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¿Tanto les cuesta dialogar?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 28 de junio de 2019
Para Lampadia

La MANRHI (la Mancomunidad Regional Huancavelica – Ica) está a la deriva. Desde que asumieron funciones – en enero pasado – los Gobernadores de ambas regiones no se han reunido ni una sola vez. Como consecuencia de ello, el Consejo Directivo de la MANRHI – que este año le correspondía presidir al Gobernador de Ica – está acéfalo.

CUANTO SE LES EXTRAÑA
Fernando Cillóniz y Glodoaldo Álvarez afirmaron que durante la operatividad del MANRHI se ejecutarán proyectos con enfoque de siembra y cosecha de agua,
así como proyectos de mitigación ambiental para beneficio de Ica y Huancavelica.

Por otro lado, las empresas proponentes de la Iniciativa Privada Cofinanciada para el Afianzamiento Hídrico de Huaytará, Castrovirreyna, Pisco, Villacurí e Ica se han desistido de su propuesta. Es evidente. Las autoridades regionales no inspiran confianza. Y las nacionales, menos. ¡Quién dice que la politiquería no afecta las inversiones!

Y por si fuera poco, el Gobernador Regional de Ica, en su afán por desprestigiar a su antecesor – o sea, a mí y a mi equipo de gobierno – ha paralizado los proyectos de Siembra y Cosecha de Agua. Frente a la prensa dice que había planillas fantasmas y todo tipo de barbaridades. ¡Miente, miente que algo queda! Pero no denuncia nada. Todo lo deja en el aire. ¡Típica politiquería mediocre y acomplejada! El hecho es que “La Hermandad del Agua” que tan buenos resultados tuvo para Ica y Huancavelica, está en crisis.

Recordemos. Fue el DIÁLOGO – así con mayúsculas – lo que nos llevó a ver la luz del agua para Ica. Un diálogo basado en el respeto, equidad, justicia, y sostenibilidad. La sostenibilidad estaba referida a la intangibilidad de los bofedales y lagunas huancavelicanas. ¡Claro que había que respetar la naturaleza alto-andina! La justicia implicaba la implementación de un Mecanismo de Retribución por Servicios Eco-sistémicos (MERESE) lo cual se logró. Aunque hubiera sido mejor un Canon Hídrico equivalente al 50% del Impuesto a la Renta que pagan las empresas agroexportadoras a la SUNAT, el cual serviría para construir reservorios, plantar bosques, y cercar pastizales en la Sierra.

La equidad implicaba dos condiciones. (1) Compartir el Proyecto Especial Tambo Ccaracocha (PETACC) entre ambas regiones, para lo cual se creó la MANRHI. Y (2) compartir todas las aguas afianzadas. Primero para los usuarios de las partes altas de las cuencas, y luego para los usuarios de las partes bajas. Es decir, ambas regiones – no solo Ica – nos beneficiaríamos de la disponibilidad del agua.

Y el respeto implicaba eso… respeto. Respeto mutuo. Nada de insultos ni agresiones. Nadie es más que el otro. Somos iguales. Ambos tenemos necesidades de agua en los estiajes. Ambos tenemos dignidad. Somos “Hermanos de Agua”.

El proceso era un “gana – gana” perfecto. Ica y Huancavelica nos hermanábamos a través del agua y superábamos así 70 años de luchas y disputas. Por fin, tendríamos agua – ambas regiones – todo el año. ¡El sueño se hacía realidad!

Pero no. En enero pasado asumieron funciones los nuevos gobernadores regionales, y al nuevo gobernador iqueño no se le ocurrió mejor idea que entrar con la pata en alto. ¡Una torpeza de aquellas! En cuestión de días se echó a perder todo el trabajo de 4 años.

Bastó una pachotada para que todo volviera a fojas cero. Ahora, han vuelto nuevamente los insultos entre iqueños y huancavelicanos. De nuevo los afanes de protagonismo. De nuevo la politiquería. ¿Y el agua? Nada… nada de nada.

¡Oh política egoísta, inoperante y corrupta; cuánto daño nos haces a los peruanos! Lampadia




Canon Hídrico para perpetuar la hermandad “huancaveliqueña”

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 9 de noviembre de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La hermandad del agua entre Ica y Huancavelica es una cosa buena. Tan buena como que de allí salió la idea de crear el término “huancaveliqueño”. Como que iqueños y huancavelicanos siempre formamos parte de una misma región… por lo que jamás – Ica y Huancavelica – debimos ser dos regiones separadas.

En fin – como dice el dicho – más vale tarde que nunca. Durante el presente período de gestión regional (2015 – 2018) hemos creado la Mancomunidad Regional Huancavelica – Ica (MANRHI). Algo así como la “Mancomunidad Regional Huancaveliqueña”, la cual es un ejemplo a seguir para el resto del país. Sobre todo, para las regiones costeras que dependen del agua de sus vecinos andinos.

Tal es el caso de Piura y Lambayeque con Cajamarca. Lima con Pasco y Junín. Y Arequipa, Moquegua y Tacna con Apurímac, Cusco y Puno. Por solo mencionar algunos ejemplos concretos.

El objetivo es tener agua. Agua todo el año. Para ello es preciso mancomunarse entre sí. Ese es – precisamente – el rol fundamental de la MANRHI. Agua – todo el año – para Castrovirreyna y Huaytará en Huancavelica. Y agua – también, todo el año – para Chincha, Pisco, Ica, Palpa y Nasca en la Región Ica.

Ojo… nadie en el Perú tiene agua – de lluvia – todo el año. Ni siquiera la Amazonía. Y si hablamos de estiajes… no hay estiajes más severos que los de la Sierra. Es verdad que – en la Costa – pataleamos en los estiajes. Pero nunca tanto como la Sierra – sobre todo entre los meses de junio y setiembre de cada año – cuando la sequía se junta con el frío y todo se seca… todo se congela.

Se trata entonces de darnos la mano – Costa y Sierra – para construir reservorios, cercar pastizales, y plantar bosques en las partes altas de nuestras cuencas, para guardar las aguas de las lluvias y disponer de ellas en los estiajes.

Pues bien… los “huancaveliqueños” hemos avanzado mucho en todo ello. Aparte de la MANRHI, ya tenemos el Consejo de Cuenca definido. El Proyecto Especial Tambo – Ccaracocha (PETACC) está – por fin – adscrito a la MANRHI. Es decir, a ambas regiones. Incluso, Ica ya está aportando recursos al Mecanismo de Retribución por Servicios Eco-sistémicos (MERESE) para ejecutar proyectos de Siembra y Cosecha de Agua… en territorio huancavelicano.

¿Qué queda por delante? Pues aparte de darle tiempo al tiempo para tener más reservorios y bosques… y más agua en los estiajes, y – por ende – más progreso y bienestar para los “huancaveliqueños”, quisiéramos persuadir – y convencer – al Congreso de la República, y al Gobierno Central para establecer el Canon Hídrico… similar al Canon Minero.

Es decir… destinar el 50% del impuesto a la renta que pagan las empresas agroexportadoras de la Costa, a la construcción de reservorios y/o plantaciones forestales en las partes altas en las regiones donde operan dichas empresas.

Con eso cerraríamos con broche de oro la hermandad del agua entre Ica y Huancavelica. Con el Canon Hídrico hermanaríamos a la Costa con la Sierra… a perpetuidad. Y con muchos más recursos que el MERESE, el cual – a fin de cuentas – es un aporte voluntario.

Es cuestión de decisión política. Si queremos hermanar – de veras – a la Costa con la Sierra a través del agua… ahora es cuando. ¡Sí al Canon Hídrico! Lampadia