1

Aprender en cabeza ajena

Aprender en cabeza ajena

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

He tenido la oportunidad de releer el libro “Why Australia prospered” (Por qué prosperó Australia), escrito por Ian W. McLean. En términos generales describe la historia política y económica de Australia, sus valores, instituciones y circunstancias que hicieron de este un país próspero, a pesar de los eventos negativos que tuvo que enfrentar desde el año 1820 hasta nuestros días. Lo más interesante es que el autor compara Australia con la evolución del propio Reino Unido (UK), Canadá, Estados Unidos (USA) y Argentina. No obstante, este libro y sus comparaciones que muestran por qué algunos países son ricos y otros pobres, me ha hecho pensar en el Perú y se puede observar cómo nuestro acercamiento (o alejamiento), a los criterios, principios, valores e institucionalidad de alguno de estos países, se reflejó inmediatamente en la economía de nuestro país.

Un hecho por muchos conocido es que, los primeros migrantes a Australia fueron; convictos, emancipados e inmigrantes libres del Reino Unido a un territorio inmenso. Gente joven, educada, mayoritariamente hombres, quienes se vieron obligados a trabajar muy fuerte para instalarse y producir, que adoptaron (y adaptaron) la institucionalidad británica. 

Resulta muy interesante que, contrario a lo pregonado por muchos “pensadores económicos”, la economía de Australia se sustenta mucho en sus recursos naturales y dos siglos después, su economía sigue dependiendo de estos recursos. Igualmente interesante es la flexibilidad para adaptar la institucionalidad británica a sus circunstancias y poder así promover su prosperidad, accediendo al mercado de capitales y tomando ventaja de su mercado. Inicialmente, el trabajo en grandes extensiones de terreno los llevó a tener un desarrollo muy importante en la producción lanar, con ello para 1850 alcanzaron un ingreso per cápita 20% menor al de UK y los Países Bajos, pero 9% superior al de USA. 

Para 1851 se dio en Australia un gran impulso a la minería de oro, con eso su ingreso per cápita sobrepasó al de UK en 1860 y para 1880 lo superó en 20%, manteniendo una superioridad del orden del 10% aún en 1890. Debo hacer notar que el ingreso per cápita australiano se amplió de 25% a 30% por encima del ingreso per cápita de USA entre 1860 y 1890. En el tiempo USA creció más y ya para el año 2000, el ingreso per cápita de Australia alcanzó al 76% del de USA, pero fue similar al de Canadá. Un caso patético es el argentino, quien siendo uno de los países más ricos del mundo hacia 1913, su ingreso per cápita pasó de ser en ese entonces el 73% del de USA, a sólo el 30% de este para el año 2000. Lo interesante es que estas mediciones en términos de ingreso per cápita, se corroboran con los reportes comparables de “Índice de desarrollo humano”.

He escogido este tema porque hay una desafortunada tendencia a confundir desarrollo industrial con modernidad y crecimiento económico. Debemos insistir que, la industrialización de los países no debe confundirse con crecimiento o prosperidad. Definitivamente Australia no lideró el desarrollo científico y tecnológico, pero destacó como eficiente productor de recursos naturales. McLean clasifica los países que se especializaron y crecieron a base de

  • manufactura como UK y Japón,
  • los que lideraron en la producción de recursos naturales, como Australia y Noruega y
  • aquellos que sobresalieron en el sector servicios como los Países Bajos y Singapur.

Se puede decir que Australia es un país afortunado por su clima favorable, su aislamiento respecto a conflictos en el mundo, su estabilidad política y sin divisiones sociales. Todo esto le ha permitido aprovechar condiciones favorables para la expansión de su producción lanar, pasando de 70,000 cabezas de ganado en 1816 a 16 millones de cabezas en 1850, con lo que pasó de abastecer sólo el 8% de la lana al UK, lejos de Alemania que proveía el 71% en 1831, a desplazarla en 1850 quien retrocedió al13% permitiendo a Australia abastecer el 53% de la lana. 

Como mencionamos, para 1851 hubo un boom de oro y, además, para 1870 South Australia fue el mayor productor de cobre del Imperio Británico, debiendo mencionar que la tradición cuprífera de Australia venía de antes del boom de oro de 1851.

En términos generales, no fue sólo gente joven, sinceramente esforzada a la búsqueda de oportunidades y con muchas ganas de trabajar en un país “afortunado”. Las estadísticas reportan que en 1861 la productividad australiana en el agro era 76% superior a la del agricultor británico, pero que tres décadas después, en 1891, fue 252% superior a la del productor británico. Esto se confirma también en aproximadamente los mismos niveles cuando se compara la productividad del agricultor australiano, con la del canadiense y del norteamericano.

Ciertamente, la historia del crecimiento australiano descansa mucho en la abundancia de recursos naturales, tierra fértil y minerales, que han sido explotados en la medida que se fueron descubriendo. Dicho esto, hay que resaltar que fueron de los primeros beneficiarios de la globalización al ser capaces de poner en valor sus recursos minerales y otros, con gran eficiencia y en base al aprovechamiento de una adecuada institucionalidad, diseñada con miras a la prosperidad, el mayor desarrollo humano y crecimiento económico.

Cuando vemos el lado financiero, Australia pasó de muy bajos niveles de deuda externa como porcentaje del PBI hasta antes de 1861, a más del 100% del PBI durante el boom, pero con la depresión de 1890 ésta llegó al 150% del PBI. La deuda pública aquí incluida, pasó de 3% del PBI en 1855 a 123% del mismo en 1895.

Australia no fue ajeno a las crisis económicas, lo que se puede apreciar en una caída dramática del número de ovejas entre 1892 y 1903, cuando cayó de 106 millones a 54 millones, no obstante compensó en parte la producción del menor número de ovejas, con mayor productividad y mejoras genéticas.

Retomando las comparaciones, esta vez con Argentina, observamos que antes de 1890 esta disfrutó de un boom en base a comercio e inversión ligada a UK, la expansión rural en las pampas y mucha construcción urbana para acoger a una importante migración concentrada en Buenos Aires. El boom en Argentina y Australia fue comparable y el origen de la crisis financiera de 1890 impactó a ambos, pero con diferentes reacciones.

Mientras Argentina (ojo, tome nota el lector, ya en 1890), negoció la refinanciación de su deuda, reprogramando los vencimientos, obligando a bajar los intereses cobrados y prolongando los plazos de pago (una maniobra estándar para un país impactado por una crisis severa de deuda), lo que trajo desde ese entonces un impacto en la reputación de Argentina, creando una historia de “debt default” que aumentó su riesgo soberano, impactando negativamente futuras oportunidades de endeudamiento. Ciertamente, esto no estaba dentro de los esquemas posibles en Australia, quien se impuso un programa de ajuste económico, tomó un nuevo crédito y honró sus compromisos.

Leía el informe de Reuters respecto a la renegociación de la deuda argentina de hoy (ya llevan 4 meses en eso) y lamentablemente la misma actitud y mala práctica de hace 130 años se sigue aplicando. Es que los países, así como las personas, si no reconocen sus compromisos y obligaciones, no valen nada.

La otra herramienta argentina fue la creación de dos monedas, el “peso oro” y el “peso papel”.  Sólo el primero era convertible y el segundo no, generándose para esta moneda una devaluación de 50% respecto al “peso oro”. Esto encarecía las importaciones y creaba espacio para producir localmente en Argentina productos que, por calidad, eficiencia, costo y productividad jamás hubieran podido producir.

¿Todo esto no nos recuerda al primer gobierno aprista? ¿Al dólar MUC? ¿La refinanciación forzada de deuda? Gracias a Dios desde 1990 el Perú adoptó medidas duras (que correspondían al daño profundo infligido a nuestra economía y reputación) y estableció un manejo macroeconómico que, felizmente se viene respetando durante 30 años. Esto, a diferencia de otros países, nos permite salir al mercado a levantar deuda en este mes de abril y en medio de la crisis global COVID-19, siendo bien acogidos (demandaron esta vez más de 8 veces lo requerido), a plazos largos y tasas bajas correspondientes al “grado inversión” de nuestra deuda y a nuestra buena imagen de país responsable, cumplidor y serio. 

El Perú tiene muchas de las características de Australia, empezando por su potencial geológico y su gente trabajadora y esforzada, por lo que su ejemplo nos debe inspirar. Por otro lado, ya en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, cometimos las torpezas de Argentina (con asesor económico argentino incluido, Daniel Carbonetto para los que no lo recuerden), no volvamos a cometer ese terrible error que nos costó muy caro, pero sigamos observando atentos los manejos buenos y malos de otros países, para aprender en cabeza ajena. Lampadia




Democracia y capitalismo

Democracia y capitalismo

En los últimos años, se ha hecho palpable la vulnerabilidad de las democracias con el ascenso de los populismos no solo en América Latina (ver Lampadia: Se profundiza el populismo en América Latina, Las democracias están en peligro en América Latina), sino también en el mundo desarrollado, en EEUU con Donald Trump, por ejemplo, o en Gran Bretaña con el Brexit y la nefasta posibilidad de que Boris Johnson asuma las riendas del Partido Conservador (ver Lampadia: ¿Boris Johnson como primer ministro del Reino Unido?).

Así, el enorme desarrollo de la calidad de vida en los últimos años provisto por el capitalismo (ver Lampadia: Recuperando lo mejor del capitalismo) – sistema económico que ha coexistido junto a tales democracias – pareciera no haber sido suficiente para amordazar el descontento de las grandes masas, quienes se ven constantemente engañadas por los “supuestos” males de la globalización y el libre comercio – tales como la creciente desigualdad y el estancamiento de las clases medias, pero que son falsos (ver Lampadia: Otra mirada al mito de la desigualdad, Retomemos el libre comercio) – y terminan apostando en las urnas por líderes políticos que los llevan a su autodestrucción. He aquí la crítica de porqué ambos procesos, las democracias – sistema político que defiende la soberanía de las mayorías – y el capitalismo, podrían no ser sostenibles o en todo caso compatibles en el tiempo.

Sin embargo, ¿qué nos dice la evidencia histórica al respecto, más allá de la coyuntura internacional actual?

Un reciente artículo escrito por The Economist, que compartimos líneas abajo, cita un interesante estudio que da algunos insights para responder esta pregunta. Si bien los autores de tal estudio son conscientes de la debilidad que presentan la democracia y el capitalismo en conjunto, su análisis histórico los hace concluir: Desde los albores de la industrialización, ninguna democracia capitalista avanzada ha caído fuera de las filas de los países de altos ingresos o ha regresado permanentemente al autoritarismo”.

Asimismo, agregan: “En las economías avanzadas, la democracia y el capitalismo tienden a reforzarse mutuamente”. Si esto es así, ¿cómo replicar tales modelos en nuestra región para que estas crisis democráticas sean menos recurrentes en el futuro?

Ellos recomiendan profundizar en 3 mecanismos, de los cuales queremos destacar uno en particular: el relacionado a las clases medias. Ellos recomiendan que es fundamental contar con clases fuertes y comprometidas, que internalicen los beneficios del mercado y que los defiendan, para que ambos procesos, la democracia y el capitalismo, funcionen en conjunto.

