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La agricultura de hoy en el mundo

La agricultura de hoy en el mundo

Uno de los principales cambios en el mundo es la migración de más de la mitad de la población mundial de zonas agrícolas a zonas urbanas. Esto se debe al progreso económico de las ciudades, pero un inconveniente es la falta de priorización de la agricultura, un sector económico crucial que proporciona alimentos para alimentar a la humanidad.

Un reciente artículo del Brookings Institute titulado “¿Dónde se produce la mayoría de los alimentos?” afirma que “la naturaleza de la agricultura es especialmente importante cuando se considera la posibilidad tentadora de eliminar la pobreza extrema dentro de una generación”. Por lo tanto, considera importante hacer un análisis sobre el sector en un informe titulado “¿Qué significa ‘agricultura’ hoy? Evaluando viejas preguntas con nueva evidencia”, que proporciona una visión general de los tipos de cultivos en los países emergentes, basado en los datos de la Organización de Alimentos y Agricultura (FAO).

En el informe, se destacan cinco conclusiones principales:

1. Los cereales son fundamentales en la mayoría de los países

El cuadro inferior muestra hasta qué punto, en los países en desarrollo, los cereales representan la mayor parte del área cosechada. De hecho, se puede ver claramente que la mayoría países tienen más de la mitad de sus tierras de cultivo cosechadas en cereales, como es en el caso del Perú.

Cultivo con mayor proporción de superficie cosechada

2. El tipo de cereal cultivado está relacionado con la geografía

Diferentes plantas crecen en diferentes lugares. El cuadro inferior muestra patrones geográficos claros para los cultivos de cereales. El Perú, específicamente, aparece como no tener un cereal predominante en este mapa, pero es importante recalcar que en los últimos años la Quinua se ha vuelto un cereal andino muy codiciado a nivel mundial. Otros granos andinos que cultivamos son la kiwicha (o amaranto), la qañiwa y el tarwi, estos productos tienen un alto valor proteico, mayor al de los demás cereales y un gran potencial de popularizarse a nivel mundial.

Cereales predominantes en cada país

(donde cada uno representa al menos el 20 % del área cosechada)

3. Solo unos pocos países lideran la producción de cultivos comerciales

Los cultivos comerciales son más prominentes en la región de América Latina, donde 20 de los 29 países producen más del 15% del área cosechada con productos como el azúcar, el café y el cacao, principalmente. El Perú, como se puede observar, se especializa en la producción del café. Recordemos que el Perú es el sexto exportador de café en el mundo y el primer abastecedor de cafés especiales a Estados Unidos.

Con esta información, el informe busca brindar un breve resumen de la diversidad de la agricultura en el mundo en desarrollo en la actualidad. También señalan como importante el hecho que las áreas cosechadas y las mezclas de cultivos continúan evolucionando en distintos patrones en todo el mundo y “a medida que el mundo se enfrenta a una nueva generación de desafíos económicos, sociales y ambientales, debemos prestar mucha atención a los contornos cambiantes de donde realmente crecen los alimentos”.

Agricultura en el Perú

En el Perú, por ejemplo, ha crecido increíblemente en los últimos años. Mientras que, en 2000, las empresas agroexportadoras peruanas exportaban bienes por menos de US$ 700 millones, valor que para el año 2017 bordea los US$ 6,000 millones (en términos reales las exportaciones se cuadriplicaron).

La agricultura peruana ha convertido al Perú en uno de los diez primeros países proveedores de alimentos en el mundo y es una de las principales actividades económicas que impulsan el desarrollo del Perú, acompañando a la minería en la generación de empleo formal rural y divisas para nuestro país.

En Lampadia publicamos un artículo: La Nueva Agricultura Peruana, en el que se muestra que en solo 180 mil hectáreas de uvas, arándanos, espárragos, mangos, paltas, capsicum, mandarinas, maracuyá, alcachofas y cebollas, generamos exportaciones de US$ 2,600 millones; que equivalen a importaciones por el mismo monto de soya, trigo, maíz amarillo, azúcar y arroz, pero que para producirse, los países que nos abastecen necesitan usar 2’570,000 hectáreas. Esta industria de exportaciones de alimentos es muy sofisticada, de alto valor agregado y muy alta productividad.

Quizás más importante es que el desarrollo de este sector no se ha quedado en la costa, también la sierra viene incorporándose al proceso de manera importante. Por ejemplo, el éxito de la quinua peruana en los mercados internacionales es el pasaporte para el desarrollo exitoso de la exportación de los demás granos andinos y mañana de los tubérculos y raíces. Ver en Lampadia: La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo.

