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Reflexiones sobre la Cumbre de la OTAN

Reflexiones sobre la Cumbre de la OTAN

Una vez culminada la Cumbre de la OTAN la semana pasada en Londres, creemos necesario hacer una breve reflexión a la luz de un reciente artículo escrito por The Economist que compartimos líneas abajo que, entre otras cosas, incide en las crecientes tensiones políticas entre los más importantes países que integran la mencionada alianza militar y también las futuras amenazas que enfrentaría su cohesión con los denominados “nuevos alborotadores”.

Con respecto a las tensiones políticas, como era de esperarse se hicieron evidentes en las ponencias la incomodidad de varios miembros del bloque, pero en particular de EEUU, con las recientes declaraciones que hizo Macron respecto a los acercamientos que debiera tener la UE con Rusia y China, como parte de su plan para renovar al viejo continente frente a un escenario de desglobalización persistente (ver Lampadia: La visión de Macron). Como reflexionamos en una anterior oportunidad, creemos que esta nueva visión es necesaria dado el distanciamiento que ha acometido EEUU con la UE en los últimos años con el ascenso de Trump, pero también por otras complejas problemáticas que actualmente mecen al mundo occidental como el cambio climático, la seguridad de datos y la misma seguridad nacional — aún cuando la OTAN ya representa un esfuerzo importante al respecto — que obligan al bloque europeo a tener mayor independencia en estos temas. Por otra parte, la OTAN tiene que dar cuenta que el contexto actual de embates geopolíticos permanentes entre países obliga a la UE a ser más abierta en su relacionamiento estratégico para, por ejemplo, que sus mercados puedan ser más visibles en regiones del mundo que han estado más alejadas por tradición. Ello, además, no implica que la UE se separará de la OTAN,  siendo un ajuste más de política exterior más no de política militar.

Con respecto a lo que The Economist denomina como los “nuevos alborotadores” que ya se estarían cocinando al interior de la OTAN, no podemos estar más de acuerdo de que podrían desestabilizar dicha alianza en el plazo inmediato. Sin duda el posible ascenso al poder del líder socialista del Partido Laborista Jeremy Corbyn en las próximas elecciones al parlamento británico, y la compra de armas a Rusia por parte del régimen autoritario del presidente de Turquía, Erdogan, podrían generar tal trifulca al interior de la alianza al punto que se podría reconsiderar la continuación de la membresía de dichos países. Esperemos que no se llegue a dicho extremo en tanto las sanciones y advertencias que se hagan ante el incumplimiento de los artículos de los Tratados de OTAN sean suficientes para que no se cometan acciones que puedan perturbar a la alianza.

Por lo demás consideramos que la OTAN debe permanecer por considerarse la alianza militar más grande y más exitosa en la historia contemporánea– ya cumplió 70 años – y porque en un contexto de creciente gasto militar (ver Lampadia: El gasto militar global en niveles récord históricos) se hace imperativo preservarla para evitar cualquier conflicto bélico que pueda surgir en el futuro, que esperamos no sea el caso. Lampadia

Cumbre de la OTAN
Surgen nuevos alborotadores

A medida que EEUU retrocede, los miembros de la alianza más exitosa de la historia están discutiendo

The Economist
7 de diciembre, 2019
Traducido y comentado por Lampadia

Se ha hablado tanto de “crisis” en torno al 70 aniversario del nacimiento de la OTAN que ha sido fácil olvidar que hay razones para celebrar. La alianza no solo ha demostrado ser extraordinariamente duradera según los estándares históricos, sino que desde 2014 ha respondido adecuadamente a la agresión de Rusia en Ucrania, volviendo a centrarse en su misión central de defensa colectiva. Ha desplegado grupos de batalla multinacionales en los tres estados bálticos y Polonia y se ha comprometido a mejorar la preparación. Impulsado por las críticas del presidente Donald Trump, sus miembros han aumentado sus gastos en defensa. Aunque muchos países, especialmente Alemania, aún no cumplen sus promesas, la OTAN ahora estima que entre 2016 y 2020 sus miembros europeos y Canadá pagarán US$ 130 mil millones adicionales.

Este nuevo dinero ayuda a explicar un desarrollo positivo en la reunión de líderes de la OTAN en Gran Bretaña esta semana. Sin embargo, Trump, anteriormente el disruptor en jefe, solía llamar a la organización “obsoleta” y causó consternación en una cumbre en Bruselas en 2018 al amenazar con retirarse si los europeos no asumían una parte de la carga más justa, brevemente: conviértase en un defensor. Esta semana, en Londres, criticó las críticas del presidente Emmanuel Macron a la alianza como “desagradables” e “irrespetuosas”. No dio señales de bloquear palabras severas sobre Rusia o la reiteración del Artículo Cinco del tratado de la OTAN, la piedra angular de la alianza. El compromiso de EEUU estará en exhibición el próximo año, cuando unos 20,000 de sus soldados practiquen el refuerzo de Europa en un ejercicio llamado Defender 2020.

La mala noticia es que han surgido otros disruptores. El visceralmente anti-OTAN Jeremy Corbyn podría posiblemente convertirse en primer ministro de uno de sus principales miembros después de las elecciones generales británicas de la próxima semana. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, causó consternación al comprar un sistema antiaéreo ruso, obstruyendo las decisiones de la OTAN sobre Europa del Este e invadiendo el norte de Siria sin tener en cuenta los intereses de sus aliados. Respondió con insultos personales a una sugerencia de Macron de que, dadas las acciones de Turquía en Siria, es posible que no pueda contar con la defensa mutua consagrada en el Artículo Cinco.

El alborotador más sorprendente, y la razón por la cual las relaciones se han vuelto feas, es el propio Macron. En una entrevista reciente con The Economist, dijo que la OTAN estaba experimentando “muerte cerebral”. Defiende una defensa europea más fuerte, que Europa necesita, y el 4 de diciembre insistió en que esto “no sería una alternativa a la OTAN sino uno de sus pilares”. Pero existe una sospecha persistente de sus intenciones entre otros aliados. Esto se debe en parte a su entusiasmo por un “diálogo estratégico” con Rusia. Ha enfatizado la amenaza del terrorismo sobre la tarea de defenderse de la agresión de Vladimir Putin. Macron está teniendo una visión a largo plazo y está tratando de estimular nuevas ideas, pero la mayoría de sus aliados, comprensiblemente, escuchan sus palabras como una amenaza para el progreso de los últimos cinco años. Las acciones de Rusia, no solo en Ucrania sino también en el territorio de la OTAN (incluso enviando asesinos a Salisbury en Gran Bretaña y, posiblemente, al Tiergarten de Berlín), requieren una respuesta firme. Cualquier deseo de concesiones será visto en Moscú como debilidad.

En Gran Bretaña, la OTAN empapelaba las grietas. La declaración de la cumbre afirmó el compromiso de sus miembros con el Artículo Cinco y proclamó que “las acciones agresivas de Rusia constituyen una amenaza para la seguridad euroatlántica”. Eso es bienvenido, pero la alianza necesita encontrar una nueva coherencia estratégica. Incluso si Trump sigue a favor, el enfoque de EEUU está cambiando ineludiblemente a su rivalidad con China en Asia y más allá. Los ejercicios y la creciente preparación consolidarán la alianza a nivel militar, y esto perdurará mientras los políticos van y vienen. El trabajo en áreas nuevas como el espacio y la guerra cibernética también ayudará. Eventualmente, un diálogo estratégico con Rusia podría tener sentido. Pero para prosperar, la OTAN también necesita un propósito común mayor. Una vez que el ímpetu vino de EEUU. Macron tenía razón al señalar que en el futuro Europa tendrá que desempeñar un papel más importante. Lampadia




Macron relanza Europa

Se aproximan las elecciones al Parlamento Europeo y con ello el fin de una feroz campaña entre dos grandes facciones partidarias. Aquella que ha sostenido firmemente la defensa del proyecto de la UE, compuesta por partidos como de la Unión Demócrata Cristiana en Alemania, presidido por AKK y anteriormente por Angela Merkel, y la República en Marcha en Francia, del que fue líder emblemático, Emmanuel Macron,  y aquella compuesta por partidos euroescépticos de tendencia nacionalista, como el Partido Conservador,  principal impulsor del Brexit en el Reino Unido.

Como escribimos previamente en Lampadia: ¿Fragmentación política en Europa?, este evento es de suma importancia en tanto determinará la dirección futura que tome el bloque europeo, en un contexto mundial de creciente hostilidad y animadversión hacia los “supuestos” males de la globalización y el libre comercio, de los cuales ya nos ocupamos en rebatir en anteriores publicaciones (ver Lampadia: Trampa ideológica, política, y académica, El legado del liberalismo de Margaret Thatcher).

En esta ocasión y a solo pocas semanas de las elecciones parlamentarias, la posta de la defensa de la UE la ha tomado el mismo presidente de Francia, Emmanuel Macron, a través de un discurso elaborado para la revista Project Syndicate y dirigido para todos los habitantes de este continente (ver artículo líneas abajo).

En él, Macron hace un llamado a los ciudadanos europeos a la reflexión, pero sobretodo, a rescatar un proyecto que ha sido vapuleado y criticado en los últimos años por los movimientos nacionalistas –cuyas alternativas de solución, como lo ha demostrado recientemente el Brexit sin un acuerdo de salida, no van más allá de decir no, sin un proyecto determinado- pero que guarda muchos más atributos que los de un simple “mercado común”.

En sus palabras, “[La UE] es un verdadero éxito histórico ya que ha permitido la reconciliación de un continente devastado, plasmada en un proyecto inédito de paz, prosperidad y libertad”.

En efecto, él destaca que gracias al proyecto europeo, los países del viejo continente han podido enfrentar satisfactoriamente las grandes crisis del capitalismo, las estrategias comerciales agresivas por parte de las potencias mundiales e inclusive la 4ta Revolución Industrial que aquejan a los países más atrasados como los emergentes.

Sin embargo, él también enfatiza en la necesidad de ahondar en ciertas políticas públicas que permitan adecuar a la UE en estos tiempos de descontento generalizado, las cuales se pueden caracterizar en torno a tres valores, que él considera fundamentales:

  • Libertad: Garantizar en los años venideros la libertad democrática en todos los países del bloque.
  • Protección: Garantizar, a la luz de la realidad de la diversidad de los países del bloque, la competencia leal y homologación de las condiciones de inmigración y defensa.
  • Progreso: Fortalecer los sistemas de seguridad social y emprender iniciativas contra el cambio climático.

Esperemos que los europeos que acudan a las urnas en las elecciones parlamentarias que acontecerán en el mes de mayo tomen en cuenta todo el progreso generado por la UE desde su fundación, que Macron ha esbozado tan elegantemente en el siguiente discurso. Lampadia

Por un Renacimiento Europeo

Project Syndicate
4 de marzo, 2019
Emmanuel Macron
Presidente de Francia
Glosado por Lampadia

Ciudadanos de Europa: Si me he tomado la libertad de dirigirme a ustedes directamente, no es solo en nombre de la historia y de los valores que nos unen, sino también porque hay urgencia. Dentro de unas semanas, las elecciones europeas serán decisivas para el futuro de nuestro continente.

Nunca antes, desde la Segunda Guerra Mundial, Europa ha sido tan necesaria. Y, sin embargo, nunca ha estado tan en peligro.

