1

Política psicopática

Por: Maite Vizcarra
El Comercio, 13 de Octubre del 2022

¿Qué pasa cuando la insania se traslada al mundo de la política?

Dos y cuarto de la tarde, una habitación de hospital de cuidados intensivos, una anciana moribunda y su esposo anciano, la médico encargada explicándole a un policía la condición gravísima de la anciana en medio de los reclamos desaforados de un hombre de alrededor de 50 años que, sostenido en una denuncia infundada ante los guardas del orden, le reclama a su madre moribunda ser indemnizado por haber “permanecido” con sus padres ancianos toda la vida. Además, exige que se cumpla su supuesto derecho a ser el único en estar con ella a la hora de su muerte, entre otras cuestiones sin sentido.

La imagen se torna más dramática si precisamos que la anciana moribunda está inconsciente y no puede escuchar ni los gritos desaforados de su hijo, ni entender nada de los reclamos sobre derechos estrafalarios.

Un padre que aspira a ser autoridad edil despotrica en contra de su hijo veinteañero, tildándolo de alharaquiento porque este lo denuncia por violencia psicológica, lo que, a ojos del político aspirante, es solo un problema familiar insignificante.

Ambas escenas bien podrían ser parte de alguna de esas series de Netflix en donde últimamente se ensalzan a psicópatas o antisociales. Pero, lamentablemente, son reales.

Y es que, en el Perú, los problemas de salud mental luego de la pandemia se han consolidado; mostrándonos una sociedad insana en la que hablar sobre estos temas, además, puede generar un estigma. Basta con recordar aquella vez en la que Keiko Fujimori afirmó que quienes sufren de depresión son unos “perdedores”, mostrando su clara ignorancia respecto de ese padecimiento.

¿Qué es una sociedad sana? Antes he indicado aquí que algunas de las señas que buscamos las dan sociedades de mayor bienestar –las nórdicas, por ejemplo– en las que se establecen escalas de protección en base a la vulnerabilidad, de modo que los recursos y los esfuerzos del resto de miembros de la comunidad se orienten a actuar en base a esa escala. Así, por ejemplo, en Noruega esa prioridad tiene en su cima a los niños, seguidos de los ancianos, para proseguir con las mujeres, los animales y, al final, los varones.

Pero ¿qué pasa cuando la insania se traslada al mundo de la política? Si lo viéramos desde la psicología, podría decirse que los políticos tienen una personalidad ligada a la psicopatía. Al respecto, hay un libro interesante (“La sabiduría de los psicópatas”) que explica cómo al psicópata lo mueve el poder y solo trabaja para sí mismo, dado que también es un narcisista.

El libro en mención explica que la psicopatía no es una enfermedad, sino un trastorno que forma parte de la estructura psíquica. El psicópata no siente culpa, ni empatía, ni miedo, ni angustia. Carece de emociones y posee un alto grado de tolerancia a la anomia. Se trata de un egoísta acérrimo que obedece siempre sus propias reglas. Un verdadero cínico.

Ahora bien, ¿qué hace que gran parte de los peruanos escojamos a personas con rasgos psicopáticos para cargos públicos?

Pienso que se está produciendo una negación de la realidad que lleva a tolerar lo intolerable, y al autoengaño. Sabemos una cosa y creemos otra. La desmentida y la naturalización son nuestra marca. Elegimos ser ciegos y sordos como un mecanismo de defensa para tapar los impiadosos huecos que se abren en el pensamiento y evitar caer en el fondo oscuro del desencanto. Y así, seguimos tomados por el pensamiento mágico, que nos atrapa en el engaño una y mil veces.

Ahora que gracias a la popularidad de la plataforma Netflix ha vuelto a conmovernos la historia de otro de esos tristemente populares enajenados mentales –Jeff Dahmer–, quizá sea tiempo de empezar a revisar por qué somos tan tolerantes a la psicopatía. Quizá el verdadero cambio de nuestra insana sociedad pase por reconocer que es crítico meterle más esfuerzo al mejoramiento de nuestra salud mental, en tanto variable de progreso social.




China se hace un sitio en la fijación del precio del oro

El mayor consumidor de oro del mundo, China, puso en marcha el nuevo precio de referencia del oro denominado en yuanes, dando un ambicioso paso para ejercer un mayor control sobre el precio del metal y aumentar su influencia en el mercado mundial. De esta manera China pretende arrebatar a Londres el papel determinante en la fijación del precio del oro, impulsando a la vez la presencia de su moneda, que pretenden llegue al estatus de divisa internacional. 

