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Déficit de cobre tiene para una década más

Déficit de cobre tiene para una década más

Mientras que en plena campaña presidencial, varios de nuestros candidatos siguen enfrascados en absurdas campañas antimineras en pleno repunte del precio del cobre a máximos históricos de una década (ver Lampadia: No desaprovechemos los buenos precios del cobre), otros países ya se encuentran abocados en acelerar la entrada en operación de sus minas cupríferas, más aún considerando el creciente déficit que se avizora de este mineral en los próximos años.

Así lo destacó un reciente artículo publicado en Bloomberg News, que menciona cómo las condiciones futuras del mercado internacional – como la masificación en la producción de autos eléctricos y las energías renovables, de la cual el cobre es utilizado por ejemplo para la captación de energía solar y como conductor para la transformación de energía eléctrica a eólica- generarán una creciente demanda del metal rojo que superará largamente la oferta mundial, presionando al alza el precio por mucho tiempo más.

No es novedad que tenemos dos megaproyectos cupríferos, Tía María y Conga, que por falta de liderazgo político de este y el anterior gobierno, no han podido entrar en operación, habiendo ya cumplido con todos los permisos medioambientales y legales correspondientes

Si es que no nos ponemos las pilas y seguimos claudicando al destrabe de ambos megaproyectos, no sólo nuestros competidores acopiará este nuevo boom global – que posiblemente sea mayor al experimentado a finales de los 2000 – sino que perderemos más oportunidades de reducir pobreza y generar empleo en las regiones, a través de las contribuciones fiscales de ambas minas (canon, regalías e impuesto a la renta)  así como con los grandes encadenamientos a varias actividades productivas que se ven beneficiados de ellas.

Aclaremos algunos conceptos:

  1. No nos olvidemos que la producción de cobre en el Perú tiene un altísimo valor agregado de 69%, que cubre remuneraciones, servicios de terceros e impuestos. Casi el doble del valor agregado del sector industrial que es del orden de 38%.
  2. Además, es muy importante enfatizar que las exportaciones de cobre dejan en el Perú el 86% de su valor, a diferencia de la exportación de un polo de algodón de alta calidad, que solo deja en el Perú el 8% de su valor de venta en Miami de US$ 80.
  3. También es importante recordar que según cálculos del IPE, la exportación de cobre fino el año 2012, solo dejaba 14% más de valor que la exportación de concentrados de cobre.

Tenemos completamente distorsionados los conceptos de valor marginal y valor agregado de la minería, y mientras no tomemos conciencia de la realidad, facilitamos que los enemigos de la prosperidad sigan saboteando nuestro desarrollo. Lampadia

El mundo necesitará 10 millones de toneladas más de cobre para satisfacer la demanda


Mina Escondida, Chile. (Cortesía de Municipalidad Antofagasta | Flickr )

Bloomberg News
19 de marzo, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Dentro de una década, el mundo puede enfrentar un déficit masivo de lo que podría decirse que es el metal más crítico para las economías globales: el cobre.

La industria del cobre necesita gastar más de US$ 100,000 millones para cerrar lo que podría ser un déficit de suministro anual de 4.7 millones de toneladas métricas para 2030 a medida que despeguen los sectores de energía limpia y transporte, según estimaciones de CRU Group. El posible déficit podría alcanzar los 10 millones de toneladas si no se construyen minas, según el comerciante de materias primas Trafigura Group. Cerrar tal brecha requeriría construir el equivalente a ocho proyectos del tamaño del gigante Escondida de BHP Group en Chile, la mina de cobre más grande del mundo.

 

Utilizado en todo, desde cableado y tuberías hasta baterías y motores, el cobre es un referente económico y un ingrediente clave en el impulso hacia la energía renovable y los vehículos eléctricos. Si los productores no logran abordar el déficit, los precios seguirán subiendo y presentarán un desafío para la administración Biden y otros líderes mundiales que cuentan con una transición energética mundial para combatir el cambio climático.

Los precios más altos del cobre pueden conducir a un mayor reciclaje y sustitución por alternativas más baratas como el aluminio, lo que podría aliviar los déficits.

