1

Inversión y economía a capazos

Los últimos días y meses han mostrado un gobierno peruano ensimismado en la puesta en marcha de su reforma política, presionando y confrontando constantemente al Congreso y solicitándole cuestión de confianza para llevar a buen término los 6 proyectos de ley planteados que involucran un cambio a la Constitución vigente.

Sin embargo, su misma obsesión por el tema institucional no solo ha generado ruido político – ante la posibilidad latente de un eventual cierre del Congreso – sino que además lo ha desenfocado por completo de los ejes económico y social, fundamentales para una buena gobernanza y para seguir propiciando desarrollo a nuestros pobres (ver en Lampadia: Confrontación sin Gobernanza).

Centrándonos en el eje económico, hay una total incertidumbre respecto a los lineamientos de política a emprender por el gobierno de Vizcarra para lidiar con una desaceleración económica que ya data del 2014 (ver en Lampadia: Aterrizaje en la mediocridad, El 2014 terminó nuestro círculo virtuoso – ahora necesitamos acumen y una agenda de desarrollo efectiva) y que se ha agravado en los últimos meses con el conflicto comercial EEUU-China (ver en Lampadia: Cuidado con el desplome de las exportaciones).

Peor aún, recientes declaraciones del Ministro de Justicia, Vicente Zeballos, han dejado entrever la intención del gobierno de retornar al Estado empresario en industrias estratégicas como la minería y la de aerolíneas, lo cual resulta sumamente peligroso para nuestra economía, a la luz de la experiencia histórica del gobierno velasquista en los años 70, que, planteando políticas similares hasta finales de los años 80, nos llevó al colapso de las cuentas fiscales.

Por otra parte, si nos enfocamos en la coyuntura, las recientes cifras de crecimiento de la inversión, tanto pública como privada, publicadas por el BCRP, no muestran signos de reactivación; por el contrario, el crecimiento se torna cada vez más endeble e incluso negativo. Veamos.

Fuente: BCRP

Como se muestra en la siguiente tabla, en el caso de la inversión privada, el crecimiento del primer trimestre ha pasado de 5.3% el 2018 a 2.9% este año; y en el caso de la inversión pública, este crecimiento ha pasado de 6.8% a -10.9%.

Fuente: BCRP

Este alicaído comportamiento de la inversión ha provocado una caída en la tasa de crecimiento del primer trimestre del PBI de 3.2% el 2018 a 2.3% el 2019, que, de mantenerse por el resto del año, estaría muy lejos del potencial requerido para absorber la mano de obra entrante y para reducir sostenidamente la pobreza (ver Lampadia: Crecimiento, pobreza y desigualdad). De hecho, como informó recientemente El Comercio, el crecimiento de abril (ver el siguiente gráfico), situado en 1.7%, reconfirmaría este hecho al generar un crecimiento anualizado del 3.3%, muy por debajo del potencial de la economía peruana (3.7%) así como del proyectado por el MEF (4.2%).

Fuente: INEI

Por otra parte, la inversión directa extranjera, importante generadora de empleo y principal fuente de acumulación de reservas internacionales (ver Lampadia: El Perú se aleja de los circuitos internacionales de inversión), tampoco presenta signos de reactivación al 2018 en gran parte por el poco empuje y animadversión que sigue habiendo hacia el sector minero. Y pese a que aún no se cuentan con datos al cierre del 2019, los últimos meses, caracterizados por el conflicto social del proyecto cuprífero Las Bambas, augurarían una notable reducción de la inversión minera extranjera también para este año.

