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El Plan de Gobierno de Verónika Mendoza acerca de la minería

El Plan de Gobierno de Verónika Mendoza acerca de la minería

El discurso mediático del Frente Amplio, las expresiones de su candidata y la minimizada  presencia de su candidato a la primera vice presidencia, son solo el ropaje que oculta el pensamiento y las intenciones políticas de su verdadero ideario.

Para confundir al electorado, Verónika Mendoza oculta sus verdaderas intenciones hacia la minería. Pero en su Plan de Gobierno, está lo que ella y sus colegas opinan realmente.

Mediáticamente, Verónika Mendoza y los voceros del Frente Amplio han mostrado una postura ambigua y confusa con respecto a la minería.[1] A pesar de tener en la plancha presidencial a Marco Arana, (activista anti-minero radical y hostil a todos los proyectos mineros), y llevar en la lista congresal a Oscar Mollohuanca (opositor a la minería en Espinar); ella y sus candidatos han dicho en repetidas oportunidades que no se oponen al desarrollo de la minería en el Perú. Afirman que Conga y Tía María son los únicos casos a los que están en contra, afirmando que no pueden apoyar proyectos en que han ocurrido pérdida de vidas. Sin embargo, apoyan el régimen chavista (ver su posición en este comunicado) y el castrista, en los cuales fueron asesinados decenas de opositores solo en el último año. 

Pero más allá de lo que manifiestan estos voceros a través de los medios de comunicación para la gran audiencia, con fines electorales, consideramos que vale la pena saber qué dice el Plan de Gobierno del Frente Amplio acerca de la minería. Hemos hecho una revisión del documento y encontramos algunos elementos relevantes para explicar cómo es la minería que Verónika Mendoza imagina para el Perú.

Minería y desarrollo para el Frente Amplio

El partido que representa Verónika Mendoza, minimiza expresamente el efecto que tiene el sector minero para generar puestos de trabajo o como dinamizador de la economía, a pesar de la evidencia mostrada por el IPE y que fue analizada en este mismo portal.  Muestran una clara hostilidad al modelo económico actual caracterizándolo como un “modelo económico extractivista primario exportador centrado en la actividad minera” llamando a su “superación”, desconociendo la realidad, que muestra que todos los sectores primarios, incluyendo la minería, llegan solo al 15% del PBI y que la economía peruana está realmente centrada en el sector servicios (con un 60% del PBI). Además, la minería es el sector que ha generado los mayores encadenamientos con los demás sectores.

Ideología Pos-Extractivista

El plan de gobierno hace constantes referencias al “Buen Vivir”. ¿Quién puede oponerse a una idea genérica como el Buen Vivir?  Pero hay que tomar en cuenta que este es un concepto pos-extractivista ampliamente usado por los seguidores de esa corriente, el cual consiste en un ideal post materialista en el que el bienestar material es desplazado por consideraciones de orden ideológico tales como lo que ellos consideran como estar en “armonía con la naturaleza”.  Es decir que el crecimiento económico, la mejora del nivel de vida de los peruanos, alcanzar finalmente la eliminación de la extrema pobreza es secundario para este tipo de ideología. El concepto del “Buen Vivir” es muy usado en la literatura Post Extractivista para justificar la paralización de las industrias extractivas. 

Además, insisten en que desarrollo no es lo que necesitamos, sino alternativas al desarrollo.  Existen videos en los que se ve a Marisa Glave destacando que ellos más que desarrollo buscan “alternativas al desarrollo”.  Asumir, siendo el Perú un país con amplios bolsones de miseria, que la sociedad debe dedicarse a combatir el consumismo es cuando menos una clara manifestación de radicalismo ideológico.

Pero la amenaza para el sector minero trasciende el efecto sobre los tomadores de decisiones. El Frente Amplio planea introducir esta ideología en la educación pública, e inocular una posición política muy hostil al sector en la mente de los niños. Obviamente para poder incorporar este enfoque será necesario contratar “instructores” en la ideología del Buen Vivir, plataforma laboral que servirá para emplear a diversos individuos políticamente alineados con el Frente Amplio en todo el Perú. Es una medida políticamente muy útil, especialmente porque genera un medio de subsistencia para empleados alineados ideológicamente en zonas rurales y menos accesibles.