Sin duda, los proyectos de cobre están en la cartera. Pero los productores desconfían de repetir errores de exceso de oferta de ciclos pasados al acelerar los planes en un momento en que las minas se están volviendo mucho más complicadas y caras de construir, una de las razones por las que los precios del cobre están cerca de los máximos de una década por encima de los 4 dólares la libra.

“El aumento de la complejidad técnica y las demoras en la aprobación podrían conducir a una escasez de proyectos listos para usar en 2025-30”, escribieron los analistas de Bloomberg Intelligence [BI] Grant Sporre y Andrew Cosgrove esta semana en un informe.

Se están desarrollando nuevos proyectos que pueden aliviar los déficits de cobre entre 2022 y 2025, según los analistas de BI. Los precios más fuertes por más tiempo deberían hacer que algunos proyectos más costosos sean más rentables, mientras que las expansiones de las operaciones existentes normalmente significan procesos de aprobación menos onerosos que los nuevos sitios. Aún así, también existe un riesgo de ejecución considerable, escribieron los analistas de BI, particularmente en el período 2022-23.

Todos los ojos están puestos en Indonesia este año, donde Freeport-McMoRan Inc. [Accionista de la compañía minera Cerro Verde] está desarrollando su mina subterránea en Grasberg. El aumento, que ha sido más lento de lo esperado, se realizará a finales de año, lo que aliviará los suministros mundiales que se han visto interrumpidos por la pandemia. Detrás de Grasberg está el proyecto Kamoa-Kakula en la República Democrática del Congo. Está programado para entrar en línea en julio, según el copropietario Ivanhoe Mines Ltd.

“Después de que la Oficina de la Reserva del Estado de China eliminó todo el exceso de cobre de la desaceleración del covid-19 en 2020, el mercado ahora parece fundamentalmente ajustado, y nuestro análisis apunta a al menos dos años de déficit. Con esta escasez, junto con el interés de los inversores en las credenciales de descarbonización del cobre, creemos que un precio superior a los US$ 8,500 la tonelada está bien respaldado “.

Grant Sporre, analista de metales y minería de BI

El proyecto Quellaveco de Anglo American Plc en Perú puede comenzar a producir el próximo año siempre que las relaciones con la comunidad no se deterioren, como lo han hecho de vez en cuando en otros lugares del país sudamericano.

La capacidad de los productores para satisfacer las crecientes demandas de suministro también dependerá de Southern Copper Corp., que quiere aprovechar más de las mayores reservas de la industria para casi duplicar la producción para 2028.

Una parte del nuevo suministro de la próxima década podría provenir del depósito de Reko Diq en Pakistán, que ha estado plagado de incertidumbres políticas y legales, así como de Tampakan en Filipinas.

Las empresas están teniendo que involucrar a las comunidades y los gobiernos mucho antes en el desarrollo del proyecto en estos días, dada la creciente conciencia y expectativas sociales y ambientales. En parte como resultado, el tiempo de espera promedio desde el primer descubrimiento hasta el primer metal ha aumentado en cuatro años desde los ciclos anteriores a casi 14 años, según BI.

“Irónicamente, un enfoque más agudo en el impacto ambiental de las actividades mineras ha dejado a la industria incapaz de responder rápidamente a los déficits del mercado a través de nuevos suministros, a pesar de que el precio está muy por encima de un precio de incentivo”, escribieron Sporre y Cosgrove.

La ironía probablemente no se le escapa a los altos mandos de los mayores productores de cobre del mundo. El director ejecutivo de Freeport, Richard Adkerson, dijo en una reunión de la industria la semana pasada que incluso si el cobre se disparara a 10 dólares la libra mañana, su empresa tardaría siete u ocho años en llevar nueva producción al mercado. Lampadia

(Por James Attwood, con asistencia de Andy Hoffman)




La Nueva Agricultura Peruana

La Nueva Agricultura Peruana

Carlos Amat y León
Profesor  Emérito Universidad del Pacífico
Ex Ministro de Agricultura
Para
Lampadia

