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Gabinete Bellido, Gabinete Fallido

Gabinete Bellido, Gabinete Fallido

EDITORIAL DE LAMPADIA

Es muy lastimoso que el Perú, en vez de festejar su Bicentenario, esté sumergiéndose en una nueva crisis política provocada por la incapacidad de sus gobernantes.

El país se está poniendo de pie para rechazar la conformación de un gabinete que abre las puertas del Estado a figuras vinculadas a los movimientos terroristas.

Los sacrificios de miles de peruanos en la lucha contra el terrorismo, están en el corazón de todos los peruanos, y en su nombre están rechazando un error imperdonable del gobierno de Castillo-Cerrón.

El gobierno de Pedro Castillo no puede haber empezado de peor manera:

  • Durante la campaña, Castillo evitó dar entrevistas a los medios de comunicación, ocultando su identidad, sus ideas y sus relaciones.
  • Una vez proclamado no pudo anunciar la conformación de su gabinete ministerial hasta después de su juramentación.
  • Su discurso de investidura abrió simultáneamente varias cajas de Pandora, llevando al Perú a la parálisis económica y descuidando las prioridades del gobierno: la superación de la pandemia, la recuperación de las inversiones y del empleo.
  • No deslindó con Vladimiro Cerrón y lo dejó tomar el liderazgo en el nombramiento de ministros.
  • Nombró como Primer Ministro a Guido Bellido Ugarte, investigado por el delito de apología del terrorismo.
  • Ante el rechazo ciudadano a este nombramiento, Castillo no pudo presentar su gabinete, como se había anunciado, hasta altas horas de la noche.
  • Ante la renuncia de varios ministros designados, tuvo que parchar el gabinete con nombramientos de emergencia, incorporando otras figuras muy cuestionadas.
  • Se quedó sin ministros de Economía y Justicia, por el alejamiento de Pedro Francke y Ronald Gamarra. 
  • No dejó entrar a la prensa a la ceremonia de juramentación.
  • Se altero el escudo nacional, borrando las monedas que salen de la cornucopia, en las banderas que presidieron la ceremonia de juramentación.
  • Hasta el diario La República ha publicado un editorial que dice: No, señor presidente.
  • Como consecuencia de todo esto, el riesgo país se ha disparado, encareciendo el crédito al Perú, y el dólar superó la barrera de los 4 soles, lo que agravará el costo de vida de los peruanos.

Castillo ha demostrado muy rápidamente su incapacidad para asumir la conducción del país, está muy mal rodeado y está llevando al Perú a un agravamiento de la ingobernabilidad y a la destrucción del futuro nacional.

En nuestra opinión, el presidente Castillo debe pensar seriamente en la posibilidad de renunciar a su mandato. Lampadia




Lo que pide ‘El Pueblo’

Lo que pide ‘El Pueblo’

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

¡El Perú no está dividido en dos! Ya lo dijimos cuando todos afirmaban que el país estaba irremediablemente polarizado. Ver en Lampadia: El Perú no está partido en dos – La polarización fue coyuntural.

Lamentablemente, fuimos a votar en medio de una crisis múltiple: Sanitaria, económica, social e institucional. Todas creadas por el desastroso gobierno de Vizcarra y sus compinches. Entonces desconfiábamos de nuestros líderes, estábamos frustrados y sin esperanza en el futuro. La votación reflejaba ese momento, pero no la división de los peruanos y menos, el rechazo de nuestra economía social de mercado.

Así se comprobó con la encuesta de Datum, una semana después de la segunda vuelta, y así se comprueba ahora, con las tres encuestas publicadas en los últimos días.

Primero veamos cuales son las prioridades de los peruanos hoy día:

Algo muy importante es que el 72% del ‘Pueblo’ dice que la economía debe seguir un programa de libre mercado. Y solo el 4% opina que se debe seguir el programa presentado por Perú Libre para las elecciones.

Ver encuesta de Datum en el siguiente enlace: https://bit.ly/3x5ln6K

Por su lado la encuesta del IEP, el centro de estudios de izquierda y su aliado La República, publican información que coincide con la de Datum. El IEP indica que solo el 23% quiere que cambie totalmente el modelo económico.

Lo que se comprueba en todas las regiones, sexo, edad, NSE, ideología y voto de la segunda vuelta.

En cuanto al cambio de Constitución, igualmente, la gran mayoría de los peruanos, el 76%, está en contra de un cambio total de la Constitución. Solo el 23% estaría de acuerdo con semejante propuesta.

Lo que también se comprueba en todas las regiones, sexo, edad, NSE, ideología y voto de la segunda vuelta.

Ver encuesta del IEP en el siguiente enlace: https://bit.ly/3x7S4QG

Por su lado Ipsos indica que solo el 32% considera que la Constitución debe ser cambiada totalmente. Curiosamente, Ipsos muestra un porcentaje mayor que el propio IEP. Esperamos que Ipsos no esté siendo víctima del ‘Síndrome de Estocolmo´.

En cuanto a las prioridades señaladas por el ‘Pueblo’, Ipsos coincide con Datum en señalar los temas económicos y sociales, antes del tema del cambio constitucional. Registra que solo un 11% considera importante el cambio de Constitución.

