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AL CHINO

Jaime Spak
Para Lampadia

Cuando empiecen a leer este articulo pensaran que estoy escribiendo sobre un expresidente.

Los artículos que he escrito, más del 95% son referidos a la política peruana y en estos momentos de incertidumbre y necesidad de energía en las decisiones gubernamentales, alguno añore la época que con una férrea decisión política se decidió poner fin a la época de terror que vivimos por más de 12 años en nuestro país.

Sobre todo, ahora que vemos una pasividad que ya linda con la dejadez, de no poder solucionar los problemas de bloqueos de diferentes lugares del Perú.

No hay que ser ingenuos, para pensar que los infiltrados lo hacen por un deseo de reivindicación.

Son financiados por el exterior y la policía no puede desbloquear las carreteras porque no hay decisión política.

Regresando al título de este artículo, estoy escribiendo sobre una persona muy especial a quien los amigos más cercanos le llamamos cariñosamente “CHINO”.

El Chino Jorge Deustua, compañero de la UNI, nuestra alma mater a la cual ingresamos hace 55 años, a pesar de haberse recibido de ingeniero, desde que salió de la UNI se dedicó a su pasión que es la fotografía.

No me equivoco si les digo que el chino Deustua es uno de los fotógrafos más importantes del Perú.

Jorge muy joven, emigro a Europa en busca de su musa, tanto del arte, como de su corazón.

Allí se codeo con toda la intelectualidad y fue muy amigo de Julio Ramon Ribeyro, con quien seguro pasaron horas y horas de tertulia.

El chino es un gran conversador y siempre tendrá alguna anécdota que contarte.

Profesor admirado por sus alumnos de la Universidad de Lima, hincha incondicional del Echa Muni, hace unos años emigro a Australia en busca de la felicidad en la tercera edad.

Fue profesor en la universidad de Brisbane y en estos días ha vuelto a su terruño.

Espero que, al leer este artículo, se decida a publicar el libro que ha escrito hace más de 15 años y sigue durmiendo el sueño de los justos.

Esta semana que paso, nos invitó a una exhibición de fotos de la muestra Ignus Fatus que hizo en Australia y que la pueden apreciar en el Bar Ole, ubicado en el Olivar junto al Tanta.

La trayectoria de Jorge Deustua como fotógrafo es muy amplia, las fotos que pueden apreciar son las que exhibió hace 7 años en la municipalidad de Miraflores.

De lo publicado por Jorge quiero destacar dos obras que me impresionaron.

Un libro de fotografía que les recomiendo: “En busca del héroe anónimo”.

Les voy a copiar un comentario sobre este libro, que dicho sea de paso hay fotos de los jugadores de futbol que clasificaron a México 70, extraordinarios.

Sobre este libro se ha escrito:

“La mayor virtud de esta fotografía poderosa es algo que podría definir la naturaleza entera de su obra: la forma precisa en la que puede capturar las más desgarradoras (o tiernas o incomprensibles) sensaciones humanas y devolverlas al espectador en su más sobrecogedora desnudez, como si al mirarlas algo invisible y profundamente hondo brotara de ese intercambio visual y, enfrentándonos, se instalara en nosotros. Ese hombre podría ser yo. El dolor de ese hombre podría pertenecernos a todos los peruanos. Es necesario observar las heridas frente al espejo para sanarlas. “

Pero una de sus mejores obras se llama justamente “Serie de la Guerra y pueblo de Sarhua- Ayacucho”, en donde pudo reproducir el extraordinario trabajo de los habitantes de ese pueblo de Ayacucho, que pintaron en unas tablas especiales todos los horrores que vivieron durante los años del terrorismo.

Y lo que iban pintando lo colocaban en la parte superior de las puertas de entrada de cada casa, para perennizar el horror de lo vivido.

Acá les dejo con otro comentario sobre su obra.

“Deustua retrató a las familias que habían migrado a Lima desde Sarhua, pueblo de Ayacucho, huyendo de la violencia política desencadenada por Sendero Luminoso. Posteriormente viajó a dicha localidad, en donde documentó el carácter de sus habitantes y las tablas pintadas que estos producían. Para entonces, solo un artista continuaba la tradición, y la labor de Deustua permitió la valoración de ese tipo de producción artística. Pero en un sentido más amplio, pudo dar cuenta de la vida y la violencia cotidianas en dicha región.” 

Por ello creo que en medio de esta crisis política y social que vivimos es importante un oasis de cultura y que mejor que ensalzando a intelectuales y artistas que merecen un lugar privilegiado en nuestra sociedad.

Salud, querido Chino y Echa Muni toda la vida. Lampadia




Ser recto o torcido, sí

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 22 de enero de 2023
Para Lampadia

No comparto la polarización derecha – izquierda. Hitler fue de derecha. Stalin fue de izquierda. Ambos fueron criminales de lesa humanidad. Ambos fueron extremadamente racistas. Cada cual más cínico y despiadado que el otro ¿Qué rasgo tuvieron en común Hitler y Stalin? Ambos fueron torcidos.

Aunque muchos izquierdistas no lo quieran reconocer, Pedro Castillo es un hombre de izquierda. ¿Qué problema hay que sea de izquierda? Ciertamente, ninguno. El problema no es que sea de izquierda. El problema es que es torcido.

¡Ese es el problema de Pedro Castillo! Corrupto hasta la pared de enfrente. Coimero a más no poder. Cínico y sinvergüenza como pocos. Demagogo, farsante, argollero y todo lo demás. Y encima… golpista. Quiso disolver el Congreso y el Poder Judicial, e imponernos una dictadura… y le salió el tiro por la culata. Felizmente. ¡Ese es el problema de Pedro Castillo! Es torcido. Y así como Castillo, hay muchos izquierdistas torcidos.