En aquellos tiempos, hasta mediados del siglo pasado, reinaban los  “Barones del azúcar y del algodón”. La Sociedad Nacional Agraria ponía y deponía presidentes según las circunstancias, manejaban las mayorías parlamentarias, controlaban el Banco Central de Reserva y ejercían una gran influencia en los medios de comunicación. Por entonces, a fines de los años 50´,  los agro-exportadores generaban el 46 % de las divisas y la minería y el petróleo aportaban el resto. Es decir,  la Cerro de Pasco Corporation y la Internacional Petroleum Company. Sin duda, este grupo era la base moderna de la economía nacional y el motor del crecimiento del país. Los  protagonistas políticos de la época fueron el General Manuel Odría, quien derrocó al ilustre jurista José Luis Bustamante al atreverse controlar el tipo de cambio en 1948. Y, por supuesto, el presidente Dr. Manuel Prado (1956–1961) y su Ministro de Hacienda Pedro Beltran, propietario de la hacienda algodonera Montalván, en el valle de Cañete.

Sin embargo, durante las últimas seis décadas, hemos experimentado todo tipo de revoluciones y en todas las dimensiones de la vida nacional. Este orden económico y social ha sido transformado en sus fundamentos  productivos, en la composición y dinámica social y en sus articulaciones con la economía global. En este corto período de historia hemos vivido lo que en Europa ocurrió en seis siglos.

Efectivamente, nuestra más alucinada creatividad no hubiera imaginado en 1960 la metamorfosis de la revolución cubana hasta la Venezuela contemporánea,  la explosión demográfica urbana de  Lima Metropolitana y su transporte público, la reforma agraria y el éxodo campesino, la brutalidad de Sendero Luminoso simultánea con la demolición financiera  del sector público y la hiperinflación de Alan García, la estrangulación y mercantilización del Estado por Fujimori y Montesinos y la sistemática corrupción corporativa, pública y privada, durante los últimos 4 gobiernos, con la excepción de  la primavera cívica de Valentín Paniagua. Y tampoco hubiéramos previsto la masificación del celular y el uso generalizado de internet.

Sin embargo,  en los últimos veinte años, también hemos sido capaces de sostener un crecimiento económico acumulativo, con una tasa promedia anual de 6 %. Esta es una experiencia inédita en la historia de la república. Quizás esta sorprendente acumulación del capital productivo ha rebasado y, en muchos casos asfixiado, la capacidad institucional y la habilidad de las personas para gestionar una actividad económica más compleja y dinámica. Es un hecho que este crecimiento ha reducido notablemente el índice de pobreza a 21%, aunque se debe reconocer la persistente informalidad del 70 % de la economía y de la sociedad, a pesar de las sistemáticas reformas laborales y tributarias para superarla.

Pero en este artículo queremos llamar la atención sobre los cambios en el comercio exterior del agro y el surgimiento de un  nuevo empresariado – los agro-exportadores-, durante este último período. Ellos son uno de los protagonistas de la transformación del país y de la inserción de la actividad productiva en la economía global.

En el cuadro adjunto hemos organizado la información del Boletín Estadístico del Comercio Exterior Agrario del Perú del año 2016, (SIEA- Minagri), seleccionando en la columna de las exportaciones los productos agrícolas cuyo valor(FOB) de exportación se aproximan al valor (CIF) de los  productos importados más importantes.  

Por ejemplo, con el valor de la exportación de uva de mesa  (US$ 646 millones) más el valor de los arándanos (US$ 237 millones), se obtiene US$ 883 millones. Con ese monto se puede financiar los US$ 885 millones que cuesta importar los productos derivados de la soya: granos, harinas, torta y aceites.  La cantidad importada equivalente en granos de soya es aproximadamente 2.1 millones de TM.