Queda pues comprobado que la gran mayoría del ‘Pueblo’ no quiere un cambio de Constitución. Por lo tanto, Castillo está obligado a recoger esta opinión y a eliminar de su agenda su empobrecedora propuesta. De lo contrario estaría impulsando una agenda política impopular.

Por otro lado, no dejemos de aquilatar el origen de la turbación popular que afectó el normal desarrollo de las elecciones, que felizmente, no llegó a torcer la estructura del pensamiento de la población.

Las múltiples crisis que nos llevaron a la aparente polarización, fue creada por la gran incapacidad del gobierno de Vizcarra y sus secuaces. Veamos.

  • La crisis sanitaria fue creada por un pésimo manejo de la pandemia
  1. Se insistió en rechazar el uso de las pruebas moleculares
  2. Se rechazó la ayuda del sector privado, de las iglesias y de la FFAA
  3. Se rechazó la donación del software para el seguimiento del virus
  4. Se rechazaron donaciones de plantas de oxígeno, pruebas y otras
  5. No se compraron las vacunas

  • La crisis económica y social se generó agravando y prolongando los impactos de la pandemia, entre otras torpezas, ordenando cuarentenas equivocadas y caprichosas. Por ejemplo, se cerró el sector minero, cosa que no hizo ningún país.
    Esta crisis afecto severamente a miles de empresa peruanas, especialmente a las más pequeñas, habiendo quebrado muchas de ellas, especialmente en el sector del turismo y la gastronomía.
    Además, por su puesto, y tal vez lo más grave, se perdieron millones de empleos que hasta ahora no se recuperan completamente.
    La recuperación del empleo es hoy día el eslabón más débil de nuestra economía.
     

  • Por su lado, la crisis política parece haber sido provocada adrede por Vizcarra y sus asesores, entre los que pareciera se encontraba el G2 cubano, que lo acompañaron en una estrategia de copamiento de todas las instituciones del Estado.

Felizmente, los peruanos tenemos las cosas claras, y estaremos vigilantes de que el presidente Castillo no pretenda imponer una agenda política que contradice el sentir del ‘Pueblo’. Lampadia




Fraude Electoral y Organización Criminal

Fraude Electoral y Organización Criminal

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 16 de julio de 2021
Para Lampadia

Los mafiosos saben que son mafiosos. Todos los involucrados en el caso Los Dinámicos del Centro saben que delinquieron. Las coimas, coimas son… aquí, en la China y en la Cochinchina. Y también en Junín.

Sin embargo, el presente caso tiene un tremendo agravante. Las coimas en cuestión se utilizaron para financiar la campaña electoral de Perú Libre. En mi opinión ¡ahí está el fraude electoral! Por ello – precisamente – el Ministerio Público ha abierto dos investigaciones: una por corrupción de funcionarios, a cargo de la Fiscal Bonnie Bautista; y otra por lavado de activos, a cargo del Fiscal Richard Rojas Gómez.

– ¿Cómo confiar en nuestro sistema de justicia? – dirán aquellos que dudan de la integridad de nuestros jueces y fiscales. Y claro… si tenemos a una Jueza – como la Dra. July Baldeón – rechazando el pedido de prisión preventiva a los miembros de la organización criminal… ¡cómo no dudar de nuestro sistema de justicia! ¿Acaso carecen de valor los audios y mensajes obtenidos por la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (DIVIAC)? Y – más comprometedoras aún – ¿no son más que suficientes las declaraciones de los colaboradores eficaces acerca de la corrupción enquistada en el Gobierno Regional de Junín, y las movidas de dinero de Cerrón? ¿Acaso no resulta irrefutable la existencia de la típica telaraña fraudulenta… Gobierno Regional – Perú Libre – Poder Judicial – Poder Electoral? ¡No nos vengan con cuentos!

– Cuando entre Perú Libre a la Presidencia de la República van a liberarlos – le dijo Arturo Cárdenas (secretario nacional del partido) a un “angelito” de la mafia de Cerrón. ¡Dónde estamos!

Con las pruebas que tiene el Ministerio Público debería bastar y sobrar para concluir que Vladimir Cerrón, Pedro Castillo y Dina Boluarte están metidos en la colada. Y que en general, el Gobierno Regional de Junín se prestó groseramente para el fraude. Concretamente, la Dirección Regional de Recursos Humanos que maquinaba la contratación de personal, y la Dirección Regional de Transportes que traficaba ilícitamente con los brevetes.

Incluso, los jueces que apañaron a Cerrón en el pasado. Los que filtraron anticipadamente la orden de allanamiento para que la pandilla tome las precauciones del caso. La Jueza que denegó el pedido de prisión preventiva a los miembros de la mafia. El Partido – Perú Libre – que usufructuó del dinero mal habido. Todos tienen vela en este entierro.

Y qué decir de las autoridades electorales que facilitaron las candidaturas de terroristas y sentenciados por corrupción… y que excluyeron a partidos como el APRA, PPC, Todos por el Perú, Perú Nación, entre otros. Y sabe Dios cuántas personas e instituciones más conforman esta gran organización criminal. ¡Ahí está el fraude electoral que tanto niegan algunos!

