1

Impactos positivos de nuevas tecnologías

Impactos positivos de nuevas tecnologías

En Lampadia nos parece interesante difundir este tipo de información que muestra los impactos positivos para la humanidad que se pueden generar con las nuevas tecnologías:

IBM revela las innovaciones que cambiarán nuestras vidas en los próximos 5 años

Fuente: IBM Research
2018

Innovaciones tecnológicas parecen ocurrir todos los días, cambiando radicalmente la forma en que vivimos y trabajamos. Hace una década, nadie tenía un iPhone, la inteligencia artificial era una historia de película y la computación cuántica era un concepto teórico. Gracias a la velocidad de transformación, nuestro mundo parece muy diferente hoy de lo que era hace diez años. Entonces, ¿cómo será nuestra vida en un año, o cinco años?

5 en 5 es la lista de predicciones anuales que presenta IBM. Se trata de cinco innovaciones científicas con el potencial de cambiar la forma en que las personas trabajan, viven e interactúan en los próximos cinco años. Este año se enfoca en las tecnologías más disruptivas de nuestra era: inteligencia artificial, computación cuántica, blockchain y ciberseguridad.

1.    Nuestros océanos están sucios. Robots microscópicos que incorporan inteligencia artificial pueden salvarlos

Para 2025, más de la mitad de la población mundial vivirá en áreas con estrés hídrico, es decir, con un fuerte deterioro de los recursos de agua en cantidad y calidad. Pero hasta el momento, los científicos luchan incluso para lograr recopilar y analizar los datos más fundamentales sobre las condiciones en tiempo real de nuestros océanos, lagos y ríos.

IBM adelanta que en cinco años pequeños robots microscópicos con inteligencia artificial, conectados en red a la nube y desplegados en todo el mundo, serán capaces de monitorear continuamente el agua, un recurso crítico para nuestra supervivencia. Esto permitiría, por ejemplo, estudiar el comportamiento del plancton en su hábitat natural y en tiempo real, sin necesidad de recolectar muestras y llevarlas al laboratorio. El plancton es considerado un sensor natural y biológico de la salud acuática porque su comportamiento se altera incluso con pequeños cambios en la calidad del agua.

Existen sensores especializados que se pueden implementar para detectar sustancias químicas y condiciones específicas en el agua, pero se pierde información valiosa que permitiría, por ejemplo, alertar sobre especies invasoras o la introducción de nuevos productos químicos al agua. Actualmente en los océanos podemos encontrar sensores ópticos como el Oxygen (dispositivo electrónico que mide la proporción de oxígeno) y el espectrofotómetro (para medir la cantidad de intensidad de luz absorbida y la presencia de productos químicos) que tienen una vida útil de 2 años. El mayor problema es la bioincrustación, la acumulación de microorganismos y algas en el sensor y puertos de entrada.

Los investigadores de IBM están construyendo robots microscópicos pequeños y autónomos que pueden colocarse en cuerpos de agua para monitorear el plancton in situ, identificar diferentes especies y rastrear su movimiento en 3D. Los descubrimientos se pueden usar para comprender mejor su respuesta ante cambios en el entorno, desde temperatura a derrames de petróleo. Incluso, podrían emplearse para predecir amenazas como la marea roja.

A diferencia de otros sensores, no tiene lente y se basa en un chip generador de imágenes -como el de los teléfonos celulares- para capturar la sombra del plancton mientras “nada” al chip y generar una muestra digital de su salud, sin la necesidad de enfocar. En el futuro, podría estar equipado con Inteligencia Artificial para analizar e interpretar los datos localmente y así informar cualquier anormalidad en tiempo real para que podamos actuar. Al estar todos conectados en la nube de IBM es más seguro para los datos, más sencillo de monitorear, de indicarles acciones a todos a la vez o a uno en particular, escalable y flexible.

Estos pequeños robots comenzarán siendo miles para estudios en pequeña escala, pero en un plazo de cinco años, y con la ayuda de los socios interesados, podremos llegar a cientos de miles. Dependerá de cuántos casos de estudio obtengamos. Se trata de un herramienta que permitirá analizar en tiempo real datos de suma importancia y, si bien los microscopios son relativamente económicos, la infraestructura de IA puede tener un costo mayor en términos de desarrollo inicial, implementación y mantenimiento. A la larga, el proyecto será más barato y efectivo que cualquier cosa hasta ahora.