Lo interesante del cuadro son los términos de Intercambio de recursos. En este caso, el área cultivada que se utiliza en el Perú para exportar ese valor de  uva y arándanos son 30 mil hectáreas. El cultivo de esa área se intercambia con 1 millón de hectáreas que tienen que ser cultivadas por los otros países, para producir la soya que consumimos por un valor de US $ 885 millones. Si quisiéramos producir lo que consumimos (autosuficiencia alimentaria), tendríamos que utilizar algo más de un millón de hectáreas en nuestro país, ya que tenemos rendimientos menores en soya que USA, Brasil y Argentina. En resumen, en el caso de la soya,  la seguridad alimentaria para nuestro pueblo la conseguimos cultivando 28 mil hectáreas de uva de mesa y 2 mil hectáreas de arándanos y nos ahorramos el uso de 1 millón de hectáreas

Debemos advertir que este intercambio del uso de áreas cultivadas tiene mayores impactos, ya que también se intercambia el uso hídrico, fertilizantes, pesticidas, herbicidas y la energía para aplicarlas en los campos de cultivo. Además, en los países señalados, se cultiva la soya a escala continental, con un despliegue impresionante de vehículos, maquinaria y equipos para la siembra, cultivo y la cosecha. Adicionalmente al trabajo en el campo, se debe añadir el uso de edificios, instalaciones, almacenes y el transporte para llegar a los mercados. Para construir todo ello, se requiere extraer fierro, producir acero y fabricar la maquinaria, utilizando principalmente energía fósil: carbón y petróleo. Obviamente, la huella de carbono y el efecto invernadero de este millón de hectáreas es enorme. 

También habría que hacer el balance entre el intercambio de mano de obra y el tipo de organización empresarial.  Se nos viene a la mente la comparación de la pequeña y mediana agricultura y su impacto en los centros poblados como Ica, Trujillo y Piura, con las empresas corporativas de gran escala en Estados Unidos, Brasil y Argentina.

Un balance similar se muestra con la suma del valor de la exportación del espárrago más el mango por un valor de US$ 850 millones. Esta cifra es muy similar a los  US$ 852 millones que se paga por la importación de trigo.  En términos de recursos, intercambiamos las 34 mil has de espárragos más las 22 mil has de mango que se cultivan en el Perú, con 1´100,000 has que tienen que cultivar los otros países para producir el trigo que nos venden. 

En la exportación de palta más capsicums (páprica y pimiento piquillo), obtenemos un ingreso de US $ 526 millones, valor aproximado a los US $ 580 millones que requiere la importación de maíz amarillo. En términos del área utilizada, intercambiamos 52 mil hectáreas por las 390 mil hectáreas cultivadas en los países vendedores de maíz amarillo.  

De igual manera se compara en la parte inferior, dos grupos de productos de menor intercambio. Primero se contrasta el valor de la exportación de mandarinas y maracuyá con el valor de la importación de azúcar; y, de otro lado, se compara el valor de la exportación de alcachofa más cebolla con el valor de la importación de arroz. 

En síntesis, el 2016, la exportación de diez frutas y hortalizas generan las divisas necesarias para financiar  la importación de los principales alimentos industriales, como la soya, el trigo, maíz amarillo, azúcar y arroz. Y se muestra sobre todo, un extraordinario intercambio de recursos en el mercado internacional: en el Perú usamos 180 mil hectáreas de cultivo, a cambio de 2`570.000 hectáreas que cultivan en el resto del mundo, para abastecer nuestro mercado interno. Pero también es el  intercambio de la pequeña y mediana agricultura peruana con la agricultura internacional corporativa, de grandes extensiones, mecanizada y el uso intensivo de energía fósil. 

Especial mención merece el café y el cacao. El primero es el principal producto de exportación con US$ 756 millones y se cultiva en 394 mil hectáreas. El segundo se cultiva en 131 mil hectáreas y se exporta por un valor de US$ 210 millones. Los actores empresariales  en estos casos son el pequeño y el mediano agricultor. Ambos son estratégicos para desarrollar la economía de la ceja de selva y la mejor alternativa para combatir el narcotráfico.

La agro-exportación no se reduce a estos productos. Se exporta 638 partidas arancelarias a 142 países e importamos alimentos de 106 países. Sin duda, nuestro posicionamiento en el mercado es global y creciente. Según ComexPerú, en el primer cuatrimestre de 2017, la agro-exportación se ha incrementado en 5% en un entorno de desaceleración de la economía nacional.

