounidenses a repatriar su dinero en el extranjero. Un mayor déficit significaría una mayor inflación y rendimientos más lucrativos de los bonos, atractivos para los inversionistas extranjeros. Todo eso apoyaría al dólar, el principal motivo para la rápida recuperación después de la noche de las elecciones. Pero Trump también tratará de mantener la demanda extra dentro de las fronteras de Estados Unidos, y un dólar más fuerte probablemente reforzaría las condiciones financieras mundiales. Lo mismo ocurriría con la confianza causada por las amenazas (o la realidad) de guerras comerciales.

Caminando en un muro: México

Enrique Peña Nieto fue castigado en su país por la cumbre presidencial con Donald Trump de agosto pasado. Argumentó que un diálogo temprano podría mitigar el daño potencial. Pronto se probará esa estrategia. Las cuestiones de seguridad parecen estables; es improbable que Trump ordene medidas que aten de manos a los narcotraficantes de los que se ha quejado tan a menudo. Pero su victoria hizo caer al peso; el banco central probablemente elevará las tasas de interés, obstaculizando una economía ya tensada por la caída de la demanda en Estados Unidos. El verdadero riesgo es que Trump rompa “el peor acuerdo comercial de la historia”: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que supone US $ 580,000 millones al año en comercio bilateral. Después de la victoria de Trump, Peña señaló que México y Estados Unidos “son amigos, socios y aliados”. Criticado por su ‘toque suave’, tal vez el presidente mexicano desee tomar un tono más severo en el tiempo. Pero se enfrenta a una contraparte irascible y aún no probada.

Nos vemos en la corte: tras las elecciones

Donald Trump acaba de convertirse en el primer presidente electo de Estados Unidos que carece de experiencia política o militar. Este mes será ‘el primero’ en otro tema: defenderse ante un jurado en un tribunal civil federal contra acusaciones de fraude y chantaje. Las quejas provienen de sus seminarios inmobiliarios de la Universidad Trump, en donde los demandantes alegan que violaron los estatutos de fraude de consumo en California, Florida y Nueva York. También se enfrenta a otras disputas legales. El fiscal general de Nueva York está investigando su fundación caritativa. Trump está demandando a dos cocineros famosos que cancelaron planes para abrir restaurantes en su hotel en Washington, y ha amenazado con demandar a varias mujeres que lo acusaron de impropiedades sexuales. Su gerente de campaña dice que no ha descartado el nombramiento de un fiscal especial para investigar el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de Hillary Clinton mientras se desempeñaba como secretaria de Estado, a pesar de que el FBI ya se ha negado a acusarla.

Caída del sistema: Trump y tecnología

“Me gustaría despertarme ahora, por favor”, twitteó Sam Altman, quien dirige Y Combinator, la escuela más importante para startups de Silicon Valley. La victoria de Donald Trump es una pesadilla particularmente para la industria de la tecnología. Puede limitar la inmigración de los empresarios y trabajadores calificados que se necesitan. Ha criticado a Apple por tener sus iPhones fabricados en China y por no ayudar al FBI a descifrar el smartphone de un terrorista (lo que sugiere que puede presionar para que el gobierno tenga acceso a “puertas traseras” en software cifrado). Y puede ir tras las grandes empresas de tecnología con la ley antimonopolio. Ha dicho claramente que Amazon tendría ‘grandes problemas’ bajo su presidencia. En el lado positivo, Trump ha propuesto reducir los impuestos a las firmas que traigan sus ganancias a EEUU, y que antes las mantenían en el extranjero: los gigantes de la tecnología (y farmacéuticos) poseen la mayor parte de los US$ 2.5 millones de millones escondidos en el extranjero.

 




Una estudiante sin papeles enfrenta a Donald Trump

La semana pasada, una estudiante de un colegio del norte de Texas dio un inspirador discurso en su ceremonia de graduación. La valiente Larissa Martínez anunció que estaba en Estados Unidos de manera ilegal, culpó al sistema de inmigración por su situación, e incluso hizo alusiones directas sobre el candidato presidencial republicano Donald Trump.

Larissa Martínez es la mejor estudiante de su promoción, tiene un excelente promedio académico, llevó 17 cursos avanzados y una beca completa para estudiar en la universidad de Yale, una de las más prestigiosas de Estados Unidos. Ella aprovechó el inicio de una nueva etapa en su vida para revelarle a todos que era una inmigrante indocumentada: “Estamos aquí sin documentación oficial debido a que el sistema de inmigración de Estados Unidos se ha roto y ha obligado a muchas familias a vivir con miedo”.