Mitos Anti-mineros

El Frente Amplio suscribe uno de los mitos más extendidos y dañinos para el sector minero: el de las “Cabeceras de Cuenca” (es decir, cualquier cima de montaña), opuesto a la realidad científica del ciclo del agua. Para su candidato a la vicepresidencia Marco Arana, estas son “Fábricas de Agua”, contribuyendo a formar la idea que el origen del agua de las cuencas se da por generación espontánea en las montañas, y no a través de la lluvia. Para ello, en el subsuelo ocurre algún tipo de electrólisis que produce agua, independiente de las lluvias. Tanto él como sus operadores políticos no se cansaron de afirmar esto en Cajamarca, a pesar de la evidencia que muestra que el 94.7% del agua subterránea tiene como fuente la lluvia.

Los voceros del Frente Amplio saben, que decretar la intangibilidad de las “cabeceras de cuenca” en la práctica, implica la casi extinción de la minería en el Perú. Para el Frente Amplio “protección” es sinónimo de prohibición de actividades extractivas. 

Trabas para dificultar la implantación de proyectos

Adicionalmente a mostrar su hostilidad al sector minero desde el punto de vista ideológico, el Frente Amplio plantea en su Plan de Gobierno diversas medidas que serían en la práctica obstáculos al desarrollo de proyectos. Por ejemplo, proponen que sean las autoridades locales, con las evidentes falencias en capacidades técnicas que muchas han mostrado, que sean las que otorguen los permisos de explotación y exploración. Una medida similar sería la implantación de los Planes de Ordenamiento Territorial, iniciativa en la cual se encuentran actualmente avanzando a nivel de algunas regiones, que incluyen la facultad de declarar áreas bloqueadas a la minería.  

De aplicarse estas propuestas, los Gobernadores Regionales, Alcaldes Provinciales y Distritales tendrán capacidad legal de bloquear proyectos extractivos de miles de millones de dólares. Se les estaría dando entonces a autoridades con poderes sobre una jurisdicción limitada, la capacidad de decidir sobre grandes proyectos mineros que afectan a toda la nación. Esta capacidad de chantaje a las empresas mineras es un incentivo tentador para un puesto gubernamental desprestigiado que ha mostrado ya repetidos escándalos de corrupción. 

Este tipo de medidas pondrían en jaque a las empresas mineras, dejando una decisión técnica a la merced de los caprichos políticos o deseos corruptos de autoridades locales. Abriría un enorme espacio para la búsqueda de “lentejas”  (conocidas de cerca por los integrantes de Tierra y Libertad, partícipes en la alianza del Frente Amplio) por parte de autoridades sub-nacionales y permitiría a cualquier autoridad radical paralizar proyecto extractivos de importancia nacional. Bastaría que la izquierda radical controle algunos municipios clave para bloquear decisivamente la minería en el Perú.

Fuentes[2].

Para tener una imagen más clara, si se ejecutara esta propuesta, los permisos para futuros proyectos en Cajamarca estarían en manos de personajes como Gregorio Santos o Eddy Benavides. ¿Están preparados ellos o sus equipos de gobierno para evaluar técnicamente las condiciones para un proyecto exista? ¿Sería posible la minería en esa región teniendo personajes radicales como ellos semejante poder?

En la propuesta se menciona también un “nuevo modelo de distribución de la renta minera”, en la que se propone otorgar fondos de estabilización y de compensación para territorios sin canon”. Si la propuesta del Frente Amplio fuera tomar el canon minero a nivel nacional y distribuirlo de tal manera que aumente el porcentaje asignado al Gobierno Nacional (que luego se distribuya a los territorios sin canon) y disminuya el asignado a los gobiernos locales de las zonas de influencia de los proyectos; se generaría un descontento en las inmediaciones de las operaciones mineras que sentirían que la minería contribuye aún menos de los que piensan para su desarrollo. Este tipo de medidas son las que podrían desencadenar levantamientos y manifestaciones que terminen por paralizar proyectos mineros, como los que hemos visto en Conga o Tía María.

