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Los problemas del sistema de reparto

Jaime de Althaus
Más y Mejores Pensiones
Lampadia

La situación creada en Francia por los paros contra la reforma pensionaria propuesta por el presidente Macron, que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años, muestra claramente las limitaciones y debilidades del sistema de reparto, que ni siquiera en un país rico es fiscalmente sostenible.

Macron propone esa reforma por la sencilla razón de que, con una población que envejece y que es cada vez más longeva, una proporción cada vez menor de los trabajadores activos debe solventar las pensiones de una proporción cada vez mayor de adultos jubilados. Y eso no es viable. El resultado es que las pensiones tienen que ser financiadas por proporciones crecientes del presupuesto público, lo que también tiene un límite.

El sistema de reparto consiste en que los empleados aportan todos los meses un porcentaje de su sueldo a un fondo común administrado por el Estado. Sus aportes se diluyen en ese fondo común. Lo que ocurre es que las pensiones de los jubilados se pagan con lo que aportan los trabajadores activos. Pero llega un momento en que eso no alcanza, porque los jubilados son cada vez más y viven más años, y entonces debe pagárseles con dinero del tesoro público, obtenido por tributación general. Cada vez se destina más a los pensionistas y menos a otras necesidades y funciones que debe atender el Estado. Llega un momento en que las pensiones ya no son financiables ni por el Estado.

Por eso la mayor parte de países de Europa se han visto obligados a subir la edad de jubilación a 65 o 67 años. Y aquí viene el segundo problema del sistema de reparto: la resistencia política. El caso más notorio es precisamente Francia, con paros multitudinarios contra una subida solo a 64 años. Todos quieren jubilarse lo más tempranamente posible.

En cambio, un sistema de cuentas de capitalización individuales no tiene ni el problema financiero fiscal ni el político.

No genera contingencia fiscal alguna porque es un sistema privado en el que los ciudadanos aportan a sus cuentas individuales en fondos privados que invierten en valores y acciones que generan rentabilidad. Si una persona aporta 100, al cabo de 30 años esos 100 se convierten en 600 con la rentabilidad histórica de 6% que hemos tenido en el Perú.

Las pensiones que recibe el jubilado no vienen de los aportes de los que están trabajando, sino del dinero que él mismo aportó y ahorró, multiplicado por 6 en este caso. No hay peligro alguno para el fisco, ni dinero del presupuesto para pagar pensiones.

Por eso mismo, tampoco existe el problema político de tener que subir la edad de jubilación, porque las pensiones no dependen del fisco. Y hay otras ventajas: los fondos privados de pensiones generan un ahorro nacional que se invierte en proyectos públicos y privados financiando el desarrollo nacional. Ahorro nacional que el Perú nunca había tenido.

Lo que tenemos que hacer en nuestro país es una reforma que permita que todos los ciudadanos a partir de los 18 años puedan abrir una cuenta de capitalización propia en un fondo que le asegure rentabilidad, para tener tranquilidad en su vejez. Esa es la reforma que vamos a proponer. Lampadia




El asesinato de Samuel Paty

El asesinato de Samuel Paty

Tras el terrible asesinato de Samuel Paty – un profesor de una escuela secundaria francesa que expuso a sus alumnos unas caricaturas de Mahoma que fue decapitado días después – el pasado 19 de octubre, el fantasma del terrorismo islámico y su búsqueda de censura a la libertad de expresión vuelve a asolar las portadas de occidente, 5 años después del sangriento asalto a las oficinas de la revista satírica francesa “Charlie Hebdo” (ver Lampadia: Un ataque asesino contra la libertad de expresión).

Un reciente artículo publicado por The Economist que compartimos líneas abajo incide en el trasfondo cultural y religioso que precedió al cruento suceso. Como se comenta, si bien existen indicios de discriminación hacia la comunidad musulmana en el país francés, ello de ninguna manera puede exculpar un asesinato como este, el cual además sirve de recuento para otros cientos de casos registrados en los últimos años.

Pero lo realmente grave sigue siendo la persistente búsqueda de estos fundamentalistas para sembrar miedo con violencia de lo que en buena cuenta sostiene el modelo de democracia que defendemos en Lampadia: la libertad de poder expresar contenido visual o textual ofensivo sin esperar represalia alguna.

En este sentido, debemos saludar la reacción inmediata que tuvo el presidente Macron en declarar que su nación no claudicará en la publicación de sus caricaturas. No hay pues razón alguna para justificar una ejecución por publicar un dibujo o expresar ideas que pueden resultarles ofensivas a cualquier grupo por más mayoritario que sea.

Y respecto a los grupos terroristas que siguen sembrando terror en la UE, nuestras más muestra de repudio, y esperamos que estos eventualmente puedan ser reducidos o eliminados en su totalidad conforme se siguen desplegando los planes de inteligencia en los respectivos países que son víctimas de ellos. Lampadia

Los herederos de Voltaire
Francia tiene razón al defender la libertad de expresión

Nadie tiene derecho a no sentirse ofendido

The Economist
5 de noviembre, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Samuel Paty les dijo a sus alumnos que miraran hacia otro lado si podían sentirse ofendidos. Sabía que los musulmanes consideran blasfemas las caricaturas del profeta Mahoma. Pero dado que las imágenes en cuestión fueron publicadas por Charlie Hebdo, una revista satírica francesa cuyo personal fue masacrado por yihadistas en 2015, también fueron relevantes para una clase sobre libertad de expresión. El maestro pensó que sus alumnos tenían la edad suficiente para decidir por sí mismos. Por esto, fue decapitado.

En la era de las redes sociales, la indignación puede volverse global rápidamente. El padre que denunció a Paty no estaba en el salón de clases y mintió cuando dijo que su hija había estado. El yihadista que mató al maestro lo hizo después de ver un video de Facebook publicado por ese padre. Y cuando Emmanuel Macron, presidente de Francia, condenó el asesinato y defendió la libertad de expresión, los líderes de varios países musulmanes lo acusaron de islamofobia. Entre ellos se encontraban el presidente de Turquía, que encierra a miles de musulmanes por pertenecer al grupo religioso equivocado, y el primer ministro de Pakistán, que parece más molesto por los acontecimientos en un aula en Francia que en el gulag de un millón de musulmanes de su vecina China.

Los políticos sin escrúpulos siempre han provocado la indignación racial o sectaria para unir a sus partidarios y distraer la atención de sus propios defectos. Pero algunos críticos parecen creer sinceramente que Francia es la causa, más que la víctima, de los ataques yihadistas en su territorio. A menudo señalan su tradición de laicidad o secularismo. Esto fue consolidado por ley en 1905, después de una larga lucha con la Iglesia Católica. Protege el derecho a creer o no creer y separa la religión de la vida pública. Ningún presidente francés podría prestar juramento sobre un libro sagrado. Ninguna escuela pública francesa podría organizar un belén. Algunos sienten que tales reglas discriminan a los musulmanes. La prohibición de los símbolos religiosos “conspicuos” en las escuelas públicas incluye el crucifijo, pero algunos musulmanes todavía resienten el hecho de que ellos (o sus hijas) deban quitarse el velo en la puerta de la escuela. Cuando Macron anunció recientemente una ofensiva contra los signos del “separatismo islamista”, como la educación en el hogar, que ve como un pretexto para la enseñanza radicalizada, fue acusado de “armar” el secularismo contra los musulmanes.

Lo más controvertido de todo para algunos musulmanes es que la ley francesa protege el derecho a blasfemar e insultar a cualquier religión, aunque no a discriminar a un individuo por sus creencias religiosas. Algunos ven esto, erróneamente, como una campaña francesa para insultar al islam. Se han llevado a cabo boicots de productos franceses y protestas contra Macron desde Estambul hasta Islamabad.

La discriminación contra los musulmanes es un problema real en Francia, como reconoce implícitamente Macron. Es más probable que los empleadores eliminen sus solicitudes de empleo. Macron se ha comprometido a luchar contra el racismo y mejorar las oportunidades para las personas de los barrios desfavorecidos, “de cualquier color de piel, origen o religión”. Tendrá su trabajo cortado, incluso sin que sus propios ministros lo socaven al quejarse absurdamente sobre la existencia de estantes separados para alimentos halal en los supermercados.

Sin embargo, es importante no perder de vista dos puntos de contexto. Primero, más de 250 personas han muerto en ataques terroristas islamistas en Francia desde 2015. El año pasado fueron arrestados más sospechosos de terrorismo yihadista en Francia que en cualquier otro país de la UE. Los servicios de inteligencia franceses advierten que los radicales están librando una guerra por las mentes de los jóvenes, especialmente online, para ganar reclutas para la violencia. Francia tiene razón en estar más preocupada que la mayoría y tratar de responder con firmeza.

En segundo lugar, Francia también tiene razón al defender la libertad de expresión. Una religión es un conjunto de ideas y, por lo tanto, está abierta al debate e incluso a la burla. Los oradores considerados intentarán no ofender gratuitamente. Pero los gobiernos no deberían obligarlos a ser inofensivos. Si lo hicieran, todos tendrían que censurarse a sí mismos, por temor a ofender a la persona más fácilmente ofendida del público. Y como descubrió Paty, una audiencia puede incluir a cualquier persona en la Tierra que tenga un teléfono.

El estado francés nunca debe dar la impresión de que respalda la blasfemia, pero es correcto proteger a los blasfemos, así como es correcto proteger a quienes se quejan de ellos, siempre que no defiendan la violencia. Como han señalado muchos musulmanes reflexivos en Francia y en otros lugares, no importa lo ofendido que se sienta, la respuesta al discurso no son cuchillos: es más discurso. Lampadia




Embajadas dicen que hay afectación a la propiedad

Embajadas dicen que hay afectación a la propiedad

Canadá, Francia, Australia y Colombia han dirigido una carta de preocupación al Congreso. No hay injerencia, afirma abogado.

