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“Debemos pensar en la historia que queremos que nuestros hijos conozcan”

Entrevista a Rolando Arellano
Por Antonella Cazorla Reye
Diario Correo, 8 de junio del 2023


El experto en marketing debuta en la literatura de ficción y nos presenta “El tesoro”, una publicación que muestra una imagen diferente de la historia de nuestro país.

Con una propuesta distinta, pero siempre enfocada en nuestra gente e historia, el especialista en marketing, Rolando Arellano, nos detalla una serie de sucesos reales que se mezclan con la ficción en su primera novela “El tesoro”, donde intenta responder a la pregunta: ¿Y si la historia del Perú no ha sido la que siempre hemos visto?

El texto narra la historia de un grupo de peruanos, entre ellos un migrante, un niño, un docente y otros personajes de diversas edades, quienes encuentran unos quipus que preservan la memoria de nuestro país, y con los que descubren “una historia del Perú muy distinta a la que recibimos en los colegios y les decimos a los niños”, comenta Arellano a Correo. “Es una historia mucho más positiva y llena de héroes poco reconocidos en la actual [historia]”, agrega.

¿Cómo se desarrolla la historia de nuestro país desde otra perspectiva? Se va a encontrar una historia distinta a la que siempre nos han contado. Por ejemplo, pregunto qué hubiese pasado si los españoles no nos hubiesen conquistado, una interrogante que siempre nos hacen en los colegios.

Y cuál es la respuesta…

En la novela conversamos con Francisco Pizarro, reencarnado en un profesor universitario que les dice [a sus alumnos] que imaginen que hubiese pasado si no hubiesen venido los españoles y fueran los ingleses quienes nos hubiesen conquistado. Les pregunta también si saben qué sucedió en la India, China o donde los ingleses estuvieron. Esas interrogantes vigentes hasta hoy se resuelven en la novela.

¿Crees que existen arraigos culturales negativos? A veces creemos que lo negativo es mucho más interesante o vende más que contar lo positivo. Y la razón de ser de este libro es contar todo lo real para después ponernos a discutirlo. No solo pretender seguir con las tradiciones como algunas veces hacen los historiadores.

¿Vivir de estas tradiciones no nos deja avanzar? Uno de los problemas que tenemos y por el cual muchos jóvenes quieren migrar es porque se nos cuenta siempre lo negativo de la historia. Reconocemos mucho nuestras derrotas y celebramos poco nuestros triunfos, pero debemos cambiarlo.

¿Sientes que hay poco orgullo a nuestra historia? Sí, y eso se manifiesta porque no sabemos o somos conscientes de lo bueno que tenemos, y eso parte de nuestra historia como país. Por ello, en “El tesoro”, unos jóvenes van descubriendo sucesos a través de unos quipus que revelan las huellas de una historia que saben que existe, pero no se cuenta.

¿Qué debemos hacer para conocer más sobre este otro lado de nuestra historia? Debemos empezar a pensar en la historia del Perú que queremos que nuestros hijos conozcan y recuerden. Estoy seguro de que sería completamente distinto si reconocemos las cosas que ganamos. Por ejemplo, recordar más la batalla de Tarapacá que sí ganamos con un gran héroe como lo fue Andrés Abelino Cáceres o conocer y celebrar más a doña Tomasa Tito Condemayta, precursora de la Independencia del Perú.

¿Qué pretende con la publicación de “El tesoro”? Que empecemos a dudar de todo lo que ya se nos ha contado, que empecemos a ver nuestra historia gloriosa. Sé que eso toma tiempo, pero empecemos a dudar sobre la historia para ver si es cierto o no. A diferencia de mis otros libros, esta novela pretende poner en evidencia que no vamos a cambiar como país si es que no cambiamos la mentalidad de los jóvenes, pues el futuro viene con ellos.




Chachapoyas sin Kuelap

Nelson Torres Balarezo
Consultor
Para Lampadia

Por trabajo, visité Chachapoyas los últimos trimestres del año 2020 y 2021. El año 2020 caminé por calles semivacías, las restricciones por la Pandemia aún vigente limitaban los viajes y, de hecho, el flujo de turistas era casi nulo. Aun en esta situación, había comensales en los restaurantes y pasajeros en el hotel, supongo gente como yo, que había viajado por trabajo. El año 2021 la situación todavía no era normal, pero era común cruzarse con turistas extranjeros en el Jr. Amazonas, o escuchar conversaciones en diferentes idiomas en restaurantes que operaban casi con normalidad.

El 2022 no fui. Volví a Chachapoyas hace dos semanas. La situación que encontré distaba mucho de la que esperaba. Fui por trabajo y no me preocupé por averiguar si Kuelap operaba o estaba cerrado. Al llegar, las quejas de los taxistas y otros transportistas me permitieron conocer que las ruinas estaban cerradas por los derrumbes de abril del año 2022. El encantador nuevo hotel en el que me hospedé, casi vacío. Los restaurantes a los que fui, monumento a la soledad.

El desánimo de las personas con las que pude conversar era muy grande. Chachapoyas es una ciudad hermosa, sin ninguna duda, una de las más bellas del Perú, pero por sí misma, no es un destino de turismo receptivo. Kuelap es el principal atractivo de la región y desde su visita, los turistas pueden articular otros circuitos: las cataratas de Gocta, Karajia, Leymebamba, los hermosos pueblos de Luya y Lamud o el bello valle de Rodríguez de Mendoza.

Todo el turismo en Amazonas se articula alrededor de Kuelap. Tomando como base este atractivo, se programan los demás tours. Sin Kuelap, el sector turístico de Chachapoyas languidece y se pierden cientos o miles de empleos, quiebran decenas de emprendimientos y se tienen que cerrar hoteles con fuertes inversiones. Todos pierden.

Además del cierre de Kuélap, que es una causa específica del deterioro del sector turístico en la región, las criminales marchas de los castillistas afectaron dramáticamente la afluencia turística a Amazonas, haciendo casi nula la llegada de viajeros. Si bien la región estuvo tranquila, sin mayores protestas, el deterioro de la imagen del país agravó aún más la falta de Kuelap como destino; en tanto en el contexto nacional Chachapoyas es un destino complementario, no central.

Y que hace nuestro gobierno, reuniones, visitas, coordinaciones, mesas, talleres, pero no soluciones. Si bien la prioridad es proteger las ruinas del deterioro, es posible mantener las visitas por los exteriores de la fortaleza, a una distancia que permita apreciar su magnífica arquitectura y a la vez no afecte las obras de protección que son necesarias (y que no se hicieron en el momento oportuno).

