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Líneas de acción y compromisos para la educación del siglo XXI

Líneas de acción y compromisos para la educación del siglo XXI

En las últimas semanas hemos desarrollado y presentado diversos análisis sobre la educación en el Perú y los desarrollos internacionales más relevantes para inspirar el enfoque de la revolución educativa que tenemos que emprender.

En esta ocasión queremos revisar nuestra propuesta de establecer un gran pacto nacional que nos permita acercarnos a la educación del siglo XXI, orientada a la formación ciudadanos plenos y empoderados, que puedan desarrollar vidas provechosas en el mundo global de la sociedad de la innovación.

En este camino hemos estudiado con cuidado los conceptos educativos vertidos y desarrollados por formadores educativos peruanos como León Trahtemberg, Gonzalo Galdos y Jorge Yzusqui; más los de Lant Pritchett de la Universidad de Harvard, Sir Ken Robinson, autor de ‘Creative Schools’ (Escuelas Creativas), Alfie Kohn, autor y académico independiente y de Seema Bansal, del Estado de Haryana de la India; además de innumerables publicaciones de multinacionales, centros de estudios internacionales y descripciones sobre las diversas experiencias de otros países.

Para mejorar nuestra propuesta del “Pacto Social por la Educación”  y formular las “Líneas de acción para la educación del siglo XXI”, nos hemos inspirado en las recomendaciones puntuales de León Trahtemberg, ex Director del Colegio León Pinelo y actual creador y conductor del Colegio Aleph.

Veamos a continuación las líneas de acción indicadas:

En cuanto al ‘Pacto Social por la Educación’, hemos puntualizado mejor los compromisos de los distintos estamentos vinculados al sector y hemos agregado el compromiso de los directores de escuelas. Veamos la propuesta revisada: 

Esperamos que en los próximos años no sigamos con la indolencia con que seguimos relacionándonos con el tema de la educación. Que nos quede muy claro que lo último que necesitamos es un pensamiento de corte vertical y militarista. La revolución que proponemos tiene que salir de las aulas, de la creatividad de nuestros niños, a quienes solo tenemos que ‘capacitar e inspirar’, de los maestros que entiendan que detrás de esta gesta, está la recuperación de la dignidad del magisterio, de la innovación que adopten los directores de escuela y del compromiso responsable de los padres de familia, con el mejor aporte que pueden dar a sus hijos. Esta debe ser una revolución ‘bottom-up’, de abajo a arriba, que mueva las conciencias en toda la sociedad y que establezca una amplia y profunda colaboración entre lo público y lo privado.

No nos olvidemos de una de la frases de Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Necesitamos nuevas acciones y nuevos actores, los nuevos líderes de la revolución más importante que tenemos que emprender los peruanos del siglo XXI.

Al concluir este ciclo de publicaciones de Lampadia sobre educación, que hemos presentado con terquedad y persistencia, queremos retar a los peruanos vinculados al más noble de los oficios, que por cierto no es el periodismo, sino la educación, a debatir estas ideas, a proponer otras, a tomar el toro por las astas y a movilizar a nuestros mejores cuadros para tomar el liderazgo de la única revolución que puede efectivamente hacernos grandes. 

Lampadia




Necesitamos más datos para empoderar a las mujeres y niñas

Necesitamos más datos para empoderar a las mujeres y niñas

Recientemente, la Fundación Bill y Melinda Gates ha anunciado que estaría invirtiendo US$ 80 millones para recolectar mejores datos para luchar contra la desigualdad de género de mujeres y niñas.

Según un video publicado por la fundación (ver líneas abajo), todavía no tenemos suficiente información acerca de los desafíos que muchas mujeres y niñas enfrentan en sus vidas. Existen grandes puntos ciegos en temas mundiales de salud y desarrollo. Esto es especialmente cierto a la hora de analizar la información más básica sobre las mujeres y las niñas – dónde y cuándo nacen, cuántas horas trabajan, si se les paga, si han sufrido violencia, etc.

La dura realidad es que en muchos lugares no existe información. Lo que es peor: incluso si es que existe, a menudo tiene un sesgo sexista. Se minimiza a las mujeres y las niñas en su totalidad, o subestima y disminuye el valor de su contribución económica y social a sus familias, comunidades y países.

Esta falta de información obstaculiza nuestra capacidad para identificar las causas de la desigualdad de género. Si no se registra el nacimiento de una niña, ella no tiene una identidad oficial, lo cual daña sus posibilidades de ir a la escuela y, por lo general, significa que no pueden votar u obtener una cuenta bancaria en el futuro. Además, estas brechas y sesgos refuerzan los estereotipos y las prácticas nocivas que se basan en actitudes que subestiman a las mujeres y a las niñas. En Lampadia hemos comentado y criticado esta actitud en: La igualdad de género empieza con una buena educación.

