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Sobre resultados inesperados de decisiones individuales

En este análisis presentamos la quinta publicación de The Economist sobre las más importantes teorías económicas explicadas de una manera no ‘matematizada’ y con énfasis en cómo estas teorías se aplican en la actualidad.

Este artículo se refiere a la teoría de juegos, un estudio de las estrategias que se llevan a cabo en juegos complejos. Fue la mayor contribución del matemático John Forbes Nash (1928-2015), que murió el año pasado en un accidente de tráfico con su mujer, y cuya vida fue escenificada en el cine por Russel Crowe en una magnífica película: ‘Una mente brillante’. De hecho, el aporte de Nash a entender los comportamientos individuales y los resultados grupales, le sirvieron para ganar el Premio Nobel de Economía en 1994. 

Russel Crowe en ‘Una mente brillante’

La teoría de juegos es hoy una rama de las matemáticas (muy usada por los economistas) que intenta formalizar situaciones donde existe una interacción estratégica entre distintos actores. Primero se define quiénes participan, luego se describe qué decisiones puede tomar cada protagonista y cómo las toma y, por último, se evalúan todos los resultados posibles de la interacción. El gran aporte de Nash fue brindarnos un concepto de la existencia de un equilibrio en todo tipo de situaciones: donde nadie se arrepiente de lo que hizo, dado que lo ‘hicieron’ los otros.

Un ejemplo de la no aplicación del equilibrio de Nash se daba en la industria de cerveza del Reino Unido. Este era un mercado con muchos jugadores, todos ellos trataban de crecer anticipándose a sus competidores y aumentaban su capacidad de producción. El problema es que todos hacían lo mismo y, por lo tanto, se producía una sobre oferta que diluía los márgenes y generaba quiebras masivas. A este resultado le seguía un mercado con poca oferta y altos márgenes, lo que volvía a ocasionar el incentivo para una nueva competencia autodestructiva en el camino a la sobre oferta. A este tipo de decisiones se les llama: “Macro silly decisions” (tontas decisiones macro). Después de muchos costos, la industria cervecera británica pudo alcanzar algunos equilibrios de Nash y evitar los ciclos destructivos.  

Russel Crowe en ‘Una mente brillante’

Al demostrar matemáticamente que existen equilibrios en cualquier situación, Nash ayudó a economistas, políticos, burócratas y estrategas de negocios a entender el mundo que nos rodea de una mejor manera. Se formó la base de muchas de las estrategias vigentes que vemos por todo el mundo.

El ejemplo más conocido de la teoría de juegos es el del prisionero. En este caso, dos prisioneros cómplices que están aislados deben decidir simultáneamente si delatan a su compañero o no. Si ninguno delata, los dos van muy poco tiempo a prisión. Si uno delata a su compañero y el otro se queda callado, el delator queda en libertad y su compañero recibe una pena muy larga. Finalmente, si ambos se acusan mutuamente, los 2 van a prisión por un tiempo largo. Lo interesante aquí es que la situación en la que ambos se callan no es un equilibrio de Nash. Si mi compañero se quedó callado, yo querré delatarlo, y en ese caso a él no le habrá convenido quedarse callado. El equilibrio de Nash predice que ambos confesarán.

En el mundo real, tanto en las relaciones económicas como en las políticas y sociales, son muy frecuentes las situaciones en las que, al igual que en los juegos, su resultado depende de la conjunción de decisiones de diferentes agentes o jugadores. Tal vez un ejemplo mus sorprendente del equilibrio de Nash, es el del armamentismo nuclear durante la guerra fría que al basrse en el riesgo de destrucción mutua asegurada, generaba menores probabilidades de guerra.

¿Cómo se pueden cambiar los incentivos para que las personas, instituciones, empresas o grupos actúen de cierta forma, en que se obtengan mejores decisiones de grupo?

En el mundo real, los tomadores de decisiones individuales, no son necesariamente racionales. En los experimentos del dilema del prisionero, solo el 50% llega al equilibrio de Nash. Pero con mayor información y experiencia, se produce una convergencia positiva al equilibrio.

Lampadia

Teoría de juego

Escapando de prisión

La quinta publicación de la serie sobre las ideas económicas seminales ve el equilibrio de Nash

Por The Economist

20 de agosto 2016

Traducido y glosado por Lampadia

John Nash llegó a la Universidad de Princeton en 1948 para iniciar su (PHD) doctorado con una recomendación de una sola frase: “Es un genio de las matemáticas”. No defraudó. Con 19 años y habiendo llevado tan sólo un curso de economía, durante sus primeros 14 meses como graduado produjo el trabajo que, en 1994, le ganaría un premio Nobel de Economía por su contribución a la teoría de juegos.

John Nash

El 16 de noviembre de 1949, Nash envió una nota de una página de largo a las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, en la que expuso un concepto que desde entonces se conoce como el “equilibrio de Nash”. Este concepto describe un resultado estable que resulta de las personas o instituciones que toman decisiones racionales basadas en lo que piensan que harán los otros. En el equilibrio de Nash, nadie es capaz de mejorar su propia situación cambiando de estrategia: cada persona lo está haciendo lo mejor posible, aunque eso no sea el resultado óptimo para la sociedad. Con una gran habilidad matemática, Nash demostró que cada “juego” con un número finito de jugadores, cada uno con un número finito de opciones para elegir, tendría por lo menos un equilibrio.

Su perspicacia expandió el estudio de la economía. En mercados de competencia perfecta, donde no existen barreras de entrada y donde todos los productos son idénticos, ningún comprador o vendedor individual puede influir en el mercado: nadie necesita prestar atención a lo que los demás hacen. Pero la mayoría de los mercados no son así: las decisiones de los competidores y clientes importan. Desde la subastas hasta los mercados de trabajo, el equilibrio de Nash le dio a la ciencia una manera de hacer predicciones del mundo real sobre la base de los incentivos de cada persona.

Un ejemplo en particular se ha vuelto el símbolo del equilibrio: el dilema del prisionero. Nash usó álgebra y números para exponer esta situación en un amplio ensayo publicado en 1951, pero la versión más familiar para los estudiantes de economía es más apasionante. (El tutor de tesis de Nash, Albert Tucker, la presentó en una charla que dio a un grupo de psicólogos).

