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México critica al Perú y alaba a Cuba

Por: Andrés Oppenheimer
El Comercio,28 de Mayo del 2023

“Cualquiera sea la razón, López Obrador no tiene fundamentos legales ni autoridad moral para cuestionar la legitimidad de Boluarte”.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está estableciendo un nuevo récord de incongruencia política: está cuestionando insistentemente las credenciales democráticas de la presidenta del Perú, tras darle una bienvenida de alfombra roja y otorgarle la medalla más prestigiosa de México al dictador de Cuba.

Ya sé, suena a broma, pero no lo es. López Obrador ha llamado falsamente a la presidenta peruana Dina Boluarte “usurpadora” del poder.

Lo que es más, el presidente mexicano citó una supuesta falta de legitimidad democrática del gobierno peruano para justificar la negativa de México a entregarle al Perú la presidencia rotativa de la Alianza del Pacífico, el bloque comercial integrado por México, Chile, Colombia y el Perú.

Por todo esto, el Congreso Peruano declaró el 24 de mayo a López Obrador “persona non grata” en el Perú. Aunque el Congreso del Perú tiene una tasa de desaprobación del 90%, según una encuesta reciente de la empresa IEP, muchos peruanos están aplaudiendo su decisión de declarar a López Obrador indeseable en el país.

Se puede criticar a la presidenta del Perú, Dina Boluarte, por su represión a manifestantes opositores al principio de su gobierno, pero los expertos constitucionales coinciden en que, contrariamente a las afirmaciones del presidente mexicano, su designación fue apegada a la ley peruana. Hasta el presidente de izquierda de Chile, Gabriel Boric, está pidiendo que se le entregue la presidencia rotativa de la Alianza del Pacifico al Perú.

Boluarte fue proclamada presidente en diciembre después de que el expresidente izquierdista Pedro Castillo fuera destituido por el Congreso por dar un golpe de Estado. Castillo fue arrestado después de haber anunciado en televisión nacional que disolvería el Congreso y gobernaría por decreto.

Cuando leí las recientes declaraciones de López Obrador cuestionando las credenciales democráticas de Boluarte, me costó creer que hablaba en serio.

López Obrador está tratando de mostrarse como un defensor inquebrantable de la democracia en el Perú apenas tres meses después de haber condecorado con la orden del Águila Azteca – la más alta distinción del Gobierno Mexicano a un extranjero– al dictador cubano Miguel Díaz-Canel.

Y, más recientemente, el 5 de abril, López Obrador dijo en una cumbre presidencial virtual que Cuba es un país “como para irse a vivir allá”, una declaración sorprendente, tratándose de una isla donde una gran cantidad de gente arriesga su vida huyendo por mar para escapar de su miseria.

La negativa de México a entregar la presidencia rotativa de la Alianza del Pacífico al Perú está perjudicando a las economías del Perú, Chile y Colombia, que junto con México integran el bloque comercial.

“Al hacer esto, López Obrador está torpedeando la Alianza del Pacífico, que es el mecanismo de integración más eficiente de América Latina”, me dijo el excanciller chileno Roberto Ampuero.

“La Alianza ha tenido éxito precisamente porque se enfocaba en resultados concretos, y no en cuestiones ideológicas”, agregó Ampuero. “Ahora está paralizada, por consideraciones políticas de López Obrador”.

Entre las varias teorías de por qué López Obrador se niega a entregar la presidencia rotativa del bloque comercial al Perú, además de su simpatía por el expresidente peruano Castillo, está que al presidente mexicano nunca le gustó la Alianza del Pacífico.

El grupo fue formado en el 2011 por presidentes en su mayoría de centro derecha, que querían aumentar el libre comercio en la región. Además, López Obrador puede estar tratando de desviar la atención pública de las tasas récord de violencia en su país. Nuevas cifras oficiales muestran que México registró un récord de 156.066 homicidios el año pasado, y que el total de muertes violentas durante el mandato de López Obrador ya es un máximo histórico.

Otra explicación adicional puede ser que López Obrador quiera ganar cierto protagonismo en América del Sur. En el último año, la figura de López Obrador como uno de los líderes de la izquierda regional ha sido eclipsada por los presidentes de Brasil, Colombia y Chile.

Cualquiera sea la razón, López Obrador no tiene fundamentos legales ni autoridad moral para cuestionar la legitimidad de Boluarte. ¿Cómo puede López Obrador arremeter contra la democracia del Perú, mientras alaba la dictadura de Cuba?

Eso no tiene ningún sentido, y hay que recordárselo.

© El Nuevo Herald. Distribuido por Tribune Content Agency, LLC.




“México queda como un país poco serio”

Entrevista a Hugo Palma
Perú21, 17 de Mayo del 2023

Perú21TV conversó con el embajador Hugo Palma sobre las recientes declaraciones del presidente de México Manuel López Obrador sobre el Perú.

Para el embajador (r) Hugo Palma, México no quedará bien visto ante los ojos de la comunidad internacional ante el arrebato casi “infantil” de no ceder la Presidencia Pro Tempore al Perú de la Alianza del Pacífico.

López Obrador volvió a referirse al Perú e insiste en no entregar la Presidencia Pro Tempore de la Alianza del Pacífico.

El señor López Obrador tiene una capacidad ilimitada para decir cosas que no debe. Esas palabras son absolutamente contrarias con la tradición de la política mexicana e inclusive con la política de respeto internacional establecida por la Cancillería de México en la doctrina Estrada en los años 30 y que se corresponde con el derecho internacional. La doctrina Estrada dice que México no califica, ni en el acto ni en el después, sustituir a los gobiernos (no reconociéndolos). Es un ejemplo excelente del principio de no intervenir en los asuntos internos de los demás países, respetar su independencia y soberanía. Otro ejemplo de respeto al derecho internacional es lo que dijo el gran presidente mexicano Benito Juárez, en 1867: entre los individuos y naciones, el derecho es la paz.

¿Qué consecuencias trae esta actitud?

Tengo la impresión que AMLO está decidido a escalar su lenguaje ofensivo e intervencionista; creo que el Perú no lo debe permitir. Se está cometiendo una violación del derecho internacional, pues México tiene obligaciones ineludibles en un tratado. La Alianza del Pacífico establece que la presidencia es rotativa y consecuentemente corresponde al Perú. No tiene derecho a decir que la presidencia del Perú es espuria; es una barbaridad. El daño se lo hace a su país, a nosotros nos ofende, pero a México lo perjudica porque queda como un país poco serio.

¿Qué puede hacer el Perú?

Perú debería protestar a través de la Cancillería. Siempre es conveniente la prudencia, la protesta se puede hacer directamente porque las relaciones no se han roto.




AMLO: el Chapulín Colorado de Pedro Castillo

AMLO: el Chapulín Colorado de Pedro Castillo

J. Eduardo Ponce Vivanco
Para Lampadia

En la Cumbre de la CELAC realizada en México en septiembre del 2021, el recientemente elegido Pedro Castillo confió sus penas a López Obrador y le contó la historia del humilde maestro al que los citadinos querían despojar de su sombrero chotano.

No fue una conversación inútil. Después de la primera moción de vacancia presentada en el Congreso en noviembre de 2021, AMLO lo ayudó. Envió a Lima una misión económica encabezada por su ministro de Hacienda. Su presencia sorprendió en el Perú, pero despejó el sombrío panorama de PCT en sus primeros meses de gobierno.

México es el cuarto socio comercial del Perú y sus inversiones son importantes, comenzando por las del Grupo México (Southern Perú) y América Móvil (Claro). Es nuestro cuarto socio comercial después de China, USA y Brasil.

No obstante, llama la atención que AMLO haya decidido repetir la historia del año pasado con la misión “empresarial” que se presentó en Palacio de Gobierno a la medianoche del miércoles para salvar, por segunda vez, a un Pedro Castillo en apuros.

El canciller de México, Marcelo Ebrard, visita a Castillo a media noche

Después de la improvisada reunión nocturna protagonizada por Marcelo Ebrard, él y sus empresarios retornaron al aeropuerto para viajar de inmediato a La Paz con similar propósito, pues el gobierno del MAS (el partido de su protegido Evo Morales) enfrentaba un violento levantamiento cocalero donde los gases lacrimógenos de la policía eran respondidos con dinamitazos en plena capital del país altiplánico.

Ebrard es un internacionalista afiliado a MORENA, el partido de AMLO, de quien es el visible delfín para las elecciones que México celebrará en 2024. Al inicio de su mandato López Obrador afirmaba que una buena política interna era la mejor política externa, una visión parroquial que fue corregida por su dinámico canciller. En su larga trayectoria exhibe cargos de verdadera importancia nacional, así como varios intentos de ser candidato presidencial desde comienzos de la década pasada.

No fue casual que en la reunión en Palacio de Gobierno Ebrard destacara la importancia del litio. Estaba sentado a la izquierda de un desconcertado Castillo, que parecía no estar al tanto de los importantes yacimientos que tenemos en Puno, ni de que el canciller mexicano estaba a punto de continuar su viaje en Bolivia, que también tiene grandes reservas de este preciado mineral. La importancia del litio para México deriva de que los automóviles son sus principales exportaciones a USA, y el litio es vital en el funcionamiento de las baterías que son la fuente de energía de sus motores.

México es una verdadera bisagra entre los Estados Unidos y América Latina, y es claro que el progresista Ebrard, como capitán del Grupo de Puebla, ha observado una propicia radiografía regional, especialmente en Sudamérica, donde la balanza se sigue inclinando a la izquierda, que es su referente político.

A Boric, el peronismo argentino, el cáncer de Venezuela, la satrapía comunista de Cuba, el izquierdismo chabacano de Castillo/ Perú Libre y la Bolivia del MAS, se sumará la gestión del ex guerrillero Gustavo Petro en la presidencia de Colombia.

Ante este panorama tan auspicioso para un progresista entusiasta como Ebrard y un partido como MORENA, no sorprende que México haya visto la oportunidad de convertirse en un actor cada vez más presente en Sudamérica a fin de asegurar el predominio de las izquierdas y evitar el retorno de gobiernos liberales.