Con poca sensibilidad y respeto por cientos o miles de personas que han visto afectados sus inversiones, sus trabajos, sus ingresos, funcionarios públicos que tienen un sueldo asegurado informan que “Es un hecho que sí se va a reabrir. Aproximadamente entre junio y julio, no tenemos la fecha definida, es de acuerdo a los avances que haga el Ministerio de Cultura y que dé la opinión favorable para la reapertura de Kuélap”. Se esperaba la reapertura para mayo, ahora quizás en junio, siendo probable julio, agosto o más allá. Tal vez el 2024. Más de un año para definir rutas en el entorno de las ruinas, que permitan apreciarlas sin riesgo para los turistas ni afectación por el patrimonio. La urgencia y la eficiencia no son palabras de uso común en nuestro sector público. Lampadia




Una impostura del siglo XXI

Alejandro Deustua
7 de junio de 2023
Para Lampadia

Entre agosto de 2000 y mayo de 2023 cuando los presidentes del Brasil convocaron a sendas cumbres presidenciales suramericanas, el sistema internacional había transitado del escenario unipolar hacia otro de multipolaridad indefinida mientras el consenso liberal sobre órdenes democrático-representativo y economías de mercado retrocedía allí donde éste se había arraigado. Esos cambios no han sido extraños a los regímenes de cooperación política y económica en Suramérica.

Salvo el incierto proceso abierto en la cumbre de Brasilia de mayo último, todos los mecanismos de cooperación regionales de ese período (la Comunidad Suramericana de Naciones, el UNASUR -que involucró un Consejo de Defensa Suramericano-) y PROSUR han fracasado.

Ello ha ocurrido a pesar de la precaria subsistencia de organismos de integración (la Comunidad Andina, el Mercosur, la Alianza del Pacífico) caracterizados por su mala performance (comercio intrarregional por debajo del 10%), mucha normativa (el caso de los dos primeros) y hasta sabotaje ejercido por sus propios miembros (México y Colombia en el caso de la Alianza).

¿A qué se debe el fracaso progresivo de la cooperación plurilateral suramericana y la reiteración en ese empeño con parámetros de probada falta de éxito?

Probablemente a que el interés nacional en ese tipo de cooperación no sea en este siglo tan intenso como se declara, a la subordinación del mismo a la tradición bilateral, a las estridencias de la diplomacia declarativa siempre predispuesta a la “gran estrategia” carente de voluntad y poder para llevarla a cabo y a características sui generis de los Estados suramericanos.

Entre estas últimas sobresalen la inconsistencia de los Estados suramericanos en la realización de intereses proclamados y a la prevalencia del interés interno sobre el externo. Y, por tanto, al predominio del capricho de gobiernos débiles y volátiles sobre los requerimientos del Estado, así como a ciertas perversidades como la irracionalidad ideológica y la corrupción.

De este último caso ha sido víctima el promisorio programa de integración física concertado en la primera cumbre suramericana del 2000: el IIRSA. A pesar del concurso del financiamiento multilateral ese programa fue absorbido por instrumentos intensivos en corrupción organizada en entidades estatales (el Bndes brasileño, p.e.) por autoridades y empresas locales que terminaron derruyendo gobiernos (el clamoroso caso del Perú). Sobre el particular es inaceptable que, mientras ex-presidentes peruanos están en la cárcel por ello, la matriz brasileña de corrupción que tuvo como jefe político al actual promotor de una nueva experiencia de cooperación regional, no haya dado siquiera las explicaciones del caso.

De otro lado, la irracionalidad ideológica y su predisposición hegemónica (el socialismo del siglo XXI) se ha mostrado en todo su esplendor en el caso de UNASUR. Establecido en 2008 a iniciativa de presidentes democráticos liberales, el UNASUR fue contundentemente absorbido por la influencia política de Chávez y potenciada por alianzas de vocación confrontacional e intervencionista al punto de promover la suspensión de la participación de Perú, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay en 2018 (luego se agregarían Ecuador y Uruguay en 2019 y 2020).

El retorno de Brasil y Colombia a esos fueros es hoy sólo convergente con el inaceptable intento de legitimación de Maduro por el anfitrión Lula y la increíble pretensión del presidente brasileño de alterar la realidad de la dictadura venezolana describiéndola como una falsa narrativa fabricada por terceros.

En este punto Lula se ha disociado de la evidencia. Es decir, de las acusaciones de crímenes contra la humanidad imputados por órganos de la ONU al gobierno de Maduro, del desconocimiento de las elecciones venezolanas del 2019 por la OEA y el Grupo de Lima, de la destrucción de la economía venezolana (una contracción de 75% del PBI entre 2014 y 2020) y de la emigración de 7 millones de sus ciudadanos que dan cuenta de ello.

Esa claudicación (frente a la cual la delegación del Perú guardó silencio) muestra la clamorosa carencia de valores compartidos reales dentro del UNASAUR. Y también la vigencia de intereses contradictorios: su propósito de mayor democracia y autonomía, sólo ha logrado economías de dependencia diversificada a la que China -un socio buscado y preferido- ha contribuido notablemente.

Luego de esa experiencia bufa, PROSUR, que pretendió en 2019 reemplazar al UNASUR, no fue sino un último estertor de la experiencia cooperativa regional cuya ofrenda folclórica proporción el RUNASUR.

Quebrado el consenso liberal en la región y arraigada una nueva ola populista en el área, al amparo del interés brasileño de organizar el espacio suramericano a su manera como base de su proyección externa (práctica funcional al intento de mediación en el conflicto de Ucrania y en la potenciación de los BRICS), la reciente cumbre de Brasilia ha prescindido de toda referencia a las nociones del mercado libre en economía y de representatividad en la democracia como factores aglutinantes esenciales en el área. Al respecto, no es exagerado concluir que Suramérica está retornando a la era del “pluralismo ideológico”.

Sin embargo, si en ese escenario se logra contener el afán de predominio geopolítico de la potencia subregional y el empuje ideológico colombo-venezolano (al que otros ya están sumados) y si el foro regional logra identificar problemas específicos del área y modos concretos de solucionarlos, nuestros países no estarían encaramándose necesariamente en nueva ficción de cohesión suramericana.

Ello, sin embargo, será insuficiente para revertir el manifiesto declive del peso estratégico de Suramérica en el mundo reflejado en la disminución de su participación en el mercado global (de 8.4% en 1950 a 5.4% hoy en el PBI mundial).

