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Tía María y economía peruana en UCI

Tía María y economía peruana en UCI

Tal como lo habían anunciado hace tiempo, los dirigentes de las cúpulas radicales iban a tratar de impedir el avance del proyecto de Tía María en Arequipa y luego el de las Bambas en Apurímac. Entre estas cúpulas está, por supuesto, Tierra y Libertad del ex cura Arana y Pedro Francke de la PUCP.

El primer Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la Southern tuvo más de cien obsevaciones. Con gran compromiso por el largo plazo, la empresa empezó de nuevo. Después de meses de estudios, logró, en agosto del 2014, la aprobación de un nuevo EIA. Entre los importantes cambios al primer EIA, el nuevo incluía el compromiso de usar agua de mar desalinizada que sería bombeada hasta el yacimiento. La empresa asumía esta decisión, a pesar de los costos, para evitar que se la acuse de usar “agua que debiera ser empleada para la agricultura” y, así sortear la preocupación de los campesinos del lugar. De esta forma el principal argumento de los opositores al proyecto (el empleo del recurso hídrico) quedaba superado.

Según el ordenamiento legal, una vez aprobado el EIA, el Estado debe otorgar la autorización de construcción, cosa que por cualquier disculpa, no ha hecho hasta ahora. En el camino hubo un audiencia con 1,700 personas donde el proyecto consolidó su aprobación “social”.

Hace dos semanas, el gobierno anunció su presencia en la zona para presentar el EIA y contestar todas las dudas que pudiera tener la población. Los dirigentes ultras no asistieron a la reunión y mantuvieron su llamado a una huelga indefinida, que fue ejecutada con el resultado de varios heridos sin que el Estado haya actuado.La oposición al proyecto de parte de esta cúpula, ahora carece de argumentos y se muestra como pura extorsión o manipulación política.

Ante esta situación, imaginamos que en un acto de profunda frustración por parte de la empresa, su Gerente de Ralaciones Institucionales, Julio Morriberón, anunció la paralización del proyecto y calificó las acciones de los radicales como de “terorismo anti-minero”. Este término califica las acciones illegales de las cúpulas anti-mineras que amedrentan libremente a la población, sin que el Gobierno haga nada para impedirlas, cuando más bien debiera apoyar  firmemente a una compañía que viene haciendo los mayores y mejores esfuerzos por sacar adelante un proyecto clave para el país.

Más tarde, ante una coversación privada entre la Ministro de Energía Y Minas, Rosa María Ortíz y el Presidente de Southern, Óscar Gonzales Rocha, este último  ofrece mantener los mejores esfuerzos para sacar el proyecto adelante, pero califica las acciones ultras con las mismas palabras de Morriberón: “terrorismo anti-minero” y pasa lista a una seríe de impedimentos, trabas y falta de presencia del Estado para apoyar el proyecto.

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, terrorismo es una: “Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”. Infiltrar, amenazar, amedrentar, romper vidrios de las casa de los que piensan distinto, acallar a los periodistas de la zona es parte del “Manual Anti-minero” que ya se ha usado en Cajamarca y en varios otros lugares. Todo eso es una forma de terrorismo. Por ejemplo, ver en Lampadia: Stalinismo en Cajamarca.

El proceso para detener un proyecto minero es siempre el mismo: miente; búscate un  publicista, como Bueno en Tambo Grande; juega con la ignorancia de la población, a la que nadie explica las cosas; juega con sus miedos y sentimientos; amenaza; demuestra tu poder haciendo daños físicos a determinadas personas; organiza marchas; toma carreteras; destruye la propiedad pública y privada y trata de conseguir la muerte de un inocente para “demostrar la brutalidad” de la represión.

El Estado, siempre tarde, no explica nada, retrocede y finalmente cae de rehén de los ultras (Ver en L: Del Arequipazo a Pichanaki, un Estado que retrocede).

Fue gracioso escuchar alaministro de Energía y Minas, Rosa MaríaOrtiz decir que el Estado estuvo presente porque fueron a explicar el EIA la semana pasada. Para empezar, debieron ir en agosto del 2014, lo que es más, hace cinco años, cuando empezaron las movilizaciones contra el proyecto con el liderazgo del entonces presidente de la Región Arequipa, Juan Manuel Guillén. Señora ministro, el Estado está conformado por el gobierno central y los gobiernos regionales y locales.

¿Cuál será la suerte del proyecto? Quien sabe. Pero lo que si queda claro es que ha entrado en una etapa de alto riesgo de paralización definitiva.

Como hemos comentado antes, este proceso de parálisis de la minería empezó con Conga y puede terminar con Tía María que ya está en cuidados intensivos.