El Brexit es ejemplo de todo ello. Ejemplo de la crisis de una Europa que no ha sabido satisfacer las necesidades de protección de los pueblos frente a los grandes cambios del mundo contemporáneo. Ejemplo, también, de la trampa europea. La trampa no es pertenecer a la Unión Europea, sino la mentira y la irresponsabilidad que pueden destruirla. ¿Quién les ha contado a los británicos la verdad sobre su futuro tras el Brexit? ¿Quién les ha hablado de perder el acceso al mercado europeo? ¿Quién ha advertido de los peligros para la paz en Irlanda si se vuelve a la frontera del pasado? El repliegue nacionalista no tiene propuestas; es un «no» sin proyecto. Y esta trampa amenaza a toda Europa: los que explotan la rabia, ayudados por noticias falsas, prometen una cosa y la contraria.

Frente a estas manipulaciones, debemos mantenernos firmes. Orgullosos y lúcidos. Recordemos primero qué es Europa. Es un éxito histórico: la reconciliación de un continente devastado, plasmada en un proyecto inédito de paz, prosperidad y libertad. No lo olvidemos nunca. Hoy día, este proyecto nos sigue protegiendo. ¿Qué país puede actuar solo frente a las estrategias agresivas de las grandes potencias? ¿Quién puede pretender ser soberano, solo, frente a los gigantes digitales? ¿Cómo resistiríamos a las crisis del capitalismo financiero sin el euro, que es una baza para toda la Unión? Europa es también esos miles de proyectos cotidianos que han cambiado la faz de nuestros territorios: una escuela renovada aquí, una carretera asfaltada allá, un acceso rápido a Internet que está llegando al fin… Esta lucha es un compromiso diario, porque Europa, como la paz, no viene dada. En nombre de Francia, abandero esta lucha sin descanso para hacer avanzar a Europa y defender su modelo. Hemos demostrado que lo que nos dijeron que era inalcanzable –como la creación de una defensa europea o la protección de los derechos sociales– finalmente era posible.

Con todo, hay que hacer más y más rápido. Porque hay otra trampa: la del statu quo y la resignación. Frente a las grandes crisis mundiales, los ciudadanos nos dicen a menudo: «¿Dónde está Europa? ¿Qué está haciendo Europa?». Para ellos, se ha convertido en un mercado sin alma. Pero sabemos que no es solo un mercado, que es también un proyecto. El mercado es útil, pero no debe hacernos olvidar lo necesario de las fronteras que nos protegen y de los valores que nos unen. Los nacionalistas se equivocan cuando pretenden defender nuestra identidad apelando a la salida de Europa, porque es la civilización europea la que nos une, nos libera y nos protege. Pero los que no querrían cambiar nada también se equivocan, porque niegan los temores que atraviesan nuestros pueblos, las dudas que socavan nuestras democracias. Estamos en un momento decisivo para nuestro continente. Un momento en el que, colectivamente, debemos reinventar, política y culturalmente, las formas de nuestra civilización en un mundo cambiante. Es el momento para el Renacimiento Europeo. Así pues, resistiendo a las tentaciones del repliegue y la división, quiero proponer que, juntos, construyamos ese Renacimiento en torno a tres aspiraciones: la libertad, la protección y el progreso.

El modelo europeo se basa en la libertad individual y la diversidad de opiniones y de creación. Nuestra libertad primera es la libertad democrática, la de elegir a nuestros gobernantes allí donde, en cada cita electoral, hay potencias extranjeras que intentan influir en nuestros votos. Propongo que se cree una Agencia Europea de Protección de las Democracias que aporte expertos europeos a cada Estado miembro para proteger sus procesos electorales de ciberataques y manipulaciones. En este espíritu de independencia, también debemos prohibir la financiación de partidos políticos europeos por parte de potencias extranjeras. Asimismo, a través de reglas europeas, debemos desterrar de Internet el discurso del odio y la violencia, porque el respeto al individuo es la base de nuestra civilización de la dignidad humana.

Proteger nuestro continente

Fundada en la reconciliación interna, la Unión Europea se ha olvidado de mirar a otras realidades en el mundo. Ahora bien, ninguna comunidad genera un sentimiento de pertenencia si no tiene límites que proteger. La frontera es la libertad en seguridad. En este sentido, debemos revisar el espacio Schengen: todos los que quieran participar en él deberán cumplir una serie de obligaciones de responsabilidad (control riguroso de fronteras) y solidaridad (una misma política de asilo con las mismas reglas de acogida y denegación). Una policía de fronteras común y una Oficina Europea de Asilo, estrictas obligaciones de control y una solidaridad europea a la que contribuyan todos los países bajo la autoridad de un Consejo Europeo de Seguridad Interior. Frente a las migraciones, creo en una Europa que protege a la vez sus valores y sus fronteras.

Estas mismas exigencias deben aplicarse a la defensa. Pese a que en los dos últimos años se han registrado avances significativos, debemos establecer un rumbo claro. Así, un tratado de defensa y seguridad deberá definir nuestras obligaciones ineludibles, en colaboración con la OTAN y nuestros aliados europeos: aumento del gasto militar, activación de la cláusula de defensa mutua y creación de un Consejo de Seguridad Europeo que incluya al Reino Unido para preparar nuestras decisiones colectivas.

Nuestras fronteras también deben garantizar una competencia leal. ¿Qué potencia acepta mantener sus intercambios con aquellos que no respetan ninguna de sus reglas? No podemos someternos sin decir nada. Tenemos que reformar nuestra política de competencia, refundar nuestra política comercial: sancionar o prohibir en Europa aquellas empresas que vulneren nuestros intereses estratégicos y valores fundamentales –como las normas medioambientales, la protección de datos o el pago justo de impuestos– y adoptar una preferencia europea en las industrias estratégicas y en nuestros mercados de contratación pública, al igual que nuestros competidores estadounidenses o chinos.

Recuperar el espíritu de progreso

Europa no es una potencia de segunda clase. Toda Europa está a la vanguardia: siempre ha sabido definir las normas del progreso y en esta línea debe ofrecer un proyecto de convergencia, más que de competencia. Europa, que creó la seguridad social, debe establecer para cada trabajador, de este a oeste y de norte a sur, un escudo social que le garantice la misma remuneración en el mismo lugar de trabajo, y un salario mínimo europeo adaptado a cada país y revisado anualmente de forma colectiva.

Retomar el hilo del progreso es también liderar la lucha contra el cambio climático. ¿Podremos mirar a nuestros hijos a los ojos si no logramos reducir nuestra deuda con el clima? La Unión Europea debe fijar sus ambiciones –cero carbono en 2050, reducción a la mitad de los pesticidas en 2025– y adaptar sus políticas a esta exigencia: Banco Europeo del Clima para financiar la transición ecológica, dispositivo sanitario europeo para reforzar el control de nuestros alimentos, y, frente a la amenaza de los lobbiesevaluación científica independiente de sustancias peligrosas para el medio ambiente y la salud, etc. Este imperativo debe guiar todas nuestras acciones. Del Banco Central Europeo a la Comisión Europea, pasando por el presupuesto europeo o el Plan de Inversiones para Europa, todas nuestras instituciones deben tener al clima como prioridad.

Progreso y libertad es poder vivir del trabajo y, para crear empleo, Europa debe ser previsora. Para ello, no solo debe regular a los gigantes del sector digital, creando una supervisión europea de grandes plataformas (sanciones aceleradas para las infracciones de las normas de la competencia, transparencia de algoritmos, etc.), sino también financiar la innovación asignando al nuevo Consejo Europeo de Innovación un presupuesto comparable al de Estados Unidos para liderar las nuevas rupturas tecnológicas como la inteligencia artificial.

Una Europa que se proyecta hacia el resto del mundo debe mirar a África, con quien debemos sellar un pacto de futuro, asumiendo un destino común y apoyando su desarrollo de forma ambiciosa y no defensiva con inversión, colaboración universitaria, educación y formación de las niñas, etc.

Libertad, protección, progreso. Sobre estos pilares debemos construir el Renacimiento Europeo.

  • No podemos dejar que los nacionalistas sin propuestas exploten la rabia de los pueblos.
  • No podemos ser los sonámbulos de una Europa lánguida.
  • No podemos estancarnos en la rutina y el encantamiento.

El humanismo europeo exige acción y por todas partes los ciudadanos están pidiendo participar en el cambio. Así pues, antes de finales de año, organicemos una Conferencia para Europa, junto a los representantes de las instituciones europeas y los Estados, con el fin de proponer todos los cambios necesarios para nuestro proyecto político, sin tabúes, ni siquiera revisar los tratados. Dicha conferencia deberá incluir a paneles de ciudadanos y dar voz a universitarios, interlocutores sociales y representantes religiosos y espirituales. En ella se definirá una hoja de ruta para la Unión Europea que traduzca estas grandes prioridades en acciones concretas. Tendremos discrepancias, pero ¿qué es mejor, una Europa estancada o una Europa que avanza a veces a ritmos diferentes, manteniéndose abierta al exterior?

En esta Europa, los pueblos habrán recuperado realmente el control de su destino. En esta Europa, estoy seguro de que el Reino Unido encontrará su lugar.

Ciudadanos de Europa: el impasse del Brexit nos sirve de lección a todos. Salgamos de esta trampa y démosle un sentido a las próximas elecciones y a nuestro proyecto. Ustedes deciden si Europa y los valores de progreso que representa deben ser algo más que un paréntesis en la historia. Esta es la propuesta que les hago para trazar juntos el camino del Renacimiento Europeo. Lampadia




El ‘americano feo’ desestabiliza las relaciones económicas del mundo

El ‘americano feo’ desestabiliza las relaciones económicas del mundo

Con el despropósito liderado por Trump en la cumbre canadiense hace un par de días, se perfila cada vez con mayor claridad, un mundo para el siglo XXI, liderado por tres autócratas: Putin, Xi Jinping y Trump.

Todavía hay muchos personajes que ven en Trump un factor de cambio positivo. Nuestra visión en Lampadia ha sido todo lo contrario, desde que apareció en el espacio político. El  30 de junio de 2015, publicamos en nuestro ticker: “DEBEMOS DECLARAR A DONALD TRUMP PERSONA NON GRATA A LA HUMANIDAD”.

Veamos que pasó en Canadá:

1. El trompazo de Trump al mundo

EEUU llama traidor al premier de Canadá y “socialista” al comunicado final

El presidente de EE.UU., Donald Trump, estrechando la mano del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el sábado, durante la cumbre (Evan Vucci / AP)

La Vanguardia
BEATRIZ NAVARRO
11/06/2018
Glosado y editado por Lampadia

El origen del G7

Difícilmente Valéry Giscard D’Estaign podía imaginarse, cuando creó las reuniones de las siete mayores potencias democráticas del mundo, en plena crisis petrolera, que su 44.º edición terminaría con el representante de Estados Unidos dando un portazo y fulminando con un tuit la firma que horas antes había estampado en el comunicado final, pero es así como acabó la reunión del G-7 en Canadá.

La pataleta de Trump

Furioso porque los demás líderes ofrecieran una versión del acto distinta de la suya, Donald Trump se retractó de los acuerdos firmados, calificó de “deshonesto y débil” al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, por sus declaraciones a la prensa y anunció aranceles para los vehículos de importación.