Entrevista a Fausto Salinas Lovón
Diario Expreso
Domingo, 07 de junio de 2020

¿Cuáles cree son las implicancias de la carta remitida por los embajadores de Canadá, Australia, Francia y Colombia al presidente del Congreso a raíz de la Ley que suspende el cobro de peajes?

Que tendremos un escenario de responsabilización internacional contra el Perú por la afectación a la propiedad y a la contratación de empresas de capital extranjero, a quienes el populismo y el interés específico de algunos congresistas las ha afectado dejándolas sin ingresos. Una especie de confiscación sin compensación.

¿Que implica esta responsabilidad internacional?

Demandas en tribunales en el extranjero o en centros de arbitraje de inversiones, indemnizaciones cuantiosas que tendremos que pagar todos los peruanos y, por supuesto, lo más grave, el retorno a las épocas oscuras donde el Perú era un paria en la comunidad financiera, inelegible para créditos, con alto riesgo país y vetados para la inversión privada.

¿Pero no es que las embajadas debieron ir por la vía de la Cancillería para no dar la impresión de que hay una injerencia con poco cuidado de formas?

Hay que tener en cuenta que el documento enviado al Legislativo no tiene la condición de una nota diplomática, lo cual sí sería más grave para el país, sino que es una carta de preocupación al cual sí pueden acceder. No veo entonces que haya injerencia. De otra parte, si hubo corrupción en algunos de los peajes, eso es un tema de los tribunales.

¿Y la acción de inconstitucionalidad promovida ante el Tribunal Constitucional no debiera remediar este problema?

Sin duda que ese es el mecanismo interno disponible, ya que los jueces se hallan guardados en casa, en cuarentena, sin atender los abusos del poder. Queda el TC para corregir este problema. Ya existen pronunciamientos notables que vienen desde la STC 008-2003-AI, por ejemplo, sobre esta materia, donde se delimitaron los contornos del régimen económico garantizando la propiedad, las libertades de contratación, empresa e industria. Bastaría que el TC mantenga la línea jurisprudencial y expulse la Ley 31018 o por lo menos module sus alcances confiscatorios.

Usted ha afirmado en una columna en Lampadia, esta semana, que hay un ataque sostenido contra la empresa privada. ¿Estos ataques son solo de parte del Congreso o también del Ejecutivo?

En el populismo compiten todos, unos quieren ser más populistas que otros. Ojalá que el TC no se sume a esta peligrosa corriente. El Congreso, además de atacar los peajes pretende liquidar las microfinanzas con el congelamiento de tasas que solo resistirían cinco bancos grandes. Los congresistas ya perforaron el sistema de las AFP abriendo el forado para que el Estado se apropie de dichos fondos, so pretexto de una “reforma integral” que ya viene y cuyos resultados son de pronóstico reservado.

NO SE QUEDA ATRÁS

El Gobierno ha restringido durante la emergencia la suspensión laboral perfecta prevista en la Ley laboral y la ha complicado y distorsionado, primero mediante un decreto de urgencia cuya constitucionalidad ya es discutible y, luego, mediante normas reglamentarias que lo tergiversan.




La Visión de Macron

La Visión de Macron

A continuación compartimos un artículo de The Economist que resume la filosofía que Emmanuel Macron cree debería tener la UE, de cara a las condiciones desafiantes y complejas en las cuales se mece actualmente el mundo, como el distanciamiento de EEUU, la desglobalización y 4ta Revolución Industrial (4IR).

Existen puntos positivos que apoyamos como tornar a la UE un bloque más activo e independiente en temas que vayan más allá del libre comercio y la convergencia monetaria como son la defensa nacional, la seguridad de datos y el cambio climático, todas problemáticas en las que el mundo desarrollado ya se encuentra lidiando con mayor y menor medida.

Sin embargo, consideramos que su visión económica no debe bifurcarse hacia un mayor proteccionismo en el sector industrial, como pareciera fuese el caso en su propuesta. El Estado como sorteador de empresas que en su juicio deben “potenciarse” y “protegerse” nunca ha demostrado buenos resultados ni siquiera en el mundo desarrollado, ya que pervierte los incentivos a la innovación en estas al sentirse protegidas por el sector público. En cambio, darle paso a la competencia, fuerza a que exista un esfuerzo permanente entre los negocios lo cual puede aumentar la competitividad de la industria europea.

Asimismo, una propuesta proteccionista torcería la visión primigenia de la UE, que entre otras cosas, todavía podría considerarse uno de los últimos bastiones defensores de la globalización y el libre comercio, frente a dos grandes potencias económicas, EEUU y China, cuyas políticas han degenerado hacia el intervencionismo en el comercio.

Por lo demás consideramos que parte del diagnóstico es también acertado en lo relacionado a la política exterior, como mejorar las relaciones con otros países alejados políticamente de la UE como Rusia, pero igual creemos que no debe descuidarse a EEUU bajo ninguna circunstancia, pues dicha alianza ha demostrado darle estabilidad global al mundo más que cualquier otra en la historia contemporánea. Lampadia

Europa sola
Evaluando la visión apocalíptica de Emmanuel Macron

Europa está “al borde de un precipicio”, dice el presidente de Francia. ¿Tiene razón?

The Economist
7 de noviembre, 2019
Traducido y comentada por Lampadia

La Europa de hoy debe su existencia a los EEUU. La potencia americana peleó dos guerras mundiales en suelo europeo; la diplomacia estadounidense fue partera de lo que se convirtió en la UE; las armas americanas protegieron a Europa occidental de la invasión soviética; y estadistas estadounidenses supervisaron la unificación alemana. Ahora, en una súplica dramática a todos los europeos, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que EEUU está liberando a Europa. El viejo continente está “al borde de un precipicio”, advierte. A menos que se despierte, “ya no tendremos el control de nuestro destino”.

En su oficina del Palacio del Elíseo, Macron habló con The Economist en términos apocalípticos. La OTAN, la alianza transatlántica, sufre de “muerte cerebral”, dice. Europa necesita desarrollar una fuerza militar propia. La UE se considera a sí misma solo como un mercado, pero debe actuar como un bloque político, con políticas sobre tecnología, datos y cambio climático que coincidan. Los anteriores presidentes franceses han argumentado que Europa no puede confiar en EEUU, y en cambio debería mirar a Francia. Macron no solo está repitiendo esta opinión. Él cree que EEUU y Europa han compartido intereses y ha trabajado incansablemente para mantener buenas relaciones con el presidente Donald Trump. Pero argumenta que por primera vez EEUU tiene un presidente que “no comparte nuestra idea del proyecto europeo”. E incluso si Trump no es reelegido, las fuerzas históricas están separando a los viejos aliados.

Las prioridades estadounidenses están cambiando. Cuando el presidente Barack Obama, que tenía la intención de girar hacia Asia, decidió no castigar el uso de armas químicas en Siria, señaló que EEUU estaba perdiendo interés en Oriente Medio. El reciente abandono de Trump de los aliados kurdos de EEUU en Siria no solo reforzó esto, sino que también minó a la OTAN. EEUU no informó a sus aliados, y Turquía, miembro de la OTAN, invadió rápidamente Siria. “Estratégica y políticamente”, dice Macron, “necesitamos reconocer que tenemos un problema”.

Cuando se le preguntó si está seguro de que un ataque contra un miembro de la OTAN se consideraría hoy como un ataque contra todos, la idea que sustenta la credibilidad de la alianza, Macron dice que no lo sabe. Reconoce que la OTAN prospera operacionalmente, pero llama a Europa a “reevaluar la realidad de lo que la OTAN es a la luz del compromiso de los EEUU”.

Europa, dice, todavía tiene que comprender la inmensidad del desafío por delante. Todavía trata al mundo como si el comercio y solo el comercio pudieran garantizar la paz. Pero EEUU, garante del comercio mundial, se está volviendo proteccionista. Los poderes autoritarios están en aumento, incluidos Rusia y Turquía en las fronteras de Europa. Si bien EEUU y China gastan grandes sumas en inteligencia artificial, que consideran un componente esencial de su poder duro, la UE le da demasiada importancia a la industria. Macron advierte que Europa, lenta y con la cabeza en las nubes, debe abrir los ojos y prepararse para un mundo más duro y menos indulgente.

Es una imagen asombrosamente sombría para un político europeo centrista y un internacionalista declarado. Pero también es inusualmente pensado y, en lo que respecta a Macron, un estímulo para la acción. Es difícil exagerar la magnitud del cambio que está pidiendo a sus colegas europeos.

Toma defensa. Macron cree que su nueva Iniciativa Europea de Intervención y la Cooperación Estructurada Permanente de la UE, respaldada por el Fondo Europeo de Defensa, pueden integrar las operaciones militares y aumentar las capacidades de Europa, proporcionando implícitamente una base para la defensa post-OTAN de Europa. Pero estos bloques de construcción son rudimentarios. La partida de EEUU dejaría vastos agujeros en áreas como defensa aérea y de misiles, inteligencia y vigilancia, y reabastecimiento de combustible aéreo. Su presupuesto militar es dos veces mayor que el resto de la OTAN combinada. Los gobiernos europeos serán reacios a cerrar la brecha, ya que tienen otras prioridades. Puede ser más fácil adaptar la OTAN, de modo que proteja a Europa y también sea más útil para los EEUU.

Y luego está la diplomacia. Macron cree que Europa puede establecer mejor su influencia global como un poder que media entre los gorilas de China y los EEUU. Su papel será “evitar que todo el mundo se incendie”, dice. Un primer paso sería controlar su propia región mediante la reconstrucción de las relaciones con Rusia, una tarea que él acepta podría llevar una década.