Pero lo que es peor, es que la economía peruana, de pararse Tía María, también entraría en cuidados intensivos, pero sin médicos. Basta seguir la declaraciones del Ministro de Economía, Alonso Segura, que empezó pronosticando un crecimiento de 4.5% para este año, poco después lo bajo a 4%, mas adelante enfatizó que seríamos el país que más crecería en la región y hace unos cuantos días dijo que “una recesión era poco probable”. Mamita, ¡Ayuda!

Tía María es demasiado importante para desarrollo del país y de la región Arequipa, como para que una cúpula que solo desea obstruir los avances de la nación por oscuros intereses, impida su desarrollo. El Estado y la ciudadanía deben tomar cartas en el asunto. El proyecto ha cumplido con todos los cuidados y procedimientos, técnicamente es impecable, por lo que debe otorgársele la licencia de construcción. No podemos esperar más tiempo. La tradición de Arequipa fue siempre construir e iluminar, no destruir y traer la oscuridad. Lampadia




Una década de desarrollo a pesar de sus políticos

Una década de desarrollo a pesar de sus políticos

Arequipa en una década ha duplicado su PBI, a pesar de que sus políticos no han hecho lo necesario para impulsar su desarrollo e incluso le han puesto más de una zancadilla. Aún así, su Índice Compuesto de Actividad Económica (IICAE) que elabora el IPE se expandió a tasas cercanas al 20% en los últimos doce años. Hoy mantiene elevadas tasas de crecimiento que duplican el promedio nacional. 

El día de ayer, 5 de febrero, el Presidente Ollanta Humala dio inicio a la ejecución de Majes Siguas II. El proyecto permitirá ampliar la frontera agrícola en 38,500 hectáreas y generará energía eléctrica para el desarrollo industrial del sur. Este proyecto, largamente esperando y que tantos conflictos ha generado, permitirá que la región Arequipa mantenga la velocidad de crecimiento que viene demostrando en los últimos años.

De acuerdo a un informe del IPE, recientemente difundido, “Arequipa está experimentando un elevado crecimiento económico, bastante mayor al promedio del país. Según el Índice Compuesto de Actividad Económica (ICAE) del IPE, Arequipa se expandió 13% en el tercer trimestre del 2013, comparado con el mismo trimestre del año anterior (ver cuadro). Este crecimiento señala una aceleración con respecto al ya elevado crecimiento de 12.4% acumulado en los primeros nueve meses del 2013. Estimamos que Arequipa ha sido una de las regiones con mayor crecimiento en el 2013, con un ritmo cercano al doble del estimado para el Perú”.

Lo cierto es que en una década del 2002 al 2012, Arequipa duplicó su PBI. De 9,300 millones de soles (a precios constantes de 1994) a 18,700 millones respectivamente. Algo realmente sorprendente, para una economía que se hallaba recesada a fines de los noventa y comienzos del presente siglo.

Este vertiginoso crecimiento también es destacado por el IPE, “si observamos el crecimiento promedio del ICAE de Arequipa durante los últimos doce años, se puede detectar que Arequipa ha presentado épocas de auge con tasas cercanas al 20%”.

De acuerdo a las proyecciones del mencionado instituto, Arequipa seguirá creciendo a ese mismo ritmo el 2014 y probablemente más ahora que Majes Sihuas se echó a andar y si es que se consigue, como es esperable, que también Tía María se ponga en marcha.

Lo interesante del crecimiento de esta región está en que si bien la minería ha sido la locomotora de este proceso, otros rubros se han sumado: El sectror construcción es el segundo más dinámico del país, su industria es la más diversificada y su agricultura de exportación una de las más rentables.

El crecimiento se ha expresado también en altas tasas de empleabilidad y mejoras sustanciales en los índices de desarrollo humano. Es decir, el progreso ha venido aparejado de mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos de esta región.

Como será de robusto el desarrollo económico de Arequipan, que incluso ha resistido algunas zancadillas que sus políticos (como el actual presidente regional Juan Manuel Guillén), le pusieron. En el 2002, un reaccionario movimiento se opuso a la privatización de las empresas eléctricas Egasa y Egesur y luego al proyecto Tía María en el 2011. La política parroquiana de los líderes arequipeños, llevo a la ciudad a entrar tarde en la agroexportación y la construcción de centros comerciales, que ya se había desarrollado en Trujillo, Huancayo y Cajamarca.

Luego se pudo establecer una relación ganar-ganar con la minería (Cerro Verde) y todo esto ha creado unimpulso de crecimiento que se mantiene muy alto, por encima del promedio nacional y por supuesto de una región como Cajamarca que no han entendido que el potencial de su despegue se halla en generar condiciones adecuadas para que los proyectos de inversión se desarrollen, y ha desperdiciado los mejores años de la propensión a invertir de la industria minera moderna y formal.

Arequipa, gracias a la visión de sus empresarios y al esfuerzo de sus ciudadanos viene alcanzando el potencial que tiene, pero aún hay mucho por hacer para mejorar su competitividad. Lampadia