2.    A nadie le gustan las imitaciones. “Cripto-anclas” y blockchain se unirán contra falsificadores

El fraude le cuesta a la economía mundial más de USD 600 mil millones al año. Y en algunos países, casi el 70 por ciento de algunos medicamentos que salvan vidas son falsificados. Las cadenas de suministro complejas -compuestas por docenas de proveedores en varios países- facilitan que “los malos” manipulen todo y que “los buenos” tengan más dificultades para prevenir falsificaciones.

Las “cripto-anclas” son huellas digitales a prueba de manipulaciones que los investigadores de IBM están desarrollando para integrar en productos o parte de productos. En los próximos cinco años, los anclajes criptográficos utilizados con la tecnología blockchain garantizarán la autenticidad de un producto, desde su origen hasta las manos del cliente.

Por ejemplo, una prueba de sangre plástica para la malaria -del tipo que es falsificada por millones y que se transmite como genuina en toda África- podría estar grabada con un código óptico inalterable. Incluso las píldoras contra la malaria podrían recubrirse con tinta magnética comestible. Entonces, un médico o paciente podría verificar con un simple escaneo de un teléfono inteligente que su medicamente sea seguro y genuino.

Otro tipo de anclaje criptográfico emplea un sensor móvil o un teléfono con dispositivo óptico especial combinado con inteligencia artificial para aprender e identificar estructuras ópticas y características de todo. Todo esto en muy pocos segundos. Esta cripto-ancla puede emplearse para garantizar la autenticidad de contenido líquido -una botella de vino, por ejemplo- o un metal muy caro, incluso sirve para identificar la presencia de ADN en minutos.

Algunos de estos anclajes criptográficos harán más que autenticar bienes físicos. La computadora más pequeña del mundo (literalmente) es una plataforma de computación y arquitectura de dispositivo diseñada por IBM que es más pequeña que un grano de sal, costará menos de diez centavos fabricarla y puede monitorear, analizar, comunicar e incluso actuar sobre los datos. Encapsula varios cientos de miles de transistores en una huella apenas visible para el ojo humano y puede ayudar a verificar que un producto se haya manejado correctamente durante todo el proceso.

Se crean nuevas soluciones para abordar la seguridad alimentaria, autenticar componentes fabricados, productos genéticamente modificados, identificación de objetos falsificados y la procedencia de productos de lujo. Los primeros modelos podrían estar disponibles para los clientes en los próximos 18 meses. Y en cinco años, los avances en microfluídos, criptografía, memoria no volátil (tipo de memoria que no necesita energía para durar) y diseño llevarán estos sistemas del laboratorio al mercado.

3.    Los hackers van a hackear. Hasta encontrar el criptograma de red

La escala y la sofisticación de los ciberataques aumentan cada año, al igual que lo que está en juego. En cinco años, los nuevos métodos de ataque harán que las medidas de seguridad actuales sean completamente inadecuadas. Por ejemplo, dentro de muchos años, una computadora cuántica universal con millones de qubits podría calcular rápidamente las probabilidades y descifrar incluso la encriptación más sólida.

Los investigadores de IBM están desarrollando un nuevo método de seguridad diseñado para resolver esto. Se basa en una arquitectura subyacente conocida como “lattice cryptography”, es decir, criptografía de grilla de puntos que oculta datos dentro de estructuras algebraicas complejas. En matemáticas representan problemas muy difíciles de resolver como, por ejemplo, el “Problema del Vector más Corto”: encontrar el punto de la grilla más cercano al origen. Como no se puede resolver, los criptógrafos pueden usar la misma lógica para proteger información, incluso cuando las computadoras cuánticas sean lo suficientemente potentes como para descifrar las técnicas actuales.

La criptografía en grilla de puntos no es solo para frustrar futuras computadoras cuánticas, también es la base de otra tecnología de encriptación llamada cifrado homomórfico -Fully Homomorphic Encryption (FHE)-. En la actualidad, los archivos se cifran cuando están en tránsito y guardados, pero no cuando están en uso. Este proceso proporciona a los atacantes una gran oportunidad para ver o robar archivos en los momentos en que no están cifrados. Las tecnologías como FHE eliminan esta vulnerabilidad al permitir la realización de cálculos sobre los datos sin desencriptar el archivo, es decir sin acceder nunca a los datos reales. Hasta hace poco, FHE era lento y caro para ser empleado a escala, pero nuevas técnicas de aceleración de hardware y algoritmos redujeron el tiempo y costo de uso. Ahora se pueden hacer en horas o incluso minutos los cálculos que tomarían años.

