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Cómo la guerra comercial Sino-Estadounidense está afectando los mercados de productos básicos

Cómo la guerra comercial Sino-Estadounidense está afectando los mercados de productos básicos

Sus efectos se extienden más allá de las dos superpotencias.

The Economist
2 de diciembre de 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Los precios de los productos básicos han estado en una montaña rusa en los últimos años. Impulsados por la demanda china, alcanzaron un pico vertiginoso en 2011. El exceso de oferta y los temores de una desaceleración de los mercados emergentes llevaron a una larga caída hasta 2016. Luego, los precios comenzaron a recuperarse, hasta que el presidente Donald Trump comenzó a aumentar los aranceles de importación estadounidenses en 2018, provocando represalias de China. Se avecinaba una desaceleración mundial, exacerbada por la guerra comercial. Pero en octubre, Trump suspendió algunos aumentos de tarifas. Las esperanzas de una mini tregua estaban en el aire, pero la semana pasada el presidente estadounidense enfureció a China al firmar un proyecto de ley que apoya a los manifestantes en favor de la democracia en Hong Kong. Esto puede haber estancado un trato. Los precios de los productos básicos han seguido estos giros y vueltas.

Considera el algodón. China es el mayor consumidor mundial de fibra y Estados Unidos el mayor exportador. Los precios han caído una cuarta parte desde mediados de 2018. Eso refleja en parte la desaceleración de la demanda de ropa, ya que la economía de China se ha desacelerado. Pero el aumento arancelario de China del 25% sobre las importaciones estadounidenses también ha amortiguado la demanda, haciendo que los precios caigan. Los fondos de cobertura se han vuelto bajistas y se pronostica que los inventarios estadounidenses serán los más altos en una década.

China también ha golpeado a otros productos agrícolas estadounidenses con aranceles. Como resultado, China está tomando una proporción menor de las exportaciones estadounidenses de granos, soja y pieles este año que en 2017. (Una demanda clave de la administración Trump en las conversaciones comerciales es que China compre más de su producto. Aunque China está comprando más soja) Como resultado, su participación en las exportaciones estadounidenses aún no se ha recuperado por completo.) Las exportaciones de madera estadounidense a China han caído en un 40%, y los madereros han hecho recortes y despidos.

Los efectos de la guerra comercial se extienden más allá de América y China. China representa las tres cuartas partes de las exportaciones de lana de Australia. Temiendo los aranceles estadounidenses sobre la ropa hecha en China, ha reducido las compras. Los precios de la lana han bajado un cuarto desde su máximo histórico de septiembre de 2018.

Mientras tanto, los metales están cada vez más expuestos a la guerra comercial. Ante los inminentes aranceles, los mercados pronostican una demanda mundial más débil y los precios han caído. La última ronda de aranceles de Trump anunciada en agosto afectó los precios de los metales más que los anuncios anteriores. Los metales también están más estrechamente relacionados con el ciclo económico que los productos agrícolas. El cobre, por ejemplo, se considera un referente porque se usa en viviendas y construcción. En septiembre alcanzó un mínimo de dos años.

En contraste, el oro ha estado brillando en medio de la incertidumbre. Las preocupaciones sobre las tensiones geopolíticas y el crecimiento económico han impulsado la demanda. El precio del oro ha aumentado un 15% desde el comienzo del año, a alrededor de $ 1,500 la onza. En septiembre alcanzó su nivel más alto desde la primavera de 2013. Pero a medida que aumentaron las esperanzas de una tregua comercial, el precio perdió parte de su brillo y el cobre recuperó un poco de brillo.

El índice de precios de los productos básicos de The Economist fue modificado en octubre de 2019. Nuestros nuevos pesos se pueden encontrar en el siguiente cuadro:

 




Legado natural y cultural debe ser puesto en valor

Legado natural y cultural debe ser puesto en valor

“En el Perú se ha producido un largo proceso de domesticación de plantas y animales que ha durado al menos diez mil años y de ninguna manera se ha interrumpido, porque continúa en la actualidad. Nuestro país es uno de los centros mundiales de origen de la agricultura y la ganadería”, sostiene Antonio Brack en su libro Perú Legado Milenario.