Una vez más, sin embargo, esa ambición supone una unidad de propósito que la UE rara vez logra. Muchos de sus miembros tienden a evitar el poder duro por una política exterior centrada en los derechos humanos y el comercio. Como lo ilustra la propuesta rusa de Macron, la política de poder requiere que trates con personas cuyas acciones deploras. Para él, la realpolitik es necesaria para que prevalezcan los valores europeos. No está claro si sus compañeros líderes europeos estarían de acuerdo.

La última es la política industrial. Macron quiere que el estado tome decisiones estratégicas sobre tecnologías clave, y que favorezca una política para fomentar los campeones europeos. Esto tiende a canalizar fondos y contratos a titulares políticos conectados. Una mejor manera de crear un ecosistema tecnológico próspero sería alentar una mayor competencia. Si Macron no aceptará eso, ¿por qué deberían otros?

La fórmula de la UE es única: un acuerdo entre estados, sin ningún hegemón, que mantiene la paz. Pero, ¿cómo lograr que 27 países, más Gran Bretaña, una gran potencia ahora en la sala de embarque de la UE, acuerden construir fuerzas armadas totalmente funcionales, y mucho menos convencer a los enemigos de Europa de que alguna vez se utilizarán? Los críticos de Macron se burlan de que está “borracho de poder”. Algunos países, incluidos Polonia y los Estados bálticos, se alarmarían ante la idea de separarse de EEUU y perseguir la distensión con Rusia. Otros, como Alemania, Italia y España, están demasiado involucrados en problemas domésticos como para tener una gran visión global.

Muchas veces en el pasado, los piadosos llamamientos para que Europa haga sentir su peso en el mundo han quedado vacíos. Esta vez, argumenta Macron, debe ser diferente. Pide a sus compañeros líderes que imaginen cómo Europa prosperará en un mundo peligroso sin una alianza estadounidense de hierro fundido. ¿Cómo deberían tratar con Rusia, con el conflicto y el fundamentalismo religioso que agita el Medio Oriente y el norte de África, y con el desafío autoritario de China? Se merece una respuesta. Lampadia




Renace el intervencionismo en la UE

En los últimos años, una nueva ola de políticas de corte intervencionista han empezado a asolar las economías de los países que conforman la UE, en un intento por parte de los estados por fortalecer ciertas industrias estratégicas que estarían perdiendo hegemonía mundial, ante el avance de EEUU y China.

Este conjunto de políticas, como venimos advirtiendo previamente en Lampadia: Trampa ideológica, política y académica, se constituye como parte de una ola de pensamiento prevaleciente en los círculos políticos y académicos a nivel mundial, que incide en los supuestos males de la globalización y el libre comercio y que previamente hemos venido rebatiendo en diversas publicaciones (ver Lampadia: El legado del liberalismo de Margaret Thatcher, Retomemos el libre comercio, Otra mirada al mito de la desigualdad).

Así, la predilección por parte de los líderes de la UE para seguir emprendiendo dichas iniciativas intervencionistas en el futuro se ha hecho más evidente en un reciente discurso hecho por Emmanuel Macron, presidente de Francia, el pasado 4 de marzo, en el que invoca a todos los gobiernos del bloque, a no menguar sus esfuerzos para revitalizar las empresas en territorio europeo, si las potencias mundiales no respetan las leyes de competencia leal entre los países (ver Lampadia: Macron relanza Europa).

Al respecto, un reciente artículo de The Economist (ver artículo líneas abajo), señala que Este resurgimiento de la intervención estatal que pretende hacer que las industrias europeas sean más fuertes puede hacer más probable que perjudique a los consumidores y debilite las perspectivas de las empresas”.

En esta línea, desarrolla su argumentación brindando una serie de ejemplos en donde, no necesariamente la planificación central o una mayor participación estatal en el accionariado de las empresas, se condicen con mayores ganancias y por ende con un incremento de su valor de mercado en el tiempo.

De hecho, como señala el popular medio británico, promover el dirigismo estatal en los negocios puede ser hasta perjudicial en el entorno económico de las industrias a intervenir básicamente por tres razones:

  • Incentiva el mercantilismo estatal, pues, al ser el Estado propietario de una parte de la empresa, puede buscar facilitarle la adjudicación de ciertos contratos o la promulgación de leyes que la favorezcan.
  • Puede generar cierta enemistad entre países que pertenecen a un mercado común, pues le da mayor hegemonía sobre una industria a un país que adquiere mayor accionariado de una empresa con posición de poder, sobre todo en estructuras de mercado oligopólicas o monopólicas.
  • No ofrece ninguna garantía de generar empresas líderes en el rubro, en tanto la evidencia muestra muy pocos o ningún caso en los que mayor propiedad estatal esté asociado a mejoras en la gestión y/o valor de las organizaciones.

Por ello, consideramos que la solución al problema de pérdida de poder por parte de las industrias europeas en la economía mundial no debe pasar por mayor intervencionismo estatal sino por generar las condiciones para que se dé una mayor competencia al interior de las industrias afectadas. Esto es, garantizar que las industrias satisfagan efectivamente las necesidades de toda la población europea, de manera que se exploten las economías de escala arraigadas.

Otro camino sería buscar sinergias entre países productores en toda la cadena de valor de determinados productos, con el fin de generar eficiencias en los procesos productivos. En palabras simples, explorar a profundidad la oferta del mercado europeo.

De esta manera, se buscaría beneficiar a los consumidores  a través de menores precios, lo cual enfocaría la atención del comercio hacia los países de la UE. No se trata de ampliar la oferta subsidiándola sino reduciendo sus costos de producción.

Ambas opciones que valdría la pena explorar para sopesar los miedos de Emmanuel Macron y los demás gobernantes europeos de un inminente avance de las dos grandes potencias mundiales, EEUU y China. Lampadia

Los gobiernos europeos intervinienen nuevamente en las empresas
Un hábito francés se está extendiendo

Su señuelo debe ser resistido

The Economist
7 de marzo, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Si no puedes vencerlos, adopta sus peores políticas económicas. Preocupado por las “estrategias agresivas” de Estados Unidos y China, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, emitió una proclamación a nivel europeo el 4 de marzo que, entre otras cosas, proponía una nueva era revolucionaria de intervención gubernamental en las empresas de la UE. “No podemos sufrir en silencio”, declaró, mientras que otras potencias mundiales no respetan los principios de “competencia justa”.

Macron no está solo. En todo el continente, los políticos están tratando de influir en las empresas mediante una serie de tácticas que incluyen la regulación, obligar a los gerentes a hacer negocios y aumentar la propiedad estatal.

  • En Renault-Nissan, la caída de Carlos Ghosn se ha entrelazado con una lucha por el control entre los gobiernos francés y japonés.
  • El mes pasado, Peter Altmaier, ministro de economía de Alemania, pidió que se protejan a las empresas denominadas “campeonas”, como Siemens y Deutsche Bank.
  • La semana pasada, se supo que el gobierno holandés acumuló una participación del 14% en Air France-KLM para ayudar a su antiguo operador de bandera a “rendir mejor”.
  • E Italia está lista para aumentar a un 10% su participación en Telecom Italia, que comenzó a privatizar hace 21 años.

Este resurgimiento de la intervención estatal pretende hacer que las industrias europeas sean más fuertes. En su lugar, es más probable que perjudique a los consumidores y debilite las perspectivas de los negocios.

Por supuesto, Europa nunca ha sido un paraíso de mercados libres sin restricciones. La Comunidad Europea del Carbón y del Acero, precursora de la UE, fue creada en 1951 para coordinar la actividad industrial. Francia ha adoptado durante mucho tiempo una política dirigista de planificación estratégica por tecnócratas ilustrados. No obstante, en la década de 1990, el estado estaba en retirada. El lanzamiento del mercado único en 1993 prometió un campo de juego del tamaño de un continente para las empresas europeas, que por fin podrían explotar economías de escala y competir sin trabas por los subsidios y las políticas nacionales.

El retroceso hacia la intervención refleja en parte el deseo de Macron y otros políticos de mostrar a los votantes malhumorados que están haciendo que el capitalismo sea más justo. Pero también refleja el temor de que Europa se está quedando atrás de EEUU y China. Los jefes temen que las empresas europeas sean demasiado insignificantes. Si toma las 500 empresas más importantes de Europa y EEUU, la mediana de Europa es un 52% más pequeña por valor de mercado. Europa no tiene gigantes para competir con Amazon o Alphabet y alberga algunas de las nuevas startups dinámicas del mundo.

  • El plan de China para dominar varias tecnologías estratégicas, como los nuevos materiales y la IA, y su búsqueda de adquisiciones respaldadas por el estado en Europa, parecen ser amenazadores e injustos.
  • Y el primer hábito de la Casa Blanca de decirle a las empresas dónde construir fábricas ha legitimado el tipo de intromisión abierta que se había convertido en un tabú en Occidente.

Sin embargo, la solución de Macron es contraproducente. Alemania y Francia han instado a la fusión de las divisiones ferroviarias de Siemens y Alstom, lo que habría resultado en una empresa con una participación de mercado del 50% en Europa. Pero eso habría elevado el precio de los viajes en tren (la Comisión Europea ha bloqueado sensiblemente el acuerdo). La intervención a menudo también incita a las rivalidades nacionales. Los holandeses compraron Air France-KLM para compensar la influencia francesa.

Puede ser una receta para el amiguismo. ¿El Deutsche Bank, que pagó a 1,098 empleados más de 1 millón de euros al año en 2017, a pesar de las escasas ganancias, realmente merece un tratamiento especial?

Y es poco probable que la intervención logre su objetivo de crear “campeones”. De las cinco empresas más valiosas de Europa, tres (Nestlé, Novartis y Roche) tienen su sede en Suiza, la cual gasta mucho en educación e investigación y desarrollo, pero no participa en la planificación central. Una (Royal Dutch Shell) es transnacional y la otra es una firma francesa de productos de lujo, LVMH, que ha prosperado porque responde a los consumidores de China y no a los planes estratégicos de los burócratas franceses. El único éxito corporativo de Europa con raíces dirigistas, Airbus, se ha disparado desde 2012, cuando se revisó su pacto de participación para reducir la influencia política.

