1

Descifrando al Perú – 3

Descifrando al Perú – 3

EDITORIAL DE LAMPADIA

En junio pasado publicamos en LampadiaLa prosperidad sin precedentes del Perú, reproduciendo el trabajo de Iván Alonso e Ian Vásquez, del CATO INSTITUTE, que en 38 gráficos:

“Demuestran una notable mejoría del bienestar en amplios sectores de la población. La prosperidad ha aumentado, la desigualdad ha caído y los pobres han visto elevar su nivel de vida. Y, a diferencia de otros episodios de crecimiento en la historia del Perú, el progreso no ha estado limitado geográficamente; más bien, el sector rural, tanto como el sector urbano, se ha beneficiado, como lo ha hecho la mayor parte del interior del país, además de Lima y las ciudades de la costa”.

Los peruanos que defendemos la democracia y la economía de mercado, necesitamos información veraz sobre nuestra realidad. Con este propósito presentamos hoy la infografía sobre educación:

Estos avances en educación han sido principalmente impulsados por la inversión privada. La educación pública sigue siendo manejada por un sindicato comprometido con la lucha de clases y con un curriculum basado en los estándares de siglos pasados, tal como dijera León Trahtemberg sobre la reforma de Saavedra.

El Perú necesita cambios profundos, pero estos deben darse fundamentalmente en la calidad de la gestión del gobierno, especialmente en educación, salud e infraestructuras.

También pueden revisar las infografías anteriores, en los siguientes temas:




La prosperidad sin precedentes del Perú

La prosperidad sin precedentes del Perú

La verdad sobre el Perú: crecimiento, desarrollo y mejoras sociales

Gracias a Iván Alonso e Ian Vásquez, del CATO Institute, hoy podemos compartir con nuestros seguidores 38 gráficos que:

“Demuestran una notable mejoría del bienestar en amplios sectores de la población. La prosperidad ha aumentado, la desigualdad ha caído y los pobres han visto elevar su nivel de vida. Y, a diferencia de otros episodios de crecimiento en la historia del Perú, el progreso no ha estado limitado geográficamente; más bien, el sector rural, tanto como el sector urbano, se ha beneficiado, como lo ha hecho la mayor parte del interior del país, además de Lima y las ciudades de la costa”.

Esta información contradice factualmente todas las narrativas anti sistema difundidas en el Perú durante los últimos 10 años, con las que se ha pretendido instalar nuevamente la ideología de las izquierdas retrogradas que ya fracasaron en el Perú y el resto del mundo.

Lamentablemente, aún no tenemos, ni siquiera, las semillas de una izquierda moderna como la que transformó Nueva Zelanda en un país próspero. Nuestras izquierdas siguen en búsqueda del poder, poniendo la ideología antes que el bienestar de la población, pues buena parte de ellos sabe perfectamente que sus propuestas solo generarían más pobreza. Tal como se ha hecho en este proceso electoral, en el cual todas las izquierdas se sumaron al que tenía los peores planteamientos.

Los peruanos estamos inmersos en múltiples crisis, sanitaria, económica, social y política. Con ellas hemos perdido confianza en nuestros líderes y en el futuro, y estamos embargados de frustración y resentimiento. Por ello, cuando votemos, debemos pensar en nuestros hijos y nietos, que representan el futuro. Ellos no quieren migrar, ellos quieren ser ciudadanos del mundo desde el Perú, con sus familias, con sus amigos y con sus tradiciones.

Revisemos los gráficos de Alonso y Vásquez con mucha apertura, nos van a aclarar muchas cosas. Hasta ahora no hemos sabido defendernos de las ‘ideas muertas’, pero nunca es tarde. Miremos la verdad e icemos la bandera de la prosperidad.

La prosperidad sin precedentes del Perú
En 38 gráficos

“Nuestros adversarios creen que toda actividad no reglamentada ni subvencionada languidece hasta la aniquilación. Nosotros creemos lo contrario. La fe de aquéllos está puesta en el legislador. La nuestra, en la humanidad”.
Frédéric Bastiat

CATO – Elcat0.org

Iván Alonso
PhD. en Economía de la Universidad de California en Los Ángeles y es miembro de la Mont Pelerin Society
Ian Vásquez
Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute y coautor del Human Freedom Index

4 DE JUNIO DE 2021

Iván Alonso e Ian Vásquez compilan una variedad de indicadores sobre Perú que muestran el progreso que ha tenido lugar en el país en los últimos años y décadas.

El Perú ha hecho grandes progresos desde el inicio de las reformas económicas hace tres décadas y el posterior retorno a la democracia hace dos décadas. Indicadores de todo tipo demuestran una notable mejoría del bienestar en amplios sectores de la población. La prosperidad ha aumentado, la desigualdad ha caído y los pobres han visto elevar su nivel de vida. Y, a diferencia de otros episodios de crecimiento en la historia del Perú, el progreso no ha estado limitado geográficamente; más bien, el sector rural, tanto como el sector urbano, se ha beneficiado, como lo ha hecho la mayor parte del interior del país, además de Lima y las ciudades de la costa.

