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El crecimiento desordenado e incontrolable del empleo público

El crecimiento desordenado e incontrolable del empleo público

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Lo que ha ocurrido en el Estado en la última década ha sido un crecimiento desordenado e incontrolable del empleo público. El gasto en personal se multiplicado varias veces, pero el desempeño de ese personal no ha mejorado. Los servicios públicos siguen siendo tan ineficientes y corruptos como antes.

Juan José Martínez, jefe de SERVIR, nos explica que hay contrataciones de personal disfrazadas, pagos no registrados. Esto comenzó a descubrirse desde que el 2001 el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) pidió información de remuneraciones a las entidades públicas. Recién informaron al tercer año, bajo amenaza. Cruzaron la data enviada con RENIEC y se encontró una cantidad significativa de personal ya fallecido que milagrosamente cobraba su sueldo.

Pagos ocultos

El 2018 se creó en la ley de presupuesto el concepto partidas restringidas, por el cual el (MEF) congela una partida cuando ésta carece de justificación o sustento. De esa manera fueron congelados 10 mil millones de soles. Para liberarlos, cada entidad debía justificar su uso. Allí fue que aparecieron negociaciones colectivas y laudos arbitrales que otorgaban beneficios unilaterales a trabajadores. Fue el caso de RENIEC, por ejemplo, cuyo personal realizó una huelga debido a que el MEF congeló algunos de esos pagos que no estaban previstos presupuestalmente.

En muchos casos se descubrió pagos a trabajadores en partidas que no correspondían, que no eran gasto de personal. Por esa vía se ocultaba aumentos irregulares a trabajadores. Muchas entidades pagan por fuera del sueldo conceptos tales como movilidad, alimentación, vestuario e inventan otros conceptos, como una manera de incrementar la remuneración. Se paga, por ejemplo, 20 soles diarios por movilidad, pero en realidad ese dinero es de libre disposición. Y 20 soles diarios más por alimentación, y así…

Parece que este año se va a empezar a ordenar este caos, y las causas que lo generan. Es decir, a controlar la expansión inorgánica del gasto en personal que, por lo demás, tampoco redunda en una mejora de los rendimientos institucionales.

Martínez nos informa que este año se formarán comisiones en las que estarán representantes de MEF y de SERVIR con representantes de cada pliego presupuestal a fin de revisar todos esos pagos que hasta ahora permanecían ocultos y determinar cuáles tienen marco legal y cuáles no. Pues el MEF no ha validado todavía esos abonos ni las justificaciones que las entidades han remitido.

Lo segundo es controlar las causas de ese desorden. Se ha establecido, por ejemplo, que cada vez que una entidad quiera contratar a una persona por Contrato Administrativo de Servicios (CAS), deberá enviar una consulta fundamentada a SERVIR, como paso previo al filtro del MEF. Esto ha entrado en vigencia a partir del 1° de enero del 2020.

Hemorragia de reincorporaciones judiciales inconstitucionales

Un problema muy serio es la hemorragia de reincorporaciones judiciales de los CAS y locadores de servicios, pese a que se trata de contratos temporales. Los gobiernos regionales y locales tienen mandatos de reincorporación por cientos. Un reciente informe de SERVIR, que analiza esas sentencias judiciales, revela que los jueces aplican indebidamente el principio de ‘primacía de la realidad’: si el demandante demuestra que hay subordinación y remuneración y que realiza labores de naturaleza permanente, entonces no puede ser cesado ni destituido. Es decir, adquiere estabilidad laboral absoluta.

Es un razonamiento que puede ser válido para el sector privado, pero no para el público, donde para tener estabilidad se requiere haber ingresado por concurso público y tener una plaza presupuestada. Lo estableció el propio Tribunal Constitucional en la sentencia Huatuco (Expediente N° 05057-2013-PA/TC.), según la cual solo se puede reincorporar a un servidor si éste ingresó por concurso público, a una plaza presupuestada vacante y a plazo indeterminado. Y esas condiciones no se cumplen ni en los CAS ni en los locadores de servicios que, sin embargo, son repuestos con estabilidad absoluta aun cuando su contrato haya vencido. Esta práctica judicial se ha convertido en un vicio que le representa al Estado peruano una gran cantidad de dinero sin contrapartida en un servicio efectivo.