El hombre llegó a los Andes hace unos 20,000 años, desde entonces inició un largo proceso de adaptación y de transformación de su entorno para desarrollarse. La domesticación de plantas y animales fue una de las tareas primordiales que le permitieron alcanzar el sustento, base para la construcción de una civilización compleja.

Como sostiene Ruth Shady, la descubridora de Caral, “Con esa estructura social, los grupos humanos tejieron redes y manufacturaron embarcaciones para el aprovechamiento de los recursos marinos, fluviales y lacustres y domesticaron variadas especies vegetales, como papa, achira, camote, racacha, oca, quinua, quihuicha, kañihua, olluco, frijol, pallar, zapallo, algodón, calabaza, maíz, entre otras, o animales, como llama, alpaca, cuy, etc. Posteriormente, bajo la organización de las autoridades políticas y la producción de conocimientos por los especialistas, la transformación del paisaje fue mayor, aplicaron a los suelos tecnologías apropiadas” para hacerlas productivas, desde complicadas técnicas de conservación de agua e irrigación, así como el aprovechamiento de terrazas (andenes).

Existen cerca de 4,400 plantas nativas utilizadas por el hombre para 49 fines distintos. “182 de las cuales están domesticadas y 1,700 que se cultivan, pero también se hallan en forma silvestre. Pero detrás de estas cifras se esconde un largo proceso de descubrimientos y acumulación de experiencias, muy difícil de imaginar y más difícil de reconstruir”, señala Brack.

La labor y el conocimiento del hombre del Ande, convirtieron a nuestra civilización y al Perú en uno de las más grandes despensas mundiales. Como indica Brack: “A nivel mundial la domesticación se ha desarrollado en varios centros importantes, conocidos hoy como los centros de Vavilov, en honor al botánico ruso, I. N. Vavilov (1886-1942), quien se dedicó a su estudio y que también visitó al Perú”.

Según el científico ruso en China se domesticaron 136 especies; en India y zonas aledañas 117, Mediterráneo (España a Siria) 84; Cercano Oriente (Asia Menor, Irán) 83;  México y Centro América 49; Asia Central (Paquistán y Afganistán) 42; Etiopía 38. Finalmente en Sudamérica 150.

La domesticación de la papa, es quizá el aporte más significativo que ha efectuado el Perú y la civilización andina a la alimentación mundial. Domesticada hace unos 7,000 años en las inmediaciones del lago Titicaca, la papa fue la fuente de alimentación del hombre andino y posteriormente de Europa y del mundo entero. 

La papa se fue el remedio para las hambrunas que asolaron el viejo continente luego de Guerra de los Treinta Años (siglo XVII). Poco a poco se fue convirtiendo en el alimento de las masas. La revolución industrial no se entendería sin este cultivo que se transformó en base del menúde la clase obrera. Este tubérculo bendito crece en casi toda condición y su fuente de carbohidratos permite que las poblaciones de bajos recursos pueden tener algo que llevarse a la boca.

Otro aporte genial fue el de los auquénidos (llamas y alpacas) cuya lana es una de la fibras más codiciadas del mundo. 

Por si fuera poco el generoso suelo peruano acogió con facilidad los productos de otras tradiciones culturales lo que ha permitido que en nuestro país se siembre casi de todo. Este aporte no solo ha enriquecido y es fuente de una de las actividades culturales más emblemáticas de nuestro país: la gastronomía, sino que permite el desarrollo de una industria agroexportadora pujante.

La riqueza de nuestra gastronomía y parte de nuestro enorme reserva de recursos naturales es una herencia valiosísima y  un potencial que hemos tardado en poneren valor, pero que lentamente se empieza a realizar. Un ejemplo de ello es el reciente éxito de la quinua, que debe terminar siendo el pasaporte para la difusión de los demás granos andinos (ver en Lampadia: La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo). Lampadia