Es pertinente recordar que cuando Evo Morales manipuló a la autoridad electoral para lograr una reelección fraudulenta, como fue acreditado en la auditoría que se solicitó a la OEA en octubre de 2019, AMLO y el Canciller Ebrard reconocieron de inmediato el triunfo del MAS y ofrecieron asilo político a Morales, que se refugió en México.

El padrinazgo que AMLO dispensa al gobierno del MAS en Bolivia es digno de interés en el Perú, pues no podemos olvidar los frecuentes actos de intervención de Evo Morales especialmente en el sur de nuestro país.

La situación se hizo tan notoria que el Congreso lo declaró “persona no grata” cuando tuvo el atrevimiento de convocar el cónclave inaugural de “Runasur” en el Cuzco.

Un frustrado intento para imponer la condenable agenda de la plurinacionalidad que disfraza la aspiración boliviana de lograr una salida al mar por territorio peruano. Lampadia




Ubíquese señor Castillo

Ubíquese señor Castillo

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Acabamos de ser testigos del primer viaje oficial del Sr. Castillo (PC) a México, para participar en la CELAC y a USA, para tomar parte en una reunión de la OEA y otra de la ONU. Esto, en condiciones normales, es una oportunidad brillante para que un nuevo gobernante tome contacto con los mandatarios, inversionistas y empresarios del mundo, con la finalidad de establecer vínculos que nos ayuden a acelerar nuestro desarrollo y atraer inversiones. Poder convocar a empresarios con los que podamos aprovechar oportunidades de beneficio mutuo, que traigan al Perú, los capitales requeridos para sus proyectos y los conocimientos científicos y tecnológicos que hacen falta para nuestro más pronto desarrollo; mientras el Perú, los beneficiaría ofreciendo una posible relocalización de sus plantas, con ventajas competitivas para ambas partes. Por eso, creo que este viaje merece algunos comentarios de forma y de fondo.

En primer lugar, PC debe ser consciente que ha viajado en calidad de Presidente de la República del Perú y no en calidad de rondero de Chota, por lo que el disfraz de rondero, lo debió dejar guardado para los próximos carnavales. Debe aprender, que existen protocolos y normas de urbanidad que se deben respetar, especialmente en el ámbito diplomático internacional. Lo mismo ocurre en el ámbito empresarial.

PC debería pensar, que todos los peruanos tenemos sentido de orgullo de nuestra peruanidad y no es correcto que se presente a dar mensajes lastimeros, con ánimo de dar pena. Pobres y pobreza hay en todas las latitudes del mundo, incluyendo los países más desarrollados, pero; ni el ámbito de CELAC, ni el de la OEA, con la salvedad del discurso en la ONU, son los espacios para concentrar su mensaje en la miseria de algunos, sin aportar soluciones. En lugar de eso, debió plantear los planes y proyectos que su gobierno se compromete a desarrollar para mejorar nuestro país y a los que pudo perfectamente convocar voluntades, para realizarlos mejor y más rápido, bajo acuerdos comerciales y en un ambiente de relaciones maduras. Recordemos que el Perú, dejó hace varios años de ser un país de bajos ingresos, sujeto a la cooperación humanitaria internacional.

Entiendo que su trayectoria de profesor de escuela primaria, no lo haya preparado para esta tarea, pero el equipo de la cancillería debió asesorarlo mejor, informarle sobre el tipo de reuniones a las que asistiría, la temática que en ellos se abordaría, los posibles interlocutores, las posibles ventajas que una relación de complementariedad con sus interlocutores, podría significar.  El nivel económico relativo del Perú dentro de la comunidad internacional y su posible contraparte y, en base a ello, proponerle el enfoque de sus posibles mensajes, ayudándolo a estructurarlos de la forma más conveniente, para que, por ejemplo, no conteste a la periodista que le preguntó sobre las garantías ofrecidas por el presidente a los inversionistas, respondiendo PC sobre seguridad ciudadana en las calles… ¡Plop!

No es posible que se reúna con un grupo de empresarios e inversionistas y pretenda convocarlos a invertir en el Perú, diciendo que “hará sus mejores esfuerzos” por garantizar las inversiones, mientras en paralelo, todo su equipo en PL, está enfrascado en una campaña para convocar a una Asamblea Constituyente, elegida o designada de manera no democrática, con miras a escribir una nueva constitución y con criterios refundacionales del país. Está claro, que eso resulta el mensaje más opuesto a una convocatoria de inversiones. La comunidad internacional, no sólo no es boba, sino que está muy alerta a los mensajes hablados del presidente, a su lenguaje corporal y a las señales que el entorno directo del gobernante y su partido están dando, particularmente cuando estos, están condicionando el pago de “bonos” a los más pobres a la firma de planillones para un referéndum.

PC tiene que aprender que, en el mundo, pero en particular en la comunidad anglosajona, se deplora y castiga la mentira y el engaño.  En consecuencia, no es admisible que se presente ante esa comunidad internacional con un doble discurso. Si quisiera ser claro y transparente, tendría que ejercer liderazgo y decir que no habrá ninguna convocatoria a una Asamblea Constituyente y actuar en consecuencia, que no admitirá restricción alguna a la libertad de prensa, ni el hostigamiento a los periodistas. Lamentablemente, este malestar endémico para con la prensa, está en el ADN de los comunistas (marxistas-leninistas-mariateguistas y maoístas agrupados en el gobierno). Tampoco es gracioso, puesto que no está en una reunión de amigos del barrio, decir que tiene corruptos hasta para exportar, una grave ofensa a los peruanos. Dicho sea de paso, ya le salieron al encuentro diciéndole que, si ese es su plan, podría empezar con Cerrón, Bellido y Bermejo, entre otros.

Otro episodio lamentable fue que, en pleno viaje de PC, el Primer Ministro (PM) se atreva a invitar al canciller a alejarse del gabinete, acompañado de su vicecanciller, ante una supuesta discrepancia con la posición del gobierno peruano por la representatividad política del gobierno de Venezuela. Estos individuos no muestran ninguna coordinación ni coherencia en ninguno de los frentes que deben atender. Al menos, no en lo político, tampoco en lo económico, menos en las relaciones internacionales, y esto, ante los ojos de todos los países del mundo, desconociendo que es el Presidente de la República y no el PM, quien conduce las relaciones internacionales del país.

Para dar tan pobre espectáculo y no relacionarse como debió hacerlo, bien pudo ahorrarnos el viaje, dar su discurso por videoconferencia y evitarnos a todos los peruanos, la vergüenza de ver y dejar creer que PC, es una muestra representativa de la clase dirigente del Perú.

Ubíquese señor Castillo. Lampadia




La tragedia de la línea 12 del metro de México

La tragedia de la línea 12 del metro de México

RESPETEMOS LA BUENA INGENIERIA PARA QUE ELLO NUNCA NOS OCURRA

Dr. Ing. Raúl Delgado Sayán
Para Lampadia

En la edición del 13 de junio 2021 de fin de semana del New York Times se publicó un informe muy completo escrito por 8  expertos y periodistas en el cual se hace un relato en forma detallada y con gráficos de los problemas estructurales de diseño y de construcción; además de una muy pobre supervisión de Obra, que llevaron a la falla de las vigas y superestructura de un tramo de la Línea 12 del metro de México (conocida como la Línea Dorada) ocurrido a la medianoche del 3 de mayo de 2021. La línea 12 tiene 24.1 km de longitud, de los cuales 18.7 km son de viaducto elevado. Esta terrible tragedia causó la muerte de 26 personas y alrededor de 100 heridos.

La plataforma se partió por la mitad precipitándose los vagones desde una altura de 12 m. (Los anexos aquí incluidos son: el artículo del informe del New York Times; una Ayuda Memoria que sintetiza las características y las lecciones aprendidas; así como la publicación de la agencia Reuters). Las pérdidas de vidas y heridos pudieron ser muchísimo mayores de no ser que este terrible incidente ocurrió a la media noche con pocos pasajeros en el tren y no en hora punta donde transitan trenes con más vagones. Cada vagón de tren pudo haber tenido hasta 200 personas.

Una falla en “V” donde un viaducto se parta por mitad es casi inexistente a nivel mundial y de hecho de inmediato conlleva hacia analizar un error estructural de manera inequívoca. Cuando ocurren fallas en viaductos con el consiguiente desplome de la parte superior, la causa que lo genera suele originarse en alguno de los apoyos, que al fallar o desplazarse hace caer al viaducto mas no que se parta por mitad. No es la intención de este artículo el repetir lo tratado a cabalidad y con gráficos en los informes y que además coinciden con la Ayuda Memoria adjunta que fue preparada 2 días antes del informe del NY Times y que se trató de similar manera en dicho informe. Interesa más bien enfatizar lo siguiente:

Falla Estructural:

Al revisar las figuras del informe, se puede apreciar que la estructura del conjunto de las vigas y la losa estructural de plataforma estructural, sobre la cual transitan los trenes es una estructura muy ligera (ver fig 1). La conforman 2 vigas portantes de acero de sección “I” que cada cierta distancia se une o arriostran con un reticulado transversal, también muy ligero de perfiles de acero de dimensiones pequeñas y sobre las vigas (trabes) en cuya parte superior se coloca vaciada en sitio una delgada losa de concreto. 

El grave error es que todo este conjunto tan esbelto y muy ligero para soportar los trenes pasando a velocidad (acción dinámica sobre la superficie), se pretendió hacerlo trabajar en conjunto como un solo elemento resistente; vigas y losa, para lo cual se planteó soldar unos pernos en el ala superior de las vigas, para que así actuaran como conectores que “garantizarían” el trabajo conjunto en lo que se conoce como una estructura compuesta. Las continuas deflexiones con el paso de los trenes a lo largo del tiempo (9 años y 8 meses, aunque estuvo paralizado en 2014 y 2015 debido a problemas que motivaron diagnóstico y reparaciones) y las defectuosas soldaduras de estos conectores, generaron el que por fatiga estos conectores no cumplieran de manera segura esta función (como era previsible que esto ocurriera) y no ayudaran por tanto a resistir los esfuerzos de compresión en la parte superior de las vigas, haciendo que estas se pandearan y perdieran su capacidad resistente con el previsible colapso. 