Y que, además, viola los principios de meritocracia e igualdad de oportunidades consagrados, por lo demás, en el artículo 5° de la Ley Nº 28175, Ley Marco del Empleo Público. Los jueces no entienden aun que el Estado maneja recursos de todos los peruanos y que por lo tanto debe aplicar a su personal los más exigentes estándares de desempeño meritocrático y no puede ser botín de políticos clientelistas ni de jueces que también son pagados con nuestros impuestos.

El gobierno debería tomar la decisión de emitir un Decreto de Urgencia que fije estos criterios de reposición y capacitar sobre ello al Poder Judicial.

Dicho sea de paso, una observación interesante: cuando esos locadores de servicios o CAS pasan a la 276 con estabilidad, trabajan mucho menos que en el régimen temporal. Lo que habla de la necesidad de reformar incluso la propia ley del régimen del servicio civil para con condicionar la estabilidad del rendimiento. Finalmente estamos usando recursos de todos los peruanos que no se pueden malgastar en personal que no sirve adecuadamente al ciudadano.

Arbitrajes laborales

Otra fuente de drenaje incontrolable de recursos son los arbitrajes laborales. Ocurre que los sindicatos optan por saltarse la negociación colectiva y pasar directamente a dichos arbitrajes, como resultado de los cuales se otorga todo tipo de beneficios, sobre todo en las entidades que tienen ingresos propios. Pero los empleados que están en el régimen de la ley 276 no reciben nada. Se requiere entonces regular niveles, ámbitos y materias, mediante una ley de negociación colectiva para el sector público. Para ello sería conveniente que el gobierno promulgue por DU el proyecto de ley de negociación colectiva en el sector público que ya había sido aprobado en comisión de Descentralización del Congreso disuelto y que el propio Tribunal Constitucional había demandado.

En resumen, es indispensable que se ponga orden en el sistema de recursos humanos del Estado, a fin de controlar el libertinaje de su expansión, cortar o acotar las fuentes de contrataciones disfrazadas, pagos ocultos y reposiciones indebidas, y establecer un sistema meritocrático que asegure que los recursos de todos los peruanos se usan de la mejor manera posible para asegurar servicios públicos eficientes. En general, está pendiente la gran reforma de un servicio civil meritocrático, basado en la gestión de desempeño. La función redistributiva del Estado es vital para asegurar la igualdad de oportunidades en nuestro país y no puede ser sacrificada en aras del clientelismo político o el populismo judicial. Lampadia




Las recetas de Obama para reducir la desigualdad

Las recetas de Obama para reducir la desigualdad

Barack Obama abordó en su presentación anual ante el Congreso el tema de la desigualdad en EEUU, planteando propuestas específicas para atacar este problema a partir de los factores que afectan la movilidad social y las oportunidades de progreso. En Lampadia consideramos útil rescatar estas ideas para mejorar la igualdad de oportunidades en el Perú. Si bien hemos disminuido la desigualdad, con el crecimiento económico de los últimos años, falta aún mucho por hacer. 

La semana pasada, Barack Obama en su discurso al Congreso colocó como un tema de Estado la creciente desigualdad que viene atravesando EEUU. Se ha generado un consenso entre las diversas fuerzas políticas sobre la necesidad de ejecutar políticas para reducir la desigualdad, pero las discrepancias surgen en la forma cómo se debería abordar este problema de manera que no se dañe el crecimiento económico y los incentivos para seguir generando riqueza. Dada la sensibilidad política y visibilidad que viene adquiriendo este tema, el presidente norteamericano presentó en el Congreso algunas propuestas para mejorar la igualdad de oportunidades y la movilidad social:

  • Ejecución de reformas educativas con especial énfasis en la educación temprana de alta calidad.
  • Mejora del acceso de los desempleados crónicos a programas de reconversión laboral y capacitación.
  • Reforma de prácticas laborales que discriminan a las mujeres.
  • Exigencia de mejora del salario mínimo de los trabajadores vinculados a contratos con el Estado (esto ha generado una gran polémica entre economistas americanos).
  • Mejorar del acceso a los sistemas de pensiones.