El desarrollo de la agricultura en el Perú es un brazo paralelo de la revolución de la gastronomía, pues sin nuestros ingredientes locales, esta no podría haber llegado a generar una oferta tan singular y valiosa. Por eso, es importante apoyar a este sector que tiene tanto potencial. Lampadia




Agroexportación de alimentos frescos de nivel mundial

Durante miles de años, la quinua apenas salió de su origen en los Andes. Hace unos años, sin embargo, el grano andino ha sido  reconocido como un “súper alimento” con renombre internacional y, el 2013, a instancias de la FAO,  fue declarado por la ONU: Año Internacional de la Quinua, gracias a sus enormes beneficios para la salud y nutrición (ver en Lampadia: La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo). En realidad, durante los últimos años, el Perú se ha convertido en una de los diez primeros países proveedores de alimentos en el mundo. 

Nuestra agricultura moderna creció a una tasa anual de 6.6% entre el 1990 y 2015 y la tradicional creció en 2.2% en el mismo periodo. En promedio, entre el 2000 y el 2015, la agricultura creció en 5%. Este sector se ha convertido en una de las principales actividades económicas que impulsan el desarrollo del Perú, acompañando a la minería en la generación de empleo formal rural y divisas para nuestro país.

Un campo de Quinua en la sierra peruana
Fuente: finedininglovers

Todo esto se debe a la globalización. En una reciente publicación de The Economist (compartida y traducida líneas abajo), se celebran los beneficios de la globalización, ya que gracias a ella ha habido una “creciente prosperidad y expansión de la elección. La difusión de mejores técnicas agrícolas ha aumentado los rendimientos, ayudando a la humanidad a alimentarse a pesar de la creciente población.” Específicamente, la globalización ha contribuido a “una reducción impresionante del hambre en el mundo”.

Entonces no nos dejemos convencer por estas tendencias anti-globalización que vienen contagiando el mundo. No nos dejemos engañar por las poses políticas ni por el manejo mediático de nuestros izquierdistas de las ‘ideas muertas’, quienes son enemigos del desarrollo; pues en nombre de los pobres, plantean su empobrecimiento eterno. Ver en Lampadia: Pos-Extractivismo: Autarquía y empobrecimiento y Agroexportación: Una industria de clase mundial:

Lo que el pos-extractivismo no quiere ver es que el sector agrícola solo puede crecer sostenidamente y generar riqueza para los campesinos, llegando a muchos  estómagos. Como un agricultor peruano decía hace algunos años: una persona solo puede comer un kilo por día. ¿Cómo puede entonces mejorar sus ingresos un agricultor peruano, si los 3 millones de agricultores tuvieran que abastecer solo a 27 millones de peruanos? Sus ingresos estarían limitados a un promedio de 9 consumidores o 9 kilos por agricultor. Pero si operamos en el mundo global y exportamos a mercados de unos 2,700 millones de personas o más, en teoría, cada agricultor podría abastecer más de 900 consumidores, 100 veces más. Ese es el potencial de este sector, y la única manera de enriquecer a nuestros campesinos.

Por lo tanto, podemos afirmar con toda la fuerza del mundo, que al pretender limitar la producción agrícola, la izquierda tradicional quiere condenar a nuestros campesinos a la pobreza eterna.

Según The Economist, un estudio realizado por Marc Bellemare de la Universidad de Minnesota encontró que “los hogares peruanos mejoraron por el auge de la quinua, incluso para quienes no lo cultivaron, ya que los nuevos y prósperos agricultores de quinua compraron más bienes y servicios de sus vecinos”. Esto termina de probar de los grandes beneficios de la globalización en todos los sectores de la economía, en este caso en la agricultura.

Quinua en un supermercado en Filipinas
Fuente: mommylace

Algo muy importante de esta industria para un país pequeño como el Perú es que las agro exportaciones conectan al sector rural peruano (cuya población tiene mayores niveles de pobreza que el sector urbano) con los consumidores más ricos de los países más ricos (que son, en gran mayoría, los clientes finales de nuestras exportaciones). En otras palabras, crea un encadenamiento que va de los consumidores más ricos del mundo hasta los más pobres del sector rural.