No podríamos estar más de acuerdo. Como hemos presentado en El libro de la clase media peruana, la clase media en nuestro país es una de las mejores representaciones del desarrollo reciente del país. Asimismo, es una de las más resilientes en los últimos años al seguir mostrando un persistente crecimiento, frente a la desaceleración de nuestra economía (ver Lampadia: Clase media aumentó en mayoría de regiones). Por ende, es clave difundir su progreso y hacerla escuchar en los procesos democráticos, de manera que nuestro país, como indican The Economist, no caiga en la trampa de que la democracia y el capitalismo terminen comportándose como una incómoda pareja. Lampadia

¿Qué tan compatibles son la democracia y el capitalismo?
El estrés económico y el cambio demográfico están debilitando una relación simbiótica

The Economist
11 de junio, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Ultimamente, las democracias más antiguas del mundo han comenzado a parecer más vulnerables que venerables. EEUU parece destinado a un enfrentamiento constitucional entre el ejecutivo y la legislatura. El Brexit ha sumido a Gran Bretaña en una marea constitucional propia. Tales problemas podrían ser confundidos con una venganza. En los últimos años, los economistas políticos han argumentado que la creciente desigualdad en el mundo angloamericano debe eventualmente amenazar los cimientos de la democracia; un libro sobre el tema de Thomas Piketty, un economista francés, ha vendido más de un millón de copias. Ese argumento canaliza una visión desgastada por el tiempo, sostenida por pensadores desde Karl Marx a Friedrich Hayek, de que la democracia y el capitalismo pueden resultar incompatibles.

Tan poderosamente como se hacen tales argumentos, el siglo pasado cuenta una historia diferente. El club de democracias ricas no es fácil de unir, pero los que entran tienden a quedarse allí. Desde los albores de la industrialización, ninguna democracia capitalista avanzada ha caído fuera de las filas de los países de altos ingresos o ha regresado permanentemente al autoritarismo. Esto no es una coincidencia, dicen Torben Iversen de la Universidad de Harvard y David Soskice de The London School of Economics, en su reciente libro, “Democracia y Prosperidad”. Más bien, escriben, en las economías avanzadas, la democracia y el capitalismo tienden a reforzarse mutuamente. Es un mensaje tranquilizador, pero que enfrentará pruebas severas en los próximos años.

Los economistas y los teóricos políticos han imaginado todo tipo de formas en que las democracias capitalistas podrían fallar.

  • La más antigua es la preocupación de que las masas populares votarán para expropiar la riqueza (ganada con esfuerzo o no) de los empresarios y terratenientes, y sin derechos de propiedad seguros no puede haber capitalismo.
  • Hayek pensó que los gobiernos de principios del siglo XX, al responder a las preocupaciones de las masas, tenían una toma de decisiones económicas demasiado centralizada, un camino que conducía eventualmente al totalitarismo.
  • Otros pensadores siguieron a Marx al considerar que era la codicia de los capitalistas la que haría el mayor daño.
  • Joseph Schumpeter temía que a medida que las empresas se hicieran más poderosas, estas pudieran impulsar a un país hacia el corporativismo y el clientelismo, ganando derechos de monopolio que generarían ganancias que podrían compartir con los políticos.
  • Piketty y otros dicen que la desigualdad aumenta naturalmente en los países capitalistas, y que el poder político se concentra junto con el poder económico de una manera inestable.
  • Otros economistas, como Dani Rodrik, han argumentado que la participación plena en la economía global obliga a un país a renunciar a un grado de soberanía nacional o democracia. Reducir las barreras al comercio significa armonizar las políticas comerciales y regulatorias con otros países, por ejemplo, lo que reduce la capacidad de cada gobierno para adaptarse a las preferencias nacionales.

Pero si el capitalismo y la democracia son una pareja tan incómoda, ¿qué explica su larga coexistencia en el mundo rico? Iversen y Soskice consideran que el capitalismo y la democracia pueden apoyarse mutuamente, con tres pilares estabilizadores.

  • Uno es un gobierno fuerte, que limita el poder de las grandes empresas y los sindicatos, y garantiza mercados competitivos. A los países más débiles les resulta más difícil resistirse a la conveniencia a corto plazo de asegurar el poder protegiendo los monopolios.
  • El segundo es una clase media considerable, que forma un bloque político que comparte la prosperidad creada por una economía capitalista. Se llega a un acuerdo en el que el estado proporciona educación superior masiva en términos generosos, al tiempo que fomenta el desarrollo de industrias fronterizas que exigen trabajadores calificados. Por lo tanto, los hogares de clase media consideran que es probable que el crecimiento económico beneficie a ellos y a sus hijos. (El aumento de la desigualdad no es una amenaza para las democracias capitalistas, estiman los autores, porque los votantes de clase media se preocupan poco por los pobres y no apoyan una redistribución más amplia que pueda aumentar sus impuestos). Proporcionar la red de educación, infraestructura y seguridad social que apoya a una clase media próspera requiere ingresos fiscales sustanciales.
  • Para que el sistema tenga un tercer pilar es necesario: grandes empresas que no sean muy móviles. Antes de la rápida globalización reciente no había problema. Sin embargo, incluso ahora las empresas están más enraizadas de lo que comúnmente se piensa. Aunque las multinacionales son expertas en el cambio de la producción y las ganancias en todo el mundo, en una economía del conocimiento, las empresas líderes no pueden romper sus conexiones con redes de personas calificadas como las de Londres, Nueva York o Silicon Valley. Sus complejos planes de negocios y tecnologías de vanguardia requieren el know-how desarrollado y disperso a través de estas redes locales. Eso aumenta el poder del estado en relación con las empresas y le permite cobrar impuestos y gastar.

A media máquina
Discutir con los detalles, pero la historia general —las compañías inmóviles que otorgan a los gobiernos un grado de soberanía, que ellos mismos usan para impulsar a las clases medias— parece una explicación plausible de la estabilidad de las democracias capitalistas avanzadas. Sin embargo, deja mucho de qué preocuparse. Se basa en que las clases medias se sientan confiadas con la economía. Una fuerte desaceleración en el crecimiento de los ingresos medios reales, como en EEUU y Gran Bretaña en los últimos años, podría no enviar a los votantes a las barricadas, pero podría fortalecer el atractivo de los movimientos que amenazan con alterar el status quo. Los gobiernos también se están volviendo menos receptivos a las prioridades de la clase media. EEUU es demasiado disfuncional, y Gran Bretaña está demasiado distraída con el Brexit, para centrarse en mejorar la educación, la infraestructura y la competitividad de los mercados.

El cambio demográfico también puede tener un costo: a las generaciones más viejas y más blancas no les importa mucho si una posible clase media que no se parece a ellas tiene oportunidades para avanzar o no. Entonces, también, los autores pueden haber subestimado el efecto corrosivo de la desigualdad. Amenazar con irse no es la única manera en que los ricos pueden ejercer el poder. Controlan los medios de comunicación, financian el pensamiento y agradecen y se convierten en candidatos políticos. Las democracias orgullosas bien pueden sobrevivir a este período de agitación. Pero sería un error asumir que la supervivencia se puede dar por sentada. Lampadia




Los impactos del cambio tecnológico

Los impactos del cambio tecnológico

Entrevista a José Ramón López Portillo
Autor del libro “La Gran Transición: Retos y Oportunidades del cambio Tecnológico Exponencial”, FCE
Entrevista de Jaime de Althaus y Pablo Bustamante

Lampadia

Un tema crucial de cuyo manejo en nuestro país dependerá si avanzamos hacia un nuevo mundo o nos hundimos en el atraso sin esperanza.

Todas las actividades humanas van a ser sustituidas por las máquinas

“¿Quién paga el ingreso básico universal? ¿Lo paga el Estado de cada país o lo paga una especie de caja de la totalidad de los países? ¿Las compañías norteamericanas van a pagar también el ingreso de los peruanos o los mexicanos?”

“La idea que tienen algunos es “Vamos a extraer de los grandes poseedores de tecnología, de los que se están beneficiando, una proporción cada vez menor y con eso sería suficiente para sacar al resto de la humanidad de la pobreza”. El problema es cómo organizamos tal cosa”.

“…entonces el proceso de industrialización para insertarnos en la economía mundial es cada vez menos significativo, estamos siendo irrelevantes”.

“Si cambiamos nuestra metodología y nuestras acciones y vamos a una política pública que oriente los esfuerzos y los recursos hacia la innovación, con objetivos claros, cuantificados, para hacer ciertas cosas que sean en beneficio de nuestras sociedades, podemos dar saltos cuánticos adelante”.

“…bastaría una proporción cada vez menor de esa riqueza generada para levantar a la totalidad de la humanidad de la pobreza y sacarla de la postración y ofrecer igualdad de oportunidades y de seguridades”.

“…países como China que dicen “Sí, yo podría ser un Estado autoritario digital, pero te voy a garantizar 2 cosas: te voy a garantizar un aumento en tu bienestar, te voy a garantizar paz, seguridad, educación, salud, etc., solo que tú vas a ser un ciudadano modelo”. Y el ciudadano modelo dice: “Sí, mejor lo soy porque ahí está el gran hermano, el big brother viéndome y no tiene sentido”

“Los cursos abiertos masivos en línea, que le permitían a cualquier persona capacitarse utilizando los programas digitales del Internet, vienen ahora acompañados de inteligencia artificial. Lo que hacen es que ven a cada estudiante como una persona a la cual van a adaptar la educación. Ahora, con los nuevos programas, la propia inteligencia artificial te va estimulando”.

– Lo que llamas el cambio tecnológico exponencial va a sustituir muchos empleos, pero va a generar nuevos. Ahora, no hay manera de predecir cómo se va a resolver esa ecuación, si finalmente va a desplazar mucho más de lo que va a generar o se van a generar más empleos.

– En primer lugar, quiero explicar que digo exponencial porque eso da la idea de que el cambio tecnológico crece cada vez más rápido, y muchos advierten que las fuerzas de la economía capitalista y también las del capitalismo de Estado, están generando las condiciones para un proceso de automatización creciente de actividades, no necesariamente de empleos, pero de actividades. Esto significa que, por ejemplo, si su ocupación es la contaduría, una parte del tiempo que dedica a sacar fotocopias o hacer cálculos que son predictivos, todo eso lo pueden hacer las máquinas; el resto del tiempo, digamos 60% del tiempo, no es todavía automatizable y, por tanto, no va a ser desplazado por las máquinas. Es así como tiene uno que concebir la automatización y el desplazamiento del empleo. Ahora, si me refiero a otros casos, como el electricista o el plomero o el agente legal o el agente literario o el que redacta o narra eventos deportivos, cada caso es distinto y la automatización ataca esas actividades de manera distinta.

– ¿Qué tipo de actividades serán afectadas?

Todo tipo de actividades. Hay 2 grandes tendencias. La primera es a la automatización o sustitución de las habilidades en la medida en que sean predecibles, repetitivas o peligrosas. ¿Por qué? Porque los robots, como sabemos, pueden soldar una pieza de un automóvil que se encuentra exactamente en tal posición, con una intensidad y efectividad mayor que ningún soldador. La segunda se refiere al contenido de valor de actividad de cada quien: uno puede ser un obrero de construcción que tenderá a ser automatizado, pero si el obrero posee capacidades especiales para hacer, por ejemplo, las cornisas, las esquinas, que son difíciles para los robots, uno va a preferir esa tarea más artesanal. O simplemente porque tiene un valor para nosotros de seguridad o no. Los aviones pueden volar completamente automatizados, pero yo preferiría que hubiera un piloto humano al mando que por lo menos pueda tomar el control. Entonces, depende de estas dos grandes variables.

– Ahora, todas aquellas esas actividades profesionales que puedan ser llevadas a cabo por inteligencia artificial, también van a ser reemplazadas: los médicos, los economistas en muchos casos…

Así es. Yo he leído lo que producen los expertos en la materia, utilizan grandes datos y llegan a conclusiones y lo que veo es que las conclusiones están disparatadas; unos dicen que el desempleo va a ser muy grande, otros dicen que va a ser menor, unos dicen que va a ser en ciertas áreas, otros dicen que van a ser en otras áreas.

