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La autoestima nacional elevada versus la inflada

La autoestima nacional elevada versus la inflada

Jorge Yamamoto
Psicólogo social, Profesor principal de la PUCP
Para Lampadia

” un momentito, tu no sabes con quién te estás metiendo…”

” tu no me vas a detener, tu no tienes el carro que yo tengo, la educación
   que yo tengo, el puesto que yo tengo…”

” tu sereno no me vas a decir que no puedo salir, no me importa tu
   cuarentena, mi papá va a pagar la multa ok?”

Estas frases tristemente célebres ilustran la autoestima inflada, es decir, una tremenda inseguridad personal, híper sensible a la crítica, que sin darse cuenta tiene que chancar militantemente al otro amenazante para sentirse bien.

No le tocaría vacuna VIP porque en realidad no suelen formar parte de ese grupo privilegiado, es más un fenómeno de una clase emergente. Pero si le cae, sin pensarlo lo aceptará, sentirá que se lo merece y lo tomará como otro analgésico de privilegios especiales para su inseguridad. Esto proviene de una historia típica de ciudad grande peruana: un desarrollo cargado de ninguneo, discriminación achorada y victimización que pone a la persona en modo pata-levantada-automática. Por ser algo generalizado, más que una excepción, hablamos de un problema de estima nacional inflada.

Por si esto fuera poco, existen diversos intentos sistemáticos de “subir” la autoestima tomando algún aspecto de la realidad y amplificarla de forma distorsionada, literalmente, inflar la estima. Dios es peruano, la comida peruana es la mejor del mundo, pero a la vuelta de la esquina, nos regodeamos de nuestras miserias parlamentarias, la conducta contraciudadana y la manufactura y servicios hechos a la criolla.

La autoestima se eleva cada vez que se alcanza una meta real. Por ejemplo, se plantea a un equipo de fútbol ganar a rivales con los que generalmente han perdido. Para esto, se les brinda un mejor entrenador y equipo de preparación física. Luego de que ganan a esos rivales, adquieren más confianza y quieren ir por más; la estima colectiva ha subido. Si se repite este proceso de logros paso a paso, la estima del equipo, de una persona o de un país sube paso a paso. Lo interesante es que la confianza que brinda la autoestima sólida reduce la ansiedad, las dudas y la anticipación del fracaso, lo cual aumenta la probabilidad de logro de metas difíciles.

En el caso del Perú, no tenemos confianza que podamos vencer la corrupción, la conducta contra-ciudadana o alcanzar el desarrollo sostenible. ¿Qué pasa si comenzamos por no pasarnos la luz roja con una campaña nacional de dos meses y lo logramos? Vamos a decir, “sí se pudo” y sentiremos “qué maravilla de orden, ahorro de tiempo e hígado”. Nos sentiremos motivados a ir por más, y pasó a paso, veremos que es posible y gratificante ir construir un comportamiento ciudadano. Así, en un parpadeo de una década podemos haber logrado ciudades peruanas con respeto, honestidad y responsabilidad. Si además emprendemos una agresiva reestructuración del sistema electo-populista, del sistema policial y judicial, quizá podamos tener en un par de décadas un país en el que la corrupción sea la excepción y no la regla. Lampadia




La felicidad de los peruanos

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por Infraestructura Institucionalidad y Gestión – IIG, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos el siguiente video sobre la felicidad de los peruanos.

Participa como invitado Jorge Yamamoto, profesor principal de la PUCP, junto con Jaime de  Althaus, Gonzalo Prialé y Sebastián Otero, asociados de IIG.

Las opiniones vertidas no necesariamente representan la opinión institucional de IIG sobre los temas tratados.