En efecto, como señala un reciente artículo de The Economist, en EEUU se vienen difundiendo diversos estudios que muestran que la movilidad social, entendida como la capacidad de un ciudadano nacido en un hogar pobre de salir de la pobreza al llegar a adulto, no ha cambiado mucho en los últimos 40 años. Incluso en EEUU la movilidad social sería menor que la registrada en muchos países europeos, como Dinamarca, donde un niño pobre tiene el doble de posibilidades de llegar al quintil superior de ingresos. Pero además se encuentra que la movilidad social es también variable entre regiones: la probabilidad de que un niño pobre de San José, California alcance en quintil más rico al llegar a la adultez es de 12,9% (casi como en Dinamarca); en Charlotte, Carolina del Norte, esta probabilidad es solo 4,4%. La movilidad social es mayor en lugares donde hay buenas escuelas, menor segregación (por raza o ingresos), mejor capital social y mayor participación de la comunidad, entre otros. 

En el caso peruano, lo que hemos observado es que la apertura comercial y la economía de mercado han generado empleos más productivos, mejores ingresos laborales, y un episodio de crecimiento en el que se ha llegado a una situación en la que los pobres han sido los que más se han beneficiado. Así, múltiples estudios independientes (Ver artículo Libre mercado reduce la desigualdad en el Perú) y las cifras oficiales del INEI han reportado que la desigualdad en el Perú se ha reducido junto con el crecimiento de la economía, la reducción de la pobreza y la consolidación de la clase media. Sin embargo, no debemos caer en la complacencia, pues aún hay mucho por avanzar para dar un salto cualitativo hacia un escenario de mayor igualdad de oportunidades. Las reformas que plantea Obama para los norteamericanos son perfectamente aplicables para el Perú, pues se requiere una verdadera gesta por la educación y políticas muy activas de capacitación laboral para mejorar las oportunidades y la movilización social.

Muchos economistas temen que el nivel de vida de aquellos que no están en la élite se estanque durante un largo tiempo. Justamente, las políticas específicas para reducir drásticamente la desigualdad de oportunidades, y con ello, favorecer las posibilidades de movilidad social, son las que debemos impulsar para promover una sociedad más justa sin dañar los incentivos para la generación de riqueza.

Finalmente, no debemos olvidar que la desigualdad presenta realidades diferentes en los países del norte -como en EEUU y Europa- en relación a los países del hemisferio sur. En los países emergentes, la globalización ha permitido un proceso acelerado de convergencia, el cual debe fortalecerse con políticas activas orientadas a perfeccionar el sistema educativo y la capacitación.




Oportunidad o Igualdad

Oportunidad o Igualdad

A continuación presentamos la traducción de un provocador artículo de John Stossel, periodista económico y analista político americano,que consideramos muy relevante en cuanto al diagnóstico sobre la pobreza y la desigualdad en el mundo. Si queremos mejorar la situación de los pobres, como dice Bill Gates, debemos desterrar los mitos que impiden el progreso de los mismos y desarrollar políticas públicas efectivas para generar oportunidades de mejora a todos los ciudadanos del país.

Por: John Stossel

Traducción: Lampadia

El presidente Obama dice que la desigualdad de ingresos es “peligroso… el reto definitivo de nuestros tiempos.” El Papa está molesto de que el capitalismo cause desigualdad. Los progresistas, frente a los fracasos del Obama-Care, están dispuestos a cambiar de tema en  Estados Unidos, a la “brecha de riqueza.”

Es cierto que hoy en día, el 1 por ciento más rico de los estadounidenses posee un tercio de la riqueza de Estados Unidos. ¡El uno por ciento posee el 35 por ciento! Pero yo digo, ¿y qué?

Los progresistas en los medios de comunicación afirman que los ricos se hacen más ricos a expensas de los pobres. Pero eso es una mentira.

Hollywood vende el mensaje de que los capitalistas-codiciosos-malvados-mentirosos-engañan a los pobres- con películas como la nueva de Martin Scorsese, “El lobo de Wall Street”, que retrata a los vendedores de acciones como criminales enloquecidos por el sexo.