Se trata de dos cómplices en celdas separadas, cada una contemplando el mismo trato ofrecido por el fiscal. Si ambos confiesan un sangriento asesinato, cada uno de ellos se enfrenta a diez años de cárcel. Si uno se queda en silencio mientras que el otro lo acusa, entonces, el soplón obtendrá una recompensa, mientras que el otro se enfrentará a una vida en la cárcel. Y si ambos se mantienen callados, entonces, cada uno de ellos se enfrenta a un cargo menor, y sólo un año en la cárcel (ver diagrama).

Sólo hay una solución en el equilibrio de Nash para resolver el dilema del prisionero: que ambos confiesen. Cada una es una mejor respuesta a la estrategia del otro; ya que el otro podría haber soltado la verdad, ya que decir la verdad evita toda una vida en la cárcel. La tragedia es que si tan sólo pudieran trabajar juntos, ambos podrían lograr una mejor recompensa.

El ejemplo ilustra que las multitudes pueden ser tontas, así como sabias; lo que es mejor para el individuo puede ser desastroso para el grupo. Este trágico resultado es muy común en el mundo real. Si fueran libres para saquear el mar, los individuos pescarían más de lo que es mejor para el grupo, agotando el stock de pescados. Los empleados que compiten para impresionar a su jefe al permanecer más tiempo en la oficina alentarán el agotamiento de los trabajadores. Los bancos tienen un incentivo para prestar más cuando los precios de las casas se disparan, en lugar de reducir los préstamos.

Los problemas de las masas

El equilibrio de Nash ayudó a los economistas a entender cómo las mejoras para los individuos podrían dar lugar a consecuencias negativas para las multitudes. Mejor aún, les ayudó a resolver el problema: sólo tenían que asegurarse de que cada individuo se enfrentara a los mejores incentivos posibles. Si aún así las cosas siguen saliendo mal (como que los padres continúen sin vacunar a sus hijos contra el sarampión, por ejemplo), entonces debe ser porque las personas no estaban actuando en su propio interés. En tales casos, el desafío de las políticas públicas sería uno de mayor información.

La idea de Nash tenía antecedentes. En 1838, August Cournot, un economista francés, planteó la teoría de que en un mercado con sólo dos empresas, cada una de ellas sufriría las desventajas de buscar una mayor participación del mercado aumentando la producción, ya que esto causaría que los precios bajen y los márgenes de ganancias también sean menores. 

Sin quererlo, Cournot había tropezado con un ejemplo del equilibrio de Nash. Tenía sentido que cada empresa establezca los niveles de producción basados ​​en la estrategia de su competidor; los consumidores, sin embargo, terminarían con menos bienes y precios más altos  si hubiera prevalecido una competencia despiadada.

Otro pionero fue John von Neumann, un matemático húngaro. En 1928, el año en que Nash nació, von Neumann esbozó una primera teoría formal de juegos, demostrando que en un juego de suma cero con dos personas, siempre habría un equilibrio. Cuando Nash compartió su hallazgo con von Neumann, para entonces un semidiós intelectual, este último desestimó el resultado como “trivial”, viéndolo como poco más que una extensión de su propia prueba anterior.

De hecho, el enfoque de von Neumann en  un juego de suma cero con solo dos personas dejaba un conjunto muy limitado de aplicaciones para su teoría. La mayoría de estos ajustes eran de naturaleza militar. Uno de ellos fue la idea de la destrucción mutua asegurada, en el que se alcanza el equilibrio al armar a los adversarios con armas nucleares (algunos han sugerido que el carácter de la película Dr. Strangelove se basó en von Neumann). Nada de esto fue particularmente útil para pensar en la mayoría de situaciones (incluyendo la mayoría de los tipos de mercados) en el que la victoria de una de las partes no implica automáticamente la derrota de la otra.

Aun así, inicialmente los economistas tuvieron el mismo pensamiento que von Neumann, y en gran medida pasaron por alto el descubrimiento de Nash. Éste se dedicó a otras actividades matemáticas, pero su gran promesa se vio debilitada cuando, en 1959, comenzó a sufrir de delirios y paranoia. Su esposa lo hospitalizó; y tras su alta, se convirtió en una figura conocida en el campus de Princeton, que hablaba consigo mismo y hacía garabatos en las pizarras. Mientras luchaba con su enfermedad, sin embargo, su equilibrio se hizo cada vez más central en la disciplina económica. La proporción de artículos de economía que citan el equilibrio de Nash se ha multiplicado por siete desde 1980, y el concepto se ha utilizado para resolver una serie de problemas de políticas del mundo real.

Un famoso ejemplo fue el sistema de hospitales de EEUU, que durante la década de 1940 estaba en un mal equilibrio de Nash. Cada hospital quería recibir a los más brillantes estudiantes de medicina. Dado que este tipo de estudiantes eran particularmente escasos debido a la guerra, los hospitales se veían forzados a enviar ofertas a candidatos prometedores cada vez más temprano. Lo que era mejor para el hospital individual, resultó ser terrible para el colectivo de hospitales: tenían que contratar a los estudiantes antes de que hayan pasado todos los exámenes. Los estudiantes también lo odiaban, ya que no tenían la oportunidad de considerar distintas ofertas. 

A pesar de las cartas y resoluciones de toda clase de asociaciones médicas, así como de los propios estudiantes, el problema fue resuelto correctamente solamente después de décadas de ajustes y, en última instancia, gracias al diseño de Elliott Peranson y Alvin Roth en 1990 (que más tarde ganaron su propio Premio Nobel de Economía). Hoy en día, los estudiantes presentan sus preferencias y se les asignan a los hospitales en base a un algoritmo que garantiza que ningún estudiante pueda cambiar sus preferencias previamente declaradas y ser enviado a un hospital más prestigioso que también quiera recibirlo, y ningún hospital puede salirse del sistema y tomar a un mejor empleado. El sistema aprovecha al máximo el equilibrio de Nash: todo el mundo está haciendo lo mejor que puede en base a lo que hacen los demás.