Conclusiones

Los integrantes del Frente Amplio encabezados por Marco Arana no solamente presentaron una propuesta sumamente hostil al sector (ver el ensayo presentado en Lampadia: “¿Una Nueva Minería o No Más Minería?”), también muestran elementos ideológicamente incompatibles con el desarrollo minero y proponen propuestas que sólo obstaculizarían la implantación de nuevos proyectos. Si la propuesta política de Verónika Mendoza es oponerse a cualquier proyecto futuro, está en todo su derecho. Para lo que no tienen derecho es para engañar al electorado afirmando que ellos no se oponen a la minería, y que su oposición está limitada a ciertos proyectos mineros. El oportunismo político de la candidata y de su partido los ha llevado a realizar esas deshonestas afirmaciones. Si se evidencia que, para el Frente Amplio, su ideologías está por encima de la superación de la pobreza y de la mejora del nivel de vida de la población, sería poco probable obtener el apoyo del electorado más necesitado del país. Lampadia

 

 





Oscurantismo Pos-Extractivista

Oscurantismo Pos-Extractivista

Continuando con el avance de nuestro nuevo repositorio: Recursos Naturales y Desarrollo, nuestro colaborador Sebastiao Mendonça Ferreira, nos presenta su análisis sobre la manipulación de mitos y leyendas a las que recurren los anti mineros con su ideología pos-extractivista que, por cierto, representan propuestas de vida muy alejadas de su propia realidad y de la de sus donantes de los países más ‘desarrollados’.

¿Porque los anti-mineros promueven ideas que aumentan la mortalidad materna e infantil e incrementan la pobreza?

¿Cómo puede ser que organizaciones conformadas por profesionales que han tenido acceso a la educación universitaria, que usan Internet y que hacen frecuentes viajes a Europa se vuelvan promotores de prácticas de salud y técnicas agrícolas que reconocidamente tienen resultados nefastos para las poblaciones rurales? ¿Qué intereses están detrás de esa labor oscurantista y dañina a la población?

1. “Saberes Locales” versus Ciencia. [1]

La ideología Pos-Extractivista es bastante compleja y ecléctica y está formada por diversos componentes conceptuales (radicalismo ambiental, marxismo, neo-ludismo, etc.). El pos-extractivismo no consiste únicamente en una postura hostil a la minería –aunque este sea su aspecto más visible por la relevancia de los conflictos sociales–  sino contiene un rechazo de cuño filosófico a la modernidad. Una característica de esta ideología es su escepticismo a la tecnología, a la industrialización, a la ciencia y al concepto de progreso en general.

Los pos-extractivistas consideran que el método científico que fundamenta la ciencia moderna y se sostiene en la evaluación de hipótesis frente a experimentos, a partir de las cuales se obtienen las leyes que gobiernan la naturaleza, tiene una “epistemología occidental” que no es válida en el los países del sur. Por otro lado, consideran que existen “saberes locales” que se originan en las tradiciones y costumbres de las poblaciones indígenas. Desde su óptica, los conocimientos científicos no deben superar a los “saberes locales.” Consideran que creer en la superioridad de la ciencia es una manifestación de colonialismo mental y una práctica “epistemicida”. Ellos no creen que los descubrimientos científicos deben servir para superar lo erróneo de las creencias locales sino que dichas creencias deben tener un status equivalente o superior al de la ciencia. Lo creen superior porque han sido generadas localmente y no fueron traídas por el colonialismo epistemológico occidental.

El más emblemático impulsor intelectual de esta postura, a nivel global, es el portugués Boaventura de Sousa Santos[2] quien es admirado por los pos-extractivistas peruanos y ha sido invitado en múltiples ocasiones al Perú para brindar conferencias para las organizaciones anti-mineras. En su texto “Epistemologías del Sur”[3] se puede leer:

Es un hecho irreversible que el logos eurocéntrico ha implosionado en sus propias fuentes de desarrollo político y económico… desde el Sur, se asume desde la praxis de un logos emancipador que fractura los límites hegemónicos del “capitalismo sin fin” y del “colonialismo sin fin”, ya que hace posible recuperar desde la “sociología de las emergencias”, la presencia de los pueblos milenarios que han logrado la recreación de su hábitat a través de una relación simbiótica directa, con los ciclos o procesos de génesis y muerte de la Madre Tierra (Pachamama). La sabiduría ancestral que porta el pensamiento de estos pueblos originarios, expresados por sus tradiciones, ritos, magias, hasta sus representaciones antropomórficas de la realidad, son síntomas de que el ocaso de la civilización, no muere con Occidente, sino que renace desde el Sur con el “Sumak Kawsay”[4]