Los críticos de la democracia de mercado en el Perú, sin embargo, minimizan los avances, ignoran los datos o distorsionan los hechos, creando una narrativa para justificar un cambio radical. Los líderes políticos de izquierda, incluyendo el candidato favorito en las elecciones presidenciales del 6 de junio, por ejemplo, han esbozado una agenda explícitamente socialista y proponen una asamblea constituyente para lograrlo. Los peruanos ciertamente tienen muchas razones para estar descontentos. Los escándalos de corrupción han proliferado, y el sistema político se ha vuelto cada vez más disfuncional en años recientes. La incompetencia del estado, mientras tanto, ha multiplicado los efectos de la pandemia.

Estos factores indudablemente influyen en el ánimo de la gente, aumentando el atractivo de los mensajes “antisistema”. Pero es manifiestamente falso que el capitalismo democrático empeoró la vida de los peruanos.

A continuación, presentamos 38 gráficos que resumen la historia de las últimas décadas: en términos de bienestar humano, el Perú ha experimentado un progreso que no tiene precedentes. Todavía hay muchos problemas, pero sería un error monumental pensar que se resolverán abandonando las políticas e instituciones que han servido para mejorar de tal manera el nivel de vida.

Ingreso y pobreza

Salud

 

Educación

Agua, saneamiento y energía

Hogar

Agricultura

 

Transporte y comunicación

 

[Aquí podrás encontrar una versión de este artículo en inglés. Agradecemos a Guillermina Sutter Schneider por la visualización de datos.]

Lampadia

 




Crecimiento, desarrollo y mejoras sociales

Crecimiento, desarrollo y mejoras sociales

Gracias a Iván Alonso e Ian Vásquez, del CATO Institute, hoy podemos compartir con nuestros seguidores 38 gráficos que:

“Demuestran una notable mejoría del bienestar en amplios sectores de la población. La prosperidad ha aumentado, la desigualdad ha caído y los pobres han visto elevar su nivel de vida. Y, a diferencia de otros episodios de crecimiento en la historia del Perú, el progreso no ha estado limitado geográficamente; más bien, el sector rural, tanto como el sector urbano, se ha beneficiado, como lo ha hecho la mayor parte del interior del país, además de Lima y las ciudades de la costa”.

Esta información contradice factualmente todas las narrativas anti sistema difundidas en el Perú durante los últimos 10 años, con las que se ha pretendido instalar nuevamente la ideología de las izquierdas retrogradas que ya fracasaron en el Perú y el resto del mundo.

Lamentablemente, aún no tenemos, ni siquiera, las semillas de una izquierda moderna como la que transformó Nueva Zelanda en un país próspero. Nuestras izquierdas siguen en búsqueda del poder, poniendo la ideología antes que el bienestar de la población, pues buena parte de ellos sabe perfectamente que sus propuestas solo generarían más pobreza. Tal como se ha hecho en este proceso electoral, en el cual todas las izquierdas se sumaron al que tenía los peores planteamientos.

Los peruanos estamos inmersos en múltiples crisis, sanitaria, económica, social y política. Con ellas hemos perdido confianza en nuestros líderes y en el futuro, y estamos embargados de frustración y resentimiento. Por ello, cuando votemos, debemos pensar en nuestros hijos y nietos, que representan el futuro. Ellos no quieren migrar, ellos quieren ser ciudadanos del mundo desde el Perú, con sus familias, con sus amigos y con sus tradiciones.

Revisemos los gráficos de Alonso y Vásquez con mucha apertura, nos van a aclarar muchas cosas. Hasta ahora no hemos sabido defendernos de las ‘ideas muertas’, pero nunca es tarde. Miremos la verdad e icemos la bandera de la prosperidad.

La prosperidad sin precedentes del Perú
En 38 gráficos

“Nuestros adversarios creen que toda actividad no reglamentada ni subvencionada languidece hasta la aniquilación. Nosotros creemos lo contrario. La fe de aquéllos está puesta en el legislador. La nuestra, en la humanidad”.
Frédéric Bastiat

CATO – Elcat0.org

Iván Alonso
PhD. en Economía de la Universidad de California en Los Ángeles y es miembro de la Mont Pelerin Society
Ian Vásquez
Director del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute y coautor del Human Freedom Index

4 DE JUNIO DE 2021

Iván Alonso e Ian Vásquez compilan una variedad de indicadores sobre Perú que muestran el progreso que ha tenido lugar en el país en los últimos años y décadas.

El Perú ha hecho grandes progresos desde el inicio de las reformas económicas hace tres décadas y el posterior retorno a la democracia hace dos décadas. Indicadores de todo tipo demuestran una notable mejoría del bienestar en amplios sectores de la población. La prosperidad ha aumentado, la desigualdad ha caído y los pobres han visto elevar su nivel de vida. Y, a diferencia de otros episodios de crecimiento en la historia del Perú, el progreso no ha estado limitado geográficamente; más bien, el sector rural, tanto como el sector urbano, se ha beneficiado, como lo ha hecho la mayor parte del interior del país, además de Lima y las ciudades de la costa.