– La gran mayoría dice que va a ser muy grande, ¿no?

La gran mayoría dice que va a ser muy grande, pero es un problema de tiempo, ¿cuándo? Porque esto es un tsunami que va elevando su nivel aceleradamente. El tsunami no acaba, no es una ola, y, por lo tanto, eventualmente en equis años -20, 50, 100-, no importa, eventualmente todos los trabajos, todas las actividades humanas van a ser sustituidas por las máquinas si continúa el tipo de economía en la que vivimos.

– ¿Y qué tipo de empleos se van a generar? Es decir, ¿qué nuevos empleos van a aparecer?

Cuando uno ve el tipo de nuevos empleos, están casi todos relacionados a actividades creativas y a altas habilidades. Puede ser un electricista y puede ser igualmente un artista, pero en la media en que haya creatividad, esas van a perdurar más tiempo; en la medida en que haya interacción humana, y eso no pueda ser reproducido por los robots, esos trabajos van a perdurar.

Pero se habla hasta de composiciones de música por inteligencia artificial, o pintura; en verdad no hay límite a la imaginación…

No hay límite a la automatización, no.

– Inclusive se ha tomado tan en serio este proceso de desplazamiento del trabajo tradicional y no tradicional, que se empieza a hablar de este bono ciudadano universal para remunerar a la gente que se quede sin trabajo…

Sí, el ingreso básico universal…

– …que es una propuesta un poco complicada porque es resignarse a vivir del subsidio toda tu vida, pero que tus hijos y tus nietos lo hagan igual, con lo cual la dignidad humana sufriría un tremendo shock. ¿Qué piensas sobre esas cosas?

Completamente de acuerdo. La preocupación es que, si eventualmente las máquinas van a automatizar la totalidad o prácticamente la totalidad de nuestras ocupaciones, nosotros perderemos necesariamente nuestros trabajos, y aun si no los perdemos completamente, nuestros ingresos tenderán a ser menores porque estaremos compitiendo con un enorme número de gente que va a querer hacer lo mismo. Entonces el efecto de esto es que se eleva la productividad para algunos, pero el resto de la gente no ve elevar su productividad. Se concentra el ingreso, la riqueza, el poder económico y político en cada vez menos manos y se está viendo ya que las empresas de alta tecnología están ocupando los primeros lugares en el rango de las más poderosas del mundo. Si comparas las 10 más importantes de hace 10 años con las 10 más importantes de ahora, antes eran petroleras, etc., ahora son básicamente las digitales. Lo que muchos han pensado es en un ingreso básico universal o en un bono ciudadano, el problema que tiene esto –y eso algo que precisamente Noah Yuyal Harari mencionó, junto con muchos otros- es que el ingreso básico universal tiene tres componentes: el ingreso, el básico y el universal. El ingreso está muy bien y es un estipendio que se le da a alguien por existir, por ser ciudadano, por lo que sea, pero el básico y el universal tienen dos características que son muy difíciles de ponderar. La primera, lo básico implica que puedes satisfacer las necesidades básicas…

– ¿Cuáles son?

…cuáles son esas necesidades y cómo se definen, en dónde se definen, en qué país, región, etc.; y la otra es la universalidad, que se refiere a quién lo paga. ¿Lo paga el Estado de cada país o lo paga una especie de caja de la totalidad de los países? ¿Las compañías norteamericanas van a pagar también el ingreso de los peruanos o los mexicanos?

– Por ejemplo, un país como Singapur o Finlandia puede establecer un impuesto a la alta productividad para repartir el impuesto básico universal, pero ¿quién va a generar el ingreso básico universal de los pobres de la India, de África o de América Latina? Es alarmante.

Exacto. Es alarmante porque si tenemos una dinámica de desigualdad creciente y acelerada, y si la economía está siendo cada vez más rica, entonces la idea que tienen algunos es “Vamos a extraer de los grandes poseedores de tecnología, de los que se están beneficiando, una proporción cada vez menor y con eso sería suficiente para sacar al resto de la humanidad de la pobreza”. El problema es cómo organizamos tal cosa.

– Además la automatización, la robotización, va a hacer posible que muchas fábricas que se han trasladado de los países desarrollados a los países emergentes, regresen a sus países de origen porque ya no hay el problema de la mano de obra barata, porque van a trabajar con robots precisamente. Entonces, probablemente los países emergentes van a perder sus ventajas competitivas y podrían al margen de la división mundial del trabajo…

Así es, usted lo describió perfectamente bien. El proceso de inserción de nuestros países al comercio internacional ha consistido en que no queremos ser nada más que proveedores de mano de obra barata y de recursos naturales simples, sino que queremos dar valor agregado a lo que generamos. Entendamos que las nuevas tecnologías desplazan y desechan ya esta contribución también, entonces el proceso de industrialización para insertarnos en la economía mundial es cada vez menos significativo, estamos siendo irrelevantes.

– Es una proposición obsoleta.

Es una proposición ya obsoleta, exactamente. Si uno ve en las cadenas globales de valor cuánto valor aporta qué clase de actividad, uno ve que las anteriores y las posteriores a la manufactura han cobrado cada vez más fuerza y, por tanto, la manufactura en esos países es cada vez menos importante. Esto significa que tenemos que modificar la manera en que debemos orientar nuestras economías. Y tiene razón, uno de los procesos de la automatización y de la aplicación de sistemas de inteligencia artificial y de cosas como energía solar, impresoras 3D, etc., es el reshoring, que es la reincorporación, como lo dijo usted, de la manufactura a los países de origen. Por ejemplo, recientemente Nike, que producía medio millón de zapatos, decidió cerrar una serie de fábricas y en vez de tener a miles de empleados, 160 van a producir medio millón ahora en Alemania, ya no más en otras partes.

– Inclusive en cosas como agro-exportación.

O la agro-exportación.

– Se habla, por ejemplo, de la producción de carne por reproducción celular, que es indispensable para evitar el metano, por ejemplo, o el requerimiento de tierras y agua, que no hay, para 9 mil millones de personas en los próximos años.

Así es.

– O se habla de la posibilidad de tener fábricas verticales en Nueva York o Chicago, de alcachofas y cebollas.

Exacto.

– Entonces en el largo plazo se vienen posibilidades que desplazan a los países en desarrollo de la división de trabajo o, mucho más que eso, de participar del mundo tecnologizado.

Correcto, completamente de acuerdo, el problema entonces está en nosotros. Eso va a ocurrir si nosotros insistimos en la forma de insertarnos en las cadenas de valor internacionales. Si cambiamos nuestra metodología y nuestras acciones y vamos a una política pública que oriente los esfuerzos y los recursos hacia la innovación, con objetivos claros, cuantificados, para hacer ciertas cosas que sean en beneficio de nuestras sociedades, podemos dar saltos cuánticos adelante. Y es lo que yo propongo un poco en este libro.

– Ahora, estas tecnologías nuevas van a permitir que las familias, las comunidades locales, puedan producir la mayor parte de cosas que necesitan. Con impresoras 3D voy a poder fabricar todo lo que quiera; entonces vamos a regresar a un paleolítico ultra-tecnificado, en el sentido de la autarquía de las unidades sociales. El comercio internacional se va a deprimir, porque todas las comunidades locales podrían ser eventualmente autosuficientes. Entonces, ¿cuál podría ser la ventaja competitiva de un país como Perú o como México? ¿O tendremos que desarrollar todas esas tecnologías para ser autosuficientes? ¿En qué va a consistir la globalización?

Exacto, eventualmente, es cierto, podemos regresar no al paleolítico, pero sí a un sistema de alto beneficio generalizado sin dejar a nadie atrás, lo que pensadores de izquierda y derecha llaman “los comunes colaborativos”. Es decir, no piensan como los marxistas, piensan en algo mucho más dinámico; la gente se organiza para cultivar en casa, producir sus satisfactores en casa, generar sus alimentos en casa…

…la energía.

…la energía solar, etc., eso es un poco la tendencia. Entonces, nomás para conectar la idea del ingreso básico universal con esto, en vez de dar un ingreso básico universal se puede generar un estipendio, como sugieren algunos pensadores, un estipendio para…

– ¿Generar capacidades?

Exacto, para generar las capacidades y para trabajar en las comunidades y para ayudar a los viejos, a los jóvenes, a educar, etc. Eso sería mucho más útil, la gente se sentiría también útil en ese sentido.

– Aunque por el momento las materias primas se convierten en un recurso estratégico para que los desarrollados puedan rehacerlas en sus productos de alta tecnología que nosotros todavía estamos lejos de poder hacer.

Sí. Por ejemplo, Perú ha exportado entre otras cosas cobre y ahora acaba de encontrar grandes cantidades de litio de alta calidad; ahora, el litio es un elemento cada vez más importante en baterías y en otros tipos de sistemas electrónicos, además de los medicinales y sicotrópicos, etc. Ustedes van a exportar litio seguramente de manera muy importante en los próximos años porque es conveniente.

– Por otro lado, si en Nueva York ofrecen una cebolla hecha en una fábrica vertical en Nueva York o una cebolla hecha en Ica, en Perú, la de Ica, en Perú, va a valer mucho más.

Por supuesto, exacto.

– Pero el cobre podría ser sustituido por el grafeno…

Es posible…

– … o la minería terrestre puede ser sustituida por la submarina o de meteoritos; están abiertos todos esos pasos.

Todas esas posibilidades están abiertas y el libro se llama “La gran transición” porque podemos llegar a un futuro o a otro. El futuro no existe, el futuro, cualquiera que lo pueda imaginar de una u otra manera, es simplemente eso: una imaginación. El futuro depende de nosotros y de lo que hagamos, y la gran transición es justamente este proceso, descubrir lo que viene, adecuar nuestras acciones para eliminar los futuros que no queremos e invertirle todo al futuro que sí queremos. Y eso lo podemos hacer nuestros países, porque podemos saltos cuánticos.

– ¿Cómo? ¿Qué deben hacer nuestros países? ¿Cómo se deben organizar para manejar este proceso y que no terminemos barridos por esta ola? Partimos con brechas, entonces, ¿el primer proceso es cerrar las brechas? ¿Generar riqueza aceleradamente?

Bueno, efectivamente, estamos trabajando inclusive en Oxford en un modelo sobre eso: ¿qué es mejor, apostarle a la igualdad ahora o apostarle a la igualdad o al mejoramiento de la vida más adelante? Aparentemente, la forma más rápida de que todos eleven su nivel de vida es un sistema en el que se genera tanta riqueza en el mundo, tan rápidamente, que bastaría una proporción cada vez menor de esa riqueza generada para levantar a la totalidad de la humanidad de la pobreza y sacarla de la postración y ofrecer igualdad de oportunidades y de seguridades. Esa es una visión.

– ¿Eso están pensando en Oxford?

No, es un modelo. El otro es que no podemos llegar allá sin fortalecer nuestro mercado interno; países como Perú, países como México, tienen un mercado interno muy desigual.

– Pero más que el mercado, ciudadanos que tienen niveles de educación muy bajos, niveles de salud muy bajos, accesos a infraestructura muy limitadas y eso es lo que habría que darles.