FHE y otras herramientas de seguridad podrían permitir que muchas partes colaboradoras realicen cálculos en un archivo sin ver datos confidenciales ni exponerlo a los atacantes. Por ejemplo, una agencia de informes crediticios analizaría y generaría puntaje de crédito sin descifrar nunca los datos personales. Los médicos de atención primaria podrían compartir registros de pacientes con especialistas, laboratorios o investigadores de genómica de manera que cada uno accede a los datos pertinentes sin revelar la identidad de la persona.

Vivir en un mundo basado en datos significa que hay más riesgo que nunca de que se robe información personal. En 2017, los desafíos de la economía de datos -desde las violaciones masivas de datos hasta la manipulación intencionada de las plataformas en línea- captaron la atención mundial y plantearon interrogantes sobre cómo podemos aprovechar todos los beneficios de este nuevo mundo mientras que limitamos los riesgos. Esto solo puede suceder a través de un amplio compromiso de todos los actores y es urgente que los líderes empresariales y gubernamentales adopten principios de administración de datos y transparencia. IBM cree que las organizaciones que recogen, almacenan, administran o procesan datos tienen la obligación de tratarlos con responsabilidad. Esta convicción lleva más de 100 años incorporada dentro de nuestro compromiso de confianza y responsabilidad en todas nuestras relaciones. Esto explica por qué las mayores empresas del mundo han creído en IBM como el guardián y administrador de sus datos más valiosos.

La comunidad de seguridad ya se está preparando para el futuro. En diciembre de 2017, los científicos de IBM presentaron sus técnicas de encriptación post-cuántica al National Institute of Standards and Technology para su consideración como estándar global.

4.    Solo IA imparcial sobrevivirá

Dentro de cinco años, aumentará el número de algoritmos y sistemas de inteligencia artificial sesgados, similar al aumento que experimentaron los virus informáticos en los 1900’s. Pero actuaremos en consecuencia para encontrar nuevas soluciones que nos ayuden a controlar los sesgos en IA, nos permitan identificar el prejuicio que se esconde en los datos y podamos construir sistemas más justos y mejores.

Los sistemas de inteligencia artificial son tan buenos como los datos con los que se han entrenado. Los datos incorrectos pueden contener sesgos raciales, de género o ideológicos implícitos. El problema escala porque muchos sistemas de IA son entrenados con información de esa categoría y los datos tendenciosos puende generar resultados injustos. IBM cree que el sesgo puede ser contenido y minimizado, y que los sistemas de IA que puedan lograr ese efectos serán los más exitosos.

A medida que las personas y la IA trabajan cada vez más para tomar decisiones, los investigadores están buscando formas de garantizar que los prejuicios humanos no afecten a los datos o algoritmos utilizados para entrenar esas decisiones. Desde el MIT-IBM WATSON AI LAB están trabajando en modelado de inteligencia artificial y computación cognitiva, como enfoques contractuales a la ética, para describir los principios que las personas utilizan para tomar decisiones y determinar cómo sus mentes los aplican. El objetivo es construir sistemas capaces de emplear ciertos valores humanos y nociones del proceso de toma de decisiones.

El principio crucial, tanto para humanos como para los sistemas, es evitar el sesgo y, por lo tanto, no discriminar. El sesgo en el sistema de IA se produce principalmente en los datos o en el modelo algorítmico. A medida que trabajamos para desarrollar sistemas de inteligencia artificial en los que podamos confiar es fundamental crearlos y entrenarlos con datos imparciales. Al mismo tiempo es clave que los algoritmos puedan explicarse. IBM cree que las empresas deben ser capaces de explicar cómo sus algoritmos llegaron a determinada recomendación; si no pueden hacerlo, sus sistemas no deberían estar en el mercado.

Con este objetivo en mente, los investigadores de IBM desarrollaron una metodología para reducir el sesgo que puede estar presente en el conjunto de datos de entrenamiento, entonces cualquier algoritmo que los utilice para “aprender” perpeturará la menor inequidad posible. Los científicos de IBM también idearon una metodología para probar los sistemas de inteligencia artificial incluso cunado los datos de entrenamiento no están disponibles. Propone un sistema de clasificación de prejuicios que pueda determinar el nivel de equidad: el sistema podría ser imparcial y capaz de compensar el sesgo de los datos (escenario ideal), podría simplemente seguir los sesgos de su entrenamiento (se puede resolver mediante téncicas de despersonalización de datos) o incluso podría introducir un sesgo si los datos son justos o no (peor escenario). El usuario final del sistema de IA podrá determinan el nivel de confiabilidad en función del nivel de prejuicio.