Bueno pues, el candidato de Perú Libre – con la complicidad de esa gran mafia – habría resultado ganador de las elecciones presidenciales. ¡Qué problema! Con esa conducta amoral a cuestas, Pedro Castillo ha sido proclamado presidente del Perú para el período 2021 – 2026. ¡Presidente del Bicentenario!

¿Qué dice al respecto el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)? – Que no hubo fraude –. ¿Qué dice la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE)? – Que no hubo fraude –. ¿Qué dice el presidente Sagasti? – Que no hubo fraude sistemático –. Pero ¿qué dicen de la organización criminal? Ni una palabra al respecto. Poco les falta para decir – no hubo fraude… tan sólo hubo una organización criminal –. ¡Qué descaro! ¿Tanto les cuesta aceptar que fraude electoral y organización criminal son dos caras de la misma moneda?

Pues bien – así las cosas – todo parece indicar que vamos a ser gobernados por dicha organización criminal. Y como tal, lo negarán hasta la muerte. Más aún – al mismo estilo del Lagarto – enarbolarán la bandera de la lucha contra la corrupción. ¡Hipócritas!

El problema es que la corrupción no es sólo un descaro moral o un delito penal. La corrupción es – sobre todo – una pesada e injusta carga para la población civil. Por eso hay que combatirla con valentía. Pero en vista de que el Estado no puede con la corrupción – o, mejor dicho, dado que está coludido con ella – tenemos que hacerle frente desde la ciudadanía… en el trabajo, en las universidades, en las calles, a través de la prensa. ¡No queda otra!

Apoyo al Estado honesto y eficiente al servicio de la ciudadanía. Eso sí. Siempre debe ser así. Pero ¡insurgencia civil contra el Estado abusivo, mafioso y corrupto! Eso también. Cuando una organización criminal toma el poder… ¡no queda otra! Lampadia




Ser el gran empobrecedor de los peruanos

Ser el gran empobrecedor de los peruanos

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Candidato Pedro Castillo, a pesar de todas las explicaciones y advertencias que se le han hecho sobre los daños que puede causar un cambio de Constitución, usted insiste en esa amenaza, que es rechazada por el 70% al 80% de la población.

Con todo respeto, le he respondido que:

El cambio de Constitución, solo es apoyado por el 20% al 30% de la población. Ver los estudios de opinión pública:

Urgidos como estamos por superar la pandemia, recuperar la economía y el empleo, y de reorganizar los servicios públicos de salud y educación, la idea de organizar una asamblea constituyente para diseñar una nueva Carta Magna, es una de las peores ideas que se pueden plantear.

Su capricho es tan absurdo y contraproducente, que llega a parecer un sabotaje.

En lugar de seguir llenando el vaso de nuestro desarrollo, corrigiendo lo necesario, se estaría rompiendo el vaso, tirando por la borda, todo lo avanzado. Una irresponsabilidad garrafal.

Las incuestionables prioridades del próximo gobierno son atender la pandemia, impulsar la economía, y mejorar la salud y la educación. Veamos, por ejemplo, lo que dice el último estudio de Datum:

 

Señor Castillo, su eventual gobierno está obligado a dedicar todos sus esfuerzos para superar la pandemia, recuperar la economía y mejorar importantemente los servicios públicos de salud y educación. Para ello, les guste o no a las izquierdas que lo acompañan, se debe recuperar necesariamente un buen nivel de inversión privada, que responde por el 80% del total y genera empleo sostenible y formal.

No comprometerse con esta tarea, no solo sería una tremenda irresponsabilidad, sería una traición al gran objetivo nacional de reducir la pobreza.

Más allá de las preferencias políticas de los partidarios de agendas radicales, ir a un proceso constituyente, impediría recuperar la economía por dos o tres años, lapso durante el cual, sin reglas de juego conocidas, se paralizarían las inversiones de todos los peruanos, desde el agente económico más pequeño hasta el más grande.

Además, por supuesto, todo el país se des focalizaría de las tareas urgentes que hemos enumerado, se privilegiarían los temas políticos y se agudizarían las diferencias políticas, malogrando la agenda de gobierno y las agendas de la sociedad civil.

Después de diez años malos en crecimiento y reducción de la pobreza, con ese grave error de gobierno, perderíamos cinco años claves para recuperarnos de los impactos de la pandemia y enrumbar al Perú hacia el desarrollo integral, económico, social e institucional.

Ninguna agenda política debe distraernos del gran objetivo nacional de disminuir la pobreza. Y señor Castillo, si su eventual gobierno toma ese camino, los que creemos en la libertad, la democracia y la economía social de mercado, como el mejor camino para crear prosperidad para todos los peruanos, deberemos aprestarnos a resistirlo con valentía y tenacidad.

Lampadia




Entender qué se busca con una nueva Constitución

Entender qué se busca con una nueva Constitución

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

Habría que entender qué es lo que se busca con una nueva constitución.