Fig1: Sección transversal de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México (fuente: The New York Times)

Fig. 2: Sección transversal de la Línea 1 del Metro de Lima

Comparaciones con la Línea 1 del Metro de Lima:

Ambas obras: La Línea 12 del Metro de México (ML12) y la Línea 1 del Metro de Lima (LL1) tienen características similares comparativas en los siguientes hechos y factores: 1) Ambas fueron construidas en periodos cercanos ML12 (set.2008 a Oct 2012) y LL1 entre dic 2009 a jul 2014). (ML12 ya fue anteriormente paralizada en los años 2014 y 2015 para diagnóstico y reparación de obras).

2) La ML12 de México tiene una longitud de 24 Kms mientras que la LL1 de Lima tiene una Longitud de 35 Kms.

3) En cuanto a costos el ML12 inicialmente al tipo de cambio de la firma del contrato fue equivalente a US$ 1,750 millones y terminó costando US$ 2,600 millones o sea 48% mayor al costo inicial. No obstante ello la obra por sus deficiencias estuvo paralizada entre 2014 y 2015 por diagnóstico y reparaciones y ello conllevó un costo adicional por ambos conceptos, más arrendamiento de los trenes y transporte alternativo a los usuarios afectados por valor de US$ 2,580 millones adicionales. En total a la fecha y antes de este último accidente y con daños emergentes un costo de US$ 5180 millones de dólares. En síntesis y considerando la longitud de 24 Kms el costo fue de 2,600/24= US$ 108.3millones/km. Si se agrega los costos de reparación y daños emergentes pre colapso la cifra se eleva a 5,180/24= US$ 215.8millones/km.

En cuanto a la línea 1 del metro del Lima LL1 y para los 35Kms de Longitud el costo final del tramo Villa el Salvador a 28 de julio fue de US$ 519 millones y el tramo 2 entre 28 de julio a San Juan de Lurigancho US$ 885.2 millones. En total entonces US$ 1,404.3 millones con lo cual el costo por Km fue de 1,404.3/35= US$ 40.12millones/km.

4) En cuanto a la robustez; capacidad resistente; durabilidad; seguridad y resiliencia invito al estimado lector a que examine las figs 1 y 2 anteriores y a simple vista y sin necesidad de ser ingeniero estructural, pueda apreciar cuál de las 2 soluciones a su juicio le parece ser una mejor y más: segura, resistente y durable solución, máxime teniendo en cuenta que ambas; Ciudad de México y Lima están ubicadas en zonas de muy alta sismicidad. En el caso de la ML12 de México 2 vigas de acero para conjuntamente con una losa de concreto soportar los trenes a un costo de construcción de US$ 108.3/km o en el caso del LL1 de Lima 4 vigas pretensadas de concreto armado con la rigidez y capacidad suficientes para por si solas, sin necesidad de la losa de concreto, soportar los trenes a un costo de construcción de US$ 40.12 millones/km.

Porque ocurrió todo esto:

a) Una pésima concepción estructural de pretender que ambos elementos: vigas (trabes y losas de concreto), compartieran trabajo conjunto en una estructura tan flexible y liviana en lugar de hacer, como en el caso de la Línea 1 del Metro de Lima, (que además de ser toda de concreto y más robusta para disminuir deflexiones), se pretendió en la línea L12 de México que la losa superior colaborara en la resistencia. Craso error. Las vigas debieron tener por sí solas la capacidad resistente total y las losas solo debieron ser un elemento de transmisión de la carga de los trenes a las vigas y no un elemento resistente del conjunto.

b) Una pobre construcción, así como deficiente supervisión permanente de toda la obra y especialmente de la soldadura de los pernos, que facilitó su rotura con la fatiga de apenas muy pocos años. Incluso se puede notar que los casquillos plásticos para evitar que la soldadura se desparrame durante su ejecución, no fueron retirados antes del vaciado de la losa y quedaron por tanto embebidos en el concreto, siendo estos además un elemento extraño disturbador de la adherencia del perno conector con las vigas y la losa.

c) Mucha presión política para que se apurara la construcción y se comenzó a realizar construcción sin tener los planos de detalle terminados y el hecho fue que después estos fueron complementados. Durante la construcción, ni en el diseño se pudieron hacer observaciones de fondo y ello quedo por tanto  a libre albedrio del Contratista de obra civil; la empresa Carso el ejecutarlos como se señala en los links de los documentos anexos al presente artículo. No debe olvidarse que los Contratistas son generalmente ejecutores y no tienen el “expertise” de diseño de ingeniería, por no ser esta parte de su especialidad y con frecuencia incurren en tomar riesgos inaceptables de seguridad y de disminución de capacidad resistente en aras de lograr ahorros que los beneficien, con frecuencia más allá de lo que técnicamente es recomendable.

De la lectura del informe del NY Times se puede señalar una serie de irregularidades que plagaron el desarrollo de la obra, en la cual participaron muchas empresas de varios países del mundo, algunos alertando sobre deficiencias que no fueron escuchadas ni subsanadas. Lo más grave de todo es que esta falla estructural es sistémica para toda la estructura elevada de la línea (77.6% del total) y por tanto muy difícil de reparar porque se trata de elementos embebidos en la estructura que ponen en muy alto riesgo el integro de la Línea 12. Este accidente puede volver a ocurrir en cualquier otro tramo de la línea por la misma causal.

Otro factor importante es que se le ha permitido al Constructor mucho manejo de decisiones y la inclusión de “optimizaciones” para generar ahorros sin una supervisión que controlara que ello no ocurriera poniendo en riesgo toda la estructura. Ya en una anterior oportunidad hubo que poner por más de un año fuera de servicio esta línea 12 para hacer reparaciones que no han dado resultado. Lo más probable ahora es que tenga que ser totalmente reforzada y reconstruida a un costo muy alto y modificado su concepto de diseño estructural.

El Peligro de nuevos Modelos de Contratación que hacen que ello pueda ocurrir

Sin que ello pueda necesariamente ser aplicable en su integridad a este caso, que fue una obra pública convencional, el autor cree menester el expresar que recientemente se han desarrollado nuevos modelos de contratación de ingenierías y construcción que son proclives a que más fácilmente se puedan generar este tipo de situaciones. Me estoy refiriendo a modelos de contratación de obras complejas mediante las cuales los funcionarios de las Entidades toman decisiones técnicas -sin ser técnicos en la materia- y consideran como lo más conveniente desligarse de la difícil e importante tarea de revisar y discutir los detalles del  diseño de Ingeniería y generar por tanto modelos de contratación tipo: diseño-construcción; APPs; Gobierno a Gobierno entre otros  en los cuales se les delega totalmente la responsabilidad de ejecutar los diseños definitivos al Concesionario (más comúnmente Contratistas y no diseñadores de Ingeniería), siendo incluso lo peor de todo el que estos diseños definitivos (EDIs) se realicen recién después de que estas obras se hayan contratado por la modalidad de Suma Alzada bajo la premisa: “Si ellos son Concesionarios tienen que saber y se van a esmerar en hacer buenos diseños porque tienen que operarlo por un número de años”.

Lo anterior termina siendo a menudo una premisa en la mayoría de casos peligrosamente equivocada. Una vez fijado el costo del servicio y teniendo en cuenta que el Contratista por un lado ha competido en licitaciones por costos como criterio de selección y por tanto rebajado su propuesta al mínimo; entonces por un evidente conflicto de intereses durante el diseño y en la posterior ejecución, va a incurrir en conflicto de intereses y a tratar por todos los medios posibles en introducir “optimizaciones” que le generen ahorros  y así incremente sus retornos, máxime si pudieran lograr tener un cliente y funcionarios que se lo puedan permitir y una deficiente y no permanente supervisión. Esta práctica tiene correlatos muy negativos cuando estos ahorros asumen riesgos intolerables técnicamente que generen situaciones como las que son materia del presente artículo. Todo ahorro es bienvenido partiendo de la eficiencia en el mejoramiento de: prácticas, programación y rendimientos constructivos, sin degradación de la calidad de la obra: “Nunca se podrá lograr una buena inversión ni una buena obra partiendo de un estudio de ingeniería deficiente”.

Muchas lecciones aprendidas para que ello por ningún motivo ocurra en las líneas del metro de Lima en construcción y en las futuras. Son obras muy complejas donde se requiere una ingeniería y construcción muy profesional y responsable, familiarizada con nuestro medio y entorno; así como una muy cuidadosa, detallada y permanente Supervisión. El no hacerlo puede causar enormes pérdidas de vida y cuantiosas pérdidas económicas; más aún en países como el Perú de muy alta sismicidad.

Para que esto nunca nos ocurra, políticos y otras profesiones deben siempre respetar la buena y segura ingeniería.
Parafraseando la Doctrina Monroe: “La Ingeniería para los Ingenieros”

Información complementaria:

The New York Times – Por qué colapsó la Línea 12 del metro de Ciudad de México

https://www.nytimes.com/es/interactive/2021/06/12/espanol/america-latina/metro-ciudad-de-mexico.html

REUTERS – Falla estructural causó trágico accidente de metro en Ciudad de México

https://www.reuters.com/article/accidente-mexico-metro-idLTAKCN2DS1MT

infobae – Paso a paso: la tragedia en la Línea 12 del Metro según el Dictamen Preliminar

https://www.infobae.com/america/mexico/2021/06/16/paso-a-paso-la-tragedia-en-la-linea-12-del-metro-segun-el-dictamen-preliminar/

Ayuda Memoria Lecciones Aprendidas. Línea 12 Metro México tragedia 03 mayo 2021

https://drive.google.com/file/d/1dICKlnkHGLQAGFgWxHuiof4Isy9pbZ85/view?usp=sharing

Lampadia




Persiste el teatro populista de AMLO

Persiste el teatro populista de AMLO

Líneas abajo compartimos un reciente artículo de The Economist en el que se resume el show populista que sigue exhibiendo persistentemente el presidente de México, AMLO, en los 15 meses que viene gobernando y cómo su incompetencia ya no solo se reflejan en un mal manejo económico – la economía mexicana exhibió tasas de crecimiento negativas el año pasado – sino también en una flagrante inseguridad, con cifras récord de homicidios y en particular, feminicidios.

