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Parches y maquillaje

Parches y maquillaje

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

La ratificación de Julio Velarde como presidente del Banco Central de Reserva demoró mucho más de lo necesario por las fuertes pugnas internas en el gobierno, como lo demuestran las críticas de algunos cerronistas a su designación.

Esa es una buena noticia, aunque los directores designados por el Ejecutivo son, por lo menos, rosaditos. Y el efecto ha sido inmediato, el dólar ha bajado, aunque no lo suficiente. Todavía falta la designación de los otros directores por el Congreso y la ratificación.

El otro acontecimiento que ha suscitado esperanzas es la salida del impresentable Guido Bellido de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Sólo en un gobierno como el de Pedro Castillo podía ocurrir que un individuo de esas características ocupara el más importante cargo en el gabinete ministerial.

Pero su reemplazo, aunque también ha suscitado expectativas en algunos, no ofrece ninguna garantía de estabilidad ni moderación. Mirtha Vásquez es una anti minera del grupo del ex cura Marco Arana que ha causado mucho daño al país. Fue una de las que más contribuyó a impedir que saliera adelante el proyecto cuprífero Conga –más de 4,000 millones de dólares de inversión- en 2011, que hoy ya estaría produciendo, generando dólares y empleos, en un contexto de alza de precios de ese mineral.

Vásquez, Arana, el corrupto Gregorio Santos y todas las izquierdas, han hecho todo lo posible por arruinar al país y a los peruanos, hacerlos más pobres. Y luego se han beneficiado políticamente del aumento de la pobreza.

Hay que ser para iluso creer que Vásquez ha cambiado sus ideas extremistas, incluyendo la de instalar una asamblea constituyente, al integrarse a un gobierno comunista.

Lo que existe son disputas entre diversas facciones por los puestos de poder, aunque todos los grupos tienen idénticos propósitos estatistas y autoritarios.

El reemplazo de un cerronista por una aranista solo es un maquillaje que sirve para fomentar ilusiones, mientras ellos siguen avanzando en sus objetivos de controlar a las FF.AA. y la Policía Nacional, liquidar al Congreso y convocar a una constituyente.

Ellos necesitan algún tiempo para alcanzar sus metas. Pero tampoco pueden demorarse demasiado porque cada día que pasa va quedando en evidencia que son incompetentes y corruptos, y eso va mermando su respaldo.

Un ejemplo de la manera chapucera y desastrada como manejan el gobierno, es la revelación que hizo Ciro Gálvez a Milagros Leyva en Willax TV: el no renunció, cuando llegó a Palacio el día de la juramentación del nuevo gabinete un empleado le dijo que ya no era ministro y que se fuera por la puerta trasera.

Ahí posiblemente han cometido un delito, porque al día siguiente se publicó en el diario oficial la resolución aceptando su renuncia firmada por Castillo y Bellido, renuncia que según Gálvez no existía en ese momento. En 2005 hubo un escándalo parecido porque se nombró ministro de RR.EE. a Fernando Olivera y se publicó la resolución firmada –supuestamente- por el PCM Carlos Ferrero. Como Ferrero estaba en desacuerdo con ese nombramiento, se negó a firmar la resolución hasta que Olivera renunció.

Con un desgobierno como el actual, con algunos parches en el pésimo gabinete –que empeora con individuos como el de Carlos Gallardo y Luis Barranzuela-, es evidente que el Perú seguirá deslizándose en el abismo. Lampadia




¿Un fallido intento de parar el corte de la cadena de pagos?

¿Un fallido intento de parar el corte de la cadena de pagos?

EDITORIAL DE LAMPADIA

Una iniciativa magnífica del BCR, explicada por su presidente, Julio Velarde, hace 10 días, ha tardado mucho en convertirse en norma, y ha sido distorsionada por el MEF, el gobierno, al punto de crear severas dudas sobre su eventual efectividad para aguantar el corte de la cadena de pagos, su objetivo expreso.

Además de la grave crisis sanitaria que nos aqueja, corremos el riesgo de que se rompa la cadena de pagos, o sea de que se interrumpan los pagos entre los agentes económicos, empresas y ciudadanos, de modo que cunda el desempleo y la quiebra de múltiples empresas. Esto ya sucedió el año 1998, cuando el MEF y el BCR, pusieron cortapisas al acceso de liquidez al sistema financiero. Nos costó años de recesión y un retroceso importante de 20 puntos en el nivel de pobreza.

Pues ahora, enfrentamos el mismo riesgo. El Banco Central, aprendiendo de la experiencia y con su proverbial capacidad de análisis, propuso hace pocos días una línea de capital de trabajo para las empresas, por un monto de 30,000 millones de soles, un 4% del PBI, para que con la garantía del MEF se pusiera a disposición de todas las empresas.

La idea era generar una línea de financiamiento al sistema financiero, desde el BCR, que, con la garantía del MEF, se pudiera trasladar a las empresas, por el 100% del crédito a costos muy bajos y con agilidad, al no requerirse garantías a las empresas, más allá de las empresas muy grandes, que tendrían que respaldar una parte pequeña de los créditos, el 5 o 10% de los mismos, según la explicación de Velarde.

Lamentablemente, después de las largas elucubraciones del MEF, mediante el Decreto “Legislativo” 1455, se establece que los créditos del sistema financiero a las empresas tendrán que incluir responsabilidad de las mismas por el 2 al 20% de los mismos, dependiendo del tamaño del crédito. Esto genera varias consecuencias negativas:

  • Se crea un riesgo parcial al sistema financiero que deviene en demoras para los desembolsos, y la necesidad de establecer coberturas por los saldos a riesgo de las empresas.
  • En consecuencia, se encarecen los créditos, puesto que los bancos tendrán que cubrir sus riesgos (que nos se daban en el esquema original, para la gran mayoría de empresas).

O sea, ahora tenemos un mecanismo de apoyo más lento, más caro, y muchas veces difícil de lograr para muchísimas empresas que no tienen relaciones fluidas con el sistema financiero. Especialmente las Mypes.

Por otro lado, como explica Elmer Cuba, se ha puesto otra limitación, que las empresas no le deban a la Sunat. Con esto quedan fuera unas 80,000 empresas. Además, los límites de los créditos son muy bajos, y por lo tanto, no constituirían un alivio adecuado a las circunstancias.

El Perú ha sacado pecho por su rapidez para plantear un paquete de apoyo que evite el corte de la cadena de pagos, hasta se ha puesto un nombre atractivo al programa, costumbre del actual gobierno, pero parece que este programa puede quedarse en la etiqueta.

Esperamos una rápida rectificación de las condiciones del decreto que no puede fallar en contener la ruptura de la cadena de pagos. El problema que enfrentamos, no es un problema económico, es un problema social. Lampadia

Un resumen, [oficial], de la norma “Reactiva Perú”:

1) ¿De qué se trata el Programa Reactiva Peru?

Es un programa por el que el Estado garantiza financiamientos otorgados por el Sistema Financiero a empresas que requieren reponer su capital del trabajo.

2) ¿Cuál es el monto máximo de la garantía?

La garantía cubre como máximo el monto que resulte menor, el monto equivalente a tres (3) veces la contribución anual de la empresa a EsSalud en el año 2019 y el monto equivalente a un (01) mes de ventas promedio mensual del año 2019.

3) Respecto del saldo insoluto, la garantía cubre:

Crédito (Soles) Garantía (%)

Hasta 30,000  – 98%

De 30,001 a 300,000  – 95%

De 300,001 a 5´000,000 – 90%

De 5´000,001 a 10´000,000    – 80%

El monto total de los créditos que se garantizan a través del Programa REACTIVA PERÚ, por empresa deudora, no excede los S/ 10’000,000.00 (DIEZ MILLONES Y 00/100 SOLES).