En lugar de seguir una política industrial activista, Europa debería poner a los consumidores en primer lugar. Eso significa imponer la competencia. Los intentos alemanes y franceses de obstaculizar las reglas antimonopolio de la UE son erróneos. Permitir que se formen oligopolios, como lo ha hecho Estados Unidos, crea grandes empresas que cobran en exceso a sus clientes y, tarde o temprano, ejercen más esfuerzo para controlar los mercados que para innovar. En tecnología, Europa debe cumplir con las reglas, como su regulación GDPR (en español, Reglamento General de Protección de Datos), que protege los derechos de los consumidores sobre sus datos y privacidad. Europa también puede seguir profundizando el mercado único. La razón principal por la que algunas industrias, como la banca y las telecomunicaciones, están luchando y fragmentándose es porque aún operan en silos nacionales que impiden a las empresas lograr economías de escala. Y Europa debe ser proporcional a la forma en que controla la inversión extranjera, por ejemplo, de empresas estatales con sede en países autoritarios, en particular China. El objetivo sería bloquear la inversión solo en las industrias más sensibles, como la defensa, controlarla rigurosamente en industrias importantes, como la tecnología, y de lo contrario dar un paso atrás.

Macron tiene razón en que el comercio y los mercados están siendo distorsionados por las acciones de China y, cada vez más, de Estados Unidos. Eso no significa que Europa deba copiar sus errores. Lampadia




Trump, Macron y la pobreza del liberalismo

Project Syndicate
22 de enero, 2019
Kishore Mahbubani
Singapur
Glosado por Lampadia

Desde DAVOS – Ningún liberal occidental discreparía en que la elección de Donald Trump fue un desastre para la sociedad norteamericana, mientras que la de Emmanuel Macron fue un triunfo para la sociedad francesa. En verdad, tal vez sea exactamente al revés, por más hereje que suene.

La primera pregunta para hacerse es por qué la gente participa en protestas callejeras violentas en París, pero no en Washington. Yo personalmente he experimentado esas protestas de París, y el olor a gas lacrimógeno en los Campos Elíseos me recordó los disturbios étnicos que me tocó vivir en Singapur en 1964. ¿Y por qué protestan los Chalecos Amarillos? Para muchos, al menos en un principio, es porque no creían que a Macron le importara, o entendiera, su padecimiento.

Macron intenta implementar una reforma macroeconómica sensata. Los incrementos propuestos en los impuestos al combustible diésel habrían reducido los déficits presupuestarios de Francia y ayudado a reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

Su esperanza era que una posición fiscal más sólida hiciera crecer la confianza y la inversión en la economía francesa como para que el 50% inferior de la sociedad terminara beneficiándose. Pero para que la gente tolere un sufrimiento a corto plazo a cambio de un beneficio a largo plazo, debe confiar en su líder. Y Macron, al parecer, ha perdido la confianza de gran parte de ese 50% inferior.

Por el contrario, Trump conserva la confianza de la mitad inferior de la sociedad estadounidense, o al menos de la porción blanca de esa mitad. A primera vista, esto parece extraño y paradójico: el multimillonario Trump está socialmente mucho más alejado del 50% inferior que Macron de la clase media. Pero cuando Trump ataca al establishment liberal y conservador de Estados Unidos, se lo ve como si estuviera desahogando la furia de los menos acomodados hacia una elite que ha ignorado su padecimiento. Su elección, por lo tanto, puede haber tenido un efecto catártico en el 50% inferior, lo que puede explicar la falta de protestas callejeras en Washington u otras ciudades importantes de Estados Unidos.

Y estos norteamericanos tienen muchos motivos para estar furiosos. Como señal más evidente, Estados Unidos es la única sociedad desarrollada importante donde el ingreso promedio de la mitad inferior no sólo se ha estancado, sino que ha caído marcadamente, como ha documentado Danny Quah de la Universidad Nacional de Singapur. Aún más preocupante, el ingreso promedio del 1% superior de la población fue 138 veces superior al del 50% inferior en 2010, comparado con 41 veces más alto en 1980.

No existe una explicación única sobre por qué la desigualdad en Estados Unidos se ha disparado mientras que los intereses económicos del 50% inferior de la sociedad se han ignorado. Pero podemos obtener por lo menos una respuesta parcial si analizamos los dos principios de justicia que articuló el filósofo John Rawls de Harvard en su famoso libro Teoría de la justicia:

  • El primer principio enfatiza que cada persona debería tener “un derecho igual a la libertad más amplia”
  • El segundo dice que las desigualdades sociales y económicas han de ser conformadas de modo tal que sean “ventajosas para todos”.

El hecho innegable es que los liberales occidentales han enfatizado el primer principio por sobre el segundo, tanto en la teoría como en la práctica, priorizando la libertad individual y preocupándose mucho menos por la desigualdad. Creen que mientras haya elecciones y la gente pueda votar libre y equitativamente, están dadas las condiciones para una estabilidad social. Por lo tanto, se deduce que quienes fracasan económicamente lo hacen por incompetencia personal, no por las condiciones sociales.

Sin embargo, no había ninguna duda cuando China se sumó a la Organización Mundial de Comercio en 2001 de que lo que vendría después era una “destrucción creativa” en las economías desarrolladas, con los consiguientes millones de pérdidas de empleo. Las elites de esas economías –ya sea en Estados Unidos, Francia u otra parte- tenían la responsabilidad de ayudar a quienes estaban perdiendo sus empleos. Pero esa ayuda no era inminente.

La teoría macroeconómica convencional sigue siendo sólida. La política de Trump de tener déficits presupuestarios más grandes en los buenos tiempos traerá sufrimiento después, mientras que las políticas económicas de Macron terminarán dando resultados si los franceses son pacientes. Pero Macron claramente no cuenta con la confianza del 50% inferior de la sociedad, mientras que Trump sí.

Por esta razón, los liberales pueden haber cometido un error estratégico al centrar su furia en el propio Trump. Por el contrario, deberían preguntarse por qué gran parte del 50% inferior confía en él (y hasta puede reelegirlo). Y si fueran honestos, los liberales admitirían que efectivamente ellos han desilusionado a la mitad inferior de la sociedad.

Si los liberales quieren derrotar a Trump, existe un único camino: recuperar la confianza de los votantes que conforman gran parte de su base. Esto les exigirá reestructurar sus sociedades de manera que el crecimiento económico beneficie a la mitad inferior más que al 1% superior. En teoría, esto se puede lograr fácilmente. En la práctica, sin embargo, los grandes intereses creados invariablemente intentarán bloquear la reforma. La opción para los liberales es clara: pueden sentirse bien condenando a Trump, o pueden hacer el bien atacando los intereses de la elite que contribuyó a su elección.

Si los liberales pueden hacer esto último, la elección de Trump sería vista por los historiadores futuros como una llamada de atención necesaria, mientras que la de Macron simplemente creó la ilusión de que todo estaba bien. Esos historiadores luego podrían concluir que la elección de Trump, en definitiva, fue mejor para la sociedad norteamericana de lo que la de Macron fue para Francia. Lampadia




El último partido peruano en el Mundial

Después de 36 largos años, Perú volvió a una Copa Mundial. La semana pasada perdimos la oportunidad de clasificar a la siguiente ronda, pero nada nos quita el entusiasmo. El Perú, con su juego y sobre todo por la hinchada, ha dejado una huella muy positiva en el mundial, nos ganamos el respeto y cariño del público, líderes de opinión y periodistas. Los medios internacionales alabaron a la hinchada peruana y se sorprendieron de su muestra de afecto y pasión por su país. La verdad es que las victorias son cuestión de tiempo para la Bicolor.

Por eso, igual apoyaremos con ansias a nuestra selección el día de hoy en el partido Perú y Australia, la última jornada del Grupo C en el Mundial Rusia 2018. Este partido se llevará a cabo hoy, martes 26 de junio, a las 9:00 a.m. Y, ya sea en el Estadio Fisht, en el Fifa Fest o desde nuestros televisores, todos estaremos alentando a nuestra selección.

El equipo de Australia, conocido como los socceroos, todavía puede disputar un lugar en la siguiente etapa del Mundial, para esto, tendrá que ganarle a Perú y esperar el resultado de Dinamarca-Francia.

¿Qué más sabemos de nuestro contrincante?

El ingreso per cápita australiano se encuentra entre los más altos en el área de la OCDE, incluso después de tomar en cuenta el costo de vida. En los últimos años, los altos precios de las materias primas y los volúmenes de exportación han fortalecido el poder adquisitivo del dólar australiano en el exterior y han impulsado una inversión masiva en nueva capacidad de procesamiento de recursos.

Los incrementos extraordinarios en los precios de los commodities generaron una gran cantidad de inversión en minas e infraestructuras minera en toda Australia. A medida que los precios de los commodities aumentaron, las empresas mineras aumentaban la producción para beneficiarse de precios más altos. En 2012, la inversión minera se quintuplicó respecto de su nivel en 2004 (de alrededor de US$ 20 mil millones a US$ 130 mil millones), alcanzando un máximo del 9 % del PBI.