Los críticos de la democracia de mercado en el Perú, sin embargo, minimizan los avances, ignoran los datos o distorsionan los hechos, creando una narrativa para justificar un cambio radical. Los líderes políticos de izquierda, incluyendo el candidato favorito en las elecciones presidenciales del 6 de junio, por ejemplo, han esbozado una agenda explícitamente socialista y proponen una asamblea constituyente para lograrlo. Los peruanos ciertamente tienen muchas razones para estar descontentos. Los escándalos de corrupción han proliferado, y el sistema político se ha vuelto cada vez más disfuncional en años recientes. La incompetencia del estado, mientras tanto, ha multiplicado los efectos de la pandemia.

Estos factores indudablemente influyen en el ánimo de la gente, aumentando el atractivo de los mensajes “antisistema”. Pero es manifiestamente falso que el capitalismo democrático empeoró la vida de los peruanos.

A continuación, presentamos 38 gráficos que resumen la historia de las últimas décadas: en términos de bienestar humano, el Perú ha experimentado un progreso que no tiene precedentes. Todavía hay muchos problemas, pero sería un error monumental pensar que se resolverán abandonando las políticas e instituciones que han servido para mejorar de tal manera el nivel de vida.

Ingreso y pobreza

Salud

Educación

Agua, saneamiento y energía

Hogar

Agricultura

Transporte y comunicación

[Aquí podrás encontrar una versión de este artículo en inglés. Agradecemos a Guillermina Sutter Schneider por la visualización de datos.]

Lampadia




La crisis chilena

La crisis chilena

A raíz de los acontecimientos de los últimos días en Chile, se han multiplicado una serie de comentarios, tanto en Chile como en el Perú, que están muy lejos de reflejar la realidad.

Empecemos por relatar un comentario casi anecdótico de Juliana Oxenford el lunes en radio Exitosa: Lo que pasa en Chile es que, desde Pinochet, prácticamente ha desaparecido la clase media en Chile. Hoy solo hay ricos y pobres, los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres. Increíble comentario sobre un país que solo tiene 8% de pobres y tiene la clase media más grande de América Latina. ¡En fin!

Muchos otros comentarios inciden sobre el supuesto fracaso del modelo de economía de mercado. Sin embargo, como dice Ian Vásquez (ver en Lampadia: Chile en la mira):

“Respecto a casi cualquier indicador de desarrollo humano, Chile ha achicado la brecha entre ricos y pobres más que otros países latinoamericanos. (…) según la CEPAL, la desigualdad ha venido cayendo desde el 2002 y está por debajo del promedio regional. Según un estudio reciente de la OCDE, Chile es el país con la más alta movilidad social de esa organización.

Estudios del destacado economista Claudio Sapelli confirman estas tendencias. La desigualdad dentro de las generaciones chilenas más jóvenes es mucho más baja que la de las generaciones mayores. A medida que avance el tiempo, la desigualdad general seguirá cayendo. Así, Sapelli documenta una alta movilidad social intrageneracional (la movilidad existente dentro de la misma generación) e intergeneracional (el estatus social de una generación respecto de la siguiente) que es comparable o mayor a las de los países más avanzados.

Tales resultados no nos deberían sorprender. El ingreso per cápita chileno se ha cuadruplicado desde que empezaron las reformas sociales y económicas en 1975. Eso permitió que la pobreza se redujera de alrededor del 50% al 8%, que la cantidad de estudiantes en instituciones de educación superior se multiplicase por diez, además de la mejora en un sinfín de otros indicadores de progreso.

(…) El sociólogo Carlos Peña agrega que los jóvenes que han iniciado tanta violencia forman parte de una generación que están convencidos de que “la intensidad de sus creencias […] valida cualquier conducta que las promueva”. “La mera subjetividad es garantía suficiente de la verdad””.

En otras palabras, más allá de las imágenes y pos-verdades, el modelo chileno es sumamente exitoso.

Por su lado, Axel Káiser, de la Fundación para el Progreso de Chile, explica las bondades del modelo y contradice buena parte de los comentarios más despistados o antojadizos. Veamos su presentación:

Crisis política y orden social https://www.youtube.com/watch?v=xxUZVK_9C8E.

Para el pensador chileno de izquierda, Fernando Villegas (Insurrección en Chile https://www.youtube.com/watch?v=Ya6l85Ce-Lk), no es casualidad que, en un solo día, casi al mismo tiempo, se hayan incendiado decenas de estaciones del Metro. Eso requiere una estrecha coordinación y preparación. Para él, más allá de los problemas reales de la sociedad chilena, existentes, por cierto, está la presencia de “un comité central de la insurrección”.

No caigamos pues en simplismos y menos extrapolemos los acontecimientos a otros espacios-tiempo. Lampadia




Una Ley Antimonopolio y de Control de Fusiones

En el Perú se ha retomado el debate sobre una ley antimonopolio y control previo de fusiones que buscaría, en teoría, ser un mecanismo regulador de las concentraciones empresariales, proteger al consumidor y promover la competencia. Sorprendentemente (o quizás no), los medios que parecen estar más entusiastas con la eventualidad de su establecimiento son los más alejados de la economía de mercado, como el diario La República, y el promotor de la ley, Yonhy Lescano, autor de innumerables iniciativas populistas. Lo que no se comentan son los costos privados innecesarios que se generarían en trámites burocráticos y riesgos de corruptelas que podrían ir en contra de la eficiencia de los mercados.