El proceso de recuperación de ese valor perdido depende hoy mucho más del esfuerzo de cada uno de nuestros países y quizás de los mecanismos de integración establecidos si éstos se proponen potenciarlos asumiendo con seriedad objetivos elementales de largo plazo (p.e. lograr niveles comercio intrarregional más cercanos al 40% asiático) en un contexto global innovado por una nueva era tecnológica que generará más asimetría y competencia interregional y un sistema internacional en que la multipolaridad no implica menor conflictividad. Lampadia




Repensar los días feriados

Por: Rolando Arellano
El Comercio, 5 de Junio del 2023

“Si encontramos formas creativas de festejar personas, sin multiplicar los días no laborables, honraríamos su memoria”.

La discusión sobre la oportunidad de un nuevo feriado en el país debe servirnos también para reflexionar sobre qué aspectos debemos conmemorar. Veamos.

Los feriados son días que sirven para unir a los ciudadanos alrededor de hechos importantes de la nación y, eventualmente, generar orgullo y voluntad de trabajar por más bienestar para todos. Siendo evidente que los feriados no laborables no deben ser numerosos, pues eso atenta contra el bienestar de las mayorías –que dependen de su ingreso diario y no de un salario fijo–, es claro también que hay muchos hechos y personajes ejemplares que hoy no honramos debidamente. Retamos, entonces, al lector a un ejercicio de innovación y creatividad para encontrar alguna forma de resolver este conflicto.

¿Nos falta conmemorar más eventos y personajes? Así es, pues teniendo hoy 10 feriados, ¿no es extraño que no festejemos el momento de mayor brillo de nuestra historia, el imperio incaico, ni a personajes como el inca Pachacútec? ¿Y no deberíamos celebrar más a los precursores de la independencia como Túpac Amaru II y Juan Santos Atahualpa, y a los héroes peruanos de la gesta independentista? ¿No deberíamos también festejar mejor a héroes victoriosos como Andrés Avelino Cáceres o a los técnicos de la FAP Orozco, Brandáriz y Raffo (Ecuador 1940)?

Por otra parte, ¿no sería motivador para nuestras niñas conocer y celebrar a doña Tomasa Tito Condemayta, lugarteniente ajusticiada con José Gabriel Condorcanqui, o a María Parado de Bellido, Antonia Moreno de Cáceres y a otras grandes mujeres de nuestra historia? ¿Es justo que reconozcamos poco o nada a los héroes civiles cuya vida fue fundamental para consolidarnos como nación? Por ejemplo, ¿no deberíamos valorar más el aporte de don Ricardo Palma al plasmar a la nueva sociedad peruana en sus “Tradiciones”? ¿Reconocer mejor a Arguedas, y, sin dogmatismos, a José Carlos Mariátegui o a Víctor Raúl Haya de la Torre? ¿Y a don Julio C. Tello y otros arqueólogos e historiadores que encontraron las raíces del Perú?

Además, si los feriados son para agradecer, ¿no debería el Día del Trabajo, además de a los asalariados, festejar a los que generan su empleo y el de otros? ¿Reconocer dicha fecha al mejor exportador, al mayor creador de empleos o al más innovador gasfitero o tallerista?

En fin, si encontramos formas creativas de festejar eventos y personas importantes, sin multiplicar los días no laborables, honraríamos su memoria con más justicia. Además, haríamos que los tesoros escondidos de nuestra historia nos ayuden a crecer mejor. Se aceptan ideas. Les deseo una gran semana.




“300 años de libertad”

Por: Enrique Ghersi
Perú21, 5 de Junio del 2023

“En realidad, no hay contradicción alguna porque, como el propio Smith explica, por más egoísta que sea el hombre, actúa siempre interesado en la suerte de los demás”.

Un día como hoy de 1723 nació en Kirkcaldy, Escocia, el fundador de las ciencias económicas, Adam Smith. Su obra se extendió por los distintos dominios del conocimiento humano: astronomía, lenguaje, moral, derecho y, ciertamente, economía.

Educado en la Universidad de Glasgow y luego en el Balliol College de Oxford, comparte con Michel de Montaigne, otro de los grandes filósofos de todos los tiempos, una muy curiosa y traumática experiencia infantil: fue raptado de niño por desconocidos que lo tuvieron en su poder. Quieren los biógrafos que Montaigne fue entregado por su padre en una suerte de experimento pedagógico a unos campesinos en Burdeos, pero asegura el propio Smith que en su caso fueron unos gitanos quienes se lo llevaron hasta que un tío suyo logró salvarlo. Humilde y discreto, Smith tuvo en 1749 uno de los encuentros más importantes de la historia intelectual, que habría de marcar toda su obra: conoció a David Hume. Nació así entre ellos una imperecedera amistad y que solo terminaría con la muerte de “le bon David” veinticinco años más tarde.

Se ha escrito mucho sobre esta amistad, tal vez una de las más fructíferas de la historia del pensamiento. No cabe duda de la influencia que tuvo Hume en Smith, de su patrocinio y de todo el cariño y respeto que Smith tuvo por él, calificándolo a su muerte como la persona “cuya erudición y virtud se acercaban tanto a la perfección como tal vez permita la fragilidad humana”.

Fue con la “Teoría de los Sentimientos Morales”, publicada en 1759, que Adam Smith alcanzó notoriedad. Un libro claramente influido por Hume, en el que propone las tesis del observador imparcial y del principio de simpatía como fundantes de la moralidad humana. La actitud del observador es la de una persona normal que aprecia su entorno y la conducta de los demás para verse, por el principio de simpatía, reflejado en ella. Aquí la fuerte reverberación humeana. Mientras para los estoicos la “apatía” (el control de los sentimientos) era la clave de la moralidad, para Hume, antes, y luego para Smith, la simpatía (la coordinación de los sentimientos) era la clave.

Los seres humanos nos vemos reflejados en los demás y, al vernos, nos creamos juicios morales que nos permiten desarrollar la civilización.

Aclamada por la crítica, “La Teoría de los Sentimientos Morales” convierte a Smith en un filósofo de primer lugar dentro de la Ilustración escocesa.