Identificar y mitigar el sesgo en los sistemas de IA es esencial para generar confianza entre los humanos y las máquinas que aprenden. A medida que los sistemas encuentran, entienden y señalan las inconsistencias humanas en la toma de decisiones, también podrían revelar formas en que somos parciales y prejuiciosos para que adoptemos puntos de vista más imparciales e igualitarios.

5.    Hoy, la computación cuántica es el patio de los investigadores. En cinco años, será el principal medio de trabajo

En cinco años, los efectos de la computación cuántica llegarán más allá del laboratorio de investigación. La computación cuántica ya no será exclusiva de la comunidad científica, sino que será utilizada ampliamente por nuevas categorías de profesionales y desarrolladores que buscan este método emergente para resolver problemas que una vez se consideraron insolubles.

La computación cuántica será omnipresente en las aulas universitarias, e incluso estará disponible -hasta cierto punto- en el nivel secundario. Desde cursos de ciencia de la computación hasta química y clases de negocios, los estudiantes se familiarizarán con esta tecnología y buscarán trayectorias profesionales relacionadas. Se integrará en una variedad de planes de estudio y aprender sobre el tema será un requisito previo para los programas de ciencia e ingeniería en todo el mundo. Todas las universidades tendrán al menos un programa y enseñarán a sus alumnos a través de experimentos reales y prácticos, que se ejecutarán en computadoras cuánticas en funcionamiento a las que se accederá a través de la nube. Ningún estudiante se graduará sin haber estado expuesto a aprender sobre computación cuántica.

Es interesante porque una nueva comunidad de desarrolladores aparecerá. El concepto de “aprender a codear” (escribir código) tendrá su versión cuántica en la currícula de ciencias de la computación. Los algoritmos cuánticos se enseñarán junto a los clásicos en teoría de la información.

Esta explosión en el conocimiento público general, en los próximos cinco años, ayudará a iniciar la era comercial de la cuántica, un período en el que la computación cuántica y sus primeros casos de uso se desarrollan rápidamente. Es probable que se trate de casos que utilizarán computadoras cuánticas para simular exactamente moléculas y reacciones químicas cada vez más grandes, lo que podría ayudar a acelerar la investigación y en el futuro conducir a la creación de nuevos materiales, desarrollo de fármacos más personalizados o descubrimiento de fuentes de energía más eficientes y sostenibles.

Los investigadores de IBM ya están logrando hitos de la química cuántica, por ejemplo, emplearon una computadora cuántica para simular con éxito la unión atómica en hidruro de berilio (BeH2), la molécula más compleja jamás simulada por una computadora cuántica. En el futuro, continuarán abordando problemas con una complejidad cada vez mayor, alcanzarán y superarán eventualmente lo que podemos hacer solo con las máquinas clásicas.

Dentro de cinco años, la industria habrá descubierto las primeras aplicaciones donde una computadora cuántica (utilizada junto con una computadora clásica) ofrecerá un beneficio para resolver problemas específicos. Se otorgará una clara ventaja a los primeros usuarios en la era de la computación cuántica.

En el futuro, las computadoras cuánticas ya no serán vistas como misteriosas. El público abrazará esta nueva era. Nuestra comprensión colectiva seguirá creciendo y afectando a todas las industrias y a todas las instituciones educativas. Los conceptos y el vocabulario arraigados en la computación cuántica ya no serán vagos o incomprendidos, sino que formarán parte de la lengua convencional. Las conversaciones sobre la computación cuántica serán normales. Todos sabrán qué es un qubit o estarán familiarizados con la idea.

Ver más información en el siguiente link: http://research.ibm.com/5-in-5/.

Lampadia




Chile regresa a la economía de mercado

Después de cuatro años en los que Chile abandonó las políticas públicas que lo hicieron distinguirse del resto de la región latinoamericana, el socialismo decimonónico del segundo gobierno de Bachelet hizo colapsar la inversión, el crecimiento y alentó las disputas “entre los buenos y los malos”.  

Chile había logrado un crecimiento acumulado que prácticamente eliminó la extrema pobreza y dotó a sus ciudadanos de servicios y condiciones de vida, que les permitían ambicionar, con sustento, el alcanzar el status de país desarrollado.

El afamado historiador británico, Niall Ferguson, lo puso muy claro en una de sus visitas al sur: “Chile ha sido el país más inteligente de la región, pero ahora está ejerciendo su derecho a ser estúpido”.