Con una mejor comprensión de la forma en que las mujeres viven sus vidas; de las dificultades, humillaciones e injusticias que les impiden avanzar todos los días, podemos ver qué es lo que necesita ser corregido, si las soluciones están funcionando y qué progresos se están realizando. 

Como afirma el video, “la recopilación y el análisis de datos hace visible lo invisible”. Queda claro que el cierre de la brecha de género requiere cerrar la brecha de data.

Ver transcripción del video:

La data que no conoces de la brecha de género

Fuente: Melinda Gates

Transcrito, traducido y glosado por Lampadia

Vivimos en la era de la información. Unos asombrosos 2.5 trillones de bytes de datos se crean  todos los días. Aún así, todavía hay algunos puntos ciegos. Todavía no se sabe lo suficiente sobre las desigualdades e injusticias que enfrentan las mujeres y las niñas.

La gente ha trabajado durante décadas para lograr que las mujeres y las niñas estén en el centro de la agenda global de salud y desarrollo. Eso fue para darle una voz a los que no la tenían. Ahora, se trata de hacer visible lo invisible.

En demasiados casos, no estamos reuniendo la información necesaria sobre la vida de las mujeres y los desafíos sociales, políticos y jurídicos que enfrentan; e incluso cuando lo hacemos, a menudo es muy poca, está muy atrasada o no se utiliza correctamente. Mientras que las mujeres sean invisibles, los beneficios del desarrollo no les llegarán. El resultado es que millones de personas todavía no tienen acceso a atención primaria de salud o a la escuela.

A menudo son las mujeres las que se ocupan de sus hogares y familias; sin embargo, su estatus social es mucho menor que la de los hombres. Sus contribuciones a la economía son, en su mayoría, ignoradas y, aunque sabemos que muchas mujeres son víctimas de abusos, mal pagadas y se les niegan derechos básicos como identificación, propiedad de la tierra y cuentas bancarias; sin buena data, nos estamos perdiendo los detalles cruciales para poder cambiar las cosas. No podemos ver exactamente qué es lo que hay que solucionar.

Sin importar si las soluciones actuales están funcionando o no, o cuánto estamos progresando para lograr la igualdad de género; el desencadenar una revolución de data para llenar este vacío de conocimiento abrirá los ojos del mundo a las vastas disparidades y discriminación que enfrentan las mujeres y las niñas. Pero la data por sí sola no va a cambiar la vida de las mujeres. Los países tienen que diseñar programas basados en mejor información.

Sólo aprendiendo más sobre la vida de las mujeres, y las barreras que les impiden avanzar, vamos a ser capaces de ayudar a más mujeres a alcanzar su máximo potencial. Hay un montón de maneras de mejorar la forma de obtener y utilizar datos. Simplemente con el registro de nacimientos y matrimonios se revelan los matrimonios precoces y forzados. También da una identidad jurídica individual a las mujeres. En muchos lugares, es la única manera de que los derechos sean totalmente experimentados y ejercidos. La medición con precisión de todas las formas de trabajo puede ayudar a exponer cuándo la mujer trabaja sin remuneración o es mal pagada. Un mejor seguimiento de las nuevas infecciones del VIH puede alertar sobre una epidemia cada vez mayor entre las adolescentes y nos ayudará a asegurarnos de que reciban el tratamiento necesario. 

La recopilación de data y análisis puede parecer abstracta y complicada, pero la razón por la que tenemos que hacerlo es concreta y simple. Empodera a más mujeres y niñas para transformar sus vidas, y cuando lo hacen, todos se beneficiarán: las familias, las comunidades y los países; porque las mujeres y las niñas no sólo se benefician del progreso, sino que lo conducen.

Lampadia




Igualdad de género: Otra apuesta de la Fundación Gates

Igualdad de género: Otra apuesta de la Fundación Gates

El ‘circuito virtuoso del capitalismo’ liderado por Bill y Melinda Gates, Warren Buffett, y los movimientos ‘pro-dar’ de buena parte de los nuevos ricos de EEUU se dirige, como hemos indicado anteriormente, a resolver las mayores carencias de los pobres, lejos de los territorios que dieron origen a sus fortunas. 

Sus esfuerzos no solo comprometen grandes proporciones de suriqueza, tal vez lo más encomiable de esta ‘aventura’ es la entrega del  tiempo personal de los filántropos, tiempo que podrían dedicar, merecidamente, al disfrute personal. Ver en Lampadia: El Circuito Virtuosos del CapitalismoOtro testimonio de filantropía orientado a los pobres.