Otras aplicaciones de políticas incluyen la subasta del gobierno británico de licencias de operaciones de telecomunicaciones móviles 3G en 2000. Llamó a los especialistas en teoría de juegos para ayudar a diseñar la subasta utilizando algunos de los puntos de vista del equilibrio de Nash, y terminaron recibiendo unos £ 22.5 mil millones (US$ 35.4 mil millones), aunque algunos de los accionistas de los oferentes no estuvieron satisfechos con el resultado. Las percepciones de Nash también ayudaron a explicar por qué la adición de un camino a una red de transporte puede hacer que el tiempo de viaje sea, en promedio, más largo. Los conductores autónomos interesados ​​en optar por la vía más rápida pueden no tener en cuenta su efecto en la prolongación de los tiempos de viaje de los demás, por lo que pueden terminar  atascando una ruta. Un estudio publicado en 2008 encontró siete salidas en las carreteras en Londres y 12 en Nueva York, donde cierres podrían aumentar el flujo de tráfico.

Que empiece el juego

El equilibrio de Nash no habría alcanzado su estado actual sin algunos refinamientos de la idea original. Primero, en muchas situaciones, hay más de un posible equilibrio de Nash. Los conductores eligen qué lado de la carretera deben usar para conducir en relación al comportamiento de los demás conductores, con resultados muy diferentes, dependiendo de dónde viven; se mantienen a la izquierda en Gran Bretaña, pero a la derecha en Estados Unidos. Para decepción de los economistas más matematizados, el entendimiento de  estrategia requiere el conocimiento de las normas y hábitos sociales. El teorema de Nash por sí solo no era suficiente.

Un segundo refinamiento involucró la adecuada contabilización de las amenazas no creíbles. Si un adolescente amenaza con escaparse de casa si su madre le quita su teléfono móvil, entonces hay un equilibrio de Nash, donde ella le da el teléfono para mantener la paz. Pero Reinhard Selten, un economista alemán que compartió el premio Nobel con Nash y John Harsanyi en 1994, argumentó que esto no es un resultado plausible. La madre debe saber que la amenaza de su hijo es vacía, ya que una noche en las calles sería peor que perder un celular. Ella debe confiscar el teléfono, obligando a su hijo a concentrarse en su tarea.

El trabajo de Selten le permitió a los economistas a reducir gradualmente el número de posibles equilibrios de Nash. Harsanyi abordó el hecho de que en muchos juegos de la vida real, la gente no está segura de lo que su oponente va a hacer. A los economistas se les haría complicado analizar las mejores estrategias para dos tortolitos que deben escoger un lugar mutuamente aceptable para una fecha sin tener idea de lo que el otro prefiere. Mediante la integración de las creencias de cada persona en el juego (por ejemplo, que piensen correctamente que al otro le gusta la pizza tanto como el sushi), Harsanyi hizo que el problema pueda resolverse. Un problema diferente siguió acechando. La capacidad de predicción del equilibrio de Nash descansa en el comportamientos racionales. Sin embargo, los seres humanos a menudo no están a la altura de este ideal. En experimentos que replican el dilema del prisionero, sólo la mitad de las personas eligieron confesar. Para los economistas que habían incrustado la racionalidad (y Nash) en sus modelos, esto era problemático. ¿Cuál es el propósito de crear buenos incentivos, si la gente no busca sus propios mejores intereses?

No todo está perdido. Los experimentos también mostraron que la experiencia hizo más prudentes a los jugadores; en la décima ronda, sólo alrededor del 10% de los jugadores se negaba a confesar. Esto le enseñó a los economistas a ser más cautelosos con la aplicación del equilibrio de Nash. Con juegos complicados, o aquellos en los que no tienen la oportunidad de aprender de los errores, sus ideas pueden no funcionar tan bien.

El equilibrio de Nash, sin embargo, cuenta con un rol central en la microeconomía moderna. Nash murió en un accidente automovilístico en 2015; para entonces, su salud mental se había recuperado, había reanudado su enseñanza en Princeton y había recibido un Nobel en reconocimiento de que las interacciones del grupo contribuyen más que cualquier individuo.

Lampadia




El enfoque del nuevo gobierno sobre la Conflictividad Social

El enfoque del nuevo gobierno sobre la Conflictividad Social

El reinicio de los grandes proyectos productivos y de infraestructuras es vital para la reactivación del crecimiento de nuestra economía. Sin embargo, la conflictividad social que se ha desarrollado alrededor de muchos de ellos, es tal vez el mayor impedimento para su viabilidad. Por ello, es crucial evaluar las estrategias del gobierno de Peruanos Por el Kambio (PPK) para enfrentar la conflictividad.

El tema del avance de los grandes proyectos de inversión actualmente paralizados por verse involucrados en conflictos sociales no ha sido de los más expresados en el discurso presidencial ni comentados por los diversos voceros del recientemente instalado gobierno de PPK. Sin embargo, han dado algunas señales respecto a la manera como buscarán enfrentar la conflictividad social relacionada a la minería.

Foto de la Tía que algún día será María

Este es un análisis inicial, puesto que hasta ahora solo disponemos de unas pocas declaraciones específicas. A futuro esperamos poder brindar un análisis más completo en la medida se vaya reduciendo la incertidumbre sobre las intenciones y estrategias del nuevo  gobierno.

Hasta ahora, de las declaraciones vertidas, se pueden extraer algunos lineamientos respecto a la manera como el gobierno de PPK se dispone a enfrentar la conflictividad social. Considerando lo dicho hasta ahora encontramos las siguientes ideas:

1. La necesidad de convencer a la población

El Presidente Kuczynski manifestó que tratará de convencer a la población de las zonas conflictivas respecto a los beneficios de los proyectos extractivos, de ser necesario haciéndose presente en dichas zonas. Esto implica un reconocimiento de la importancia asignada a la opinión pública en dichas zonas, esto es positivo y distancia a PPK respecto a los enfoques anteriores que combinan la negociación con dirigentes y la represión policial como principales herramientas para viabilizar los proyectos. Por otro lado, es necesario que el gobierno tenga presente que la narrativa anti-minera en las zonas conflictivas lleva años siendo propagada entre la población gracias a su hegemonía mediática local, y que la lucha anti-minera forma parte de la “memoria histórica” de gran parte estas personas. Es algo ingenuo creer que unos pocos meses de trabajo de convencimiento pueden cambiar años de trabajo político sistemático de operadores anti-mineros.