Años antes, “Wall Street” de Oliver Stone, creó un financiero espeluznante, Gordon Gekko, interpretado por Michael Douglas, que con aire de suficiencia se regodeó: “Es un juego de suma cero. Alguien gana, alguien pierde.”

Así es como la izquierda ve el mercado: un juego de suma cero.

Si alguien hace dinero, es porque lo tomó de los demás. Cuanto más tienen los ricos, menos tienen otros. Es como si la economía fuera un pastel que ya está sobre la mesa, a la espera de ser repartido. Cuanto más grande sea la porciónque toman los ricos, menorserá lo que quede para los demás.

La economía es sólo una lucha sobre quién recibe cuánto. Pero esto es absurdo.

Bill Gates obtuvo una gran rebanada del pastel, pero él no lo tomó de mí. Al desarrollar Microsoft, lo que hizo fue preparar millones de nuevos pasteles. Él tambiénhizo rico al resto del mundo.

Los emprendedores crean cosas.

En los últimos decenios, la diferencia de riqueza entre ricos y pobres ha crecido. Esto incomoda a la gente. Pero ¿por qué sería un problema si los pobres seno se hicieron más pobres? Los progresistas afirman que síocurrió. Algunos citan datos del gobierno que muestran que los ingresos de la clase media estuvieron relativamente estancados.

Pero estos datos tambiénson engañosos. Dejan fuera todos los programas sociales del  gobierno, como los subsidios alos alquileres y los cupones para alimentos. Dejan fuera beneficios ofrecidos por las empresas privadas, como seguros de salud y pensiones, que constituyen cada vez una mayor porción de los salarios de las personas.

Y dejan de lado la innovación que mejora la vida de los ricos y de los pobres.

Incluso las personas pobres de hoy tienen acceso a los automóviles, la comida, la salud, el entretenimiento y la tecnología que los ricos codiciaban hace algunas pocas décadas. El 90% de los estadounidenses que viven “debajo de la línea de pobreza” tienen teléfonos inteligentes, TV por cable y automóviles. El 70% posee dos coches.

Pero la izquierda dice, espera un momento. Incluso si los pobres cosechan algunos beneficios de capitalismo, igual no es “justo” que los ricos tengan mucho más. Supongo que esto es cierto. Pero, ¿qué deberíamos entender por “justo”?

¿Es justo que las y los modelos sean tan guapos? ¿Por qué es justo que algunos hombres sean mucho más grandes que yo,  de manera que nadie me vaya a contratar para ser un deportista profesional? Es difícilmente justo que yo haya nacido en Estados Unidos, un país que me ofrece muchas más oportunidades que la mayoría de otros países. ¡Nosotros, los estadounidenses deberían estar agradecidos de que la vida no sea justa!

La libertad no es justa, si por “justo” entendemos igualdad.  Cuando las personas son libres, algunos serán más exitosos que otros. Algunas personas son más inteligentes o simplemente tienen más suerte. La globalización y el capitalismo de libre mercado multiplican el efecto de la inteligencia y la suerte, lo que permite que algunas personas se vuelvan mucho más ricas que otros.

¿Y qué? La desigualdad puede parecer injusta, pero la alternativa – una igualdad forzada por el gobierno- es peor. Convierte a todos en pobres. La oportunidad es mucho más importante que la igualdad, y aún queda margen para la movilidad social en EEUU. Las personas que nacen pobres no necesariamentese quedan pobres.

La investigación Pew muestra que el 58 por ciento de los niños nacidos en las familias del quintil más pobre, se elevó a un grupo de mayores ingresos. El 6% se elevó del quintil más pobre al quintil más rico. 61% de los niños nacidos en las familias del quintil más rico cayó de ese grupo, y el 9 por ciento cayó hasta el fondo.

Que la gente tenga oportunidades requiere permitirles tomar riesgos y hacer cambios. No siempre nos gustarán los resultados. Pero en el largo plazo, estaremos en mejor situación si las personas son libres de luchar y fracasar, o tal vez –de obtener grandes recompensas.