El aumento de los ingresos gracias a la minería y la inversión privada se extendió a otras partes de la economía australiana:

  • Aumento de la demanda de trabajadores y mayores salarios: la mayor demanda de commodities e inversión privada en nuevas minas e infraestructura aumentaron la demanda de trabajadores en el sector minero y otros sectores relacionados (como construcción, ingeniería, finanzas y seguros, legal y transporte). Esto resultó en un aumento tanto en el número de trabajadores empleados como en los salarios que estos trabajadores recibieron, lo que a su vez contribuyó a los ingresos y el consumo de los hogares. En otras palabras, más australianos tenían más dinero para gastar en bienes y servicios.
  • Ingresos del gobierno: los aumentos en las cantidades de recursos extraídos y los precios más altos dieron como resultado mayores ganancias para las compañías mineras, lo que llevó a un aumento en los ingresos por impuestos y regalías por parte de los gobiernos federales, estatales y territoriales.
  • Aumento de los beneficios de los accionistas: el aumento de los beneficios en el sector de la minería y otras industrias relacionadas fluyó a través de los accionistas de la compañía, una proporción de los cuales eran residentes australianos. La inversión a gran escala en el sector minero, junto con mayores ingresos, aumentó la demanda general en la economía australiana. Esto, a su vez, condujo a una mayor demanda laboral, lo que presionó a la baja la tasa de desempleo y la presión al alza sobre los salarios.

Quizás uno de los puntos más interesantes es que, a pesar de caídas en los precios de los commodities, Australia ha evitado caer en recesión durante los últimos 25 años. Su sector minero ha sido aclamado como el salvador de la economía, protegiendo al país de los efectos de las graves recesiones económicas experimentadas en Estados Unidos, Europa y otros países durante y después de la crisis financiera mundial de 2007-08. Ver en Lampadia: 25 años sin una recesión

La tasa de crecimiento del PBI llegó a 2.4% en 2017, una ligera baja del 2016. El sector minero actualmente contribuye alrededor del 20% del ​​PBI de Australia. Se encuentra entre los diez países más importantes en la producción y exportación de casi todos los minerales. Tiene las reservas más importantes de numerosos recursos estratégicos; por ejemplo, cuenta con 40% de las reservas confirmadas de uranio en el mundo. El mayor impacto del sector minero está en las exportaciones. En los últimos años ha representado más del 50% de los ingresos totales de exportación de Australia.

Regresando al partido de hoy

La verdad es que el Perú se merecía algo mejor de lo logrado en el mundial. Pero las victorias en una gran competencia vienen con la experiencia, con un trabajo duro y mucho entusiasmo. En Lampadia esperamos con ansias la nueva generación de guerreros, inspirados por este gran equipo, que logró ir a la copa del mundo. Ahora los niños en Perú tienen una nueva imagen, una mejor visión de lo que pueden lograr.  Lampadia




Los hinchas de Perú: los más queridos del Mundial

Después de 36 largos años, Perú vuelve a una Copa Mundial. La semana pasada nos enfrentamos a nuestro primer rival, Dinamarca, donde perdimos 1-0 pero nada nos quitó el entusiasmo. La selección nunca bajó los brazos, siempre fue al frente y mereció el empate, y el público, dentro y fuera de la cancha, no deja de alentar al “Lovable Perú”.

Veamos algunos despachos de extranjeros sobre el Perú:

Lovable Peru gain more admirers in face of defeat

Saturday’s 1-0 World Cup loss to Denmark in Group C was cruel, but epitomised why Peru are universally loved on and off the pitch.

FourFourTwo, 16 June 2018

If you weren’t a Peru fan before, you probably are now.

(…) Peru deserved more. Their travelling fans deserved it too. But Peru did not lose any support, if anything this courageous group of players and lovable nation gained even more admirers.

Traducción:
El adorable Perú ganó más admiradores a la luz de su derrota
La derrota fue cruel, pero epitomoza el porqué el Perú es amado universalmente, dentro y fuera de la cancha.

Si no eras un fan del Perú, probablemente lo seas ahora.

(…) si algo, este corajudo grupo de jugadores y su adorable nación, ganaron aun más admiradores.

Y es que la pasión de nuestros compatriotas en Rusia se hizo notar y se ganaron la simpatía de todo el mundo. Durante su primer partido contra Dinamarca, Perú jugó con un entusiasmo que muchos no habían visto y las redes lo comentaron rápidamente.

Peru May Have Lost the Match, But it Won the World’s Heart

REMEZCLA, june 16, 2018
By Wilson Liévano

Peru’s long and hard road to the World Cup, and the passion of its fans, gained the sympathy of soccer fans all over the world. But their exciting, full throttle, attacking style in their opener against Denmark has made fans of many neutrals that weren’t expecting such display.

From the first touch, Peru played like it had to catch up for all the World Cups it missed, running frantically to occupy spaces, shooting at the first sight of goal and disputing every ball with zeal.

Traducción:

El Perú puede haber perdido el partido, pero ganó el corazón del mundo

El largo y duro camino de Perú hacia la Copa del Mundo, y la pasión de sus fanáticos, ganaron la simpatía de los aficionados al fútbol de todo el mundo. Su estilo emocionante, de gran aceleración y ataque en su primer partido contra Dinamarca ha hecho que muchos que expectadores, que no esperaban esa exhibición, se vuelvan fanáticos de ellos.
 
Desde el primer momento, Perú jugó como si tuviera que ponerse al día con todas las copas del mundo que se perdió, corriendo frenéticamente para ocupar espacios, disparando a primera vista de gol y disputando cada pelota.

Veamos algunos mensajes:

También se multiplicaron las bromas:

Hasta Maradona nos defendió, afirmando: “Si se jugara de nuevo, elegiría a Perú como el ganador. Ricardo Gareca (entrenador de la selección nacional peruana) atacó muy bien el juego porque no dejó el balón a Dinamarca, mientras que Perú tenía el control. Es un resultado injusto”, declaró Maradona al periodista Svend Bertil Frandsen, elegido por la FIFA para seguir al seleccionado europeo.

Maradona con Ronaldo

Perú perdió el partido, pero capturó los corazones de los fanáticos, quienes lamentaron la mala suerte del equipo, y seguramente los estarán viendo contra Francia. Y es que nuestro entusiasmo y nuesto apoyo por la selección, además de un renovado sentido de unidad es increíble. Sin importar nuestras diferencias de opinión, todo el país se ha unido en un momento histórico que esperábamos con ansias hace 36 años.

Perú ha hecho esfuerzos extraordinarios para apoyar a su equipo, con fanáticos que han renunciado a sus trabajos, han viajado un largo trayecto y duermen en el piso para llegar a Rusia. Incluso, según varios medios de comunicación, un fanático subió de peso (24 kilogramos) para garantizar un asiento de fácil acceso para ver a su amado Perú.

Se estima que cerca de 45,000 peruanos han viajado a Rusia para alentar en el mundial. Así lo indicó el presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viaje y Turismo (Apavit), Ricardo Acosta. “De Perú han salido en promedio entre 4,500 y 5,000 connacionales para alentar a la selección nacional, por lo que en Rusia estarán cerca de 45,000 peruanos contando a los que han viajado de Perú como los que han llegado de otras partes del mundo y los residentes en la misma sede del mundial”, detalló.

En el partido del sábado pasado, casi 30 mil hinchas peruanos estuvieron presentes en el Mordovia Arena, que parecía el Estadio Nacional. Los fanáticos de la ‘blanquirroja’ conmovieron al mundo entero al entonar el himno peruano y previamente cantar el ‘Contigo Perú’.

Ni bien pisaron Saransk, empezaron a entonar las famosas canciones como el ¡Vamos peruanos, hoy tenemos que ganar” y obviamente no pudieron cerrar la nota con el ¡Arriba Perú!

Ver video de Twitter: https://twitter.com/thecasualultra/status/1007586555601604608

El carisma, la buena educación y el “aliento” convirtieron a los peruanos en “los hinchas más queridos del Mundial”. Y es que “el comportamiento de los ciudadanos peruanos hasta el momento es formidable. En estos momentos no hay novedad por resaltar. Todos son detalles menores como pérdida de pasaportes”, indicó el coronel PNP César Echevarría Cabrejos desde la ciudad de Saransk.

Según datos de la FIFA, el Perú es el octavo país con mayor número de visitantes en Rusia, tomándose en cuenta la cantidad de boletos a los encuentros deportivos vendidos. A la fecha, los peruanos han comprado cerca de 43,583 tickets.

Y la imagen de los peruanos caminando hacia el estadio Mordovia Arena, luciendo orgullosamente la camisa blanca con la distintiva faja roja mientras inundaban las calles y festejando un día que habían estado anhelando por generaciones, es algo que conmueve un enorgullece a todos.

Fuente: El Comercio

Ahora nos toca enfrentarnos contra Francia hoy a las 10:00 a.m. en el estadio Ekaterimburgo Arena. No tenemos la menor duda que nuestra selección hará su mayor esfuerzo y que nosotros estaremos apoyándola todo el camino. ¡Vamos Perú! Lampadia




Macron y Merkel se unen para reformar la zona euro

Emmanuel Macron, el nuevo líder del mundo libre, que rompió la política tradicional anti-globalización francesa, va ahora por más. Se proyecta hacia la modernización de la Unión Europea (UE), logrando el apoyo de Angela Merkel y sorprendiendo, nuevamente, a cuanto conservador se pone al frente.

No perdamos de vista a Macron, el espacio de globalización y libre comercio, esenciales para el Perú, dependen, en buena medida de la visión y tenacidad de las ‘Marchas’ de Macron.

Durante su primer año en el cargo, el presidente francés, Emmanuel Macron, delineó una serie de propuestas para reformar las instituciones europeas; ahora está lanzando una campaña para armar un paquete de propuestas de reforma de la Unión Europea. A pesar de todas las dificultades, se ha adherido a una filosofía coherente de cómo debería funcionar la política en el siglo XXI.

El presidente francés Emmanuel Macron ha planeado lanzar una nueva campaña política a nivel europeo. Aunque el lanzamiento oficial ahora se ha pospuesto, el último proyecto de Macron sigue siendo central para su presidencia y para su concepción del poder. “La Grande Marche pour l’Europe” de Macron imitará el programa que derrocó a los partidos políticos dominantes de Francia y transformó su partido ‘La République En Marche!’ en una fuerza política en 2017. En el transcurso de seis semanas, enviará a diez ministros y 200 parlamentarios para estudiar las opiniones de los franceses sobre Europa y los asuntos europeos. Los resultados luego serán considerados en el desarrollo de una plataforma que pueda vencer a los partidos populistas en las elecciones al Parlamento Europeo de 2019.