Martínez, quien logró un promedio de calificación de 4.95 sobre 5.00 aseguró: “Soy uno de los 11 millones de indocumentados en este país y una parte de mí me dice que esto era algo que debía hacer. Los inmigrantes indocumentados también son personas”.

En su discurso, Martínez contó la historia detrás de “la mejor alumna del 2016″ (nombrada valedictorian en su colegio, el mayor prestigio para una alumna) y reveló que llegó a Estados Unidos en 2010 junto a su madre y su hermana huyendo de la Ciudad de México donde vivían con el abusivo y alcohólico ex marido de su madre. Ellas buscaban empezar una vida nueva y no estaba en sus planes mantenerse como indocumentadas, pero a pesar de intentar estar “legales” en Estados Unidos, no lo lograron. Largos años después de haber aplicado a la ciudadanía, el sistema de inmigración todavía no ha procesado su solicitud.

“Después de todos estos años, finalmente he tenido el valor necesario para estar frente a ustedes y compartir una lucha a la que he tenido que hacer frente todos los días”, afirmó y explicó: “Estamos tratando de hacerlo de la manera correcta, pero no sabemos cómo”.

La joven aprovechó el momento para dirigirse a sus compañeros y pedirles que no la miraran como los medios de comunicación los presentan e hizo referencia a las aberrantes declaraciones del candidato republicano Donald Trump sobre los inmigrantes, aunque sin nombrarlo: “Les pido a todos ustedes que traten de mirar más allá de la forma en que los medios de comunicación nos retratan y de las acusaciones deshumanizantes que algunos políticos han hecho”.

Recordemos que el controversial Trump enfureció a muchos cuando dijo que entre los inmigrantes mexicanos hay violadores y delincuentes que llevan drogas a Estados Unidos. El candidato promueve la creación de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos para frenar la inmigración ilegal y quiere renunciar al NAFTA. Ver en Lampadia: Una lucha de extremos que solo trae inquietud al mundo.

En su discurso, Martínez no lo pudo haber dicho mejor: “La parte más importante del debate, y que a menudo se pasa por alto, es que los inmigrantes, indocumentados o no, también son personas. Personas con sueños, aspiraciones, esperanzas y seres queridos. Gente como yo. Personas que se han convertido en una parte de la sociedad estadounidense y su forma de vida y que anhelan ayudar a hacer ‘América grande otra vez’ sin un muro construido por el odio y el prejuicio”.

Esta valiente joven representa al verdadero inmigrante, quien va a EEUU en busca de una mejor vida y es la voz de muchas personas que todavía sufren del maltrato a los inmigrantes ilegales que, por problemas del sistema, no han podido regularizar sus papeles. Estas son las personas que deben ser apoyadas por el gobierno estadounidense para que salgan adelante y el país siga progresando. 

Lampadia




En un momento difícil el mundo opta por los peores líderes

El día de ayer el Partido Republicano de EEUU oficializó la postulación de Donald Trump a las elecciones presidenciales de noviembre próximo. 

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Como hemos manifestado anteriormente en Lampadia, Trump debería ser declarado como ‘persona no grata a la humanidad’. Sus posiciones extremistas contra los más débiles en su propia sociedad y su desdén por muchos otros pueblos del mundo, lo deberían haber descalificado para encarnar la postulación republicana. Lamentablemente, muchos no lo tomaron en serio al principio y, cuando pretendieron impedir su nombramiento fue muy tarde.

Este personaje, por llamarle de alguna manera, es un ícono de la prepotencia y la soberbia. Antes de ser candidato se solazaba en los cierres de sus programas televisivos diciendo a gritos a las personas que presentaba: “You are fired” (Estás despedido).

En el plano político, es un oportunista que pretende aprovechar del descontento de los estadounidenses con llamados populistas y soluciones mágicas como cerrar la frontera con México, a cuyos migrantes acusa de ser el origen de todos los males de la economía de EEUU.

Trump ha hecho una campaña demoledora, acorralando a sus rivales con inusitada violencia y haciendo propuestas que han escandalizado a todo el mundo civilizado. 

Entre las barbaridades que propone Trump, quiere construir un muro de 3.5 kilómetros de largo y seis metros de alto, a lo largo de la frontera con México, que además, anuncia que hará que lo paguen los mexicanos. Pretende cortar la presencia militar en el mundo, excepto que sea pagada por los países que necesiten se mantenga. También pretende cortar la migración desde Europa, Medio Oriente y África. Y plantea un enfrentamiento económico con la China que puede desestabilizar la economía global y la paz mundial. Además, otras de sus propuestas podrían afectar severamente la situación del Medio Oriente. 