Fuente: BCRP

Dado los niveles actuales en los que se encuentra el conflicto Ejecutivo-Congreso, es difícil proyectar cual sería el comportamiento futuro de la inversión privada en el corto plazo. El presidente del BCRP, Julio Velarde, hizo las siguientes declaraciones en un reciente evento regional de Cajamarca ante la posibilidad de una disolución del Congreso: “Durante cuatro meses se gobernaría por decreto. La incertidumbre se disiparía cuando se hayan elegido a los congresistas y ver quiénes serían. Habrá cuatro meses de incertidumbre que puede afectar a la inversión privada”

En ese sentido, consideramos que tal incertidumbre podría ser superada si el gobierno se propusiera poner en marcha los proyectos mineros de envergadura como Tía María, Las Bambas, Galeno, por destacar los más importantes, cuyo enorme potencial podrían reactivar la inversión privada. La puesta en marcha de dichos megaproyectos le daría señales claras al sector privado tanto nacional como internacional de que en nuestro país sí se respetan los contratos, lo cual eventualmente aumentaría la confianza empresarial, tan venida a menos en los últimos años. Además, el impulso de la minería, la cual esta encadenada a por lo menos 6 sectores indirectos (ver Lampadia: El sorprendente valor agregado de la minería), apuntalaría el crecimiento del empleo desde las regiones, que es donde más desarrollo requieren nuestros pobres.

Es hora que el Ejecutivo deje de confrontar y se ponga a gobernar por el bien del país. Los peruanos se lo exigimos. Lampadia




2011 – 2021: Década Perdida

Líneas abajo reproducimos el excelente artículo de Jorge Baca Campodónico sobre el impacto de los errores de gestión de los gobiernos de Humala, Kuczynski y Vizcarra, que entre el 2011, donde se dio el ‘Punto de Inflexión’ del proceso virtuoso de crecimiento, y el 2021, malograron la posibilidad de crecer y reducir la pobreza, entre otros beneficios sociales y económicos.

El análisis de Baca Campodónico muestra que el menor crecimiento de la década de 3.7% versus 6.8% que deberíamos haber logrado, se explica por la menor inversión en los proyectos mineros que los tres gobiernos desperdiciaron. Esa inmensa diferencia es lo que la minería conlleva como impacto potencial en la vida de los peruanos.

Como hemos explicado muchas veces, (por ejemplo en: ‘Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años’), el Perú está desaprovechando sus riquezas y postergando la posibilidad de mejorar el bienestar general. Esto se hace crítico habida cuenta de las brechas económicas y sociales que no hemos logrado superar, en temas cruciales como educación, salud, infraestructuras y tecnología. Las que nos lastran de cara a la ‘cuarta revolución industrial’, que podría terminar por condenar a nuestros pobres a mantenerse eternamente en los arrabales de la globalización.

Próximamente, completaremos este análisis con una nueva mirada al mandato estratégico de gobierno para los siguientes 20 años.

De Expreso
Jorge Baca Campodónico
12 de Mayo del 2019

Lo que le ha costado al Perú los errores de Humala y PPK-Vizcarra

Las caídas de las exportaciones (11.8%) y de las importaciones (7.3%) en el mes de marzo confirman la desaceleración de la economía y ratifican nuestro pronóstico de que el PBI no crecerá mas de 3.6% este año y no mas de 4% en los años 2020 y 2021. Con estos resultados cerraremos una década de pobre desempeño económico que nos quita la ilusión de llegar al bicentenario de la independencia habiendo superado la trampa del ingreso medio.

Lamentablemente el pobre desempeño de esta década se lo debemos a decisiones erradas tomadas por el gobierno de Humala que las administraciones de PPK-Vizcarra no solo no han sabido revertir, sino que las han acentuado.

  • Desde el día en que Humala tomó el poder juramentando por la constitución socialista de 1979, las autoridades han venido tomando medidas populistas que socaban el modelo económico consagrado en la constitución de 1993.
  • Se han priorizado proyectos de inversión de dudosa rentabilidad económica como la Refinería de Talara, los Panamericanos y Gaseoducto del Sur.
  • Al mismo tiempo que se han puesto trabas a la ejecución de proyectos mineros como Conga, Tía María, La Granja, El Galeno, y muchos otros.