Macron ha persuadido a todos los demás estados miembros de la UE (con la excepción de Hungría y el Reino Unido) a realizar consultas públicas similares, que espera sientan las bases para las reformas a nivel de la UE. Del mismo modo, la visión de Macron para Europa parece reconciliar lo irreconciliable: su plan apunta tanto preservar la soberanía de los estados miembros como a profundizar la integración de la unión. Institucionalmente, esto significa apoyar a los organismos supranacionales y, a la vez, permitir una mayor flexibilidad en áreas donde los gobiernos nacionales, en lugar de Bruselas, están mejor posicionados para resolver problemas.

En cuanto a la política de defensa, Macron quiere trabajar dentro de los tratados existentes de la UE, y apoya las propuestas para un acuerdo de Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) y un Fondo Europeo de Defensa. Pero también espera ir más allá de los marcos actuales de la UE e incluso de la OTAN para establecer una Iniciativa de Intervención Europea (EII), que operaría junto con las fuerzas expedicionarias británicas, estadounidenses y otras aliadas.

En cuanto a la migración, Macron quiere asegurar las fronteras exteriores de Europa y garantizar que la carga de acoger a los refugiados se comparta en toda la UE. En el corto plazo, él está presionando para un acuerdo entre los estados miembros sobre las cuotas de refugiados. Pero, a la larga, apoya una mayor armonización de los sistemas de asilo, o incluso la creación de una agencia central de asilo de la UE.

Macron también espera reconciliar ideas opuestas con respecto al euro. Mientras impulsa las reformas dentro de Francia que reducirán los riesgos de contagio financiero, también está pidiendo un presupuesto común de la eurozona y un ministerio de finanzas para hacer que la unión monetaria sea más resistente a los shocks futuros.

Más allá de estas áreas, Macron quiere impulsar la innovación en el ámbito digital, al establecer una versión europea de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, quiere proteger la soberanía nacional en la era digital a través de regulaciones y un enfoque fiscal común.

¿Qué piensa Angela Merkel de todo esto?

Angela Merkel se reunión con Emmanuel Macron este jueves pasado, y ambos han asumido en Berlín el reto limar sus diferencias y presentar un proyecto común al resto de socios comunitarios en temas como la unión monetaria, la unión bancaria, emigración, asilo, relaciones exteriores, defensa y mercado digital.

Los dos se proponen, además, profundizar su relación bilateral con una revisión del Tratado del Elíseo que sirva de base para una integración más profunda de los socios europeos que lo deseen en materias como impuestos de empresas o política de asilo. “El trabajo no falta, pero la voluntad tampoco”, ha asegurado Macron momentos antes de iniciar la primera de las reuniones que mantendrá con Merkel para llegar al prometido acuerdo entre Berlín y París. “De aquí al mes de junio tomaremos decisiones importantes para preparar las respuestas a los grande desafíos de Europa”, ha corroborado la canciller.

Los líderes observan el modelo de Humboldt Forum, un antiguo palacio convertido en museo
(Foto: bundeskanzlerin.de)

Merkel se mostró convencida de que el nuevo impulso es imprescindible porque la paz lograda desde 1945 ya no basta para justificar ante las nuevas generaciones la estructura de la UE. “Esta refundación, esta reorganización, debe ir más allá de la paz”, señaló la canciller. “Debemos demostrar que se puede lograr la prosperidad”.

Aún queda mucho por ver, pero ya está claro que Macron, junto con Merkel, han aportado un nuevo tipo de pensamiento a la política europea. En nuestra opinión, la soberanía en Europa solo puede ejercerse efectivamente a nivel del conjunto, de la UE. Lampadia




Siria: Situación límite

El pasado viernes por la noche, Estados Unidos, junto con Gran Bretaña y Francia, bombardearon Siria. La decisión de atacar se produjo una semana después de que el presidente sirio Bashar al-Assad usara armas químicas contra civiles fuera de Damasco, matando al menos a 42 adultos y niños. Una acusación hecha por los tres países y por diversos medios, pero aún no probada fehacientemente. Después del ataque, el presidente Donald Trump prometió imponer un “gran costo” al régimen de Assad. Y el domingo, defendió el ataque, describiéndolo como “misión cumplida”.

Ya en Lampadia anunciamos el jueves pasado  que la situación internacional se estaba agravando dramáticamente, (El mundo pasa a una fase confrontacional). Efectivamente, el anuncio de Trump sobre su ausencia en la Cumbre de las Américas, estaba vinculada a las operaciones bélicas, que deben haber sido planeadas meticulosamente.

Las acusaciones sobre el uso de armas químicas en Siria tienen larga data. Hace ocho años, Barack Obama, entonces presidente de EEUU, amenazó a Siria con atacar si se probaba el uso de armas químicas. Se probó según EEUU, pero Vladimir Putin le advirtió a Obama que no se corra el riesgo de intervenir y este se replegó a EEUU, perdiendo cara y presencia en el mundo.

Esta vez, sin embargo, el agresivo presidente de EEUU advirtió y cumplió. Después del denunciado uso de armas químicas en Damasco, Estados Unidos y sus aliados Francia y el Reino Unido, deliberaron durante una semana sobre cómo responder. Para luego, el viernes por la noche, atacar tres objetivos, incluido uno en las afueras de Damasco, todos relacionados con el programa de armas químicas de Siria: un centro de investigación, una instalación de almacenamiento y una instalación de equipos y un puesto de mando.

Probablemente, este ataque debió darse hace ocho años. Hoy tenemos que lamentar la muerte de cientos de miles de sirios, las desgracias de millones de migrantes, y el fortalecimiento de Rusia y Putin, su mayor soporte, junto con Irán.

Compartimos un mapa de Siria que explica lo que está sucediendo y los últimos movimientos de las fuerzas extranjeras y las bases militares:

Los ataques golpearon el “corazón” del programa de armas químicas de Siria y le causaron un “golpe serio”, dijo el portavoz del Pentágono, teniente general Kenneth McKenzie, a los periodistas. McKenzie también señaló que Siria podría reconstituir su programa y que los ataques no eliminaron todas las instalaciones de armas químicas de Siria.

Por su lado, Rusia ha advertido de “consecuencias” después de los ataques y el presidente ruso Vladimir Putin calificó los ataques como un “acto de agresión” que podría “tener un efecto destructivo en todo el sistema de relaciones internacionales”. Pero, a diferencia de los temores expresados por muchos, Putin reaccionó con bastante cuidado afirmando que si esto vuelve a suceder “inevitablemente llevará al caos de las relaciones internacionales”. Por otro lado, no nos olvidemos que en un par de meses debe desarrollarse el campeonato mundial de futbol en Rusia, un evento en el que no participará EEUU, pero que Rusia debe cuidar con mucho esmero.

Todavía hay preocupaciones más importantes. Es posible que los aliados de Assad, principalmente Rusia e Irán, tomen represalias contra los aproximadamente 2,000 soldados estadounidenses en Siria, y se escale el conflicto.

¿Cómo llegamos a esta situación en Siria?

El ataque liderado por EEUU busca castigar a Assad, pero probablemente no alterará el equilibrio de poder en Siria, donde la guerra civil ya dura 8 años y no muestra signos de superarse. El conflicto que comenzó como un levantamiento pacífico contra el régimen de Assad escaló hasta convertirse en una guerra civil a gran escala, y ahora es una de las más mortíferas de este siglo. En el camino, el conflicto sirio permitió que los extremistas del ISIS se multiplicaran, la peor crisis de refugiados del mundo desde la Segunda Guerra Mundial, que ha cambiado Europa para siempre, y exacerbó una lucha de poder internacional.

Recordemos que la guerra civil comenzó por problemas económicos y la falta de libertad en Siria, que causaron resentimiento hacia el gobierno autoritario de Assad, quien atacó y mató a cientos de manifestantes en 2011, encarcelando a muchos más, ya que se estaban produciendo otros levantamientos en todo el Medio Oriente, a favor de la democracia en un proceso conocido como la Primavera Árabe.

A medida que la indignación y la furia de la población se intensificaba, el creciente caos atraía a combatientes extremistas en toda la región, incluidos los remanentes de al-Qaeda en Iraq y una rama que se convirtió en el Estado Islámico, o ISIS. Eventualmente, se armó una rebelión siria completa contra el régimen de Assad. Algunos de estos grupos rebeldes comenzaron a luchar entre sí, así como con las fuerzas militares de Assad debido a las divisiones sectarias, complicando la situación.

Según las Naciones Unidas, 400,000 sirios han sido asesinados y más de la mitad de los 20 millones de habitantes de Siria antes de la guerra, han sido desplazados. Alrededor de 5.5 millones de sirios han huido al extranjero causando una grave crisis migratoria en Europa.

La pobre gobernanza global

Esta no es la primera vez en que nuestras instituciones globales y los países más poderosos, se muestran incapaces de influir en terribles enfrentamientos relativamente recientes, y de evitar que escalen hasta llegar a proporciones de tragedia. La misma incapacidad se vio en la guerra de los Balcanes en la antigua Yugoeslavia a mediados de los años 90, en la que murieron más de 200,000 personas y se desplazaron millones de pobladores.

La situación de Venezuela va en la misma dirección, una crisis humanitaria abusiva, digitada por un régimen corrupto y la satrapía cubana de los Castro; que la sufrida población no puede remediar, y el resto de la humanidad no acierta a frenar. Ojalá, en Venezuela, no tengamos que lamentar otra gran tragedia. Ver en Lampadia: Venezuela Hora Cero

¿Qué pasará ahora?

