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PAX CAVIAR

PAX CAVIAR

La persecución de adversarios es siempre un búmeran. Retorna. Por una razón esencial: no cuestiona los argumentos del contrario, sino a las personas.

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

El chantaje mediático logró su objetivo mínimo: reinstaurar la PAX CAVIAR.  El objetivo máximo que era el retorno de Vizcarra no fue posible. Hemos retornado a la PAX CAVIAR, el largo periodo que comenzó a instaurarse tibiamente desde el toledismo, que se consolidó desde el 2011 con la llegada de Nadine Heredia y su cónyuge al gobierno y que se mantuvo con PPK y Martin Vizcarra, quienes pese a haber ganado con el voto de la derecha, entregaron el gobierno a esta hegemonía de izquierda, con la complicidad de la torpeza fujimorista.

La PAX CAVIAR es un concepto que acuñamos para nuestra realidad, para explicar un tiempo en el cual se constata la dominación de un conjunto de ideas y posiciones ideológicas en la política peruana, una hegemonía del pensamiento moderado de izquierda y, por cierto, de estabilidad en la conducción del aparato público, basado en la continuidad de elencos, políticas y clichés.

Tomamos prestado este concepto de la historia de la humanidad, donde se conocen muchos casos de períodos de hegemonía, dominación y estabilidad de ideas, civilizaciones y gobiernos. La PAX ROMANA (del año 70 al año 192 de nuestra era, en Roma), la PAX AMERICANA (luego de la segunda guerra mundial en USA) o la PAX SINICA (período de hegemonía de las Dinastías Hang, Tang, Yuan y Ming en la China).

La PAX CAVIAR en nuestro país tiene varios elementos. Aquí algunos de ellos desde nuestra perspectiva:

  • Apelación constante a los conceptos de “interés general”, “grandes mayorías”, “voluntad popular” como fuente de legitimación y de confrontación política.
  • Rol preponderante del Estado en las políticas sociales y la inversión.
  • Predominio del componente “social” sobre el componente “individual”. Subordinación del individuo y la persona a lo “público”, lo “colectivo”, lo “general”.  
  • Retórica de respeto al mercado, pero sujeto a lo “social”, al “control”, a la “regulación”.
  • Retórica de respeto a la inversión privada pero condicionada a aspectos sociales, políticos, ambientales o similares. La llamada “licencia social” debe ser una de las más destacadas creaciones de este tiempo.
  • Muy buena relación con la gran empresa, a la cual se muestran como “garantía” frente a la izquierda radical.
  • Alto contenido de programas sociales para sustentar una base social mínima (Juntos, Beca 18, Pensión 65, Fise, Bonos, etc.)
  • Uso del “lenguaje inclusivo”
  • Concesión frente al chantaje social por encima del orden y del imperio de la ley.
  • Toma de distancia con las posiciones radicales de ultra izquierda aunque le sea funcional a ella.
  • Rol estelar para los ítems de las agendas minoritarias: feminismo, matrimonio homosexual, discapacidad, etc.
  • Construcción de un lenguaje “políticamente correcto” para excluir el disenso y deslegitimar las opciones políticas diferentes.
  • Continuidad de elencos en el Estado mediante enroques ministeriales, viceministeriales y consultorías. Una puerta giratoria donde cambias los gobiernos, pero no las personas, ni las políticas.
  • Ablandamiento de las fuerzas políticas contrarias, qué en lugar de cuestionar los elementos de la hegemonía, se acomoda a ellos y abandona sus propias banderas políticas.
  • Alineación de los órganos políticos autónomos y los poderes constitucionales con este lenguaje, este discurso y la agenda política. Magistrados, defensorías, fiscales y otros poderes alienados son importantes en esta hegemonía.
  • Una prensa adicta, jugosamente financiada por la publicidad estatal directa y un elenco de “influencers” o “lideres de opinión” de apariencia independiente.

Esta PAX CAVIAR está de vuelta. Recargada. Manuel Merino, un norteño campechano y sobre todo Antero Flórez Araoz, eran un peligro para la continuidad de esta hegemonía. Basta ver el nuevo equipo gubernamental para comprobar que los enroques se han vuelto a producir y la continuidad de elencos ha regresado, esta vez bajo la batuta del distinguido señor Sagasti. La pregunta es:

¿Cuánto durará esta nueva hegemonía? ¿Otros 5 años más como ellos lo pretenden con su abanico de candidatura de centro?

Aquí un par de factores que pueden conspirar contra su continuidad.