Por ello que debemos defender la globalización y desarrollar el gran potencial del Perú en agroexportaciones, para el beneficio de nuestros pobres y de todo nuestro país. Lampadia

Reflexionando sobre la comida

Alabando a la quinua

La difusión de los granos exóticos es una prueba de que la globalización funciona
 
Fuente: zululandobserver
 
The Economist
9 de marzo de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

La quinua, este grano sudamericano recibe una publicidad particularmente mala. Para sus fans, es un súper alimento. Para sus detractores, es como los murales eróticos de ciencia ficción encontrados en los palacios de Saddam Hussein, pretenciosos e insípidos. Un anuncio para Big Macs una vez se burlaba de este prejuicio. “Los gastrónomos y los gastronautas amablemente apartan sus ojos. No se puede obtener jugos como este de la soja o la quinua”, dijo, agregando que “mientras que [un Big Mac] es masivo, su ego no lo es”. Incluso los amantes de la quinua a veces se preocupan de que puede no ser ético. ¿Qué sucede si la creciente demanda hace subir el precio, obligando a los andinos a comer menos de su amado grano? ¿O qué pasa si el precio cae, haciendo más pobres a los campesinos andinos? Un titular de Mother Jones, una revista de izquierda, capturó perfectamente la confusión de los bien intencionados gourmets occidentales: “Quinoa: ¿bueno, malo o simplemente muy complicado?”

Esta revista no tiene ninguna opinión sobre si la quinua sabe bien. Pero su propagación es un síntoma de una tendencia feliz. Más y más personas están comiendo granos desconocidos. Los occidentales ricos están comiendo menos trigo y más de los cereales que cultivan las personas en los países tradicionalmente pobres, como el mijo, el sorgo, el teff y sí, la quinua. Los asiáticos de clase media comen más trigo, en forma de fideos o pan, en lugar de arroz. Los africanos del oeste están comiendo 25% más arroz por cabeza que en 2006; el consumo de mijo ha disminuido en la misma proporción.

Todo esto debe ser celebrado, porque es un síntoma de la creciente prosperidad y la expansión de la elección. La difusión de mejores técnicas agrícolas ha aumentado los rendimientos, ayudando a la humanidad a alimentarse a pesar de la creciente población. La rápida urbanización significa que menos personas crecen su propio grano, y más tienen el dinero para probar nuevas variedades. La globalización ha permitido que las técnicas alimentarias y agrícolas atraviesen las fronteras, lo que significa que las personas de todos los continentes pueden experimentar nuevos sabores y texturas. La migración y el turismo han ampliado los horizontes culinarios de la gente: los visitantes chinos que visitan Francia regresan a casa anhelando baguettes; los estadounidenses que viven cerca de inmigrantes etíopes aprenden a amar el injera (un pan plano suave que se sirve como un plato comestible).

Pensando en comida

La globalización y la modernización de la agricultura han contribuido a una reducción impresionante del hambre en el mundo. Entre 1990 y 2015, la proporción de niños menores de cinco años que estaban desnutridos disminuyó de 25% al ​​14%. Las personas que todavía están subalimentadas lo son con menor severidad: su déficit promedio de calorías cayó de 170 por día a 88 en 2016. Y entre 1990 y 2012 la proporción de los ingresos de los pobres del mundo que tuvieron que gastar en alimentos se redujo de 79% a 54 %. En cuanto a los agricultores de quinua, no te preocupes. Un estudio realizado por Marc Bellemare de la Universidad de Minnesota encontró que los hogares peruanos mejoraron por el auge de la quinua, incluso para quienes no lo cultivaron, ya que los nuevos y prósperos agricultores de quinua compraron más bienes y servicios de sus vecinos.

Por supuesto, el aumento de la prosperidad ha permitido que un número creciente de personas aumenten de peso, que es poco saludable. Pero la solución a esto no es hacerlos más pobres, que es lo que haría la reacción anti-globalización si tiene éxito. En lugar de criticar el gusto de Donald Trump por los filetes bien cocidos con ketchup, los liberales deberían preocuparse por los planes del gobierno de levantar barreras comerciales y posiblemente iniciar una guerra comercial. Eso haría que el mundo sea más pobre y más hambriento.Lampadia




La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo

La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo

Durante miles de años, la quinua apenas salió de su origen en los Andes. Otros cultivos como la papa y el maiz y más recientemente el espárrago y la uva peruana han sido exportados a todo el mundo, pero a la quinua nunca le dimos la oportunidad. Ahora, sin embargo, la quinua ha sido  reconocida un “súper alimento” con renombre internacional y, el 2013, a instancias de la FAO,  fue declarado por la ONU: Año Internacional de la Quinua.