Esta no es la primera vez que se propone una ley de este tipo. En el 2012, Gana Perú propuso una ley que obligaba a todas las operaciones en las que el comprador y el vendedor facturen desde 100,000 UIT y 10,000 UIT, respectivamente, a obtener una autorización de Indecopi. Es aleccionador que este proyecto de ley jamás llegara al Pleno del Congreso.

Ahora, la resucitada y mediática ley propone, en simple, regular (mediante un control previo) los procesos de fusión, adquisición o concentración empresarial cuando el grupo resultante tenga el 51% o más de la participación del mercado. El mencionado congresista de Acción Popular propone que “no se autoricen las fusiones, adquisiciones o concentraciones cuando se determine que dichos activos limitan severamente la competencia, o generan o pueden generar abusos de posición dominante”.

Además, el proyecto incluye “como disposición transitoria que todos los procesos producidos con anterioridad a la vigencia de la norma y que resulten comprendidos, deberán adecuarse en un plazo máximo de 60 días”. Esta estúpida disposición  abarcaría todas las compras y fusiones de empresas producidas en la historia del país que cumplan con las condiciones descritas líneas arriba. Esto sería anticonstitucional, empezando por que  la retroactividad de las leyes está expresamente prohibida.

Según Lescano, su propuesta es un proyecto de ley de desarrollo constitucional, basado en el artículo 61 de la Constitución Política del Perú, y su objetivo es “obligar a través de esta ley la posición de una parte del congreso que dice: no señor, ahora se tiene que revisar a todas porque ellos han violado la Constitución del Estado” Sic. 

Esta retroactividad también apuntaría a revisar la fusión de Backus con Inbev, donde la firma resultante en el Perú concentrará el 99% del mercado de cervezas y producirá un 30% de la cerveza que se consume en todo el mundo, con presencia en más de ochenta países y una fuerza laboral conjunta de unas 225,000 personas.

Pues bien, cuando instauramos la economía de mercado, el Perú eligió un sistema muy eficiente para lograr los objetivos aducidos pr el proyecto en cuestión, basado en los siguientes cuatro elementos: economía abierta, eliminación de barreras de acceso, control del abuso de la posición de dominio y regulaciones ad-hoc.

La Constitución del 93, que incluye estos elementos, ha permitido que el Perú pasara de ser prácticamente un ‘Estado Fallido’ en 1990 a una de las estrellas económicas en el mundo, que transformó nuestra economía, redujo la pobreza y la desigualdad, alentó el desarrollo de una importante clase media y la reducción de los precios de los bienes y servicios que se hicieron accesibles a la gran mayoría de la población. Pero, además, de alguna manera, por primera vez en nuestra historia, se desarrolló una institución económica muy importante: el mercado.

El propósito de una ley de fusiones es evitar la concentración de mercado y la creación monopolios, sin embargo, tampoco puede bloquear el crecimiento ni el avance del país. La teoría económica explica claramente los efectos de un mercado monopólico tanto en la producción cómo en los márgenes de las empresas monopólicas. Dentro de un mercado monopólico, si la demanda de un bien o servicio permanece relativamente estable (inelástica), y al no haber competencia ni sustitutos perfectos, la empresa tenderá a aumentar sus márgenes a pesar que ello implique menos demanda y producción ya que la ganancia en el margen por la totalidad de lo vendido superaría con creces la menor producción. El consumidor final tendría que pagar mayores precios de lo que lo haría en un mercado de competencia, y se tendería a tener menor oferta de estos bienes o servicios dentro de la economía, un fenómeno llamado  por los economistas “pérdida de eficiencia social”.

Image result

Fuente: www.2gb.com

Para evitar los daños de un mercados monopólicos, las economías de mercado necesitan contar con un conjunto de reglas que garanticen un funcionamiento balanceado de los mercados. Sin embargo, es importante explicar que existe una diferencia sustancial entre la prohibición de monopolios y el combate de abusos originados por posiciones dominantes . El primero va al hecho per se (el monopolio), el segundo al resultado o efecto del monopolio en la sociedad; lo cual permite la existencia de monopolios, evitando el abuso de la posición de dominio.

En el Perú ya existe una Ley de control de abuso de posición dominante (Ley de Represión de Conductas Anticompetitivas), “que prohíba y sancione el abuso de la posición de dominio y las prácticas colusorias horizontales y verticales fortalecerá sustancialmente el marco regulatorio de defensa de la libre competencia, lo que, a su vez, incentivará la eficiencia económica en los mercados, promoverá la competitividad económica del país y mejorará el bienestar de los consumidores, estableciendo un ambiente apropiado para las inversiones.”

Cuando se debatió la Constitución del 93, se descartó el modelo que ahora se vuelve a proponer, un modelo que requiere la intervención de la burocracia para determinar con antelación de los procesos económicos, si la unión de los unos con los otros es conveniente y si las posiciones dominantes son per se convenientes o inconvenientes.