A lo largo de los años, se han llevado a cabo varios intentos de paz y resoluciones de las Naciones Unidas en las que se pide el cese del fuego para permitir que la ayuda llegue a las zonas donde los civiles están atrapados. Sin embargo, la mayoría de las conversaciones de paz han sido obstaculizadas por un tema importante: Assad y sus padrinos en Rusia e Irán.

La pregunta más importante ahora es si al Assad dejará de usar armas químicas. Seguro lo pensará dos veces antes de lanzar un nuevo ataque químico. Solo queda esperar a ver cuáles serán las reacciones internacionales. El tiempo y la comunidad internacional lo dirán.

Los peligros que genera Trump

Es importante notar que la decisión de Trump de bombardear Siria, arriesgando una reacción complicada de Putin, coincide con la ‘guerra comercial’ desatada hace un par de semanas por EEUU contra China, y la exacerbación de los enfrentamientos con México en relación al clamoroso muro fronterizo. A esto debemos sumar la creciente ola de despidos violentos de oficiales estadounidenses del más alto rango, por parte de Trump.

En suma, una escalada de acciones agresivas y extremas, que hacen temer la posibilidad de que, en cualquier momento, las cosas puedan complicarse más allá de lo controlable.

Debiera sernos claro, que la humanidad carece de los frenos necesarios para evitar tragedias humanas que destruyen la vida de millones de personas. Además, en el mundo globalizado, ningún acontecimiento de proporciones escapa de influir y afectar a todos. Más vale pues, estar bien informado y, en lo posible, influir en la formación de una mejor gobernanza global. Lampadia




Macron representa nuestros intereses en el mundo

Macron representa nuestros intereses en el mundo

El Perú debe acercarse a la Francia de Macron

Como todos los años, The Economist nombró a su país del año. Para este 2017, el elegido fue Francia, debido a que su nuevo presidente Emmanuel Macron logró una sorprendente victoria contra las amenazas proteccionistas y aislacionistas, recogiendo la bandera de las sociedades abiertas y de las reformas liberalizadoras.

Emmanuel Macron surgió para transformar una escena política anticuada, deslumbrando al mundo y a muchos en su país con una energía que rejuveneció Francia. Macron llegó a los titulares con consignas como “Hagamos que el planeta vuelva a ser grandioso”.

El político joven y carismático salió victorioso de las elecciones presidenciales francesas, derrotando a la candidata de extrema derecha Marine Le Pen. También ha tenido éxito en la reforma del mercado laboral francés, una hazaña impresionante dada la feroz oposición que enfrentó. Las encuestas indican que Macron está recuperando el apoyo del público, luego de un descenso en las calificaciones de aprobación. En diciembre, cuando Macron cumplió 40 años, la mayoría de los ciudadanos franceses dijeron que lo consideraban “un buen presidente”. La oposición lo ha reprendido por comportarse como un “Rey Sol”, en referencia al monarca francés Luis XIV. Macron incluso proclamó durante su campaña que sería un presidente “jupiteriano”, si ganaba. Con Macron a la cabeza, Francia parece haber superado su era de dudas y recuperó su orgullo nacional.

Curiosamente, cuando el Reino Unido, baja las banderas de la globalización, Francia, que siempre receló de la apertura, las recoge para darle, a la globalización o al europeísmo, un nuevo sentido moral.

Macron se ha mostrado como un líder seguro en lo que respecta a los asuntos mundiales. Invitó a Donald Trump a una glamorosa cena en la Torre Eiffel, recibió al presidente ruso Vladimir Putin en el Palacio de Versalles, organizó la conferencia internacional sobre el clima en París, inició varias iniciativas políticas con el continente africano y acaba de dar la bienvenida al presidente turco Recep Tayyip Erdogan a la capital francesa.

Ahora, con su visión unionista, en el tradicional discurso de fin de año, le habló no solo a los franceses, sino también a sus “ciudadanos europeos”, dijo que la Unión Europea necesitaba redescubrir su ambición para convertirse en una unión “más soberana, más unida y más democrática”.

El presidente francés quiere acabar con la Europa de las naciones para crear algo mucho más cercano a la nación Europa. Él quiere que la UE tenga su propio ministro de finanzas, su propio presupuesto, su propia gobernanza económica. Él cree que debería tener su propio ejército y la fuerza policial fronteriza. Quiere un sistema impositivo armonizado y, políticamente, un Parlamento Europeo más fuerte con listas y partidos transnacionales.

Francia ha seleccionado a un carismático nuevo líder para la gran batalla política entre el globalismo y el nacionalismo que está en marcha en las democracias occidentales. Macron, defensor de la globalización, de la política de centro y de la Unión Europea, se erigió como un bastión contra las fuerzas no convencionales y disruptivas que han alterado la política mundial desarrollada durante los últimos años.

Parece que Macron tendrá la libertad que requiere para hacer impulsar su agenda política. Pero tal vez la noticia más importante es que, al borrar la división izquierda-derecha, ha frenado el crecimiento del populismo y también ha creado una plataforma centrista fuerte, ambiciosa, reformista y optimista, basada en una clara comprensión del nuevo mundo. Ver en Lampadia: Francia rechaza el aislacionismo y abraza la globalización.

La victoria de Macron significa un apoyo a los valores del libre comercio y la globalización, además de las ideas de la libertad, de la apertura económica y de la integración en Europa y en el mundo. Planteamientos muy favorables para el Perú, que solo puede salir de pobre en un mundo abierto.

Lamentablemente, por un evento diplomático que nunca se aclaró, perdimos la ocasión de recibir la visita de Macron, en su primer año de gobierno. Otra metida de pata del gobierno de PPK, que esperamos, que Cayetana Aljovín, con su encanto personal, pueda enmendar. Lampadia

Una nación formidable

The Economist revela su país del año 2017

¿Será la sobria Argentina, la valiente Corea del Sur o la revolucionaria Francia?

The Economist
19 de dic de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Cada Navidad desde el 2013, The Economist ha escogido un “país del año”. Las naciones clandestinas no son elegibles, sin importar cuánto atemoricen a la gente. (Disculpa, Corea del Norte.) Tampoco embelesamos a los lugares que ejercen la mayor influencia a través del tamaño o el músculo económico; de lo contrario, China y Estados Unidos serían difíciles de vencer. Más bien, buscamos un país, de cualquier tamaño, que haya mejorado notablemente en los últimos 12 meses, o haya hecho que el mundo sea mejor.

Cometemos errores. En 2015 escogimos a Myanmar, por pasar de la “dictadura laceriosa” a “algo parecido a la democracia”. Reconocimos que su trato a la minoría Rohingya fue vergonzoso, pero no pudimos predecir cuánto peor sería más adelante. Este año, después de que más de 600,000 rohingyas huyeron de sus humeantes aldeas para evitar ser violadas y asesinadas por el ejército birmano, estuvimos tentados de nombrar a la vecina Bangladesh como el país del año por acoger a tantos de ellos. El país también ha experimentado un rápido crecimiento económico y una fuerte caída de la pobreza. Si no hubiera aplastado las libertades civiles y permitido a los islamistas dar riendas sueltas para intimidar, podría haber ganado.

Otro candidato es Argentina, donde el presidente Mauricio Macri está llevando a cabo dolorosas reformas para restaurar la sobriedad fiscal después de años de populismo derrochador bajo la familia Kirchner. En octubre, el partido de Macri ganó la mayor parte de la votación en las elecciones, lo que sugiere que la mayoría de los argentinos ya no son engañados por estadísticas falsas y la promesa de dinero gratis. A pesar de las protestas violentas en diciembre, esto es progreso.

Al final, nuestra lista final se redujo a Corea del Sur y Francia. Corea del Sur ha tenido un año extraordinario, soportando las amenazas de su vecino del norte con misiles con calma y gracia. Esto no es del todo nuevo: Corea del Norte ha prometido inmolar al Sur por décadas, pero las tensiones aumentaron alarmantemente este año, cuando el presidente Donald Trump y Kim Jong Un intercambiaron burlas, llamándose “cohete” y “desquiciado mental”. Mientras todo esto sucedía, Corea del Sur también tuvo que enfrentar una crisis en su país.

Manifestaciones masivas y una investigación de corrupción condujeron a la destitución de la presidenta Park Geun-hye, quien ahora se encuentra en una celda en la cárcel enfrentando un juicio. Su sucesor, Moon Jae-in, ha dirigido un boicot chino sobre el despliegue de defensas antimisiles (a China le preocupa que el nuevo radar pueda ver tanto a China como a Corea del Norte). Moon ha retrasado cortésmente las demandas de Trump para renegociar un acuerdo comercial. Y un tribunal ha encarcelado a Lee Jae-yong, el jefe de Samsung, el mayor de los chaebol (conglomerados) dominantes del país. En resumen, Corea del Sur ha dado grandes pasos hacia la limpieza de su política interna a pesar de vivir bajo la constante amenaza del apocalipsis nuclear.

Le jour de gloire est arrivé (Llegó el momento de gloria)

En la mayoría de los años, eso sería suficiente. Pero en 2017 Francia desafió todas las expectativas. Emmanuel Macron, un joven ex banquero que no tenía respaldo de ninguno de los partidos tradicionales, ganó la presidencia. Luego, La République En Marche, el flamante partido de Macron, lleno de novicios políticos, aplastó a la vieja guardia para ganar la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional. Esto no fue simplemente un trastorno impresionante. También dio esperanza a aquellos que piensan que la vieja división izquierda-derecha es menos importante que la abierta y cerrada. Macron hizo campaña por una Francia abierta a las personas, los bienes y las ideas del extranjero, y al cambio social en el hogar. En seis meses, él y su partido aprobaron una serie de reformas sensatas, entre ellas un proyecto de ley anticorrupción y un relajamiento de las rígidas leyes laborales de Francia.

