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Acerca de los iqueños que combatieron (y vencieron) al Dengue

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 25 de mayo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Cada día que pasa amanece más frío. Eso es favorable para los fines del caso. El Dengue es una epidemia de verano. ¡Qué me van a decir! Los tres veranos anteriores al 2018 fueron de terror. En cada verano se registraban más – y más – casos de Dengue. El factor de crecimiento era 10. Es decir – año a año – el número de casos se multiplicaba por 10. ¡Fue terrible!

Así las cosas, el verano pasado – el del 2018 – se presagiaba fatídico. Algunos epidemiólogos pronosticaron 20,000 casos por Dengue en la región… ¡y decenas o cientos de fallecidos! Confieso que nunca – en mi vida – había visto una enfermedad parecida. Los pacientes se sienten morir. Fiebre alta, inflamación de la piel, dolor de músculos y articulaciones, hemorragia profusa, y – en casos graves – muerte. Así es el Dengue. ¡Lo peor!

Pero no… eso no fue lo peor. Aunque parezca mentira, lo peor fue la patética actuación de los Congresistas de Ica. Y – ¡cuándo no! – la vileza de ciertos periodistas iqueños de mal vivir. Efectivamente, en medio de la tragedia humana, Segura – el Congresista del brevete falso – iba a los hospitales sólo para preguntar cuántos pacientes habían muerto por Dengue. Lo mismo hacían los periodistas chantajistas como Pillaca, Casavilca, Centeno… entre otros. Los Congresistas Ananculí y Oliva vociferaban a los cuatro vientos acerca del colapso de la salud pública en la región. Elías – el otro Congresista por Ica – atizaba el fuego con oficios congresales exigiendo la destitución del Director Regional de Salud. A esos tipos, los pacientes les importaban un bledo. Ellos querían sangre y muerte. Por eso les pusimos “los carroñeros”.

Eso pasó cuando teníamos Dengue. Los carroñeros hicieron todo lo posible para incendiar la pradera… pero no lo lograron. En fin. Ahora – felizmente – las cosas han cambiado radicalmente… y para bien. Contra todo pronóstico, el verano pasado no tuvimos Dengue en la región. Lo cual quiere decir, que el 2018 va a pasar sin la terrible epidemia. ¿Qué pasó, qué pisó… un milagro de Dios? Nada que ver.

El milagro lo hicieron los iqueños. La Dirección Regional de Salud dejó de librar la lucha en soledad. Todas nuestras Direcciones Regionales se sumaron al gran desafío. Erradicar el zancudo trasmisor del Dengue. Algo así como “Misión Imposible”,

Para ello las Direcciones Regionales de Transportes, Trabajo, Turismo, Recursos Naturales, Producción, Agricultura, Energía y Minas… todas – al unísono – se sumaron a la lucha. Cada una en lo suyo. La consigna era involucrar a toda la ciudadanía. Y así ocurrió.

Nuestra arma secreta fue la Dirección Regional de Educación. Nuestros soldaditos escolares hicieron un trabajo estupendo. Casa por casa, habitación por habitación… controlaron el Dengue. En vez de decenas de miles de casos – que es lo que se esperaba, de acuerdo a epidemiólogos expertos en la materia – en lo que va del año tenemos 20 casos de Dengue confirmados. ¡20… no 20,000! La mayoría… importados de otras regiones. ¡Extraordinario!

Ahora bien ¡cómo es la vida! Como no hay Dengue, no hay problemas. Y como no hay problemas, no hay noticias. Ni para mal ni para bien. Los carroñeros están de hambre… no tienen sangre de Dengue para alimentarse. El Colegio Médico de Ica – que es parte de la mafia de la salud en la región – está mudo. ¡Ica es otra cosa!

Este artículo es para expresar nuestra gratitud y admiración a todos los iqueños que lograron la Misión Imposible de erradicar el Dengue en la región. Gracias a la Dirección Regional de Salud por su liderazgo y profesionalismo. Gracias a todas las Direcciones Regionales por sus aportes y sacrificios. Gracias a la Dirección Regional de Educación y a sus Directores, Maestros, y Padres de Familia. Pero – sobre todo – gracias a nuestro ejército de soldaditos escolares. Sin ellos, jamás lo hubiéramos logrado. Lampadia