2. La importancia de la prevención

El Primer Ministro ha mencionado que se establecerá un sistema de prevención de conflictos sociales en el que se monitoreara el surgimiento de los mismos antes de que se den manifestaciones violentas. Esta es una iniciativa valiosa puesto que en buena medida cuando un conflicto llega a tener repercusión mediática nacional ya se ha dado una correlación de fuerzas en el entorno del proyecto que pone en serio riesgo su viabilidad.  Queda aún por definir cuáles serán los mecanismos exactos mediante los cuales se dará este monitoreo y cual será el tipo de eventos a los que haga seguimiento el mencionado sistema de prevención.

3. La necesidad de incrementar la presencia el Estado

Al ser preguntados respecto a la conflictividad, diversos voceros del Gobierno afirman que pondrán énfasis en incrementar la presencia del Estado mediante la aplicación de un Adelanto Social que lleve a que las poblaciones en el entorno de los grandes proyectos extractivos reciban un mayor beneficio de los mismos. Sin duda es positivo que estas poblaciones vean sus condiciones de vida mejoradas por la inversión pública, especialmente considerando que gran parte de la riqueza minera del país se encuentra en zonas con altos niveles de pobreza.

Sin embargo, hay que considerar que la mayor presencia del Estado no es suficiente como desmovilizador de la protesta anti-minera. En el caso de la provincia de Islay, donde se encuentra el Proyecto Tía María, la misma se encuentra con niveles de conectividad muy por encima del promedio nacional al ser atravesada por la carretera Panamericana y tener vías asfaltadas comunicando sus zonas más importantes, este mayor nivel de integración social y comunicacional no ha sido suficiente para impedir altos niveles de movilización y la realización de acciones violentas. (Por ejemplo, en Tía María, uno de los factores aprovechados por los anti mineros para las movilizaciones contra el proyecto, fue el interés de corto plazo de los agricultores arroceros, sobre el posible aumento del precio del jornal agrícola por la presencia de la mina). Sin embargo, la presencia del Estado puede ayudar a que la población recupere la confianza en las instituciones públicas, entre ellas las encargadas de vigilar las actividades extractivas. De esta manera se podría lograr una mayor confianza local en los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) o en los estudios del ANA. Incrementar la presencia del Estado puede ser una medida desmovilizadora en la medida que la misma se enmarque dentro de una estrategia de recuperación de la legitimidad del Estado y de las instituciones públicas en las zonas conflictivas. Sin embargo, esta confianza se encuentra muy debilitada y no es realista esperar que pueda ser recuperada en un plazo breve, es decir, de unos pocos meses.

4. No ir contra “la voluntad del pueblo”

Durante su mensaje el Presidente mencionó explícitamente que no se impondrán proyectos en “contra de la voluntad del pueblo”.  Hay dos problemas que se derivan de esta postura: La definición de quienes son el pueblo cuya voluntad será tomada en consideración a la hora de determinar si un proyecto debe desarrollarse o no, es decir la delimitación de las fronteras de quienes pueden participar en esa decisión, ya sea a nivel distrital, provincial, regional o nacional.  Y por otro lado, cual será el mecanismo de evaluación del Estado de esta “voluntad del pueblo”.

En el caso del proyecto Conga, el mismo es apoyado por la población del entorno más cercano al proyecto y rechazado por la población más lejana. Esto genera dudas respecto cual sería la población cuya voluntad se tomaría en cuenta, ya sea el entorno más inmediato al proyecto o uno más lejano. En función a qué entorno se consulte,  los resultados respecto a la “postura del pueblo” pueden ser muy diferentes. ¿Cuales son las poblaciones que van desear ser parte de esa decisión, independiente de su cercanía geográfica, económica o ecológica? En el caso de Tía María se tiene un rechazo en las cercanías al proyecto pero una ligera mayoría favorable de la opinión pública a nivel regional.

También se generan dudas en el mecanismo mediante el cual se conocerá “la voluntad” del pueblo. Podrían ser encuestas, audiencias públicas, plebiscitos, etc. Si no se especifican respuestas a esta pregunta lo que quedaría por pensar es que se considera como que están “contra la voluntad del pueblo” todo proyecto que enfrente alguna resistencia social significativa con lo que se estaría proclamando una alta propensión a la capitulación por parte del gobierno.

5. Conversar con líderes locales

El gobierno ha  manifestado el deseo de conversar con líderes locales tales como alcaldes y gobernadores regionales con el fin de viabilizar proyectos conflictivos. Tener a las autoridades locales en favor de un proyecto sin duda es positivo y necesario, pero no se debe creer que es una panacea frente a la conflictividad social. En múltiples ocasiones las autoridades locales asumen una postura inicial favorable a los proyectos y el movimiento social anti-minero consigue ser efectivo en modificar la postura de estas autoridades mediante acciones de presión política, social y mediáticas. A la larga, ellas terminan asumiendo posturas hostiles a los proyectos con el fin de mantener una  acción política coherente con la postura de quienes serán sus votantes en el siguiente ciclo electoral. Al final todos tienen sus ambiciones políticas y no están dispuestos a sacrificarlas por un proyecto minero, cuyos impactos se dan mayormente en el largo plazo. Mientras el movimiento social anti-minero no se encuentre severamente debilitado en su credibilidad, las articulaciones del gobierno central con autoridades y líderes sociales locales enfrentarán el permanente riesgo de ser revertidas.

6. El rol de la obra emblemática

PPK ha mencionado explícitamente que considera que la llave para la viabilidad del Proyecto Tía María pasa por la ejecución de la represa de Paltiture la cual expandiría el suministro de agua en el valle del Tambo, planteándose entonces que la realización de dicha obra incrementaría dramáticamente el apoyo a Tía María. Esto expresa la visión transaccional con la que se quiere enfrentar la conflictividad. Se quiere saber “¿qué  hay que ofrecer?”  a las poblaciones locales para que acepten un proyecto. Sin embargo, en zonas de actividad anti minera, la misma se fundamenta en generar un nuevo “sentido común” hostil a las industrias extractivas. En Islay la suma del voto de Verónika Mendoza y Gregorio Santos llega a un 47%, comparable al 51% que se dio en la Región Cajamarca. Los resultados electorales nos señalan un penetración ideológica que una obra emblemática no podrá por si sola mitigar. Ya hay una narrativa anti-minera establecida, pues gran parte de la población de la zona cree sinceramente que el proyecto Tía María implica la erradicación del valle del Tambo y la contaminación irremediable de sus aguas. Para quienes tienen esas creencias, la construcción de Paltiture no es suficiente como medida compensatoria. El principal activo estratégico de los anti mineros es la difusión de la idea de un antagonismo intrínseco entre agricultura y minería. Esto lleva a que las obras emblemáticas difícilmente puedan compensar, en la mente de gran parte de la población, una percepción ‘catastrófica’ del impacto de un proyecto extractivo. Mientras esta creencia no sea afectada, la reacción de la población local va ser de aceptar todas las inversiones del Estado y seguir rechazando a los proyectos mineros.