El bache de Chile es típico de gobiernos dirigidos por la ideología, antes que por el afán de desarrollo integral de sus pueblos.

En Perú nos pasó algo muy parecido, pues en uno de los mejores momentos de nuestra historia, el 2011, optamos por un gobierno del nacionalismo, altamente ideologizado y que no entendía que había que sumar y multiplicar, en vez de restar y dividir.

Pero a diferencia de Chile, en que cuatro años después, el gobierno de Piñera apunta a corregir los errores y dar un nuevo salto adelante; en el Perú, de la mano del ‘gobierno de lujo’ de PPK, no se cambió de discurso, no se corrigieron los errores, se confrontó al Congreso y, con una clamorosa falta de liderazgo, nos precipitamos en la crisis generalizada que hoy nos abruma.

Veamos que pasa en Chile, ya que nuestros medios son incapaces de rescatar las lecciones que necesitamos aquilatar.

Sebastián Piñera arrancó su segundo gobierno en minoría, sin control de las cámaras de diputados y senadores. Su enfoque, desde el primer día, evita toda confrontación y, más bien, lo sustenta en un llamado a ‘Cinco grandes acuerdos nacionales’.

Luego de jurar como presidente, Sebastián Piñera toma juramento colectivo a sus ministros.
Foto de: El Telegrafo

La ceremonia de cambio de mando en el Congreso no incluyó discursos del presidente saliente, ni del entrante. Horas después, desde la casa de gobierno, el flamante presidente propuso: Cinco grandes acuerdos nacionales:

“Convoco a todos mis compatriotas, y muy especialmente a los parlamentarios, a cinco grandes acuerdos nacionales: Por la infancia – Por la seguridad ciudadana – Por una salud oportuna y de calidad para todos – Por la paz en La Araucanía – Para alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza, durante los próximos ocho años.

Infancia: “No solo porque ellos son nuestro futuro, sino porque una Patria grande, justa y solidaria no puede fallarle a ninguno de sus hijos sin fallarse a sí misma”.

Seguridad ciudadana: “La seguridad ciudadana es una condición fundamental para poder desarrollar nuestros proyectos de vida.

Salud: “Nos haremos cargo de la grave crisis de nuestro sistema de salud, que sin duda requiere cirugía mayor”.

Paz en La Araucanía

Desarrollo y pobreza: “Un gran acuerdo nacional para alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza en los próximos ocho años”.

Glosado del Portal de El Mercurio de Chile

En su corto discurso, Piñera hizo especial énfasis en la clase media:

“En las últimas décadas, la clase media chilena ha progresado, y mucho, en base a su propio mérito, perseverancia y esfuerzo.

Nuestras familias de clase media tienen temores que un accidente en el ciclo de la vida, como pérdida de empleo, una enfermedad grave, el costo de la educación superior de sus hijos, el embate de la delincuencia o una tercera edad extendida, puedan retrotraerlos a una situación de vulnerabilidad, que superaron y a la cual no quieren volver.

Tenemos que recuperar los equilibrios económicos y fiscales. Tenemos que rejuvenecer la capacidad de crecer y mejorar los salarios.

No hay mejor política fiscal que el crecimiento económico.

No hay mejor política laboral que el pleno empleo”.

Fuente: Diario Financiero, Chile, (www.df.cl)

Así como los chilenos tienen que aprender de sus errores; nosotros, los peruanos, también podemos aprovechar las experiencias de nuestro vecino para formar los criterios y el sentido común que nos permitan juzgar las políticas públicas, más allá de las chácharas de la política y la banalidad de muchos medios de comunicación. Por ello, queremos reproducir la entrevista del Diario Financiero de Chile a Fernando Bustamante:

“El de Bachelet fue un mal gobierno”

Fernando Bustamante aborda cambio en La Moneda

El empresario –histórico de la Concertación, pero renunciado del PS– analiza la administración que termina y lo que viene: “Piñera no tiene a nadie al otro lado de la vereda, en la oposición”.

Diario Financiero, Chile
Por Rocío Montes
9 de marzo, 2018
Glosado por Lampadia

Militante socialista desde la adolescencia, Fernando Bustamante vivió la Unidad Popular desde la gerencia de ENAP. Con el golpe tuvo problemas, pero no se fue al exilio: se quedó en Chile aplicando su talento para los negocios y llegó a ser dueño de varias empresas, como Coppelia, que vendió recién hace algunos años. Pero en el régimen de Pinochet no abandonó la política: junto con la actividad privada, a fines de los setenta conoció a Ricardo Lagos en la comisión económica del PS.