En esta ocasión, presentamos el artículo de Melinda Gates, la esposa y socia de Bill Gates, que nos cuenta sobre su compromiso con la necesidad de empoderar a las niñas y mujeres del mundo, que a pasar de su fabulosa contribución a la sociedad, aún no tienen el status y las condiciones de vida y reconocimiento que merecen.

En Lampadia pensamos que la igualdad de género es crucial para la salud de una nación moderna, no desde un punto de vista feminista, sino desde un punto de vista humano. Los seres humanos somos muchas veces tremendamente decepcionantes, como nos comentaba alguien cercano a Lampadia: “Creo que en mi próxima vida quisiera ser un Delfín”, pero gente como Melinda Gates renueva la fe en la humanidad.

2030 CREANDO FUTURO

Invertir en las mujeres sólo puede cosechar más beneficios para todos

Por Melinda Gates

Publicado en Asahi Shimbun, Japón

9 de mayo de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

En esta foto del 24 de enero de 2013, Melinda Gates habla con Sharmila Devi, quien había dado a luz a una niña (tapada bajo su chal), en su casa en el pueblo de Dedaur en el bloque Bakhtiarpur del distrito de Patna, India. A la derecha de Sharmila está su suegra, Lal Muni Devi. (Fuente: Fundación Bill y Melinda Gates)

Nota del editor: El Asahi Shimbun invitó a los co-fundadores de Microsoft Corp. Bill Gates y su esposa, Melinda, como editores invitados para un proyecto especial llamado “2030 Creando Futuro”. Los dos filántropos de renombre mundial contribuyeron con artículos en nuestro periódico en muchas cuestiones sociales globales, como enfermedades infecciosas, educación y pobreza, como parte de sus esfuerzos para crear un mundo mejor al año 2030 a través de la innovación y la tecnología. Esos artículos fueron publicados el 9 de mayo en la edición matutina del periódico. AJW también tiene artículos en inglés de los redactores de Asahi y otros colaboradores. 

Creciendo en Texas en la década de 1970, siempre supe que quería una carrera en ciencias de la computación. Eso requirió un poco de imaginación, porque no conocía a muchas mujeres que trabajaran fuera del hogar o que tuvieran carreras como la que yo aspiraba. Pero tuve suerte. Tuve una madre que me animó a ser cualquier persona que quisiera ser – y un padre que insistió en que ser una chica no debía poner límites a mis sueños.

Mi padre incluso me presentó a una mujer con la que trabajaba – una ingeniera que describió como uno de sus más respetados colegas – para que pueda ver por mí misma que las contribuciones e ideas de las mujeres son tan importantes como las de los hombres. Incluso hoy en día, la sociedad no siempre da ese mensaje a mujeres jóvenes. Así que tuve la suerte de tener un padre que lo hizo.

Con el apoyo de mis padres, obtuve títulos en ciencias de la computación y de negocios y trabajé una década como ejecutiva de software de Microsoft – y siempre estaré agradecida por eso. Pero su apoyo no sólo me convirtió en una científica de la computación. Me enseñó lo que significa ser defensor de las mujeres y las niñas. Y a través de su ejemplo, mis padres también me enseñaron el ‘valor de devolver a la sociedad’ desde una edad temprana.

Ahora, como copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates, estoy tratando de poner en práctica estas lecciones para ayudar a liberar el potencial de las mujeres y niñas en todo el mundo.

Durante la última década y media, he pasado mucho tiempo en los países en vías de desarrollo. Es la mejor parte del trabajo – conocer a distintas personas, ser invitada a sus casas, escuchar sus historias y aprender sobre sus vidas. Una cosa que he descubierto es que no importa en que parte del mundo esté, siempre soy capaz de lograr una conexión especial con otras madres.

Según muchas indicadores, nunca ha habido un mejor momento para nacer como niña. Los datos nos dicen que en prácticamente todos los países, las mujeres viven más tiempo, son más sanas y viven una vida mejor que nunca antes. Pero también confirman lo que sabemos de nuestras experiencias diarias: Hay un largo camino por recorrer para alcanzar la verdadera igualdad de género.