Es importante resaltar que un requisito muy importante para que ese modelo sea exitoso es un nivel alto de institucionalidad, predictibilidad y moralidad en el sector público. Algo que nosotros adolecemos. El Perú cuenta con una gestión pública e instituciones deficientes, al igual que niveles muy altos de corrupción. Y, lamentablemente, además esta ley maneja conceptos tan amplios que se prestan a la manipulación política de la economía y a lobbies empresariales inconvenientes.

Ian Vásquez, en su reciente columna No a la ley antimonopolio, aborda está preocupación, explicando sus consecuencias en EEUU: “Bajo las leyes antimonopolio en EEUU a las empresas se las acusa de mantener precios muy altos o precios muy bajos. Se ha vuelto imposible predecir si una fusión se aprobará o una acusación de monopolio prevalecerá. Esto crea incertidumbre y un incentivo por parte de las empresas para hacer lobby en vez de enfocarse en su negocio. De hecho, las empresas menos exitosas y otros grupos de interés usan las leyes de fusión y antimonopolio para protegerse de la competencia. Quienes pierden en el mercado competitivo muchas veces ganan al apelar a la ley. El efecto es el de reducir la competencia y la innovación y prevenir que bajen los precios.”

Elmer Cuba (¿Control previo de fusiones?), por su lado, aconseja una mirada a los ejemplos en el exterior: “Las leyes antimonopolios (anti-trust law) han evolucionado en los últimos 100 año. En algunos países hay umbrales muy bajos y el control de fusiones ha devenido en un trámite más, no ha beneficiado ni a los consumidores ni a las firmas, se han perdido recursos públicos y solo han ganado los abogados y economistas. Si queremos tener una ley de este tipo en el país, debemos tomar en cuenta las experiencias de otros países y las mejores prácticas internacionales.”

Además, cabe agregar que este proyecto de ley creará más barreras burocráticas, que van en contra de uno de los objetivos del actual gobierno: eliminar las barreras de acceso. Se suponía que los peruanos habíamos entendido que se necesitaba iniciar un profundo proceso de desregulación, de liberar a los ciudadanos y empresas de la maraña legislativa que impide el normal desarrollo del país. En Lampadia hemos denominado a ese exceso normativo como una ‘urdimbre regulatoria’ (urdimbre = maniobra, intriga, maquinación, enredo, etc.), ver: El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’. Necesitamos desenredar las trabas burocráticas y liberar a los ciudadanos y empresas para que sus emprendimientos e inversiones nos traigan un mayor crecimiento económico, reducción de la pobreza y recursos fiscales.

En lugar de experimentar con cambios apurados, mal enfocados, en un entorno institucional débil, lo que tenemos que hacer es reforzar los mecanismos actuales y vigilarlos. A los cuatro elementos importantes ya mencionados (economía abierta, eliminación de barreras de acceso, control del abuso de la posición de dominio y regulaciones ad-hoc), se ha agregado ahora un quinto elemento, la dinámica (hasta exacerbada) de las redes sociales, que permite alertas tempranas de abusos y de comportamientos empresariales disfuncionales. Lampadia

 




La propiedad del subsuelo y la explotación de los RRNN

La propiedad del subsuelo y la explotación de los RRNN

Hace mucho tiempo que Enrique Ghersi plantea la necesidad de que los dueños del suelo sean también dueños del subsuelo, como sucede en muchos países, como por ejemplo en Estados Unidos.

Enrique reitera estos conceptos en una reciente entrevista que le hizo Juan José Garrido para Perú21, el 10 de mayo 2015: “la derecha puede tener en la propiedad privada el gran motor para abandonar el espíritu elitista y convertirse en una derecha liberal moderna con un raigambre popular democrático que es la difusión universal de la propiedad. En el Perú, hay temas que no se le pueden dejar a la izquierda. La derecha tiene que levantar claramente la bandera de que la propiedad de los recursos naturales tiene que ser de los peruanos y que la propiedad del subsuelo debe corresponder a los propietarios del suelo. Si hay una comunidad indígena o una familia encima de la mina, ellos deben ser los dueños de esos recursos”.

 

 Sierra Productiva está ayudando a mejorar el nivel de vida de los agricultores en la Libertad

 

Por su lado, Ian Vásquez, del Instituto Cato, recoge el planteamiento de Ghersi en su artículo: Propuesta a los mineros, publicado en El Comercio el pasado 25 de abril.

“No debemos esperar una mejora sustancial o sostenible de esta situación [los conflictos sociales]. A menos que, como propone el abogado y profesor de derecho Enrique Ghersi, se resuelva el problema de fondo: la definición deficiente del derecho de propiedad. Una pregunta que Ghersi hace en clase es: ‘¿Cuál es la diferencia entre encontrar petróleo en tu jardín, en Talara o en Houston? La respuesta es que si lo encuentras en Houston, eres rico, porque el petróleo es tuyo; mientras que si lo encuentras en Talara, eres pobre porque es del gobierno’”.