A ese respecto, la derecha tampoco se queda atrás. Alejandro Toledo – por ejemplo – es un hombre de derecha. ¿Qué problema hay que sea de derecha? Ciertamente, ninguno. El problema no es que sea de derecha. El problema es que es torcido. ¡Ese es el problema de Alejandro Toledo! Borracho hasta la pared de enfrente. Coimero a más no poder. Cínico y sinvergüenza como pocos. Demagogo, farsante, argollero y todo lo demás. Se embolsicó una millonada de Odebrecht y otros empresarios corruptos, pero – felizmente – el tiro le salió por la culata. Está preso… como Castillo. En ese sentido ¡qué parecidos son! ¿Qué rasgo tienen en común Castillo y Toledo? Ambos son torcidos.

Como se ve, hay torcidos de derecha y torcidos de izquierda. Cada cual más podrido que el otro. Todos son una porquería. No por ser de izquierda o de derecha, sino por ser torcidos. El tema – entonces – es moral, no ideológico.

Churchill fue de derecha. Mandela fue de izquierda. Sin embargo, la humanidad entera les debe mucho a estos dos extraordinarios líderes universales. Gracias a ambos, los valores humanos más preciados como la libertad, la justicia, la paz, la democracia, etc. están cada vez más arraigados en el mundo. ¿Qué rasgo tuvieron en común Churchill y Mandela? Ambos fueron rectos.

Por eso me parece irrelevante que la gente pregunte si uno es de derecha o izquierda. A muchos políticos, académicos y periodistas les encanta la pregunta. De saque, muchos contestarán que son de izquierda. Al menos, de la boca para afuera. Claramente, está de moda ser de izquierda. Pero ese no es el tema.

El tema es ¿corrupción o integridad?
¿Veracidad o farsa?
¿Justicia o injusticia?
¿Anarquía o Estado de Derecho?
¿Orden público o vandalismo?
¿Educación o ignorancia?
¿Bienestar o pobreza?
¿Salud o desnutrición?
¿Democracia o dictadura?
¿Libertad u opresión?

¿Somos rectos o torcidos? ¡Ese es el tema de fondo!

Repito. Ser de derecha o izquierda, no importa. Ser recto o torcido, sí. El problema es que el Estado – nuestro Estado – está lleno de torcidos. Torcidos de derecha y torcidos de izquierda. ¡Ese es el problema! ¡Abajo los torcidos de ambos lados! Lampadia




La casa Marcionelli quemada por los vándalos

Por: CASA MARCIONELLI
20 de Enero del 2023

LA CASA MARCIONELLI. Fue propiedad del señor Severino Marcionelli (1870-1957) nacido en Bironico, cantón de Ticino, Suiza. Llegó muy joven al Perú, a los 20 años participó en la construcción del túnel de La Galera, en Ticlio, el más alto del mundo.

Marcionelli fue un gran empresario incursionó en la minería, siendo dueño de la negociación Puquio-Cocha, la mina de San Ildefonso y la mina de carbón de Chuicho. Fue fundador de la mina Morococha de la que también se hizo cargo de la organización de su pueblo minero.

Incursionó en el sector agropecuario siendo dueño de la ganadera Uchupata de Huari y en el negocio inmobiliario, siendo presidente de la compañía urbanizadora Jesús María e inversor en la construcción del Hotel Bolívar.

Su gran fortuna económica la destinó a obras de beneficencia, Marcionelli fue miembro de la Sociedad de Beneficencia de Lima, donando 100 mil soles para la construcción del hospital Arzobispo Loayza. En recuerdo de uno de sus hijos que murió a temprana edad apoyó económicamente la construcción del hospital del niño.
El señor Marcionelli se convirtió en el miembro más importante de la colonia suiza en el Perú, desempeñando el cargo de cónsul honorario de Suiza en Lima. También fue miembro de la Sociedad Helvética, el club Nacional, el Club de la Unión, la compañía de seguros Italia y la Sociedad de Mineria y Petroleo.

De regresó al Perú adquirió junto a su socio, el señor Hanza, un terreno en la calle del Pacae, hoy cuadra 9 del jirón Carabaya, para construir esta hermosa residencia de tres pisos, terminada en el año 1923. En esta casa funcionó la sede del consulado general de Suiza y las oficinas de las empresas agropecuarias y mineras del señor Marcionelli hasta fines de los años 40.

Esta es la historia de la casa Marcionelli, uno de los inmuebles más hermosos de Lima construidos en los años 20 y que fue destruida por el fuego el 19 de enero del 2023.




A mirar el fondo

Por: José Luis Gil 
Perú21, 19 de Enero del 2023

Hacemos un llamado a los ciudadanos de bien para que mantengan la calma frente a este momento crucial.

La caótica situación social y política a la que nos están llevando los radicales de izquierda (SL-MRTA) tiene fines ocultos que es necesario mostrar al ciudadano y de quienes, por diversas razones, legítimas o no, participan de estas marchas, y de paso en ola de violencia que afecta a todos los peruanos. En el fondo los facinerosos saben que no habrá una “revolución”, ni una guerra civil, ni “toma del poder” o “toma de Lima”, porque ni la voluntad de la mayoría de los peruanos o el número de ciudadanos que han llegado a Lima con un inusual sistema de financiamiento, alcanzan para que tomen el poder a la mala, como parecen decir en su furiosa campaña mediática, que han desatado desde hace ya más de 15 días.

La verdadera estrategia radical es agudizar la “lucha política” contra el Gobierno de Dina Boluarte. Es decir, que el cargamontón político basado en la “incapacidad” del gobierno para manejar la crisis lleve al gobierno a la renuncia casi “naturalmente” por responsabilidad política. Como es obvio, la dimisión conduce a que otras tácticas entren a tallar. Entre ellas, por ejemplo, es cambiar la composición de la Mesa Directiva del Congreso para hacer que la rapiña de siempre gobierne sin ser partido ni mayoría, hacerle el juego a los radicales y abrir la puerta de par en par, a elecciones en un sistema precario que nos ha traído más dudas que certezas. La última fase del entuerto será la nueva constitución, y ¡saz!, el socialismo.