4) ¿Se puede utilizar el financiamiento para pagar deudas pre existentes?

No es posible utilizar los créditos garantizados por Reactiva Peru para el pago de créditos o financiamientos pre existentes con el Sistema Financiero.

5) ¿Cuáles son los plazos de repago?

Hasta 36 meses, con 12 meses de período de gracia.

6) ¿Cuándo se publica el Reglamento?

A los 5 días de entrada en vigencia del Decreto Legislativo N°1455. El Reglamento establecerá condiciones como los parámetros para la determinación de las tasas de interés.




El Perú enfrenta la crisis económica

El Perú enfrenta la crisis económica

EDITORIAL DE LAMPADIA

Más allá del tema sanitario, el gran riesgo de la pandemia del coronavirus es que, ante la cuarentena, se corte la cadena de pagos, dejando sin sustento a millones de peruanos. Esta no es una crisis económica, es una crisis social.

Pues, como se ha venido solicitando por parte de los más renombrados economistas del país, y como se solicitó en Lampadia, el Estado está poniendo la carne en el asador.

Julio Velarde, el presidente del BCRP ha anunciado anoche que el banco central está lanzando un programa de apoyo financiero inédito en el Perú por 30,000 millones de soles (4% del PBI) en el que participarán el BCR, los bancos y el MEF.

En este programa el BCR proveerá liquidez a los bancos con la garantía de carteras de crédito y los bancos lo utilizan para apoyar a las empresas con nuevos créditos contra garantizados por el MEF. La idea es apoyar el pago de planillas al 100% hasta cierto límite y luego el 90 y 95% de las mismas. Con esto se evitará que se rompa la cadena de pagos y se pierdan muchos puestos de trabajo. El BCR y del MEF han decidido “hacer lo que sea necesario” para evitar una crisis económica, financiera y social sin precedentes.

Por su lado la ministra de economía, María Antonieta Alva, ha explicado que los otros programas de apoyo sumarían un esfuerzo total del orden de 90,000 millones de soles, 12% del PBI. Además, se está solicitando una línea de crédito de emergencia a las multilaterales por 18,000 millones de dólares.

Aún no tenemos mayores detalles de estos programas, pero debemos saludar la visión, decisión y coraje con el que se está empezando a contrarrestar esta tremenda crisis.

Así mismo, el presidente del BCRP explicó los daños que ocasionaría el retiro del 25% de los fondos del Sistema Privado de Pensiones, según lo propuesto por varias bancadas en el Parlamento. Sería malbaratar los ahorros causando más daño que bien. Dadas las medidas que se están anunciando, esto no tendría justificación.

Este es el momento de apostar nuestros recursos y ahorros, logrados gracias a un modelo económico exitoso de 25 años, en combatir una crisis profunda pero pasajera. Otros países no lo pueden hacer, el Perú sí. Lampadia




El Perú quiere crecer con todo, pero no nos dejan

Los indicadores de abril pasado muestran mejoras de la economía en varios aspectos, un crecimiento del PBI de 7.8%, acompañado por mayor empleo formal con mejores ingresos, crecimiento de la inversión pública y privada, y crecimiento de la recaudación fiscal, entre otros.

Ver en Lampadia: Un pulso de crecimiento de nuestra briosa economía, donde nuestro director afirmaba que se empiezan a recoger las burbujeantes reacciones de una economía que fue parada a la mala y que mantiene un potencial de crecimiento alto y sostenido. El pulso del crecimiento de abril es un pulso que está en el corazón de todos los peruanos.

Si bien, no podemos proyectar que sigamos creciendo al mismo ritmo, si se puede afirmar que, de mayo en adelante, tendremos mejores indicadores que los de los meses anteriores. Julio Velarde, el Presidente del BCRP, ve una recuperación de la economía “vigorosa” y estima que en mayo podríamos ver un crecimiento de 5%.

Pero lo más importante es que, si analizamos las características de nuestra economía, podemos ver que nuestras fortalezas se están alineando favorablemente. Nuestras exportaciones apuntan a batir record, con un estimado de US$ 52,058 millones este año y US$ 55,181 millones el 2019.

Veamos otros indicadores que acaba de publicar el BCRP en su ‘Reporte de Inflación de junio 2018:

El Perú quiere crecer, pero no lo dejan

Desde el 2011 se frenó el crecimiento y esto se ha ido agravando con otros procesos perversos, que lo único que han logrado es que se pare el desarrollo y la reducción de la pobreza. Los frenos más importantes son:

  • El corte de la inversión minera, logrado a pulso por Humala-Heredia-Lerner desde el 2011 y su rebote en la parálisis de la inversión privada.
  • La llamada tramitología, que ha literalmente amarrado al país, impidiendo o complicando excesivamente las inversiones.
  • La infiltración en el Estado de funcionarios politizados que están más comprometidos con una ideología que con su rol de buscar el bienestar común.
  • La complacencia de los gobiernos de Humala y PPK con los movimientos anti-mineros, que han hecho lo que le ha dado la gana, sin asumir los costos por los daños causados.
  • La falta de liderazgo por parte del Estado, que deberían explicarle a la población los beneficios de las inversiones privadas.
  • Combatir la campaña desestabilizadora del gobierno dirigida por Mercedes Aráoz y Juan Sheput desde las filas del oficialismo. Campaña en la que convergen miembros del establishment político limeño, el cual se siente desconectado del presidente Vizcarra; y las tradicionales acciones levantiscas de nuestras tristes izquierdas, que buscan elecciones inmediatas, constituyentes y tomas del poder producto del caos y el vacío.
  • El abandono de buena parte de los medios de comunicación nacionales en manos de operadores anti economía de mercado que todos los días fortalecen un sentido común perverso y anti desarrollo, habiendo renunciado sus accionistas al compromiso que exige el manejo de la prensa.

Pareciera que corregir todo esto es muy difícil, pero solo se necesita que el gobierno de Martín Vizcarra se consolide y tenga la capacidad de entablar un diálogo de pros y cons con la población, para evaluar el impacto de las decisiones dirigidas a re-dirigir al Perú hacia una senda de desarrollo integral. Lampadia




Aumentemos la productividad para ser más ricos

La economía sigue debajo de su ritmo de crecimiento natural. Poco a poco hemos transitado a un plateau de estancamiento relativo. Luego de cinco años de una creciente caída de la inversión privada y pública, en vez de corregir el clima de inversión y apostar a ganador activando los proyectos paralizados, tanto en minería como en infraestructuras, el nuevo gobierno parece contentarse con plantear un crecimiento de 4 a 5% hacia al 2021.

El 2016 cerró mal, con un tercer año de caída de la inversión privada (-5.5%) y de la pública de 0.1% (la inversión privada tuvo una caída acumulada de 11.8% en tres años y la pública de 9.3%), el crecimiento no llegó al 4% y la demanda interna se desbarrancó a menos de 1%. Según el Reporte de Inflación del BCRP, la inversión del sector privado se ha revisado a la baja para este 2017, pasando de 2.5 % a -1.8 %, principalmente por la paralización de obras de infraestructuras y por una caída de la inversión minera.