Sí, efectivamente. Entonces, en lugar de pensar en igualdad económica, hay que pensar en igualdad de oportunidades y de seguridades, y esto es lo que todo el mundo dice, de enseñarle a pescar a la gente en lugar de pescar. Pero, ¿cómo se puede hacer esto? Bueno, hay sistemas de educación, hay sistemas de capacitación, etc., que se pueden hacer cada vez más baratos y más accesibles a través de Internet, generalizar la capacidad de uso del Internet, digitalizar nuestras economías, la totalidad de nuestras economías…

– Sin celulares jamás hubiera habido la penetración de teléfonos que hay hoy día en el mundo, y no requieren cables de cobre.

Claro, y que tantos campesinos puedan conocer qué fertilizantes utilizar o qué cosechar el año siguiente. En fin, todo esto potencia las posibilidades creativas de toda la sociedad. Entonces, igualdad de seguridades, igual de oportunidades y orientar la economía hacia misiones de innovación, esto requiere una nueva gobernanza y marcos regulatorios. Es decir, adecuar la forma en que el Estado interactúa con el sector privado, con la academia, con la sociedad civil y con la comunidad internacional para generar el bien social.

– Como dices en el libro, las Naciones Unidas omitió en sus nuevos objetivos del desarrollo considerar el tema del salto tecnológico.

Es increíble, pero así es y yo luché por eso y México tomó la delantera, junto con otros países, como el Perú, de apoyar una resolución que introdujera estos temas en la Agenda 2030, porque lo cruza. Se tiene que hacer un mapa de ruta aquí, una hoja de ruta.

– Ahora, estos avances –el Internet, las redes- son ambivalentes. Por un lado, el desarrollo de las redes fomenta la desaparición de la intermediación política, de la intermediación periodística, fomenta el mundo de la pos-verdad, de las mentiras, del populismo, la democracia directa versus la democracia representativa, ¿no es cierto?

Correcto.

– Pero, por otro lado, todo lo que es digitalización, transparencia, estaría facilitando más bien un mundo cada más racional, decisiones cada vez más informadas basadas en inteligencia artificial, por ejemplo…

Pero mira la cultura: los idiomas que están desapareciendo dejarían de desaparecer, porque habría los traductores orales y escritos a cualquier lengua, por más que haya pocos habitantes que lo hablen.

– Mi pregunta iba a cómo esta transición tecnológica va a afectar a la política o va a afectar a la organización del Estado, a la relación entre Estado y sociedad. Por un lado, tenemos esta tendencia al populismo y, por otro lado, a decisiones cada vez más racionales, informadas. ¿Cómo ves eso?

Absolutamente, esa es la gran pregunta. Yo por eso escribí el libro en español, porque hay muy poco escrito o investigado sobre países hispanoparlantes y, en general, sobre países en desarrollo. Nuestros países tenemos los elementos y las instituciones suficientes para organizarnos y colaborar. Está la CEPAL, está también la Alianza del Pacífico y hay muchas otras organizaciones subregionales y regionales en donde nos podemos montar para hacer un trabajo colaborativo. Por ejemplo, en materia de digitalización creo que hay cierta tendencia que deja una luz de que vamos a poder hacer algo conjuntamente.

– ¿Cómo ves lo que está haciendo el Perú al respecto? ¿Es muy primitivo todavía?

Efectivamente, en el caso de Perú, la proporción de inversión en investigación y desarrollo respecto del PIB es muy baja, es de menos 0.25 %. En el mundo se ubica en un 1.6 o 7 % del producto interno bruto. En México, que la Ley de Ciencia y Tecnología decía 1 %, no hemos llegado allá, nos mantenemos en 0.55 %; Brasil tiene 1.1 % de su PIB. Toda nuestra región está por debajo de los niveles mundiales de investigación, de desarrollo y de innovación, y eso no deja muy mal capacitados para adaptar esta tecnología y traducirla a programas de bienestar social. Y esto da lugar, junto con lo que han dicho ustedes respecto de nuestra inserción en el comercio internacional, a que las clases medias que ya estaban logrando salir adelante, se vean otra vez rebasadas por los hechos y esto genera incertidumbre social y una reacción. Esto puede llevar a regímenes populistas que los vemos por todo el mundo. ¿Por qué está sucediendo en Estados Unidos, en Hungría, en Austria, en Polonia, en Italia? ¿Por qué está surgiendo el populismo en estos? Porque las clases medias han perdido su sustento y el populismo, asociado con los grandes poderes, tiende a autorizar sistemas autoritarios.

– Ahora, en nuestros países las empresas privadas han adaptado tecnologías de los países desarrollados, y eso no está computado en los indicadores de tecnología y ciencia.

No.

– Si no se computa, ¿no nos están haciendo equivocar en fomentar procesos de investigación y desarrollo a través de los Estados, cuando los Estados están más asociados a investigación básica y más bien necesitamos tecnología, que sea el sector privado el que lo absorba?

Exacto, yo estoy de acuerdo, pero hay que fomentar que el sector privado lo pueda hacer. Prácticamente ninguno de nuestros países ha respondido positivamente para tomar el riesgo de la innovación y de la investigación en desarrollo de tecnología; no encuentran financiamiento, no encuentran estímulos fiscales, no encuentran apoyo estratégico, no encuentran información, no encuentran mejores prácticas y no pueden hacerlo ellos solos. El papel del Estado tiene que modificarse. No puede ser el mercado el que dicta la política industrial, tiene que ser el Estado. Porque la alternativa es generar fuerzas hacia un autoritarismo digital. ¿Qué significa esto? Significa que se utilicen las herramientas que ya existen para monitorear a la población.

– Claro, el “ciber-Leviatán” como lo llama José María Lassalle.

Y ya existe, tiene razón. China lo hace. Acabo de estar con José María Lassalle: estamos formando una alianza para luchar contra eso. Hay países como China que dicen “Sí, yo podría ser un Estado autoritario digital, pero te voy a garantizar dos cosas: te voy a garantizar un aumento en tu bienestar, te voy a garantizar paz, seguridad, educación, salud, etc., solo que tú vas a ser un ciudadano modelo”. Y el ciudadano modelo dice: “Sí, mejor lo soy porque ahí está el gran hermano, el big brother viéndome y no tiene sentido”. El crimen en China ha colapsado como resultado de los 200 millones de cámaras que tiene una sociedad de inteligencia artificial.

– Increíble…

Y entonces me dirán, bueno, que quizás algunos Estados pensarán “Nos toca hacer lo mismo”, pero por las razones equivocadas, porque ellos van a querer controlar sin dar las garantías de mayor bienestar.

– Las regulaciones económicas, las regulaciones laborales, ¿cómo deberían ser? ¿Deberían ser lo más flexibles posibles para facilitar el desarrollo de estas cosas?

Yo creo que sí, creo que no hay que interferir con el cálculo que hace el mercado, sino que hay que interferir en el apoyo de las cosas que queremos. Por ejemplo, en el caso de los trabajadores, muy bien que ellos busquen su trabajo, pero hay que apoyarles en ser capacitados, que se puedan reinsertar al mercado laboral.

– En el Perú la informalidad es altísima. Es un obstáculo para la incorporación tecnológica…

Exacto.

– Corremos el riesgo de que todo ese sector quede al margen. ¿O no?

Por supuesto.

– ¿Qué hay que hacer?

Hay 2 grandes procesos, uno, ocuparnos de la niñez, aprender a aprender, darle a la gente los instrumentos para adaptarse, para ser absolutamente cambiante, versátil ante un futuro que es incierto. En El Salvador, por ejemplo, una comunidad que redujo el crimen y se organizó mejor, elevó su nivel de vida y contagió a otras comunidades a hacer lo mismo. Lo otro es capacitarlos en lo básico y lo básico es acceso a Internet, manejo del Internet, mayor conectividad, programas sociales de apoyo…

– ¿Cómo se puede revolucionar la educación aprovechando las nuevas tecnologías?

Los cursos abiertos masivos en línea, que le permitían a cualquier persona capacitarse utilizando los programas digitales del Internet, vienen ahora acompañados de inteligencia artificial. Lo que hacen es que ven a cada estudiante como una persona a la cual van a adaptar la educación. Ahora, con los nuevos programas, la propia inteligencia artificial te va estimulando. Esos ya existen, están ahí y se pueden adaptar…

– El regreso a la educación 1 a 1, como era en la época de los griegos.

Exactamente, educación 1 a 1 y mejor todavía, porque te va a dar ejemplos visuales físicos de mil tipos y asociativos también con otras personas, porque la enseñanza…

– …en lo que te interesa.

En lo que te interesa, porque la enseñanza básica formal está caduca, hay que readaptar completamente los currículos de las universidades y de las escuelas; y existen los instrumentos, hay cientos de programas digitales para la enseñanza. Y estos programas son tan efectivos que los estudiantes, cuando terminan, salen suficientemente preparados, de tal suerte que no requieren de un certificado para presentarse y tener un empleo.

– Pero esta metodología basada en la inteligencia artificial, en la que es one to one y todo eso, ¿cómo hacer para que el Ministerio de Educación incorpore eso? ¿Qué hace, una licitación internacional?

Estoy terminando un estudio para el gobierno de México sobre estos temas y uno de los capítulos es justamente de la hoja de ruta tecnológica, qué tecnologías existen y qué compañías las tienen, las están auspiciando para hacer qué cosas. Y hay una cadena de empresas sobre educación. Pero el secreto no es “Ah, esta empresa hace tal cosa, qué bien” y traerla, no; lo más importante es innovar para adaptar lo que hacen esas empresas y esas tecnologías para lo que uno quiere. Los niños peruanos y los profesionales peruanos necesitan de un tipo de capacitación apropiada a su país, a su cultura, a sus necesidades, a sus comunidades, etc.; y nuestra inteligencia y nuestra creatividad están en adaptar esas tecnologías a ellos. Que ahí están, sí están allí. Lampadia




Sobre cómo superar la conflictividad anti-minera

Sobre cómo superar la conflictividad anti-minera

Según hemos ofrecido con la creación de nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, con la colaboración del Centro Wiñaq, venimos presentando diversos artículos y ensayos para transparentar la grave situación de parálisis de las inversiones mineras y otras, a la que nos ha llevado la práctica anti-minera.

Esta campaña no solo se nutre de recursos financieros externos, también es parte de una praxis global que en el Perú ha asentado sus espacios sin que haya sido contrastada por el gobierno, ni por los gremios empresariales o las propias empresas. Sin lugar a dudas, su prédica ya se instaló en el subconsciente popular y en la gran mayoría de medios de comunicación y periodistas.

Filipinas: Indígenas buscando el cierre de la mina Lepanto

http://www.yestolifenotomining.org/ips-seeking-lepanto-mine-closure/

Con la siguiente contribución de Sebastiao Mendonça Ferreira para Lampadia, iniciamos una serie de seis escritos que presentarán propuestas para combatir la conflictividad anti-minera con un enfoque estratégico y sistemático.

Propuestas para reducir la conflictividad anti-minera (1 de 6)

Sebastiao Mendonça Ferreira

Centro Wiñaq

 

La Minería tiene un Gran Futuro.

La demanda global de los metales en 2050 va ser cinco veces la demanda actual.
Para algunos metales como el oro, cobre, plata, zinc y plomo la demanda va ser aún mayor (Halada, Shimada, & Ijima, 2008).[1] La aceleración de las tecnologías digitales no va frenar esa demanda, sino aumentarla.[2] El peso del Perú en la oferta global es significativa en varios metales (ver figura más abajo). Ello significa que, si queremos, en el Perú la actividad minera podrá crecer en una proporción similar a la demanda global de esos metales, y podemos ser parte activa en la economía global del futuro.