No es extraño que la estrategia roja considere, como siempre, que los “argumentos” para obligar a la renuncia sean los ciudadanos fallecidos en las algaradas que ellos mismos han provocado, y, por qué no, tal vez hayan participado en dichas muertes. El video que ha circulado en redes y medios sobre las salvajes torturas sufridas por el asesinado SO PNP (f) Jose Luis Soncco, son muestras de una crueldad sin límites propias del terrorismo. Corresponde entonces poner bajo la lupa todos los demás fallecimientos debido a las informaciones sobre municiones de calibres no usados por la policía y que provienen de Bolivia. Mucho por investigar.

Quienes conocemos la historia del terrorismo en el Perú miramos siempre el fondo de las cosas, porque ya sabemos del modo vesánico de operar de los criminales, a quienes hoy despistados (o interesados) políticos y congresistas de izquierda, con “Martini” y “langostas” en la mesa, los llaman “luchadores sociales”. Por eso hacemos un llamado a los ciudadanos de bien para que mantengan la calma frente a este momento crucial, confíen en las Fuerzas Armadas y su Policía Nacional y juntamente con ellos logremos la paz que el país necesita. La tecnología hoy ha dotado al ciudadano a poder tomar fotos, filmar, grabar, y con eso, en la medida de nuestras posibilidades debemos apoyar a las fuerzas del Orden… ¡Sí se puede!




UN SALTO AL PASADO

Alejandro Deustua
17 de enero de 2023
Para Lampadia

La rebelión de las regiones del sur costará al Perú bastante más que la reducción del PBI esperado para este año, el deterioro adicional de la confianza de los agentes económicos y la tensión del sistema político.  Los componentes identitarios (etnia, región y victimización), separatistas y anti sistémicos de la crisis se sumarán a las tendencias a la fragmentación que evidencia el sistema internacional.

Para atenuar esos efectos el rol de las instituciones del Estado debió ser, en estas circunstancias, mejor que el que las entidades centrales desempeñaron en la reacción contra el golpe de Castillo. Pero, en este caso, las entidades encargadas de la prevención de conflictos han sido rebasadas reiterando su progresiva disfuncionalidad.

En el ámbito interno, la destrucción de las capacidades del servicio de inteligencia (perpetrada por Castillo) fue letal para lo que quedaba de cohesión nacional en el sur peruano. Su ausencia se ha reflejado en la falta de efectiva identificación de los organizadores de las movilizaciones y las correspondientes tareas de neutralización. Esta deficiencia se ha trasladado a las previsiones de analistas que tienden a ver en la dispersión de pequeñas responsabilidades de la rebelión la ausencia organizadores sustantivos.

Y en el ámbito externo, la incapacidad de los encargados de la política exterior para atajar a tiempo la injerencia externa ha sido clamorosa en esta oportunidad.

En el primer caso, llama la atención la insuficiente explicación estatal de lo ocurrido en el sur derivada de inadecuada inteligencia. Ésta es suplida hoy por encuestas privadas y la opinión correspondiente que puede reflejarse, eventualmente, en la disolución de las responsabilidades del caso en una masa de actores (44% de la población señala como “principales actores” a “grupos de ciudadanos” -IPE-; 21% justifica en el sur la toma de aeropuertos y la agresión a fuerzas del orden -MT-).  El riesgo de esa apreciación es que termine definiendo el problema como un levantamiento popular espontáneo sin coordinación, planeamiento o liderazgo. Ello tiene costos altos.

Si en la revuelta han participado sindicatos reconocidos, autoridades regionales del mayor nivel, congresistas azuzadores, coordinadores de comunidades campesinas y agentes extranjeros cuyas identidades no son ignoradas, es evidente que la singularización de las responsabilidades mayores no sólo es posible sino ineludible. Ésta es esencial para logra un adecuado diagnóstico de la situación emergente, para definir los parámetros del uso legítimo de la fuerza y desarrollar negociaciones imprescindibles.

Ese diagnóstico específico debe tener en cuenta que la rebelión contó en sus inicios con proyecciones violentistas del gobierno castillista (al respecto, la alusión a “ríos de sangre” del ex -primer ministro Aníbal Torres es notable) en el marco del copamiento de las instituciones del Estado que devinieron en inoperativas y vulnerables a la acción destructiva.

Parte del diagnóstico no puede desligarse de la injerencia e infiltración de operativos bolivianos (entre otros).

Señalemos tres hechos al respecto. P.e., la milicia aymara boliviana Ponchos Rojos (Omasuyos, ribera del Titicaca) acaba de reiterar su muy activo “apoyo moral” a los aymaras puneños al desmentir su eventual asistencia militar (municiones) a éstos. Esa filiación ha sido largamente anticipada por actividades ilegales de diplomáticos bolivianos detectadas hace más de una década. P.e. cuando el presidente Humala acaba de asumir, el Embajador de ese país en el Perú con sus colegas de Venezuela y Cuba recomendaba públicamente, en la Sierra central del Perú, el cambio del orden interno a través de acciones que implicaban la verdadera toma del poder porque llegar al gobierno era insuficiente.

Y si la siembra de la semilla insurreccional por Evo Morales (el presidente boliviano del momento) pudo empezar antes, ésta prosiguió tanto con la organización de Runasur como por la conexión del narcotráfico entre el Chapara boliviano (cuyo sindicato cocalero preside Morales) y el VRAEM.

Sin embargo, la reacción de los encargados de nuestra política exterior no apuntó a la cauterización de esos impulsos sino a su contención probablemente impulsados por la necesidad, anacrónica o fundada, de no entregar a Chile una alianza con Bolivia. 

El resultado es lamentable. Hoy en Puno se acepta que la extraordinaria porosidad del altiplano peruano-boliviano consolide la transnacionalización de parte de la población y que la plurinacionalidad sea un leit motiv de un nuevo nacionalismo étnico confrontado con la República. Una artesanal embajadora peruana vinculada a Perú Libre destacada en Bolivia con la bendición de un canciller-diplomático tienen mucho que explicar al respecto.

Hoy, cuando los nacionalismos tradicionales generan guerras expansivas, confrontación entre grandes potencias y nuevas guerras comerciales, la displicencia en la prevención de la rebelión del sur es un salto al pasado que consumirá energía y recursos escasos que el Perú necesita para su futuro. Lampadia




¿Novela de ficción o historia de terror?