El Perú necesita un mayor crecimiento para cerrar nuestras brechas sociales y económicas, y para nivelar al paísantes de que el tren de la revolución tecnológica nos deje en una estación del pasado. Hace pocos  días, en el CADE 2017, Liliana Rojas-Suárez, reputada economista peruana, presentó un análisis muy oportuno sobre el ritmo de crecimiento necesario para que el Perú pueda cerrar las brechas de ingresos con respecto a los países más avanzados. Como puede verse en el siguiente cuadro resumen de los escenarios analizados por Rojas-Suárez, al ritmo actual de crecimiento de la economía, de alrededor de 4% anual, necesitaríamos entre 78 y 25 años para nivelarnos con los más avanzados o con los que recién lo lograron, respectivamente. Si crecemos a un 7% anual, necesitaríamos entre 28 y 13 años para nivelarnos.  Ver en Lampadia: ¿Cómo acortamos el tiempo para nivelarnos?

¿Qué tenemos que hacer para crecer sostenidamente?

El crecimiento económico del Perú en la primera década del siglo, es innegable. Nuestro desarrollo se llevó a cabo principalmente por un aumento sostenido en la productividad total de los factores (PTF), la cual contribuyó alrededor de un tercio del crecimiento. Esto se debe principalmente a la adopción de medidas de estabilización macroeconómica (por medio de un régimen cambiario más flexible, disciplina fiscal y baja deuda pública), además de reformas estructurales como la liberalización financiera, del comercio y regulaciones del mercado. Todo esto mejoró la eficiencia en la asignación de recursos y dio lugar a un notorio crecimiento de la productividad. Lo que contradice muchas críticas infundadas sobre el desarrollo de la economía peruana durante los primeros años del nuevo siglo. Ver el siguiente cuadro:

En el CADE, Luis Carranza también afirmó la necesidad de que el gobierno tenga la capacidad técnica de diseñar reformas que aumenten la productividad, afirmando “Todas las experiencias de rápido crecimiento, ya sea en Asia o en la Europa de la posguerra, están basadas en fuertes aumentos de productividad. Eso solo es posible si implementamos reformas estructurales y políticas públicas que faciliten la inversión y promuevan la competencia. Estas medidas no son fáciles de implementar porque afectan intereses creados, de allí que el siguiente gobierno deberá tener la capacidad técnica de diseñar las reformas y la capacidad política de aplicarlas, pero además es indispensable el respaldo político para sostenerlas en el tiempo. Nuestro país no se merece otro gobierno mediocre.”

Diversos reconocidos expertos como Julio Velarde, Liliana Rojas Suarez y Elmer Cuba, entre otros, también concuerdan en la necesidad de aumentar nuestra productividad para poder retomar nuestra senda de crecimiento sostenido.

Pero… ¿qué es la productividad?

La productividad se refiere a qué tan bien las personas combinan recursos para producir bienes y servicios. En términos generales, cuanto mayor es la productividad de un país, mayores son los niveles de vida que puede pagar y más opciones tienen para mejorar el bienestar. El bienestar se puede aumentar con cosas como atención médica de calidad y educación; transporte e infraestructuras; comunidades más seguras; etc.

La productividad es una medida de la eficiencia en el uso de recursos para la producción de un bien o servicio. De esta forma se mide cada factor empleado, por ejemplo, el trabajo de la fuerza laboral o la capacidad de la maquinaria u otros bienes de capital, y los mide en unidades de tiempo. Podemos querer ver la productividad mensual o anual de una economía de esta forma.

Una economía con un aumento en productividad es capaz de producir la misma cantidad de bienes o servicios en una menor cantidad de tiempo. De esta forma se convertirá en más competitiva ya que por lo general mejoras en productividad vienen acompañadas en reducciones de costos. Si una fábrica es capaz de producir el doble de productos en la misma cantidad de tiempo, muchos de sus gastos (supervisores, electricidad, gerencia general, etc.) serán diluidos en una mayor producción. Es fácil entender que una economía con mejoras en productividad es también una economía más competitiva, con mayor crecimiento y mayor bienestar.

¿Cómo se mide?

En simple, la productividad mide la relación entre la producción de cualquier bien o servicio y el esfuerzo requerido para lograr esa producción. La forma de medición de la productividad en el Perú se realiza de por lo menos dos formas, la productividad total de factores y la productividad por trabajador.

La primera se calcula restando la producción de la mano de obra y la del capital (fábricas, maquinaria, etc.) al total producido en el país, es decir, el PBI.

Consideremos la producción total (Y) como una función de los factores capital (K) y trabajo (L), por lo que podemos escribir, en forma (cuasi) lineal:

Donde:

F (.,.) es la función de producción total.

Kappa (.,.), es la participación del capital en la producción total, expresada en tanto por uno.

Lamda(.,.), es la participación del trabajo en la producción total, expresada en tanto por uno.

El segundo método divide el total del producto bruto interno por la fuerza laboral, llegando a una medición de la productividad del trabajo. Su fórmula es:

Donde:

K y L, son las cantidades totales de capital y trabajo usadas en la economía.

Alpha, es la proporción de capital usada en el trabajo.

A, es una función del resto de factores productivos como la tecnología, la cualidad de la mano de obra, etc.

¿Cómo se mejora la productividad?

No hay una fórmula simple. Mejorar la productividad es, en última instancia, el producto de muchas decisiones sobre cómo generar valor. Existen algunas bases generales para mejorar la productividad, como desarrollar un gobierno efectivo y un entorno empresarial atractivo, que incluye un entorno normativo de bajo costo y alta calidad. Estas bases requieren atención y mejora continua. Un gran número de otros factores también importan, como:

  • El grado de apertura y competencia en los mercados, que es importante para incentivar la innovación, mejorar la asignación de recursos y lograr un desempeño más dinámico;
  • Promoción de la Inversión, que dependen de la calidad del gobierno y la gestión;
  • La calidad de la educación y la actitud de los estudiantes hacia el valor del aprendizaje;
  • La calidad de las decisiones del gobierno (en todos los niveles), al establecer políticas y dar forma a los ambientes regulatorios, y al decidir dónde se gasta el dinero público

¿Qué ha pasado últimamente con la productividad en el Perú?

Lamentablemente, como hemos señalado en Lampadia, el 2011 se produjo un punto de inflexión en el crecimiento de la inversión, la anemia infantil y el aumento de la Productividad Total de Factores. (Ver: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo). 

La situación en el Perú viene desmejorando en los últimos años, y ya nos estamos acostumbrado a que los índices muestren un retroceso.

El Perú está creciendo menos. Las proyecciones siguen bajando, al igual que la inversión pública y privada. Así jamás recuperaremos el desarrollo del que tanto nos enorgullecíamos y con el que ganamos el nombre de “la estrella de Latinoamérica”.

De acuerdo a TheConferenceBoard, la Productividad Total de Factores (PTF) del Perú disminuyó en 7.8% entre 2011 y 2014, registrándose su peor caída en el último año (-4.5%), así lo reveló el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).

¿Qué debe hacer el Perú para mejorar su productividad?

El Gobierno debe enfocar sus esfuerzos para concretar las reformas que den un mayor impulso al crecimiento de la productividad. Debiéramos crecer a tasas similares a las de los tigres asiáticos en su larga fase de despegue. En el caso del Perú, para lograr un crecimiento más pronunciado de la productividad, es preciso avanzar en las siguientes reformas:

Estado eficiente: contar con un poder judicial eficaz e independiente, derechos de propiedad bien delimitados, agilidad en los trámites burocráticos.

Infraestructuras: reducir la brecha de en infraestructuras, vía concesiones y Asociaciones Público Privadas (APP). Existe una importante oportunidad de financiamiento externo para este tipo de proyectos.

Educación: mejorar la calidad de la educación. Además, alentar la formación de carreras tecnológicas.

Tecnología: incrementar la colaboración de las empresas y las universidades. Alentar las carreras de ingeniería y ciencias. Generar incentivos para que las empresas incrementen su presupuesto en innovación.