“En el Perú, el propietario del subsuelo es el Estado. Los campesinos, comunidades e individuos que viven y trabajan sobre los grandes recursos naturales que están debajo de la tierra no tienen derecho a los mismos, solo a la superficie. El Estado otorga concesiones a las empresas mineras. Lo que reciben los campesinos, que se consideran los verdaderos dueños de esta riqueza, es una parte inferior de las rentas que los burócratas y las empresas deciden gastar en ellos. Para Ghersi, esta asignación de derechos viene a ser una expropiación del subsuelo de los pobres y produce resentimiento y desconfianza”.

“Establecer derechos de propiedad privada al subsuelo sería una reforma social de largo alcance, beneficiaría directamente a los campesinos propietarios, los responsabilizaría por las decisiones sobre su propiedad, y reduciría la violencia social. (…) Con una mejor asignación de derechos, los lugareños propietarios de minerales tendrían un incentivo poderoso para desmentir acusaciones infundadas que suelen hacerse hoy con facilidad en contra de los proyectos mineros”.

Como este planteamiento requeriría un cambio constitucional, Vásquez propone que las empresas otorguen acciones a los ciudadanos y miembros de las comunidades. Otros hablan de compartir utilidades. Ambos esquemas ya se han aplicado en el Perú, en algunos pocos casos.

La base argumental del eventual derecho de propiedad del subsuelo es impecable, pero es muy importante contrastarla con la realidad de las estructuras de propiedad del país.

Número uno, los programas de titulación han quedado truncos, especialmente en las áreas rurales de la sierra y la selva.

En segundo lugar, en las comunidades de la sierra coexisten dos tipos de propiedad, pero ninguna está debidamente registrada. En las comunidades, se supone que la propiedad es de la comunidad, pero las familias individuales poseen una suerte de propiedad privada de las áreas que trabajan. Estas áreas individuales se heredan, informalmente, y pueden crecer si extienden sus áreas de labores, por ejemplo, en las laderas.

En tercer lugar, no hay un registro formal de la propiedad de cada comunidad y menos catastros que delimiten las tierras de cada una.

En cuarto lugar, las directivas de las comunidades no están inscritas en los Registros Públicos, como sucede con cualquier empresa e institución. Por lo tanto, sus actos sociales de venta, renta o cualquier otra transacción relacionada a sus derechos, tampoco son registrados. Por eso es que muchas veces las comunidades no respetan sus acuerdos societarios vinculados a la propiedad del suelo. Basta cambiar de directiva para desconocer los actos previos y llevar las cosas a base cero. Así es como algunas empresas mineras han tenido que comprar o alquilar varias veces las mismas tierras.

En consecuencia, antes de pensar en otorgar derechos sobre el subsuelo, es menester desarrollar una serie de procesos complejos que requieren plazos muy largos para culminarse, una vez que se tomen las eventuales decisiones políticas que permitan iniciarlos.

Mientras tanto, los peruanos debemos vivir y respetar nuestro ordenamiento legal, defender el Estado de Derecho y luchar contra la IMPUNIDAD cuando se cometan delitos como los acontecidos en Arequipa.

Para ello, debemos defender a la Policía Nacional y exigir al Ministerio Público y al Poder Judicial que cumplan con sus funciones. Esto, por supuesto, no exime al Poder Ejecutivo de actuar en aplicación de la Ley, con sus capacidades ordinarias o de emergencia. Lampadia




2015-2016: Del Ciclo al Proceso Virtuoso

2015-2016: Del Ciclo al Proceso Virtuoso

Al cierre del año pasado publicamos en Lampadia (L): El 2014 terminó nuestro ciclo virtuoso de desarrollo – ahora necesitamos acumen y una agenda de desarrollo efectiva. Ciclos, hemos tenido muchos en el Perú, de todo color y pelaje: unos virtuosos y otros viciosos. Ver en (L) Un mensaje de esperanza, un artículo de 1988 en el que aplicando la teoría de los ciclos sociales del filósofo indio Sarkar, se planteaba que luego de unos 25 años de estatismo anti-mercado, estábamos en ciernes de un nuevo ciclo que se basaría en la valoración del éxito personal y la economía de mercado.

Un ciclo puede agotarse por el cambio de una generación, por su propia rigidez, por un nuevo liderazgo político o por falta de consenso social. Cabe preguntarse  ¿por qué habría terminado en el Perú, un ciclo tan virtuoso, con realizaciones objetivas tan positivas para el conjunto de la sociedad? 

En nuestra opinión se han conjugado varios factores, como: la emergencia de un líder (aparentemente) fuerte, Humala; el vacío de la clase dirigente, que no tuvo presencia e interacción con la sociedad y; consecuentemente, la falta de consenso, producto de una sociedad sin luces, una clase política dedicada a los juegos de poder y una media más entretenida en el escándalo, la sangre y las fotos del día a día, en vez de videos que muestren los procesos sociales.

Así como existe la trampa de los ingresos medios que impide a los países seguir creciendo y progresando, los ciclos sociales interrumpidos por falta de comunicación y consenso, le hacen perder a la sociedad el mejor gobierno de sus propios intereses. Por ello, queremos plantear que el Perú debe optar por un proceso virtuoso, más que buscar un nuevo ciclo.

