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Los niños… nuestra arma secreta en la lucha contra el Dengue

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 23 de marzo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

El Dengue – en Ica – está bajo control. ¡Quién lo hubiera imaginado! En el 2015 la epidemia apareció por primera vez en la región. En aquel verano se registraron decenas de casos. Después vino el invierno y la epidemia – aparentemente – desapareció. Aparentemente… porque el Dengue nunca desaparece. El zancudo que trasmite la enfermedad permanece oculto en forma de huevos o larvas – durante todo el año – en los recipientes de agua, y reaparece con renovada fuerza el verano siguiente. Aedes Aegypti se llama el desgraciado. Parece una cebra… es de color negro con blanco.

En el verano 2016 tuvimos centenares de casos. ¡10 veces más que el año anterior! Y se repitió la historia. Pasó el verano. Y con el frío vino la tregua epidémica. ¿Se acabó el Dengue? Nada que ver. Llegó el verano 2017 y tuvimos miles de casos. Incluso 2 fallecidos. ¡10 veces más que el año anterior! Los epidemiólogos dicen que así son las epidemias. Crecen exponencialmente año a año. Por eso este año – 2018 – esperábamos decenas de miles de casos. 10 veces más que el año pasado.

Ante tamaña amenaza recurrimos a nuestra arma secreta. Más de 200 mil soldaditos – toda nuestra población escolar – fueron instruidos sobre cómo combatir el Dengue en la región. “Ica, Ica, Ica… sin zancudo, Dengue y Sika” fue un estribillo que coreaban los niños y jóvenes durante la campaña que denominamos “Juntos Goleamos al Zancudo” la cual contó con una motivadora locución futbolera en la voz de Eddie Fleishman.

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“Lava, lava… tapa, tapa” fue otra muletilla que caló hondo en la población. Casa por casa – a lo largo y ancho de toda la región – todos los recipientes de agua se lavaron y taparon. Llantas viejas, bateas en desuso, tapas de plástico… todos los trastos que pudieran servir de hospedero del acebrado zancudo fueron eliminados. Hicimos campañas en los cementerios para cambiar el agua de los floreros por arena mojada. Además, los niños – tiernos, encantadores, brillantes, maravillosos – crearon canciones, poemas, y hasta actuaciones teatrales alusivas a la lucha contra el Dengue.   

Lo cierto es que nuestros soldaditos escolares hicieron un trabajo estupendo. ¡Controlaron el Dengue! En vez de decenas de miles de casos – que es lo que se esperaba, de acuerdo a epidemiólogos expertos en la materia – en lo que va del presente verano tenemos 3 casos de Dengue confirmados. ¡Tres! ¡1, 2, 3… y paremos de contar! ¡Extraordinario!

Pero ¡cuidado! La lucha no ha terminado. El año pasado tuvimos casos de Dengue hasta junio. Y recién vamos terminando marzo. Es verdad que ya pasamos los meses más calurosos. Pero no debemos bajar la guardia. Sigamos con el “lava, lava… tapa, tapa”. Sigamos con el cambio de agua de floreros por arena mojada. Sigamos eliminando todo cachivache que pudiera almacenar agua… tal como lo hemos hecho hasta ahora. La victoria total está a la vuelta de la esquina.

Ahora bien ¡cómo es la vida! Como no hay Dengue, no hay problemas. Y como no hay problemas, no hay noticias. Ni para mal ni para bien. Los congresistas carroñeros, los periodistas chantajistas, el Colegio Médico de Ica… ¡están mudos! No han emitido un solo comentario respecto a este gran logro regional. Está clarísimo. La salud pública les importa un bledo. Esos tipos están para encubrir mafias. Para eso sí son buenos.

Felizmente, ese no es el caso de muchos iqueños de buena fe que valoramos – sin límites – el trabajo realizado por nuestro ejército de soldaditos. Ellos – los niños – fueron nuestra arma secreta para vencer la epidemia de Dengue en Ica. Ellos llevaron a cabo – exitosamente – lo que parecía una misión imposible. No hay palabras para expresar nuestra admiración y gratitud por lo que han hecho para el bienestar del pueblo iqueño. ¡Nuestros niños son lo máximo! ¡Palmas para ellos! Lampadia




El rol ciudadano en el éxito (o fracaso) de la gestión pública

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 2 de marzo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La epidemia de Dengue ha sido controlada en Ica. En lo que va del presente año tenemos 2 casos. El verano pasado tuvimos más de 1,500 y este año esperábamos muchos más. ¿Qué pasó? ¿Qué permitió controlar una epidemia que – de no haber sido por la decisiva intervención de la ciudadanía – habría afectado a decenas de miles de personas?

Se acabaron las colas alrededor de nuestros hospitales. Antes la gente tenía que pernoctar en las calles para aspirar a ser atendidos. ¿Qué pasó? ¿Cómo así – de buenas a primeras – desapareció el maltrato y la crueldad en salud?