En general las propuestas lanzadas por el gobierno en lo concerniente a conflictividad social van en el sentido correcto, sin embargo hay que recordar que por sí mismas no serán capaces de reducir de manera decisiva la conflictividad social y que este es un problema complejo que requiere se desplieguen múltiples líneas de acción, de manera sostenida y, entender claramente la correlación de fuerzas que enfrenta cada proyecto y como afectarla.

Ello requiere tomar muy en serio el sistema de creencias de la población local y la fuerza de la narrativa anti minera. Las propuestas transaccionales pueden parecer muy inteligentes, pero pueden no ser tan efectivas como parecen al principio. Sin entender como la población va razonar sobre el tema de la minería, sus aspiraciones y sus temores, las propuestas de ganarse a la opinión publica vía proyectos de inversión puede no tener los resultados esperados.

Es muy positivo que el gobierno tenga la intención de reactivar la minería, pero también es verdad que su capital político no es infinito, y por lo tanto es esencial que sus primeras iniciativas no fracasen. 

Lampadia




Inteligencia Artificial: ¿Cómo transformará nuestro mundo?

Inteligencia Artificial: ¿Cómo transformará nuestro mundo?

Teléfonos móviles implantables. Impresión 3D de Órganos para trasplantes. Ropa y lentes conectados a internet. Tales cosas pueden sonar a ciencia ficción pero serán un hecho al 2025, cuando el mundo entre en una era de robótica avanzada, inteligencia artificial y la personalización de genes, según los ejecutivos encuestados por el Foro Económico Mundial (WEF). Casi la mitad de los encuestados también asumen que habrá una máquina con inteligencia artificial sentada a sus costados en un directorio  corporativo dentro de la próxima década.

Después de la tecnología de vapor, la producción en masa y la informática, la denominada “cuarta revolución industrial” traerá ciclos cada vez más rápidos de  innovación, lo que plantea enormes desafíos para las empresas, los trabajadores, los gobiernos y las personas. (Ver en Lampadia: Los retos de la Cuarta Revolución Industrial y La llegada de la Cuarta Revolución Industrial).

La promesa es que traerá bienes y servicios más baratos que impulsarán una nueva ola de crecimiento económico. La amenaza es el desempleo masivo y una brecha adicional de desconfianza, ya tensa, entre las empresas y los ciudadanos. “Hay un excedente económico que va a ser creado como resultado de esta cuarta revolución industrial”, dijo Satya Nadella, presidente ejecutivo de Microsoft, en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos el miércoles pasado. “La pregunta es qué tan uniformemente va a propagarse entre los países, entre las personas de diferentes estratos económicos y también entre diferentes partes de la economía.”

Los robots ya están en marcha, en fábricas, en hogares, hospitales, tiendas, restaurantes e incluso zonas de guerra, mientras que los avances en áreas como las redes neuronales artificiales empiezan a difuminar las barreras entre el hombre y la máquina. Pero hay preocupaciones profundas, así como el temor, a lo que la tecnología puede hacer.

A continuación compartimos algunos párrafos de la publicación del Financial Times sobre el debate que ha ocurriendo estos días en Suiza.

Davos: Máquinas inteligentes dirigidas a transformar la sociedad

Murad Ahmed

Financial Times

20 de enero 2016

Traducido y glosado por Lampadia

©Getty, Satya Nadella, CEO de Microsoft

La inteligencia artificial estimulará el crecimiento económico y creará una nueva riqueza. Las máquinas que logren “pensar” como los seres humanos nos ayudarán a resolver grandes problemas, desde curar el cáncer hasta el cambio climático. Sin embargo, millones de trabajadores tendrán que volver a entrenarse, ya que los robots volverán redundantes sus actuales puestos de trabajo.

Estos son los mensajes contrastantes proporcionados por los técnicos más importantes del mundo en el Foro Económico Mundial en Davos esta semana, en el cual líderes políticos y empresariales analizaron la mejor manera de responder al ascenso de las máquinas inteligentes.

Sebastian Thrun, el inventor de los autos “Inteligentes” de Google, que se manejan solos y profesor honorario de la Universidad Tecnológica de Delft, dijo al Financial Times que “casi todas las industrias establecidas no se están moviendo lo suficientemente rápido” como para adaptar sus negocios a este cambio. Sugirió que los autos sin conductor volverían redundantes a millones de taxistas, al igual que los aviones que funcionarán exclusivamente con pilotos automáticos eliminarían la necesidad de miles de pilotos humanos.

Uno de los temas centrales de la conferencia de este año es la “cuarta revolución industrial”, en referencia a la forma en que se espera que los avances tecnológicos transformen las industrias de todo el mundo. Los delegados argumentaron que los avances en la robótica y la inteligencia artificial tendrán el efecto transformador que la energía de vapor, la electricidad y la computación tuvieron en los siglos anteriores.

“[Las máquinas artificialmente inteligentes] podrán analizar un escaneo cerebral mejor que la mayoría de los radiólogos, pero también pueden soldar mejor que cualquier ser humano”, dijo Illah Nourbakhsh, profesor de robótica en la Universidad Carnegie Mellon, la institución que tiene una sociedad con Uber para construir coches sin conductor. “Está afectando a los empleos de cuello blanco y cuello azul. Nadie está inherentemente seguro”.

Pero Thrun estaba optimista con respecto a que las funciones redundantes sean reemplazadas rápidamente. “Con la llegada de las nuevas tecnologías, siempre creamos nuevos puestos de trabajo”, dijo. “No sé cuáles serán estos puestos de trabajo, pero estoy seguro de que vamos a encontrarlos”.