En todo el mundo, las mujeres y las niñas siguen aprendiendo menos, ganan menos y tienen muchas menos oportunidades para vivir una vida sana y participar plenamente en sus comunidades. Esto se me hizo evidente el año pasado en la India, cuando me encontré con unos gemelos de 6 años de edad, Krishna y Radha. Sus vidas serán muy diferentes, simplemente porque Radha es una chica en una comunidad donde los hijos son favorecidos sobre las hijas. Pero la verdad es que cuando las niñas puedan alcanzar su pleno potencial, todos se benefician, incluyendo niños y hombres.

Invertir en las mujeres y las niñas no sólo es lo que hay que hacer – es lo más inteligente. Empoderar a las mujeres y niñas a través de una mejor salud, más poder de toma de decisiones y la oportunidad económica ayuda a salvar vidas, hace que las familias prosperen y construye unas economías más fuertes. Eso es porque las mujeres invierten la mayor parte de cada dólar que ganan en sus familias y priorizan el presupuesto del hogar para la atención sanitaria, alimentos nutritivos y educación – las bases para la construcción de las sociedades prósperas.

Las mujeres saben lo que es mejor para ellas y sus familias – y necesitan el poder para actuar sobre ello. Cuando una mujer puede decidir si y cuándo quiere quedar embarazada, ella y su familia son más saludables y sus hijos son más propensos a salir de la pobreza. Sin embargo, todavía hay 225 millones de mujeres en el mundo que no tienen acceso a ningún tipo de anticonceptivo moderno. Estoy decidida a cambiar eso. Y nuestra fundación se ha comprometido a conseguir acceso a la planificación familiar a decenas de millones de mujeres y niñas al 2020.

La buena noticia es que estamos viendo un impulso sin precedentes para avanzar en la igualdad de género. El Primer Ministro Shinzo Abe – un gran defensor de la autonomía de la mujer – lidera con el ejemplo. Cuando nos encontramos en las Naciones Unidas el año pasado, me comentó su compromiso de construir “una sociedad donde las mujeres puedan brillar.” Y en marzo, la Directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y yo nos sentamos a conversar con los ministros de Finanzas y banqueros centrales de toda el Asia para animarles a invertir aún más en las mujeres y las niñas.

Me gusta decir que soy una optimista impaciente. Sé que el progreso es posible porque vemos que ya está sucediendo. Pero también creo que todos tenemos que desempeñar un papel para acelerarlo. La ayuda exterior de los Estados Unidos, Japón y otros países del G7 pueden hacer mucho para construir comunidades más saludables y prósperas en los países en desarrollo – y eso nos conducirá a un mejor futuro para todos nosotros. Lampadia

 




¿Quién se beneficia con los muertos?

¿Quién se beneficia con los muertos?

Continuando con nuestra investigación sobre los conflictos socio-políticos que  asecha las inversiones importantes en el Perú, presentamos a continuación un nuevo despacho, esta vez sobre un tema verdaderamente espeluznante, la utilización política de las víctimas de la violencia. Ver los análisis anteriores en Recursos Naturales y Desarrollo.

Si revisamos los conflictos mineros de los últimos 5 años, Tía María, Conga, Majaz, Las Bambas, y otros, encontramos que la violencia ha sido un componente saltante en los noticieros. Presenciamos lamentables pérdidas de vida (activistas, pobladores o policías) y deterioro del Estado de Derecho en las zonas de los conflictos. Los muertos y heridos de los conflictos mineros son de los tres lados, sin embargo, solo un lado busca beneficiarse políticamente de estas tragedias humanas.

El problema para el Perú es que una de las partes gana con la violencia y ha hecho de ella un componente fundamental de sus métodos de lucha.

La violencia utilizada por los anti-mineros en los conflictos puede ser calificada como Violencia Política, es decir violencia utilizada para fines políticos: “Entendemos por Violencia Política a ‘un repertorio de acciones colectivas que involucra gran fuerza física y causa daño a un adversario con la intención de imponer objetivos políticos’” (Della Porta, 1995, p. 2)[1].

¿Como se benefician los anti-mineros con la violencia política?

Asumiendo que los anti-mineros son actores racionales, con objetivos estratégicos de largo plazo, y que la violencia para ellos es un instrumento político, surge la pregunta: ¿Por qué usan la violencia en los conflictos?