A estas alturas de la campaña, ya ha hecho buenas migas con otro nefasto líder político actual, Vladimir Putin, el nuevo Zar de Rusia que pretende ser ‘el Zar de todas las rusias’, que ya ha hecho retroceder a Obama de Siria y Ucrania con una prepotencia inusitada en la política del mundo pos ‘guerra fría’.

Ver nuestras notas anteriores sobre Trump y Putin:

Riesgos globales según el Economist Intelligence Unit

Una lucha de extremos que solo trae inquietud al mundo

Un occidente débil frente a un Putin envalentonado

La doctrina del resentimiento

A continuación, presentamos la campaña de los historiadores estadounidenses que pretende ilustrar a los votantes sobre las nefastas características personales y políticas de Donald Trump para asumir el más alto cargo político del mundo libre:

Historiadores sobre Donald Trump

Publicado en el Facebook: Historians on Donald Trump

12 de Julio de 2016

Transcrito y traducido por Lampadia

 

Como ejemplo de los llamados de los historiadores estadounidenses contra Trump, publicamos líneas abajo las palabras de David McCullough, un muy reputado escritor e historiador estadounidense, dos veces ganador del Premio Pulitzer y de muchas otras distinciones, que ha organizado una campaña de historiadores para hacer reflexionar a los ciudadanos que se aprestan a un proceso electoral que se presenta con un dramatismo muy especial:  

David McCullough, escritor e historiador, ha recibido en dos ocasiones el Premio Pulitzer — Por  “Truman” (1992) y “John Adams” (2001) — Y dos veces recibió el Premio Nacional del Libro — Por “El camino entre los mares” (1977) y por “La mañana a caballo” (1982). Sus otros aclamados libros incluyen “El viaje más largo” (2011), “1776” (2005), “Valientes Compañeros” (1991), “La inundación de Johnstown” (1968 ), “El gran puente” (1972) y “Los hermanos Wright” (2015). Él es el ganador de numerosos premios y honores, Incluyendo la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto premio de EEUU a un civil.

“¿A qué ha llegado el partido republicano? En un período tan inquietante como este, con tantos desafíos y problemas trascendentales que deben abordarse – y sí, tanto que debemos y podemos lograr – ¿por qué debemos optar por confiar nuestro más alto cargo nacional, y nuestro futuro, a alguien tan claramente inadecuado para el puesto? Alguien que nunca ha ocupado un cargo público, no ha servido a su país en ninguna forma”.

“El presidente Dwight D. Eisenhower, que tan admirablemente sirvió a su país durante toda su carrera, dijo que había cuatro cualidades claves para medir a un líder: carácter, capacidad, responsabilidad y experiencia”.

“Donald Trump no clasifica en ninguna de las cuatro. Y hay que señalar que Eisenhower puso en primer lugar el carácter. En las palabras de los antiguos griegos, el carácter es el destino”.

“Tanto así que Donald Trump, con un discurso tan vulgar y tan lejos de la verdad y mezquino; realmente no está a la altura en la cuestión del carácter. Es imprudente. Claramente no tiene preparación, ni capacidades y, a menudo, parece desquiciado. ¿Cómo podemos poner nuestro futuro en las manos de un hombre así?”

“Nosotros somos en general -no olvidemos- un buen país, de gente buena, con buenas intenciones”.

“Buenos, hasta grandes líderes, han desempeñado un rol decisivo en nuestra historia, una y otra vez. Hemos creído desde el principio en un logro digno y hemos puesto ejemplos emblemáticos de lo mucho que se puede lograr cuando trabajamos juntos, incentivados por un espíritu positivo”.

“Inspirados por Theodore Roosevelt, construímos el Canal de Panamá. Dirigidos por el presidente Harry Truman, creamos el Plan Marshall. El presidente John F. Kennedy nos incentivó para llegar a la luna – ¡y fuimos a la luna! A través del liderazgo de los presidentes Ronald Reagan y George H. W. Bush, terminamos con la Guerra Fría”.

“Y no hay ninguna razón por la cual, bajo el liderazgo correcto, no podamos continuar en ese camino. Depende de todos nosotros, de todos nosotros, republicanos, demócratas, independientes, jóvenes y viejos, sin importar los espectáculos o las discusiones durante las campañas y la política, debemos hacer una pausa y pensar -y pensar cuidadosamente. Esta opción de liderazgo, tan importante y de tan largo alcance, está en nuestras manos, nos van a responsabilizar por ella. ¿Cómo nos juzgará la historia?”

Ver los demás mensajes en el siguiente enlace:

La siguiente lámina presenta un compósito de la mayoría de los historiadores de EEUU que se han puesto al frente para defender los valores tradicionales de la política de la democracia más fuerte del planeta. 

Lampadia