  • Haber apelado a la fuerza, a las movilizaciones sociales, a la violencia de la protesta, a la falacia del martirio de dos jóvenes seguramente bien intencionados, les ha permitido cumplir el objetivo mínimo de reinstalarse, sin embargo, ha mostrado al mismo tiempo su debilidad en el juego institucional y su dependencia del chantaje social, lo cual empodera a los sectores radicales que vendrán por más, no solamente por no ser parte del elenco político actual, sino porque su agenda es maximalista y seguirán en pos de un referéndum, el cambio constitucional o cualquier otra causa. ¿Con qué base social enfrentará esto la PAX Caviar? ¿Cederá al chantaje de la izquierda radical confirmando la hipótesis de quienes decimos que sólo son funcionales a la izquierda radical y no distintos de ella? ¿Mostrará sus límites ante el poder económico que buscará otras opciones?
  • La persecución de adversarios es siempre un búmeran. Retorna. Por una razón esencial: no cuestiona los argumentos del contrario, sino a las personas. Es por lo tanto falaz. Veamos lo que está sucediendo:
  • Manuel Merino y Flórez Araoz han sido procesados, ipso facto, por la misma Fiscal Avalos que se negaba a investigar a Martín Vizcarra. Los acusan de violación de derechos humanos.
  • La Coordinadora Republicana, grupo que apoyó decididamente la vacancia, es objeto de ataques constantes por la prensa oficialista y los aliados “independientes” de la PAX CAVIAR.
  • La señora Bachelet, maestra y guía de este pensamiento a nivel internacional, desde su asiento en la ONU ya dispuso el envío de una “Misión Internacional” para evaluar las “desapariciones y exceso represivo en el Perú”, con una rapidez que no tuvo para investigar las atrocidades en Venezuela.
  • Willax, el único canal independiente de la TV ha sido hackeado, no por el elenco estable de la política peruana, pero si por los grupos “descentralizados” de los hackers globales que juegan en la misma dirección.
  • PBO radio, la emisora de Phillip Buthers ya recibió la amenaza de Marco Sifuentes, vocero autorizado de la PAX CAVIAR, quien pidió al nuevo Ministro de Transportes que investigue la licencia de esta emisora.
  • Beto Ortiz no solamente ha sido atacado en el twitter por expresar su válida opinión, sino que ha sido amenazado en la puerta de su casa por un piquete de jóvenes “espontáneos”.
  • La familia Wong, dueña de Willax ha sido amenazada con marchas y protestas en la puerta de uno de sus centros comerciales.

Apelar a la “fuerza de las calles” y “perseguir opositores” pueden ser dos peligrosas líneas que han cruzado y que les puede costar mucho en el mediano plazo.

Veremos cuánto tiempo dura este nuevo período de la PAX CAVIAR. Veremos también cuánto puede hacer por el país, más allá de los típicos enroques ministeriales a los que ya nos tienen acostumbrados, por un país que es más grande, más complejo, más ancho, más ajeno, más diverso y más numeroso de los que han salido a las calles para reinstaurarla. Lampadia




El chantaje mediático

El chantaje mediático

“Lo veremos en los siguientes días, mientras tanto muchos tontos útiles sirven de extras en este thriller político y se enorgullecen, sin saberlo, de participar en esta puesta en escena tomándose fotos en ‘la protesta’ o con sus posts contra ‘la corrupción’”.

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Controlar la prensa es una necesidad primordial para todo gobernante populista en cualquier parte del mundo. Su desapego a las reglas básicas de la política, su afán de concentrar el poder y sus falacias sólo pueden mantenerse y rendir frutos si la prensa le es afín, cómplice o por lo menos “neutral”.

El Perú en los últimos 50 años.

Juan Velasco lo hizo deportando a los directores de los diarios y revistas, apresando periodistas y finalmente confiscando los canales de televisión y los periódicos, los cuales inmediatamente después entregó al control de los caviares de la época (Héctor Cornejo Chávez, líder de la Democracia Cristiana fue nombrado Director del Diario El Comercio intervenido por la dictadura de Velasco).  10 años después, en 1980 AP y el PPC devolvieron los diarios y canales a sus dueños, gracias a lo cual surgieron nuevos medios como La República, Frecuencia Latina y ATV.

Alberto Fujimori en los 90s, empleo una técnica menos violenta pero más efectiva: compró la línea editorial de los principales diarios, canales y estaciones de radio más importantes del país con dinero en efectivo que su poderoso asesor entregaba en las salas del SIN a cambio de titulares, portadas, entrevistas y años de adulación y obsecuencia. El Diario El Comercio no aparece entre los diarios que pasaron por el SIN. Dos estilos, un mismo objetivo: tener el control de la prensa.

A partir del año 2000, controlar a la prensa dejó de ser una necesidad primordial y tanto Paniagua como Toledo, García y Humala convivieron con medios de comunicación afines, neutrales y abiertamente opositores, como debe ser en toda democracia. Esto no quiere decir que no existieran preferencias por ciertos sectores de la prensa (Toledo entregó América TV a una sociedad conformada por el Grupo El Comercio y el grupo La República) o conflictos con algunos periodistas (Alan García se preció, más de una vez, de haber enviado de vacaciones a más de un periodista incómodo y tuvo que destituir a su fiel ministro de justicia, Aurelio Pastor, por haber ofendido con un indulto al grupo El Comercio). 