Rafael Venegas
Para Lampadia

Muchos peruanos todavía creen que estamos viviendo una novela de ficción que pronto se acabará como por arte de magia.

Nada más naif que eso. Lo que vivimos a diario desde hace dos años, no es ni novela, ni es ficción, sino una penosa realidad que literalmente es una historia de terror. 

Tal vez es por este motivo que la población, especialmente en Lima, permanece aún adormecida y confundida, mientras un grupo de peruanos vende patria, cual ovejas hechizadas, crean caos y saquean al país dirigidos de las narices por sus amos de la mafia del foro de Sao Paulo.

Se trata de una contienda entre una minoría fanática, bien adoctrinada y dirigida por mercenarios internacionales, contra una mayoría adormilada y sin liderazgo, que sigue creyendo que viven una novela de ficción.

Estamos ante un plan bien estructurado y de largo plazo, que se inició hace varios años, después que el comunismo fue contundentemente derrotado, tanto a nivel internacional (caída del muro de Berlín), como localmente (caída de sendero luminoso y MRTA).

Lamentablemente los vencedores cometieron el típico error de ganar una batalla y pensar que habían ganado la guerra. Esto no hubiera sucedido en los tiempos antiguos, donde los ejércitos se aseguraban del triunfo, aniquilando y sometiendo a los derrotados para que no pudieran resurgir y vengarse.

En nuestro caso, se cometió un gravísimo error, condenando a los cabecillas terroristas a penas limitadas y con fácil comunicación con el exterior, cuando el castigo por genocidio debió de ser perpetuo y con fuertes restricciones.

Peor aún, gracias a los gobiernos de Paniagua y Toledo, no tuvieron que esperar mucho ya que irresponsablemente les redujeron las condenas. De esta manera quedaron en libertad muchos terroristas genocidas, que nunca se arrepintieron, ni mucho menos se reivindicaron, sino que salieron más rabiosos que nunca para volver a sus nefastas andanzas.

“CRASO ERROR, QUE NUNCA HA SIDO EXPLICADO, NI SANCIONADO Y QUE HOY ESTAMOS PAGANDO MUY CARO”.

 Como si esto no fuera suficiente, de manera sorpresiva e inaudita, el Tribunal Constitucional acaba de declarar inconstitucional la ley que impedía a los sentenciados por terrorismo a postular y a ser elegidos a puestos públicos.

Es decir, la puerta está abierta para que Antauro, Polay, Cerrón, Santos y otros prontuariados de alto calibre, puedan ser gobernadores, congresistas y hasta presidentes. ¿QUÉ NOS PASA? ¿ESTAMOS TODOS LOCOS?

El cambio más importante en la estrategia roja fue pasar a un segundo plano los métodos violentos y de terror que solían utilizar. Pero de ninguna manera se piense que los han desechado. Esto es algo que estamos comprobando en los últimos días.

En vez de utilizar la lucha armada para conseguir el poder, decidieron usar el adoctrinamiento con un fuerte apoyo propagandístico y en caso esto no les funcionara, recién pasarían a una segunda fase, que es la que mejor manejan y con la que se sienten más cómodos: el caos, la violencia y el terror.

Por supuesto que, dentro de esta fase, su táctica preferida es propiciar la muerte de inocentes, para victimizarse y culpar a las fuerzas del orden.

¿Les suena conocido?

La ejecución de este plan se inició hace muchos años, penetrando y dominando totalmente la educación pública y también influyendo en la privada a través de profesores ya adoctrinados.

Esto ha causado que al menos a dos generaciones tengan un claro déficit de conocimientos, cultura, valores y civismo. Sin embargo, están muy bien adoctrinados en las obsoletas y trasnochadas creencias rojas y totalmente desinformados en los temas de terrorismo del pasado.

La fobia e intolerancia a las desigualdades ha sido también tema central de este infame adoctrinamiento y es la causa principal de la proliferación de los llamados “caviares”, quienes han servido y siguen sirviendo de “tontos útiles” para el logro de los infames objetivos rojos.

El segundo paso de la estrategia ha sido la penetración de los poderes públicos y del aparato estatal, hasta llegar a dominarlos y lesionar significativamente la institucionalidad y el estado de derecho.

Entre ellos el sistema electoral, el sistema de justicia, las gobernaciones regionales, las municipalidades, las prefecturas, el sistema de inteligencia y desde el 28 de julio del 2021, los ministerios y la presidencia de la república.

El único poder que les ha sido imposible dominar ha sido el Legislativo, pero con los 44 votos conseguidos en las elecciones, más los que vergonzosamente lograron comprar, lo han inutilizado para los temas trascendentes.

Cabe resaltar que el astuto y efectivo uso de las comunicaciones masivas ha sido fundamental para sus logros. Estrategia típicamente totalitaria, basada en la mentira, el cinismo, el divisionismo, la victimización y el archi enemigo común (en nuestro caso el fujimorismo).

Para esto se aprovecharon de la ignorancia de algunos, la vulnerabilidad de otros y la exagerada o falsa dignidad de muchos confundidos. Su principal canal ha sido y sigue siendo las redes sociales, para lo cual utilizan motores especializados, tanto locales como del extranjero.

También han utilizado a muchos medios de comunicación, televisivos, radiales y gráficos, que vergonzosamente han sucumbido ante la corrupción y el mercantilismo.

Con lo que no contaron fue que el títere de orejas grandes, que utilizaron para presidir al poder ejecutivo, se les desbocó e implementó su agenda propia, dando rienda suelta al tráfico de influencias y la corrupción a todo nivel.

Tampoco contaron con que el ministerio público reaccionaría valientemente y que gran parte del alto mando de las FFAA no se sometiera a las propuestas deshonestas y actuara patrióticamente dentro de la constitucionalidad.

El personaje del palacio estiró tanto la pita, que los que dirigen la estrategia decidieron pasar a la segunda fase (el caos y la violencia) y para eso lo hicieron pisar el palito, haciéndose harakiri públicamente por lo cual fue encarcelado.