Intercambio de observaciones y agravios

  • La oficina de Macron critica la “incoherencia e inconsistencia” estadounidense.
  • “Hay un lugar en el infierno para cualquier líder extranjero que hace diplomacia con mala fe con el presidente Trump y luego le da una puñalada en la espalda en cuanto se va por la puerta”, declaró ayer el consejero de la Casa Blanca sobre Comercio, Peter Navarro.
  • Trump, adujo, “le había hecho un favor” al ir a Quebec a pesar de tener “cosas mejores que hacer” y firmando “ese comunicado socialista” que el G-7 logró pactar a duras penas.
  • “Este es uno de los mayores errores de cálculo de un líder de Canadá en la historia moderna”, aseveró Navarro en la televisión Fox News.
  • Larry Kudlow, asesor económico de Trump, acusó en la CNN a Trudeau de “traición” y dijo que el presidente no podía permitir que le debilitaran ante la cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong Un.
  • Los líderes europeos demostraron que también ellos saben usar las redes sociales, si bien de forma más sutil que Trump.
  • La delegación alemana ganó la batalla de la comunicación con la difusión el sábado de una foto en que se ve al presidente sentado con cara de pocos amigos y rodeado del resto de los miembros del G-7 mientras Angela Merkel le interpela.
  • El portavoz Steffen Seibert, autor del tuit, subrayó ayer que “Alemania man­tie­ne su adhesión al comunicado acordado”.
  • Más duro fue el ministro del Exterior, Heiko Maas, al decir que “una cantidad extraordinaria de confianza puede quedar rápidamente destruida con un tuit. Por eso es tan importante que Europa se mantenga unida y defienda sus intereses aún más agresivamente”.
  • Un portavoz de la primera ministra británica, Theresa May, dijo a Efe que “seguimos comprometidos con el acuerdo recogido en el comunicado”.
  • “Es importante que Europa defienda sus intereses aún más agresivamente”

Reverberaciones

El mensaje de aislamiento de Trump en la escena internacional estaba claro.

Fue Emmanuel Macron quien llevó la voz cantante en las discusiones sobre comercio el viernes.

  • “Estaba pactado así, se había preparado muy bien y mantuvo una auténtica discusión con Trump, con ejemplos concretos” sobre cosas que este ha dicho y no son ciertas o carecen de lógica económica, explicaron a este diario fuentes diplomáticas europeas desde Quebec.
  • “En un formato así no puedes ignorar sin más los argumentos, y diría que Trump quedó algo desestabilizado”, aseguraron las fuentes.
  • “Nuestras discusiones han permitido restablecer la verdad sobre los intercambios comerciales entre Europa y EE.UU.”, tuiteó victorioso Macron el sábado.

Ese día, tras un duro tira y afloja, EE.UU. firmó el comunicado final del G-7, un texto que rechaza el proteccionismo y aboga por resolver las disputas comerciales por vías legales. Unas horas después, Trump se desmarcó del documento aunque ya estaba firmado. Antes de abandonar la cumbre había hecho una lectura exultante de sus discusiones con los otros líderes del G-7 que se desmoronó cuando estos dieron su propia versión de los hechos y expresaron sus opiniones.

Trump tiene una curiosa concepción de la diplomacia que mezcla las relaciones personales con la política. Su enfado con Trudeau se debe en parte a que este negó que Canadá esté a punto de firmar una revisión del Tratado de Libre Comercio de las Américas que expire a los cinco años, como había dicho Trump. O a que discrepara, como Macron, de que las importaciones de acero y aluminio de Canadá y la UE sean una “amenaza para la seguridad de EE.UU.”, el supuesto al que se ha acogido para aprobar los aranceles sin consultar al Congreso.

Más allá de los roces personales, que Europa, Canadá y México vayan a responder a EEUU subiendo los aranceles a algunos de sus productos irrita mucho a Trump. “Siempre decían que eso no iba a ocurrir”, recordó ayer el presentador de la Fox a Peter Navarro.

2.¿Quién es quién en la foto de Merkel y Trump que resume la tensión del encuentro?

De BBC News Mundo, 10 junio 201

Derechos de autor de la imagen INSTAGRAM @BUNDESKANZLERIN

Se esperaba que fuera una reunión del G7 incómoda… y parece que una imagen vale más que mil palabras.

Una fotografía publicada en la cuenta de Instagram de la canciller alemana, Ángela Merkel, da cuenta de la tensión existente en la cumbre celebrada este viernes y sábado en Canadá entre los países más industrializados del mundo.

BBC Mundo te cuenta quién es quién en la imagen que captura un momento que Merkel calificó de “reunión espontánea entre dos sesiones de trabajo”, pero que para muchos resume a la perfección el ambiente general de una cumbre marcada por los enfrentamientos.

1. Donald Trump, presidente de Estados Unidos

Trump sorprendió a los aliados de Estados Unidos —sobre todo a la Unión Europea, México y Canadá— cuando recientemente anunció un arancel del 25% sobre las importaciones de acero de estos países y del 10% sobre las de aluminio. Todos amenazan con medidas de represalia y esta grieta eclipsó la cumbre, dejando a veces al presidente estadounidense totalmente aislado. Trump abandonó la reunión antes de terminar, quejándose de que Estados Unidos es “como la alcancía de cerdito de la que todos roban”.

Pero también dijo que su relación con los otros líderes del G7 era de “10 sobre 10”.

2. John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos

Han pasado solo tres meses desde que fue nombrado el principal asesor de seguridad del presidente Trump, pero John Bolton ya ha logrado un impacto. Uno de los argumentos del presidente para justificar los aranceles son “motivos de seguridad nacional”, una opinión que Bolton ha respaldado contundentemente.

3. No identificado

4. Shinzo Abe, primer ministro de Japón

Se ha visto sometido a una presión cada vez mayor para unirse a las medidas de represalia contra los aranceles de Estados Unidos. Esto lo coloca en una posición difícil: se ha esforzado por mantener una relación cordial con el presidente Trump y se dice que los dos se reunieron al menos diez veces desde que ocupa la Casa Blanca.

5. Yasutoshi Nishimura, secretario adjunto del gabinete de Japón

El diputado del partido gobernante de Japón trabajó en el ministerio de Comercio Internacional e Industria.

6. Angela Merkel, canciller de Alemania

Estuvo al frente de las conversaciones para tratar de resolver las diferencias en la cumbre, como queda patente en esta imagen. Al parecer, Merkel sugirió la idea de establecer un mecanismo para resolver las disputas comerciales entre EE.UU. y sus aliados. Cuando se le preguntó durante la cumbre sobre su relación con Trump, Merkel dijo que los dos líderes no siempre estaban de acuerdo, pero que podían hablar entre ellos. “Puedo decir que mantengo una relación muy abierta y directa con el presidente estadounidense”, dijo.

7. Emmanuel Macron, presidente de Francia

Se enzarzó en una pelea sobre los aranceles con el presidente Trump en Twitter justo horas antes de que comenzara la cumbre, lo que llevó a algunos a preguntarse si la aparente buena relación entre ambos había terminado. A pesar de esto, se vio que se mantiene en buenos términos y el equipo del presidente Macron dijo que sus conversaciones con Trump fueron “francas y sólidas”.

8. Theresa May, primera ministra de Reino Unido

En una llamada telefónica, May le dijo a Trump la semana pasada que encontraba los aranceles de los Estados Unidos “injustificados y profundamente decepcionantes”. Pero también adoptó un tono más conciliador en la cumbre, instando a los líderes a retirarse del borde de una posible guerra comercial.

9. Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional de Estados Unidos

El principal asesor económico de Trump defiende la medida de aumentar los aranceles y dice que el presidente estadounidense no debería ser considerado responsable de los crecientes conflictos comerciales con sus aliados. Kudlow dijo que el llamado del presidente para eliminar todos los aranceles entre las naciones del G7 era la “mejor manera de promover el crecimiento económico”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, tuiteó una imagen tomada aproximadamente al mismo tiempo que la de Merkel pero desde un ángulo diferente, mostrando lo juntos que estaban los líderes del G7 y sus asistentes cuando se reunieron alrededor de Trump.

Derechos de autor de la imagenTWITTER @EMMANUELMACRON

La foto de Merkel se viralizó en las redes sociales, generando todo tipo de “memes” e intentos por saber qué estarían diciendo los mandatarios en ese momento.

3. Trump afecta severamente la relación de EEUU con Canadá

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, rechazó frontalmente las declaraciones realizadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, y dijo que el nuevo TLCAN no tendrá una cláusula de disolución automática.

“Los canadienses somos educados pero no permitiremos que nos empujen”

En la misma línea, Trudeau afirmó que Canadá impondrá “sin ninguna duda” represalias comerciales a Estados Unidos a partir del 1 de julio a pesar de las amenazas hechas por el presidente estadounidense, Donald Trump.

El canadiense afirmó durante la conferencia de prensa que cerró la Cumbre del G7, que el comunicado conjunto “firmado por todos” los miembros del grupo de países industrializados, contiene “lenguaje consensuado” sobre el comercio internacional, incluida la voluntad de reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC) especialmente en lo referente a la resolución de disputas.

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, también dijo que el documento, que todavía no ha sido distribuido por los anfitriones canadienses, reafirma la imposición de sanciones a Rusia hasta que Moscú no cambie “sus acciones” con respecto a la anexión de Crimea.

Comentarios de los líderes desde casa

“Seamos serios y dignos de nuestra gente. Cuando hacemos compromisos, los cumplimos”, dijo Emmanuel Macron en un comunicado de la oficina del presidente de Francia citado por la agencia de noticias AFP. “La cooperación internacional no puede ser dictada por ataques de ira y comentarios desechables”, agregó.
 
“La retirada, por así decirlo, a través de tweet es, por supuesto, aleccionadora y un poco deprimente”, dijo Merkel en una entrevista de televisión.
 
El ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, dijo que Trump “en realidad no fue una sorpresa, hemos visto esto con el acuerdo climático o el acuerdo con Irán”.
 
4. De la pataleta en Canadá a pacificar la península coreana en Singapur
 
Peter Baker, New York Times, June 10, 2018

El domingo pasado, el presidente Trump escaló un amargo enfrentamiento con algunos de los aliados más cercanos de Estados Unidos, atacando al primer ministro de Canadá en términos inusualmente personales y dejándose llevar por una crisis diplomática cuando llegó a Asia para negociar un acuerdo nuclear con Corea del Norte.

Nunca he visto algo como esto”, dijo Robert D. Hormats, quien asesoró a los presidentes republicanos y demócratas en una docena de cumbres del G7, comenzando con la primera en Rambouillet, Francia, en 1975, cuando todavía era el Grupo de los 6.

Colofón

Es una lástima que las relaciones internacionales, y sobre todo los temas vinculados al comercio internacional, se manejen de la peor manera. En verdad, los intercambios propiciados por Trump en Canadá son algo que nunca se ha visto.

El peligroso líder estadounidense, se ha peleado con todo el mundo, con sus émulos y con sus amigos, incluyendo a Canadá, tradicionalmente el país más amigo de EEUU.

Como dicen los chinos, cuando las cosas se complican, ‘estamos viviendo tiempos interesantes’. Tres líderes con claras tendencias autoritarias empiezan a diseñar la esencia del clima político del siglo XXI:

  • Vladimir Putin desde Rusia
  • Xi Jinping desde China
  • Donald Trump desde EEUU

Pronto será necesario pensar en cómo enfrentar este desarrollo, desde la perspectiva e intereses de los países más pequeños, como el Perú. Lampadia




Contra todo pronóstico Trump consolida su poder

Hasta hace pocas semanas, inclusive los críticos de Trump, relativizaban los impactos de su gobierno, pues al año de iniciado no parecía ir adelante con sus promesas (amenazas) electorales más drásticas.

Pero, iniciado su segundo año, contra viento y marea, a desempolvado sus discursos de campaña para llevarlos a la práctica. Veamos:

  • Empujó la construcción del ominoso muro en la frontera con México
  • Ha desquiciado el tratado de libre comercio de América del Norte
  • Ha despedido de mala manera a casi la totalidad de su gabinete e importantes funcionarios públicos
  • Ha iniciado acciones que pueden devenir en una guerra comercial abierta con China
  • También ha amenazado a sus socios europeos con sanciones comerciales
  • Se retiró definitivamente del tratado de comercio Trans-Pacífico
  • Retiró a EEUU del convenio nuclear con Irán, sin contemplar las objeciones de los demás participantes, sus socios europeos, cómo Alemania, Francia y el Reino Unido

Parecía haber salido ganando, en la relación con Corea del Norte, en la que aparentemente logró acobardar a Kim Jong Un con amenazas más extremistas que las del dictador coreano. Pero ayer se ha producido una ruptura del proceso de convergencia, con la reacción de Kim Jong Un, a maniobras militares (evidentemente inoportunas) de EEUU con Corea del Sur.