Los tramitadores de licencias de conducir han desaparecido de los alrededores de la Dirección Regional de Transportes. ¿Qué pasó? Aparte del liderazgo y orden impuesto por la Directora Rossana Vera ¿qué rol jugó la ciudadanía para que la mafia de transportes desaparezca?

El Coro SINFÓNICA es un éxito total. Cerca de 700 angelitos cantan y encantan a todos los que asisten a sus conciertos. Ya sea en auditorios cerrados o al aire libre, la música coral vuela por los aires y se posa suavemente en el alma del público. ¿Qué pasó? ¿Qué función cumplen los padres de familia en la educación artística de sus hijos? 

Nuestros proyectos de Siembra y Cosecha de Agua son también un éxito total. Los viveros de pinitos, los reservorios que cosechan el agua de lluvias en lo alto de la cordillera, las tilapias, los bosques cuyos follajes se distinguen desde lejos… ¡todo es una maravilla! ¿Qué pasó? ¿Cómo intervinieron las comunidades campesinas en la realización de esa obra de arte majestuosa?

A lo que quiero llegar es que muchas responsabilidades del Gobierno Regional han tenido éxito gracias a la activa participación de la ciudadanía. Como que, sin el aporte de la gente, nuestra gestión de gobierno habría fracasado.

En el caso del Dengue, la campaña “Juntos Goleamos al Zancudo” no pudo ser mejor. La población escolar – más de 200 mil estudiantes – fueron instruidos en tareas tan sencillas como tapar los recipientes de agua de sus viviendas. Los deudos que asistían a los cementerios fueron instruidos para cambiar el agua de los floreros por arena mojada.

Después de sancionar a unos – pocos – médicos y servidores corruptos que maltrataban a los pacientes a más no poder, todo cambió. La atención hospitalaria mejoró notablemente, tanto en calidad como en calidez. Los pacientes y sus familiares fueron más puntuales en sus citas médicas y – con todo derecho – empezaron a exigir un mejor servicio.

Los conductores de vehículos que requerían licencias de conducir también entraron por el aro de la lucha anti corrupción. ¡Nada de coimas! ¡Nada de licencias sin exámenes de reglas de tránsito y de manejo! Excelente.

Los padres – y familiares – de los niños del Coro SINFÓNICA tienen tanto mérito como los maestros de música. Si no fuera por ellos, el coro habría fracasado. Están al lado de los niños en todo momento… en la escuela, en los conciertos, en los viajes. ¡Son maravillosos!

Los campesinos de la Sierra hicieron suyos nuestros proyectos de Siembra y Cosecha de Agua. El Director Regional de Agricultura – Ing. Néstor Mendoza – da la pauta, pero todo el trabajo lo hacen los campesinos. Sin ellos, jamás habríamos logrado construir tantos reservorios y – menos – plantado tantos bosques de pinos en la cordillera.

Siempre se habla de buenas o malas gestiones públicas. Sin embargo, de lo que no se habla – o en todo caso, se habla poco – es del rol de la ciudadanía en el éxito (o fracaso) de la gestión pública. 

A ese respecto, he llegado a la siguiente conclusión. El rol de la ciudadanía es clave para el éxito de la gestión pública. Y que cuando las cosas salen bien, el mérito se reparte así: 99% ciudadanía, 1% gestión pública. Lampadia




Sobre como detener la violencia criminal

Sobre como detener la violencia criminal

América Latina es una de las regiones en las que más homicidios se producen según el Banco Mundial. De ellos la mayoría son cometidos y tienen como objetivo a jóvenes. “La población joven constituye la mayoría de víctimas y victimarios de los homicidios en América Latina y el Caribe. El 43% de todas las víctimas en el mundo son jóvenes entre 15 y 29 años, y 7.9% son niños entre de hasta 14 años. En las Américas, una de cada siete víctimas es un hombre joven, según la UNODC (ONU para drogas y crímenes)”, señala el BID.

El Perú no es la excepción. Los asesinos son cada vez más jóvenes. Recientemente, la policía capturó a dos adolescentes que habían sido enviados a asesinar a una dirigente de Polvos Azules. Esta realidad es pavorosa. El padre de uno de ellos les dio el “encargo”. El uso de sicarios adolescentes se ha popularizado aprovechando los vacíos legales que protegen a los menores. Esto ya fue cambiado en muchos países.  

Semanas atrás, la División de Homicidios de la DIRINCRI informó por primera vez la cifra de homicidios cometidos por sicarios. De acuerdo a la PNP, hasta setiembre de este año, se produjeron 288 asesinatos por mano de sicarios. Es decir, la tercera parte del total de los 972 homicidios. 