Fue en esa época donde comenzó una amistad estrecha y una sociedad ideológica: Bustamante no solo es uno de los mejores amigos del ex- presidente, sino uno de sus cercanos colaboradores. Lo acompañó en el intento senatorial de 1989 y en el esfuerzo presidencial de 1993. En la campaña de 1999 contra Lavín fue uno de sus cercanos estrategas y durante su mandato, 2000-2006, fue presidente de Metro. En esos seis años, duplicó la red de 40 a 80 kilómetros.

Dedicado a los directorios, pero sin empresas productivas a su cargo, en marzo de 2016 renunció al PS. “Milité 59 años y no tomé la decisión por un hecho determinado, porque esto se produjo antes de que fracasara la candidatura de Lagos. Simplemente, no me sentía identificado con la línea del PS desde el segundo gobierno de Michelle Bachelet. Fue grande el desencanto. No observaba que el partido estuviera haciendo las cosas como correspondían y me sentía poco motivado. Se acabó el amor”, señala en esta conversación que se produce en el escritorio de su casa, desde donde sigue al dedillo la contingencia y escribe sobre los temas que le interesan, como la revolución digital, internet de las cosas, la riqueza de los datos, globalización y la educación en esta nueva época.

– Se fue del PS y por primera vez no estuvo en el reciente intento de Lagos de regresar a La Moneda.

– Con Lagos, mi apoyo total. Si él tomaba una decisión, iba a estar con él. En lo que no estuve fue en el comando y lo conversamos: yo sentía que, para estar en política, para lo que hay que dejar mil cosas, se tiene que estar convencido realmente. En esta ocasión, no me sentía identificado con el proyecto que estaba en funcionamiento –el gobierno- y con lo que venía hacia delante. Finalmente, la Nueva Mayoría tomó la decisión presidencial no sobre la base de una discusión programática, de principios y objetivos, sino sobre la base de encuestas. Nunca se llegó a discutir el ideario que tenía Lagos.

– ¿Cómo observa al PS?

– El PS se inclinó por un candidato –Alejandro Guillier– porque en un momento puntual iba subiendo en las encuestas. Pero el poder por el poder produce distorsiones muy grandes, es una perversión. Quedamos con un partido absolutamente liquidado, sin un programa adecuado ni debate interno.

– Si de igual forma se hubiera perdido contra Sebastián Piñera, pero con Lagos, ¿habría cambiado la situación de la centroizquierda?

– De eso no tengo duda: si se hubiese perdido con Lagos, de partida tendríamos una cantidad importante de liderazgos, porque en su equipo había gente joven que habría asumido las banderas. Habría habido, además, un programa. Pero hoy está todo desaparecido. Y lo que ha pasado en el sector posteriormente me tiene muy sorprendido.

– ¿En qué sentido?

– El candidato de la Nueva Mayoría, por ejemplo, ya no pertenece a la Nueva Mayoría, porque en el Parlamento está con los independientes. Los partidos no asumen ningún liderazgo y, como dicen no tener urgencia por una coalición, intentan armar las comisiones en el Congreso. No existe un proyecto, análisis autocrítico ni reflexiones sobre la forma en que se necesita sintonizar con la clase media emergente chilena, con el mundo. Los partidos hicieron una lectura profundamente equivocada y cuando se comete un error de esa envergadura, se hace un mea culpa, se renuncia.

– ¿Por qué se sentía incómodo en la Nueva Mayoría?

– En los ochenta, incluso antes de la caída del muro, con la renovación socialista se acabó la pugna entre una economía centralmente planificada y una capitalista. El PS aceptó el mercado como asignador de recursos, con determinadas supervisiones. El mercado no es capitalista, no es anti-socialista. Cuando llegamos al gobierno en 1990 pensamos que era una tensión que se había superado por completo, pero con la Nueva Mayoría nos encontramos con que de nuevo aparecen los buenos y los malos. Esa coalición –que ya no existe– cuestionó muy ácidamente lo que hizo la Concertación. Por lo tanto, cuando nosotros mismos hacemos pedazo todos los éxitos conseguidos –porque los últimos 20 años son los más virtuosos de los últimos 150-, es muy difícil estar en eso. Amén de la política adoptada por el PC, defendiendo cosas como Cuba, Venezuela o Corea del Norte.

– Finalmente se quebró la alianza entre el centro y la izquierda.