La idea de que la minería es una actividad pasajera no tiene sustento. Con los avances tecnológicos las reservas minerales pueden ser aprovechadas por siglos. La industrialización de China, de India, y después de África va expandir la demanda de metales. En los próximos 35 años el Perú tendrá una ventana de oportunidad segura para hacer de la minería una palanca de su desarrollo. Si somos suficientemente hábiles, podemos hacer que los recursos poli-metálicos del Perú sirvan para dinamizar las economías regionales, construir infraestructuras, educar a la población y diversificar la economía nacional.

Sin embargo, los actuales niveles de conflictividad minera son suficientes para bloquear varias décadas del desarrollo minero, como ya sucedió con el gas de Camisea en los años 80 y ahora está sucediendo con Conga, Tía María, y varios otros (12) proyectos bloqueados. Usando el ambientalismo como discurso, los anti-mineros han desarrollado, con la ideología del pos-extractivismo, una militancia anti-sistema (anti-empresa y anti-economía de mercado) que está logrando alejar al Perú del radar de los inversionistas mineros modernos, dejando el país en manos de los informales que sí destruyen el ambiente, causan terribles problemas sociales (abuso de menores, corrupción de mujeres, alcoholismo y degradación general), y corrompen la institucionalidad nacional dejando a las poblaciones locales en un fosilizado estado de pobreza rural.[3]

Actores y Dinámicas de la Conflictividad

La viabilidad de los proyectos extractivos, hoy afectada por la conflictividad, depende de cuatro actores centrales: (a) las empresas mineras, (b) las poblaciones de las zonas mineras (c) la institucionalidad pública, y (d) los grupos anti-mineros. Es el accionar de cada uno de esos actores, y de la efectividad de las mismas,  lo que determina esta viabilidad, es decir, estos cuatro actores definen si hay o no hay condiciones para que la minería y otros sectores florezcan en Perú. Hay además, otros dos actores que juegan un papel importante, especialmente a escala nacional: los gremios empresariales y los medios de comunicación. Estos actores son relevantes por su capacidad para influir sobre la opinión e institucionalidad públicas, las empresas mineras y las comunidades del entorno.

El actual ambiente de conflictividad evidencia que los grupos anti-mineros están logrando que sus intereses privados predominen sobre los intereses de los otros actores: las sociedades locales/regionales están estancadas y polarizadas, los proyectos mineros están paralizados y la institucionalidad pública se encuentra descalificada e inoperativa, en varias regiones. Los únicos que ganan en ese escenario son los grupos anti-mineros, quienes se presentan como activistas comprometidos con el ambiente y defensores de las comunidades, y obtienen acceso a fondos de la cooperación internacional, presencia en medios y son elegidos a cargos públicos: alcaldes, gobernadores, congresistas, etc.  

¿Cómo funciona la conflictividad?

De manera simplificada, los grupos anti-mineros actúan en tres líneas de acción:[4]

  1. Generar hostilidad hacia la minería en las poblaciones de la zona, especialmente en las comunidades rurales, para hacer del conflicto social el núcleo de su estrategia de acumulación política y financiera.
  2. Descalificar, fragmentar o usar la institucionalidad pública a su favor para crear espacios de impunidad, y
  3. Utilizar a los medios de comunicación para promover su agenda conflictiva, difundir su narrativa anti-minera y deslegitimar a las empresas mineras y las instituciones públicas.

Estas tres líneas de acción buscan desencadenar una secuencia de conflictos sociales que escalen e impacten en la opinión pública nacional, para así generar costos políticos a los gobernantes, y llevarlos a claudicar en su apoyo a un proyecto extractivo.

La estrategia conflictiva de los anti-mineros ha demostrado ser efectiva para paralizar varios proyectos mineros e hidroenergéticos en el Perú y en muchos otros países. Sin embargo, ellos tienen una deficiencia fundamental. Los anti-mineros solo ofrecen a las poblaciones locales la continuidad de la pobreza. Ellos son incapaces de rescatar las aspiraciones de progreso de la población y de ofrecerles posibilidades reales en ese campo. Cuando hablan del futuro, lo que proponen son retoques del pasado de pobreza, de un pasado que las poblaciones de las regiones mineras aspiran superar. Tanto sus propuestas como su accionar político evidencian un fracaso patente en ese campo.

La Ventaja Estratégica de la Minería

Las corrientes pro-desarrollo tienen, en relación a ese punto, una importante ventaja estratégica sobre los anti-mineros: Las poblaciones de las zonas mineras aspiran el progreso y con la minería el progreso es posible.

La minería, con un enfoque de sostenibilidad y valor compartido, ofrece oportunidades reales de progreso a las poblaciones y empresas locales. La minería dinamiza las economías regionales de múltiples maneras: genera empleo, genera empresas, mejora las infraestructuras, contrata servicios, compra productos, atrae otras inversiones, implementa proyectos de desarrollo y además financia los gobiernos locales y regionales con el canon. Esto ya sucede en varias regiones del Perú, con impactos positivos, y con algunos ajustes, puede aumentar notablemente. [5]

Sin embargo, en estos momentos hay que revertir una situación negativa para la minería: La conflictividad anti-minera ya está instalada. En muchos sitios ella está en estado latente y en otros está activa. Los grupos anti-mineros tienen estructuras partidarias nacionales, y han logrado considerable influencia en la opinión pública, en los medios de comunicación, en universidades, en organizaciones políticas y en las instituciones del Estado. La imagen de la minería está asociada a la degradación ambiental, y los pasivos mineros la refuerzan todos los días. Los anti-mineros ya tienen desarrollada una narrativa convincente, y existen miles de aventureros que ven en el conflicto minero una oportunidad de beneficio económico y ascenso social o político. Además, los enfoques predominantes en el sector minero sobre-simplifican las causas de la conflictividad social, y usan métodos que a la larga hacen todo más difícil.

En una situación de este tipo, no hay soluciones mágicas como andan pregonando algunos candidatos: propiedad del sub-suelo, mayor reparto de utilidades, reparto de acciones, canon comunal, etc. Es más, las empresas mineras no deben, ni pueden sustituir el Estado, y separadas de otros actores, no son suficientes para resolver el problema de la conflictividad. La conflictividad que hoy afecta a la minería se ha engarzado en profundas raíces sociales, políticas, económicas e institucionales, y su reducción va a requerir abordar esas dimensiones en forma conjunta y por largo tiempo.

Activista Sami durante protestas anti-mineras en Estocolmo

El Camino a Seguir en los próximos meses.

Estamos en pleno proceso electoral. El 28 de julio de este año vamos a tener un nuevo gobierno. Aquí tenemos una oportunidad y un riesgo juntos.

Sería muy negativo si ese nuevo gobierno comenzara a experimentar con políticas equivocadas, como sucedió el 2011. Perderíamos otros 5 ó 10 años más con interminables conflictos, y con el crecimiento afectado por la parálisis de proyectos mineros (ambiental, social y técnicamente viables). Si a la caída del precio de los metales sumamos el costo de la conflictividad, muchas empresas, que podrían invertir en Perú, se mueven hacia otros países. Esta tendencia ya la estamos viviendo en estos momentos y no debería seguir así.

1. Sería bueno que el próximo gobierno, en vez de operar como aprendices de hechicero, pueda contar con una serie de orientaciones sobre qué hacer y qué no hacer para reactivar el sector y abrir una perspectiva de sostenibilidad para las próximas décadas. Y que esas orientaciones rescaten lo que el sector ya ha aprendido sobre como reducir la conflictividad. El gremio del sector tiene unos pocos meses para preparar una propuesta de ese tipo.

2. Sería bueno si se incrementara cualitativamente el impacto del canon en el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida las regiones y que las poblaciones locales estén conscientes de que la minería es la fuente de esa riqueza que está siendo distribuida vía los gobiernos locales, regionales y universidades, y que entiendan que defendiendo a la minería de las acciones de los anti-mineros es que ellos pueden proteger la continuidad del flujo de ese recurso para su desarrollo.

3. Sería bueno si las empresas mineras tuvieran un claro diagnóstico de las potencialidades y cadenas de valor en sus zonas y a nivel nacional, y adecuaran sus modelos de negocio para maximizar su rol dinamizador en las economías regionales, aumentando las sinergias con los otros sectores económicos, especialmente con los servicios y la agricultura, haciendo realidad el concepto de desarrollo compartido, y que ese rol dinamizador de la minería estuviera socializado y reconocido por las poblaciones locales. Para ellos, hay que invertir y visibilizar el proceso de construcción de capacidades locales pró-desarrollo.

4. Sería bueno si se hiciera visible un plan nacional de recuperación de pasivos ambientales para que las poblaciones locales puedan tener la tranquilidad de que la minería moderna no crea nuevos pasivos ambientales y es dramáticamente diferente a la minería ilegal e informal, y que no sea presa de las campañas de rumores promovidas por las organizaciones anti-mineras. Del mismo modo, que las poblaciones de zonas que sufren la consecuencia de la antigua minería pueda ver sus antiguos pasivos mineros recuperados y liberarse de la narrativa anti-minera que hoy confunde y estresa a amplios sectores de esas poblaciones.

5. Sería bueno si las empresas mineras contribuyeran para la identificación de las restricciones críticas de los recursos naturales en cada zona en que operan y para la elaboración de propuestas de expansión de los activos ambientales de las zonas. La construcción de esos activos ambientales debería ser uno de los usos prioritarios del canon o realizarse vía obras por impuestos.

6. Sería bueno que el gremio minero impulse estudios académicos que evidencien la falacia de algunas afirmaciones “técnicas” de los anti-mineros, y que permitan al periodismo, a los profesionales y estudiantes de las regiones mineras desarmar la narrativa anti-minera y neutralizar las campañas de rumores con que atizan la conflictividad.

7. Seria bueno si las empresas mineras generaran espacios de inter-aprendizaje sobre los temas de la conflictividad para superar una importante desventaja cognitiva en relación a los grupos anti-mineros, quienes tienen una diversidad de métodos de aprendizaje compartido sobre como paralizar los proyectos mineros. Lampadia

 
 


 

[1] Halada, K., Shimada, S., & Ijima, K. (2008). Forecasting the consumption of metals up to 2050. Materials Transactions, 49(3), 402-410 (The Japan Institute of Metals)

[2] Las estimaciones de Halada et al corresponden a un crecimiento anual de 5% de la demanda global de metales. Podrían haber variaciones en esa demanda por un menor crecimiento de los países emergentes. Sin embargo, si no ocurre ninguna tragedia económica global, no hay razones para creer que la demanda de algunos metales como oro, plata, y cobre, donde el Perú es fuerte, no creciera al menos 400% en el 2050 respecto a la demanda del 2007.

[3] De acuerdo con Davis y Franks (2014) los costos que genera la conflictividad social para las empresa mineras es suficiente para que se muden a otros países donde la conflictividad es menor (Costs of Company-Community Conflict in the Extractive Sector, CRS Initiative, Harvard Kennedy School).

[4] El accionar de los anti-mineros incluye el desarrollo de una concepción contraria al progreso económico (alternativas al desarrollo), la elaboración de una narrativa hostil a la minería y la construcción de organizaciones sociales y políticas que la difunda. 

[5] El Banco Interamericano ha realizado un estudio en que muestra los beneficios de la minería: 

https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/6487/Global%20boom%20Local%20impacts%20Peru_ZRL_definitivo.pdf

 

 




Oscurantismo Pos-Extractivista

Oscurantismo Pos-Extractivista

Continuando con el avance de nuestro nuevo repositorio: Recursos Naturales y Desarrollo, nuestro colaborador Sebastiao Mendonça Ferreira, nos presenta su análisis sobre la manipulación de mitos y leyendas a las que recurren los anti mineros con su ideología pos-extractivista que, por cierto, representan propuestas de vida muy alejadas de su propia realidad y de la de sus donantes de los países más ‘desarrollados’.