La primera fase ya se terminó y el títere ya fue. Ahora han pasado a segunda desde el día siguiente del harakiri y están utilizando sus típicas tácticas violentistas para crear el caos y el terror y así lograr sus objetivos de hacer renunciar a la presidente, cerrar el congreso e instaurar la asamblea constituyente.

Sin embargo, esto no les será tan fácil ya que tienen un alto índice de rechazo, especialmente en Lima donde supera el 80%. Por eso se están concentrando en las provincias sobre todo en el sur, para luego intentar trasladarse a la capital y cumplir su gran anhelo de “tomar Lima”.

Los capítulos siguientes de esta historia de terror, se vienen escribiendo día a día y al mismo estilo de las series de Netflix, aún no se ha definido cómo terminará.

Está claro que el desenlace está en manos del actual gobierno, para lo cual cuenta con todos los mecanismos que le provee la Constitución, es decir las leyes, las autoridades pertinentes, las FFAA y la justicia.

Sin embargo, si estos se aplican sin la firmeza y la valentía requeridas y se siguen escuchando los cantos de sirena de los “caviares” y los trasnochados rojos, nunca se podrán conseguir los resultados esperados.

Hay acciones que de ninguna manera se deben pasar por alto, ya que son delitos graves y se deben combatir y castigar de manera contundente y sin miramientos.

Me refiero a temas como la toma de aeropuertos, carreteras, puentes u otros centros estratégicos, la intromisión extranjera en la política nacional afectando a nuestra soberanía, el saqueo de negocios y los mercenarios que incitan los desmanes.

“Las libertades individuales tienen un límite, que es cuando se afectan las libertades de los demás.”

“Cuando ese límite se cruza, es deber de las fuerzas del orden y la justicia actuar constitucionalmente, pero con mucha firmeza para evitarlo.”

“ES SU DEBER COMO AUTORIDADES Y ES NUESTRO DERECHO COMO PERUANOS LIBRES”. Lampadia




«Pelé era un hombre muy generoso de espíritu»

Expreso, 16 de Enero del 2023
Entrevista a Iván Orlic
Por Sol Pozzi-Escot

El productor peruano tiene entre sus mayores logros, hasta el momento, haber producido “Pelé: el nacimiento de una leyenda”.

Iván Orlic es uno de los pocos productores peruanos que han logrado establecerse en Hollywood, con una carrera exitosa. Uno de sus mayores logros, hasta el momento, es haber producido “Pelé: el nacimiento de una leyenda” (2016), biopic del recientemente fallecido astro del fútbol.

¿Cómo recibiste la noticia del fallecimiento de Pelé?

La recibí por la televisión. Yo estaba muy al tanto de la condición complicada en la que se encontraba Pelé. Nosotros manteníamos contacto a través de los años, y sí estaba muy al tanto de su estado, su cáncer, su hospitalización. Por más que uno sabe que el suyo era, en ese momento, un camino difícil, siempre duele perder a un amigo, y no me lo esperaba ese día.

¿Cómo llegaste al proyecto de la película?

Por un lado, nosotros estábamos pensando en cuáles eran las historias más importantes que todavía no se habían realizado como película largometraje, y por el otro, el equipo de Pelé, la marca Pelé, estaba buscando hacer un proyecto amplio buscando perpetuar su legado en el tiempo, y como parte de ese proyecto, ellos también tenían previsto que se haga una película, entonces cuando llegamos con la propuesta, calzó como anillo al dedo, no solo porque teníamos alineado el interés de hacer una película, sino específicamente, queríamos hacer la película de los inicios de su vida, de su carrera. Incluso Pelé nos lo comentó directamente, que le habían hecho muchas propuestas de contar su historia, pero nunca le habían hecho una propuesta de contar la historia que la gente todavía no conocía, sus inicios, orígenes, y cómo empezó. Al final la película es muy familiar, tiene que ver con sus padres, y es la historia de un niño con un sueño, que le hace una promesa a su padre, y la termina cumpliendo. Es el meteórico camino que llevó Pelé desde los 9 años, cuando ve a su padre llorar por primera vez después de la famosa derrota brasileña del Maracanazo, y le promete “Yo te ganaré un mundial”, y finalmente hasta el año 1958, cuando gana Brasil el mundial por primera vez, con Pelé.

¿Cuál es el retrato de Pelé que la película ofrece?

Es la historia de una familia humilde, donde los padres buscaban lo mejor para su hijo, lo cual creo que nos resuena a todos, y un niño con un sueño, que lo persigue a pesar de los obstáculos, y sobrepasa todo lo que se le pone enfrente. Y, como muestra la película, no lo hace solo, lo hace con el apoyo de sus padres. Su padre había sido futbolista también, y se tuvo que retirar muy temprano en su carrera por una lesión, lo que le dejó un cierto trauma. Entonces tenían cierta resistencia a apoyarlo en este camino, y la película muestra cómo una familia toma una decisión que no siempre es fácil, de apoyar los sueños y las pasiones del hijo, y juntos llegar a cumplir los objetivos.

¿Qué nos puedes contar sobre la primera vez que conociste a Pelé?

Fue muy especial, inolvidable. Nos conocimos por primera vez en Francia, porque estábamos llevando el proyecto a ser anunciado en el festival de Cannes. La primera que nos vimos, inmediatamente me di cuenta de cómo toda la habitación tenía una calidez gracias a su presencia. Era un hombre muy sencillo, muy generoso con su tiempo, generoso de espíritu, con un corazón bonito, con quien inmediatamente uno, aunque no supiera que es Pelé, sentía una afinidad. Nunca lo vi negarle a ningún fan una foto, un autógrafo, un momento, una palabra, y además, apenas nos conocimos, salió el tema que soy peruano, y expresó mucho cariño por el Perú. Había venido muchísimas veces, además mantuvo amistad con varios de los futbolistas de la selección de Perú del mundial de México 70. Él tenía muchísimo afecto por nuestro país.

¿Qué anécdotas podrías con nosotros?