– El rompimiento con el centro comenzó hace muchos años. Con la Nueva Mayoría y este segundo gobierno de Bachelet finalmente se produjo el triunfo de los auto- flagelantes de los años ‘90, los que querían avanzar rápido. Pero buena parte de la DC y gente como yo –socialistas moderados– no estuvimos disponibles ni entonces ni ahora para una izquierdización.

– ¿Bachelet hizo un gobierno izquierdizado?

– A veces pienso que no es que este gobierno haya tenido una gran concepción de avanzar hacia la izquierda. Lo que hubo son reformas mal hechas y mal planteadas, una gestión deplorable. Cuatro años trabajando en una reforma educacional que no se entiende, lo mismo la tributaria y la laboral. Junto con la incorporación del PC, Bachelet planteó un programa que no se conoció. Yo mismo intenté conseguirlo y, por todos los medios, lo pude tener solo una semana antes de las elecciones. Era evidente que Chile no tenía la capacidad para administrar esa cantidad de proyectos, por lo que se iba a bajar el nivel de gestión y de eficiencia. Con la mayoría absoluta en las dos cámaras, además, se abrió espacio a la retroexcavadora.

– ¿Cuál es su diagnóstico del gobierno que termina?

– El de Bachelet fue un mal gobierno. En el plano político, por segunda vez en toda la historia de Chile la misma persona entrega el poder a la oposición. Eso es, al menos, delicado. Segundo, usted destruye dos coaliciones, la Concertación y la Nueva Mayoría. Obtiene una derrota parlamentaria fuerte y un candidato presidencial con apenas el 22% de votación en primera vuelta. Desde el punto de vista político, para la centroizquierda no ha quedado nada encima de la mesa. Todo lo que viene para adelante se tiene que reconstruir. Piñera no tiene a nadie al otro lado de la vereda, en la oposición. Y realmente me preocupa que luego de una derrota política de estas dimensiones nadie salga a dar la cara.

– ¿Qué esperaría?

– Por ejemplo, las directivas siguen sin que se toquen. En el pasado, por la décima parte de esto tenían que renunciar de inmediato y había toda una revisión interna. Un congreso programático, reflexionar: ¿Dónde nos equivocamos? Hoy día, cero.

– ¿Y cuál es su balance desde el punto de vista económico?

-Tenemos todas las variables bastante comprometidas. El crecimiento fue sin duda el más bajo de todos desde el retorno a la democracia: 1.9% de promedio. En los periodos de la Concertación crecíamos más que la economía mundial y más que América Latina, a diferencia de lo que ocurrió en estos últimos cuatro años. El precio del cobre no fue lo determinante: los gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos tuvieron precios inmensamente menores que los de este periodo. La inversión: cuatro años consecutivos de caída y eso no había sucedido en Chile en las últimas seis décadas. Tampoco se ha generado la cantidad de empleo que se logró en los mandatos anteriores. Se dobló la deuda pública y las cuentas fiscales quedaron estrechas. Por primera vez en 20 años subió el riesgo país. Este gobierno deterioró la economía.

– ¿Reconoce avances?

– Los beneficios son discutibles considerando el deterioro que tenemos. Es verdad que por todo lo que se hizo antes y la inercia, Chile todavía en el concierto de América Latina tiene un lugar importante. En este país todavía funcionan las instituciones. Hubo avances como lo realizado en energía –sobre todo en las renovables no convencionales-, la votación en el extranjero, el cambio del binominal, las medidas anticorrupción. Pero si se analiza en una balanza de precisión las cosas buenas y malas, la inclinación a mi juicio es bastante grande en contra. Cuando miro los resultados no puedo llegar sino a una conclusión: lo hicieron mal.

– El ministro Nicolás Eyzaguirre señaló que este gobierno acercó a Chile a ser un país desarrollado.

Le tengo cariño y aprecio al Nico. Durante la época de Lagos nos veíamos todas las semanas, pero no comparto nada de lo que dice, porque las cifras están a la vista. Más que una ley, más que lo que se declara, los gobiernos tienen que ser extremadamente cuidadosos en las señales e incentivos a la sociedad y a los agentes económicos. Y las señales e incentivos en estos cuatro años fueron contrarios al curso que deberían haber tenido. En este minuto, de hecho, hay un clima to- talmente distinto: todavía no asume el gobierno de Piñera y, sin embargo, han cambiado positivamente una cantidad importante de indicadores.

– ¿Bachelet no habrá tenido en contra al empresariado?