En resumen, Trump está siendo todo lo malo que se esperaba, tanto en los círculos institucionalistas de EEUU, como entre los analistas de todo el mundo que promueven la globalización y el libre comercio (entre ellos Lampadia), por ser el mejor espacio para la prosperidad de los países emergentes.

Algo que también ha cambiado en los últimos meses, es la sensación de precariedad del gobierno de Trump, habiéndose llegado a especular sobre su impeachment y su incapacidad de renovar su mandato. Pero, cómo explica The Economist en el artículo que compartimos líneas abajo, Trump ha logrado tomar prácticamente el control absoluto del partido republicano, y diluir buena parte de los augurios sobre permanencia en el gobierno.

Hoy pues tenemos, un mundo que se desliza al debilitamiento del comercio internacional y una situación geopolítica exacerbada, con un líder extremista que se afianza en el poder. ¡SOS! Lampadia  

Cómo el elefante obtuvo su ‘Trump’ (por ‘triunfo’)
Trump tiene prácticamente el control total de su partido

No se podrá deshacer con facilidad

The Economist
19 de abril, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

“Un partido NUNCA ha abandonado y huido de sus principios y creencias, profundamente arraigadas, tan rápido como mi partido lo hizo.”, dijo Jeff Flake, un senador republicano de Arizona, en un discurso en marzo. “Nos hemos vuelto extraños ante nosotros mismos”. La velocidad con la que el establishment del Partido Republicano apoyó a un candidato, y luego a un presidente, que desprecia todo tipo de normas y rompe muchos límites de decencia, así como compromisos políticos, no tiene ningún precedente.

Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, pasó de negarse a hacer campaña con Donald Trump, a fracasar en condenarlo (cuando, ya como presidente, habló de “muy buenas personas en ambos lados “de enfrentamientos entre neonazis y manifestantes en Charlottesville, Virginia”). El 11 de abril anunció que no buscará la reelección. Como el propio Flake, un senador que comparó a la Casa Blanca de Trump con una “guardería diurna para adultos”.

Sin embargo, el análisis de Flake también es defectuoso. Trump no infectó en su mayor parte a los republicanos con nuevas creencias más allá de su conocimiento. Convirtió el anti-elitismo que el partido ha fomentado durante mucho tiempo en sus partidarios contra su propio liderazgo. Al romper tabú tras tabú, hizo lo que muchos habían deseado hacer y escuchar. Es como los monstruos “psicoplasmáticos” en la película de terror de David Cronenberg “The Brood”: la identificación de la fiesta hecha carne.

Es bueno ser el rey

Esta conexión indudable y persistente, junto con una sorprendente cantidad de lealtad de otros en el partido, hace que el presidente sea bastante inexpugnable. Trump, según las encuestas, goza del apoyo del 85% de los republicanos, en comparación con el 65% de Ryan y el 40% de Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado. Eso no significa que puede obtener lo que quiere. Su enfoque del comercio va en contra de la historia de su partido, pero en cuanto al control de armas, algo en lo que parecía estar a favor en el pasado, parece haber cambiado. [Ya] se retiró del acuerdo con Irán.

Criticarlo o actuar de una manera que ayude a sus críticos -por ejemplo, buscando iluminar la naturaleza de sus negocios- ahora es casi imposible para un republicano que quiere seguir funcionando como tal. Como dijo Corker, los votantes republicanos “no se preocupan por los problemas”. Simplemente “quieren saber si estás con Trump”.

Los funcionarios electos cuyas reservas sobre Trump no son tan fuertes como para querer pasar más tiempo con sus familias callan, contentos con desahogarse cuando están en compañía de personas de confianza. Algunos han remarcado críticas anteriores. En 2016, Mitt Romney, un ex gobernador y candidato presidencial, denunció a Trump como un “fraude”. A principios de este año, llamó a los estallidos de inmigrantes africanos que, según los informes, el presidente hizo “contradictorios con la historia de Estados Unidos y antitéticos a los valores estadounidenses”. Ahora, buscando un escaño en el Senado en Utah, ha aceptado el respaldo de Trump y saluda su “extraordinaria capacidad para comprender cómo funciona nuestra economía para crear empleos”, mientras afirma ser “más halcón que el presidente en inmigración”.

La toma de control de las instituciones del partido ya está casi completa. Como es habitual cuando el candidato de un partido gana la presidencia, el Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una filial de la Casa Blanca. De acuerdo con el tenor de su nueva propiedad, ahora tiene un sitio web, LyinComey.com, dedicado a atacar al ex jefe del FBI.

Las elecciones primarias para las elecciones de noviembre verán a cientos de aspirantes compitiendo por verse lo más cerca posible de Trump. No habrá victorias fáciles, si es que hay alguna victoria, para sus críticos. Han decidido, por el momento, que Trump es el verdadero conservador que querían desde el principio.

No lo es. Lo que él ofrece a la política no es una agenda conservadora. No es una agenda, o una ideología, en absoluto. Es un conjunto de sentimientos: sobre el patriotismo, sobre quién es un verdadero estadounidense y quién no, sobre los extranjeros, sobre las élites, sobre la soberanía y sobre el poder.

A pesar de estar unidos, están extrañamente divididos en cuestiones que a menudo han definido el derecho en Estados Unidos y en otros lugares, como cuál debe ser el rol del Estado. Andrea Volkens del Centro de Ciencias Sociales de Berlín y sus coautores compararon los manifiestos del Partido Republicano con los de otros partidos y concluyeron que los Republicanos se sentirían más cerca del Frente Nacional de Francia que de los Conservadores en Gran Bretaña o Canadá (ver cuadro 1).

Este no es el Partido Republicano de Ronald Reagan. Pero entonces, como sabía Reagan, las fiestas se reinventan. Los republicanos lo han hecho más de una vez desde que su partido fue fundado en 1854 como un apéndice del movimiento antiesclavista. Después de la guerra civil, estaba en ascenso, proporcionando 11 de los 15 presidentes desde la muerte de Lincoln hasta la Depresión. Este era el partido de la unión, las ciudades del norte, los industriales y los protestantes, dirigido por liberales clásicos que creían en un estado de vigilantes, contentos de conquistar a una o dos colonias pero recelosos de las guerras extranjeras. Cayó estrepitosamente junto con Wall Street en 1929, en un momento en que los demócratas ya tenían sureños, inmigrantes del norte y católicos de su lado. Con la depresión y el New Deal, los demócratas ascendieron. Los republicanos perdieron todas menos dos de las nueve elecciones presidenciales entre la victoria de Herbert Hoover en 1928 y la de Richard Nixon en 1968; tuvieron el control de la cámara del congreso, solo cuatro de los 60 años entre 1935 y 1995.

La aprobación de la legislación de derechos civiles en la década de 1960 y la nominación de Barry Goldwater para la presidencia en 1964 provocaron una nueva transformación. Goldwater prometió un regreso a las raíces del pequeño gobierno del partido, que se oponía a la noción de la Gran Sociedad de que cada problema requería un programa gubernamental y, por lo tanto, le daba las bases a Reagan. Los derechos civiles, también vistos por algunos como un asunto pequeño de gobierno, hicieron que consiguieran a muchos sureños blancos. “Por mucho que odie admitirlo, George Wallace no puede ser nominado. Ronald Reagan sí. Tiene razón en los problemas “, publicó un anuncio de Reagan en 1976, haciendo un guiño a la oferta pasada del gobernador de Alabama de” segregación para siempre”.

Los comunes del Nuevo Oeste

Cuando Reagan fue elegido, su partido se equilibró en tres patas. Los conservadores económicos querían que el gobierno gastara menos y gravara menos; los conservadores sociales, incluidos muchos cristianos evangélicos, querían que el gobierno prohibiera más y permitiera menos cosas; y los halcones de seguridad nacional querían que el gobierno ejerciera un enorme poder en el exterior.

Pero dentro de esta extraña y exitosa alianza, ya existía una gran cantidad de electores que deseaban lo que más tarde Trump ofrecería. Pat Buchanan se presentó en las primarias de 1992 y 1996 con una plataforma de oposición a la inmigración, el libre comercio, los derechos de los homosexuales y el multiculturalismo.

A principios de la década de 2000, con Estados Unidos atacado por terroristas y crecientes invasiones extranjeras, muchas de estas personas se unieron al presidente. La disidencia interna en el partido recurrió al tema de los impuestos: una cuestión clave para los activistas conocidos como el Tea Party. La posición populista resurgió en 2008, cuando el partido ya no necesitaba apoyar a un presidente en funciones y algunos se enamoraron de la candidata a la vicepresidencia, Sarah Palin, una gobernadora de Alaska.

Esta forma de republicanismo atrajo a un número de ex demócratas. Bartels: “Encuentro muy poco cambio en el partidismo entre 2015, cuando Trump estaba surgiendo por primera vez como figura política nacional, y a finales de 2017”, escribió recientemente. Muchos de los partidarios de Trump se unieron al partido antes de hacerlo él mismo.

Palin fue la precursora en 2008.

Los candidatos a la vicepresidencia aún podrían ser controlados por la maquinaria del partido. Los no candidatos no podrían serlo. Fox News, que llegó a dominar las noticias por cable en la década de 2000, proporcionó una plataforma para políticos conservadores y populistas.

La campaña de Trump en 2016 podría haber fracasado en otras circunstancias. Pero Fox, con Trump se enfrentó por primera vez a un político cuyo poder lo superaba. La audiencia de Fox News en horario estelar es de alrededor de 2.4m. En su show “The Apprentice”, el reality show de Trump, a veces era visto diez veces más. Cuando Megyn Kelly, un presentador de Fox News, le hizo algunas preguntas moderadas a la fiscalía mientras moderaba un debate, Trump amenazó con boicotear la red. Kelly no fue despedida, pero Fox se unió firmemente al equipo de Trump.

No seas estúpido, sé más inteligente

¿Qué pasó entre 2009 y 2015 para provocar el cambio en los votantes en blancos no universitarios a quienes benefició Trump? La gran recesión que siguió a la crisis financiera de 2008 podría sugerir una causa económica; la presidencia de Barack Obama sugiere una racial. Ninguna de las explicaciones es completamente satisfactoria.

La presidencia de Obama comenzó con la reducción del crédito, el cierre de fábricas y la recuperación de viviendas. Pero estas condiciones golpean más duramente a las minorías con voto demócrata. La frustración por los ingresos estancados podría ser la culpable, pero Reagan y Bush fueron elegidos mientras que los salarios promedio crecían lentamente. Es difícil ver por qué una continuación de las mismas condiciones debería resultar en la victoria de Trump. Y los datos publicados después de las elecciones mostraron que los salarios de los trabajadores manuales habían estado creciendo a su mayor ritmo en años.

Entre los opositores del Partido Republicano de izquierda, se admite ampliamente que la elección de Obama sacó prejuicios raciales del tipo que los republicanos han utilizado desde la “estrategia sureña” de Nixon. Hay algo de verdad en esto, aunque también una simplificación excesiva.

También estaban sucediendo otras cosas. El auge de las redes sociales permitió que las personas hablaran de política de una manera no mediada, leyendo y diciendo cosas que nunca se habrían dicho en la televisión abierta o en los periódicos. Fox entendió, hasta cierto punto, cómo funcionaba este nuevo discurso libre de restricciones y con frecuencia libre de hechos. Trump lo sabía en sus huesos. Podía, y lo hacía, hablar el lenguaje del resentimiento vulgar como un profesional. Para muchos de sus seguidores, cuanto más desaprobaba esto, más válido y admirable parecía.