Las autoridades de las diferentes administraciones de esta década han esgrimido diferentes justificaciones para explicar el pobre desempeño de la economía como la crisis mundial, el fenómeno del Niño Costero, la corrupción, la obstaculización del Congreso, etc. Muy pocas autoridades reconocen los errores cometidos. Por el contrario, se insiste en medidas populistas como el incremento del salario mínimo, de las pensiones, de los programas no contributivos de salud y pensiones, de los programas de sociales de transferencia monetaria, en incremento de la burocracia no productiva. Como en la época de la bonanza del guano, las autoridades están mas interesadas en el gasto no productivo que en cómo hacer crecer la economía.

¿Cuánto nos está costando los errores de política económica de los gobiernos de Humala y PPK-Vizcarra? Para responder esta pregunta hemos utilizado nuestro modelo PREDICE para simular que hubiera pasado con la evolución del PBI si se hubieran concretado en forma progresiva la inversión minera postergada por las decisiones erradas del gobierno. Para fines comparativos hemos utilizado la evolución del PBI chileno para el periodo 1997 – 2021. En el caso chileno, las proyecciones para el periodo 2019 – 2021 son las proyecciones del FMI.

En el Gráfico 1 se presentan las evoluciones del PBI real chileno y peruano en miles de millones de dólares de 2018 para el periodo 1997 – 2021 juntamente con el escenario alternativo correspondiente a la evolución del PBI peruano si se hubiesen puesto en ejecución los proyectos mineros que se han paralizado o se vienen aplazando por diferentes trabas burocráticas o conflictos sociales.

La conclusión que se llega del ejercicio de simulación es que el aumento de inversión asociado a la puesta en marcha de los proyectos de inversión mineros adicionales hubiese generado un PBI que superaría ligeramente al PBI de Chile en el 2021. Es decir, que hubiésemos llegado al Bicentenario con un PBI ligeramente superior al PBI de Chile.

Este PBI implica un crecimiento promedio anual para el período 2011 – 2021 de 6.8%, que contrasta con el magro crecimiento promedio de 3.7% que obtendremos con las políticas que venimos implementando. En el 2021, hubiésemos llegado a tener una economía de US$ 330 mil millones en lugar de los US$ 250 mil millones que tendremos con la política actual.

La inversión minera adicional también hubiese significado un crecimiento de nuestras exportaciones muy por encima del observado en los últimos años. En el Gráfico 2 se presentan las evoluciones de las exportaciones chilenas y peruanas en millones de dólares americanos juntamente con el escenario alternativo que describe la evolución de las exportaciones peruanas si se hubiesen concretado los proyectos mineros paralizados o postergados por las trabas burocráticas o conflictos sociales. En el escenario “Perú sin década perdida”, nuestras exportaciones hubiesen crecido al ritmo de la evolución de los precios de los minerales para ubicarse en el 2021 a la par con el valor de las exportaciones de Chile.

La puesta en marcha de los proyectos de inversión mineros hubiera significado un aumento de la inversión bruta fija total a lo largo de la década. Este aumento de la inversión es la que explica el mayor aumento del PBI a lo largo de la década y el aumento de las exportaciones. En el Gráfico 3 se presenta la evolución de la inversión bruta fija medida como porcentaje del PBI para Chile y Perú para el período 1997 – 2021.

Observamos que la puesta en marcha de los proyectos mineros paralizados o postergados representa en promedio 1.5 puntos porcentuales del PBI por encima de lo sucedido a lo largo de la década 2011 – 2021. Los 1.5 puntos porcentuales adicionales son equivalentes en promedio a 3,000 millones de dólares americanos adicionales de inversión por año. Esta cantidad es equivalente a la inversión de dos Tía María o a la mitad de Conga o La Granja.