Y es que el haber adoptado una política de seguridad flexible, en el que se minimiza el uso de la fuerza hasta en condiciones de defensa propia, le estaría jugando una mala pasada al presidente del país azteca. Esta práctica populista llevada al extremo con claras intenciones políticas resulta un absurdo en un país como México, cuyos índices de delincuencia lo cimientan entre los más inseguros de la región.

Cabe resaltar que en el frente económico tampoco habría buenos visos de un cambio de rumbo que busque dar señales claras hacia una moribunda inversión privada, que permita reactivarla en el plazo inmediato. El incremento artificial de los ingresos de los más pobres generado por prebendas, de la cual se jacta el gobierno de AMLO, no gatillará el crecimiento como sí lo haría la inversión, cuyos efectos permanentes en el tiempo impulsan los ingresos de manera sostenible.

En ese sentido, esperamos que AMLO tome nota de las críticas provistas por The Economist sino quiere que su incompetencia pronto se vea reflejada en bajos índices de aprobación ciudadana a su gestión. Lampadia

México necesita arte estatal, pero su presidente ofrece teatro

AMLO muestra poca capacidad para familiarizarse con el gobierno

The Economist
29 de febrero, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Los mexicanos se han indignado este mes por dos asesinatos brutales: uno de una mujer cuyo cuerpo fue mutilado por su compañero, el otro de una niña de siete años que fue secuestrada y aparentemente torturada. No hace falta decir que ninguno de estos casos fue culpa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO). Pero él es el hombre a cargo. Cuando se le preguntó en sus conferencias de prensa matutinas sobre la ola de violencia contra las mujeres en su país, su primera respuesta fue culpar a una “degradación progresiva [en la sociedad mexicana] que tenía que ver con el modelo neoliberal” del que acusa a sus predecesores de haber adoptado. Luego afirmó que los grupos feministas, que culpan de la violencia al patriarcado y la ilegalidad, habían sido infiltrados por los conservadores e intentaron cambiar de tema.

Este episodio se ajusta al patrón de los 15 meses de AMLO en la presidencia. Si el lema de Porfirio Díaz, el dictador de México desde 1877 hasta 1911, fue “poca política, mucha administración”, la fórmula rectora de AMLO parece ser casi lo opuesto. Heredó tres grandes problemas: delincuencia rampante, incluida la violencia contra la mujer; lento crecimiento económico; y corrupción. En los dos primeros temas, México está en el mejor de los casos pataleando.

Una guerra de 12 años con bandas de narcotraficantes aumentó el índice de asesinatos y ayudó a difundir la inseguridad en todo el país. AMLO prometió detener esto y abordar las causas del crimen, ofreciendo “abrazos, no balas”. Su gobierno ha otorgado becas a unos 800,000 jóvenes que abandonaron la escuela, pero hay pocas señales de que esto los ayude a conseguir trabajo. Más importante es una nueva Guardia Nacional Paramilitar, de 70,000 efectivos y con un aumento de 150,000 tropas para 2021. Cuando la nueva fuerza se concibió por primera vez hace una década, la idea era que funcionaría para recuperar el control de las áreas rurales violentas de las bandas de narcotraficantes. AMLO lo está extendiendo por todo el país (y usándolo para evitar que los migrantes crucen la frontera sur, a instancias de Donald Trump). Está reemplazando a la policía federal, de quien desconfía.

Aunque el número de asesinatos aumentó el año pasado a 34,582, un récord desde que comenzaron las estadísticas en 1990, el pico llegó en el tercer trimestre de 2018. AMLO parece haber dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para minimizar el uso de fuerza letal, según Eduardo Guerrero, un consultor de seguridad, escribiendo en Nexos, una revista. El problema es que esto puede reducir la violencia, pero no el crimen. “Entre la mitad y dos tercios del país no están bajo el control efectivo del estado”, dice un especialista en seguridad extranjera. Dos incidentes el año pasado lo ilustraron. En octubre, las tropas en la ciudad de Culiacán recibieron la orden de liberar al hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, un conocido narcotraficante, luego de que su arresto desencadenara una batalla. En noviembre, tres mujeres mormonas y seis niños con doble ciudadanía mexicana y estadounidense fueron asesinados cuando hombres armados dispararon contra sus vehículos cerca de la frontera norte.

La economía no es más brillante. Se redujo ligeramente el año pasado, el peor desempeño desde 2009. Muchos economistas culpan a las políticas de AMLO. Uno de sus primeros actos fue cancelar un aeropuerto a medio construir de US$ 13,000 millones en la Ciudad de México. Ha estancado la inversión privada en energía, por motivos nacionalistas. El gobierno pagará el ferrocarril de US$ 7,400 millones de AMLO en el sudeste, después de que no interesó a los inversores.

AMLO argumenta, correctamente, que los ingresos de los mexicanos más pobres aumentaron bruscamente el año pasado, a través de dádivas y un aumento en el salario mínimo. Pero hay pocas razones para creer que la inversión o el crecimiento revivirán. El presidente prometió no aumentar los impuestos en sus primeros tres años. Pero este mes invitó a líderes empresariales a una cena frugal y les pidió que compraran boletos para una “lotería” cuyas ganancias se utilizarían para equipo médico. Esta sacudida recaudó US$ 80 millones y distrajo la atención de los feminicidios, pero no hará nada por la confianza empresarial.

Este pobre desempeño político es malo para México, pero no necesariamente para el presidente. Las encuestas pusieron su índice de aprobación entre 55% y 72%. Muchos mexicanos más pobres lo ven como honesto y de su lado. Su potencial talón de Aquiles es el crimen y la inseguridad. Es probable que su remedio sea un teatro más político, en el que es un maestro. La indudable corrupción del gobierno anterior de Enrique Peña Nieto puede darle mucho material. Este mes, el ex jefe de Pemex, la compañía petrolera estatal, fue arrestado en España. El Wall Street Journal luego informó que los fiscales están investigando a Peña. (Ambos hombres niegan haber actuado mal). AMLO afirmó no tener conocimiento de eso. Pero es difícil imaginar que el showman perderá una oportunidad como esta. Lampadia




México paralizado

México paralizado

Como era de esperarse, el crecimiento económico del país azteca a duras penas bordeará el 0.5% este año como ya dejaban entrever las proyecciones de diversos organismos internacionales como el FMI, pero que las últimas cifras de la producción nacional han terminado por confirmar.

El populismo de izquierda de AMLO, implementado en la política económica a través de la animadversión hacia la inversión privada y extranjera, el desenfrenado gasto social y la promoción de proyectos de infraestructura que no contribuyen al interés nacional sino a exclusivos favoritismos, ya le ha empezado a pasar factura no solo en la degeneración de los incentivos de los inversionistas, sino en una escalada del déficit fiscal.

Y como señala un reciente artículo de The Economist, que compartimos líneas abajo, es altamente probable que esta tendencia se siga prolongando en los próximos años, si no se retrocede en dichos lineamientos y no se atacan los verdaderos problemas estructurales de la sociedad mexicana como son el mercantilismo aún reinante en varios sectores estratégicos, los altos niveles de delincuencia y los pésimos rendimientos educativos a nivel global que aún caracterizan México.

Lo que es peor, las recientes declaraciones de AMLO respecto a darle asilo al ahora ex presidente y renunciante Evo Morales, un dictador de izquierda en Bolivia, reconfirman su adherencia ideológica al socialismo del siglo XXI, que como hemos escrito extensamente en Lampadia: Estancamiento en América Latina, ha sido el principal causante del estancamiento de nuestra región en el presente siglo. A la luz de estos hechos no se puede augurar nada bueno para el futuro económico inmediato de México, si es que no se cambia el enfoque de ataque persistente a las inversiones, trabándolas en pleno proceso de implementación como ocurrió con el cierre de la construcción del aeropuerto internacional de México o la cancelación de las inversiones en el sector hidrocarburos y la consecuente interrupción de los ductos de petróleo.

Esperamos que el líder tome conciencia de las recomendaciones de The Economist si es que no quiere que su pueblo sufra los embates de un estancamiento persistente, como parece será el fin del presente año. Lampadia

La vida después del neoliberalismo
El presidente radical de México sirve a la mediocridad económica

El primer año de AMLO en el cargo no ha tenido el crecimiento que necesita

The Economist
9 de noviembre, 2019
Traducida y comentada por Lampadia

Los presidentes mexicanos tienden a no hacer que la economía comience a tomar vuelo cuando asumen el cargo. Los últimos seis líderes vieron cómo la economía se contraía en un promedio de 0.4% durante su primer año, pero luego disfrutaron de un crecimiento de 3.5% en su sexto y último año (ver gráfico líneas abajo). Es tan probable que los gobiernos enriquezcan a sus aliados a expensas de todos los demás, que cada transferencia de poder hace que los inversores retrocedan hasta que sepan cuál es su posición. Por lo tanto, puede no ser una sorpresa que México apenas crezca en 2019, el primer año de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador. Pero a los economistas les preocupa que el malestar pueda persistir esta vez.

López Obrador llegó al poder a lomos de la indignación popular contra el statu quo. El populista de izquierda quiere centralizar el poder, aumentar el alcance del Estado y equilibrar los libros, todo mientras alcanza un crecimiento anual del PBI del 4%, “el doble del crecimiento logrado en el período neoliberal”.

La lista de dolores de cabeza es larga. La confianza del consumidor, que se disparó después de la toma de posesión de López Obrador, se ha desplomado. Los fabricantes están luchando: en el último año, las importaciones de bienes de capital disminuyeron un 16% en términos de dólares, la mayor caída desde la crisis financiera mundial. El ritmo de creación de empleo formal se ha desacelerado durante el año pasado. Los economistas han recortado repetidamente las previsiones de crecimiento.