Fiesta de uno

¿Cuánto tiempo puede durar su dominio? La derecha estadounidense tiene una característica permanente que en otros lugares se encuentra principalmente entre los revolucionarios de izquierda: se come a sus hijos. Antes de que apareciera Trump, el ciclo generalmente se desarrollaba así: un retador ganaría una elección primaria republicana acusando a su oponente de ser un conocedor de Washington que había traicionado a la causa conservadora. Luego se dirigiría a Washington para luchar contra los negocios habituales durante algunos ciclos electorales antes de ser atacado a su vez como representante del odiado establecimiento.

Por el momento, esta dinámica parece estar favoreciendo a Trump, silenciando a los oponentes y recompensando a los leales. En algún momento, sin embargo, el ciclo cambiará. Los salvadores de hoy serán los traidores del mañana.

Los partidos políticos centrados en una sola personalidad se derrumban después de que el líder se va. Es difícil para un partido colapsar por completo en un sistema de tan solo dos partidos. También es raro que uno vuelva a ser lo que alguna vez fue. Debido a que el partido se estaba volviendo Trumpiano mucho antes de que Trump tomara el poder, ya no volverá a los años 80 en su ausencia, sino a la década de 1880. Trump no creará un legado de un conjunto de ideas políticas como Reagan hizo con aquellos que había heredado de Goldwater y otros. Pero las actitudes que ha montado en el cargo lo sobrevivirán.

Si el Trumpismo va a definir al Partido Republicano para la próxima década o más allá, hay tres formas en que podría desarrollarse.

Lo más preocupante sería que el partido eligiera a otro líder como Trump, que no se preocupe por la separación de poderes, la independencia judicial o la libertad de prensa, pero que, a diferencia de Trump, los socave eficazmente.

Una segunda posibilidad es que el partido pierda poder y se convierta en el ala electa de un movimiento antigubernamental, su escenario predeterminado cuando los demócratas tienen el poder.

Hay una tercera posibilidad. Las actitudes de Trump podrían conducir a políticas orientadas a la creación de un nuevo New Deal, como lo plantea Geoffrey Kabaservice del Centro Niskanen.

Un proyecto nacional que la derecha de Estados Unidos podría apoyar, pues aliviaría la rigidez de un movimiento que raya en el anarquismo por su hostilidad hacia el gobierno y que en gran medida equivale a un compromiso con la traición. Pero si se basa en el resentimiento blanco, y por lo tanto intenta excluir de sus ofertas a algunos estadounidenses, podría atrincherar tantos problemas como soluciones. Lampadia




Renovación de los liderazgos políticos europeos

Al cierre de 2016, la Unión Europea estaba encaminada a un declive sin fin. Por primera vez en su historia, un estado miembro había votado para irse. Se temía que la partida de Gran Bretaña desencadenaría una reacción en cadena. Sin embargo, a medida que Europa ha ido enfrentando nuevas amenazas como la crisis de la eurozona, la crisis de refugiados, el conflicto eterno con Rusia, etc; aunque varios de estos problemas perduran, ahora la UE empieza a mostrar un mejor estado de ánimo.

En parte, esto refleja la recuperación de la salud económica. La economía de la eurozona ha crecido a su ritmo más rápido durante una década en 2017 (2.5 %) y el desempleo cayó a su nivel más bajo desde 2009 (8.7 %). Por el contrario, el Reino Unido, en su absurdo proceso de avanzar con el Brexit, ha crecido al 1.8 %, su peor desempeño desde 2012. Las diferencias son notables.

Emerge un nuevo líder en Europa

Pero una razón central por la que la UE está en una mejor situación, es el sorprendente advenimiento de Emmanuel Macron como presidente de Francia. Un improbable francés que enarbola las banderas del globalismo, abandonadas por gran Bretaña. Su victoria es un recordatorio de la importancia del liderazgo y de la combinación ganadora de talento, ambición y buenas decisiones. La opción por Europa de Macron y su estilo personal, ha creado un cambio profundo en la atmósfera política europea.

El estado problemático de Gran Bretaña ofrece una lección contrastante de liderazgo. La torpeza de Cameron y la falta de visión de Theresa May han instalado un Brexit que, ahora todos, reputan como una derrota auto-infligida. Angela Merkel, la canciller alemana, llegó a burlarse de la negativa de May a hacer a la UE una “oferta” en las negociaciones. Y es que, a pesar de las diferencias entre los pro-Brexit y anti-Brexit, ambos están unidos por la desesperación ante su falta de liderazgo.

Los mejores líderes son capaces de canalizar una crisis, por el lado de las oportunidades. El logro de Macron fue transformar la desesperación en optimismo y el miedo en esperanza.

Sus efectos en Gran Bretaña

En el Reino Unido, poco a poco se ha ido asumiendo que el Brexit es un error de proporciones históricas, pero sus dos partidos políticos principales, no están dispuesto a enmendar entuertos. Ahora, Renew, un nuevo partido político británico inspirado en el pensamiento de Emmanuel Macron y su movimiento ¡En Marche!, ha salido a la luz este 19 de febrero. Este nuevo movimiento antibrexit intentará bloquear cualquier intento de la primera ministra británica, Theresa May, de continuar con el proceso de retirada.

The Renew Party fue fundado por el ex banquero Chris Coghlan poco después de que Macron impulsara el movimiento pro-globalización y europeista.

Renew: Gente ajena a la política para renovar la esperanza en Gran Bretaña

Estos nuevos opositores del Brexit tienen el apoyo de una nueva oleada de descontento público que teme que Reino Unido abandone un bloque económico que podría provocar “la mayor crisis de Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial”, según sus detractores.

Como afirmó recientemente El País de España (ver líneas abajo): “Lo que hasta hace poco era el gran tabú de la política británica se ha roto definitivamente. El desastre de las negociaciones, el vértigo ante la inminencia del incierto desenlace final y el consenso entre los expertos de que, sea este cual sea, será perjudicial para el país, han animado diferentes iniciativas que confluyen en un objetivo común: detener el Brexit. La última, un nuevo partido político, bautizado como Renew e inspirado por el movimiento En Marcha de Macron, que este lunes ha lanzado su campaña nacional.”

Ver en Lampadia nuestros análisis anteriores sobre los fenómenos de la Unión Europea (UE) que están detrás de la metida de pata de los británicos con el Brexit, y más allá del Brexit: Los problemas de Europa van más allá del Brexit, La política británica al borde del abismo y Brexit: Sombrío futuro de GB tras absurdo referéndum.

Se extiende la renovación de líderes políticos en Europa

Angela Merkel, el ancla política del libre mercado y la globalización durante los últimos diez años en Europa, luego de haber perdido la posibilidad de mantener un gobierno de mayoría, nombró el lunes pasado a una nueva dirigente en un papel fundamental, como presidenta de su Partido Demócrata Cristiano (CDU).

El nombramiento coloca a Annegret Kramp-Karrenbauer (llamada AKK), en la posición clave para hacerse cargo de la fiesta cuando Merkel finalmente renuncie o sea forzada a dejar el cargo. Por su lado, AKK explicó que acepta el reto que le propone la canciller en “uno de los momentos políticos más difíciles de la historia de la República Federal alemana” y prometió lanzar un debate en profundidad sobre el programa del partido “desde la base hacia la cúpula”.

Según El País de España, “Kramp-Karrenbauer es una política de 55 años, considerada una centrista dentro del boque conservador de Merkel. (…) y podría convertirse en una garantía de continuidad del merkelismo en Alemania, frente a las corrientes más derechistas de un partido en el que la tentación de dejarse contagiar por el discurso antiinmigración de la extrema derecha va en aumento”.

Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK)

La verdad es que el liderazgo de Emmanuel Macron ha sido clave para generar una resaca europeísta en la política de la unión. Atempera la fiebre populista que golpeó al Reino Unido, con el Brexit y a Estados Unidos con Donald Trump, que casi captura Austria y Holanda, y establece un nuevo centro de gravedad de la política global. Al elegirlo con una contundente mayoría en la Asamblea, los franceses han empoderado a un carismático nuevo líder para la gran batalla política entre el globalismo y el nacionalismo que está en marcha en las democracias occidentales, acusadas de sufrir de una creciente desigualdad por la globalización, sin reparar en otros fenómenos como el de la ‘cuarta revolución industrial’ y el crecimiento de las economías emergentes.

El control de la Asamblea francesa por su partido, Republique en Marche (REM), permite que Macron, defensor de la globalización, de una política centrista y de la Unión Europea, lidere las reformas que necesita Francia, pero también pone un ‘estate quieto’ al populismo europeo con sus propuestas nacionalistas, balancea la pérdida del liberalismo británico en Europa e instala una fuerza reformadora que va más allá de Francia, a Europa y el resto de occidente. Ver en Lampadia el nacimiento de Macron y su significado para la política francesa: Establishment francés creó a Macron para evitar giro político, y para la política global: Una nueva oportunidad para la buena política.

La lección que debemos llevarnos es que la recuperación económica de Francia, y el fracaso del Reino Unido, después del Brexit, nos confirma que el libre comercio y la globalización son esenciales para el desarrollo de los países (aún más así, en los países más pequeños como el nuestro) y también significa que las ideas de la libertad, del comercio, de la apertura global y de la integración son clave para impulsar el crecimiento y el bienestar en nuestras naciones. Lampadia

En las siguientes líneas, compartimos tres notas (glosadas) de El País de España, que profundizan lo analizado más arriba:

Un nuevo partido británico alienta el empuje por detener el Brexit

Por Pablo Guimón
El País, 20 de febrero de 2018

Lo que hasta hace poco era el gran tabú de la política británica se ha roto definitivamente. El desastre de las negociaciones, el vértigo ante la inminencia del incierto desenlace final y el consenso entre los expertos de que, sea este cual sea, será perjudicial para el país, han animado diferentes iniciativas que confluyen en un objetivo común: detener el Brexit. La última, un nuevo partido político, bautizado como Renew e inspirado por el movimiento En Marcha de Macron, que este lunes ha lanzado su campaña nacional.

La intención de Renew, que se define como centrista y busca construir su respaldo sobre la creciente desafección de los votantes con los partidos tradicionales, es “ser duro con el Brexit y con sus causas”. “Pondremos la permanencia en la UE de nuevo sobre la mesa en un voto sobre el acuerdo final con Bruselas”, explica James Clarke, uno de los líderes de la formación.

El partido nació a finales del año pasado, de la mano de un grupo de candidatos independientes que se presentaron a las elecciones de junio con un mensaje anti-Brexit. Sus responsables no ocultan la inspiración directa en el movimiento que aupó a Emmanuel Macron a la presidencia de Francia en mayo del año pasado, con cuyos ideólogos aseguran haber mantenido “reuniones informales” en los últimos meses.

“Las encuestas muestran que está cambiando la opinión sobre el Brexit, y el Gobierno conservador está obligándonos a optar por un Brexit duro sin un mandato claro por parte del electorado”, señala Sandra Khadouri, otra de las voces de Renew.

Una reciente encuesta de ICM para The Guardian, revela que el 47% de los británicos estaría a favor de un nuevo referéndum una vez se conozcan los términos del divorcio, frente a un 34% que se opone a reabrir el debate. Al mismo tiempo, los análisis realizados por el Gobierno arrojan revelaciones importantes: algunas de las regiones que más sufrirán el impacto del Brexit son aquellas que votaron mayoritariamente por él, y solo Londres, donde ganó cómodamente la permanencia, se libraría de un grave perjuicio.