Ciertamente la sociedad y la economía de los “barones de la azúcar y el algodón” no es lo que el tiempo se llevó. Son los agro-exportadores peruanos los que están construyendo un nuevo país.

Se debe aprovechar los Tratados de Libre Comercio para ampliar, diversificar y profundizar la aceptación de nuestros productos en esos mercados, de manera creciente y sostenida.  Por otro lado, se debe reconocer que los procesos de comercialización de las frutas y hortalizas son más complejos y  los protocolos de cumplimiento de las  normas sanitarias, sociales y ambientales son más estrictas. Así mismo, los consumidores de estos productos en los países desarrollados son más exigentes en la certificación de la calidad e inocuidad de los mismos.

Perú ya se posicionó en estos mercados. Utilizando un reducido  número de hectáreas, ya ocupa en la actualidad los primeros puestos como exportador de espárragos, uvas, paltas y mango.  Duplicar o triplicar la superficie cultivada en estos productos no será fácil. Aunque no hay restricción de tierra, ni de agua, ni de energía, ni de tecnología. La tarea es desplazar de los mercados  la producción de los otros países competidores en base a la mejor calidad,  menor precio y oportunidad de venta de los productos.

El gran desafío será el de imprimir en la mente y en el corazón de los consumidores que nuestras frutas y hortalizas “valen un Perú”, al igual que la gastronomía. Pero también debemos garantizar el cumplimiento de nuestros contratos. Por lo tanto, la respuesta consistirá en construir la infraestructura que reduzca los costos de logística, organizar las plataformas institucionales regionales para ofrecer los servicios de gestión de segundo piso, instalar parques empresariales integrados con centros de innovación tecnológica y promover la red de centros de capacitación para formar el staff profesional y técnico calificado. Lampadia




Directorios Adaptativos para mantener su relevancia en el mercado

Directorios Adaptativos para mantener su relevancia en el mercado

Se tejen muchos prejuicios sobre las empresas, especialmente luego de alguna noticia negativa, escándalo o de una crisis como la del 2008/9. Como toda institución humana, ‘la empresa’ está sujeta a los mismos avatares que cualquier otro tipo de institución. Sin embargo, es importante tomar nota que el mundo empresarial está en constante proceso de mejoras y, durante las últimas décadas, se han ido incorporando múltiples procesos que complejizan su manejo, pero hacen de las empresas mejores entes sociales. Uno de estos procesos es el que se viene dando en los directorios, la máxima instancia de gobierno empresarial, donde se han incorporado prácticas de gobierno corporativo y directores independientes, entre otras.  

La tecnología, la globalización, la coyuntura actual y la evolución de los comportamientos de los clientes y una serie de otros factores están creando un entorno empresarial altamente dinámico. Las empresas actuales deben adaptarse o serán superadas por otras más emprendedoras. El ritmo varía, pero todo cambio puede traer dificultades, tanto a nivel organizacional como personal. Por eso, las empresas deben aprender a manejar el cambio para competir eficazmente.

Fuente:  escudoazul.pe

Para eso, EY Perú (Ernst & Young) publicó el informe ‘Directorios adaptativos: Capacidad de reacción de los directorios ante un entorno cambiante’, en el cual se analiza cómo debe reaccionar la Alta Dirección de las empresas con un entorno de negocios cambiante. Para esto, EY Perú (Ernst & Young) realizó la Primera Encuesta del Funcionamiento de Directorios en Chile y Perú. Gracias a ésta, no solo es posible encontrar respuestas sobre el tipo de cambios que identifican los directorios, sino también su magnitud y relevancia. Además, permite conocer cómo enfrentan estas transformaciones en el entorno y que medidas de acción adoptan para minimizar los riesgos o aprovechar las oportunidades que tales cambios representan.

En términos generales, la encuesta ha abordado 7 temas para consulta, además de solicitar comentarios sobre los temas evaluados.

1. Cambios en el Marco Institucional

El marco institucional sobre el cual se desenvuelven las empresas ha cambiado significativamente en la última década. En el caso del Perú, casi el 60% de los encuestados peruanos consideró que han ocurrido mejoras significativas en el funcionamiento, prestigio y predictibilidad de las instituciones en los últimos 10 años (comparadas con el 20% de Chile).