No toda la oscuridad es casera. Las exportaciones, que alguna vez fueron un punto brillante, están creciendo más lentamente, afectadas por la lenta demanda en EEUU. Las amenazas del presidente Donald Trump, primero de romper el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y luego de imponer aranceles a México para disuadir la migración centroamericana, han aumentado la incertidumbre.

Pero las empresas también se quejan de mensajes mixtos del presidente de México. Golpea al sector privado mientras sus asesores insinúan que las políticas favorables a los negocios están a la vuelta de la esquina. Desechó un aeropuerto de US$ 13,000 millones que ya estaba en construcción porque lo consideraba demasiado caro; ordenó la renegociación de un contrato de gasoducto que él consideraba demasiado generoso. En julio, Carlos Urzúa, secretario de finanzas tecnocrático, renunció y acusó al gobierno de caer en el extremismo sobre la evidencia al tomar decisiones.

Los compromisos fiscales del gobierno lo han atrapado en un ciclo de retroalimentación negativa, dice Gabriel Lozano de JPMorgan Chase, un banco. Un objetivo de superávit presupuestario del 1% para 2019 se apoyó recortando la remuneración de los trabajadores del sector público, comenzando por el presidente. Pero los recortes de gastos han frenado la economía. Los ingresos fiscales han superado las expectativas, en parte porque el pronóstico del presupuesto de crecimiento del PBI del 2% era optimista, y también debido a un éxodo de burócratas experimentados de la agencia de recaudación de impuestos.

El gobierno ha allanado la mitad de los 300,000 millones de pesos (US$ 15,000 millones) en su fondo de estabilización fiscal para compensar el déficit. El presupuesto del próximo año también es más optimista sobre el crecimiento económico que la mayoría de los economistas. El compromiso del gobierno con la prudencia presupuestaria también podría tambalearse antes de las elecciones de mitad de período en 2021. Parece probable que haya otro año de decepción fiscal, y podría limpiar por completo el fondo del día lluvioso del gobierno.

Por su parte, López Obrador quiere derrochar en proyectos favoritos, incluida una refinería de petróleo en su estado natal de Tabasco y un “tren Maya” a través de la selva mexicana. Con la economía parada, esos planes no son sostenibles. Los leales reconocen que su índice de aprobación es extremadamente alto. Ya ha tenido que retrasar las pensiones de vejez más generosas.

Las fuerzas externas pueden ofrecer una salida del desastre. La guerra comercial de EEUU con China significa que México debería estar atrayendo a los inversores que buscan protegerse contra el riesgo de China, dice Luis de la Calle, economista. La brecha entre las tasas de interés del Banco de México y las de la Reserva Federal de EEUU es de 6.25 puntos porcentuales, mayor que en otros países con una calificación crediticia de grado de inversión. El gobierno quiere financiar de forma privada hasta 1,600 proyectos de infraestructura, que el presidente espera que “reactiven” la economía.

Un impulso económico a corto plazo también debería provenir de un gran aumento en la producción de petróleo el próximo año, cuando las empresas privadas comiencen a bombear petróleo en virtud de contratos firmados como parte de las reformas energéticas del gobierno anterior. (López Obrador no ha permitido nuevas rondas de licitación, aunque sus asesores insinúan una apertura el próximo año).

Los pesimistas se preocupan porque no hay oportunidad que este gobierno no pueda desperdiciar. Al asumir el cargo, podría haber abordado un problema fundamental: un sistema económico que permite a los capitalistas compinches y evita que las pequeñas empresas se expandan. Podría haber tratado con un empeoramiento de la violencia, o haber elevado los pobres niveles de educación. Superar todo esto podría haber valido un golpe temporal para el PBI. El riesgo es que, incluso si este gobierno pasa indemne por su caída del primer año, no espera ningún pago. Lampadia




No a la farsa de la tributación minera

Ante la arremetida de las fuerzas anti-mineras que insisten en vender el brulote de que la minería no paga impuestos, el IPE ha producido un análisis objetivo y documentado que prueba todo lo contrario, la minería es el sector económico que más tributa.

En promedio la minería tributa un 47.07% de sus utilidades y paga un 3.8% más que el promedio de lo que la actividad paga en los principales países mineros.

En el Perú, la minería produce el 8.7% del PBI, pero contribuye con el 17.6% de los impuestos del sector empresarial (calculado sobre la base del promedio de los últimos 10 años).

La carga fiscal de la minería peruana, comparada con México Canada, Australia y Chile, es la más alta en prácticamente todos los niveles de rentabilidad.

Toda esta información forma parte del estudio del IPE de agosto del 2019. Ver el informe en: Evaluación Tributaria Del Sector Minero

Lampadia




Se profundiza el populismo en América Latina

Se profundiza el populismo en América Latina

“Tal como están las cosas, parece que América Latina seguirá siendo la región del futuro por tiempo indefinido”. Esa es la frase con la que finaliza un reciente artículo escrito por el notable economista Kenneth Rogoff – publicado en la revista Project Syndicate y que compartimos líneas abajo – en el que analiza cómo el reciente ascenso de diversos líderes populistas en la región – entre los que destaca a AMLO, en México y a Bolsonaro en Brasil, así como al dictador Maduro en Venezuela – prolongaría su estancamiento económico y su crisis democrática (ver Lampadia:  Estancamiento de América Latina) a la luz de las políticas emprendidas por dichos gobiernos.

Esto no debería sorprendernos. En el caso de AMLO, como auguramos en Lampadia:  El populismo de AMLO en sus 100 primeros días, las políticas emprendidas por su gobierno en los primeros 3 meses – entre las que destacamos la cancelación de notables proyectos de infraestructura, como el aeropuerto internacional de México iniciado en el 2014, el bloqueo de ductos de combustible y el plantear la posibilidad de un control de precios en una serie de alimentos básicos –  constituían una oda al socialismo latinoamericano del siglo XXI que, como ha sido demostrado históricamente en nuestra región y del cual Venezuela sigue siendo el ejemplo emblemático, conduce a generar una desaceleración económica con alta inflación en el mediano-largo plazo, así como un endeudamiento del fisco a niveles insostenibles.

En el caso de Bolsonaro (ver Lampadia:  Los grandes retos de Bolsonaro, La democracia brasileña en riesgo, ¿Del populismo de izquierda al populismo de derecha?), si bien sostuvimos que en el ámbito económico se encontraba por el camino adecuado – al promover la privatización y el libre mercado en una economía que se encontraba entrampada durante dos décadas debido al proteccionismo, el asistencialismo y la corrupción heredados por Lula Da Silva – el populismo de derecha que ostentaba era sumamente peligroso para la democracia brasileña. Sus declaraciones homofóbicas y misóginas le han valido un rotundo rechazo de la población. Además, su falta de capacidad política y persistente confrontación con el Congreso no le ha permitido, a la fecha, avanzar con las reformas económicas que necesita Brasil. Nuestro país se encuentra en una situación similar, por ende, no debería sorprendernos la situación que aqueja a nuestro vecino oriental.

Sin embargo, los desastrosos resultados a los que llevarán dichos actos políticos en ambos países sí debieran llamar la atención a los votantes respecto de qué políticas son las adecuadas para alcanzar un eventual desarrollo económico y social, así como para consolidar los sistemas democráticos. Es fundamental que nuestra región sea consciente de la crisis democrática en la que se encuentra (ver Lampadia: Las democracias están en peligro en América Latinay se dé cuenta que los populismos tanto de derecha como de izquierda no representarán una solución a sus problemas. Lampadia

A medida que los populistas aumentan, las economías de América Latina caerán

Project Syndicate
5 de junio, 2019
Kenneth Rogoff
Traducido y glosado por Lampadia 

En el transcurso de un año, los populistas con tendencias autocráticas han asumido el poder en México y Brasil, y han sentado las bases para volver al poder en Argentina. Con las tres economías más grandes de América Latina destinadas a una mayor mala gestión, las perspectivas de crecimiento en la región son poco favorables.

Aunque el presidente de los EEUU, Donald Trump, tiende a apoderarse de la mayoría de los titulares, no es una excepción global. Los autócratas populistas han disfrutado de un impresionante ascenso al poder en países de todo el mundo, y en ninguna parte la tendencia es más pronunciada que en América Latina tras las elecciones del presidente de izquierda de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y el presidente de derecha de Brasil, Jair Bolsonaro. Los estadounidenses tienen razón al quejarse de las tendencias autocráticas de Trump, pero, como les recordaría el ex ministro de Finanzas de Chile, Andrés Velasco, Trump es un mero aprendiz en comparación con los populistas de América Latina.

Sin duda, esto no significa que las economías de México y Brasil compartan la misma suerte que la de Venezuela bajo Hugo Chávez y su dictador actual, Nicolás Maduro. Chávez y Maduro lograron llevar al país más rico de América Latina, hogar de una cuarta parte de las reservas mundiales de petróleo probadas, y convertirlo en un caso perdido con una inflación de más de 1,000,000% y una tasa de pobreza de más del 90%. Al menos 4 millones de los 32 millones de habitantes de Venezuela han huido del país, y las proyecciones sugieren que este número podría duplicarse este año si Maduro sigue en el cargo. Venezuela debe su difícil situación no tanto a las sanciones económicas de la era Trump, sino a sus propios líderes populistas. El país ha estado deteriorándose durante años, y la mayor parte de la caída en sus indicadores sociales y económicos es muy anterior al gobierno de Trump.

AMLO, como el carismático Chávez hace dos décadas, asumió el cargo el año pasado con la promesa de que mejoraría las vidas de la gente común. Uno de sus primeros actos oficiales fue cancelar la construcción de un nuevo aeropuerto que se necesitaba desesperadamente en la Ciudad de México, a pesar de que el proyecto ya estaba completo en un 30%, debido a que las aerolíneas son para los ricos. Luego lanzó un nuevo proyecto de aeropuerto en un lugar montañoso, poco práctico, más lejos, donde tiene menos posibilidades de terminar.