Hace unas semanas se presentó otra iniciativa, bautizada como Our Future, Our Choice (OFOC; Nuestro Futuro, Nuestra Elección). Está comandada por el influyente lord Andrew Adonis, ex laborista y ahora independiente, una de las figuras que libra la batalla legislativa contra el Brexit desde la Cámara Alta. Lo que busca OFOC es “una movilización sin precedentes de la gente joven” para detener el Brexit.

“Este no es un asunto cerrado”, explica Adonis. “Como han mostrado los debates recientes, tenemos una crisis parlamentaria en este país. La primera ministra no dispone de mayoría en ninguna de las dos cámaras para afrontar el Brexit.

La única manera de salir de esta crisis es un referéndum sobre cualesquiera que sean los términos que acuerde [Theresa] May. Unir a los jóvenes, al movimiento laborista y a los empresarios en una campaña contra el Brexit destructivo de la primera ministra, es vital y es donde tienen que enfocarse nuestras energías ahora”.

Varias estrategias

Además de Renew y OFOC, otro movimiento pro-europeo recorrerá el país en los próximos meses. Está fundado por la activista Gina Miller, que se enfrentó al Gobierno en los tribunales para lograr que el Parlamento pudiera pronunciarse sobre el Brexit y ganó, y cuenta con el respaldo de las 400,000 libras que ha recibido del multimillonario húngaro-estadounidense George Soros, que hizo parte de su fortuna apostando contra la libra en el miércoles negro de 1992. Se llama Best For Britain y persigue “levantarse por la libertad de expresión, la democracia y el derecho a pelear contra este Brexit desastroso”.

El voto clave de los jóvenes que vivirán con la salida de la UE

Los diferentes movimientos que persiguen parar el Brexit saben que cuentan con un aliado clave: el electorado joven. El 75% de los votantes de entre 18 y 24 años votó por la permanencia en el referéndum de 2016.

Los colectivos que persiguen parar el Brexit conformaban hasta ahora un paisaje fracturado, pero muchos se han unido bajo el paraguas de un llamado Grupo de Coordinación de Bases, y cuentan con la complicidad de diputados, conservadores y laboristas, para hacer oír su reclamo de un segundo referéndum. Un mensaje que todos saben que necesita la complicidad del electorado joven.

Merkel abre la carrera de su sucesión con una nueva ‘número dos’ en la CDU

Por Ana Carbajos
El País, 20 de febrero de 2018

Berlín dio ayer por inaugurada la carrera por la sucesión de Angela Merkel, con un nombramiento que sacudió los cimientos del bloque conservador. AKK, también conocida como Annegret Kramp-Karrenbauer, y considerada la posible sucesora de Merkel fue propuesta por la propia canciller como secretaria general de la Unión Cristianodemócrata (CDU), según anunciaron ambas en una conferencia de prensa conjunta en Berlín. Con este movimiento, Merkel aspira a acallar a las voces que piden a gritos una renovación en el partido y sobre todo exigen un plan de sucesión de la eterna canciller tras 12 años en el poder.

Merkel aseguró que la propuesta de Kramp-Karrenbauer como número dos del partido cuenta con una “gran apoyo” dentro del partido. Kramp-Karrenbauer explicó que acepta el reto que le propone la canciller en “uno de los momentos políticos más difíciles de la historia de la República Federal alemana” y prometió lanzar un debate en profundidad sobre el programa del partido “desde la base hacia la cúpula”.

La designada les consciente de que le toca pilotar un partido en plena redefinición de su identidad, tras perder el monopolio de la derecha alemana, con la irrupción de Alternativa por Alemania (AfD) que por primera vez ha entrado en el Parlamento con un 13% de los votos. La fragmentación del sistema político ha impedido además hasta ahora la formación de un Gobierno en Berlín, casi cinco meses después de las elecciones en las que ganó la CDU.

Kramp-Karrenbauer es una política de 55 años, considerada una centrista dentro del boque conservador de Merkel. El año pasado frenó con una victoria regional en el pequeño Estado del Sarre (sur de Alemania) donde gobierna, el llamado efecto Schulz que catapultó al partido socialdemócrata. Traerla hasta Berlín se interpreta en los círculos políticos de la capital como el movimiento que marca el inicio de la futura sucesión de la canciller. Su nombramiento debe ser aún aprobado en el congreso de la CDU que está previsto que se celebre el próximo lunes, para votar también el acuerdo de gran coalición con los socialdemócratas. De confirmarse su nombramiento, sería la segunda mujer, después de Merkel en ocupar la secretaría general de la CDU.

Debate interno

La negociación para formar una nueva gran coalición con los socialdemócratas (SPD) hace doce días. Merkel cedió toneladas de poder y los principales ministerios a los socios minoritarios (el SPD) para lograr que el acuerdo de Gobierno saliera adelante, tras cuatro meses y medio de parálisis política en Berlín. Las circunstancias no han sido sin embargo atenuante para las voces críticas, que en el partido piden renovación de caras y de contenido y un plan de sucesión.

Kramp-Karrenbauer cuenta con amplio apoyo dentro del partido, pero aun así, su nombramiento corre el peligro de irritar al ala más conservadora del partido, que dispone también de candidatos a puestos de responsabilidad en la esperada transición del mayor partido alemán.

LA EXTREMA DERECHA ADELANTA AL SPD

El temido sondeo para muchos en Alemania ha acabado por llegar. El partido extremista y anti inmigración Alternativa por Alemania (Afd) ha superado por primera vez en intención de voto a la socialdemocracia (SPD).

La encuesta de Insa publicada por el diario Bild indica que Afd obtendría un 16% de los votos frente al 15.5% del SPD, lo que supone además un mínimo histórico para la socialdemocracia. Según el sondeo, que otorga al bloque conservador de Angela Merkel un 32% de los votos, los dos grandes partidos alemanes no sumarían demás la mayoría suficiente para formar la gran coalición que ahora se negocia.

La canciller, segunda parte

Annegret Kramp-Karrenbauer encarna la continuidad de la política pragmática y centrista de la líder alemana

Por Ana Carbajosa
El País, 20 FEB 2018

A Annegret Kramp-Karrenbauer se la conoce en Alemania como la “mini Merkel”. Su estilo político, dicen, recuerda al de la canciller. La que fuera hasta ayer ministra presidenta del Estado del Sarre es una política poco dada a mostrar sus emociones, con fama de cerebral y eficiente. También como Merkel pertenece al ala más centrista de la Unión Cristianodemócrata (CDU), y podría convertirse en una garantía de continuidad del merkelismo en Alemania, frente a las corrientes más derechistas de un partido en el que la tentación de dejarse contagiar por el discurso antiinmigración de la extrema derecha va en aumento. Con ella, interpretan los analistas, el partido se situaría en el centro de la sociedad, guiado por un pragmatismo alejado de estridencias ideológicas, como el que también ha caracterizado a la canciller.

Nacida en Völklingen, en 1962, al sur de Alemania, casi en la frontera con Francia, Kramp-Karrenbauer estudió derecho y es militante de la CDU desde los 18 años. Habla francés, tiene tres hijos y practica el catolicismo. Es, además, según resaltaban este lunes los medios alemanes, una política asertiva que no necesita alimentar su ego, pero que sabe utilizar los codos cuando es necesario.

De esta mujer de apellido interminable se dice que no pierde los nervios y que goza de una gran aceptación dentro del partido. Incluso los representantes del ala conservadora la respetan por su capacidad de análisis, su seriedad y su olfato político. Reciben además con los brazos abiertos a una política moderada, que por ejemplo apoyó a Merkel en su política de puertas abiertas para los refugiados, pero cuyos valores religiosos la convierten en una garante de los valores tradicionales, como demostró su oposición al matrimonio gay. Es, pues, una política bajo cuyo paraguas caben casi todos, en un partido necesitado de unidad.

La sintonía entre Kramp-Karrenbauer y la canciller Merkel es conocida desde hace tiempo, pero fue la victoria sorpresa y providencial en las elecciones del Sarre del año pasado, que rompió el hechizo del candidato Schulz, la que desató los rumores sobre la posible sucesión. En Sarre, ha gobernado en coalición Jamaica —Verdes, Liberales y conservadores— y en gran coalición con los socialdemócratas, lo que supone una experiencia muy valiosa con vistas al próximo Ejecutivo.

Pero pese a sus virtudes, para muchos Kramp-Karrenbauer es todavía una política de provincias, que hasta ahora gobernaba un Estado de un millón de habitantes. Es evidente su falta de experiencia en la política nacional e internacional. De su rodaje en la capital los próximos meses dependerá su futuro y tal vez también el de Alemania. Lampadia




Macron representa nuestros intereses en el mundo

Macron representa nuestros intereses en el mundo

El Perú debe acercarse a la Francia de Macron

Como todos los años, The Economist nombró a su país del año. Para este 2017, el elegido fue Francia, debido a que su nuevo presidente Emmanuel Macron logró una sorprendente victoria contra las amenazas proteccionistas y aislacionistas, recogiendo la bandera de las sociedades abiertas y de las reformas liberalizadoras.

Emmanuel Macron surgió para transformar una escena política anticuada, deslumbrando al mundo y a muchos en su país con una energía que rejuveneció Francia. Macron llegó a los titulares con consignas como “Hagamos que el planeta vuelva a ser grandioso”.

El político joven y carismático salió victorioso de las elecciones presidenciales francesas, derrotando a la candidata de extrema derecha Marine Le Pen. También ha tenido éxito en la reforma del mercado laboral francés, una hazaña impresionante dada la feroz oposición que enfrentó. Las encuestas indican que Macron está recuperando el apoyo del público, luego de un descenso en las calificaciones de aprobación. En diciembre, cuando Macron cumplió 40 años, la mayoría de los ciudadanos franceses dijeron que lo consideraban “un buen presidente”. La oposición lo ha reprendido por comportarse como un “Rey Sol”, en referencia al monarca francés Luis XIV. Macron incluso proclamó durante su campaña que sería un presidente “jupiteriano”, si ganaba. Con Macron a la cabeza, Francia parece haber superado su era de dudas y recuperó su orgullo nacional.

Curiosamente, cuando el Reino Unido, baja las banderas de la globalización, Francia, que siempre receló de la apertura, las recoge para darle, a la globalización o al europeísmo, un nuevo sentido moral.

Macron se ha mostrado como un líder seguro en lo que respecta a los asuntos mundiales. Invitó a Donald Trump a una glamorosa cena en la Torre Eiffel, recibió al presidente ruso Vladimir Putin en el Palacio de Versalles, organizó la conferencia internacional sobre el clima en París, inició varias iniciativas políticas con el continente africano y acaba de dar la bienvenida al presidente turco Recep Tayyip Erdogan a la capital francesa.

Ahora, con su visión unionista, en el tradicional discurso de fin de año, le habló no solo a los franceses, sino también a sus “ciudadanos europeos”, dijo que la Unión Europea necesitaba redescubrir su ambición para convertirse en una unión “más soberana, más unida y más democrática”.

El presidente francés quiere acabar con la Europa de las naciones para crear algo mucho más cercano a la nación Europa. Él quiere que la UE tenga su propio ministro de finanzas, su propio presupuesto, su propia gobernanza económica. Él cree que debería tener su propio ejército y la fuerza policial fronteriza. Quiere un sistema impositivo armonizado y, políticamente, un Parlamento Europeo más fuerte con listas y partidos transnacionales.

Francia ha seleccionado a un carismático nuevo líder para la gran batalla política entre el globalismo y el nacionalismo que está en marcha en las democracias occidentales. Macron, defensor de la globalización, de la política de centro y de la Unión Europea, se erigió como un bastión contra las fuerzas no convencionales y disruptivas que han alterado la política mundial desarrollada durante los últimos años.