No todos están convencidos. De acuerdo con un estudio publicado por el WEF esta semana, el aumento de la automatización y la IA en la fuerza de trabajo dará lugar a una pérdida de 7.1 millones de empleos en los próximos cinco años en las 15 principales economías, y sólo ayudará a crear 2 millones de nuevos puestos en el mismo período.

Satya Nadella, presidente ejecutivo de Microsoft, dijo: “Este desafío de desplazamiento es real, [pero] siento que el énfasis correcto está en las habilidades, en lugar de preocuparse demasiado por los puestos de trabajo [que] se perderán. Vamos a tener que gastar dinero para educar a nuestro pueblo, no sólo a los niños, sino también a las personas a mitad de carrera para que puedan encontrar nuevos puestos de trabajo”.

Thrun argumentó que para que los trabajadores se adapten, se requerirá un cambio en la forma en que las personas abordan sus vidas profesionales.

“Estamos avanzando hacia un mundo en el que habrá mucho más riqueza y mucho menos trabajo”, dijo Erik Brynjolfsson, profesor del Instituto de Tecnología y co-autor de “La Segunda Era de la Máquina” de Massachusetts, un libro sobre cómo las nuevas tecnologías modernas están transformando las industrias. “Eso no debería ser algo malo y sería una vergüenza para nosotros si lo convertimos en algo malo.”

Lampadia

 




Reinventando las empresas

Reinventando las empresas

Los emprendedores están rediseñando la materia prima del capitalismo

Comentario de Lampadia

La revolución tecnológica que se despliega en el mundo, no solo está referida a nuevos procesos, productos y servicios, también incide en nuevas formas de organización de las empresas, las relaciones entre la propiedad y la administración de las mismas, las formas de financiamiento y hasta nuevas estrategias de tercerización que permiten el desarrollo de nuevos negocios casi de la noche a la mañana.

El siguiente artículo de The Economist es un excelente referente de las nuevas tendencias de desarrollo empresarial:  

Publicado por The Economist, 24 de octubre de 2015

Traducido y glosado por Lampadia

Ahora que Uber está aumentando su actividad, los taxistas de Londres se encuentran aún más afligidos de lo habitual. Mientras tanto, los hoteleros del mundo están lidiando con Airbnb y los creadores de hardware con la computación en la nube. Al otro lado de las industrias, los disruptores están reinventando cómo funcionan los negocios. Menos evidente, pero igualmente importante, también están reinventando lo que es ser una empresa.

Para muchos gerentes, la vida corporativa todavía involucra tratar con una gran parte de propietarios anónimos, la mayoría de ellos representados por los gestores de fondos que compran y venden acciones que cotizan en bolsa. En las empresas de los insurgentes, por el contrario, el acoplamiento entre la propiedad y la responsabilidad es estrecho. Los fundadores, el personal y los sponsors ejercen un control directo. Todavía es temprano pero, si esta innovación se extiende, podría transformar el funcionamiento de las empresas.

El atractivo del modelo insurgente es, en parte, resultado de la creciente insatisfacción con las empresas de capital abierto. Es verdad que las mejores empresas de capita abierto son organizaciones notables. Ellas establecen un equilibrio entre los resultados trimestrales (que los mantienen atentos) y las inversiones a largo plazo (que los mantienen en crecimiento). Producen una gran cantidad de talentosos gerentes y productos innovadores. Saben movilizar talento y capital.

Pero, después de un siglo de dominación absoluta, la empresa de capital abierto está mostrando signos de desgaste. Una de las razones es que los directivos tienden a poner sus propios intereses por delante. Se suponía que la revolución de la década de 1980 del accionista y el valor de las empresas resolvería esta problemática incentivando a los gerentes a pensar como propietarios, pero ha sido contraproducente. Con el poder de opciones de compra de acciones, los directivos actuaron en su propio beneficio, impulsando los precios de las acciones con el fin de aumentar sus ingresos.

El auge de las grandes instituciones financieras (que controlan alrededor del 70% del mercado de valores de Estados Unidos) ha debilitado aún más el vínculo entre las personas que nominalmente son dueños de las empresas y las propias empresas. Los gestores de fondos tienen que lidiar con un grupo cada vez mayor de intermediarios, desde reguladores hasta sus propios empleados, y cada uno tiene sus propios intereses y beneficios. No es sorprendente que los gestores de fondos no logren controlar eficazmente a las empresas individuales.

Por último, listar una compañía en la bolsa se ha vuelto oneroso. Las regulaciones se han multiplicado desde el escándalo de Enron de 2001-02 y la crisis financiera de 2007-08. Aunque los mercados tienden a proyectarse a largo plazo, muchos administradores consideran que sus puestos de trabajo dependen de producir buenos resultados a corto plazo, trimestre tras trimestre.

Intereses contrapuestos, el cortoplacismo y las excesivas regulaciones imponen costos. Ese es un gran problema en un momento clave, en el cual las empresas de capital abierto están luchando para exprimir ganancias de sus operaciones. En los últimos 30 años las ganancias en el índice S&P 500 de las grandes empresas estadounidenses crecieron un 8% al año. Ahora, por segundo trimestre consecutivo, se espera que caigan en un 5%. El número de empresas que cotizan en las bolsas de valores de Estados Unidos ha caído a la mitad desde 1996, en parte debido a consolidaciones, pero también porque los gerentes más talentosos prefieren que sus empresas permanezcan privadas.

No es casualidad que otro tipo de organizaciones corporativas estén aumentando. Las empresas familiares tienen una nueva oportunidad. Los hombres de negocios están experimentando con “híbridos” que aprovechan los mercados públicos manteniendo un monitoreo constante. Inversionistas astutos como Jorge Paulo Lemann, de 3G Capital, se especializan en la compra de empresas de capital abierto y las opera como privadas, con una dotación de personal magro y un enfoque de largo plazo.

Pero la alternativa más interesante para las empresas de capital abierto es una nueva generación de nuevas empresas con un alto potencial con nombres exóticos como ‘unicornios’ y ‘gacelas’. En las mismas ciudades donde Ford, Kraft y Heinz construyeron imperios hace un siglo, miles de jóvenes están creando nuevas empresas en espacios de oficinas temporales, alimentadas con café y grandes sueños. Sus empresas son pioneras de una nueva forma de organización.