Quizás algo divertido, es que cuando caminábamos por Nueva York, él usaba una gorrita, y no se le reconocía tan fácilmente a la distancia, y cuando ya buscaba que sí sea un momento en que se le pueda acercar mucha más gente, se quitaba la gorrita, y por su famoso corte de pelo era reconocible a cuadras a la distancia, y se creaba toda una conmoción. Pero el momento quizás con el que me quedo, y el que nunca podré olvidar, fue la primera vez que le mostré la película, y muy nerviosamente la pregunté si le había gustado, y me preguntó de vuelta si es que ya estaba casi terminada, y le dije que sí, y al decirle que sí, me dijo que “Ok, menos mal, porque está prácticamente perfecta”, y son palabras que uno nunca podrá olvidar.




Celebrando a Lima y provincias

Por: Rolando Arellano
El Comercio, 16 de Enero del 2023

“Hoy tres de cada cuatro soles del presupuesto nacional de obras se invierten fuera de Lima”.

En estos momentos de pesar para el país, algunos políticos culpan a la capital por los problemas de las provincias. En el aniversario 488 de la fundación española de Lima, esto no es estrictamente cierto.

¿Lima se queda con el dinero que corresponde a las provincias? Históricamente fue así, sobre todo durante el siglo XX –antes de eso, en realidad, las ciudades del interior tuvieron una vida económica y social bastante independiente de la capital, que no tenía más del 10% de la población peruana–. Pero todo mejoró cuando, en el 2002, la ley de regionalización les dio más poder y recursos, al punto de que hoy tres de cada cuatro soles del presupuesto nacional de obras se invierten fuera de Lima.

¿Y por qué Lima creció mucho más que las provincias? Básicamente porque, en el siglo XX, cientos de miles de familias prefirieron dejar Cajamarca, Pasco, Ayacucho, Arequipa o Puno y se esforzaron en construir su futuro en la metrópoli (y algunas otras ciudades medianas). Esos migrantes (más del 80% de limeños tienen raíces provincianas) hicieron que Lima pase del 10% a tener el 30% de la población y a producir la mitad del PBI. Aunque Lima al inicio los rechazó, no cejaron hasta conquistarla.

¡Pero las grandes decisiones se siguen tomando en Lima! Muchas de ellas sí, y con bastante ineficiencia, pero las toma un gobierno elegido por todos los peruanos. Además, eso no disculpa a las muchas autoridades provincianas elegidas por sus paisanos que no pueden gastar ni el 50% de su presupuesto o que están enjuiciadas o presas por corrupción. El Gobierno Central les da poco y ellas hacen mal uso de lo recibido.

¿Cómo enfrentar entonces el problema? Primero, reconociendo que no es justo que el Perú tenga regiones con grandes carencias; las autoridades centrales deberían esforzarse más en resolver sus mayores carencias, ayudándolas, además, a generar e invertir bien sus recursos. Las empresas, por su lado, deberían aquilatar mejor las oportunidades de invertir fuera de Lima y los migrantes capitalinos, no olvidar su origen y reforzar su colaboración con sus regiones.

Y también es muy importante que los propios ciudadanos elijan autoridades locales que no eludan su responsabilidad echándole la culpa de sus ineficiencias a Lima (así como acusan “al imperialismo extranjero” de ser la causa de la pobreza de Cuba, Venezuela o el Perú). Por cierto, que tampoco sigan a esos líderes violentistas que supuestamente apoyan a sus pueblos destruyendo aeropuertos, impidiendo que se trabaje o ahuyentando el turismo y la inversión.

Actuando así, cada 18 de enero la celebración de la Ciudad de los Reyes, de los Chávez, los Quispe, los Mamani y tantas otras familias, será la celebración de todo el Perú. Feliz aniversario, Lima.




Lima es de las regiones y de los provincianos

Entrevista a: Javier Iván Arenas
Perú21, 13 de Enero del 2023

Javier Arenas es un comunicador especialista en relaciones comunitarias y analiza el panorama social del país. Resalta que en el sur se está creando una narrativa contra la capital con el fin de dividir a los peruanos.

¿Por qué dice que en el sur del país se ha construido una narrativa muy fuerte contra Lima?

En la batalla cultural estamos perdiendo porque existe un relato muy fuerte contra Lima. Básicamente dicen que Lima es una ciudad virreinal, una ciudad colonial, donde están los grandes poderes nacionales, donde están las grandes empresas, donde está, además, la gran prensa. Esta dicotomía ha sido alentada por cierta parte de la izquierda que ha ve nido enarbolando estas banderas sobre todo en las regiones del sur.

¿Cómo es Lima?

En los últimos 30 años ha emergido una clase media muy pujante, una clase media que también es in- formal algunas veces, pero básicamente toda esta clase media se ha concentrado en las regiones y fundamentalmente en Lima. Lima es una ciudad de puneños, de tacneños, de arequipeños. Lima es una ciudad de todos los colores y de todos los apellidos. Mucha de la gente migrante ya tiene una segunda o tercera generación. Hay una nueva Lima que, como decía Jorge Basadre, es una expresión de una nueva revolución. En los últimos años surgió un capitalismo popular muy fuerte, tenemos los grandes mercados populares en la avenida Abancay o en el propio Centro de Lima. Gamarra les pertenece a ellos. Decir que Lima tiene un abismo con las regiones no es cierto. Porque Lima ha desconcentrado hace muchos años el presupuesto público; esta es una Lima de las regiones, de los provincianos.

¿Por qué llegaron a Lima?

No puedes entender la nueva sociología nacional sin la enorme contribución de lo rural y lo provinciano. Lima es más igualitaria gracias al empuje de esta gente que huía de la falta de oportunidades y del terrorismo. Ahora no podemos cerrar los ojos. La izquierda nos quiere cerrar los ojos y no quiere separar la paja del trigo.

¿Cuál es la salida a las protestas?

La única forma de ponerles diques de contención a las protestas son los partidos políticos que tienen que pelear como operadores, con ideología y con programas.




Una nueva viabilidad

Por: Mario Saldaña
El Comercio, 12 de Enero del 2023

“Y quién sabe si en unos años la pregunta pase a ser: ¿cuándo perdimos al Perú?”

