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¿Leninismo detrás del Alba, Mercosur y Celac?

¿Leninismo detrás del Alba, Mercosur y Celac?

En las últimas semanas hemos publicando varios artículos contrastando las diversas opciones del Perú en cuanto a política internacional, precisando, por ejemplo, que Unasur y el Mercosur eran procesos de integración política antes que  comercial, en tanto que la Alianza del Pacífico era un camino de integración económica, comercial y social que era fundamental para continuar con el crecimiento del país. (Ver lista de publicaciones)

¿Desarrollo o juego político?

¿Agenda Comercial paralizada?

Alianza del Pacífico: dirección correcta

Una mucho mejor Mirada

 

Más allá de cualquier argumentación, nunca nos imaginamos el extremo de politización e ideologización que existía detrás del Alba, Mercosur y Celac, tal como se revela, en las recientes declaraciones del Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera (glosadas en un reciente artículo del embajador Eduardo Ponce), que reproducimos a continuación:

“…(a)hora estoy en mi etapa leninista” dijo con ironía, antes de afirmar que “el curso general de la Revolución ha confirmado de una manera admirable, una de las tesis de Marx: cuando la Revolución avanza, obliga al enemigo a recurrir a métodos de defensa cada vez más extrema. El ALBA, la Unasur, la CELAC son parte del proceso revolucionario de esta etapa, son alternativas distintas que surgen de la diversidad. Pero esta autonomía que generan frente a EEUU, desencadena una contraofensiva del Imperio. En el actual momento, la punta de lanza de esta reacción, se llama Alianza del Pacífico. Se han alineado allí los gobiernos más conservadores del continente, comandados por EEUU, quien los reúne y articula, fijando una estrategia de contrainsurgencia continental, no para acabar con guerrillas sino para avanzar sobre Estados y gobiernos”. http://alainet.org/active/65228

Por considerar de sumo interés publicamos a continuación el artículo completo del embajador Eduardo Ponce.

Sudamérica: Una mayoría prepotente

Embajador J. Eduardo Ponce Vivanco

En un consumado acto de fariseísmo, Chávez y el ALBA manipularon a MERCOSUR y UNASUR para que suspendieran al Paraguay (junio del 2012). Fue una cínica exhibición de prepotencia para presentar como ilegítima la legítima decisión del Congreso paraguayo, destituyendo de la Presidencia a un prolífico exobispo “progresista”. Pero el verdadero objetivo chavista -compartido con Brasil, Argentina y Uruguay- era incorporar a Venezuela al MERCOSUR circunvalando la resistencia de Paraguay, un país aguerrido y rodeado de gigantes que siempre han necesitado coaligarse para doblegarlo. Lo suspendieron violentando las normas de su cláusula democrática y su carta constitutiva (Tratado de Asunción).

UNASUR superó el guión. Suspendió al Paraguay sin una cláusula democrática vigente y con un Tratado Constitutivo que no estipula el derecho de sancionar a los miembros. El Perú fue parte de ese consenso deplorable y arrebató la presidencia pro témpore al Paraguay en una Cumbre, donde los presidentes adoptaron “… la decisión política basada en el tratado constitutivo de Unasur (falso), de suspender a la República del Paraguay de participar en los órganos e instancias de la Unión, hasta tanto este Consejo revoque la suspensión” (Declaración de Mendoza, artículo 2º, 28.6.2012).

Una nota de prensa de Cancillería (9.7.13) informa que la Canciller del Perú recibió el “Informe Final de la Misión de Seguimiento Electoral (…) en el que se detalla las acciones realizadas como parte de las elecciones generales celebradas en Paraguay en abril último”. Se recuerda que fueron ocho los países que integraron la Misión presidida por el expremier Lerner, la misma que “formuló algunas recomendaciones técnicas para futuros comicios en ese país.” (no obstante lo impecable que fueron sus elecciones).

Estas arbitrariedades fueron cínicamente justificadas por el presidente uruguayo Mujica. Son decisiones “políticas”, dijo, implicando que la política y la voluntad presidencial están por encima del Estado de Derecho. Reafirmando la tendencia, MERCOSUR acaba de entregar su presidencia a Venezuela, a pesar de que Paraguay había solicitado que se le restituya en esa función, de la que fue despojado cuando lo suspendieron. Los paraguayos han respondido con dignidad y sujeción al Derecho: no se reincorporarán al MERCOSUR.

¿Cuál es el origen de estas barbaridades? En una reciente disertación en el Centro Cultural de la Cooperación en Buenos Aires (1.7. 2013), el vicepresidente boliviano García Linera ha iluminado el oscuro camino que transitamos como borregos:

“…(a)hora estoy en mi etapa leninista” dijo con ironía, antes de afirmar que “el curso general de la Revolución ha confirmado de una manera admirable, una de las tesis de Marx: cuando la Revolución avanza, obliga al enemigo a recurrir a métodos de defensa cada vez más extrema. El ALBA, la Unasur, la CELAC son parte del proceso revolucionario de esta etapa, son alternativas distintas que surgen de la diversidad. Pero esta autonomía que generan frente a EEUU, desencadena una contraofensiva del Imperio. En el actual momento, la punta de lanza de esta reacción, se llama Alianza del Pacífico. Se han alineado allí los gobiernos más conservadores del continente, comandados por EEUU, quien los reúne y articula, fijando una estrategia de contrainsurgencia continental, no para acabar con guerrillas sino para avanzar sobre Estados y gobiernos”. http://alainet.org/active/65228

Colofón: Guyana, Surinam y Nicaragua se asocian al MERCOSUR, del que Bolivia es miembro pleno desde el 7.1.2012. A pesar de ello, La Paz se mantiene en la Comunidad Andina, donde -además- ha tomado la Secretaría General, sumándola a la que tiene en la CAF hace 22 años. ¿Alguien negocia por el Perú?

Publicado en el diario Correo, 14 de junio del 2013