Si no hubiésemos tenido la década perdida, para el 2021 no solo hubiésemos superado el PBI de Chile, pero podríamos haber eliminado la pobreza extrema y reducido la pobreza monetaria a un dígito y podríamos haber recibido el Bicentenario en un clima de optimismo que significa romper la trampa del ingreso medio. Lampadia




Humala respalda Tía María pero no es contundente

Humala respalda Tía María pero no es contundente

“Humala dijo que respalda Tía María, pero no es contundente”

El presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Carlos Gálvez, cuestiona el accionar del gobierno ante las protestas contra la actividad minera en Arequipa, Cajamarca y otras regiones. “Vemos una incapacidad absoluta para manejar el país”, asegura.

Entrevista a Carlos Gálvez Pinillos

Por Mariella Balbi

(El Comercio, 26 de Abril de 2015)

 

¿Lo que está ocurriendo con el proyecto Tía María, en Arequipa, guarda similitud con el caso de Conga, en Cajamarca?

El modus operandi es exactamente el mismo. Los actores de Conga están en Arequipa. Son los mismos personajes que lideran este tema con una portátil que se desplaza. Siempre se recurre al argumento medioambiental, pero en ese tema hay que remitirse a las evaluaciones científicas y tecnológicas. Cualquier imprecisión técnico-ambiental tiene solución, estamos en el siglo XXI. Para eso es el diálogo, para aclarar.

 

Igual ocurrió con Conga, se cuestionó el estudio de impacto ambiental (EIA).

Sí. Además se manejan mitos en base a la experiencia minera de hace 50 años. Cuestionan el EIA, se enfrentan al gobierno, piden la salida de la empresa minera y se niegan a dialogar.

¿Cuánto se invirtió en Conga?

US$1.500 millones que están parados para ver si algún día se retoma el proceso.

¿Este gobierno ha actuado de la misma manera que con Conga?

Se repite la ausencia del Estado. En esos lugares no hay agua, desagüe, educación, posta médica decente ni seguridad ni justicia. La población no tiene nada que ganar o perder con la actividad minera. Lo único que les ha dado el sustento es su chacra. Vienen a decirles: “Si permites la minería, tu chacra desaparecerá, será un suelo lunar. Mira lo ocurrido en tal y tal sitio, los relaves, los humos, la lluvia ácida, etc.”. Habría que ser loco para dejar que se destruya su medio de vida. La presencia del Estado no se logra con mesas de desarrollo de último minuto. La pradera ya está incendiada. Las relaciones tienen que ser entre comunidad, Estado y empresas. No puede ser solo entre empresa y comunidad. El Estado debe ser garante de esta relación y dar lo básico a la población.

¿El gobierno debió anticiparlo?

Nunca antes en nuestra historia tuvimos más recursos económicos. Este gobierno no supo utilizarlos. Si se quería seguir creciendo y se conocía la historia de los conflictos y los lugares de inversión, se debió trabajar en avanzada. El gobierno actuó tarde en Tía María. El proyecto comenzó en el 2003 y desde ahí se conversa con la población. Esta ha tenido actitud positiva, dialogante, sin problemas. El EIA presentado en el 2011 se cuestionó por el tema del agua.

Hubo muertos…

Y es lamentable. Pero las discusiones llevaron a la desalinización del agua y se absolvieron más de cien observaciones hechas por Unops, de la ONU.

¿El EIA de Tía María es impoluto?

¿Qué es impoluto? Se levantaron las observaciones hechas por la población. ¿Qué más? Los argumentos de la contaminación del agua, la lluvia ácida, el polvo son tan elementales que se caen solos. Por eso no quieren explicaciones. Si es un tema ambiental, el ministro del Ambiente debió dar la cara desde el primer día y estar ahí. ¿Dónde está? Lo mismo pasó en Pichanaki. ¿Dónde estuvo?

¿Critica al Ministerio del Ambiente?