Fue también Smith un destacado profesor de Derecho en la Universidad de Glasgow. Aunque nunca dictó propiamente una clase de economía no obstante ser el fundador de la ciencia, en sus “Lecciones de Jurisprudencia” encontramos claramente los conceptos fundamentales de su pensamiento, que, como la división del trabajo, utiliza para explicar lo que podríamos llamar la evolución de la propiedad privada a través de la historia del Derecho. Incluida en su bibliografía, estas “Lecciones de Jurisprudencia”, sin embargo, no son propiamente un libro de Smith, sino los cuadernos de un alumno que tomó nota de las clases del profesor detalladamente y luego fue publicado como obra de Smith. Hay hasta dos versiones, de alumnos diferentes, de los cursos de 1762 y 1763, con algunas diferencias, pero que nos presentan a un Smith erudito en materia de Derecho y cuya lectura es de una modernidad impresionante. Un profesor de Derecho hoy podría dictar clases siguiendo exactamente el mismo syllabus y estaría en plena actualidad.

Su fama definitiva, sin embargo, llega cuando, después de mucho tiempo, publica “Una Investigación Sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones” en 1776, fundador de las ciencias económicas contemporáneas.

Es posible que Smith haya empezado a escribir el libro en 1764, pero demoró más de una década en publicarlo. Es conocida su correspondencia con Hume, que en 1772 le urgía hacerlo de inmediato, pero esto no sucedería hasta marzo de 1776. Smith era minucioso y obsesivo. No quería publicar el libro sin estar absolutamente seguro de lo que estaba haciendo. Hume logró ver publicada la opus magna, pues falleció recién en agosto de ese año.

Aquí explica el funcionamiento del intercambio como un desarrollo del principio de división del trabajo y cómo los seres humanos van desarrollando una capacidad de cooperación a tal punto que, aun sin conocerse y teniendo inclusive propósitos incompatibles, desarrollan una capacidad de colaboración tal que se benefician recíprocamente. A este proceso lo llama mercado, al que describe tal vez inspirado en sus estudios sobre astronomía, como una mano invisible capaz de ordenar la humanidad.

Es célebre la cita en la que Adam Smith dice que “no es por la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés”.

Los críticos de Smith han querido derivar precisamente de estos conceptos una contradicción inexistente entre sus dos grandes obras. Werner Sombart acuñó el término “Das Adam Smith Problem” según el cual mientras que en “La Teoría de los Sentimientos Morales” Smith proponía la visión de un hombre altruista como la clave de la moralidad, en “La Riqueza…” presentaba la visión de un hombre egoísta.

En realidad, no hay contradicción alguna porque, como el propio Smith explica, por más egoísta que sea el hombre, actúa siempre interesado en la suerte de los demás. Como ya había dicho Bernard de Mandeville, cómo un hombre al servir su propio interés sirve sin saberlo también el interés de los demás.

Murió en 1790. Enterrado en Canongate, Edimburgo. Su tumba recibe cientos de visitantes cada día.




¿Todo tiempo pasado fue mejor??

Jaime Spak
Para Lampadia 

Esa frase la vengo escuchando desde niño.

¿Sera cierto que todo tiempo pasado fue mejor?

Los que hemos nacido en la década de los 50, somo testigos que la Lima de los 50 hasta mediados de los 60 era una ciudad vivible, tranquila y bastante segura.

Recordamos que en aquella época regresábamos de las fiestas a no tan altas horas de la noche con total tranquilidad y acompañábamos estas caminatas con el incipiente vicio de fumarnos un cigarrillo.

Los más avezados fumaban Inca, otros probaban los Country sin filtro y los más pudientes comparaban Lucky Strike.

Íbamos a fiestas a bailar al ritmo de Pepe Miranda, Joe Danova, Leo Dan y Palito Ortega.

En mi barrio acostumbrábamos a jugar fulbito en la pista y solo se detenía el partido cada vez que pasaba un carro, que muy prudentemente el conductor tocaba el claxon para que nos detengamos y así evitar un accidente.

La gente tenía más paciencia, no tenían el apuro del celular.

Fue la época en que Luis Bedoya Reyes, salió elegido alcalde de Lima, luego de un muy interesante debate con el ingeniero Jorge Grieve.

En aquella época, Bedoya construyo la vía expresa, más conocida como el zanjón, que después de más de 50 años sigue siendo la vía más importante de la ciudad.

Que adelantado a la época fue Bedoya, si hubiera sido elegido presidente del Perú, si habría sido un presidente de lujo.

De pronto como en un cuento de terror, todo se vino abajo con el golpe de estado de Juan Velazco en 1968.

Una importante cantidad de peruanos de toda clase social emigro al extranjero, y empezó la propaganda estatal que derivo en el odio entre peruanos.

Empezó a generar cambios en la sociedad, que no estaba preparada para tan abrupto cambio social.

La reforma agraria, la comunidad industrial, las estatizaciones de los medios de comunicación, la nacionalización de la industria de harina de pescado, fueron algunas perlas que hasta ahora no podemos olvidar.

En medio de ese gobierno se iba preparando la insania de Sendero Luminoso, que tuvo su debut justamente el dia de regreso a la democracia en las elecciones de mayo de 1980.

Vivimos más de 12 años de terror, con miles de víctimas inocentes en manos de dos de los más sanguinarios grupos terroristas que han existido en el Perú.

¿Seguimos pensando que todo tiempo pasado fue mejor?

Pues no nos olvidemos del desastroso primer gobierno de García, y del intento de Fujimori de salir re reelecto luego de dos periodos.

Si bien Fujimori fue exitoso en vencer al terrorismo, lograr bajar con gran esfuerzo de la población la hiperinflación heredada de García, privatizar tantas empresas que generaban perdidas al erario, y la paz con Ecuador, se olvidó de lo primordial:

Lograr que un político capaz y decente pueda ser el sucesor para seguir con el crecimiento económico.

En lugar de ello, se coludió con Montesinos para perpetrarse en el poder y al no lograrlo fugó al Japón.

Luego de la huida de Fujimori, tuvimos un oasis de un año con el gobierno de Paniagua, para seguir al creciendo con Toledo, con García y hasta con Humala.

De allí hemos tenido el récord de 6 presidente en 6 años con escándalos muy graves, Lava Jato, corrupción en el poder judicial, la policía y los políticos.

Estamos viviendo uno de los peores momentos de la historia política del país.

Tres presidentes en la cárcel, un congreso que registra el récord de más de 20 congresistas envueltos en escándalos, ladrones, asesinos, roba sueldos, fugitivos, violadores.

Este congreso tiene a más del 50% de gente de la peor catadura moral que se haya visto.

No hemos aprendido nada.