Es difícil para mi generación no asociar los actos de violencia y muerte de los últimos días con los tiempos aciagos del terrorismo.

Fui lamentable testigo, junto a un gran amigo, del horror causado por el coche bomba de Tarata transcurridos 15 o 20 minutos de la detonación. A unas seis o siete cuadras del lugar, bajamos del auto en el que veníamos a observar ese cuadro desolador de fuego, gritos, sangre y sirenas. Luego, mientras regresábamos por Shell sin poder creer lo que tuvimos frente a los ojos, la pregunta que casi de inmediato nos asaltó fue si no era irresponsable pensar que nuestros hijos nacieran en el Perú, en ese momento, un país casi inviable.

Esa misma pregunta se la vienen haciendo hace un tiempo muchos jóvenes. Las causas claramente no son las mismas (no tenemos un movimiento terrorista asesinando a civiles, policías y militares a mansalva por todo el país, y tampoco hiperinflación), pero el móvil sí: ¿es el Perú viable como una nación integrada por valores comunes como la democracia y el respeto a la ley y la Constitución, más allá de nuestras obvias diferencias de todo tipo?

No hay una respuesta sencilla. Una manera de abordarla es preguntarnos qué nudos deben desatarse para hacer más factible esa viabilidad. Habrá muchos enfoques, formas de abordaje y prioridades en la caja de herramientas, pero, si me apuran, diré que son dos los urgentes: la disfuncionalidad del Estado y la del sistema político.

Ojo: urgentes. Es claro que un país con instituciones, pero sin educación (la capacidad que se debería instalar en hogares y escuelas sobre el concepto de bien común y el propósito de la cosa pública), en el largo plazo tampoco podrá ofrecer buenos resultados en la vida de sus ciudadanos.

Hoy los principales enemigos del futuro del Perú no son ni Sendero, ni el MRTA, ni la derecha, ni la izquierda (aunque está última se compró, como dije en mi columna pasada, los boletos completos de la Tinka en el gobierno de Castillo), sino todas las economías ilegales (desde el narcotráfico, pasando por la minería ilegal, el tráfico de terrenos, la tala y el transporte informal, hasta el contrabando) que anualmente generan un movimiento de dinero superior a los US$6.650 millones (“Las economías criminales y su impacto en el Perú”, publicación de Capital Humano y Social).

Son los operadores de estos sectores los que se han visto desplazados (parcialmente) del gobierno castillista y actúan por mandato también en el Congreso. Son estos mismos los que tienen suficiente capacidad para controlar gobiernos regionales y municipios. Y son los que cuentan con suficiente espalda logística y financiera como para poner en jaque a un país vía actos de violencia y vandalismo.

Obviando al verdadero enemigo, ninguna reforma apuntará al objetivo correcto. Y quién sabe si dentro de pocos años la pregunta pase a ser: ¿cuándo perdimos al Perú?




Taxi

Uri Landman
Para Lampadia

Estoy seguro que algunos recordarán la serie de televisión norteamericana que tenía el mismo nombre, Taxi, que estuvo en las pantallas desde el año 1978 hasta el año 1983. En la serie, se narraba la historia de un grupo de taxistas de la ciudad de Nueva York, quienes tenían que lidiar con su abusivo jefe además de los miles de pasajeros que llevaban a diario, siempre manejando sus taxis amarillos, por las agitadas calles de la ciudad.

Si pensamos que hay cientos de miles de taxis en Nueva York, estamos muy equivocados. Según las estadísticas que pude encontrar, en esta ciudad circulan alrededor de 13,000 taxis con sus nueve millones de personas. En Nueva York, como en todas las ciudades organizadas del mundo, se necesita una licencia expedida por la municipalidad para que una empresa o persona pueda brindar el servicio de taxi. La ciudad de Nueva York solamente tiene autorizada la circulación de 13,000 vehículos para este fin y una licencia para brindarlo tiene un costo de un millón de dólares. Los dueños de licencias de taxi en dicha ciudad obtienen unos $ 7,500 mensuales si deciden alquilarla en vez de manejar ellos mismos.

En contraste tenemos que nuestra querida Lima, una ciudad de 10 millones de personas, cuenta con 120 mil taxis formales según la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y otros 210 mil informales. Ello trae como resultado que Lima sea la ciudad con el mayor número de taxis en Latinoamérica.

  • Lima tiene 3,300 taxis por cada cien mil habitantes.
  • Bogotá, una ciudad de casi 8 millones de personas, tiene 51,000 taxis, o 637 taxis por cien mil habitantes.
  • Santiago de Chile con 6 millones de habitantes, tiene 25,000 taxis o 42 taxis por cien mil habitantes.
  • En el caso de la Ciudad de México, una ciudad de 20 millones de personas, tiene 110,000 taxis o 550 taxis por cada cien mil habitantes.

De las cifras anteriores es fácil darse cuenta que en Lima tenemos un exceso de taxis, si bien es cierto, ciudades como Santiago de Chile o Ciudad de México tienen sistemas de transporte público masivos mucho más grandes y eficientes a los que tenemos en Lima (subterráneo de Santiago, metros y teleféricos en Ciudad de México), también es cierto que tenemos un promedio de más de cinco o seis veces la cantidad necesaria de taxis.

Este exceso de taxis produce diversos problemas a nuestra ciudad. El más evidente de percibir, es el insoportable tráfico que padecemos todos los días los que circulamos por las calles de la ciudad. Este problema se ve agravado por cuanto los taxis no cuentan con un sistema tarifario automatizado como en otros países. Por este motivo, nos vemos obligados a parar y negociar en mitad de la calle, con el taxista que vamos a tomar, con la interrupción al tráfico que ello genera. En caso de no llegar a un acuerdo la primera vez, repetimos este proceso la cantidad de veces necesaria multiplicando el problema ocasionado.

En vista que la gran mayoría de los taxis que circulan por la ciudad son informales, estos no cuentan con las garantías mínimas para brindar un servicio seguro y de calidad. Los casos de robos y violaciones a bordo de taxis informales son un tema recurrente en los noticieros sin que ninguna autoridad haga nada al respecto.