Desde el Ministerio del Ambiente se comenzaron a poner en tela de juicio todas las evaluaciones de impacto. Ambiente es el que generó la idea de que Energía y Minas no puede ser juez y parte. Los EIA no están en un escritorio. Se explican, se hacen talleres, audiencias públicas. Eso ocurrió y no hubo conflicto. El diálogo ha existido y funcionó. Cuando las cosas comenzaron a evolucionar aparecieron agentes extraños. Tenemos congresistas que respaldan a una turba que no es de Cocachacra. Pero si eres del lugar y no te sumas, te atacan. Los ambientalistas han perdido el respeto al gobierno. No le reconocen autoridad, cuestionan los EIA porque sí. Impiden el desarrollo del proyecto pese a las autorizaciones. ¿Para qué tenemos democracia, para qué tenemos un gobierno?

Los opositores piden el retiro de Southern. ¿Se puede imponer un diálogo?

No se impone. Pero es difícil dialogar porque la confianza se perdió. Nadie confía en nadie, ni en el Estado, ni en la compañía. Y quienes protestan exacerban la reputación de Southern por su actuación en el pasado. En épocas donde la ecología no existía, no había manejo ambiental en el mundo. Este llega al Perú en los 90. Se recurre a la fuerza porque es el único recurso que le queda al gobierno, pero así no marchan las cosas. Utilizar balas no es lo adecuado. Este es un tema político, debe tratarse así. ¿Dónde están los partidos políticos? No se pronuncian. Ninguno dice nada. No se resuelve un problema político con discusiones ambientales.

Ante la persona que murió en las protestas de Islay, el congresista Juan Carlos Eguren (PPC) dijo que no le darían el voto de confianza al nuevo Gabinete.

¿Qué tiene que ver Chana con Juana? Nadie quiere muertos. El gobierno no actuó desde el inicio, dejó enrarecer las cosas. Que se ponga en evidencia quiénes lideran la violencia. La actitud de los manifestantes, que no son pocos, no es pacífica. No pidamos que la policía los agarre a pañuelazos.

Hay videos en los que la policía agrede a manifestantes ya detenidos…

La policía no debe extralimitarse. El ministro del Interior tiene la responsabilidad política, la policía desobedece sus órdenes. La protesta es violenta. Los alcaldes ‘antis’ han convocado a los ‘antis’ de otras latitudes.

¿Cómo saberlo?

El proyecto no se puede imponer, pero debemos desbrozar a la población local. ¿Todos los que protestan son de Cocachacra, del Valle de Tambo? Se puede verificar con el DNI. Esos son los convocados a dialogar. [El portal]Lampadia publica un audio con las consignas de los manifestantes en Cocachacra el 15 de abril. Gritan al estilo de los soldados: “Quiero bañarme en una piscina llena de sangre. Sangre de ‘tombo’. Esa sangre beberemos en vasitos descartables. Sus mujeres violaremos y a sus hijos comeremos”.

Se especula que son etnocaceristas.

Sí, habría que verificarlo. Es un mensaje de terror, para atemorizar a la población. El primer ministro dijo que ONG europeas financian a locales para fines caritativos. Pero se dedican a financiar esto. Alimentar, transportar, alojar a esa multitud cuesta. No es gratis. Solo una ONG europea dio un millón de euros a Tierra y Dignidad de Marco Arana.

Tierra y Dignidad está detrás de las protestas de Arequipa.

Son los mismos personajes que en Conga: aparece el señor Arana, el congresista Rimarachín. Para Conga, el presidente afirmó que era un asunto entre privados. Ahora dijo que respalda Tía María, pero no es contundente. Si el tema fuera ambiental, desde el primer día el presidente y el ministro del Ambiente debieron aclararlo y no permitir que se generen dudas. El ministro debió publicitar que las observaciones fueron levantadas y ser más enfático.

¿No hay liderazgo o no interesa la inversión minera?

Las dos cosas. Falta convicción en el sector y liderazgo.

¿Tía María no va?