La diferencia central radica en la propiedad: mientras que nadie está seguro de quién es dueño de las empresas de capital abierto, las nuevas empresas hacen todo lo posible por definir claramente quién es dueño de qué. Desde el inicio de la vida de una empresa, los fundadores y los primeros reclutas poseen una participación mayoritaria e incentivan a las personas con participaciones de la propiedad o premios relacionados con el rendimiento. Esto siempre ha sido así para las nuevas empresas, pero hoy en día los derechos y las responsabilidades están meticulosamente definidas en contratos elaborados por abogados. Esto alinea los intereses y crea una cultura de trabajo esforzado y camaradería. Debido a que son privadas y no de capital abierto, miden los indicadores de desempeño (como la cantidad de productos que han logrado) en lugar de elaborados estándares contables.

Las nuevas empresas también aprovechan las nuevas tecnologías, lo que les permite ser globales sin ser grandes. Las startups solían enfrentar dificiles decisiones acerca de cuándo invertir en activos grandes, como los sistemas de propiedad y de computadoras. Hoy en día se pueden expandir muy rápido mediante la compra de servicios como y cuando se les necesita. Pueden incorporarlos en línea con unos pocos cientos de dólares, recaudando dinero de sitios como Kickstarter y Crowdsourcing, contratando a programadores de Upwork, alquilando equipo de procesamiento de Amazon, encontrando fabricantes en Alibaba, organizando los sistemas de pago en Square y conquistando el mundo rápidamente . Vizio fue la marca más vendida de la televisión en Estados Unidos en 2010 con sólo 200 empleados. WhatsApp persuadió a Facebook de comprarlo por US$ 19 mil millones a pesar de tener menos de 60 empleados y ventas de solo US$ 20 millones.

Existen tres críticas sobre la idea de que esto es una revolución. La primera es que se limita a una esquina de Silicon Valley. Sin embargo, la economía insurgente se está convirtiendo en la corriente principal. Las startups se encuentran en todos los negocios desde la venta de gafas (Warby Parker) hasta finanzas (Sinfonía). Airbnb coloca a casi 17 millones de personas en un verano y Uber transporta a millones de personas todos los días. WeWork, un equipo estadounidense que ofrece alojamiento para nuevas empresas, cuenta con 8,000 empresas con 30,000 trabajadores en 56 localidades en 17 ciudades.

La segunda es que las empresas eventualmente se volverán de capital abierto, porque la mayoría de nuevas empresas quieren, finalmente, venderse a una empresa de capital abierto. De hecho, un número cada vez mayor opta por quedarse privada y les resulta cada vez más fácil recaudar fondos sin tener que recurrir a los mercados públicos. Las empresas tecnológicas que se listan en las bolsas de valores lo hacen después de 11 años, cuando en 1999 lo hacían en cuatro. Incluso cuando se vuelven de capital abierto, los emprendedores tecnológicos mantienen el control a través de acciones de clase “A”.

La tercera objeción es que la propiedad de estas nuevas empresas está aislada del resto de la economía. Las empresas de capital abierto le brindan a la gente común una participación en el capitalismo. Las startups están dominadas por un pequeño grupo de capitalistas de riesgo con acceso privilegiado. Eso es cierto, pero la gente común puede invertir en startups directamente a través de plataformas como SeedInvest o indirectamente a través de los principales fondos de inversión como T. Rowe Price, que invierte en ellas desde sus inicios.

Las nuevas startups de hoy no van a tenerlo todo a su favor. Las empresas de capital abierto tienen su lugar, especialmente para las industrias de capital intensivo, como en petróleo y gas. Muchas startups fallarán inevitablemente, incluyendo algunas de las más famosas. Pero su enfoque sobre la construcción de negocios va a sobrevivir y servirá como una adición llamativa a la caja de herramientas capitalista. Airbnb y Uber y el resto se adecuan mejor a las redes virtuales y a las tecnologías que cambian rápidamente. Ellos son los pioneros de un nuevo tipo de empresa que puede hacer un mejor trabajo convirtiendo sueños en negocios. L

 

 

 




TPP: Un verdadero motor para reactivar la economía

TPP: Un verdadero motor para reactivar la economía

El 5 de octubre de 2015 se acordó un importante acuerdo para fortalecer el libre comercio, conocido como la Alianza Trans-Pacífico (TPP por sus siglas en inglés), con la participación del 40% del PBI global: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Singapur, Vietnam y Perú. Este acuerdo reduce las barreras comerciales, establece normas laborales y ambientales, y entre otras acciones que buscan fomentar el comercio y reactivar la economía mundial.

La Directora General del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien se encuentra en Perú para asistir a la Reunión Anual del Banco Mundial y el FMI, dio la bienvenida al acuerdo final alcanzado por los países miembros del TPP.

“El acuerdo alcanzado hoy por los países que negocian la Alianza Trans-Pacífico es un desarrollo muy positivo. He pedido un cambio positivo en la política para evitar un nuevo status mediocre de la economía mundial y reavivar el comercio es un componente esencial de esta agenda “, afirmó Lagarde.

La situación de crisis en el mundo ha dejado clara la necesidad de mejorar el comercio. Países como los EEUU y Perú han decidido liberalizar más sus mercados para mejorar la economía y aumentar el mercado de trabajo. Este anuncio es un gran paso adelante en un largo proceso que también forma parte de una estrategia más amplia para contrarrestar la creciente influencia económica y diplomática global de China.

Los ministros de comercio de 12 naciones se reúnen en Atlanta para las conversaciones del TPP

Los 12 países representan un tercio del comercio mundial y este acuerdo abriría nuevas asociaciones entre ellos, incluyendo una serie de políticas que harían que el comercio y la inversión funcionen mejor entre los países del Pacífico (el TPP eliminará más del 98 por ciento de los aranceles en la región).

En el caso de Perú, a pesar de ya contar con un acuerdo comercial con los EEUU, esto le genera aún más facilidades. El Presidente Ollanta Humala afirmó que “el impacto de esta nueva asociación comercial incidirá en el volumen de nuestras exportaciones no tradicionales, en especial en sectores de agroindustria, pesca, manufactura, confecciones de algodón y alpaca y manufacturas diversas. Ello equivale a aproximadamente el 25% de nuestras exportaciones no tradicionales”.

El Embajador Demetrio J. Martins, diputado representante comercial estadounidense, señaló que un reciente estudio muestra que Perú verá un aumento en sus exportaciones de alrededor de US$ 3,200 millones en 2025, una vez que el TPP esté finalizado.