Instituciones: mejorar las reglas de juego para facilitar una mejor convivencia de los ciudadanos, su protección contra el abuso del Estado, el clima de inversión y una mejor gobernanza.

En resumen, tenemos que elevar la productividad, la competitividad y multiplicar nuestros desarrollos productivos. Entre las propuestas de cómo lograrlo se encuentra la promoción de la competencia, la reducción de costos que genera el cumplir con regulación burocráticas anti-propósito, una mayor integración comercial con el resto del mundo, y la creación de un ambiente de inversión que permita transformar nuestras ingentes reservas de recursos en riqueza.

En Lampadia creemos que nada se puede hacer sin explicar y convocar a todos los ciudadanos a la gesta del desarrollo. Para ayudar al entendimiento de la productividad, líneas abajo presentamos tres ejemplos de la vida productiva que conllevan impactos en la productividad:

1. Agricultura

Las tecnologías del Programa Sierra Productiva permiten a los campesinos de los minifundios alto-andinos, dar un tremendo salto productivo instalando riego por aspersión. Por ejemplo, se construyen pequeños reservorios uni-familiares de agua, tubos de PVC y botellas agujereadas. Con ello se pueden retirar los pastos naturales que crecen 5 centímetros al año con el agua de lluvia, y sembrar pastos cultivados que con el riego permanente pueden dar hasta 5 cortes de un metro por año, desatando un salto de producción, que transforma la vida de sus familias.

2. Educación

Los beneficios económicos de la educación para la sociedad en general dependen en gran medida del impacto de la educación en las habilidades y la productividad de los trabajadores. Muchos investigadores han establecido la conexión entre el conocimiento, las habilidades y los hábitos de trabajo adquiridos por los estudiantes en la escuela y el crecimiento económico. Con escuelas sólidas en cada comunidad, podemos proporcionar a todos los niños la educación necesaria para tener éxito en sus vidas y participar activamente en la vida cívica del país. En general, los países con una fuerza laboral mejor educada tienen economías más fuertes y niveles de vida más altos.

3. Tecnología

La introducción de nuevos procesos de producción puede tener efectos dramáticos en la productividad. La mayoría de los aumentos en los niveles de vida humana no provienen de trabajar más horas o de usar más capital u otros recursos, sino que una mejor productividad proviene de la aplicación de nuevas tecnologías y nuevas técnicas de producción. Por ejemplo, el uso de un buen sistema de refrigeración en un restaurante, permite disminuir los desperdicios y aumentar la productividad.

Una de las reformas que más influencia tiene en términos de productividad es la reforma laboral, que tiene efectos contrarios a los nominales, reduciendo la productividad y la generación de riqueza.

Lampadia




El déficit fiscal y la deuda pública regresan al podio

En las últimas semanas se han escuchado noticias y alarmas sobre el déficit fiscal y la deuda pública, especialmente sobre los niveles del gasto público y su creciente impacto en la deuda pública.

En Lampadia creemos importarte explicar cual es la relación entre el déficit fiscal y la generación de la deuda pública. El déficit fiscal es un flujo monetario que se forma al realizar gastos superiores a los ingresos provenientes de los impuestos y demás ingresos tributarios. La deuda pública se alimenta por el déficit público que se acumula año tras año. Mientras se generen déficits fiscales, por pequeños que sean, la deuda continuará aumentando. Por tanto, no es extraño que en años de bajo crecimiento, cuando merman los ingresos públicos, la deuda aumente.

El debate que se está llevando acabo sobre las declaraciones del actual Ministro de Economía, Alfredo Thorne, quien afirmó en una conferencia de prensa que la última cifra de junio de este año indicaba que el déficit fiscal se encontraba en 3.2% (no en 2.5% como afirmó el ex ministro Alonso Segura) y que se le quería atribuir al nuevo Gobierno dejarlo en 1.8% el 2017, algo que, dadas las circunstancias de un mayor déficit de ‘apertura’, él considera inconveniente, por lo que planteó que esta cifra llegue a 2.5% y así obtener S/. 5.000 millones de gasto adicionales en el presupuesto. 

Fuente: Gestión

¿Cuáles son las proyecciones del BCR? Según el último Reporte de Inflación (Junio 2016), “el proceso gradual de consolidación fiscal proyectado llevaría a aumentar el saldo de deuda bruta de 23.3 % del PBI en 2015 a 28 % del PBI en 2018. En el caso de 2016, el resultado económico proyectado (déficit de 3 % del PBI), y la amortización de deuda generan una necesidad de financiamiento de S/ 27.0 mil millones, equivalente a 4.0 % del PBI (US$ 8,000 millones).” Teniendo en cuenta el déficit de 2016, se prevé un incremento de la deuda pública a 25.5 % del PBI. Veamos el cuadro inferior:

 Fuente: Reporte de Inflación Junio 2016, BCRP

En el Perú, hemos tenido por muchos años un manejo bastante prudente de las cuentas fiscales. Lo que debería preocuparnos, no es tanto el nivel actual de déficit y deuda, sino la tendencia de deterioro acelerado y, sobre todo, el origen de ambos. El aumento del déficit fiscal (durante el primer trimestre se ubicó en 2.9% del PBI, mayor al 2.1 % registrado en 2015) refleja básicamente la disminución de los ingresos fiscales durante este periodo en 0.5 % y el aumento de los gastos corrientes en 0.2 % del producto.

El punto es que el gobierno de Humala, no solo ha cortado los ingresos del Estado por su mal manejo de la inversión privada y pública, también ha incrementado notoriamente el gasto corriente. Un cruce muy peligroso. Los ingresos del Gobierno General crecían en promedio a 16% anual a principios del 2011, sin embargo en junio de este año el crecimiento de los ingresos se redujo a 6% anual y, en el lado del crecimiento del gasto del Gobierno General, este pasó de cero a principios del 2011 a 4% a junio del presente año.

Por lo tanto, ¿cuál es la situación actual de las finanzas públicas? Waldo Mendoza, Presidente del Consejo Fiscal, responde a esta pregunta diciendo que “en general, buena, pero mucho más debilitada que hace unos años. Las cuentas fiscales viraron de un superávit de más de 2% del PBI en el 2013 a un déficit fiscal anualizado por encima del 3% del PBI a mediados de este año. Es el déficit más alto desde el 2000”.

Fuente: BCRP  Elaboración: Lampadia

Empezando un nuevo gobierno, es razonable apuntar a tener algo de flexibilidad en cuanto al déficit, siempre y cuando apuntemos a recobrar un mayor nivel de crecimiento económico y a privilegiar el gasto en inversión más que en planillas. Lamentablemente hasta ahora, el gobierno no da mayores señales de poder recuperar el crecimiento, pues no muestra planes para enfrentar la conflictividad social alrededor de los proyectos de mayor impacto económico.

No solo eso, como hemos publicado en Lampadia, el sector turismo se estaría convirtiendo en un nuevo objetivo de conflictividad, sin que el gobierno reaccione con oportunidad y firmeza. Ver en Lampadia: Buscando las rentas del turismo por medio del conflicto

El Ministro de Economía, Alfredo Thorne plantea condiciones que le permitan invertir en cuatro grandes prioridades; agua y saneamiento, educación, seguridad y salud. En palabras del ministro, “vamos a hacer un fondo para cumplir con la meta del presidente de llevar agua todos los peruanos, porque un tercio no tiene acceso a este recursos. En educación hicimos un compromiso de aumento de los salarios”. También creará un grupo multidisciplinario, que incluirá a varios ministerios, para conseguir que la formalidad de la Población Económicamente Activa (PEA) llegue a 60% en el 2021.