El próximo gobierno probablemente será capaz de acompañar el proceso, después de que el Estado haga su tarea en la zona. Es una lástima que sigamos postergando cosas. Ahora es cada vez más estrecho el espacio de diálogo. El único punto de los ‘antis’ es que se vaya Tía María. El jefe de diálogo de la PCM es un antiminero, el anterior tampoco hizo su trabajo. Vemos una incapacidad absoluta para manejar el país.

¿Qué debería decir el primer ministro en el Congreso?

Debería plantear formas de garantizar los proyectos mineros. Por lo menos que no se toquen los que están en construcción: Constanza, Las Bambas. Ojalá no entre la violencia ahí, pero hay que estar preparados. Debo creer que Cateriano tiene inteligencia que está funcionando, equipos de trabajo que monitorean esto. De lo contrario se confirmaría que no están preparados para gobernar.

¿La gobernadora regional de Arequipa, Yamila Osorio, puede impulsar el diálogo?

Ella tiene la responsabilidad de impulsar el diálogo, convocar a los sectores políticos, hacer que los proyectos progresen. Ella es gobierno, puede convocar a los actores políticos de Arequipa y a los nacionales.

¿Cuál será el impacto en la economía si Tía María no va?

No invertir US$1.400 millones significa que, por lo menos, no generaremos producción por más de 1.000 millones al año.

El ministro de Economía dijo que no tendría impacto en el PBI del 2015.

Ha hecho un cálculo conservador. La etapa de construcción, de inversión, es la que más trabajo genera el sector minero. Los tres últimos años el sector minero ha sostenido el crecimiento del país con una inversión de capital equivalente al 26% del PBI. No hacer Tía María afecta la confianza y la inversión. Los inversionistas del exterior han abandonado los bonos peruanos. La tenencia de extranjeros pasó de 58% a 30%. Esa es la repercusión directa que tiene un Tía María y un Conga. También reduce la confianza empresarial.

“Al gobierno le faltó garra con Conga”

¿Cómo toman los empresarios el reclamo del presidente Ollanta Humala para que tengan más garra, se pongan la camiseta del Perú y sigan invirtiendo?

Dos concesiones de carreteras no se han ejecutado en dos años porque el Estado no expropió los terrenos. Al Estado le falta garra…

Dijo que los empresarios eran como la selección peruana, que creen que el partido termina en el primer tiempo. Se desalientan rápidamente.

La primera condición de un líder es no culpar a un extraño de sus propias responsabilidades. El líder da la cara y asume. La metáfora del presidente no dice mucho de un líder.

Por la falta de garra del gobierno con Conga, no estamos desarrollando Galeno, Michiquillay y La Granja, ni la refinería de cobre en el norte, ni el ferrocarril. Son US$20 mil millones parados no por los empresarios. Seguimos dándole vuelta al complejo metalúrgico de La Oroya.

Para el presidente, los pequeños empresarios tienen más garra ante la adversidad y sí invierten.

No vale la pena contestar eso. De ser así la economía hubiera crecido.

¿Cómo explica el crecimiento del 2,3% del PBI en el 2014?

Probablemente será el mismo el 2015. No es un problema de baja de los precios de los minerales. El precio del cobre actual no es malo, tampoco el del oro, y son inversiones a 20 años. Pongamos las condiciones políticas adecuadas e invertimos US$20 mil millones en Cajamarca. Invito al presidente para que vayamos a inaugurar la construcción de los proyectos, que se ponga la camiseta, que saque la garra y que se ponga a trabajar con nosotros codo a codo. La desaceleración de la economía se debe a que se dejó el piloto automático. No se hizo el trabajo, el resto son cuentos.

¿La inversión minera ha caído?

Sí y dramáticamente. Estuvimos invirtiendo entre 9 mil y 10 mil millones de dólares por año hasta el 2013. Este año será de 8.000 millones. El 2016 con Tía María podía estar en 5 mil millones, sino será 4 mil. El gobierno deja una bomba de tiempo.