La Constitución como mito fundacional

Es posible que algunos vean en una nueva Carta Magna la ilusión de un nuevo nacimiento sin las taras y males del pasado. Comenzar de cero por decimotercera vez para crear un mundo feliz, justo, donde todos seamos iguales. Es decir, una función mítica. Lo puso Castillo en su ya célebre tuit:

“…para terminar con la histórica discriminación que sufren nuestros pueblos andinos, amazónicos, afrodescendientes y nuestras poblaciones vulnerables a la violencia machista, clasista y racista… la reconquista de derechos laborales, ecológicos, sociales y económicos, para que los peruanos/os dejemos de subsistir y podamos vivir dignamente”

Aquí hay un error de base: creer que una Constitución puede crear la felicidad social. Que puede ordenar la igualdad. Y que puede hacerlo dándole al Estado unos poderes muy fuertes. La dictadura del Estado contra los poderes malignos de los privados.

En realidad, una Constitución es mucho más efectiva poniendo límites a los poderes que creándolos o agravándolos. Nació para eso: para poner límites al poder del Rey y permitir el desarrollo de los ciudadanos. Límites para que los poderes públicos no avasallen la libertad individual. Para permitir la máxima expansión posible de la iniciativa política, económica y cultural de los ciudadanos, a fin de hacer posible la realización individual y el crecimiento colectivo.

Es más, cuando la Constitución se pervierte dando excesivos poderes al Estado, termina facilitando la destrucción de los derechos fundamentales del ciudadano, la dignidad de la persona. Y termina agravando la desigualdad y la pobreza.

La Constitución puede reconocer derechos –de hecho, la Constitución actual reconoce todos los derechos mencionados por Pedro Castillo-, pero su concreción en la realidad es un asunto de políticas, de gestión. Y de posibilidades materiales, de mercado. Un mercado que genere los excedentes y que integre.

Castillo ha dicho que la salud y la educación no deben ser servicios sociales, sino derechos. Es creer, nuevamente, en el poder mítico de la palabra, de la norma constitucional. Lo que nos falta no es la letra del derecho, sino un buen servicio público que la encarne. Eficiencia, gestión por resultados, meritocracia. Y acabar con las mafias corruptas. Eso es mucho más difícil que escribir una palabra. Tenemos que cambiar el Estado, no la Constitución.

La Constitución como vehículo de incorporación en la nacionalidad

Algunos verán una nueva constitución como la carta de incorporación de los sectores marginados o excluidos o postergados a la ciudadanía nacional, a un sistema que no les sea ajeno sino propio. Como el nuevo pacto social que les permita incorporarse.

Podemos decir que esa exclusión se expresa concretamente en la informalidad. Es una exclusión del sistema formal, del Estado legal, que es el sustento de la exclusión social y cultural, de la discriminación y el racismo. Un mercado integrador gracias a una formalidad incluyente, sería un gran igualador y desprejuiciador, un gran creador de prójimos.

Y se expresa también en la exclusión de los servicios públicos, ineficientes y capturados por grupos de interés. Es decir, del Estado social.

Pero ambas exclusiones no se resuelven con una nueva Constitución, sino con la reforma de la formalidad y del Estado, de la salud y la educación. Nuevamente, eso es mucho más difícil que poner palabras en un texto. La Constitución y la ley, más bien, al regular derechos tan difíciles de alcanzar que solo una minoría los puede disfrutar, se vuelven excluyentes. Consolidan y agravan la injusticia.

La Constitución como truco simbólico para acumular poder

En los últimos veinte años las nuevas constituciones en américa latina han tenido esas consecuencias. Pero no solo han agravado la pobreza y la desigualdad, sino que han servido para suprimir libertades. Con el señuelo de diseñar el paraíso social, han sido usadas por los gobernantes para acumular poder, suprimir controles horizontales, disolver los congresos, capturar las cortes judiciales y los poderes electorales.

Esto no solo por el texto que aprueban –por lo general estatista- sino desde el proceso mismo de convocatoria a asambleas constituyentes. Para hacerlo y conseguir mayoría en ellas, los gobernantes movilizan a sectores y organizaciones sociales, hacen populismo económico y político y revientan la caja fiscal.  Una vez instaladas, suelen desplazar o disolver el Congreso y absorber sus funciones. Su poder es omnímodo, absoluto. Mientras duran, todos los derechos y las reglas de juego quedan en suspenso. Y el tirano se aprovecha. Pesca a río revuelto. 

Se convierten en la práctica en la cobertura perfecta para la corrupción y para retroceder en la reforma del Estado y de los servicios públicos.

Me pregunto si será posible sentarse a conversar con los impulsores de una nueva Constitución sobre las razones o los sentimientos o las percepciones que los han llevado a plantearla. Si será posible una discusión seria y racional sobre fines y medios. Sobre cuáles serán los mejores medios para alcanzar los fines que persiguen, siempre y cuando no se trate simplemente de la captura del poder total. Lampadia




Será proclamado, pese a que quizá no ganó

Será proclamado, pese a que quizá no ganó

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Premunido de argumentos legales discutibles o leguleyos, el Jurado Nacional de Elecciones decidió no verificar las actas cuestionadas por Fuerza Popular y declaró todas las apelaciones de fondo improcedentes, y procedió a resolver las de “forma” a puerta cerrada, sin audiencias.

La propia Defensoría del Pueblo ha reclamado ayer al JNE actuar de otra forma. Ha señalado “que el listado de electores elaborado por la ONPE es también un documento de acceso público, en la medida que cuenta con similar información que el padrón electoral, por ello corresponde al JNE exponer en la mayor medida posible los razonamientos de hecho y derecho que utilizó al momento de resolver sobre su valoración”.