Aunque AMLO hizo campaña con la promesa de acabar con la corrupción, su gobierno ha rechazado la licitación competitiva por más del 70% de los contratos que ha adjudicado. Al igual que Trump, rechaza a los críticos de los medios como “noticias falsas” y advierte a los reporteros que “se comporten bien” o “sabes lo que te sucederá”. Sin embargo, los inversores globales se sienten alentados por el hecho de que AMLO ha dejado solo al banco central, al menos hasta ahora.

Pero incluso si el mercado no está evaluando un “riesgo de Venezuela” masivo para México, muchas de las celebridades, escritores, académicos y políticos de tendencia izquierdista que elogiaron a Chávez en los cielos se han mostrado notablemente reticentes a animar a AMLO. Después de haber visto a Trump convertir la tragedia venezolana en su ventaja política, los forasteros que pueden simpatizar con las ambiciones socialistas de AMLO son prudentes. La única excepción, por supuesto, es el líder de la extrema izquierda del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, un partidario del corrupto régimen chavista de Venezuela, quien asistió a la toma de posesión de AMLO en diciembre de 2018.

Mientras que AMLO representa una amenaza para la segunda economía más grande de América Latina, Bolsonaro está poniendo en peligro a la más grande. Como dice el viejo y triste refrán, Brasil, con sus abundantes recursos naturales y su gente talentosa, “es el país del futuro, y siempre lo será”. Su nuevo presidente, un ex capitán del ejército que quiere armar a los ciudadanos y arrasar grandes barrios de La Amazonía (que aceleraría significativamente el calentamiento global), se ha convertido en un pararrayo para protestas estudiantiles, ambientalistas y activistas de los derechos de los homosexuales. Anticipándose a las protestas masivas, recientemente canceló un viaje a Nueva York después de recibir críticas mordaces de su alcalde, Bill de Blasio.

Las cosas no están mucho mejor en casa. Los índices de aprobación de Bolsonaro se han reducido a la mitad desde que asumió el cargo a principios de año. Los primeros escándalos dejan en claro que está muy lejos de limpiar la corrupción endémica que paraliza la gobernanza de Brasil, y mucho menos demostrar las habilidades de formación de coaliciones necesarias para implementar la ambiciosa agenda de reformas económicas de su gobierno.

Para empeorar las cosas, la tercera economía más grande de América Latina, Argentina, se enfrenta ahora a la perspectiva de un retorno al gobierno socialista corrupto y autocrático después de una elección presidencial en octubre próximo. El actual presidente del país, Mauricio Macri, asumió el cargo en 2015, prometiendo un retorno a la salud económica después de que el ex presidente Nestor Kirchner y su sucesora / esposa, Cristina Fernández de Kirchner, despilfarraran los beneficios de un auge de las exportaciones agrícolas a principios de la década del 2000. Sin embargo, Macri, quien heredó una situación extremadamente difícil – no solo un gran déficit presupuestario y una capacidad de endeudamiento limitada – también ha cometido algunos errores críticos.

Para reducir la inflación, que probablemente había alcanzado alrededor del 30%, el gobierno de Macri trató de reducir la tasa de crecimiento del dinero y encontrar fuentes alternativas de financiamiento. Pero los funcionarios optaron por recurrir a préstamos a corto plazo en dólares extranjeros (un error clásico), y Argentina pronto se vio incapaz de pagar sus deudas. El tipo de cambio ahora se ha derrumbado, la inflación ha subido a más del 50% y el partido de los Kirchner está listo para recuperar el poder.

Si todos los líderes autocráticos fueran tan competentes como el fallecido Lee Kuan Yew, el padre fundador de Singapur, los recientes desarrollos políticos en las Américas podrían no ser tan preocupantes. Lamentablemente, este no es el caso, particularmente cuando se trata de los populistas en México, Brasil y Argentina. Tal como están las cosas, parece que América Latina seguirá siendo la región del futuro por tiempo indefinido. Lampadia

Kenneth Rogoff, profesor de economía y políticas públicas en la Universidad de Harvard y ganador del Premio Deutsche Bank 2011 en Economía Financiera.




El populismo de AMLO en sus 100 primeros días

El populismo de AMLO en sus 100 primeros días

Desde que Manuel López Obrador, más conocido como AMLO, asumiera la presidencia de México el pasado 1 de diciembre (ver Lampadia: Tropezando con la misma piedra), han transcurrido poco más de 100 días. 100 días en los que su gobierno ha emprendido una serie de políticas que pueden ser divididas en dos grandes grupos, que, como se podrá constatar líneas más abajo, constituyen las mismas estrategias que el populismo latinoamericano ha implementado innumerables veces -desde la segunda mitad del siglo XX e inicios del XXI- para ganar adeptos con el electorado.

Un primer grupo lo constituyen aquellas políticas que se caracterizan por una animadversión hacia lo que se considera como “el enemigo de las grandes mayorías”, en este caso, de la clase trabajadora mexicana: la elite empresarial tanto nacional como extranjera y sus grandes inversiones. Al respecto, un reciente artículo de The Economist (ver artículo líneas abajo) resume muy bien las acciones emprendidas al respecto. Menciona “[AMLO] canceló la construcción de un aeropuerto internacional parcialmente construido, detuvo las nuevas inversiones privadas en la industria petrolera y cerró los ductos de combustible para prevenir el robo, una medida que causó escasez en gran parte del país”.

En línea con lo anterior, el diario británico hace un claro contraste con el gobierno predecesor, liderado por el entonces presidente Peña Nieto, cuya naturaleza fue totalmente distinta. Un estado que no paraba las inversiones extranjeras, que al contrario las promovía e impulsaba, porque sabía que a la larga generaría empleo formal y de calidad. Un estado que fomentaba la competencia de precios en sectores estratégicos como las telecomunicaciones, en vez de capturarlo a través de estatizaciones o controles de precios. Entre otras acciones. Un liberalismo que le trajo prosperidad al pueblo mexicano pero que ahora es completamente ausente en la mente de su nuevo presidente de corte izquierdista.

Ahora bien, el segundo grupo de políticas emprendidas por AMLO están relacionadas con lo que se conoce en ciencias sociales como “Estado de Bienestar” o “Estado Benefactor”. En palabra simples, este es un tipo de estado que emprende un conjunto de iniciativas cuyo fin último es garantizar el cumplimiento de los derechos “sociales” (pensiones, salud, educación, entre otros) para todos los habitantes de un país, a través de la redistribución de la riqueza.

Al respecto, como señala The Economist en el artículo mencionado anteriormente, AMLO ha duplicado los beneficios de las pensiones y ha reducido los requisitos para que más mexicanos puedan acceder a ellos. Asimismo, también ha empezado a otorgar dinero directamente, por ejemplo, a madres de familia que anteriormente eran benefactoras de cierto beneficio monetario por realizar labores de guardería, pero que ahora, en ausencia de fiscalización, puede terminar desnaturalizando sus incentivos a esforzarse en su trabajo. Y así con otras iniciativas que impulsan el esparcimiento irresponsable de dinero en México y que aparentemente explican la alta aprobación de AMLO en las encuestas.

Sin embargo, ¿Por qué son peligrosas todas estas políticas destinadas a lograr el tan ansiado “Estado de Bienestar”?

En América Latina sabemos que estas políticas de gasto social expansivo no son sostenibles en el tiempo porque se financian con colosales déficits fiscales que no están sustentados en inversiones productivas y que, por ende, solo generan a la larga endeudamiento público y situaciones de default en los países. Ahí están Argentina en el 2018, Brasil en 1998, México en 1994 y Perú en  1990, todos rescatados por el FMI.

En ese sentido, una estrategia de crecimiento que no esté basada en la inversión y por ende en el ahorro no puede durar mucho tiempo. Tal vez las políticas emprendidas por AMLO puedan generar un crecimiento artificial en el corto plazo por el efecto en el consumo privado, pero luego vendrá la deuda y los intereses, que, ante un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales – evento altamente probable en los próximos meses- puede terminar quebrando su fisco, por haber gastado de manera irresponsable por largos período de tiempo y sin haber acumulado reservas.

Peor aún si las proyecciones para el crecimiento de la economía mexicana para este año, situadas en torno al 1.6%,  no son muy auspiciosas. Una mirada a la experiencia del populismo en América Latina no le haría mal ni a AMLO ni a sus asesores económicos y políticos. Lampadia

AMLO esparce dinero en sus primeros 100 días
Pesos a la gente

Cómo Andrés Manuel López Obrador está reformando el estado mexicano.

The Economist
7 de marzo, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

CIUDAD DE MÉXICO. “El poder aturde a los inteligentes y vuelve locos a los tontos”. Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, repite este adagio a menudo, como un reproche a los políticos que prometen mucho y logran poco. El 4 de marzo, el día 94 de su mandato presidencial, volvió a twittear la frase para demostrar que el poder no lo ha sorprendido ni enloquecido, y que mantendrá su promesa de transformar México.

López Obrador, o AMLO, como se le conoce, ya ha traído cambios considerables.

  • Canceló la construcción de un aeropuerto internacional parcialmente construido
  • Detuvo las nuevas inversiones privadas en la industria petrolera y cerró los ductos de combustible para prevenir el robo, una medida que causó escasez en gran parte del país.
  • Ha revivido la política de no injerencia de México en los asuntos de otros países al reconocer al dictador de izquierda de Venezuela, Nicolás Maduro, en lugar del jefe de su legislatura, Juan Guaidó, como el presidente del país. La mayoría de las grandes democracias reconocen a Guaidó.
  • AMLO ha recortado los sueldos de altos funcionarios y burócratas, incluido el suyo, y ha subastado sus autos.
  • Viaja por avión comercial.

A más de tres cuartos de los mexicanos les gusta lo que ven. Casi 100 días en el cargo, AMLO es más popular que cualquier presidente en esa etapa, excepto Vicente Fox, el primer presidente de la era democrática, en 2001. Aunque AMLO está restringido a un mandato de seis años, espera que su Movimiento Para la Regeneración Nacional (Morena) de corte izquierdista esté en el poder durante mucho más tiempo.