¿Porque los anti-mineros promueven ideas que aumentan la mortalidad materna e infantil e incrementan la pobreza?

¿Cómo puede ser que organizaciones conformadas por profesionales que han tenido acceso a la educación universitaria, que usan Internet y que hacen frecuentes viajes a Europa se vuelvan promotores de prácticas de salud y técnicas agrícolas que reconocidamente tienen resultados nefastos para las poblaciones rurales? ¿Qué intereses están detrás de esa labor oscurantista y dañina a la población?

1. “Saberes Locales” versus Ciencia. [1]

La ideología Pos-Extractivista es bastante compleja y ecléctica y está formada por diversos componentes conceptuales (radicalismo ambiental, marxismo, neo-ludismo, etc.). El pos-extractivismo no consiste únicamente en una postura hostil a la minería –aunque este sea su aspecto más visible por la relevancia de los conflictos sociales–  sino contiene un rechazo de cuño filosófico a la modernidad. Una característica de esta ideología es su escepticismo a la tecnología, a la industrialización, a la ciencia y al concepto de progreso en general.

Los pos-extractivistas consideran que el método científico que fundamenta la ciencia moderna y se sostiene en la evaluación de hipótesis frente a experimentos, a partir de las cuales se obtienen las leyes que gobiernan la naturaleza, tiene una “epistemología occidental” que no es válida en el los países del sur. Por otro lado, consideran que existen “saberes locales” que se originan en las tradiciones y costumbres de las poblaciones indígenas. Desde su óptica, los conocimientos científicos no deben superar a los “saberes locales.” Consideran que creer en la superioridad de la ciencia es una manifestación de colonialismo mental y una práctica “epistemicida”. Ellos no creen que los descubrimientos científicos deben servir para superar lo erróneo de las creencias locales sino que dichas creencias deben tener un status equivalente o superior al de la ciencia. Lo creen superior porque han sido generadas localmente y no fueron traídas por el colonialismo epistemológico occidental.

El más emblemático impulsor intelectual de esta postura, a nivel global, es el portugués Boaventura de Sousa Santos[2] quien es admirado por los pos-extractivistas peruanos y ha sido invitado en múltiples ocasiones al Perú para brindar conferencias para las organizaciones anti-mineras. En su texto “Epistemologías del Sur”[3] se puede leer:

Es un hecho irreversible que el logos eurocéntrico ha implosionado en sus propias fuentes de desarrollo político y económico… desde el Sur, se asume desde la praxis de un logos emancipador que fractura los límites hegemónicos del “capitalismo sin fin” y del “colonialismo sin fin”, ya que hace posible recuperar desde la “sociología de las emergencias”, la presencia de los pueblos milenarios que han logrado la recreación de su hábitat a través de una relación simbiótica directa, con los ciclos o procesos de génesis y muerte de la Madre Tierra (Pachamama). La sabiduría ancestral que porta el pensamiento de estos pueblos originarios, expresados por sus tradiciones, ritos, magias, hasta sus representaciones antropomórficas de la realidad, son síntomas de que el ocaso de la civilización, no muere con Occidente, sino que renace desde el Sur con el “Sumak Kawsay”[4]

Según él, la revolución científica ha colapsado y ha sido desbordada por la problemática actual por lo que es necesario abrir las puertas a otro tipo de conocimiento. Una alternativa surge en el conocimiento tradicional indígena el cual nos guía hacia conductas ecológicamente más sostenibles. Esto puede sonar como una abstracta manifestación de principios. Si fuera así no nos preocuparía, dado que hay muchas sectas con ideas fantasiosas en el mundo, y no es posible el criticar todas las utopías retrógradas que van surgiendo. Nuestra prioridad es realizar análisis que contribuyan a abrir las rutas del progreso para los peruanos. Pero como veremos más adelante, esa ideología se traduce finalmente en acción política con consecuencias negativas sobre la vida de las poblaciones rurales del Perú.[5]

Para promover sus ideas contrarias a la ciencia, el Sr. Boaventura hace uso de lo más moderno de la tecnología digital y de la ciencia, ciencia que él mismo califica de fracasada. Sus seguidores, en las organizaciones pos-extractivistas, repiten sus ideas y copian su práctica social, pues promueven que las poblaciones rurales del Perú renuncien a la modernidad, que en su vida privada ellos no renuncian jamás.

2. Aplicación en el Perú.

En el Perú los núcleos intelectuales pos-extractivistas impulsan posturas oscurantistas alejando a la población más pobre del país de la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida. Estas acciones tienen un costo humano innegable en mortalidad materna e infantil y reducción de la esperanza de vida, pero esos costos, al parecer, les son irrelevantes. Pareciera que su lema es: Fuera de la ideología, todo es ilusión.

El “Programa Democracia y Transformación Global” (PDTG)[6] en su página web lista entre sus actividades la generación de  “Publicaciones de libros, historietas y diversos materiales que comparten y difunden “otros” saberes teóricos, políticos, pedagógicos y culturales críticos a los hegemónicos.[7]

Un ejemplo de esta difusión de “otros saberes” es el libro “Nuestra salud. Recuperando saberes de las mujeres para el buen vivir: Sistematización de experiencias.”[8] Este libro es resultado de la colaboración entre la “Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú” (FENMUCARINAP) y el PDTG.

En el libro se puede leer cosas como:

  • La orina sirve para muchas enfermedades, como bajar la fiebre. Te la puedes tomar o frotar con ella.”
  • “Mi nieta tenía el estómago ­flojo porque alguien la había volteado. El médico decía que tenía una infección porque tenía inflamado el estómago y fiebre. Yo le paso el huevo. Lo pongo en su manito para que desarme el huevo y ahí salió el susto”
  • “Luchamos porque se respete la libertad de tener nuestro parto según nuestros usos y costumbres dónde, cómo y con quién queramos dar a luz… las mujeres deberíamos poder dar a luz en nuestras casas sin ser perseguidas por ello.”

Cabe recalcar que el objetivo principal de recoger estas experiencias  no es puramente de observación antropológica. Los pos-extractivistas intentan popularizar estas experiencias y convencer a sectores de la población de que estas prácticas son preferibles a las propuestas por los programas de salud del Estado.  Los autores de este artículo han sido testigos presenciales de como activistas mujeres de la clase media limeña (Políticamente radicales pero que jamás darían a luz a kilómetros de una obstetra profesional y seguramente no beberían orina) organizan eventos en los cuales se difunden estos enfoques entre mujeres campesinas. Lo trágico es que los pos-extractivistas son  organizaciones y personas en las que estas humildes mujeres confían, las cuales les dicen que estas prácticas pre-científicas son idóneas y que además es un acto de discriminación hacia su cultura la promoción de la aplicación de tecnología moderna. Las mujeres de origen rural, que asisten a las capacitaciones de los pos-extractivistas,  ven a las activistas de la clase media como personas bien intencionadas, informadas y que velan por sus intereses, y por ello creen en lo que ellas les dicen.

Creemos que retrasar la transición de los sectores rurales hacia la medicina moderna es un acto inhumano en el que la población más pobre pone en riesgo su vida y su salud para que un sector radicalizado de la clase media y algunos Europeos confundidos  puedan tener la satisfacción personal de considerar que defienden la “diversidad cultural” del Perú. La popularización de los métodos modernos en medicina ha disminuido considerablemente la tasa de mortalidad de las mujeres rurales, por ejemplo en el momento del parto.  La visión retrógrada pos-extractivista de realizar este procedimiento según sus “saberes locales”, motivando a las mujeres a rechazar los servicios de salud del Estado, incrementa considerablemente la probabilidad de muerte del niño y de la madre.  Existe abundante información estadística y estudios sobre el tema (MINSA, OPS-OMS, etc.).[9] ¿Por qué las ONG’s pos-extractivistas no informan a estas mujeres del riesgo que están siendo inducidas a tomar?

El documento de PDTG ha sido financiado por la Cooperación Belga para el Desarrollo. Semejante al anterior es el caso de Cooperacción (ONG anti-minera que tiene a José de Echave, de Tierra y Libertad, como su vocero más relevante) sus publicaciones han sido financiadas por la Unión Europea y El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España. ¿Sabrán los directores de esos organismos Europeos que los materiales y las organizaciones que están financiando promueven prácticas que elevan la tasa de mortalidad materna y disminuyen el ingreso de los más pobres del Perú?

Cooperacción además, es célebre por la publicación de los “Mapas de Concesiones” con los que atemoriza a la población en las zonas cercanas a los proyectos mineros. Como parte de su “Programa de Formación de Líderes y Lideresas Comunitarios,”[10] Cooperacción publicó el documento “Desarrollo territorial y actividad minera[11] en el mismo se puede leer, entre múltiples declaraciones semejantes:

  • “Si el nido (Del pájaro Lliqui Lliqui) está hecho en las partes altas significa que será un año lluvioso. Si está en las partes bajas será un año seco.”
  • “Si el huevo tiene manchas habrá buena producción, las manchas grandes se relacionan con la producción de papa y las manchas pequeñas con la producción de quinua.”[12]

El campesino minifundista peruano se encuentra en una situación de pobreza generalizada, en gran medida, debido a que los métodos que aplica en su producción se son técnicamente atrasados.  Fomentar que planifiquen su campaña agrícola (Influenciada por las lluvias) y los cultivos en función a un “pájaro señalero” en vez de incorporar la incertidumbre y no a criterios técnicos es una muestra de indiferencia a la miseria por la que pasa gran parte del campesinado peruano. 

3. Oscurantismo y conflictividad

Los “saberes locales” han sido integrados dentro de la propuesta “Nueva Minería Exige Debate Nacional”[13] suscrito por la casi totalidad de la izquierda peruana.[14] En el cual se lee: “Asegurar la participación de las poblaciones y la incorporación de los saberes locales en los procesos de zonificación y ordenamiento territorial”

La promoción de las creencias locales en contraposición a los conocimientos científicos y técnicos tiene la función de incrementar la propensión al conflicto en esas poblaciones. Al dar un valor absoluto a las creencias, los llamados “saberes locales,” los pos-extractivistas usan mitos como argumento para sus propuestas anti-mineras. Por ejemplo: hacer perforaciones en un cerro puede “matarlo,” o valles separados está interconectados por ríos subterráneos puesto que existen “túneles como venas” que los conectan, a pesar que los estudios científicos muestran lo contrario, o la frase favorita de Marco Arana: “Reemplazar una laguna por un reservorio es como cambiar un brazo natural por uno artificial”.  Los anti-mineros hacen uso de los mitos locales, los legitiman y divulgan en la medida que les permitan avanzar en sus objetivos políticos, es decir, su oscurantismo es políticamente instrumental.

Pero además, la desconfianza en la tecnología de los pos-extractivistas es intrínseca a su ideología, si creyeran en los avances tecnológicos ello podría llevarlos a la conclusión, inaceptable para ellos, de que los avances tecnológicos de la minería podrían servir para evitar los daños ambientales e inclusive para ampliar el acceso de la población rural a servicios ambientales tales como agua de uso agrícola en temporada seca.

En su concepción de un mundo sin minería moderna, y consecuentemente, sin industrias a gran escala, la tecnología da aportes ambivalentes. Su retrógrada idea de futuro los lleva a denigrar los avances tecnológicos del sector minero en gestión ambiental y en las otras áreas del conocimiento como la medicina, aunque en su vida personal ellos no renuncien al celular, a la 4X4, al avión ni a la medicina moderna.