Los granos de la sierra peruana, como la kiwicha en el pasado reciente, no han tenido la misma suerte de la quinua. Pero con su éxito en todos los mercados internacionales, EEUU, Europa y el Asia, podemos usar su posicionamiento como una suerte de pasaporte para el acceso de los otros granos serranos a los mercados globales. Esto permitiría profundizar los lazos de la población serrana con los mercados de consumo más ricos y mejorar su calidad de vida.

Gracias a los avances en el conocimiento de los alimentos saludables, se viene destacando un aumento en la importancia de los granos enteros en la comida diaria. Esto se observa claramente en el cambio de laconocida “pirámide alimenticia”.El Departamento de Agricultura en Estados Unidos reemplazó en el 2011 a esta conocida figura por un icono de “Mi Plato” (My Plate) que insta a las personas a comer una dieta más saludable. De acuerdo con “Mi plato”, la mitad debe contener frutas y verduras y, la otra, proteínas magras y granos enteros. También se sugieren, en menor proporción, lácteos bajos en grasa.

Esto, junto con un activo fomento de parte de la Primera Dama, Nadine Heredia, y el gobierno boliviano, han llevado a la quinua a las grandes ligas internacionales de la comida saludable.

Satisface los antojos por comer carbohidratos, pero con una mayor cantidad de nutrientes, manteniendo una dieta balanceada. La quinua es rica en proteínas y fibra, y contiene grasas saludables, magnesio, potasio, calcio y ácido fólico. Comparada con otros granos, estecereal está siendo recomendado como reemplazo del arroz y el maíz. Adicionalmente, según estudios recientes, la quinua es el único cereal que además de estabilizar los niveles de grasa en el cuerpo humano, es capaz de reemplazar, en situaciones especiales, a la leche materna. Otro detalle importante es que, como es un producto libre de gluten, tiene gran utilidad para las personas diabéticas.

Por todos estos beneficios, la exportación de la quinua, según el MINAG, llegó a US$78.3 millones al cierre del 2013, lo que representa un crecimiento de 150.8% con respecto a lo vendido en el 2012. Este grano se cosecha en 15 regiones del Perú, mayormente en Puno (donde se da con mayores valores nutricionales), y fue exportado a 30 países en el último año (siendo el principal mercado,  EEUU con el 60% de participación). En el primer semestre de este año, las exportaciones a EEUU han crecido 239% con respecto al año anterior, alcanzando los US$ 50 millones.

Su gran acogida en Europa y en EEUU es principalmente por ser un producto saludable, algo muy apreciado en el primer mundo. Ahora que los beneficios de la quinua son mundialmente conocidos, tal vez se podrán promocionar otros granos andinos con gran potencial y valor nutricional que, hasta ahora, pudieron entrar a los mercados alimenticios.

Entre los otros granos andinos más nutritivos se encuentran la kiwicha (o amaranto), la qañiwa y el tarwi. Estos productos tienen un alto valor proteico, mayor al de los demás cereales, y un gran  potencial de popularizarse a nivel mundial.

La kiwicha, por ejemplo, ya está teniendo una mayor acogida a nivel internacional. Tras el boom de la quinua, su exportación ha aumentado en los últimos años.Se la considerada un posible sustituto del arroz o de otros cereales. A fines del 2013, su exportación aumentó en 33% con respecto al año anterior, y sigue su tendencia al alza.

En el caso de la qañiwa, aparte de tener un buen balance de proteínas, contiene fibra dietética, importante para el control y disminución de los niveles de colesterol, y hierro digestible, ideal para superar los problemas de anemia. Otro atributo importante es su alto contenido de calcio.

El tarwi, contiene proteínas muy superiores alas de la soya, menos carbohidratos y un contenido de grasa similar. Su principal ventaja es que puede disminuir las concentraciones elevadas de glucosa en pacientes con diabetes.

Todos estos productos son muy valiosos, sus cualidades han sido ignoradas por muchos años y su aprovechamiento, en el propio Perú y en los mercados internacionales, desperdiciado. Esto ha sido consecuencia de la mala reforma agraria que alejó la inversión privada del campo desde los años 60, con la consiguiente falta de acceso a la innovación y avances tecnológicos. A esto se sumó el efecto del terrorismo y el alejamiento del Perú oficial de nuestra rica y productiva sierra. Por fin estamos poniendo en valor los productos serranos, gracias a la promoción de la quinua. Debemos aprovechar esta oportunidad única para mostrarle al mundo que un país milenario como el Perú, tiene valiosos desarrollos genéticos y alimenticios como el de los granos andinos. Del mismo modo podremos promover más tarde las raíces andinas y otros productos, así como los conocimientos tradicionales de la sierra y la selva. Lampadia