Su plan para lograr esto implica restaurar al estado a su posición anterior como principal asegurador del bienestar de los mexicanos. Los presidentes más recientes pensaron que una de sus funciones principales era crear condiciones para que las empresas y los grupos de la sociedad civil brinden prosperidad y bienestar. Enrique Peña Nieto, el predecesor de AMLO, invitó a los extranjeros a invertir en petróleo e introdujo la competencia en las telecomunicaciones, lo que redujo los precios. Pero el crimen y la corrupción durante su presidencia eclipsaron esos logros. Dejó el cargo como el presidente menos popular de México. Bajo AMLO, el estado tomará la iniciativa y el crédito. Sin embargo, debe conciliar esa ambición con la necesidad de contener el gasto y evitar los déficits presupuestarios.

El estatismo de AMLO no excluye la cooperación con el sector privado. Como alcalde de la Ciudad de México a principios de la década de 2000, trabajó estrechamente con empresas, por ejemplo, para reconstruir el centro de la ciudad. Muchos de los proyectos de infraestructura que planea, como el “tren Maya” a través del sur, necesitarán financiamiento privado o extranjero. Pero nadie dudará que el tren viene de él.

AMLO ha comenzado por dar más dinero directamente a las personas.

  • Su gobierno ha duplicado los beneficios de pensión y ha hecho que más personas sean elegibles para ellos.
  • Estableció un precio mínimo para los frijoles cultivados en el estado de Zacatecas. Eventualmente, la mayoría de los cultivos principales en México tendrán precios de apoyo.
  • El gobierno otorgará becas y subsidios a 2,3 millones de jóvenes adultos.
  • Para mantener un superávit presupuestario, AMLO ha ralentizado la introducción de estos programas, por ejemplo, elevando las pensiones para los habitantes de la ciudad mayores de 68 años, no 65 como él esperaba.

Donde los grupos no estatales gastan el dinero del gobierno para promover sus objetivos, AMLO quiere recortar al intermediario. Los ministros tienen prohibido canalizar dinero a través de “intermediarios”, como contratistas, sindicatos u ONG. Bajo Peña, unos 10,000 grupos de la sociedad civil obtuvieron 30 mil millones de pesos ($ 1,6 mil millones) en seis años; más fue a contratistas, proveedores de cuidado infantil y otras “estructuras paralelas”, como los llama AMLO. Gran parte de su dinero terminó en los bolsillos de los amigos de los políticos, sostiene. Ahora todo el apoyo gubernamental “será entregado directamente a los beneficiarios”. Esto tiene una recompensa política. “Los votantes dirán: ‘AMLO me dio este dinero'”, señala Luis de la Calle, un economista.

El cambio viene al cuidado de los niños. El programa “habitación de los niños” creado por Felipe Calderón, presidente de 2006 a 2012, paga 950 pesos mensuales por niño a las mujeres que brindan servicios de guardería en sus vecindarios, a menudo en sus hogares. Unas 300.000 madres utilizan el programa. Muchos no se dan cuenta de que el estado está subsidiando el proyecto de ley.  AMLO planea corregir esto (y ahorrar algo de dinero) pagando directamente a las madres 800 pesos mensuales.

El enfoque de pesos-para-la-gente no siempre puede ayudar a los beneficiarios previstos. AMLO dijo que pondría fin a los subsidios para los refugios para mujeres, pero no explicó cómo daría dinero a las víctimas de abuso doméstico. Después de una protesta, se retiró.

Parecer generoso mantendrá su popularidad solo si mantiene otras promesas, especialmente el reducir el crimen y la corrupción, y mantener la economía fuerte. Su dirigismo, y su sospecha de instituciones independientes, pueden hacerlo más difícil.

Todavía no hay señales de que la tasa de homicidios, que el año pasado fue más alta que en Colombia y Brasil por primera vez, esté en descenso. La gran idea de AMLO para reducirla es establecer una guardia nacional, que deba tener 150,000 miembros para el 2024. Esto puede ayudar, pero no compensará las fallas de la policía estatal y local. AMLO se ha resistido al nombramiento de un fiscal independiente contra la corrupción. Cualquier escándalo socavaría su afirmación de que solo su honestidad inspirará probidad en otros.

La mayor amenaza para su popularidad es la economía. El banco central ha revisado su proyección de crecimiento del PBI para este año, del 2,2% al 1,6%. La inversión extranjera directa en el último trimestre de 2018 estuvo un 15% por debajo de su nivel del año anterior, en parte porque los inversionistas desconfían de AMLO y porque los recortes de impuestos en los Estados Unidos hacen que las inversiones estadounidenses sean más atractivas para las empresas estadounidenses.

AMLO no logró convencer a los inversionistas de que resolverá los problemas de Pemex, el gigante petrolero estatal, que proporciona una quinta parte de los ingresos del gobierno pero tiene una deuda alarmantemente alta. Eso pone en riesgo la calificación crediticia de grado de inversión de México. El 2 de marzo, S&P Global, una agencia de calificación, rebajó la perspectiva de la deuda soberana de México de estable a negativa. Una recesión en los Estados Unidos el próximo año, que algunos analistas consideran probable, podría causar una en México. Eso supondría problemas para un presidente que necesita crecimiento para pagar sus programas sociales.

Pero por ahora, millones de mexicanos aplauden un golpe de suerte, y al presidente, como él espera. Marcos Velázquez, un reparador en la Ciudad de México, dice que su madre acaba de ver el doble de su pensión. Ambos votaron por AMLO, y no se arrepienten. A diferencia de los políticos del pasado, dice Velázquez, AMLO ha traído “un cambio real”. Lampadia




Tropezando con la misma piedra

Tropezando con la misma piedra

AMLO, Manuel López Obrador, el nuevo presidente mexicano, confirmó en su discurso de investidura sus planteamientos pos-electorales que han alarmado a los inversionistas y han afectado los mercados internos.

En un artículo de hace un par de días, The Economist (ver traducción de Lampadia), habla de ‘errores de novato’, pero AMLO no es ningún novato, ha postulado a la presidencia por tercera vez, y previamente fue alcalde de la ciudad de México. Lo complicado son sus ideas de corte del socialismo del siglo XXI. Ideas que han sido contrastadas con la realidad en varios países y en varias ocasiones con tremendos fracasos.

AMLO plantea un gobierno fundacional, dirigido a luchar contra la corrupción, pero malogra su oferta optando por el borrón y cuenta nueva, cuidando el futuro, dejando intocados a los corruptos del pasado. Es cierto, que salva el tema sugiriendo que en un referéndum se podría cambiar el enfoque.

Por el lado de las medidas de impacto económico planteó, por ejemplo:

  • Reducir los ingresos de los funcionarios del Estado por debajo de su propia remuneración, que sería previamente recortada en un 40%. Un error gravísimo, el error del segundo gobierno de García en el Perú, una medida populista que solo trae consecuencias negativas. Los estados necesitan contar con sus ciudadanos más preparados y tener políticas meritocráticas del corte de las de Singapur, que tiene los mejores y mejor remunerados funcionarios públicos del planeta.
  • AMLO ha ofrecido incontables subsidios para los adultos mayores, los jóvenes (quiere eliminar la presencia de NINIS), y zonas geográficas.
  • Una zona franca a lo largo de toda la frontera con EEUU para evitar la migración de los mexicanos.
  • Ha sido muy crítico con la apertura del mercado energético y las privatizaciones de servicios públicos.
  • Ha decretado la reversión de la reforma educativa.
  • Creará 100 universidades públicas
  • Desarrollará obras de infraestructuras muy ambiciosas
  • Construirá una nueva refinería en Tabasco, su zona de origen

En general, su discurso de investidura fue una alegoría contra el ‘pérfido e inefectivo neoliberalismo’, ofreciendo una suerte de cuarta revolución política para la creación del nuevo México.

Una lástima, que el socio más grande de la Alianza del Pacífico, se dirija al socialismo que siempre tropieza con las mismas piedras. Lampadia

Errores de novato
AMLO, el presidente electo de México, está enviando señales preocupantes

Andrés Manuel López Obrador tiene malas ideas y peores planes para implementarlas

The Economist
29 de noviembre de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Desde que ganó las elecciones presidenciales de México en julio, Andrés Manuel López Obrador, un populista de izquierda, ha estado en el poder, pero no en el gobierno. En octubre, AMLO, como se le conoce, convocó a los mexicanos a votar sobre si cancelar un gran aeropuerto en construcción para la Ciudad de México. Una pequeña muestra votó para desecharla; prometió hacerlo, evitando así la expansión de los vínculos entre México y el mundo exterior. Su partido Morena y sus aliados, que controlan el Congreso desde septiembre, aprobaron una ley que prohíbe que cualquier funcionario gane más que el presidente, que planea tomar un recorte salarial del 60%. AMLO será inaugurado el 1 de diciembre; los augurios de su mandato de seis años ya parecen preocupantes.

Los votantes eligieron a AMLO por desesperación, habiéndolo rechazado como presidente dos veces antes. Los chanchullos abundan, la tasa de homicidios es la más alta registrada, más del 40% de los mexicanos son pobres según la definición del gobierno y el crecimiento económico reciente ha sido decepcionante. En AMLO, un ex alcalde de la Ciudad de México, muchos mexicanos vieron un posible salvador. Él fulmina contra la clase gobernante tecnocrática. Vuela con ahínco en clase económica y ha puesto a la venta el avión presidencial. Él jura mejorar a los necesitados, frenar el crimen y aplastar la corrupción. Pero lo está haciendo al revés.

El fiasco del aeropuerto ilustra tanto su mentalidad como sus métodos. Durante mucho tiempo se ha opuesto al nuevo aeropuerto, prefiriendo una alternativa que es técnicamente inviable. Su consulta, administrada por su partido en lugar de la comisión electoral, fue una farsa. Solo el 1% del electorado participó. Después de una declaración, él honraría la votación cancelando un proyecto que ya está desarrollado en un 30% y en el que ya se han gastado US$ 5 mil millones, los bonos y la moneda de México se han desplomado. Eso llevó al Banco Central a elevar las tasas de interés el 15 de noviembre. Incluso antes de asumir el mandato presidencial, AMLO ha dañado la economía.