Y seguiremos preguntándonos:

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Si preguntamos a la generación de nuestros hijos, que vivieron su juventud en medio de la inseguridad del terrorismo, dudo que tengan un buen recuerdo de ello.

Por ello hay tantos millones de peruanos que viven en el extranjero.

¿Cuándo será el día que la mejor gente nos gobierne y que los jóvenes sientan que este país tiene futuro?

¿Es pedir demasiado?

Cada semana un nuevo escándalo, cada semana más impunidad, cada semana más inseguridad.

Los peruanos estamos hechos de buena madera, no debemos seguir soportando que gente lumpen nos gobierne.

Merecemos un mejor futuro.

Urgente generar cambios en todo sentido.

Una mejora en la educación, salud, seguridad.

Tenemos gente muy capaz que puede hacerlo.

Mejores colegios, mejores maestros, mejores hospitales, mejores policías, mejores vías de comunicación.

Basta de bonos de solidaridad, mejoremos las condiciones de las zonas olvidadas

Si no entendemos que hay que hacer un cambio radical de todo lo que está funcionando mal, entonces para nuestros nietos ningún tiempo pasado será mejor.

Es urgente un cambio para que el futuro sea promisorio, sino todo tiempo pasado seguirá siendo peor. Lampadia




Un feriado más ¿es conveniente?

GERMÁN SERKOVIC GONZÁLEZ
Abogado Laboralista
Para Lampadia

Un feriado implica una suspensión imperfecta de los efectos del contrato de trabajo, no hay labor efectuada, pero sí se abona la correspondiente remuneración. En nuestra legislación los feriados responden a festividades cívicas o religiosas de muy antigua data.

Hasta el año 1991 las normas que determinaban qué días eran considerados feriados, eran dispersas y poco claras. Es con la dación del Decreto Legislativo N° 713, ley que consolida los descansos remunerados de los trabajadores de la actividad privada, que se simplifica y ordena el tema. Es importante decir que entre los considerandos de la disposición anteriormente reseñada, se señala que uno de sus propósitos es “alentar la productividad y con ello el desarrollo nacional”.

Se establecieron doce días feriados -eliminándose los feriados de medio día por su inutilidad- y se dispuso que algunos feriados se trasladasen al lunes siguiente con la idea de no cortar la semana laborable, precepto que por presión de la iglesia fue al poco tiempo dejado de lado.

Hasta aquí el repaso histórico, veamos ahora la situación actual. Durante más de treinta años, el número de los días feriados se mantuvo inmutable, panorama que por obra del Congreso en funciones se modificó radicalmente.

Es así, que la Ley N° 31381 publicada el 31 de diciembre del año 2021, estableció que el día nueve de diciembre es feriado en conmemoración de la batalla de Ayacucho. Meses después, la Ley N° 31530 publicada el 26 de julio pasado, declaró que el día seis de agosto es festivo nacional en recuerdo de la batalla de Junín. Hace unas semanas, el Congreso aprobó un Proyecto de Ley que disponía que el siete de junio debía considerarse también feriado alusivo al Día de la Bandera y en memoria de la batalla de Arica. El Ejecutivo observó la autógrafa. Hizo muy bien.

No se discute la importancia de las efemérides anteriormente descritas, son todas fechas de especial relevancia, lo que llama la atención es que en un lapso relativamente corto -año y medio- el Congreso ha aumentado el número de feriados de doce a catorce, y pretendía ampliar esta enumeración a quince. Un 25 por ciento más. No sería extraño -de seguirse con esta tendencia- que se plantee considerar festivos también a las fechas correspondientes a las batallas de Chorrillos y Miraflores, donde la civilidad enfrentó al invasor y, por tanto, méritos no les faltan. En realidad, partimos de un concepto errado de las cosas, no es necesario que todas las fechas de trascendencia en la historia de un país, devenguen en feriados, bien podrían ser motivo de celebraciones cívicas o castrenses sin interrumpir las actividades productivas Es hasta inconducente. Las batallas de Junín y Ayacucho sellaron la independencia nacional y como tales son estudiadas desde el colegio, lo mismo puede decirse de la batalla del morro de Arica, que significó un acto de heroísmo que es por todos reconocido. El patriotismo no se genera estableciendo feriados -en otras palabras, dejando de trabajar- nace con el ejemplo y la educación.

Los dos últimos feriados -y el tercero adecuadamente frustrado- son innecesarios pues las fechas que conmemoran están ya grabadas en el consciente de los peruanos y se estudian con detalle desde la escuela. Si hay una fecha que en realidad tiene todos los fundamentos para ser declarada feriado -en adición a los doce días que recoge el texto primigenio de la Ley- es la del rescate de los rehenes de la residencia del embajador de Japón, no sólo por el éxito militar que significó -y que es objeto de estudio y admiración en todo el mundo- sino también porque implicó una clara derrota -no total, hay que reconocerlo, como se ha visto además en las últimas asonadas- del terrorismo comunista que ensangrentó a nuestra patria. Se tiene que mostrar respeto y agradecimiento a nuestros héroes nacionales en vida, no maltratarlos o agredirlos con procedimientos judiciales interminables, como durante años vienen haciendo los parientes ideológicos de la izquierda violentista.

Volviendo al tema estrictamente laboral, con catorce feriados y treinta días de vacaciones, estamos a la cabeza de los países que cuentan con mayor cantidad de descansos remunerados. Obviamente el computo se hace al segundo año de labores, que es cuando ya se han generado las vacaciones. Y no estamos contando el sinnúmero de licencias existentes.

Concluyendo, un mayor número de feriados incrementa el costo laboral -las remuneraciones deben seguir abonándose- de las contrataciones, desmotivándolas. Por lo demás, no hay lógica entre pretender alentar la productividad y aumentar los días no laborables, casi siempre se trata de conceptos opuestos. Esperemos que el Congreso no insista con su infortunado Proyecto. Lampadia




Las élites

Por: César Campos Rodríguez
Expreso, 4 de Junio del 2023

Es moneda común entre sociólogos y politólogos académicos aludir a “las élites” económicas, políticas y sociales como actores de un proceso donde su voz y participación –el calificativo lo sugiere– tienen un lugar de privilegio e imperio.

“Las élites” han sido enunciadas en dos recientes artículos y una entrevista del diario El Comercio por profesionales de esta rama. Mauricio Zavaleta dice: “…el fin de la presidencia de (Pedro) Castillo fue asumido por un sector importante de las élites –políticas, mediáticas y empresariales– como el retorno a la normalidad cuando, en términos reales, ha involucrado una forma alternativa de deterioro institucional” (EC 28/05, “Así muere la democracia”).