En estos últimos 20 años, la publicidad estatal en los medios de comunicación paso a ser el elemento de “modulación” de las buenas relaciones entre gobiernos y prensa. Ya no hubo miles de dólares en fajos entregados en forma secreta, sino campañas publicitarias de ministerios, empresas estatales, organismos públicos, regiones y municipalidades, ya que en la necesidad de tener buena relación con la prensa están unidos de rey a paje, presidente, ministros, congresistas, gobernadores, alcaldes y regidores. Tanta importancia tiene el tema de la publicidad estatal qué en el año 2006, la Ley 28874, ley que regula la publicidad estatal unió a perro, pericote y gato. La gestó el Congreso de mayoría Toledista, la suscribió Fausto Alvarado del FIM y la promulgó Alan García en sus primeros días de gobierno. Perros, pericotes y gastos sabían que había que poner límites a lo que los medios le cobraban al Estado o lo que este les paga a aquellos, como quieran verlo.

En paralelo, durante estos mismos 20 años y particularmente en la última década, los medios de comunicación enfrentaron la feroz competencia de sus nuevos implacables rivales: el internet, las redes sociales, los smartphones y los influencers. Esta competencia disminuyó la publicidad privada que se ha ido a las redes sociales y ha dejado a la prensa televisiva, radios y canales de televisión reducidos a merced de la publicidad estatal. Por esta razón, no es casualidad sino pura necesidad que desde el 2016, la prensa, especialmente la gran prensa nacional (porque la prensa local ya hacía esto en muchos casos desde décadas atrás), ha comenzado a dejar de ser prensa y ha comenzado a brindar servicios políticos.

  • Convencieron, primero a PPK y luego a Vizcarra, de que podían servir de partido a un gobierno sin mayoría en el Congreso y que no debía pactar con el Congreso, sino confrontar con él.  
  • Junto a encuestadoras, ONGs, con el rol estelar de algunos comunicadores bien calificados como “guaripoleras del gobierno” y bajo la batuta de “consultores de medios”, dejaron de transmitir información, opinión y cultura y pasaron a hacer propaganda política, vanguardia, adoctrinamiento, blindaje del gobierno y escarnio de los enemigos que este se fue fabricando.
  • Le vendieron la idea de que se podía gobernar sin mayoría en el Congreso y justificaron las bravatas contra el Congreso, el referéndum, el adelanto de elecciones, la disolución del Congreso y ahora, cuestionan la vacancia ejecutada por el mismo Congreso que crearon.

Estos medios de comunicación fracasaron en su intento de ser partido. No pudieron sostener a los dos presidentes a los que se ofrecieron como base política. Sus titulares y encuestas no impidieron que ambos presidentes fueran despedidos. Sin embargo, no han fracaso en los negocios. Han logrado sobrevivir.  Sólo el presupuesto del 2019 para publicidad estatal, según el propio Diario Gestión, subió de 120 a 168 millones, en el mismo año en que no se construyeron los 80 hospitales ofrecidos.

Por todo ello, no es casual que una vez vacado Vizcarra sigan haciendo lo que ofrecieron hacer: ser la base política del gobierno depuesto. Cobraron bien por ello. Sus titulares, horas estelares de trasmisión, programas radiales, mesas de conducción y fotos de portada siguen al servicio del partido vacado y alentando a la protesta y la violencia.

En medio de todo lo feo que es tener una prensa que funge de independiente y hace de coalición política, resultaría aceptable pensar que actúan por consecuencia, sin embargo, todo parece indicar que lo hacen para que sus servicios sean nuevamente contratados por la administración Merino y el gabinete de Antero. Todo parece indicar que estamos frente a un chantaje mediático que sólo se apagará cuando la pauta publicitaria estatal, las campañas publicitarias, las consultorías y los publirreportajes vuelvan a fluir. Sólo allí Martín Vizcarra comenzará a ser olvidado y será considerado como lo ha hecho, off de record, una reconocida periodista de este elenco. Entre tanto, la historia, declaraciones, opiniones de los miembros del nuevo gabinete serán amplificadas para mal y si en la protesta hay alguna bala, esta será la noticia estelar. Y, para el Congreso seguirá habiendo espacio. Los dislates de algunos congresistas, su prontuario y sus desatinos serán la portada, mientras el Dictamen de la Comisión de Transporte que busca regular la pauta publicitaria estatal y ampliar el porcentaje para los medios locales se mantenga. El congreso seguirá en el blanco, como lo estuvo por la Ley Mulder.

Merino y Antero están notificados. ¿Pagarán el precio de la paz mediática?

Lo veremos en los siguientes días, mientras tanto muchos tontos útiles sirven de extras en este thriller político y se enorgullecen, sin saberlo, de participar en esta puesta en escena tomándose fotos en “la protesta” o con sus posts contra “la corrupción”. Lampadia