Nosotros ya hemos adelantado algunas observaciones: La causa de los problemas en agua y saneamiento no es la escasez del recurso: como ya hemos mencionado en Lampadia (Ver: Cambiemos los paradigmas sobre el agua), el Perú cuenta con vastos recursos hídricos (somos el octavo país con más agua dulce del planeta). El problema está en el mal manejo que desde hace varios años vienen llevando acabo las empresas públicas prestadoras de servicios de saneamiento (Sedapal y las EPSs). Si somos consecuentes con la realidad de estas empresas, no deberíamos enterrar dinero fresco en Sedapal y las EPSs sin antes asegurar una estructura corporativa sana y el desarrollo de APPs, que nos permitan asegurar que las nuevas inversiones no correrán el mismo destino de las anteriores, costosas, inefectivas y de poquísima duración.

Además, en cuanto a educación, no nos parece una buena idea seguir haciendo aumentos desligados de compromisos ineludibles del magisterio, como que el Sutep se aleje de la ideología comunista (su estatuto sigue proclamando la lucha de clases) ya que no tiene propuestas pedagógicas, se opone a todas las reformas y específicamente a la meritocracia y está controlado políticamente por el Partido Comunista del Perú – Patria Roja, que con la Derrama Magisterial controla un patrimonio de más de 800 millones de dólares. O que se vincule a un gran cambio en la orientación del sistema educativo para traer a nuestros niños una educación para el siglo XXI y alejarnos de los obsoletos paradigmas que hoy nos condenan, en el mejor de los casos, a la mediocridad.

Dicho esto, es verdad que tenemos que invertir en reformas importantes en educación, seguridad e infraestructuras, pero para ello, nos guste o no, nos complique la vida o no, tenemos que generar los recursos fiscales que nos permitan financiarlas y, estos provienen en gran medida del desarrollo de los grandes proyectos de inversión, que están paralizados o que avanzan a paso de tortuga, ya sea por conflictos sociales, tramitología, interferencias de la Contraloría u otras trampas anti crecimiento. Como ya hemos mencionado antes en Lampadia, el costo de oportunidad de ‘aumentar’ un punto el crecimiento es enorme en términos de generación de empleo, impuestos y bienestar. (Ver: Los costos de la desaceleración), o inversamente, de la aceleración.

Julio Velarde, Presidente del Banco Central de Reserva, afirma que con el actual déficit todavía existe espacio discal para avanzar en las reformas establecidas por el actual Gobierno: “A pesar de este déficit hay que reconocer que hay espacio fiscal. Si el dinero se gasta bien en infraestructura, hay margen para endeudarse. Aun así hay necesidad de invocar prudencia siempre. Inversión pública que se justifique, que amplíe potencial productivo.”

Hasta el 2011, el Perú atravesó por un ciclo virtuoso en, prácticamente, todos los aspectos económicos y sociales (exceptuando lo institucional), como inversión, crecimiento, empleo, reducción de la pobreza y la desigualdad, desnutrición infantil y en la reducción de deuda. Esto, como hemos explicado anteriormente, fue interrumpido por lo que llamamos ‘Punto de Inflexión’. Gracias a la administración de Ollanta Humala, el Partido Nacionalista y su gabinete de izquierda, que durante el primer año de gobierno, se sembró la administración pública de funcionarios resistentes al desarrollo de la inversión privada y se alejó al sector público y privado, como si fueran enemigos. Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo. Increíblemente, el gobierno de PPK ha conservado el 39% de vice ministros del gobierno anti inversión privada de Humala (si se pondera por el peso de ciertos vice ministerios, ese porcentaje puede llegar a un equivalente de hasta 45%).

Fuente: Presentación del Minsitro Thorne en Canal N

En nuestra opinión, el potencial de crecimiento del país es mucho mayor del que plantea el ministro Thorne, que se limita a aceptar como límite del crecimiento, el llamado “crecimiento potencial” de 5%. Pero, si se toma en cuenta el potencial productivo del Perú en diversos sectores, como lo hemos explicado en Lampadia, Ver: El enorme Potencial Productivo del Perú, podemos crecer más alto y sostenidamente.  Volveremos en más detalle sobre esto posteriormente. 

La pregunta que debemos hacernos es hasta qué punto el plan de gobierno está incluyendo las reformas y las políticas necesarias para conseguir un crecimiento de mediano plazo que apunte al 6 o 7% anual, con una consiguiente mayor recaudación fiscal, una reducción de gasto no prioritario, priorizando el desarrollo de infraestructuras y consolidando las reformas que requieren un aumento del gasto corriente (gasto versus reforma).

Tenemos que aprovechar al máximo posible los próximos cinco años para recuperar el crecimiento, que es el camino al desarrollo integral. Lampadia

 




La ‘barbaridad’ de la mayor cobertura de la Ley Servir

La iniciativa del Ejecutivo, refrendada por el Tribunal Constitucional, de instaurar un régimen general para todos los servidores del Estado, incluyendo a los trabajadores del Banco Central de Reserva (BCRP),  para que formen parte de la Ley del Servicio Civil (Ley Servir) es (en palabras de Julio Velarde, Presidente del BCRP) “una barbaridad”.

La ley, dirigida supuestamente a promover la meritocracia en el Estado, pretende homogenizar los tres regímenes laborales generales: la Carrera Administrativa (D.L. 276), de la actividad privada (D.L. 728) y la Contratación Administrativa de Servicios (CAS, del D.L. 1057). Y también los otros 12 regímenes especiales (profesores, profesionales de la salud, magistrados, fiscales, diplomáticos, servidores penitenciarios, militares, policías, entre otros). Esta norma también incluiría a los congresistas, personal de la Sunat y la SBS. 

Una de las mayores críticas es que se generaría espacio para mayor intervención política de los gobiernos en el régimen laboral del Estado, contrariando el objetivo de meritocracia. El abogado laboralista, Alberto Hurtado Chancafe, explica esto diciendo que “la situación será inestable porque cualquier gobierno podrá imponer su propia evaluación a los trabajadores y así despedir a muchos de ellos”. Además, estos empleados perderían sus derechos adquiridos y otros beneficios importantes.

Sin embargo, la crítica más importante es que si el Ejecutivo pudiera entrar a evaluar al personal por mandato de esta ley (la cual pretende promover la meritocracia en ámbito laboral), destruiría la autonomía del BCRP, tema que ha sido crucial para la solidez macroeconómica del país. El BCRP es una de las pocas entidades verdaderamente meritocráticas. En realidad, es la base de su proceso de selección. Pablo Secada explica esto diciendo que “A los jóvenes se les contrata cuando salen de la universidad, se les brinda un curso y permanentemente hay evaluaciones promoviendo a los mejores. Toda la carrera en el (Banco) Central es en base a la meritocracia que [en teoría] promueve la ley Servir”.

Velarde agregó que un fallo de ese tipo “afecta la autonomía del Banco Central y desestabiliza el país”, pues entonces su presupuesto dependería completamente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Además, afirmó que “el BCR es una institución que se ha caracterizado por eso [la meritocracia], no ha habido una sola persona que ha estado entrando por una recomendación o alguno de estos factores. Quisiera ver cuántas instituciones públicas podrían decir lo mismo. Quisiera ver si Servir tiene éxito en 20 o 25 años, tendría una suerte si logra ser lo que es el Banco Central ahora.”

 En Lampadia estamos completamente en contra de este  fallo del Tribunal Constitucional y de cualquier intromisión política en el BCRP y las otras pocas instituciones que han logrado estar a salvo de la proverbial mediocridad de los servidores del Estado. Líneas abajo compartimos un artículo de opinión del IPE que sustenta los daños que produciría esta Ley.