Aparentemente ese pronunciamiento llega cuando la proclamación de Pedro Castillo es casi un asunto de mero trámite que podría producirse esta semana. En ese caso, a Keiko Fujimori no le quedará más remedio que acatar el resultado pese a no estar de acuerdo con él, no solo por respeto a la institucionalidad por más que ésta haya sido injusta, sino para evitar que una oposición recalcitrante desde el comienzo provoque la radicalización del futuro gobernante, en perjuicio de todos los peruanos.

Pero eso supone que Pedro Castillo deberá tener conciencia que debe gobernar para todos desechando propuestas divisionistas como la asamblea constituyente y convocando a los mejores, no solo porque la mitad de la población no votó por él –en realidad, solo el 35% lo hizo considerando el total de electores-, sino que ni siquiera es seguro que haya ganado realmente las elecciones pese a que sea proclamado ganador. Y eso se conocerá tarde o temprano. Entonces tiene que integrar a todos en su gobierno, o intentar hacerlo.

Hay quienes consideran que la demanda de cotejar las actas con las listas de electores y el pedido por último de una auditoría de la elección, no son sino formas de pataleta de quienes no quieren aceptar los resultados, algunos de los cuales incluso estarían tramando un golpe para impedir la asunción de Castillo.

Por supuesto que hay que rechazar toda intención golpista, pero debe rechazarse también la narrativa de que acá no ha pasado nada serio y que las irregularidades que se han presentado son las normales en cualquier elección.

Veamos por ejemplo el siguiente cuadro (hemos puesto solo el comienzo y el final), trabajado por un equipo de personas entre las que están Leopoldo Monzón, Tony Salas y José Ignacio Beteta, que revela que hay 394 mesas en las que Keiko Fujimori obtuvo la misma cantidad o menor cantidad de votos en la segunda vuelta que en la primera, hecho altamente improbable, por no decir imposible, pues supone no sólo que electores que votaron por ella en la primera vuelta se arrepintieron de hacerlo en la segunda vuelta, sino que quienes sufragaron por los otros 17 candidatos ninguno votó por ella, ni tampoco los que habían votado en blanco o viciado.[1]

 

……….

Este cuadro no es producto de un análisis estadístico. Son números puros y duros, y revelan resultados que solo podrían ser el producto de actos de manipulación para arrojar votaciones que favorecieran en mayor medida a Castillo, y en una cantidad que podría inclinar la balanza en favor de la candidata Fujimori. Pues si expandimos la última fila, donde se ve los resultados, constatamos que en esas 394 mesas Pedro Castillo tuvo 40,437 votos más que en la primera vuelta y Keiko Fujimori tuvo 823 votos ¡menos!

El hecho de que Fuerza popular careciera de personeros en muchas zonas de la Sierra facilitó las alteraciones. Y no los tuvieron porque, según el jefe de personeros de Fuerza Popular, la gente no quería participar debido a las amenazas recibidas (matar sus animales, cortarles el agua, castigos físicos). El hecho es que eso posiblemente facilitó los actos ilegales que han sido denunciados: falsificación de firmas, suplantación y un mismo puño gráfico llenando actas de varias mesas en un mismo colegio o en un mismo distrito y hasta provincia. 

Pese a todo ello, Castillo será proclamado. Por eso, debería ser consciente de la fragilidad de su triunfo para buscar consensos y el concurso de todos para gobernar -como bien ha recalcado Carlos Amat y León en entrevista en Perú21-, dejando de lado propuestas maximalistas que llevarían al país a un conflicto político explosivo e insostenible. Lampadia

[1] Este y otros cuadros y pruebas se encuentran en pruebadelfraude.com




“El 28 de julio pediremos al Congreso que agende instalación de la Asamblea Constituyente”

“El 28 de julio pediremos al Congreso que agende instalación de la Asamblea Constituyente”

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El mismo día que Pedro Francke, el eventual encargado del tema económico en Perú Libre se reunía con un grupo de banqueros y les decía todo lo que ellos quieren escuchar, el líder del partido, Pedro Castillo, se reunió con miembros del magisterio para afirmar, entre otras cosas, que su primer anuncio, el 28 de julio, sería para pedir la instalación de una asamblea constituyente.

Ver la presentación de Castillo (abajo a la izquierda) y el detalle sobre el anuncio de la asamblea constituyente (abajo a la derecha).

https://youtu.be/0-uXgisZdS0                                         https://youtu.be/aOI80z14k08​

Castillo planea ir adelante forzando el cambio de Constitución con una asamblea integrada por representantes de las llamadas organizaciones populares, cuya especialidad es redactar constituciones del corte del ‘albismo’ o del ‘socialismo del siglo xxi’.

Esto iría en contra de la opinión de la inmensa mayoría de peruanos. Ver el cuadro de la última encuesta de Datum, que destaca que el 77% de la población se opone a un cambio completo de la Carta Magna, y un 79% de los jóvenes de 18 a 24 años, opina igual.

Como hemos explicado el Lampadia, ver: Cambio de Constitución – Un inmenso daño al Perú, cambiar de Constitución sin salir de la crisis de la pandemia es un sabotaje al país, especialmente a los pobres, que necesitan se active la economía, se genere empleo y mejoren los ingresos.

