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Salud y corrupción

Salud y corrupción

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 13 de setiembre de 2019
Para Lampadia

Para los que no conocen del tema, el Juramento Hipocrático es un pronunciamiento público – de carácter ético – que hacen los jóvenes que se gradúan en carreras de medicina humana. Y – entre otras expresiones – el juramento dice así: “Me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad… Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad… La salud y la vida de mi enfermo será la primera de mis preocupaciones… Tendré absoluto respeto por la vida humana, desde su concepción… Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor”.

Entonces – uno se pregunta:

  • ¿Dónde quedó el Juramento Hipocrático de los médicos que cobran indebidamente a pacientes pobres, cuyas atenciones están cubiertas por el SIS… el Seguro Integral de Salud?
  • ¿Qué diría el viejo Hipócrates respecto a los médicos y enfermeras que trafican con las medicinas de los hospitales públicos?
  • ¿Qué me dicen de los médicos que marcan asistencia, luego abandonan el hospital… y encima cobran como si hubieran trabajado normalmente?
  • ¿Qué juramento hicieron los médicos y enfermeras que – por acción u omisión – malogran los equipos de los hospitales públicos para derivar a sus pacientes a sus clínicas privadas?

Está claro… el gremio médico tiene de cal y de arena. No podemos tapar el sol con un dedo. Tenemos médicos muy corruptos e indolentes, y enfermeras de baja estofa que maltratan descaradamente a los pacientes y sus familiares. A ese respecto – ante la clamorosa inoperancia de los órganos de control del Estado – la ciudadanía debe identificar a esas lacras de la salud pública, y desenmascararlas públicamente como corresponde.

No obstante, hay felizmente – en Ica y en todo el Perú – muchos excelentes profesionales de la salud que hacen honor a sus juramentos hipocráticos, y que son el orgullo de todos los peruanos. A ellos se deben muchas curaciones extraordinarias que han salvado miles de vidas humanas. Gracias a ellos – precisamente – mejoramos mucho la salud pública en Ica… en la gestión regional anterior.

Aulas hospitalarias para niños internados, para que no pierdan sus clases escolares. Reducción de tiempos de espera, y disminución de colas para consultas externas. Encuestas de valoración de las atenciones recibidas. Y por supuesto, sanción – de acuerdo a ley – para quienes cometieron faltas graves. He ahí algunos logros tangibles de nuestra gestión 2015 – 2018 para mejorar la salud pública en Ica.

Por obvias razones, fuimos objeto de muchas denuncias. Los médicos corruptos – y sus defensores – jamás dieron su brazo a torcer. Sin embargo, fue toda una experiencia luchar contra la corrupción y la indolencia en los hospitales de la región. Con decir que los directivos del Colegio Médico de Ica – y hasta los congresistas de la región – salieron en defensa de lo indefendible.

Contra viento y marea sancionamos muchos actos de indisciplina laboral, por más respaldo cómplice – político y periodístico – que tenían estos malos servidores públicos. Pero no se salieron con la suya. La ciudadanía – sobre todo, los pacientes y sus familiares – eran la razón de ser de nuestro trabajo.

Para eso estábamos… para erradicar la corrupción y el maltrato en nuestro sistema de salud. Había que luchar contra el clientelismo político… ¡y lo logramos! Había que erradicar la anarquía en salud… ¡y también lo logramos!

¡Sí se puede mejorar la salud pública en nuestro país! Lampadia




Política retrógrada y mafiosa

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 8 de marzo de 2019
Para Lampadia

La política peruana es un fracaso – entre otros motivos – por la perversa discontinuidad de los buenos funcionarios del Estado. Veamos el caso del deterioro reciente del servicio de salud pública en Ica.

Como se sabe, Ica fue la única región – a nivel nacional – que logró eliminar las colas en los hospitales públicos. Y ¡vaya que fue difícil lograr dicha mejora! Pero valió la pena. Las expresiones de gratitud y aprecio – de muchos pacientes – fueron muy tiernas y reveladoras.

Para ello tuvimos que confrontar a las consabidas mafias enquistadas en los hospitales de Ica, tal como ocurre en muchos hospitales públicos de todo el país. Entre paréntesis… el gremio médico es mucho más corrupto de lo que cualquier ciudadano común y corriente pudiera imaginar.

Para muestra… unos botones. Abandonos de trabajo, cobros indebidos, agresiones físicas, robos de fármacos, compras de medicamentos vencidos, sustracciones de equipos, falsificaciones de títulos académicos, etc. Ante ello, no nos quedó otra alternativa que aplicar la ley. Esto es, destituir y suspender a un centenar de médicos, enfermeras, técnicos, y funcionarios administrativos que formaban parte de las mafias.

El hecho es que – contra viento y marea – logramos modernizar la gestión hospitalaria. No obstante, la gran mejora se logró cuando digitalizamos el sistema de programación de citas para consultas externas. En realidad… el sistema heredado estaba diseñado – deliberadamente – para facilitar el accionar de la corrupción.

Entonces… la pregunta es ¿por qué cambiaron a los directores – y demás funcionarios – que lograron eliminar las colas y mejoraron la atención de los pacientes? ¿Acaso no hubiera sido mejor mantenerlos en sus cargos… al margen de la alternancia en el Gobierno Regional?

¡Qué sabe el burro de alfajores! ¿Qué puede saber – de gestión hospitalaria – un Gobernador Regional cuya profesión es Ingeniero Civil? Dicho sea de paso, yo también soy ingeniero. Y – por ende – tampoco tenía porqué saber de salud pública.

Sin embargo… lo que sí teníamos que saber – ambos – es si la atención era buena o mala. O más fácil… ¿hay colas o no? ¿Los médicos abandonan – o no – los hospitales para atender a los pacientes en clínicas privadas? ¿Hay robos de medicamentos… sí o no? ¿Hay cobros indebidos… sí o no?

A ese respecto – lamentablemente – las colas, los maltratos, y las coimas han vuelto a los hospitales de la región. Y eso lo sabe el Gobernador Gallegos. Incluso, algunos funcionarios destituidos – cuyas sanciones habían sido ratificadas por el tribunal de SERVIR – han sido repuestos en sus cargos. ¡Qué lástima! Lo que con tanto esfuerzo logramos corregir, se ha echado a perder… ¡en menos de tres meses!

Y lo mismo se puede decir de la discontinuidad en la gestión de otras dependencias del Gobierno Regional. Dependencias que requieren de especializaciones muy propias de cada sector…. cosa que no vemos en la actual administración.

Plan Cero Colas, Coro Sinfónica, Startups Tecnológica, Siembra y Cosecha de Agua, Gran Amauta, Tercerización de Huacachina. “Los programas de la gestión anterior… no van más”. Esa fue la orden. El clientelismo político está de vuelta. Los cargos en el Gobierno Regional se asignan al mejor postor. ¿Meritocracia? A esos tipos no les interesa la meritocracia… a esa gente sólo le gusta la marmaja.

Política retrógrada y mafiosa… ¡cuánto daño le haces al Perú! Lampadia