4. Comentario Final.

Como vemos una buena parte de la intelectualidad pos-extractivista tiene profundo escepticismo respecto al enfoque científico y desconfianza hacia la tecnología. Para sostener su narrativa hacen uso de creencias y mitos locales que faciliten manipular a la población y agravar la conflictividad. Hacen esfuerzos por mantener a las poblaciones rurales en la medida de lo posible como una especie de “reserva natural” en un idealizado estadio preindustrial. [15]

El debate técnico plasmado  en sus documentos y apariciones mediáticas es un mero artificio discursivo en su lucha política. Su creencia en los estudios técnicos es limitada puesto que combinan dichos estudios con los “saberes locales” para sostener su hostilidad a las industrias extractivas. En caso en que adolecen de indicios técnicos, hacen uso de mitos y meras acusaciones. 

Los pos-extractivistas peruanos tienen un doble discurso. En los ambientes más bien informados, como en los medios de comunicación limeños, ellos presentan sus estudios técnicos, pues saben que quedarían en ridículo si defendieran mitos sobre el agua y pájaros señaleros. En los talleres y asambleas con las comunidades  campesinas, ellos denigran de la ciencia y legitiman las prácticas nocivas como saberes superiores al conocimiento científico, para hacer de creencias sin sustento, el sustento de sus propuestas. L

 

 


[1] Los conocimientos locales pueden tener mucha utilidad práctica, pero también contienen muchos errores, por ello lo mejor es rescatar lo bueno y descartar los errores. Es decir, someter el conocimiento local a los métodos  de la ciencia. El problema es que los post-extractivistas se niegan a reconocer los errores de las creencias locales y los antagonizan con la ciencia, tal como están hoy.

[2] Sociólogo, doctor de la Universidad de Yale y actualmente profesor de la universidad de Coimbra en Portugal.

[3] Texto disponible en: http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4231309.pdf

[4] SumakKawsay se traduce como “Buen Vivir” y es un concepto con el que los postextractivistas denominan a un estilo de vida  en el que la mejora del bienestar material pase a ser irrelevante frente a la realización espiritual y la armonía con la naturaleza, parte de una visión idealizada del pasado andino.

[5] En un artículo futuro haremos un análisis detallado de las bases conceptuales del post-extractivismo.

[6] Programa Democracia y Transformacion Global” (PDTG) es el principal organizador de eventos intelectuales y fuente de materiales anti-mineros, su página web es fuente de libre acceso de diversos libros, documentos de trabajo, manuales de incidencia, etc. Es posiblemente, el mejor punto de referencia para ver el “estado del arte” intelectual de los anti-mineros.

[7] Las ciencias (la física cuántica, la genética, las matemáticas, la geología, la economía, etc.) son para ellos manifestación de la epistemología  hegemónica.

[8] http://www.democraciaglobal.org/adjuntos/article/893/Libro%20SALUD%20FEMUCARINAP%20FINAL.pdf

[9] En el Perú la mortalidad materna es alta y su causa principal son las hemorragias. El esfuerzo del MINSA ha venido promoviendo el parto institucional, es decir, que las madres estén en un centro de salud con atención profesional, es conocido como uno de los principales factores de su reducción, ver: http://www.minsa.gob.pe/portada/Especiales/2014/maternidadsaludable/avances.html.  

[10] El cual es un eufemismo para trabajo de base de radicalización de comunidades en contra de la minería.

[11] Este documento será materia de un próximo articulo respecto a la praxis antiminera y se encuentra disponible en: http://cooperaccion.org.pe/main/images/derechos_colectivos/Desarrollo_Territorial_Actividad_Minera_4_2013-Ago.pdf

[12] La asociación entre el tamaño de las manchas y los cultivos es evidente.

[13] El texto original de la propuesta puede ser encontrado en: http://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/6015c-nueva-mineria-exige-debate-nacional.pdf

[14] Un análisis al respecto puede encontrarse en: http://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/c2379-no-mas-mineria-.pdf

[15] Los post-extractivistas peruanos son seguidores tardíos de Ned Ludd, quien promovió la destrucción de las fábricas textiles en los inicios del siglo 19 por rechazo a tecnología y a la industrialización.

 



China e India, dos excelentes socios para el Perú

China e India, dos excelentes socios para el Perú

El crecimiento de América Latina en la última década, qué duda cabe, se debe en gran medida al auge de China. El intercambio comercial entre Latam y China se ha incrementado exponencialmente en los últimos quince años. Para el gigante asiático su relación con nuestra región es crucial para mantener sus altos niveles de crecimiento. Así lo ha reconocido el presidente chino, Xi Jinping, al inaugurar el primer foro ministerial entre China y los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrado la semana pasada.

Como informó El País de España, el presidente Xi señaló: “En el próximo lustro, China seguirá manteniendo un ritmo de crecimiento medio-alto, lo que traerá más oportunidades para otros países del mundo, entre ellos los latinoamericanos y caribeños”. Por ello, animó a los países de nuestro continente a doblar el volumen de comercio bilateral para llegar a los 500,000 millones de dólares en los próximos diez años.

Asimismo, Xi “estableció el objetivo de invertir en la región hasta 250,000 millones de dólares en la próxima década. Esto supondría, unos 25,000 millones anuales, una cifra muy por encima de los aproximadamente 10,000 millones que las empresas del gigante asiático han desembolsado cada año desde el 2010 en estos países, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Actualmente solo el 4.1% de las inversiones directas en el extranjero, de las empresas chinas, recaen en la región”, sostiene El País.

De darse estos niveles de inversión, la región se verá enormemente beneficiada, pues le permitirá contar con los recursos y acceso a un mercado que le ayudará a seguir creciendo y compensar la eventual disminución del financiamiento tradicional, producto del aumento de tasas de interés de la FED en los próximos años. De hecho, como hemos señaldo en Lampadia, el Perú se ha beneficiado enormemente de las inversiones de China. Ver en Lampadia (L): Inversiones chinas potencian desarrollo del Perú.

Preocupa, sin embargo, que esta indudablemente beneficiosa presencia en la región se traduzca luego en una influencia que interfiera en la evolución política de Latam al soportar a regímenes anti democráticos y que tienen modelos económicos que han empobrecido a sus pueblos. Los recientes préstamos de China a países como Argentina, Ecuador y, sobre todo Venezuela, no son una buena señal.

Como reseñamos hace poco: “La decisión de Beijing de rescatar a Rusia, sumada a la ayuda que recientemente les dio a Venezuela y Argentina, marca la muerte del mundo Bretton Woods de posguerra. También representa el comienzo del fin para el papel central de los Estados Unidos en la economía mundial y la influencia de Japón en Asia. (…) Al gobierno del presidente chino Xi Jinping no le interesa mejorar las economías, la salud de los regímenes impositivos o las reservas de los bancos centrales. Le importa la lealtad”. Ver en L: China, dos caras de la misma moneda.

¿Qué debiera hacer la región? Pues mantener excelentes relaciones con China en los planos comerciales, pero intentar equilibrar su influencia política acelerando alianzas con otros países asiáticos que prometan mercados del mismo potencial que el chino y puedan mediatizar el peso geopolítico del gigante asiático. Nos referimos concretamente a la India. Como hemos mencionado en Lampadia, esta es la democracia más grande del mundo (por el número de electores). Además, su primer ministro, Narendra Modi, viene impulsando una serie de reformas de libre mercado que son un excelente ejemplo de facilitación de negocios y que seguramente impulsarán el crecimiento de este subcontinente y que abren una oportunidad para que la región pueda abastecer a este inmenso mercado.

Lamentablemente, occidente, en vez de buscar una mayor convergencia con la China, como reclama hace años el singapurense Kishore Mahbubani (ver en L: Conferencia Magistral de Kishore Mahbubani), ha ido más hacia la confrontación. Esto ha alentado un mayor acercamiento de China con Rusia, que impide limitar los aprontes abusivos de Putin en los Balcanes y Europa del Este. En este aspecto, el relanzamiento de India hacia el crecimiento con el liderazgo de su nuevo Primer Ministro, Modi, es una oportunidad para mejorar balance geopolítico en un mundo, en el que EEUU y Europa van perdiendo espacios de influencia. En ese sentido, Japón y USA buscan equilibrar la creciente influencia China mediante el impulso de mejores relaciones con India. Una serie de acuerdos comerciales y diplomáticos apuntan en esa dirección. Ver en (L): La visión de país y reformas que el Perú necesita.

En el caso del Perú, por caprichos o intereses personales, hemos perdido muchos años en la consolidación de nuestras relaciones comerciales con la India. Ahora debemos priorizar y apurar la celebración del TLC o un amplio acuerdo comercial con este país continente, así como hacer un minucioso seguimiento a la gran reforma india que conduce el propio Modi. El Presidente Humala, en su reciente gira por oriente (Ver en L: La tournée de Dios), visitó Rusia y China (rematando en el Vaticano), perdió la oportunidad de conocer a Narendra Modi, el mayor reformador pro-mercado del mundo actual, un encuentro que buena falta le hace. Lampadia




Apuntes para la creación de empleo al 2034 (I)

Apuntes para la creación de empleo al 2034 (I)

Primera parte

El objetivo final del desarrollo y del manejo económico de un país tiene que ser la creación de empleo adecuado o empleo de calidad para toda la población en edad de trabajar. Lograrlo conlleva haber superado la pobreza, alcanzar niveles de educación y salud del mejor nivel internacional, disminuir la desigualdad y superar todos los indicadores sociales. Para ello, se necesita un buen nivel de gobernanza, buenos servidores públicos, alta inversión, crecimiento e incremento de la productividad que establezcan una base duradera de buenos ingresos y bienestar general.

Todo esto tiene que estar enmarcado en la realidad del mundo en que  viviremos en las próximas décadas. Tenemos que ser exitosos en un mundo que no gobernamos y que estamos lejos de entender. Tenemos que  asimilar que cada día el tiempo transcurre más rápido, los cambios tecnológicos se aceleran exponencialmente y las oportunidades de hoy dejarán de serlo mañana.

En ese contexto tenemos que preguntarnos: ¿Cómo puede el Perú, establecer una visión y estrategias de desarrollo que nos permitan generar empleo adecuado e ingresos que le den a nuestros ciudadanos el mismo nivel de vida que tendrán los habitantes de los países más desarrollados?

Este artículo pretende analizar la evolución del entorno global, para sobre esa base, hacer unos apuntes que nos indiquen la dirección de las políticas públicas necesarias para lograr esos objetivos en el difícil e incierto mundo de mañana. Para este efecto hemos traducido y glosado varios elementos del especial de The Economist, The third great wave (La tercera gran ola), de octubre 2014. Dada la importancia y novedad de este tema, lo presentaremos en dos partes.

Análisis

El mundo está en los albores de la tercera revolución industrial. Esta cambiará los paradigmas productivos y la forma de vida de la humanidad, como lo hicieron las dos revoluciones anteriores. “La tercera gran ola de invención y disrupción económica, traída por los avances en computación e información y tecnología de comunicaciones (ICT) desde fines del siglo XX, amenaza con generar una mezcla similar de tensión social y transformación económica, [a la producida por las revoluciones anteriores]”. The Economist.