Según él, la revolución científica ha colapsado y ha sido desbordada por la problemática actual por lo que es necesario abrir las puertas a otro tipo de conocimiento. Una alternativa surge en el conocimiento tradicional indígena el cual nos guía hacia conductas ecológicamente más sostenibles. Esto puede sonar como una abstracta manifestación de principios. Si fuera así no nos preocuparía, dado que hay muchas sectas con ideas fantasiosas en el mundo, y no es posible el criticar todas las utopías retrógradas que van surgiendo. Nuestra prioridad es realizar análisis que contribuyan a abrir las rutas del progreso para los peruanos. Pero como veremos más adelante, esa ideología se traduce finalmente en acción política con consecuencias negativas sobre la vida de las poblaciones rurales del Perú.[5]

Para promover sus ideas contrarias a la ciencia, el Sr. Boaventura hace uso de lo más moderno de la tecnología digital y de la ciencia, ciencia que él mismo califica de fracasada. Sus seguidores, en las organizaciones pos-extractivistas, repiten sus ideas y copian su práctica social, pues promueven que las poblaciones rurales del Perú renuncien a la modernidad, que en su vida privada ellos no renuncian jamás.

2. Aplicación en el Perú.

En el Perú los núcleos intelectuales pos-extractivistas impulsan posturas oscurantistas alejando a la población más pobre del país de la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida. Estas acciones tienen un costo humano innegable en mortalidad materna e infantil y reducción de la esperanza de vida, pero esos costos, al parecer, les son irrelevantes. Pareciera que su lema es: Fuera de la ideología, todo es ilusión.

El “Programa Democracia y Transformación Global” (PDTG)[6] en su página web lista entre sus actividades la generación de  “Publicaciones de libros, historietas y diversos materiales que comparten y difunden “otros” saberes teóricos, políticos, pedagógicos y culturales críticos a los hegemónicos.[7]

Un ejemplo de esta difusión de “otros saberes” es el libro “Nuestra salud. Recuperando saberes de las mujeres para el buen vivir: Sistematización de experiencias.”[8] Este libro es resultado de la colaboración entre la “Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú” (FENMUCARINAP) y el PDTG.

En el libro se puede leer cosas como:

  • La orina sirve para muchas enfermedades, como bajar la fiebre. Te la puedes tomar o frotar con ella.”
  • “Mi nieta tenía el estómago ­flojo porque alguien la había volteado. El médico decía que tenía una infección porque tenía inflamado el estómago y fiebre. Yo le paso el huevo. Lo pongo en su manito para que desarme el huevo y ahí salió el susto”
  • “Luchamos porque se respete la libertad de tener nuestro parto según nuestros usos y costumbres dónde, cómo y con quién queramos dar a luz… las mujeres deberíamos poder dar a luz en nuestras casas sin ser perseguidas por ello.”

Cabe recalcar que el objetivo principal de recoger estas experiencias  no es puramente de observación antropológica. Los pos-extractivistas intentan popularizar estas experiencias y convencer a sectores de la población de que estas prácticas son preferibles a las propuestas por los programas de salud del Estado.  Los autores de este artículo han sido testigos presenciales de como activistas mujeres de la clase media limeña (Políticamente radicales pero que jamás darían a luz a kilómetros de una obstetra profesional y seguramente no beberían orina) organizan eventos en los cuales se difunden estos enfoques entre mujeres campesinas. Lo trágico es que los pos-extractivistas son  organizaciones y personas en las que estas humildes mujeres confían, las cuales les dicen que estas prácticas pre-científicas son idóneas y que además es un acto de discriminación hacia su cultura la promoción de la aplicación de tecnología moderna. Las mujeres de origen rural, que asisten a las capacitaciones de los pos-extractivistas,  ven a las activistas de la clase media como personas bien intencionadas, informadas y que velan por sus intereses, y por ello creen en lo que ellas les dicen.