Algunos creen que es un problema de nivel educativo o de tradiciones culturales de la población local, pero de acuerdo con las teorías políticas modernas (Besley & Persson, 2011)[2] el uso de la violencia es parte de la racionalidad del conflicto, es decir, la violencia es usada por los anti-mineros porque es útil, y efectiva, y muchas veces, es el método menos ‘costoso’ para lograr sus objetivos políticos.[3]

La observación de los conflictos mineros de los últimos años nos permite constatar que los anti-mineros se ‘benefician’ con la violencia de seis maneras:

1. Empoderar e intimidar: La violencia sirve para empoderar a los manifestantes y para intimidar a la población local. Con la violencia, los manifestantes muestran su fuerza, su capacidad de hacer daño, especialmente a la población local. Con la amenaza implícita de los actos de violencia, los demás pobladores, por temor a represalias, se inhiben de expresar sus opiniones. Con el monopolio de la voz del ‘pueblo’, los manifestantes lanzan sus consignas, y el silencio de la población, de las mayorías silenciosas, da la sensación de unanimidad en la protesta. Ejemplo de esto se dio el 31 de Marzo del 2015 cuando el profesor Robert Vásquez Roncal fue golpeado por las rondas de Celendin por brindar un curso sobre emprendimiento empresarial financiado parcialmente por Minera Yanacocha. El curso no trataba el tema minero, pero su realización enviaba el mensaje tácito de que la minería podría traer beneficios para la población.

2. Control cognitivo: La violencia es utilizada por los anti-mineros para reprimir las voces discrepantes, para evitar que los periodistas locales cuestionen las falacias de sus narrativas, para evitar que ellos u otros pobladores puedan emitir explicaciones alternativas para la población. Ello ocurre especialmente en ciudades pequeñas y zonas rurales del país. Acalladas las voces discrepantes, los anti-mineros consolidan la hegemonía de su narrativa en la mente de la población local.[4] El artículo de LampadiaStalinismo en Cajamarca[5] nos explica como la intimidación y agresión a medios de prensa discordante con la predica anti-minera es una práctica recurrente y efectiva en la generación un espacio mediático monocorde en las inmediaciones de un proyecto minero.[6]

​​3. Extorsión a empresas: Bloqueos de carreteras junto con secuestros y agresiones a algunas personas, permiten que grupos pequeños de anti-mineros paralicen una operación minera gigante, causando pérdidas de millones de dólares por día. Para desbloquear la pista, los anti-mineros cobran un cupo en contratos, en obras, en financiamiento de sus organizaciones, o en “lentejas” como en el caso de Tía María. Las empresas, que por interés económico de corto plazo ceden a esos chantajes, sin quererlo, estimulan a los grupos aventureros a replicar la práctica de la extorsión. Con el tiempo, se da un proceso de aprendizaje social y la extorción se generaliza.[7]

4. Escalar conflictos: Un grupo pequeño de personas, realizando manifestaciones con diversos niveles de violencia, puede controlar espacios públicos y vías de comunicación, y apropiarse de recursos ajenos. Con esos medios ampliados los anti-mineros pueden realizar acciones más impactantes de lo que serían capaces de hacer utilizando sólo medios pacíficos. La violencia además genera oportunidades de impunidad para que otros se sumen a la violencia. Si un grupo violento está actuando, otros activistas violentos pueden plegarse pues nadie va interferir. La violencia permite escalar el conflicto para que tenga atención nacional y victimizar la causa que buscan mediante la caracterización negativa de las fuerzas del orden.

5. Fabricar noticias: La violencia puede ser un recurso mediático muy económico, una forma poco costosa de hacer que una manifestación local se transforme en una noticia nacional. Con una 4X4, un tractor o un local incendiado se hace noticia y se genera una plataforma mediática instantánea y casi gratis para los manifestantes. Con actos de violencia llamativos, los anti-mineros manipulan a los periodistas, haciendo que ellos los entrevisten, permitiéndoles dar su versión de los hechos y lanzar su mensaje hostil a la minería. Cuando los anti-mineros logran que los medios hagan resonar sus versiones a nivel nacional un conflicto local adquiere significado nacional incrementando su potencial de daño a las empresas mineras y autoridades de gobierno.[8] Tras actos de violencia las figuras anti-mineras nacionales son entrevistadas en diversos medios nacionales para que brinden explicaciones respecto al conflicto desde la posición de “expertos” en el tema. Los minutos ganados por los anti-mineros en los medios de difusión nacional les hubieran costado muchos miles de soles. Con la realización de actos de violencia ellos se ahorran grandes gastos de publicidad, y se victimizan.