Algunos de sus planes para combatir la corrupción y el crimen son contraproducentes; otros son alarmantes. Su límite en los salarios públicos expulsará a las personas con talento del gobierno y aumentará la tentación de aceptar sobornos entre los que se queden. Peor aún, quiere crear una Guardia Nacional, supervisada por el ministerio de defensa, para combatir a los criminales. Los soldados son terribles en el trabajo policial. En México, hacer que lo hagan también es inconstitucional, como lo reafirmó recientemente la Corte Suprema. Sin aminalarse, AMLO propone cambiar la constitución para permitirlo.

Bien, mal o indiferente, sus ideas no obtendrán el escrutinio que merecen. Al proponer a muchos de ellos directamente en la gente, reduce la posibilidad de que el Congreso o cualquier otro organismo controle su poder. AMLO organizó una segunda votación de baja participación entre el 24 y el 25 de noviembre, que selló diez de sus proyectos favoritos, incluida una costosa refinería en su estado natal de Tabasco. Planea someter a votación lo de la Guardia Nacional, esta vez supervisada por la comisión electoral, junto con otras dos preguntas: si se creará un consejo de empresarios para asesorarlo y si se iniciarán acciones judiciales por corrupción contra presidentes recientes. El primero es demasiado trivial para votar; el último es el acto de un demagogo. Las sociedades que respetan el imperio de la ley no deciden por plebiscito si procesan o no.

No todas las ideas de AMLO son malas. Él legalizaría el cannabis recreativo y daría pasantías a jóvenes, lo que podría reducir el crimen. La contratación pública centralizada podría desalentar la corrupción. Su jefe de personal y los ministros de finanzas y asuntos exteriores entrantes son competentes. Sin embargo, un presidente serio en la lucha contra la villanía daría más prioridad al fortalecimiento de las instituciones, en particular asegurando la independencia de los fiscales de la influencia política y mejorando las fuerzas policiales estatales y locales. Por desgracia, AMLO parece desinteresado en la creación de instituciones. México siempre ha tenido muy pocos controles sobre el presidente, sin tratarse de un presidente con tendencias mesiánicas. Los mexicanos pueden terminar lamentando esto. Lampadia




El nuevo juego del ‘libre comercio’

El TLCAN, que en su momento marcó la agenda del libre comercio, promoviendo los tratados bilaterales versus la agenda global de comercio de la OMC y solidificó el camino de la promoción de la globalización económica, está sufriendo hoy día una oleada de populismo y nacionalismo liderada por Trump.

El líder estadounidense populista cuestiona el orden económico internacional pro comercio en aras de una supuesta recuperación de la salud interna de su economía. Pero, al final, parece que la tan cacareada renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) solo tiene como objetivo “transferir los beneficios altamente específicos que provienen del proteccionismo de un grupo a otro.”

Detrás de todos estos enfrentamientos, lo que hay es puramente malabarismo para beneficiar a grupos de interés específicos, vinculados al espacio industrial tradicional estadounidense.

Lamentablemente, los efectos colaterales de esta ruptura de los sacrosantos contratos comerciales destruyen del orden internacional y hacen ver que, con el único expediente de un simple putsch populista, se pueden alterar y desvirtuar las estructuras de un mundo que costo mucho esfuerzo construir y que, en las últimas décadas, produjo una gran disminución de la desigualdad global y la mayor reducción de la pobreza de la historia.

Este es un antecedente muy perjudicial para el futuro del libre comercio en el mundo y para la impostergable necesidad de perseverar en la superación de la pobreza, especialmente, en los países emergentes.

Líneas abajo, compartimos un análisis sobre los daños y posibles impactos del nuevo TLCAN:

El nuevo TLCAN es solo antiguo proteccionismo y mala economía

MISES WIRE
Setiembre, 2018
Carmen Elena Dorobăț, PhD in economics from the University of Angers, and is Assistant Professor of Business at Leeds Trinity University
Glosado por Lampadia

Un nuevo acuerdo comercial de América del Norte está en proceso entre los Estados Unidos y Canadá, luego de que se llegó a un acuerdo tentativo con México la semana pasada. El acuerdo reemplazaría el acuerdo del TLCAN de casi 25 años entre los tres países. Tanto los medios como la industria están sufriendo de “fiebre de negociación”, ya que esperan ansiosamente los resultados de las negociaciones.

No se sabe mucho acerca de qué implicará este nuevo acuerdo exactamente. Sin embargo, las pocas cosas que sabemos indican que no hay necesidad de ninguna emoción. El nuevo acuerdo comercial será simplemente una amalgama del antiguo TLCAN, el TPP previamente rechazado y algunas medidas proteccionistas nuevas.

¿Es probable que sea una victoria para el libre comercio? Ni por una milla.

Primero, el acuerdo con México especifica que dos tercios del valor de un automóvil (en comparación con el 62% del TLCAN) deben ser fabricados en América del Norte, y casi la mitad debe ser fabricado por trabajadores que ganen un mínimo de $ 16 por hora. Solo los fabricantes de autos que cumplan con estos nuevos requisitos podrán enviar vehículos a través de la frontera con ningún arancel; otros pagarán un impuesto de aduana de 2.5%. Esto es una gran noticia para los sindicatos industriales en los EE UU y también será beneficioso para los sindicatos canadienses en caso de un acuerdo. Pero México también espera que esto obligue a los fabricantes de automóviles a aumentar los salarios. Sin embargo, estas reglas de origen y requisitos de salario y contenido solo aumentan los costos de fabricación. Esto puede eventualmente reflejarse en precios de automóviles más altos, y puede provocar la reubicación de las industrias automotrices de América del Norte a jurisdicciones de menor costo en el largo plazo.

En segundo lugar, las importaciones de acero y aluminio, actualmente sujetas a aranceles después de los últimos intentos de política de Trump para reconstruir las industrias metálicas de EE UU es probable que estas restricciones se mantengan en forma de un plan de cuotas. Los impactos de las cuotas y los aranceles son similares y provocarán aumentos y pérdidas de precios para los consumidores y las industrias adyacentes.

Otras medidas incluyen la extensión de los derechos de autor a un término de 75 años después de la muerte del creador y la eliminación del Capítulo 19 del TLCAN, según el cual las empresas podrían demandar por derechos antidumping o compensatorios ilícitos. Estas medidas aumentan la influencia de los gobiernos en las transacciones comerciales y la intervención en los precios y es probable que reduzcan la innovación a largo plazo. Lo irónico es que la extensión de los términos de copyright existía en la Asociación Transpacífico que Trump se negó a firmar a principios de 2017.

Canadá se ha opuesto a estos dos cambios, pero puede aceptarlos si se le da algo más a cambio. Puede, por ejemplo, negociar para mantener su umbral de minimis muy bajo para bienes libres de impuestos de $ 20, en comparación con $ 800 en los EE UU y ahora $ 100 en México. O puede luchar para continuar la protección, de una forma u otra, para sus ricos ganaderos de Ontario y Quebec, cuya gran influencia sobre la política canadiense los convierte en un poderoso grupo de interés.

Si le parece que el “mucho más justo, realmente buen trato” con México (y posiblemente con Canadá) es simplemente cambiar las regulaciones comerciales de un área a otra en lugar de reducirlas, sus ojos no lo están engañando. La razón de estos cambios es transferir los beneficios altamente específicos que provienen del proteccionismo de un grupo a otro. Incluso estos son bastante efímeros, porque cuando las importaciones disminuyen, también lo hacen las exportaciones. Si los consumidores gastan más en bienes nacionales, los precios internos aumentan, y cuanto más aumentan, más se reducen las exportaciones.

El nuevo acuerdo comercial se trata simplemente de hacer nuevos negocios para nuevos intereses especiales. El libre comercio o los intereses del consumidor nunca entran realmente en la ecuación. Las donaciones de campaña sí.

La opinión de Mises sobre esto fue muy directa y práctica. En Gobierno Omnipotente, demostró que los acuerdos comerciales modernos no guardaban ningún parecido con los tratados comerciales de Cobden y Chevalier:

En la era del laissez faire, los tratados comerciales se consideraron un medio para abolir, paso a paso, las barreras comerciales y todas las demás medidas de discriminación contra los extranjeros … Entonces cambió la situación. El significado de los tratados comerciales cambió radicalmente. Los gobiernos se entusiasmaron por sobrepasarse mutuamente en las negociaciones. Un tratado se valoraba en proporción, ya que obstaculizaba el comercio de exportación de la otra nación y parecía alentarlo a uno.

Es vano esperar algo de cambios puramente técnicos en los métodos aplicados en las negociaciones internacionales sobre asuntos de comercio exterior.

Si también le parece que el inevitable impacto perjudicial del nuevo acuerdo comercial sobre los precios internos y el nivel de vida es contrario a los objetivos declarados de otras políticas gubernamentales, tiene razón de nuevo. Mises explicó en Burocracia cómo los intereses de los grupos poderosos a menudo entran en conflicto, y las administraciones estatales se encargan de ellos de manera fortuita:

El departamento de trabajo apunta a mayores tasas salariales y a menores costos de vida. Pero el departamento de agricultura de la misma administración apunta a un aumento en los precios de los alimentos, y el departamento de comercio intenta aumentar los precios internos de los productos básicos por tarifas. Un departamento lucha contra el monopolio, pero otros departamentos están ansiosos por lograr -a través de aranceles, patentes y otros medios- las condiciones requeridas para construir la restricción monopólica.

A medida que varios acuerdos comerciales cambian nombres, cláusulas y proponentes, con la vieja táctica de cebo y cambio, el proteccionismo solo cambia su disfraz poco convincente. “El nuevo acuerdo sin sentido para el consumidor” sería un nombre más apropiado. Lampadia