Creemos que retrasar la transición de los sectores rurales hacia la medicina moderna es un acto inhumano en el que la población más pobre pone en riesgo su vida y su salud para que un sector radicalizado de la clase media y algunos Europeos confundidos  puedan tener la satisfacción personal de considerar que defienden la “diversidad cultural” del Perú. La popularización de los métodos modernos en medicina ha disminuido considerablemente la tasa de mortalidad de las mujeres rurales, por ejemplo en el momento del parto.  La visión retrógrada pos-extractivista de realizar este procedimiento según sus “saberes locales”, motivando a las mujeres a rechazar los servicios de salud del Estado, incrementa considerablemente la probabilidad de muerte del niño y de la madre.  Existe abundante información estadística y estudios sobre el tema (MINSA, OPS-OMS, etc.).[9] ¿Por qué las ONG’s pos-extractivistas no informan a estas mujeres del riesgo que están siendo inducidas a tomar?

El documento de PDTG ha sido financiado por la Cooperación Belga para el Desarrollo. Semejante al anterior es el caso de Cooperacción (ONG anti-minera que tiene a José de Echave, de Tierra y Libertad, como su vocero más relevante) sus publicaciones han sido financiadas por la Unión Europea y El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España. ¿Sabrán los directores de esos organismos Europeos que los materiales y las organizaciones que están financiando promueven prácticas que elevan la tasa de mortalidad materna y disminuyen el ingreso de los más pobres del Perú?

Cooperacción además, es célebre por la publicación de los “Mapas de Concesiones” con los que atemoriza a la población en las zonas cercanas a los proyectos mineros. Como parte de su “Programa de Formación de Líderes y Lideresas Comunitarios,”[10] Cooperacción publicó el documento “Desarrollo territorial y actividad minera[11] en el mismo se puede leer, entre múltiples declaraciones semejantes:

  • “Si el nido (Del pájaro Lliqui Lliqui) está hecho en las partes altas significa que será un año lluvioso. Si está en las partes bajas será un año seco.”
  • “Si el huevo tiene manchas habrá buena producción, las manchas grandes se relacionan con la producción de papa y las manchas pequeñas con la producción de quinua.”[12]

El campesino minifundista peruano se encuentra en una situación de pobreza generalizada, en gran medida, debido a que los métodos que aplica en su producción se son técnicamente atrasados.  Fomentar que planifiquen su campaña agrícola (Influenciada por las lluvias) y los cultivos en función a un “pájaro señalero” en vez de incorporar la incertidumbre y no a criterios técnicos es una muestra de indiferencia a la miseria por la que pasa gran parte del campesinado peruano. 

3. Oscurantismo y conflictividad

Los “saberes locales” han sido integrados dentro de la propuesta “Nueva Minería Exige Debate Nacional”[13] suscrito por la casi totalidad de la izquierda peruana.[14] En el cual se lee: “Asegurar la participación de las poblaciones y la incorporación de los saberes locales en los procesos de zonificación y ordenamiento territorial”

La promoción de las creencias locales en contraposición a los conocimientos científicos y técnicos tiene la función de incrementar la propensión al conflicto en esas poblaciones. Al dar un valor absoluto a las creencias, los llamados “saberes locales,” los pos-extractivistas usan mitos como argumento para sus propuestas anti-mineras. Por ejemplo: hacer perforaciones en un cerro puede “matarlo,” o valles separados está interconectados por ríos subterráneos puesto que existen “túneles como venas” que los conectan, a pesar que los estudios científicos muestran lo contrario, o la frase favorita de Marco Arana: “Reemplazar una laguna por un reservorio es como cambiar un brazo natural por uno artificial”.  Los anti-mineros hacen uso de los mitos locales, los legitiman y divulgan en la medida que les permitan avanzar en sus objetivos políticos, es decir, su oscurantismo es políticamente instrumental.

Pero además, la desconfianza en la tecnología de los pos-extractivistas es intrínseca a su ideología, si creyeran en los avances tecnológicos ello podría llevarlos a la conclusión, inaceptable para ellos, de que los avances tecnológicos de la minería podrían servir para evitar los daños ambientales e inclusive para ampliar el acceso de la población rural a servicios ambientales tales como agua de uso agrícola en temporada seca.

En su concepción de un mundo sin minería moderna, y consecuentemente, sin industrias a gran escala, la tecnología da aportes ambivalentes. Su retrógrada idea de futuro los lleva a denigrar los avances tecnológicos del sector minero en gestión ambiental y en las otras áreas del conocimiento como la medicina, aunque en su vida personal ellos no renuncien al celular, a la 4X4, al avión ni a la medicina moderna.