Parece que Macron tendrá la libertad que requiere para hacer impulsar su agenda política. Pero tal vez la noticia más importante es que, al borrar la división izquierda-derecha, ha frenado el crecimiento del populismo y también ha creado una plataforma centrista fuerte, ambiciosa, reformista y optimista, basada en una clara comprensión del nuevo mundo. Ver en Lampadia: Francia rechaza el aislacionismo y abraza la globalización.

La victoria de Macron significa un apoyo a los valores del libre comercio y la globalización, además de las ideas de la libertad, de la apertura económica y de la integración en Europa y en el mundo. Planteamientos muy favorables para el Perú, que solo puede salir de pobre en un mundo abierto.

Lamentablemente, por un evento diplomático que nunca se aclaró, perdimos la ocasión de recibir la visita de Macron, en su primer año de gobierno. Otra metida de pata del gobierno de PPK, que esperamos, que Cayetana Aljovín, con su encanto personal, pueda enmendar. Lampadia

Una nación formidable

The Economist revela su país del año 2017

¿Será la sobria Argentina, la valiente Corea del Sur o la revolucionaria Francia?

The Economist
19 de dic de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Cada Navidad desde el 2013, The Economist ha escogido un “país del año”. Las naciones clandestinas no son elegibles, sin importar cuánto atemoricen a la gente. (Disculpa, Corea del Norte.) Tampoco embelesamos a los lugares que ejercen la mayor influencia a través del tamaño o el músculo económico; de lo contrario, China y Estados Unidos serían difíciles de vencer. Más bien, buscamos un país, de cualquier tamaño, que haya mejorado notablemente en los últimos 12 meses, o haya hecho que el mundo sea mejor.

Cometemos errores. En 2015 escogimos a Myanmar, por pasar de la “dictadura laceriosa” a “algo parecido a la democracia”. Reconocimos que su trato a la minoría Rohingya fue vergonzoso, pero no pudimos predecir cuánto peor sería más adelante. Este año, después de que más de 600,000 rohingyas huyeron de sus humeantes aldeas para evitar ser violadas y asesinadas por el ejército birmano, estuvimos tentados de nombrar a la vecina Bangladesh como el país del año por acoger a tantos de ellos. El país también ha experimentado un rápido crecimiento económico y una fuerte caída de la pobreza. Si no hubiera aplastado las libertades civiles y permitido a los islamistas dar riendas sueltas para intimidar, podría haber ganado.

Otro candidato es Argentina, donde el presidente Mauricio Macri está llevando a cabo dolorosas reformas para restaurar la sobriedad fiscal después de años de populismo derrochador bajo la familia Kirchner. En octubre, el partido de Macri ganó la mayor parte de la votación en las elecciones, lo que sugiere que la mayoría de los argentinos ya no son engañados por estadísticas falsas y la promesa de dinero gratis. A pesar de las protestas violentas en diciembre, esto es progreso.

Al final, nuestra lista final se redujo a Corea del Sur y Francia. Corea del Sur ha tenido un año extraordinario, soportando las amenazas de su vecino del norte con misiles con calma y gracia. Esto no es del todo nuevo: Corea del Norte ha prometido inmolar al Sur por décadas, pero las tensiones aumentaron alarmantemente este año, cuando el presidente Donald Trump y Kim Jong Un intercambiaron burlas, llamándose “cohete” y “desquiciado mental”. Mientras todo esto sucedía, Corea del Sur también tuvo que enfrentar una crisis en su país.

Manifestaciones masivas y una investigación de corrupción condujeron a la destitución de la presidenta Park Geun-hye, quien ahora se encuentra en una celda en la cárcel enfrentando un juicio. Su sucesor, Moon Jae-in, ha dirigido un boicot chino sobre el despliegue de defensas antimisiles (a China le preocupa que el nuevo radar pueda ver tanto a China como a Corea del Norte). Moon ha retrasado cortésmente las demandas de Trump para renegociar un acuerdo comercial. Y un tribunal ha encarcelado a Lee Jae-yong, el jefe de Samsung, el mayor de los chaebol (conglomerados) dominantes del país. En resumen, Corea del Sur ha dado grandes pasos hacia la limpieza de su política interna a pesar de vivir bajo la constante amenaza del apocalipsis nuclear.

Le jour de gloire est arrivé (Llegó el momento de gloria)

En la mayoría de los años, eso sería suficiente. Pero en 2017 Francia desafió todas las expectativas. Emmanuel Macron, un joven ex banquero que no tenía respaldo de ninguno de los partidos tradicionales, ganó la presidencia. Luego, La République En Marche, el flamante partido de Macron, lleno de novicios políticos, aplastó a la vieja guardia para ganar la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional. Esto no fue simplemente un trastorno impresionante. También dio esperanza a aquellos que piensan que la vieja división izquierda-derecha es menos importante que la abierta y cerrada. Macron hizo campaña por una Francia abierta a las personas, los bienes y las ideas del extranjero, y al cambio social en el hogar. En seis meses, él y su partido aprobaron una serie de reformas sensatas, entre ellas un proyecto de ley anticorrupción y un relajamiento de las rígidas leyes laborales de Francia.

Los críticos se burlan de la grandiosidad de Macron (llaman a su presidencia “Jupiteriana”). Piensan que sus reformas podrían haber ido más allá, lo cual es cierto. Tal vez se olvidan de cómo, antes de aparecer, Francia parecía irreformable, ofreciendo a los votantes una opción entre la esclerosis y la xenofobia. El movimiento de Macron hizo a un lado el ancien régime y derrotó al ultranacionalista Marine Le Pen (quien, si ella hubiera ganado, hubiera arruinado la Unión Europea). La lucha entre las visiones abierta y cerrada de la sociedad bien puede ser la competencia política más importante en el mundo en este momento. Francia se enfrentó a los proteccionistas aislacionistas y les ganó. Por eso, es nuestro país del año. Lampadia




Francia rompió el maleficio de la rigidez laboral

La semana pasada, el presidente Emmanuel Macron, superó su primera prueba importante como reformadordesde que asumió el cargo en mayo. Firmó cinco decretos sobre las regulaciones laborales de Francia. Las nuevas reglas, discutidas anticipadamente con los sindicatos, limitarán los pagos de los despidos denominados injustos, y permitirán a las empresas libertad para contratar y despedir trabajadores y para llegar a acuerdos sobre las condiciones de trabajo.

Como muestra el gráfico anterior, los franceses habían perdido en bienestar versus sus pares. Algo que permitió el volteretazo político de la elección de Macron, que incluyó la tomadel control de la Asamblea.

Los decretos ya se han convertido en ley, aunque no surtirán efecto hasta que se reglamenten antes de fin de año. Los cambios en el código laboral son los primeros en una serie de reformas que Macron ha prometido con el objetivo de revitalizar la economía y reducir el desempleo. Sorprendentemente, las demostraciones contra la reforma, parecen estar amenguando. También hay planes para enmendar los beneficios de desempleo y los sistemas de pensiones.

Tras varias semanas de negociaciones y un centenar de reuniones con sindicatos, el gobierno francés presentó una ambiciosa y amplia reforma de la legislación laboral. El objetivo de la “Ley de refuerzo del diálogo social” es aumentar la flexibilidad del mercado laboral a través de 36 medidas concretas. Una mayor flexibilidad a su vez reducirá el costo de hacer negocios para las empresas y, por lo tanto, aumentar la competitividad y la propensión a invertir. Esta reforma es una piedra angular del plan del gobierno para adaptar la economía francesa, la segunda más grande de la zona euro, a una economía mundial competitiva, globalizada y en rápida evolución.

 

Macron firma la reforma laboral francesa – Fuente: independent.co.uk

Macron celebró esta ley, afirmando que es “una reforma profunda y sin precedentes del mercado de trabajo, crucial para nuestra economía y nuestra sociedad”. Además, pronosticó que los efectos serían profundos “en el empleo y en particular para los jóvenes y las personas menos calificadas”.

La reforma está respaldada por una fuerte legitimidad de los votantes de las elecciones presidenciales y legislativas, así como de la Asamblea Nacional francesa que autorizó al gobierno a utilizar las ordenanzas para acelerar el proceso. Por lo tanto, el gobierno está cumpliendo con la promesa de reformar la economía francesa lo antes posible. La reforma alentará a los empleadores a incrementar la contratación eliminando aspectos rígidos del mercado de trabajo.

La reforma tiene tres ejes principales, según el Ministère du Travail (Ministerio de Trabajo) de Francia:

  1. Las relaciones laborales serán simplificadas. Los empleadores tendrán más libertad para negociar el tiempo de trabajo, los salarios y las horas extraordinarias con menos restricciones de las normas establecidas actualmente. El número de órganos estatutarios que representan a los trabajadores se reducirá de cuatro a uno. Las empresas que empleen a menos de 50 trabajadores, es decir, el 95% de las empresas francesas, podrán negociar directamente con los empleados, sin ningún delegado de un sindicato.
  2. El mercado de trabajo será más flexible. El elemento de riesgo financiero y la incertidumbre vinculada a los planes de despido serán minimizados gracias a un menor límite de indemnización otorgado por los tribunales laborales por despido injustificado. Cada empresa podrá contar con un mecanismo de despido voluntario.
  3. Francia será más acogedora para los empresarios e inversores. Los tribunales laborales sólo tendrán en cuenta la salud financiera de las filiales en Francia y no los activos de una empresa en el extranjero, al evaluar la importancia de los despidos basándose en dificultades económicas.

Días después, líderes y miembros de sindicatos opositores a la reforma marcharon en ciudades de toda Francia, en protesta, aunque en números mucho más bajos que las protestas similares de una semana antes.

El pasado intento de François Hollande de reformar el código laboral francés provocó grandes protestas y condujo a la ocupación francesa, “Nuit debout” (Noche en pie, en francés). Pero la ley de Hollande, que flexibilizó las horas de trabajo y fue forzada por su gobierno, fue muy modesta en comparación con la de Macron. Macron dice que las reformas son necesarias para hacer la economía francesa más competitiva, atraer a los inversores y reducir la tasa de desempleo del 9.5 %, que se mantiene encima de la media de la eurozona.

 

Fuente: telesurtv.net

Los sindicatos han calificado las propuestas como la “ley laboral XXL”. Jean-LucMélenchon, líder del partido de extrema izquierda Francia Insoumise (“Untamed France”), los describió como un “golpe de estado social”. Los críticos dicen que las reformas de Macron reducirán significativamente la seguridad en el empleo.

La mirada desde el Perú

Esta revolución planteada por el gobierno francés nos debería hacer reaccionar en el Perú, sobre nuestras políticas laborales, para que permitan facilitar la creación de empleo de calidad y empezar a superar la perniciosa desprotección laboral del inmenso sector informal. Necesitamos una nueva formalidad, una ‘formalidad incluyente’. (Ver en Lampadia: El altar del laboralismo se rinde a la ‘dura prueba de la realidad’ y Sin flexibilidad laboral perdemos empleo y productividad). Nuestras regulaciones laborales y sus impactos en el mercado de trabajo son muy similares a las que Francia se alista a abandonar.

Así como la política peruana siguió a Francia cuando levantaron los muros regulatorios que desincentivaron la creación de empleo, ahora nos toca seguirlos con una reforma efectiva que corrija nuestra rigidez laboral, una de las más extremas del mundo. (Ver en Lampadia: Por décadas, nos equivocamos siguiendo a los franceses). No sigamos promoviendo los malos ejemplos de los opositores a la reforma francesa, liderada por los jóvenes que no tienen empleo, tal como sucedió el año pasado en el Perú con la llamada Ley Pulpín, lo que determinó que los jóvenes se quedaran sin ninguna protección laboral en el mundo de la informalidad.