6. Colapso del gobierno y/o de la empresa: Introduciendo violencia en los conflictos, los anti-mineros logran que los intentos del gobierno por hacer cumplir la ley sean vistos como actos abusivos de la Policía y de las autoridades. Cada muerto en un conflicto minero es una victoria para los anti-mineros, especialmente para sus alas más radicales. Es con las imágenes que generan los muertos y con la visualización de las respuestas policiales que los anti-mineros se victimizan.[9] Es por esto que estas imágenes son usadas sistemáticamente en los productos multimedia que realizan y difunden en las redes sociales a nivel nacional y global.  Una escena de violencia policial o el entierro de algún poblador muerto, mostrados en los medios de comunicación, activa los estereotipos de “gobierno represivo” y ello tiene un costo político alto para el gobierno. Si el costo político es demasiado alto, los gobernantes renuncian a su responsabilidad de hacer cumplir la ley y los tratados internacionales, y brindan importantes victorias a los anti-mineros. Si el costo reputacional es muy alto para las empresas, ellas prefieren renunciar a las inversiones ya realizadas e irse a otros países.[10] La lista de los proyectos mineros paralizados ilustra la efectividad de la violencia para los fines políticos de los anti-mineros.

La violencia ocurre entonces por su utilidad en los conflictos y por sus bajos costos. Mientras la violencia genere resultados positivos para los anti-mineros y tenga bajos costos para sus promotores, ellos no dejarán de utilizarla en sus acciones.

El discurso de la Impunidad

Los grupos anti-mineros son todos ‘formalmente’ contrarios al uso de la violencia. Los pos-extractivistas incluso lo dicen en sus talleres de capacitación. Sucede que después de la experiencia trágica del terrorismo de Sendero Luminoso, nadie puede proponer públicamente el uso de la violencia. Además, los financiadores internacionales no pueden financiar actos de violencia.[11]

Leyendo sus documentos jamás vamos encontrar un manual de cómo incendiar una instalación minera, como masacrar a un periodista independiente, o como secuestrar a un trabajador minero. Además, sus manifestaciones, con claros contenidos de violencia, son todas nombradas ante la prensa como “manifestaciones pacíficas.” En su narrativa, los actos de violencia no existen, lo que ocurren son formas legítimas de defensa ante las acciones represivas de la Policía Nacional, o son provocaciones de “infiltrados.”[12] En realidad, la violencia es algo que los anti-mineros aplican en forma sistemática, pero que se oculta o se justifica.

La importancia que los anti-mineros asigna  a la violencia no se observa en sus textos sino en la defensa que hacen de las condiciones para su aplicación. La defensa de la violencia asume la forma de defensa de la impunidad.[13] Observando las campañas jurídicas promovidas por los anti-mineros encontramos que uno de sus temas recurrentes es la defensa de la impunidad.

El uso de la violencia, en las modalidades que aplican los anti-mineros, está penado en Perú. Nadie puede legalmente golpear a un vecino que discrepa sobre el potencial económico de la minería, no se puede agredir físicamente, ni menos secuestrar o masacrar, a periodistas, ingenieros, Policías, etc. Ante esta realidad jurídica, los anti-mineros organizan campañas frecuentes a favor de la impunidad de quienes han cometido esos delitos. Sin dudas, ellos han sido exitosos en esas campañas, la lista de autores de actos de violencia que no son sancionados se incrementa todos los meses. Es más, esas personas violentas son presentados como héroes, como personas cuya conducta merece ser imitada.

Todas las organizaciones anti-mineras, aún aquellas que en sus talleres de capacitación hablan en contra del uso de la violencia, se alían cuando el tema es la lucha por la impunidad. Ellos apoyan el uso de la violencia bloqueando que la justicia sancione a quienes han cometido crímenes en contra de sus vecinos, de la Policía o de las empresas mineras. Si revisamos la Web vamos encontrar múltiples declaraciones de los principales líderes anti-mineros del país promoviendo la impunidad bajo las consignas de luchar contra la “criminalización de la protesta social” y por la generalización de la justicia Intercultural. Sus argumentos pueden ser bastante enredados, hablan de indigenismo, colonialismo, Euro centrismo e interculturalidad, pero cuando exploramos las consecuencias prácticas de lo que proponen, encontramos que la quiebra de la unidad jurídica del país y la creación de áreas de impunidad para aplicar la violencia están en el centro de lo que buscan con sus propuestas.[14] Además, el Estado no ha sido capaz de desarraigar a los acusados de actos criminales a circunscripciones judiciales alejadas de la presión ‘popular’ manipulada por los anti-mineros.

El Aprendizaje

Los pequeños conflictos para extorsionar a las empresas resultan como escuelas en el uso de violencia: bloqueos de pista, cobro de “peaje,” ocupación de instalaciones, etc. Lamentablemente, muchas empresas contribuyen a un proceso de aprendizaje social en el cual esos pequeños grupos se ejercitan en esas formas de acción colectiva violenta. Ese entrenamiento facilita mucho el pasar a formas más destructivas en una situación en que el conflicto se escala.