La gran mayoría de vehículos informales que brinda el servicio de taxi, son viejos, sucios, están en malas condiciones mecánicas y no cuentan con el SOAT ni con un seguro vehicular que proteja al pasajero que lleva a bordo.

Las bajísimas tarifas de taxi que pagamos, sobre todo a los taxistas informales, es percibido como una gran ventaja entre el público usuario. Sin embargo, esta competencia desleal no colabora a elevar la calidad del servicio, renovar la flota de taxis, contratar los seguros vehiculares, ni darles un ingreso seguro y decente a los miles de taxistas formales que si cumplen con la normativa vigente.

Dentro de las múltiples tareas que le espera al nuevo alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ahora que asumió sus funciones, es ordenar el caótico tráfico de nuestra ciudad con los miles de taxistas dando vueltas por las calles de Lima, parándose donde se les da la gana por varios minutos para negociar las tarifas que cobran por una “carrera”.

En nuestro afán de ayudar a elevar la calidad de vida de los limeños, le queremos presentar al alcalde RLA la siguiente propuesta:

La MML debe emitir una norma para que todos los taxis de la ciudad utilicen de manera obligatoria un sistema tarifario automatizado. Para ello, la MML diseñaría y pondría a disposición gratuita una APP (aplicación de celular) en la cual todos aquellos que brindan el servicio de taxi y también los que lo usamos registraríamos los viajes a tomar.

De esta manera al subir a cualquier, taxi ya sea el conductor o el usuario, ingresaría el destino final para que el sistema calcule de manera automática la tarifa a cobrar, al igual que se hace con los taxis de aplicativo Uber, Cabify o cualquier otro. Así ya no se hace necesario “negociar” la tarifa con el conductor en medio de la calle. Además, nos traería la ventaja de registrar el viaje con la placa del vehículo ante cualquier problema que se pueda presentar.

Dirán que los taxistas informales no querrán usar dicha APP, sin embargo, con una campaña publicitaria entre los usuarios y las medidas coercitivas como captura e internamiento del vehículo, creo que en menos de un año este sistema podría estar implementado para beneficio de todos los limeños.

Una ciudad con tan grandes problemas como Lima, requiere de medidas innovadoras para poder encontrar soluciones. Ojalá que nuestro alcalde RLA esté a la altura de las exigencias. Lampadia




El príncipe Harry y el valor del silencio

Por: Patti Davis
El Comercio, 10 de Enero del 2023

“En algún momento de los próximos años, Harry podría mirar hacia atrás –como yo misma hice– y desear no haber dicho lo que ha dicho”.

Durante las primeras etapas del Alzheimer de mi padre, el expresidente estadounidense Ronald Reagan, y cuando él todavía tenía momentos lúcidos, le pedí disculpas por escribir una autobiografía muchos años antes en la que expuse nuestra problemática vida familiar. Él ya hablaba menos en ese momento, pero sus ojos me hicieron saber que me entendía.

Pensé en ello cuando leí que el príncipe Harry, en sus nuevas memorias, escribió sobre su padre, el rey Carlos III, interponiéndose entre sus hijos peleados y diciéndoles: “Por favor, no hagan de mis últimos años una miseria”.

El tiempo es algo impredecible. ¿Cuál será el último recuerdo de alguien? Tuve el regalo del tiempo con mi padre, lo que me permitió disculparme, a pesar de que una enfermedad se cernía sobre nosotros y nublaba nuestra comunicación. Las palabras del rey Carlos revelan a un hombre que es consciente de su mortalidad y al que le gustaría que su descendencia también lo fuera.

En su momento, mi justificación para escribir un libro que ahora desearía no haber escrito fue muy similar a lo que, entiendo, fue el razonamiento del príncipe Harry. Quería decir la verdad, dejar las cosas claras. Ingenuamente, pensé que, si exponía mis propios sentimientos y mi propia verdad hacia el mundo, mi familia podría llegar a entenderme mejor.

Por supuesto, las personas generalmente no responden bien cuando son avergonzadas y expuestas en público. En los años siguientes, aprendí algo sobre la verdad: es mucho más complicada de lo que parece cuando somos jóvenes. No hay una sola verdad, las otras personas también tienen sus verdades.

El príncipe William tiene, estoy segura, su propia opinión sobre la pelea física que Harry ha descrito. Para entender realmente la dinámica entre los hermanos, la verdad de William también debe ser considerada.

Harry ha expresado su deseo de que su relación con William y con su padre se cure. Tal vez eso suceda, pero tendrán que recorrer una larga distancia a través de un campo de batalla que ahora se ha expandido.

Hace años, alguien me preguntó qué le diría a mi yo más joven si pudiera. Sin dudarlo, respondí: “Eso es fácil. Le habría dicho: ‘Cállate’”. No para siempre, sino hasta que pueda mirar las cosas a través de un lente mucho más amplio. Hasta que entienda que las palabras tienen consecuencias y que estas duran mucho tiempo.

Harry ha llamado a William no solo su “hermano amado”, sino también su “archienemigo”. Eligió palabras que cortan profundamente, que dejan cicatrices. Tal vez si se hubiera tomado el tiempo para mantenerse callado, para reflexionar sobre el poder perdurable de sus palabras, habría actuado de manera diferente.

El silencio te da un espacio propio, te proporciona distancia y te permite mirar tus experiencias de manera más completa, sin la tentación de tomar revancha. En algún momento de los próximos años, Harry podría mirar hacia atrás –como yo misma hice– y desear no haber dicho lo que ha dicho.

No todas las verdades tienen que ser contadas al mundo entero. La gente siempre va a sentir curiosidad por la intimidad de las familias famosas, y a menudo las historias de esas familias pueden reverberar en otras, darles una idea sobre sus propias situaciones, incluso trascender en el tiempo, ya que la fama revolotea en los bordes de la eternidad.

Pero no todo necesita ser compartido. Esta es una verdad que el silencio puede enseñarnos. Harry parece haber actuado bajo la premisa de que “el silencio no es una opción”. Respetuosamente, yo le diría que sí.

–Editado y traducido–

© The New York Times