Por su parte, Martín Tanaka escribe: “Más adelante, con las revelaciones del caso Lava Jato y los CNM audios en el 2016 y 2017, que afectaron al conjunto de la élite política nacional y regional, tanto a la izquierda como a la derecha, así como a actores del sistema judicial… la animadversión frente al activismo judicial se hizo bastante extendida” (EC 30/05, “El anticaviarismo como categoría política”). Y Alberto Vergara declara: “Es un buen momento para decirle a las élites económicas del Perú que se están equivocando al estar felices con el gobierno de (Dina) Boluarte” (EC, 28/05).

Conozco y guardo respeto a Zavaleta y Tanaka (aunque éste último deja ver en tiempos recientes sesgos irreconocibles frente a su antigua ponderación y objetividad). Vergara me parece el Pablo Macera de nuestra época, admirado por una frase feliz y preelaborada con la cual el desaparecido historiador (hombre de exabruptos y extravagancias, según lo describe Mario Vargas Llosa en su autobiografía “El pez en el agua”) solía encandilar durante los años 80 del siglo pasado a la prensa izquierdista. Cabe recordar que cuando Macera abrazó al fujimorismo y calzó una curul parlamentaria en su nombre, esa misma prensa pasó a ignorarlo y hasta vilipendiarlo.

En todo caso, cuestiono el absolutismo con que se pretende dar por sentada qué es “élite” y quiénes la conforman, en el espejo de viejas estratificaciones. Me sorprende de manera ingrata cómo se soslaya el enorme peso específico del cual hoy gozan los poderes fácticos amparados en la informalidad y por ciertas ONG globalistas.

¿O no es verdad que las agendas informales y populistas doblegaron en el Congreso al aparentemente invencible sistema financiero, perforando el sistema previsional privado? ¿Dónde estuvo la influencia económica, política y mediática de los grandes bancos para impedir –como lo podrían haber logrado décadas atrás– contra sus intereses en las AFP?

¿Y acaso no son las ONG caviares las “élites” que han gobernado las instancias públicas de la educación, salud, justicia, seguridad interna, sistema electoral, cultura y demás desde los inicios del presente siglo? ¿No hemos visto a sus capitostes ser reverenciados por la mayoría de los medios de comunicación y convertida su palabra en sentencia bíblica?

El concepto “élite” debe ser revisado y actualizado en una sociedad cuyos ejes de poder se atomizaron y hoy reposan sobre dinámicas tremendamente impredecibles.




Un siglo con Kissinger

Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia

El sábado pasado cumplió cien años Henry Kissinger, el más importante diplomático de nuestro tiempo, que es también un intelectual brillante.

Judío nacido en Alemania en 1923, huyó con su familia de la barbarie nazi y se refugió en los Estados Unidos. Siendo profesor en Harvard, se incorporó como consejero de Seguridad Nacional en el gobierno de Richard Nixon y fue luego Secretario de Estado con él y su sucesor Gerald Ford.

Dos de sus operaciones más significativas fueron establecer relaciones con China de Mao Zedong -hasta ese momento aislada y excluida de la ONU- y negociar el fin de la guerra de Vietnam, por lo cual ganó el Premio Nobel de la Paz.

Teórico notable de las relaciones internacionales, es un crítico de la política “idealista” predominante en los EEUU desde Woodrow Wilson (presidente entre 1913 y 1921), aunque siempre entendió que tenía que manejarse cuidadosamente en un ambiente influido decisivamente por esas ideas.

En su libro “La diplomacia” (1994) explica como desde la fundación de los EEUU “la política exterior [trazada por los Padres Fundadores] fue un refinado reflejo del interés nacional”, aunque el país estaba lejos de los centros de poder de la época.

Las cosas cambiaron entrado el siglo XX, cuando los EEUU se convirtieron en un actor importante en la escena internacional. Theodore Roosevelt, (presidente 1901-1909), “un agudo analista del equilibrio del poder. Insistió en que se atribuyera a los EEUU un papel internacional porque así lo exigía su interés nacional y porque, según él, un equilibrio global del poder era inconcebible sin la participación norteamericana.”

En cambio, “para Wilson, la justificación del papel internacional de los EEUU era mesiánica: el país no tenía un compromiso con el equilibrio del poder, sino la obligación de difundir los principios norteamericanos por todo el mundo.”

El fracaso de esa política se demostró en los acuerdos de Paris en 1919 y el Tratado de Versalles, que tuvieron como protagonista al propio Wilson, y en la inutilidad de la Sociedad de las Naciones, creada a instancias de Wilson y en la que los EEUU se negaron a participar, a pesar los esfuerzos de su presidente. (Ver Margaret MacMillan, “Paris, 1919”).

En “Orden mundial” (2014), Kissinger desarrolla varios conceptos básicos en la misma dirección. Allí explica su adhesión a los principios de la Paz de Westfalia (1648) que dio fin a la guerra de los treinta años:

“La Paz de Westfalia reflejó una adaptación práctica a la realidad, no una visión moral única. Se basaba en un sistema de estados independientes que se abstuvieran de interferir en los asuntos internos ajenos y controlaran mutuamente sus ambiciones a través de un equilibrio general del poder.”

Y precisa como los EEUU se mueven en una ambivalencia que muchas veces ha producido resultados negativos:

“Estados Unidos ha oscilado entre defender el sistema westfaliano o reprobar sus premisas de equilibrio de poder y no injerencia en los asuntos internos por considerarlas inmorales y obsoletas, y en ocasiones ha hecho las dos cosas a la vez. Continúa afirmando la relevancia universal de sus valores para la creación de un orden mundial pacífico y se reserva el derecho de defenderlos a nivel global.”

Es decir, esos principios westfalianos implican reconocer a los Estados y no interferir en sus asuntos internos, guiando la política internacional en función del interés nacional. Mientras que la política wilsoniana, “idealista”, pretende imponer los valores norteamericanos en todas partes, a veces con resultados que van en contra de los intereses de los EEUU.

Por ejemplo, en 1979, el gobierno de Jimmy Carter contribuyó decisivamente al derrocamiento del Sah de Irán, un firme aliado de los EEUU en el Medio Oriente, aduciendo que no era democrático y era corrupto.