Ir por la convocatoria a una constituyente muestra, sin lugar a dudas, que la agenda de Perú Libre y Castillo, no es una agenda de gobierno, sino una agenda política para hacerse del poder absoluto.

Ante la eventualidad de un gobierno de Castillo, nos quedan pocos días para prepararnos a resistir semejantes planteamientos. No podemos flaquear, ni dejarnos engañar con discursos paralelos.

Líneas abajo compartimos la nota web de Gestión:

Gestión, 02 de julio de 2021
Glosado por Lampadia

El candidato presidencial de Perú Libre dijo que no es un “mago para resolver todos los problemas del país”, pero que su primer paso será redactar una nueva Constitución.

Foto: Joel Alonzo/@photo.gec

El candidato presidencial de Perú Libre, Pedro Castillo, -quien aún no ha sido proclamado por el Jurado Nacional de Elecciones-, aseguró que le pedirá al nuevo Congreso de la República que agende la instalación de la Asamblea Constituyente, a fin de redactar una nueva Constitución Política.

En una reunión que sostuvo con integrantes del magisterio y que fue transmitido por sus redes sociales, indicó que dicho petitorio lo hará en su primer mensaje a la Nación ante ese poder del Estado el próximo 28 de julio.

“El 28 de julio, iniciando el mensaje a la Nación, vamos a ponerle frente al Congreso el primer pedido del pueblo: que agende inmediatamente la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente para hacer con el pueblo la primera Constitución del pueblo, expresó.

Hay que hacer una Constitución digna. Regresemos a nuestras provincias para que el agricultor, el comerciante, el maestro, entre otros, participen en la convocatoria. La lucha recién comienza. El Perú necesita un cambio estructural”, afirmó.

Durante la campaña electoral, el candidato dijo que respetaría la actual constitución hasta que el pueblo lo decida y en esa línea parece que sería el primer pedido en medio de la pandemia por COVID-19 y la crisis económica del país.

Primer paso, redacción de una nueva Carta Magna

El candidato dijo que no es “un mago” para resolver todos los problemas del país, pero recalcó que un primer paso será la redacción de una nueva Carta Magna.

Preparémonos no solo para estar en este Gobierno sino para sostenerlo y para que más adelante se siga dando la oportunidad al pueblo. El 28 de julio, no me voy a convertir en un mago para resolver todos los problemas que tiene el país porque la actual Constitución me tiene atado”, puntualizó.

Hay que cambiar esta Constitución porque el pueblo no la hizo. Tenemos que tener una Constitución con olor, color y sabor del pueblo. No es necesario de hacer una Constitución con tantos artículos y capítulos. Frente a eso, que todos los sectores tengan la oportunidad y sean escuchados. Les pido ser vigilantes del Gobierno. No lo vamos a fallar ya que tenemos toda una agenda”, anotó.

¿Cambió de discurso?

Cabe recordar que durante la campaña presidencial, específicamente Castillo dijo que sería respetuoso la Constitución de 1993 y sus instituciones hasta que se convoque al referéndum para definir la convocatoria a una Asamblea Constituyente por una nueva Carta Magna.

“Vamos a ser respetuosos de esta Constitución y sus instituciones hasta que el pueblo lo decida”, dijo a inicios de junio un mitin realizado en la plaza Dos de Mayo, en el Centro de Lima.

En la misma, agregó su propuesta de convocar a un referéndum para una nueva Constitución y nacionalizar el gas de Camisea.

Referéndum en paralelo

Al mismo tiempo Pedro Castillo daba su mensaje a los maestros, el congresista electo de Perú Libre, Guillermo Bermejo brindaba declaraciones para anunciar que recolectará firmas para realizar un referéndum por Asamblea Constituyente.

«Esta constitución se olvidó de los derechos de las mayorías y todos los peruanos lo tenemos en claro. (…) Fue refrendada en un fraude electoral, creo que eso también todos los peruanos recuerdan”, añadió.

El mensaje es claro en Perú Libre, en la alienación de Pedro Castillo y Guillermo Bermejo por impulsar, desde el Congreso o vía referéndum el cambio de la Carta Magna.

“Hemos tenido en estos días llamadas maravillosas de decenas de organizaciones populares que se van a sumar, cada uno desde distintos rincones de la patria, a la recolección de las firmas. Hay que explicarlo rápidamente […] el planillón es bastante claro […] dice con claridad ‘Referéndum para que se consulte a la ciudadanía electoral del Perú para reformar de manera total la Constitución Política del país del año 1993 a cargo de una Asamblea Constituyente’”, sostuvo.

En conferencia de prensa Guillermo Bermejo estuvo acompañado de la Mesa de Abogados por la Democracia, un grupo de abogados que apoyan esta medida, que semanas atrás ha sido cuestionada por constitucionalistas.

Para esta tarea el legislador electo señaló que necesitan recolectar aproximadamente dos millones y medio de firmas; sin embargo, se comprometió a la entrega de cinco millones.