Está comprobado que la sobrerregulación afecta el normal desenvolviendo de los mercados y el laboral no es una excepción. Por tanto, es urgente avanzar en la flexibilización laboral que nos lleve a ‘una formalidad incluyente’. Lampadia




Una nueva oportunidad para la buena política

El partido del presidente Emmanuel Macron, Republique en Marche (REM), confirmó su liderazgo en la segunda vuelta electoral y consiguió una importante mayoría en la Asamblea francesa. Esto permite que Macron lidere las reformas que necesita Francia, pero también pone un ‘estate quieto’ al populismo europeo con sus propuestas nacionalistas, balancea la pérdida del liberalismo británico en Europa e instala una fuerza reformadora que va más allá de Francia, a Europa y el resto de occidente.

Fuente:  abcnews.com

No, los votantes parisinos no son “vomitivos”, como proclamó el lunes el patético Henri Guaino, tras perder su escaño en la Asamblea. La abstención electoral (algo que hace 30 años vienen diciéndonos que beneficia al Frente Nacional) no es explicación para el ascenso de ¡La República en Marcha! el nuevo partido político de Emmanuel Macron. Y no, Macron no está comenzando una carrera dictatorial a los 39, como tampoco lo hizo Charles de Gaulle a los 67.

Casi nada de lo que se dijo acerca de la política francesa estos últimos días explica el terremoto que al parecer se desató el domingo pasado con la primera vuelta de las elecciones legislativas. Y la catarata de noticias que se sucedieron desde entonces no pasa de ser un molesto zumbido para los que llevan años prefiriendo no escuchar nada.

Entonces, ¿qué está sucediendo? El principal factor del triunfo de Macron, creo, es el cambio estructural. Ese cambio está ahora en su apogeo.

Si realmente estamos viendo el fin de la época histórica que comenzó en 1789, ¿volveremos a los tiempos de la Ilustración? ¿O al momento previo a la Ilustración, cuando echó raíces un nuevo sentido de derechos naturales, y con él el concomitante ideal republicano? ¿Reescribiremos el Leviatán, o lo que es lo mismo, la Paz de Westfalia, pero esta vez sin tener que pasar otra vez por la trágica radicalización de Europa y por guerras mundiales latentes o desatadas?

Traiga lo que traiga el futuro, el hecho central está suficientemente claro: Macron vio lo que sus predecesores apenas atisbaron. Macron es el encargado ahora de reconstruir en campo de ruinas, de trabajar para que el final de cierta forma de concebir la política no implique el fin de la política como tal. Es tarea de Macron, y de quienes lo eligieron y de quienes votaron en su contra o, peor, se abstuvieron, hacer lo mejor que uno puede hacer en tiempos oscuros: imaginar, inventar y encarnar el arte del “nuevo inicio” que, según Arendt, es el corazón latiente de la acción pública.

Emmanuel Macron y la idea posrevolucionaria, Bernard-Henri Lévy,  Project Syndicate, 14 de junio, 2017

https://www.ecestaticos.com/file/8086fd23930e306b6bfc32937b308614/1497855840-resultados2vuelta-01.png

De esta nueva Asamblea Nacional, solo el 25% de los legisladores que han sido elegidos repetirán su mandato. No solo es una de las más jóvenes, también es la más femenina de su historia, 223 mujeres (38.6%) integrarán el Parlamento francés.

Los Republicanos, el gran partido de la derecha francesa, será la primera fuerza de la oposición con unos 135 diputados, un centenar menos que en la última legislatura.

Los socialistas perdieron más de 250 escaños en comparación a la Asamblea Nacional anterior y terminaron con sólo 29 diputados. El partido está ahora en crisis. Han sido castigados por el alto desempleo y la disminución de la confianza nacional que marcó los cinco años de gobierno del ex presidente François Hollande.

Muchos de los nuevos miembros del parlamento francés son jóvenes, son diversos y muchos tienen cero experiencia política. El reclutamiento de estos candidatos fue una parte clave de la estrategia por el presidente francés Emmanuel Macron para renovar el liderazgo francés. Macron atrajo a estos candidatos prometiendo priorizar la habilidad y destreza en sus respectivos sectores sobre la lealtad o experiencia política.

Macron se ha arriesgado al decidir contratar a candidatos con poca experiencia política. Pero esta apuesta le brindó la mayoría absoluta sobre el gobierno. Ahora, Macron y las personas que eligió necesitan mostrarle al pueblo francés y al mundo que este nuevo modelo de política francesa puede funcionar.

Sin embargo, cabe notar que el número de escaños que se pensaba que recibiría luego de la primera vuelta de la semana pasada era bastante mayor que el que obtuvo este domingo. Algunos dicen que esto se explica por la alta abstención, otros por una cierta “fatiga electoral”, y algunos especulan que los franceses querían darle el poder a Macron, sin otorgarle excesivo poder.

Pero esto no quita la importancia de que Macron haya obtenido una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Y es que Macron, un recién llegado a la política, ha logrado transformar el panorama político francés en un tiempo récord. Una propuesta que no existía hace dieciséis meses. Ver en Lampadia: Establishment francés creó a Macron para evitar giro político.

Francia ha seleccionado a un carismático nuevo líder para la gran batalla política entre el globalismo y el nacionalismo que está en marcha en las democracias occidentales. Macron, defensor de la globalización, de la política centrista y de la Unión Europea, se erigió como un bastión contra las fuerzas no convencionales y disruptivas que han alterado la política mundial desarrollada durante el último año.

Parece que Macron tendrá la libertad que requiere para hacer impulsar su agenda política. Pero tal vez la noticia más importante es que, al borrar la división izquierda-derecha, ha frenado el crecimiento del populismo y también ha creado una plataforma centrista fuerte, ambiciosa, reformista y optimista, basada en una clara comprensión del nuevo mundo. Ver en Lampadia: Francia rechaza el aislacionismo y abraza la globalización.

La victoria de Macron no solo significa el contrarrestar la amenaza de que en los países más ricos se sigan diluyendo los valores del libre comercio y la globalización, sino que también significa que las ideas de la libertad, del comercio, de la apertura global y de la integración, estarán en las primeras páginas de los medios y los ciudadanos tendrán una nueva oportunidad de valorar sus aportes. ¡Bonne chance, réformateur! Lampadia

 




Francia recupera la bandera de la ‘Libertad’

Emmanuel Macron es parte de un fascinante nuevo fenómeno político. Después de largas décadas de una política bipartidista, conservadora/socialista, Francia ha visto surgir, en menos de dos años, un nuevo fenómeno, Macron y ‘En Marcha’. Un movimiento político centrista que primero llevó a Macron a la presidencia y ahora lo estaría llevando a lograr una mayoría abrumadora en el parlamento, según los resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas. La mayoría más grande desde 1981, como puede verse en el siguiente gráfico.

Los resultados oficiales publicados el lunes mostraron al partido de Macron, La République En Marche (La República en Marcha) ganar con el 32.3% en la primera vuelta, por delante de Les Républicains y sus aliados con 21.6% y la extrema derecha del Frente Nacional (Le Pen), con 13.2%. El Partido Socialista (el partido del predecesor Francois Hollande) obtuvo solo el 9.5% de los votos, incluyendo a sus aliados. 

El incipiente movimiento centrista de Macron podría pasar de tener cero estaños en la Asamblea Nacional Francesa a un estimado de 400 a 455 asientos, de un total de 577 (entre 69 y 79%). Algo imposible de imaginar solo un par de meses atrás. En cambio, el socialismo, una de las fuerza dominantes de la política francesa, estaría teniendo el peor resultado desde 1958, un movimiento tectónico.

Y es que Macron, un recién llegado a la política, ha logrado transformar el panorama político francés en un tiempo récord. Una propuesta que no existía hace dieciséis meses. Ver en LampadiaEstablishment francés creó a Macron para evitar giro político.

Es importante puntualizar que estas elecciones se dan después del Brexit en el Reino Unido y la adopción de un lenguaje populistoide por parte de su Primer Ministro Theresa May, luego de la captura del poder de EEUU por Trump con una propuesta anti-globalización y libre-mercado, y después de los retos del neo-populismo en Austria y Holanda. Pero además, Macron que toma las banderas de la globalización y el europeísmo, gana con un lenguaje de ruptura con el tradicional independentismo proteccionista francés, alejándose de alguna manera de lo políticamente correcto. Ese espacio de la política que inhibe la renovación de ideas políticas ante el riesgo de perder el piso más ‘seguro’.

Francia ha seleccionado a un carismático nuevo líder para la gran batalla política entre el globalismo y el nacionalismo que está en marcha en las democracias occidentales. Macron, defensor de la globalización, de la política centrista y de la Unión Europea, se erigió como un bastión contra las fuerzas no convencionales y disruptivas que han alterado la política mundial desarrollada durante el último año. 

Fuente:  enpaiszeta.co

La derecha, que hace sólo un año era la favorita en ganar las elecciones presidenciales y parlamentarias, se enfrenta a un resultado decepcionante y podría estar en camino a su peor puntuación parlamentaria de posguerra en la Quinta República de Francia.

El partido ultraderechista Frente Nacional quedó en tercer lugar con 13% de la votación, por debajo de las expectativas. Su líder, Marine Le Pen, no pudo sacar provecho de los 10.6 millones de votos que ganó cuando llegó en segundo lugar en las elecciones presidenciales del mes pasado.

Sin embargo, el gran derrotado de las elecciones fue el Partido Socialista (PS), que hasta ahora constituía junto con los ecologistas el grupo más numeroso en la Asamblea Nacional. Este domingo obtuvo el peor resultado en 59 años.

Cabe recordar que esta ha sido la primera vuelta, y que la elección de los diputados de la Asamblea Nacional pasa también por una segunda vuelta, en la que participarán los que hayan quedado en primer o segundo lugar en cada jurisdicción, a no ser que hayan obtenido el 50% de la votación. También podrán participar en la segunda vuelta los que hayan obtenido el 12.5 de la votación y quedado en tercer o cuarto lugar (los porcentajes se refieren a los votantes inscritos en las listas nominales). La úlitma compulsa tendrá lugar el 18 de junio.

La mayoría parlamentaria de Macron lo ayudará a implantar las reformas necesarias para modernizar y reactivar la economía, hacer frente a las altas tasas de desempleo y cerar mejores espacios de innovación. 

Parece que Macron tendrá la libertad que requiere para hacer impulsar su agenda política en la Asamblea Nacional. Pero tal vez la noticia más importante es que, al borrar la división izquierda-derecha, ha frenado el crecimiento del populismo y también ha creado una plataforma centrista fuerte, ambiciosa, reformista y optimista, basada en una clara comprensión del nuevo mundo. Ver en Lampadia: Francia rechaza el aislacionismo y abraza la globalización.

En los pocos días que lleva en el gobierno Macron, ya ha dado claras muestras de proyectar su liderazgo más allá de sus fronteras. Ha enfrentado a Trump e invitado a los científicos de EEUU a mudarse a Francia. Ha proclamado un lema contestatario: “Hagamos nuestro planeta grande otra vez”. En sus conversaciones con Ángela Merkel ha planteado la necesidad de hacer reformas en la Unión Europea, algo que planteamos en Lampadia: Europa ha recibido muchos avisos que debe escuchar.

Desde la perspectiva peruana, la victoria de Macron no solo significa el contrarrestar la amenaza de que en los países más ricos se sigan diluyendo los valores del libre comercio y la globalización, esenciales para el desarrollo de países pequeños como el nuestro; también significa que las ideas de la libertad, del comercio, de la apertura global y de la integración, estarán en las primeras páginas de los medios y los ciudadanos tendrán una nueva oportunidad de valorar sus aportes. Macron está listo para liderar una nueva ‘revolución francesa’. Lampadia