SI NO ESTÁ ROTO, NO LO ARREGLES

Publicado en IPEOpinión

03 de mayo de 2016

 

La independencia constitucional de la que goza hoy el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) no es un simple capricho de los legisladores. La función del ente emisor es tan importante que debe ser blindada de las voluntades políticas de turno tanto como sea posible. Las consecuencias de menoscabar la independencia del banco las vivió ya el país en la década de los ochenta.

En este sentido, el reciente fallo del Tribunal Constitucional (TC) que incorpora al BCRP y a otras instituciones en el régimen laboral del Servicio Civil (Servir) resulta cuestionable a diferentes niveles. En el caso del banco, desde el punto de vista legal, no queda claro en qué medida la sentencia del TC es compatible con su autonomía, garantizada por su Ley Orgánica y por el artículo 84° de la Constitución Política del Perú. Las autoridades del BCRP han pedido ya una aclaración al respecto.

Desde el punto de vista práctico, resulta un sinsentido forzar a la institución pública que mejores estándares de meritocracia ha exhibido en las últimas décadas a sustituirlos por otros con resultados más inciertos. Las políticas de atracción y retención del mejor talento han sido tan efectivas en el BCRP que no sería descabellado pensar más bien en la fórmula inversa: que Servir busque adoptar algunas de las prácticas del banco.

La construcción de instituciones meritocráticas dentro del aparato estatal, qué duda cabe, es una necesidad urgente. En ese sentido, las políticas de Servir pueden ser un avance para fortalecer a las entidades públicas, sobre todo fuera de la ciudad capital. Ello no impide, sin embargo, reconocer que existen instituciones cuyo mandato constitucional les permite aplicar regímenes laborales ad hoc y que han venido operando con suma eficiencia gracias a ellos. Como dice la vieja frase, no arreglemos lo que no está roto. Lampadia




La minería impulsa el crecimiento de las regiones del Perú

Hace unos días se publicó el Informe de Indicador Compuesto de Actividad Económica (ICAE), consolidado al 2015, elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE). Muestra que la región que más creció en el segundo trimestre del 2015 fue Madre de Dios, al reportar un incremento de 25.1%, muy por encima del promedio nacional. Le siguen Apurímac y Junín, regiones que reportaron un crecimiento de 12.2% y 12.0%, respectivamente. La primera, fundamentalmente por la minería ilegal y las dos siguientes, por la minería moderna y formal.

La actividad económica de Madre de Dios se vio fuertemente impulsada por el incremento de la producción de oro (58.3%) y la producción agrícola (16.3%). Según el IPE, “la mayor producción de oro responde al incremento de la actividad minera informal, pese al esfuerzo del gobierno por formalizarla y erradicar las actividades ilegales”. El informe detalla que el crecimiento reportado responde a las “menores interdicciones a la minería ilegal en la región, que permitió la recuperación de la producción de oro (160.6%)”. Por otro lado, la mayor producción agrícola se explica por mayores cultivos de maíz amarillo duro (35.3%) y papaya (89.5%).

Recordemos que Madre de Dios fue la región que más cayó durante el 2014, al reportar un decrecimiento de 13.5%. “Cuando hay una fuerte actividad de interdicción, la producción de oro ilegal cae y eso también afecta la producción de oro de Madre de Dios”, explica Víctor Fuentes, economista del IPE.

El segundo mayor crecimiento del ICAE es de la región Apurímac, la cual experimentó un crecimiento de 12.2%. Esto se debió principalmente al fuerte incremento de la producción minera, impulsado por el inicio de la producción del proyecto Las Bambas (en diciembre) y por el inicio de operaciones del proyecto Anama (en marzo)

El proyecto Las Bambas cuenta con reservas minerales de 7,2 millones de toneladas de cobre. Se espera que produzca más de 2 millones de toneladas de cobre en concentrado en sus primeros cinco años. Se estima que la vida de Las Bambas será mayor a 20 años, dado que su potencial de exploración es considerable, y que solo el 10% de la propiedad otorgada en concesión se ha explorado hasta el momento. Ver en Lampadia: La encrucijada de Las Bambas es también la del Perú.

La tercera región con el mayor crecimiento fue Junín, con 12.0%. Este resultado también es consecuencia de un fuerte incremento de la producción minera (59.9%), ya que Toromocho se encuentra en su etapa de consolidación y la producción de cobre creció 139.3%. También hubo un incremento en el sector agrícola (7.9%), gracias a un mayor cultivo de café (30.0%) y cacao (23.7%).

En general, en 2015, las regiones que más crecieron fueron las mineras (5.7%). Cusco, por ejemplo, obtuvo un buen resultado de 7.5% gracias a  la consolidación de las operaciones de la mina Constancia. En el caso de Arequipa, la región creció 2.9% por el inicio de operaciones de la ampliación de Cerro Verde. También  Tacna obtuvo un resultado de 7.1% por una mayor producción minera (10.5%). Además, es importante notar que Moquegua creció 1.7%, especialmente gracias a una mayor actividad manufacturera impulsada por la refinación y fundición de cobre que se incrementaron en 6.9% y 4.2%, respectivamente.

Por otro lado, las regiones que menos crecieron fueron Huancavelica (-3.1%), su primer crecimiento negativo luego de 7 años, San Martín (-1.2%) y La libertad (-0.8). En el primer caso, se debe a una disminución de la producción minera (-6.5%) por la caída en la producción de cobre (-4.2%) y plata (-6.8%). En San Martin fue por la desaceleración de la actividad agrícola (1.8) y en La Libertad por una caída del sector agrícola, específicamente por menores cultivos de espárragos (4.5%) y páprika (65.0%).

El principal componente del crecimiento de la economía es la inversión privada, especialmente en minería. El Perú es un reconocido productor mundial de cobre, oro, plata y zinc. La minería genera normalmente el 60% de los ingresos por exportación, con solo el 7%  del PBI. Para poder retomar nuestra competitividad y reanudar el alto crecimiento que nos consagró como ‘La estrella de América Latina’, se tienen que tomar medidas de inmediato.

Sin embargo, en los últimos años se ha fomentado una serie de mitos anti mineros (que contamina, que se gasta el agua, que exporta piedras, que no se puede hacer minería en las cabeceras de cuenca, etc.). Además, de facto y paulatinamente, se instaló un ambiente anti inversión privada mediante todo tipo de trabas burocráticas, permisos ambientales, culturales, que además del empoderamiento de las autoridades regionales y municipales con capacidades discrecionales absolutas (con el dinero del canon en sus manos, pensaron que no necesitaban al sector privado y actuaron como si los ciudadanos individuales y las empresas fueran sus enemigos). Todo esto, la parálisis de la inversión minera y sus efectos multiplicadores, terminaron desacelerando a una de las economías más dinámicas del mundo, nuestro Perú. Ver en Lampadia: Destrabemos la construcción de nuestro futuro.