Históricamente, el precio de referencia del oro de Londres se fija a través de dos llamadas telefónicas (una por la mañana y otra por la tarde), en las que los bancos operadores en el mercado se ponen de acuerdo en el precio. El mercado ha operado bajo este sistema (llamado el “London Gold Fixing”) desde 1919 y, tras las reformas del 2014 (y el escándalo del Libor), cuenta con 12 participantes que incluye a tres bancos chinos: Industrial and Commercial Bank of China-ICBC, Bank of China y China Construction Bank.

El problema de este sistema radica, como ha mencionado el Financial Times (FT), en que el nivel de supervisión es mínimo. Se efectúa mediante un proceso privado y controlado laxamente por el Banco de Inglaterra y otros reguladores. La falta de transparencia en el proceso de Fijación del Precio del Oro puede permitir su manipulación. Ver en Lampadia: ¿Sabe cómo se fijan los precios del oro y la plata?

En el caso de la plata, según fuentes del FT, su esquema de fijación del precio ya se ha reemplazado por un nuevo sistema digital manejado conjuntamente por el Chicago Mercantile Exchange (CME) y Thomson Reuters, junto con el London Bullion Market Association (LBMA) encargado de acreditar a los participantes. Este nuevo sistema se denomina el LBMA Silver Price. Ver en Lampadia: Y ahora quién decide el precio de la plata.

Sin embargo, desde el pasado 19 de abril, China ha adoptado un mecanismo de subastas parecido, aunque son 18 las entidades que participan en las pujas. De ellas, solo dos no son del gigante asiático: ANZ y Standard Bank. Ambas instituciones tienen licencias de importación de oro en China.

Si bien el lanzamiento chino del índice de referencia ha causado algunos comentarios de que podría competir con el de Londres, el Shanghai Gold Exchange señala que la relación entre las dos zonas horarias no sería competitiva debido a las diferencias entre las unidades de cotización, los activos subyacentes, los puntos de entrega y las zonas horarias.

Es importante remarcar que este movimiento estratégico de fijar un nuevo precio de oro es parte de la internacionalización del yuan. La meta de China es aumentar su influencia en los commodities y los mercados mundiales de divisas al tratar de volver al yuan un competidor viable con el dólar americano. Esta medida también podría aumentar el poder de China en el mercado mundial de oro.

Además, después de 3 años de fuertes caídas, el mercado de los metales está mejorando. Hoy (viernes 29 de abril), el oro ha alcanzado su punto más alto en las últimas siete semanas. Sus futuros aumentaron 1.40% a US$ 1,283 la onza, el precio más alto desde el pasado mes de marzo. Este ha subido debido a que la debilidad del dólar y la decisión del Banco de Japón de mantener su política aumentaron la demanda del metal. Este rally también se ha dado en otros metales preciosos, por ejemplo, la plata ganó 2% a US$ 17.56 la onza y está en camino a su mayor alza mensual desde agosto de 2013.

Fuente: Market Data – Financial Times

Como afirma la revista GoldMoney, actualmente China ya ha superado a la India como el mayor productor, importador y consumidor de oro del mundo, pero se encuentra frustrada por tener que depender de un precio en dólares en las transacciones internacionales y cree que su peso en el mercado debería permitirle establecer el precio del oro.

Según Pan Gongsheng, vicegobernador del Banco Popular de China, “el referencial de oro de Shanghai ayudará a mejorar el mecanismo de precios en yuanes y promoverá la internacionalización del mercado del oro chino”.

El nuevo precio de referencia del oro en yuanes por gramo se calculará dos veces al día y estará basado en un contrato de 1 kilogramo de oro con una pureza mínima del 99% que se negociará con los 18 miembros en el Shanghai Gold Exchange, que actuará como contrapartida central de todas las operaciones.

El nuevo punto de referencia puede no ser una amenaza inmediata a Londres, pero los jugadores de la industria afirman que en unos años China podría establecer en forma determinante el precio del metal, especialmente si el yuan se vuelve totalmente convertible.

A pesar de que pueda haber sido necesaria una reforma para incluir a los mercados asiáticos, esta medida por parte de China podría seguir impulsando el eje de la economía global hacia el Asia, lo cual podría dividir y polarizar el mercado, en vez de que el mundo pueda converger hacia una filosofía ‘ganar-ganar’. Lampadia