Además, señala que el Perú tendrá acceso directo a nuevos mercados como Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Vietnam y también aumentará sus exportaciones a los países miembros con los que ya comercializa.

El acuerdo incluirá los elementos que generalmente se encuentran en este tipo de acuerdos comerciales (como bienes industriales, agricultura y textiles, derechos de propiedad intelectual y el medio ambiente). Sin embargo, también incluirá cuestiones generales antes no consideradas en los acuerdos comerciales, como la forma de hacer compatibles los sistemas regulatorios de los países del TPP para apoyar la innovación y la creación de empleo, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas.

El TPP se ocupará de nuevas cuestiones comerciales, como el comercio y la inversión en productos y servicios innovadores, incluidas las tecnologías digitales, y garantías para que las empresas estatales compitan en las mismas condiciones que las empresas privadas y no distorsionen la competencia.

En este sentido, el TPP es muy importante, porque es una manera de abrir aún más la economía con el fin de tener un mayor crecimiento en la región, en particular para las pequeñas y medianas empresas.

Felicitamos este gran paso y, al igual que Christine Lagarde, animamos a otros países “a renovar sus esfuerzos para completar las negociaciones en curso” e instar a la comunidad internacional en general “a volver a encender las iniciativas comerciales multilaterales” para garantizar un sistema de comercio mundial coherente. 

Para mayor información compartimos los links de nuestra sección documentos:

105 Preguntas & Respuestas sobre el Acuerdo de Asociación Transpacífico

12 Ayudas Memoria sobre el TPP

 




Sacudiéndonos el 2014

Sacudiéndonos el 2014

Un año más se nos va. Un año 2014 difícil, en el que habríamos podido hacer mucho más como país para alcanzar nuestros objetivos de crear riqueza y oportunidades para todos si es que cada uno en su trinchera –políticos, trabajadores, intelectuales, empresarios– nos hubiéramos mantenido enfocados en dicho objetivo en vez de distraernos en batallas efímeras que solo nos llenaron de dudas y desconfianzas que, al final, terminaron pasándonos la factura.

El tema es que, tal como van las cosas, es posible que, si no hacemos una honda reflexión autocrítica en ese sentido, el próximo año puede ser similar o incluso peor. Y es que todo indica que, el próximo año, la política ocupará nuestras vidas mucho más de lo deseable y necesario. Tal parece que los escándalos políticos se incrementarán, lo cual sin duda afectará aún más a la ya escasa confianza del ciudadano hacia el político, y abrirán con ello una peligrosa puerta a discursos extremistas que siempre están allí agazapados, esperando su hora.

Tal parece que la cercanía de las elecciones del 2016 no hará del 2015 un año en el que se debatirán ideas, visiones, estrategias o metas acerca de cómo caminar hacia el 2021 todos unidos en un objetivo común, sino, más bien, seremos meros espectadores de efímeros combates cargados de golpes bajos que buscarán, por encima del Perú y su destino, destruir la imagen y reputación de adversarios políticos a los que, en un país donde todos deberíamos ser aliados, se les verá absurdamente como enemigos.

Ahora bien, ¿podemos hacer algo al respecto? ¿Podemos evitar, por ejemplo, que sigan los escándalos políticos? Todo indica que no, que están allí y que su destape en algunos casos será inminente. ¿Y podremos evitar un 2015 de batallas políticas por el poder, efímeras y sin sustancia? Pues parecería que tampoco. Pareciera que, por más que pidamos más ideas y menos insultos, menos palabras y más acción, nuestros políticos seguirán enfrascados en su mundo y batallas.

¿Y, entonces, hay algo que podamos hacer para evitar que escándalos y golpes bajos terminen afectando a la economía de todos los peruanos? Pues sí que lo hay. Los ciudadanos tenemos un arma infalible, con la que, en la medida que la usemos, podremos no solo evitar que la mala política dañe nuestras vidas, sino que incluso podremos influir positivamente sobre ella para que siga el paso y ritmo de los ciudadanos a los que debe servir. Un arma que en los últimos 20 años nos ha venido acompañando fielmente, en las buenas y en las malas, y que ha sido la que, sin duda, ha construido todo lo bueno que el Perú hoy puede mostrar al mundo. Un arma poderosa e indestructible, que no sabe de insultos, miedos o incertidumbres. Un arma que nos ha demostrado ser aliada incondicional de nuestro destino: el trabajo. Sí. Sí podemos vencer la incertidumbre política que parece querer amenazar nuestra economía el próximo año. Y podemos hacerlo como siempre lo hemos hecho los ciudadanos del Perú: trabajando. Desde el pequeño empresario que trabaja de sol a sol para sacar adelante su sueño hasta el trabajador que está a su lado, soñando con un día independizarse y ser como él. Desde el pequeño agricultor en el campo que, como nunca antes, ve una luz para sus productos hasta el empresario exportador que ve cómo el Perú y sus productos son cada día más reconocidos. Desde el intelectual o el científico que investiga en silencio fórmulas para poner en valor lo nuestro hasta las compañías peruanas que empiezan a aplicar la teoría del valor compartido para toda la cadena en la que participan. Desde el profesor universitario o de escuela, que poco a poco va recuperando el reconocimiento a su labor por parte de la sociedad, hasta el estudiante que, por encima de ideologías, ocupa su corazón y mente con ideas y proyectos para su futuro y el de su país. Todos unidos, trabajando por objetivos personales que se entrelazan con el gran objetivo común, el Perú como nuestro hogar, como la tierra de la cual nuestros hijos nunca más tendrán que partir. Si, como ciudadanos que nos levantamos muy temprano a trabajar, somos capaces de unirnos y situarnos por encima de insultos y escandaletes políticos, entonces podremos evitar que estos afecten nuestro ánimo y confianza en el mañana; podremos evitar que se despierte ese yo cortoplacista que habita dormido en quienes nos tocó vivir aquellos tiempos de Sendero o hiperinflación; podremos mantener ese espíritu que nos hace levantarnos día tras día con ganas de querer aprender, estudiar, crear, hacer, avanzar. Sí. Sí es posible que la economía del Perú no se vea afectada por las señales inciertas de la política. Depende de nosotros y de lo único que nos haga grandes y libres. Nuestro trabajo.