4. Comentario Final.

Como vemos una buena parte de la intelectualidad pos-extractivista tiene profundo escepticismo respecto al enfoque científico y desconfianza hacia la tecnología. Para sostener su narrativa hacen uso de creencias y mitos locales que faciliten manipular a la población y agravar la conflictividad. Hacen esfuerzos por mantener a las poblaciones rurales en la medida de lo posible como una especie de “reserva natural” en un idealizado estadio preindustrial. [15]

El debate técnico plasmado  en sus documentos y apariciones mediáticas es un mero artificio discursivo en su lucha política. Su creencia en los estudios técnicos es limitada puesto que combinan dichos estudios con los “saberes locales” para sostener su hostilidad a las industrias extractivas. En caso en que adolecen de indicios técnicos, hacen uso de mitos y meras acusaciones. 

Los pos-extractivistas peruanos tienen un doble discurso. En los ambientes más bien informados, como en los medios de comunicación limeños, ellos presentan sus estudios técnicos, pues saben que quedarían en ridículo si defendieran mitos sobre el agua y pájaros señaleros. En los talleres y asambleas con las comunidades  campesinas, ellos denigran de la ciencia y legitiman las prácticas nocivas como saberes superiores al conocimiento científico, para hacer de creencias sin sustento, el sustento de sus propuestas. L

 

 


[1] Los conocimientos locales pueden tener mucha utilidad práctica, pero también contienen muchos errores, por ello lo mejor es rescatar lo bueno y descartar los errores. Es decir, someter el conocimiento local a los métodos  de la ciencia. El problema es que los post-extractivistas se niegan a reconocer los errores de las creencias locales y los antagonizan con la ciencia, tal como están hoy.

[2] Sociólogo, doctor de la Universidad de Yale y actualmente profesor de la universidad de Coimbra en Portugal.

[3] Texto disponible en: http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4231309.pdf

[4] SumakKawsay se traduce como “Buen Vivir” y es un concepto con el que los postextractivistas denominan a un estilo de vida  en el que la mejora del bienestar material pase a ser irrelevante frente a la realización espiritual y la armonía con la naturaleza, parte de una visión idealizada del pasado andino.

[5] En un artículo futuro haremos un análisis detallado de las bases conceptuales del post-extractivismo.

[6] Programa Democracia y Transformacion Global” (PDTG) es el principal organizador de eventos intelectuales y fuente de materiales anti-mineros, su página web es fuente de libre acceso de diversos libros, documentos de trabajo, manuales de incidencia, etc. Es posiblemente, el mejor punto de referencia para ver el “estado del arte” intelectual de los anti-mineros.

[7] Las ciencias (la física cuántica, la genética, las matemáticas, la geología, la economía, etc.) son para ellos manifestación de la epistemología  hegemónica.

[8] http://www.democraciaglobal.org/adjuntos/article/893/Libro%20SALUD%20FEMUCARINAP%20FINAL.pdf

[9] En el Perú la mortalidad materna es alta y su causa principal son las hemorragias. El esfuerzo del MINSA ha venido promoviendo el parto institucional, es decir, que las madres estén en un centro de salud con atención profesional, es conocido como uno de los principales factores de su reducción, ver: http://www.minsa.gob.pe/portada/Especiales/2014/maternidadsaludable/avances.html.  

[10] El cual es un eufemismo para trabajo de base de radicalización de comunidades en contra de la minería.

[11] Este documento será materia de un próximo articulo respecto a la praxis antiminera y se encuentra disponible en: http://cooperaccion.org.pe/main/images/derechos_colectivos/Desarrollo_Territorial_Actividad_Minera_4_2013-Ago.pdf

[12] La asociación entre el tamaño de las manchas y los cultivos es evidente.

[13] El texto original de la propuesta puede ser encontrado en: http://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/6015c-nueva-mineria-exige-debate-nacional.pdf

[14] Un análisis al respecto puede encontrarse en: http://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/c2379-no-mas-mineria-.pdf

[15] Los post-extractivistas peruanos son seguidores tardíos de Ned Ludd, quien promovió la destrucción de las fábricas textiles en los inicios del siglo 19 por rechazo a tecnología y a la industrialización.