Sin embargo, la encuesta también refleja que, en Perú, los directores no son tan optimistas sobre el marco regulatorio y menos sobre la implementación por parte del regulador. Solo el 35% – 40% de los encuestados considera que ha mejorado la consistencia en la aplicación de normas por parte del regulador, comparado a 50% en Chile.

De acuerdo con esa encuesta, “la calidad y aplicación de la normativa regulatoria, que forma parte del marco institucional, es deficiente en el Perú. Esto justificaría el menor ánimo peruano con respecto a la consistencia en la implementación de la regulación”.

2. Cambios en el entorno social y económico

Los cambios que han experimentado las sociedades en lo social y económico son tan significativos que el 87% de los encuestados peruanos los perciben en los últimos 10 años. En ese contexto, las expectativas de los stakeholders se han modificado y alrededor del 80% de los encuestados de ambos países toman gran importancia entender y administrar estas expectativas.

 

3. Cambios en la industria y en el modelo de negocios

Más del 90% de los encuestados chilenos y peruanos perciben en la actualidad que sus clientes son más sofisticados y exigentes, y esperan que las empresas se adapten a ellos. Tres de cada cuatro encuestados de ambos países afirman que en los últimos 10 años la globalización y tecnificación de su industria ha evolucionado significativamente.

4. Percepción del riesgo asociado con los cambios

Todas las disrupciones generan cierto nivel de incertidumbre y, en el caso peruano, la percepción de un mayor riesgo es percibida por poco menos del 70% de los encuestados. Dada la alta percepción de riesgo, es de esperarse que hacer negocios no sea sencillo. Es por ello que el 75% de los encuestados peruanos consideren más complejo hacer negocios, especialmente en lo sectorial (83% ve mayores riesgos) y por su empresa (85%).

5. Capacidad de reacción de los directorios

Los miembros de directorios consideran que cualquier situación que genere incertidumbre es una oportunidad, pues permite a quienes estén preparados posicionarse mejor. Sin embargo, para aprovechar la oportunidad, se requiere entender el entorno de manera anticipada para tener el tiempo necesario para reaccionar. Es interesante notar que, comparativamente, los encuestados peruanos son más confiados en su capacidad de entender las tendencias de su mercado y sus habilidades para actuar que los chilenos.

Los directores peruanos no se dejan intimidar por los cambios que los rodean, sino los consideran una oportunidad que sienten deben aprovechar. El 73% de los encuestados peruanos ve este sentido de oportunidad, mientras que sus pares chilenos obtienen un 66%. La preparación es parte importante para enfrentar los cambios. Y es por ello que 6 de cada 10 directores afirma que su empresa ya implementó acciones concretas para enfrentar cualquier cambio.

 

6. Análisis del entorno y tendencias

El manejo de información y el entendimiento de las tendencias les permiten a los directores sentirse más seguros con respecto a las opciones estratégicas que manejan para anticiparse a los cambios. El 92% de los encuestados peruanos y chilenos afirman que disponen de información suficiente, relevante y confiable para tomar decisiones con respecto a los diferentes tipos de cambios que enfrentan.

7. Disposición a cambiar prácticas

Los miembros de directorio se sienten informados y preparados para enfrentar los cambios. Es más, 7 de cada 10 encuestados en ambos países están dispuestos a ajustar o modificar las prácticas que hoy tienen.

Conclusiones

El estudio refleja “un entorno cambiante y complejo para las empresas y sus directorios, una actitud orientada a transformar los cambios en oportunidades de negocio y una evidente estrategia para prepararse internamente y anticiparse a ellos”. En la medida que los peruanos vean los riesgos en su entorno, es posible que mejores sus capacidades para enfrentarlos. Y es por ello que tres de cada cuatro entrevistados busca sacar provecho de estos riesgos y transformarlos en oportunidades. Lampadia




Se consolida la nueva industria azucarera peruana

Se consolida la nueva industria azucarera peruana

Una de las peores consecuencias de la reforma agraria de la dictadura militar fue la desaparición de la industria azucarera peruana. No solo colapsó la producción y se malograron los campos e ingenios, sino que sus trabajadores también pasaron a una situación de miseria, con salarios nominales que nunca se pagaban y niños desnutridos.