Los críticos se burlan de la grandiosidad de Macron (llaman a su presidencia “Jupiteriana”). Piensan que sus reformas podrían haber ido más allá, lo cual es cierto. Tal vez se olvidan de cómo, antes de aparecer, Francia parecía irreformable, ofreciendo a los votantes una opción entre la esclerosis y la xenofobia. El movimiento de Macron hizo a un lado el ancien régime y derrotó al ultranacionalista Marine Le Pen (quien, si ella hubiera ganado, hubiera arruinado la Unión Europea). La lucha entre las visiones abierta y cerrada de la sociedad bien puede ser la competencia política más importante en el mundo en este momento. Francia se enfrentó a los proteccionistas aislacionistas y les ganó. Por eso, es nuestro país del año. Lampadia




La política británica al borde del abismo

El populismo ha sido una de las mayores plagas de la política latinoamericana durante casi cien años. En Lampadia lo hemos calificado como ‘una alianza entre la mentira y la esperanza’. La mentira, porque el político populista sabe que no va a cumplir con lo que ofrece, solo lo hace para conseguir votos de los más necesitados y carentes de alternativas. La esperanza, porque resulta ser como el último pedazo de madera del cual uno se puede agarrar en medio del mar, después de haber llegado a creer que ya nada puede darle algo que lo ayude a mejorar su situación.

Pero, lamentablemente, esta tendencia populista está propagándose por todo el mundo. En el Reino Unido, donde los populistas lograron el voto por el Brexit, el resultado marca un cambio dramático, que parece haberlos llevado a perder perspectiva y dejar que procesos como la migración y la pérdida de competitividad con EEUU y China los lleven a una crisis de identidad y a malograr sus políticas públicas con una retórica digna de falsos paradigmas políticos.

Las consecuencias a corto plazo ya se están viendo: La incertidumbre sobre los futuros acuerdos comerciales ya ha reducido la confianza en la libra esterlina, lo que vuelve menos atractivas las inversiones. El Banco de Inglaterra llamó al Brexit “el mayor riesgo para la estabilidad financiera nacional”.

Los efectos a largo plazo son más controvertidos, aunque la mayoría de los economistas consideran que también serán negativos. Económicamente es un problema grave que llega en un mal momento para Europa. Según Martin Wolf (compartimos su artículo líneas abajo) “Las ‘Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional’ pronostican un crecimiento para la economía del Reino Unido este año y el próximo, de 1.7% y 1.5% respectivamente, lo que lo situaría cerca de la parte inferior del ranking de la UE. En 2018, solo Italia estaría (marginalmente) por debajo. Sin embargo, esta desaceleración no es tan preocupante como las deficiencias económicas a más largo plazo, como lo demuestra el informe provisional de la Comisión de Justicia Económica del Instituto para la Investigación de Políticas Públicas, con sede en Londres.”

Uno de los grandes problemas es que, como afirmó Wolf la polarización entre ‘perdedores’ y élites, duró mucho tiempo,  “los proyectos de la elite de derecha han sido bajar las tasas marginales de impuestos, inmigración liberal, globalización, cortar costosos ‘programas de ayuda social’, mercados laborales desregulados y buscar la maximización del valor para el accionista. (…) En el proceso, las élites se han desprendido de las lealtades y preocupaciones nacionales, formando en su lugar una súper-elite global. No es difícil ver por qué la gente común, en particular hombres nativos, se sienten alienados. Son perdedores, al menos relativamente; no comparten por igual las ganancias. Se sienten usados y abusados. Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los niveles de vida, ven a las elites como incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchos estén enojados, sino que no lo estén todos.”

Y es que, efectivamente, en los países ricos, desde la crisis del 2008/9, se descuidó a los segmentos de población que vieron debilitada su situación económica. Esto originó que estos países importen el populismo como base del nuevo discurso político, ocultando que buena parte de los impactos en la desigualdad se debían a los impactos de la ‘Cuarta Revolución Industrial’, que ha generado una inmensa ola de automatización y debilitamiento de los empleos tradicionales. Ver en Lampadia: Porqué el populismo le está ganando a los liberales.

Tomemos lo que está sucediendo en el Reino Unido como una señal de alarma para nosotros. Ahora, más que nunca, es muy importante que los países emergentes como el Perú, tomen una posición anti populismo y reafirmen su opción por un mundo más globalizado y una economía abierta, destacando la importancia del comercio internacional para nuestro desarrollo económico y para beneficio e inclusión de nuestros pobres en la economía de mercado. Lampadia

Un Brexit herido podría naufragar la economía británica

Es absurdo sugerir que el RU podría soportar el impacto de menor acceso a los mercados

Martin Wolf
Financial Times
17 de noviembre, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

Los compradores en Petticoat Lane de Londres buscan mejores ofertas. Inner London es la región más rica de Europa, sin embargo, la economía del Reino Unido es una de las más divididas regionalmente, con una desigualdad en aumento © Bloomberg

La política británica está cerca del abismo. El país se ha embarcado en la separación de la UE con una primer ministra sin autoridad, y un gobierno sin unidad. Sería bueno si la economía del Reino Unido estuviera saludable. Desafortunadamente, sufre de profundas debilidades. Es probable que el Brexit muestre estos problemas con mayor claridad.

El desempeño económico de corto plazo del RU es decepcionante. Las ‘Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional’ pronostican un crecimiento para la economía del RU este año y el próximo de 1.7 % y 1.5 % respectivamente, lo que lo situaría cerca de la parte inferior del ranking de la UE. En 2018, solo Italia estaría (marginalmente) por debajo. Sin embargo, esta desaceleración no es tan preocupante como las deficiencias económicas a más largo plazo, como lo demuestra el informe provisional de la Comisión de Justicia Económica del Instituto para la Investigación de Políticas Públicas, con sede en Londres.

Entonces, ¿cuáles son las debilidades?

Las secuelas de la crisis financiera han sido devastadoras. A pesar de las ventajas de un tipo de cambio flexible y autonomía monetaria y fiscal, la recuperación ha sido la más débil desde la segunda guerra mundial. Los ingresos medios reales disponibles de los hogares son solo 5% más altos que en 2007. Nuevamente, entre 2007 y 2016, los salarios reales crecieron 10.6% en Alemania y 6.4% en promedio en los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Pero, en el Reino Unido, cayeron un 2.6%. Solo Grecia, México y Portugal tuvieron un peor desempeño en los salarios reales.

También se ha abierto una brecha generacional significativa. Quienes tenían entre 22 y 39 años experimentaron una caída del 10% en las ingresos reales entre 2007 y 2017. También fueron particularmente afectados por el aumento en los precios promedio de las viviendas de 3.6 veces el promedio anual de ingresos de hace 20 años a 7.6 veces en la actualidad. No es de sorprender que la proporción de personas de 25 a 34 años que obtuvieron una hipoteca haya caído bruscamente, del 53 % al 35 %.

La economía del Reino Unido sigue siendo la más dividida regionalmente, de Europa. Inner London es la región más rica de Europa. Las otras regiones (aparte del resto de Londres y el sureste) son mucho más pobres, sin embargo, cabe señalar que Francia, Italia y España tienen regiones más pobres que las más pobres del Reino Unido. Además, el PBI per cápita solo ha recuperado los niveles previos a la crisis en Londres y el sureste.                                                                         

Además, si bien el historial de empleo del Reino Unido ha sido bueno, el empleo a tiempo parcial es relativamente alto y varios empleos de categorías ‘inseguras’ han aumentado considerablemente. En 2016, por ejemplo, el 2.8 % de todas las personas en el empleo tenían contratos de cero horas, comparado con el 0.6 % en 2007. Debe ser difícil para las personas que trabajan bajo tales contratos tener mucho control sobre sus vidas.

El nivel de desigualdad del Reino Unido se encuentra entre los más altos de Europa. Si bien la desigualdad general no ha aumentado mucho en las últimas décadas (a diferencia de EEUU), los salarios máximos se dispararon al alza: hace 30 años, a los directores generales de la empresa se les pagaba unas 20 veces el salario del trabajador medio. Ahora es aproximadamente 150 veces. La gente podría preguntarse, dado el desempeño del Reino Unido, qué han hecho estos líderes empresariales para justificar esos enormes incrementos.

También podrían señalarse que la productividad promedio, por horas trabajadas, del Reino Unido, se encuentra entre las más bajas entre los países de altos ingresos y, lo que es peor, la productividad se ha estancado desde la crisis. En ambas medidas, el rendimiento es bastante similar al de Italia. Este rendimiento extremo de la productividad refleja en parte la cola enormemente larga (y creciente) de los de bajo rendimiento.

Por último, pero no menos importante, en esta lista de debilidades, la inversión en el Reino Unido es excepcionalmente débil según los estándares de países comparables y ha tendido a caer como una parte del PBI durante tres décadas. El gasto en investigación y desarrollo también es relativamente débil. Esto, según algunos, refleja incentivos perversos, que recompensan a la administración por la medida en que elevan los precios de las acciones en el corto plazo, en lugar de determinar si mejoran el desempeño a largo plazo de las empresas.

Esta no es una economía vigorosa y saludable que pueda soportar el impacto de un acceso sustancialmente menor a sus mercados más importantes. Es absurdo sugerir lo contrario. El desprecio que muchos políticos de la derecha parecen sentir por los pares europeos del Reino Unido es particularmente inapropiado. Las políticas destinadas a mejorar el desempeño económico en todos los ámbitos son esenciales, sobre todo porque la decepción económica debe haber sido uno de los motivos de la votación del Brexit. Sin embargo, es probable que el impacto del Brexit, combinado con las debilidades subyacentes del Reino Unido, provoque una decepción aún más grave.

El Reino Unido se ha embarcado en un viaje arriesgado en un barco con coladeras. Cuidado con el naufragioLampadia