El camino para reformar la Constitución

La Constitución del 93 -cabe destacar- ya contempla la forma para su reforma, específicamente en su artículo 206, en el que establece que el Congreso, con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, debe aprobar toda reforma constitucional y esta decisión tiene que ser ratificada mediante referéndum.

Una segunda opción es omitir el referéndum, siempre y cuando el cambio constitucional sea aprobado en dos legislaturas sucesivas con no menos de los dos tercios del número legal de congresistas, es decir, 87 votos. Lampadia




A los pobres les iría mejor con Keiko

A los pobres les iría mejor con Keiko

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Por una trampa del destino, una buena mayoría de nuestros pobres habrían votado por Pedro Castillo, sin reparar que más allá de los sentimientos políticos, estarían optando por un gobierno que los haría más pobres.

La trampa del destino

Con esta figura me refiero a la conjunción de factores que han llevado a buena parte de los peruanos a votar por Perú Libre.

Por un lado, tenemos factores estructurales por los cuales muchos ciudadanos se perciben como segregados y disminuidos. Ya sea por que nunca lograron salir de la pobreza; o por el centralismo limeño, que a pesar de la descentralización, pervive en el imaginario provinciano; o por las narrativas de las izquierdas anti modernas, que durante décadas han macerado resentimientos sociales y políticos.

Por otro lado, tenemos los trances del 2020 y 2021, por los que padecemos múltiples crisis, sanitaria, económica, social y política. Todas propiciadas por el desastroso gobierno de Vizcarra con sus socios de la izquierda, como Zamora del Frente Amplio.

Por el mal manejo de la pandemia, nos hemos consagrado como el país con más fallecidos por millón de habitantes en el mundo y con una de las mayores caídas de la economía.

En medio del proceso electoral, subsiste el desempleo, la caída de los ingresos y la pérdida de confianza en el futuro. Así, en una situación de desesperanza, muchos peruanos han optado por un voto de protesta, de cambio en cualquier dirección y con cualquier oferta. Todo, por supuesto, hábilmente aprovechado, por Castillo y sus socios.

Eligiendo más pobreza  

Antes de la pandemia y todas sus consecuencias, todavía teníamos 20% de pobres. Habíamos logrado reducir la pobreza des un 60% de la población, lamentablemente la última década a un menor ritmo por un ambiente anti inversión que se creó con el gobierno de Humala y que PPK no atinó a enmendar.

Hoy día tenemos 30% de pobres y según Víctor Albuquerque, director de análisis sectorial de Apoyo Consultoría, con un gobierno de Castillo, que auyentaría las inversiones, para el 2016 podríamos tener 1.7 millones más de pobres.

“Las medidas más dañinas de Perú Libre son aquellas que ahuyentan la inversión privada, como las propuestas de expropiar empresas, revisar arbitrariamente los contratos entre el Estado y las empresas que gestionan las inversiones en infraestructura de uso público y las amenazas para restringir importaciones. Esto último sería particularmente grave para los millones de trabajadores que laboran en el sector comercio”, precisó, quien, además, remarca que el hecho de ahuyentar la inversión privada terminará afectando a los más pobres.

Paradójicamente, un gobierno que busca darles un mejor futuro a los más pobres podría generar resultados nefastos para los segmentos socioeconómicos de menores ingresos”, advierte el economista.

Para salir de la pobreza creada durante la pandemia, y para recuperar un buen ritmo de reducción de la pobreza total, necesitamos desatar un boom de inversión. Algo que está perfectamente al alcance del Perú. Máxime ahora, con el precio del cobre y los proyectos que podemos activar.

Pero lamentablemente, con Castillo, en el mejor de los casos, la inversión minera sería muy marginal, la inversión que tiene mayor capacidasd de hacer la diferencia. Castillo ya condenó los proyectos de Conga y Tía María, a que les pongamos una cruz que diga, aquí murió Conga y aquí murió Tía María.

El escenario ecvonómico con Castillo comparado con el de Keiko Fujimori, es uno de restricciones, escasez y empobrecimiento, todo lo contrario de lo que necesitan nuestras familias más necesitadas.

Paradojas de un eventual perverso destino. Lampadia




Dos caminos

Dos caminos

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Las declaraciones de ambos candidatos en sus respectivos desayunos electorales ayer hacen abrigar esperanzas de que se quiere pacificar el país luego de esta agresiva confrontación electoral y buscar un clima que permita la colaboración y la gobernabilidad. Los dos han dicho que respetarán los resultados electorales. Además, Keiko Fujimori ha llamado a Pedro Castillo a que “a partir de mañana ambos trabajemos en ese espacio de paz y unidad que todos los peruanos merecemos”, y Pedro Castillo, por su parte, que “hay que llamar a la tranquilidad”. 

Es lo que se va a necesitar. Cualquiera fuera el resultado final. Hay que aprender a aceptar la derrota, si es que esta se dio en buena lid. Pero no cabe duda que un eventual gobierno de Pedro Castillo podría ser catastrófico para el Perú. Aun en el supuesto más benigno de que se aplicara un plan económico siguiendo las líneas que ha sugerido Pedro Francke -más moderadas que los anuncios anteriores y que las propuestas del Plan de Cerrón-, y que el tema de la nueva Constitución se canalice por vías constitucionales –sin llamar a una asamblea constituyente-, habrá un cierto daño a la capacidad de recuperación económica lo que, sumado al desengaño de los grupos radicales que llevaron a Castillo, probablemente se traduciría en movilizaciones y protestas contra el gobierno, que podrían llevarlo a  recaer en su plan original.