“La Libertad ocupa el primer lugar con 88 asesinatos cometidos por sicarios. Le siguen Lima con 65 y Callao con 39. Según el estudio, los sicarios operan más en las provincias de Lima, Cañete y en El Callao, así como en el distrito de San Juan de Lurigancho. (…). En su mayoría, los sicarios son adolescentes y jóvenes entre los 14 y 25 años. Pueden matar hasta por S/.300. “A veces a los menores ni siquiera les pagan. Cometen el crimen para demostrar que son valientes, como un reto para ser incluidos dentro de una organización” señaló a El Comercio el coronel Ricardo Cano, jefe de la División de Homicidios de la policía. Interesante remarcar que el nuevo Alcalde de Trujillo es Elidio Espinoza, el antes defenestrado jefe de la policía en La Libertad, por, supuestamente, haber tenido “mano muy dura con los criminales”.

Émulos de Billy the Kid, se podría decir, tal y como lo describió Borges: “el joven de los duros pistoletazos que aturden el desierto, el emisor de balas invisibles que matan a distancia, como una magia. (…) El casi niño que al morir a los veintiún años debía a la justicia de los hombres veintiuna muertes, “sin contar mejicanos”.

Siguiendo la tendencia latinoamericana, en el Perú,las víctimas también son jóvenes. “El 48% de los crímenes cometidos por sicarios en el Perú en este año  ocurrió por ajuste de cuentas y el 27% por enfrentamiento entre bandas. El 25% de los asesinados no tenía ocupación conocida, es decir, que estaba al margen de la ley”, refirióel Coronel Cano.

Este alto porcentaje se debe a las disputas entre bandas rivales y pugnas por cupos en el “negocio de extorsión” en las obras de construcción civil. 

¿Cómo romper este círculo en el que los jóvenes crecen en un ambiente en que se glorifica e incita el asesinato? ¿Qué alternativas existen para romper el hábito de delinquir?

“Por más de una década, la respuesta a esta simple pregunta ha sido uno de los retos más difíciles. Una de las soluciones más novedosas – y prometedoras – de los últimos años ha surgido en Chicago”, sostiene el programa de Seguridad Ciudadana del BID.

“Cure Violence, es uno de los pocos programas que han resultado ser efectivos en prevenir la propagación del (…) homicidio en barrios vulnerables.  Basándose en el modelo de salud pública combate la violencia trabajando con pandillas y busca la resolución de conflictos entre jóvenes en riesgo. Más aún, procura verdaderos cambios en conductas y normas en la comunidad”.

Este programa emplea los métodos de prevención de epidemias, pues considera que la violencia es un tipo de epidemia que puede y (debe) ser cortada. Así lo explica Brent Decker, International Director de Cure Violence. Este enfoque es similar al de Bratton de “tolerancia cero” y “el síndrome de la ventana rota”. Cure Violence se enfoca en tres líneas:

1. Interrumpir la propagación

2. Prevenir trabajando en cambios de las conductas en los grupos de riesgo

3. Variar las normas (valores) que rigen a la comunidad

La aplicación de este método está a cargo de los llamados “interruptores de violencia”,que son miembros de la comunidad con prestigio y capacidad para identificar y cortar los espirales de violencia. Como se sabe, un hecho de sangre lleva a otro y a otro. La venganza y el ojo por ojo es la Ley del Hampa.

Asimismo, se trabaja con los grupos más vulnerables. Se utilizan técnicas, énfasis y enfoques diferentes de acuerdo a cada realidad.El esfuerzo es a largo plazo, para cambiar el recurso de la violencia como algo natural.

A la par, se intenta cambiar los valores de la comunidad que suelen alentar la aplicación de la violencia. Eso se realiza con campañas públicas, conversaciones y charlas con la comunidad

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos realizó un estudio sobre la efectividad de este programa con datos de los últimos 10 años y probó su contribución a la reducción de la violencia hasta en un 49% y a las de homicidios hasta en un 24%. Este método se está replicando en otras ciudades del EEEUU, Trinidad y Tobago, Colombia, México y Honduras.

Este tipo de experiencias deberían emplearse en el Perú. Dejemos de improvisar y de inventar la pólvora. Como señalamos en Lampadia (ver en L: Necesitamos a Bratton (no a Patton), si en el 2004 se hubiese aplicado el Plan Bratton, no estaríamos sufriendo las consecuencias de esta ola criminal, que según el INEI entre el 2011 y el 2014 los homicidios se incrementaron en un 24%. 

El mundo ofrece varias soluciones, otra alternativa es analizar la colombiana, en la que se reformó la policía primero y luego se combatió al crimen. Esta fue ejecutada por oficiales probos y destacados que pusieron especial énfasis en los trabajos de inteligencia. El líder más destacado de este exitoso proceso fue el general Óscar Naranjo, quien pronto nos visitará en el CADE. 

Soluciones hay, capacidad política, no sabemos. Pero la paciencia de la sociedad, ya se agotó. Lampadia