Lamentablemente, desde el 2011 hemos parado el principal motor de la economía peruana, ya sea alentando mitos como “Agua sí, Oro no”, permitiendo los desbordes de los grupos anti mineros y multiplicando la normatividad que se ha convertido en una trampa imposible de superar. Así hemos perdido inversiones de más de US$ 22,000 millones en lo que va de este régimen. Ver en el siguiente cuadro los datos que presentó Julio Velarde, el Presidente del Banco Central de Reserva en Perumín sobre la tramitología minera:

Contamos con un sector que aporta un gran valor agregado a la economía, generando miles de millones de dólares de exportaciones. Pongamos en valor los recursos mineros que tenemos el privilegio de tener y actuemos en pro del desarrollo integral, duradero y sostenible. Lampadia        




La minería peruana tiene el potencial para llevarnos al desarrollo

La 32 Convención Minera dejó en claro que el sector es fundamental para la salud económica del país y para su crecimiento y desarrollo integral. A pesar de ello, muy lamentablemente, se pudo constatar que todavía subsiste la creencia de que el Perú puede prescindir de la minería para alcanzar el progreso. De una u otra manera, la poca atención que recibió este importante evento de las autoridades gubernamentales es una muestra de cómo esta errada concepción viene ganando adeptos. Es como si quisiera negarse todos los logros que se han obtenido en los últimos años, o como si se quisiera desconocer que el crecimiento económico es el que ha reducido la pobreza en el país.

No se entiende como los embajadores de casi todos nuestros socios comerciales asistieron al evento, que incluso la propia ministra de minas de Chile, Aurora Williams, haya estado presente, mientras que los ministros del gobierno de Ollanta Humala hayan brillando por su ausencia. Las severas críticas por la inasistencia de la ministra de energía y minas, Rosa María Ortiz, la obligó a tomar un avión a Arequipa para participar del evento casi a último minuto. Un desatino.

Semejante desinterés también fue compartido por la prensa nacional que le dio un despliegue muy pobre a una Convención que se producía en un momento en que la economía nacional se ha ralentizado. ¿No era el momento, justamente, de enfocar todos los reflectores en escuchar a un sector que ha contribuido al crecimiento del país? Realmente, llamativa la escasa cobertura de los llamados medios serios.

Lamentable, pero cierto. Como demostró durante su exposición el director de Lampadia, Pablo Bustamante, se viene desatando una campaña en contra de las actividades económicas del país. El Post extractivismo difundido por la izquierda peruana, quiere impedir que el Perú crezca, desea sumirlo en la pobreza impidiendo que se desarrollen sectores como la minería, la agroexportación y otros que son los que han generado el bienestar del que goza la gran mayoría de peruanos. Tal y como señaló en su ponencia estas ideas deben ser enfrentadas.

Importantes expositores como el ex ministro de Economía, Luis Carranza y el actual presidente del Banco Central de Reserva del Perú, Julio Velarde coincidieron en destacar la importancia de la minería en el crecimiento del Perú. Sin la minería no se explica el llamado milagro peruano. Y, aunque en Lampadia se ha señalado reiteradamente, no solo debe a los precios internacionales. Sino a que se hicieron las cosas bien. Como indicó Velarde, el Perú no es el país que más se benefició con el ciclo de los súper precios, sin embargo es el que más creció y uno de los pocos que obtuvo superávits fiscales. Es decir, hizo ahorros. Por otra parte, en esta coyuntura se efectuaron una serie de encadenamientos productivos que nos han permitido diversificar nuestra cartera exportadora y por ejemplo desarrollar un importante sector metalmecánico.

Basta decir que en los últimos 10 años, el PBI minero ha contribuido en promedio 13.5%  al PBI nacional y las exportaciones mineras representaron el 58´5% del total. Es además el principal contribuyente en Impuesto a la Rente (IR) y uno de los principales en recaudación fiscal.

Por cada dólar invertido en capital inicial, se puede esperar 4 dólares adicionales invertidos durante toda la vida de la mina. Lo que demuestra que el factor multiplicar es de 4 a 1.

Ha quedado en evidencia, una vez más, que son las regiones en las que existe mayor actividad minera la que más desarrollo social e integral se ha producido. Las regiones del sur: Arequipa, Moquegua y Tacna, lideran los índices de desarrollo humano y los que mejor calidad educativa muestran, con lo que empiezan a diferenciarse del resto del país y ha crear una reserva productiva de primer nivel.

Además, los importes por canon han contribuido a cerrar una serie de brechas, en especial las de infraestructura. En los últimos diez años se transfirieron 34,828 millones de nuevos soles en concepto de canon minero.

Mención especial merece los efectos positivos que ha tenido en Apurímac el desarrollo de las Bambas. Si en el 2010 la pobreza extrema ascendía a 24%, el 2014, cayó a 9%. Una disminución del 61%. Algo similar ha ocurrido con la desnutrición que el 2010 rondaba el 39%, en cuatro años bajó a 29%, menos 25%. Los índices de habilidad lectora y en matemática, también se han incrementado.

Otra conclusión importante ha sido la demostración que el Perú sigue siendo sumamente atractivo par la actividad minera. La actividad minera sigue siendo vital. Primero por la inmensa capacidad productiva del país. Actualmente existe una cartera de 60 mil millones de dólares. Por si fuera poco, nuestros costos están muy por debajo de países competidores. El Perú está en condiciones de duplicar su producción y con eso compensaría la caída de los precios, que dicho sea de paso, no es que el superciclo de la minería haya terminado como se demostró.

Lo cierto es que si el Perú desarrolla todos los proyectos mineros, sigue explorando y potenciando su capacidad en este sector, pronto podríamos llegar al desarrollo. Como señaló Luis Carranza, si el Perú consigue establecer un cluster minero en el Sur (teniendo como eje a Arequipa) y otro en el Norte, nuestro potencial económico se incrementaría enormemente. Tenemos todas las capacidades para hacerlo. Energía, capacidad y sobre todo una demanda de servicios mineros, debido a que geográficamente existen muchos proyectos mineros en las cercanías de Arequipa.

No se resaltó tampoco que la convención se efectuó en una universidad pública: La Universidad Nacional de San Agustín. Una demostración que las entidades públicas y privadas pueden trabajar por objetivos comunes. Se tuvo que superar muchos obstáculos para que la UNAS se convirtiera en la casa de Perumin 32. Desde la desconfianza hasta los retos tecnológicos. Todos se superaron y la Convención se desarrolló en un ambiente adecuado. Una lección, sin duda.

Finalmente, habría que decir que los argumentos de los antimineros fueron puestos al descubierto. No existe una alternativa realista para que el Perú crezca. Solo demagogia y una oposición absurda repleta de prejuicios ideológicos. Es pues el momento de darle a la minería la oportunidad de llevarnos al desarrollo. Tenemos todo para hacerlo. No desperdiciemos la oportunidad. Lampadia




Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

En la 32 edición de Perumin se desarrolló la siguiente presentación: 

En una de las primeras láminas se destacó la siguiente frase de Mark Twain sobre lo difícil que es borrar los engaños: 

Después del análisis del presentador se reiteró la frase de Madeleine Albright sobre los problemas de comunicación y focalización de las políticas públicas entre el sector privado, el Estado y los políticos: 

En el Perú hay muchas cosas a medias y algunas que no hemos iniciado. Entre los grandes retos del país están con claridad los vinculados a nuestras precarias instituciones, la necesidad de una revolución educativa, una mejora sustancial en la salud, mejoramiento y multiplicación de las infraestructuras y un mayor desarrollo tecnológico.

Sin embargo, un país pobre como el Perú necesitará, sin lugar a dudas, recursos económicos muy importantes para cerrar dichas brechas. Además, no tenemos mucho tiempo para hacerlo pues estamos entrando a una nueva revolución industrial que nos exige nivelar el piso de los peruanos, especialmente el de los más pobres, con el nivel de vida de las poblaciones de los países más desarrollados.

El Perú, país bendito por la calidad de su gente y de sus múltiples recursos naturales, tiene como enfrentar los retos del desarrollo, pero eso pasa por aprovechar nuestros recursos, por ponerlos en valor y por no esperar a que pierdan contenido económico. Entre los recursos naturales del país, los recursos mineros encierran un potencial especialmente importante, no solo por su aporte directo al crecimiento de la economía y de los recursos fiscales, sino también por su capacidad de dinamizar el conjunto de la economía, dados sus profundos encadenamientos intersectoriales y el espacio de diversificación que puede crear.