La consecuencia es que se hizo del poder una pandilla de fanáticos fundamentalistas islámicos, que han sometido a su pueblo a una represión brutal y lo han hundido en la miseria, son enemigos acérrimos de los EEUU, han cometidos atentados terroristas en todo el mundo y pretenden conseguir armas atómicas con el declarado propósito de borrar de la faz de la tierra a Israel.

En “China” (2011), Kissinger relata una anécdota significativa, que muestra como el interés nacional guía las decisiones por encima de la ideología. En una reunión el 21 de febrero 1972 con Mao Zedong, Zhou Enlai, Richard Nixon y él, se produjo este diálogo:

“Cuando la reunión estaba a punto de terminar, Mao, el profeta de la revolución permanente, recalcó al presidente de las entonces vilipendiada sociedad imperialista-capitalista [Nixon] que la ideología ya no venía al caso en las relaciones entre los dos países:

    • “Mao: creo, que por regla general, las personas como yo parecemos cañones. (Carcajadas de Zhou). Es decir, algo así como ´el mundo tiene que unirse y derrotar al imperialismo, al revisionismo y a todos los reaccionarios y establecer el socialismo´.”
    • “Mao se rio a mandíbula batiente de su insinuación de que todo el mundo podía haberse tomado en serio una consigna que llevaba décadas pintada en los lugares públicos de todo el país.”

En ese momento, mientras Mao y Zhou se carcajeaban de sus propias arengas mientras negociaban con el “imperialismo” en función de sus intereses nacionales, en el Perú un grupo de desquiciados encabezados por Abimael Guzmán se preparaban para ensangrentar el país siguiendo esa ideología que solo merecía risotadas de sus creadores.

En síntesis, Kissinger no solo es un extraordinario diplomático, sino que es también uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo. Él tuvo la habilidad -y la suerte- de participar en el gobierno de los EEUU y de contribuir a modelar la política exterior de ese país en momentos importantes. Lampadia




“ Izquierdas vs. derechas”

Por: Alfredo Torres
Perú21, 28 de Mayo del 2023

“En el Perú, han sido candidatos con propuestas de centroizquierda y centroderecha los que han ganado las elecciones presidenciales desde 1980 hasta 2021…”.

(Ipsos/Perú21)

La historia es conocida: los orígenes de la división política entre izquierda y la derecha provienen de la manera como se sentaban los constituyentes franceses en la Asamblea de 1789: A la izquierda, los que pedían un cambio radical –en ese entonces, el cambio era hacia una monarquía constitucional–, y a la derecha, los defensores de la monarquía tradicional, la mayoría provenientes de la aristocracia o el clero.

Con el tiempo, los conceptos fueron evolucionando. El socialismo se convirtió en la bandera de la izquierda, mientras que la defensa de la propiedad privada pasó a ser la bandera de la derecha. En el camino fueron apareciendo propuestas más centristas como la socialdemocracia o la economía social de mercado.

En el Perú, han sido candidatos con propuestas de centroizquierda y centroderecha los que han ganado las elecciones presidenciales desde 1980 hasta 2021, en que por primera vez llegó al poder el candidato de un partido marxista aliado con sectores de la izquierda más extrema. Las protestas que ocurrieron en algunas regiones del país en respaldo de Pedro Castillo luego de su frustrado autogolpe de Estado llevarían a pensar que en el Perú la izquierda radical es muy amplia. No es así.

Para entender hasta dónde llega el apoyo a la izquierda y la derecha, Ipsos llevó a cabo un estudio por encargo de Perú21 Foro, donde aplicó la tradicional escala de 10 puntos donde 1 es la extrema izquierda y 10 la extrema derecha, y encontró que 14% del electorado se identifica con la izquierda (puntajes 1, 2 y 3), 37% con la centroizquierda (puntajes 4 y 5), 11% con la centroderecha (puntajes 6 y 7) y 21% con la derecha (puntajes 8, 9 y 10).

Es decir, la mayor parte del electorado se ubica al centro (48%). Sin embargo, si este espacio se llena con múltiples candidatos poco atractivos, el voto se dispersa y permite que candidatos de los extremos los superen y pasen a la segunda vuelta, donde se produce una polarización. En esas circunstancias es cuando el electorado de centroizquierda puede votar por el candidato de la izquierda radical si el candidato de derecha genera mucho rechazo. Eso fue lo que pasó en 2021 y podría volver a ocurrir en el futuro.

La extrema izquierda que llegó con Castillo al gobierno no estaba dispuesta a dejar el poder y por eso organizó una reacción violenta cuando este fue justificadamente apresado luego de su frustrado autogolpe. Sin embargo, como también reveló el estudio de Ipsos para Perú21 Foro, no todas las personas que votaron por Castillo o salieron a protestar a su caída son de izquierda. El sentimiento de identidad, la esperanza frustrada y la distorsión informativa que prolifera en las redes sociales son algunos de los factores que estuvieron detrás de la participación de diversos ciudadanos en las protestas. En realidad, el voto y la conducta política son el resultado de un conjunto de emociones y razones en el que la ideología es solo una de ellas.




Fue cosa de niños… de niños extraordinarios

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 30 de mayo de 2023
Para Lampadia

Ica – mi región – es de contrastes extremos. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) somos la región más próspera del Perú.

Lo acaba de dar a conocer en un informe muy comentado, acerca de la pobreza actual en nuestro país. Efectivamente, tenemos los menores niveles de pobreza. De acuerdo a los indicadores sociales del INEI, apenas el 5% de nuestra población es pobre. Además, somos la única región con pleno empleo.

Incluso, según el Índice de Competitividad Regional (INCORE) del Instituto Peruano de Economía (IPE), Ica lidera el ranking nacional en cuanto a empleo adecuado. O sea, no sólo no tenemos desempleo, sino que los empleos en Ica son los mejores, en cuanto a niveles salariales y condiciones laborales.

Por supuesto que en Ica existen los envidiosos de siempre que se niegan a reconocer dichos logros socioeconómicos. Por supuesto que también tenemos renegados como los anti mineros, y los que se refieren a las empresas agrarias como “agro explotadoras”, y los periodistas chantajistas que se venden para tapar corruptelas… Pero de esa gente no me voy a ocupar en el presente artículo. ¡Para qué gastar pólvora en gallinazos!

 

El tema del presente artículo es la verdadera pobreza de Ica. Esa pobreza que contrasta cruelmente – e injustificadamente – con la riqueza y prosperidad de la región.