Las rondas campesinas constituyen otra escuela de violencia para los anti-mineros. En las rondas grupos de campesinos se entrenan en hacer uso de la violencia en contra de individuos y pequeños grupos. Las rondas en la práctica hacen un manejo grupal de funciones públicas: policial y juez de paz. Las rondas se legitiman por la incapacidad del Estado para brindar esos servicios a las poblaciones rurales de Cajamarca. El problema es que, la capacidad de hacer uso de la violencia adquirida por las Rondas Campesinas puede ser utilizada más allá de los motivos que la originaron, la lucha contra el abigeato y solución de conflictos entre vecinos. La Rondas pueden ser usadas con propósitos de intolerancia, abusos, coerción, impunidad, conflictos, etc. La existencia de Rondas Campesinas organizadas contribuye en forma significativa al uso de la violencia en los conflictos mineros. Donde sea posible, los anti-mineros buscan crear rondas campesinas, existan o no su necesidad.[15] Ver en Lampadia: Las rondas se pasaron al ‘lado oscuro de la fuerza’.

Los anti-mineros llegaron a desarrollar un portafolio de usos de la violencia como resultado de un proceso gradual de aprendizaje. A lo largo de décadas, los grupos anti-sistema en el Perú ha ido acumulando conocimientos en el uso de la violencia en los conflictos sociales. El resultado es que hoy, en cualquier región del país, existen decenas de activistas anti-sistema que manejan un portafolio amplio de modalidades de violencia política.[16] Ellos están organizados en partidos políticos (Patria Roja, Tierra y Libertad, etc.), en ONG’s (Grufides, Cooperación, etc), en otras organizaciones, y en redes sociales globales. Ellos han escrito artículos, manuales y libros sobre conflictividad. Muchos de ellos están publicados y disponibles en la Web. Además, realizan seminarios y talleres de intercambio de experiencias con bastante frecuencia y documentan las lecciones aprendidas. En realidad, en materia de aprendizaje e intercambio de experiencias, los anti-mineros están mejor organizados que las empresas mineras y sus gremios.

Cómo Avanzar

Los temas sobre la minería, sus riesgos, responsabilidades y aportes al desarrollo, serán discutidos y resueltos en forma no-violenta cuando los costos de usar la violencia excedan sus beneficios. Para ello, la libertad de opinión y expresión en las zonas rurales, las manifestaciones realmente pacíficas y los espacios públicos de diálogo para tratar el desarrollo regional deben ser protegidos. Simultáneamente, la impunidad de las acciones de violencia política debe disminuir cualitativamente. Lampadia

 


[1] Della Porta, D. (1995). Social movements, political violence, and the state: A comparative analysis of Italy and Germany. Cambridge, UK: Cambridge University Press.

[2] Besley,T & Persson, T. (2011). The logic of political violence, The Quarterly Journal of Economics, 126(6), http://qje.oxfordjournals.org/content/126/3/1411

[3] En este artículo trataremos sobre los beneficios que los anti-mineros obtienen usando la violencia. En un artículo posterior, explicaremos porqué la violencia política es viable en Perú.

[4] Los anti-mineros (marxistas y post-extractivistas) son seguidores del teórico marxista Gramsci que planteaba la necesidad de la hegemonía política y cultural. Para ello es necesaria la represión sistemática a las voces discordantes.

[5] Disponible en: http://www.lampadia.com/analisis/politica/stalinismo-en-cajamarca

[6] Más información en: http://peru.com/actualidad/nacionales/cajamarca-ronderos-golpean-maestro-ir-curso-yanacocha-noticia-341325

[7] La extorsión a empresas es una forma de violencia que es utilizada no solo para fines políticos. En las ciudades de la costa norte del Perú la extorción se ha vuelto una verdadera plaga, ejecutada por delincuentes comunes. En algunas zonas mineras la situación no es tan diferente de la costa.

[8] Para los grupos anti-mineros, la fabricación de noticias es una de las principales formas de acción, pues les permite utilizar los medios de comunicación para sus objetivos.

[9] Todos los grupos violentos desarrollan una narrativa de victimización. Según ellos el Estado, las empresas mineras y los sectores independientes los están agrediendo, y sus actos de violencia son solo para defenderse. Ellos siempre pintan la figura de que están bajo la acción represiva de un Estado opresor al servicio del poder económico prepotente y destructivo, y esto venden a sus financiadores.

[10] Los anti-mineros combinan la generación de conflictos violentos en las zonas de los proyectos con campañas jurídicas y de victimización en Europa y EEUU.