Desde esa perspectiva, tomando en cuenta nuestro potencial de crecimiento productivo y nuestro tamaño relativo al mundo al que podemos vender nuestros productos, no aprovechar nuestras capacidades es inmoral, es decirle a los pobres que para la clase dirigente del país son más importantes las posiciones de poder y los intereses particulares, que la superación de su condición de atraso.

Ver la presentación completa (Power Point): El Rol de la Minería

Ver presentación en video: Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

Lamentablemente, desde el 2011 hemos parado el principal motor de la economía peruana, ya sea alentando mitos como “Agua sí, Oro no”, permitiendo el desbande de los grupos anti mineros y multiplicando la normatividad que se ha convertido en una trampa imposible de superar. Así hemos perdido inversiones de más de US$ 22,000 millones en lo que va de este régimen. Ver en el siguiente cuadro los datos que presentó Julio Velarde, el Presidente del Banco Central de Reserva en Perumín sobre la tramitología minera:        

La clase dirigente que ha permitido este descalabro tiene una inmensa deuda con nuestra gente. Tenemos que comprometernos en analizar de mejor manera la realidad del país, sus capacidades, oportunidades y necesidades, para pasar a una acción concertada y consensuada en pro del desarrollo integral, duradero y sostenible. Lampadia

 

 

 




El BCRP, la isla de excelencia del aparato público

El BCRP, la isla de excelencia del aparato público

En estos tiempos de angustia por la salud del país, llegó días atrás, una grata noticia para el Perú. La revista internacional The Banker (propiedad del prestigioso Financial Times), galardonó al presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, como el Banquero Central del Año 2015 a nivel global. El reconocimiento le llega a Velarde al cumplir un poco más de ocho años al frente del banco (fue designado presidente el 6 de setiembre del 2006 y ratificado el 17 de julio del 2011), pocos meses después de que injustificadamente se le exigiera reducir su sueldo. Más allá de esta anécdota, The Banker elogia la forma en que este lúcido y ponderado economista condujo la política monetaria del país en medio de las turbulencias financieras globales y el enfriamiento económico del país. Un mérito enorme.

Como señala en su comunicado, “The Banker destaca los esfuerzos y logros del Banco Central de Reserva del Perú, que navegó en un entorno cambiante adoptando las medidas monetarias necesarias con prontitud. Precisó además, que el BCRP intensificó su trabajo para promover el crédito en moneda nacional y mejorar la estabilidad del sistema financiero del país, algo que, a causa de las tasas de crecimiento recientes de Perú y el alto nivel de dolarización del crédito corporativo, es una tarea particularmente difícil”.

“Mantener la inflación baja, en comparación con otros países, y a pesar de la depreciación del sol en los últimos años, fue un desafío (…). Hemos tenido una inflación subyacente muy baja (…) cerca de un 2% desde el 2001, con la inflación general (por debajo de 3%), la más baja en la región a pesar de que el Perú ha sido la economía de más rápido crecimiento (en América Latina) en los últimos años”, señala Velarde en una entrevista concedida a The Banker.

Y es cierto, en los últimos diez años, los de mayor crecimiento del país en más de un siglo, la inflación promedio no superó el 3 por ciento mientras que nuestra tasa de crecimiento acarició un promedio de 7% anual. Este ha sido, sin duda, un mérito del BCRP, el cual, desde su nueva Ley Orgánica de los años 90, se constituyó en el ancla de la economía del país, logrando crear un largo período de estabilidad macroeconómica que los peruanos no conocíamos y sin la cual, no se podría haber logrado los niveles de inversión y crecimiento que hemos gozado.

Nada de esto hubiera sido posible, si es que el BCRP no fuera, probablemente, nuestra isla de excelencia en el Estado peruano. Sucesivos gobiernos han entendido la necesidad de respetar su autonomía constitucional y su Ley Orgánica.

Ambos instrumentos, promulgados en 1993, indican expresamente  que la finalidad del BCRP es preservar la estabilidad monetaria. El Banco Central tiene una meta anual de inflación de 2.0 por ciento, con un rango de tolerancia de un punto porcentual hacia arriba y abajo. Como ha señalado, Richard Webb  La  Ley Orgánica del Banco Central de Reserva del Perú de 1993 le hizo caso a Milton Friedman. No impuso al BCR un piloto automático, pero sí acotó su margen de maniobra. Al referirse a la finalidad del Banco, la ley sólo menciona un objetivo, el de “preservar la estabilidad monetaria”. Punto.

Recordemos que anteriormente, el BCRP era un instrumento político del gobierno de turno. Una caja sin fondo para financiar el populismo y los caprichos de los gobernantes. Antes de su actual regulación, terminamos con reservas internacionales negativas, e inclusive, este “templo” de la economía peruana fue severamente afectado por la corrupción.

Adicionalmente, la ley le asigna las siguientes funciones: regular la moneda y el crédito del sistema financiero, administrar las reservas internacionales a su cargo, emitir billetes y monedas e informar periódicamente al país sobre las finanzas nacionales. Pero, quizá lo más importantes es que la Carta señala  que para que el BCRP pueda cumplir con su finalidad es necesario que sea autónomo.

En países que todavía sufren de condiciones políticas regresivas o que están impregnaos de populismo, como hemos constatado durante los últimos años en varios países vecinos, se plantea instrumentalizar, o simplemente se avasalla a los bancos centrales para ponerlos al servicio de intereses de corto plazo de sus gobiernos, contrariando los intereses de Estado, que por su naturaleza, son necesariamente de largo plazo. Nuestra historia del último medio siglo y nuestra actual debilidad institucional, nos obligan a ser escrupulosos en el tratamiento de nuestro Banco Central, tal como se ha hecho durante los últimos cinco gobiernos. Julio Velarde ha revestido esta función con grandes honores. Lampadia




El Perú es Infinito

El Perú es Infinito

Comentario de Lampadia:

Julio Velarde, Presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) declaró en una reciente entrevista: “El Perú tiene un gigantesco potencial de desarrollo, (…)”.

Nos alegra mucho leer las declaraciones de Julio Velarde sobre las capacidades del Perú. Él ha sido siempre un estudioso de nuestra realidad, y después de su experiencia en el BCRP, un conocedor del mundo amplio, el que fue y el que se está construyendo, especialmente en el Asia, donde ya nació una clase media de más de 2,500 millones de personas.

Efectivamente, nuestro país tiene un potencial gigantesco, desperdiciarlo, sin aprovechar nuestros recursos para eliminar la pobreza puede ser calificado de inmoral. 

Nota de La República

BCR: Perú muestra gigantesco potencial de desarrollo

(La República, 24 de Julio del 2014)

En los últimos 50 años el Perú ha atravesado por momentos difíciles; sin embargo actualmente se encuentra en una posición expectante, pues tiene un gigantesco potencial de desarrollo, según Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva (BCR).

“Se ha logrado, en el país, un consenso de que una política macroeconómica sólida es indispensable para el crecimiento de la economía”, dijo.

Asimismo, proyectó que la actual década será favorable para el país. “Ha sido importante el arduo aprendizaje colectivo y la situación de una economía abierta y un importante potencial en el exterior”, indicó.

Estas declaraciones las ofreció durante la presentación de la moneda conmemorativa por el 50° aniversario de creación de la Escuela de Negocios para Graduados (ESAN), reunión que contó con la presencia del rector de dicha entidad educativa, Jorge Talavera.