Pues bien, según el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CNC) del Ministerio de Salud (MINSA), en lo que va del 2023, Ica registra el mayor número de muertes por Dengue a nivel nacional. ¡Una desgracia… propia de una región de pobreza extrema!

Ojo… en el 2018, prácticamente habíamos erradicado el Dengue en Ica. De 4,384 casos registrados en el 2017, bajamos a 127 casos en el 2018, y a 51 en el 2019, casi todos migrantes de otras regiones. Durante el 2018 y 2019 no tuvimos ninguna muerte por Dengue.

¿Qué pasó? ¿Cómo así pudimos erradicar una epidemia tan agresiva? Bueno pues, los 250 mil escolares del Ica lograron la hazaña. Lo que no se pudo lograr desde el Sector Salud, se logró con la extraordinaria participación del Sector Educación.

Una nota previa. Las consabidas fumigaciones casa por casa no funcionan. Pues resulta que no todas las casas se pueden fumigar. En primer lugar, porque la fumigación implica evacuar las viviendas por un lapso de 2 horas o más. El insecticida que se utiliza es altamente tóxico para los humanos. Hay viviendas donde puede haber recién nacidos, ancianos o personas discapacitadas que no pueden salir a la intemperie para dar paso a los fumigadores. Sobre todo, porque las fumigaciones suelen hacerse en horas de la madrugada. Consecuentemente, había que ir por otra vía… la de los escolares.

En aquel 2018, los escolares de Ica – niños y adolescentes de entre 4 y 17 años – fueron entrenados y motivados para ir a sus casas, y a las casas de sus vecinos, y tapar y raspar todos los recipientes de agua donde los zancudos trasmisores del Dengue pudieran poner sus huevos y reproducirse. Incluso, debían recoger todas las tapas de botellas y envases que estuvieran boca arriba, todas las llantas y bandejas viejas donde se pudiera acumular agua de lluvias, etc.

En el caso de los floreros, debían cambiar el agua por arena húmeda. Y así – ahí sí – casa por casa, tienda por tienda, empresa por empresa, mercado por mercado, parque por parque, y cementerio por cementerio – gracias al heroico trabajo de 250 mil soldaditos escolares extraordinarios – no quedó un solo recipiente con agua destapado en todo Ica. Chau zancudos… chau Dengue. ¡Lo logramos! ¡Extraordinario!

¡Qué linda experiencia la que vivimos aquel extraordinario 2018 en Ica!

Para la campaña, los niños hicieron poesía, música, danza, teatro, cuentos, marchas, disfraces, slogans… todo alusivo a la lucha contra el Dengue. ¡Una fiesta! ¡Y eliminaron el Dengue! Ica le debe mucho a esos niños y adolescentes extraordinarios. ¡Héroes de verdad!

El problema es que todo lo logrado se vino abajo con la llegada de Javier Gallegos al Gobierno Regional, en enero de 2019.

En vez de insistir y persistir en la lucha contra el Dengue con el apoyo de los escolares, Gallegos destituyó a todos los directores de la gestión regional anterior, y se puso a vender los puestos directivos – al mejor postor – en todas las dependencias del gobierno regional, incluidas las de salud y educación.

Hoy – repito – gracias a la inoperancia de un ex gobernador regional corrupto e indolente, Ica está infestada nuevamente de Dengue. Al extremo que ostenta el mayor número de muertes por dicha enfermedad a nivel nacional. ¡Oh corrupción… cuánta crueldad, cuánto sufrimiento, cuánta muerte has traído a Ica!

El contraste extremo que existe entre la riqueza y pobreza de Ica es el mismo que existe entre la integridad y esfuerzo de nuestra población civil, y la corrupción y bajeza moral de nuestros funcionarios públicos… salvo muy contadas y honrosísimas excepciones.

¿Cómo así, una región que se precia de ser la más próspera en materia económica y laboral, puede llegar a ser la peor en materia de salud pública y corrupción estatal? ¡Ese es el contraste extremo de Ica!

Sin embargo, nada podrá borrar la heroica gesta de los escolares iqueños en la lucha contra el Dengue en aquel entonces. Efectivamente, el Dengue en Ica fue cosa de niños… de niños extraordinarios. Lampadia




“El genial “DR. K” cumple 100 años”

Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 23 de Mayo del 2023

“Ese portentoso cerebro sigue brillando: recomiendo leerlo en el último The Economist, donde advierte que la Inteligencia Artificial nos podría destruir en 10 años”.

-Ese prodigio de la diplomacia llamado Henry Kissinger cumplirá cien años este sábado 27. Y ese portentoso cerebro sigue brillando: recomiendo leerlo en el último The Economist, donde advierte que la Inteligencia Artificial nos podría destruir en 10 años, y nos da consejos para evitar una guerra EE.UU.-China o esquivar la trampa de Tucídides, donde ese sabio griego estableció que siempre la potencia mundial emergente guerreará contra la potencia mundial dominante. Ese conflicto solo no se dio en el traspaso pacífico de la hegemonía mundial de Inglaterra a EE.UU. tras 1918, posiblemente por ser ambos de la misma cultura anglo.

En cambio, Inglaterra derrotó antes a la España borbona (a comienzos del siglo XVIII) y después a la Francia napoleónica (a comienzos del siglo XIX) y la alianza anglo EE.UU./Inglaterra aplastó dos veces a la potencia emergente Alemania en el siglo XX (con la invalorable sangre rusa en la SGM), como también al Japón imperialista.

Y antes tuvimos guerras de hegemonía así entre Atenas/Esparta, Macedonia/Persia, Roma/Cartago, etcétera… Kissinger es un estadista como sus admirados Metternich y Talleyrand; siempre trató de imitar al Congreso de Viena, donde el austriaco y el francés estabilizaron, casi sin interrupciones, una Pax Europae por casi cien años. Kissinger junto a Nixon (brillante también, pero venal) diseñaron estrategias espectaculares, como la apertura a China (diplomacia del ping pong) o la tregua de la Détente con la URSS (1969-1979).

También ambos evitaron que Chile caiga en el comunismo soviético (Allende era un comunista convencido que no iba a dejar el poder así nomás y tenía contactos estrechos en la KGB. Y los que lo rodeaban eran peores que él, como Altamirano o Corvalán) y sea otra Cuba, pero en tierra firme.

-¿Por qué el torpe de PPK no reveló en el año 2017 y sí recién ahora que el mismísimo Papa lo instó a liberar a Fujimori? Le hubiera dado una legitimidad incontestable al indulto. En verdad, todos sobreestimamos demasiado a PPK.