[11] El Partido Comunista Patria Roja, una de las principales organizaciones anti-mineras del país, en los últimos años ha retirado el lema central de su periódico: “El Poder Nace del Fusil.” Pero sus líderes y militantes, como Gregorio Santos, Breña Pantoja y Alberto Moreno fueron todos educados en la línea de la violencia. Ahora, ya no pregonan la lucha armada ni hablan de fusiles, pero nunca renunciaron a los usos menos intensos de la violencia.

[12] No por coincidencia, algunos líderes anti-mineros son ex-militantes de organizaciones terroristas.

[13] Los temas de la “criminalización de la protesta social” y de la generalización de la “Justicia Intercultural” merecen, cada uno de ellos, ser tratados en artículos aparte.

[14] Los anti-mineros, hablan de derechos humanos, pero son muy selectivos en los humanos que merecen los derechos. Por exclusión, ellos deshumanizan a los vecinos que están de acuerdo con la minería, a los trabajadores de las empresas mineras, y obviamente a los miembros de la Policía Nacional.

[15] La violencia aplicada por las rondas campesinas es referida con el eufemismo de “usos y costumbres,” y según los anti-mineros los abusos cometidos por ellos deben estar al margen de la legislación nacional.

[16] Algunos de esos líderes son ex-miembros de grupos de izquierda radical, hoy semi-desocupados. Para ese ejército de semi-desocupados los conflictos mineros constituyen la mejor ruta de ascenso social.

 



La Misión de Lampadia

La Misión de Lampadia

Al cumplir tres años de vida sentimos que hemos avanzado mucho, pero ahora vemos que lo que nos falta hacer es aún más de lo que teníamos planeado el primer día. Así como dicen que la felicidad no es una meta sino un proceso, así también la misión de una institución es un proceso para lograr un objetivo que nunca se alcanza, pero que debe retarnos con más fuerza cada día.

Mantenemos sentimientos muy positivos a muchas personas, pero en especial a nuestros lectores, principalmente a los jóvenes y a la gente de las regiones que está un poco más alejada de la información que se puede conseguir en Lima. En ese abrazo están todos, seguidores, gente que nos da consejos y también nuestros trolls que se multiplican en la medida de nuestro avance.

Hoy queremos reiterar nuestra misión, nuestro compromiso con la sociedad y nuestro objetivo primordial, empoderar a los peruanos. Gracias. Lampadia  

La Misión de Lampadia

  • Defender la economía de mercado, la inversión privada, el desarrollo y la modernidad.
  • Promover el Estado de Derecho y la meritocracia para los funcionarios públicos.

Nuestro compromiso con la Sociedad

Durante las últimas dos décadas se ha producido una profunda transformación de la vida nacional, tanto en lo económico, como en lo social e institucional. Lamentablemente, esta transformación no está acompañada por una adecuada conciencia social, debido fundamentalmente a la falta de liderazgo y comunicación de nuestra clase dirigente.

Hay una gran confusión sobre nuestra nueva realidad y mucha angustia e incertidumbre sobre el porvenir.

El Perú ha pasado de tres décadas (60s, 70s y 80s) de estancamiento económico, empobrecimiento, escasez de recursos, frustración, violencia y falta de esperanza en el futuro, a una nueva realidad marcada por el crecimiento, la inversión, la creación de riqueza, la disminución de la pobreza y la desigualdad, la abundancia de recursos, la paz, y por una nueva capacidad de soñar con un futuro de prosperidad.

Sin embargo, a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes que ya no proyectan sus vidas fuera del Perú, no se les ha explicado los condicionantes de la nueva realidad, no se han mostrado las relaciones causa-efecto que la han creado, no se discute sobre nuestras potencialidades, no tenemos claras las prioridades de acción colectiva y de las políticas públicas que puedan consolidar el bienestar general.

Así es que mientras la economía nacional se debilita, el entendimiento de nuestra realidad se hace cada día más confuso. En la vida política y mediática se entrecruzan distintos lenguajes y distintas dimensiones de análisis, muchas veces producidas con propósitos específicos de manipulación y beneficio de parte.

En este contexto, LAMPADIA pretende, con veracidad y rigurosidad, aportar luces sobre nuestra realidad. Queremos comunicar y compartir información, cifras, hechos relevantes y opiniones sobre el Perú y el mundo de hoy y mañana para contribuir a la formación de una conciencia nacional más informada que propicie la convergencia de nuestras acciones para la construcción de un Perú de éxito y bienestar para todos.

Nuestro Objetivo:

Lograr que los peruanos optemos por una Sociedad de Libre Mercado​

 ° No tenemos Derechos Reservados – Información Libre °