Y ese plan ya sabemos dónde nos conduce. Si quien ganara finalmente fuera Keiko Fujimori, tendría delante de si el desafío de formar un gobierno multipartidario que le asegure una mayoría parlamentaria que, además, esté dispuesta a aprobar las leyes y reformas necesarias para resolver los problemas fundamentales que se hicieron evidentes en la pandemia y que estallaron en el propio proceso electoral –la informalidad y la precariedad de la Salud Pública-, cuya solución ya no se puede soslayar. 

Esos problemas son uno solo en el fondo: la exclusión de la mayor parte de los peruanos del Estado en sus dos dimensiones: la formalidad y servicios públicos de calidad. Exclusión legal y social. Un Estado inclusivo debería ser el gran objetivo nacional en los próximos 5 años. Pero eso supone un nuevo pacto social no para cambiar la Constitución sino para cambiar el Estado, lo que implica afectar el statu quo burocrático y alterar algunos paradigmas que han resultado excluyentes.

Se requerirá claridad y convicción para llevar a cabo esas reformas, lo que no está asegurado. Pero lo que sí es seguro es que, por el contrario, un eventual gobierno de Castillo agravaría la naturaleza excluyente del Estado peruano, pues agrandar el papel interventor, sobre regulador y empresarial del Estado no haría sino agravar la informalidad y la mala calidad de los servicios públicos, profundizando la exclusión legal y social.

La sociedad civil deberá estar preparada y atenta para señalar los peligros y tratar de prevenir males mayores. Lampadia




Homenaje a nuestros viejitos

Homenaje a nuestros viejitos

Con la lámina que vemos a continuación, Lampadia quiere hacer un homenaje a los peruanos de la tercera edad, que han mostrado con su sacrificio personal, que la devoción por la patria nunca termina.

Todos ellos, cada uno con su voto, nos han enseñado que más allá de nuestros problemas y angustias, lo más importante es siempre pensar en el futuro. Recogemos esa visión patriótica en la imagen de un niño peruano, con su linda expresión de sincero optimismo.

¡Viva el Perú!
¡Juntos todo se puede!

Lampadia




La ideología y el poder antes que la población

La ideología y el poder antes que la población

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Muchas veces hemos explicado como nuestras izquierdas proponen ‘ideas muertas’ que hacen más pobres a los pobres. Pero siempre hay algunos que no llegan a compartir esta crítica y que terminan facilitando los designios de las políticas empobrecedoras.

En esta ocasión, en que tenemos a todas las izquierdas unidas detrás de las peores ideas que jamás se han propuesto en un proceso electoral, tenemos un ejemplo increíble sobre la lejanía de nuestras izquierdas de las necesidades más apremiantes de los peruanos, como es el caso de la superación de la pandemia.

Resulta que el partido de Castillo-Cerrón ha anunciado que de llegar al gobierno renegociarían los contratos de las vacunas.

El Perú tiene hoy en camino más de 60 millones de vacunas de muy buena calidad. Lo mejor que ha hecho el gobierno de Sagasti, con el apoyo de su Canciller Alan Wagner, ha sido reaccionar después del desastre dejado por el criminal gobierno de Vizcarra y conseguir suficientes vacunas para cubrir a toda la población.

Sin vacunas no podremos reactivar la economía y recuperarnos del bache de mayor pobreza. Pues las izquierdas anti pobres, no tienen mejor idea que plantear interrupciones en el proceso de vacunación, tratando de hacer nuevos convenios con Rusia, Cuba y Argentina, para sustituir las mejores vacunas del mundo, que son las que tenemos disponibles.

La vacuna rusa todavía no tiene los sellos de calidad indispensables para ser considerada en serio, de la cubana no se sabe nada, y Argentina está tratando de ensamblar las chinas, que tampoco son de buena calidad.

¿Por qué lo hacen?

Por ideología.

Para ellos la ideología está antes del bienestar de la población. No pueden usar las vacunas de los capitalistas, prefieren sacrificar a la población, que reconocer la superioridad del capitalismo, que ha producido un avance tecnológico extraordinario para la salud del planeta.

Esta gente no puede gobernar. Deben ser reeducados o reemplazados por nuevos izquierdistas, más jóvenes y modernos, que puedan ayudar al país a entender nuestras prioridades y a sembrar las ideas de la prosperidad, que no tiene ideología.

Queremos otros izquierdistas. Mientras tanto, evitemos que los que tenemos lleguen al poder a jugar con la salud de los peruanos. Lampadia




La reconciliación del fujimorismo con los defensores de la democracia

Líneas abajo presentamos el mensaje de Mario Vargas Llosa a los peruanos sobre la importancia de las elecciones del próximo domingo.

Luego, presentamos el video de Keiko Fujimori en la ceremonia de Arequipa, en la que presentó un juramento que tiene 2 mensajes fundamentales:

  • Su compromiso absoluto con el respeto a todas las instituciones republicanas.
  • Su compromiso de hacer un gobierno abierto, de todos y para todos los peruanos.