– Hay cosas que son consustanciales a la actividad que usted desarrolla. Si usted crea una empresa, su objetivo es que eso le rinda más que un de- pósito a plazo. Por lo tanto, se puede esperar que los empresarios tengan un sentido social, que cumplan con reglas del juego y que tengan una visión ética, pero no corresponde pedirles que tengan una actitud distinta a buscar maximizar sus utilidades. Cuando comenzaron a ver los incentivos y las señales que dio este gobierno, es evidente que se postergaron inversiones, porque nadie aseguraba que se podían recuperar.

– Mahmud Aleuy dice que la coalición tiene la responsabilidad de lo que ocurrió en la elección.

– Perdóneme, pero un Presidente en Chile todavía es jefe de gobierno y jefe de la coalición. ¿Existe hoy alguna duda de que Piñera es el jefe de Chile Vamos? Si el gobierno tiene todas estas fallas, hay una responsabilidad ineludible de la presidenta Bachelet y su gobierno. Y si la coalición está despedazada y hecha pebre, también hay una responsabilidad de Bachelet. Obvio. Es la principal responsable.

– Usted en primera vuelta estuvo por Carolina Goic, que obtuvo un 5%. ¿Qué queda de la centroizquierda moderada y del laguismo?

– La centroizquierda moderada está muy disminuida. Es mucha la gente que sigue creyendo en la moderación, pero no tiene ningún peso político. Este sector quedó huérfano. No por culpa de la candidata, pero el 5% de Goic agudizó el problema.

– ¿Qué piensa de las opciones de Bachelet para 2022?

– Después de todo lo dicho anteriormente, la opción de Bachelet 2022 suena a mis oídos como una broma.

“Piñera va a tener muchísimo que corregir”

Para Bustamante, “por cierto que en Chile existen grados de desigualdad que se deben corregir”. Pero apunta a una mala interpretación de los cambios sociales: “Durante décadas, el 65% de la población era parte de una masa de pobreza, un asalariado precario con inmensa conciencia política. Era la base de sustentación de los partidos de izquierda, por ejemplo. Pero en los gobiernos de la Concertación, aparece un 45% de clase media emergente que no existía, que no quiere volver al pasado y que tiene motivaciones completamente distintas. No tiene tiempo para la política y lo que busca es beneficiarse del inmenso esfuerzo que hace. Ir mejorando y no retroceder. Sin embargo, la izquierda extrema –el Frente Amplio, el PC y parte de los socialistas- sigue pegada en una sociedad donde el 65% estaba en la extrema pobreza”.

– ¿La derecha pudo interpretar mejor a esa ciudadanía?

– Mérito de la derecha o de Piñera es que ha logrado captar a gran parte de esa gente que se desplazó a una clase media emergente que tampoco se identifica con los intelectuales de centroizquierda. Piñera hizo una mejor lectura del nuevo Chile, que quiere soluciones ahora: tasas más bajas, que la educación sea más barata, tener acceso a salud de calidad, una buena jubilación. El gobierno de Bachelet partió con un error de diagnóstico y persistió durante los cuatro años.

– ¿Cuál cree usted que será el legado de Bachelet?

– Como dice Óscar Guillermo Garretón, el legado de Bachelet es Piñera. Y Piñera va a tener muchísimo que corregir. Lo que gastamos en educación superior –cantidades gigantescas–, va a repercutir en educación pre-básica, básica y media, en la técnico-profesional, en salud, pensiones y tercera edad, ignorada por completo. Las posibilidades que tenemos de superar esto es volver a una sociedad inclusiva, al diálogo.

– ¿Una nueva etapa de acuerdos?

– Hacer reformas razonadas, conversar las cosas, avanzar de las maneras óptimas para las mayorías. Tenemos que ir avanzando paulatinamente, para evitar la confrontación social, que lo único que hace es retroceder.

– ¿Piensa en que la derecha tiene opciones importantes de gobernar al menos ocho años? – Hay una cantidad de demandas que son extraordinariamente grandes y los recursos -debido a que hay cantidad de compromisos- van a ser limitados. Va a haber que racionalizar y necesariamente se va a comprar conflictos al abordar la reforma del Estado, tocar en serio el tema de seguridad ciudadana, La Araucanía, etcétera. No me atrevería a decir que la derecha se va a quedar ocho, 12 o 16 años, pero lo concreto es que hay un sector que hizo las cosas mejor que otro. Y los que hoy no tienen ninguna posibilidad es porque lo hicieron muy mal. Lampadia