Un proceso virtuoso implica un camino sostenido hacia la prosperidad, que a pesar de sus altibajos, tenga un norte claro, con una visión compartida por la mayoría de la sociedad, que marque siempre el largo plazo y nos proteja de las trampas del camino. 

Para ello, debemos empoderar a los ciudadanos con un mejor conocimiento de la realidad del mundo y difundir una visión de futuro para el Perú, que sirvan como base para cernir y confrontar las propuestas políticas, y a los propios candidatos, que pretendan asumir el gobierno el próximo julio de 2016.  

La humanidad prospera sin pausa

Contrario a lo que se nos pretende hacer creer, la humanidad, con la globalización y la economía de mercado, viene desarrollándose de manera nunca vista. Según Hans Rosling, el creador de “Gapminder”: “La visión común sobre el mundo está desfasada en varias décadas. Los medios han fallado en comunicar la realidad”.

El indicador social que resume mejor la calidad de vida es la esperanza de vida al nacer. En lo económico es el PBI per cápita ajustado por inflación (ver en (L): No nos equivoquemos sobre cómo medir la pobreza). El siguiente cuadro muestra como todos los países del mundo (esferas de colores) han logrado un aumento significativo de ambos indicadores durante el pasado medio siglo.

Para relativizar estos logros, los negacionistas pretenden refugiar sus planteamientos ideológicos en el tema de la desigualdad. Pero, como muestra Rosling en el siguiente cuadro, entre 1963 y el 2012, la distribución global de ingresos ha tenido, también, una mejora sustancial.

Entre 1990 y el 2010 han salido de la pobreza mil millones de personas. Es cierto que todavía tenemos a mil millones de personas por debajo de la línea de pobreza.  (Ver en (L): Bill Gates y Hans Rosling debaten el fin de la pobreza extrema y Hacia el final de la pobreza). Como dice Rosling: “el reto de la extrema pobreza ha sido grandemente reducido y, por primera vez en la historia, está en nuestra capacidad acabar con ella definitivamente”. Uno de los objetivos de las Naciones Unidas es eliminar la extrema pobreza en 20 años. Para esto, agrega Rosling: “ayuda el hecho de que el reto del crecimiento de la población ya ha sido resuelto, pues desde el año 2000 hemos llegado al pico del número de niños vivos en el planeta”.

“El mundo es mucho mejor de lo que muchos aún creen” (Rosling).

Para mejor y mayor información, consultar a Gapminder. Ver links:

Ver: http://www.gapminder.org/ y DON’T PANIC — Hans Rosling showing the facts about population (No tengas pánico – Hans Rosling muestra los hechos sobre la población): http://vimeo.com/79878808.

Afortunadamente, los reconocimientos sobre la mejora de las condiciones de la humanidad se empiezan a multiplicar. Por ejemplo, Fraser Nelson, en su artículo publicado en  The Telegraph, Gran Bretaña: “Goodbye to one of the best years in history” (Adiós a uno de los mejores años de la historia), dice: “puede no sonar así, pero estamos más seguros, prósperos y saludables que en cualquier momento registrado (…) estamos viviendo vidas más largas y sanas que nunca antes”.

Lo mismo dice Ian Vasquez en su artículo de El Comercio: “El mejor año en la historia” y Dylan Matthews en Vox. Quien, el 29 de diciembre publicó: “26 cuadros y mapas que muestra que el mundo se está poniendo mucho, mucho mejor”. (26 charts and maps that show the world is getting much, much better).

En resumen, a pesar de todos los problemas actuales de la humanidad, los procesos económicos y sociales del mundo van sólidamente hacia la prosperidad.

El Perú en Perspectiva

En el siguiente cuadro se puede ver con claridad, para los mismos indicadores sociales y económicos, como el Perú paró su crecimiento económico desde los años 60 hasta principios de los 90, con una recaída de 1998 al 2003. Mientras tanto Corea del Sur y muchos otros países que eran más pobres que nosotros, nunca detuvieron su desarrollo y nos pasaron por encima.

El Ciclo Virtuoso del Perú

Como hemos comentado en el artículo sobre el fin de nuestro ciclo virtuoso, en los últimos 15 años hemos logrado 20 avances notorios. Inclusive empezamos a acortar distancias con Corea del Sur, Chile, Latinoamérica y el mundo en su conjunto. Ver comparación de nuestro crecimiento con Corea del Sur, entre el 2000 y el 2013. 

El Proceso Virtuoso

Lograr un proceso virtuoso no requiere alcanzar un consenso absoluto sobre la futura acción política, pero si necesita de la convergencia de un gran porcentaje de los peruanos hacia un conjunto de ideas, por las que los ciudadanos debemos luchar  todos los días. No podemos dejar estos asuntos de tanta importancia en manos de los políticos, los aventureros o los medios escandalosos. Mucho menos en manos de las cúpulas que pretenden representar al conjunto de la sociedad.

Sobre el que hacer en el proceso virtuoso, ya hemos publicado tanto la reciente Visión de futuro presentada en Cade 2014, como las agendas de acción en los planos de gobierno, social y productivo. (Ver en (L): Visión del Perú al Tercio de Siglo. Ambas son una excelente base para filtrar las propuestas políticas de los futuros candidatos.