Los daños llegaron incluso al fútbol nacional, pues perdimos generaciones de jóvenes fuertes y bien alimentados, acostumbrados a correr en los arenales, como los que otrora se lidiaban de igual a igual con los jóvenes del resto del mundo y nos dieron tantas satisfacciones.

Con el regreso de la inversión privada al campo y, en este caso a los ingenios azucareros del norte, hemos retomado la senda de crecimiento, mayor productividad y mejores condiciones de trabajo y vida para miles de nuestros peruanos en el pujante ‘sólido norte’. Veamos el artículo del desarrollo de Coazucar:

Coazucar arranca ingenio en Olmos

Recuperando el liderazgo en la producción azucarera

John Carty
Vicepresidente de Coazucar
Grupo Gloria
Para
Lampadia

La Corporación Azucarera del Perú (Coazucar) – Holding Agroindustrial del Grupo Gloria, busca posicionarse como la productora de azúcar de menor costo en el mundo. Siendo el azúcar un commodity cuyos precios los fija el mercado internacional, solo se puede ser competitivo buscando eficiencia productiva.

Coazucar maneja en el Perú los ingenios azucareros: Casa Grande, Cartavio, San Jacinto, AgroAurora y su nuevo desarrollo en Olmos; en el exterior maneja los ingenios San Isidro en Argentina y La Troncal en Ecuador. Cuando la operación de Lambayeque llegue a plena capacidad en una primera etapa, estaremos moliendo más de 1.8 millones de toneladas de caña al año, generando alrededor de 450 puestos de trabajo calificados y produciendo más de 190 mil toneladas anuales de azúcar.

En AgrOlmos hemos invertido aproximadamente US$ 320 millones, que cubre la adquisición de tierras, implementación del cultivo y la construcción del ingenio azucarero. La operación abarca 18,600 hectáreas. En una primera etapa tendremos alrededor de 13,500 hectáreas sembradas con caña de azúcar, una capacidad de molienda de 6,000 toneladas diarias y produciremos más de 600 toneladas de azúcar rubia  destinada al mercado interno y exportaciones. En una segunda etapa, la capacidad de molienda alcanzaría las 10,000 toneladas diarias de caña de azúcar y produciríamos más de 1,000 toneladas de azúcar por día.

En el Perú la mayor parte de las importaciones son de azúcar blanca y refinada, que hoy bordea unas 370,000 toneladas anuales. AgrOlmos planea cubrir, en una primera etapa, alrededor del 50% de las importaciones.

En el proyecto de Olmos se compraron 38,000 hectáreas por parte de unas 20 empresas, entre ellas nosotros. En total se han invertido unos US$ 536 millones en infraestructura y, las empresas que adquirieron las tierras, están invirtiendo alrededor de US$ 1,000 millones adicionales, constituyendo una importante inversión de US$ 1,500 millones, de los que el Estado financió únicamente unos US$ 256 millones, lo que demuestra que la inversión privada es clave en un proyecto como este ya que el estado como gestor, al invertir 256 millones genera inversión privada por más de U$ 1,200 millones, lo cual es un buen resultado.

A la fecha, se están generando unos 5,500 puestos de trabajo directos y 5,000 indirectos.  

Una vez terminadas las inversiones se espera generar 25,000 puestos de trabajo directos y 60,000 indirectos.

En el caso del Grupo Gloria, además del desarrollo azucarero, estamos evaluando diversificar nuestras agro-exportaciones con la eventual producción de mangos, paltos y uvas en los valles donde se ubican los otros ingenios azucareros del grupo.

Nuestro desarrollo agrícola está dirigido a posicionar la producción azucarera peruana, a la vanguardia del mundo. Liderazgo que se viene recuperando con un gran esfuerzo empresarial y el apoyo de miles de trabajadores del ‘sólido norte’. Lampadia