Las primeras revoluciones, basadas en el uso del carbón, el vapor, los ferrocarriles, los buques a vapor, la electricidad y los motores de combustión, trajeron muchos beneficios, pero en su momento crearon problemas graves de adaptación y desplazamiento del empleo. La nueva revolución con máquinas inteligentes, internet, robótica, vehículos sin conductor, drones, impresoras 3D, computación en la nube, tecnología médica y educativa a distancia (a costos cada vez más reducidos); la “revolución digital”; puede traer, como dice The Economist, una creación o destrucción masiva del empleo que está por verse.

Como explica la misma fuente, la revolución digital está abriendo una gran división entre los trabajadores más preparados y pudientes con el resto de la sociedad. En el pasado, las tecnologías trajeronun aumento de los salarios incrementando la productividad, dividiendo las ganancias entre trabajadores capacitados y no capacitados, entre el capital y los trabajadores y consumidores. Ahora, las nuevas tecnologías estarían empoderando a los individuos talentosos y abriendo brechas entre los más y menos capacitados, así como entre los dueños del capital y los trabajadores. The Economist agrega, que los gobiernos ya no podrán contar con que el sector industrial pueda absorber a los trabajadores no capacitados del área rural. En otras palabras, el sector industrial ya no será generador de empleo por excelencia. Seguramente, el sector de servicios, liderado por la educación y la salud en línea, ofrecerán una “bonanza” de productividad.

“El modelo de desarrollo a través de la industrialización está de salida”. La industrialización de China atrajo un continuo flujo de migrantes desde el campo. Sus ciudades industriales fueron escaleras para el desarrollo conectando su economía con el mundo y permitiendo importantes aumentos de los ingresos de los trabajadores. Los gobiernos del mundo emergente sueñan con repetir el éxito chino, pero parece que la transformación tecnológica en marcha está cambiando permanentemente las ecuaciones del desarrollo. Según Dani Rodrik, del Institute for Advanced Study en Princeton, EEUU, muchos países emergentes están enfrentando un problema de “desindustrialización prematura” (premature deindustrialisation).

Durante la mayor parte de la reciente historia económica, ser industrializado era sinónimo de ser rico, pero ahora, esta relación se ha roto. Arvind Subramanian, asesor económico principal del gobierno de India, dice “que los países, a cualquier nivel de ingresos, son hoy menos dependientes de la manufactura, tanto en términos de producción como de empleo. Y que el nivel de ingreso por persona, basado en la manufactura, llega a su pico cada vez a niveles más bajos”. Ver el siguiente cuadro:

 

La temprana pérdida de industria, o lo que Subramanian llama “prematura no-industralización”, es una preocupante tendencia dado el rol que la exportación de bienes ha jugado, históricamente, en el desarrollo económico. La productividad en las industrias de exportación tiene que ser alta, de otra manera no se puede competir en los mercados globales. Las historias exitosas del desarrollo de los tigres de Asia, nos muestran como pasaron de operar con márgenes bajos y mano de obra intensiva, produciendo ropa y juguetes, al ensamblaje de productos electrónicos, luego a la manufactura de componentes y, en los casos de texto de Japón y Corea del Sur, a manufactura, diseño y gerencia avanzados.

La pérdida de industria a bajos niveles de ingresos, contrariamente, pone un tope a la contribución que la industria puede hacer a los estándares domésticos de vida.“Este no es un problema pequeño, no hay una estrategia alternativa obvia, para convertir a los países pobres en ricos”.

Richard Baldwin, especialista en desarrollo internacional, en Ginebra, dice que se ha producido un gran cambio en lo que puede industrializarse. La base industrial de Japón y Corea de Sur fue un proceso arduo, que solo pocos países podían lograr y alcanzar el beneficio de convertirse en una economía rica y diversificada. Al contrario, en la era del comercio de las cadenas productivas, la industrialización significa poco más que abrir los mercados laborales nacionales a los manufactureros globales. Pero lo que viene rápido, puede irse rápido. El eventual incremento de los salarios conducirá a los manufactureros a migrar a locaciones (países) más económicas.

Además, las nuevas tecnologías están desmaterializando la actividad económica. En todas partes, los consumidores gastan una mayor proporción de sus ingresos en servicios como salud, educación y telecomunicaciones. El comercio de bienes físicos, medido en términos de valor agregado cayó de 71% en 1980 a 57% en el 2008. Subramanian, piensa que la mayor esperanza de la India para satisfacer a sus millones de desempleados, es producir más trabajadores capacitados, en vez de apoyarse en la manufactura.

Dadas las debilidades de muchos países pobres en instituciones, infraestructuras y conocimiento, incluso los salarios muy bajos, pueden ser insuficientes para atraer a los manufactureros.

Un modelo de desarrollo en el que el crecimiento rápido de los ingresos se limita a los más capacitados, puede ser insostenible. Durante los últimos 10 a 20 años, la desigualdad ha crecido en muchas economías (desarrolladas), pero se ha reducido a nivel global por el rápido crecimiento de los países emergentes. Pero sin un nuevo modelo de desarrollo, esto puede reversarse.

The Economist destaca que la nueva revolución puede también traer una serie de oportunidades como la masificación de los mercados globales, artesanos globales, redes globales de apps en temas tan nuevos como alojamiento de turistas y viajes (economías compartidas), impresiones 3D de órganos humanos, educación informal en línea a bajísimos costos y con gran flexibilidad, disminución de los costos de comunicaciones, videos y música, hasta casi cero y servicios de salud remotos en línea. Y quién sabe qué otras oportunidades pueden aparecer, “como aumentar la productividad de los trabajadores menos capacitados mediante nuevos caminos, tal vez a través de exosqueletos o implantes cerebrales.

Existen tres maneras de enfrentar el eventual desbalance laboral, aumentar la productividad de los menos preparados, convertir a los menos preparados en más preparados y brindar un soporte de ingreso (subsidio) a aquellos que no puedan adaptarse. Más y mejor educación puede ser clave, un buen estándar en habilidades lectoras y matemáticas será crítico para lograr que la mayoría de trabajadores participe en el comercio de servicios globales. En los países desarrollados se está pensando en la posibilidad de generar subsidios individuales, si todo lo demás no es suficiente.

Esta nueva realidad tendrá enormes repercusiones en la vida de los seres humanos. Para entender sus impactos en el Perú y cómo podríamos proteger la creación de empleo, presentaremos la segunda parte en un próximo artículo.

Segunda parte: Implicancias para el Perú y Estrategias ad-hoc.

Lampadia




Piñera, Calderón, Krugman, industrialización y diversificación

Piñera, Calderón, Krugman, industrialización y diversificación

Las presentaciones de Sebastián Piñera y Felipe Calderón, ex presidentes de Chile y México, respectivamente, contribuyen aldebate sobre la aparente importancia de la industrialización y/o diversificación de nuestra economía. Ambos se presentaron en el seminario internacional América Latina: Oportunidades y desafíos, organizada por la Fundación Internacional para la Libertada (presidida por Mario Vargas Llosa. Vale la pena contrastar estas presentaciones, con las ideas planteadas por  Paul Krugman, hace unos días en Lima. 

Sebastián Piñera hizo una magnífica presentación, respaldada por un power point que trataremos de conseguir posteriormente. Piñera destacó que deja a Chile muy cerca de convertirse en el primer país latinoamericano en alcanzar el desarrollo, fijado en un nivel del PBI per cápita de US$ 23 mil, ajustado por nivel de precios (PPP). Por ejemplo, especificó que si Chile crece 5% por año, llegarían a esa meta casi inmediatamente, en el 2016. Si en cambio, crecen solo 1% anual, tendrían que esperar hasta el año 2027. Esa es la potencia del crecimiento. Evidentemente, la condición de país desarrollado conlleva en Chile instituciones muy sólidas, desde un sólido sistema de partidos, un poder judicial independiente y alejado de la corrupción, un cuerpo policial ampliamente respetado por toda la población y educación de calidad muy superior a la nuestra, para no hablar de su nivel de infraestructuras.

En su presentación, Felipe Calderón, destacó el rol que viene desempeñando la Alianza del Pacífico (AdP) frente a otros bloques de la región como el Mercosur. El primero se orienta hacia  los principios de la apertura comercial como estrategia de desarrollo e integración al resto del mundo, mientras que el segundo tiene el corte proteccionista tradicional. A estas alturas del siglo, los resultados alcanzados por unos y otros, (crecimiento del PBI, exportaciones, inversión, inflación,bienestar, etc.) son largamente superiores para el bloque del Pacífico. Máxime ante el colapso, agravado recientemente, de Venezuela y Argentina.

Calderón también sostuvo que no le faltaba cierta razón a Prebish, sobre los patrones de dependencia. Puesto que la volatilidad del precio de los commodities era una debilidad que no se había superado. La realidad, sin embargo, es contraria a la prédica de Prebish, él decía que los commodities que necesitaban los países desarrollados bajarían de precio permanentemente, mientras que los precios de la tecnología se harían siempre más onerosos. La historia prueba lo contrario, los precios de la tecnología descienden sustancial y permanentemente, mientras que los de los commodities han subido importantemente, minerales y alimentos. En esto Calderón,  no mostró sus mejores capacidades, al usar un argumento equívoco para sustentar las estrategias de desarrollo de su país, cuyo desarrollo no se explica por las ideas de Prebish.

Pese a la visión conjunta de apertura comercial y libre mercado de los países de la AdP, las estrategias de México y Chile fueron diferentes, según explicó Krugmanhace pocos en Lima. “Creo que el mix de exportaciones es mucho menos importante de lo que la gente piensa.  Hace tres décadas, ambas naciones eran exportadores primarios de commodities, pero a partir de ese punto han tomado rumbos diametralmente distintos. México cambió completamente su estructura exportadora, diversificándola hacia una con mayor valor agregado. Sin embargo, los resultados han sido “decepcionantes”, pues su crecimiento en los últimos 25 años ha sido moderado. [Entre 1994 y 2012, según datos del Banco Mundial, Chile creció el doble que México]. Chile (…) ha crecido sin necesidad de diversificar o industrializar las exportaciones, pues sigue siendo un exportador de commodities como Perú.La clave para entender la divergencia es que Chile ha invertido y desarrollado con mucho énfasis su educación.Tiene una fuerza laboral mejor educada, lo cual conlleva a que sea más productiva”, reseñó Gestión (20 de marzo del 2014).

Dicho todo esto, es importante recalcar que en relación a nuestra última publicación sobre la visita de Krugman, no hemos querido que se piense que hay que abandonar la posibilidad de hacer desarrollos industriales que no se basen en nuestros recursos naturales. Creemos que estos, (ver Momento para romper mitos y dibujar líneas de desarrollo industrial) son una magnífica oportunidad para desarrollar una industria competitiva integrada a  nuestras mayores potencialidades, pero esta estrategia no es excluyente de otros desarrollos. Tampoco tiene por qué plantearse una contraposición entre ambas estrategias y no sería recomendable que el Estado incline la balanza en cualquier dirección.  Lampadia




EC: La palanca minera

EC: La palanca minera

El siguiente editorial del El Comercio enumera algunos de los beneficios de la minería moderna, a raíz de la reciente inauguración del proyecto minero Toromocho por parte del presidente Ollanta Humala, quien de primera mano se pudo llenar los ojos con las beneficios de la actividad minera. No sólo por los puntos adicionales de crecimiento del PBI para los próximos años, sino también por la mayor recaudación tributaria, encadenamientos industriales, y servicios relacionados a la actividad minera. Es decir la minería es mucho más que la extracción de rocas, tal como Lampadia ha venido difundiendo, en el estudio del IPE en 2012 Así, pues la minería puede ser la palanca para industrializar y desarrollar el país. Lampadia

Leer artículo completo