Si queremos ser un país exitoso, que se encamine al bienestar general y que  ofrezca buenas oportunidades de vida a todos sus hijos, tenemos que fajarnos. Y es ahora, el 2015, hasta abril del 2016, que nos toca comprometernos con la acción constructiva. El próximo gobierno tiene que tener: Luces, Liderazgo, Fuerza y Solvencia Moral. Lampadia




Propuesta de reforma educativa

Propuesta de reforma educativa

Por Ian Vásquez

(El Comercio, 20 de Septiembre del 2014)

Comentado por Lampadia

El nombramiento del nuevo ministro de Economía y Finanzas y la desaceleración económica han generado una serie de propuestas y medidas para reimpulsar el crecimiento. Algunas serían bienvenidas y de impacto casi inmediato si se adoptaran. De todas maneras, el ministro Alonso Segura nos asegura que el crecimiento pronto volverá.

Sería bueno que el gobierno aproveche también para promover medidas de largo plazo. Por eso propongo un cambio impositivo para mejorar la educación que sería una reforma modesta pero de largo alcance, políticamente viable, y que le corresponde al nuevo ministro.

La pésima calidad de la educación pública peruana es bien conocida. En la última prueba internacional PISA, el Perú quedó en el último lugar entre 65 países respecto al rendimiento de estudiantes en matemática, comprensión lectora, y ciencias. En Lima, el 69% de los maestros no aprobó el examen de contratación de docentes este año.

El mal desempeño ha resultado en un incremento asombroso en la educación privada en las últimas dos décadas. Se estima que en Lima entre 40% y 63% de los estudiantes están en escuelas privadas. La empresa de inteligencia comercial Mapcity calcula que los colegios privados en Lima triplican a los públicos.

No es cosa solamente de los ricos. El aumento de la educación privada para los pobres ha sido uno de los fenómenos sociales más importantes que ha visto el Perú en décadas recientes. En Villa El Salvador, por ejemplo, hay cuatro colegios privados por cada público, según Mapcity.

Este “tsunami educativo privado” se está dando alrededor del mundo en desarrollo y constituye una buena noticia. El experto mundial más destacado en el tema, el profesor James Tooley de la Universidad de Newcastle, en Inglaterra, ha dedicado años a investigar la educación privada en los barrios más pobres de la India, China y países africanos. Pudo documentar lo siguiente, que ahora ha sido confirmado por otros estudios independientes: el rendimiento escolar es notablemente mejor en las escuelas privadas que en las públicas; la mayoría de los jóvenes pobres está en escuelas privadas con fines de lucro; el desempeño de los maestros en las instituciones privadas es mejor y su costo es menor que en las públicas.

Tiene sentido. Los padres pueden ejercer más influencia en las escuelas privadas, y estas no se pueden esconder tras una burocracia gubernamental, es decir, tienen que rendir cuentas. El fenómeno peruano se debe estudiar cuidadosamente de manera independiente (según Tooley, las cifras y estudios gubernamentales acerca de las escuelas privadas son altamente desconfiables).

No hay por qué pensar que lo que pasa en el Perú es distinto a lo del resto del mundo. Nuestro país se está beneficiando de un bono demográfico. A la medida que ha caído la fertilidad y nos hemos abierto a la globalización, los padres pueden invertir más en la educación de sus hijos y esperan con razón que el aumento de oportunidades económicas lo convierta en buena inversión.

Propongo entonces una reforma que permita hacerse un crédito impositivo a las personas y las empresas que quieran apoyar a la educación de los pobres en el sector privado. Una empresa que quisiera donar S/.50.000 para becas, por ejemplo, lo haría a una organización caritativa con los mejores criterios que se encargaría de destinar los fondos para esos fines. A la empresa se le descontaría esa cantidad de sus impuestos.

No es una reforma fundamental del sistema educativo, pero tiene la ventaja de evitar una mayor pelea política justamente por esa razón y porque depende de fondos privados y no públicos. Y potencialmente beneficiaría a millones de niños peruanos.

Ian Vásquez señala que no hay razón para que las mediciones relativas a la calidad de las escuelas públicas y privadas de las zonas más pobres en el Perú, no muestren la misma tendencia de las mediciones internacionales.

Es un asunto de sentido común, como señala Vásquez: “La mayoría de jóvenes pobres está en escuelas privadas con fines de lucro; el desempeño de los maestros en las instituciones privadas es mejor y su costo es menor que en las públicas. Tiene sentido. Los padres pueden ejercer más influencia en las escuelas privadas, y estas no se pueden esconder tras una burocracia gubernamental, es decir, tienen que rendir cuentas”.

Según información que recibimos en Lampadia hace unos meses, la entonces Ministra de Educación, Patricia Salas, antes de un test para comparar la calidad educativa pública y privada, habría entregado las preguntas a los colegios públicos antes del examen, y habría solicitado que el día dl test no asistieran los peores alumnos. Luego del examen la ministra salió a los medios a decir que la educación pública era mejor y que los niños debían regresar a las escuelas del Estado. Esta habría sido una maniobra terrible. De confirmarse esto, Patricia Salas debería ser expulsada del Foro Educativo.